Título: hoy las muzas han pasado de mi andarán de vacaciones …

Transcripción

Revista Fronteira das Educação [online], Recife, v. 1, n. 1, 2012. ISSN: 2237-9703.
Disponível em: <http://www.fronteirasdaeducacao.org/index.php/fronteiras/article/view/8 >
Jesualdo, una experiencia pedagógica alternativa en diálogo
María Alejandra Diez
Fabiana Mariela Viñas
María Laura Hein1
Resumo
El presente escrito surgió desde el trabajo en instituciones de formación docente, ante la necesidad
de recuperar pedagogos latinoamericanos, muchas veces olvidados, que se permitieron pensar la
práctica educativa desde lugares y saberes alternativos. Es posible recobrar el pensamiento y la
experiencia pedagógica de Jesualdo analizando una de sus obras, Vida de un maestro, publicada en
1935. En el primer tramo, presentaremos brevemente las ideas de Jesualdo y nos centraremos en
tres aspectos fundamentales: su biografía escolar, su experiencia de formación y su particular relación
con el conocimiento; categorías que permiten levantar el telón y escudriñar en la trastienda de su
formación, cuestiones que consideramos centrales como aportes a la formación de futuros docentes.
En el segundo tramo, presentaremos los primeros pasos de nuestro nuevo diseño de investigación. El
mismo intenta recuperar la experiencia alternativa de Jesualdo colocándola en diálogo con las
escrituras y decires de maestros santafesinos en las décadas del 1930 y el 1940. Dicho estudio
pretende rastrear la presencia de Jesualdo en Santa Fe, a través de sus trabajos, intercambios,
conferencias, artículos, escritos en el ámbito local.
Palavras-chave: Jesualdo; América Latina, pedagogos, práticas pedagógicas alternativas.
Introducción
Las huellas no son sólo lo que queda cuando algo ha desaparecido,
sino que también pueden ser las marcas de un proyecto,
de algo que va a revelarse. (BERGER, 2001)
El presente escrito surgió desde el trabajo en instituciones de formación
docente, ante la necesidad de recuperar pedagogos latinoamericanos, muchas
veces olvidados, que se permitieron pensar la práctica educativa desde lugares y
saberes alternativos.
Es posible recobrar el pensamiento y la experiencia pedagógica de Jesualdo
analizando una de sus obras, Vida de un maestro, publicada en 1935. Alternativa
1 Pesquisadoras da Universidad Nacional de Entre-Ríos (UNER), Santa Fé, Argentina.
1
que muda o altera el modelo dominante tomando las palabras de Puiggrós (2003, p.
25):
otra situación, proyecto, propuesta, programa, solución, otra
formación subjetiva, otro sujeto pedagógico, que puede ser
opuesto al anterior, contener zonas de coincidencia y de
diferencia, o bien ser portador de elementos de experiencias
precedentes, ordenados en una nueva configuración.
En el primer tramo, presentaremos brevemente las ideas de Jesualdo y nos
centraremos en tres aspectos fundamentales: su biografía escolar, su experiencia de
formación y su particular relación con el conocimiento; categorías que permiten
levantar el telón y escudriñar en la trastienda de su formación, cuestiones que
consideramos centrales como aportes a la formación de futuros docentes 2.
En el segundo tramo, presentaremos los primeros pasos de nuestro nuevo
diseño de investigación. El mismo intenta recuperar la experiencia alternativa de
Jesualdo colocándola en diálogo con las escrituras y decires de maestros
santafesinos en las décadas del 1930 y el 1940 3. Dicho estudio pretende rastrear la
presencia de Jesualdo en Santa Fe, a través de sus trabajos, intercambios,
conferencias, artículos, escritos en el ámbito local.
1 Presentación
Jesús Aldo Sosa (1905-1982), conocido durante toda su vida como Jesualdo,
fue un maestro nacido en Tacuarembó, República Oriental del Uruguay.
2 Lo expuesto es parte del Informe final del Proyecto de Investigación abocado (entre otras
dimensiones) a la lectura de la obra de Jesualdo Sosa (1935). Vida de un maestro. Buenos
Aires. Losada Ediciones. Equipo de Investigación integrado por: Diez Ma. A. (Directora),
Schneider Ma. E., Mendoza, N., Luvino C. I.S.P. Nº 8 – Anexo Esperanza, Santa Fe.
Argentina (INFD 2009-2011).
3 Proyecto de Investigación: Jesualdo, hacedor de currículum. Una experiencia educativa en
diálogo. Equipo de Investigación integrado por: Diez, Ma. Alejandra (Directora), Hein, Ma.
Laura, Viñas, Fabiana M. (Investigadoras docentes), Gozzarelli, Celeste, Ingino, Ma.
Celeste. y Sanchez, G. (Investigadoras alumnas). I.S.P. Nº 8 y Anexo Esperanza, Santa Fe.
Argentina (Convocatoria INFD 2012).
2
En el año 1928 pidió traslado a la escuela rural N° 56 de Canteras de
Riachuelo, departamento de Colonia, Uruguay. En dicho pueblo permaneció siete
años desarrollando su principal experiencia educativa, embarcada en un lugar pobre,
“poblado por inmigrantes donde se conjugan las más variadas nacionalidades y
donde el trabajo era de riguroso esfuerzo” (AZAR, 2005, p. 12). En base a dicha
experiencia, publicó en 1935 su libro Vida de un maestro.
Inició su trabajo, inquieto por conocer en detalle la situación de sus alumnos,
descubriendo un panorama desolador. Contextos familiares, sociales y económicos
signados por el hambre, la explotación, la repitencia y el trabajo duro desde
pequeños.
Su contacto con la escuela, con los niños, con el medio y con el sistema
institucional, constituyó un punto de referencia esencial en su reflexión. Jesualdo fue
transitando la idea de la escuela como agente cultural esencial y comienza a crecer
desde el pie4 su experiencia educativa alternativa.
Sus trabajos lo inscribieron, desde el comienzo de su actividad docente, en
los caminos renovadores de la corriente de la Escuela Nueva 5, aunque desde una
actitud crítica:
En el Río de la Plata, el maestro uruguayo Jesualdo realizó
experiencias en Uruguay y Argentina inspiradas en los
educadores populares de la primera generación posterior a la
Revolución Soviética, abonadas por múltiples lecturas de la
4 “Crece desde el pueblo el futuro crece desde el pie, ánima del rumbo seguro crece
desde el pie” (ZITARROSA,1984).
5 La Escuela Nueva, como movimiento internacional, fue denominada de muchas maneras
y, también, fuertemente criticada. Su influencia como movimiento pedagógico se hizo sentir
con fuerza hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). El escolanovismo propone
nuevos principios para la educación que se visibilizan en propuestas novedosas para la
organización general de las escuelas y la formación moral e intelectual de la infancia. Fue
objeto de numerosas investigaciones y en ella pueden reconocerse diferentes
representantes como Dewey, J., Montessori, M. y Décroly, O. entre otros. En Latinoamérica,
por ejemplo Rezzano, J., Teixeira, A.
3
“escuela activa” europea y norteamericana. Su voz llegó hasta
México donde mantuvo un diálogo con los intelectuales de
izquierda. El mayor valor de la abundante obra escrita por
Jesualdo - por cierto, agotada desde hace años y excluida de los
programas de formación docente - fue que logró filtrar, en su
propia
formación
normalista,
elementos
democráticos
provenientes de las experiencias de Montessori, Decroly y, en
particular, John Dewey (PUIGGRÓS, 2010, p. 40-41).
Inspirado
en
esas
ideas,
Jesualdo
propuso
formas
renovadas
de
acercamiento al conocimiento, modos distintos de entender el vínculo de la escuela
con el contexto social, maneras creativas de enseñar que transgredieron lo instituido
en la época. Jesualdo discutía y planificaba en conjunto con los niños las normas de
responsabilidad y disciplina colectiva, así como la publicación del periódico escolar
denominado “El marrón”, nombre inspirado en la herramienta utilizada por los
trabajadores de la cantera para romper la piedra, emblema presente en la bandera
del equipo deportivo de la escuela. Incluyó dentro de los estudios escolares el
cálculo aplicado al valor del jornal, el precio de la mercadería, la ganancia de un
propietario, etc. La libertad, la autonomía y el estímulo a la expresión fueron siempre
sus banderas y su estilo de posibilitarles otros futuros a sus alumnos desde
propuestas pensadas fuera del aula, en campamentos, salidas, exposiciones, entre
otras.
Luego de dieciocho meses de sumario, amenazas y suspensiones fue
acabada y callada su experiencia, prohibidos sus libros, siendo destituido del cargo
en el año 1936, durante la dictadura de Terra.
Desde innumerables lugares y modos continuó luchando por los derechos de
los niños y de los maestros, así como por un mundo más justo. Lo hizo reconociendo
el sentido profundo de pronunciar la propia palabra, en términos de Freire (1970),
aquella con la que el hombre puede decir y escribir su mundo. Palabra, que habilita
4
pensar a la educación y al conocimiento como procesos de búsqueda y de
transformación (del mundo), “siendo una unión inquebrantable entre acción y
reflexión” (FREIRE, 1970, p. 97).
2 Entre la escuela vivida y la formación transitada
Relatos autobiográficos escolares
A la hora de escribir y narrar su experiencia de trabajo, Jesualdo recupera sus
historias escolares y familiares. En su obra se produce algo más que la enunciación
de hechos ordenados en una secuencia temporal.
Como expresa Alliaud (2004, p. 92) “creamos, interpretamos, imaginamos
nuestras vivencias y experiencias otorgándoles nuevos significados”. Es decir, que lo
vivido en el pasado se vuelve a contar en función de quienes somos en el presente,
el contenido del pasado se moldea con las herramientas actuales.
Así, narró sucesos escolares que le dejaron huellas y marcas en él: “Mi madre
dice que a veces me despertaba por la noche y empezaba a recitar con tremendos
gritos: Yo cantara, cantaría, cantase […]. (JESUALDO, 1935, p. 21).
5
Jesualdo escribió fundamentalmente en relación al vínculo con su madre, sus
recuerdos y resaltó, en otra parte de su libro, el esmero que ponía ésta en la
vestimenta escolar, el guardapolvo muy planchado, los zapatos negros y duros que
completaban la fotografía. Pineau (2008: 6) afirma que “nada de eso es inocente,
causal, sino que responden a una campaña histórica
de
producción
estética”.
Símbolos
de
igualdad,
inclusión, imposición, control, modernidad, progreso,
limpieza entre otros aspectos.
En su libro, Jesualdo desarrolla historias familiares,
escolares, sociales, articuladas con los contextos
inmediatos, vinculados a sus vidas y a las de otras
personas con quienes establece lazos sociales (familia, escuela, vecinos y
compañeros de trabajo). Esto constituyó una presentación al origen de la vida social
y un modo de ubicarse como sujeto-protagonista en contextos histórico-sociales.
Las historias escolares del nivel primario ocuparon un lugar significativo, trama que
se tensó con las apreciaciones hacia las buenas y las malas maestras, con sus
atributos especiales:
Tenía 5 años cuando concurrí a la escuela, contaba hasta 20 y
conocía algunas letras. Sería un alumno más, de doña María. (…)
Me represento a doña María, alta, gorda, con su rodete
circunspecto, con su voz afónica llena de inflexiones, vestida con
un batón claro y sentada en su pupitre que se alzaba sobre una
tarima de tres altos escalones. (…) Observen tal cosa – nos
decía- Nadie observaba nada, ya las sabíamos de memoria.
(JESUALDO, 1935, p. 21).
Los escritos denotan claramente con qué contaba para esta escuela, en un
intento de sentirse sujeto protagonista de las misma. Jesualdo sabía contar y
conocía algunas letras. Postales de un pasado alejado de sus expectativas como
6
maestro que se empeña en no repetir: tarimas, pupitres, oscuridad, desolación,
quietud, enseñanzas programadas, significados normalizados de escuela. Imágenes
que se llevó de la escuela primaria.
La larga experiencia vivida como alumno, aquello que hicieron, que (le)
hicieron, que (le) pasó, se convirtió en un saber potente para quién decidió dedicarse
a enseñar. Aquello que no se desea, que no se quiere volver a repetir. De esto da
cuenta su experiencia como maestro empeñado en posibilitar y llevar adelante otras
formas escolares, no ausentes de contradicciones, como la vida misma. Pero el
dolor de escuela no termina ahí, otros párrafos siguen dando cuenta de estas
vivencias:
Con un ¡Papamoscas! Doña María
distracciones (JESUALDO, 1935, p.21)
premiaba
nuestras
Día sábado composición La primavera. El maestro Pascual (…) ha
dado el tema. Los más, escriben. Los menos, como yo, estamos
luchando con la insenescente primavera. El ambiente pesado me
agobia. Y digo entonces todo mi enorme desprecio contra la
primavera (…).
Usted es el único que dice esto de la primavera ‘Odio la primavera
por su calor que no me deja pensar, por su viento Norte que me
quema la cara (…)’ Al terminar de leer, creo que soltó su última
carcajada, que me heló para el resto de mi vida. ¡Qué imbécil
eres! Y acompañó sus palabras con el gesto de golpearme. Ése
era el concepto de originalidad de uno de mis tantos maestros, de
Pascual. De ahí vengo […]. (JESUALDO, 1935, p. 35)
En palabras de Jesualdo, papamoscas, imbécil. Con dolor recuerda las
evidencias que le indicaban que no estaba donde y como se quería que esté, es
decir: prestando atención, uniformando discursos, escuchando y repitiendo.
En sus relatos de experiencias como docente estas marcas retornaron una y
otra vez. La escuela y sus formas ocuparon un lugar en sus diarios, a modo de
marcas y de huellas que intentó no volver a pisar.
7
Experiencias de formación
En la historia de este maestro reconocemos búsquedas de nuevos perfiles, de
formas propias de leer y concretar proyectos. Encontramos experiencias teñidas de
formación que van más allá de lo recibido en las instituciones, de lo leído, para
hacerse paisaje que se renueva estimulando la mirada en el trabajo cotidiano;
formación en la que se puso en juego lo propio, rompiendo con sistemas de
educación que presentan al mundo ya interpretado, ya configurado de una
determinada manera, prescripto, cerrado. En los siguientes relatos, la mirada crítica
se aleja de la formación recibida: “Salí huyendo de esos Institutos a donde fui
ingenuamente a hacerme maestro y de donde salí deshecho […]” (JESUALDO,
1935, p. 50).
Si bien valoró muy poco la formación recibida en el sistema educativo, ésta no
cerró su mirada, no condicionó sus proyectos y se permitió imaginar, leer y concretar
desde diferentes marcos sus trabajos cotidianos. En ella se trasluce que más allá de
la preparación institucional, se ponen en juego los propios recorridos, búsquedas de
atajos, invenciones, preguntas e intercambios.
Tendríamos que transcribir gran parte del libro de Jesualdo para comprender
cabalmente su modo de leer a los autores latinoamericanos, europeos y
norteamericanos y su idea de lectura como experiencia de formación, como diálogo
con los textos y con la experiencia desarrollada, como acontecimiento de pluralidad,
de aventura hacia lo desconocido y como producción de sentido. Nos encontramos
con el abandono de seguridades, silenciando lo convencional, modificando y
modificándose desde y en la experiencia:
8
Ese miedo terrible de soltar la cometa, en la expresión y en el
concepto. Tal es lo que sugiere el niño que quiere volar a cada
instante y es detenido por el muro trágico del alma fría del
maestro, del libro, de la realidad del procedimiento ajustado a una
ganancia de tanto, en el tiempo cuanto (JESUALDO, 1935, p. 117)
Cuestionó los sistemas de educación que naturalizan la realidad, que la
ofrecen como ya configurada de una determinada manera. Buscó, hurgó,
posibilitándose desde diferentes estrategias encontrarse con libros, revistas y todo
aquel material de estudio y de lectura.
En la obra de Jesualdo, que estamos considerando, pudimos rastrear las más
variadas lecturas y análisis, como por ejemplo todo el desarrollo realizado en
relación a los denominados “centros de interés” y su oposición a los mismos,
expresando: “Dewey, un americano que ha vendido en esta materia muchos libros a
las democracias, asegura que es en vano apresurar el nacimiento de los intereses
en el niño, porque ellos irán apareciendo solos […] (JESUALDO, 1935, p. 104)”.
Múltiples lecturas, búsquedas, participación en congresos, encuentros, cartas,
constituyeron la vida de este maestro. Trayectoria docente con participación política
en la búsqueda de la transformación de los sujetos sociales, en una puesta en juego
de la propia experiencia, confiando plenamente en sí mismo y en sus ideas a la hora
de enseñar.
Formas en la relación con el conocimiento
La relación del docente con el conocimiento es una temática poco abordada,
tanto en investigaciones como en libros sobre lo escolar, en comparación con otras
que se constituyen en el centro de disputas abundantes.
9
La lectura de Vida de un maestro nos invitó a entrar en esta relación, desde
las más abundantes, genuinas y variadas formas de relacionarse con el
conocimiento: lecturas, escrituras, investigaciones y diálogos.
Pintura de época s/d. Escuela Rural Nº 56. Canteras de Riachuelo..
Su diario de clase, sus
experiencias
de
vida,
de
formación y de acción nos
llevaron a situarnos, a partir
de la descripción minuciosa
de
sus
trabajos,
en
contexto
histórico
y
el
nos
permitieron saborear el cotidiano escolar. Cada párrafo condensado en la riqueza
indescriptible de su escritura nos trasladó imaginariamente a la escuela del
Riachuelo, viaje por esa experiencia alternativa en la que todos los detalles y los
sujetos están ahí para ser leídos, analizados, donde las observaciones dudas e
intercambios
constituyeron
variaciones
entrelazadas
de
relaciones
con
el
conocimiento.
Capacidad de observación y de escritura, en las que la realidad se constituyó
en una fuente de expresión ilimitada, mirando desde diferentes perspectivas el
entorno. Se detuvo en los niños, en sus aprendizajes, en el contenido, recorriendo
en forma circular una y otra vez el cotidiano escolar, transmitiéndolo a partir de la
escritura de sus experiencias, tal como se aprecia en el siguiente ejemplo:
Y anotando cada día en nuestras libretas de lecciones estas
pequeñas escenas, para repetírnosla una vez más y para tratar de
hacer de este trabajo no servidumbre, sino creación, el único
derecho que no nos pueden negar […] (JESUALDO, 1935, p. 14)
10
Diarios de ruta, libreta de lecciones, escrituras de experiencias en el sentido
de un encuentro vital que deviene en proyecto personal. Mirada puesta y dispuesta a
buscar e indagar en cada indicio, gesto, silencio, encontrando la propia forma de
relacionarse con el conocimiento. Escrituras construidas desde la mirada y desde la
búsqueda de sentidos, tal como lo expresa Montes (2007, p. 4): “[…] se lee una
imagen, una ciudad que se recorre un rostro que se escudriña. Se buscan indicios,
pistas y se construye sentido, se arman pequeños cosmos de significación en los
que uno como lector queda implicado”.
Cómo no quedar implicado con estos escritos de Jesualdo, productor de
saberes que tiñeron y transformaron el cotidiano escolar. Elaboró materiales de
enseñanza, escribió libros, cartas pedagógicas, filmaciones, fotografías, múltiples
formas de registros. Invenciones del hacer, producción de saberes y circulación de
los mismos.
Descubrió otro orden, escribió, volvió a mirar la práctica y diseñó infinitamente
nuevas propuestas, no ausentes de contradicciones. Conocimientos ligados a la
posibilidad, a la pregunta, alejado de prescripciones que obturan, como queda de
manifiesto en el siguiente texto: “Llevar una palabra de duda al satisfecho empleado
burocrático, y, sobre todo, insistir en la falsedad con que cumple su misión nuestra
escuela” (JESUALDO, 1935, p. 72).
La relación con el estudio y la permanente búsqueda formó parte del trabajo
diario de Jesualdo. Sus dudas, preocupaciones, alegrías y tristezas, resultado de
sus experiencias, impulsaron sus escritos dándoles vigor, fuerza y compromiso con
lo público.
11
2 Tras las huellas de Jesualdo en Santa Fe, Argentina
En nuestro estudio anterior, del que hemos presentado algunos de sus
aportes, nos hemos ocupado de la experiencia pedagógica alternativa de Jesualdo,
a la que hemos revalorizado por su carácter innovador y democrático, por su modo
de cuestionar un sistema educativo verticalizado y ritualizado, desafiando lo
instituido y repensando el adentro y el afuera escolar.
Cuaderno de Antonia Gallardo, ex alumna de Jesualdo. l contemplar sus trabajos nostálgicamente expresa: “Cuando él se fue la escuela volvió a ser como antes”. 2012Colonia-Uruguay
Como hemos señalado en el
primer tramo, dicha experiencia
fue
interrumpida,
destituido
Jesualdo
al
ser
de
su
cargo. En ese tiempo en el que
no pudo desempeñarse como
maestro
Canteras
en
de
la
escuela
de
Riachuelo
y,
siendo fiel a sus convicciones,
se dedicó a transmitir su rica experiencia. Sabemos que a partir de 1936 “Jesualdo
emprendió diversos viajes de propaganda y conferencias pedagógicas de su
sistema, respondiendo a invitaciones de Méjico, de los Estados Unidos y de otros
países de las Américas”6. Visitó diversos lugares de Latinoamérica y uno de sus
destinos fue la provincia de Santa Fe, en Argentina.
Teniendo en cuenta esto, nuestro nuevo diseño de investigación tiene la
intención de recuperar los diálogos entre la experiencia del maestro uruguayo y la de
los maestros santafesinos en las décadas del 1930 y el 1940, momento fecundo que
dio lugar, en Santa Fe, a experiencias ricas reconocidas en el marco de la Escuela
Nueva.
6 Solapa del libro Sosa, J. (1935) Vida de un maestro. Buenos Aires. Losada Ediciones.
12
Consideramos relevante este intento por su carácter inédito e inexplorado
hasta el momento, revelador de un diálogo pedagógico sobre ideas alternativas que
merecen ser recuperadas y resignificadas en la actualidad.
De este modo, esta reciente interrogación e indagación en la que nos
embarcamos podría aportar un conocimiento nuevo sobre la propia trayectoria de
Jesualdo y la de sus interlocutores y contribuir a revalorizar el legado de éste en los
maestros de nuestra provincia - en formación y en ejercicio - concebidos como
escritores y hacedores de currículum.
Desde su lugar de educador, abrió espacios y tiempos de encuentro con
maestros santafesinos, condición esencial para que exista, en términos de Freire,
una pedagogía de comunicación. Recuperar esos diálogos e intercambios, rastrear
el paso de este educador por nuestro contexto es nuestra intención, así como
indagar las influencias mutuas con otros educadores y hacedores de experiencias de
nuestra provincia. Jesualdo vivió con la convicción de que “no hay diálogo si no
existe una intensa fe en los hombres. Fe en su poder de hacer y rehacer. De crear y
recrear” (FREIRE, 1970, p. 102). Desde esta perspectiva, el diálogo es en esencia
esperanzador pues, da lugar a la lucha por las utopías, “esperanza que no se
manifiesta, sin embargo, en el gesto pasivo de quien cruza los brazos y espera. Me
muevo en la esperanza en cuanto lucho y, si lucho con esperanza, espero” (FREIRE,
1970, p. 103).
La experiencia de Jesualdo se trata de un diálogo en las formas de decir,
pensar y hacer el currículum en la producción colectiva de saberes alternativos
desde escenas de escritura ligadas a la toma de posición a través de libros, cartas,
artículos de revistas y diarios. Producción colectiva de alternativas que llevan al
13
ejercicio de la palabra en escenarios públicos. Así, la perdurabilidad de la escritura
permite conservar la memoria comunitaria e individual, sabiendo que la cultura
posterior podrá encontrar y otorgar sentidos diferentes.
De allí el título de este nuevo estudio: Jesualdo, hacedor de currículum. Una
experiencia alternativa en diálogo. El mismo busca recuperar la presencia de
Jesualdo en Santa Fe, quien se autoriza a transformar y recrear el currículum
construyendo prácticas educativas, culturales y políticas comprometidas y sensibles
a los atravesamientos sociales que, a través de sus lecturas y escrituras se hacen
públicas, se confrontan, se enriquecen, dejan huellas y sueltan alas.
Así como el diálogo no existe sin conciencia del inacabamiento del hombre,
sin sensibilidad por la realidad social, sin actitud de escucha, sin voluntad para
pronunciar la propia palabra, “no hay diálogo verdadero si no existe en sus sujetos
un pensar verdadero” (FREIRE, 1970, p. 103), pensar crítico que “percibe la realidad
como un proceso, que la capta en constante devenir” (FREIRE, 1970, p. 103) y que
lleva al hombre a convertirse en un sujeto con presencia en un mundo que mira sin
ingenuidad y sin escepticismo.
Los nuevos interrogantes, surgidos como continuidad y profundización del
proyecto anterior, intentan indagar en los diálogos establecidos entre la experiencia
de Jesualdo y la de los maestros santafesinos en las décadas del 1930 y el 1940 en
torno a sus desarrollos curriculares, así como en los legados de dicha experiencia
pedagógica alternativa en la docencia santafesina. Intentar responderlos nos
demanda una mirada retrospectiva, histórica, que pretende hacer hablar al pasado y
que el pasado nos hable, a través de una interpretación teórica que requerirá
recuperar voces y decires. Huellas y transformaciones profundas en el desarrollo
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curricular. Tejido de relaciones entre la escuela y el contexto social. Complejidad de
legitimaciones cruzadas de docentes autores y hacedores de currículum.
En este camino nos encontramos, dejándonos llevar por los interrogantes,
buscando indicios, apasionadas por los textos y las voces del pasado que interpelan
nuestro presente.
Deseamos que este texto permita abrir diálogos e intercambios con otros que,
desde distintas latitudes, se apasionen por la recuperación de estos grandes
pedagogos latinoamericanos, muchas veces olvidados….
Referências
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Apuntes para abordar una particular relación desde una perspectiva biográfica”. En
Cuadernos de Pedagogía, 12.Rosario, Libros del Zorzal, p. 91-106, 2004.
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2005.
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SOSA, J. Vida de un maestro. Buenos Aires: Losada Ediciones, 1935.
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