“Que tu vida sea una esperanza” Yogui Bhajan

Transcripción

“Que tu vida sea una esperanza” Yogui Bhajan
“Que tu vida sea una esperanza”
Yogui Bhajan
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Editorial: “Suenan las campanas” - yoga en una silla - el cuerpo no tiene capacidad de mentir - prana vinyasa
- segundo chakra ¡la vida es dulce! - razones de un vegano impuro - una clase de yoga para mamás y sus bebés
- balasana - robando la llave - concebir un hijo, dejarse habitar - eres lo que piensas en el interior de tu corazón la calma - por todas mis relaciones - mudra de venus - el festival barcelona en butoh - carta a la revista ahora yoga
- yoga ocular, una nueva forma de ver - barcelonagenda - valenciagenda - castellonagenda
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asociación yoga para nacer y crecer
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nº1
verano 2009
Suenan las campanas. Y cuando suenan, los
paisanos salen de sus casas precipitadamente y se
juntan en la plaza del pueblo pa’ ver qué pasa, si
es que hay un incendio que apagar y por ello se
les precisa sin demora. Se ponen a la orden, por
si es necesario arremangarse y hacerle frente.
Esta revista tiene que ver con esas campanas. Con
lo que hay que hacer. Con la llamada. Con la reflexión
y la reunión de la tribu para hacer frente a los cambios
que ya no pueden esperar. Algunos parientes lo
enfocan desde su concienzuda y paciente escucha
interior, otros ecualizan sus emociones, otros cuidan
su cuerpo como a un bello huerto, otros inquietos se
aprestan a ponerse en primera línea de acción. Hay
distintos tipos de yoga. Qué hermosa es la variedad.
edito
rial
Lo común es la vibración, la manera de sentir.
Salimos corriendo de nuestros acomodos hacia
la convocatoria de nuestro corazón, talán, talán,
suena en lo de dentro el llamado a la buena
voluntad. En el valle se oye el eco de lo bello, lo
bueno, lo simple, lo sano, lo fraterno. Talán, talán,
corre prisa la dicha y la plenitud de todos. Que ya
basta de tanta enfermedad del espíritu. De tanta
fealdad y egoísmo. De tanta depresión y rabia. Son
hartos siglos de drama, de culebrón, de sinsentido.
Aquí vas a encontrar algunas técnicas para
ayudarte a recuperar la conciencia de tu inocencia
primordial, algunas opiniones amistosas para
inspirar tu camino. Ideas para hacer feliz a tu
cuerpo. Algunas citas para encuentros humanos, en
forma de cursos, terapias y festivales. Aunque no es
gran cosa, una gota de agua, no podemos evitarlo.
Editora: Isabel Solana
Coordinación: Manel Mélich
Diseño: Mir Oliveros
Corrección ortográfica: Nadia L. Caraballo
Ilustraciones: Susana García, Felipe Correa
Cómic: Jordi Teixidor
Fotografía: Jorge Gareis
Publicidad:
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Te agradecemos que si reproduces, de la manera que sea,
cualquier parte de la revista, que cites la procedencia.
Edita: AHORA YOGA
Ánimo cariño, cuando un hijo de la vida
responde a la llamada de su instinto espiritual
todo comienza a moverse a su favor. Es una
ley no escrita, por cada gesto en la dirección
del Amor, el cielo lo multiplica por diez mil.
Isabel Solana
Profesora y formadora de Kundalini Yoga
Cocreadora de Happyyoga
Estudiante de Un Curso de Milagros
[email protected]
yoga
en
una silla
Esta serie está pensada como un break cuando
llevas mucho rato delante del ordenador o sentado
en el escritorio de tu despacho. Te tomará unos 15
minutos hacerla. Te permitirá relajar las tensiones
acumuladas y al acabar te sentirás renovado y
otra vez abierto para continuar con tu tarea.
Puedes hacerla en una silla con ruedas, pero si tienes
a mano una sin ruedas, te dará más estabilidad. Es
importante que cuando te sientes cerca del respaldo
de la silla, tus pies toquen el suelo completamente
y tus muslos estén paralelos a la tierra. Para esto
puedes regular la altura de la silla o colocar un
pequeño taburete (también puede ser un libro o dos).
Comienza cerrando los ojos, haciendo dos o tres
buenos suspiros y trayendo la atención a tu respiración.
Mientras respiras, nota el contacto con la silla en
tus caderas y relájalas soltando el peso del cuerpo.
Recoge suavemente la barbilla y extiende tu columna
hacia el cielo creando espacio entre las vértebras.
Sigue escuchando tu respiración y abre en tu mente
y cuerpo un espacio de conexión con el latido de la
vida, ampliando tu percepción y notando como tu
respiración y la de todo lo que existe son una sola.
1.Siéntate en el centro de la silla y comienza a mover
el torso en círculos. Muévete ampliamente desde la
pelvis, inhalando y extendiendo la columna al pasar
por delante y exhalando y relajando la espalda al pasar
por detrás. Haz 8 o 10 círculos en cada dirección.
2.Haz círculos con los hombros, amplios
y sin prisa. Mantén los brazos relajados y las
cervicales extendidas. Inhala al subir los hombros
y exhala al bajarlos. 8 círculos en cada dirección.
3.Con las manos apoyadas en el centro de tus muslos,
gira la cabeza a la izquierda inhalando, a la derecha
exhalando, dirige la frente hacia cielo inhalando y
hacia el suelo exhalando. Continúa dibujando esta
cruz con la cabeza con una respiración consciente y
moviéndote suavemente. Mantén el pecho abierto.
Después de 4 repeticiones, deja la cabeza inclinada
hacia adelante y desde allí, dibuja 3 amplios círculos
hacia la izquierda y 3 hacia la derecha. Para terminar,
inhala y vuelve con la cabeza al eje, exhala y relaja.
4.Siéntate en el borde de la silla de manera que
puedas apoyar los pies firmemente en el suelo y activar
tus piernas. Inhala extendiendo tu columna hacia el
cielo (puedes subir los brazos) y exhala inclinándote
hacia adelanta hasta apoyar el torso en tus muslos. Los
brazos cuelgan relajados y las manos se apoyan junto
a los pies, la cabeza se relaja. Haz 8 respiraciones
profundas en esta posición. Luego coloca las manos
en las ingles, inhala y con la exhalación sube el
torso, manteniéndolo estirado, hasta la vertical.
5.Levanta los antebrazos, dejando los brazos junto
al cuerpo, y haz círculos con las muñecas moviendo
las manos y los dedos. Haz 8 círculos en cada
dirección. Luego cruza la pierna izquierda sobre la
derecha, (un pie está apoyado en el suelo y el otro
cuelga) haz 4 círculos con el pie izquierdo en cada
dirección. Cambia de pierna y repite el movimiento.
6.Coge tus hombros con las manos dejando el
pulgar detrás y los otros dedos delante. Los codos
apuntan hacia afuera y el pecho está despejado.
Inhala y con la exhalación inclina el torso hacia
la izquierda, inhala volviendo al centro y exhala
inclinándote hacia la derecha. Sigue así, abriendo
tus costados con cada exhalación, mantén la cara
mirando hacia adelante y relaja la cabeza en cada
inclinación. Haz 6 inclinaciones en cada dirección.
7.Siéntate cerca del respaldo de la silla con los pies
apoyados en la tierra. Inhala y extiende tu columna
al cielo recogiendo la barbilla, exhala y gira el torso
desde la cintura hacia la izquierda como si quisieras
mirar hacia atrás. Cógete del respaldo para hacer
palanca con los brazos y ayudar a la torsión. Inhala,
suelta la palanca y vuelve al centro, exhala y haz la
torsión hacia la derecha. Mantén la proyección de tu
columna hacia el cielo, intenta no subir los hombros al
coger el respaldo. Haz 4 torsiones en cada dirección.
arriba, entrelaza las manos, gira las palmas hacia el
celo y estírate como si fueras muy elástico. Exhala y
baja los brazos. Repite el movimiento una vez más.
Luego ponte de pie y haz el mismo movimiento
las veces que quieras. Cuando te extiendes, nota
la fuerza que te atrae a la tierra y la que te atrae
al cielo actuando simultáneamente. Mantén la
barbilla recogida para no tensar las cervicales.
11.Para acabar, siéntate cómodamente, cierra los
ojos y comienza a respirar conscientemente. Observa
tu respiración y ve haciendo la exhalación cada vez más
larga, vaciándote de tensiones y pensamientos. Pasado
un minuto abre los ojos y retoma tu actividad. Sat Nam!
8.Siéntate en el borde de la silla, deja el pie derecho
bien apoyado en el suelo y estira la pierna izquierda
hasta apoyar el talón en el suelo. Inhalando extiende tu
columna al cielo, exhalando inclínate hacia adelante,
apoya la mano derecha en el suelo junto al pie derecho
y coge el pie izquierdo con la mano izquierda. Haz 5 o
6 respiraciones profundas y con la última exhalación
subes el torso a la vertical. Repite con la otra
pierna. Mantén las cervicales y el pecho despejados.
9.Siéntate en el centro de la silla con las manos
sobre los muslos. Mueve la musculatura de la cara
haciendo muecas, abriendo la boca y los ojos al
máximo y luego contrayéndolos, llevando la cara
hacia un lado y hacia el otro desde la boca y todo lo
que te salga. Para acabar relaja la cara, deja que la
boca se abra y sacude suavemente la cabeza dejando
que se suelte la lengua, las mejillas y la mandíbula.
10.Inhalando sube los brazos por los lados hasta
Fedora Fonseca
Profesora y formadora de Kundalini Yoga
Cocreadora de Happyyoga
Bailarina
Estudiante de Un Curso de Milagros
[email protected]
el cuerpo no tiene
capacidad de mentir
yoga para nuestros órganos I
Hace algunos años me quedé con una premisa
que escuché en una clase de kinesiología y que pude
comprobar con acierto a través otras terapias como la
Gestalt y con mi amada práctica de yoga.
“El cuerpo no tiene la capacidad de mentir”.
Me parecía obvio, claro, no lo había ni pensado, pero
después resultó de una total y brillante importancia.
Nuestro cuerpo, en su totalidad, dice la verdad
de quiénes somos, lo que sentimos, lo que pensamos
y a través de su cualidad de ser siempre recto en la
verdad puedes descubrir aquello de lo que te escondes
pero que se te está revelando como prioritario en tu
avanzar en la vida.
Algunas veces tenemos síntomas, enfermedades o
variaciones de carácter, entre otras cosas y en lugar
de activar nuestra escucha, intentamos sencillamente
acallarlos o buscar una solución momentánea sin
cualidad de enseñarnos nada. Esto supone no hacer
caso al cuerpo cuando te pide ayuda y te pide un
cambio, hacerte sordo a su pequeña llamada significa
que cada vez va a utilizar “medios de comunicación”
más alarmantes para que escuches esa Verdad que te
quiere contar. Lo que él busca es, al mismo tiempo,
que prestes atención.
En resumen: entendamos el cuerpo como vehículo
de nosotros mismos, de todo lo que somos, como
comunicador de quiénes somos y como algo que es
siempre se afecta por todo lo que somos, por cada
parte en la cual puedes dividirte en cualquiera de tus
parámetros de estudio.
Es fantástico lo que supone empezar esta relación
nueva a partir de este entendimiento. Todos tenemos
un cuerpo que nos sirve para decirnos si en “lo total”
hay armonía o si hay algo que revisar y reequilibrar.
El yoga como terapia y en realidad como práctica
natural, supone una delicada escucha de tu cuerpo
que te relaciona con tu propia intimidad integral.
Me gustaría inspirarte para que trabajes con más
conciencia sobre tu cuerpo y sus órganos. Observa
todo lo que te ocurre y todo lo que supone (tanto
en un estado de salud preventiva como en un estado
donde se manifiesta) para pedirte un cambio o
reequilibrio (enfermedad). Cuál es el mensaje en
particular y cuál es la zona afectada. Conocer lo que
somos nos hace reconocer nuestros límites y nuestras
posibilidades. Esto va a suponer una nueva realidad,
un nuevo paradigma y un nuevo contento.
Si lo primero que hay que entender es que el cuerpo
no miente, que a través de él nuestro ser integral
se manifiesta, lo segundo sería aceptar que hay
un mensaje que es imperativo, expresa una
orden, ruego o deseo desde tu ser (como uno,
integral, total). Esto supone ver que nuestra visión de
la enfermedad o el síntoma debe cambiar de ‘enemigo’
a ‘mensajero’, entender que el conocimiento que
ha de llegarte viene de ti mismo. No eres tú y una
dolencia a la cual señalar, culpar o hacer protagonista
de tu vida.
En este segundo paso ya has de estar dispuesto a
ver tus errores, tus peleas internas, confrontar tus
dificultades y ser capaz de mirar tus pautas repetitivas
que impiden aflorar otras partes de ti que han sido
negadas. Supone escuchar el mensaje.
Ante cualquier alarma nosotros decidimos cómo
actuar, apagarla rápidamente o dejarla sonando son
la misma cosa y equivalen a salir corriendo de un
incendio en el que tú eres lo incendiado, vamos… que
no va a terminar muy bien. La otra opción es colaborar
con nuestro proceso de autocuración. Como decía
Nietszche: Amarse a uno mismo es la más fina, la más
sutil, la última y más paciente de todas las artes.
El yoga tiene una manera poética y concienzuda de
tratar los desequilibrios del cuerpo y sus órganos. Es
un medio de prevención continua. Nuestra actitud en
la vida (y hablo de la acción o de la inacción por igual)
tiene consecuencias tanto en nuestro mundo exterior
como en el interior. Cada asana, kriya, mudra,
pranayama tiene un efecto que podemos trabajar
no sólo a nivel físico, sino también a nivel postural
interno que se proyecta hacia lo que sirve.
Aunque recibamos nuestro mensaje hay que ver qué
hacemos con él. Saber que poseemos un patrón
que nos daña no supone dejar de padecerlo.  Lo
que sí nos ofrece es una oportunidad de cuestionarnos
nuestra vida, nuestra gestión, nuestras creencias. Una
vez en este espacio, hay que hilar fino. Desde el yoga
puedes acceder a ese “estar atento” y si lo mantienes
de manera continuada disolverá lo que sobra y te
recolocará en tu centro vital.
Cuando estás en meditación, presta atención no
sólo al objeto de tu atención sino al hecho de que
estás prestando atención. Te darás cuenta de lo que
permanece inmutable y de lo que tiene capacidad
de cambio, que empezará a modificarse sólo por ser
observado.
Todo lo que te afecta a nivel emocional y afecta
tus pautas de pensamiento, que te crean un cierto
malestar, tiene conexión con tu cuerpo. Si tomas
conciencia de ello, encontrarás esa conexión y
empezarás a liberar a través de ese espacio físico. A
partir de ese momento podrás hacer una llamada a la
valentía que supone asumir tu propia Verdad.
Te invito a que en tu práctica de yoga incluyas tus
órganos, sistemas, dolores, enfermedades, síntomas y
patrones de comportamiento. Son fuente de riqueza
para el arte que es amarte a ti mismo. Te invito a que
aceptes esta tierra mágica de tu cuerpo como templo
de verdades profundas a las que puedes asomarte.
La Paz puede llegar a todas nuestras relaciones.
 (En el próximo número de Ahora Yoga seguiremos con
este artículo centrándonos únicamente en el hígado)
 
Siri Tapa
Profesora y formadora de Kundalini
yoga. Profesora de Hatha yoga.
Fundadora y coordinadora de Gobinde, Yoga Vida Salud
[email protected]
prana vinyasa
Esta serie te ayuda a flexibilizarte, a estirarte, a
energetizarte, a masajear los órganos, a estimular el
sistema nervioso, glandular y respiratorio. Puedes
practicarla por las mañanas y/o cuando necesites
tomar energía y/o soltar tensión.
Respira largo y profundo y toma conciencia de
cómo la respiración va guiando el movimiento.
Mantente presente y conecta con la energía del
cielo cada vez que inhales. Trae esta experiencia hacia
la tierra con cada exhalación.
Muévete graciosamente como si bailaras, dibujando
una sonrisa interna.
1. Samasthiti
la vertical y acompañas con el tronco y la cabeza el
movimiento manteniendo la mano derecha en el
suelo.
7. Adho mukha svanasana.
Inhala mientras bajas las caderas hacia el suelo y
mantienes los brazos extendidos, el pecho proyectado
hacia delante y la mirada elevada.
2. Tadasana
10. Anjanasana (*)
Exhala mientras bajas los talones, abres los brazos
por los lados y flexionas ligeramente las rodillas.
Entrelaza los dedos en cerradura de Venus en la
espalda e inclina el tronco hacia delante elevando los
brazos hacia el cielo.
4. Anjanasana (*)
Inhala mientras flexionas las rodillas llevas las
manos a ambos lados de los pies y desplazas la pierna
izquierda tan lejos como puedas apoyando los dedos
del pie y la rodilla en el suelo. Eleva el tronco hacia la
vertical haciendo un círculo con los brazos hacia atrás
llevando la mirada hacia el cielo.
5. Parsvottanasana
Exhala mientras devuelves las manos al suelo a
ambos lados del pie derecho, estiras la pierna derecha
y apoyas el talón izquierdo en el suelo de tal manera
que la pierna quede rotada hacia fuera 45º. Deja que
el tronco se acerque al muslo derecho.
6. Trikonasana
Inhala mientras abres el brazo izquierdo hacia
Sat Nam
8. Urdhva mukha svanasana.
9. Adho mukha svanasana
3. Uttanasana
16. Cuando hayas terminado la serie después de 2,
4, 6 repeticiones, quédate de pie o tumbado con los
ojos cerrados relajando la respiración y disfrutando
del momento. Siente cómo ha cambiado tu estado
físico y mental.
Exhala mientras apoyas de nuevo la mano izquierda
en el suelo llevas la pierna derecha hacia el pie
izquierdo formando un triángulo equilátero con tu
cuerpo tratando de mantener el peso equilibrado
entre manos y pies.
Colócate de pie con los pies juntos y las manos
en mudra de plegaria a la altura del corazón. Abre
ligeramente los ojos y exhala profundamente mientras
dedicas esta experiencia a tu conciencia.
Inhala mientras entrelazas los dedos de las manos
girando las palmas hacia afuera, estiras los brazos, los
elevas hacia arriba a la altura de las orejas y levantas
los talones del suelo. Mira hacia el cielo.
pierna irá hacia atrás (ejercicio 4) y después la misma
pierna irá hacia delante (ejercicio 10 ).
Exhala mientras apoyas las rodillas al suelo, llevas
las caderas hacia los talones y de nuevo creas un
triangulo con tu cuerpo como en el ejercicio nº 7.
Inhala mientras desplazas la pierna izquierda entre
las dos manos haciendo otro círculo con los brazos
como en la postura nº 4 (ahora con la otra pierna
delante).
11. Parsvottanasana
Exhala como en la postura nº 5, (ahora con la otra
pierna delante).
12. Trikonasana
Inhala como en la postura nº 6, (ahora con la otra
pierna delante).
13. Uttanasana
Exhala mientras flexionas la pierna izquierda
y desplazas la pierna derecha hacia la izquierda,
entrelazando las manos y elevando los brazos hacia
arriba como en la postura nº 3.
14. Tadasana
Inhala mientras elevas el tronco y los brazos por los
lados hacia la vertical. Junta las manos por encima de
la cabeza.
15. Samasthiti
Exhala mientras bajas los brazos juntando las manos
en pranam mudra como en el ejercicio 1.
Nota: Dentro de la misma serie se desplaza siempre
la misma pierna en los ejercicios 4 y 10. Primero la
Hansmukh Kaur - Guiomar
Profesora y formadora de Kundalini Yoga
Profesora de movimiento y respiracion consciente
[email protected]
Las personas son irrazonables, ilógicas y
centradas en sí mismas. Ámalas de todas
maneras.
Si haces el bien, te acusarán de tener
motivos egoístas. Haz el bien de todas
maneras.
Si tienes éxito ganarás falsos y verdaderos
enemigos. Ten éxito de todas maneras.
El bien que hagas se olvidará mañana.
Haz el bien de todas maneras.
La honestidad y la franqueza te hacen
vulnerable. Sé honesto y franco de todas
maneras.
Lo que te tomó años en construir puede
ser destruido en una noche. Construye de
todas maneras.
La gente de verdad necesita ayuda pero
te podrían atacar si lo haces. Ayúdales de
todas maneras.
Dale al mundo lo mejor que tienes y te
patearán en los dientes. Dale al mundo lo
mejor que tienes de todas maneras
Madre Teresa
segundo chakra
¡la vida es dulce!
El agua
Somos hijos de los elementos de esta tierra igual
que lo somos de nuestros padres. De ellos tenemos
el timbre de voz, los gestos de las manos, el modo de
andar, la forma de nuestro cuerpo y rostro, el carácter,
las reacciones, el modo de resolver un problema. De
manera semejante nuestra psique toma nota y crea
rutas neuronales con referencia a este planeta. Todo
lo que vemos, lo que entra en contacto con nuestro
sistema sensorial, nos enseña y nos modela. Somos lo
que somos por impronta de lo que nos rodea, igual que
la pezuña del caballo es una adaptación a la tierra y las
alas de un pájaro tienen todo que ver con el aire.
Los seres humanos habitantes de este planeta somos
fuertes y serenos porque existen las montañas, somos
ardientes y podemos transformarnos porque existe el
fuego, somos sutiles y estamos en contacto con todo
el universo porque existe el aire y el éter.
También somos modelados por el agua en este
planeta acuático, nos formamos con una estrategia y
un temperamento aprendido de ella.
Por el agua sabemos lo que es fluir y no sólo eso
sino que podemos aplicar su técnica: se avanza más
rápido tomando el camino de menor resistencia,
como el agua cuando se desliza por la pendiente de
la montaña. Sin darnos cuenta hemos comprendido
e imitado su arte en sortear las irregularidades, las
piedras y los troncos, serpenteando. Fluyendo el
agua hace su camino, recorre cientos de kilómetros
aprovechando todas las facilidades, no se empeña
en subir por una piedra, la rodea y con el tiempo la
invade, la sumerge.
Es del agua que aprendemos a adaptarnos a
cualquier forma de vasija, cada situación o relación
propone un diseño distinto y nuestra psique sabe que
puede tomar cada vez una nueva forma sin perder su
esencia primordial.
El agua necesita el abrazo y los límites de un
continente para tomar cuerpo. Como ella buscamos
cobijo cuando estamos perdidos o sin referencias,
tal y como estábamos contenidos en el vientre de
la madre sumergidos en el líquido de su matriz. Esa
agua maternal fue el primer contacto que tuvimos
con la vida, antes de ser animales terrestres, fuimos
animales acuáticos.
Algunos tenemos el carácter fuerte de la madre
agua, si el agua se enfurece, ese dulce y suave
elemento se convierte en una fuerza colosal de alto
poder destructivo; las emociones son así, pueden
hacernos pasar de la suavidad exquisita a la furia de
un tsunami.
El agua es transformista, puede adoptar la forma
dura como el diamante del hielo o la inconsistente
del vapor, por eso sabemos que es posible cambiar
nuestra apariencia pero que siempre seremos el ser
que somos.
El agua lava, disuelve las impurezas, lame con su
húmeda naturaleza para disolver la suciedad. A través
de un segundo chakra sano, es mediante el cariño y
las caricias que disolvemos los conflictos y limpiamos
nuestras heridas.
Nuestro segundo chakra esta emparentado con
las cualidades acuáticas, como el primero con la
tierra y el tercero con el fuego. Algunos de nosotros
tenemos mucho de agua, otros tenemos poco, igual
que si te pareces mucho o poco a tu padre. ¿Cuál es
tu caso? El aprendizaje de los chakras nos enseñará a
aprovechar todas las cualidades de los elementos por
si mismos y con el complemento y armonía de todos
los demás. Los chakras se necesitan unos a otros.
Si tienes demasiada agua y poca tierra te convendrá
reforzar el primer chakra para neutralizar el segundo.
Con conciencia podemos tomar las cualidades de toda
nuestra familia y desarrollar el potencial que todos
ellos nos legaron.
¿Cuánto tienes de agua? ¿Es fácil para ti adaptarte
a una situación? ¿Tienes el saber innato de avanzar
por la vida buscando el camino de menor resistencia?
¿Puedes vivir realmente los cambios como pura
creatividad? ¿Mantienes el elemento agua en equilibrio
o subes y bajas en oleajes emocionales sin control?
Cambia, todo cambia
El 1 del primer chakra se ha quebrado y se ha
convertido en una serpiente kundalini, el número 2.
Entre dos anda el juego de la vida.
En el primer chakra estábamos solos defendiendo
nuestra supervivencia, pero enseguida, al subir al
vientre, en el segundo chakra nos encontramos
con el otro. Ahí comienzan las dinámicas y los
cambios, la atracción y la repulsión. El protón y el
electrón giran originando la danza de la vida de los
átomos. Sin ese movimiento y cambio constante no
existiría nuestro universo material. Nos movemos,
cambiamos y creamos vida. Permanecer estático
embota los sentidos. El cambio se produce por la
constante reacción entre lo masculino y lo femenino,
todo el universo gira en torno a esta relación nunca
resuelta. Sin el cambio no florece la existencia, con el
otro avanzamos, crecemos y exploramos sendas que
solos nunca hubiéramos conocido. El don del segundo
chakra es la alegría y
armonía de permitir
el cambio sin oponer
resistencia y la fecunda
adaptación a lo nuevo.
Algunas
personas
instintivamente
emprenden un viaje
cuando
se
sienten
atorados, los nuevos
paisajes y las nuevas
relaciones traen a flote
cosas que llevamos
dentro. Los imprevistos
nos
dan
nuevas
dinámicas y evolucionamos tratando de resolver esas
ecuaciones. Como siempre “La dosis hace al veneno”,
esta actitud llevada al extremo impide que echemos
raíces profundas en las relaciones y los continuos
imprevistos gastan nuestras suprarrenales, hay que
estar atentos para mantenernos equilibrados, evitando
afincarnos en un extremo.
¿Les das la bienvenida a los cambios cuando éstos
llegan a tu vida (chakra en equilibrio)?
¿Te sientes protegido en la inmovilidad y la llevas
más allá de lo razonable (chakra hipoactivo)?
¿Cambias de un trabajo a otro, de una pareja a otra,
de un país a otro buscando la solución a tus problemas
(chakra hiperactivo)?
El punto medio en la polaridad
Pero todo este movimiento creador de vida tiene
que girar cerca del centro. La maestría del segundo
chakra consiste en encontrar el equilibrio entre los
dos extremos, precisamente porque es el reino de la
dualidad ese equilibrio será dinámico, no estático,
oscilando siempre entre las dos opciones. No vivimos
tranquilos si nos entregamos a los extremos, la
extrema dualidad nos vuelve locos y nos convertimos
en prisioneros de deseos y fanatismos. Perdemos la
visión neutral.
La tarea de la conciencia consiste en acercar
los polos, reduciendo la diferencia entre las dos
polaridades y manteniéndonos en equilibrio.
Danzando entre las dos opciones, ni muy tenso ni
muy flácido, ni muy arriba, ni muy abajo, viviendo
gozosamente en el sinuoso punto medio.
Considera el placer como una referencia del
Amor
Swadhisthana significa dulzura. La capacidad de dar y
recibir placer pertenece
a este chakra. Para sanar
nuestro segundo chakra
hemos de contactar con
nuestros gustos, cultivar
la dicha gozosa de los
sentidos. Así como
cuidamos con dulzura,
continuas atenciones y
caricias a un bebé o a
nuestro perro así hemos
de tratarnos a nosotros
mismos. El modo en
que el amor se expresa
en este chakra es el
placer. Pero el placer tampoco es fácil en nuestro
mundo dual, por la tendencia a extremarse que tiene
la polaridad podemos caer en el exceso o la represión.
Recordemos que la clave del segundo chakra es el
equilibrio, el camino del medio.
El placer del primer chakra tiene como meta la
supervivencia del individuo y de la especie: comer y
hacer el amor producen placer para que la vida esté
garantizada. El placer del segundo chakra es para
la supervivencia de alma, para recordar que somos
dignos del amor. La maestría de este chakra se
expresa en la sutileza o refinamiento del placer. En
nuestra cultura embrutecida se nos ofrecen orgías de
consumo, comida, pornografía y drogas, como burda
caricatura del amor y respeto hacia uno mismo, como
versión desequilibrada de la saludable tendencia de
los seres vivos a procurarse un ambiente placentero y
una vida dulce. Por otro lado, nuestro modo de vida
consumista nos pone ásperamente a trabajar muchas
horas al día, año tras año y se considera una pérdida de
tiempo los sencillos placeres: pasear sin objeto, hacer
una pequeña siesta cuando tenemos sueño sin que
importe la hora, columpiarnos en un parque infantil,
darnos un baño de espuma, poner velas en la mesa
de un día cualquiera, dibujar, tejer, cantar, bailar por
que si, que nos rasquen la espalda, un masaje en los
pies.
Si pretendemos la armonía en este chakra abrámosle
sin miedo la puerta al placer, piensa muy seriamente
en qué es lo que te gusta, coge un papel y un bolígrafo
y escribe aquellas cosas que te hacen sentir que la vida
es bella, haz una larga lista, luego léela y medita.
Como yoguis andemos graciosamente por el
camino del medio, no somos ascetas ni célibes, no
somos fanáticos pero nos mantenemos alerta para no
caer en los excesos de nuestro mundo de consumo.
Kundalini Yoga es un camino que incorpora lo
sensorial para recordarle
al alma la infinita dicha
de estar sentado en el
regazo de la vida. Bellas
músicas, velas, inciensos,
meditaciones llenas de
poesía y creatividad, ropa
hermosa… La belleza
y el placer es el modo
que tiene la materia de
hablarnos de amor.
Pero no le des el poder
al placer
Una vez que hemos asimilado nuestro derecho al
placer y la conveniencia, como seres espirituales, de
regalarnos todo aquello que nos haga sentir cuidados
con delicadeza por la vida, inmediatamente nos
desapegaremos de todo eso. Como yoguis, pondremos
todo lo que nos complace en el altar del sacrificio, así
graciosamente lo tomaremos y lo dejaremos ir cuando
no nos sea necesario o posible. Nuestros gustos y
placeres serán propiciados pero al mismo tiempo nos
mantendremos firmes en la idea de que ellos son sólo
el recordatorio del amor de la vida hacia ti, pero no
son el amor mismo, el cual reside en el corazón y no
necesita nada externo para expresarse.
La ley del deseo
El deseo le da color a la vida. Sal y pimienta. Es
la motivación para los cambios y el movimiento que
la vida material y también el desarrollo espiritual
necesita.
La clave es: desea todo aquello que estés dispuesto a
dar. Toma de la vida todo, absolutamente todo lo que
desees, siempre y cuando estés dispuesto a abrir la
mano y dejarlo ir al río de la existencia. En tu mente,
cada día imagínate sin coche, sin pareja, sin el álbum
de fotografías, sin tu vestido preferido, sin tu música
preferida, sin casa… estrella simbólicamente contra
el suelo el perfume que ayer te compraste.
Nuestra tarea como seres humanos que evolucionan
en el camino de la conciencia es “descosificarnos” y
cultivar la ecuanimidad. Ecuanimidad es cuando no
te inclinas con exageración por lo que te gusta o por
lo que no.
Nuestra mente está llena de circuitos neuronales
que nos atan a las cosas. Pero las cosas van y vienen
en un mundo donde todo cambia, todo nace y todo
muere. Nos liberamos de las ataduras energéticas hacia
aquello que deseamos pero disfrutamos de la cosa en
si cuando es razonablemente
posible. No renunciamos a los
deseos ni al mundo por que
sabemos y experimentamos
que todo lo que necesitamos
para ser felices ya lo tenemos
dentro de nosotros.
Las emociones, síntomas
que no hay que tapar
Sensaciones, sentimientos
y emociones son códigos,
son un lenguaje a través del
cual nos hablamos a nosotros mismos. Las sensaciones
son más sutiles que los sentimientos y éstos son más
sutiles que las emociones. Cuando la sensación se
convierte en emoción, la ola ya se ha levantado y no
se debe detener. Si afináramos nuestra percepción
podríamos escuchar el susurro de la sensación dentro
de nosotros y atendernos. Las sensaciones son los
primeros síntomas, las emociones son la enfermedad
ya declarada. Hablaré a partir de ahora de las
emociones para referirme a las tres, bien entendido el
distinto impacto que unas u otras representan por la
diferencia de grado.
A través de las emociones nos damos cuenta de
que algo está pasando. Cuando somos inconscientes
creemos que la emoción nos alerta de que algo está
pasando en nuestro entorno y que eso es lo que nos está
afectando; cuando empezamos a ver nuestra vida como
el viaje del alma, las emociones nos avisan de que algo
está pasando en nuestra mente a nivel inconsciente,
nos mantenemos en la certeza de que, mirándolo
desde la atalaya del espíritu, no hay nada fuera de
nosotros que pueda quitarnos la paz. Si al entrar en un
lugar me siento incómoda, puedo empezar a mirar a
mi alrededor con hostilidad, o puedo observar dentro
de mi qué está pasando, qué hay en mi mente que me
hace perder mi centro. Ahí puedo retomar mi poder
personal, situándome en el corazón, en “estado de
amor”. Las emociones me darán información de si he
hecho el análisis sin trampas, si he llevado a cabo el
proceso con profundidad y pulcritud.
Las emociones son el mensajero que no hay que
matar o el síntoma que no hay que tapar. Gracias a
esa comunicación corporal con nuestro ser podemos
enterarnos de que está pasando en la trastienda de la
mente.
El segundo chakra es una energía yin, femenina.
Las mujeres representamos muy bien las cualidades
de este chakra. Somos la representación física de
la sensualidad y el tierno cuidado, nuestras caderas
acogen niños y hombres para su reposo, nutrición y
placer. Nos deshacemos en el fluido de la sangre cada
28 días. Subimos y bajamos con la luna por toda la
escalera emocional, recibiendo mucha información
privilegiada del lado oculto de la mente. También y
por eso mismo, somos más vulnerables a ser tomadas
por el extremo emocional, aunque por supuesto,
también los hombres pueden ser atrapados en esa
polaridad. Por uno de los extremos nos volvemos
adictos al carrusel emocional, identificando
equivocadamente las emociones fuertes con vivir la
vida en plenitud. Adictos a los enamoramientos, a las
catarsis emocionales, buscamos inconscientemente
las situaciones que nos provean oleaje emocional
o azuzamos el fuego para crear una crisis en una
situación estable. En el otro extremo, más propio
de la psicología yang masculina, bloqueamos la
comunicación con las emociones, por que nos
incomodan, porque son de difícil interpretación y nos
desorientan, porque para rendir en el trabajo cada día
no podemos permitirnos “el lujo” de escucharlas. Ese
patrón típicamente masculino “los hombres no lloran”,
ha sido tomado por las mujeres de las últimas décadas
junto con el rol profesional masculino. En la era de
acuario confiamos que todo se ponga en su sitio, que
el péndulo vuelva a moverse cerca del centro.
Las emociones molestas nos avisan de que hemos
olvidado nuestro poder, por eso son unas maravillosas
aliadas para nuestro crecimiento, evolución y
sanación. En lugar de sofocarlas o taparlas con
remedios de cualquier tipo podemos simplemente
detenernos a escuchar que está diciendo nuestra
mente en un nivel profundo y recolocarnos en la
Verdad, reconocernos nuevamente como hijos del
Amor y centro de nuestro universo donde nada ni
nadie puede afectarnos. Y si no conseguimos la paz,
sencillamente, ya sabemos que no hay nadie a quien
culpar ni siquiera responsabilizar, sabiendo como
sabemos que somos los únicos creadores de nuestro
propio pensar y sentir. Llorar cuando sentimos
tristeza, patalear o vociferar cuando sentimos rabia,
es lo más humano y lo más saludable. La emoción
pide expresión, la expresión es el amplificador, el
mensajero lleva el mensaje y lo proclama con un
altavoz para que nos enteremos bien. Vivamos con
naturalidad nuestras emociones, mirémoslas a la cara,
tratemos de hacerlo equilibradamente: cuidándonos
cuando derrapamos hacia los extremos. Y cuidemos
a los que nos rodean, no explotemos sobre alguien
o contra alguien, hay muy pocas personas que nos
puedan contener sin resultar afectados por nuestras
emociones, tenemos los cojines para golpear, el mar o
el futbol para vociferar, hagámoslo conscientemente,
disfrutando de la experiencia. Expresa tu malestar
sin crearte karma, sin criticar, sin maldecir a los
demás, y si lo haces, límpialo después con una bella
meditación hacia esa persona. Investiguemos de qué
modo personal y hecho a medida podemos dar cauce
a nuestras emociones y aprender de ellas. Tocarás con
las yemas de los dedos, como si leyeras en braille, la
verdad de tu momento vital.
Las emociones placenteras provienen a menudo
del propio ego, por lo tanto, al estar enredadas con
los asuntos del mundo y del ego, nos producirán
satisfacción hoy pero, como boomerang, mañana
nos traerán desasosiego, rabia o tristeza. Cuando nos
alegramos por un premio, estamos invirtiendo en
sufrir cuando no lo consigamos.
Hay emociones placenteras que no tienen
polaridad, son los sentimientos que acompañan a la
conexión espiritual, ellos nos dicen que vamos por
buen camino. Es el sentir de la Gracia. Pero ese tema
merece otro artículo.
Isabel Solana
razones de
un vegano
impuro
que hubiera “sacrificado” el gusto de comerme un buen
filete o una pizza de peperoni. No hay sacrificio en mi
elección y eso me garantiza que ha sido una decisión
sincera. Simplemente mi gusto cambió. Más aún: me
di cuenta de que el gusto es algo que aprendemos
culturalmente, un programa que instalamos por vía
familiar y social. Ahora sé por experiencia propia que
podemos –con una simple decisión– desinstalar el
software y reaprender a alimentar el cuerpo de manera
que no gaste tanta energía en el proceso de digestión.
Cuando le digo a la gente que soy vegano -que no
como carne ni pescado ni lácteos ni huevos- hasta mis
amigos profesores de yoga me abren unos ojos como
si estuvieran frente a un extraterrestre. Yo les digo
que hay extraterrestres peores, unos que se alimentan
sólo de crudos y otros que ni siquiera comen. Pocos
me creen y yo no puedo evitar una sonrisa y la honda
sensación de gusto de ser un herbívoro convencido.
Esa energía queda disponible para otras actividades.
Leí hacve poco en Internet que el atleta Scott Jurek
(en la foto abajo) se prepara para una maratón de
más de 100km con un smoothie de pera, plátano,
manzana, aguacate y espirulina. Jurek, vegano
desde hace años, mantiene el récord de carrera
de resistencia en la costa oeste de los Estados
Unidos: más de 200km en terreno escarpado.
Antes, ante el tema del vegetarianismo , me
pavoneaba al decir que “nunca iba a dejar de comer
carne”. Los vegetarianos me parecían una especie
de molestos rebeldes –pálidos y desgarbadossin mucho sentido del gusto. No me persuadía el
discursito de “no hacer sufrir a los animales”. ¿Acaso
las plantas no se ven también afectadas cuando nos
alimentamos de ellas? ¿Acaso la naturaleza no nos
muestra que la vida necesita de una cierta dosis de
agresividad? ¿Acaso el más apto no es el más fuerte,
aquél que puede “comerse” al otro? Yo, por mi
parte, comía huevos al desayuno, carne al almuerzo,
pollo a la cena y pescado en los restaurantes.
Pero la vida es irónica y en menos de tres meses
pasé por una intensa experiencia interior. Mi
cuerpo cambió mucho en este lapso. De repente
me sentía más liviano, más atento a sus señales
y sobre todo, me había dado cuenta de que no
necesitaba la proteína animal para alimentarme
y para mantenerme saludable, fuerte y flexible.
El verdadero cambio, en realidad consistió en que
me volví profundamente consciente de lo que como.
Ahora sé, por ejemplo, que sólo la quinua¹ -el súper
cereal andino - trae los 20 aminoácidos existentes. Lo
aminoácidos son los componentes de las proteínas, las
moléculas fundamentales para que el cuerpo regenere
sus tejidos y lleve a cabo sus actividades metabólicas.
La quinua contiene un 40% más de lisina –aminoácido
vital para el desarrollo de las células físicas y del
Ahora siento la generosidad de las vitaminas y
los azúcares de las frutas. La hora de la ensalada es
un deleite de colores y texturas. Soy especialista en
cereales y un fanático de los frutos secos. Nunca sentí
El quinto chakra es mi instrumento de trabajo.
Los yoguis lo llaman vishuda, que significa
“purificación”. No es que me crea un ser puro –lejos
de ello– y tampoco creo que los antiguos yoguis se
refirieran únicamente al cuerpo cuando hablaban de
purificación. De nada vale un cuerpo purísimo con
un corazón cerrado y una mente egoísta. Pero un
organismo limpio por dentro es una mejor herramienta
de servicio en el despertar de la consciencia.
Ahora bien: las “impurezas” del cuerpo –toxinas
cárnicas, químicos artificiales, ácidos grasos del
queso, azúcares refinadas, estimulantes, drogas,
tabaco y alcohol- salen por vía de las mucosas. Cuanto
más ‘veneno’ tienes en el cuerpo, más mucosas
generas, más pesado te vuelves y con mayor dificultad
logras conectar con tu música interior. Antes sufría
de rinitis alérgica. Ahora respiro profundamente
y siento cómo mis células se energizan de prana.
cerebro- que la leche y es riquísima en minerales y
vitaminas. Greg Schlick, investigador de la NASA,
ha dicho tras varios estudios que “la quinua contiene
la proporción de proteínas y nutrientes más cercana
a la ideal para el ser humano”. De hecho, la NASA
y la FAO lo tienen como el “cereal” clave para la
humanidad en el siglo XXI y una opción indiscutible
ante la crisis alimentaria que se nos viene encima.
También sé ahora que la soya contiene un 38% de
proteínas y que un buen plato de arroz con frijoles
satisface las necesidades proteicas de un organismo
activo. Sé que las leches vegetales, como la de avena
o la de arroz son muy ricas en nutrientes y altamente
energéticas. Son además un elixir para el sistema
digestivo –que las procesa más fácilmente que la
leche de vaca puesto que no traen lactosa–, contienen
grasas no saturadas –lo que mantiene limpia la
circulación sanguínea de depósitos grasos– y por si
fuera poco son de gran ayuda para el sistema nervioso.
demoran unas dos horas y media en el proceso
de digestión y se absorben en menos de 24 horas.
Sin embargo, no es sólo cuestión de administrar
mejor la energía. Mi primera percepción al prescindir
del alimento animal fue que mi cuerpo se tornaba
mucho más sensible a los mensajes sutiles: los
aromas, los sonidos, las vibraciones. Ésta es una
gran ventaja como profesor de yoga del sonido. A
veces logro ‘escuchar’ internamente las vibraciones
sutiles de un espacio o los estados de ánimo de una
persona: siento los acordes densos de su tristeza o los
arpegios dulces de su gratitud. Por lo tanto, puedo
conectarme mejor con ella y ayudarla en su proceso.
Además tengo un olfato infalible. Ya no necesito
tomar café pues quedo profundamente satisfecho
con su aroma acre y poderoso. Lo mismo con
el vino: apenas lo huelo y ya estoy de fiesta. No
como tortas ni chocolates: estoy enamorado
de la miel y las frutas me endulzan la vida. Me
conectan con la generosidad de las abejas y de los
árboles y no con una breve satisfacción artificial.
Una persona que no sea atleta profesional necesita
54gr de proteína al día. Un deportista precisa unos
90gr. Adquirirlas no es problema con una dieta
vegana balanceada y consciente: media taza de
lentejas o de tofu contienen 10gr de pura proteína.
Mientras un cuarto de libra de carne de res tarda
unas cuatro horas en el estómago y hasta 72 horas
en el intestino, unas judías verdes con arroz se
Desde luego no soy radical. No me suscribo al
veganismo puro. Se me parece demasiado a una
religión: te prohíbe comer miel, usar zapatos de cuero,
ropa de lana y cualquier producto de origen animal.
No me interesa hacer del alimento una religión, sino
una medicina. Cuando mi madre me prepara un buen
par de huevos me los como con gusto y siento el
poder animal circulando por mis arterias. Tampoco
una clase de yoga
para mamás y sus
bebés
me hago lío cuando mis amigos quieren comer una
pizza o me ofrecen una torta de cumpleaños. Uso
botas de cuero porque me gusta subir la montaña.
Sé, sin embargo, que soy vegano no sólo por mí,
por “mi” salud o por “mi” gusto. Soy consciente
del estado crítico en que nos encontramos como
humanidad. Sé que la ganadería es el cáncer de la selva
amazónica y que, como mostró la FAO hace un par de
años, genera 18% más de gases de efecto invernadero
que el sector de transportes. Sufro al pensar que
hemos inventado un sistema brutalmente eficiente
para masacrar vacas e inflar pollos con hormonas. Sé
que en menos de 50 años, el mar prácticamente no
tendrá peces. No estoy de acuerdo con nada de esto.
Ser vegano -un vegano impuro- es mi forma
de protesta ante este derroche de violencia y de
inconciencia. Es mi postura, una postura silenciosa,
serena y casi secreta. Es una ética personal y una
manera de recordarme a mí mismo, tres veces al
día, que mientras me encuentre en este planeta,
me encuentro para amar, perdonar y ayudar a
mitigar el sufrimiento de otros seres, humanos o no.
Ahora sé que los vegetales no sufren cuando los
comemos, pues no tienen sistema nervioso y sé que nos
donan sus frutos a manos llenas. Sé que el más apto no
es quien puede comerse al otro, sino aquél que logra
cooperar con ese otro de manera inteligente. Sé que
la vida no muere y por lo tanto no necesita defenderse
o atacar para subsistir. Sé que no soy un cuerpo, que
éste es simplemente un vestido prestado mientras
camino por esta tierra y mientras camino, me inspira
profundamente saber que alimento sus células con
la materia noble, sabia y luminosa del reino vegetal,
no con el dolor y el miedo de la muerte animal.
¹ quinua o quinoa: significa ‘cereal madre’ en quechua;
conocido como un ‘ falso cereal’ por no ser familia de los
cereales, sino de las Quenopodiáceas, al igual que las
espinacas, el cenizo y la remolacha. Es un alimento apto
para celíacos porque no contiene gluten.
Rodrigo Restrepo Ángel
Músico, periodista, profesor de yoga del sonido y
estudiante de Un Curso de Milagros
Son las 11,30 h de la mañana, van llegando las
mamás con sus pequeños, algunos son tan chiquitos
que puedo verlos como si estuvieran aún en el vientre
materno, haciendo las mismas posturas y gestos, con
esos movimientos llenos de gracia y delicadeza ¡es un
regalo para la vista contemplarlos ! Pongo el
mantra Ong Namo, Guru Dev Namo, que significa “me
abro a la energía creativa del universo, me abro a mi
guía interno”.
En cuanto pongo la música y me pongo a cantar,
algunos bebés más grandes clavan sus miradas en
mí, están concentrados en el sonido ¡y lo agradecen
agitando sus brazos y manos de contento!
Abrimos nuestros corazones, conectándonos con
los bebés.
Hacemos los primeros estiramientos sentadas
con ellos en brazos, las mamás estiran sus espaldas,
haciendo círculos sufis, algunas mientras los
amamantan.
Después, los ponemos en el suelo y hacemos
flexiones de columna gato-vaca y flexiones de brazos
bajando a besar sus mejillas, a continuación hacemos
la postura del bebé y sus mamás ponen sus cabezas
en sus pancitas y les hacen cosquillas. Así, se sienten
incluidos y participan desde el juego con ellas.
Nos levantamos y flexionamos el tronco, los cojen
en brazos y balancean, ¡les encanta ser columpiados!
En medio de la clase, nos incorporamos y bailamos
con ellos, cantándoles Sa, Ta. Na. Ma. Todos nos
sentimos felices. Pasamos al suelo para que las mamás
descansen tras haber bailado con sus bebés en brazos.
Se estiran en el piso, doblando sus rodillas con los
pies en el suelo, ponen a sus bebés en su vientre y los
levantan a “caballito”.
Luego, las mamás traen sus rodillas al pecho,
estiran sus lumbares y ponen a sus bebés sobre sus
pantorrillas, haciendo que los bebés “vuelen” como
en un avión, ellos disfrutan y algunos ¡rompen a reir
a carcajadas !
Finalmente, mamás y bebés descansan en el suelo,
sus mamás les dan de nuevo de mamar mientras se
relajan.
LLega el momento del masaje, mientras les
cantamos una nana o un mantra porque les gusta
muchísimo, les preguntamos si quieren un masaje,
esperando una señal de respuesta, en forma de una
sonrisa o un gesto de aprobación... Y sólo se masajean
a aquellos que tienen ganas en ese momento.
Al finalizar les damos las gracias por dejarnos
tomar esta clase en su hermosa compañía
Les cantamos “el Eterno Sol” como agradecimiento,
con la mano izquierda en nuestro corazón y la derecha
en el suyo:
“Que el eterno sol te ilumine,
El amor te rodee.
Y la luz pura interior
Guie tu camino....
Sat Nam, Sat Nam, Sat Nam...
¡Qué belleza!
¡Cuanto amor despiertan los bebés! ¡estos seres
mágicos!
A ellos, les gusta el movimieto, el canto, el baile,
los mantras, el ritmo y tambien la Paz y la relajación.
A los bebés les gusta... el yoga.
Lisa Risi:
Directora de Happy Yoga Embarazadas
Profesora de Hatha Yoga y Kundalini Yoga
Especializada en embarazadas y bebés
balasana
Todos tenemos momentos en los que la vida nos parece
estresante, intensa o agitada, tal vez sentimos que es muy
exigente. En esos momentos podemos entrar en contacto con
la discreta vitalidad que reside en nuestro interior. Para ello
basta con serenarnos.
Respiración
La postura del niño nos brinda especialmente
la oportunidad de explorar nuestra respiración.
Mientras la parte inferior del torso descansa sobre los
muslos, la expansión del pecho y el abdomen queda
limitada. Cada vez que inspiras y espiras sintoniza con
el movimiento de la respiración en la parte posterior
de la cintura y la caja torácica. Siente cómo la espalda
se ensancha y se relaja de arriba a abajo, hasta el sacro.
Observa el flujo de la respiración natural en todo el
cuerpo. Deja que la suave presión de tu frente contra
el suelo permita que la parte anterior de tu cerebro se
relaje profundamente.
Etimología
bala – niño
asana – postura
Contrapostura
Savasana (tumbados sobre la espalda).
“postura del niño”
Técnica
1. Siéntate sobre los talones.
2. Relaja el tronco en flexión hacia delante. Apoya la
frente en el suelo delante de tus rodillas. Los brazos
están relajados hacia atrás
pegados al cuerpo y con las
palmas de las manos hacia
arriba. Siente el peso del
pecho y abdomen hacia los
muslos. Toma conciencia de
la respiración observando
el suave estiramiento de la
espalda, sobre todo en la
zona lumbar.
Suptavirasana
Es el nombre que le dan algunas líneas de yoga a
esta importante variante. Es relajando los brazos
extendidos hacia delante. Esta vez se apoyan las
palmas de las manos en el suelo, separadas al ancho de
los hombros. Aquí se puede sentir cómo se ensancha
la caja torácica. Descansa en la postura varias
respiraciones.
Deshacer la postura
Mantén la frente en el suelo y apoya las manos en el
suelo debajo de los hombros. Incorpora lentamente la
espalda recta hacia la vertical y relájate.
Corrección durante la postura
Vigila que que no haya tensión, que no se fuerce la
flexión, que los hombros estén relajados.
En la variante con los brazos extendidos hacia
adelante, ten cuidado de no flexionar los codos.
Consejo
Es recomendable realizar balasana después
de ustrasana (la postura del camello que vimos
en el número anterior de esta revista) como
contrapostura.
Alternativas y sugerencias
Cuando la cabeza no llega al
suelo y está previsto un prolongado
mantenimiento, puedes colocar un
cojín o una manta doblada para
apoyar la frente. Si los glúteos no
llegan a los talones, usa un cojín
o manta doblada debajo de los
glúteos. Si es necesario usa estos
dos soportes a la vez.
Entre las variantes se incluyen: separar las rodillas
(para personas con abdomen voluminoso o mujeres
con el pecho grande), agarrar los talones con las
manos o girar la cabeza hacia un lado.
Si te sientes inestable emocionalmente, tienes la
opción de relajar la frente sobre las manos con las
palmas hacia abajo, formando un triángulo con los
índices y pulgares en contacto.
Al sentir el contacto del suelo con la frente,
aprovecha para observar tus pensamientos.
Déjalos ir hacia la tierra, liberando la mente de las
preocupaciones, la pesadez, etc.
Beneficios
Esta postura de descanso restaura el equilibrio y
la armonía del cuerpo y hace que la mente se torne
receptiva.
Operaciones recientes en rodillas, pies, artrosis,
artritis.
Esta postura se puede mantener por mucho tiempo,
ayuda a calmarse, interioriza, centra y es estupenda
después de varias extensiones.
Efectos fisiológicos
Con respecto a articulaciones: relajación en la
columna vertebral con flexibilización especialmente
en la zona lumbar; flexión, rotación neutra y aducción
de las caderas; flexión de las rodillas; flexión
plantar de los tobillos; los omóplatos descienden (en
abducción y rotación descendente); extensión de los
codos; pronación de los antebrazos.
Con respecto a los músculos: el desafío de esta
postura es llevar los isquiones a los talones y la
frente al suelo. Para hacerlo hay que alargar: los
músculos extensores de la columna, el glúteo mayor,
el piramidal y otros rotadores, los isquiotibiales,
los glúteos mediano y menor, el tibial anterior, el
peroneo anterior, el extensor común de los dedos y el
pedio. También los extensores largo y corto, propios
del dedo gordo del pie.
Efectos psicológicos
Brinda interiorización, calma emocional y calma el
sistema nervioso.
Efectos sutiles
Centra y reequilibra las energías.
Contraindicaciones
Pranam Mudra
Variante de Kundalini Yoga. Las manos unidas
en mudra de plegaria. Abre el corazón. Aumenta el
recogimiento devocional y la sensación de entrega.
Lourdes Arce
Profesora de Hatha Yoga
Estudiante de Un Curso de Milagros
robando la llave
Hay una historia de los Hermanos Grimm llamada
Juan de Hierro (Iron John) de alrededor de 1820 que
Robert Bly utiliza, en su libro con el mismo nombre,
para desarrollar su teoría de por qué el hombre
moderno (y esto aplica también a las mujeres) está
perdido. En el principio de la historia, aprendemos
que los hombres se van al bosque cerca del castillo
del rey, desaparecen y no vuelven nunca más. Esto
continuó sucediendo con muchos más. Iban en busca
de otros, pero siempre con el mismo resultado, no
regresaban. Entonces, un joven fue y le dijo al rey:
–¿Qué puedo hacer? – El rey le habló del bosque y el
joven aceptó el reto. Se fue al bosque solo con su perro
y al pasar por un estanque una
mano salió del agua, cogió al
perro y tiró de él hacia dentro
del agua. El joven pensó que
éste debía ser el lugar y vuelvió
a donde el rey en busca de más
hombres. Regresó con tres
hombres que comenzaron a
sacar agua del estanque con
cubos, lo que de por sí era un
proceso lento. Finalmente,
cuando ya habían sacado toda
el agua, encontraron a un hombre gigante en el fondo,
cubierto con pelo marrón rojizo (como óxido de
hierro) de la cabeza a los pies. Lo llevaron al castillo
y lo encerraron en una jaula de hierro en el patio bajo
amenaza de cortarle la cabeza a quien osara sacarle. El
rey le llamó Juan de Hierro y dio a la reina custodia
de la llave.
Un día el hijo de ocho años del rey, estaba jugando
en el patio con su pelota y ésta rodó dentro de la jaula
del hombre salvaje. El chico se llenó de coraje y le pidió
que le devolviera su pelota. –Te devolveré la pelota
si me dejas salir de la jaula– le contestó. Tras huir
del primer encuentro, el chico, que después de todo,
tenía sólo ocho años, regresó y le dijo: –No sé dónde
está la llave–. Entonces el hombre salvaje le explicó que
estaba debajo de la almohada de su madre.
La historia es una metáfora que nos habla de la
necesidad de pasar por algún ritual de iniciación. El
hombre salvaje representa lo libre, indomable, salvaje
y feroz, que vive en lo más profundo de nuestra alma.
Muchas sociedades entienden que el niño se separa
instintivamente del dominio psicológico de la madre
a los ocho años o que al menos, debería. Es el proceso
de un chico que se convierte en hombre. Recuerdo
haber escuchado de Yogui Bhajan que lo mismo solía
ocurrir en India. Cuando un chico tenía siete u ocho
años, sus padres se lo confiaban a un gurú para que
viviera en un ashram y aprendiera sobre los misterios
de la vida. Para la mayoría de los jóvenes, ésa sería la
primera vez lejos de casa. Descubrirían que el mundo
es un lugar mucho más grande de lo que habían
imaginado en un principio. Allí aprenderían lo que
significaba “estar parado sobre
sus dos pies”, para volverse
independientes, confiados y
sabios.
Ir a robar la llave de
la almohada de la madre es
importante y simbólico a la vez
de que con todas sus buenas
intenciones, quizá no quiere
que crezcas y te conviertas en
un hombre. Lo mismo ocurre
con padres e hijas. Como sugiere Bly, la almohada es
donde ella guarda todos sus sueños para ti. Debes robar
la llave para separarte de su campo electromagnético
o del efecto psicológico que tiene sobre ti y aprender
qué tienes que hacer para volverte genuinamente tú.
En mis tiempos, era irse de casa, ser hippy, actuar de
manera irreverente, fumar drogas, protestar por la
Guerra de Vietnam, obtener el título de filosofía en
la universidad y eventualmente estudiar con un gurú.
Cada época se ve marcada por ciertos eventos y casi
siempre sobrevivimos a las experiencias de nuestra
juventud.
En la historia, cuando el hijo del rey libera al hombre
salvaje de su jaula, se enfrenta con un dilema, ¿debe
seguirlo o no? Por una parte está asustado, porque
seguramente sus padres desaprueben que haya liberado
al hombre de su jaula. Por la otra, como le ha dicho el
hombre salvaje: –Si vienes, nunca más volverás a ver a
tus padres, pero tengo todas las riquezas que puedas
querer– . El hijo del rey eligió irse con él porque no
quería que le castigaran por haber desobedecido a
sus padres, después de todo sólo tenía ocho años. La
mayoría de nosotros escogemos no seguir al hombre
salvaje. Terminamos conformándonos con los rituales
de vestido, trabajo y familia. Estudiamos las mismas
carreras, acabamos con trabajos similares, pasamos la
mayor parte de nuestras vidas en oficinas, ganando
más o menos la misma cantidad de dinero que todo
el mundo. Definitivamente la sociedad quiere que
seamos más parecidos que diferentes. Por lo tanto,
liberar al hombre salvaje dentro de nosotros y seguirlo
es inadmisible. Si somos afortunados, quizá volvamos
a visitar a ese hombre salvaje en algún momento de
la vida, cuando lleguemos a la conclusión de que
nos hemos apartado bastante de esas esperanzas y
ambiciones que alguna vez guardamos tan celosamente
en nuestros corazones.
Bien sea que el hombre salvaje more dentro de
nosotros o que simplemente represente la figura de un
maestro, la batalla es saber qué debo pensar, cuál debe
ser mi posición, adónde voy, cómo llegaré allí. Estas
preguntas terminan, tarde o temprano, asomando
su cabeza en nuestra vida. Seguir las enseñanzas del
hombre salvaje es importante, ya que es la llave para
encontrar la verdadera felicidad.
Así que, ¿qué hacemos si no hemos nacido en una
época de iniciaciones, de hombres grandes y sabios? Lo
que los buscadores han hecho durante siglos, buscar la
llave. Esa llave abrirá la cerradura de los tesoros del
interior de la mente, del soul mind (la mente del alma).
La llave es la enseñanza que nos permitirá procesar
las heridas de la vida que ahora se han vuelto parte de
nosotros. La llave es lo que necesitamos para volver al
estado de gracia, de ser y de propósito.
Encontrar el propósito en tu vida es como
zambullirse en las profundidades del alma y hacer
las preguntas correctas. Es descubrir que tienes un
espíritu, un atma y es decirte a ti mismo que te permites
ir a volar libremente, como “cometas al viento”, que
ya no deseas ser entorpecido por aquellos que quieren
contenerte. Puede que todo esté en tu mente, pero
al menos harás un buen intento. Averiguarás lo que
realmente te dice la voz interior. Se trata de ver que
cada una de las decisiones que tomaste en la vida, te
llevó al mismo sitio, a darte cuenta que lo hermoso e
intrínseco en ti, ha disminuido. Es decidir que no te
hará ningún bien seguir culpando a esos o eso que te
ha llevado a extraviarte de su ser verdadero, porque
hasta ahora no te ha hecho ningún bien. Eres tú quien
tiene que recorrer el sendero con el fin de encontrar
tu esencia y tu propósito. Redescubrir ese tú es como
encontrar al amante u hombre salvaje dentro de ti. Se
sienta allí a esperar que le seduzcas de nuevo, a que
pruebes que eres digno, para que pueda aceptarte
nuevamente como su amante.
Hablamos de la necesidad de entrenarnos a
nosotros mismos. Como en la historia de Juan de
Hierro, utilizar cubos para vaciar el lago de nuestras
emociones y confusión mental es un proceso largo
y extenuante. Es una disciplina o al menos de un
“trabajo en proceso” constante. Utilizamos posturas
de yoga y técnicas de respiración, kriyas y mantras para
descubrir ese hombre salvaje y libre que está dentro de
nosotros o esa mujer liberada y con gracia. Ambas
realidades están allí. Se trata de encontrar ese fuego
espiritual dentro de ti, para que puedas equilibrarte
en la “fina línea” que debes andar entre las demandas
externas y el anhelo interior. Se trata de ser valiente
y audaz, explorar nuevas alturas y reinos, partir hacia
nuevos caminos y viajes. Se trata en el fondo, de ser
feliz. Aunque ningún entrenamiento tenga todas las
llaves, es encontrar un lugar para los valores del alma.
Krishna dice a Arjuna en el Bhagavad Gita, que uno
no debería estar tan preocupado por los miedos e
ilusiones de su mente, sino más bien recordar que el
atma, tu alma, es imperecedera e inmutable.
“La persona sabia, que no es afectada por sus pensamientos
o emociones, es la misma al ser confrontada por el dolor o el
placer y no permite que ninguno de estos factores lo lleve a
extraviarse de su verdadero camino”. Krishna, continuando
en su rol de maestro, dice a Arjuna que el objetivo de
la vida es encontrar su dharma, la responsabilidad que
tiene con su Ser superior y seguir adelante creyendo
en sí mismo y en el trabajo que has nacido para hacer.
Dice a Arjuna: –Entonces, lucha, ¡oh guerrero!–
Hargobind Singh Khalsa
Director y formador de
Asociación Internacional Kundalini Yoga Prem
www.hargobindsingh.com
concebir
un hijo,
dejarse
habitar
Necesitamos un entorno conocido para
experimentarnos, para atrevernos a ser como somos
y aventurarnos a ser de una forma distinta a la que
hasta hoy conocemos. Así, ganamos en confianza y
nos permitimos la evolución.
Es la confianza la que nos permite habitar
profundamente el cuerpo, sin miedo a descubrir
rincones hasta ahora desprovistos de nuestra presencia.
Esta misma confianza permite a la mujer abrirse a
la experiencia de sentirse habitada por el nuevo ser
que se anida en su vientre, sin miedo a mostrar ni a
descubrir aspectos que jamás se han revelado.
Concebir un hijo, dejarse habitar. No debería
extrañarnos la revolución que supone este proceso para
una mujer. Implica una apertura y una transparencia
que quizás nunca hayamos experimentado. El nuevo
ser que crece en el vientre de una mujer participa de
cada instante, cada sensación, cada emoción que ella
vive. La mujer va tomando conciencia de ello poco
a poco y se da cuenta de que ella también vive las
experiencias del bebé que aún está por nacer. Durante
el primer trimestre de gestación, todo favorece
que la mujer haga este proceso y su desarrollo en el
camino de la conciencia la ayudará a vivirlo plena y
placenteramente.
El hombre contempla cómo su compañera atraviesa
este intenso período. Su capacidad para aportar
un entorno donde ella se sienta libre y segura para
realizar esta evolución será indispensable para una
gestación saludable, alegre y harmónica.
La pareja embarazada necesita percibir los
cambios que suceden a nivel físico y mental para
poder adaptarse a ellos con confianza y entrega. La
sencillez, la lentitud y la atención en la práctica del
yoga favorecerán este aumento en la capacidad de
percepción y autopercepción y en el desarrollo de
la confianza en el propio cuerpo, el de la pareja y el
del bebé. Los primeros meses de embarazo son muy
adecuados para centrarse en esta actividad, ya que la
mujer, de forma natural, experimenta esta tendencia
a la interiorización y la escucha.
Si hablamos en terminología ayurvédica, diremos
que nos interesa potenciar un estado Khapa (tierraagua). Este estado nos permite experimentar la
sensación de fusión, de ser uno con todo, de sentirnos
sustentados y abrigados, de estar en contacto con
las propias necesidades y las del entorno actuando
para cubrirlas. En definitiva, nos abre al sentir y nos
predispone a vivir de forma placentera, sin miedo.
A nivel práctico, potenciaremos este estado con
una práctica de yoga de ritmo suave y centrada en
la atención. Pondremos por delante el descubrir la
sensación que nos aporta una asana (postura) que
el alcanzar su máxima perfección. Liberarnos de
los retos de la aparente complejidad y movernos
suficientemente despacio para poder sentir lo
que nos aporta cada pequeño cambio en la postura y
en el movimiento, es profundizar en la experiencia
corporal.
“Quiero experimentarme y descubrirme. Voy a encontrar
una postura, estática o dinámica, que me sea fácil, donde
el reto no sea la ejecución sino mantenerme en ella sin
aburrirme.
Voy a instalarme en esta postura, en la que me siento
completamente segura/o, como en casa. Empezaré a dirigir
mi respiración y atención a distintos lugares del cuerpo
atreviéndome a ir más profundo de lo que voy habitualmente
- sintiendo no sólo músculos y huesos, también las vísceras y
los líquidos, no sólo los grandes movimientos, sino también
los sutiles - como los del bebé en el vientre.
Mi única tarea es pasearme a lo largo, ancho y profundo
de mi cuerpo percibiendo sus reacciones, sensaciones, matices
y cambios sutiles.
Cuando sienta que ya no puedo descubrir nada nuevo en
esta posición evolucionaré lentamente hacia otra postura. Al
día siguiente volveré a las posturas conocidas y me sorprenderé
observando la cantidad de nuevos matices que se me revelan.
Desde esta actitud de observadora/o enfocada/o en el
descubrimiento, puedo experimentar cómo cada día soy
distinta/o, soy capaz de percibir nuevas sensaciones, ver
cómo despiertan algunas zonas de mí que creía inexistentes,
escuchar otras zonas que me piden descanso, sentir otros
cuerpos tan cercanos al mío (el de la pareja, el del bebé),
comprender desde la experiencia, que vivo en un eterno
movimiento… Me abro a conocer a la nueva mujer, al nuevo
hombre y al nuevo ser que nacerán gracias a este hermoso
proceso de gestación.”
Tere Puig
Profesora de yoga para embarazo y
crianza [email protected]
eres lo que
piensas
en el interior
de tu corazón.
Podríamos imaginar los pensamientos inútiles
como malas hierbas sobre el campo mental y los
pensamientos positivos como el cultivo. Si sabemos
de qué manera el campo de la mente crea al campo del
cuerpo y de la vida, conseguimos entonces la llave de
la sabiduría de los maestros del yoga, como también de
los psicoterapeutas contemporáneos que contemplan
el flujo transpersonal y que ven al ser humano como
una totalidad psicosomática. En el yoga a este aspecto
psicosomático del ser humano se le denomina prakriti,
es decir, materia o naturaleza de la que forma parte;
el cuerpo, la energía sexual o instintos, las emociones
y los pensamientos.
Precisamente estos cuatro niveles, tanto en el yoga
como en la psicología transpersonal contemporánea
se consideran como la totalidad del ser humano.
Volviendo al asunto de la alimentación y el
pensamiento podríamos preguntarnos:
¿Por qué le damos tanta importancia?
La medicina china considera que el estómago es
la sede del intelecto a diferencia, por ejemplo, del
corazón, considerado el centro de la intuición.
Ocurre análogamente en el yoga, ya que, frente a
la necesidad de una práctica de purificación del aura y
de la energía vital del cuerpo, parece que todo aquello
tiene una enorme importancia.
Los maestros enseñan que ingiriendo carne
obtenida mediante el acto de matar, en definitiva algo
resultante de una experiencia de muerte, ingerimos
a la vez las vibraciones o energía que acompañan a
este proceso. Una persona normal y corriente percibe
estas vibraciones como un sentimiento de amenaza
y temor a la muerte. Todas estas sensaciones son
codificadas en el centro en el plexo solar y pasan a
formar parte de las vibraciones del aura. Por tanto,
cuando intentamos ayudar a una persona enferma
transmitiéndole de alguna forma nuestra energía,
transmitimos a la vez las vibraciones de la muerte y
del sufrimiento, lo cual aunque a veces ayuda a corto
plazo, a la larga suele perjudicar.
El escaso número de curaciones permanentes
conseguidas por terapeutas que no son vegetarianos
y el insignificante progreso en la superación de la
barrera de mortalidad hablan por sí mismos.
Uno de los centros energéticos de nuestro
organismo está estrechamente vinculado con el plexo
solar. En Yoga se llama a este centro Binduvisarga y
en medicina china, Tan-tien y se localiza en el centro
de la cavidad abdominal, a la altura del ombligo. No
es un chakra tal y como los describe el yoga clásico,
aunque sintetiza la energía de la personalidad, los
sentimientos y los pensamientos, kama y manas. Más
bien es como un recipiente o almacén de la energía
cósmica omnipresente. El prana o de lo que los chinos
llaman “chi” y los japoneses “ki”. Para poder ser
utilizada, esta energía tiene que pasar por el centro
en el plexo solar y luego por una red de canales de
nuestro doble cuerpo energético, para luego poder
pasar al cuerpo del paciente.
Si acabamos de comer, una parte de este flujo
energético será desviada y utilizada para el proceso de
la digestión. Si pensamos en algo o alguien, otra parte
de la energía será consumida por el torbellino de los
pensamientos, llenando nuestra mente.
De este modo causamos grandes pérdidas de
nuestra propia energía para la transmisión energética.
Por este motivo, la formación de los sanadores en
yoga suele comenzar por trabajar con el control
de la mente, y tiene sobre todo en cuenta la
eliminación de los niveles de negativismo mental del
subconsciente y del consciente. Simultáneamente,
hace falta también purificar los niveles de emociones
negativas acumuladas: soberbia, ambición, rencor,
miedo, amargura, ira o irritación, ya que todas estas
emociones son energías dañinas que empeoran en vez
de curar.
Transmitir la energía con el estómago lleno tiene
efectos secundarios en el estómago del paciente,
ya que en la naturaleza funciona la regla de la
realimentación, así que la persona enferma, siguiendo
el ejemplo de muchos animales, debería más bien
evitar la acumulación de las energías vinculadas con
la digestión. El tiempo de la enfermedad es propicio
para el ayuno y no para atiborrarse. La medicina ha de
basarse en las técnicas del ayuno. El Yoga recomienda
una manera ligera y vegetariana de alimentarse y
varios ejercicios mediante el pensamiento curativo.
Es una manera de apelar a todos los movimientos
transpersonales.
Estos hábitos son buenos para tu salud y para la
de tu eventual paciente. La tesis global del yoga
vinculada con el plexo solar dice que no se puede
conseguir el éxito en ninguna terapia si no se tiene
como base una alimentación y unos pensamientos
adecuados, además de la purificación del cuerpo
mediante el ayuno. Se puede considerar que esta
es la base del yoga medicinal Bhaishajya Yoga. La
salud y la prosperidad dependen en gran parte de la
calidad de la alimentación y de los pensamientos. La
eficacia de las curas basadas en el ayuno procede de
la purificación total del centro ubicado en el plexo
solar y del desbloqueo de los canales de la energía
sanadora, la cual, gracias al ayuno, empieza a circular
libremente. En climas templados, una alimentación
adecuada podría basarse en los cereales y en todos
sus derivados, como los copos de avena, la sémola y
también los cereales integrales.
Estos productos deberían constituir del 70% al
90% de la totalidad de los alimentos ingeridos. En un
clima tropical, y en la misma proporción, deberíamos
incluir las frutas. Uno de los cereales básicos, aunque
generalmente subestimado, es el trigo. Es aconsejable
ingerirlo en abundancia, masticando
cuidadosamente sus granos. Si alguien tiene dudas o no
tiene una idea muy clara sobre cómo ha de ser una dieta
vegetariana o macrobiótica recomendamos participar en
los cursos de la alimentación sana.
Los alimentos de procedencia animal (la carne de
los mamíferos, aves o pescado) son considerados por el
yoga como una masa biológica inútil, porque contienen
solamente una ínfima parte de la energía cósmica llamada
prana. De aquí que, si empiezas a ingerir cuerpos de
animales bajo cualquier forma, el centro en el plexo solar
pierde una de las más importantes fuentes de la absorción
de dicha energía. El depósito en los alrededores del ombligo
se debilita de tal manera que tu capacidad de regeneración
baja notablemente. Además, el comer carne destruye
también el sistema inmunológico del cuerpo.
Los riñones y el hígado quedan debilitados por una
dieta basada en la carne, y esto tiene unas consecuencias
que todos los que conocen mínimamente las medicinas
china y védica, saben a la perfección. La interferencia en
el equilibrio energético del organismo aparece siempre
que comes carne, aunque sea en pequeñas cantidades. Esto
refleja también la tendencia, a nivel subconsciente, hacia la
acumulación de masas de negatividad mental que afectan a
tu cuerpo de manera semejante a como afectan a la parte
más interior de la totalidad que llamamos ser humano.
Consecuencias de todo esto, traduciéndolo a términos de
realimentación, son todas las enfermedades o sufrimientos,
todos los accidentes, fracasos… todo lo que en yoga se
llama Vyadhi.
The Himalaya Master L.M.
Traducido por : Sebastian Forenc
Director de Vegetalia
Profesor y formador de Nathsampradaya Hatha Yoga
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la calma
Nuestra esencia verdadera se desvela a través
de la calma.
La calma y la quietud nos permiten tener una
visión más clara de las cosas. Si frente a una decisión
importante nos tomamos el tiempo y dejamos de hacer
por un momento, tendremos una idea más clara y
auténtica de lo que queremos. El estrés y la prisa hacen
que invirtamos nuestra energía mayormente en sudar
y acelerar los latidos del corazón. Es difícil tomar las
decisiones correctas en un estado fisiológico como éste.
Calmarnos es un acto de confianza. Elegimos
dejar de hacer algo que nos parece muy importante
para no hacer nada. Decidimos dejar que las
cosas se arreglen por su cuenta en lugar de
intentar cambiarlas y luchar por nuestro objetivo.
La calma es el reconocimiento de que existe una
fuerza más grande que todos los problemas que podamos
tener. Es la decisión de tener fe en lo que aún no se ve.
El instante en el que la mente humana entra en
un proceso de relajación psico-fisiológica, adquiere
la información de manera directa y potente. Éste
es uno de los principios básicos del coaching, sacar
a la luz nuestras respuestas y encontrar las mejores
soluciones. En principio, todo lo que podamos
necesitar se encuentra dentro de nosotros. No
hay nada afuera. Para tomar contacto con nuestra
capacidad ilimitada de resolver y lograr cualquier
objetivo, sólo necesitamos relajarnos y hacer silencio.
La meditación y el silencio nos proporcionan un
estado de ánimo más tranquilo y más productivo.
Nos ayudan a afrontar hasta la crisis más grande con
una perspectiva totalmente nueva y emocionante.
La calma es muy sencilla. No requiere mucho.
Según la ‘ley del menor esfuerzo’ la inteligencia de la
naturaleza funciona sin esfuerzo, con total entrega y
despreocupación. Es el principio de la no resistencia.
Necesitamos valentía, dejar que todo lo
aprendido, los juicios y suposiciones hagan espacio
a lo desconocido. Una vez nos atrevemos a no hacer
absolutamente nada, podemos disfrutar de la fuerza
impresionante que esta decisión lleva consigo.
A través de la quietud, del no hacer nada, dejamos de
poner energía en lo que no deseamos, de juzgar. Evitamos
creer en ello. Detrás de la calma está el reconocimiento
de que no somos lo que pensamos, sino mucho más.
“Un albatros no piensa en lo que debe hacer para volar.
Simplemente siente el viento dentro de sí mismo y se deja
llevar hasta convertirse en una sola cosa con el aire que
atraviesa, acomodándose en el flujo. De la misma manera
el hombre puede seguir su alma para pasar a través de
la vida, como su intuición y naturaleza le aconsejan
hacer en todo momento. Él sólo tiene que acomodarse.”
Hay algo en la calma que nos conduce más allá de
todo frenesí y toda apariencia; algo que si tratamos
escucharlo, nos dice exactamente como están las cosas
realmente y qué hay que hacer en cada circunstancia.
¿Cómo sería la vida si supiéramos que no podemos
fracasar? ¿Cómo sería la vida si supiéramos que
siempre hay algo, una fuerza, que cuida de nosotros y
nos ama, hagamos lo que hagamos, en la cual siempre
podemos confiar para cualquier cosa que necesitemos?
Este momento es como debe ser. Cualquier
experiencia o relación que hayamos atraído a
nuestra vida en este momento es precisamente la
que necesitamos en nuestra vida en este momento.
Hay un significado oculto detrás de cada evento que
sirve a nuestra propia evolución. No es necesario que
nos preocupemos tanto. Podemos vivir con calma.
“No hace falta que salgas de tu habitación. Permanece
sentado ante tu mesa y escucha. Ni siquiera hace falta que
escuches, simplemente espera. Ni siquiera hace falta que
esperes, simplemente aprende a hacer silencio, a estar quieto
y a solas. El mundo se te ofrecerá gratuitamente para que lo
desenmascares; no tiene opción, rodará en éxtasis a tus pies.
”
Franz Kafka
Francesco Vilitz
Desarrollo Humano
(Creador del estilo WinYoga y NLP Coach)
www.wonderfulife.net
por todas mis
relaciones
Conmigo. Hace años que sueño con una casa llena
de pasillos, puertas, estancias, ventanas y escaleras. No
es siempre la misma casa pero siempre es laberíntica,
la voy descubriendo mientras la ando, pero cuando
vuelvo atrás no encuentro las mismas habitaciones, la
casa cambia mientras la camino. La relación conmigo
misma tiene esa atmósfera surrealista, soy grande y
pequeña, tonta e inteligente, profunda y superficial,
joven y vieja, todo a la vez y depende del paseo. Isa,
Isabelita, Isabel, tienes la consistencia de la gelatina,
de la niebla, de los sueños. Ya sé que no sé nada puesto
que todo en mí es puro cambio. Esta relación con un
yo mutante me obliga a ser incondicional, sea lo que
sea que aparezca en mí, sé que soy digna de mi propio
amor. Estoy aprendiendo a tratar con mi mente como
un elemento más de este sueño laberíntico, desde
luego que no todo lo que pasa por ella es mi verdad, ni
siquiera es mi mente, es un campo mental atravesado
de ondas-pensamiento, las miro y sé que no soy yo.
La relación conmigo misma tiene campechanía y
cotidianeidad. Me saludo, me miro, me perdono una
y otra vez. Puedo reírme de mi misma y no tomarme
tan en serio, esa es tal vez mi mejor estrategia. Soy
un vértigo de siglos y una hormiga del hormiguero.
Y un misterio.
Cada mañana, al despertar, lo primero que hago es
observarme, a menudo amanezco inquieta, si me fijo
bien me doy cuenta de que tengo algunos músculos
contraídos, los relajo, respiro profundo, observo mis
emociones, veo lo que las olas de la noche han traído a
la playa. A mis pies han llegado peces muertos, zapatos
viejos, conchas vacías, latas oxidadas. Atiendo a esas
impresiones que se escapan del mundo subconsciente,
al ponerlas a la luz de mi atención consciente,
desaparecen. Es como sumergirme en agua limpia
antes de comenzar el día.
En esa casa que creo ser, hay una estancia muy
diferente a las demás, es la única que nunca cambia.
Está llena de luz y dicha, allí soy siempre inocente,
pase lo que pase. Es donde tú eres inocente y todos
somos inocentes. Es Lo Unico Estable. Ese lugar
es mi salvación, en él me anclo, me reconforto, me
doy permiso para seguir la andanza de mi vida, los
fracasos de mis experiencias, mi libertad. Lo Unico
Estable ha tomado cuerpo e importancia en mí hasta
ocupar un lugar predominante. Esa estancia de la
inocencia es un espacio vacío con un altar vacío. La
casa se organiza alrededor de ella, las habitaciones y
pasillos la rodean y bailan en su juego de polaridad.
Lo Unico Estable está en el centro de mi ser, crece y
se hace sentir, hasta el punto de ser lo más yo de mí.
Sé que está ahí siempre, siempre es su condición, su
vibración. Ese “siempre” contrasta hermosamente con
todo lo demás, ese “siempre” amortigua los cambios
de todo lo demás. El fulgor de Lo Unico Estable
toca los asuntos cotidianos, mi psique deja pasar sus
rayos. Aunque no pueda sentir su presencia en todo
momento, sé que está en mí. Es gracias al yoga que la
relación conmigo misma se afina y crece.
Contigo. Contigo fue primero. Desde el principio
estabas ahí delante de mí, asustándome. Quería verme
en tus ojos y que me aprobaras, pero no siempre era
así. Me atraías irremediablemente y me hacías sufrir.
Te quise seducir, lo hice todo para conseguirlo.
Ya avanzada la vida, hice el mejor descubrimiento
posible: que la única manera sana y satisfactoria de
relacionarme contigo era amándote, no tenía que
juzgarte ni seducirte sino simplemente amarte. No
necesito tu aprobación, solo amarte de verdad.
Somos interdependientes, nos necesitamos. Nadie
puede vivir sin relacionarse. Me gusta compartir la
vida contigo. Está en mi naturaleza oírte roncar por
las noches, cantar juntos alrededor del fuego, cuidar
de tus hijos cuando estés enfermo, dejar que me
ayudes cuando lo necesito. Tú me haces más ancha,
flexible y paciente, tú me haces más rica y profunda.
Gracias a ti me conozco mejor, descubro facetas que
sin ti no germinan. Cuando te miro veo en ti Lo
Unico Estable, también veo las estructuras falsas,
inconsistentes y sé a ciencia cierta que eso no eres tú.
Somos iguales a más no poder.
Tienes para mí un regalo muy valioso, es más fácil
perdonarte a ti que perdonarme a mí misma, es
contigo como he aprendido la ternura y el placer del
perdón ¿me dejas que siga practicando? ¿Cómo podría
pasar por alto mis errores si no pudiera experimentar
contigo antes? Yo soy tu otro tu, tu eres mi otro yo.
Tú eres yo delante de mis ojos, para que pueda verme
más fácilmente. Como esos microscopios que se
ponen como gafas los cirujanos para las operaciones
más complejas. Verte es verme sin posibilidad de
escapatoria. Amarte es amarme.
Y junto con todos los demás, somos una inmensa
tela de araña de hilos vibrantes de plata. Cuando uno
se mueve lo sentimos. Nadie está excluido. Cuando te
hago daño, me lo hago a mí misma. No es una metáfora.
Esa relación interdependiente y multidimensional es
Dios para mí. Los hilos que nos unen es el Amor para
mí. Leí un proverbio nativo: “el hombre es la medicina
para el hombre” Esa frase me caló. Eres mi medicina,
soy tu medicina. Y finalmente no hay diferencia entre
la relación conmigo misma y la relación contigo.
Con la Tierra. Mi bello planeta amado. Cuando
cierro los ojos y escucho puedo oír tu llamada a mi
despertar. En ti se manifiesta el resultado, el karma,
de nuestros actos inconscientes. Y vaya si lo somos.
Todavía no se tratarte con respeto. Todavía no se cuidar
tu agua con la minuciosidad que necesitamos. Todavía
consumo los vegetales que sacamos violentamente
de tus entrañas. Todavía me falta rigor. Tengo tanto
por corregir en mis hábitos pervertidos. Sabes que
no es falta de amor, que vibro contigo y lato con tu
pulso. Que tus animales me endulzan el corazón y
me rompen la mente. Que tu verde me tranquiliza y
tus vientos me sacuden y me revitalizan. Todo lo tuyo
me toca, amada madre. Ten paciencia, aprendo cada
día. La interdependencia contigo es evidente. Y que
el amor no son palabras y debe traducirse en actos.
Tu naturaleza material y concreta nos enfrenta, me
enfrenta sin excusas. Te amo, quiero vivir contigo,
en contacto con tu piel. Y obedecer tus leyes.
Quiero envolverme en tus diseños, tus melodías, tus
perfumes, tus luces y tu negra noche de tinta. Quiero
enriquecer mi alma contemplando tus pájaros libres,
tus estrellas, tus árboles, tus lagos. No sé si estaremos
a tiempo. Quizás nuestros nietos hereden un desierto
como expresión tangible del desierto de nuestro
egoísmo. No es por convencerte, madre, pero en
este momento de urgente reflexión algunos hombres
están sacando lo mejor de sí mismos. Y ese grupo
crece cada día. Tendrías que verlos. Sus potentes
intelectos y sus altos ideales buscan sin descanso el
modo de restablecer la paz en tu reino. Hay muchas
acciones en marcha. Vamos a conseguirlo. Puedo
verte hermosa, poderosa, un jardín multicolor
navegando en la galaxia con todos nosotros encima.
En mi visión hemos revertido la situación. Ahora
todos somos tus celosos amantes. Cada palmo de ti
produce tanta armonía y belleza que los humanos,
esos animales de grandes cerebros, dejan de opinar
y simplemente cantan contigo. Pero me entrego a tu
resolución, madre, estoy dispuesta a pagar mi cuota.
Fui yo la que te dañó a ti y a todos los seres que te
habitan.
Isabel Solana
(Mira algunas de las cosas potentes que se están
haciendo para nuestro mundo en www.ted.com)
mudra de venus
Entrelaza los dedos con las palmas separadas.
Los hombres colocan el pulgar derecho sobre el
izquierdo y presionan ligeramente el pulgar izquierdo
con el derecho.
Las mujeres colocan el pulgar izquierdo sobre el
derecho y presionan ligeramente el pulgar derecho
con el izquierdo.
Junta el área carnosa en la base de los pulgares,
uniendo el lado positivo y el negativo para crear
el efecto deseado. El pulgar representa el ego y la
afirmación vital del yo. Su monte se asocia con la
sensualidad, la sexualidad y la líbido, la energía
creativa dinámica que puede ser canalizada.
El pulgar que queda en el interior del mudra se
coloca en la membrana entre el pulgar y el índice de la
mano opuesta. Esta posición del pulgar es natural, una
ligera presión bastará. No hace falta que la fuerces,
sino que estimules el área con toda la intención. En
la digitopuntura se trabaja este punto para tratar los
trastornos estomacales e intestinales, la sinusitis, los
resfriados, los dolores de garganta y la tos. Si te fijas
en los órganos implicados, verás que tienen relación
con la aceptación, el desapego, la verdad, la vivencia
de la imposición desde fuera o el reconocimiento
desde dentro.
Practicarlo en postura meditativa descansando
las manos en el regazo te brindará la capacidad de
concentrarte fácilmente.
En algunas posturas de yoga se hace con las palmas
juntas porque te permite trabajar más la apertura de
hombros y las costillas superiores. Sostenerlo por
detrás de la espalda te proporcionará más sujeción.
No se suele indicar, así que presta atención en las
kriyas.
Por otra parte sienta muy bien practicarlo antes
de levantarte del sueño de la noche o de la siesta. Lo
colocas detrás de la cabeza mientras los codos quedan
en la almohada y tomas varias respiraciones sintiendo
cómo se abre el tórax. Te motivarás a emprender
tus quehaceres mientras se deshacen las tensiones.
Asimismo lo puedes usar para salir de una relajación
larga y hacer alguna visualización motivante o
conquistar una actitud positiva.
Este mudra concentra la energía del segundo
chakra y la orienta a chakras superiores. Por esto
tiene dos efectos principales: canalizar la energía
sexual o creativa y promover el equilibrio glandular.
Obtenemos energía para sentirnos preparados, ágiles,
que somos eficientes y que tenemos verdadero interés
por nuestra vida.
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el festival
barcelona
en butoh
Denominado originariamente ankoku butoh,
danza de la oscuridad, el butoh nació en el Japón
de la posguerra, a finales de los años cincuenta, tras
las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. De
la mano de sus creadores, Kazuo Ohno y Tatsumi
Hijikata, surgió de la búsqueda de una nueva identidad
que diera sentido a la sociedad después del shock
arrasador de la guerra.
Butoh es un arte escénico que se propone
redescubrir el cuerpo y lograr que se exprese a partir
de su capacidad creadora de imágenes y de emociones,
más allá de la forma, llegando a niveles profundos de
sensibilidad y expresividad.
Lo que vemos en el escenario está lleno de poesía
corporal, mundos lúdicos y oníricos que tocan una
fibra que no pasa por la razón y que nos cautiva.
La danza de la oscuridad resulta ser un viaje,
meditativo y expresivo a la vez, hacia un lugar
lleno de luz que está dentro y fuera, y que todos
compartimos.
El Festival Barcelona en Butoh, es un encuentro
de carácter internacional, en el que se acerca este
arte a todo tipo de público. Utiliza como espacios de
representación Museos, Galerías de Arte, Bibliotecas,
espacios cotidianos y de una arquitectura interesante.
Las actividades que el festival ofrece son cursos, clases
magistrales, conferencia - debate, muestra de vídeos
y 10 actuaciones de artistas de alto nivel.
En nuestros días, cuando predomina el
entretenimiento de las masas, carentes de un punto
de vista crítico sobre el ser humano, cuando los
reality shows se encuentran a la orden del día, parece
vital acercar al público a la posibilidad de presenciar
un arte hecho de todo lo contrario. Que el espectador
pueda sensibilizarse y reflexionar desde sus propias
sensaciones. Abrir una puerta al mundo interior y
creativo del ser humano, entendido como esencia
única e indispensable.
Festival Barcelona en Butoh
5 al 11 de octubre 2009 – Barcelona, varios espacios.
Toda la información en www.barcelonaenbutoh.com
e-mail: producció[email protected]
Organiza: Asociación Cultural Cuerpo Transitorio
“Plantad semillas de un Corazón
Compasivo que desea proteger a todos los
seres, de un Gran Corazón colmado de
bondad deseoso de producir beneficio a todos
los seres, de un Corazón colmado de
compresión que genere tolerancia y buenas
disposiciones hacia todos los seres, de un
Corazón Libre que desea apartar las
obstrucciones de todos los seres, de un
Corazón que llena el Universo entero, de un
Corazón sin fin y vasto como el espacio, de un
Corazón sin mancha que expresa la sabiduría
y los méritos del pasado, presente y futuro”.
“Sutra de la Guirnalda Floral” Buda
carta a la revista
ahora yoga
“Quiero sentirme mejor, ahora que ya me he
recuperado de mis tratamientos”. Destensarse,
mantenerse más tiempo sentado en postura fácil,
aprender a meditar. Así me comunica su anhelo de
trabajar el cuerpo y la mente. Lo considera necesario
para su cambio, para su transformación personal en
esta etapa.
Este testimonio es un ejemplo representativo de los
encuentros que tienen lugar en la Fundación Técnica
y Humanismo, vinculada al Instituto de Oncología
de la Clínica Corachán. Se originó gracias a un
equipo de compañeros médicos capaces de percibir
la dimensión humana y espiritual que conlleva el
atender un paciente. Les he oído expresarse sobre las
tareas a realizar en esta vida, palabras gratas a mis
oídos de médica y profesora de Kundalini yoga del
veloz despertar de la conciencia como lo denomina
Yogi Bhajan.
Entramos en el ámbito de las emociones y desafios.
Se comparten estados emocionales paralelos al dolor
y al sufrimiento humano que se nos ha quedado tan
adherido, difícil de soltar, que pueden encogernos
el aura. Se nos ha olvidado, que todo nos es dado
y por lo tanto, todo puede sernos retirado, que no
controlamos nada.
Lo único que realmente depende de nosotros es el
poder sostenernos y sentir el proceso que estamos
viviendo. Para ello aplicamos las ayudas que están más
disponibles.
Las plantas nos brindan compuestos nutricionales
y medicamentos; las esencias: infusiones y
medicamentos para las emociones; la psicología:
cambiar automatismos vitales como la respiración
o el latido del corazón y el pulso; conducir nuestra
secuencia de pensamientos o simplemente sustituirlos
por la vibración del mantra para alinear la mente con
la vibración de la infinidad, sin límite, sin miedo. Aquí
se presenta el ámbito espiritual: el sentirse un ser
infinito viviendo una experiencia tangible, terrenal.
Con este método empezamos por insertar las
amplias dimensiones de conciencia y voluntad en los
automatismos vitales de nuestro ser humano tomando
como base la respiración, que es el aliento de vida en
nuestro ser.
Sat nam.
Dra. Mª Gloria Borràs Boneu - GuruKaram Kòr
Fundació Tècnica i Humanisme – IDOC
Barcelona www.ftih.org o www.grdmedic.com
yoga ocular. una
nueva forma de ver.
La palabra yoga significa unión. El yoga ocular
nos invita a re-unirnos con nuestros ojos desde
todos los ámbitos posibles. Para la mayoría de
las culturas, la luz de los ojos refleja la luz de
nuestra alma. Son la conexión directa entre
nuestros ojos y nuestro hígado, lugar sagrado
donde reside el espíritu.
Los ojos son el órgano sensorial más utilizado
en nuestros tiempos. Ellos captan los estímulos
luminosos que son transformados en lo que
vemos. En esta transformación intervienen
muchos factores: desde el estado fisico de
nuestros ojos hasta nuestro bagaje personal
de cómo afrontamos la vida, pasando por el
estado emocional actual y anterior además de
ser una íntima conexión con nuestro ser. Ante
miedos y enfados nuestro enfoque se desdibuja
y directamente también la visión. Si hay rigidez
en nuestra forma de ver la vida, nuestros ojos se
vuelven rígidos y se merma el campo de visión.
Vemos que cada patología ocular está asociada
a una alteración emocional en concreto. Siendo
conscientes de esto, podemos actuar de una
forma más eficaz.
Así descubrimos que nuestras prespectivas
y formas de vivir determinan de forma directa
el estado de nuestros ojos. Aquí tenemos la
clave de la sanación de éstos, que tiene un
camino bidireccional. Nuestra visión mejora
cuando mejora la manera de enfocar nuestra
vida. Liberamos nuestro interior cuando nos
permitimos ver.
  Los ojos reciben pero también dan.
Muestran a los demás nuestro interior y nuestra
disposición. A través de ellos expresamos alegría,
amor, disgusto, sensualidad y todo, todo lo que
sentimos. Reflejan nuestro estado de salud fisico,
mental y espiritual mejor que ninguna otra
parte del cuerpo. Unos ojos apagados indican
de forma clara, falta de luz y de entendimiento.
Unos ojos radiantes expanden la alegría interna.
Si un día no estamos muy contentos, podemos
poner una sonrisa elegante en nuestra boca para
disimular, pero nuestros ojos no engañan, ellos
sólo irradian la verdad.
Los ojos trabajan todo el día y toda la noche
para nosotros. No nos damos cuenta, pero
aparte de captar estímulos para ver, también
se mueven para recordar, pensar, fijar en la
memoria y transformar. Mientras dormimos, se
mueven para acompañar el proceso de integrar
lo sucedido en el día. No movemos los ojos en la
misma dirección para pensar en algo alegre, que
en algo triste, en el pasado que en el futuro.
Hay tanto más en nuestros ojos. Últimamente
está saliendo a la luz una técnica ancestral,
escondida para la inmensa mayoría, seguramente
por motivos socioeconómicos porque es una
verdadera revolución. Se trata de sungazing. Es
una antigua práctica que consiste de sanarse y
alimentarse con la luz del sol. Con una técnica
específica los ojos reciben la luz solar. Quiere
decir que hay gente que utiliza sus ojos como
receptores de la luz para mejorar su salud y
sentir bienestar general. Esto demuestra que
además de ser órganos sensoriales dispuestos a
captar estímulos visuales, también son órganos
receptores de salud y alimento. Pensemos en
la importancia de tener unos ojos grandes y
relajados, totalmente prepararados para ser
órganos receptores.
Los ojos abarcan más espacio en nuestro
cuerpo, mente y espíritu del que parece a simple
vista. Sintonicemos con ellos, vivamos más
conscientes de ellos y de nosostros gracias a ellos
y avancemos al sintonizarnos con todo lo que
nos aportan.
Marisa Aleixandre
Creadora de Ang Sang Yoga Ocular
19 y 20 septiembre. Ang Sang Yoga Ocular
En Happy Yoga Universitat ( Barcelona)
Curso rápido para personas que quieran mejorar
su visión y para profesores de yoga de todas las
escuelas. Enriquece tus clases de yoga con
instrucciones para contactar y relajar
los ojos y su entorno.
Inscripción e info: [email protected]
T. 626 125 988
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agosto
8 al 10 de agosto. Retiro de silencio y Japa
Repetiremos 33.000 veces
WAHE GURU
En Olot (Girona) Dirigido por Hargobind Singh
Precio: 245 euros
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yoga + temazcal + talleres + conciertos +
festival infantil + baño en el río + tiempo libre
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A partir de septiembre
acompañamiento yóguico al embarazo
Una preparación al nacimiento, la
maternidad y la paternidad. Dirigido a parejas
y/o mujeres durante la gestación.
Viernes de 18h30 a 20h30
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Duración: 3 meses
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Acompañamiento yóguico a la crianza
Espacio para la familia, donde combinamos
el yoga y la terapia de integración corporal para
encontrar recursos que nos ayudarán a vivir la
etapa de crianza en armonía y consciencia.
Un sábado al mes de 10h a 13h
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yoga en familia con niños/as a partir de 1 año
Precio. 15euros
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20 septiembre Yoga para familias
con niños/as mayores de 1 año.
10h30 a 11h30 yoga en familia
con niños/as de 1 a 3 años.
12h00 a 13h00 yoga en familia
con niños/as de 3 a 7 años.
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octubre
10-11 de Octubre El tórax sentido.
Taller basado en Anatomía experiencial a
cargo de Jader Tolja. Dirigido a toda aquella
persona que desee profundizar en el conocimiento
del cuerpo a través de la experiencia.
Organiza: Asociación Yoga para Nacer y Crecer
Precio: 190euros no socios, 170euros socios
www.yogaparanacerycrecer.blogspot.com
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24 y 25 octubre. Comienza la Formación
de Profesor de Yoga, certificado de
500 horas avalado por Prem Asociación
Internacional de Kundalini Yoga, Federación
Internacional de Yoga y Yoga Alliance.
93 318 11 07
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octubre 2009 a diciembre 2010
Un fin de semana al mes Sábado de 10 a
14h y de 16 a 20h. Domingos de 10 a 13h.
ESPACIO DE MEDITACIÓN Y
DANZA DE “GURDJIEFF”
Un “lugar de encuentro” para personas
interesadas en la “práctica de la atención consciente”
“Meditar es atreverse a mirar allí donde lo
desconocido guarda secretos sin nombre”.
Happy Yoga Laforja.
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26 y 27 de septiembre Taller Danza Hindú
Bhangra-Bolliwood. ¡para divertirte!
26 y 27 de septiembre Retiro de Kundalini Yoga
y Temazcal en Enguera, Infórmate, hay plazas
limitadas. Comparte la mágia con nosotros.
octubre
17 y 18 de octubre Empezamos la
Formacione de Profesores de Kundalini
Yoga. Titulo acreditado. Infórmate.
31 de octubre Empezamos la Formación
de Sat Nam Rasayan, formación de
sanadores, formación de meditadores.
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7 y 8 de noviembre Empezamos la Formación de
Yoga y Meditación para el embarazo y postparto.
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septiembre
19 y 26 de septiembre de las 8.30 a 10h
estiramientos al aire libre de Chi kung
Lidon 647 538 259 contacto
24 de septiembre de 10 a 13h. de 15 a 18h.
“Taller de Chi Kung de Otoño” posturas básicas
y trabajo energetico, posturas meditativas
Lidon telefono de contacto 647 538 259
25 de septiembre de las 20 a 21.30h Chi Kung
“Arte de vivir” conferencia, charla y práctica
Lidon telefono de contacto 647 538 259.
Sabados 12 a las 21h.
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se abrira con una meditación a las 20.30h.
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8 de octubre Meditación especial sanación
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sabiduria personal y humildad nos acercara más al
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