rebeca matte bello (1875

Horacio
Rebeca Matte Bello
M ANOS DE MUJER
REBECA M AT TE
10
Rebeca Matte Bello
1875
1929
1875 | 1929
rebeca matte bello (1875-1929)
Título Rebeca Matte Bello 1875-1929
Autora Isabel Cruz de Amenábar
Formato
30 cm x 28 cm x 3 cm (con estuche)
Páginas
184 páginas a color
Encuadernación
Tapa dura y estuche de lujo.
Músculos y tendones rígidos, ojos llameantes,
gesto imperativo son actitudes que la academia
y la cultura del teatro decimonónico estiman imprescindibles para el alumbramiento de lo sublime
espiritual en el orden trágico. La joven escultora
ha decidido aquí ignorar la sensualidad de lo femenino y definir por contraste al anciano irascible
y autoritario, el padre que condena a muerte a sus
hijos. Roma resurge en sus recuerdos, pero no la
del Apolo Belvedere, sino la del Lacoonte.
La mano, tan claramente evocada en el texto del
dramaturgo francés, a la cual Rebeca Matte asigna
el desenlace de su obra, ofrece las claves interpretativas de la escultura. En el gesto de ese brazo
tensado, del dorso en contractura, de ese índice
que apunta inexorablemente hacia abajo y resuelve,
la artista concentra el impulso vital de su personaje.
La mano del Horacio de Rebeca Matte no es únicamente la mano del deber cumplido consigo mismo;
es la mano del deber a pesar de sí, incluso contra sí.
Sólo una mujer podía identificar al Horacio con la
figura paterna. Rebeca Matte realiza aquí su primer
cuestionamiento al imperativo categórico de la moral kantiana en la que se forma; moral laica, de la
primera modernidad.
Rebeca Matte tiene 24 años cuando realiza esta
obra y la aqueja una enfermedad nerviosa o articular en la mano derecha que la hace redoblar
su esfuerzo. A pesar de su juventud, logra oficio
al tallar sobre la materia dura esa anatomía hercúlea: la red, a trechos imperceptible, de venas,
tendones y músculos que la contiene y conforma;
la expresión descontrolada, que trasunta su dilema interior, en una observancia de lo prolijo que
más adelante se mitiga en favor de los efectos
de totalidad. Aquí estos se plasman en la fuerza
y movimiento de la composición, cuyo eje es la
línea oblicua de la mano derecha y la dirección de
la mirada, que otorgan profundidad y dinamismo
a la escultura, mientras la pierna avanza con el
pie desnudo de alto empeine y los pliegues de la
túnica cubren holgadamente ese cuerpo gastado,
formando un marco rico, envolvente, a la retórica
del gesto.
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Contemporánea a Lola Mora: se asemejan en su
vida trágica, su formación, su reconocimiento
internacional en la época y, como dice la autora de
este libro, “...las circunstancias de ambas artistas
son muy similares, ambos destinos se orientan al
norte y sus vidas se desarrollan en lucha por hacer
de la escultura una actividad femenina —son las
primeras esculturas de relieve en Sudamérica...”
Rebeca Matte Bello fue la primera gran escultora
chilena del siglo xix-xx. A pesar de su importancia y
del prominente lugar que ocupa en el arte chileno
y latinoamericano, la historia parecía haberla
olvidado, pues no existía ninguna publicación de
su obra; hasta ahora.
Fue una auténtica vanguardista en su época que
rompió con la tradición escultórica de América
Latina. Su obra fue considerada muy cercana a
la de Auguste Rodin, máximo exponente de la
modernidad Europea y por tanto occidental.
A través de la obra de Rebeca Matte el lector hará
un recorrido, no solo por la estética de su arte,
sino también por una época de la historia y por el
testimonio vivo de su vida.
• Investigación realizada durante más de 10
años por Isabel Cruz de Amenábar, una de las
historiadoras del arte más destacadas en Chile.
• Obra inédita que reúne un completo catastro de las obras de Rebeca Matte, 28 esculturas, y la historia de su vida.
• Edición de lujo con más de 120 fotografías.