El Verbo Entre Nosotros - Sisters of Charity of the Incarnate Word
Transcripción
El Verbo Entre Nosotros - Sisters of Charity of the Incarnate Word
El Verbo Entre Nosotros 1 SOBRE NUESTRO CAMINO Q ueridas Hermanas y amigos, La temporada de otoño nos invita a contemplar la belleza de la naturaleza en el cambio de las hojas y en el frío del aire, así como en celebraciones con familiares y amigos durante las próximas fiestas. Tenemos el desafío de evitar aquellas cosas que nos separan unos de otros, y causan desigualdad entre aquellos con quienes vivimos y trabajamos, dadas las presiones dentro de nuestra sociedad para hacer cosas más grandes y mejores, para salir adelante, y tener éxito a toda costa. En Juan 1:14 leemos, “La Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad.” Este recordatorio en las Escrituras nos da esperanza a medida que seguimos adelante y nos preparamos para el maravilloso tiempo de anticipación para la venida del Señor que celebraremos en las temporadas de Adviento y Navidad. Jesucristo vino a nosotros como uno de nosotros, y reveló el amor incondicional que Dios tiene para toda la humanidad. Este otoño estamos concientes de muchos eventos en la Iglesia y la sociedad. El 11 de octubre, 2012, el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, el Papa Benedicto XVI anunció un “Año de la Fe” e invitó a toda la Iglesia a profundizar su fe como pueblo de Dios. Este año el Santo Padre nos pide que “entremos por la puerta de la fe.” A medida que profundizamos nuestro entendimiento del contenido de nuestra fe, vamos a aprender más plenamente lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz y cómo él quiere que vivamos. Durante los últimos cincuenta años desde el Concilio, los sucesores del Papa Juan XXIII han asumido la convocatoria del Vaticano II de muchas diferentes maneras, por ejemplo, los cambios en la Liturgia, un aumento en la participación de los laicos en la Iglesia, la tradición del Día Mundial de la Juventud, y años “especiales” (Año de la Fe, Año Mariano, Año Sacerdotal, etc.) Continuemos caminando juntos en esta jornada como fieles cristianos. En medio de las cosas maravillosas que Dios nos da, todavía encontramos el dolor y sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas por todo el mundo. Pidamos para que podamos responder a la gracia de Dios ayudando a otros en su necesidad, incluso en medio de la incertidumbre y la confusión. En esta edición de El Verbo Entre Nosotros, van a leer muchas maravillosas historias sobre el amor de Dios hecho visible en las vidas de nuestras propias Hermanas por medio de sus historias, en sus muchos años de ministerio celebrado con Jubileos, y en agradecimiento por todas las oportunidades para dar testimonio de ese amor de Dios en imitación del Verbo Encarnado celebrando y conmemorando la historia de servicio. Dios continúa haciendo Su morada entre nosotros, incluso ahora. ¡Que cada uno de ustedes disfrute de la plenitud de la gracia, paz y amor de Dios! Hermana Celeste Trahan, Miembro, Consejo General 2 El Verbo Entre Nosotros La Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado Houston, Texas, publica El Verbo Entre Nosotros dos veces al año para nuestras Hermanas, Asociados CCVI y amigos. Por las historias y fotografías en cada edición, celebramos y damos testimonio de la presencia de Dios en nuestro mundo al compartir nuestras experiencias en nuestros ministerios y nuestras vidas. Also Available in English Editora Hna. Rose Scanlan, CCVI Directora de Comunicaciones Linda Macdonald Especialista de Comunicaciones Hna. Jane Zartman, CCVI Asistente de Producción y Traducción al español Liana Fernández-Baca Por favor enviar artículos y fotografías para El Verbo Entre Nosotros a Linda Macdonald en la Villa de Matel, 6510 Lawndale Street, Houston, Texas 77023 o por correo electrónico a [email protected]. Fecha límite para la Edición Primavera / Verano es el 1 de febrero, 2013. Visite nuestra página web www.lashermanasdelacaridad.org. EN ESTA EDICION 4 ONCE HERMANAS CELEBRAN SUS JUBILEOS Las Hermanas, cuyos caminos de vida se resaltan, colectivamente han dado 510 años de servicio al Verbo Encarnado. 10 15 NUESTRO NOMBRE ¿Cuál es el significado del nombre de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado? Pat Kerwin escribe que el nombre de una congregación religiosa toma un significado más allá de simplemente un contexto histórico, porque a menudo su nombre está impregnado con las ricas tradiciones espirituales y carisma de la misma congregación. CENTRO RUAH El Centro Ruah en la Villa de Matel abrió hace 25 años. En celebración del aniversario del centro de retiro El Verbo Entre Nosotros presenta una sección de 8 páginas. 23 HERMANA MARTINA: EL LEGADO VIVE Hermana Martina Casey era una mujer gentil, amable y humilde, pero una gigante en el campo de educación de enfermería. 26 LA FAMILIA CASEY Tres hermanas Casey, incluyendo Hermana Martina, fueron Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. Resaltamos sus vidas en esta corta historia de la familia Casey. 28 MI HISTORIA Hermana Juana Margarita Flores Peréz describe su camino de vida desde su temprana niñez en El Salvador y en sus años de devoto servicio como Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado. 32BREVES PORTADA: Hombres y mujeres, tanto laicos como religiosos, que están buscando una relación más profunda con Dios en el Centro Ruah encuentran en los recintos de la Villa de Matel un lugar espiritual de belleza. Ver la historia del Centro Ruah, que ahora está celebrando su 25 aniversario. El Verbo Entre Nosotros 3 Jubileo 2012 Felicitaciones a once de nuestras Hermanas que celebraron su Jubileo que representan el aniversario de 25, 50 y 60 años como miembros de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, Houston, Texas. Jubileo de Diamante: Hermana Christine Marie Serrano Hermana Enda Marie McDermott Hermana Marie Bernarde Clancy Hermana Mary Antoninus Martin Hermana Mary Damian Murphy Hermana Mary Gemma Stanford Jubileo de Oro Hermana Mary Celestine Kavanagh Jubileo de Plata Hermana Edis Marilú Yañes Reyes Hermana Pauline Troncale Hermana Ruth N. Tigüilá Robles Hermana Vicenta Miranda Los años combinados de servicio a la Iglesia De las Hermanas suman 510. 4 El Verbo Entre Nosotros JUBILEO DE DIAMANTE Hermana Antoninus Martin “Contar mi historia es una forma de tocar las vidas de otros seres humanos,” dice Hermana Antoninus Martin. “Tengo el privilegio de compartir parte de la mía con ustedes”. Nacida en Dundalk, County Louth, Irlanda, Hermana Antoninus es la sexta en una familia de nueve hijos. Ella creció durante la Segunda Guerra Mundial, y recuerda que la comida era racionada y las personas luchaban por sobrevivir. Siempre ha recordado sus raíces. La fe de Hna. Antoninus fue alimentada por la Misa diaria y las devociones vespertinas. La película, El Canto de Bernadette, la impresionó tanto que ella le prometió al Señor que si él la llamaba a la vida religiosa, ella siempre trataría de hacer Su voluntad. Después de mucho discernimiento, ella decidió unirse a la misión Africana, pero Hermana Enda Marie McDermott, quien era una postulante en Carrigoran, County Clare, le escribió una carta y, ella recuerda, “Fue así que me uní a las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado.” Ella tenía dieciséis años cuando dejó Irlanda con ocho otras jóvenes postulantes y recuerda que todas se ayudaron mutuamente en su camino de fe. Vino a la Villa de Matel en Houston. Hizo su Profesión de Votos Perpetuos en 1957. Ella tuvo una gran experiencia de crecimiento espiritual y emocional cuando tomó el programa de Educación Clínica Pastoral para llegar a ser Capellán certificada. Por medio de esta experiencia, se convenció de que Dios la estaba llamando a un ministerio de servicio a los enfermos y a los que sufren. Es al lado de la cama de los enfermos que ella realmente siente su llamado, donde su empatía y compasión pueden expresarse cómodamente. Ella ha tocado vidas en Irlanda y en los EE.UU. en Utah, Texas, Oklahoma, Missouri, Louisiana y California. Actualmente, ella es la Líder Local en el Convento St. Placidus y, dice ella, “Lo mejor aún está por venir.” Lo que la sostiene al moverse de un lugar a otro es el hecho de que nunca está sola porque Dios siempre está con ella. El Verbo hecho carne, el Verbo Encarnado, es el que obra a través de ella. Con Él, todo es posible. JUBILEO DE DIAMANTE Hermana Christine Marie Serrano Hermana Christine Marie Serrano nació en Texas City, Texas, en 1927, y viene de una familia de cuatro hijos y cuatro hijas. Durante su crecimiento en Texas City, ella a menudo visitaba a las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado que enseñaban en la Escuela Nstra. Señora de Fátima. Le gustaba escuchar a las Hermanas hablar de su propia vocación, y esas historias hicieron una impresión en ella. Además, el estilo de vida de la Hermanas también tuvo influencia y decidió entrar a la Congregación. Entró a la Villa de Matel, la Casa Matriz de la Congregación en Houston en 1949. Hermana Christine Marie hizo su Primera Profesión de Votos en 1952, y su Profesión de Votos Perpetuos en 1957. Recibió su grado en Administración de Negocios de la Universidad de Houston en 1955, y estuvo en ministerio en la Oficina de Admisión de la Enfermería St. Joseph en el Centro de Houston. De 1955 a 1967, fue la Contadora de la Enfermería St. Mary en Galveston. Durante los próximos diecinueve años, Hna. Christine Marie sirvió como Contadora en el Centro St. Anthony, Servicios de Hospital CCVI, Hospital St. Joseph y Villa de Matel, todos en Houston. A principios de 1987, ella tomó un muy merecido sabático en el Instituto Aquino de Teología en St. Louis, Missouri, y en el Programa Éxodo, Dittmer, también en St. Louis. De 1987 hasta 1994, sirvió como Tesorera en el Hospital St. Mary en Port Arthur, Texas, y luego fue la Tesorera del Convento en la Comunidad del Hospital St. Mary, hasta que se jubiló en el 2007. Mientras fue Tesorera en el Convento, también era la Persona de Hospitalidad, haciendo que todos lo que llegaban se sintieran bienvenidos. Sin nunca buscar ser el centro de la atención, ella ha trabajado sin descanso y en silencio. Su devoción a sus ministerios la hicieron que sea una inspiración para otros. Actualmente reside en el Convento St. Placidus en la Villa de Matel, donde continúa su ministerio de oración. Hermana Christine Marie dice que el momento más memorable de su vida como Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado fue ver cómo las Hermanas en la Escuela Nuestra Señora de Fátima se conectaban con los niños. JUBILEO DE DIAMANTE Hermana Damian Murphy Hermana Damian Murphy nació en County Cork, Irlanda, y es la sexta de ocho hijos. Sus hermanas mellizas mayores, Hermanas Nora Christina y Gertrude Murphy entraron a la Congregación antes que ella. Ella entró al Convento St. Michael, Carrigoran, Co. Clare, Irlanda, en 1950 y tres meses después viajó a la Villa de Matel, Houston, Texas. Hermana Damian asistió al Colegio Dominico del Sagrado Corazón, Houston, donde recibió su Grado de Ciencias en Enfermería. Después recibió su Maestría de Ciencias en Administración de Cuidado de la Salud de la Universidad de Houston, Clear Lake, Texas. Durante sus sesenta años de ministerio, Hna. Damian ha estado en misión en hospitales de California, Texas, Oklahoma y Arkansas. Sus ministerios han sido en enfermería, educación de enfermeras, como directora de la unidad de cuidados críticos, y en administración de hospitales. Ella fue Administradora del Hospital St. Elizabeth en Houston, Texas, y Vice Presidente de Integración de Misión en el Sistema de Salud St. Michael, Texarkana, Texas. Cuando dejó Texarkana, ella recibió un reconocimiento especial por sus muchos años de dedicado servicio. El 27 de mayo fue proclamado Día de Hermana Mary Damian en Texarkana y sus servicios fueron reconocidos por la Cámara de Diputados de los EE.UU. Ella se jubiló y ahora reside en el Convento Marian en la Villa de Matel desde junio, 2010 donde continúa su ministerio de oración y presencia en su nueva comunidad. El momento más memorable de su vida fue cuando estaba cargando a un niñito que se estaba muriendo de cáncer al cerebro. Mientras Hna. Damian cargaba al niño él tomó su último aliento y falleció. Ella dijo que el niñito era un “ángel” regresando a Dios. La madre del niño expresó su aprecio por su presencia y cariño. Hermana Damian sintió la visión del Obispo Claudio Dubuis: “Nuestro Señor Jesucristo sufriendo en las personas de una multitud de enfermos y necesitados de toda condición busca alivio en sus manos”. Esta experiencia la hizo conciente de la presencia amorosa y compasiva de Dios. El consejo que Hermana Damian le daría a alguien que está considerando la vida religiosa sería que rece por la guía del Espíritu Santo al hacer su decisión. El Verbo Entre Nosotros 5 JUBILEO DE DIAMANTE Hermana Enda Marie McDermott Hermana Enda Marie McDermott nació en Iniskeen, County Monaghan, Irlanda, en 1932. Ella tiene un hermano y una hermana, que es Hermana Rose Marie McDermott, también miembro de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, Houston, Texas. Desde que se acuerda, Hermana Enda Marie siempre quiso ser religiosa. El ejemplo de sus padres y otros familiares, así como el de Hermanas Bertille Sullivan y Concepta Oakes, influenciaron en gran medida su decisión de entrar a esta Congregación. Además las Hermanas de la Misericordia en Dundalk, Irlanda, tuvieron influencia en que ella entrara a la vida religiosa. Cinco meses después de entrar al Convento St. Michael en Carrigoran, Irlanda, en 1949, ella viajó a la Villa de Matel en Houston. Hermana Enda Marie hizo su Profesión de Votos Perpetuos en 1957. Para prepararse para su futuro ministerio en enfermería, Hermana Enda Marie recibió su Grado de Enfermera de la Escuela de Enfermería St. Mary en Galveston. Estuvo en misión en muchas de las instituciones de la Congregación como enfermera registrada y supervisora y en dos orfanatos y en hospitales en Texas, Utah, California, Louisiana, y Arkansas en los EE.UU., en Irlanda y en Guatemala. Hermana Enda Marie recibió su Grado en Artes Liberales de la Universidad de St. Thomas en 1977. Ella también asistió al Programa de Educación en Pastoral Clínica en la Universidad de St. Louis que la preparó para su ministerio como Representante de Pacientes en tres hospitales. Actualmente, Hermana Enda Marie está sirviendo en un ministerio de oración y presencia en el Convento Marian en la Villa de Matel. El momento más memorable de su vida fue cuando estaba trabajando como enfermera misionera y supervisora en un hospital de 100 camas en Huehuetenango, Guatemala. Ella dijo que la pobreza de los pacientes y sus familias era desgarradora. Añadió que la enorme gratitud de los pacientes y sus familias por cualquier cosa que se hacía por ellos era expresada de muchas maneras. Su consejo para cualquiera que esté considerando la vida religiosa es orar para discernir el llamado de Dios y obtener dirección espiritual de un Director Espiritual calificado. 6 El Verbo Entre Nosotros JUBILEO DE DIAMANTE Hermana Gemma Stafford Hermana Gemma Stafford nació en Ballybane, Gort, County Galway, Irlanda, la mayor de siete hijos. Cuando estaba en la escuela primaria y secundaria, Hermanas de varias Congregaciones de religiosas visitaban su clase. Desde temprana edad, Hermana Gemma sabía que estaba interesada en la vida religiosa en una Congregación cuya misión principal era cuidar a los enfermos. Aunque ella vivía a 30 minutos del convento de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, nunca había escuchado de la Congregación. Un sacerdote redentorista en misión en Gort la refirió al Convento St. Michael de la Congregación en Carrigoran, County Clare. Una vez que se enteró de la misión y ministerios de la Congregación, ella solicitó entrar al convento. Mientras trabajaba a tiempo parcial en el Hospital St. Joseph en Houston, estudiaba en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Houston. Siguiendo su interés en cuidado de la salud, ella estuvo en ministerio en el campo de farmacia por muchos años en hospitales de la Congregación. Sirvió en hospitales en Beaumont y Galveston antes de regresar al Hospital St. Joseph en 1984 como Directora Asistente de Farmacia. Antes de ser nombrada Directora de Farmacia del hospital, ella estuvo bajo el tutelaje de Hermana Nathy McGettrick. Un artículo sobre Hermana Gemma en el boletín del hospital dijo, “...su mezcla única de temperamento y tenencia la hicieron una institución dentro de nuestra institución”. Ella también sirvió como Representante de Pacientes en California y ahora es Representante de Pacientes en Casa Carrigoran, Irlanda. El momento más memorable de su vida fue cuando se despertó y encontró el sótano y las calles alrededor del Hospital St. Joseph inundadas debido a la Tormenta Tropical Allison. Recuerda que la destrucción de propiedad por la tormenta fue inimaginable; sin embargo, la dedicación y cooperación del personal de St. Joseph trabajando juntos fue tremenda. Esta situación la ayudó a tener un sentido de desapego y dependencia, recordando que Dios siempre está en control. Su consejo para alguien que está considerando la vida religiosa es saber que es una vida de plenitud, satisfacción y servicio. JUBILEO DE DIAMANTE Hermana Marie Bernarde Clancy Hermana Marie Bernarde Clancy nació en Kilnaboy, Co. Clare, Irlanda en 1931, la séptima de catorce hijos. Cuando asistía a escuelas operadas por las Hermanas de la Misericordia, ella sentía que tenía vocación religiosa. Su hermana Mary, que llegó a ser Hermana Mechtilde, ya había entrado a la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. Hermana Marie Bernarde entró al convento en Carrigoran, County Clare, con ocho postulantes y llegó a la Villa de Matel el 15 de diciembre, 1949. Asistió a la Universidad de Nuestra Sra. De los Lagos en San Antonio, Texas, y empezó su ministerio de enseñanza en la Escuela Nuestra Sra. de Fátima en Texas City. Después enseñó biología y química en la Villa de Matel a las Novicias y Postulantes. Recibió su Maestría de Ciencias en Biología de la Universidad de Notre Dame, Indiana. Por los siguientes diez años enseñó en tres escuelas preparatorias. En el otoño de 1975 asistió al Instituto de Formación Religiosa en la Universidad de St. Louis, Missouri. Al final del curso, el grupo hizo un retiro en Manresa, España, en el monasterio donde San Ignacio de Loyola rezó y escribió los Ejercicios de San Ignacio originales. Al regresar a Houston, sirvió como Directora de Formación y después como Directora de Ministerio Juvenil en el Convento St. Michael en Carrigoran. Recibió una Maestría en Recursos Humanos de la Universidad St. Edward en Austin. Sirvió como Directora de Recursos Humanos en Regis/St. Elizabeth en Waco, hasta que fue elegida para el Equipo de Liderazgo de la Congregación. Mientras estaba en el Consejo, fue asignada a la Oficina Corporativa de SCH como Directora de Misión. Allí desarrolló y ejecutó un programa de liderazgo para todos los administradores y gerentes en el sistema de salud. Después de jubilarse de SCH, enseñó clases de ESL en la Clínica del Suroeste en Houston. Ahora jubilada en el Convento Marian, ella continúa estando involucrada en el programa de ESL en el Centro St. Austin. Ella ha disfrutado su vida como religiosa, y está agradecida por las contribuciones que ha hecho a la Congregación, especialmente como maestra y como directora espiritual. JUBILEO DE ORO Hermana Celestine Kavanagh Hermana Celestine Kavanagh nació en Irlanda en 1933. Su padre fue el que la influenció para ser religiosa. El falleció cuando ella tenía 17 años, pero el día antes de morir, él le pidió que dijera “unas cuantas oraciones” con él. La oración que ella leyó incluía, “Señor, que te conozca y te ame en espíritu y en verdad…” Ese mismo año, ella asistió a la escuela de enfermería y la oración arriba mencionada se convirtió en su mantra. Cuando se graduó, ella decidió entrar a la vida religiosa como Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado. En enero, 1960, viajó con tres otras Postulantes a la Villa de Matel in Houston. Durante los cinco años que ella hizo Profesión de Votos Anuales, estuvo en misión como Supervisora de Enfermería en hospitales en Port Arthur, Cameron y Beaumont, Texas. Después de su Profesión de Votos Perpetuos en 1967, estuvo en misión en el Centro St. Anthony, Houston, y en el Hospital St. Bernardine, San Bernardino, California. Recibió su Grado de Maestría en Servicio Social en 1975, y regresó al Hospital St. Bernardine a trabajar en el Departamento de Servicio Social. Después fue reasignada al Hospital St. Joseph, Houston, donde trabajó en el Departamento de Salud Mental. En mayo, 1981, ella leyó una carta solicitando a una Hermana para liderar un Proyecto de Salud Pública en un área romota de Kenia. Hermana Celestine se ofreció de voluntaria, y viajando sola, fue la primera de esta Congregación en misión en África. El Proyecto de Kenia tenía tres componentes básicos: enseñar higiene, enseñar cuidado prenatal y vacunar a los niños. Después de su regreso de Kenia, Hermana Celestine regresó a trabajar al Hospital St. Patrick, Lake Charles, Louisiana, y después al Hospital St. Elizabeth, Beaumont, Texas, donde permaneció hasta su jubilación en el 2008. Hermana Celestine recuerda que el momento más memorable de su vida cuando bajó del avión en Nairobi, Kenia, y dijo por primera vez en África “Alabado sea el Verbo Encarnado” en nombre de todas las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. El Verbo Entre Nosotros 7 JUBILEO DE PLATA Hermana Edis Marilú Yañes Reyes Hermana Edis Marilú Yañes Reyes nació en Yucuaiquín, Departamento de La Unión, El Salvador. Ella tiene dos hermanos. El deseo de conocer sobre la vida religiosa nació en ella a temprana edad. Acostumbraba preguntarle a su madre sobre el estilo de vida de una religiosa y le dijeron que necesitaba “estudiar mucho y portarse bien”. Recuerda que creció con esa motivación la cual, ella dice, “nunca se va a borrar de mi mente y de mi corazón”. Cuando tenía 18 años, fue invitada por una amiga a participar en una junta para jóvenes en la Parroquia de Chirilagua que era dirigida por una Hermana Misionera de las Hermanas Ursulinas. La primera Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado que ella conoció fue Hermana Shivaun Fahey. Hermana Marilú recuerda que fue un día especial cuando Hermana Shivaun vino a su casa y habló con ella y con su madre. Ella decidió entrar a esta Congregación. Hermana Marilú hizo su Primera Profesión de Votos en la Parroquia de San Sebastián en Guatemala, el 21 de noviembre, 1987, y su Profesión de Votos Perpetuos en la Catedral de la Inmaculada Concepción de la Diócesis de Huehuetenango el 21 de mayo, 1995. Hermana Marilú ha estado en misión en varios ministerios en Centro América, incluyendo El Amparo de San José y Comunidad Oscar A. Romero, mejor conocida como COAR. También ha trabajado en Formación con las Afiliadas, Novicias y Hermanas en Votos Anuales. Ahora ella está ayudando a Hermana María Otilia Guerra Chinchillá con la formación religiosa de las Novicias. La experiencia que ha tocado su corazón fue cuando visitó Casa Juan Diego en Houston, Texas. Al escuchar a una mujer salvadoreña, Hermana Marilú se dio cuenta que esta mujer era Cristo sufriendo, igual que otros sufriendo por todo el mundo. Impresionada por la fuerza espiritual de esta mujer, le llamó la atención el hecho de que el llamado de fundación del Obispo Claudio Dubuis todavía es relevante hoy en día. Si una joven esta considerando la vida religiosa, Hermana le diría que se deje guiar por Dios y expresarle sus deseos a él con confianza. También recomienda hablar con un director espiritual. 8 El Verbo Entre Nosotros JUBILEO DE PLATA Hermana Pauline Troncale Nacida en el Hospital St. Joseph en Houston, Hermana Pauline Troncale fue bautizada y empezó la escuela en la Iglesia del Sagrado Corazón. Ella recibió un grado de Ciencia en Economía Familiar de la Universidad Louisiana State en Baton Rouge, Louisiana. Después de su graduación de la Universidad, ella trabajó en Houston por 10 años. Ella era activa como miembro del coro, Ministro de Eucaristía y con el programa de Rito de Iniciación Cristiana para Adultos. Estas experiencias dieron forma a su formación de fe. El Padre Frank Fabj le regaló una copia de Sirviendo con Alegría, y al leer el libro fue que ella conoció a la Congregación. Hermana Pauline hizo su Profesión Perpetua en 1992. Obtuvo una Maestría en Administración de Cuidado de la Salud de la Universidad de St. Louis y asistió al Instituto para Formación Religiosa en la Unión Teológica Católica en Chicago para prepararse para su Ministerio en Vocaciones. También recibió un certificado en Dirección Espiritual. Su misión más memorable fue servir como Directora Ejecutiva en la Clínica San José, Houston, donde fácilmente podía ver la mano de Dios obrando para ayudar a aquellos que no tienen acceso a servicios de salud u otros servicios clínicos. Hna. Pauline también ha servido en el Centro de Bienestar en el Hospital St. Patrick, en Servicios de Misión en el Centro Médico Schumpert, Hospital St. Joseph, y Cuidado Pastoral en St. Mary en Galveston. Ella fue la Directora de Vocaciones para la Congregación por cinco años y sirvió como Directora Asociada, Oficina de Vocaciones de la Arquidiócesis de Galveston-Houston por seis años. El ministerio de vocaciones fue un tiempo de gran significado ya que ayudaba a hombres y mujeres en su camino hacia el sacerdocio y la vida religiosa. Otros ministerios involucraban retiros y programas para los desamparados y sirviendo como Capellán voluntaria en la Cárcel del Condado de Harris con los Ministerios Correccionales Arquidiocesanos. Actualmente sirve en Cuidado Pastoral en el Hospital St. John en Nassau Bay. Hna. Pauline dice, “He recibido muchas bendiciones en estos 25 años de servicio al Señor, y estoy muy agradecida a las Hermanas, familiares, compañeros de trabajo y amigos que me han apoyado en el camino”. JUBILEO DE PLATA Hermana Ruth Nohemí Tigüilá Robles Hermana Ruth Nohemí Tiguilá Robles nació en Quetzaltenango, Departamento de Quetzaltenango, Guatemala, y es la mayor de cinco hijos. Su deseo de ser Hermana fue influenciado por un gran número de personas indígenas cerca de su casa. Muchas veces ella vio a niños pobres cuyas madres trabajaban duro para darles de comer. Hermana Ruth siempre tuvo el deseo de ayudarlos de alguna forma. Buscó una congregación que trabaje con los niños, los ancianos y los enfermos. Ella descubrió a las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado y sintió que esta Congregación cumplía su deseo de servir a otros. Hermana Ruth hizo su Primera Profesión de Votos en la Iglesia de San Sebastian en la Ciudad de Guatemala, Guatemala en 1987, y su Profesión de Votos Perpetuos en Esquipulas, Chiquimula, Guatemala, en 1994. Entre sus ministerios, Hermana Ruth fue maestra en la Escuela Dolores Bedoya en la ciudad de Guatemala, y fue la Administradora de El Amparo de San José en Huehuetenango, Guatemala. Cuando vivía en Zaragoza, La Libertad, El Salvador, fue responsable del programa de Becas de la Fundación Cristiana para Niños y Ancianos. Además, Hermana Ruth estuvo a cargo de Romero, un hogar para jóvenes estudiantes mujeres en la Comunidad Oscar Arnulfo Romero (COAR) Ella también fue Directora Asistente de Formación y Representante Legal para la Congregación en Guatemala. Elegida para un término de cuatro años como Consejera en el 2010, Hermana Ruth está actualmente sirviendo como parte del Equipo de Liderazgo de la Congregación. Ella recuerda que el momento más memorable de su vida pasó cuando estaba trabajando en El Amparo de San José. Los residentes allí eran ancianos abandonados, especialmente los que tenían impedimentos físicos y mentales. “Ellos me enseñaron mucho sobre amor, compasión, sinceridad y simpleza”. “También me enseñaron a compartir y a no ser egocéntrica. La mayoría del personal me mostró como confiar en la Providencia de Dios y eran testimonio de ser servidores con un corazón alegre. Esta fue una experiencia muy poderosa para mí.” JUBILEO DE PLATA Hermana Vicenta Miranda Hermana Vicenta Miranda nació en Hacienda San Alfonso, Tamanique, La Libertad, El Salvador, en 1956. Fue la primera de siete hijos. Aunque creció sin juguetes manufacturados, ella dijo que realmente disfrutó su infancia y apreciaba las muñecas de trapo que su madre hacía para ella. Como mujer laica comprometida, ella estaba involucrada en el ministerio parroquial: enseñanza en la Liturgia de la Palabra, preparación de niños para recibir los Sacramentos, trabajo con la catequesis y otras actividades parroquiales. Gradualmente, ella sintió que la vida religiosa estaba en su futuro. Padre Robert Ready escuchó de sus deseos y le dijo que vaya a Zaragoza, El Salvador. Allí conoció a Hermana Stanislaus Mackey y Hermana Audrey Walsh, Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado en ministerio en COAR. Después, asistió a la Primera Profesión de Votos de dos de las Hermanas de la Congregación. Ella quería ver cómo vivían las Hermanas. Recuerda, “Me gustaba el estilo de vida de las Hermanas y el trabajo que hacían. ¡Y es así cómo empezó esta gran aventura para mí!” Hermana Vicenta hizo su Primera Profesión de Votos en 1987 en la Iglesia de San Sebastián en Guatemala, y su Profesión de Votos Perpetuos en 1994 en la Basílica de Esquipulas, también en Guatemala. Mientras continuaba su educación, Hermana Vicenta estuvo en misión en COAR, ayudando a cuidar a los niños. Ella trabajó en enfermería en Chiquimula, Guatemala y en el Hospital Nacional en Huehuetenango, Guatemala, y en la promoción de jovencitas en Casa Claudio en Esquipulas, Guatemala. Estuvo involucrada en la Promoción de Vocaciones en Guatemala y El Salvador. Previamente, Hermana Vicenta sirvió en ministerio supervisando la construcción de la Casa de Retiro y Casa de Formación en Pachalí, Santiago Sacatepequez, Guatemala. Actualmente ella está estudiando Teología Feminista y trabajando con los ancianos en el Hogar San Vicente de Paúl en El Salvador. Los momentos más memorables de su vida religiosa fueron cuando trabajó con los niños en COAR, las jóvenes y gente de la calle. Su consejo a alguien considerando la vida religiosa es estar presente con el Señor. El Verbo Entre Nosotros 9 NUESTRO NOMBRE “¿Qué hay en un nombre?” escribió William Shakespeare; “. . . una rosa con cualquier otro nombre olería igual de dulce.” Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado Por Pat Kerwin 10 El Verbo Entre Nosotros El significado de un nombre puede haber sido fácilmente rechazado por los jóvenes enamorados, Romeo y Julieta, pero la historia muestra que el poder de un nombre puede perdurar a lo largo de los siglos. Los apellidos llevan el recuerdo de generaciones pasadas – algunas veces para bien, y a veces para mal; los nombres nacionales y corporativos provocan memorias de acciones valientes y éticas así como de hechos vergonzosos. El nombre de una congregación religiosa tiene un significado más allá de un simple contexto de historia, porque a menudo su nombre está integrado con las ricas tradiciones espirituales y con el carisma de la misma congregación. ¿Cuál es el significado del nombre: Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado? Antes de explorar las riquezas teológicas y espirituales de este nombre, sería bueno revisar un poco de historia para comprender mejor los orígenes de la Congregación. En 1866, la Diócesis Católica de Galveston abarcaba todo el estado de Texas. Era un extenso terreno escabroso que acababa de salir de la Guerra Civil y estaba plagado por epidemias de cólera, fiebre amarilla, y sufrimiento humano de muchas clases. Los recursos para el cuidado de los enfermos, los moribundos, y los huérfanos eran extremadamente limitados. Claudio María Dubuis era el Obispo de Galveston. Había llegado a Texas desde el área cerca a Lyon, Francia, cuando era un joven sacerdote – ordenado apenas por un año. Él había mostrado un gran celo por la misión de Texas y se había distinguido en sus primeras asignaciones en Castroville y San Antonio. Sin embargo, cuando fue nombrado el segundo Obispo de esta vasta diócesis, vio con mayor claridad las enormes necesidades de sus fieles. Él hizo un llamado a la Orden del Verbo Encarnado en su Francia natal para que le ayuden enviando hermanas enfermeras para servir a los enfermos. La orden francesa era de claustro en ese entonces y ellas se dedicaban principalmente al ministerio de educación, pero su Superiora, Madre Angelique Hiver, le prometió al Obispo Dubuis de que si él encontraba a jóvenes para su misión en Texas, ella las prepararía como religiosas y las formaría en la espiritualidad del Verbo Encarnado. El Obispo tuvo éxito en encontrar tres jóvenes – enfermeras religiosas en un hospital en Lyon, a pocos pasos del monasterio del Verbo Encarnado. El Verbo Entre Nosotros 11 Las tres acompañaron al Obispo Dubuis al monasterio dónde recibieron lo que debe haber sido el programa de formación más breve en la historia de vida religiosa; seis días después de subir la colina sagrada hacia el monasterio, y dos días después de haber recibido el hábito de esta nueva familia religiosa, la nueva congregación de tres zarpó hacia Texas llegando a las costas de Galveston un mes después el 25 de octubre, 1866. Las edades de las tres mujeres fluctuaban entre 27 y 33 años. Llegaron a una ciudad porteña desesperaba por atención médica. Por medio de arduo trabajo y gran fe, ellas iniciaron un legado que se convertiría en cientos de otras mujeres que seguirían: la construcción de un sistema de cuidado de salud católico, enseñanza en escuelas católicas, haciendo ministerio en centros de retiro y por medio de obras de justicia y caridad en los Estados Unidos, y en Irlanda, Guatemala, El Salvador, y Kenia. ¿Qué inspiró a estas primeras jóvenes y a las muchas otras que vendrían después de ellas? Fue un llamado de Dios articulado por medio del Obispo Dubuis, su fundador: “Nuestro Señor Jesucristo, sufriendo en las personas de una multitud de enfermos y necesitados de toda condición, busca alivio en sus manos”. Las Hermanas lo reflejarían algunos años más tarde en sus Constituciones: “Nuestro fundador, el Obispo Claudio M. Dubuis, quiso que nuestra Congregación sea una mezcla de dos grandes tradiciones en la Iglesia. Como Hermanas de la Caridad sus miembros sirven a los enfermos y necesitados; como Hermanas del Verbo Encarnado honran de manera especial la sagrada humanidad de la Palabra Eterna, modelando su amor y sus vidas en la de ella. El misterio de la Encarnación – el maravilloso cumplimiento del deseo eterno de Dios de llegar a ser uno con la humanidad, redimiéndonos para que podamos participar en la vida Divina, es el misterio central de nuestra fe cristiana. Es el momento desde el cual todo el mundo mide el tiempo – antes o después de Cristo. Y ha sido objeto de escritos y reflexiones a través de los siglos por los santos, místicos y narradores de hoy en día. John Shea cuenta este misterio a través de los ojos de una niña: Tenía cinco años, segura de las cosas, y las recitaba con lenta solemnidad, convencida de que cada palabra era una revelación. Dijo que eran tan pobres que solo tenían emparedados de mantequilla de maní y mermelada para comer y que fueron muy lejos de su casa sin perderse. La señora montaba un asno, el hombre caminaba, y el bebé estaba dentro de la señora. 12 El Verbo Entre Nosotros Se tuvieron que quedar en un establo con un buey y un asno, pero los Tres Hombre Ricos los encontraron porque una estrella iluminaba el techo. Vinieron los pastores y podías acariciar a las ovejas pero no les podías dar de comer. Luego nació el bebé. ¿Y sabes quién era? Los ojos de la niña se volvieron tan grandes como monedas de plata. El bebé era Dios Y ella saltó en el aire, se dio la vuelta, y se zambulló en el sofá, y hundió su cabeza bajo el cojín que es la única respuesta apropiada para las Buenas Nuevas de la Encarnación. “La Oración Navideña de Sharon” La Hora de lo Inesperado. San Agustín escribió sobre la Encarnación un poquito más teológicamente: “¿Qué gracia más grande podía Dios habernos concedido que hacer que su único Hijo sea hijo del hombre, para que el hijo del hombre pueda a su vez convertirse en hijo de Dios? Pregunta si era merecido; pregunta por la razón, por su justificación, y ve si vas a encontrar cualquier otra respuesta que no sea pura gracia.” [Sermón 185: PL 38, 997-999] Nadie habló del misterio de la Encarnación más poéticamente que el amado discípulo, Juan, en el prólogo de su evangelio: En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios. …. Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad. Las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado se basan en la espiritualidad de la Encarnación – un misterio que por siempre cambió nuestra manera de mirar a Dios, al mundo, y a toda persona humana. Cual el Dios invisible tomó carne humana en Jesús, el Verbo Encarnado, él reveló la naturaleza de Dios como una comunidad de personas que viven en amor, igualdad, y mutualidad. Hizo visible el compromiso de Dios con la humanidad y su historia, y selló un nuevo pacto irrevocable en su sangre. En su propia carne, el Verbo Encarnado reveló el amor incondicional de Dios por toda la humanidad. Al mismo tiempo, por medio de la encarnación, Dios escogió compartir su propia vida con nosotros – haciéndose humano para que los humanos puedan llegar a ser divinos. La humanidad, hecha a la imagen de Dios en la creación, ahora lleva la imagen del Hijo por medio de la incorporación en su Cuerpo. Siendo redimidos, no puede haber dualismo en nuestra mente sobre el mundo o sobre la persona humana. La dignidad de cada persona humana es la base de la teología encarnada y de todo aspecto de nuestra vida humana manifestada de acuerdo al diseño de Dios es bueno y santo. El místico moderno, Thomas Merton, experimentó una epifanía de la Gloria y bondad de Dios en la humanidad en una esquina de la calle: “En Louisville, en la esquina de Fourth y Walnut, en el centro de la zona comercial, de repente me sentí abrumado con la idea de que amaba a todas esas personas, que eran mías y yo de ellas, que no podíamos ser extraños el uno con el otro a pesar de que éramos totalmente desconocidos. “Tengo la inmensa alegría de ser hombre, miembro de una raza en la cual Dios Mismo se encarnó. Como si los dolores y estupideces de la condición humana me podrían abrumar, ahora me doy cuanta de lo que todos somos ¡Y si solamente todos se dieran cuenta de esto! Pero no se puede explicar. No hay forma de decirle a la gente que todos están caminando brillando como el sol”. La espiritualidad de la encarnación nos llama a VER la faz de Cristo “caminando brillando como el sol” en cada hermano y hermana; y nos llama a SER la presencia de Cristo con todos los que conocemos. Sin duda esto se ha visto en los 146 años de presencia y servicio de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. Ellas escucharon y respondieron al llamado espiritual de ser “Evangelios de Amor” – haciendo el amor de Dios visible en Jesús una realidad en el mundo. Su generosidad para con los pobres, su compasión por los enfermos, su crianza de los huérfanos debido a las epidemias tan antiguas como el cólera y tan recientes como el VIH-SIDA, su defensa de la justicia para los marginados, su obra en programas de alfabetización para el inmigrante, y su sinnúmero de obras de misericordia conocidas solo por Dios han sido un testimonio viviente de que la obra de la encarnación continúa en la historia humana por medio de los que son discípulos de Cristo. Sin embargo, las Hermanas serían las primeras en decirnos que esta espiritualidad no es solo de ellas; es la espiritualidad fundamental de todo cristiano. Cada uno de nosotros, hecho a la imagen de Dios, es hecho para la comunidad, para la amistad, para vaciarse en favor de otros. El amor de Dios se encarna y se concreta en la historia humana; nuestra respuesta a la encarnación del amor de Dios también debe concretarse en las circunstancias ordinarias de nuestra vida cotidiana. Sucede en los eventos de la vida familiar, en ayudar a los vecinos, en comunidades parroquiales, en las arenas cívicas y políticas, en las decisiones que defienden el bien común. En El Santo Anhelo, Ronald Rolheiser, OMI, recuerda una parábola por el escritor Nikos Kazantzakis sobre ver la presencia y la gloria de Dios en lo ordinario. Él escribe: Un hombre se acerco a Jesús y se quejó del ocultamiento de Dios. “Maestro” le dijo, “Soy viejo. Durante toda mi vida siempre he guardado los mandamientos. Todos los años de mi vida adulta, he ido a Jerusalén y he ofrecido los sacrificios prescritos. Todas las noches de mi vida, no me he acostado sin decir mis oraciones primero. Pero…. Miro a las estrellas y a veces a las montañas – y espero, espero que Dios venga para poder verlo. He esperado por años y años, pero es en vano. ¿Por qué? ¿Por qué? ¡ésta es mi gran queja, Maestro! ¿Por qué Dios no se muestra?” Jesús sonrió y respondió suavemente: “Hubo una vez un trono de mármol en la entrada oriental de una gran ciudad. En este trono se sentaron tres mil reyes. Todos ellos le pidieron a Dios que apareciera para que pudieran verlo, pero todos se fueron a sus tumbas sin que se cumplieran sus deseos. Entonces cuando los reyes habían muerto, un paupérrimo, sin zapatos y hambriento, vino y se se sentó en el trono. “Dios”, susurró, “los ojos del ser humano no pueden mirar directamente al sol, porque se volverían ciegos. ¿Cómo, entonces, Omnipotente, te pueden ellos mirar directamente? Ten piedad, Señor, modera tu fuerza, rebaja tu esplendor para que yo, que soy pobre y afligido, pueda verte!” “Entonces – escucha, anciano – Dios se convirtió en un pedazo de pan,una taza de agua fresca. una una túnica tibia, una choza, y en frente de la choza, en una mujer amamantando a un bebé. ‘Gracias, Señor’ susurró el paupérrimo. ‘Te humillaste por mi bien. Te convertiste en pan, agua, una túnica tibia y una esposa e hijo para que te pueda ver. Y te vi. Me inclino y adoro tu amado rostro de muchos rostros.’ El Verbo Entre Nosotros 13 “Dios se hace carne,” Rolheiser dice, “para que cada hogar se haga iglesia, cada niño se haga como Cristo, y que toda comida y bebida se hagan sacramento. Las muchas caras de Dios están ahora en todo sitio, en la carne, moderada y rebajada, para que nuestros ojos humanos lo puedan ver. “Dios, en su rostro de muchos rostros, se ha hecho accesible, y visible, como la llave de agua más cercana. Ese es el por qué de la encarnación.” ¿Dónde vemos los signos de la encarnación hoy? De seguro los vemos en la belleza de la creación y en la alegría del amor humano; en la risa de un niño o las lágrimas de los solitarios; en una sonrisa, en la compasión de amigos y extraños. Y también vemos la encarnación en el dolor. En Concilio Vaticano Segundo, la Iglesia nos recordó que la faz de Cristo está encarnada en los marginados y en los que sufren; tenemos una obligación particular de reconocer y estar en solidaridad con ellos escribieron los Padres del Concilio: “La alegría y esperanza, el dolor y ansiedad de la gente de este tiempo, especialmente los que son pobres o en alguna manera afligidos, son también la alegría y esperanza, el dolor y ansiedad de los seguidores de Cristo”. Gaudium et Spes, 1 No podemos encender la televisión ni leer un periódico hoy sin ser confrontados con el sufrimiento en todo rincón del mundo. Estamos acosados por las imágenes de devastación en las victimas inocentes de la guerra y violencia en México, en Siria, en los asesinatos sin sentido en los Estados Unidos en Colorado y Wisconsin, y en toda el África Subsahariana. Vemos los cuerpos demacrados de los que mueren de hambre en las portadas de revistas que se exhiben junto a libros de la dieta de última moda que nos va a ayudar a perder las extras libras que hemos ganado en nuestras mesas de abundancia. El consumo excesivo de los recursos de la tierra por unos pocos, garantiza que muchos no van a tener lo mínimo necesario para la supervivencia. Estos recordatorios podrían dejarnos un sentido de desesperanza – si no fuera el hecho de que somos discípulos del Verbo Encarnado. En la Encarnación Dios ha escogido dejar que su poder fluya por la carne humana – la carne de Jesús, y la carne de los seguidores de Cristo. En nuestra oración, no es suficiente pedirle a Dios que resuelva los problemas; estamos llamados a ponerle piel a nuestra oración y tomar la iniciativa como Cuerpo de Cristo para sanar los sufrimientos del mundo. Santa Teresa de Ávila lo dijo muy bellamente: Cristo no tiene otro cuerpo que el tuyo, No tiene manos ni pies en la tierra excepto los tuyos. Tuyos son los ojos a través de los cuales 14 El Verbo Entre Nosotros él mira al mundo con compasión. Tuyos son los pies con los que él camina para ir haciendo el bien. Tuyas son las manos con las que ahora él nos va a bendecir. Por medio del Bautismo, estamos llamados de una manera singular a usar nuestros dones dados por Dios para seguir este llamado de Cristo de ser una hermana amorosa, un hermano amoroso de aquellos a quienes encontramos cada día. Al permitirnos estar realmente abiertos al Espíritu de Dios, nos convertimos en personas centradas en el camino del Verbo Encarnado expresadas tan bellamente en las Bienaventuranzas. Abandonando el poder y beneficio del mundo, optamos por ser pobres de espíritu, ser constructores de paz; en nuestras relaciones con otros elegimos actuar con compasión y misericordia, trabajar por justicia para todos, y consolar a los afligidos y sufrientes. Literalmente, en las palabras de San Pablo, fijamos nuestros corazones en los dones más grandes – el más grande de todos es amor. Las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado abrazan este llamado con todo el corazón en sus propias Constituciones cuando escriben: “En nuestra misión de encarnar el amor del Verbo Encarnado, somos conscientes de que en cualquier forma de ministerio que desarrollemos, nuestras vidas deben ser un testimonio convincente de la presencia de Jesucristo. … nuestro deseo más profundo es promover en todo momento la dignidad fundamental de la persona, demostrando de este modo nuestro carisma encarnacional.” [47, 49] El nombre de la Congregación, las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado merece nuestra reflexión – y lo que adoptamos en nuestras propias vidas. Si la caridad es sinónimo de amor y el Verbo Encarnado es la presencia de Dios hecha visible en forma humana, entonces, por virtud de su nombre, las Hermanas reconocen su llamado de ser la encarnación del amor de Dios hecho visible en el Dios hombre, Jesucristo. Ellas dan testimonio de manera audaz y profética del llamado que cada cristiano recibe como seguidor de Jesús. Que cada uno de nosotros viva el poder de ese nombre mientras crecemos diariamente en nuestro deseo y nuestra capacidad de manifestar el amor del Verbo Encarnado en nuestras vidas y de reconocer a Cristo revelado en toda la humanidad. Alabado sea el Verbo Encarnado. Por siempre. Celebrando 25 Años CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DEL VERBO ENCARNADO - HOUSTON, TEXAS U n lugar de silencio, belleza, sanación y esperanza, que está abierto a todos los que están buscando a Dios. Ruah no puede traducirse por ninguna palabra en español. Es una palabra hebrea que algunas veces indica el aliento de la fuerza de vida, viento, el movimiento del aire, o espíritu. En la escritura hebrea “ruah elohim” es el viento creativo del Señor. Usamos formas circulares como símbolos de Ruah. El círculo es un antiguo símbolo cristiano para Dios, comunidad y el universo. Nuestros círculos están en movimiento, como sugiere T.S. Eliot “punto de quietud en un mundo que gira”, Dios es el centro silencioso y el movimiento circular es nuestro girar alrededor enfocándonos en nuestro centro creativo. En el oriente, el círculo es un símbolo de iluminación. liderazgo escuchó el llamado de explorar la manera de compartir responsablemente la belleza y la amplitud de los edificios y terrenos de la Villa de Matel para dar uso a los espacios no utilizados. En noviembre, 1986 la idea que eventualmente empezó a destacar fue la posibilidad de iniciar un ministerio que estaría en continuidad con la espiritualidad de la Congregación y serviría a las CENTRO RUAH SU CORTA HISTORIA Y DESARROLLO Principios A mediados de la década de 1980, el liderazgo de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado tomó conciencia que la Villa de Matel, la Casa Matriz de la Congregación, tenía espacio que se podría utilizar mejor. La Villa, situada en 65 acres en el sureste de Houston, había albergado la mayoría de los programas de formación inicial para postulantes y novicias desde 1925. Sin embargo, a finales de la década de 1970 y en la década de 1980, las jóvenes que entraban a la Congregación en Centro América y en África estaban recibiendo sus experiencias de formación inicial dentro de sus propias culturas, y aquí en los EE.UU., el programa de formación se había mudado de la Villa para implementar mejor las metas de formación a luz de la convocatoria del Concilio Vaticano II. Lo que una vez fueron atareadas aulas, oficinas y dormitorios ahora estaban vacíos la mayoría del tiempo. Más aún, la Capilla de la Villa era conocida como un lugar de oración, belleza y excelente acústica. Estaba atrayendo a muchas personas en el área. En ese contexto, el Hermanas y a otros. Se pidió a Hermana Mary Adeline O’Donoghue que explorara el ofrecimiento espiritual que más se necesitaba en el área de Houston e investigara lo que algunas otras Casas Matrices habían hecho con sus espacios a medida que el número de personas que entraban a su forma de vida disminuyó. La única dirección específica que ella recibió del Equipo de Liderazgo de la Congregación fue que la nueva entidad no debía duplicar lo que otros centros de retiro en el área de Houston ya estaban haciendo. Era claro para Hermana Mary Adeline, que fue nombrada directora del nuevo ministerio, que cualquier cosa que se iniciara no debería competir activamente con estos centros. El primer paso que Hermana Adeline tomó fue reunir a un grupo diverso del área de Houston que escucharía con ella y con otros miembros de la Congregación para discernir las necesidades y enfocar el posible ministerio. Ella le explicó al grupo las direcciones que le habían dado y se tuvieron muchas reuniones. El proceso produjo una declaración de misión que fue aprobada por la Superiora General, Hermana Jean Ann Godsell y el Consejo. Esa declaración dice que el nuevo ministerio de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado debía enfocarse particularmente en promover la recreación del espíritu humano. Su trabajo principal sería planear dar la bienvenida a personas o grupos que buscan sanación ofrecida por un entorno de belleza, tranquilidad, y reverencia por toda la vida. Ese documento aún provee dirección para la planificación anual del ministerio. Además de la declaración de misión, el proceso inicial de discernimiento también produjo el nombre para el ministerio: Ruah. Palabra hebrea para aliento o viento de Dios, Ruah, se menciona por primera vez en el Génesis: Todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. Nosotros en el Centro Ruah continuamos capitalizando sobre el rico significado de esta palabra hebrea al dar la bienvenida a las personas que vienen aquí. Continuamos invitándolas a intencionalmente prestar atención al aliento, al toque, a la suave sanación del amor de Dios en sus corazones. El caos de sus vidas diarias gradualmente se retira cuando la experiencia de soledad y silencio apoya su búsqueda llena de fe. Ruah oficialmente abrió el 1 de enero, 1988, la Solemnidad de María, la Madre de Dios. En el 25 aniversario de su apertura, 1 de enero, 2013, la Congregación celebrará las Vísperas Solemnes de esa fiesta en la Capilla de la Villa, y pedimos que María continúe inspirándonos a crecer en apertura a las obras del Espíritu mientras tratamos de ser, con otros, extensiones del Amor Encarnado en nuestras propias situaciones. Silencio un Requerimiento para Admitir Grupos en Ruah El grupo involucrado en la concepción de Ruah había discernido la necesidad de un lugar de oración en esta área que, por así decirlo, se especializaría en la promoción y protección del silencio como un don y una disciplina necesaria para el discernimiento. Eso significaba que no íbamos a ofrecer seminarios o talleres de trabajo en equipo ya que otros centros hacen eso muy bien. Hubiera sido fácil caer en esa modalidad, pero nos hemos mantenido firmes, y los huéspedes que buscan pasar tiempo aquí, ya sea personalmente o como grupos, han sido llamados a abrazar la disciplina del silencio. Durante los años siguientes, Ruah calladamente ha estado atrayendo a personas de la comunidad de Houston y otros lugares, y hoy se le conoce como un lugar con un enfoque intencional en el silencio y como un lugar de escucha compasiva por el Verbo Encarnado, quien también necesitaba retirarse a lugares tranquilos. Podemos afirmar que la dirección discernida por ese grupo inicial ha dado frutos, Ruah ha llevado a la gente a sus corazones donde aprenden a descansar en la presencia de Dios dentro de ellos, y el mismo Aliento de Dios los ha enviado con confianza a proclamar las Nuevas del Amor de Dios en las calles de sus vidas. Muchos de ellos, de diversas maneras, nos han dado el mensaje de que, efectivamente, el silencio es un remedio para los males de la sociedad. Hospitalidad y Generosidad de la Congregación Hace poco uno de nuestros huéspedes de habla hispana, que está aprendiendo inglés, escribió: “Gracias Hermana por abrir la puerta.” Me tocó el corazón y me recordó de tantos que a lo largo alcance de Ruah en la comunidad hispana. Estamos agradecidas a estos donantes y a nuestros huéspedes habituales cuyas generosas ofrendas apoyan el ministerio de Ruah. Las Parteras del Espíritu – Religiosas y Laicas de los años nos han dado mensajes similares. Estamos agradecidas a todas esas Hermanas que indirectamente han hecho posible este ministerio en su casa, y la gente sabe que la Villa es donde viven muchas Hermanas. ¡Y tenemos la generosidad! Hemos apreciado que por casi 25 años el liderazgo Congregacional ha aprobado ofrecer los servicios de Ruah a base de donaciones. Hemos tenido la libertad de invitar a los que preguntan sobre cobros a decidir en luz de las palabras de San Pablo a los Corintios: Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre. Algunos han dado mucho más de lo que les hubiéramos cobrado y otros, que no hubieran venido si hubiéramos cobrado, vinieron y dieron un poquito. Aquellos a quienes les dimos la bienvenida incluso si no podían pagar, enviaron cheques con notas diciendo algo como: “Cuando no tenía trabajo ustedes me animaron a seguir adelante y ahora puedo decir gracias.” Ocasionalmente Ruah recibe regalos de amigos de Ruah, y algunos han sido destinados para una mejora específica o servicio que prestamos. Uno de ellos ha sido designado para ayudar al programa de …toda la creación… ha estado gimiendo en un gran acto de dar a luz… y no solo la creación sino también todos los que poseen las primicias del Espíritu… San Pablo. Desde el principio, la dirección espiritual ha sido un componente mayor de Ruah, y hemos tenido la bendición de tener una variedad de directoras espirituales que han servido aquí. Miembros de la Congregación tales como Hermanas Kathleen Smith, Mary Tobin, Brenda Williams y Ann Margaret Savant han reflejado el carisma y espíritu de la Congregación con sus dones especiales. Ellas han hecho contribuciones inmensurables para desarrollar el ministerio y en donde sirven ahora, las reconocemos, y también recordamos con cariño a dos otras que ahora disfrutan de la presencia inmediata de Dios, es decir nuestra propia Hermana Venard Moran y Hermana Margaret Cussen, miembro de la Hijas de María y José. Varios directores espirituales han hecho y continúan haciendo invalorables contribuciones en dirección espiritual y / o participando en entrenamientos y grupos para directores. Entre ellos se encuentran: Maureen Bacchi, Kathryn Stelmak, el Rev. Mike Gemignani, Hermana Mary Pat Driscoll, Hermana Josepha O’Brien, Stephanie Harrison, Geneva Green y Jenella Smith. También, Eugenia Rust, Nance Weir y Jana Ryder han ofrecido muchas horas voluntarias ayudando al personal de Ruah de muchas maneras. Cuando sentimos el clamor del Espíritu llamándonos a llegar a nuestros vecinos, Hermana Rose Scanlan, que había estado sirviendo en el Centro St. Austin como maestra de inglés como segunda lengua, fue instrumental en expandir y dar forma a una estructura para una creciente y vibrante rama de Ruah para nuestra comunidad hispana. Ahora Rachel Rodríguez y Janet Mayorga con confianza y creatividad dirigen ese aspecto de Ruah en St. Austin. Ciertamente una de las ayudantes más fieles ha sido nuestra comprometida sacristana, Hermana Esther Marie O’Farrell, que siempre está dispuesta a ayudar- nos con Liturgias, Servicios de Taizé y otros eventos en la capilla. Además de la ayuda de muchos trabajadores laicos de la Villa de Matel, bajo el liderazgo de tanto Hermana Lucille Desmond como Hermana Rachel O’Keeffe respectivamente, otras personas laicas han hecho ministerio directamente con nosotras en Ruah. Ellas dieron forma y apoyaron el desarrollo de Ruah empezando con Kathryn Fitzgerald, Cathy D’Eramo y Barbara Rooney. Ahora, Janet Troy y Kaye Johnson traen dedicación y creatividad mientras sirven con alegría y generosidad ejercitando liderazgo e influencia en sus áreas. Ellas no solo ofrecen dirección espiritual y dirigen grupos sino que tocan a nuestros huéspedes por medio de exposiciones, panfletos, servicios de oración, plantas y flores y atención a las temporadas litúrgicas. Su flexibilidad ha sido un don y ambas dicen que han crecido de muchas maneras diferentes, recibiendo y dando bendiciones. Durante los primeros 18 años de la vida de Ruah, Hermana Adeline, Directora, también sirvió como Vicaria para Religiosos para la Diócesis de Galveston-Houston. Ella no hubiera podido hacerlo sin la asistencia capaz de sus compañeras de trabajo en Ruah. Continuidad en medio de Discontinuidad Ruah ha sido enormemente bendecida por haber nacido y crecido en este bello edificio de la Villa en estos campos sagrados. Cambios, crecimiento y desarrollo han marcado la historia de Ruah; sin embargo, ha habido un hilo de continuidad que ha mantenido claro el enfoque. Inicialmente las Hermanas comisionaron a Ruah para que sea un recurso para tanto ellas como para la comunidad de Houston. En ese tiempo muchas Hermanas estaban todavía en ministerio activo en hospitales, escuelas, y muchas de ellas venían a Ruah para sus retiros anuales de ocho o seis días. A medida que más Hermanas se jubilaban, el personal de Ruah las ayudaba en sus comunidades aquí, pero ahora sus necesidades espirituales se suplen de diferentes maneras. Gradualmente menos Hermanas venían a Ruah, al mismo tiempo, empezamos a notar grandes números de personas laicas que buscaban renovación aquí. Algunas venían por días, otras por fines de semana, pero pocas podían hacer retiros más largos. Hubo una explosión en el número de las que buscaban dirección espiritual personal. Entonces, se hicieron algunos cambios desde el exterior, invitándonos a escuchar a Dios. Se han hecho otros cambios desde el interior. Hemos aprendido a prestar atención a lo que parece funcionar, lo que realmente re-crea los espíritus humanos confiados a nosotras, y qué emerge como anhelos profundos de grupos que han venido a menudo. Cuando notamos que pocas personas laicas podían venir a nuestros retiros de seis u ocho días, escuchamos el llamado de ofrecer mini retiros. Otro ejemplo es la iniciativa de programar experiencias de Oración Taizé en la Capilla de la Villa e invitar al público. Ese movimiento surgió de escuchar con un grupo de la Iglesia Bautista Willow Meadows, quienes inicialmente lo dirigían. Más tarde, los Amigos de Taizé tomaron el liderazgo bajo la dirección de Elizabeth Turner, su esposo Al, y Bridget Wenk. El planeamiento anual del Personal de Ruah es un proceso de oración para tomar decisiones sobre retener ofrecimientos actuales o añadir nuevos. Todo se hace en luz de la declaración de misión original, que nos llama a enfocarnos en promover la recreación del espíritu humano y a dar la bienvenida a personas que buscan sanación ofrecida por un entorno de belleza, tranquilidad, y reverencia por toda la vida. Ha servido como nuestra ancla de continuidad. Por lo tanto, todo lo que Ruah ofrece en ministerio, todo cambio que hacemos, toda restricción que nos ponemos a nosotras mismas y a otros, es en servicio de esto: permitir a las personas escuchar y confiar en el Ruah de Dios dentro de sus propios corazones. Sí, ponemos restricciones en nosotras mismas como personal. Fluyen de la reflección sobre nuestros hábitos de trabajo, dándonos cuenta de la influencia de la cambiante cultura que influye no solo a nuestros huéspedes sino también a nosotras. Regularmente nos pedimos a nosotras mismas crecer en prestar atención al Espíritu de Verdad durante nuestras juntas de personal, supervisión por compañeros y sesiones de entrenamiento. Lo Que Vemos Ahora A lo largo de los años hemos notado que el Centro Ruah se ha convertido en algo que nunca planeamos deliberadamente y podemos decir que Ruah da un buen ejemplo de lo que significa ser católico: cen- trado, pero a la vez dando la bienvenida a personas de muchas denominaciones cristianas y de otras tradiciones de fe. Atrae a muchos que han sido ofendidos o desilusionados por la Iglesia en la cual han crecido, y proporciona experiencias que inician la reconciliación. Más aún, Ruah también se conecta con nuestros vecinos hispanos a los que ofrecemos apoyo en su fe y les enseñamos varias formas de oración. Por último, podemos afirmar que Ruah se está convirtiendo en un centro ecuménico e interreligioso, donde el silencio es un idioma común por el cual el Amor de Dios cura y unifica. Hoy después de 25 años, estamos listas para celebrar que en lo que nos estamos convirtiendo juntos en Cristo es en sí mismo nuestra mejor manera de hacer ministerio con aquellos que Dios nos envía. Es la obra del mismo Espíritu que cubrió a María y continúa llamándonos a decir: Alabado Sea el Verbo Encarnado. Este artículo es el fruto de un esfuerzo de equipo de Hermana Mary Adeline O’Donoghue, Janet Troy y Kaye Johnson, de izquierda a derecha en la foto de la página opuesta. La naturaleza de Dios es un círculo cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna. – Empédocles CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DEL VERBO ENCARNADO - HOUSTON, TEXAS Villa de Matel | 6510 Lawndale Street | Houston, Texas 77023 | 713-928-0053 | lashermanasdelacaridad.org © 2012 DERECHOS RESERVADOS. Cualquier uso de estos materiales, incluyendo reproducción, modificación, distribución o re-publicación, sin el consentimiento previo y por escrito de las HERMANAS DE LA CARIDAD DEL VERBO ENCARNADO, está estrictamente prohibido. H ermana Martina Casey era una mujer gentil, amable y humilde. Y, aunque pequeña de estatura, era una gigante en el campo de educación de enfermería. Ella inspiraba respeto y se ganó el cariño de los estudiantes a su cargo. Durante su ministerio como Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado en la Escuela de Enfermería St. Joseph, en el Departamento de Enfermería del Colegio del Sagrado Corazón y en la Facultad de Enfermería de la Universidad St. Thomas, todos en Houston, Hermana Martina hizo cambios que ayudaron a desarrollar el rol de las enfermeras en el cuidado de la salud en Texas, la nación y de hecho en otros países. Aunque ella falleció hace quince años, el innegable legado de Hermana Martina vive hoy. Hermana Martina: El legado vive El 29 de mayo, 2012, la Facultad de Enfermería de la Universidad St. Thomas abrió sus puertas otra vez después de haber estar cerradas por más de 25 años. Veintiocho estudiantes de enfermería en la Clase del 2014 asistieron al primer día de clases. Ellos son los primeros estudiantes de enfermería en UST desde que la facultad previa cerró en 1986. El renacimiento de la facultad se produjo en gran parte por medio de la Asociación de Exalumnos de Enfermería, muchos de los cuales fueron educados e inspirados por Hermana Martina. Hace algunos años, la ex alumna Carol Peavy instó al Presidente de UST, Dr. Robert Ivany, que considerara esta posibilidad. Lo que siguió fueron numerosas juntas que involucraron a exalumnos, ejecutivos de cuidado de la salud, decanos de facultades de enfermería, y ciudadanos locales. Se creó un Consejo Asesor de Enfermería compuesto de 60 ciudadanos, y exitosamente llevó esta idea a la realidad. Donaciones de Carol y Odis Peavy de $2.5 millones, junto con las de la Asociación de Exalumnos de Enfermería, la Fundación Cullen para el Cuidado de la Salud, la Fundación Cullen para Educación Superior, la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, Houston, Texas, y de la comunidad, pusieron los planes en marcha. Hoy el programa de Licenciatura de Ciencia en Enfermería en la Universidad de St. Thomas es un programa de cuatro años de duración que se enfoca en enfermería centrada en el paciente por medio de un curriculum de sanación y cuidado holístico. El Dr. Poldi Tschirch, quien ha servido por 30 años en práctica clínica y en enseñanza de enfermería en la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston, fue nombrado Decano de la Facultad de Enfermería. “Cuando me encuentro frente a retos difíciles, pienso en Hna. Martina y obtengo inspiración de ella,” dijo el Dr. Tschirch. “La influencia que ella tuvo en sus estudiantes es evidente en la manera en la que sus enfermeras se han conducido con lo mejor de sus habilidades y con el El Verbo Entre Nosotros 23 cuidado amoroso que dado a cada paciente. De los profesores y estudiantes por igual, he oído que ella era una mujer extraordinaria.” Hna. Martina empezó su tenencia como Directora de Enfermería en la Escuela de Enfermería St. Joseph en Houston en 1943. Su nombramiento a tan temprana edad de experiencia como enfermera fue indicativo de la confianza que el liderazgo de la Congregación puso en ella. Con modestia y humildad, inicialmente ella no estaba segura que la Congregación había hecho la mejor elección. Natural de Irlanda, Hna. Martina fue una de tres hermanas de la familia Casey en entrar a la Congregación. (Ver historia en la página 26). Ella recibió un Diploma en Enfermería de la Escuela de Enfermería St. Joseph, y luego sirvió por un año como Instructora en la Escuela de Enfermería St. Mary en Port Arthur, Texas. Ella se sorprendió cuando Madre Damian Dollard, la Madre General de la Congregación, le dijo que la iba a enviar a la Escuela de Enfermería St. Joseph, Houston, como Directora de la Escuela de Enfermería. “Sentí que no tenía las cualidades necesarias para ser directora, pero fue en vano” recordó Hna. Martina en su autobiografía. “Todo lo que escuché fue, ‘Vas a estar bien, jovencita, y Dios va a bendecir tus esfuerzos.’” Cuando Hermana Martina llegó a la Escuela de Enfermería St. Joseph el 14 de julio, 1943, la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo y se necesitaban enfermeras desesperadamente. Fue una época que trajo muchos cambios en los roles de las mujeres que históricamente habían sido limitadas en sus opciones profesionales. Las mujeres empezaron a hacer trabajos en lugar de hombres que habían dejado sus trabajos para luchar por su patria. En ese tiempo, la enfermería era una tarea centrada y orientada a la enfermedad donde la dignidad de la persona en su totalidad como paciente se perdía en medio de la rutina diaria del tratamiento. “Hermana Martina y otras como ella encontraron esta adhesion a una educación limitada y prescripción de un rol rígido, aborrecible”, escribió Mavis Pennington, Clase de 1944, en un artículo para el Boletín de Exalumnos de Enfermería en octubre, 1997. “Su sentido de justicia se indignó porque las mujeres en el sistema imperante eran tratadas tan injustamente. Afortunadamente, hubo una nueva corriente, una nueva percepción del cuidado de la salud agitandose en los Estados Unidos. La Segunda Guerra Mundial con toda su miseria y pérdida de vida había demostrado que las mujeres en todo ámbito 24 El Verbo Entre Nosotros de empeño podían e iban a entrar en roles previamente realizados por hombres. En unidades del Ejército y la Marina cerca de campos de batalla, la enfermeras hacían funciones que nunca antes se les había permitido.” El primer desafío de Hermana Martina en la Escuela de Enfermería St. Joseph fue la preparación para el Cuerpo de Enfermeras Cadetes en la escuela. Este fue un nuevo programa iniciado por el Gobierno de los EE.UU. y fundado bajo el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos en un esfuerzo de proporcionar más enfermeras para las Fuerzas Armadas. Preparar un presupuesto para el programa de acuerdo con los requerimientos gubernamentales fue un desafío mayor para la irlandesa Hna. Martina quien confesó, “Nunca había manejado dinero americano y no podía diferenciar una moneda de diez centavos de una de cinco.” Afortunadamente ella recibió la ayuda que necesitaba de otra miembro de la Congregación, Hermana John Marie Crowley, quien acababa de completar su grado en contabilidad de la Universidad de Texas. “Ella fue como un regalo del cielo cuando más se necesitaba. Con su ayuda se preparó y presentó el presupuesto y fue aprobado por USPHS y estabamos en marcha,” escribió Hna. Martina. Reconociendo que se debían hacer grandes cambios en la manera que se educaban a las enfermeras, Hna. Martina llevó a cabo un plan de estudios que hacía hincapié en la dignidad de cada persona y en el cuidado de la persona en su totalidad y no solo la enfermedad. Se añadió un fuerte curso en ética a los estudios de las enfermeras. La escuela operaba un Programa de Diploma de 3 años que se desarrolló en un Programa de Colegio Menor de Enfermería por medio de la Universidad de Houston. Fue un buen programa construido sobre una base sólida. Seguidamente, con el apoyo y ánimo de la Junta Examinadora de Enfermeras de Texas y de la Congregación, Hermana Martina lideró el desarrollo de un programa de licenciatura de enfermería en conjunción con el recientemente establecido Colegio Dominico del Sagrado Corazón. Con el apoyo de las Hermanas Dominicas, el Programa de Licenciatura de Ciencias en Enfermería, el primero de su tipo en Houston, se hizo realidad en septiembre, 1948. “Aquellos que conocieron y siguieron a Hna. Martina en su búsqueda de atención de enfermería centrada en el paciente por medio de excelencia en la educación de enfermería nunca van a olvidar los profundos cambios para bien que ella influyó”, escribió Mavis Pennington. “Algunos de nosotros estamos convencidos que una santa estuvo entre nosotros en los pies de una maestra, líder y amiga.” Hermana Deenan Hubbard, una Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado, asistió a la escuela de enfermería cuando era un departamento del Colegio Dominico del Sagrado Corazón. Ella recordó “Hermana Martina creía en la Escuela de Enfermería y el efecto que tenía en el cuidado de los enfermos. Ella también creía en educar a los estudiantes no solo en lo mejor de temas clínicos de enfermería sino también en tratar a los pacientes con respeto, dignidad y cuidado genuino. Nos enseñaban a cuidar a toda la persona… no solo a la enfermedad. También nos enseñaban que las familias de los pacientes no solo eran parte de su sistema de apoyo, sino también parte de su bienestar; por lo que sus familias necesitaban ser incluidas en el cuidado.” Lo que Hna. Deenan aprendió en la escuela la ayudó en Kenia cuando ella estuvo en ministerio en el dispensario así como otras enfermeras en la Congregación fueron guiadas en su ministerio de cuidado de la salud en Guatemala, El Salvador e Irlanda. De hecho, las estudiantes de Hna. Martina, tanto laicas como religiosas, han proporcionado cuidado de enfermería por todo el mundo. Hermana Lillian Barta recordó que Hna. Martina le dijo que siempre recuerde que un paciente era una persona, no un número de habitación. En sus años en ministerio en cuidado de la salud, Hna. Lillian siempre ha practicado ese consejo. Otra ex alumna de la Escuela de Enfermería, Hna. Celeste Trahan, recuerda que fue Hna. Martina quien persistentemente le aconsejó que obtuviera un título de postgrado. Hna. Celeste, quien ahora sirve como miembro del Consejo General de la Congregación, empezó a enseñar a estudiantes en UST después de recibir su grado de maestría, que es exactamente lo que Hermana Martina quería que ella hiciera. “Ella realmente debe haber rezado mucho para que esto suceda, y ¡no ha dejado de orar e interceder para que el Programa de Enfermería sea re-iniciado en UST!” dijo Hermana Celeste. Tal era el cariño de sus estudiantes que un grupo de sus antiguos alumnos escribió un tributo a Hna. Martina que lee en parte: “Todos tenemos una persona especial, significativa que nos influye cuando empezamos el desarrollo de nuestra vida profesional. En algún lugar, en algún momento, otro ser humano llega a impresionar a un principiante, y en ese momento algo de la persona especial se transmite de una a la otra. Algunos lo llaman carisma, algunos lo llaman filosofía… y algunos lo llaman amor. Sea lo que sea, muchas de nosotros lo hemos sentido cuando Hermana Martina nos llamó por nuestro nombre, tocó nuestras manos y nos ayudó en nuestros principios como enfermeras profesionales.” El programa de licenciatura permaneció en el Colegio Dominico por 27 años, pero debido a dificultades financieras, la Escuela de Enfermería fue transferida a la Universidad de St. Thomas en 1972. Se quedó allí hasta 1986 cuando otra vez debido a dificultades financieras se cerró la Escuela de Enfermería. Hna. Martina escribió sobre las emociones en ese tiempo: “Sería imposible describir los sentimientos cuando nos dijeron que ya no era posible que la Universidad mantuviera funcionando la escuela debido a la situación financiera y que se había tomado la decisión de cerrarla con la graduación de la clase de 1986. Creo que la mejor manera de tratar de describir cómo nos sentimos sería comparándolo con el Proceso de Morir de Kubler-Ross – ira, negación, y finalmente aceptación.” Siempre modesta y humilde, Hna. Martina escribió, “Mirando hacia atrás a mis muchos años en la Escuela de Enfermería, con sus subidas y bajadas, estoy convencida de la parte que la Divina Providencia jugó en mi vida. Fui bendecida con personas maravillosas que me ayudaron. “Tuve la bendición y el privilegio de haber estado en una posición de tocar e influenciar las vidas de tantas buenas estudiantes. Sería casi imposible grabar todo lo que se llevó a cabo entre los más de 1500 estudiantes y yo en un periodo de 43 años. Debo decir que encontré que las estudiantes eran muy abiertas, honestas, y cooperadoras. Le agradezco a Dios por el privilegio de trabajar y estar asociada con ellas. Estoy segura que ellas me dieron más a mí de lo que yo les dí a ellas.” Una Cátedra en la Universidad de St. Thomas en Honor de Hermana Martina está actualmente siendo desarrollada por la escuela. La fundaciónn está casi completa pendiente de fondos adicionales. El Verbo Entre Nosotros 25 LA FAMILIA CASEY A principios de los años 1900, la familia Casey vivía en una granja en Croughmore, Mitchelstown, County Cork. Patrick y Mary Casey tenían cinco hijos, cuatro hijas, Margaret, Johanna, Elizabeth, y Sheila y un hijo, Sean. Era un hogar religioso donde la oración era tan parte de la vida diaria como el comer, dormir y jugar. Los padres guiaban el rezo del rosario todas las noches y cada uno de los hijos decía un ministerio, empezando del menor. Criaban vacas en la granja las cuales eran ordeñadas a diario. La familia tenía una huerta de verduras, algunas gallinas, pollos, gansos, patos y un par de cerdos. Hacían su propia mantequilla y eran casi auto-suficientes. Los hijos asistían a la escuela local, Escuela Nacional Ballygiblin, a una milla de distancia. Todos los días de colegio los niños tenían que caminar a la escuela que era un edificio de dos habitaciones, una para los niños y otra para las niñas. Ellos asistían a la escuela por casi 10 años o hasta que tenían 14 años de edad. No había otra educación disponible, aunque los hermanos Casey siempre alabaron la calidad de educación que recibieron. Hoy en día, el edificio aún existe pero no está en uso. Todos los niños tomaron lecciones para tocar el violín. A Johanna especialmente le gustaba tocar y a menudo tocaba en reuniones familiares o en bailes. A partir de este principio en una familia unida y cariñosa, tres de las hermanas buscaron seguir el llamado de Dios a la vida religiosa. Margaret, Johanna y Elizabeth, las mayores de los hijos, entraron a ser miembros de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. Las sobrinas y sobrinos de la próxima generación, las conocían colectivamente como “las monjas” o simplemente como Tía Peg, Tía Jo y Tía Lizzie. Hermana Pierre (Margaret Casey) Margaret fue la primera de las tres jovencitas Casey en llegar a ser miembro de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. Entró al Convento St. Michael, Carrigoran, County Clare, Irlanda, y poco después viajó con su banda de postulantes a los EE.UU. Su banda logró dos hitos importantes en la Congregación. Ellas fueron las primeras en entrar al Convento St. Michael en Carrigoran, la casa de recibo establecida para las jóvenes irlandesas que buscaban ser miembros de la Congregación. Ellas fueron el último grupo en entrar al 26 El Verbo Entre Nosotros La residencia Casey en 1929 con Patrick y Mary Casey a la derecha y sus hijos Sean, Elizabeth y Sheila Convento St. Mary en Galveston como Postulantes, y las primeras en recibir el Santo Hábito en el recientemente inaugurado Noviciado en la Villa de Matel, la Casa Matriz de la Congregación en Houston, que se acababa de mudar de Galveston. Originalmente, Margaret tomó el nombre Hermana Philomena, pero después lo cambió a Hermana Pierre cuando Philomena fue dado de baja del calendario de santos por la Santa Sede en 1964. Hizo su Profesión de Votos Perpetuos en la Villa en 1933. Hermana Pierre recibió su Diploma de Enfermera de la Escuela de Enfermería St. Mary en Galveston y un Grado de Ciencia en Educación de Enfermería de la Universidad Católica de América en Washington, D.C. Hizo estudios de post-grado en enfermería psiquiatrica en el Sanatorio De Paul en New Orleans y en el Hospital St. Elizabeth en Washington, D.C. También recibió un Grado de Maestría en psicología de la Universidad de Houston. Ella sirvió como supervisora e instructora de enfermería en varios hospitales de la Congregación en California y Texas. Fue muy respetada por su trabajo en enfermería psiquiátrica, y por su ayuda a todos los necesitados. Ella se auto describió como una mujer eclesial – una mujer que servía al Cuerpo de Cristo, la Iglesia, con lo mejor de su capacidad y con todas sus energías. Hermana Pierre falleció el 16 de agosto, 1983. En su velorio se le recordó como una persona práctica. Ella se puso metas durante su vida religiosa y se obligaba a lograrlas. Hermana Martina (Johanna Casey) La primera memoria de Hermana Martina sobre su interés de ser religiosa fue cuando su hermana mayor, Margaret, se estaba preparando para entrar al Convento St. Michael. Un tiempo después, Hermana M. de Pazzi Moriarty vino a visitar a la familia Casey. Hna. Martina después recordó, “Creo que quería ver que pasaba conmigo, porque me preguntó si todavía sentía un llamado a la vida religiosa. Cuando le dije que sí, ella dijo ‘¿Qué estás esperando? ¡Apúrate y ven ahora!’ me dijo que me podría unir a ‘un hermoso grupo de jovencitas’ que estarían partiendo para Texas a finales del año”. A los 22 años, Johanna entró al Convento St. Michael en noviembre, 1928, y partió para los EE.UU. el 28 de diciembre, 1928. “Nos sentíamos solas pero a la vez emocionadas”, escribió Hna. Martina. “Fue solo cuando estábamos en el barco que las lágrimas empezaron a fluir y todas nos sentíamos terriblemente solas. Nos dimos cuenta que estábamos dejando nuestras familias y país y quizás nunca los volveríamos a ver”. El grupo llegó a la Villa de Matel, la Casa Matriz de la Congregación en Houston el 11 de enero, 1929, y se unió a un grupo más grande que había venido antes a la Villa. Ellas fueron conocidas como La Banda Campeona. Hna. Martina recordó, “Aunque éramos un grupo muy diverso, difiriendo en niveles educativos, talentos, en edad, algunas aún adolescentes y otras en sus veintes, nos convertimos en un grupo muy cohesionado. Las preocupaciones de una eran las preocupaciones del grupo”. Las veintitrés de la banda recibieron el Santo Hábito el 8 de septiembre, 1929. Y el 8 de diciembre, 1936, Hermana Martina hizo su Profesión de Votos Perpetuos como miembro de la Congregación. Ella se graduó de la Escuela de Enfermería St. Joseph en Houston en 1935, recibió una Licenciatura de Ciencia en Educación de Enfermería de la Universidad Estatal de Louisiana y una Maestría de Ciencia en Educación de Enfermería de la Universidad de St. Louis. Durante su ministerio en la Escuela de Enfermería St. Joseph, en el Departamento de Enfermería del Colegio Dominico del Sagrado Corazón. y la Facultad de Enfermería de la Universidad St. Thomas, Hermana Martina tocó las vidas de muchos de sus estudiantes y creó un legado que aún vive hoy. Hermana Martina falleció el 12 de febrero, 1997. Hermana Elizabeth (Elizabeth Casey) El santo patrón de Mitchelstown, la ciudad natal de la familia Casey, es San Fanahan. Él construyó un monasterio allí hace siglos y se le atribuye un santo pozo que hay allí. El pozo todavía se usa como un lugar de devoción. La gente de Mitchelstown tiene una gran fe en San Fanahan. Cuando Elizabeth Casey era niña, desarrolló una seria condición al ojo. Su madre la llevó al pozo y rezó el rosario allí por nueve días. El ojo de Elizabeth mejoró. Siguiendo los pasos de sus dos hermanas mayores, Elizabeth entró al Convento St. Michael en 1929, todavía siendo adolescente. Poco después, viajó a la Villa de Matel en Houston y continuó su formación religiosa. Tomó el nombre Hermana Fanahan, pero regresó a su nombre bautismal en 1967. Ella fue citada una vez en el boletín del Hospital Schumpert diciendo, “siempre he querido estar cerca de la gente, ayudándoles. Por lo que la vida religiosa fue una elección natural para mí”. Las decisiones de sus dos hermanas mayores que la precedieron en la Congregación reforzaron más sus convicciones. Añadió “Mis hermanas eran muy especiales para mí y siempre las admiraba”. Hermana Elizabeth hizo su Profesión de Votos Perpetuos en 1937. Recibió su educación formal de enfermería en el Hospital St. Mary en Galveston. Sirvió como Enfermera Registrada en puestos de personal y administración en un número de los Centros de Cuidado de Salud de la Congregación. Ella dio 31 años de amoroso servicio al Centro Médico Schumpert en Shreveport, Louisiana, donde fue la Tesorera y después Administradora Asistente para Servicios Generales. En el mismo artículo Hermana Elizabeth dijo, “Aunque un llamado a la vida religiosa es especial, todos los cristianos están llamados a hacer sus especiales contribuciones para la construcción del Reino. Todos hacemos sacrificios ya sea en nombre de vocaciones religiosas, matrimonio, familia o carrera. Pero si bien debemos renunciar a algo en la búsqueda de nuestros sueños, recibimos mucho a cambio”. Hermana Elizabeth falleció el 22 de septiembre, 1995. Los que tuvieron el gran placer de conocerla recuerdan su gentil sabiduría, su cariñosa sonrisa y amorosa preocupación por todos. El Verbo Entre Nosotros 27 Mi Historia Por Hermana Juana Margarita Flores Peréz Nací en una aldea que se llama Cantón El Carrizal en el Departamento de Cuzclatán, Cojutepec, El Salvador en 1945. Mi papá se llama Victor Manuel Flores, y mi mamá ya murió hace 15 años, y se llamaba María Juana Peréz. Soy la primera de cuatro hermanas. Mi hermano murió a los tres días de nacido. Hasta los 12 años viví con mi abuelita, y, tengo que admitir, era muy consentida. 28 El Verbo Entre Nosotros Ya que era la primera nieta, creo que recibí atención especial. Todo me lo hacían, incluso me peinaban. Mi abuelita tenía vacas, y yo iba a cuidarlas. Era divertido y nunca me parecía un quehacer. Mi abuelita era católica muy tradicional. Le gustaba ir a las procesiones, a Misa, y a otros servicios. Aprendí mucho de ella. También iba a los rezos de los santos, y como no me podía dejar en la casa, me llevaba con ella. Fui confirmada a tierna edad, como a los cuatro años. Tomé clases de catequesis para hacer mi Primera Comunión. Cuando murió mi abuelita, fui a vivir con mi Mamá y mi Papá al Cantón San José La Ceipa, La Candelaria, Cojutepec, Cuzclatán. Allí, sí tuve que aprender a hacer oficio. Completé el quinto grado, pero en el sexto grado, tuve que trabajar para ayudar en la casa. Por un tiempo, trabajaba mientras iba a la escuela, pero después tuve que dejar de ir a clases. En ese tiempo yo no conocía a religiosas. El sacerdote llegaba una vez al mes para celebrar la misa en mi pueblo, pero nunca nos hablaba de vocaciones. Cuando tenía 18 años, asignaron un sacerdote a nuestra parroquia y ahí fue donde yo me integré para ayudar en el trabajo de la Iglesia, ayudando en la catequesis y con los jóvenes en la comunidad que estaban aprendiendo sobre las enseñanzas católicas. El Padre necesitaba jóvenes para ayudar, y a mi me gustaba mucho ayudar en la comunidad. Cuando yo era joven, a la mujer generalmente no la enviaban a la escuela; por lo tanto, yo tenía más educación que todas las demás, ¡Con mi sexto grado! Usualmente, a las niñas las mandaban solo al primer grado porque sus papás decían que eso era suficiente. Se pensaba que las mujeres se iban a casar y no les servía para nada seguir estudiando. Entonces yo reunía a las jóvenes y les enseñaba lo poquito que yo sabía. Por las noches, dos de nosotros, un señor y yo, también enseñábamos a los adultos. Usábamos la radio para enseñarles a leer y escribir, que incluía clases de instrucción. Me gustaba el programa, y ésa era la única oportunidad que los adultos y las jóvenes tenían. Uno de los sacerdotes me envió a San Miguel, como a 100 kilómetros de mi casa, para recibir capacitación en catecismo. Cuando estaba asistiendo a esas clases, conocí a Hermana Francesca Kearns, que vino con Hermana Carolina María Piedad Ramos, a visitar al grupo. Ambas eran miembros de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, Houston. Ellas hablaron un poquito sobre la vida religiosa. Esa fue la primera vez que escuché sobre esto. Después me enteré que Hermana Carolina María fue la primera mujer de Centro América en ser miembro de la Congregación. Yo no tenía interés en la vida religiosa, pero otra joven sí. Ella me dijo, “Acompáñame. Voy a ir a hablar con la Madre”. Entonces, fui con ella. Hermana Carolina, la Promotora de Vocaciones para la Congregación en Centro América, habló con la joven mientras yo me quedé afuera esperándola. Cuando terminaron de hablar, Hermana Carolina salió y preguntó, “¿No habrá cafecito?” yo le dije, “Sí” y la llevé a la cocina a hacerle un café. Fue ahí donde platicamos. La otra joven ya se había ido. Después, la otra joven no entró, pero yo lo hice dos años después de conocer a Hermana Carolina. Durante esos dos años, Hermana Carolina seguía escribiéndome cartas porque no había teléfonos celulares o correo electrónico. De vez en cuando, Hermana Francesca venía a verme, ya que ella trabajaba en El Salvador y Guatemala. Es así que empezamos nuestra relación. A mí me gusta ayudar a la gente, y vi lo mucho que se preocupaban ellas por ayudar a otros. Había otra congregación donde algunos de sus miembros vivían cerca de donde yo vivía. Esas Hermanas trabajaban en el hospital y estaban buscando enfermeras. A mí no me gustaba lo de la enfermería. Hermana Carolina, que continuaba escribiéndome, y Hermana Francesca, con su manera amigable y cariñosa, crearon una relación más cercana conmigo. Es por eso que me atrajo más esta Congregación. Después de dos años de contacto, decidí entrar al convento. Al principio, a mi papá no le gusto la idea. Mi mamá no decía nada, pero mi papá sí. Lo primero que me dijo fue “¿Por qué?” yo le dije que iba a probar, y si no funcionaba, que iba a regresar. Entonces con eso ya quedó tranquilo. También la gente de mi pueblo me decía “vas a dejar a tu familia; ¡qué grosera!” algunos de los comentarios eran muy crueles, pero yo ya había tomado mi decisión. Desafortunadamente, eso es lo que pasa con muchos jóvenes. Sus padres los desaniman, y entonces no entran a la vida religiosa. Además, en ese tiempo, la idea era que desde que uno se iba al convento ya no regresaba a su casa. Ahora, eso es solo para las monjas de clausura. El Verbo Entre Nosotros 29 En esta Congregación, nosotras podemos ir a visitar a nuestras familias en casa. Hoy, mi papa está contento y dice que Dios me llamó, y yo respondí, y eso es muy bello. Cada una de nosotras tiene que escuchar el llamado de Dios; los caminos a los que estamos llamadas pueden ser muy diferentes. Al principio yo era Aspirante, la primera etapa de mi formación para ver si la vida religiosa era para mí y si ésta era la Congregación para mí. Yo no había terminado mi Básico, entonces empecé a estudiar en la nocturna. Trabajaba durante el día en el asilo de ancianos y estudiaba en la noche. Hermana Ann Mary Brangan estaba a cargo de las Aspirantes. Hice mi preparación como Postulante y Novicia en Casa del Verbo Encarnado en Guatemala, donde pasé cuatro años. Después de hacer mi Primera Profesión de Votos Anuales, recibí mi Diploma de Bachillerato en Comercio y Administración / Contabilidad del Colegio Hispanoamerica en Santa Tecla, El Salvador. Primero me enviaron en misión a trabajar en El Salvador donde era responsable por la bodega, donde guardábamos las cosas para los niños en la Comunidad Oscar Arnulfo Romero, conocida simplemente como COAR. Localizada en Zaragoza, La Libertad, El Salvador, está compuesta de grupos de casas para niños huérfanos y abandonados, una clínica, y una escuela. Fundada por el Padre Ken Meyer, la intención inicial de COAR fue para albergar a los niños que fueron víctimas de la guerra civil. Mientras estuve en COAR, enseñé clases de catecismo en la escuela. Llegué a ser Directora 30 El Verbo Entre Nosotros Asistente de COAR en 1990. Me encantó trabajar en COAR y los niños siempre estarán en mi corazón. Los niños simplemente eran encantadores. Hice mi Profesión de Votos Perpetuos el 25 de marzo, 1992, en El Salvador. Fue un día hermoso, y yo estaba muy contenta. Enseñar religión es algo que siempre me ha gustado. En 1993, cuando estaba en ministerio pastoral, estudié para Maestra en Ciencias Religiosas en el Instituto de Ciencias Religiosas en la ciudad de Guatemala por tres años, de donde recibí mi grado de profesora de religión. Estoy agradecida por esta oportunidad que la Congregación me ha dado para servir mejor al Verbo Encarnado, Jesús. En 1996, fui enviada en misión a Intipucá, La Unión, El Salvador, en Ministerio de la Pastoral Parroquial. Yo era responsable por la preparación del grupo de catequistas y también participé en el coro. Cuando regresé a COAR en el 2001, mi responsabilidad principal era trabajar directamente con los niños, asegurándome que tuvieran todo lo que necesitaban. Enseñé Formación de Fe a los estudiantes de primaria y secundaria. Me gustaba trabajar más con los niños mayores ya que me identifico más con los jóvenes. Cuando estaba enseñando catequesis, era responsable por quince salones en la escuela. Preparé a los jóvenes para que me ayuden con las clases. Uno de los maestros me dijo, “Gracias por enseñarme a dar clases”. Él fue uno de mis alumnos que descubrió que le gustaba la enseñanza, y estudió para ser maestro y por eso está agradecido. Cuando estaba en COAR en el 2004, me nombraron Directora de Vocaciones para El Salvador. En ese ministerio yo visitaba las aldeas para hablar con las jóvenes sobre su vocación. Mi ministerio era promover vocaciones, ayudar a cada joven a descubrir su propio llamado en la vida. Hay diferentes opciones en la vida, y cualquiera que uno escoja habrá dificultades. Nada es perfecto; sin embargo, lo mejor es descubrir cuál es su propia vocación. Donde se siente mejor y feliz. Si ellas descubrían que esta no era la Congregación para ellas, estaba bien; estaban en libertad de escoger otra. Yo no me molestaba si me decían “he decidido no entrar a la vida religiosa”. Yo no estaba promoviendo que entraran a nuestra Congregación, sino que ellas eran libres de encontrar su propia vocación. Si decidían que se iban a casar, estaba bien. Yo he promovido a muchas jóvenes, y siempre las he felicitado cuando ellas han tomado sus decisiones, cualquiera que ellas fueran. Ahora, estoy en misión en la Casa de Retiros del Verbo Encarnado. Soy la Tesorera y Asistente de Administración, y estoy muy ocupada. Este ministerio es otra parte de mi camino en la vida religiosa que me ha llevado por muchos senderos. Cuando reflexiono sobre mi vida como miembro de esta Congregación, pienso en los bellos niños de COAR y en las dedicadas Hermanas que he tenido el privilegio de conocer. Ha sido y continúa siendo una hermosa vida. Recuerdo a Hermana Carolina, que en paz descanse. Me impresionó su trato muy humano. Ella era muy sensible y me impresionó desde el principio de conocerla. Recuerdo a Hermana Stanislaus Mackey y Hermana Audrey Walsh, que eran muy comprensivas y generosas. Aprendí mucho de esas verdaderamente excelentes mujeres que sirvieron en Centro América. En años más recientes, recuerdo a Hermana Mary Patricia Driscoll; yo fui su asistente en COAR. Nos comunicábamos muy bien. Nada de lo que ella hacía, lo hacía sola. Ella me comunicaba y yo hacía lo mismo. Lo que pensábamos lo poníamos en común y trabajábamos muy bien. . En los más de 25 años que he sido miembro de la Congregación, he visto el crecimiento en la diversidad de nacionalidades entre nuestras Hermanas, Ahora tenemos La Vida Religiosa ha sido una maravillosa experiencia llena de fe para mí. El llamado de fundación de nuestra Congregación dice, “Nuestro Señor Jesucristo, sufriendo en las personas de una multitud de enfermos y necesitados de toda condición, busca alivio en sus manos.” Mientras continuo mi camino, estoy agradecida por la bendición de Dios en llamarme a responder a los necesitados. Hermanas de Guatemala, Irlanda, Kenia, Nigeria, Filipinas, España, los Estados Unidos de América y Vietnam, así como de mi propio país de El Salvador. Esta mezcla de culturas crea una profundidad especial en nuestra Congregación que nos hace ser mejores. Aunque las Hermanas sean del mismo país, hay diferentes costumbres dentro de cada país. Lo que yo hago es aprender, compartir y adaptarme. Por ejemplo, en mi ministerio en Guatemala hoy, estoy trabajando con Hermana Madeleva Manzanares, la Directora de la Casa de Retiros. Ella es americana. Yo soy salvadoreña. Trabajamos bien juntas, y tenemos la libertad de expresarnos. Este es el tipo de ambiente que se nutre en esta Congregación. El Verbo Entre Nosotros 31 PUBLICACIóN NACIONAL RESALTA LAS INICIATIVAS MULTICULTURALES CCVI ASAMBLEA GENERAL CCVI 2012 La Asamblea General de la Congregación, que se lleva a cabo cada cuatro años, tuvo lugar en la Villa de Matel del jueves, 12 de julio al miércoles 18 de julio. Más de cien Hermanas de África, Centro América, Irlanda, y muchas partes de los EE.UU., se reunieron para rezar, compartir, celebrar y aprender las unas de las otras. La meta general de la Asamblea fue “participar en un proceso interactivo de reflexión, información, compartimiento, y celebración mientras imaginamos un porvenir lleno de esperanza”. Las participantes tuvieron la bendición en toda la Asamblea de la hábil animación de Hna. Barbara Valuckas, SSND, así como de dos encantadores caballeros, Rob Glover y Elliot Wimbush, quienes proporcionaron música llena de inspiración para el Compartimiento de Fe y la Liturgia diaria. Ya que las congregaciones de mujeres religiosas hoy en día tienen el reto de invitar e incorporar a mujeres de diferentes orígenes culturales en sus comunidades, surgen preguntas en cuanto a la manera de fomentar cohesión, resolver tensiones y negocias diferentes expectativas y prácticas. Tratando de explorar los matices del multiculturalismo dentro de la vida religiosa, la revista HORIZON, una publicación de la Conferencia Nacional de Vocaciones, se dirigió a nuestra Congregación para aprender cómo tratamos los patrones culturales de nuestra vida en conjunto. El resultado es una historia de siete páginas por Carol Schuck Scheiber, editora de HORIZON, que se publicó en la edición Verano 2012 de la revista. Para escribir la historia, la Sra. Scheiber trabajó con nuestro Equipo de Liderazgo y más de una docena de miembros de la Congregación, quienes reflexionaron sobre preguntas acerca de cómo nuestro carisma anima la convivencia multicultural, cómo vivir interculturalmente nos ha afectado, y qué consejo sobre multiculturalismo darían a otros. La Sra. Scheiber escribió, “Una pregunta fundamental para la comunidad ha sido: ¿Cómo pueden los miembros que pertenecen a minorías étnicas o culturales sentirse en casa dentro de sus comunidades religiosas?” Ella notó que la respuesta final para crear una congregación multiétnica unificada es un proceso continuo. La historia completa se encuentra en la página web de la Congregación www.lashermanasdelacaridad.org. Este artículo es un elogio al progreso hecho por nuestra Congregación al esforzarnos por ser una comunicad multicultural/intercultural dando testimonio profético del Evangelio y sus valores. Edición también en línea La edición Otoño/Invierno de El Verbo Entre Nosotros se puede ver en la página web de la Congregación: www.lashermanasdelacaridad.org. Por favor envíe este enlace a sus familiares y amigos para que también ellos puedan leer sobre las buenas obras de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, Houston. 32 El Verbo Entre Nosotros HOSPITAL CHRISTUS – ST. ELIZABETH CELEBRA 50 AÑOS DE SALUD Y SANACIóN La Diócesis de Beaumont y miembros de la Hospital CHRISTUS – St. Elizabeth. “Vamos a comunidad reconocieron al Hospital CHRISTUS – St. continuar siendo fieles a la misión de las Hermanas de Elizabeth por 50 años de salud, amor y sanación con la Caridad proporcionando servicios de cuidado de la una Misa de Acción de Gracias el viernes, 18 de mayo, salud que son innovadores y de calidad, para todos 2012, en la Iglesia Católica Santa Ana en Beaumont, nuestros pacientes”. Texas. El Hospital Fundado por CHRISTUS – St. nuestra Elizabeth ha traído Congregación in muchas novedades 1962, el Hospital a la zona, CHRISTUS – St. incluyendo la Elizabeth ha primera unidad de llevado a cabo su cuidados coronarios misión por medio y de cuidados siglo extendiendo el intensivos en el año ministerio 1967, la primera misericordioso de unidad de una sola Jesucristo. En los sala de maternidad últimos 50 años, el (Centro para la hospital ha crecido Nueva Vida) en de las 231 camas 1986, y el primer originales a casi el programa de doble de su rehabilitación capacidad a 438 cardiaca (Instituto camas. El hospital del Corazón) en Las Hermanas que asistieron a la celebración del Hospital ahora emplea a más 1988. CHRISTUS - St. Elizabeth fueron (en la foto de izquierda a de 1,600 empleados La Misa de derecha): Hermanas Celestine Kavanagh, Antoninus Martin, de cuidado de la Acción de Gracias Patricia Ann Hamiter, Rachel O’Keeffe, Margaret Mary salud haciendo del fue celebrada por el Gertrude Chepkurui Marindany, Edith Bulubisi Wasike, Lucy Hospital CHRISTUS Obispo Curtis J. Jacintah Mueni Nzesa, Ann Margaret Savant, Francesca – St. Elizabeth el Guillory, S.V.D., hospital más grande Kearns y Celeste Trahan. D.D., Obispo de la entre Houston y Baton Rouge. Diócesis de Beaumont, en la Iglesia Católica St. Anne. Nuestras Hermanas establecieron sus primeros Inmediatamente después del servicio hubo una cuatro hospitales en el Sureste de Texas hace 114 recepción en el Comedor de Invitados del Hospital años. El Hospital Hotel Dieu abrió en 1898 con CHRISTUS – St. Elizabeth. capacidad para 24 pacientes. Para 1934, la Congregación operaba tres hospitales en el área, Hermana Francesca incluyendo St. Therese y el Hospital St. Mary en Port Kearns y Hermana Arthur. En 1956, las Hermanas comenzaron un Celeste Trahan esfuerzo de recaudación de fondos para construir un sostienen un grupo hospital más grande y moderno. Con la ayuda de de fotografías de donaciones generosas de la comunidad, el Hospital St. Hermanas en St. Elizabeth abrió en mayo de 1962. Elizabeth cuando “Estamos muy orgullosos de nuestra historia y del estuvieron en misión impacto que hemos hecho en la comunidad del Sureste allí. de Texas”, dijo Paul Treviño, Administrador del El Verbo Entre Nosotros 33 TRES NUEVOS OBISPOS NOMBRADOS EN DIóCESIS EN DONDE SIRVE NUESTRA Congregación El Papa Benedicto XVI ha nombrado nuevos obispos en tres diócesis en donde nuestra Congregación tiene ministerios actualmente. Diócesis de El Quiché Obispo Rosolino Bianchetti Bofelli, quien había estado sirviendo como Obispo de Zacapa y Santo Cristo de Esquipulas, Guatemala, es el nuevo Obispo de la Diócesis de El Quiché, Guatemala. Él es originario de Italia y fue ordenado sacerdote el 28 de junio, 1974. El ministerio de la Congregación en El Quiché es Hogar De Ancianos Sor Herminia, un centro residencial para el cuidado de los ancianos pobres. Diócesis de Tyler Mons. Joseph E. Strickland, quien previamente fue vicario general de la Diócesis de Tyler, Texas, fue nombrado Obispo de Tyler. Nacido en Fredericksburg, Texas, recibió un Grado de Artes de la Universidad de Dallas y una Maestría en Divinidad del Seminario de la Santísima Trinidad una licenciatura en Ley Canónica de la Universidad Católica de América. El Sistema de Salud CHRISTUS St. Michael, copatrocinado por nuestra Congregación, está localizado dentro de esta diócesis. Diócesis de Huehuetenango El Obispo Álvaro Leonel Ramazzini Imeri es el nuevo Obispo de Huehuetenango, Guatemala. Nacido en la Ciudad de Guatemala, fue ordenado al sacerdocio el 27 de junio, 1971. él tiene un doctorado en Ley Canónica de la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma, y ha sido profesor y rector del seminario nacional de Guatemala. En 1988, fue nombrado Obispo de San Marcos y recibió la consagración episcopal del Papa Juan Pablo II el 6 de enero, 1989. El Amparo de San José, un centro para el cuidado de personas abandonadas, es el ministerio de la Congregación en esta diócesis. 34 El Verbo Entre Nosotros SE RECONOCE A LA CONGREGACIóN En una reciente “Cena de Agradecimiento” para todos los ayudantes de cocina en el Servicio para Desamparados SEARCH en Houston, cada grupo u organización representada recibió un plato especial con su logo. El plato está colgado en la pared del comedor de SEARCH. Voluntarios CCVI en SEARCH incluyen a (foto de la derecha) Hnas. Ruth N. Tigüilá Robles, Rachel O’Keeffe y Margaret Bulmer. SEARCH trabaja para comprometer, estabilizar, educar, emplear y dar vivienda a personas y familias que están desamparadas Se honra a la congregación por su trabajo en Alfabetización Nuestra Congregación fue reconocida en el Desayuno de la Alcaldía en Honor al Liderazgo en Alfabetización celebrado el 10 de mayo, 2012, en el Houstonian en Houston, Texas. El programa de premios, que es un evento anual, reconoce a defensores extraordinarios de alfabetización que han contribuido a los esfuerzos para mejorar la alfabetización en Houston y a educar a la fuerza de trabajo de la ciudad. En la foto de izq. a der. se encuentran Hermana Michele Curtin, maestra en el Centro de Alfabetización St. Austin en Houston; Gastón Olvera, Director del Centro de Alfabetización St. Austin, quien aceptó el Premio; la Alcaldesa de Houston Anise Parker; y Sheri Foreman del Centro Houston para la Alfabetización, quienes fueron anfitriones del evento. Hermana Gerard Earls HonRADA POR PRINCIPIOS DE NUEVA VIDA (NEW LIFE BEGINNINGS) Hermana Gerard Earls, Vicepresidente de Integración de Misión en el Centro Médico Dignity Health St. Mary en Long Beach, California, fue honrada por la organización Principios de Nueva Vida, un refugio local para mujeres y niños, en su Cena de Celebración y Subasta Benéfica. Randy Gordon, Presidente de la Cámara de Long Beach fue el anfitrión del evento que tuvo el tema “Aloha”. El evento anual de recaudación de fondos ayuda a apoyar Principios de Nueva Vida, que fue fundado por Rebecca Younger y Bonnie Beardslee. Nueva Vida faculta a mujeres con desafíos económicos y diversas culturas que han sido afectadas por violencia doméstica y dificultades y les da esperanza de una vida mejor con sus hijos. La organización reconoció a Hermana Gerard por su generosidad y trabajo continuo con el programa y por su apoyo a las mujeres y niños que residen allí. Tom Salerno, Presidente y CEO de St. Mary, en la foto de arriba con Hna. Gerard, dijo, “La asociación de Hermana Gerard con esta organización refleja el compromiso que tenemos con nuestra comunidad, y estoy feliz de estar aquí para honrarla y apoyar “Principios de Nueva Vida”. El concejal Dee Andrews y Rebecca Younger presentaron el premio a Hermana Gerard en medio de una ovación de pie que resonó por varios minutos. HERMANA HELENA RECIBE GRADOS Hermana Helena Adaku Ogbuji recibió dos grados de Maestría, una en Teología y otra en Divinidad del Instituto Aquino de Teología en St. Louis, Missouri, el 11 de mayo, 2012. Ella también recibió un certificado en Estudios Bíblicos. Hermana Ignatia O’Driscoll anima a los motociclistas desde el carro de seguridad al tomar la delantera para el inicio de la Carrera de las Monjas. ¡EXITOSA CARRERA DE LAS MONJAS! La Carrera de las Monjas, un paseo en motocicleta de 50 millas, escoltado por la policía a beneficio de las Clínicas CHRISTUS basadas en las escuelas, ha sido declarada como un total éxito por la Fundación CHRISTUS para el Cuidado de la Salud, quienes fueron anfitriones del evento. Llevada a cabo el 20 de octubre, 2012. El evento anual que llevó a motociclistas desde la Villa de Matel en Houston a Schlitterbahn Waterpark en Galveston recaudó $ 100,000. ¡UNA COMUNIDAD VERDE! La Comunidad St. John ha iniciado una modesta pila de abono orgánico en su patio en Nassau Bay. Podemos ver a Hna. Pauline Troncale taladrando agujeros de aireación en un bote de basura que contendrá el abono orgánico de hojas, recortes de césped, restos de verduras, bolsitas de té, granos de café, etc. Hna. Ricca Dimalibot tomó esta maravillosa foto. Las Hermanas también participan en el programa de reciclaje local. Hermana Pauline también se ha unido a Urban Harvest, que proporciona boletines, clases y paseos de los jardines y huertas del área de Houston. Las Hermanas esperan cultivar deliciosas verduras este otoño. El Verbo Entre Nosotros 35 Sisters of Charity of the Incarnate Word P.O. Box 230969 Houston, TX 77223-0969 Llamadas a Servir Somos una congregación internacional e intercultural de mujeres religiosas sirviendo a Jesucristo que está sufriendo en una multitud de personas. Si eres una mujer católica y soltera que se siente llamada por Dios, te invitamos a contactar a uno de nuestros Equipos de Vocaciones via nuestra página web para ver cómo te podemos ayudar en tu camino de vocación. a 36 www.lashermanasdelacaridad.org El Verbo Entre Nosotros