crimen ambiental - RAP-AL
Transcripción
crimen ambiental - RAP-AL
CRIMEN AMBIENTAL Megadesastre ecológico en Brasil Alrededor de 15.000 litros de endosulfán se derramaron en un río que recorre tres estados densamente poblados. En la madrugada del 18 de noviembre de 2008 se accidentó un camión de la empresa agroquímica Servatis, derramando alrededor de 15.000 litros de endosulfán, insecticida organoclorado extremadamente tóxico, en el río Pirapetinga, en Resende, región sur fluminense de Brasil. El efecto inmediato y evidente fue la mortandad de miles de peces, aves y mamíferos silvestres. El Pirapetinga es afluente del Paraíba del Sur, un importante río que recorre vastos territorios de los estados de Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro. En este último estado es la única fuente de agua para 37 municipios. Los técnicos de la Fundación Estatal de Ingeniería del Medio Ambiente (FEEMA) descubrieron que la capacidad del camión cisterna desde el cual se derramó el insecticida durante la descarga del producto, era de 30 mil litros. A una semana del volcamiento sólo se habían recogido 12 mil litros, mezclados con agua de lluvia, en el dique de contención de la empresa. Según la FEEMA, tomando en cuenta los daños causados al Paraíba do Sul, el derrame habría sido bastante mayor que lo estimado inicialmente: hasta 10 veces más que los 1.500 litros que declaró la empresa Servatis. El plaguicida endosulfán es un tóxico bioacumulativo, altamente persistente en el ambiente. En los seres humanos actúa como un potente alterador del sistema nervioso central, puede provocar el nacimiento de niños con malformaciones congénitas -como quedó demostrado en otro desastre ecológico ocurrido en Kerala, India-, cánceres e infertilidad, entre otras graves consecuencias. La mancha tóxica que se extendió por el río Paraíba del Sur, contaminando sus aguas, pone en riesgo a 12 millones de personas que habitan la amplia zona aledaña a este río de 1.120 km de largo. En ciudades como Campos, Cambuci, Itaocara, Volta Redonda, Barra Mansa, Porto Real, Barra do Piraí, Pinheiral y Quatis se debió suspender durante varios días el abastecimiento de agua a la población. Cerca de 74 mil personas resultaron directamente perjudicadas. Y un total de 8 mil estudiantes quedaron sin asistir a clases. También se prohibió la extracción y consumo de pescado. Sólo en un día se recogieron 5 toneladas de peces muertos. La mortandad de peces se explica porque, según los técnicos, las aguas analizadas luego del accidente contienen 70 microgramos de endosulfán por litro, en circunstancias que el límite máximo de residuos permitidos para peces es de sólo 0,2 microgramos por litro. El límite máximo de tolerancia de residuos de endosulfán para los seres humanos es de 20 microgramos por litro. “Es una vista pavorosa. El impacto es brutal”, afirmó el presidente de la Agencia de Medio Ambiente de Resende, Luis Felipe César, al ver la mortandad de peces y el avance de la mancha tóxica. Días después la Fundación Estadual del Medio Ambiente informó a la población que el nivel de residuos en el agua en el interior de Río de Janeiro era aceptable y que se podía consumir sin perjuicio para la salud. Pero investigaciones posteriores alertaron sobre mayores consecuencias del derrame, que algunos califican como un “megadesastre ecológico”. La peligrosidad del endosulfán es conocida en todo el mundo. Por eso está prohibido en la Unión Europea, Camboya y Filipinas. Además, el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) estudia su prohibición en todos los países que son parte de este acuerdo internacional. La empresa multada La secretaria estadual de Medio Ambiente, Marlene Ramos, acusó a la empresa Servatis de actuar de manera irresponsable y de mala fe al dejar abiertos diques de contención de residuos y no avisar inmediatamente. La empresa violó la licencia otorgada y fue penalizada por la Comisión Estatal de Control Ambiental (CECA), de la Secretaría de Medio Ambiente con una fuerte multa de 33 millones de reales (más de 12 millones de dólares). Marilene Ramos explicó que esta multa no fue más alta debido únicamente a la crisis de la empresa. “La multa máxima para este crimen es de 50 millones de reales -declaró-. El accidente fue muy grave: hubo mortandad de peces y animales, además de problemas de suministro de agua en varias ciudades. Tuvo además el agravante de que ellos omitieron informar sobre el derrame. Pero la ley manda que se tome en cuenta la situación económica del infractor. Como la Servatis está en mala situación, no aplicamos la multa máxima.” Los funcionarios del Estado temían que la industria, que ya estaba pasando por problemas financieros, se cierre debido al valor de la multa. Tres meses atrás la Servatis ya había sido multada por contaminar el río. Desastre ambiental La ola tóxica del insecticida endosulfán contaminó el río Paraíba en el peor momento, durante el fenómeno de la migración reproductiva, cuando los peces suben por el río a desovar, como lo informó un reportaje publicado en el diario “O Globo”. Según el biólogo Guilherme Souza, director técnico del Proyecto Piabanha -la mayor iniciativa de conservación de las existencias pesqueras de la cuenca-, esta lamentable coincidencia multiplicó el número de peces muertos en el Paraíba. El biólogo estima que las 80 especies que habitan el río resultaron gravemente afectadas. La contaminación causada durante el período migratorio, explica, comprometerá durante tres años la reproducción de los peces en la región. “Los cardúmenes recibieron toda la descarga tóxica cuando subían el río. Abrimos 70 ejemplares muertos de las especies con valor comercial y todas estaban llenas de huevos. Les correspondía desovar entre Navidad y Año Nuevo. Como los grandes peces tardan en reproducirse, tendremos un índice de reproducción bajísimo durante los próximos tres años. Jamás vimos una situación tan dramática”, afirma Guilherme, explicando que el veneno no diezmó toda la biota debido a que algunos peces huyeron hacia los ríos Muriaé y Pomba, afluentes del Paraíba. La Secretaría de Medio Ambiente del estado va a elaborar un dictamen sobre el impacto causado en los peces del Paraíba do Sul y estudia con el IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales) la necesidad de establecer un período de veda (prohibición temporal de pesca) debido a la emergencia, para favorecer el reestablecimiento de las especies afectadas. También se crearía un fondo de ayuda para los pescadores, ya que quedarán imposibilitados de realizar las actividades que les proporcionan el sustento. El presidente de la Comisión de Defensa del Medio Ambiente, diputado estatal André do PV, presentó una denuncia criminal contra la industria química Servatis. La denuncia contiene toda la documentación sobre el accidente, con fotos, información completa sobre el producto endosulfán y sus efectos en el medio ambiente y en los seres humanos. Por su parte, la Asociación de Pescadores de Campos anunció que demandará a la empresa Servatis por el derrame del insecticida y sus consecuencias ecológicas, económicas y sociales. Pronunciamiento de RAP-AL En relación con este desastre, Jaime Weber, de CAPA (Centro do Apoio ao Pequeño Agricultor), coordinador nacional de RAP-Brasil, declaró: “El derrame de endosulfán provocó una tragedia de enormes proporciones al medio ambiente. Mató animales ribereños que se alimentan de peces, sin hablar de la variedad de especies de peces que viven en el río. Afectó directamente al ambiente, y no solamente en el momento de la tragedia. Ciertamente este producto seguirá provocando serios desequilibrios ambientales en las próximas décadas. La población ribereña, que tiene la pesca como alimento y fuente laboral, sufrirá por muchos años. En fin, es una tragedia en que no se pueden dimensionar los daños reales que están ocurriendo y los que acontecerán en el futuro. En ese sentido, el estado de Río de Janeiro y la sociedad en general deben tomar medidas drásticas considerando los perjuicios causados y las consecuencias futuras. El cierre de la fábrica es lo mínimo que debe hacerse, como también es imprescindible reparar los daños ambientales y sociales con urgencia y con justicia”. Fuentes: Revista “Somos” Nº 73, 30 de noviembre de 2008. “O Globo”, 26 de noviembre de 2008 www.globo.com Prensa Latina: www.prensa-latina.cu/article.asp Fotos: http://luizfelipemunizdesouza.zip.net/arch2008-11-16_2008-11-30.html Traducción: Graciela Carbonetto Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) http:/www.rap-al.org