problemas éticos del trasplante de cabeza

Transcripción

PROBLEMAS ÉTICOS A RAÍZ DEL FUTURO
TRASPLANTE DE CABEZA
¿Redefiniríamos los conceptos de identidad, corporeidad y
conciencia?
María Luz Oliva Santiago
Ética y DDHH en Máster de Antropología Aplicada UCLM, 2015/2016
Problemas éticos derivados del futuro Trasplante de cabeza. ¿Redefiniríamos los conceptos de identidad,
corporeidad y conciencia?
RESUMEN
Los nuevos escenarios que está planteando la Ciencia en cuanto a avances destinados a
mejorar la calidad de vida de los humanos y especialmente en camino a una “cierta
eternidad”, están generando toda una serie de revisiones de las cuestiones éticas a las que
desde estos mismos días, hasta lo que parece o se intuye en un futuro no muy lejano por
parte de la comunidad científica, filósofos y religiosos. No en vano el tan anunciado,
como controvertido, trasplante de cabeza o donación de cuerpo según se mire, está
poniendo sobre la mesa cuestiones tan importantes como la identidad, los derechos
humanos, la conciencia o el alma. En este sentido este artículo tiene como intención
señalar las principales preocupaciones éticas que se están generando ante este posible, o
no, acontecimiento científico.
Palabras clave: avance científico, trasplante de cabeza, alma, conciencia, problemas
éticos, moral.
SUMMARY
The new stages being proposed in terms Scientific progress aimed at improving the
quality of human life and especially on the way to a "certain eternity " are generating a
series of reviews of the ethical issues that from these same days, as it seems or is sensed
in the not too distant future , by the scientific community , and religious philosophers .
Not in vain the advertised as controversial transplant head or body donation as we see , is
putting issues on the table as important as the identity , human rights , conscience or soul.
In this sense this article is intended to point out the main ethical concerns that are being
generated before this possible or not scientific event .
Keywords: scientific advance , head transplant , soul, consciousness , ethical, moral .
1
María Luz Oliva Santiago, Ética y DDHH en Máster Antropología Aplicada UCLM, 2015/2016
Introducción
No es la intención de este trabajo posicionarse acerca de cuál sería la postura ética que
defendería esta práctica quirúrgica del “trasplante total” sino simplemente recoger el
estado de la cuestión, y en función de unos referentes en cuanto a la dicotomía
ciencia/ética, presentar toda una serie de perspectivas y problemas morales, éticos e
incluso legislativos que este trasplante, así como otros avances más controvertidos aún,
que mencionaré a lo largo de estas páginas, están conduciendo a las distintas comunidades
de científicos, filósofos, religiones y por supuesto, la opinión pública, a enfrentarse
frontalmente con algo que nos caracteriza como especie que no es otra cosa sino el instinto
de supervivencia, así como el deseo de inmortalidad en la Tierra o en otros espacios
metafísicos cuando en este mundo no hay posibilidad de inmortalizarse.
No en vano ese instinto de supervivencia nos hizo evolucionar hasta lo que hoy somos y
quizá en lo que próximas generaciones se conviertan, y sobre la inmortalidad huelga decir
la ingente cantidad de ríos de pensamientos míticos que han recorrido nuestra Historia,
la literatura de todos los tiempos, las prácticas esotéricas y alquímicas o simplemente las
creencias en un más allá en donde uno pueda seguir viviendo o sea capaz de volver a la
vida reencarnado.
El cine, últimamente nos plantea, en cada vez más metrajes, estas cuestiones a través de
sociedades distópicas en las que el espectador pasa de la admiración ante el mundo ficticio
planteado hasta la reflexión sobre si realmente queremos un mundo así, porque siempre
hay una constante en este tipo de sociedades: la desigualdad llevada a su extremo entre
personas, y humildemente, uno se pregunta ¿qué tipo de vida podría esperarle si le tocara
vivir en el lado de los menos favorecidos? Al fin y al cabo, muchas reflejan el mundo de
hoy pero llevadas a un plano futurista en el que, principalmente, los ricos y más capaces
son los que pueden y además “deben” seguir en esta vida a costa de la deshumanización
de los otros.
Especialmente el tema de los trasplantes desde la película Frankenstein o la mítica Las
manos de Orlac es relativamente recurrente abordado por la ficción desde muy diversos
prismas en la vida actual o planteadas en escenarios de sociedades del futuro, pero
siempre tienen una vertiente moralizadora o bien plantean varios dilemas éticos para al
final resumirlo en un: ¿Usted qué harías si…?.
Historia de un avance científico ¿locura o realidad?
Sergio Canavero, neurociéntifico y director del grupo de Neuromodulación Avanzado de
Turín, sorprendió en 2015 a la comunidad científica y al mundo en general con el anuncio
de la posibilidad técnico-quirúrgica de llevar a cabo el primer trasplante de la cabeza de
un ser humano enfermo al cuerpo sano de un donante.
Según Canavero, técnicamente el problema está resuelto porque el gran obstáculo era unir
la médula espinal y con la utilización de un polímero (polietilenglicol) el escollo puede
ser salvado. Solo faltaba reunir un equipo de 150 médicos, 36 horas de quirófano, un
voluntario, diez millones de dólares por intervención y por supuesto un país que
permitiera llevar a cabo este tipo de intervención y lo cierto, es que todos los posibles
obstáculos que planteaba el neurocientífico en breve espacio de tiempo se han salvado.
China parece ser el país en dónde se va a efectuar la operación, por otro lado el ruso
Valery Sprirdonov, aquejado de distrofia muscular severa, será el primero en someterse
a la intervención y tanto el equipo de doctores, así como la financiación necesaria están
en marcha. Ya sólo nos queda esperar…
Entre tanto, con la misma rapidez que se ha conseguido reunir todas las cuestiones y
agentes necesarios, la comunidad científica y otros sectores no se ponen de acuerdo en si
tachar el anuncio de ciencia basura o especular con una realidad no tan futura.
Del otro lado muchas personas aquejadas de enfermedades incurables o tetrapléjicos, así
como transexuales, ven en este desafío la posibilidad no solo de sobrevivir sino también,
dependiendo del caso, de encontrar una identidad corpórea que les defina y es aquí
también, en dónde saltan todas las alarmas éticas en múltiples aspectos, como veremos.
Sergio Canavero apoya su técnica en los precedentes en este tema llevados a cabo en los
años 50´del siglo pasado en los que científicos como el Dr. Vladímir Démijov lograron
trasplantar la cabeza y patas delanteras de cachorros caninos en perros adultos logrando
3
que sobrevivieran estas quimeras alrededor de una semana antes de que hubiera rechazo
entre lo donado y lo receptor1.
Démijov también experimentó con otros órganos como pulmones y corazón siendo el
antecesor del primer cirujano que llevó a cabo este tipo de trasplantes en humanos como
fue el Dr. Christiaan Barnard, así pues, podemos pensar en una primera polémica ética
sobre si la crueldad con los animales (esta imagen de los perros, concretamente, es lesiva)
está justificada en aras de la mejora de vida del ser humano.
Posteriormente en la década de los 70´del siglo pasado, fue el Dr. Robert White, inspirado
por los anteriores experimentos de Démijov el primer científico, que sepamos, que realizó
el primer trasplante de cabeza de un simio a otro aunque no logró conectar la médula
espinal por lo que el pobre mono falleció a los pocos días. Este experimento ha sido
especialmente contemplado por Canavero ya que el sufrimiento de la cabeza del simio
cuando despertó, llegó a convulsionar las conciencias de los científicos que estaban en
esa operación, y este aspecto del dolor inimaginable que se puede sentir con la conciencia
despierta siendo y no-siendo y la médula seccionada, es una de las grandes
preocupaciones del neurocirujano Canavero aunque según ha comentado también se
lograría haber avanzado en este sentido y tener los medios para que esto no ocurriera: Un
coma inducido durante el tiempo suficiente para que el polímero actúe y “pegue”,
literalmente, las partes.
Por otra parte y siguiendo la marcha de los acontecimientos y avances relevantes de cara
a las pretensiones de Sergio Canavero, el cirujano chino Xiaoping Ren, que formará parte
del equipo pionero, ha conseguido trasplantar cabezas en ratas en múltiples ocasiones y
se dispone a llevar esta técnica en breve a simios, otra vez de cara a la operación en 2017
de Sprirdonov.2
Utilizo el artículo “lo” porque no sé muy bien como describir el resultado de estos experimentos, al tratarse
de una quimera de un perro con dos cabezas y seis patas pero artificialmente creados, no como parte de una
malformación en su gestación.
2
Al margen de las polémicas sobre los experimentos concretos, una de las reflexiones a la que también
deberíamos hacer frente está relacionada con la Declaración Universal de los Derechos de los Animales
aprobada por la ONU y la UNESCO y si realmente los animales tienen Derechos reconocidos u otorgados
y en base a qué establecemos la categoría de animal, si en función de su capacidad de sufrir, o porque son
valiosos en sí mismos o también si se han de hacerse extensivos a todos los animales o si establecemos
categorías entre animales de primera o de segunda o de tercera (simios-perros-ratas, por ejemplo en el caso
que nos ocupa). Sea cual sea el caso, lo cierto que según la Declaración Universal de Derechos de los
Animales en este campo de la experimentación concreta hacia el hito que nos ocupa, parece ser que esos
derechos otorgados se violan por sistema.
1
Si hasta aquí hemos resumido muy sucintamente alguno de los precedentes científicos del
tema que nos ocupa, sin pretender entrar en tecnicismos que no nos son propios, quizá
sea el momento de adentrarnos en algunos de los aspectos más éticos que comportaría la
materialización exitosa del mismo, en este como en otros avances de la medicina
relacionados con la perpetuidad del ser humano y la búsqueda de vencer las
enfermedades.
Ciencia, ética, religión y creencias
Es un hecho que en estos últimos 30 años se han producido más avances en Ciencia y
Medicina que en los últimos siglos y que las nuevas tecnologías empiezan a ofrecer una
cantidad de descubrimientos y posibilidades que lejos están ya de lo que hace no tanto
tiempo era considerado pura ciencia ficción. No perdamos la perspectiva de que muchos
experimentos considerados en su tiempo como delirios de locos concretos, tanto en
Medicina como Ingeniería por ejemplo, dejaron de ser ciencia ficción para materializarse
en hechos cotidianos.
Desde que naciera allá por
1996 la clonada oveja Dolly, hasta que en 2013 se
consiguieran avances genéticos en este campo permitiendo que se clonaran embriones
humanos con fines terapéuticos, no sólo ha cambiado la ciencia sino también las
legislaciones de los distintos países al respecto y también nuestra forma de enfrentarnos
a esta realidad, especialmente porque hoy tenemos una gran cantidad de información a
nuestro alcance.
A pesar de todo esto, las religiones siguen marcando, con bastante influencia, el paso de
lo que es aceptable y lo que no, en técnicas más mundanas que tienen que ver con la
vida y el ciclo vital transformándolas en una cuestión de índole espiritual. Valga el
ejemplo de las técnicas de reproducción asistida y las perspectivas que adoptan las tres
grandes religiones monoteístas al respecto, para ilustrar las distintas interpretaciones de
un mismo hecho científico y las connotaciones que para los practicantes pueden acarrear:
5
En el caso de la Iglesia Católica las últimas declaraciones del Obispo de Córdoba, son
más que concluyentes, en diciembre de 2015 tachaba con contundencia la fecundación
artificial como Aquelarre químico de laboratorio, es la apelación al universo simbólico
del imaginario colectivo católico hablando de Aquelarre (esa reunión de brujos y brujas,
pero especialmente de ellas) de resultados de la Química (nada más aséptico y poco
humano) todo ello entre paisajes boscosos de pipetas y tubos de ensayo, batas blancas y
algoritmos que conforman un laboratorio. Pero dentro de nuestra cultura occidental,
eminentemente católica, el hecho del Aquelarre como causa, nos lleva directamente a su
consecuencia: El pecado y la quema en el infierno.
La religión Judía controla mediante rabinos y mujeres ultraortodoxas en las clínicas de
fertilidad, que el óvulo sea de madre judía para que el neonato adquiera la nacionalidad
israelita y además sea étnica y religiosamente judío también. Por eso se controla que la
fecundación no se produzca en estado de niddah de la mujer, por el sangrado uterino que
pueda darse mediante las técnicas de manipulación para lograr la fecundación por las
leyes de la Halajá, y no dar a luz un Ben-nidahh, es decir, un ser estigmatizado propenso
a hacer el mal según esta religión. Y por último el Islam también permite las nuevas
técnicas de reproducción asistida pero en la Sharia se especifica que sólo entre cónyuges
sin donaciones, ni masturbación masculina, ni otras complicaciones.
Al final se trata de vislumbrar no solo los medios para engendrar un nuevo ser fuera del
cauce normal sino también de estipular cuándo podemos decir que un embrión es un ser
humano aunque sea nonato. Y sobre esto hay muchas posiciones morales, éticas y
legislativas al respecto.
Uno de los últimos avances en manipulación genética nos lleva, por ejemplo, a la
clonación de embriones humanos con fines terapéuticos y de esta manera conseguir
regenerar órganos dañados o curar enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. De
otro lado y en este mismo sentido, investigadores españoles ha logrado integrar células
madre humanas en un embrión de ratón y generar las células a partir de las cuál se forman
los órganos del cuerpo. Este avance supone la creación de una quimera ratón-humano
pero supone también un avance prometedor en cuanto a la creación de órganos de cara a
un trasplante3 y un quebradero de cabeza más para reflexionar sobre la ética médica y la
noción de humano.
Las Manos de Orlac y la memoria de los órganos
En 1924 Robert Wiene, un director expresionista de cine austriaco, realizó la película
Las manos de Orlac, en donde se narra el accidente de un pianista que pierde las manos4
y se le practica el implante de las manos de un asesino. Cuando Orlac el pianista se entera
de la procedencia de sus nuevas extremidades comienza a obsesionarse y cree que sus
manos actúan como las del asesino al que pertenecieron. Esta ficción relatada casi un
siglo antes de los primeros trasplantes reales de este tipo ya planteaba cuestiones éticas
que aún siguen rondando por la mente de muchos individuos no solo de la comunidad
científica, religiosos o filósofos, sino también en la opinión pública.
Según la Doctora Candace Pert5, la memoria está distribuida a lo largo del cuerpo a través
de neuropéptidos que se encuentran también en el corazón y el estómago pero no hay
trabajos contundentes sobre la memoria de los órganos. Las personas que al recibir un
trasplante comienzan “a sentir” gustos por cosas o alimentos a los que antes no prestaban
atención estarían condicionadas más bien o con el uso de la medicación, o bien por una
cuestión de tipo neurótico, especialmente cuando por determinadas vías se ha conocido
la identidad del donante en los sistemas legales.
El estado de la cuestión es que al igual que se han encontrado neuronas en el corazón,
quizá este órgano tan carismático asociado a los sentimientos incluso al alma (basta ver
las representaciones iconográficas de Cristo o la Virgen María sustentando un corazón
ardiente en la mano o la tradición cultural antigua y medieval que asociaba corazón3
http://www.nature.com/news/scientists-stumble-across-unknown-stem-cell-type-1.17496
El primer trasplante de dos manos real se produjo en el año 2006 en España por el cirujano español,
pionero en esta disciplina, Pedro Carlos Cavada Rodríguez.
4
5
http://candacepert.com/
7
espíritu, luego alma), no guarde sorpresas que aún se desconocen de cara al trasplante de
este órgano concreto. En cualquier caso la comunidad científica tampoco se pone de
acuerdo en este aspecto, queda mucho por investigar. Y por esta asociación entre corazón
y alma varios sectores también se plantean muchos problemas éticos y morales.
Tanto el tema ético que subyace de la película del director Wiene, como las conjeturas
científicas sobre la memoria, tienen una plasmación en la opinión pública como el caso
mediático de las declaraciones de Mariló Montero6 en su espacio de TV cuando
refiriéndose a Juan Carlos Alfaro el asesino del Salobral hizo las siguientes declaraciones
que no tardaron en incendiar las redes sociales con comentarios tanto a favor como en
contra:
« ¿Está bien donar órganos de una persona que ha matado a otras personas?
¿Alguien querría recibir el pulmón, el hígado, el corazón que otro que ha quitado
vidas? ¿Pasa algo por llevar el órgano dentro de ti de una persona que ha matado a
otros?», «No puedo negarles que he sentido tranquilidad al saber que los órganos de
este hombre (refiriéndose a los del asesino y tras comunicado de la Asociación
Nacional de Trasplantes, pues este hombre parece ser que era donante) no van a
dar vida a nadie, sinceramente» «yo no querría esos órganos». «No está
científicamente comprobado, pero nunca se sabe si ese alma está trasplantada
también en ese órgano. Salud y suerte».
Quizá este tipo legítimo de especulaciones y juicios de valor se den en determinados
sistemas culturales o religiosos, países o sociedades, porque en otros el dilema no es si
¿El alma del individuo, o parte de ella, está en el órgano o si este conserva memoria?,
sino más bien, ¿De dónde procede el órgano donante?
Mariló Montero es presentadora y subdirectora de La mañana de La 1 de Televisión Española. He utilizado
este ejemplo por la repercusión mediática que tuvo en nuestro país aunque en realidad, se esté de acuerdo
con esta persona o no, lo cierto es que sus dudas son vox populi en gran parte de la sociedad, especialmente
en creyentes religiosos católicos, así como en otros sectores más proclives a la superstición.
6
¿Qué haría usted si…?
Recientemente he visto una película que bajo el título de Eternal7 plantea lo que sería el
gran avance biomédico de la Historia de la humanidad, es decir, conseguir la inmortalidad
del ser humano. Este avance científico estaría al alcance de determinadas personas que
podrían costearse el tratamiento y tiene su base filosófica en la teoría del
Transhumanismo. La técnica consiste en morir bajo control en el laboratorio y “mudar”
el ser del individuo, su conciencia, sus experiencias, su conocimiento, es decir su Yo, a
un cuerpo joven supuestamente donante y remarco lo de supuestamente porque en
realidad, por métodos poco éticos se consiguen esos cuerpos jóvenes a la carta, a los que
se denomina “muda”, engañando a los “mudados” que piensan que son cuerpos humanos
creados en laboratorio, cuando en realidad, los donantes son seres humanos de verdad
aletargados en el laboratorio y a los que se les borra la memoria y que han llegado hasta
ahí de forma poco lícita, moral y éticamente hablando. A partir de aquí toda una trama
que da para bastantes reflexiones pero que quería reflejar simplemente a modo de
introducción porque puede que muchas de las ficciones que hoy leemos en novelas o
vemos en la gran pantalla, sean realidades a no tan largo plazo, al menos en cuanto al
avance biomédico aunque por costes, ética, intereses o por cuestiones religiosas no se
llevasen a cabo.
Hace menos de 20 años se manipularon genéticamente ranas para que nacieran sin cabeza
en una clara preconización de lo que podría hacerse con el ser humano: Crear un clon sin
cabeza, por tanto sin conciencia, simplemente con el fin de que sus órganos pudieran ser
cosechados y así evitar los rechazos en las cirugías, pues los órganos serían iguales “a su
dueño”. Este experimento también abría las puertas a padres con hijos enfermos para crear
un “cuerpo hermano” sin cabeza con el único fin de ser cosechado en sus órganos para
el niño enfermo vivo, claro la pregunta es si esto ¿es éticamente recomendable? y si
¿consideraríamos el cuerpo sin cabeza un ser humano o no?
En esta ficción del 2015 dirigida por Tarsem Singh, no se contempla el envejecimiento del cerebro porque
lo que se traslada de un cuerpo a otro es la conciencia, mientras que en el trasplante de cabeza hay que
contemplar este envejecimiento cerebral.
7
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Dejando este hecho concreto centrémonos brevemente en lo que pasa actualmente en el
mercado de órganos: El trasplante legal se basa en el aspecto altruista del donante, es lo
que se refuerza desde países como el nuestro, pero de lo que no somos conscientes todavía
es que hacen falta muchos órganos y esa necesidad es una necesidad vital y que también
hay muchas personas que necesitan dinero desesperadamente para sobrevivir y que
además la criminalidad actúa con relativa impunidad en este área siempre contra los más
desfavorecidos.
El tráfico de Ciclosporina, sustancia indispensable en estas intervenciones para evitar los
rechazos, en la Deep Web está disparado y ahora el Líbano, que acoge refugiados de la
guerra de Siria, es uno de los centros neurálgicos en turismo de trasplantes. La
globalización en cuanto a lo mercantil también ha llegado a este ámbito y en dónde hay
demanda surge la oferta, también por el fenómeno globalizador lo más abyecto del ser
humano se eleva y propaga a máximas potencias en cuanto a criminalidad organizada se
refiere: Niños víctimas de redes pederastas posteriormente asesinados para traficar con
sus restos; cuerpos que aparecen eviscerados, etc.
El último ejemplo viene de la mano de DAESH “abriendo tienda” para venta de órganos
humanos en la ciudad Iraquí de Mosul de la mano del grupo takfirí y convirtiendo una
clínica de la ciudad en un centro para extraer los órganos de los civiles secuestrados o
retenidos bajo cargos falsos. Ya desde el año pasado se sabía que una de las fuentes de
financiación de la organización provenía del tráfico de órganos de niños, civiles adultos,
rehenes (ejecutados o no) y de sus propios elementos caídos en combate. Detrás de esta
compra se hallarían mafias turcas como principales receptores de estos órganos y redes
de médicos contratados especialmente del Estado de Israel, país puntero en esta
tecnología quirúrgica.
Varias de las cuestiones éticas que podrían surgirnos, en base a esto, podrían ser: ¿Qué es
moralmente más aceptable: clonar un cuerpo para que sean cosechados sus órganos o
comprar un órgano intuyendo/conociendo la procedencia poco lícita del mismo, pero que
nos puede salvar la vida propia o de algún familiar querido? ¿Es moralmente aceptable
dejar una lista de espera legal para contratar una operación en otro país comprando el
órgano salvador? ¿Un cuerpo humano engendrado sin cabeza es humano?
Hacia el trasplante total y la redefinición de identidad
Para muchos miembros de la comunidad científica el anuncio del neurocirujano Canavero
es técnicamente imposible, éticamente reprobable y legalmente inviable pero para otros
muchos es una fantasía que quizá se haga realidad en breve.
Dejando al margen los aspectos legales y técnicos del proyecto es momento de analizar
parte de las muchas connotaciones éticas que trae consigo y sobre las que habrá que hablar
en un futuro si esto llega a buen puerto. En Ciencia, como ya hemos comentado
anteriormente, lo que ayer parecían sueños y delirios de locos, el tiempo los ha
transformado en realidades experimentales primero, y cotidianas después, así que es
momento de especular sobre cuestiones que podrían darse.
La Ciencia avanza pero sin plantear cuestiones morales, es la sociedad la que las plantea.
Los científicos pueden descubrir la energía nuclear y fabricar bombas exterminadoras o
ahorrarnos energía. No es la Ciencia quien dice qué hacer con el descubrimiento son otras
Instituciones las que deciden. En Ciencia se hace y se discute pero no desde el debate
ético de otros sectores, (lo que me lleva, esta vez sí, desde mi propia subjetividad, a
especular sobre si la clonación humana es técnicamente posible quién nos asegura que no
se haya hecho ya, y por otro tipo de cuestiones no haya trascendido).
Al fin y al cabo, este proyecto de trasplante de cabeza es un paso más hacia la
inmortalidad (recordemos las ya extendidas cámaras de criogenización y crio-
preservación completas o esas cabezas congeladas a la espera desde hace muchos años a
que esto sucediera, esto u otros avances como los ya referidos), como también, en cierta
medida es la plasmación viva del mito de Frankestein o el moderno Prometeo.
Una de las cuestiones, en mi opinión más relevante, tiene que ver con el concepto de
corporeidad e identidad porque habría que establecer de quién es la propiedad del cuerpo
nuevo ¿Del donante o del propietario de la cabeza? parece claro en este caso que del
propietario de la cabeza que es el que tiene la conciencia aunque igual habría que
modificar el concepto y establecer una categoría diferente para esta nueva persona.
Sobre este aspecto de la corporeidad surgen problemas también relacionados por ejemplo
con el fenómeno del miembro fantasma ¿a pesar de tener miembros nuevos, sería capaz
11
el cerebro de reconocerlos como propios en el esquema corporal que tenemos grabado
cada uno de nosotros? ¿Estaría dispuesta esta persona a tener los hijos de otro? porque la
carga genética no es de él al haber hecho suyo un cuerpo que, según como se mire, no lo
es.
Por otra parte al haberse producido este descubrimiento en tierras italianas, los teólogos
del Vaticano rápidamente se han apresurado a preguntar ¿Qué pasa con el alma? La
Iglesia plantea que hay una unión entre el alma y el cuerpo y de cara al aspecto teológico,
del fin de los días y la resurrección de los cuerpos, como alma y cuerpo no son separables
habría también una cuestión de identidad de índole espiritual ¿El alma quedaría también
seccionada de alguna manera? o en otros contextos o credos espirituales relacionados con
las reencarnaciones ¿Qué identidad se reencarna? ¿La nueva o las dos que han participado
por separado?
Como vemos la Ciencia está planteando escenarios a los que la moral perteneciente al
ámbito religioso y basada en textos milenarios tiene que hacer frente en contextos muy
particulares que evidentemente ni se imaginaban en la mejor de las fantasías.
Como muestra de estos retos morales religiosos he extraído el siguiente párrafo de una
etnografía de Susan Martha Kahn en la que a propósito de las nuevas técnicas
reproductivas y los posibles avances en este ámbito, recoge las palabras de un rabino al
respecto:
“J.David Bleich (1991:95) señala la discusión talmúdica que hay en el tratado
Niddah 23b del a Guemara, donde los rabinos talmúdicos discuten de forma
clarividente cómo determinar la identidad de un embrión humano gestado en, y
nacido de, un útero de animal: Bleich observa que este texto puede servir de
precedente para determinar la identidad de un ser humano nacido de un útero animal,
innovación tecnológica que, reconoce, tal vez pase pronto a ser una posibilidad real.
Allí las preguntas rabínicas eran: Un ser humano nacido de un útero animal ¿es una
persona? ¿O será semejante criatura una persona artificial, un golem? […] si una
criatura genéticamente humana nace de un animal kosher ¿se la puede matar y
comer? O a la inversa: si una criatura animalesca nace de una mujer judía ¿será
judía, puesto que fue gestada en, y nacida de, un útero judío?”8
KAHN, Susan Martha, 2008, “Óvulos y úteros: los orígenes de la condición judía” en PARKIN, Robert
y Linda STONE (Coord.), Antropología del parentesco y de la familia; traducción de Juan Aranzadi y Celia
Montolío; prólogo y notas de Juan Aranzadi, Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces, pp. 591-620
8
Teniendo como tenemos claro actualmente el concepto de humano desde el plano
biológico, desde el punto de vista de la conciencia otras de las preguntas factibles
relacionadas serían, por ejemplo, ¿Dónde está el Yo?, ¿Si le quitamos la cabeza a alguien
y la ponemos en un cuerpo sano seguirá siendo esa persona, o por el contrario habrá perdió
algo de su Yo? ¿Reconocería esa cabeza, como dije anteriormente, a ese cuerpo?, ¿Dónde
está la conciencia de la persona… está solo en el cerebro o como señalan algunos autores
en otros órganos como el corazón o las glándulas suprarrenales que parece que conservan
cierto tipo de memoria?, ¿Desaparecería gran parte de la identidad del individuo
trasplantado?, ¿Y si fallara la medicación inmunosupresora y la cabeza rechazara el
cuerpo habría que practicar una eutanasia humanitaria a esta nueva persona?, ¿De quién
sería la responsabilidad en este caso, de los médicos o del voluntario?, ¿Y si hay personas
voluntarias para someterse a esta intervención y al durísimo postoperatorio posterior, qué
no estarían dispuestas a hacer por encontrar un cuerpo idóneo para ellos?, ¿Es bueno para
la humanidad universal aprovechar el cuerpo sano de una persona víctima de un accidente
cerebral irreversible por ejemplo, para salvar la vida de otro hombre cuyo cerebro está
perfectamente pero que convive con un cuerpo extremadamente enfermo o con el cual no
se identifica por una cuestión de género?, ¿Por qué surge el debate cuando quizá
podríamos reducirlo a una cuestión de cantidad, es decir, en vez de un órgano aislado
como actualmente se lleva a la práctica, realizar en esencia lo mismo pero de forma
integral?, ¿Qué pasará con la familia del cuerpo donante ante el improbable anonimato
de esta donación, reconocerán el cuerpo nuevo como algo propio de su familiar, qué tipo
de implicaciones emocionales podrían darse en estas personas?, ¿Sería esto justo o el bien
superior de uno estaría por encima del padecimiento de varios?, ¿Sería este nuevo ser
objeto de discriminación al no ser considerado un verdadero humano por esa concepción
integral de cuerpo/mente-cabeza?, ¿Debería tener derechos el cuerpo donado en cuanto
al trato recibido por parte del dueño de la cabeza?, ¿Habría que modificar legal y
filosóficamente el concepto de humanidad y de identidad y, por tanto, revisar los DDHH
ante este umbral nuevo que se abre?.
Todo un reto científico que de realizarse con éxito daría un gran salto no solo en Medicina
sino también para redefinir el concepto de Humano, identidad y corporeidad desde la
Ética y sus implicaciones.
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problemas éticos del trasplante de cabeza

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