al Santísimo Sacramento - Movimiento Familiar Cristiano Católico

Transcripción

al Santísimo Sacramento - Movimiento Familiar Cristiano Católico
al Santísimo
Sacramento
~1~
Notas:
- Todas las imágenes fueron tomadas de Internet excepto el Logotipo de Jesucristo Sol de Justicia
- Si encuentras una errata en este devocionario o tienes sugerencias, favor de contactarme: [email protected]
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Rev. 1.4.2
Ciudad Juárez, Chihuahua, a 28/Feb/2013
Javier Oros
~2~
Recopilación de oraciones y
reflexiones para meditar ante
Jesús Sacramentado
~3~
Índice de contenido
Dedicatoria............................................................................................................................
1
Consideraciones....................................................................................................................
2
Quince minutos en compañía de Jesús Sacramentado..........................................................
3
Pieta (Piedad)
Santa Brígida.............................................................................................................
Promesas...................................................................................................................
15 Oraciones.............................................................................................................
5
6
7
Coronilla de la Divina Misericordia
Santa Faustina...........................................................................................................
Oración......................................................................................................................
13
14
Oraciones varias
Hazme un instrumento de tu paz...............................................................................
Al Cristo doliente......................................................................................................
Alma de Cristo..........................................................................................................
Magnificat.................................................................................................................
Oración al Santísimo Sacramento.............................................................................
Oración para ser misericordioso...............................................................................
Oración a Jesús Crucificado.....................................................................................
Letanías de la humildad............................................................................................
Padre Nuestro............................................................................................................
Ave María..................................................................................................................
Credo de Nicea-Constantinopla................................................................................
Credo de los Apóstoles..............................................................................................
Oración al Espíritu Santo..........................................................................................
Gloria........................................................................................................................
Bendito sea Dios.......................................................................................................
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Reflexiones personales a textos bíblicos
Hijo Pródigo..............................................................................................................
Maestro, ¿Donde vives?............................................................................................
Tesoro escondido, Perla Preciosa..............................................................................
Conclusión................................................................................................................
31
32
33
33
Cantos Eucarísticos...............................................................................................................
35
~4~
DEDICATORIA
Este devocionario al Santísimo Sacramento está hecho agradeciendo principalmente a nuestro Padre
Dios, quien nos dejó ese maravilloso regalo, su Hijo, en el Santísimo Sacramento, y va dirigido a todos
aquellos adoradores que, guiados por el Espíritu Santo, gustan de estar con el Señor. Ser adorador es
para mi una experiencia que me ha llenado enormemente y estoy seguro que a ti, hermano adorador,
también. Es por eso que me atrevo a compilar este devocionario con una serie de oraciones preciosas
que estoy seguro serán de gran utilidad para ti como lo son para mi.
Adicional a esto escribo algunas reflexiones personales, las cuales han ido formándose en mi a través
de muchas personas a mi alrededor que, inspiradas por el Espíritu Santo, me han ayudado, y a las
cuales agradezco la paciencia que me han tenido mientras avanzo, a veces muy lento, en el camino del
Señor.
~1~
CONSIDERACIONES
Unos minutos antes de que empieces a hacer oración con este devocionario (cuando recién llegues ante
el Señor), te recomiendo hagas una oración personal saludando a quien tienes enfrente, a Dios
todopoderoso. Así mismo, unos minutos antes de que te retires, haz otra oración personal
despidiéndote. No olvides cuidar también tu postura ante el Señor de la vida.
Otra consideración a tomar en cuenta es que, a diferencia de en algunas Horas Santas, la Adoración
Perpetua se hace en silencio, esto debido a que debemos respetar el diálogo que las otras personas que
están a nuestro alrededor, tienen con Dios. Así como tú, ellos también necesitan hablar con sus propias
palabras y decirle al Señor sus necesidades y agradecimientos personales.
Para sacarle mayor provecho a este devocionario te sugiero que cada vez que termines de leer una
oración, medites en las palabras y frases mencionadas de manera personal (piensa que esa oración es
hecha de ti hacia Dios, o de Dios hacia ti), guarda en tu corazón esa meditación, haz una oración acerca
de la reflexión que hiciste y proponte cambiar ese aspecto de tu vida que estorba para la santidad, esto
es, a modo de la Lectio Divina, una metodología para leer la Biblia, la cuál se resume como sigue:
- Lectio – Lectura leída.
- Meditatio – Reflexión sobre dicha lectura, preferentemente meditando en como está tu vida en ese
momento.
- Oratio – Oración sobre la reflexión hecha.
- Operatio – Acción a realizar en base a la reflexión hecha.
Veamos un ejemplo:
Lectio (Tomaremos la oración Hazme un Instrumento de tu Paz)
Señor, hazme un instrumento de tu paz, donde haya odio siembre yo amor, donde haya injuria, perdón,
donde haya duda, fe, donde haya tristeza, alegría, donde haya desaliento, esperanza, donde haya
oscuridad, tu luz.
¡Oh, Divino Maestro!, que no busque ser consolado, sino consolar, que no busque ser querido, sino
amar, que no busque ser comprendido, sino comprender; porque dando es como recibimos, perdonando
es como Tu nos perdonas y, muriendo en ti, es como nacemos a la vida eterna.
Meditatio
El Señor me invita a que haga a un lado mis egoísmos, que comparta mi tiempo y esfuerzo con los
demás, que lleve la buena noticia a los desconsolados... Dios está vivo y los ama a través de mi.
Muriendo mi viejo yo (el egoísta que nada más piensa en mi) es como puedo nacer de nuevo y, por la
misericordia de Dios, alcanzar la vida eterna.
Oratio
Dame Señor un espíritu nuevo, quiero llevar la buena noticia a los desamparados y tristes, quiero donar
un poco de mi tiempo a tu servicio, sirviendo a los demás. Ayúdame Señor a que no quiera solo estar en
mi casa en un estado cómodo, sino que quiera donar un poco de mi, para que mi viejo yo muera. Amén.
Operatio
Hoy voy a hablarle de Dios a alguien que yo sepa que necesita escuchar la afirmación de que Dios está
vivo y lo ama.
~2~
QUINCE MINUTOS EN COMPAÑÍA DE
JESÚS SACRAMENTADO
No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho;
basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí,
sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano.
¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera?
Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus
hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese
actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir;
me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en
cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas.
Háblame así, con sencillez, con llaneza: de los pobres a quienes
quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los
extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos
ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado. Dime por todos una
palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame
que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón; ¿y
no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos
que tu corazón especialmente ama?
Y para ti, ¿no necesitas alguna gracia? Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades y ven, léela en mi
presencia. Dime francamente que sientes soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez
egoísta, inconstante, negligente... y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o
muchos, que haces para quitar de ti tales miserias. No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo
tantos justos, tantos Santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con
humildad... y poco a poco se vieron libres de ellos.
Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, éxito feliz en tus
trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darte, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se
oponga, antes favorezca y ayude, a tu santificación. Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿qué puedo hacer por
tu bien? ¡Si supieras los deseos que tengo de favorecerte! ¿Traes ahora mismo entre manos algún
Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué
quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?
¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus
amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?
Dime qué cosa llama hoy particularmente tu atención, qué anhelas más vivamente, y con qué medios
cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y yo te diré las causas del mal éxito. ¿No
quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mío, soy dueño de los corazones y dulcemente los
llevo, sin perjuicio de su libertad, adonde me place.
~3~
¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame alma desconsolada, tus tristezas con todos
sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quién lastimó tu amor propio ? ¿quién te ha despreciado? Acércate a
mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y
acabarás en breve por decirme que, a semejanza de Mí todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago
recibirás mi consoladora bendición.
¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que no por ser infundadas dejan
de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes;
todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.
¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadas se alejan de ti, sin
que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado, si no han de ser
obstáculo a tu santificación.
¿Y no tienes tal vez alegría alguna que comunicarme? ¿Por qué no me haces partícipe de ella a fuer de
buen amigo? Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y hecho
como sonreír tu corazón. Quizá has tenido agradables sorpresas, quizá has visto disipados negros
recelos, quizá has recibido faustas noticias, alguna carta o muestra de cariño; has vencido alguna
dificultad, o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado: ¿por
qué no has de manifestarme por ello tu gratitud, y decirme sencillamente, como un hijo a su padre:
“¡Gracias, Padre mío, gracias!”? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al
bienhechor le gusta verse correspondido.
¿Tampoco tienes Promesa alguna para hacerme? Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los
hombres se les engaña fácilmente; a Dios, no. Háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes firme
resolución de no exponerte ya más a aquella ocasión de pecado? ¿de privarte de aquel objeto que te
dañó? ¿de no leer más aquel libro que exaltó tu imaginación? ¿de no tratar más aquella persona que
turbó la paz de tu alma ? ¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra a quien, por
haberte faltado, has mirado hasta hoy como enemiga?
Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no
olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del
santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el
prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con
el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo
amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.
~4~
PIETA
(Piedad)
Pieta, de Miguel Ángel
SANTA BRÍGIDA. Nació en 1302 y murió en 1373. Desde que era niña, por su devoción a María y
a Cristo, tenía visiones y Revelaciones en las que el mismo Cristo le hablaba. De estas revelaciones
surgen 15 oraciones dictadas por Nuestro Señor a Santa Brígida, las cuales van acompañadas de 20
promesas para los que las recen. Estas oraciones (más no así las promesas) fueron bendecidas por el
Papa Pío IX en 1862, y recomendadas un año después.
~5~
PROMESAS
1. Cualquiera que recite estas oraciones, obtendrá el grado máximo de perfección.
2. Quince días antes de su muerte, tendrá un conocimiento perfecto de todos sus pecados y una
contrición profunda de ellos.
3. Quince días antes de su muerte, le daré mi precioso cuerpo a fin de que escape el hambre eterna; le
daré a beber mi preciosa sangre para que no permanezca sediento eternamente.
4. Libraré del purgatorio a 15 almas de su familia.
5. Quince almas de su familia serán confirmadas y preservadas en gracia.
6. Quince pecadores de su familia se convertirán.
7. Haz de saber que cualquiera que haya vivido en estado de pecado mortal por 30 años; pero recita o
tiene la intención de recitar estas oraciones devotamente, Yo, el señor, le perdonaré todos sus pecados.
8. Si ha vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y está para morir al día siguiente,
prolongaré su existencia.
9. Obtendrá todo lo que pida a Dios y a la Santísima Virgen.
10. En cualquier parte donde se estén diciendo las oraciones, o donde se digan, Dios estará presenté por
su gracia.
11. Todo aquél que enseñe estas oraciones a los demás, ganará incalculables méritos y su gloria será
mayor en el cielo.
12. Por cada vez que se reciten estas oraciones, se ganarán 100 días de indulgencia.
13. Su alma será liberada de la muerte eterna.
14. Gozará de la promesa de que será contado entre los bienaventurados de cielo.
15. Lo defenderé contra las tentaciones del mal.
16. Preservaré y guardaré sus cinco sentidos.
17. Lo preservaré de una muerte repentina.
18. Yo colocaré mi cruz victoriosa ante él para que venza a los enemigos de su alma.
19. Antes de su muerte vendré con mi amada Madre.
20. Recibiré muy complacido su alma y lo conduciré a los gozos eternos. Y habiéndolo llevado allí, le
daré a beber de la fuente de mi divinidad.
El modo de recitar esta oración es de la siguiente manera:
1. Persignarse (Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros...)
2. Realizar la oración al Espíritu Santo.
3. Rezar un Padre Nuestro y un Ave María.
4. Realizar la oración de unión con Jesucristo Cada día.
5. Concluir con el Gloria (Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...)
~6~
Primera Oración
Padre Nuestro – Ave María
Oh Jesucristo, ¡Eres la Eterna Dulzura de todos los que te aman; la Alegría que sobrepasa todo Gozo y
Deseo; la Salvación y Esperanza de todos los pecadores! Has manifestado no tener mayor deseo que el
de permanecer en medio de los hombres, en la tierra. Los amas hasta el punto de asumir la naturaleza
humana, en la plenitud de los tiempos, por amor a ellos. Acuérdate de todos los sufrimientos que has
soportado desde el instante de Tu Concepción; y especialmente durante Tu Sagrada Pasión; así como
fue decretado y ordenado desde toda la eternidad; según el Plan Divino.
Acuérdate, Oh Señor, que durante la Última Cena con Tus Discípulos les has lavado los pies; y después
les diste Tu Sacratísimo Cuerpo, y Tu Sangre Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les
anunciaste tu próxima Pasión.
Acuérdate de la tristeza y amargura que has experimentado en Tu Alma, como Tu mismo lo afirmaste,
diciendo: “Mi alma está triste hasta la muerte”.
Acuérdate de todos los temores, las angustias y los dolores que has soportado, en Tu Sagrado Cuerpo,
antes del suplicio de la Crucifixión. Después de haber orado tres veces, todo bañado de sudor
sangriento, fuiste traicionado por Tu discípulo, Judas; apresado por los habitantes de una nación que
habías escogido y enaltecido. Fuiste acusado por falsos testigos, e injustamente juzgado por tres jueces;
todo lo cual sucedió en la flor de Tu Madurez; y en la Solemne Estación Pascual.
Acuérdate que fuiste despojado de Tu propia vestidura, y revestido con manto de irrisión. Te cubrieron
los Ojos y la Cara infligiendo bofetadas. Después, coronándote de espinas, pusieron en Tus manos una
caña. Finalmente, fuiste atado a la columna, desgarrado con azotes; y agobiado de oprobios y ultrajes.
En memoria de todas estas penas y dolores que has soportado antes de Tu Pasión en la Cruz,
concédeme antes de morir, una contrición verdadera; una confesión sincera y completa; adecuada
satisfacción; y la remisión de todos mis pecados. Amén.
Segunda Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, la verdadera Libertad de los Ángeles y Paraíso de Delicias! Acuérdate del horror y la tristeza
con que fuiste oprimido, cuando Tus enemigos, como leones furiosos, Te rodearon con miles de
injurias; salivazos; bofetadas; laceraciones; arañazos y otros suplicios inauditos. Te atormentaron a su
antojo. En consideración a estos tormentos, y a las palabras injuriosas, te suplico, ¡Oh mi Salvador, y
Redentor! que me libres de todos mis enemigos visibles e invisibles y que, bajo Tu protección, hagas
que yo alcance la perfección de la Salvación Eterna. Amén.
~7~
Tercera Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Tu abarcas todo; y
todo es sostenido bajo Tu Amorosa Potestad. Acuérdate del dolor amargo que sufriste cuando los
Judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe, clavaron Tus Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y
no viéndote en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron Tus llagas,
agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad, extendieron Tu Cuerpo en la Cruz. Y con
jalones y estirones violentos, en toda dirección, dislocaron Tus Huesos.
Oh Jesús, en memoria de este Santo Dolor que has soportado con tanto amor en la Cruz, te suplico
concederme la gracia de temerte y amarte. Amén
Cuarta Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Médico Celestial, elevado en la Cruz para curar nuestras llagas con las Tuyas! Acuérdate de
las contusiones y los desfallecimientos que has sufrido en todos Tus Miembros; y que fueron
distendidos a tal grado que no ha habido dolor semejante al Tuyo. Desde la cima de la cabeza hasta la
planta de los pies, ninguna parte de Tu Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin embargo, olvidando
todos Tus Sufrimientos, no dejaste de pedir por Tus enemigos, a Tu Padre Celestial, diciéndole: “Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Por esta inmensa Misericordia, y en memoria de estos Sufrimientos, te hago esta súplica. Concede que
el recuerdo de Tu muy amarga Pasión, nos alcance una perfecta contrición, y la remisión de todos
nuestros pecados. Amén.
Quinta Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Espejo de Resplandor Eterno! Acuérdate de la tristeza aguda que has sentido al contemplar
con anticipación, las almas que habían de condenarse. A la luz de Tu Divinidad, has vislumbrado la
predestinación de aquellos que se salvarían, mediante los méritos de Tu Sagrada Pasión.
Simultáneamente, has contemplado tristemente la inmensa multitud de réprobos que serían condenados
por sus pecados; y Te has quejado amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados
pecadores.
Por este abismo de compasión y piedad; y principalmente por la bondad que demostraste hacia el buen
ladrón, diciéndole: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso.”, hago esta súplica, Dulce Jesús, te pido que a
la hora de mi muerte tengas misericordia de mi. Amén.
~8~
Sexta Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Rey infinitamente amado y deseado! Acuérdate del dolor que has sufrido cuando, desnudo y
como un criminal común y corriente, fuiste clavado y elevado en la Cruz. También, fuiste abandonado
de todos Tus parientes y amigos; con la excepción de Tu muy amada Madre. En Tu agonía, Ella
permaneció fiel junto a Ti; luego, la encomendaste a Tu fiel discípulo, Juan, diciendo a María: “¡Mujer,
he aquí a tu hijo!” y a Juan: “¡He aquí a tu Madre!”.
Te suplico, Oh mi Salvador, por la espada de dolor que entonces traspasó el alma de Tu Santísima
Madre, que tengas compasión de mi. Y en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporal como
espirituales, ten piedad de mi. Asisteme en todas mis pruebas, y especialmente en la hora de mi muerte.
Amén.
Séptima Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Inagotable Fuente de Compasión, ten compasión de mi! En un profundo gesto de amor, has
exclamado en la Cruz: “Tengo sed”. Era sed por la salvación del género humano. ¡Oh mi Salvador¡ Te
ruego que inflames nuestros corazones con el deseo de dirigirnos hacia la perfección, en todas nuestras
obras. Extingue en nosotros la concupiscencia carnal, y el ardor de los apetitos mundanos. Amén.
Octava Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Dulzura de los corazones y Deleite del espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga que has
probado en la Cruz, por amor a nosotros, escucha nuestros ruegos. Concédenos la gracia de recibir
dignamente, Tu Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima, durante nuestra vida; y también a la hora de
la muerte; para servir de remedio y consuelo a nuestras almas. Amén.
Novena Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Virtud Real y Gozo del alma! Acuérdate del dolor que has sentido, sumergido en un océano
de amargura, al acercarse la muerte. Insultado y ultrajado por los Judíos, clamaste en alta voz que
habías sido abandonado por Tu Padre Celestial diciéndole: “Dios mio, Dios mio, ¿por que me has
abandonado?
Por esta angustia, te suplico, Oh mi salvador, que no me abandones en los terrores y dolores de mi
muerte. Amén.
~9~
Décima Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Principio y Fin de todas las cosas, Eres la Vida y la Virtud plena! Acuérdate que por causa
nuestra fuiste sumergido en un abismo de penas; sufriendo dolor desde la planta de los Pies hasta la
cima de la Cabeza. En consideración a la enormidad de Tus Llagas, enséñame a guardar, por puro amor
a Ti, todos Tus Mandamientos; cuyo camino de Tu Ley Divina es amplio y agradable, para aquellos que
Te aman. Amén.
Undécima Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús!, ¡Abismo muy profundo de misericordia¡ En memoria de las llagas que penetraron hasta la
médula de Tus Huesos y Entrañas, para atraerme hacia Ti, presento esta súplica. Yo, miserable pecador,
profundamente sumergido en mis ofensas, pido que me apartes del pecado. Ocúltame de Tu Rostro tan
justamente irritado contra mi. Escóndeme en los huecos de Tus Llagas; hasta que Tu cólera y justísima
indignación hayan cesado. Amén.
Duodécima Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Espejo de la Verdad, Sello de la Unidad, y Vínculo de la Caridad! Acuérdate de la multitud
de Llagas con que fuiste herido, desde la Cabeza hasta los Pies. Esas Llagas fueron laceradas y
enrojecidas, Oh dulce Jesús, por la efusión de Tu Adorable Sangre. ¡Oh, que dolor tan grande y repleto
has sufrido por amor a nosotros, en Tu Carne Virginal! ¡Dulcísimo Jesús!, ¿Que hubo de hacer por
nosotros que no hayas hecho? Nada falta. ¡Todo lo has cumplido! ¡Oh Amable y Adorable Jesús! Por el
fiel recuerdo de Tu Pasión, que el Fruto meritorio de Tus Sufrimientos sea renovado en mi alma. Y que
en mi corazón, Tu amor aumente cada día; hasta que llegue a contemplarte en la Eternidad. ¡Oh
Amabilísimo Jesús! Tu eres el Tesoro de toda alegría y dicha verdadera, que te pido concederme en el
Cielo. Amén.
Decimotercera Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Fuerte León, Rey Inmortal e Invencible! Acuérdate del inmenso dolor que has sufrido
cuando, agotadas todas Tus Fuerzas, tanto moral como física, inclinaste la Cabeza y dijiste: “Todo está
consumado”.
Por esta angustia y dolor, te suplico, Señor Jesús, que tengas piedad de mi en la hora de mi muerte;
cuando mi mente estará tremendamente perturbada; y mi alma sumergida en angustia. Amén.
~ 10 ~
Decimocuarta Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Único Hijo del Padre Celestial, Esplendor y Semejanza de Su Esencia! Acuérdate de la
sencilla y humilde recomendación que hiciste de Tu Alma, a Tu Padre Eterno, diciéndole: “¡Padre, en
Tus Manos encomiendo mi Espíritu!”. Desgarrado tu Cuerpo, destrozado Tu Corazón, y abiertas las
Entrañas de Tu Misericordia, para redimirnos, has expirado. Por Tu Preciosa Muerte, te suplico, Oh
Rey de los Santos, confórtame. Socórreme, para resistir al demonio, la carne y al mundo, a fin de que,
estando muerto al mundo, viva yo solamente para Ti. Y a la hora de mi muerte, recibe mi alma
peregrina y desterrada que regresa a Ti. Amén.
Decimoquinta Oración
Padre Nuestro – Ave María
¡Oh Jesús, Verdadera y Fecunda Vid! Acuérdate de la abundante efusión de Sangre que tan
generosamente has derramado de Tu Sagrado Cuerpo. Tu Preciosa Sangre fue derramada como el jugo
de la uva bajo el lagar.
De Tu Costado perforado por un soldado, con la lanza, ha brotado Sangre y Agua, hasta no quedar en
Tu Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y
delicada Carne Tuya fue destrozada; la Substancia de Tu Cuerpo fue marchitada; y disecada la Médula
de Tus Huesos.
Por esta amarga Pasión, y por la efusión de Tu Preciosa Sangre, te suplico, Oh Dulcísimo Jesús, que
recibas mi alma cuando yo esté sufriendo, en la agonía de mi muerte. Amén.
Oración final
¡Oh Dulce Jesús! Hiere mi corazón, a fin de que mis lágrimas de amor y penitencia me sirvan de pan,
día y noche. Conviérteme enteramente, Oh mi Señor, a Ti. Has que mi corazón sea Tu Habitación
Perpetua, y que mi conversación Te sea agradable. Que el fin de mi vida Te sea de tal suerte loable, que
después de mi muerte pueda merecer Tu Paraíso; y alabarte para siempre en el Cielo, con todos Tus
Santos. Amén.
~ 11 ~
CORONILLA DE LA DIVINA
MISERICORDIA
~ 12 ~
SANTA FAUSTINA. Nació en 1905 en Polonia y murió en 1938. El 22 de Febrero de 1931 tuvo
una visión donde Jesús le indicaba que pintara la imagen de acuerdo a la visión, con las palabras:
“Jesús, en voz confío”.
Sobre las revelaciones descritas en el diario de Santa Faustina con poco más de 600 páginas, podemos
destacar lo siguiente:
Extractos de los Mensajes de Nuestro Señor, según el diario de Santa Faustina
- Sobre la Imagen.
"Ofrezco a los hombres la vasija con la que han de seguir viniendo a la fuente de la misericordia para
recoger las gracias. Esa vasija es esta imagen con la firma: Jesús, en Vos confío"
- Sobre la Coronilla.
"Alienta a las personas a recitar la Coronilla que te he dado... Quien la recite, recibirá gran misericordia
a su hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de
salvación. Aún si el pecador mas empedernido recite esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia
de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi
Misericordia."
"Escribe que cuando reciten esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y
él, no como Justo Juez sino como Salvador Misericordioso."
- Sobre la Festividad.
"Yo quiero que esta imagen sea solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua; ese
domingo ha de ser la Fiesta de Mi Misericordia."
"En aquel día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramaré un mar entero de gracias sobre
las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; el alma que se confiese [dentro de ocho días
antes o después] y comulgue [el mismo día] obtendrá la remisión total de culpas y castigos"
- La Hora de la Misericordia (Las Tres de la Tarde)
"Te recuerdo, hija mía, que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas
completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el
mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió
ampliamente para cada alma."
"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un
brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi desamparo en momento de agonía.
Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza
mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión."
- Sobre la Novena.
"Deseo que durante esos nueve días traigas almas a la fuente de Mi misericordia, que de allí podrán
tomar fuerza y consuelo y cualquier gracia que necesiten en las adversidades de la vida, especialmente
en la hora de la muerte."
~ 13 ~
ORACIÓN
Padre Nuestro – Ave María – Credo de los Apóstoles
La coronilla se reza con un Rosario común de cinco decenas, en las cuentas grandes se dice:
Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro
Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada cuenta pequeña se dice:
Por Su Dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al terminar las cinco decenas se dice tres veces:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Oración final:
Oh Sangre y Agua, que brotaste del Santísimo Corazón de Jesús como fuente de Misericordia para
nosotros, yo confío en Ti.
~ 14 ~
ORACIONES VARIAS
~ 15 ~
HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ
Señor, hazme un instrumento de Tu Paz,
donde haya odio, siembre yo Amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya tristeza, alegría;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya oscuridad, Tu Luz.
¡Oh, Divino Maestro!
que no busque ser consolado, sino consolar;
que no busque ser querido, sino amar;
que no busque ser comprendido, sino comprender.
Porque dando es como recibimos;
perdonando es como Tu nos perdonas;
y muriendo en Ti, es como nacemos a la Vida Eterna.
Autor: Se le atribuye a San Francisco de Asís
~ 16 ~
AL CRISTO DOLIENTE
No me mueve mi Dios para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tu me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin tu amor de tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar por que te quiera,
porque aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Autor: Anónimo
~ 17 ~
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame,
Cuerpo de Cristo, sálvame,
Sangre de Cristo, embriágame,
Agua del Costado de Cristo, lávame,
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, Buen Jesús!, óyeme,
dentro de tus llagas, escóndeme,
no permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme,
en la hora de mi muerte, llámame
y mándame ir a Ti,
para que con tus Santos te alabe,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Autor: San Ignacio de Loyola
~ 18 ~
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abrahám y su descendencia por siempre.
Lc 1, 46-55
~ 19 ~
ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Señor mío, Jesucristo, por amor a los hombres estás noche y día en este Sacramento, lleno de piedad y
amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte; creo que estás presente en el
Sacramento del altar.
Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y
especialmente por haberte dado Tú mismo en este Sacramento, por haberme concedido por mi abogada
a Tu Amantísima Madre y haberme llamado a visitarte en esta iglesia.
Adoro a Tu Santísimo Corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este
insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en
este Sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde
estás sacramentado con menos culto y abandono.
Autor: San Alfonso Ligorio
~ 20 ~
ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSO
Oh Señor, deseo transformarme en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo
atributo de Dios, es decir, su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos para que yo jamás recele o juzgue según las
apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de
mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis
prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa
hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi
prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi
prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de
mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que
abusarán de mi bondad. Y yo me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis
propios sufrimientos en silencio.
Que Tu misericordia, oh Señor mío, repose dentro de mí.
Autor: Santa Faustina (Diario, 163)
~ 21 ~
ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO
Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!,
postrado en tu santísima presencia; te
ruego con el mayor fervor de mi alma que
imprimas
en
mi
corazón
vivos
sentimientos de fe, esperanza y caridad, un
verdadero dolor de mis pecados y un firme
propósito de jamás ofenderte; mientras que
yo, con todo el amor y toda la compasión
de que soy capaz, voy considerando Tus
cinco llagas, teniendo presente lo que dijo
de Tí, ¡oh buen Jesús!, el santo profeta
David: "Han taladrado mis manos y mis
pies, y se pueden contar todos mis huesos".
Amén.
Autor: Anónimo
~ 22 ~
LETANÍAS DE LA HUMILDAD
Jesús manso y humilde de Corazón, - Óyeme
Del deseo de ser lisonjeado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser alabado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser honrado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser aplaudido, Líbrame Jesús
Del deseo de ser preferido a otros, Líbrame Jesús
Del deseo de ser consultado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser aceptado, Líbrame Jesús
Del temor de ser humillado, Líbrame Jesús
Del temor de ser despreciado, Líbrame Jesús
Del temor de ser reprendido, Líbrame Jesús
Del temor de ser calumniado, Líbrame Jesús
Del temor de ser olvidado, Líbrame Jesús
Del temor de ser puesto en ridículo, Líbrame Jesús
Del temor de ser injuriado, Líbrame Jesús
Del temor de ser juzgado con malicia, Líbrame Jesús
Que otros sean más estimados que yo, dame la gracia de desearlo
Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse, dame la gracia de desearlo
Que otros sean alabados y de mí no se haga caso, dame la gracia de desearlo
Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil, dame la gracia de desearlo
Que otros sean preferidos a mí en todo, dame la gracia de desearlo
Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda, dame la gracia de
desearlo.
Oración:
Oh Jesús, que siendo Dios te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne
que confunda nuestro orgullo y amor propio, concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo,
para que, humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados
hasta gozar eternamente de Ti en el cielo.
Amén.
Autor: Cardenal Merry del Val
~ 23 ~
PADRE NUESTRO
Padre Nuestro que estás en el cielo,
Santificado sea Tu Nombre,
venga a nosotros Tu Reino;
hágase Tu Voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro Pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en tentación y libranos del mal.
Amén.
Mt 6, 9-13
AVE MARÍA
Dios te salve María,
llena eres de gracia,
el Señor es contigo;
bendita eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora
de nuestra muerte.
Amén.
Lc 1, 28.42
~ 24 ~
CREDO
(de Nicea-Constantinopla)
Creo en un solo Dios, Padre
todopoderoso, Creador del cielo y de
la tierra, de todo lo visible y lo
invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de
Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que
por nosotros lo hombres, y por
nuestra salvación bajó del cielo, y por
obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen, y se hizo hombre; y
por nuestra causa fue crucificado en
tiempos de Poncio Pilato; padeció y
fue sepultado, y resucitó al tercer día,
según las Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para
juzgar a vivos y muertos, y Su Reino
no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y
dador de vida, que procede del Padre
y del Hijo, que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
Concilios de Nicea/Constantinopla, 325/381 d.C.
~ 25 ~
CREDO
(de los Apóstoles)
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
~ 26 ~
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y
enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu
Espíritu y todas las cosas serán creadas y se renovará la
faz de la tierra.
Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles
con la Luz del Espíritu Santo, danos a saber rectamente
la verdad según Tu mismo Espíritu y gozar para siempre
de tus consuelos.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.
~ 27 ~
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los
hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso.
Señor, Hijo Único, Jesucristo, Señor Dios,
Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que
quitas el pecado del mundo, atiende nuestra
súplica; tú que estás sentado a la derecha del
Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres
Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Nota: Se recita o canta en las Misas
~ 28 ~
BENDITO SEA DIOS
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Incomparable Madre de Dios, la Santísima Virgen
María.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Oración final:
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de Tú pasión; Te pedimos nos
concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre, que
experimentemos constantemente en nosotros el fruto de Tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Nota: Se recita al exponer al Santísimo en las Horas Santas o cuando se comulga espiritualmente por
no poder comulgar sacramentalmente.
~ 29 ~
RELEXIONES PERSONALES A TEXTOS
BIBLICOS
~ 30 ~
HIJO PRÓDIGO
(Lc 15, 11-32)
Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo
al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda
que me corresponde." Y él les repartió la
hacienda.
Pocos días después, el hijo menor lo reunió todo
y se marchó a un país lejano, donde malgastó su
hacienda viviendo como un libertino. Cuando se
lo había gastado todo, sobrevino un hambre
extrema en aquel país y comenzó a pasar
necesidad. Entonces fue y se ajustó con uno de
los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus
fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su
vientre con las algarrobas que comían los
puercos, pues nadie le daba nada.
Y entrando en sí mismo, dijo: ¡"Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que
yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y
contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."
Y, levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió,
se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya
no merezco ser llamado hijo tuyo."Pero el padre dijo a sus siervos: D
" ense prisa; traigan el mejor
vestido y vístanlo, póngale un anillo en la mano y unas sandalias en los pies. Traigan el novillo
cebado, mátenlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a
la vida; se había perdido y ha sido hallado."Y comenzaron la fiesta.
Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas;
y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu
padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."Él se irritó y no quería entrar. Salió
su padre y le rogaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de
cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y
¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él
el novillo cebado!"Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía
celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo había muerto y ha vuelto a la vida, se había
perdido y ha sido hallado.”.
Meditatio
En este relato podemos ver a tres principales personajes, el padre, el hijo mayor y el hijo menor. En esta
parábola Cristo nos hace meditar en muchas cosas, pero vamos a reflexionar solo una, en como
nosotros (representados por el hijo menor) nos alejamos de Dios (representado por el padre).
Nos alejamos de la seguridad de Dios, de su amor, de su cuidado, para ir a malgastar lo que Dios nos ha
dado, nuestra vida, nuestras habilidades. Malgastamos en actos egoístas los dones que Dios nos da,
~ 31 ~
utilizándolos solo para nuestro bien, rodeados de falsos amigos, los cuales están con nosotros solo por
lo que les damos. Llega el momento en que nos sentimos solos aunque estemos rodeados de gente,
porque cuando tenemos dinero sobran los “amigos”, pero aquí notamos que nadie le ayudó, ya no había
nadie a su alrededor... y aún así nos resistimos a volver a Dios. En la actualidad lo podemos plasmar
queriendo llenar el vacío que sentimos con cosas del mundo (carros, casas, ropa, salir de paseo), pero
nada llena ese vacío, siempre queremos más. Hoy es momento de reflexionar y decir: “Volveré a mi
Padre y le diré, Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”.
Volviendo a la parábola el padre seguramente salía todas las tardes para ver si su hijo, el que se había
alejado, volvía, siendo así, entonces no fue coincidencia que viera a su hijo venir de lejos. Nuestro
Padre todo el tiempo nos está esperando con los brazos abiertos como en la parábola, para ver cuando
nos atrevemos a volver. Tal vez tu hayas dejado de creer en Dios, pero Dios aún no deja de creer en ti.
Oratio
Padre, quítame está venda de los ojos, que pueda verte y ver lo bien que me hace estar contigo, quiero
abrazarte Padre y sentir Tus brazos amorosos sobre mi. Ayúdame a no alejarme de tus caminos, quiero
caminar derecho, quiero ser ese hijo que dice la parábola, el que regresa a Ti para no alejarse. Te lo
pido en nombre de Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Operatio
Esta semana voy a hacer oración a Dios Padre para que me de el don de la humildad, y así reconocer
que lo necesito y que solo no puedo.
MAESTRO, ¿DONDE VIVES?
(Jn 1, 35-39)
Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus
discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: “He ahí el Cordero de
Dios”. Los dos discípulos lo oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se
volvió y al ver que lo seguían, les dice: “¿Que buscan?” Ellos
respondieron: “Rabbí - que quiere decir Maestro -, “¿Donde vives? Les
respondió: “Vengan y lo verán”. Fueron, pues, vieron donde vivía y se
quedaron con Él aquel día. Eran más o menos las cuatro de la tarde.
Meditatio
Muchas veces buscamos a Jesús en las cosas del mundo: alcohol, drogas, fornicación, compras sin
sentido, y demás placeres mundanos; sin saber que lo podemos encontrar en lo sencillo: en la sonrisa de
un niño, en las palabras sabias de un anciano, en el consuelo de nuestros familiares y amigos, en
nuestro propio corazón. Pregúntale a Dios donde vive, y seguro el te mostrará su habitación.
Oratio
Padre, ante tu pregunta “¿Que buscas?” quisiera responderte que a Ti. Busco Tu morada, quiero vivir
contigo y no apartarme de ahí. Te pido me muestres donde vives, permíteme vivir en tu casa. Amén.
Operatio
Me propongo ir a misa cada Domingo para encontrarme con Dios.
~ 32 ~
TESORO ESCONDIDO, PERLA PRECIOSA
(Mt 13, 44-46)
El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en
un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo
y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y
compra el campo aquel. También es semejante el Reino de los
Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que,
al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que
tiene y la compra.
Meditatio
En estas parábolas Jesús nos muestra a lo que se asemeja el
Reino de los Cielos. En ambas parábolas nos indica que las
personas que encuentran el Reino venden todo lo que tienen
para comprarlo. El Reino de los Cielos es tan precioso que si lo encuentras es necesario vender todo lo
que posees, y no es lo material a lo que se refiere, sino a tu ser. Vender es deshacerse de algo para
obtener una ganancia. Lo que tienes que vender son tus egoísmos, es decir, el querer estar todos los días
viviendo solo para ti, y no para los demás (no Misas, no obras de caridad, etc); vende los chismes hacia
los demás; vende el aferrarte a lo material: dinero, casa, carro, celular, etc (a veces ponemos estas cosas
sobre Dios); vende el albur con los amigos; vende las críticas que en lugar de construir, destruyen;
vende los vicios que tienes: pornografía, alcohol, drogas, etc; vende eso que tu sabes que te estorba
para seguir a Cristo.... y la ganancia será el Reino de los Cielos.
Oratio
Padre, permite que logre desprenderme de todo lo que me haga impuro a Tus ojos, para de esa forma,
libre de todo lo que le estorba a mi espíritu, te siga. Te lo pido Padre en nombre de Tu Hijo, nuestro
Señor Jesucristo. Amén.
Operatio
Voy a hacer un análisis de mi vida, y me propongo deshacerme de al menos una cosa de las tantas que
me estorban para seguir a Cristo. Una cosa a la vez iré venciendo mi materialismo desmedido.
Conclusión a las lecturas
Tanto de estas lecturas meditadas, como de otras, hay mucho que aprender, lo expuesto aquí es solo un
ejemplo de lo que podemos encontrar en la Biblia. Solo una importantísima nota: durante estos casi
2000 años la Iglesia ha sido, y será, un sola, y para que conozcas y entiendas más tu Iglesia y no te
alejes de ella, debes leer y meditar la Biblia, libros que el Magisterio haya aprobado (Catecismo de la
Iglesia Católica, Documentos de los concilios, encíclicas, etc), entre otras publicaciones, todo a la luz
del mismo Magisterio. También es sumamente necesario asistir y escuchar atentamente la Misa, así
como alimentarnos del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Y no olvides estar SIEMPRE en constante oración.
~ 33 ~
CANTOS EUCARÍSTICOS
Como vimos en las consideraciones, en la adoración perpetua si bien es cierto que no podemos hablar
ni cantar en voz alta (así como tú, los que están a tu alrededor también necesitan tener ese diálogo
personal con Dios), estos cantos los podemos interiorizar, cantándolos en voz muy baja para no distraer
a los demás, o simplemente cantarlos con el pensamiento, pero siempre reflexionando profundamente
en la letra del canto mismo. El que canta, dice San Agustín, ora dos veces.
~ 34 ~
ALTÍSIMO SEÑOR
Altísimo Señor, que supiste juntar,
a un tiempo en el altar, ser cordero y pastor.
Quisiera con fervor amar y recibir
a quien por mi quiso morir.
Cordero divinal, por nuestro sumo bien,
inmolado en Salem, en tu puro raudal.
De gracia celestial lava mi corazón,
que fiel te rinde adoración.
Suavísimo maná, que sabe a dulce miel,
ven y del mundo vil nada me gustará.
Ven y se cambiará del destierro cruel,
con tu dulzura la amarga hiel.
Oh convivio real, donde sirve el Redentor,
al siervo del Señor, comida sin igual;
Pan de vida inmortal ven a entrañarte en mí,
y quede yo convertido a Tí.
BENDITO, BENDITO SEA DIOS
Bendito, Bendito, Bendito sea Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios. (2)
Yo creo, Jesús mío, que estás en el altar,
oculto en la hostia te vengo a adorar. (2)
Espero, Jesús mío, en tu suma bondad,
poder recibirte con fe y caridad. (2)
Por el amor al hombre moriste en una cruz,
y al cáliz bajaste por nuestra salud. (2)
Jesús, Rey del cielo está en el altar,
su Cuerpo, su Sangre, nos da sin cesar. (2)
Entre sus ovejas está el Buen Pastor,
en vela continua lo tiene el amor. (2)
~ 35 ~
CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES
Cantemos al Amor de los Amores
cantemos al Señor,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!
¡Gloria a Cristo Jesús,
cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!
Unamos nuestra voz a los cantares
del Coro Celestial,
Dios está aquí, al Dios de los Altares
alabemos con gozo angelical.
Por nuestro amor oculta en el sagrario
su gloria y esplendor.
Por nuestro bien se queda en el santuario,
esperando a justo y pecador.
Oh, gran prodigio del amor divino!
Milagro sin igual!
Prenda de amistad, banquete peregrino,
donde se come el Cordero Celestial!
Jesús piadoso, Rey de las victorias,
a Ti loor sin fin.
Canten tu poder, autor de nuestras glorias,
cielo y tierra hasta el último confín!
Tu nombre ensalzamos y alabamos,
con toda nuestra voz;
Rey de Majestad, por siempre te aclamamos,
y Señor de las almas, Cristo Dios!
El mundo impío contra Ti se agita,
sembrando por doquier,
el error, el mal; y a todos nos invita
a beber de la copa del placer.
Mas, he aquí que tu Vicario augusto,
de Roma el solo Rey,
por tan gran maldad no oculta su disgusto,
y desea salvar su noble grey.
~ 36 ~
Al pie de tu sagrario nos convida
a recibir su amor;
porque Tú, Jesús, del alma das la vida,
y la llenas de fuerza y de valor.
Oh, sí, cristianos fervorosos, vamos
a Cristo en el altar;
y con viva fe, su Cuerpo recibamos,
cada día y siempre hasta expirar.
TANTUM ERGO
Veneremos, pues, inclinados
tan grande Sacramento;
y la antigua figura ceda el puesto
al nuevo rito; la fe supla
la incapacidad de los sentidos.
Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder y bendición;
una gloria igual sea dada
al que del uno y del otro procede.
Amén.
DIOS ES AMOR, ALELUYA
Dios es amor, es amor, aleluya.
Viva el amor, el amor, aleluya.
“Desde siempre te amé”, dice el Señor,
“cielo y tierra formé pensando en ti;
hijo mío serás y un corazón tendrás
para ser tú también el amor.” (2)
“Te alejaste de mi”, dice el Señor,
“y al abismo bajé en tu traición;
di la vida por ti y en el Pan que dejé
sobre tu mesa fui el amor.” (2)
“En tu hermano yo estoy”, dice el Señor,
“quiero encontrarme en él en su dolor;
son mi Pan y mi Ley un vínculo de unión
y un incendio de amor el amor.” (2)
~ 37 ~

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