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ESCRITORES Y DISCORDIAS:
Las Cartas sobre la mesa
José Agustín:
Paco]gnacio
Taibo 11:
•
"Hay un claro
"Soy ceuísta,
independiente,
populachero,
.
plebe
y sandinista"
-vaClO
de poder
en las letras
.
"
mexicanas
N6m. 1324. MéDco, D.F.
mde Agosto de 1987.
1
Anatoli Ribakov:
HIJOS··.DE
ARBA~
una de las primeras
novelas del deshielo
gorbachoviano
Vivir de milagro
Entrevista con David
Martín del <;ampo
•
.
Las Glorias del Huarachazo: El Colonia, Los Angeies
3S
de una victoria popular que ha costado sangre y
que es consecuencia directa del Movimiento Estudiantil de 1968. En México hoy día se disiente,
se crítica, se exponen ideas y se hacen proposiCiones sin que nada ni nadie pueda impedirlo. En la
prensa diaria, en las revistas, en los libros y
también, en menor escala, en el cine y la televisión, hay manifestaciones libres de ideas que
hace veinte años hubieran sido inimaginables, y
que en muchos países supuestamente desarrollados no se observan con tal amplitud y profundidad.
•
El México actual de la crisis vive una
efervescencia cultural que ha evitado la
desnacionalización que tanto seduce a los
grandes empresarios, a la alta clase media y a
muchos organismos políticos como el Partido de
Acción Nacional, PAN, y, en parte al menos al
Partido Revolucionario Institucional, PRI, que
no es homogéneo y que acusa graves fracturas y
omo se sabe, México vive una de las crisis más severas e importantes de toda su
historia. A final de este siglo, que equivale a decir a fines de milenio y de eón
platónico..los modos políticos, económicos y sociales que han persistido en
mi país durante los últimos cincuenta años se
hallan tan deteriorados que ahora tocan fondo.
Si bien nuestra realidad de ninguna manera se
presta a simplificaciones, la crisis es profundísima: todos los problemas se han agudízado, la
mayoría de los ciudadanos se ha empobrecido y
la alta burguesía, al igual que la alta burocracia,
alegremente aumenta sus haberes a través del
buen negocio de entregar los bienes de la nación
y buena parte de la soberanía en manos extranjeras. Pero la crisis rebasa lo económico, lo
político: implica una dolorosa pero inevitable
transición, una transformación decisiva, y esto es
algo que no siempre se quiere ver.
Por lo mismo, tampoco se ve que la crisis, poco
a poco, nos hace reconocer los signos del deterioro y nos conduce inevitablemente a un severo,
sobrio, realismo. Por supuesto, hay quien prefiere huir de la realidad, pero otros, cada vez
más, no tienen más remedio, para sobrevivir,
que empezar a ver lo que ocurre sin ilusiones falsas. Aunque el descrédito de las instituciones, la
desconfianza a las autoridades y el desencanto
campean, el mínimo sentido común indíca que
no vamos a sucumbir. No vamos a terminar como
colonia ni con la identidad devastada. A pesar
del desencanto y el aparente inmovilismo de las
capas populares, de la inercia: a pesar de que es
fuerte la tentación al abandono porque ya nos
hemos acostumbrado a vivir en medio de la desolación, igualmente existe una tendencia opuesta,
contrarrestante: se tiene miedo de dar pasos
fundamentales pero se sabe que hay que darlos,
cada vez es más difícil el autoengaño porque
existe una base de conciencia que ha fortalecido
la cultura. Por eso el escritor José, Emilio Pacheco
díjo hace poco: "Entre las ruinas del país, la
cultura sigue en pie".
y así es. El desarrollo de la cultura no sólo
sigue en pie sino que también nos conserva en
pie. Hemos obtenido victorias que señalan un estimable nivel de madurez por parte de la sociedad. Por eso no hemos caído en un golpe de
estado, por eso las cosas no devienen las catástrofes que muchos anhelarian ver. Este avance en la
conciencia, este nivel de madurez, por supuesto
no se halla en el gobierno, ni en los empresarios,
que son los más subdesarrollados de todos, pero sí
en porciones cada vez más grandes de la sociedad.
La manifestación más clara de este desarrollo
se halla en la libertad de expresión, que es real y
de ninguna manera representa una concesión
gratuita o generosa del Estado: se trata más bien
C
36
de juntar grupos numerosos de poetas o narradores, jóvenes usualmente apoyados por la presencia de autores reconocidos. Durante uno o varios
días los escritores conviven, dísertan y leen su
producción. Los gastos los sufragan dístintas instituciones: la UNAM, la UAM, el INBA, Ygobier"
nos municipales y estatales, pues, con el fin de
descentralizar, estos encuentros tienen lugar en
sitios grandes o pequeños del interior. LoS ha
habido en casi todos los estados de la República.
En esta dinámica cultural quizá la literatura
sea la rama más avanzada. No en balde, desde
mediados de los sesenta mostró mayor brío y
brillantez, y prefiguró no sólo el parteaguas del
68 sino el dinamismo de otras formas expresivas:
el periodismo, el rock, el teatro o el cine, por
ejemplo. Los escritores pueden tener una importancia mayor de lo que se cree, y como mínimo
ejemplo hay que citar que los puntos de vista de
algunos de ellos, para bien o para mal, logran
LA, LITERATURA
MEXICANA EN TIEMPOS
DE CRISIS
José Agustín
una inestabilidad indetenible. Desde la libertad
de expresión y las investigaciones, hasta la alta
cultura y la popular, el dínamismo es notable. La
cultura se ha democratizado, se expande en todas
dírecciones, sin excluir a nadie. En realidad a
pesar de viejas y falsas ideas sacralizantes, cada
vez arraiga más la conciencia de que no hay alta
y baja cultura, sino una sola, tan importante en
cualquier estadio en que se dé. Hasta el monopolio de la televisión comercial ha tenido que crear
un canal cultural. Es un gheto fariseico, pero
indíca cuánta importancia tiene la cultura aun
entre aquellos que nunca leyeron a Gramsci.
Muchas dependencias gubernamentales desempeñan una vasta actividad en este aspecto,
incluso varías que no tienen que ver dírectamente con la educación o el bienestar social, aunque
.es n~ario señalar que muchas veces esta
~ctividad es desordenada y duplica funciones,
pues el gobierno se rehusa a definir una política
cultural integral. Se puede argüir, y suele
hacerse, que todo esto está bien, pero que no
afecta las cuestiones esenciales. Pero esta
discusión ni remotamente está cerrada y ya no
puede afirmarse tan fácilmente, como hacen
comunistas y capialistas, que la cultura es superestructural.
Entre los objetivos fundamentales que el gobierno mexicano ha elegido para combatir la
crisis, la cultura no alcanza rango prioritario. Sin
embargo, para sorpresa de quienes preveían
severas limitaciones al ámbito cultural, esto no
ha sucedído del todo. Sin manifestarlo con la
claridad que se debiera, la cultura no ha sido
brutalmente cercenada, sino que encuentra
maneras de salir a flote porque; en verdad, la
sociedad intuye, o lo sabe inconscientemente,
que se trata de una verdadera necesidad de
primer rango, de un alimento tan importante
como el material. Por eso, s"los presupuestos no
alcanza O, se pueden llevar a cabo actividades
conjuntas. Tómese por ejemplo los encuentros de
escritores que desde principios de esta década
puso en marcha Marco Antonio Campos. Se trata
tener peso. Las c~as públicas firmadas
colectivamente por Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze,
Elena Paniatowska y Fernando Benitez, entre
otros, fueron tomadas en cuenta por el gobierno,
la oposición, la opinión pública, IY los grupos
reaccionarios de Estados Unidosl Otros autores,
como Eraclio Zepeda, Vicente Leñero o José
Emilio Pacheco, con sus declaraciones, su trabajo
periodístico y por supuesto con sus obras,
igualmente contribuyen en el curso de los acontecimientos nacionales. Claro que esto ocurre por
la importancia de las ideas que expresan pero en
gran medida éstas tienen fuerza y validez por la
calidad de la obra literaria que las sustenta.
En esta época de crisis está viva la presencia
del mejor José Vasconcelos. La Secretaria de
Educación Pública, mediante coediciones, ha
publicado ya dos series de ':fcturas Mexicanas.
Son libros clave en el paisaje cultural del país.
Los tirajes, masivos, van de cien mil a treinta mil
ejemplares; la primera serie, con sus esperables
omisiones, se integra con clásicos: la segunda ha
recogido lo más importante de la producción
literaria de los últimos veinte años, que la crítica
suele ignorar. Los libros cuestan treinta centavos
de dólar, la primera serie, y cincuenta centavos,
la segunda. Las edíciones por lo general son
bellas, impresas en buen papel y cartulina, y se
venden en los puestos periodísticos de la calle.
Una infinidad de lectores ha comprado los libros
y dejó ver que éste es uno de los proyectos
culturales recibidos con mayor entusiasmo por el
público que está díspuesto a leer buena literatura
si se le pone al alcance.
Si bien la producción editorial ha disminuido
(en 1982 fue notable la cantidad y la calidad de
los libros impresos), son pocas las editoriales que
han tenido que cerrar. A la presencia de las casas
editoras célebres o ricas, se ha añadído un grupo
de nuevas editoriales y de ediciones de universidades, instituciones gubernamentales y de gobiernos estatales q",'e publica literatura mexicana,
y se arriesga con nuevos autores, algunos
sumamente jóvenes, pues desde los años ~ntil
se abatió la mayoría de edad literaria a menos de
veinticinco años.
Continúa la actividad intensa en talleres
literarios públicos y privados en todo el país, y
existe una impresionante .cantidad de concursos
de literatura. Tenemos muchos escritores. Hay
quien se queja de la abundancia pero el número
indica que existe una voluntad expresiva fuera de
lo común en México, especialmente enfre
jóvenes. Claro, de estos concursos y talleres
surgen autores significativos, que siempre son
pocos. Además, la literatura ha conquistado
nuevos espacios: el más significativo es la
televisión, dado que este medio tiene una
influencia directa, generalmente devastadora, en
la población. Los escritores están de moda en la
televisión, no sólo como invitados a programas
sino como colaboradores o de plano como
conductores. El gran pionero fue Juan José
Arreola, a quien le siguieron Luis Spota y
Octavio Paz, quien ha sido la más fuerte carta
legitimadora que tiene la televisión comercial.
En la actualidad hay más de quince escritores
que colaboran o conducen sus propios programas
de televisión. No todos tienen el mismo éxito,
pero sin duda contrarrestan, en una proporción
mínima si se quiere, la usual producción inane y
enajenante que nos llega de Estados Unidos y que
también se produce en México con alegre
impunidad.
En los ochenta la literatura cuenta con nuevas
cartas fuertes en todos los géneros: Adolfo
Castañón, José Joaquin Blanco, Sergio Gómez
Montero, Alberto Ruy Sánchez, Christopher Domínguez y Evodio Escalante, para sólo citar
algunos, en el ensayo; Ricardo Castillo, Alberto
Blanco, Luis Cortés Bargalló, Marco Antonio
Campos, Coral Bracho, Luis Miguel Aguilar y
David Huerta en la poesía: y Jaime del Palacio,
María Luisa Puga, Guillermo Samperio, Luis
Arturo Ramos, Angeles Mastretta, Rafael
Ramírez Heredia, Agustín Ramos y Juan Villoro,
en la narrativa. Un rasgo definitivo de éstos"
otros autores es la pluralidad, la solidezo, el oficio
y, por supuesto, el talento. Una conquista
irreversible es el derrumbamiento de los cánones
que asfixiaban y rigidizaban a la 'literatura
mexicana hasta principios de los años sesenta. La
libertad artística se ejerce con responsabilidad y
rigor, y cualquier concepción, cualquier estética,
es valedera si cumple con su propia legalidad
interna. Hay obras con planteamientos políticos
y sociales, o subjetivas, densas y reflexivas: a los
requerimientos básicos de corrección formal,
profundidad y riqueza de niveles hay que añadir
la legitimación definitiva del lenguaje coloquial
transmutado en forma artística. Se emplea el
contexto policiaco como metáfora política, la
reflexión en los fenómenos creativos, los neobarroquismos de todo tipo, el humor y la ironía
crítica, pero también la autocrítica, la creación
de nuevos símbolos, nuevas metáforas globales y
las recapitulaciones generacionales, para sólo
citar algunos elementos notorios de los escritores
mexicanos. La cultura popular y la alta cultura
han borrado sus fronteras y la rígidez limitante
de los géneros concebidos estrechamente ha sido
abolida.
La crisis también ha abierto un nuevo espacio
temático que se le suele llamar '<literatura del
desencanto". La inició José Emilio Pacheco con
su bellísima noveleta Las batallas en el desierto y
la ha continuado José Joaquín Blanco con Calles
como incendios y Humberto Rivas con Falco.
Este recientísimo fenómeno manifiesta los
devastadores efectos que esta gran transición
llamada crisis ha dejado en los mexicanos. Ante
una situación oscura, dificil y peligrosa es
natural que en la literatura se refleje que el
sistema no tiene salidas. Muchos han perdido las
viejas ilusiones ante una realidad de hiperexplotación, empobrecimiento galopante, desconfianza de gobernantes y descrédito de las viejas metas
de la vida.
Por otra parte la literatura se ha democrati- .",'
zado. Hoy lee gente que antes no solía hacerlo... 1i.~1~
pero también escriben los que ja/1lás se pensó qu~' .~
lo hicieran. A esto se le llama «literatura ~ .il'1 .
lumpen". Los jóvenes marginados, los jodidos,
cada vez más se están expresando vía las formas
literarias. Esto se debe a la influencia de los
libros que en los años sesenta tomaron las hablas
populares como estrategia artistica, y resulta
especialmente significativo, por el momento-; no
por sus valores literarios sino por sus implicaciones sociales. Aun si de estas capas sólo surgieran
unos cuantos escritores estimables (y hasta el
momento sólo Armando Ramírez, Gustavo Masso
y Javier Córdoba son muestras meritorias),el que
los jóvenes más marginados, explotados, reprimidos y abandonados traten de expresarse artísticamente y de ampliar su conciencia y su sensibilidad puede tener hondas repercusiones en la vida
política y social del país, pues implica que un
estrato usualmente manipulado pueda llega a
ejercitar activamente sus derechos.
También es perceptible una mayor, aunque
hasta el momento incipiente, descentralización.
La ciudad de México sigue siendo el gran núcleo
cultural, pero desde los años setenta varias
ciudades del interior cuentan con escritores que
no tienen que residir en la capital para darse a
conocer. Otros se fueron a provincia y desde allí
irradian sus conocimienos y su experiencia. La
primera ciudad del interior de donde no emigraron los escritores valiosos fue Zacatecas, desde
que el poeta José de Jesús Sampredro formó el
taller literario José Revueltas; los integrantes del
taller ganaron premios nacionales y publicaron
sus libros en las editoriales importantes sin tener
que residir en el Distrito Federal. Después fue
Jalapa, Ciudad Juárez, Toluca, Chihuahua,
Tuxtla Gutiérrez, Monterrey, Guadalajara y
Puebla. Con esto se ha empezado a derruir el
tema de la ciudad de México como escenario
omnipresente de la última literatura mexicana,
además de que se logra una auténtica descentralización y ya no tanto la «descentralización
centralizada" que propone el gobierno federal.
Se cuenta con una sólida tradición literaria.
Veinte años antes era lugar común la apreciación
de que la literatura mexicana no tenía nada que
hacer frente a las grandes obras producidas en
otros países, europeos por lo general. Ni la obra
de Sor Juana, Rulfo, Paz, Fuentes o Revueltas
lograban romper este rasgo flagrante de inferioridad. Ahora, sin embargo, los escritores disponen
de valiosos modelos de excelencia literaria tan
importantes para nosotros como F1aubert, 005toievski, Cervantes, Shalcespeare, Goethe o Kundera. Ni remotamente se cree que nuestros
artistas sean superiores, pero se sabe que nos es
imprescindible estudiarlos, asimilarlos, y que,
además, tienen un lugar importante en la literatura. Esto permite que los nuevos creadores
cuenten con un suelo firme desde un principio: Sf!
hallan sobre los hombros de sus antecesores y disponen de una mitología literaria propia.
Por último, no puedo concluir sin referirme a
los cambios que la crisis y los dolores de parto
han generado en el mapa de la literatura
mexicana, lo que se suele llamar, con humorismo
involuntario, la República de las Letras. Es
sabido que hasta mediados de los años sesenta un
grupo relativamente homogéneo tenia un control
férreo de los espacios de la literatura mexicana.
Durante varios años llegó a dominar las principales revistas y sumplementos culturales, las
editoriales, las oficinas de difusión cultural en
universidades y dependencias gubernamentales y
tenía acceso directo a la cúpula del Estado
mexicano, del cual, de hecho, formaba parte. De
alta cultura y fachada universalista, desdeñaba
muchas manifestaciones de nacionalismo (el
muralismo y la novela de la Revolución, por
ejemplo), y todo aquello que tuviese que ver con
lo cotidiano o popular. Este grupo hizo aportaciones decisivas para la cultura mexicana pero
igualmente se distinguió por su estrechez de
---..--- .
.
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bró y de él quedaron dos grandes hemisferios.
Fue famosa la polémica entre Octavio paz y
Carlos Monsiváis sobre cuestiones artísticas e
ideológicas, con la cual el más joven dio un golpe
que paulatinamente lo llevó a tomar el poder de
la República de las Letras. Paz, a su vez, inició su
proceso de conservadurismo. Monsiváis se
declaró de izquierda y partidario de la cultura
popular. La vieja guardia.se alineó con Paz y los
entonces jóvenes aclamaron a Monsiváis.
Esteticismo universalista contra cultura popular
parecían ser los polos del conflicto, pero en el
fondo se trataba, y todos lo sabían, de una
monumental lucha de egos Y de hegemonías.
Monsiváis acumuló poder: las revistas Siempre, y
Nevn, para empezar, y colocó a Héctor Aguilar
Camín como su brazo derecho. Paz, por su parte,
consolidó su poder via la revista Vuelta y su
prestigio internacional, y se apoyó en Enrique
Krauze y Gabriel Zaid.
Sin embargo, a pesar de las cada vez más
agudas divergencias ideológicas, ambos grupos
luchaban por el dominio total de la cultura
nacional. Como era de esperarse, esto era fran_ camente ilusorio, pues para entonces la vida
cultural se había expandido y aparecían en el
pafs nuevos espacios imposibles de cubrir. Pero
los dos grupos de cualquier manera disputaban y
a pesar de manifestarse como polos opuestos eran
complementarios, las dos caras de un establishment que se deterioraba tanto como el gobierno
mexicano y sus instituciones. Sin duda la Repúblicade las Letras era reflejo fiel de la República
Mexicana, pero eso se veria con toda claridad
hasta 1985.
Ya en los ochenta, a partir del inicio "oficial"
de la crisis, Paz y su gente acabaron de identifimiras, su hermetismo aristocrático y su gestión
carse con los intereses de los grandes empresarios,
autoritaria, si no dictatorial, de la vida cultural:
del monopolio de la televisión comercial, de las
llevó a cabo incesantes campañas de autoglorificapas derechistas del gobierno y de lleno con el
cación y de ataques a todos los que no eran sus
PAN, el cual ha reconocido que finalmente Paz
amigos, que no lo adulaban o que consideraba
llegó
a sus posiciones: ni siquiera le da un papel
peligrosos. Perfeccionó a niveles de refinamiento
de guía esclarecedor sino de seguidor. Por su
las técnicas del ninguneo y del desprestigio. Sin
parte, la gente de Nexos gozó durante un buen
embargo, después del 68 se vio que el grupo era
tiempo de la admiración de los jóvenes y de los
una rémora de viejos subdesarrollos, que la
realidad los había desfasado, que no habían
artistas de izquierda. Pero su política de
entendido los cambios recientes y que nuevos
descalificar con virulencia a casi todo mundo le
autores y nuevos espacios surgían más allá de su
trajo infinidad de resentimientos. En 1983 el
control. En los años setenta el grupo se desmemgrupo de Monsiváis se desprendió ruidosamente,
por razones bien subjetivas, del periodico
,...-_ _ . _ - - .•. _. _.
IIH;i1&-Vot
UnomMuno, que venía siendo un puente de
conciliación de ambos grupos y que concentraba
el entusiasmo y las ilusiones de mucha gente
_ti. _1lIIiIt
independiente. Esta ruptura, a todas luces
e.tII . . lIIidIIa irresponsable, fue gravísima: deshizo un punto
de convergencia, debilito aún más a la oposición
de izquierda y sólo le sirvió al gobierno. Surgió
entonces el periodico Lo lomado, un intento de
crear una vanguardia intelectual revolucionaria
y modernizadora. Sin embargo, el nuevo periodico poco a poco se identificó con el gobierno, es
'-¡f
decir, con los funcionarios prudentemente
,1.,~
::.~. :. . .
. ~~.""~_pllll6lnIc:a izquierdistas del PR!. La gente de la lomada no
parecía ver la incongruencia de alinearse con el
gobierno más discutible y entreguista de la
historia de los regímenes de la Revolución. Ahora
es claro que si el grupo de Paz representa a la
nueva derecha y se identifica con el PAN, el de
Monsiváis se equipara cada vez más con el PRI y
su corriente democrática que pretende reanimar
el dinosaurio más viciado y desgastado de la
historia.
De la misma forma como el pueblo mexicano
está desencantado del gobierno, de la oposición
de derecha y de izquierda, los artistas e
intelectuales han perdido casi toda la confianza
en los grupos de Nnos y Vuelta, que, además,
ahora están fragmentándose entre sí. Ambos
grupos son conscientes de su deterioro. <>etavio
Paz viaja todo 10 que puede por el extranjero
para fortalecerse dentro del pais, y en la Lo
lorntUÜl promueven desesperadamente la figura
pública de Monsiváis, porque en su fortalecimiento les va la vida.
Estas fracturas, tan folcTÓricas, y llenas del
.···~~tal
-__ .--.r--
. .L.- ,". -. '":'. '. . .
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.
secular colorido mexicano, han motivado la
reacomodación de los escritores. La credibilidad
y la confianza que se tenf~ en los grandes
intelectuales del establishment se halla por los
suelos, ya que ellos mismos se han desmitificado
estrepitosamente Hay intentos de reconciliación, sin embargo, como se vio este año cuando,
a raíz de los fraudes electorales de Chihuahua y
de Oaxaca, los escritores de uno y otro bando se
umeron para pedir la anulación de comicios. Sin
embaigo, varios de ellos lo lamentaron después
cuando la prensa de Estados Unidos y el PAN los
utilizaron para atacar al presidente De la Madrid
en Washington. Muchos creemos que estos escritores viven momentos de extrema confunsión.
Hasta cierto punto, esto es de considerarse.
Pero lo que no admite dudas, al menos para mí,
es que los grupos de poder, con sus alabanzas
mutuas, sus pleitos, su concepción aristocrática,
décimonónica, de la cultura, y su menosprecio
irracional hacia quienes no les rinden pleitesía,
están de retirada en el paisaje cultural del país.
Es afortunado que así ocurra, pues, ahora más
que nunca, propician la confusión. A pesar de las
flagrantes injusticias en que incurrieron sin duda
hubo momentos en que desempeñaron una función saludable, pero en estos momentos ya no
ayudan. El público 10 percibe, o lo intuye, ya eso
se debe que exista una necesidad de encontrar
nuevos héroes culturales, lo cual ha beneficiado a
viejos escritores que fueron marginados o atajados por el establishment: esto ocurrió primero
con José Revueltas y Efrain Huerta, y este año
con Rubén Salazar Mallén, Renato Leduc o Juan
de la Cabada. Jaime Sabines, el gran poeta, por
consiguiente es apreciadisimo. También José
Emilio Pacheco.
Hay un claro vacío de poder en las letras
mexicanas. Tal como le ocurre al gobierno y a
todos los partidos poUticos, al establishment lo
abruma la falta de credibilidad" la inercia y el
desinterés. Conserva aún buena parte de su
poder, pero definitivamente ha perdido las bases
de apoyo entre lectores y escritores poco afectos a
la carrera de las ratas literarias. La República de
las Letras es un reflejo patético de la crisis de la
República Mexicana. Es de esperarse que los
reacomodos, la formación de nuevos grupos,
cuando se estabilicen, asimilen estas experiencias
y en verdad prescindan de formas de
autoritarismo y patemalismo irresponsable, que
desechen el deporte de los descabezamientos
gratuitos e intolerantes. La brillantez y .al talento
no garantizan el ejercicio de la responsabilidad.
La naturaleza plural de la literatura mexicana
requiere la coexistencia abierta, critica pero
respetuosa, de puntos de vista. Es lamentable
que la literatura se expanda y ofrezca mayor
riqueza de posibilidades en un contexto de
facciones herméticas y subdesarrolladas. No
todos los escritores son conscientes de estas
cuestiones, lo cual, sin duda, prolonga la vida de
los grupos de poder. Pero el desencanto es global
y esto ha permitido que mucha gente honesta
invierta sus esfuerzos en lo que más vale la pena:
en mejorar y enriquecer su propia obra literaria.
Como puede verse, la crisis sin duda ha
afectado a la literatura pero ésta también ha
ejercido su influencia sobre estos tiempos de
transición. Sería insensato afirmar que la
literatura es o será un motor sustancial para salir
de problemas profundos y complejos, pero me
parece justo, y prudente, hacer ver que la
literatura constituye una puerta para asimilar
mejor la realidd externa y la condición humana,
además de que representa una liberación
revolucionaria de tensiones, una exorcización de
prOblemas apremiantes: humaniza y sensibiliza
cuando más hace falta, es un espléndido piso
para que la conciencia total, no sólo poUtica, se
expanda, y para que ésta detone las acciones que
nos saquen de los problemas y moldeen el perfil
de lo que seremos en el futuro inmediato. Una
parte importante de la lucha por la nación se está
dando en el campo de la cultura.
H .....
EI Uni....",publicóun..
declaraciones de· José Agustín que trataban de
ubicar las diferentes corrientes políticas existentes en el ambiente literario mexicano en estos
tiempos de crisis. Esas declaraciones, ofrecidas a
una publicación argentina, constituían un adelanto de su conferencia dictada en octubre de
1986 en la Universidad de Boulder, Colorado,
que hoy publicamos. En aquella ocasión objeté
algunas de sus afirmaciones en un artículo confirmado con Andrés Ruiz, miembro también de la
redacción de este suplemento.
Hace unas semanas pedí a José Agustín colaboraciones para La cultura en México en la cultura
y me ofreció, junto con un nuevo cuento, el texto
de la conferencia, que había permanecido inédito' en México. José Agustín sabia, estoy seguro,
que a pesar de nuestras discrepancias, el texto iba
a ser publicado en estas páginas. Supongo que sabría, también, que volvería a hacer las objeciones que hice entonces. Quiero agradecerle públicamente su confianza y aprovechar para abrir un
debate al que supongo se unirán otras voces.
No es un debate claro. No sólo tiene que ver
con las actitudes que los profesionales de la literatura hemos asumido ante nuestro país y algunos conflictos internacionales en estos últimos
años; está enturbiado (o complementado dirían
algunos) por gustos y manías en materia de literatura, amistades y compadrazgos, ofensas (reales o supuestas) no saldadas, envidias profesionales, amores y odios apaches, pugnas generacionales, disputas por microespacios de PQder en
el universo menor de la cultura.
No podría ser de otra manera. Las rayas que
nos separan no sólo se establecen y se construyen
LAS POLARIDADES
CULTURALES
Paco Ignacio Taibo n
• J
\\ •.•.• ,
NucJeodeí:triddad
y nuc!codc'perdicio
en fronteras por nuestra adhesión o repudio al
sandinismo, nuestra solidaridad o denuncia del
reciente movimiento estudiantil, o nuestras distancias con los desayunos oficiales; también se
encuentran envueltas en el merequetengue las
preferencias por las revistas culturales que
compramos o en las que escribimos, nuestro interés por las modas europeas literarias, nuestra
adhesión a la poesía de Benedetti o la descalificación brutal del uruguayo como poeta; nuestro
apoyo a los subgéneros populares, nuestros debates sobre el elitismo literario o sobre el destino de
la Escuela de Antropología. México se ha vuelto
en muchos sentidos un país dificil, complicado.
No sólo en materia de obtención del pan, el libro
o el volkswagen de cada día: también en materia
de esperanza, también en asuntos de claridad.
Los escritores hemos adquirido un peso fuera
de lo normal' en materia poUtica dentro de
nuestra sociedld. Voceros de diferentes.sectores
sociales, voces con presencia permanente en los
medios (a través de artículos, conferenciu,
programas de radio y tv), sujetos de permanente
atención y coqueteo por el poder; presencia pues
en espacio .vacío no ocupado por plUtidos políticos o portavoces de movimientos sociales... Alguna explicación habría que buscar para esto. Una
eq>licación que incluyera información sobre la
crisis partidaria merlcaDa, la emergeocia de los
movimientos ~ale5 en el post 68; el hecho de
que la infraestructura cultural del Estado mexicano (SEP, INDA, ISSSTE, IMSS, DDF. universidades, secretarías de cultura de los gobiernos de
los estados, revistas) es una de las relativamente
más grandes del mundo (abrumadoramente mayor que la francesa o la española, y no dlgunos
que la norteamericana). InformaciÓD sobre los
impactos combinados del auge revolucionario de
los años Ie5enta, y los agotamientos y desencantos
posteriores. Información sobre la presión de las
modas europeas y los dólares de las univen6clades
norteamericanas. Inlonnaci6n, en fin, sobre la
incidencia de la crisis, el cIeIcenso en la venta de
libros, la degradadón de los salarios del profesor
universitario, el descenso relativo del precio de la
cuartilla publicada en revista, etcétera; factores
que hablan de nuestra precaria situación económica y de las dificultades honrosas en el rechazo
del cañonazo obregonista, o de las explicaciones
para su aceptación.
Habría que poner todas las historias sobre la
mesa para descubrir la desmedida importancia
que los escritores tienen en nuestra sociedad (no
más desmedida, por cierto,que la que tienen los
burócratas del aparato gobernante, las cantantes
de música fresa, los intermediarios de las centrales de abastos y los trabajadores de los supers que
andan por ahi desatados con ~aquinitas de remarcar precios). Pero así está la cosa y tiempo y
espacio obligan a trabajar sobre los quiénes y los
cómos y los históricos porqués.
y ahí hay que colocarse en los puntos centrales
que hoy nos separan y tratar de evadir el charco
de los recelos y las manías que también nos separan, quizá más profundamente que las cosas
esenciales.
Frente al abanico de la cultura nacional,
podría jugarse a establecer las siguientes polaridades:
.
aristócratas vs plebe,
independientes vs institucionales,
culteranos vs populistas,
sandinistas vs contras,
ceuvistas vs rectoriles.
y esta primera 'serie de polaridades abríría el
camino a nuevas opciones más sofisticadas: kun~anos vs' chandIerianos, orgullogay vs. machistas, alcohólicos vs. cocaooleros (y si usted no me
cree revise los extraños debates de nuestra prensa
cultural en· meses anteriores).
El esquema de José Agustín etableceriai en
cambio un sistema más primario, alF as( como
(y espero no malinterpretar) paz + Vwlt6... a
neopanismo + televisa + más funcionariado reaccionario 1» Monsiváis + Nexos + nuestro suplemento (época anterior) + La /omodo - neopriísmo chafa.
Para mi gusto l. proposición de Agustín no sólo
queda coja (¿dónde queéla el arrebato nitzcheano
de algunos colaboradores de "'Sábado"? ¿De qué
lado se ubica el funcionariado "progresista" de
,PluralP ¿En qué cajón m~er a los "comandos de
la torre de marfil" que odian • Vuelta porque DO
los menciona mensualmente en sus páginas?
¿Quiénes IOIDOS l<lI que DOI quedamos fuera del
-tuema neopanistas-neopriístas y en qué andamOs?), tino que resulta absolutamente inj~a en
la califlcación que hace ~ Carlos MotiSiváis, personaje entrañable pa~ los que hacemos esta pgiRas.
39
Vivir de milagro
--~
--
Entrevista con' David Martín del Campo
Ruy Payeses
a mirada sabia del que está triste,] la
sabiduría de ver ron sensibilida lo
que alguien llamó "la triste pinchedumbre humana", hacen de .David
,
Martín del Campo un escritor poco
corriente, más allá del tremendismo revueltiano
o del optimismo a lo Juan de la Cabada, los dos
viejos maestros de la literatura popular mexicana. ¿Escritor de fin de siglo? "No estoy persuadido de que llegue a ver el próximo milenio, de que
termine el siglo -dice David-, y como escritor
estoy ahora más preocupado en las historias pendientes de los cincuenta, sesenta y setenta. Es una
preocupación inmediata, porque la vida se nos va
ry ñO alcañi8mos a contarla, ni aún a vivirla".
Cuando a fines de los setenta publicó Martín
del Campo su primera novela, Las rojas son las
carreteras aoaquín Mortiz, 1976), un crítico de
L
Si lo que realmente define políticamente a un
escritor en nuestros días no es en qué espacio
periodístico colahgra, sino a qué manifestación
asiste y de qué lado del choque social se pone
cuando escribe, Carlos Monsiváis merece que se
recuerden sus intervenciones en estos últimos tres
años.
En los terribles días de septiembre de 1985,
con la ciudad asolada por el temblor, Monsiváis
tomó partido por la sociedad civil en una serie de
excelentes articulos publicados en Proceso,
enfrentándose al burocratismo, la enfermedad de
poder, la ineficiencia gubernamental, yapoyando la solidaridad de masas del pueblo organizado~ No fue el único. Ahí están para quien quiera
leerlas las soberbias crónicas de Cristina
Pachecho (me quito el sombrero) y Elena Poniatowska. Las crónicas de Proceso le costaron a
Carlos más de un amigo (que lo criticaba por
"sobrestimar la sociedad civil y sus recursos") y
colega de los que habitualmente ocupan los espacios de Nexos y La Jornada. Carlos volvió a la
carga en el 86 apoyando la lucha de los maestros
oaxaqueños y más tarde la de los chiapanecos.
Desde dentro, asistiendo a mítines y concentraciones, denunciando la ofensiva gubernamental
una y otra vez. Y no sería ésta la última vez que
se vería envuelto en una campaña periodística. A
finales del 86 y durante los primeros meses del
87, Carlos tomó en sus manos la apasionada defensa del nuevo movimiento estudiantil enfrentándose a la crítica liberal de la apoltronada intelectualidad alineada con rectoría.
Por tus artículos hablarán 'tus afinidades. Y si
es así, ¿dónde está el Monsiváis neopriísta del que
habla Agustín? Si Carlos es neopriísta porque colabora en Nexos o La JomadiJ, bien podría ser yo
neocristero porque hace una semana me vieron
salir del elevador de El Universal con Taracena
(por cierto: no cruzamos palabra).
Son cosas estas que deberían discutirse en voz
alta, explicitarse, debatirse. Discusiones que
permitirían quitar niebla al panorama, y separar
lo intranscendente de lo esenciál. Cosas que
deberían debatirse involucrando a tantos y tantos
silenciosos.
Y, en vía de mientras, esperando que el debate
se inicie, el" autor de esta nota (coincidiendo con
Eduardo Caleano quien hablaba en estas mismas
páginas de la alegria de tomar partido "en un
mundo en que tomar partido se considera prueba
de estupidez y mal gusto") se declara ceuvista, independiente, populachéro, plebe y sandinista.
40
mala leche dijo que la segunda novela de este joven escritor sería la primera, pues Las rojas no
contaría. Sin embargo quedó el registro hecho, y
el libro aún sobrevive y forma parte de una saga
que se entr~teje en siete libros, sólo tres publicados actualmente, donde se cuenta la historia de
las tres décadas pasadas.
La más reciente novela de David es h1a de lobos. aoaquín Mortiz, 1987)~ Premio José Rubén
Romero 1986, yen la cual cuenta su manera particular de acercarse al mar.. '.'Es un elemento que
siempre me ha interesado, me ha atraído". Sin
embargo, es la gente y las ciudades que puebla lo
que forma la sustancia viva en sus textos, o como
él mismo las define: "Son novelas de lo posible en
una ciudad real, en un país real".
El proceso creador lo define así David Martín
del Campo: "Es un embarazo literario. Voy por
la calle, por la ciudad, por las costas, capturando
voces, anécdotas, fragmentos de conversaciones.
1'000 te va cayendo y acumulándose". Y tus personajes, ¿son reales también? "Son como son, es
decir, con pedazos de la vida que hay fuera del
libro. Me es difícil tener una opinión acerca de
ellos, porque cuando estás escribiendo, tambíén
estás pensando por varias personas: eres un poco
el bufón de tus personajes".
Algunos de ellos han sobrevivido desde Las Rojas son las carreteras, pasando por Esta tierra del
amor (Me, 1982) y van a dar a Isla de lobos, "Algunos los he matado, pero los que sobreviven.
continúan creciendo y van madurando conmigo.
Tengo una mejor opinión de ellos. que ellos de
mí", dice, y ríe UD poco, agrega, "porque yo les
hago trampa a veces, y ellos nunca me han dado
la zancadilla".
A pesar de todo, David es un autor que se divierte siéndolo, y creando personajes y situaciones reales en lugares conocidos. Sin embargo, confiesa que el oficio de escritor en México es
duro: "Se supone que es un poco la dinámica del
parto: ya programaste y juntaste dinero, pediste
permiso en tu chamba y te pones a escribir por
unos meses o unas semanas. Pero la inflación te
come lo que ahorraste. Casi escribes de milagro.
Hay que tratar que el oficio de escritor sea menos
ingrato", pero David es aferrado y dice que nunca ha pensado en abandonarlo: "Es la vocación,
la convicción de que escribir es necesario, para ti
y para los que leen, en las condiciones que sean" .
Profesionalizar la escritura? "Si no profesionalizarla, sí hacerla más responsable, más convincente".
Agrega que su método difiere del de Juan
Carlos Onettí, en el sentido de que decía el uruguayo que las novelas se pueden trabajar con
pausas; pero los cuentos, cuando te viene la idea
-dice- no hay más rem~o que sentarse a
escribir hasta concluir el relato. David escribe sus
novelas de corrido, en los cafés, sobre cuadernos
(chiquitos): "escribo de lunes a viernes, y un sábado sí y otro no. Igual sucede con los domingos.
Para escribir una novela, me tardo de uno a tres
meses: un capítulo por día (seis a 12 cuartillas por
sentada). Comienzas con cierto temor, pero de
pronto se te calienta la pluma".
"Escribo en los cafés, porque no tengo una oficina. Además, detestaría una torre de marfil: te
aparta de la gente. Pero a veces, como me río
mucho cuando estoy escribiendo, la dialogación
me fascina, las personas de alrededor se me quedan viendo feo".
-En tus novelas, cada vez te acercas más al
género policiaco, ¿por qué?
-Hasta hace cinco años sostenía que en México no era posible escribir novela policiaca. Hay
demasiada corrupción en los cuerpos policiacos,
la figura del detective privado es resíble en nuestra realidad. Pero después me di. cuenta que ahi
estaba el rollo, al leer a Chandler y a Hammett.
Dije, ¡ni mames, ahi está el caldo de cultivo para
la nueva novela policiaca, en la corrupción, en la
violencia estructural de nuestro sistema, en la arbitrariedad como medio de vida.
"Aparentemente es más fácil hacer novelas interesantes con un policía: está en todas partes, ese
es su trabajo. También los periodistas (como en
Esta tierra del amor), son buenos vehiculos literarios, por los cuales tu estás navegando en la trama de la novela.
"Sin embargo, la gente cree que en sí mismo el
género policiaco es facilón de por sí. Pero requiere una investigación, para que las tramas no
queden en el aire, para que lleguen, necesariamente, al lado infeliz, jodido, y por fuerza se
destapan las coladeras, brota mierda de la cloaca, se le quita la apariencia digna y racional a las
lacras del sistema político. Y todo esto lo tienes
que hacer sin que caigas en el panfleto o el m~
lomama, y además con un lenguaje propio, que
te acerque a esa vida terrib~e que estas
contando".
David escribe "capturando fragmentos de vida, porque en última instancia uno está en desacuerdo con esa vida y hay que decirlo de todas las
maneras posibles, desde el reproche moral, hasta
la proposición de utopfas realizables".
JIMMY SANTIAGO:
lOE
FOETA y FRAILE
CALLEJERO
Acaba de traemos el desayuno. Mi compañero de celda despierta,
.
Hablamos y comemos.
Su esposa-fue .. consultar una adivina
y según ella, él saldrá pronto.
Es un veterano de Vietnam prisionero sin haber hecho nada.
Me da café y cigarros
y yo escribo poemas para su mujer y sus dos hijitas.
Es un soütario de grandes ojos cafés,
Se peina el pelo castaiío claro en las mañanas
y yo me burlo amigablemente de sus pedos.
Creo que las tropas americanas evacuaron Vietnam por sus pedos.
Es primer lugar en el arte de pedorrearse.
Comparte todo conmigo.
Jabón, pantalones, camisas, café y cigarros.
y la comida que no quiero se la doy en mi plato.
Su filosofía es simple: déjenme vivir en paz
Con mi familia. Un chicano que piscó de joven;
Con pedacitos de algodón en su pelo corto
Cuando visitaba a su novia,
Luego' se casó con ella y trabajó de carnicero;
Tuvieron una niña, más tarde adoptaron otra,
Después se fue a Vie.tnam 'a servir a un país
Al que sólo le conocía los talones
y de regreso, lo único que pudieron ofrecerle fue la prisión,
El rompimiento de los lazos de amor con su familia,
Hundidas mesillas y ojos palideciendo.
Como un gran oso invernando en primavera,
Riachuelos podridos, granos arrugados, y el ruido
De un disparo en la distancia,
Tractores arando su vida
Mientras él ve desde esos grandes ojos pálidos,
Tractor arrancando su corazón,
Removiéndolo lentamente como una gran montaiía, cavando un túnel
Justo en su centro.
Dinamitándolo, sus sueños caen en un montón de piedras.
Pero todavía se despierta esta mañana,
Es el portero de nuestro piso, distribuyendo bandejas,
Avanzando a empujones de arriba hacia abajo.
Perder tanto, Gran Joe, casa, carro, caballos,
Tus hijas llorando por tu ausencia,
Tu esposa, el único contacto con la realidad,
¿A dónde vas después, Gran Joe?
¿A Denver, a California, o te quedarás en Arizona?
Tú, sin amigos, sólo conocidos,
Con un viejo uniforme de soldado colgado en el closet de la casa,
Contigo golpeando contra la puerta de la Esperanza
Hasta que tus nudillos sangren;
Sumergiéndote en.tus recuerdos, golpeando el fondo,
Escurre sapgre de tus ojos,
'. Restos quemados de cirios de la iglesia.
Aunque digas que sólo tienes conocidos,
y te tapes los ojos con lazos más cercanos,
En la plaza polvorienta de un pueblo en el que nunca hemos estado
.
. Te compro una cerveza y te leo un poema
y estoy contigo si me necesitas.
Jimmy Santiago •
Baca
S
antiago parece un ;aile callejero, su
vida está regida por una antimoral poderosa, capaz de sacarlo adelante en el mundo
hostil en que sobrevive. Jimmy SantÚlgo
Baca se decide a ser poeta durante su estancia en una prisión del estado de Arizona.
Escribe intentando reconocerse en un lenguate que perdió aun antes de nacer. Desde
siempre enfrentado al mundo anglo grita su
verdad en un lenguaje aprendido en la calle. En sus siete años de cautiverio logra publicar sus primeros materÚlles poéticos. Su
obra llega a manos de poetas importantes
de Boston, quienes se interesan por él y logran su libertad. Jimmy es un caso extraño:
la poesía lo salvó de la cárcel.
En el centro de la obra de Jimmy SantÚlgo hay una distanCÚI hacia la cultura anglo
para tratar de nulijicarla. Su aprendizaje
en las calles lo salva de caer al mundo que
Estados Unidos les tiene preparado a 10$ domédicados. Aprende a descifrar sus persona;es y los presenta en voz alta, rodeados de
universos abiertos, habitados por La Raza.
En la obra de Santiago, en ningún momento el poeta es espectador, está metido hasta
la médula en ~'U discurso. Le va la vida en
él.
Federico Márquez.
M/ítf.rlt ../ fltt
.l..,~.
1.....41•. 1:..,."
4.
HIJOS
DEARBAT
(fragmento)
Anatoli Ribakov
~~las~
•
Una de las primeras
dnhielo gMlin consideraba como un gran talento propio el
bachoóiano, htJ Iiilo Hijos de Arbar. Con sus dos
saber haeer de 10 complicado algo sencillo.
mUlone& de e¡emplarea velozmente agotados, con
Iván Grigórievich apreciaba como caduca la
las enormea eapectadonea ereada& entre lo& lectoconcepción de Stalin, surgida en los tiempos de la
rea·por 10$ adelantos que se hobúm publiCado en
república de Weimar~ y catastrófica su capacirevi&tD, la novela aparecida en rwo 'el 24 de
dad para simplificarlo todo. La llegada de Hitler
abril, se htJ vuelto un 8imbolo de 10& cambi08 que
al poder cambió la disposición de las fuerzas,
se eatán produciendo en la sociedtul MJviética.
convirtió el problema alemán en el principal.
Hijos de 'Arbat (Arbat ea el nombre de un
Por lo visto Litvinov compartía el punto de vishamo m08Covita) ea uno novelo conflictiva de un
ta de Budiaguin, pero no lo manifestaba. Conautor contradictorio. lUbakov, que hoy tiene' 76
fiaba en que el tiempo cambiaría la posición de
año&, fue arrestadO en 1934 por "dnviocioni&ta",
Stalin. Lais&ez passer, le dijo a Budiaguin.
pero recibió el premio Stalin en 1951.
Stalin no ctmocia Europa, despreciaba a los inEl libro, cuya publicad6n en occidente fue
telectuales del' partido: emigrados, sabelotodo
bloqueada por el autor que querlo que aparepresuntuosos, hechos de la misma pasta que los
ciera primero en la Unión Soviética, permaneCi6
lideres obreros occidentales de smoking y frac. El
cenmrado durante 20 años, porque sugiere nítihabia llevado en Rusia una vida clandestina, 10
clamente que ltu purgas de lo& años treinta, que
deportaban, escapaba, se escondia; mientras
tuvieron como pretert2 .la muerte de. Kfrov,
vivian en el extranjero, fuera de peligro, lefueron dnencadenada& por el propio Stalin y que -; ellos
yendo,
escribiendo, haciéndose famosos. En
el a&mnato fue ordenado por el dictador soviéti-f'
Londres,
en el V congreso del partido, los obserco..
vó
bien,
muy
de cerca.
Los dO& capítulos que hoy publicamos en una
Hasta ese momento Stalin había estado fuera
traducción exclusiva poTa Siemprel, llevan los
del país solamente en Tarnpere y Estocolmo. Penúmeros 23 y 24 en la novela y constituyen el
ro aquellos congresos no se podían comparar con
centro hist6rico de la trama.
el londinense, donde se habían reunido más de
300 delegados: bolcheviques, mencheviques,
-Camarada Budiaguin, van a hablar con usmiembros del Bund, socialdemócratas polacos y
ted.
letones. Por primera y única. vez Stalin vio la caDespués, una voz muy conocida dijo:
pital de una potencia mundial, una ciudad como
-Hola, Iván.
nunca había conocido, la Babilonia capitalista,
Iván Grigórievich no estaba acostumbrado a
la ciudad de la democracia-burguesa. Entre gente impasible, criada en un medio de tradiciones
llamar a Stalin por el apellido y !lo se atrevía a
iócomprensi:bles y extrañas, él, sin conocer el
llamarlo por el nombre. Entonces contestó:
idio~ sentía su abrumadora insignificancia.
.-Hola...
Además Stalin había perdido su bufanda, y aquel
-Uegaste y no pasaste por aquí, orgulloso, olabrU era frío en Londres. Fue con Utvinov a
vidas el camino.
comprar una nueva, no podía encontrar la ade-Estoy dispuesto. ¿Cuándo?
cuada, la lana áspera le raspaba el cuello.
-Si estás dispuesto, ven. Vivimos cerca.
Compraron la más suave, una cara, pero de toLa última vez que Budiaguin visitó a Stalin
dos modos Stalin seguía encaprichado, movia de
habia sido hacía dos años, un mes antes de la
un lado a otro la cabeza e increpaba a los inglemuerte de su esposa Nadia. Después, al.llegar~a
ses. En la zona de los diques Litvinov se ausentó
la Unión Soviética, todos los asuntos los resolvia
y, cuando regresó, a Stalin ya lo estaban asediancon el comisario de relaciones exteriores,
do los estibadores: puede que le hubieran preLitvinov, quien gozaba de la confianza de Stalin.
guntado algo y él no contestara, no conocia el
En materia de relaciones ext~ores la concepidioma.
Utvinov, hombre valiente, que hablaba
ción de Stalin consistía en que los enemigos de la
el
inglés
como auténtico londinense, despachó a
Unión Soviética eran Inglaterra, Francia y Jalos estibadores.
pón. Inglaterra ve en la URSS una amenaza a su
imperio colonial; Japón, a su dominio en China:
Pasando el tiempo Litvinov le- contó a BuFrancia, a su influencia en Europa. Al mismo
diaguin el asunto de la bufanda, pero nunca le
tiempo, Inglaterra y Japón son los principales ricontó lo de los estibadores. Stalin no le hubiera
vales de Estados Unidos en el mercado mundial.
perdonado esto. Enclenque, y débil desde la inLa Alemania vencida se opone a la victoriosa
fancia, era de una sensibilidad enfermiza hacia
Francia.
todo lo que pusiera en duda su fuerza fisica y vaDe modo que todos los problemas complicados
lor, actitud qu~ posteriormente dio pie a la desconfianza.
.
son sencillos: Inglaterra, Francia, Japón, por un
lado: la pRSS, EUA, Alemania, por el otro. StaYa en el destierro le decía a BudiaJ(Uln: a la
42
grosería hay que oponerle una grosería todavía
mayor, la gente la confunde con la fuerza.
Cierta vez, en una de las largas tardes de invierno, Stalin mismo le narro a Budiaguin el incidente con los estibadores: dice que le tomaron
por hindú, querían golpearle, pero recibieron su
merecido y huyeron. A él le gustaba mucho la
expresión "recibir su merecido".
-y ésta es la tan ensalzada clase obrera inglesa -dijo Stalin-, colonialistas como sus amos.
Budiaguin llevaba más de un año tratando de
entrevistarse con Stalin. Consideraba que era su
obligación comunicarle su punto de vista. Sabia
que era muy dificil hacerle cambiar de opinión,
como persona que renunciaba con facilidad a sus
simpatías, pero nunca a sus antipatías. Aunque
también sabía que Stalin le temía a la guerra.
En este momento Budiaguin entendía que su
intento estaba condenado al fracaso. El tiempo
no habia cambiado la posición de Stalin, el tiempo lo habia cambiado a él. Ahora más que nunca
estaba convencido de su infalibilidad. Iván Grigórievich se daba perfectamente cuenta de cuál
sería el final si le contradecia.
Budiaguin no se dirigió al Kremlin por la
Vozdvízhenu, como era su costumbre, sino por
la calle Herzen. Atravesó la plaza cerca de Manezh y, siguiendo la verja del parque Alexándrovski, llegó hasta la puerta Tróitsuya. Hizo un poco más de tiempo, quería meditar con
cuidado' la conversación que le aguardaba y, posiblemente, retardar el encuentro que, presentía,
jugarla un papel fatal en su destino.
Iván Grigórievich siempre 'estuvo alejado de
las querellas en el seno del partido. Pero tampoco
se unió al coro general, no cantó loas. Para Stalin
esto era suficiente.
Budiaguin no llegó a la revolución en pos de
una vida mejor. Su familia Vivía comparativamente bien. Su padre, hermanos y él mismo eran
herreros calificados en la fábrica de Motovilija.
Esta fábrica, embargada por el fisco, estatal, era
una de las más fuertes del país. Se decía que su
martillo de cincuenta toneladas era el más grandes del mundo. La misma Motovilija, situada en
la ladera izquierda del Kama, en la vía férrea
principal, era un centro suburbano de P~m, un
centro industrial y comercial, activo, rico y relativamente sobrio.
.
Nikolái Gavrllovicb SIavillDov, el creador de la
soldadura eléctrica de arco, percibió la capacidad del joven obrero y lo incorporó a los primeros
trabajos de soldadura eléctrica. El contacto con
los brillantes rePresentantes de la, para aquel entonces, avanzada técnica sacudía la mente. Budiagujn se acercó a los socialdemócratas: habia
muchos entre los iQtelectuales de la fábrica y
entre los deportadOSipoUticos. Iván Grigórievich
hubiera continuado, seguramente, como un so-
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cialdemócrata de base. Se inscribió en los cursos
de enseñanza general anexos al Instituto Politécnico de Tomsk, que concedían el derecho a graduarse del bachillerato y a ingresar en el Instituto. La primera revolucióo..rusa hizo de él un tevolucionario profesional. En diciem1)re de 1905,
participó en la huelga general política, después
de los encuentros armados contra las tropas. Lo
detuvieron y lo deportaroO; a Narym.
Todo estaba claro mientras Budiaguin luchaba
contra la autocracia. La revolución también estaba clara: la meta final de la lucha, la victoria
de su idea. Los excesos eran inevitables, la furia
del pueblo se avalanzó sobre los opresores seculares, la revolución se defendía.
Terminó la guerra civil, todo volvió a su lugar.
La NEP significaba no sólo una nueva política
económica. Surgía un nuevo modo de vida.
Sin embargo, lo que Lenin comenzó a trazar
"en serio y para largo", duró muy poco. Stalin liquidó la NEP, afirmando al mismo tiempo que
cumplía con el legado de Lenin. Le gustaba jurar
en nombre de Lenin, invocarlo. Aunque ya en Siberia le decía a Iván Grigórievich que Lenin no
conocia bien Rusia, y por ello propuso el lema de
la nacionalización de la tierra, que no secundarían los campesinos, como afirmaba entonces
Stalin. Y en Tsarítsino le inculcaba personalmente a él, Budiaguin, que Lenin no entendía mucho
de asuntos militares. Pero Stalin siempre
comprendió la importancia de Lenin, su papel en
el partido, Y nunca se opuso a él abiertamente.
Cuando a fin de cuentas resultaba que Lenin estaba en lo justo, y esto sucedta siempre, Stalin se
declaraba su correligionario, que ejecutaba sin
vacilar la política de Lenin. También ahora, a
cada paso, invocaba a Lenin, prestándose casi
como el iniciador e inspirador de las decisiones de
Lenin. Pero en vez de la democracia socialista
que Lenin perseguía, Stalin creó un régimen totalmente distinto.
Nada había cambiado en el pequeño departamento de Stalin desde el dia en que Iván Grig6rievich había estado ahí por última vez.
Stalin estaba solo, sentado ante la mesa del comedor. Sobre ella, una botella de vino de Ateni
(Georgia), frutas en un frutero, dos botellas de
agua nlineral, un libro abierto. Stalin, incluso en
casa, llevaba un traje semimilltar, los pantalones
dentro de botas'claras de cordob'n con dibujos
carmesí.
Volvió la cabeza. Las mejillas y la barbilla
ocultaban el ribete blanco de la tirilla, el abdomen abultaba la guerrera. Frente estrecha, las
consabidas viruelas, una mano bella y suave. Budiaguin comprendía que era el último encuentro.
Stalin se levantó lentamente, no le extendió la
mano, persistió en fiiu la nlirada en Budiaguin.
Era mú bajo de estatura, pero no miraba desde
abajo, ni siquiera directamente, sino como si su
mirada atravesara los. pesados párpados caídos.
Iván Grig6rievich esperaba que Stalin lo invi·
tara a sentarse y &si cesara la situación embarazosa.
. Stalin señaló hacia la ventana.
-¿Me increpan allí?
El no preguntaba por el país de donde había
llegado Budiaguin, tampoco por el país donde se
encontraban ahora, sino por todo el mundo, por
la humanidad entera, por todo lo que estaba allí,
tras la ventana: en el implacable dios asiático
despertó el solitario georgiano deportado en una
isba siberiana. Pero tras la ventana no se encontraba la tupida taiga, sino un enorme país sumiso a su voluntad.
y pregunta esto después de su triunfo en el
Congreso, seguía sin creer en nadie. Quería convencerse una vez más de lo fundamentado de su
desconfianza, de sus sospechas, quería comprobar otra vez CÓmo es Budiaguin y aquéllos que se
le parecen. De antemano se habia predispuesto
contra Budiaguin, no sonrió, no preguntó por la
familia, no mostró ni la sombra de sus relaciones
anteriores.
- Varía... -contestó Budiaguin-. Hay .... venedizos, los nuevos nobles. La historia del
pueblo naso es la.historia de la lucha contra ~a
quien increpa.
nobleza. El pueblo naso quería a Iván el Terrible
Stalin movió ligeramente la mano, Iván Grigóy a Pedro Primero, o sea, precisamente a los zares
rievich se sentó. La pipa apretada en el puño,
que
exterminaban a los boyardos y a los nobles.
Stalin se paseó por el cuarto. Caminaba como anTodos
los movinlie os de los campesinos, desde
tes, ligero, elástico.
BoI6tnikov hasta Pugacbov, fueron movimientos
-¿Cómo está Riazánov?
por el zar y contra los nobles.
Pregunta inesperada. Stalin recibía a RiazáSe pu~ tomar todo lo que dice por una
nov, lo había escuchado en el PolitbuTÓ lo había
disgresilm.histórica,
tan común en él. Conocía la
propuesto para el Comité Central. ¿Puede que
historia,
conocía
bien
sobre todo la historia de la
haya dudado de él después de que detuvieron a su
Iglesia y de las herejías religiosas. Pero también
sobrino?
cabía entenderlo así: los cuadros viejos, como Bu-Es una persona activa, competente
diaguin, son precisamente los nuevos nobles. A
-CQntestó Budiaguin.
ellos ya no los quiere el pueblo.
-Dicen que ha emprendido una construcción
Stalin continuó:
fuera de su incumbencia.
Habia llegado al Comísariado del Pueblo la se-¿Por qué los campesinos apoyaron la revoluñal de que' Riazánov construía sin autorización . ción en las provincias centrales y no la apoyaron
en la ciudad un cine, un complejo deportivo, hasen la periferia, difamos, en Siberia? En las prota estaba echando cimientos del balneario Urahvincias centrales e mujik veía al terrateniente, al
1coyo MatM!8kJ".
noble, sin embargo, en Siberia no los había.
-Piatakov ha enviado ya una comisión- conCuando apareció el noble Kolchak, entonces el
testó Budiaguin.
mujiJc siberiano apoyó la revolución.
Stalin Lo miró fijamente a los ojos. Budiaguin
Stalin miraba. a Budiaguin Sus ojos se oscuresabía lo que significaba esta mirada: significaba
cieron, se tomarán café oscuro. Se fue hacia la
ventana y de espaldas a Iván Grigórievich dijo:
desconfianza. A Stalin no le satisfizo la contesta-
ción. ¿Por qué? Budiaguin habia dicho la verdad. Por otra parte, conoce bien este modo stali,niano de turbar al interlocutor: expresar desconfianza allí donde no hay motivo para ella, hacer
ver que confía, cuando hay fundamentos para
dudar.
Stalin desvió lentamente la mirada, sonrió.
-Seig6 Ordzhonikdze propuso a Riazánov para el CC. Quiere que formen parte del CC solamente administradores.
Calló esperando la reacción de Budiaguin. El
carácter de este hombre es así: Ordzhonikidze,
dicen que propuso a Riazánov para el CC. Sin
embargo, Budiaguin no lo hizo.
Elevando la voz, Stalin continuó.
-A pesar de todo el respeto que sentimos por
Sergó, no podemos convertir el CC de nuestro
partido en el Presidium del Consejo Económico
de la Unión Soviética. El Conlité Central de
nuestro partido es un areópago, en el que están
representados los administradores, los políticos,
los militares y las personalidades de la cultura.
En el Comité Central deben estar representadas
todas las fuerzas de nuestro partido. Sobre todo
las fuerzas jóvenes.
Se detuvo frente a Budiaguin.
-Hay que hacerse a un lado y dejar el camino
a la gente del pueblo. El pueblo quiere ver a la
cabeza del Estado a sus hijos y no a los nuevos ad·
-Pero no todos los jóvenes representan la
fuerza nueva. Cierta vez, en verano, pasaba yo
en coche por Arbat, y veo en una esquina a unos
jóvenes vagos con gabardinas extranjeras y riendo. Me pregunto, ¿qué valoran más, nuestra
patria soviética o la gabardina extranjera?
Comenzó a hablar de los jóvenes. Quiere decir
que sabe de las gestiones por Sasha.
-Se puede usar gabardina extranjera y amar a
la patria soviética- dijo Budiaguin.
-¿Tú crees? -Stalin se volvió hacia él-. Yo
no pienso G8!. Mi8 hijos no se pasean en gabardina
extranjera, a mis hijos les gusta lo nuestro, lo soviético. Mi8 hijos no tienen donde conseguir las
gabardinas extranjeras. Me pregunto: ¿dónde las
consiguen boa?
,
¿Será que tiene en mente a Llena? Alguien le
fue con el cuento: "La hija de Budiaguin lleva
vestidos extranjeros". Stalin siempre le dio importancia a las nlinucias, les daba curso, quería
mostrar que estaba enterado, se enorgullecía de
su capacidad para sintetizar las minucias, sacar
conclusiones de eUss:
-Yo también llevo un traje extranjero- dijo
Bl\diaguin, dando a entender que, habiendo vi.vidO durante casi diez años en el extranjero, era natural que tanto él como su familia se compraran
allí la ropa.
.7
se-, ¿qué clase de persona es Kodatski? ¿Creo
que coincidieron tú y él en Astracán?
-Sí, coincidimos, él administraba el negocio
del pescado de la región. Tú, seguramente, también lo conoces, es el presidente del soviet de la
ciudad de Leningrado.
Stalin no dio a -entender que se había dado
cuenta del sarcasmo que encubría la contestación, dijo tranquilo:
Stalin captó la insinuación, extendió las manos
con burlona respetuosidad.
-Bueno... Es que tenemos en ti a una personalidad de escala internacional, ¿cómo podríamos compararnos contigo?
Se acercó lentamente a Budiaguin, estiró la
mano de pronto, le tocó la cabeza.
- Tan j<?ven, el pelo negro, guapo...
Budiaguin pensó en lo fácil qué sería cortar la
cabeza que en este momento acariciaba Stalin.
Como si hubiera captado el pensamiento de Budiaguin, Stalin bajó la mano. Una sonrisa maliciosa agitó sus bigotes.
- Tú, Iván siempre fuiste discutidor, un polemista redomado, incorregible.
Se acer.c6 de nuevo a la ventana, de nuevo le
dio la espalda a Iván Grigórievich, de Huevo comenzó a hablar:
-Nosotros queremos a nuestra juventud, la
juventud es nuestro futuro. Pero hay que educarla. Hay que cultivarla como el jardinero cultiva un árbol. No se la debe adular, no hay que
adaptarse a ella, no se le debe perdonar los errores...
Sí, se refiere a Sasha. Da muestras de estar enterado. Muestras de una pequeña parte de lo que
sabe. Cuando sea necesario, lo soltará todo.
-... No se debe buscar popularidad barl'ta.
entre la juventud -prosiguió entretanto
Stalin-. El pueblo no gusta de los jefes que buscan popularidad barata. Lenin nd la buscaba, no
se paseaba por las calles. El pueblo no gusta de
los jefes parlanchines. A hablador nadie le ganaba a Trotski y ¿qué ha quedado de él?
Esta es una indirecta lanzada contra Kírov.
Kírov va a pie por las calles de Leningrado,
Kírov es el mejor orador del partido. ¿Qué hay
detrás de esto? No, por ahora no va a deshacerse
ni de Kírov ni de Ordzhonikidze. No es tiempo
todavia. Gomienza por él, lo prueba como persona ceréima a Kírov y Ordzhonikidze desde los
tiempos de la defensa de Astracán y desde las
operaciones müitares en el Cáucaso aél Norte. Es
para eso que lo llamó. Los problemas internacionales no le interesan, lo hubiera llamado hace
un año.
Como siempre, era sorprendente la franqueza
con que Stalin opinaba sobre la gente cercana, su
convicción de que sus palabras no serían transmitidas. Una sola insinuación de Budiaguin a Kírov
y Serg6 sobre lo que había escuchado y caería
sobre él el estigma del intrigante, ya que Stalin
no había dicho nada malo, solamente había advertido el afán de Ordzhonikidze de ver en el CC
a un mayor número de administradores y había
mostrado su legítima preocupación por la libertad y el desenfado con que Kirov se pasea por las
calles de Leningrado.
-A propósito -preguntó Stalin, sin volver-
-Pero Kodatski es partidario de Zin6viev.
El asombro de Budiaguin fue sincero.
-¿Kodatski? Si intervino contra Zinóviev.
-Sí, parece ser que intervino... -asintió Stalin-. Pero cuando los obreros de Leningrado
exigieron expulsar a Trotski y a Zin6viev del partido, el camarada Kodatski no mostró gran entusiasmo. Vacil6. ¡En una cuestión asíl Y entonces
el propio camarada Kírov propuso liberarlo del
cargo de secretario del comité del partido de la
circunscripción Moskovsko-Narvskaya. Lo liberaron. Lo retuvieron en el consejo econ6mico. Y
ahora lo propusieron como presidente del soviet
de Leningrado. En el lugar de presidente del soviet de Leningrado, antes ocupado por Grigori
Zinóviev, se pone a un nuevo presidente, partidario de Zinóviev. ¿C6mo deben juzgar esto los
obreros de Leningrado?
-Kodatski, hasta donde yo sé, no tom6 parte
en la oposición -dijo Budiaguin-. Si se mostr6
vacilante en cuestiones de organización, diré que
nadie puede evitar semejantes vacilaciones, ni
ahora ni, con mayor razón, hace ocho años.
-Nadie pide la cabeza del camarada Kodatski
-dijo Stalin con indiferencia y se volvi6 hacia
Budiaguin-. Pero con todo, en una organización como la de Leningrado, hay que elegir con
más precaución a los cuadros. Por otra parte, el
partido le confi6 a Kírov la elección de sus ayudantes de acuerdo a su propio criterio. No nos inmiscuiremos.
La última frase sonó a advertencia de que la
conversación sobre Kodatski no era de carácter
oficial sino personal. Ya para no dejar, al terminar la visita, Stalin formuló la pregunta que Budiaguin había estado esperando:
-¿Qué hay de Hitler?
-Hitler es la guerra -contestó Budiaguin.
Stalin quedó callado, después preguntó:
-¿Y tiene con qué guerrear?
-El potencial de Alemania es alto. No le será
difícil armarse.
-¿Le permitirán armarse?
-No pedirá permiso.
-¿Se mantendrá en el poder?
-Por lo visto, sí.
Stalin calló de nuevo, pasó el dedo por debajo
del cuello blanco.
-¿Los alemanes pelearán?
-Si les obligan pelearán.
Despacio, tratando de impresionar, Stalin dijo:
-Inglaterra y Francia le impusieron a Alemania Versalles, las reparaciones, la dejaron sin nada, le quitaron las colonias, los Sudetes, Dantzig,
el corredor Polaco, separaron la Prusia Oriental.
Entonces, ¿contra quién van a pelear los alemanes?
-Inglaterra y Francia van a tratar de llegar a
un acuerdo con Alemania a costa nuestra.
Stalin se volvió hacia Budiaguin. Todo está
claro: no considera necesario ocultar su punto de
vista, al contrario, considera necesario declararlo
aquí, ante él, en su propia casa.
Con todo, conservando una aparente calma.
dijo:
-Inglaterra y Francia nunca permitirán la
existencia de una Alemania fuerte en el corazón
de Europa. Al contrario, somos nosotros quienes
estamos interesados en una Alemania fuerte, camo contrapeso a Inglaterra y Francia.
-Para nosotros Alemania es el peligro más
real- contestó convencido Budiaguin.
Stalin frunció el ceño.
-Exagerar el peligro alemán equivale a subestimar el peligro principal. Qué duda cabe, los
imperialistas ingleses están interesados en ello.
Pero nosotros, los soviéticos, no estamos interesados en ello.
- Yo me quedo con mi opinión- dijo Budiaguin.
-Es por ello que ya no estás allí donde
estabas- contestó Stalin sin quitar la vista de
Budiaguin. Budiaguin aguantó la ~irada.
Stalin guardó silencio, después, sin mirar a Budiaguin, como si se dirigiera a alguien más, dijo:
-El partido no n~ta que se haga ostentaciÓn de los matices de opiniones. El partido necesita un trabajo efectivo. Y el partido no necesita
de quien no entienda esto.
-Si soy o no necesario al partido, lo decidirá
el partido- dijo Budiaguin. \
Stalin se sentó ante la mesa. le dio la espalda,
tomó un libro en la manos.
-Estoy ocupado. DiIcúlpeme.
•
-La puerta se cerró tras Budiaguin. Stalin dejÓ
a un lado el libro, se incorporó. pipa en mano se
paseó por la habitaciÓn, se detuvo ante la ve,tana, observó el acostumbrado edificio amarillo y
blanco del Arsenal, los cañones de cobre ante la
fachada.
IVaya con el diplomático de Motovilijal No se
trata de una Alemania desarmada, sino de las
tropas japonesas en Manchuria. en la retaguardia de nuestro lejano oriente. ahí está el peligro.
Por més limitado que sea Budiaguin, también lo
entiende. No vino por el asunto de Hitler. Vino
para hacerle saber que en el partido existen fuerzas que sostienen un punto de vista particular,
que se reservan el derecho a tenerlo y contraponerlo, a su debido tiempo, a su punto de vista. No
lo trajo .aqm su propia perspicacia, es demasiado
pequeño para ella. Vino cumpliendo un encargo,
de parte de aquéllos que. al parecer, lo ayudaron
a él, Stalin. a derrotar a los enemigos. de parte de
aquéllos. en los que. dicen. él se apoyó. se apoya
y debe apoyarse. de lo contrario lo destituirán. al
igual que destituyeron a los otros. Están convencidos de que él se lo debe todo a ellos.
Están totalmente equivocados. Un verdadero
Jefe llega por si mIBmo, el poder se lo debe solamente a á mismo. De lo contrario no seria un jefe
sino un advenedizo. No fueron ellos quienes lo
eligieron. sino él quien los eligió a ellos. No fueron ellos quienes lo empujaron hacia adelante. sino él quien los arrastró tras de si. No fueron ellos
quienes lo ayudaron a afirmarse, sino él quien los ..
elevó hasta la cima del poder estatal. Todo lo que
son se lo deben al hecho de haber estado a su lado.
¿A quién le debfa algo Lenin? ¿A los emigrados
de LondreS y Ginebra? ¿A quién le debfa algo
Pedro? ¿A Ménshikov? ¿A Lefort? El que el poder
se herede no cambia la esencia del caso. Para llegar a ser un jefe. el monarca debe aniquilar el
circulo de allegados acostumbrados a ver en él a
una marioneta. Asf sucedió con Pedro. asf sucedió con Iván el Terrible.
El se convirtiÓ en jefe no por el hecho de haber
conseguido' derrotar a· sus enemigos. Derrotó a
sus enemigos porque tiene pasta de jefe. él es precisamente el predestinado a conducir el país. Sus
enemigos no lo comprendieron y por eso fueron
derrotados. No lo comprenden tampoco ahora y
por ello serán derrotados. Un pretendiente fraca.
sado siempre será un enemigo potencial.
La historia hizo de él su élegido porque es el
único en este país que posee el secreto del poder
supremo, el único que sabe como gobernar a me
pueblo, conoce a fondo sus méritos y deméritos.
Ante todo, los deméritos.
El pueblo ruso es un pueblo hecho para la vida
comunitaria. La vida en comunidad desde antaño ha sido forma de su existencia, la igualdad está en la base de su carácter nacional. Esto crea
condiciones favorables para la sOciedad que él
creará en Rusia. La NEP de Lenin tácticamente
era una maniobra correcta, pero "en serio y para
largo" se convirtiÓ en un error. Como maniobra
era un compromiso temporal con los campesinos
para obtener pan. "En serio y para largo" es ya
una polftica calculada con miras al granjero, y el
granjero es el camino hacia la desigualdad, contraindicada a la fndole sicológica del pueblo. Stalin se acerCÓ al librero, sacó un tomo de Lenin.
con señales en las páginas, leyÓ una vez més: "Para conseguir, a través de la NEP, la participaciÓn
de absolutamente toda la poblaciÓn en la cooperaciÓn ... Para ello se requiere de toda una época
hist6rica... Sin la alfabetizaci6n total, sin cierto
grado de compremi6n, sin habituar a la poblaciÓn en cierta medida a los libros, sin la base material, sin determinado bienestar que. por decir
algo, proteja de las malas cosechas, del hambre.
etcétera, sin esto no podremos alcanzar. nuestra
meta". Cerró el libro, lo coloo6 en su lugar. Este
camino le inculca al mujik la sicologfa del granjero, extraña para él. El granjero no necesita de la
dictadura del proletariado. Hay que acabar desde el principio con el ~ermen de Ji(l'anjero, de pro-
pietario, de individualista que pudieI:a surgir en
el mujik ruso. ¿La cooperativa? Si. Pero en la que
el campesino sea' un trabajador común. El hizo
ésto. y esto ha sido la segunda revoluci6n en Rusia, tan importante como la de octubre. En la Revoluci6n de Octubre el mujik estuvo de nuestro
lado, en la colectivizaciÓn lo tuvimos en contra.
Sf. se necesitan libros, la ciencia. la lucha contra
laS malas cosechas... Se necesita todo esto. Pero
no como precursores de la colectivizaci6n; sino
con base en la colectivizaci6n. Asf es como procedió él: primero, la colectivizaciÓn; después, la
cultura.
Aquello que Lenin llam6 clesnaturall.Zoddn
burocrática es la única forma posible de gobernar. Ello encierra peligro: la burocracia aspira a
ubicarse entre el pueblo y el poder supremo, trata dé sustituir al poder supremo. Se debe acabar
con esto sin piedad. El aparato debe ser el ejecutor infalible del poder supremo, hay que mantenerlo atemorizaao, el temor que se le inspire se
transmitirá al pueblo.
¿Tiene él un aparato asf? ¡Nol ¡No lo tienel El
aparato creado en el transcurso de la lucha por el
poder, todavía no es el instrumento del jefe, se
piensa copartfcipe de la victoria. La visita de Budiaguin le sirvi6 de recordatorio.
El aparato de un verdadero jefe es el que él
crea después de llegar al poder. Este aparato no
debe perpetuarse, permanecer, pues, de ser 85f,
. consolidarla las relaciones reciprocas. adquirirla
.consistencia y fuerza. Al aparato hay que barajarlo, renovarlo, reemplazarlo.
Es más difícil crear semejante aparato que eliminar a los enemigoS. El aparato es cientos de
miles de personas. agrupadas en una organizaci6n. ligadas y vinculadas entre. si de arriba a
abajo. Los actuales miembros del Politb'-!J'Ó ya no
son los que regresaron con Lenin del extranjero.
Son personas que tienen conexiones dentro del
aparato, cadenas tendidas desde arriba hacia
abajo. Basta con tocar un eslabón para que romience a sonar toda la cadena.
¿Conffa él en sus allegados?
En la polftica no se debe confiar en nadie.
Son de fiar más que otros M6Iotov, Kagan6vich y Voroshflov: no pretenden ser independientes, son buenos ejecutores. Han mostrado su capacidad para las acciones necesarias, se han comprometido con estas acciones, sin él no son nadie.
Voroshflov podría cambiar de bando, pero lo seguirá, le teme a los intelectuales militares y, ante
todo, a Tujachevski. Voroshflov se apoya en los
de a caballo, en. Budionni, Timoshenko, Schadenko, Gorodovikov. Pero éste es un débil apoyo,
ya quedó atrás el tiempo de los sables.
Kalinin y Andréev. El miembro más viejo y el
més joven del Politbur6. El primero tiene 59
años, él segundo. 39. Son de los J1f'omooidos~.f9
ha visto en situaciones demasiado disímiles, se
considera su correligionario. Sin embargo, el jefe
no tiene correligionarios, el jefe tiene disclpulos.
.Los apóstoles no se escogen de entre los amigos,
sino de entre los alumnos. Es romántico, ingenuo, confiado, cree con demasiada sinceridad en
lo que dice y hace, cualidades peligrosu en un
poIftico. Después de la capitulaciÓD de los opositores propuso restablecerlos en el partido a todos
a la vez. ¿Es que no comprendia que deben ser
aniquilados todos aquéllos que se oponen a élP El
pueblo debe saber que el oponerse a él equivale a
opooene al poder soviético. ~or q~ no quiso
eliminar a los enemigos del poder soviético,
cuando estos enemigos DO. estaban fuera sino
dentro del partido? No fue un error, sino una
1fnea, el deseo de conservar dentro del partido un
. contrapeso contra él, la aspiración de seguir siendo el úbitro, de tener una reserva, misma que,
en caso de necesidad, se puede poner en acción
ctmmJél.
Confirma esto el caso Lominadze. Serg6 conoce la carta de LominadR a Schatski, interceptada en el año treinta. ¿Cúl fue su reacción?. "Es
un niño.•." Habiendo escrito este "niño" lo que
haló escdIo de M en la carta. La puerilidad no
. , tiene cabk1a en la política, la política no es juego
quien co~ haya quien conducen, hay quien
influye, hay a quien in,fluyen. En esta amistad el
principal es Kírov. Ambicioso como lo puede ser
I,ln semíInstruido, ambicioso como lo puede ser
un mediocre periodJsta proviooiano y, como diestro parlanchin, tiene admiradores que lo consideran el primer orador del partido, casi el "tribuno
de la revoluci6n".
A su debido tiempo, al enviar a Kírov a Leningrado, Stalin queria mostrarles a los leningradenses que Leningrado no era la segunda capital, síno simplemente una cabecera de circunscrlpción
en el noroeste del país. No puede haber dos capitales, la segunda capital siempre sed. rival de la
primera. Los leningradenses estÚlacostumbrados a nombres de ilustre prosapia, y en esto les
llega del lejano Azerbaidzhán el casi desconocido
Kírov, que ni siquiera era miembro del Politburo. A los obreros de Petrogrado, que se jactan de
su pasado revolucionario, se les envía a una persona que antes de la revolución era un empleado
de base del insignificante periodicucho TéreJc. Lo
enviaron como extraño que era, un designado,
enerminador de las facciones de oposición. Se
suponfa que los leningradenses no aguantarían,
la situación se tornaría aguda y surgirfan condiclones para la liquidación definitiva de este
de niños. Lomtnadze y Schatski se preparaban
para her«l4r, se apresuraban. ¿Y quién es Lominadze? De haber nacido tres dos antes, le hub~
ra hecho compadía a los mencheviques, a Zhordanla, ChjeidZe y TsereteIi, quienes también lo
consideraban un ignorante. Estos intelectuales
georgianos abeorbielOll todo lo peor del ca. . .
nacional eeorgiaDo: el Cieelse una isla europea
en el continente af'tim. Ahora Lominadze está
en los Urales, pero Serg6 sigue p~. ¿Es
casual? No lo s. Lominecm es un . .. , . de 10
polftica.
¿Sólo OrdzhontkJctre ague sta política? No.
Esta sla política común de M de ICúvv. ¡Amigol y com~ iDleparab1es Al negar a MOl06, K.irov pua solamente en CM8 de Onizbolltkidm. ~ hay c:Ietds de ea COIUIlCJWldora
amistad? ¿~ 101 une? 4C/Jmo puede 'haber
andsqd penoaal eotre políticos? ¿Con qu6 6n
dos miembros del PolitbuJ6 quieren sepuane de
101 demú a través de .. amisqdP Lo5 dos tieDen
48 dOI, 101 cb esttr"JJeI'On en el c.'lC"O del NO!te Y en C'.,orgia, 101 oo.lOD miembroa del folit·
buIé desde el do t:reUIta. Ello 80 es ji,nderneato
,.... ............ uni6D. En la ....'... 00 eDIte la
~. En la a.lItad, c.ao en la polftica. hay
centro en constante ebullición.
En ocho añOI ICfrov se convirtió en una penona famillar en Leningrado, en el "favorito",
reunió estrechameote en torno suyo a la organización partidaria., fortaleció la importancia de
Len'ngrado precisamente como la segunda ciudad ea el estado, fomenta el separatismo leningradense de siempre, la convicción irrboria de
que su chKhid es especial, la única ciudad europea ea Rusia. Avido de popularidad, se juega la
euta de la ..,;11•. Vive en la aveaJda KamennoostrowId, ea UD edi8do graade, habitado
por lI'D'e casual, va a pe al trabajo, se pasea por
las eaIJes de Leningrado, sube a 101 nI60s a su
coche, juega con el1Ol1 a _ tI!ICOndidillas.
El disdpulo debe tomar ejemplo de su jefe. El
modo de vida del jele va de acuenio con el 8!tilo
de la época que él perIOr'.Uica, COD el estilo del
Estado que dir.¡e. Al d fiar con su leDCillez y
accee!bílid.t, Kírov lo reta, quiere mbrayar que
Stalin vM en el ~ , cuatodiedo, no se pueapor 1M calles. no juega con los niAOI a las eICOndid.ilI.a, quiere subrayar que Stalin le time al pul&bID y lCírov DO.
.
En el XVII 00IIIJeS9 lUNv dijo: ""En Lenfopado, de lo viejo, 1610 hu quedado las tradiciones
tk 00010. lCalinin, de los campesinos, Andréev,
de los obreros. Se uniré a la mayoría.
Y, para terminar, 105 inseguros: ICfrov, Ordzhonilddze, lCosior, lCuibishev y Rudzutak.
Lentn recomendó entoncea. en tiempos de
aquella carta, el as{ llamado testamento, en forma velada a Rudzutak para sustituirlo en el cargo
de secretario general. Es posible que Lenin no
consultara esta cuestión con el propio Rudzutak,
• no solicitara su consentimiento. La actitud de
Rudzutak es de cautela. En el aparato no tiene
relaciones sólidas: desp~ del congreso de
Londres y hasta la revolución de febrero pasó
cerca de diez años en presidio. Y no obstante, ésta es la persona que Lenin recomendaba para
sustituirlo a él. No debo olvidarlo. Tampoco lo
olvidará el propio Rudzutak.
lCuíbishev es de origen noble, estudió en el calegio militar. Es un sibarita. Se refugia en la vida
privada, constantemente enfermo, no quiere que
lo molesten. Trabaja bien, pero el partido cuenta
con otros buenos trabajadores también.
lCosior lo visitó, se paseó con él por el pasillo,
se preCipitaba de un lado a otro. ¿Por qué se precipitaba? Es una persona falsa. No le tengo confianza.
Ordzboaikidze. Asunto complicado. Es la única persona cercana que tiene, se conocieron hace
treinta añOl en Tiflis. PerO preciAmente de esto
se trata: tu.ce derruaIGdo ewmpo que lo conoce, lo
r
rewludonarias de los obreros de Petenburgo, todo lo demú es nuevo.....
¡No es cierto! En Leningrado ha quedado la
burocracia prerrevolucionaria, la nobleza, la intelectualidad burguesa; quedaron los letones, estonios, finlandeses y alemanes, hoy agentes de los
servicios de espionaje burgueses; viven obreros
pequeñoburgumes, que presumen de ser los hacedores de la. Revolución de Octubre, viven decenas
de miles de personas que apoyaron a Zinóviev en
su ataque contra el partido~ La organizaci6n de
Leningrado apoyó a Zin6viev, los comunistas y
komsomoles votaron por la oposición. Todos éstos, ¿dónde han ido a parar? Siguen vivitos y coleando. todavia hoy «tia son mayoría en la 01;8anizaclón de Leningrado. Quedaron las rlúces~
muchas nfces. ¿Por qué se niega Kúov a erterminarlas? Invoca a Chúdov, lComarov y otros más
que se manifestaron en contra de Zin6viev. ¿Y
por q~ lo hicieron? Zin6viev los ofendió, por eso
lo hicieron. ¡Incapaces! Zin6viev lo comprendía
y no les dio paso. Y no les dar, paso, de aquf que
seguinn intrigando contra él. Y resulta que
Kfrov se rodea de semejante gente.
¡¿Cómo se puede despu& de esto decir que de
lo viejo sólo han quedado las tradidones revolucionarias?! Es una defensa manifiesta de los opositores de Leningrado, opositores abiertos yencubiertos, desenmascarados y agazapados, es hala-
la cultura en
MEXICO
en Iil cultura
.~ " d e ~
laJln:'
Direetor Gawrwl: )olé p. . . Llerp
Dirwetor: hco 19urio TaiIIo
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Me ,. ~d«CiM: Gerardo de la Torre
Diw#Io: 8eatri.z Mira
lIftlacción: Francisco Pérez Arce,
Maurido CiecbaDower, Roaelio
V_aiDo, Emiliano Pérez Cruz, Luis
Hernánclez, Cosme 0rneIas, Jorge
BelaI'llÚDO FerMnda ~ Jesús
Anaya Rosique, AacIfts aula, Orlado
Ortiz, Vfdor RonquiDo, J... Manuel
Payú, Hédor R.
la Vega, Carlos
Pui¡, AapI VaItierra, Pilar V &.qua,
Armando e.teIIMos, Cito Gómez
Leyva, Miguel . . . . .
,Jtoe. . . ._ GrWjictJ: Paloma Saiz
CoIoboracíóra apecitJ: EIsa NaccareUa
y Rafael Centeno.
ae
gar a los obreros pequeñoburgueses de Leningrado, es el deseo de conquistar una simpatfa aún
mayor, mostrar que los defiende de Stalin, es el
deseo de conservar para sí el baluarte leningradense. Al igual que Sergó, le prepara un contrapeso. Tktica común, política común. ¡Tratan de
engañar a Stalin! ¡No lo lograrú! Por más que lo
cubran de loas, por más que juren en su nombre,
no lo engañar'n.
El año pasado estuvo una semana con Kírov.
Los acompañó Voroshílov. Visitaron el canal Belomor, inspeccionaron los puertos de Soroka,
Múrmansk y Leningrado. Sinti6 que la actitud de
Kirov hacia el Belomor era reservada. Y, sin embargo, la ruta marítima del norte es la salida hacia el océano Pacífico, a la retagUardia de Japón.
En esta cuestión estratégica ICírov tiene otra posición, se orienta hada Occidente y no hacia
Oriente. Esto también lo adoptó de los petersburgueses, ya que se comideran europeos. Su posid6n y la de Budiaguin son iguales. Y de ello se
desprende que Budiaguin VÜ10 a advertirle no s6lo en gerwn'Gl, sino en concreto.
.
Kirov sabe maDÜestar entusiasmo, pero no lo
mostró en relación al canal Belomor, ni siquiera
lo comideró necesario. Se mantuvo callado. Mas
no pudo aguantarse. Cuando el jefe del puerto de
Múrmansk les mostró una nueva grúa de pórtico,
ICírov trat6 de poner en cla.ro sus explicado~se
le ocurrió mostrar su superioridad. ¡Cómo no!
Había estudiado en una escuela industrial y no en
un seminario. tiene el. título de mec'nico. Sólo
que por alguna razón, durante estos veinte años,
el camarada Kúov no trabaj6 ni un solo dfa de
mec'nico. Por lo que se ve, el trabajo en el periódico Tére1c era más limpio. Nada ha quedado
de su instrucción técnica meditJ, y no hay para
qué hacer ostentación de conocimientos anticuados y hace tiempo olvidados. Un dirigente
que no estudi6 la técnica trata de entenderla, un
dirigente que la conoce superficialmente. parlotea, trata de aleccionar a otros. ¡cA quién trata
de aleccionar?!
.
Entonces, aqueUa tarde, Nadia le gritaba: .
"Creen que se puede inOufr en ti para bien...
¡Gente inocente! ¡No te conocen! No hay quien
inOuya en ti, eres incorregible.....
Elloa eran sus amigos más cercanos, lCírov y
Ordzhonikidze. ¡Ellos la remataron! ¡EllosI
¡Ellos!... Quisieron inOuir en él a través de ell..
le infundieron desconfianza hada él. Se aprovecharon de una mujer políticamente limitada,
lo despojaron hasta de la retaguardia. lo despoja-
ron del hogar, la esposa, la familia, le entraron
por detrás, le golpearon por la espalda. Esto no
lo olvidar' jamás. ¡Ella tampoco estuvo mejorl
Su muerte fue un reto. Nadia también era de esa
maldita dudad, se pió allí, era petersburguesa
hasta la médula, todo en ella estaba contra él, y
at» le echaron más leña al fuego. No se puede
confiar en nadie, ni siquiera en la esposa. Quieren dejarlo sol!>. ¡No importa! El se basta solo.
¡Influir ~.. Serg6 -también quiere inOuir...
¡Influir en él! Cretinos presuntuosos.
ICírov, ese intelectual de origen humilde y demagogo. En el XVII congreso recibi6 una ovadón. En el mítin en la Plaza Roja con motivo del
congreso, otra ovaci6n. Ante los moscoVitas debió haber hablado un miembro del PoUtbur6 que
representara a todo el partido, Y no ala organización regionalleningradense. No se negó. Hab16.
¡No le tengo confianza!
Hay que transferir a lCírov a Moscú. Aquí estar' a la vista y todo se aclarar'.definitivamente. Y
acabar con la segunda capital.
Mira nada más a quién decidieron enviar, a
Vania Budiaguin. No encontraron a nadie mejor.
En la primera pregunta sobre Riazúlov lo atra-
pé: "Piatakov envi6 una comisi6n...•• Esquiv6 la
contestación. Riaúnov mantuvo bajo auesto domiciliario a la comisión, después la regresó a
Moscú. #or qué encubren esto de él? Quieren
encubrir sus discordias, quieren hacer ver su aparato como un todo único Y monolítico. Riaúnov
tiene como secretario del comité de la dudad a
LomiDadze, también quieren encubrir su papel.
Encubrir de él, él, que conoce cada uno de sus
pasos, cada uno de sus pensamientos.
El arresto y regreso de la comisi6n ha sido un
caso excepcional. Riaúnov responder' pOr él.
Pero este caso es testimonio de procesos serios en
el circulo que rodea a Ordzhonikidze. Es una bo-fetada a Ordzhonikidze. aunque la comisión la
form6 Piatakov.
Trataron de encubrir todo esto para que no
trascendiera el confllcto fuera del circulo. Est'n
equivocados. El mismo tratar' de llegar al meollo del asunto.
Stalin se alejó de la ventana, levantó el teléfono y le ordenó a Poskri6bishev que hidera venir a
Moscú con urgencia a Riazúlove
I
(Traducción: Sonia Patón)
51
(;L B DE PERIODISTAS DE MEXICO,. A. C.
Para enaltecer el ejercicio de la profesión en la República, estimular a los periodistas en el desempeño de sus
funciones específicas y distinguir a quienes lo merezcan por la calidad extraordinaúa de sus trabajos, convoca al
m
CERTAMEN
NAC O AL DE PERIODISMO
X
qu<' premiará las producciones más destacadas, y en el cual podrán concursar todos los periodistas mexicanos por nacimiento o por naturalización. Serán materia de concurso los trabajos publicados o transmitidos por
cualquiera de los medios de comunicación DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO DEL lo. DE ENERO
AL 31 DE DICIEM RE DE 1986.
BASES:
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PREMIOS
11.· PretaIo
"va. M. v-.." ... ENCABEZAMIENTO PERfODlS11CO.
21.· PretIIio"BeraaI Día ... c..a."
31.· PretaIo "... A....ro AIak"
141.· ........Ame. G'ha 1 ......" . . . REPORTAJE RADlOFONlCO.
Aaaada G- "'-,1M •• '....... CRONlCA RADlOFONICA.
151.·
CRONlCA.
1...•
REPORTAJE.
$peta..... EN'I'IlEVISTA RADlOfIONICA.
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17).·
41.- "-Io"1pado a-iIa"
51.· ,...... ....... laudo C
't.·
ENTREVISTA.
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NOTA MAS OPORnJNA O
71.- ....... "Joeé . . . . . Fe,.· a del • Llar*' . . . ARTICULO DE FONDO.
11·· Preaüo
ra-ero
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F. RII . . "
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131.·
~ ......... ,.,. PROGRAMA SElUADO DE
SERVlaO A LA COMUNIDAD POR TELEVISION.
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PERIODISMO DE LA ClENaA.
211.· ...... "CIIIIIW ~..... TIlAaAJO D.E CAMAROGItAfIA PBlUO-
ESCIln'O HUMORlS11CO.
DISTICA.
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T . . - " . . . lNJIORMAaON PElUODIS'I1CA
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GEN NAaONAL POR TELEVlSION.
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TELEVISION.
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52
DE PERIODISTAS DE MEXlot, A. C.
El conjuro del
tacón dorado
y la profecía
de los zapatos
de charol
Jermán Argueta y Ernesto Licona
"Me voy al ColonÍD
me voy a bailor.
al ritmo wbroso que el el danzón .....
V a n llegado desde 1.. cinco de la 'arde, caminan con ansiedad hacia donde se ve una
marquesina, en la que se lee con letras grandes y
vistosas Salón Colonia. Desde el eje central Lázaro Cárdenas se escucha la música sabrosa. Se
vislumbran las parejas que se dirigen al sal6n de
baile: también llegan mujeres y hombres solos
que apresuran el paso con el deseo de introducirse al santuario de la danza urbana.
La entrada es protegida por la morena del Tepeyac que se encuentra habitando un pequeño
altar. A un lado están cu~tro boleros de edad
avanzada que son parte del ambiente rumbero y
dejan un pequeño lugar entre su caj6n y la pared.
Es un espacio mágico en donde los zapatos se
transforman y adquieren luz para cautivar imágenes. Porque unos zapatos bien boleaditos no
cesan de bailar y CQnquistan también a las
muchachas.
"No se permite la entrada a menores de edad,
sólo con cartilla", advierte con humor un letrero
que se encuentra en la antesala del salón. También ahí se exhibe la historia y testimonio del recinto. Un cartel muestra esa historia desde la década de los veinte: cuando la entrada tenía un
costo de 30 centavos y una rica y espumosa cerveza "dos equis" valía 10 centavos. Y aunque usted
no lo crea las damas entraban gratis. También se
muestran las fotos de "Resortes" cuando era asiduo concurrente del salón. "Hoy la entrada le
cuesta, joven, mil pesos y las muchachas pagan
solamente 700 pesitos".
El palacio del danzón
"Sí, señores y señoras, éste es el único lugar donde se baila danz6n oon las mejores orquestas del
mundo... y en esta ocasi6n está con nosotros el
Príncipeee del Danzónnn... Felipe Urbannn con
su orquesta acompañada con sus violines mágicos... Vengan esos aplausos... pero que se oigan" .
La música brota y recorre el enorme recinto
penetrando todos los espacios y recovecos. Se
desliza suavemente para que los cuerpos se expresen. Se mueven candenciosos, despacito, lentamente, se comunican ligeritos para no alborotar
el aire. "Porque así se baila el danzón. joven,
porque los que hacen malabares y cirro se ven
mal". Y es que el danz6n es un acto ritual.
Se baila sin mover mucho la cadera, sólo lo que
el ritmo pide. Los pies se mueven paso a pasito
delineando círculos, sin pedir más de lo que pisan
y sin invadir otro espacio.
Ella se mueve bajo la mirada de él y por la conducción de su mano que se posa en la cintura. Tenue pero firmemente la mueve: el dedo pulgar
presiona para erguirla y la provoca para girar en
el espacio. En el aire da vuelta bajo el puente de
su brazo.
"Y cuidado joven cuando la orquesta llega al
estribillo", porque hay que parar para rendirle
tributo a la orquesta y al propiodanzón". Después
de este rito los cuerpos se vuelven a llamar para
seguir con su lenguaje.
El cachondeo en las pistas
Son tres las pistas del Colonia. La principal está
en medio de los dos escenarios con suntuosas columnas rememorando un tiempo pasado. Luce
pocos mosaicos y un enorme espacio de due.1a gastada por la furia yla excitación de tacones ysuelas
vivas. En este entarimado está el cuadro que se
eleva en los concursos. Lugar exclusivo para los
que cultivan, con excelencia, el arte del baile urbano. Son muchos los que quieren subir pero son
pocos los que ascienden, quienes lo logran son
muestra de talento e inspiración.
La pista al aire libre es para las parejas acaloradas y sudorosas que buscan el aliento fresco de
la noche. También sus rincones son testigos de
una caricia que se prolonga y que exige un viaje a
la humedad.
y la última son las terrazas que tienen su bar y
unas mesas que se despliegan en fila, dejando un
corredor pára la danza. Sus manteles blancos caen holgadamente en cuatro puntas sobre la mesa
y las cervezas se posan altivas en ella.
Ahí se ven las parejas solitarias bebiendo o
bailando. Las que se alejan del mundanal para
buscar intimar, y ¿quién dice que en la vejez no
se puede "fajar"? Si la música llama la alegría de
los cuerpos, que se mueven sólo para acercarse y
erotizarse.
Bajo el ritmo juntan sus rostros, unen sus hacaso Su tiempO es otro. La melodía los acaricia.
Las palabras no brotan, no son necesarias. Las
miradas se pehetran pidiendo sensualidad.
Los brazos de ella, con uñas largas pintadas de
un rojo intenso, cubren el cuello de su pareja. Le
susurra con una sonrisa la canci6n en el oído. Su
vientre ya no conserva su armonía, se pega rítmicamente al de él, que luce el pelo plateado y bien
peinado hacia atrás. Su chaleco azul, parte de su
atuendo, se ve deformado por su exhuberante estómago. Sus zapatos de charol blanco de horma
italiana marcan el compás de una sabrosa rumba: "Oye Salomé... perdónala... perdónala ..."
En el Palacio del Danzón no se detiene la música. Hay dos escenarios. Mientras en uno están tocando, en el otro se preparan. El de la derecha
está protegido por el enorme rostro de un negro
con sonrisa descomunal y dos manos que sostienen enormes maracas color amarillo que invitan
a borlotear. El otro está ¿entro de una gran con
cha marina custodiada por dos seres mitológicos
griegos. En él toca la orquesta de "Pepe y su Charanga" que da pie a la nota sublime del ChaCha-Chá. Se alimenta con violines, trompetas y
flautas transversas.
Las clases del cha-cha-chá
las vamos a comenzar
.uno por uno van ustedes a empezar...
Mueve la cadera aquí y allá
Abajo del estrado bailan decenas de parejas que
escuchan y sienten las notas creadas por el
embrujo melódico de la flauta. A una. le hacen
rueda. También quieren aprender de ellos. Ella
lleva su mano al hombro de él en un casi perfecto
ángulo recto. El se posesiona de la ci tura. La
mano se separa lentamente, la avienta y da una
vuelta haciendo que la falda flote por el aire y
por el movimiento de caderas que desarrolla en
este viaje. Su espalda se establece frente a él sin
cesar de mov.er las caderas.
Se toman de nuevo. Quedan frente a frente: el
pie derecho hacia adelante al mismo tiempo que
la mitad del cuerpo, inclinando la cintura rico.
Momentos después hacia atrás y así, rica , sucesivamente hasta producir un meneo plástico y armónico.
Las piernas saltan al ritmo de la flauta. Luego
el pie patalea levemente y se desplaza pegadito a
la madera. Se separan las manos, se alejan y ahora el turno es para ella. Se desvanece, mueve la
cadera aquí y allá; sigue así, sensualmente apresura las caderas en el movimiento, y sigue así.
Vuela su vestido, sus gruesas piernas sostienen
grandes nalgas que levantan torbellinos en el aire
y sigue así.
El decide afirmar sus pies en la duel~, solamente alternando los brazos. Suda y tararea la
canción y con la mirada la dirige.
La espalda de ella se va de arriba hacia abajo y
de abajo hacia arriba. Los pies los cruza, uno primero y luego el otro saltando levemente y todo el
cuerpo parece que se mece en el aire. Las man~
y los brazos los dirige hacia los lados alternándolos. FlexiQna las rodillas y mueve las caderas de
abajo hacia arriba. Sus hombros frenéticos
quisieran desprender los pechos con esa agitación. y todo crea un ambiente de sensualidad y
erotismo. "Baila sabroso¿o no, mi buen?"
Un tinte rosa sobre los chinos.••
La edad se desliza y se acumula para cubrir
canas la cabeza, pero no importa si ésta se cubr
53
con un color azul tenue que le da presencia a la
dama. Pero hay otras que se sienten joviales, más
atrevidas y, claro por qué no, sensuales. Y un tinte rosa sobre los chinos cortos quedan de lujo y
más si el vestido es blanco, de ésos que están dispuestos a permitir que el viento acaricie las piernas que son calzadas por unos caros y exquisitos
zapatos plateados con diminutas lentejuelas que
destellan las luces del salón.
Además, si las zapatillas son nuevas, hay que
sacarle punta a los tacones y qué mejor que traerlos al salón para domesticarlas y dejarlas suavecitas.
Los hombres bailan con zapatos de choclo bien
boleados, con un lustre tipo espejo. Como ese tipo moreno de bigote perfectamente recortado,
pelo embaselinado y vestido de "papacito", "chulo" o "pachuco··.
La música sigue, cadenciosa, sabrosa, rica y
sensual...
"y lo esperamos con sus amigos al festival del
danzón,
el próximo miércoles, 15 de julio, en homenaje
a Vicente Fernández... El Alegría... En donde alternaran lo mejor de Veracruz la orquesta Alma de Sotavento. Estarán también Carlos Campos, Felipe Urbán y su danzonera, la Danzonera Olmas y otras
danzoneras más......
Sí, la música sigue bajo el conjuro del tacón
dorado y la profecía de los'bpatos de charol.
)
o
Cincuenta años
del salón
Los Angeles
¿Ballamos?
Carolina Velázquez
puertas a un público que gozaba la música: el
son, el swing, el danzón...
En la actualidad sólo existen tres salones de
baile en el Distrito Federal y los tres son admiincuenta orquestas de música tropical
nistrados por la misma familia desde su fundaa 10 largo de cuatro días para celebrar
. ción. El Colonia instalado por la familia Lara en
el cincuenta aniversario del salón Los
1922 en el local de un gimnasio de la CoJpnia
Angeles: ¡Baile mi rey!, ¡goce mi reinal
Obrera; Los Angeles, construi~o por Miguel
el sinuoso movimiento de hombros,
Nieto en un patio donde se guardaban camiones
,caderas y pies; por un instante el roce de los cuery costales de carbón en la Colonia Guerrero. En
pos, el placer de abandonarse en pareja al sabroese tiempo la familia Nieto se dedicaba al negocio
so ritmo de la música de acá. ¿Cuántas parejas
de la maderería y es por eso todo el salón está
habrán bailado a lo largo de estos años en la pista
hecho con madera; El California, de la familia
del salón Los Angeles?
César, que surgió en 1955, originalmente se enEn 1937 los habitantes de la ciudad de México
contraba por el rumbo de Santa Anita y se llamaeran poco menos de un millón. Existían de 16 a
ba Ixtacalco, después se cambio a la avenida
118 salones de baile cuando Los Angeles abrió sus
nalpan. Por su ubicación, a unos cuadras de la
estación del metro Portales, es posiblemente el
que mejor funcione como negocio, aunque no se
caracteriza por tener los mejores bailarines.;. estos
se encuentran en El Colonia y en Los Angeles,
que mantienen aún la ünea tradicional de los salones, tocan orquestas grandes y se cultiva el gusto por interpretar ritmos como el danzón. _
Los tres salones sobreviven a la época de Ernesto Uruchurtu. A finales de la década de los
años cincuentas el regente de la ciudad de México
lanzó una campaña en contra de lo que él llamó
centros de vicio y prohibió la venta de cerveza en
los salones de baile, quitándoles un importante
ingreso, por lo que dejaron de ser reditoables.
Ni modo: la crisis· hace estragos y los viejos administradores de los salones pagan el precio de la
sobrevivencia. La música que se·puede bailar Jos
domingos por la tarde es comercial. Pequeños
grupos imitan al Acapl,t1co Tropical, a Chicoché o
a Higo Tovar. Aun así, para los viejos parroquianos, buenos bailarines, hay un día a la semana en que se programa a orquestas como: Carlos
Campos, Alejandro Cardona, Pepe Luis, Acerina
y su Danzonera, El Grupo Sabor...
¿No sabe bailar? No importa, el salón es la mejor escuela. El galán de los pantalones blancos o
la muchacha del vestido floreado, ambos con el
ritmo brincándoles en el cuerpo, estáp dispuestos
a enseñarl.e. Si usted quiere disfrutaJ del placer
del baile entre cualquier tarde a un saJón. Lo de
menos es si estudia o trabaja; lo que importa es
acoplarse a una pareja, hacer suyos sus pasos,
descubrir en el movimiento del cuerpo que goza
la música.
Las parejas que mejor bailan estarán siempre
frente a la orquesta, la gente los rodea para
verlos. En l . colonias existen clubs que ~ abren
espacio en el salÓD y coonlnan distintos p8S()S en
_ _ serie. a veces sólo con--hembres, otras COla una
mufer o con varias. Hay bailarinas que inician la
pieza con una pareja y a lo largo de ella alternan
COD otras.
Los saJones conservan su mística, el más popular de los galanes es el que mejor baila. La más
solicitada como pareja no es siemPre l. más
bella, bien pp~ serlo esa gordita de más de cincuenta años que baila muy sabroso. El saJón pertenece.,más a la gente que lo frecuenta que al
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