blasco de nebra - Columna Música

Transcripción

blasco de nebra - Columna Música
COMPLETE PIANO WORKS (VOL. 1)
ANUEL
BLASCO DE NEBRA
PEDRO PIQUERO
piano
Grabación realizada en el Conservatorio Victoria de los Ángeles de Madrid,
los días 8 y 9 de septiembre de 2008.
Ingeniero de sonido: José Miguel Martínez
Edición y masterización: Pilar de la Vega
Afinador: Juan Ramón Martínez
2009 – Copyright Producción y Edición: COLUMNA MÚSICA, S.L.
Traducciones: Beatriu Krayenbühl
Revisión texto en castellano: Aibana Productora Editorial, S.L.
Revisión texto en inglés: Gerald Fannon
Fotograf ías: Ángel Ganivet y José Carlos Núñez
Diseño y maquetación: www.Tresinteractiva.com
"A mis alumnos, de quienes tanto aprendo"
"To my students, from whom I learn so much."
Ref. 1CM0219
Dip. legal: B-16398-09
COLUMNA MÚSICA, S.L.
c/ Sant Eusebi, 53, pral. 1a.
08006 Barcelona (Spain)
[email protected]
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as aguas holgazanas
del Guadalquivir
He deambulado por las calles laberínticas de Sevilla, caminado por la ribera del Guadalquivir, cruzado
el río y contemplado sus aguas holgazanas. He pasado momentos meditativos en la catedral y otros
deleitando todos mis sentidos en los jardines de los Reales Alcázares. Tal vez, siendo compositor, en
esos momentos me ocupaba la mente alguna obra propia. No se me ocurrió imaginar una música nacida
en la época de esplendor de esa ciudad, ni tampoco conocía el nombre de Manuel Blasco de Nebra.
Quizá, si me lo hubiera planteado, si hubiera intentado imaginarme a un joven compositor de aquel
tiempo, viviendo y creando en las largas sombras de espacio y tiempo de la corte y de Domenico Scarlatti,
unas sombras que acaso le fueron una bendición, un alivio bajo ese sol sin piedad sevillano, tal vez
hubiera escuchado una música como la que acabo de descubrir.
Acepté el encargo de escribir estas notas por la admiración que sostengo por Pedro Piquero. No me
cabía la menor duda de que si él había elegido grabar música de un compositor al que yo desconocía,
al que casi todo el mundo desconoce, esa música por ende tendría algo de interés. Más aún, sabía de
antemano que me encantaría su interpretación. Ya había escuchado su disco de las Tonadas de NinCulmell y la impresión que me causó dio lugar en mí a una confianza explícita hacia sus criterios y
habilidades musicales.
Sin embargo, la sorpresa que experimenté hoy –escribo poco después de haber escuchado la grabación,
queriendo plasmar mis primeras sensaciones, sin demasiada elaboración o reflexión–, sobrepasó mis
expectativas. Por eso no me sorprende que este CD sea el primero de tres volúmenes que recogerán la
obra completa para piano de Manuel Blasco de Nebra (la obra completa que ha llegado a nuestros días:
24 sonatas y 6 pastorelas, menos de la mitad de las obras que se supone que constituían el catálogo del
compositor en vida). En general, se me antoja que la historia es justa, el tiempo cumple con su cometido
y las sucesivas generaciones de público resultan ser más sabias que las que tal vez aparezcan en cualquier
momento determinado, tan susceptibles –o así parece– a las modas, a la opinión de los críticos y a su
propia vanidad. Pocas veces he escuchado una música recientemente redescubierta de un compositor
«olvidado» que me deslumbre, que me parezca un hallazgo, que me deje prendado, que erice la
imaginación. Es más, la música de Blasco de Nebra rebosa una personalidad tan singular que estoy
seguro de poderla reconocer de ahora en adelante.
Ese deslumbramiento no es del tipo que me provoca la música del gran Scarlatti, la brillantez de un
virtuosismo llevado a unos extremos casi sobrehumanos. Además de términos como luminosidad,
transparencia o elegancia que valdrían tanto para el uno –Scarlatti– como para el otro –Blasco de
Nebra–, la música de este último me sugiere otras sensaciones como ternura, dulzura, ensoñación,
languidez… y éstas me vienen a la mente nada más escuchar las obras con más impronta rítmica, como
son las sonatas del convento de la Encarnación de Osuna. En los adagios de las pastorelas estas cualidades
se acentúan hasta tal punto que se hacen casi dolientes, como ese dolor que se confunde con el placer
y el asombro; el dolor de una vacilación conmovedora al llegar inesperadamente a una disonancia; el
dolor agridulce de deslizarse oníricamente entre los modos mayor y menor, el dolor de un giro melódico
insospechado, o el del deleite sensual que enciende la soledad y la desnudez sonora de una sola nota
después de que las demás hayan desaparecido y que, deseando más que nada que se repita, no se repite.
Ignoro la causa de la muerte prematura de Manuel Blasco de Nebra. Bien podría creerme que en
el último instante imaginó que se desmayaba ensimismado por el lento flujo de las aguas del Guadalquivir,
soñando con una música cuya ternura le acariciaba el alma como la lágrima acaricia la mejilla, y, con
la levedad de una pluma que cae al agua, se unía con su reflejo mecido por las suaves olas. Dicen que
no hay tristeza más grande que la del padre que entierra a un hijo. La tristeza del padre de Manuel
–músico también– sería más amarga aún, recordando la hermosura que brotaba de la imaginación de
su hijo y pensando en la certeza que había sentido de que aquella seguiría deleitando a quien lo escuchara,
ahondando y ampliándose con los años venideros. Al fin y al cabo, eso es lo que ha pasado, no con las
obras futuras que el padre hubiera esperado y nunca llegaron, sino con las pocas que nos han sido
legadas.
JOSÉ LUIS GRECO
04
05
edro
Piquero
Pedro Piquero nació en Sevilla en 1976 y realizó sus estudios musicales en España y los Estados Unidos
con Esteban Sánchez, Ricardo Requejo y Caio Pagano obteniendo diversas distinciones durante su
formación.
Calificado por Los Angeles Independent como «un artista con una sensibilidad extraordinaria… un
nuevo poeta del sonido», Pedro Piquero ha actuado en los Estados Unidos, Sudamérica, México, Suiza,
Bélgica, España, Portugal y Suecia, y sus interpretaciones han sido emitidas en vivo por emisoras de
radio y televisión.
En 2008 Pedro Piquero presentó su CD Tonadas con obras del compositor Joaquín Nin-Culmell
editado por la discográfica VERSO y que tuvo una gran acogida de la crítica internacional. De este CD
se ha escrito: «interpretación modélica llena de cariño, interés y comprensión» (Carlos de Matesanz en
Opus Musica); «un sonido basado en una triple s: saber, sensibilidad y sobriedad» (Scherzo); «hermosas
versiones, reveladoras de una gran sensibilidad musical, de una refinada expresividad y, sobre todo, de
una íntima conexión con el universo sonoro del compositor… un verdadero acierto» (Stephanie Marshall).
06
he Lazy Waters
of the Guadalquivir
I have strolled down the labyrinthine streets of Seville, walked along the banks of the Guadalquivir,
crossed the river and gazed at its lazy waters. I have experienced moments of meditation in the Cathedral
and delighted my senses in the gardens of the Reales Alcázares. As a composer myself, at such moments
my mind was most probably filled with one of my own works. Not for one moment did I imagine a
musician born in the city’s days of splendour, nor was I even familiar with Manuel Blasco de Nebra’s
name. Had I done so, had I tried to imagine a young composer of that period living and creating in the
long shadows of time and space of the Court and Domenico Scarlatti, shadows that were surely a blessing
for him, a relief from the ruthless sun of Seville, I may well have heard such music as I have just discovered.
I accepted the commission to write these notes on the grounds of my admiration for Pedro Piquero.
I had no doubt that if he had chosen to record the music of a composer of whom I had never heard, of
whom hardly anyone has ever heard, such music must surely be of interest. What is more, I already
knew I would love his performance of it. I had heard his recording of Nin-Culmell’s Tonadas and was
so impressed that, from then on, I was to explicitly trust his musical skills and criteria.
Nevertheless, the surprise I experienced today – I am writing after just listening to the recording,
in the hope of capturing my first sensations, without excessive elaboration or reflection – went far
beyond my expectations. I am not at all surprised that this CD is to be the first of three volumes dedicated
to the complete piano works of Manuel Blasco de Nebra (the ones that have survived: 24 sonatas and
6 Pastorelas, less than half of what he is thought to have composed before his untimely death). In general,
I believe History is just, time fulfils its mission and the successive generations of audiences are wiser
than they might seem, at any particular moment, as susceptible as they are – or so it would appear –
to the latest fashions, the opinion of critics and their own vanity. I have seldom listened to music by
some ‘forgotten’ and recently rediscovered composer that has managed to astonish me, that I have
considered a real find, that has captivated me and spurred my imagination. What is more, Blasco de
Nebra’s music is full of such unique personality that, from now on, I will be sure to recognize it.
Such astonishment is not the same as I experience when listening to the music of the great Scarlatti,
a virtuosity whose brilliance is taken to almost superhuman extremes. Besides terms such as luminosity,
transparency and elegance, which might indeed apply to both composers, Blasco de Nebra’s music brings
to mind other sensations such as tenderness, sweetness, fantasy and languor. And such sensations come
to mind after listening to the works of a more rhythmic nature, such as the Sonatas del Convento de la
Encarnación de Osuna. In the adagios of the Pastorelas such qualities are so pronounced that they
become almost painful, like the kind of pain that may be experienced as pleasure and amazement; the
pain of a poignant hesitation unexpectedly reaching dissonance, the bittersweet pain of a dreamlike
swaying between major and minor, an unsuspected melodic turn, or the pain of the sensual delight
kindled by the solitary, naked sound of a single note after all the others have faded and, however much
we yearn for it to return, it returns not.
I have no idea as to the cause of Manuel Blasco de Nebra’s untimely death. I could well imagine that,
at his very last, he fancied himself swooning, mesmerised by the lazy flow of the Guadalquivir, dreaming
of a music whose tenderness caressed his soul like a tear caresses the cheek, and with the weightlessness
of a feather falling onto water, he became one with his reflection rocked by the gentle waves. It is said
that there is no greater sadness than that of a father burying his son. The grief of Manuel’s father, also
a musician, must have been all the more bitter as he remembered the beauty that sprang from his son’s
imagination, remembering how certain he had been that it would continue to delight, forever growing
and deepening, for years to come. This is indeed what has happened. Not in terms of the future works
his father imagined, but rather the few that have been handed down to us.
JOSÉ LUÍS GRECO
English
08
09
edro
Piquero
Pedro Piquero was born in Seville in 1976. He studied music in Spain and the United States with Esteban
Sánchez, Ricardo Requejo and Caio Pagano, and received various distinctions during this period.
Described by The Los Angeles Independent as “an artist with extraordinary sensitivity… a new poet
of sound”, Pedro Piquero has performed in the United States, South America, Mexico, Switzerland,
Belgium, Spain, Portugal and Sweden, and his concerts have been broadcast live on TV and radio.
In 2008 Pedro Piquero presented a CD featuring works by Joaquín Nin-Culmell entitled “Tonadas”
(VERSO label), which was highly acclaimed by the international press: “An exemplary performance full
of affection, inquisitiveness and understanding” (Carlos de Matesanz, Opus Musica); “A sound based
on the three S’s: savvy, sensitivity and sobriety” (Scherzo); “Beautiful interpretations, revealing a great
musical sensibility, a refined expressiveness and, above all, an intimate connection with the sound
universe of the composer… A real success” (Stephanie Marshall).
anuel
Blasco de Nebra
SEIS SONATAS PARA TECLADO (del convento de la Encarnación de Osuna)
01. Sonata 107 en Sol mayor *
02. Sonata 108 en Mi menor *
03. Sonata 109 en la menor *
4' 22''
2' 46''
2' 21''
04. Sonata 110 en Re mayor *
05. Sonata 111 en La b mayor *
06. Sonata 112 en do menor
4' 03''
4' 13''
2' 15''
SEIS PASTORELAS PARA FUERTE PIANO (del manuscrito 2998 de la abadía de Montserrat)
Pastorela No. 1 en Sol mayor
07. Adagio
08. Pastorela
09. Minuet
4' 34''
2' 46''
1' 35''
Pastorela No. 4 en si menor
16. Adagio
17. Pastorela
18. Minuet
3' 06''
3' 06''
1' 29''
Pastorela No. 2 en Fa mayor
10. Adagio
11. Pastorela
12. Minuet
4' 05''
3' 06''
0' 59''
Pastorela No. 5 en Do mayor
19. Adagio *
20. Pastorela *
21. Minuet *
4' 37''
2' 51''
1' 33''
Pastorela No. 3 en la menor
13. Adagio *
14. Pastorela *
15. Minuet *
2' 52''
3' 10''
1' 12''
Pastorela No. 6 en mi menor
22. Adagio
23. Pastorela
24. Minuet
4' 36''
3' 16''
1' 05''
TT
71' 31''
* WORLD PREMIERE RECORDINGS
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