JC Nov N10 2007

Transcripción

JC Nov N10 2007
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G.P.I. Carlos Pellegrini | Golf: 100º Interclub | Polo: Novillo Astrada
Esgrima: Medalla de Bronce | Ajedrez: Larsen | Squash | Estancias
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comisión di r e ct i va
PRESIDENTE
Bruno Quintana
SECRETARIO GENERAL
Alfredo Francisco Cantilo
TESORERO
Juan de Ganay
COMISIóN DE CARRERAS
COMISIóN DEL INTERIOR
PRESIDENTE
Emilio Raúl Dumais
PRESIDENTE
Diego Norberto Quirno
SECRETARIO
Edgardo A. Garat
SECRETARIO
J. Esteban Cornejo Murúa
VOCALES
Guillermo M. Alvarez Fourcade
Juan Carlos Bagó
Horacio Walter Bauer
Carlos H. Blaquier
Hernán Ceriani Cernadas
Juan Carlos Echeverz
Bartolomé Luis Mitre
VOCALES
Daniel C. L. Funes de Rioja
Tomás González Álzaga
Diego M. Ibarbia
Iván Didimo Posse Molina
Marcos F. Roca
Julio Sánchez Sorondo
Patricio Edmundo Weiss
VOCALES SUPLENTES
Carlos María del Carril
Miguel Enrique Crotto
Roberto Enrique Hornos
Alfredo E. Mihura
Guillermo Strada
carta del
presidente
N
uevamente el Carlos Pellegrini será una carrera solidaria. Esta vez, fieles al espíritu de
los fundadores del Club y a una nueva tradición inaugurada en los últimos años, correremos para ayudar, conjuntamente, al Hospital de Clínicas, al Hospital Fernández, al
Hospital de San Isidro y a Fundaleu.
Desde su fundación y conforme a normas estatutarias, el Jockey Club siempre dio su apoyo a instituciones de bien público, generando y patrocinando actividades culturales y deportivas en todos sus
sectores (Sede Social, Hipódromo, Golf y Campo de Deportes), en forma constante a lo largo de todo el año y de manera sostenida en el tiempo, para contribuir al bienestar de la sociedad.
La lista de lo realizado en el área solidaria sería interminable pero, sólo a modo de ejemplo, vale
destacar que, en 1959, el Jockey Club donó tierras del Hipódromo de San Isidro a la Municipalidad
local, para construir el Hospital Central. Y contribuyó a financiar la obra hasta su habilitación, con
aportes económicos y carreras a beneficio.
En los años 60 y 70, contribuyó a la construcción del Colegio Sagrado Corazón de Jesús (Boulogne),
de la Escuela Nº 180 (en Laguna Blanca, Provincia de Río Negro), de la Sala XXa. del Hospital Rivadavia para el funcionamiento del CEMIC y un pabellón del Hospital Pirovano. También construyó el
Hospital Veterinario de San Isidro. En los 80, el Jockey Club dio becas de estudios universitarios a
alumnos sin recursos y veteranos de la Guerra de Malvinas. Colaboró en la construcción de la Escuela nº 282 de El Desvío (Provincia de Santiago del Estero), y en la finalización de las obras de la
Sede Social de la Asociación Gremial de Profesionales del Tu rf .
En los años 2005,2006 y 2007, se re a l i z a ron carreras solidarias para equipar el Hospital Materno Infantil de San Isidro, y a beneficio de Conciencia, Solidagro y de la Fundación del Hospital Fern á ndez. En los dos últimos años, el Club contribuyó también para las obras de restauración de la Catedral de San Isidro .
El próximo sábado 15 de Diciembre, se correrá un nuevo Carlos Pellegrini, la carrera más importante del año. Desde estas páginas invitamos a los señores socios y sus familias a disfrutar el Gran
Premio, jerarquizando con su presencia esta jornada solidaria.
Bruno Quintana
Presidente
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Jockey Club
Revista para Socios
del Jockey Club
Staff
índice
Director
Alejandro Ramos Mejía
colaboran en
este numero:
Xavier Prieto Astigarraga
Gaston Saiz
Roberto D. Muller
Fernando Castro Nevares
Peter Laurence
Santiago Martel
Fiona Davis
Javier José Puiggari
12 Reunión Anual de la
I.F.H.A en París
14 Escuela de Entrenadores
18 Copa Carlos Pellegrini
22 100º Campeonato
Argentino Interclubes
Arte
Consignas Diseño
28 Polo: Entrevista a
Eduardo Novillo
Fotografia
Víctor Alvarez
Marcelo Sarachi
Archivo Jockey Club
Astrada (h)
32 Campo de Deportes
CORRECTOR
38 Sede Social: Esgrima
Calos Algeri
40 Squash
FOTO DE TAPA
Carreras en el Hipódromo de
San Isidro. Foto: Marcelo Sarachi
Revista del Jockey Club
es una producción de
ARM Ediciones.
Suipacha 1230 9º B
1011 - Buenos Aires
Tel. (011) 4322-5082
[email protected]
Impreso en FP
Compañia Impresora
42 Ajedrez
estilos
54 Estancia Dos Talas
58 Teresa Gowland
sumario
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Carreras
El Gran Premio internacional
Carlos Pellegrini
La competencia cúlmine de la hípica argentina llegará a 120 años de existencia a mediados de diciembre, celebrando su 122ª realización, sobre 2.400 metros.Y el Club prepara, como cada temporada, una gran fiesta del turf para ese
día. Como es habitual, el espectáculo no desatenderá el costado solidario.
Golf
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Torneo Nacional Interc lubes
Seniors de 1ª. División
El equipo del Jockey se impuso entre los mayores de 55 años y recuperó
el título de la categoría, obtenido en 2005. Recibieron el premio de manos
de Roberto de Vicenzo, anfitrión del club que lo tiene como vecino.
Biblioteca
Las invasiones vistas
por los invasores
A doscientos años años de las invasiones inglesas, un grupo de invalorables libros de nuestra biblioteca muestran la visión que sobre ellas tuvieron sus protagonistas británicos
Reciprocidad
El Casino de Madrid
Con notables personalidades como socios, este histórico Club tiene la
cualidad de reunir disciplinas tan seductoras como disímiles. En 1993
fue declarado “Monumento de Interés Cultural”, y constituye una atracción para turistas de todo el mundo.
carreras
Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini
Los cumplirá feliz
La competencia cúlmine de la hípica argentina
llegará a 120 años de existencia a mediados
de diciembre, celebrando su 122ª realización.
Storm Mayor, el vencedor de las dos últimas
versiones, ya no está, y los postulantes para
sucederlo son varios.
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obre sentir que nada son veinte
años hablaba, más bien cantaba, Carlos Gardel en su triste
“Volver”. Tal vez sea factible
evadir mentalmente un par de décadas;
imposible sería eludir esa cantidad de
tiempo más un siglo. Así de insoslayable
es el Gran Premio Internacional Carlos
Pellegrini, que en diciembre cumple nada menos que 120 años. Un acontecimiento de historia bien extensa y trascendente, nacido apenas un lustro después
que el club que lo organiza, y que, en rigor, no necesitó completar esos doce decenios para convertirse en el suceso magno de la hípica del hemisferio meridional.
Será, la de mediados de diciembre de
2007, la 122ª versión de la carrera, que se
efectúa anualmente desde 1887, salvo en
1976, cuando no se realizó, y en 1915 y
1923, cuando se celebró dos veces. Como
cada temporada, se organiza una gran
fiesta del turf para ese día, el sábado 15,
en el cual el Pellegrini (2.400 metros)
compartirá cartel, como siempre, con sus
hermanos menores —pero también competencias de grupo I—, los grandes premios Joaquín S. de Anchorena (1.600) y
Félix de Álzaga Unzué (1.000).
Será una jornada de multitudes y
eventos especiales en el Hipódromo de
San Isidro, propiedad del club que organiza la prueba. ¿Y cuál es ese famoso club?
El que fundó aquel hombre que es honrado por la carrera: Jockey Club Argentino.
Pero no se trata, el nombre de la competencia, de un acto de vanidad del prócer.
Desde su génesis, y por mucho tiempo, se
la denominó “Gran Premio Intern a c i onal”, a secas; es desde 1941 que lleva el
nombre del ex presidente nacional.
O t ro homenaje al “piloto de tormentas” fue el de Storm Mayor, que en 2005 y
2006 consiguió un histórico doblete de
triunfos consecutivos. El zaino, que aca-
bó con casi 58 años de éxitos singulares,
ya no actúa en el ámbito argentino (aunque quedó trabado su viaje a Emiratos
Árabes Unidos por una cuestión aduanera) y así, a los cinco años de edad, abdicará. Por supuesto, varios pre t e n d e n
blandir su cetro sentados en su trono.
Y, de paso, quedar bien con sus propietarios, consiguiendo los 720.000 pesos
destinados al ungido —por propio mérito— nuevo monarca. La cifra no sólo es
algo más del doble de la de 2006
(350.000) y constituye un récord para el
Pellegrini, sino que también lo convierte
en el gran premio más generoso en re-
contribución caritativa, que en este caso
beneficiará a, entre otros, los hospitales
F e rnández y de San Isidro.
La competencia es abierta a todo
ejemplar de tres años o mayor, sin restricción de sexo y con carga de peso según la
edad (entre 54 y 61 kilos). Con la relatividad de una proyección elaborada un mes
y medio antes del acontecimiento, se estima que, entre los principales candidatos,
se situará Indio Glorioso, el cabal ganador
del Gran Premio Jockey Club, la segunda
gema de la Triple Corona.
No lejos en la consideración del público debería estar Ilusor, vencedor del
Storm Mayor, ganador de la versión 2005 y 2006.
Gran Premio Polla de Potrillos, apertura
de la tríada que completa el Nacional.
Aunque el producto de tres años respondió a su engañoso nombre (resultó 10º),
siendo favorito en aquel pasto pesado sob re el que se desarrolló el Jockey, había
dado, y tiene por dar, mucho más. Una
re p resentante del sexo débil —que en el
t u rf lo es, claramente— podría ser Arriba
Baby, la yegua que arrasó por 12 cuerpos
en el Clásico Ignacio E Ignacio F. Correas
(2.500) de Palermo. Y es de prever que
habrá algunos del exterior, siempre con
compensas de la hípica sudamericana.
En total, distribuirá nada menos que
1.200.000 pesos, un número que hasta
hace un tiempo hasta habría parecido
fuera de contexto para la actividad local.
La fabulosa suma no es todo; el Hipód romo celebrará, en un ambiente propio
de la década del '30, con desfiles de modelos y pantallas gigantes para seguir las
carreras, y no dejará de lado lo que poco
a poco va pasando a ser una tradición: la
c i e rtas chances de victoria, como que
hubo cuatro foráneos en la foto del festejo en las últimas 14 realizaciones.
C l a ro que hay un posible participante
especial, un macho local cuya trayectoria
bien merece la coronación de un Pellegrini: Latency. Tiene ya seis años el exitoso pingo del corazón en la frente, pero
la edad no constituirá un obstáculo; al
menos no lo fue para Moloch en 1921,
cuando llegó primero a sus siete años, ni
para el francés Athos II, que en 1892 se
impuso con seis y en 1894 repitió con
¡ocho! Latency es a tal punto virtuoso,
que tiene tantos años de edad como consagraciones en pruebas de grupo I, y parece poseer tanto coraje que nada le resultaría inviable.
Mientras tanto, el Hipódromo no
quiere ser menos que su principal espectáculo, y para una fecha cercana a la del
gran premio habrá adquirido el último
grupo electrógeno, que le permitirá autoabastecerse en cuanto a iluminación
a rtificial de sus pistas y, en el contexto de
la crisis energética, no depender de la
p rovisión externa. Ese proceso ya está en
marcha, mediante la compra y la puesta
en marcha de otro grupo que suministra
p a rcialmente la electricidad.
No es un único pro g reso en cuanto a
infraestructura. En el campo 2, en tanto,
se trabajó en el reacondicionamiento de
la pista 3, la pavimentación de senderos,
la sustitución del sistema eléctrico y el
levantamiento de guaneros.
Se trata de mejoras que ponen a tono
al escenario, y al laboratorio de ensayos
donde se alistan los actores de la gran
obra turfística, con la competencia más
i m p o rtante de estos lares. La que está
por tener lugar, por primera vez en decenios, sin la existencia del gran Hernán
Rodolfo Ceriani Cernadas, el entrepre neur de la hípica argentina, fallecido once meses antes. Es la prueba que tiene
por vencedor más famoso al legendario
Yatasto, el campeón de 1951 y llamado
“el Gardel de las pistas”. Es, en su 120º
aniversario, el Gran Premio Carlos Pellegrini. El Gardel de las carreras.
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Xavier Prieto Astigarr a g a
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carreras
Cómo apostar
El Hipódromo del Jockey Club de San Isidro, ofrece tres diferentes tipos de apuestas: directas, múltiples o combinadas. En
todos los sectores del hipódromo se encuentran ventanillas habilitadas para adquirir las apuestas y para el eventual cobro
de boletos. Para jugar a las carreras, los apostadores deben determinar el monto a apostar, el tipo de apuesta y el número
de el o los caballos elegidos.
APUESTAS DIRECTAS
Ganador
Se apuesta sobre un caballo que debe llegar primero en una
determinada carrera. Los poseedores de apuestas a ganador
cobrarán solo si el caballo elegido gana.
Segundo
Se apuesta sobre un caballo que debe llegar en segundo lugar o mejor. Una apuesta a segundo gana si el caballo elegido termina ya sea como ganador o como segundo. Lo que
otorga al apostador dos chances de cobrar.
Tercero
Se apuesta sobre un caballo que debe llegar en tercer lugar
o mejor. Una apuesta a tercero gana si el caballo elegido termina ganador, segundo o tercero, lo que otorga al apostador
tres chances de cobrar
APUESTAS MÚLTIPLES
Doble
Se deben seleccionar dos caballos en dos carreras consecutivas que deberán llegar en primer lugar.
APUESTAS COMBINADAS
Exacta
Se deben seleccionar dos caballos en una misma carrera que
deberán llegar primero y segundo en orden exacto.
Imperfecta
Se deben seleccionar dos caballos en una misma carrera que
deberán llegar primero y segundo en cualquier orden.
Trifecta
Se deben seleccionar tres caballos en una misma carrera que
deberán llegar primero, segundo y tercero en orden exacto.
Cuatrifecta
Se deben seleccionar cuatro caballos en una misma carrera
que deberán llegar primero, segundo, tercero y cuarto en orden exacto.
Consiste en acertar los ganadores de tres carreras previamente determinadas en el programa oficial.
Por ser una apuesta abierta, el vale ganador del 1er pase se
deberá canjear durante la venta del 2do pase. Y nuevamente, el vale ganador del 2do pase, se deberá canjear durante
la venta del 3er pase.
Opcionalmente se podrá ingresar en esta apuesta en el 2do
y/ó 3er pase adquiriendo el respectivo "vale de enganche".
Triplo
Se deben seleccionar tres caballos que deberán llegar primero en tres carreras señaladas en el programa oficial.
Cuaterna
Se deben seleccionar cuatro caballos que deberán llegar primero en cuatro carreras consecutivas señaladas en el programa oficial.
Triple con canje, enganche y placé
Cadena
Se deben seleccionar seis caballos que deberán llegar primeros en seis carreras señaladas en el programa oficial. En el
caso de retirarse un competidor, pasa al favorito de la apuesta a ganador.
EL MARCADOR
BANDERA ROJA: Indica la orden para largar y permanece en alto hasta que el marcador pasa a ser definitivo.
BANDERA VERDE: Indica que, a simple vista, el juez
de raya no pudo determinar cuál de dos o más competidores resultó ganador de alguno de los puestos.
BANDERA AMARILLA: Indica un reclamo de uno o
varios jockeys contra uno o varios de sus compañeros
por molestias.
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Distanciamiento
Empate
Ventaja
mínima
Hocico
Media
cabeza
Cabeza
Medio
pescuezo
Pescuezo
Medio
cuerpo
Tres cuartos
cuerpo
Un
cuerpo
Un cuerpo
y medio
Dos
cuerpos
Dos cuerpos y medio
Tres
cuerpos
Tres cuerpos y medio
Cuatro
cuerpos
Cuatro cuerpos y medio
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carreras
La reunión anual de I. F. H. A. en París
América del Sur
también existe
Bruno Quintana, Presidente del Club y de la
Organización Sudamericana de Fomento del
Sangre Pura de Carrera (O.S.A.F.), expuso en
Francia la importancia de la hípica regional
en el contexto del turf mundial.
l Presidente del Jockey Club
Argentino, de la Asociación Latinoamericana de Jockey Clubes e Hipódromos y de la Org anización Sudamericana de Fomento del
Sangre Pura de Carrera (O. S. A. F.) tomó
la palabra en la sede de France Galop, la
institución rectora del turf en Las Galias
y habló en inglés. Un acto de cortesía con
el auditorio ya que, habiendo traducciones por intermedio de auriculares, pudo
prescindir del gesto. El directivo, además,
aprovechó la ocasión para presentar un
video, realizado en el mismo idioma,
acerca del origen, la actualidad y la relevancia del turf de América del Sur. Fue en
ocasión de la 41ª Conferencia Internacio-
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cesa el papel que cumple Sudamérica en
el concierto mundial del turf. Esa función, de acuerdo con lo expuesto durante la proyección, es la de suministrar materia prima de calidad al universo hípico.
“América del Sur, cuna de campeones y proveedora de grandes caballos
de carrera para todos los merc a d o s
consumidores del mundo, con criadores que cuentan con recursos humanos
y tecnológicos que están a la altura de
los más avanzados, tiene un bien definido perfil productor y proveedor, que
afronta con responsabilidad y entrega.
Ése es su destino, y la calidad de sus caballos, un motivo de inocultable orgullo”, exaltó el video, muy aplaudido al
concluir la proyección.
Las imágenes presentaron un panorama de la actividad en la región, incluyendo su historia. “Todo es a uso y semejanza de Europa, tanto en lo edilicio
como en lo organizativo y lo reglamen-
Bruno Quintana, presidente del Jockey Club con Louis
Romanet, el presidente de France Galop y de la
Federacion Internacional de autoridades Hipicas
nal de la Federación Internacional de Autoridades Hípicas (I. F. H. A.), un encuent ro anual celebrado en París, en el que se
analiza la realidad de la hípica mundial.
Ante representantes de 56 países, el
titular del Club destacó en la capital fran-
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tario. Nace así, hacia finales del siglo
XIX, el turf, organizado, en muchos países, por el esfuerzo de los Jockey Clubs,
entre ellos el Argentino”, subrayó el
trabajo audiovisual.
Quintana acudió a la cita con un discurso tan realista como convincente. No
escondió que, en la región, se apuestan
anualmente unos 400.000.000 de dólares
(una cifra que en Hong Kong se recauda
en apenas cuatro días), que equivale a un
tercio de lo que costará la construcción
del hipódromo Meydan, en Emiratos
Árabes Unidos, y que es exigua en re l a-
ción con el dinero jugado cada año en todo el orbe: 86.000.000.000 de euros.
Sin embargo, Quintana destacó que
América del Sur, que lucha por un trato
legal igualitario en la competencia con
los juegos de azar, es un generador de
magníficos ejemplares, competencias,
entrenadores y jockeys. Y recordó a Invasor, el mejor caballo de carreras del
mundo en 2006, nacido y criado en Argentina, y preparado en Uruguay, antes
de deslumbrar en Estados Unidos y en
Dubai. También mencionó a Bayakoa,
Paseana y Candy Ride, otros cracks argentinos, y a destacados ejemplares de
naciones vecinas.
De los números mencionados en la
reunión, surge que la región origina
0,4% del total anual de apuestas mundiales, pero la pro p o rción mejora mucho
cuando se trata del contenido de este deporte-industria y no del dinero: alre d edor de 16.000 nacimientos por tempora-
da sobre unos 118.000 mundiales, un
13,4% (7.200 son argentinos, un 6,1%);
25.000 carreras sobre 159.000, un 15,7%;
30.000 caballos corre d o res; 25.000 propietarios, 3.100 entrenadores; 250.000
personas empleadas por la actividad,
que da trabajo directo o indirecto a siete
individuos por cada ejemplar que alcanza alto rendimiento.
La conferencia se planteó un objetivo general: que la hípica resulte competitiva frente a deportes de difusión
masiva. Pero, aún para quienes ven en
esta posibilidad una cuestión meramente comercial, Sudamérica tenía algo por decir: por sus facilidades naturales, la relación entre costos y premios
es excelente. Apunte que, por cierto,
bien podría sonar a invitación para invertir en la actividad regional.
La cita internacional de autoridades
hípicas se realizó en ocasión del renombrado Gran Premio Arco de Triun-
fo, la prueba más trascendente del Viejo Continente, que doce meses atrás tuvo más de 60.000 espectadores y superó
los 50.000.000 de euros en apuestas.
Un resumen exacto de la comparación entre Europa y América del Sur: no
hubo más tradición (86 años, contra 120
del Internacional Carlos Pellegrini), ni
más público que en las grandes carreras de estos lares, pero sí mucho más
dinero en juego.
A propósito, la reunión en el hipódromo de Longchamps arrojó el triunfo
de Río de la Plata en el Gran Criterium.
El producto, de 2 años, más allá de su
nombre criollo, es estadounidense. Pero su madre, Express Way, pese a su
nombre inglés, es argentina y había sido vendida por apro x i m a d a m e n t e
1.000.000 de dólares.
Casi como sin quererlo, una oportuna
y acabada síntesis fáctica de la exposiX.P.A.
ción de Quintana en París.
Espacio de Publicidad
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carreras
La Escuela de Entrenadores del Jockey Club
Transfusión
de experiencia
El éxito de un caballo de turf depende de
varios factores. Uno de los principales es el
trabajo de su entrenador, que es mucho más
que un alistador de purasangres. Es un actor
hípico de compleja tarea, que requiere de
muchos conocimientos técnicos y organización.
Atendiendo a su misión, el club reabrió los
cursos con los que, en seis meses, enseña
gratuitamente esta ocupación.
ace cuarenta años (o
quizá menos), se tenía
el concepto que los directores técnicos de fútbol no eran mucho más que ex jugadores, que ponían en estado físico (no necesariamente muy bueno) a sus dirigidos, les daban algunas instrucciones
tácticas y los mandaban a la cancha,
con alguna arenga anímica previa. Algo
de eso había, pero en los últimos quince años la hipertelevisación del fútbol y
de sus quehaceres colaterales, causó
dos efectos en contrario: por un lado,
llevó al público una imagen más compleja de los entrenadores, mostrando
los pormenores de su actividad. Y, por
otro, los obligó a especializarse, a estar
al día, a reducir cada vez más los niveles de improvisación.
Una visita a la Escuela de Entrenadores que funciona en el Hipódromo de
San Isidro puede generar exactamente
la misma impresión y el mismo contraste con el prejuicio: los preparadores
de caballos de carrera son hombres que
se ocupan mucho más que del estado
atlético de sus pupilos, y la instrucción
académica los hace más sapientes y capaces. Hablando de prejuicios: los entrenadores no son todos hombres; también hay mujeres.
“ J e r a rquizar las profesiones de jockey
y entrenador mediante el conocimiento”
es uno de los objetivos del Jockey Club,
según lo declara Carlos Alberto Carabajal, director y docente de la Escuela de
Entre n a d o res, situada en el edificio de la
tribuna de profesionales (la Academia de
Pilotos se ubica en el campo 2).
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Las tareas en entrenamiento, se programan día por día
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“Hay muchos entrenadores que no
saben de estos temas”
El curso dura seis meses, entre
m a rzo y septiembre de cada año, es
gratuito y está abierto a caballerizos,
capataces, asistentes de entre n a d o re s ,
ex jockeys e hijos de entre n a d o re s .
Contiene 106 horas de cátedra —cuat ro por semana— y contempla exámenes parciales y uno final.
En rigor, la escuela no es nueva.
Funcionó hasta el año 1984; tras un paréntesis que llegó a cumplir la mayoría
de edad, volvió a ver la luz en agosto
del 2006, por una iniciativa del fallecido Jorge Iglesias, ex Gerente del Hipód romo. Veinte alumnos se inscribiero n
en la temporada de re a p e rtura, de los
cuales egre s a ron quince. En el segundo año, los anotados fueron cinco, y
term i n a ron dos.
Carabajal, quien además de entrenador se recibió de veterinario, es un
hombre de turf que, antes de contraer
matrimonio, advirtió a su novia: “Yo
me casé primero con los caballos”.
Una muestra del apasionamiento que
debe poseer un preparador, sin el cual
no puede llevar adelante una ocupación sacrificada. “Hay que levantarse a
las cinco de la mañana, porque la pista se abre a las 6.30. Cuando se llega a
la caballeriza, hay que averiguar si los
caballos comieron bien, si descansaron bien, si todo está en orden. Es necesario estar siempre pendiente de
ellos. Incluso, uno se va a la cama pensando en qué carrera conviene anotar
a determinado potrillo. A veces, el trabajo provoca ausencia a reuniones de
Tres egresados del curso de Entrenadores valoran haber adquirido un conocimiento más científico, desde los métodos de preparación hasta la sanidad.
Carlos Carabajal, el director de la Escuela, es padre de nueve hijos: siete mujeres y dos varones, y en su familia se habla de equinos hasta en la mesa. Incluso, dos de sus hijas están
vinculadas con el mundo de las carreras: Lucrecia, de 27 años, es jocketta desde hace tiempo, y Cristina, de 25, ya terminó el curso de entrenadora.
“Vivir en una familia de turf brinda muchos conocimientos, que no cualquiera tiene. Pero en la
Escuela me interioricé de veterinaria, primeros auxilios, métodos de entrenamiento, anatomía.
Hay muchos entrenadores que no saben de esos temas”, cuenta la profesora de educación física y de natación, que espera en el futuro “ser una buena entrenadora para la larga distancia,
aunque acá no se corre a menudo, porque hay muchas más carreras de 1000 metros”.
Esperanzas parecidas tienen otros egresados, Juan Sebastián Maldotti y Nicolás Gaitán
Dassié, hijos, respectivamente, de Juan Carlos y Alfredo, dos prestigiosos entrenadores.
“En mi caso, este camino empezó con mi bisabuelo (Juan), y siguió con mi abuelo (Juan Alberto) y con mi papá. Estando siempre en el stud, esto se convierte en una suerte de pasión.
El curso fue muy bueno, aprendimos mucho. Sirvió para ampliar el conocimiento general sobre los caballos, nos dio un saber más científico. Espero dar continuidad a mi apellido en la
profesión”, señala Juan Sebastián, de 22 años.
Nicolás, de 19, expresa: “La experiencia fue muy linda y de gran ayuda. Estoy desde muy
chico con mi papá al lado de los caballos, y hay cosas que yo creía tener bien aprendidas,
pero me di cuenta de que no era así, y que siempre hay más por saber. Me interesó mucho
el tema de los defectos de los caballos y el de la sanidad. Me gustan más los caballos de
mediana o larga, las distancias de las carreras importantes de la hípica mundial. Ojalá algún día pueda entrenar para un haras de los grandes”.
El Dr. Carlos Carabajal, director de la
Escuela de Entrenadores
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carreras
padres”, apunta. “Es una actividad que
puede atentar contra la integridad de
la familia”, agrega, mitad en bro m a ,
mitad en serio.
En la Escuela se enseña, entre otras
cosas, que el caballo, ante una competencia, tiene adrenalina positiva (con
actitud desafiante) o negativa (con temor); que la distancia que corre el animal depende de su capacidad de incorporar oxígeno (aerobismo) después de
la explosión anaeróbica del comienzo
de la carrera, y que el entrenador debe
administrar esa precocidad o esa abulia; que de un velocista se puede hacer
un fondista, pero no lo contrario; que,
tras la doma, el ejemplar es entre g a d o
al preparador a los dos años de edad y
que no debe empezar a correr antes de
cumplir seis meses de entrenamiento;
que la furosemida y la fenilbutazona —
ésta, sólo desde cierta edad— son los
únicos medicamentos autorizados, y se
indica las acciones por ejecutar en caso de urgencia, hasta que llegue el veterinario; que el entrenador es un asesor del adquirente de un sangre pura
de carrera, en cuanto a conformación y
pedigre e.
de izq. a der: Los alumnos Cristina Carabajal,
Nicolás Gaitán, Juan S. Maldotti y Alejandro Luna
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Algunos requisitos
Una de las transparencias ilustrativas
que se proyectan, con las que Carabajal
enseña a sus alumnos, habla de las condiciones necesarias para desempeñarse
como entrenador.
Entre ellas, figuran la importancia de ser:
• Observador: para detectar todo cambio o circunstancia que afecte la vida
o el entrenamiento de su caballo.
• Pensante: para prever las necesidades cuya cobertura favorecerá su
buen desempeño.
• Creativo: para saber rectificarse a
tiempo en un programa que no hace
progresar a su entrenado.
• Intuitivo: para presentir los riesgos o
necesidades del animal.
• Sensible: para sentir los padecimientos del caballo.
• Constante: para no producir vacíos o
ausencias en la preparación.
• Organizado: para programar las tareas
día por día.
• Paciente: para tener la capacidad de
poder ver “el árbol y el fruto” al mismo tiempo.
Y así como el coach de un equipo
profesional de fútbol se encarga de las
cuestiones físicas, tácticas, técnicas,
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organizativas, la administración de
energías, el pedido de incorporaciones
a los directivos, la planificación de
pretemporadas y el manejo de estados
de ánimo, el preparador de caballos de
t u rf debe interactuar con muchos otro s
a c t o res de la actividad: el peón (el verdadero “cuidador”, aunque esta palabra sea usada para designar al entrenador), el capataz, el sereno, el galopador, el jockey, el veterinario, el herr a d o r, el forr a j e ro, el viru t e ro, la farmacia, los laboratorios, la talabart e r í a ,
el contador. Y, además, ocuparse de las
inscripciones, los forf a i t s, las medicaciones, las programaciones y las presentaciones.
Del mismo modo que, con el tiempo,
los conductores de planteles futbolísticos justificaron su denominación de
“directores técnicos”, bien se podría ya
llamar así a los “entrenadores”, “preparadores” o “cuidadores” de purasangres. Sobre todo, si aprendieron la complejidad de su tarea cursando en la Escuela del Hipódromo.
¿Futura “escuela de directores técnicos de caballos de carrera”?
No sería una mala denominación. X.P.A.
golf
COPAS CARLOS PELLEGRINI Y SANTIAGO LURO
Luego de caer los dos últimos años en las
semifinales, Gastón Morgan, de 19 años,
logró su primera Copa del Club tras
vencer a Juan De Bary por 5 y 4.
En la Copa Santiago Luro también
se multiplicaron las emociones.
Y el
sueño se
concretó
S
e mantuvo al acecho durante
dos años y esperó su oportunidad, hasta que la tercera fue la
vencida: Gastón Morgan se
consagró en la Copa Carlos Pellegrini,
tras vencer a Juan De Bary por 5 y 4 en el
match play final a 36 hoyos. De esta manera, concretó su faena en la cita más
importante del Club, tras dos intentos fallidos en 2005 y 2006, años en los que había caído en las semifinales.
Faltó el marco habitual de público
que convoca una definición de estas características, pero sucedió que, el último
duelo en la Colorada, coincidió en la fecha con el encuentro River-Boca y el partido entre Los Pumas y Escocia, por el
1 8
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Mundial de Rugby. De todas maneras, el
calor provino desde las entrañas mismas
del trazado, donde ambos sostuvieron
una pulseada que fue incrementando su
interés hacia la tarde, con algunos golpes
de gran nivel.
“Ganar la (Copa) Carlos Pellegrini es
un objetivo que me había propuesto desde muy chico, porque es lo máximo que
se puede aspirar en el calendario interno,
y es un torneo muy divertido para jugar.
No hay nada más lindo que ver tu nombre
grabado en la copa”, contó Gastón, quien,
pese a sus 19 años, entabló ya un largo
vínculo con el golf. Tuvo como primer
modelo de jugador a su padre, Enrique, y
de a poco fue abriendo puertas por sus
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propios méritos. A los 15 años ganó la Copa Juárez Celman, un título que lo marcó,
y luego empezó a participar en torneos
nacionales. Por aquella época, ingresó de
lleno en el golf debido a una lesión en la
rodilla izquierda, que le impidió continuar practicando deportes de contacto,
como el fútbol y el rugby, dos de sus pasiones. “Después, supe que debía resignar un montón de cosas para dedicarme
a full, y sentirme de igual a igual con los
chicos del interior en las competencias
nacionales. Por eso es que volví a tomar
al golf como un h o b b i e”, relató.
El ganador de la Copa Carlos Pellegrini, Gastón Morgan
En el match final jugado el 7 de octub re, Gastón mostró esos bríos que le dieron, por fin, su propio desquite. Al mediodía, al cabo de los primeros 18 hoyos,
M o rgan ya se había colocado 4 arriba.
Justamente en el capítulo 18 embocó un
muy buen putt que le otorgó esa ventaja,
mientras que De Bary no lograba atenuar
sus vacilaciones: “Tuve una mala mañana. Simplemente arranqué jugando mal
y, en vez de frenar y focalizarme en la
concentración, me enceguecí y no pude
rendir. El golf es así; uno tiene días malos”, dijo el finalista.
En los últimos 18 hoyos fue evidente
la mejoría de De Bary, aunque al mismo
tiempo Morgan se mostró más sólido y
p reciso. Concluido el recorrido de ida
(hoyo 27), la diferencia seguía siendo de
4 arriba a favor del campeón. Y en el hoyo 29 se fijó otro punto de inflexión, ya
que Morgan llegó con dos tiros al green
de ese par 5, luego de un gran golpe con
un híbrido. Ese momento de inspiración
y la obtención del hoyo, terminaron diluyendo las últimas esperanzas de Juan, de
31 años: “Es cierto que me sentí mucho
más despejado después del mediodía,
para el segundo tramo —admitió—. Aunque Gastón conservó todo lo bueno que
había realizado por la mañana y no hubo
f o rma de alcanzarlo. Lo más importante
es que él mereció la victoria, porque,
además de ser buen golfista, se comportó muy bien en todo momento”.
La aventura de De Bary concluyó allí,
p e ro antes del arribo a la final había dejado en el camino a Ignacio Giménez Zapiola (hoyo 19), Hernán Dubourg (3 y 1)
y Santiago Beláustegui (2 y 1), éstos últimos campeón y subcampeón, respectivamente, en 2006. Lejos de sentir la derrota en la final como una frustración, De
B a ry no quiere perderse la versión 2008
de la Copa Carlos Pellegrini.
En cuanto a Morgan, su recorrido ha-
Arriba: Eduardo Casaux Alsina
Abajo: Juan de la Tour (h)
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cia la corona también estuvo cargado de
victorias resonantes en los matches mano a mano, después de disputar una clasificación que no le había dejado una
sensación de confianza total en su juego.
En octavos de final dio cuenta de Agustín Hope, a quien superó por 2 y 1, luego
de marchar 2 abajo en la ida. En cuartos,
venció a Manuel Vidal Alemán por 1
a rriba en el 18, mientras que en las semifinales eliminó a Agustín Sánchez Sorondo por 6 y 5.
Para explicar la principal clave de su
conquista, Gastón tuvo una certeza: “Gané el torneo gracias al putter. Hubo hoyos
en que resultó decisivo embocar en el
green y por suerte no me equivoqué. Lo
único que lamenté fue no haber podido
ver el superclásico y el partido de Los Pumas, pero así lo indicó el almanaque”.
Los enfrentamientos finales de la Copa Santiago Luro en las distintas categorías, también entregaron momentos de
emoción. En la de 0-9, Eduardo Casaux
Alsina derrotó por 5 y 4 a Marcelo SaintJean. Según el campeón, su consagración estuvo teñida de situaciones sorpresivas. Por lo pronto, se clasificó para actuar en esta categoría tras un segundo
s o rteo, por la baja de un jugador. Luego,
a propósito de su partido de octavos de final, su rival Hugo Papini jugó primero
con pelota equivocada en el hoyo 18 y,
tras la penalización, quedaron igualados
en el marcador. Hasta que en el hoyo 19,
E d u a rdo terminó imponiéndose con un
bogey contra doble bogey de Papini.
Es más: en las semifinales contra Jaime Hope estuvo peleando siempre desde
abajo en el resultado, hasta el hoyo 18 —
donde lo alcanzó—, y terminó resolviéndolo en el 20, con un birdie tras concretar
un putt de 20 centímetros. Y en la final
ante Saint-Jean, el propio Casaux Alsina
relató otro episodio que terminó sirviéndole de disparador: “En el hoyo 1 pegué
un drive a la izquierda, que cayó en medio de los árboles del hoyo 18. Se suponía
que Marcelo me debía ganar fácil ese primer hoyo, porque yo estaba muy mal ubicado. Pero desde allí ejecuté un tiro muy
bueno, que me ayudó a lograr el par,
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1 9
golf
mientras que él se fue con doble bogey.
No sé por qué, pero estaba visto que yo tenía que ganar la Luro”, bromeó Eduardo.
En la de 10-13, Juan De La Tour superó ajustadamente a Alberto Loizaga en el
hoyo 19. Nunca hubo más de un hoyo de
d i f e rencia, a lo largo de los 18 capítulos,
y el dominio cambió de mando una y otra
vez. Al tee del hoyo final, Juan se ubicaba
1 arriba, pero Loizaga la dejó dada para
birdie —pelota que fue concedida— y
prolongaron el suspenso en el desempate del hoyo 1. Loizaga venía con el envión
de aquel empate agónico, aunque su esfuerzo se echó a perder con una mala salida, que obligó a sacar la pelota a buena
a más de 250 yardas del green. A continuación, De La Tour no tomó riesgos y
pegó un drive al medio que lo encaminó
hacia el éxito definitivo. “Esa falla de Alb e rto en el hoyo 19 me dio la tranquilidad suficiente como para encarrilar la situación. La verdad es que todo el match
venía siendo bastante estresante. Estoy
feliz porque es la primera vez que gano
en la Santiago Luro. Ahora aspiro jugar
en la categoría de 0-9 y clasificarme para
los matches finales”, se ilusionó Juan,
con proyección a un año.
En la franja de 14-17, Iván Reynal Correa aventajó con comodidad (5 y 4) a
Martín Berardi, pero las presunciones a
priori eran otras, según el ganador: “Sinceramente, me tenía cero fe —reveló—.
Aunque, cuando derroté en los cuartos de
final a Alejandro Lagos Mármol, quien
había sido el ganador de la clasificación,
encontré el impulso que necesitaba y un
motivo muy válido para atrapar el título”.
Su panorama en la final se despejó
enseguida, ya que en el hoyo 4 ya estaba
t res arriba. Luego perdió los hoyos 6 y 7,
y sólo quedó 1 arriba en el hoyo 8, donde
experimentó ese clic tan necesario para
ganar. “Ensayé una sacada de bunker
tras un segundo intento desde la arena y
la dejé dada. Eso significó el empate en
ese hoyo ante Martín —ambos firmaron
b o g e y—. Si perdía el 8 me moría, porque
implicaba que me igualase en el marcador. Por suerte, después se me hizo todo
más fácil”, admitió Iván, que suplió su
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Torneo Oficial
Copa “Carlos Pellegrini”
(Campeonato del Club)
Final a 36 hoyos
Domingo 7 de Octubre de 2007
Ganador K.O.: Gastón Morgan 5/4
Finalista: Juan De Bary
Copa “Santiago Luro”
Final a 18 hoyos
Domingo 7 de Octubre de 2007
Categoria 0 a 9
Ganador K.O.: E. Casaux Alsina 5/4
Finalista: Marcelo Saint Jean
Categoria 10 a 13
Ganador K.O.: Juan De la Tour h. 19
Finalista: Alberto Loizaga
Categoria 14 a 17
Ganador K.O.: Iván Reynal Correa 5/4
Finalista: Martín Berardi
Categoria 18 a 24
Ganador K.O.: Ignacio Peña hoyo 19
Finalista: Lucas Alvarez Bayon
Categoria 25 a 36
Ganador K.O.: Francisco Peró 1 up
Finalista: Pablo Zavaleta
habitual déficit en el g reen con un efectivo rendimiento en ese rubro: “El putter
suele ser mi punto débil, pero esta vez
metí todo desde dos metros o menos de
distancia”.
Respecto de la categoría 18-24, Ignacio Peña estableció una contienda sin
desmayos ante Lucas Alvarez Bayón, a
quien terminó derrotando en el hoyo 19,
después de un doble bogey contra triple
b o g e y. “No hubo muchas diferencias, el
match estuvo siempre para cualquiera
de los dos”, expuso Peña, quien, en su
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primera participación en la Santiago Luro, se dio el gusto de alzar el trofeo. Alvarez Bayón logró empatar el marcador en
el hoyo 17 y el equilibrio se mantuvo en
el 18. En el 19 llegó la hora de la verdad:
“El tiro del día fue ese último putt de un
m e t ro y medio que me quedó para definir el m a t c h.Fue importante, porque implicó dar por cerrado el pleito después de
un desarrollo muy estresante”, manifestó
Ignacio, de 50 años y con 21 de handicap.
La última de las categorías (25-36) se
la adjudicó Francisco Peró, vencedor de
Pablo Zavaleta por 1 arriba. Teniendo en
cuenta que estuvo 3 abajo al hoyo 13, la
recuperación del ganador resultó formidable, ya que se impuso en los hoyos 15,
16, 17 y 18 y ahí mismo se aseguró el
m a t c h. “Esa seguidilla no tuvo tanto que
A la izquierda: Ignacio Peña. A la derecha arriba:
Iván Reynal Correa, abajo Francisco Peró.
ver con mi juego, sino con mi tenacidad
—explicó—, ya que nunca me entrego.
Pablo es un gran jugador y actúa en torneos mucho más asiduamente que yo;
p e ro lo que tengo a mi favor es que soy
persistente”. Para Francisco se trató de
su debut en la Santiago Luro y en un
match play: “Me encantó este formato.
Quiero seguir probándome, porque me
p a reció apasionante”, se desafió.
Gastón Saiz
golf
El 100º Cam peonato Argentino Interc lubes
Anfitriones del Centenario
El equipo del Club, integrado por Agustín Hope,
Diego Hernández, Gastón Morgan, Juan Ignacio
Bialet y Manuel Vidal Alemán, finalizó tercero.
Festejó el Córdoba Golf Club
A
sí como en 2005 el Jockey
Club recibió el Torneo
Centenario del Abierto de
la República, este año tuvo
el orgullo de ser el anfitrión del 100º
Campeonato Argentino Interclubes de
Primera División de la Asociación Argentina de Golf (AAG), donde finalizó
tercero, detrás del Córdoba Golf Club y
el Jockey Club de Rosario.
Nuestra entidad forma parte de la galería de grandes campeones de este tradicional certamen para aficionados, ya
que se impuso en nueve oportunidades
en la historia: 1944, 1950, 1963, 1967,
1968, 1973, 1975, 1990 y 1997. También
triunfó en la cita de 1958, bajo el nombre
de Campos Argentinos de Golf.
De izq. a der.: Hernán Cruz Dubourg, Hernán Pisarenko,
Gastón Morgan, Agustín Hope, Juan Ignacio Bialet,
Diego Hernández, Manuel Vidal Alemán, Andres Cusi
(Capitan no jugador)
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En la presente ocasión, del 11 al 14
de octubre pasados, el Campeonato Interclubes de la categoría Primera midió
fuerzas entre nueve entidades bajo el
formato match play.
El equipo, conformado por Agustín
Hope, Diego Hernández, Gastón Morgan, Juan Ignacio Bialet y Manuel Vidal
Alemán, empató 5-5 ante el Córdoba
Golf Club, y consiguió un contundente
8-2 frente al Golf Club Argentino, en los
dos matchs de la jornada inaugural.
En la pulseada con los cordobeses,
Hernández y Vidal Alemán ganaron sus
respectivos partidos por uno arr i b a ,
mientras que Bialet igualó con Federico
C a b rera, hijo del campeón del US Open.
Distinto desarrollo se produjo ante el Argentino, porque la superioridad del Club
quedó de manifiesto con los éxitos de
Hope (uno arriba), Hernández (4 y 2),
Morgan (uno arriba) y Bialet (3 y 1).
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Hasta la primera jornada, el Jockey Club
de Rosario encabezaba la tabla en soledad, con cuatro puntos grandes, uno de
distancia respecto del Club.
Debido a la lluvia, el viernes 12 de
octubre no se pudo cumplir el fixture, y
al día siguiente todo se hizo cuesta arriba: empate 5-5 ante el Jockey Club de
Rosario (Vidal Alemán terminó mano a
mano con Fernando Chiesa, uno de los
mejores aficionados argentinos de la
historia) y derrota vs. el San Andrés
Golf Club por 6-4, con lo que el Club se
retrasó a tres puntos de los líderes, el
Córdoba Golf Club y los rosarinos.
El domingo 14, en el día de la definición, la jornada se volvió extenuante, ya
que hubo acción desde las siete de la mañana hasta las diecinueve, para re c u p erar la rueda de retraso por las condiciones climáticas imperantes el viernes 12.
El Jockey Club mostró buenos indicios de recuperación, con el triunfo sob re el Club de Campo de Mendoza (6-2)
y el empate con Rosario Golf Club (4-4).
En los últimos dos compromisos, surg i eron nuevas sonrisas ante el Olivos Golf
Club (6-2) y una igualdad 4-4 frente a
Tandil Golf Club, que aseguraron un lugar en el podio con un total de 10 puntos
grandes, resultado de tres duelos ganados, cuatro empatados y uno perdido.
En lo más alto, festejaron Federico
Cabrera, Germán Tagle, Franco Barrera y Jorge Fernández Valdes, que le
d i e ron al Córdoba Golf Club la cuart a
coronación en esta prestigiosa cita
G.S.
amateur.
golf
Torneo Interclubes Senior de Primera División
Un grito en el Ranelagh
El equipo del Jockey Club, integrado por
Diego Hermida, Martín Pelayo, Eduardo Casaux
Alsina, Carlos Soler y Emilio Bazet, se impuso
entre los mayores de 55 años y recuperó el
título de la categoría, obtenido en 2005.
l Jockey Club acaparó felicitaciones y elogios por la consagración en el Torneo Nacional
I n t e rclubes Seniors de Primera División, que se realizó el 7 y 8 de sept i e m b re en el Ranelagh Golf Club. Para
Diego Hermida, Martín Pelayo, Eduardo
Casaux Alsina, Carlos Soler y Emilio Bazet, integrantes del equipo, significó un
orgullo haber recuperado el título obtenido en 2005, con el valor extra de re c ibir el trofeo de manos de Roberto De Vicenzo, el mejor golfista argentino de todos los tiempos, y anfitrión del club que
lo tiene como vecino.
El viernes 7 se desarrolló la clasificación medal play, en la que se eligieron
las tres mejores tarjetas de cada conjunto, luego de 18 hoyos. Entre los seis clubes participantes en la categoría, avanzaron a la definición el Jockey, el Argentino
y CUBA, que el sábado 8 midieron fuerzas bajo el formato match play. Las otras
t res entidades quedaron postergadas a la
lucha por evitar el descenso.
La primera jornada resultó reñida
pero, en el momento decisivo, coincidió
la inspiración de los cuatro jugadores
del Jockey Club, que terminaron imponiéndose en la tradicional competencia
para mayores de 55 años.
“A esta edad, la condición física de los
j u g a d o res es un factor preponderante.
Quienes se mantienen bien pueden
aguantar dos, tres o cuatro días jugando
sin problemas. Otros, en cambio, están
más ‘abandonados’, aunque todos poseen un buen juego. Hay que recordar
E
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El equipo del Jockey con Roberto de Vicenzo;
de izq. a derecha: Carlos Soler, Eduardo Casaux Alsina,
Diego Hermida y Martín Pelayo
que, en este torneo, actuaron varios ex
campeones nacionales, como Manuel
Tagle (Córdoba Golf Club)”, apuntó Diego Hermida, quien representó por primera vez al Jockey Club en esta cita, ya
que antes lo hacía para La Cumbre Golf
Club, al igual que su amigo Emilio Bazet.
Justamente Bazet se erigió como
una pieza clave durante la clasificación
del viernes 7, y su score facilitó el salto
d i recto hacia los enfrentamientos
match play. Bazet no participó de los últimos
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duelos del sábado 8 de septiembre y, en
su reemplazo, estuvo Martín Pelayo,
quien, con ésta, acumula tres coronaciones en Interclubes Seniors (2004,
2005 y 2007) de los seis que jugó.
“Todos los triunfos tienen un sabor
especial: el de 2004, por haber sido el
primero; el del año siguiente por haber
repetido; y en esta ocasión, por haber
recuperado el primer puesto”, comentó
Pelayo. Respecto de cómo se palpita esta clase de certámenes, reveló: “Siempre se viven con tensión, porque todos
los hoyos cuentan. Primero se define
por puntos grandes; es
decir, cuando un equi-
po le gana a otro. Pero en caso de un
empate en el primer puesto, entran en
juego los puntos chicos, donde cada capítulo cobra valor”.
Finalizada la jornada del viernes 7
de septiembre, Eduardo Casaux Alsina
era el más confiado en una hipotética
victoria del Jockey Club, y les propuso
una idea a sus compañeros, mezcla de
cábala y convicción: jugar el último día
uniformados con prendas similares. La
vestimenta consistió en riguroso pantalón beige y remera blanca con el logo
del Club.
“El sábado, como fui el primero en
terminar, me quedé a la espera de los
resultados de mis compañeros y, lógicamente, sentía nervios. Por suerte, todo
terminó de la mejor manera, ante contrincantes de primerísimo nivel”, afirmó Casaux Alsina.
Carlos Soler, el quinto integrante,
describió en sus reflexiones las exigen-
cias de la cancha y del torneo: “En Ranelagh nos encontramos con greens complicados, muy duros, de pelo y contrapelo. Son certámenes en los que experimentás una enorme adrenalina, porque
tenés cuatro cargas: jugás contra el campo, contra dos personas, en defensa del
honor del Club y el de tus compañeros”.
Luego de la lucha golfística, que entablaron sin concesiones durante dos
días, estos batalladores compartieron
recuerdos y anécdotas con sus viejos
amigos, rivales en el house de la entidad anfitriona. Allí animaron una suerte de “hoyo 19” los 150 veteranos, entre
representantes de primera división, intermedia, segunda, tercera y cuarta.
Fue el tiempo para que el Jockey Club
hiciera su íntimo brindis final por el
G.S.
nuevo logro.
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Polo
Abierto del Jockey Club
Pasado por agua
El gran torneo anual del Jockey Club, esta vez
ni siquiera pudo comenzar. Las copiosas lluvias
frustraron la promesa de una destacada versión
del certamen sanisidrense, con la participación
de ocho conjuntos de 29 a 34 goles de handicap,
y figuras importantes, como Adolfo Cambiaso.
e dijo una y mil veces: la lluvia
es la gran enemiga del polo.
Como, por seguridad, impide
jugar, cuando aparece en plena temporada, obliga a re p rogramar partidos. Y, si se repite demasiado, hasta
puede dejar sin definición un torneo. Incluso, puede originar algo peor: obligar a
cancelar toda la competencia.
El percance lo padeció este año el
Campeonato Abierto del Jockey Club.
S
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El que prometía constituirse en un certamen de gran calidad, con ocho equipos de entre 29 y 34 goles de handicap,
y un promedio de 31 tantos, iba en camino de convertirse en el cuarto más
poderoso del planeta, no muy distante
(en cuanto al nivel) de la Triple Corona
argentina, la tríada de pruebas más jerarquizada en el mundo del polo.
El agua caída del cielo, lejos de ser un
maná, dejó a los aficionados sin la posibi-
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Imagenes de lo que no pudo ser y que esperamos
ver el próximo año.
lidad de un gran espectáculo, porque no
hubo margen para efectuar el Abierto
antes de que comenzara el de Tortugas,
p r i m e ro de los tres grandes torneos.
Un signo de la categoría de la competencia lo marcaban la cantidad y el tenor
de sus auspiciantes: Kia Motors (se iba a
jugar por la copa homónima), Bodegas
Chandon, Medicus, Rolex, La Martina,
Vogue Latinoamérica, Municipalidad
de San Isidro y American Express.
Reunir tantas entidades prestigiosas
es factible cuando se cuenta con notables figuras: Adolfo Cambiaso, Agustín
Merlos, Gonzalo Pieres (hijo), Bartolomé Castagnola e Ignacio Novillo Astrada. Cinco de los diez polistas de 10 goles que existen en el país, iban a ser de
la partida, entre muchos otros grandes
jugadores. Además, habían asegurado
su participación siete extranjeros: un
inglés, un australiano, un canadiense,
un italiano, dos brasileños y un chileno.
La preparación para la Triple Corona, las excelentes canchas del Jockey y
el interés cada vez mayor de los patrones foráneos por actuar en el ámbito
criollo, fueron los atractivos que permitieron reunir tamaña jerarquía polística, al menos en las anotaciones.
“Al mal tiempo, buena cara”, afirmó
en la presentación del torneo, realizada
en el salón Anasagasti de la sede de Alvear y Cerrito, Guillermo Álvarez Fourcade, capitán de polo del club.
“El año pasado tuvimos el apoyo de
la familia Pieres. Sabíamos que este año
sería difícil superar el último certamen,
pero tenemos una gran satisfacción por
la calidad que reunimos en este campeonato”, expresó el escribano, recordando la realización de 2006, cuando el
retornado Gonzalo Pieres y sus tres hijos varones alzaron el trofeo.
Juan Martín Nero, de 9 tantos y can-
tado 10 futuro, apuntó que “uno viene
de jugar mucho afuera, y el Jockey, un
torneo con tanto nivel y con excelentes
canchas, es muy bueno como para empezar la temporada argentina”.
Otro grande, Tincho Merlos, comentó: “Es una muy linda competencia como para participar, y los Merlos siempre tratamos de estar”. También opinó
Nuño Sainz, directivo de Kia, el principal patrocinador: “Es un placer estar en
el Jockey. Nuestra empresa siempre
apoyó el deporte, como en los casos del
tenis y el fútbol. Hemos decidido hacer
un cambio en la Argentina y respaldar
el deporte más de élite. Por eso elegimos el polo. Ojalá esta relación continúe varios años”.
El comienzo iba a ser con los cuartos de final por eliminación directa, para dar lugar a las semifinales, y luego a
la final, con la reconocida televisación
de la cadena E.S.P.N. “Siempre que llovió, paró”, se esperanzó Álvarez Fourcade al cerrar la conferencia. Pero no
siempre paró a tiempo: el clima nunca
dejó poner en marcha la acción, y tras
130 milímetros de lluvia en pocos días,
llegó la suspensión definitiva. “Manteníamos algún optimismo, dada la respuesta que las canchas tuvieron en reiteradas ocasiones. Pero, para jugar un
abierto, los riesgos eran ciertos y nuestro plazo se había acabado. Agradezco a
los jugadores por haber respondido a
nuestra convocatoria, lo que representa
un gran incentivo para seguir trabajando. Y vaya nuestro reconocimiento a
Kia Motors, Chandon, Vogue, La Martina, American Express, Rolex, Medicus,
E. S. P. N. y la Municipalidad de San Isidro, por acompañarnos”, mencionó el
capitán de polo.
Hasta la llegada de la versión de
2008, habrán pasado dos años sin
Abierto del Jockey. Con semejante nivel
de certamen, la expectativa para cuando llegue el momento promete ser extraordinaria.
Xavier Prieto Astigarraga
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Polo
Entrevista a Eduardo Novillo Astrada (h)
l muchacho nació en Londres, pero es argentino en todo lo demás. Sus amigos del
colegio Newman le dicen “Ricardo”, pero se llama “Eduardo”. Le quedan, desde hace tiempo, tres materias
para recibirse de administrador de emp resas, pero sostiene que ahora “estudia
polo” y que lo de la universidad no va
más. Y es un símbolo de La Aguada, equipo de alto handicap, pero es socio de otra
entidad polera, el Jockey Club.
No, no es una contradicción caminante Eduardo Novillo Astrada (h.). El
resto de su vida, o lo conocido, es lógico, normal. Al menos para un jugador
de su nivel, que pasa varios meses por
año en el exterior, donde el polo es su
trabajo. No lo era aún cuando de chico
participaba en los torneos internos del
club, “que eran muy divertidos”, según
recuerda. Su papá, Taio, era socio y eso
permitía al hiperkinético Eduardo disfrutar el polo en San Isidro, más allá del
E
que practicaba con sus hermanos -él es
el mayor de los cinco varones, que anteceden a la única hija- en Open Door.
Allí está La Aguada, el histórico club de
los Novillo Astrada, fundado por el
abuelo Julio (Iaio), quien era, a su vez,
socio vitalicio del Jockey.
La membresía de Eduardo, entonces, deriva de sus ascendientes. Y de las
bondades del club, incluida la proximidad con su casa. “Vivo a seis cuadras,
desde hace cinco o seis años. Le queda
cómodo a la familia, tengo muchos
amigos con los que vengo a jugar al golf
entre semana, los chicos tienen clases
de tenis, festejamos acá los cumpleaños... Y, de paso, sigo con la tradición de
la familia”, comenta en un encuentro
con la Revista en la terraza del golf,
donde tantas veces intentó mejorar su
juego como para bajar handicap. ¿Bajarlo? Sí, porque la entrevista fue frente
a la colorada, una cancha que, cuando
está bien, le parece formidable. Su han-
Por amor a la
camiseta
Eduardo Novillo Astrada (h.), un ícono
de La Aguada en el alto handicap, es
socio del Jockey, donde juega tenis y
golf, y hasta celebra cumpleaños. El Nº 2,
de 35 años y 9 goles, recuerda anécdotas
vividas desde chico en el club, donde
ahora, como polista, realiza sólo prácticas.
2 8
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dicap golfístico es de un “mentiroso” 25
(“porque no presento tarjetas”), pero lo
hacen jugar con 14 o 16. Y el polístico es
de 9. Es en este deporte que se destaca,
y con títulos de grueso calibre: la casi
inasequible Triple Corona (Abiertos de
Tortugas, Hurlingham y Palermo) 2003,
por La Aguada, y los Abiertos nacionales de Estados Unidos (2006) y Reino
Unido (2002 y 2006), se cuentan entre
los más salientes.
“Creo que llevo tres años como socio.
Y antes, cuando en el alto handicap jugábamos por La Cañada, al
ser hijos de un socio, teníamos la posibilidad de
jugar en la cancha 7 algunas prácticas buenas después de lluvias. Y sigo viniendo a jugar, para probar caballos. Acá no tengo ninguno, porque logísticamente sería bastante difícil tenerlos en
Polo
Sus hijos, los futuros
Contepomi del rugby
La charla de Eduardo Novillo Astrada (h.)
con la revista transita por las actividades
del jugador de La Aguada en el club, hasta que se le pregunta por hijos y...
“Los chicos toman clases de tenis. Justo y
Cruz tienen 8 años; Lucio tiene 1 y va a jugar al rugby: es un toro. Y los otros me pidieron jugar al rugby en Newman”, cuenta.
-Serán los nuevos mellizos de Newman (en
alusión a Felipe y Manuel Contepomi, ami gos de los Novillo Astrada).
-¡Uy, me muero! Sería el padre más feliz
del mundo. Pero no sé si van a ser tan
buenos cómo ellos. Por lo menos, que
sean la mitad de buenos.
-¿Cómo viviste que a los Contepomi les
fuera tan bien en el Mundial?
-En casa se vivió no como si fueran Novillo Astrada, pero... De chicos venían a Luján todos los fines de semana. Son muy
amigos de Nacho (su hermano). El día que
ganamos la Triple Corona, Felipe había
viajado especialmente de Europa para
vernos, aunque se le atrasó el avión y no
llegó al partido. Nos han acompañado en
nuestros logros, y ahora me puse muy
contento por ellos. Lo que han hecho es
impresionante y nosotros los entendemos, porque somos cuatro hermanos que
jugamos en un mismo equipo, y alcanzamos cosas bastante importantes. Podemos contarlo, pero lo sentimos nosotros,
nomás. El orgullo de la familia y tener al
lado en la cancha a un hermano, no son
algo fácil de explicar.
dos lugares, pero lo he pensado más de
una vez. Jugar acá me quedaría tan cómodo...”, enuncia Eduardo, de 35 años.
-¿Cómo son las prácticas acá?
-Generalmente vengo a jugar con caballos de Martín Orozco, al que le comp ro todos los años. Dos de mis mejores
yeguas, Ombucito Vincha y Ombucito
Balconera, son de la cría de los Orozco,
que están en la comisión de carreras.
-¿Qué tal son las canchas?
-Son muy viejas, y eso las hace ser
muy buenas. En los últimos años han in-
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El club ganó en Pilar
En el complejo polístico de la AAP en Pilar, el Jockey Club (14) venció el 08/11 a
Las Liebres (13) por 12 a 10 y se adjudicó el Abierto del Torneo Metropolitano
de Bajo Handicap, organizado, como los
dos anteriores, por la Asociación Argentina de Polo dentro de su Calendario Oficial de Primavera de 2007. Participaron
48 equipos, divididos en 12 zonas, de
entre 7 y 14 goles de valorización.
El equipo del Jockey formó con: Pedro
Falabella (h.), 1; Silvestre Fanelli, 3; Pablo
Falabella, 6, y Jerónimo Fanelli, 4. Total, 14.
v e rtido más en arena y otros cuidados.
La Nº 1 es una de las mejores de Argentina, sin duda alguna.
-¿Y del mundo? ¿También en canchas el polo argentino es el Nº 1 del
mundo?
-Sí, sí, seguro. Y me animaría a decir
que la del Jockey es la mejor después de la
1 de Palermo. La cancha es extraordinaria,
y a eso se suman el escenario y el lugar.
-¿Qué hace buena a una cancha?
¿La firmeza? ¿Que corra bien la bocha?
-Principalmente, la seguridad de que
el caballo no va a patinarse, de que hace
buen pie. Y cuando una cancha tiene
buen piso y está bien cuidada, seguramente será muy buena como para pegarle a la pelota. Cuanto mejor está la cancha, mejor es el polo.
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-¿Qué actividades desarrollás en
el club?
-Juego al tenis una hora por semana
con mi preparador físico, Gaspar Serú, y
uso el gimnasio del anexo en los días de
lluvia, cuando no puedo salir a correr.
Mis amigos usan bastante la sede del
c e n t ro; yo voy dos veces por año, nomás.
A papá le queda cerca y la usa. A veces
lleva gente a comer; a los extranjeros les
gusta mucho porque es un lugar único.
-¿Has llegado a formar un vínculo
sentimental con el Jockey?
-Se da por muchos recuerdos que
tengo. Yo jugaba al rugby con unos amigos de Newman y veníamos todos los sábados al campeonato de fútbol del club.
Éramos bastante agresivos los del equipo
(ríe), que se llamaba La Resaca. Yo jugaba de 4 o de 6. Y después nos íbamos a las
carreras. Éramos bastante timberos en
mi época de la facultad.
-¿Tenés anécdotas de chico acá?
-Yo vengo desde chiquito, porque papá jugaba el Abierto del Jockey, con la camiseta del club. Los grandes jugaban y
venían a tomar el té acá (la confitería de
la colorada), y a los chicos nos encerraban allá (señala otro recinto de la confitería). Estábamos los Merlo, Bautista
(Heguy), los que hoy tenemos entre 30 y
40 años. En aquella época teníamos 8, 10,
y nos íbamos con los taquitos a jugar al
polito a los greens, para que no nos vieran (ríe), y salían a corrernos. Nos metíamos a los bunkers, y terminábamos llenos de arena... Era muy divertido.
-¿Alguna vez vas a jugar un torneo
de cierta valía con la camiseta del club?
-Y... nunca se sabe. En una de ésas
se da. Por ahora, la agenda está bastante apretada. Pero siempre se está a
tiempo, calculo. Acá están Martín
Orozco, los Pando, (Juan Manuel)
Echeverz, los Bagnardi... Mayoritariamente son jugadores de 6, 7 goles.
Tommy Fernández Llorente (8) es socio, también, y jugó muchos años acá.
Vamos a ver; Dios dirá.
Si Dios dijera que sí, entonces la tradición de los Novillo Astrada en el Jockey
X.P.A.
sería completa.
campo de deportes
Futbol
EL 10º TORNEO GENERAL SAN MARTÍN
Confraternidad en Rosario
Dos seleccionados del Club emprendieron una
gira por la ciudad santafesina, en ocasión del
certamen que organizó el Jockey rosarino. Igual
que en 2006, los mayores de 32 años se consagraron campeones, mientras los mayores de 45
cumplieron con un digno papel
esde hace algunos años,
el fútbol del Club se proyecta más allá de sus
f ronteras, una política de
p u e rtas abiertas que no para de dar satisfacciones. Una muestra de ello fue la gira que dos seleccionados de socios re a l izaron por Rosario, en oportunidad del
10° Torneo General San Martín.
Los días 25 y 26 de agosto, en el Jockey
Club de esa ciudad, participaron los mayores de 32 años (se consagraron campeones) y los jugadores pertenecientes a
la categoría de mayores de 45. Al margen
de estadísticas y resultados, lo más re s c atable fue la confraternidad que alumbró
naturalmente con el resto de las entidades, rosarinas y uruguayas. Y al mismo
tiempo, el vínculo y el conocimiento que
se re f o rzó entre los socios mismos del
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Aragón, Ignacio Aguilar, Federico Fortunati Padilla, Javier García Igarza, Fernando Moroni, Alberto Valdez y Gonzalo Vayo.
En el debut, nuestro conjunto se impuso por 2-1 a Woodlands (Uruguay),
luego igualó 0-0 con los locales y en el
tercer compromiso, disputado el domingo, venció a Clifton, también de Uruguay,
por 3-1. Pero antes de desatar el festejo
por el título, hubo que esperar el resulta-
Horacio Lerena
En Rosario y en San Isidro, los veteranos y los más
jovénes disfrutan la misma pasión futbolera.
Club, que en el certamen interno se desempeñan en equipos distintos.
La categoría de Mayores de 32 años estuvo integrada por Ezequiel Ramos Oromí,
Juan Hurtig, Emilio Dodds, Julián Videla,
Gustavo Maschwitz (capitán), Fernando
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Recientemente nos llegó la noticia del
fallecimiento de Horacio Lerena. Durante muchos años fue un incansable colaborador en la organización y crecimiento
del fútbol en la sede de San Isidro. Su
conocimiento de equipos y jugadores, a
los que observaba asidua y atentamente
los fines de semana, se prolongaba en
las tradicionales reuniones futboleras
de los martes, que encabezaba con entusiasmo y empeño, Sin duda, los amigos del fútbol lo vamos a extrañar, sea
este un sentido homenaje, un reconocimiento que merece y que quedará en el
recuerdo ya que la copa primavera 2007
de la categoría Veteranos, actualmente
en juego, se llamará “Horacio Lerena”.
do del enfrentamiento entre el Jockey Club de Rosario y Woodlands, ya que en
caso de que triunfara el primero, debía disputarse una finalísima entre ambos Jockey Clubes. Sin
e m b a rgo, los dirigidos por Pedro Laurence se vieron favorecidos por el empate
entre rosarinos y uruguayos, y allí sí quedó confirmada la coronación de nuestro
seleccionado, al igual que en 2006.
Los más chicos muestran sus habilidades en los torneos
anuales que organiza el Jockey
miento social con muchos condimentos”.
Según Javier, la clave del título estuvo
en el empate ante el Jockey Club de Rosario: “Pudimos sostener el empate, gracias
al oficio de muchos de los jugadores. Si
bien contra los rosarinos nuestro equipo
tenía un promedio de edad más alto, y sin
tanto recambio, supimos llevarlo adelante
con esas individualidades que sacaron a
relucir su experiencia”.
La categoría Mayores de 45 años, en
tanto, se conformó con este plantel: Federico Amuchástegui, Eduardo Ramos Oromí, Agustín Obligado, Mario Seeber, Alfre-
Copa Otoño
Fútbol Menores
Categoría “C”
Campeón: Barcelona 20 puntos.
Capitán: Armando Besada.
Goleador: Carlos M. de Estrada
(La Coruña)
Categoría ”D”
Campeón: Florentina 33 puntos.
Capitán: Emilio Massera
Goleador: Sin definir
Categoría “E”
Campeón: Veracruz 28 puntos.
Capitán: Alejandro Gregorini
Goleador: Francisco Pistone (Veracruz)
Categoría “F”
Campeón: Frankfurt 28 puntos.
Capitán: Carlos Barthe.
Goleador: Matías Viel (Frankfurt)
Fútbol Juveniles
Zona “A”
Campeón: Douglas.
Capitán: Ignacio López.
Goleador: Ignacio López (Douglas)
Zona “B”
Campeón: Juncal y Billinghurst.
Capitán: Jorge Bonadeo.
Goleadores: Tomas Robbio (Guardianes de la Bahía) y Juan Zubizaretta
(Barrios Bajos F.C.)
El podio, que sirvió como escenario de
la postal final, cobijó los momentos más
emotivos; allí se alzó la copa y se recibió el
afectuoso saludo de los anfitriones, a quienes se les agradeció una vez más por la invitación y el impecable armado del torneo.
Javier García Igarza, de 32 años (el más joven del plantel), contó su primera experiencia futbolística fuera de los límites del
Jockey: “Lo más interesante es que compartimos un viaje en común con varias generaciones; el mismo hotel, el mismo micro y las mismas comidas. Sirvió para
afianzar relaciones con muchachos con los
que, hasta allí, sólo había compartido 90
minutos de fútbol, y con camisetas diferentes. No se trató únicamente de un encuentro deportivo, sino también de un aconteci-
do Cantilo (capitán), Hamilton Casinelli,
Daniel Lanusse, Fernando Rivarola, Alejandro Oyuela, Julián Mosquera, Agustín
Lamarca, Emilio Massera, Esteban Daneri, Pedro Laurence y Pablo Colombres. El
conjunto sufrió bajas de último momento,
pero concretó un digno papel, ya que igualó 1-1 con Los Arroyos (Rosario), y luego
perdió ajustadamente frente a los locales
(0-1) y ante Country Club de Rosario (1-2).
Apodado por sus compañeros como
“La Leyenda”, por sus 63 años y su pasión
inalterable por el fútbol, Federico Amuchástegui contó: “La llama sigue en viva en
nosotros, porque el Club es nuestra segunda casa; es donde nacimos y corrimos.
Atrapa en un sentido deportivo y en el aspecto social; hay un clima espectacular y
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vale la pena vivirlo”. El N° 10, devenido lateral izquierdo con los años, coincidió con
la visión de García Igarza: “Ésta fue mi séptima gira a Rosario, y lo gratificante es que
se logra una atmósfera similar al rugby, en
la que la excusa es conocer amigos. Además, se logra una federalización entre todos los clubes, un intercambio de confraternidad que, como vivencia, es muy rica”.
Seguramente, el año próximo el fútbol del Jockey Club continuará con su línea de crecimiento y afrontará nuevos
desafíos. La oportunidad está a la vista,
ya que el Club recibió una propuesta formal para jugar en Montevideo y Maldonado, Uruguay. Ese sueño rioplatense
puede cristalizarse en 2008.
Gastón Saiz
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campo de deportes
tenis, hockey y mucho más
Los niños primero
Fútbol femenino, hockey, tenis, disciplinas
acuáticas. Una variada oferta de actividades
apunta al entretenimiento de los más chicos
a lo largo del año.
o importa de qué estación se trate: en cualquier época del año hay
un abanico de actividades para disfrutar en el Campo de Deportes del Club. El segundo semestre
ofreció distintas opciones para los más
chicos y los adolescentes, que pueden
repasarse en estas líneas.
Fútbol femenino. Este deporte evidenció un claro crecimiento respecto
de 2006, ya que entonces había 14 chicas que lo practicaban y ahora son 34
las que se animan a dominar la número
5. El 1º de septiembre, las categorías de
10 a 13 años y de 14 a 16, recibieron una
invitación para jugar en el Club Náutico de San Isidro. Tocó un día de mucha
neblina, pero no hubo impedimentos
para mejorar la técnica y ajustar la táctica, en un clima de total camaradería
con las anfitrionas. Se desarrollaron
dos encuentros, con dos tiempos de 25
minutos cada uno, siempre bajo una
misma consigna: aprender y divertirse.
Además, el 20 de octubre se efectuó
una visita a Champagnat, donde se disputó un torneo amistoso ante los conjuntos de la entidad local y del Club
Náutico de San Isidro. En ese triangular
se registraron dos derrotas por la mínima diferencia, y luego se jugó un último partido entre las integrantes de
Champagnat y el Jockey frente al Náutico, con victoria para el primer combinado. Al final de la jornada, quedó co-
N
mo mejor balance el cordial intercambio entre los tres grupos de jóvenes.
Para abril del año próximo está previsto que las dos categorías del Jockey
Club formen parte de una liga, en la
que también participarán Champagnat,
el Náutico de San Isidro, los colegios
Arriba: Las chicas del hockey en Rosario
Abajo: El fútbol femenino en ascenso
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Lincoln, Michael Ham y Santa Inés, el
Newman y Nordelta.
Hockey femenino. El 22 de septiembre se jugó en Rosario la 8ª Copa
“Amistad”, que se realiza altern a d amente en esa ciudad santafesina y en
nuestro campo de deportes, de acuerdo
con la temporada. En esta ocasión viajaron 300 kilómetros las divisiones 7ª
8ª, 9ª y 10ª, que se midieron en sus respectivos duelos ante el Jockey Club de
Rosario, en dos escenarios disímiles: la
carpeta sintética y la vieja cancha de
césped. Hubo una marcada superiori-
campo de deportes
Novedades
1. Se están repavimentando las calles
internas, con sus correspondientes cunetas y alcantarillas.
2. Se reemplazaron varios árboles, que
estaban en situación precaria y podían
provocar accidentes. Se plantaron
fresnos americanos en el Bar de Menores, tilos en el acceso hasta el sector Cadetes y se repusieron otras plantas dentro de todo el campo.
3. Se sigue avanzando con el recambio
de los alambrados de tenis y el camino lateral.
4. Se colocaron nuevas barandas en la
terraza del House de Menores, que
también se pintó de blanco.
5. Ya están instalados en el Control 1 y
en el sector Cadetes los dispositivos
electrónicos de lectura de los carnets
para el ingreso.
6. Se está terminando con la reconstrucción a nuevo de dos canchas de paddle
(una rápida y otra lenta) y un frontón
de tenis con piso poroso.
7. Se terminó con la nivelación de la
nueva cancha de fútbol para la categoría "C"
8. Pronto tendremos el sistema emisor de
carnets, para que el socio no tenga que
ir al centro a realizar dicho trámite.
9. Se está construyendo, por cuestiones
de seguridad, una vereda para el tránsito peatonal en la calle de acceso paralela a Avenida Márquez.
dad de juego de nuestras chicas, fundamentalmente la división más pequeña,
que demostró grandes progresos con la
bocha. Además, el sábado 27 de octubre
se organizó en el Club la tercera edición de la Copa “Carlos Casal”, frente a
tres entidades con buen arraigo del
hockey: el SIC, el CASI e Hindú. Cobijamos a seis divisiones de cada uno de estos clubes (de la 5ª a la 10ª) y hubo un
total de 240 jugadoras, que animaron
26 partidos en una gran jornada de cuatro horas de duración. En el cierre, ca-
Múltiples actividades desarrollan los chicos
durante el año. El hochey y el tenis de menores
son algunas de las alternativas
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da chica atesoró un diploma por su participación, mientras que para los padres
se preparó un “Vino de honor”.
Tenis Menores. El fin de semana
del 29 y 30 de septiembre se llevó adelante la Copa "Integración" con el Tenis
Club Argentino (TCA). Las categorías
que intervinieron fueron las Sub-12 Infantiles, Sub-14 Menores y Sub-18 -Juveniles de varones, junto con la Sub-14
Menores de mujeres.
La primera etapa se puso en marcha el sábado 29 en el TCA de Palermo, con la actuación de 15 chicos. En
tanto, el domingo le dimos la bienvenida al grupo visitante. Se disputaro n
28 partidos entre singles, dobles y dobles mixtos; luego llegó el tercer tiempo, donde grandes y chicos disfru t a ron
de un lunch. Además, hubo entre g a s
re c í p rocas de platos re c o rd a t o r i o s ,
medallas y gorras. Con esta iniciativa
se abrió una nueva puerta para la integración de clubes amigos, ya que
significó la primera experiencia de estas características.
Actividades de Verano: Comenzó la
inscripción para hijos de socios de 4 a
11 (menores) y de 12 a 14 años (Ac teens). Fútbol, tenis, gimnasia, pileta,
buceo, olimpíadas e inflables, son parte
de las actividades, que tendrán su puntapié inicial el 11 de diciembre y apuntarán al sano entretenimiento. Una cosG.S.
tumbre del Club.
sede social
Esgrima
Los Juegos Panamericanos 2007
Para el bronce
En Río de Janeiro, Ricardo Bustamante (hijo)
logró una Medalla de Bronce junto con el
equipo argentino de sable, una conquista que
no se daba desde hacía 28 años
L
a tengo allí junto con los
otros trofeos, pero en un lugar muy especial”. Ricardo
Bustamante (hijo) habla
emocionado del tesoro más preciado en
su carrera como esgrimista: la Medalla
de Bronce que obtuvo en los últimos
Juegos Panamericanos.
Aún con la juventud que le otorgan
sus 19 años, Bustamante fue partícipe
de un logro muy especial en Río de Janeiro, ya que, junto con Alexander Ach-
Ricardo Butamante (hijo)
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ten y Diego Drajer, consiguió la primera presea en sable para un equipo argentino, después de un período de sequía de 28 años. Hay que remontarse a
la cita panamericana de San Juan de
Puerto Rico '79 para encontrar el último
ascenso al podio en esta disciplina.
Además, la de Río significó la 46° medalla de esgrima en los Panamericanos
para la Argentina, que figura tercera en el
ranking por países. Pero con la salvedad
que, 37 de ellas, las ganó en las primeras
ocho realizaciones, de 1951 a 1979.
“Es una sensación gratificante, porque te queda la convicción de que hiciste
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bien el trabajo. Como equipo, no nos habíamos entrenado nunca juntos. En Río
fue la primera vez que nos unimos para
tirar. No es lo ideal, pero así se dieron las
cosas, porque Achten vive en el sur de
Alemania”, comenta Bustamante, que ya
se fijó como próximo objetivo el Mundial
Junior de Catania, en abril de 2008. Allí
estarán los diez mejores del ranking int e rnacional, posición de privilegio que
ocupa el representante del Jockey Club.
Antes de la cita panamericana, Bustamante se había entrenado en Madrid
para obtener mayor experiencia, pero
su aprendizaje se aceleró al lado de sus
compañeros del equipo argentino, ambos mayores que él. “Alex Achten aportó confianza en nuestras fuerzas. Y Diego (Drajer), que es mi ídolo, me llevó a
ingresar en el alto rendimiento. Luego
que nos adjudicamos la Medalla de
Bronce, no me salieron las lágrimas
que sí le salieron a él, después de tantos
años de esfuerzo en la esgrima", comenta el muchacho que empezó a tirar
a los 7 años en la sala de armas del Jockey Club.
Liderados por Achten —nacido en
Alemania y de padres argentinos, bronce olímpico en Sydney 2000—, los muchachos dieron el gran golpe en la
competencia al superar a Venezuela
por 45-33. “Ese fue el punto de quiebre
donde podíamos empezar a pensar en
la medalla”, reconoció Bustamante.
Luego estuvieron cerca de desestabilizar a los estadounidenses, pero éstos se
impusieron 45-39 y term i n a ron consagrándose campeones. Finalmente, el
b ronce para la Argentina se concretó con
la victoria sobre Cuba por 45-35
Más allá de los avatares en la pedana,
Bustamante nunca olvidará la emoción,
minutos antes del ingreso al campo del
estadio Maracaná, en la fiesta inaugural
de los Panamericanos. “Eramos la primera delegación que iba a entrar; estábamos con el resto de los atletas nacionales, y encima teníamos una bandera gigante celeste y blanca. Esos son los instantes mágicos que te brinda el deporte
G.S.
de alto rendimiento”.
sede social
Squash
Interclubes de Primera Categoría 2007
Notable actuación
del equipo del Jockey
Luego de una derrota inicial contra el Squash
Club, el joven conjunto de Primera comenzó a
sumar victorias consecutivas.
ras perder con el campeón
del año anterior, Ciudad de
Buenos Aires, el equipo del
Club finalizó la primera etapa en la tercera ubicación en la tabla (los
p r i m e ros cuatro clasifican a semifinales)
de todos los Clubes de Buenos Aires que
disputan esta competencia anual.
Este torneo, de gran jerarquía, se tornó sumamente competitivo, pues cada
club dispuso de sus mejores estrellas para lograr coronar el objetivo: poner a la
institución que re p resentan en lo mas alto del Squash Argentino Amateur, donde,
en los últimos años, las innumerables incorporaciones de jugadores que practicaban este deporte de manera pro f e s i onal, elevaron notablemente el actual nivel de la competencia.
T
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De izq. a der.: Gregorio Rueda, Javier Puiggari (capitán),
Santiago de Estrada, Alfredo Viel Temperley y Emilio Dodds.
Las premisas de este encuentro siemp re fueron, y serán, hacer prevalecer la
amistad y el fair play ante todo, aspectos
sumamente valorados en este tipo de
competencias, como así también la reunión del tercer tiempo, para profundizar
la hermandad de todos los clubes.
Después del receso de mitad de año,
el conjunto enfrentó al Squash Club nuevamente, pero con otra actitud. Resultaba vital conseguir un triunfo, para seguir
en la lucha, ya que era un rival directo de
cara a la clasificación.
Luego de estar igualados en un partido por lado, tras la dura caída de Facu
de la Fuente (a pesar de haber dejado
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todo en la cancha), pude vencer en un
duro 3/2 al Nº 2 del Squash. El match
quedó igualado, y las dos mejores raquetas del Jockey Club y Squash Club
se enfrentaban para definir la serie.
En un partido memorable, con sutilezas de ambos lados, Santiago de Estrada cerró el partido 3/2 dejándole en
claro a Duncan Dubb (jugador con mayor cantidad de torneos ganados en la
historia del Interclub), que su reinado
había terminado. El equipo vencedor
tenía otro nombre: Jockey Club.
Habiendo derrotado a uno de los escollos más duros de este campeonato (el
equipo del ahora jugador a vencer), Santiago de Estrada más la dupla de los hermanos Javier y Fernando Puiggari, comenzaban nuevamente una racha ganadora venciendo otra vez a CUBA, Nautico,
Belgrano Athletic y Buenos Aires Social.
Faltaban tres fechas para el cierre de la
clasificación, y el Club igualaba el tercer
puesto con Squash Club y Ciudad de Buenos Aires A. Perdió con Ciudad de Buenos
A i res B (Nº 1 Clasificado), y se jugó todo
contra Ciudad Buenos Aires A, pues el
que ganaba ese partido clasificaba.
Gané el primer partido, que no era
muy complicado en los papeles, pero el
jugador Nº 3 del Jockey perdió, y definieron los dos Nº 1, en un partido de
muy alto vuelo, donde esta vez Santiago
de Estrada no pudo con Gabriel Ramírez, un jugador que compitió internacionalmente muchos años.
Estuvimos muy cerca, este equipo
no alcanzó su techo y tiene hambre. No
cesaremos de persistir hasta ubicar a
nuestro Jockey Club en lo más alto del
Squash en el nivel amateur, siempre
manteniendo los valores de equipo en
lo humano y en lo deportivo.
Javier José Puiggari (Capitán Interclub Primera)
sede social
Ajedrez
El brillo intacto
de dos talentos
Los homenajes a los Grandes Maestros
Bent Larsen y Héctor Rossetto, constituyeron
dos de los acontecimientos más importantes
de los últimos años dentro del ámbito
ajedrecístico del Club.
victorias ante varios campeones mundiales, entre ellos los rusos Botwinnik,
Smyslov, Tal, Petrosian, Spassky y Karpov, y el norteamericano Bobby Fischer.
Sus máximos lauros fueron los interzonales de Amsterdam (1964), Sousse
(1967) y Biel (1976), que le valieron figurar entre los mejores jugadores del
mundo durante quince años.
Famoso por sus aperturas, se convirtió en el primer Gran Maestro que
venció a la computadora Deep Blue, en
1993. Su trayectoria y sus anécdotas
f u e ron re c o rdadas en el acto del Jockey Club, que editó un pequeño libro
de sesenta páginas titulado “Homenaje
l ajedrez entiende de homenajes y reconocimientos. Es
una disciplina que oportunamente enaltece a sus grandes
maestros, a aquellos que trascendieron
con brillantes trayectorias, y hoy continúan impartiendo sus enseñanzas con
plena vigencia. En dos años sucesivos,
el Jockey Club se enorgulleció al agasajar en sus salones a dos grandes figuras:
el danés Bent Larsen, de 72 años, y el
bahiense Héctor Rossetto, de 74.
El tributo a Larsen, quien vive en la
Argentina desde 1982, se produjo en el
Club el 8 de junio de 2005, a propósito
del 70° aniversario del jugador. Los 150
concurrentes admiraron de cerca a uno
de los exponentes más interesantes
del siglo XX, un batallador que se
plantó como una amenaza para la
hegemonía soviética en el mundo
del ajedrez.
Larsen nació en Tilsted, aunque
su crianza e infancia transcurr i eron en la ciudad de Holstepro.
Avanzó con pasos seguros, movilizado por su mente lúcida: a los 12
i n g resó en un club de ajedrez, y a
los 19 se transformó en Maestro
Internacional. A los 21 alcanzó el
título de campeón de Dinamarc a
y el de Gran Maestro. En 1958, a
los 23, llegó por primera vez a
n u e s t ro país y conquistó el
torneo de Mar del Plata. Pero
al GM Bent Larsen al cumplir 70
años”, obsequiado a cada asistente tras
la conclusión de la ceremonia. En ese
volumen se repasan partidas del danés, con capítulos escritos por Hern á n
Huergo, Ricardo Nazar Anchorena y
M a rcelo Condomí Alcorta.
Nazar Anchorena habló de Larsen
como "un comentarista de partidas magistrales" y relató las participaciones
destacadas de Bent como columnista
para diversos medios. Por su part e ,
Huergo se refirió a su capítulo, titulado
"Bent Larsen, un Gran Maestro de estilo único", donde se reseñan los hitos de
su extraordinaria carrera ajedrecística.
La última parte del homenaje a Larsen,
E
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El gran Maestro Bent Larsen compartiendo algunas
tácticas sobre el tablero
fue en su visita de 1982, por el
Magistral que se disputó en la Ciudad Feliz, cuando decidió radicarse en la Argentina. En ese cert amen conoció a Laura, una argentina admiradora de su juego. Tiempo
después, contrajo matrimonio con
ella y juntos hicieron base en la localidad de Martínez.
Un rápido repaso de su carrera indica que Larsen se
consagró seis veces campeón
escandinavo y exclusivo
maestro occidental, con
C L U B
efectuada el 15 de junio, consistió en
una serie de ocho partidas simultáneas
con reloj ante representantes del Club e
invitados, de las cuales el agasajado ganó siete y empató la restante.
Rossetto, aquél entusiasta bahiense
El Jockey Club se debía también un
reconocimiento para Héctor Rossetto,
encuentro que se dio el gusto de cumplir el 15 de noviembre de 2006, con la
asistencia de unas cincuenta personas
especialmente invitadas.
pronto surgiría como el mejor jugador
de la ciudad. Cinco años más tarde, ya
instalado en Buenos Aires, aprendió a
vivir de los escaques y otros juegos,
siempre con la guía de su amigo Carlos Guimard.
Sus constantes progresos lo catapultaron a formar parte de la época dorada
del ajedrez argentino, anclada en la década del ‘50. Junto con Najdorf, Bolbochán, Guimard y Pilnik, atrapó el segundo puesto en la Olímpiada de Dubrovnik, en 1950. Dos años después, en
Helsinki, logró otra vez la segunda ubi-
De izquierda a derecha: Hérnan Huergo, Ricardo Nazar
Anchorena, Bent Larsen y Guillermo Martínez Suviria
El gran Maestro Héctor Rossetto
A los seis años, cuando ya tenía
edad para asomar la cabeza por arr iba del tablero, Héctor ensayó sus prim e ros movimientos en los bares de
Bahía Blanca, acompañado por su
padre, Don Arnaldo, un fanático del
juego-ciencia. A los 12, el Círculo de
Ajedrez de Bahía Blanca le abrió un
espacio al joven Rossetto, que
cación, detrás de Rusia. Rossetto, medalla de oro en su tablero con el 80%
de los puntos, participó en aquella
oportunidad junto con Najdorf,
Eliskases y Pilnik. En Amsterdam,
en 1954, acompañando a Najdorf,
Bolbochán, Panno, Guimard y Pilnik, repitió esa ubicación para el
conjunto nacional.
En el homenaje del Club, Ricardo
Nazar Anchorena re c o rdó el famoso
triunfo que obtuvo Rossetto frente a
K o rchnoi, en el Torneo del Sesquicentenario, en 1960, que él presenció desde la
platea. Rossetto venía de perder las cuat ro primeras rondas. En la quinta, había
apuntalado su recuperación ganándole a
Ivkov, y luego le tocaba Korchnoi, a
quien terminó superando tras una ext r a o rdinaria combinación.
Por otro lado, el Maestro Internacional Alberto Foguelman rememoró los
gratos momentos que vivió con el bahiense en el Interzonal de Amsterdam
de 1964, y el propio homenajeado, entre
múltiples relatos, rescató anécdotas del
famoso Torneo de Hollywood de 1945,
donde puede vérselo, en varias fotos,
junto con Humphrey Bogart y Marlene
Dietrich, entre otras celebridades.
Dos leyendas vivientes de los tableros. Dos figuras de jerarquía internacional. Bent Larsen y Héctor Rossetto
pasearon su talento por el Club, y la admiración hacia ellos perdura en forma
G.S.
indeleble.
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Socios
Socios vitalicios del año 2007
Parte del grupo de Vitalicios 2007
Argüelles, Amílcar Emilio
Arzeno, Roberto Arturo
Battro, Guillermo Isidoro
Bayá Casal. Jorge Alfredo
Berro Madero, Carlos Jorge
Bobbio, Emilio J. A.
Bohtlingk, Jorge E.
Borda, Patricio Martín A.
Brea, Pablo Hernán
Brunet, Manuel
Canedo, Juan José (h)
Carril, Eduardo Horacio del
Claret, Jorge Luis
Comin, Jorge Humberto Z.
Cornejo Saravia, José O. (h)
Crotto, Enrique Claudio
Curutchet, Miguel Luis
Cusi, Eduardo L.
D´Agostino, Carmelo Juan
Delpech, Marcelo
Escudero Peña, Fernando
Fernández Sáenz, Alejandro C. (h)
Flores Pirán, Pedro L.
Furlotti, Roberto Arturo
Galli, Juan Carlos
Games, Jorge F.
García Jiménez, Juan J. F.
González Arquati, Raúl
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González Mujica, Marcelo Jacinto
Hubert, Carlos Alberto
Huergo, Enrique T.
Insúa, Jorge Alfredo
Jáuregui Rueda, Carlos
Lago, Alfonso Mario
Lan Duncan, Eduardo
Laprida, Narciso Francisco
Lavalle Cobo, Juan
Legeren, Juan Benito
Loyúdice, Francisco
Maschwitz, Jorge A.
Masi Elizalde, Jorge
Massalín, Gustavo Alejandro
Massera, Emilio Eduardo
Maurette, Rafael
Minvielle, Luis
Molina Leguizamón, Eduardo B.
Murga, José Ignacio
Nazar Anchorena, Ricardo A.
Ocantos Estrugamou, Jorge
Olivera, Héctor
Oneto Gaona, Alejandro
Oneto Gaona, Eduardo
Palacios Hardy, José Gerardo
Pereira, Enrique Esteban
Perrotta, Fernando
Pirán, Juan Antonio
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Quesada, Mario Guillermo
Quirno, Federico Guillermo
Quiroga Durand, Raúl E.
Raffinetti, Carlos Alberto
Ravagnan, Juan Alberto
Rivarola, Carlos Emilio
Rivarola, Jorge
Salamone Croft, Roberto Salvador
Sánchez Granel. Eduardo A.
Santa Coloma, Fernán de
Santamarina, Manuel Antonio
Schindler, Octavio
Subiza, Héctor
Tejerina Ignacio (h)
Terán, Delfín Jorge
Thomsen Hall, Carlos Hugo
Tiscornia Biaus, Eduardo Augusto
Urioste, Andrés de
Urioste, Carlos A.
Ventura, Eduardo Pedro M.
Videla, Carlos E.
Vieyra, Enrique Benjamín
Vieyra, Raúl Antonio
Villa Larroudet, Juan Carlos
Welsh Mongay, Juan Carlos
Winterhalder, Teodoro Víctor von
Yeatts, Guillermo M.
Young Nicholson, Edgardo Tomás
biblioteca
Las invasiones vistas
por los invasores
A doscientos años de las invasiones inglesas, un
grupo de invalorables libros de nuestra biblioteca muestran la visión que sobre ellas tuvieron
sus protagonistas británicos.
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Por Roberto D. Müller
E
n agosto de 2006 y en julio de
2007 se cumplieron los bicentenarios de dos magnos acontecimientos de nuestra historia: la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires. Por supuesto, existe en nuestra
Biblioteca una muy nutrida y variada bibliografía sobre el tema, pero hoy nuest ro estudio se centrará únicamente en
unos cuantos libros e impresos ingleses
contemporáneos de aquellos sucesos
que forman parte de nuestro patrimonio
y que nos muestran cómo vivieron y
a p re c i a ron los invasores y las autoridades de su metrópoli el desarrollo de los
sucesivos conflictos.
El primero de ellos es un folleto titulado A brief description of Buenos Ayres,
and the Province in which it is situated,
so lately, and so gloriously conquered by
the two gallant officers, Sir Home Pop ham & Maj. Gen. Beresford; together
with an account of its natural produc tions, commerce, &c. &c., impreso en
Manchester en 1806. Por cierto, para
cuando llegaron a Inglaterra estas noticias y pudieron circular impresas, Buenos Aires ya había sido reconquistada,
pero vale la pena hojear el librillo para
apreciar la descripción que el anónimo
autor hizo de la ciudad —“a large hand some city”—, su clima, sus casas y la catedral, a la que juzgó como un “beauti ful stone building”. Analizó asimismo el
tipo de gobierno y administración de
estas tierras, y dejó bien asentado —¡inglés al fin!— que no se desconocía aquí
el té, pero que no se lo consideraba sólo un lujo sino también muy “valuable
as medicine”, enumerando una larga
serie de enfermedades para las cuales
parecía constituir una cura segura.
En cuanto a los habitantes, señalaba
el autor que podía hablarse de tres clases sociales: los españoles, los “Creoles”
y los mestizos y mulatos. Por supuesto
había también negros —“the lowest
class of society”—, que cumplían funciones como domésticos o sirvientes, advirtiendo que los primeros asumían un
ridículo aire de superioridad respecto
de los segundos, y que imitaban los
usos y costumbres de sus amos, comportándose también como seres superiores frente a los antiguos “lords of the
country”, es decir, los aborígenes.
Como “nueva colonia” que era —así
se denominaba a Buenos Aires en el impreso—, y tal como se lo anunciaba ya
desde la portada, en el folleto se hacía un
concienzudo análisis acerca de los re c u rsos exportables y las necesidades de la
población con respecto a los productos
británicos, aclarándose que —¡idea ingrata!— Buenos Aires podía ser un mercado excelente para la ropa de confección o de segunda mano, fabricada con
telas de poca calidad. Seguía a estas curiosas apreciaciones la re p roducción de
las garantías ofrecidas a los habitantes
por el general Bere s f o rd y el comodoro
Popham, y se daba cuenta de que en el
buque Narcissus ya se habían embarcado
1.086.208 dólares1, suma formada por 71
lingotes de plata y los fondos tomados del
Te s o ro Real, la Compañía de Filipinas, la
Administración del Tabaco y la villa de
“Luxam” (Luján). Finalmente, se reproducía una carta que Popham había dirigido a los comerciantes de Inglaterra y a
los magistrados de Manchester, comunicándoles la apertura del comercio con las
nuevas tierras incorporadas a la Corona
Británica y los beneficios que aquél podía
producir para las manufacturas inglesas.
Es de suponer con cuánto alborozo se
deben de haber recibido estas noticias en
L o n d res y en un centro industrial como
Manchester, pero sin duda esa alegría
debió durar muy poco. Producida la Reconquista, rendido Beresford ante Liniers e internados los oficiales y soldados
ingleses en diversos ámbitos del Vi rreinato, el optimista Popham volvió a Inglaterra y fue sometido a una corte marcial,
cuyo desarrollo y detalles obran en otra
de las obras que se conservan en nuestra
Biblioteca: Minutes of a Court Martial;
holden on board His Majesty’Ship Gladia dor; in Portsmouth Harbour, On Friday,
the 6th day of March, 1807, And continued
by Adjoumment, till Wednesday, Marc h
11, following, for the trial of Capt. Sir Ho me Popham (London, 1807). Es cierto
que a Popham se lo juzgó principalmente por haber desviado su flota de Ciudad
de Cabo hacia Buenos Aires sin órdenes
superiores al respecto, pero durante el
p roceso se hicieron referencias constan-
tes a la situación creada en el Río de la
Plata y a las posibilidades que un dominio en estas latitudes abriría para la economía inglesa. Popham reconoció haber
actuado “solely by a desire to promote the
honour, the interests, and the glory of my
c o u n t ry”, y la corte juzgó que si bien su
conducta podía censurarse, únicamente
se resolvió que fuera “s e v e rely repriman ded”. Las perspectivas a las que el comod o ro se había referido en su carta a los
c o m e rciantes habían prendido en el inte-
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rés de quienes siguieron el juicio. Eran
i n t e reses connaturales a la política inglesa y, por lo tanto, pronto se volvería a intentar recuperar estas lejanas tierras,
vengando de paso la deshonrosa derrota
de agosto de 1806.
Las alternativas de la segunda expedición nos son relatadas en A narrative of
The Expedition to, and the Storming of
Buenos Ay res, By The British Arm y, com manded by Lieutenant General Whiteloc ke. By An Officer, attached to the expedi t i o n, trabajo publicado en Bath en 1807, y
en un libro firmado por An Irish Officer,
titulado An authentic narrative of the Pro ceedings of the Expedition against Buenos
Ay re s, dado a luz en Dublín en 1808. El
trabajo de An Officer es un folleto de 38
páginas, ilustrado con un plano de Buenos Aires en el que figuran resaltados algunos sitios de especial interés, como la
Catedral, “The Retiro, or Plaza de Toro s”,
el fuerte (“The citadel or castle”), la plaza,
la iglesia de Santo Domingo,“w h e re the
Light Brigade were posted”, la Residencia
y el “River Chuelo” [sic]. A pesar de su
b reve extensión, nos ofrece un muy detallado informe de las operaciones, reconociendo que los españoles se habían
comportado humana y amigablemente
con los vencidos, para concluir con una
apelación que aún hoy llama la atención,
ya que expresaba su esperanza de que lo
o c u rrido fuera una lección eterna para el
g o b i e rno de su país, que debía comprender que no era correcto sacrificar a bravos soldados con el único fin de satisfacer los fantasiosos deseos de John Bull2.
La obra de An Irish Officer es un libro
de 109 páginas, en cuyo breve prefacio el
autor se disculpa por su pobre estilo literario, que esperaba fuera recibido con indulgencia, ya que “as a soldier has other
duties to attend to besides the study of em bellished language”. Su narración comienza rememorando la primera invasión y la actuación de Bere s f o rd, para entrar luego de lleno en el relato de la estrategia de los británicos en el segundo
intento y de las medidas tomadas por los
defensores de la ciudad. Llegado el momento en que las tropas invasoras ven
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biblioteca
p e rdidas todas las esperanzas, cuenta el
oficial el encuentro entre los comandantes y la firma del tratado del 7 de julio de
1807, en el que se dispuso el cese de las
hostilidades y se estableció, entre otras
condiciones, que habría una inmediata
devolución de prisioneros, incluso de los
que habían quedado en el país desde el
año anterior, debiéndose reembarcarlos
en un período no mayor de diez días
rumbo a Montevideo, dando los oficiales
británicos su palabra de honor de que no
tomarían las armas contra “South Ameri ca” hasta que volvieran a estar en Europa. No calla tampoco este autor sus críticas a la mala planificación de la empresa
en un párrafo que comienza con acento
melancólico: “And thus terminated, so fa tally for the British arms in South Ameri ca, an expedition from which so much
had been expected by the British nation”
(p. 75). Pero tal vez sean las ideas que exp resa a partir de la página 93 las más interesantes y significativas. Según el oficial irlandés, el contacto con los ingleses
había producido entre los americanos un
efecto sorprendente. Había sido como si
recibieran un “flash of lighting” que, según le confesaron algunos hombres preparados, les había hecho avanzar un siglo en cuanto a sus ideas políticas. Por
eso, el autor se preguntaba con sagaz intuición si esa inesperada influencia no
llevaría tal vez a que Buenos Aires y quizás toda América del Sur terminaran por
separarse definitivamente de España. El
tiempo se encargaría de darle la razón.
Los resultados de esta segunda empresa llevaron a que se sustentara un juicio en contra del Whitelocke. Su desarrollo, por demás detallado, ha quedado registrado en dos obras que también obran
en poder de nuestra Biblioteca: The trial
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at large of Lieut. Gen. Whitelocke, late
Commander in Chief of the forces in South
America, by A General Court Martial, held
at Chelsea Hospital, On Thursday, Ja nuary 28, 1808, and continued by adjourn ment to Tuesday, March 15 […] London:
Printed for R. Faulder and Son, 1808, y en
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los dos tomos que integran The procee dings of a General Court Martial, held at
Chelsea Hospital […], que fueron impresos en Londres, también en 1808. Sabido
es el resultado de ese sonado trial: la Corte decidió que Whitelocke fuera degradado y declarado totalmente incompetente e
indigno para prestar servicios a Su Majestad en cualquier tipo de empleo militar.
Las dos obras, que relatan minuciosamente ese proceso y en las que quedó
i m p resa la sentencia citada fueron ilustradas con mapas y planos. En el primer
caso, un Sketch of Rio de la Plata fro m
Cape St. Mary, to Buenos Aire s, combinado con otro en el que se muestra el avance de las tropas desde Ensenada hasta la
ciudad; en tanto entre las páginas 510 y
511 se inserta un plano de Montevideo y
sus alre d e d o res, con el despliegue y la
ubicación de las de las tropas invasoras.
En cuanto a la segunda obra —en la que
los dos tomos están encuadernados en
un único volumen—, al comienzo se
o f rece un mapa que muestra la ruta seguida por los británicos desde su desemb a rco hasta llegar a Buenos Aires, y al comenzar el segundo otro muy detallado de
Buenos Aires, indicando los sitios en que
biblioteca
se pro d u j e ron los principales encuentros
armados. En ambas obras, los grabados
fueron realizados por un artista de apellido Neele, tal vez Samuel John Neele
(1758-1824), que por entonces estaba en
un momento culminante de su labor como ilustrador de libros.
No podemos concluir estas notas sin
aludir a otro testimonio de un participante en la primera invasión que, internado
en diferentes parajes de nuestro territorio, nos dejó, además de un relato de la
campaña, una interesantísima descripción de los poblados de aquellos años,
sus habitantes y sus costumbres. Nos referimos al mayor Alexander Gillespie,
que recordó todos aquellos acontecimientos y los dejó por escrito en sus fascinantes Gleanings and remarks collected
during many month of residence at Bue nos Ayres and within the upper country,
que se publicaron en Leeds en 1818.
Una vez producida la Reconquista,
Gillespie pudo dedicarse a observar todo
aquello que los enfrentamientos no le
habían permitido percibir. Describió la
ciudad, la vida familiar, las costumbres
de las mujeres, los edificios, el estado de
los caminos. Recorrió en su condición de
prisionero especial las villas de Luján,
“Capello del Senor”, San Antonio y Salto
de Areco. En Córdoba conoció “River Ter cero” y el “Vale de Calamacheta”, y en todas las ocasiones se preocupó por dejar
constancia del clima de la región, describir los cultivos, sin olvidar asimismo las
penurias que a veces soportaban los ingleses al ser constantemente trasladados
a nuevos destinos, hasta que por fin se
los trajo nuevamente a Buenos Aires, se
los envió a Montevideo y pudieron partir
para su patria. Buenos recuerdos debió
llevar Gilespie de su estadía en estas tierras, porque agregó a su trabajo una conclusión en la cual, luego de referirse a la
revolución producida en Buenos Aires,
e x p resaba unas palabras llenas de esperanza, que merecen ser reproducidas
textualmente: “No city on the globe pre sents a more enviable importance than
Buenos Ay res at this moment. She has not
only conquered her own destinies, but the
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l i b e rties of Chili, and is about to spre a d
those blessings over Peru. […]. Neither
C a rthage nor Constantine, so famed in
ancient story, nor Boston nor Philadelphia,
those early cradles of North American Li berty, can excel her in pre-eminence. A
flourishing commerce with the universe
has now opened upon her…”. Sólo había
que esperar —advertía— que estos pueblos de América del Sur pudieran conc retar una nación unida, “one friendly
community, and one happy family”. Esa
fue la visión que de nosotros tuvo, y el
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emocionado testimonio que nos dejó,
uno de aquellos invasores que, hace ya
más de 200 años, volvieron derrotados a
su patria, pero también llenos de nuevas
y fascinantes experiencias.
1
El dólar era una moneda de plata con valor de 8 reales crea da en España en el siglo XVI. Fue utilizada para el comercio
internacional hasta fines del siglo XVIII, y se acuñaba tanto
en España como en sus dominios americanos. En 1803, los
Estados Unidos decidieron crear una moneda única para
reemplazar a las usadas en cada uno de sus estados, y recu rrieron al dólar español, denominándolo dollar.
2
John Bull ha sido y es la forma popular de denominar a In glaterra y al pueblo inglés.
reciprocidad
El Casino de Madrid
Para disfrutar
como un príncipe
Con notables personalidades como socios,
este histórico emprendimiento tiene la cualidad
de reunir disciplinas tan seductoras como
disímiles: gastronomía, deportes, cultura y
salones aptos para cualquier tipo de reuniones.
En 1993 fue declarado “Monumento de Interés
Cultural”, y constituye una atracción para
turistas de todo el mundo.
l Casino de Madrid es uno de
los clubes más exclusivos de
la Península Ibérica, y surgió
a fines de 1836, por iniciativa
de un grupo de jóvenes que, cansados
de la exaltación política de la época, decidieron buscar un lugar tranquilo donde poder reunirse en paz y armonía.
Desde un humilde local de la calle
Visitación, el Casino pasó a funcionar
en dos pisos de la calle del Príncipe y la
Carrera de San Jerónimo. En aquel entonces contaba con 56 socios, de los
cuales la mayor parte eran condes y
marqueses. Era la época en la que se lo
conocía como Casino del Príncipe.
En 1878 adoptó el nombre definitivo
de Casino de Madrid. Los cambios de
sede continuaron (al café Suizo, y más
tarde al edificio de la Equitativa, en la
calle Alcalá), hasta que, en 1903, se
convocó a un concurso público internacional para la construcción de un edificio propio.
El 29 de septiembre de ese año, se
realizó la inauguración oficial de la actual sede, sobre la calle de Alcalá 15,
constituyéndose el acto en uno de los
acontecimientos más importantes de la
capital española.
Sobre 2.394 metros cuadrados comprados al Veloz-Club, se erigió un edificio de estilo modernista, con fachada
francesa y numerosos salones decorados con el mejor gusto de la época,
ubicado junto al centro cultural y oficial de aquellos años: la tradicional
P u e rta del Sol.
El Casino de Madrid también ofrece
casi una decena de salones para la rea-
E
La entrada principal del Casino de Madrid
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1. El salon Puerta del sol
2. Sala de billar
3. Para disfrutar la terraza
centro de la ciudad, y situado al noroeste de la capital española.
Ubicado entre las localidades de Algete y Alalpardo, es el lugar ideal para
desarrollar un juego de calidad, gracias
a sus excelentes instalaciones. Como su
nombre lo indica, la práctica principal
es el golf. Para ello dispone de dos canchas, una de 18 hoyos y otra adicional
de 9 hoyos de par 3, cuyo diseño contó
con el asesoramiento y supervisión del
campeón internacional de golf José María de Olazábal
1
lización de diversas reuniones sociales:
banquetes, fiestas, homenajes, aniversarios o casamientos.
Algunos de los servicios que el club
brinda son los salones de billar, una biblioteca con más de 70 mil volúmenes,
b a r, restaurant, servicio de limpiabotas, peluquería, sala de esgrima, un
gimnasio con los más modernos aparatos, sauna y una espléndida pileta climatizada.
Su gastronomía merece un lugar
aparte, ya que, de la mano de los chefs
Ferrán Adriá y Paco Roncero, internacionalmente premiados (el primero está considerado por la prensa especializada como el cocinero más creativo del
mundo), las comidas en el Casino se
transforman en un verdadero placer
para los sentidos.
Desde el restaurant “La Terraza del
Casino”, con una estrella Michelín, hasta el restaurant de socios (Recoletos), el
3
club brinda a sus asociados y clientes
una cocina moderna, con una rigurosa
elección de las mejores materias primas del mercado.
Además de su sede social, el Casino
de Madrid cuenta con el Casino Club de
Golf Retamares, a sólo 20 minutos del
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2
La belleza del lugar, con espléndidas vistas sobre la sierra de Madrid, su
forestación y los tres lagos artificiales,
hacen de este campo un lugar único.
El Casino Club de Golf Retamares
brinda la posibilidad de practicar otros
deportes. Dispone de tres canchas de
tenis, seis canchas de paddle, una de
squash, dos piletas (una para adultos y
otra para menores), gimnasio, una pista polideportiva, y un salón social ideal
para cualquier celebración.
El Casino de Madrid tiene correspondencia con más de cien clubes privados
de todo el mundo, entre los cuales figura el Jockey Club de Buenos Aires.
Por su ubicación, su valor patrimonial y los servicios que ofrece, el Club
Casino de Madrid, declarado Monumento de Interés Cultural en 1993, se presenta como una de las mejores alternativas
turísticas para visitar y disfrutar.
Fernando Castro Nevares
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estilos
estancias
Dos Talas, en Dolores
as grandes estancias de la Argentina. Acabado símbolo de
una nación pujante en medio
de un todo por hacer. Signos
de una inquietud arquitectónica diferente
y creadora, identificatoria y original.
Claro que no constituyen meros rejuntes de materiales bellamente combinados. Poseen orígenes, historias. Hechos
que merecen ser contados. Personas que
deben ser conocidas.
Un lugar,
L
mil historias
Pierre Luro, más conocido como “Pedro”, fue
casi un fundador de Mar del Plata. A unos 200
kilómetros de allí, se conserva magníficamente
el establecimiento que el emprendedor vascofrancés obtuvo a cambio de sólo plantar árboles,
y que hoy está en manos de sus descendientes
en quinta generación.
Casa de Agustina Luro
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Luro, más que una avenida
Una de ellas es Dos Talas. Y una de
esas personas célebres fue don Pierre
(Pedro) Luro. El mismo de la conocida
avenida marplatense. Un francés de origen vasco, que llegó a tierra criolla en el
año 1837, cuando tenía 17 años. Emprendedor, de carácter intenso, Luro -quien se
había casado en la porteña iglesia de
Nuestra Señora de La Concepción, a los
24 años, con su compatriota Jeanne Pradère-, trabajaba en una pulpería y almacén de Dolores. En 1852, un terrateniente, Fermín Cuestas, le encargó forestar su
campo mientras se encontraba de viaje
en Europa. Comedido, trabajador e inteli-
gente, el francés plantó tantos árboles que
sorprendió al propietario a su vuelta, cinco años después, y éste prefirió cederle
7.000 hectáreas de ese campo que pagarle la ingente suma. Así, Luro se convertía
en estanciero, y sabría sacar un excelente
provecho de su nueva condición.
Al año siguiente, 1858, mandó erigir
una casa de dos pisos, y allí pasó a residir
con su mujer. Inquieto, hizo transcurrir su
vida por diversos lugares del territorio bonaerense, no obstante lo cual, doce de sus
catorce vástagos nacieron en Dolores (los
restantes, en la capital nacional). Se cuenta que una vez, de regreso desde Bahía
Blanca, tomó el camino de la costa y se topó con Mar del Plata; quedó encantado
por esa urbanización iniciada por Patricio
Peralta Ramos en 1860 y a ella dedicó su
trabajo, su energía, su lucidez. Al comprar
las tierras de un saladero, Peralta Ramos
plantó la bandera fundacional de Mar del
Plata, pero, según dicen, Luro fue su creador. Su desarrollador, se podría precisar.
En los primeros tiempos, el pueblo no
funcionaba bien en lo económico y perdía
pobladores, que se marchaban a Balcarce
o Tandil, en busca de mejores horizontes.
Alrededor de 1870, Luro procuró una contracorriente: llevó a la incipiente localidad
costera gente vasca para que trabajara en
saladeros, compró y recuperó industrias,
repobló el lugar. A mediados de la década
de los '70 -del siglo XIX, por supuesto-, poco antes de radicarse en Mar del Plata con
su familia, compró una mitad del ejido de
la urbe (la otra era de Peralta Ramos). Y
realizó mucho más, como la generación
1. El parque, diseño de Thays
2. El refinamiento asoma en los interiores
3. Añosas arboledas circundan la estancia
1
2
3
del puerto y la playa marplatenses. Eso no
es todo: hizo construir saladeros, muelles,
viviendas, el hotel Casa Amueblada (de
110 habitaciones y futuro Grand Hotel),
un molino, una quinta; ordenó sembrar e
inició la exportación de productos argentinos, vía marítima, en esa zona. Su visión
comercial y de entrepreneur lo llevó a
amasar una enorme fortuna.
Todo para una y una para todo
A su segunda hija, Agustina, nacida
en el mismo año (1858) en que Luro empezó a vivir en Dos Talas, le tocó en herencia la estancia, que debe su nombre a
un paraje de hace más de 200 años, que
abarcaba hasta lo que hoy es la ciudad de
Magdalena, y en cuyo terreno se fundó el
pueblo de Dolores.
Agustina Luro, que contrajo matrimonio con Francisco Sansinena, miembro de
una familia dueña de grandes frigoríficos,
no se limitó a disfrutar el campo; más bien
lo hizo progresar. En 1893, tres años luego
del fallecimiento de su padre, ordenó levantar una vivienda de dos pisos y un sótano, que actualmente es el casco de estancia. Se aprovechó para ello un proyecto de
casa que se iba a construir en Mar del Plata, llamativo por su mixtura de estilos italiano, francés e inglés. En 1908, la nueva
propietaria, con muy buen gusto, encomendó a otro francés inmigrante en la Argentina, Charles Thays, la parquización de
30 hectáreas en un monte que poseía eucaliptos australianos plantados por Luro. Y
el prestigioso paisajista diseñó otra de sus
grandes obras: distribuyó más de 50 espe-
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estilos
4. La casa que fuera de Pedro Luro
5. El palomar de fines del siglo XIX
6. Rincones que albergan historias
4
cies vegetales, con arboledas que escoltan
avenidas convergentes; colocó un rosedal
y estatuas, y creó un lago artificial con una
isla. A ese reservorio de agua se suma una
laguna semipermanente, que según las
precipitaciones puede ocupar 60 hectáreas, y que posee cisnes de cuello negro,
patos, garzas, caracoleros.
Alrededor de un decenio más tarde, la
temprana muerte de su hija Julieta, en París, a los 33 años, condujo a Agustina a disponer, en honor a aquélla, la edificación
de una capilla en un extremo del parque,
rodeada por cipreses. Los planos, a cargo
del arquitecto Alfredo Villalonga, contenían una réplica de la iglesia de Notre Dame de Passy, de la capital francesa, y al
producto final se lo dotó de obras de arte
e imágenes traídas de Europa, mayormente de templos italianos arrasados durante la Primera Guerra Mundial.
De la época original de la estancia se
conservan, no siempre intactos, un palomar de fines del siglo XIX, de donde se
obtenían los pichones y los huevos que
componían los menúes franceses de la
época; algunos puestos; una cochera, y,
por supuesto, la casa de Pedro Luro, cuyo
escritorio constituye en la actualidad un
museo provisto de muebles, libros, documentos y objetos de la familia. En tanto, la
casa principal cuenta con una biblioteca
de unos 3.000 libros y manuscritos en español, francés, italiano e inglés, además
de fotos. Otro elemento que todavía permanece y al que incluso se lo utiliza es,
curiosamente, la vajilla. Y con el tiempo
fueron agregándose otras instalaciones,
5 6
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5
6
como la piscina y la cancha de pelota vasca.
Agustina, que fue la primera de los hijos de Luro registrados en la parroquia de
Dolores, tuvo por su parte cuatro descendientes, pero todos fueron mujeres, por lo
que en esa rama del clan desapareció su
apellido. Su segunda hija, Bebé Sansinena
de Elizalde, encabezó por más de dos décadas la entidad Amigos del Arte, lo cual
llevó a que grandes figuras de las letras argentinas pasaran por Dos Talas. Allí estuvieron Adolfo Bioy Casares, Victoria y Silvina Ocampo, Manuel Mujica Láinez, como
también el filósofo español José Ortega y
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Gasset. Sin embargo, pese a la magnitud
de esos nombres, bien se puede considerar que el más elevado vínculo de la estancia con la cultura fue con otro escritor, Ricardo Güiraldes, pues Dos Talas resultó
escenario de la inspiración del autor gauchesco para que, al regreso de una ida a
caballo a los cangrejales de Ajó, creara en
1921 “Cangrejal”, capítulo de su obra más
famosa, “Don Segundo Sombra”.
Desde entonces hasta hoy, lo más significativo en cuanto a las instalaciones tal
vez sea la redecoración de la vivienda
principal, efectuada en los años cincuenta. De ella se encargó la prestigiosa casa
Compte, propiedad de Lía Elena de Elizalde y su marido, Ignacio Pirovano, que habían ambientado el hotel Llao Llao, de Bariloche, y que para Dos Talas importaron
de París muebles y diversos géneros.
Hoy, “Luro” se dice “de Elizalde”
Es el apellido de Lía Elena, “de Elizalde”, el que tomó posesión de la estancia al
menos hasta nuestros días. Ahora el establecimiento pertenece a los hermanos
Luis, Lía y Agustina de Elizalde, que conforman la quinta generación descendiente de Pierre Luro y que lo han abierto al
público, principalmente extranjero, como
atracción turística, para que su utilización
comercial solvente los grandes gastos
propios de su mantenimiento. Ellos, los
actuales de Elizalde, son ya lejanos suces o res de un fundador, cuyos hijos honraron al patriarca continuando su obra, con
la rambla marplatense, con el hotel Bristol, con la “catedral San Pedro”, que así se
llama en honor a Pierre.
“Labrar el engrandecimiento de este
pueblo será venerar mi memoria”, dejó
como misión don Luro, algo así como un
prócer de Mar Del Plata y de varios sitios
de la provincia. Dos Talas, la aún hoy encantadora estancia Dos Talas, es todo un
homenaje en ese sentido. A su pujante iniciador vascofrancés, y a un floreciente
país de antaño.
Xavier Prieto Astigarraga
estilos
Entrevista a Teresa Gowland
El arte en
su alquimia
Desde su hogar-taller en Núñez, la acreditada
restauradora de arte nos guía a lo largo los
vericuetos de su incansable vocación. Así, entre
las leyes y misterios de una tarea para muchos
tan incierta, nos relata algunas de sus obras más
reconocidas, como la cúpula de la Iglesia de
la Merced, un mural de Castagnino, la cúpula
de las Galerías Pacífico y —últimamente—
el “Manto de Arlequín” del Teatro Colón.
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e resa Gowland pertenece a
una rara avis, que es parte del
infinito universo del arte. “Las
obras no tienen que quedar
como nuevas —sentenciará ella una vez
sentados a la mesa de su estudio-taller de
Núñez—. La historia también habla y tiene que respetarse, porque el tiempo pasa
y el tiempo marca, igual que con uno mismo”. Así lo comprueban sus logrados trabajos en sitios tan disímiles como las Galerías Pacífico, la Casa de Gobierno, retablos en Pilar, la Casa de Cultura del Gob i e rno de la Ciudad de Buenos Aires, el
Teatro Cervantes y el Museo de la Ciudad.
–El tuyo es un trabajo con mucha
responsabilidad…
–Sí, y no trabajás solo; lo hacés con
o t ros profesionales. En general, conmigo
s i e m p re están el fotógrafo, la bioquímica
y el historiador de arte. El fotógrafo hace
el re g i s t ro de la obra antes, durante y
después de la intervención. La bioquímica saca muestras de los materiales con
los que voy a trabajar y que yo, con mi
experiencia, elegí. Ella me certifica que
todo es tal como yo lo pensé; a veces me
llevo sorpresas, y otras veces hay muchas
dudas, y ella me las aclara. El historiador
de arte me informa sobre la época, el artista y su momento, cuando realizó la
obra; me describe paisajes, ayuda. O sea
que, en general, es un trabajo compartido con otros profesionales.
–¿Qué tipo de obras restaurás?
–Cuadros, esculturas, todo lo que
sea 'pintura sobre'. Y también he trasladado murales, como uno de Castagnino
que estaba en un hogar particular. La
dueña vendía su casa, pero no quería
dejar la obra; entonces hicimos un trabajo en conjunto con el equipo del arquitecto Marcelo Magadán y otra restauradora. Primero nosotras hicimos la
protección, mientras ellos efectuaron
cortes sin afectar la capa pictórica, después de haber fijado la estructura a un
marco metálico atornillado a un andamio. Construyeron un bastidor y lo trajeron al taller. Acá hicimos la limpieza,
quitamos el velado (la protección de la
obra), y terminamos de restaurarlo. Fue
T
un lindo rescate y la obra finalmente se
vendió muy bien en Naón.
–¿En qué estás trabajando?
–Ahora estoy trabajando en el Teatro
Colón, en lo que se conoce como el
“Manto de Arlequín”, que es una pintura sobre tela que está pegada a una placa de metal. En realidad, el telón viene
abajo y esta pintura está arriba. Tiene
toda una decoración alrededor, con dibujos de grutesco en un tono verde
agua y ocre. Hicimos un trabajo de limpieza y consolidación: tenía roturas y
superficies adheridas con un pegamento que no estaba bien. Fue un trabajo
interesante y muy difícil, con un gran
equipo de gente; entre ellos, muchos
estudiantes recibidos en el IUNA, que
es la escuela de restauración. Ahora ya
estamos en la etapa final.
–¿Cómo fue la tarea de la cúpula de
la Iglesia de la Merced?
–Muy interesante, porque son pinturas murales que fueron hechas por un
italiano que se llamaba Luiggi Rossi;
también tiene vitrauxs y, además, pinturas de otro pintor italiano, Ernesto Bellandi. Estos son seis ángeles que los traj e ron acá y los pegaron en la pared, con
una técnica que se llama marouflage.
1
2
3
1. Iglesia del Pilar, retablo mayor
2. Iglesia de La Merced, Cupulin
3. Su estudio en Nuñez
¡Hay que ir a verlo! Está en Reconquista
y Perón; allí nos casamos con mi marido.
Cuestión de familia
El marido de Te resa es Miguel Frías,
un hombre muy vinculado con el mundo
del arte, con quien comparte su amor y
vocación. Juntos tienen dos hijos: Pilar,
que “estudió Ciencias Políticas tres años
y ahora termina periodismo en Tea”, y
Pablo, que “estudia Ciencias de la Comunicación, pero no le gusta el periodismo, me parece que le gusta más la cosa
gráfica y además es músico”. El arte es
una cuestión de genética, además de familia: su hermana, María, se dedica a la
restauración de marcos. Todo invita a
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estilos
4. Parte de un sector restaurado de La Merced
5, 6 y 7. La trastienda del arte, imagenes del taller
pensar en la niñez, el origen de todo, el
papel del destino.
–¿Qué querías ser cuando eras chica?
–Me imaginaba como una persona
muy activa, pero más dedicada al trabajo
social. Por eso estudié Asistencia Social y
trabajé un tiempo en adopción. Me ocupaba de madres que, por diversos pro b l emas, tenían que entregar a sus hijos.
–¿Y cómo llegaste a la restauración?
–Me fui a vivir a Europa y mi vida tomó un giro distinto, hacia el lado del arte.
Mi familia ya estaba muy metida en el tema, porque mi padre era pintor y mi
abuelo coleccionista. Estando en Inglaterra, me acerqué a Sotheby´s para ver dónde podía estudiar. Justo me topé con el director y, hablando y hablando, me ofreció
un puesto como asistente del restaurador
principal. O sea que fui muy afortunada.
–¿Vos venías trabajando en pintura?
–Para nada. Fue el destino, un destino
increíble. Y en mi carrera de restauración siempre fue así: estaba en el lugar
justo en el momento preciso. Por ejemplo, cuando volví a la Argentina (sería en
el año 80), el Maestro Corradini empezaba un curso por cuatro años. Él era un
gran restaurador italiano, muy académico, que llegó a ser Fellow del Instituto Internacional de Conservación. Y bueno,
coincidió la fecha exacta y empecé a estudiar con él. Después, en pintura mural
trabajé con Manuel Serrano, que es un
restaurador importante que ha hecho
grandes obras en México.
–¿Cuándo y cómo se determina la
necesidad de una intervención?
–En general nosotros solamente intervenimos en aquellos lugares donde
hay una laguna. Por ejemplo, si hay un
c u a d ro que tiene pérdidas de capas de
pintura, se interviene únicamente en
esos sectores donde hay faltantes, que se
rellenan con una técnica, con un grafismo que de cerca se identifica y de lejos
no. Por supuesto que hay que conocer el
estilo, la época, y tenés que saber cómo
tiene que quedar una obra. Pero la res-
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tauración tiene técnicas muy precisas.
–¿Con qué materiales trabajan?
–Son bastante específicos. No están
en el comercio, sino que son especiales
para restauración, por las características
con que han sido creados. Por ejemplo,
son reversibles, no se deterioran con el
tiempo, no amarillean, no se vuelven ácidos. Hay una serie de condiciones que
hacen a la conservación de la obra de arte en el tiempo.
–¿Y hay posibilidad de prueba y error,
o uno siempre tiene que ser exacto?
–Hay prueba y error, por supuesto. De
todos modos, cuanta más experimentación, menos prueba y error. Pero los restauradores trabajamos con un código de
ética que surgió luego de las guerras
mundiales (después de que se destruyeran tantos edificios y patrimonio en ge-
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neral), cuando en distintos países se empezó a reconstruir. Los especialistas se
dieron cuenta de que no había un criterio unificado, y entonces comenzaron a
reunirse y a dictar normas para seguir lineamientos en común.
–¿Por ejemplo?
–¿Hasta dónde re c o n s t ruir?, ¿cuánto
i n t e rvenir y cuánto no? o ¿con qué materiales se interviene?
–¿Te ha pasado estar frente a casos
y tener que decir: 'No, acá no se puede
hacer nada'?
–Yo creo que casi todo se puede restaurar. Salvo, por ejemplo, cuando algo
se quemó, que ya no tiene recuperación.
P e ro si no, la mayoría de los deterioros,
en cierta manera, se pueden intervenir.
–¿Qué es lo que nunca hay que perder de vista?
estilos
8. Vitreaux de La Merced
9. Teresa en plena tarea
10. Trabajos de restauración en espera
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–Pienso que la intención del artista;
hay que respetarlo. Es muy importante
cómo fue creada esa obra, cuál era la imp ronta del artista, la sensación estética
que esa obra transmite.
–¿Qué es lo que más disfrutás de tu
trabajo?
–Generalmente la parte final, que es
el retoque. Pero disfruto todo.
La lupa expert a
Para restaurar hay que mirar. Hay que
aguzar la visión hasta detectar en cada
pincelada una historia, una huella. A partir de allí hay un lenguaje común y compartido: “Visto de lejos, el efecto es normal. Pero de cerca, un restaurador enseguida detecta las zonas donde intervino
su colega”, contará Teresa después. Todo
cobra vida en su propio mundo privado:
un taller, un laboratorio, un refugio. Por
una estrecha escalera se accede a su espacio de trabajo, una extensión de su casa a la que se llega luego de atravesar el
jardín, donde el arte emana en todas sus
formas. Está corporizado en cuadros con
pesados marcos dorados, en esculturas
antiquísimas, figuras religiosas y exóticas, muebles que exhiben su historia en
cada veta de la madera más oscura. Y está también en sus herramientas. Como
los pinceles, en tamaños que superan a la
imaginación, y en los pomos y frascos que
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exhiben en su interior sustancias coloras
e incoloras. Acaso las pociones que hacen
posible la recreación.
–¿La restauración es un art e ?
–Es una técnica que está formada por
muchas disciplinas que te permiten realizar tu tarea. O sea, para poder determinar
la problemática de una obra, tenés que tener conocimientos de materiales, de Historia del Arte, un poquito de Química…
–¿Hay lugar para la experimentación?
–Sí, hay muchísimos centros que se
dedican a esto. Tanto en universidades
como en Roma, en el Instituto Central del
R e s t a u ro; o en Inglaterra, en el Instituto
Courtauld; o en Bruselas. Ellos analizan
los materiales que se producen y manifiestan su opinión acerca de si son aceptables o no. También existen investigadores (físicos, químicos) que están tratando
de producir otros materiales nuevos, co-
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mo, por ejemplo, un barniz que no se altere con el tiempo, que sea una barrera
p e rmanente, que sea blando para que, si
el día de mañana lo quieren reemplazar,
se pueda. Es más, hay muchos materiales que estamos usando ahora y que no
sabemos qué repercusión podrían llegar
a tener dentro de 150 años.
–¿Cuáles son los temas que se debaten hoy en la disciplina?
–La educación para la conservación.
Cómo cuidar de una obra de arte, cómo
manipularla, cómo almacenarla, cómo
exponerla, cuánta iluminación puede tener, al lado de qué puede o no estar; porque hay ciertos materiales que despiden
acidez (sulfuro por ejemplo) y hay materiales neutros. La conservación previene
la futura restauración.
Teresa corta su relato y se entrega al
fotógrafo. Ella —se nota— prefería hablar. Amante de la historia humana y sus
e x p resiones más soberbias, como restauradora, ella se entrega a la encomiable
labor de recuperar aquello que muchas
veces pide, a gritos, ser redescubierto. Y
así, en una tarea que requiere tanta responsabilidad como humildad —ésa que
p e rmite reconocer el genio fuera de uno
mismo—, le exige a ese tiempo perezoso
y negligente, una prórroga, una mora. Y
la consigue, con creces.
Fiona Davis
8 de Diciembre de 1935
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1. El presidente del Jockey Club, don Félix de Alzaga Unzué junto al presidente de la República, Gral. Agustín P. Justo en aquel día memorable.
2 y 3. Jornada inaugural del Hipódromo de San Isidro.
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