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VULCANIA
REVISTA DE ESPELEOLOGÍA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
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Santa Cruz de Tenerife.
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Edita: Grupo de Espeleología de Canarias Benisahare.
Depósito Legal:2.539/97. ISSN: 1577-1792
Anagrama: De Aquello Diseñadores.
Portada: Cisterna de la Cueva Pozo de Luisa (Santa Lucía, Puntallana).
Fotografía: Octavio Fernández Lorenzo.
Diseño: José Miguel Hernández Morera.
Maquetación: José Miguel Hernández Morera.
VULCANIA. Revista de Espeleología del Archipiélago Canario. Vol. 5.
I
VULCANIA
REVISTA DE ESPELEOLOGÍA
DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
Volumen 5
Santa Cruz de La Palma
Diciembre de 2001
Índice.
ÍNDICE
DUMPIÉRREZ, F., O. FERNÁNDEZ, R. GARCÍA, A.J. GONZÁLEZ, F.
GOVANTES & J.M. HERNÁNDEZ.
Las cavidades volcánicas del municipio de Puntallana (La Palma,
islas Canarias).
1
GARCÍA, R., T. DOMINGO Y A. SÁNCHEZ
Contribución al conocimiento de la fauna cavernícola del Bejenado
(La Palma, islas Canarias).
29
GARCÍA, R. Y A. J. GONZÁLEZ.
Fauna cavernícola de tres cavidades del oeste de La Palma (islas
Canarias).
40
FERNÁNDEZ, O.
Corrección del error cartográfico cometido en la localización y
orientación del Tubo Volcánico de Todoque, Monumento Natural (La
Palma, islas Canarias).
47
GOVANTES, F.
Proyecto de investigación e innovación educativa en Espeleología
Insular. Una apuesta de la Consejería de Educación del Gobierno de
Canarias.
55
OROMÍ, P., N. ZURITA, E. MUÑOZ, R. RODRÍGUEZ BETHENCOURT, S.
DE LA CRUZ & J.M. PLASENCIA DELGADO.
La Cueva de Jinama (El Hierro): Descripción y Biocenosis.
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Las cavidades volcánicas del municipio de Puntallana (La Palma, islas Canarias)
LAS CAVIDADES VOLCÁNICAS DEL MUNICIPIO DE PUNTALLANA (LA
PALMA, ISLAS CANARIAS)
DUMPIÉRREZ, F., O. FERNÁNDEZ, R. GARCÍA, A.J. GONZÁLEZ, F. GOVANTES & J.M.
HERNÁNDEZ.
Grupo de Espeleología de Canarias Benisahare. Apartado de Correos 591. 38700 Santa Cruz de La Palma. Islas Canarias.
ABSTRACT
We present here the surveys and morphological descriptions of the eight volcanic tubes
known so far in the municipality of Puntallana (La Palma, Canary Islands).
Key words: Volcanic tubes, Puntallana, La Palma, Canary Islands.
RESUMEN
Se presentan las topografías y las descripciones morfológicas de los ocho tubos
volcánicos conocidos hasta ahora del término municipal de Puntallana (La Palma, islas
Canarias).
Palabras clave: tubos volcánicos, Puntallana, La Palma, islas Canarias.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es un avance del futuro catálogo de cavidades de la isla de La Palma y
continúa con la línea ya comenzada en Dumpiérrez et al. (1997). Se presentan los tubos
volcánicos conocidos del Término Municipal de Puntallana, en el nordeste de la citada Isla.
Este municipio se caracteriza, entre otros aspectos, por:
1. Presentar una extensión 34,5 km2 (aproximadamente el 5 % de la superficie insular). Limita
por el norte con San Andrés y Sauces, por el sur con Santa Cruz de la Palma, por el este
con el océano Atlántico y por el oeste con El Paso.
2. Poseer un conjunto de conos piroclásticos que conforman dos alineaciones. La más elevada
la constituye, de norte a sur, las montañas de Siete Cejos, Zumagallo, Estalero y Tenagua y
la más baja la forman las montañas de La Galga, Rehoyas, Loral, El Lance y Oropesa.
Entre los conos volcánicos hay hoyas y llanos de gran riqueza agrícola.
3. Tener una costa acantilada excepto en Martín Luis y El Ancón, donde se forma una isla
baja.
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4. Al estar orientado al noreste, presenta unas medianías húmedas, debido al alisio. Su
vegetación potencial es la laurisilva, que pese a estar bastante degradada, aún hay buenos
ejemplos de ella en lugares como el Cubo de La Galga. En la zona de costa la sequedad es
mayor.
5. La actividad económica principal es la agricultura, sobre todo el cultivo del plátano, que se
lleva a cabo en la costa, y en menor medida otros cultivos hortícolas como papas,
zanahorias, coles, puerros, etc. También tiene cierta importancia el cultivo de la vid en
medianías bajas y costa.
6. En el territorio de Puntallana se encuentra parte del Parque Natural de Las Nieves, y la
totalidad del Sitio de Interés Científico del Barranco del Agua. En total, la superficie
protegida del municipio es de 834,3 has, la cual representa aproximadamente el 24,2 % de
la superficie del municipio y el 3,3 % de la superficie protegida de la isla.
Hasta la fecha sólo se habían descrito y topografíado, por el G.I.E.T., dos cavidades
volcánicas para el municipio de Puntallana (Medina et al., 1996), y son las siguientes: la Cueva
de Ciro o de Puntallana y la Cueva de Martín Luis. Esta última es la que popularmente se
conoce por Cueva de La Iglesia, y esa primera denominación no nos parece correcta ya que su
localización está cerca del acantilado costero de Tenagua y no en la isla baja de Martín Luis.
En Vulcania 4, Fernández (2000) hace un avance del catálogo que está elaborando el
G.E.C. Benisahare-La Palma y para el municipio de Puntallana menciona, además de las dos
descritas por el G.I.E.T. (LP/PL-2 y LP/PL-4 respectivamente) otras cinco cavidades: Cueva de
la Furna de la Asomada Alta (LP/PL-1), Cueva de la Iglesia (LP/PL-3), Cueva de Nogales
(LP/PL-5), Cueva de Paco El Ciego (LP/PL-6) y Cueva de la Galería de Santa Lucía (LP/PL7). En lo que respecta al nombre que Fernández da a la Cueva de Nogales (LP/PL-5)
consideramos que es más correcto denominarla Cueva del Infierno, que es como se la conoce
popularmente. Fernández comete un error -inducido por el nombre dado por el G.I.E.T.- al
suponer que la Cueva de La Iglesia (LP/PL-3) y la Cueva de Martín Luis (LP/PL-4) son
distintas cuando en realidad se trata de la misma.
En este trabajo, además, se presentan y describen dos nuevas cavidades: la Cueva del
Barranco de Oropesa, que se le da la clave LP/PL-4, clave que equivocadamente Fernández dio
repetida a la Cueva de La Iglesia; y la Cueva de La Furna del Pilón, que se le da la clave
LP/PL-8.
Todas las coordenadas UTM están referidas al Datum REGCAN95.
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FURNA DE LA ASOMADA ALTA
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
La Furna (según Díaz Alayón (1988) voz con que se conoce a las simas estrechas y
profundas localizadas mayoritariamente en terrenos abruptos de La Palma) de La Asomada
Alta se ubica en una ladera de laurisilva, casi colgada en un escarpe del barranco de La Galga,
en el municipio de Puntallana. Sus coordenadas UTM son 28RBS287845 y se sitúa a 740 m
sobre el nivel del mar. Su clave dentro del Catálogo de Cavidades es LP/PL-1
Lo escarpado del terreno hace su acceso peligroso y además de difícil localización,
debido a la frondosidad de la vegetación y a un talud que casi oculta la única boca que posee.
Tiene una longitud de 83 m y está exenta de ramales, siendo de destacar la abundancia de
concreciones calcáreas y el hecho de que su pendiente discurra en contra del relieve superficial.
Este último aspecto se debe – al igual que en otras cavidades como las Cuevas de los
Murciélagos en San Andrés y Sauces (Medina et al., 1996) y la Cueva del Chimbre en Santa
Cruz de La Palma (Dumpiérrez et al., 2000) – al desarrollo primigenio del tubo volcánico en
un terreno de configuración muy distinta al actual, que está modificado por la erosión. Salvada
la dificultad del acceso, el tránsito por el interior no presenta problemas.
La aproximación a la cueva la hacemos asegurados mediante un pasamanos de cuerda
(anclajes naturales) a través de una inestable y estrecha franja de terreno que nos sirve de
camino, que se ve reconfortado con la frecuente presencia de una aguililla (Buteo buteo
insularum). Nada más llegar observamos que la erosión del terreno ha formado un talud en la
parte derecha de la boca; esto y la inclinación negativa de la cueva ha favorecido la entrada de
sedimentos y hojarasca que cubren los primeros metros de la misma.
A los 4 m el suelo, cubierto de sedimentos, se ve salpicado de bloques de mediano
tamaño (0,40 – 0,80 m) procedentes de las paredes. En este punto pequeñas concreciones
calcáreas (< 1cm) en paredes y techo nos comienzan a sorprender por su cantidad, variedad y
belleza. También se pueden observar formaciones primarias, como estrías de avance y
estafilitos en el techo.
El recorrido hasta los 15 metros es cómodo, haciéndose de pie o ligeramente encorvado.
En el suelo vemos derrubios, así como bloques pequeños y medianos que se han desprendido
de las paredes. El techo es un deleite para la vista pues sigue cubierto de pequeños estafilitos y
de concreciones que han aumentado su tamaño.
Una mirada hacia la boca nos revela una bonita imagen a contraluz donde destacan los
numerosos nidos de araña que penden del techo, semejándose a perlas distribuidas al azar en el
relieve de la bóveda.
En la mitad de la cueva nos sorprende un trozo de pared de unos 3 metros de largo que
ha caído sobre el suelo formando un escalón lateral de unos 40 centímetros. También llama
nuestra atención unos estafilitos semejantes a argollas del grosor de un dedo de la mano.
A partir de este punto es frecuente la presencia en el suelo de grandes bloques (> 1m), lo
que entorpecerá nuestro tránsito. A los 50 m un descenso de la altura del techo precede a una
sala, producto de una gran burbuja, de mayores dimensiones.
La cueva, que hasta aquí era seca, empieza a mostrarse mucho más húmeda. Unos
metros más adelante sentimos como las gotas de agua que rezuman de las paredes y el techo
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nos caen encima. De aquí al final, la cavidad presenta unas características similares: suelo
sepultado por derrubios y numerosos bloques de gran tamaño, paredes y techo con abundantes
concreciones calcáreas de las que precipitan frecuentes gotas de agua.
En los últimos 10 m de la cueva la naturaleza nos regala una multitud de concreciones
calcáreas, diversas en sus caprichosas formas y en su tamaño que cubren una gran parte de las
paredes y techo, en competencia con los estafilitos y los grandes bloques que han caído al
suelo. Precisamente estos bloques, que en tramos ocultan totalmente el sustrato original, son
muy atractivos pues, por la manera en que han quedado dispuestos, se presentan tapizados por
un manto de calcita de espesores considerables (hasta 12 cm).
En el final de la cavidad – producida de forma natural por un antiguo derrumbe que
hoy se encuentra cementado por concreciones calcáreas – encontramos restos óseos de perro y
conejo. Asimismo, según García & González (1998) se han capturado en esta zona especies
troglobias tan interesantes como Parazuphium feloi Machado 1998, Apteranopsis junoniae
Hernández & Martín, 1990 y Thalassophilus subterraneus Machado, 1990.
La presencia de carbones al principio de la cueva y más adelante nos advertirá que ya ha
sido visitada. Restos de velas nos confirman tal hecho.
Como en muchas otras ocasiones, el conocimiento popular de la cavidad ha sido crucial
para su deterioro: los visitantes, atraídos por la belleza de las magníficas concreciones calcáreas,
se han dedicado a destrozarlas y mutilarlas sin remedio. Láminas enteras de concreciones
calcáreas que debieron conformar unas estructuras espléndidas; estalactitas y racimos de
concreciones; agujas calcáreas, etc., todas ellas han sido objeto de la imprudencia de estas
personas que, movidas seguramente por la ignorancia de atribuirles un valor económico, han
arrancado a golpe de piedras y en pocos minutos lo que la naturaleza tardó miles de años en
crear. Tanto es así que en este tramo final de la cueva es difícil dirigir la vista hacia alguna parte
sin observar muescas en el manto de concreciones calcáreas; probablemente la belleza de La
Furna que disfrutamos en la actualidad sea sólo un triste recuerdo de un maravilloso pedacito de
karst que creció dentro de un tubo volcánico. Aún así, se trata hoy por hoy de la mayor
acumulación subterránea de concreciones calcáreas descrita en las islas Canarias.
Asombrados por la belleza y entristecidos por la barbarie, regresamos a la luz
comentando ideas para seguir luchando contra la ignorancia de los que encuentran motivos
para mostrar en las repisas de sus casas las pruebas de una mutilación sin sentido, en vez de
enseñar la belleza captada en fotografías.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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CUEVA DE CIRO
(Cueva de Puntallana)
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Se localiza esta cavidad en la carretera que desciende a Bajamar, a la altura de la
segunda gran curva de 180º a partir del cruce con el casco del pueblo de Puntallana y al inicio
de la ladera norte del barranco del Agua. Sus coordenadas UTM son 28RBS324821 y su
a.s.n.m. es de 300 m. Su clave dentro del Catálogo de Cavidades es LP/PL-2.
Se trata de una cavidad muy evolucionada geológicamente, faltando en la mayor parte
del recorrido el recubrimiento interior original por lo que es notable la ausencia de estafilitos
en techo y paredes y la presencia, por consiguiente, de un notable acúmulo de derrubios en el
suelo salvo en algunos tramos concretos.
El acceso a la cueva se realiza a través de una amplia boca que da paso a una sala de
unos 8 m, presentando el suelo una constitución terrosa con algunos bloques sueltos en la parte
derecha del tramo. Las paredes y techo están constituidas por un acúmulo de piroclastos
basálticos apelmazados que recibe el nombre popular de “bucia”, que han quedado al
descubierto tras el desplome del tapizado original. Esta primera sala ha tenido un uso estabular
para ganado, como evidencia tanto la existencia de una pequeña pared a modo de corral como
el removimiento del suelo por acción de pezuñas de ovicápridos.
Tras un paso de dimensiones reducidas se accede a una sala notablemente más amplia
que la anterior y en la que ya se aprecia el característico derrumbe central típico del resto de la
cueva. Al inicio de esta sala se abre la primera galería secundaria que desciende ensanchándose
rápidamente aunque todo el tramo es bajo. Presenta esta galería cornisas y otras formas
menores por reflujo de lava y toma el aspecto y dimensiones de una sala moderada con techo
lajeado y abundantes derrumbes. A los 3 m de esta sala el ramal se cierra de manera natural,
esto es, por colapso del flujo lávico.
Volviendo a la galería principal, ésta se presenta amplia, con el techo bastante
compacto aunque sin la capa de estafilitos. Nos encontramos en el primer tercio de la cavidad y
a partir de aquí el techo comienza a bajar mientras que el derrumbe central se presenta
extremadamente anguloso, indicio de su carácter reciente. En la parte más estrecha de este
tramo aparece una burbuja de 4 m de largo por 1 m de ancho y unos 2 m de altura. A esta
burbuja se accede desde la galería principal a través de una ventana de unos 1,20 m de
diámetro que no viene expresada en la topografía. Un poco más adelante aparece otra burbuja
esta vez lateral izquierda y de unas dimensiones parecidas a la anterior.
Llegamos así a la mitad del recorrido de la cavidad y el derrumbe central pasa a ser
lateral ocupando espectacularmente todo el lado izquierdo del tubo. Al inicio de este gran
derrumbe inclinado aparece un ramal de pocos metros de desarrollo y suelo compacto aunque
algo fragmentado. La galería principal continúa con buenas dimensiones algunos metros más
sobre el derrumbe, de nuevo central y en V invertida, pasando a bajar de altura pero
manteniendo holgadas anchuras durante otro buen trecho. A partir de éste, la cueva reduce sus
dimensiones y se localizan restos de carbón vegetal entre los derrubios, que ahora se presentan
ligeramente compactados con limos arcillosos procedentes del medio epigeo, cuya cercanía e
influencia se hace notar además por el notable descenso de la humedad en este tramo.
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Repentinamente el tubo se abre en una gran sala y se bifurca a partir de ella en dos
ramales, que se unen a los pocos metros en una nueva sala donde se repite la formación, esto
es, de nuevo la galería principal se divide en dos secundarias, ahora más angostas y separadas
para unirse la más pequeña (la izquierda) a la derecha a través de una pequeña gatera sobre la
que se abre una burbuja a modo de hornacina. El tubo, de nuevo en galería única, continúa
hasta su final en una sala de notables dimensiones y planta circular. Esta sala presenta dos
niveles marcados por cornisas, restos de una antigua galería superior y que dejan una estructura
a modo de jameo interior. De hecho persiste una pequeña galería semicircular de una media
docena de metros bordeando por la parte superior al jameo y caracterizada por presentar unas
deposiciones ferruginosas lisas de aspecto sanguinolento y de intenso color rojo.
En el interior y a lo largo de su recorrido se ha detectado la presencia de diferentes
vertebrados por indicios de su actividad o por medio de sus excrementos y restos óseos como
perro, conejo, rata, murciélago y humano.
Los muestreos realizados, mediante trampas de caída para artrópodos, en la citada
cueva nos indican la presencia de una fauna troglobia escasa constituida por las especies mejor
representadas y de más amplia distribución insular como el amfípodo Palmorchestia hypogaea
Stock & Martín, 1988; la cucaracha Loboptera fortunata Krauss, 1892 y los coleópteros
Licinopsis angustula Machado, 1987 y Domene banahoarensis Oromí & Martín, 1990. Estas
especies están acompañada por una fauna trogloxena como la cucaracha Periplaneta
australasiae (Fabricius, 1775); la mosca Calliphora vicina Robineau-Desvoidy, 1830 y el
diplópodo Ommatoiulus moreleti (Lucas, 1860). La presencia de esta fauna, de amplia
distribución mundial, es muy probable que se deba a la existencia de viviendas en sus
proximidades con la consiguiente contaminación de la cavidad por aguas residuales; asimismo,
la boca de entrada ha sido utilizada como depósito de basuras y es probable que haya
ocasionado una fuerte disturbancia en su entorno que aún esté influyendo en la presencia de
estas especies.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad
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CUEVA DE LA IGLESIA
(Cueva de Martín Luis)
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
La cavidad tiene una boca de grandes dimensiones que, no obstante, es difícil de
encontrar pues está orientada al mar, de espaldas a la carretera y a los caminos cercanos. La
forma de arco de medio punto de su impresionante boca – que es el tipo de arco presente en la
mayoría de las iglesias canarias – seguramente llevó a los lugareños a darle el nombre de
«Cueva de la Iglesia». El G.I.E.T. de la Universidad de La Laguna, sin embargo, la denominó
Cueva de Martín Luis por estar en la carretera de acceso a este barrio del municipio de
Puntallana (Medina et al., 1996) aunque realmente se encuentra en Tenagua. Sus coordenadas
UTM son 28RBS315793 y su clave en el Catálogo de Cavidades es LP/PL-3.
La única boca que posee está situada a 205 m sobre el nivel del mar. Presenta una
longitud de 154 m y, salvo en los últimos 3 metros donde se formó un tubo superpuesto, está
exenta de ramales. Es una cavidad húmeda (incluso en verano); su tamaño hace fácil y agradable
su tránsito (sólo entorpecido en los tramos donde se han ido depositando los grandes bloques,
caídos mayoritariamente de las paredes). Además nos sorprende con detalles de interés como las
concreciones, las cristalizaciones de minerales, los estafilitos de colores y formas diversas, las
burbujas y muchas otras estructuras geomorfológicas.
La forma más fácil de acceder es pasando a través de unos terrenos que quedan
encima de la cueva. Después de solicitar el oportuno permiso al dueño de los mismos
bajaremos por un sendero muy pendiente y cubierto de cerrillo (Hyparhenia hirta L.), excepto
donde el cornical (Peripoloca laevigata Ait), el cardón (Euphorbia canariensis L.), la tunera
(Opuntia sp.) y la higuerilla (Euphorbia obtusifolia Poir, 1812) se han hecho fuertes, hasta
llegar a la cueva.
En los primeros metros, las paredes y el techo destacan por ser lisos, con fisuras donde
proliferan los culantrillos (Adiantum capillus-veneris L.). Un suelo terroso oculta una lengua
de escoria lavada que sólo será visible en el centro de la cavidad, una vez pasado éste.
Le sigue un tramo donde la inclinación positiva se va incrementando notablemente.
Aquí la lengua de escoria se ve salpicada de trozos pequeños (0,20 cm - 0,40 cm) desprendidos
de las paredes. Las paredes empiezan a notarse húmedas.
A medida que avanzamos, el suelo se va ocultando por trozos de pared desprendidos,
algunos del techo, de grandes dimensiones (1m - 1,5 m). La humedad que antes notábamos se
incrementa con un continuo rezumar de gotas de agua.
Después de pasar debajo de una pequeña burbuja, llegamos al primer lugar donde,
debido a un descenso de la altura del techo, tenemos que agacharnos. Tras pasar, nos
encontramos como en una cavidad diferente. Tenemos por delante un espacio seco de unos 20
m en el que destaca la conservación del techo y de las paredes (aunque se observan grandes
grietas paralelas en el techo), y un suelo de sedimentos terrosos con abundancia de yeso y
derrubios con escasa presencia de bloques. En las paredes florecen estafilitos y concreciones de
minerales.
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El citado tramo termina donde las características generales de la cueva se hacen
nuevamente presentes (grandes bloques desprendidos que ocultan un suelo de escoria con algo
de sedimentos sobre el que caen las abundantes gotas que rezuman de paredes y techo). En este
lugar, una burbuja antecede a un descenso de la altura del techo tras el cual accedemos a una
gran sala que se conserva bien. En sus paredes son visibles estafilitos y concreciones de
minerales. El suelo esta formado por una capa de pequeños derrubios. Al final de ella se
observa una estructura de tubos superpuestos que, a pocos metros, nos muestra el final de la
cueva. Particularmente en esta zona podemos observar formaciones de yeso cristalizadas de
variado tamaño (hasta de 2 cm), muchas de las cuales se presentan deterioradas por las
personas que han intentado arrancarlas.
La topografía que a continuación se presenta fue restituida por el G.E.C. Benisahare
en 2001 a partir de los datos de campo obtenidos por el G.E. Junonia y la E.C.E. en 1995, pues
la precisión de dicho levantamiento nos parecía mayor que la del plano publicado por los
miembros del G.I.E.T. en 1996. La longitud que hemos dado (154 m) corresponde al plano que
aquí publicamos. No obstante, el G.I.E.T. dio una longitud de 164 m para la cavidad. Dado que
la hoja que publicamos aquí representa más galerías que la del G.I.E.T., suponemos que
Medina et al. (1996) cometieron un error con su longitud de 164 m.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
Boca de entrada de la Cueva de
la Iglesia (Foto: O. gonzález).
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CUEVA DEL BARRANCO DE OROPESA
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Se trata de una cueva bastante deteriorada de unos 92 m de desarrollo cuya boca se sitúa
próxima a la más conocida cueva de Ciro o de Puntallana (LP/PL-2), en la margen izquierda
del barranco de Oropesa, casi en el mismo casco del pueblo de Puntallana. Sus coordenadas
UTM son 28RBS321820, con una altitud de 370 m s. n. m. Su clave en el Catálogo de
Cavidades es LP/PL-4.
Las grandes dimensiones de la cavidad han propiciado que sea conocida por el hombre.
En la actualidad podemos observar una deteriorada entrada donde la bóveda central está
franqueada por dos ramales de escaso recorrido y ha sido usada como corral para bestias,
encontrándose el suelo empedrado, con las pertinentes vallas para los animales y un abrevadero
de hormigón pocos metros más adentro. En lo que respecta a los ramales, el de la izquierda
(según se entra) ha sido usado como gallinero, y el de la derecha aún sirve para verter las aguas
negras de una casa cercana, que llegan hasta él a través de un tubo de PVC blanco que señala,
aún más, la localización de la boca en el escarpe del barranco.
Tras pasar el antiguo corral, entramos en un tubo muy deteriorado de bóveda amplia que
se va estrechando paulatinamente, con un sustrato de derrubios y restos orgánicos tales como
hojas, guano de paloma y restos de hogueras. Se observan fragmentos de cerámicas, así como
tejas y otros desechos de materiales de construcción.
A unos 23 m de la boca, la cavidad se estrecha en una gatera de 50 cm de altura, la cual
parece fruto de un antiguo derrumbe. Sobrepasada la gatera, de unos 3 m de recorrido, se
desciende por la ladera del montículo del derrumbe hacia una zona de tubo más amplio, de
entre 1 y 1,5 m de altura, donde es posible observar varias estalactitas de calcita de hasta 7 cm
de longitud, aunque la corteza lávica del techo original ha desaparecido por completo.
Si seguimos avanzando notaremos mayor humedad debido al goteo del techo, en un
tramo de tubo que presenta un suelo de derrubios, terroso y con bloques aislados que se
prolonga unos 20 m hasta que llegamos a un nuevo derrumbe. En este punto hemos de
deslizarnos hacia la izquierda del mismo, por donde es posible seguir avanzando a través de un
paso de gran dificultad entre grandes bloques y aunque el techo es bastante compacto, no deja
de entrañar cierto peligro. La zona derrumbada continúa 8 m más, reduciendo la altura a sólo
0,5 m de lo que fue un gran tubo volcánico. En este tramo podemos observar algunas raíces en
el techo, que ha perdido todas las formaciones primarias originales del tubo. Para superar esta
zona hemos de avanzar por la derecha de la cavidad, donde volveremos a descender del
montículo pasando a un tramo de tubo algo más amplio, con 4,4 m de ancho y 1,4 m de alto,
que se prolongará 13 m hasta un nuevo derrumbe. Entre estos dos últimos desprendimientos
nos encontramos con un curioso acúmulo de barro de forma cónica, que sorprende al tocarlo
pues, en contra de su apariencia blanda, está muy endurecido. Ello pudiera ser debido a la
presencia de materiales calcáreos en la zona (existen estalactitas de concreciones calcáreas
cerca de la primera gatera) que han favorecido el fraguado del barro desprendido.
Poco más adelante de este punto, como comentábamos, existe un nuevo derrumbe, que se
supera con mucha más facilidad que los anteriores, para llegar finalmente a un tramo de tubo
intacto. En efecto, el final de la cavidad es una galería de 8 m de longitud y 0,9 m de altura con
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suelo de escoria y estafilitos bien conservados. El cierre se produce con un bajón más o menos
brusco del techo (sin llegar a ser un sifón de lava) que se cierra por escoria no del todo soldada.
Una observación detenida revela una leve corriente de aire hacia el exterior, pero la dificultad de
una posible desobstrucción, además de lo arduo de la progresión hasta este punto, nos ha
desanimado para intentar una excavación que pudiera descubrir nuevas zonas de la cueva.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
Margen izqda. del Bco. de Oropesa, donde se puede observar las bocas de entrada de la Cueva de
Ciro y la Cueva del Bco. de Oropesa (Foto: O. Fernández).
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CUEVA DEL INFIERNO
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Se localiza en un cono volcánico que por la acción erosiva del mar, ha dado origen a
una cavidad anfibia (tramo terrestre y tramo submarino) que ha sido excavada en la base de un
potente acantilado en El Peñón, junto a la Playa de Nogales. Tiene una longitud topografiada
de 119 m, aunque existe una parte del tramo submarino aún sin explorar. Su boca se abre a 10
m s.n.m. en las coordenadas UTM 28RBS327842. Su clave en el catálogo de cavidades es
LP/PL-5.
Una buena parte del tubo volcánico se desarrolla en un estrato de picón (lapilli), lo que
ha facilitado que adquiera unas dimensiones holgadas. La entrada se realiza descendiendo una
acusada ladera de picón y bloques, provenientes probablemente de un derrumbe de la parte alta
del acantilado que se muestra extraplomado. Esto cerraría la conexión abierta con el mar, que
seguramente tuvo la cavidad a través de una pequeña cala que allí existe.
No obstante, una exploración detenida del lago interior revela la existencia de una
galería sumergida que conecta con el exterior, más al sur que la boca actual. La localización de
dicha abertura está facilitada por la llegada de luz indirecta del exterior a través suyo, lo que no
impide que pueda ser una galería con un recorrido importante. Algunas personas que afirman
haberla cruzado en apnea (D. Gómez, com. pers.) le adjudican una longitud de unos 30 m. Sin
embargo, nuestras observaciones durante la topografía del lago interior y la de un compañero
que se introdujo unos 15 m en apnea suponen una longitud mayor para esta galería sumergida,
de grandes dimensiones en los metros observados.
La exploración y topografía del tramo sumergido será llevada a cabo por el Equipo de
Espeleobuceo del G.E.C. Benisahare para la inclusión de cavidades submarinas en el Catálogo
de Cavidades de La Palma. Las cavidades que se estudien en dicha fase serán publicadas en un
avance monográfico similar a los que se vienen editando en la revista "Vulcania".
La cavidad en sí, aparte de la citada galería sumergida, está constituida por un lago de
unos 35 m de largo por unos 20 de ancho, que termina en una playa formada por bloques de
diverso tamaño en la parte más alejada de la boca. La profundidad del lago oscila entre los 2,5
y 3 metros de media, estando la parte más honda junto a la boca de la galería que comunica con
el exterior a unos 5 m. Precisamente, esta conexión con el mar abierto dota de un moderado
movimiento al lago interior, con una renovación constante de agua. Esto permite que algunos
peces vivan en el interior de la gruta, donde también hemos observado esponjas, gusanos
poliquetos, algas pardas y rojas. Un estudio detallado de espeleobuceo con mangueo por red,
revelará la posible existencia de fauna cavernícola en las partes más oscuras de la cavidad.
La mayor parte del lago interior es una bóveda de cínder y algunas capas de materiales
más compactos, que llega a alcanzar 5 m sobre el nivel medio de la superficie del lago. Al final
del mismo, existe una galería que permanece totalmente seca en bajamar, y que profundiza 6,7
m más en el acantilado hasta que finaliza.
Existe otra pequeña galería (formada por el apilamiento de los bloques que dieron
lugar al talud que forma la entrada) muy próxima a la boca con una longitud de 15,2 m.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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CUEVA DE PACO EL CIEGO
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Esta cavidad abre su boca actual a la carretera general del norte LP-2 (antes C-830) en el
punto donde finalizan las vueltas de San Juanito y dan comienzo las rectas de Tenagua, en un
corte de bastante potencia recubierto de hormigón proyectado. Sus coordenadas UTM son
28RBS310789, encontrándose a una altitud de 225 m s. n. m., siendo su clave en el Catálogo
de Cavidades LP/PL-6.
Se trata de un tubo volcánico de 44 m de desarrollo que posee un ramal superior
interconectado por tres pozos de hasta 8 m de desnivel con el tubo inferior, lo que lo dota de un
interés adicional al que le proporciona la belleza de sus formaciones primarias, entre las que
destacan numerosos estafilitos estriados o de “manga de pastelero” (Dumpiérrez et al., 1999).
Desconocemos si la cavidad estaba abierta al exterior antes de realizar el desmonte
practicado en la carretera, pues el tramo de tubo que completaría al explorado (en el lado
opuesto de la vía) se encuentra bajo el nivel de la explanación practicada por la maquinaria.
La boca actual da paso a un primer tramo de tubo amplio, en mal estado de conservación
debido, fundamentalmente, a los desechos introducidos durante la construcción de la carretera,
como cubiertas de neumáticos, mallazos metálicos, hormigón asfáltico, etc., estando, incluso,
un buen tramo de pared recubierto del mismo hormigón proyectado aplicado en el exterior.
En este mismo punto vemos el primer pozo consistente en una rampa acentuada de fácil
ascenso gracias a la proximidad de las paredes y la abundancia de agarres. Si seguimos por
debajo, sobrepasamos un tramo de bóveda de menor altura justo bajo el primer ramal superior,
llegando escasos metros más adelante al segundo pozo que conecta el tubo principal con el
citado ramal superior (a + 5 m) y una sala (a + 8,5 m) (cotas sobre el suelo en la base del pozo).
Para el ascenso a la citada sala se ha instalado una vía para escalada artificial, que consta
de un pasamanos en desnivel con comienzo en el lado noreste del primer tubo superior, al que
se ha de subir en escalada libre por el primer pozo comentado. De este modo, el primer anclaje
del pasamanos, que debe ser usado además por el asegurador, es un parabolt (perno de
expansión) de doble anillo, métrica 10 y 12 cm de longitud, habiéndose usado este tipo de
anclaje en la mayor parte de la instalación debido a la porosidad de la roca. El pasamanos
consta de dos parabolts más hasta llegar a una repisa donde podemos ya ponernos en pie para
llegar al descuelgue final en la pared suroeste. No obstante, para la instalación se contó con el
apoyo de un clavo tipo universal colocado entre el primer y segundo parabolt, clavo que ha
sido retirado. Los pernos de expansión, a excepción del descuelgue, se dejan únicamente con la
tuerca y la arandela, habiéndose retirado las placas.
Siguiendo la vía descrita llegamos a la sala superior, desde donde el primero de cordada
deberá montar la instalación con cuerda fija, partiendo del descuelgue (chapa con anilla de acero
inoxidable) y buscando un spit M-8 en la pared suroeste para colocar un primer fraccionamiento
mediante una chapa tipo Petzl revirada. El segundo y último fraccionamiento se ha de montar en
el parabolt final del pasamanos, consiguiendo así una vía para un ascenso limpio del resto de
espeleólogos. Para desmontar la instalación se desciende en doble a partir del descuelgue,
pudiendo así retirarse casi todo el material a excepción del primer perno del pasamanos; para
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evitar más roces de los necesarios, es recomendable que esto lo haga el último espeleólogo en
bajar, usando los demás la instalación fija.
Si bien no se trata de un montaje difícil, requiere del conocimiento de varias técnicas,
además de las habituales de espeleología alpina, de modo que recomendamos prudencia a la
hora de usar la vía descrita. La correspondiente ficha de instalación será publicada en el
previsto avance monográfico de simas y cavidades con tramos verticales de La Palma.
Durante el ascenso y montaje podemos apreciar, tanto en la repisa del asegurador como a
lo largo del pozo, la abundancia de estafilitos estriados que llegan a tener incluso forma de
aguja, lo que contrasta con otras zonas de la cavidad donde predominan los derrumbes y
costras lávicas desprendidas. Probablemente este deterioro se debe a las vibraciones producidas
durante las obras en la cercana carretera.
Una vez hemos llegado a la sala superior observamos una menor presencia de estafilitos
estriados, y el sustrato es compacto con acúmulos terrosos en varias zonas, algunos de los
cuales se muestran endurecidos. Si seguimos subiendo llegamos a un pequeño tramo de bóveda
más alta que el resto (4,3 m) justo detrás de un pequeño escalón de 0,6 m de altura. En este
punto comienza una gatera, mezcla de la estrechez original de la cavidad y agravada por la
presencia de algunos bloques de escoria suelta, muchos de los cuales se han retirado durante la
exploración. En el lugar donde la gatera acaba lo hace también el nivel superior, existiendo
aquí un salto de 5 m hasta el tubo inferior que constituye el tercer pozo, que está sin equipar.
En su borde derecho podemos observar unas bellas formaciones, producidas por el goteo hacia
el tubo principal de una burbuja paralela, que ha creado pequeñas cascadas de lava.
De regreso, en el tubo principal y tras el pozo equipado, la cueva continúa ascendiendo
con fuerte pendiente y unas dimensiones de unos 2 m de ancho por 1,5 de alto, siendo el
sustrato de bloques sueltos provenientes, la mayoría, del derrumbe que termina por cerrar la
cueva a unos 26 m de la boca.
En toda la cavidad se escucha el sonido producido por los vehículos que transitan por la
carretera, y, salvo en la sala más elevada, la luz del exterior es siempre apreciable. En la boca,
además de la basura, proliferan culantrillos (Adiantum capillus-veneris L.), hediondos
(Ageratina sp.), y verodes (Kleinia neriifolia Haw.) entre otras especies vegetales.
La cueva debe su nombre a un avezado espeleólogo, compañero en el G.E.C. Benisahare,
que en una primera exploración estuvo demasiado ocupado en no tropezar con los bloques del
suelo como para darse cuenta de la existencia de los interesantes niveles superiores.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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POZO DE LUISA
(Galería de Santa Lucía)
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Se trata de una pequeña cavidad, parcialmente artificial, localizada en las proximidades
del barrio de Santa Lucía. Sus coordenadas UTM son 28RBS317812 y su altitud sobre el nivel
del mar es de 415 m. La cueva tiene un desarrollo de 34 m en dos niveles: uno superior que
sirve de acceso a dos pozos para la extracción de agua y otro inferior del que una buena parte
es una cisterna donde se almacena el líquido. Esta cavidad tiene asignada la clave LP/PL-7.
La cueva debe su nombre a su antigua propietaria, y junto con otras fuentes de la zona –
según nos explicaron las gentes del lugar – abastecía de agua potable tanto a bestias como a
personas a comienzos del siglo XX. Una buena parte de la cavidad parece haber sido excavada
por la mano del hombre. Sin embargo, nuestras observaciones nos hacen suponer que hay
zonas de la oquedad que son de formación natural, idea apoyada por la existencia de lavas
cordadas en las inmediaciones.
Posee dos pozos: uno de 7 y otro de 9 m, separados unos 6 m entre sí. La naturaleza del
pozo más pequeño, que además está abierto al aire libre, es dudosa pudiendo haber sido
perforado por el hombre. Sin embargo, el pozo interior parece un sumidero volcánico, una
chimenea por la que hubiera descendido la lava, aunque de un modo muy limpio (no se observa
corteza lávica). Estas suposiciones se derivan de la forma de la boca del pozo, ya bajo techo de
la cueva en el nivel superior. Además, descendiéndolo podemos encontrar dos estafilitos de
pequeño tamaño así como lo que parece un pequeño tubo lateral a –3 m.
Este segundo pozo, además, tiene un paso bastante estrecho casi en su comienzo, por lo
que es ilógico pensar que fue excavado, dada la dificultad que entrañaría trabajar en un espacio
tan reducido.
El nivel inferior, no obstante, es claramente artificial en varios puntos, observándose
marcas de picos y barrenas. Además existen varios amontonamientos de material de
excavación sostenidos por muros de contención de mampostería a hueso en los laterales de la
galería. La entrada a este nivel puede efectuarse a pie, descendiendo por una barranquera en
cuya base existe una puerta de 1 m de altura que cierra el extremo SE de la cueva, conservando
aún el dintel y las jambas. Todo el suelo de la galería es arcilloso, a excepción de los
amontonamientos laterales, de granulometría más gruesa, con piedras y bloques.
En el extremo NW existe una charca de agua de hasta 1,4 m de profundidad, según
nuestros sondeos, y de 7 m de largo a la hora de realizar la topografía. Sin embargo, hemos
podido observar que el nivel de agua asciende bastante más, llegando a anegar la totalidad de la
galería, aunque sólo con unos centímetros de profundidad. De este modo, el menor de los
pozos, más cercano a la barranquera y a cielo abierto, toca fondo en un lugar en el que no
hemos observado agua y en el que, de existir líquido, tendría poca profundidad. Sin embargo el
pozo interior, tras 9 m de descenso, llega justo al centro de la charca, que tiene una profundidad
de 1,2 m. En este lugar sí sería posible descolgar un cubo y que éste se llenase con facilidad.
Las personas con las que pudimos hablar, de mediana edad, no conocían exactamente
la historia del Pozo de Luisa, y apenas pudieron confirmarnos que «se empezó a excavar por el
primero de los agujeros» (el pozo de 7 m).
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Estos comentarios y nuestras observaciones nos animan a dar la siguiente suposición
para su construcción:
En este lugar existía una cavidad natural, casi taponada por sedimentos, con al menos
una chimenea que conectaba con la superficie. Es probable que hubiese aquí una surgencia de
agua, hecho que, observado por los lugareños, los animó a ampliar la cueva para obtener el
líquido. De este modo y en sucesivos años, se excavó la mayor parte de la galería inferior.
Quizá durante este proceso se abrió el primer pozo, tal vez continuando otra chimenea sin
conexión con la superficie similar a las otras dos que existen cerca de la puerta de entrada. El
motivo de la apertura de este pozo pudo ser para facilitar el izado del agua desde la charca,
dada la dificultad de movimientos que entraña la cabecera del pozo interior. Puede que alguien
llenase los cubos desde la galería inferior, que luego se subían a la superficie hasta un lugar
bastante cómodo, junto a una huerta.
Aunque no hemos podido hablar con personas mayores que pudieran arrojar luz sobre
la historia exacta de la cueva, nos parece más plausible esta explicación que la idea de que el
conjunto se empezase a excavar por el menor de los pozos, dada la dificultad que ello
entrañaría y, lo que es más importante, sin una razón palpable que animase a su construcción
(es decir, la certeza de la existencia de agua).
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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FURNA DEL PILÓN
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Se trata de una cavidad de unos 41 m de desarrollo lineal. Su entrada se abre al noreste
y se encuentra a una altitud de 500 m s.n.m. Sus coordenadas UTM son 28RBS299842. Su
clave en el Catálogo de Cavidades es LP/PL-8.
La única boca de la cueva se localiza en la base del barranco que se encuentra a la
derecha del Lomo Piñero (La Galga). Presenta unas dimensiones reducidas producto de los
derrumbes y la acumulación de materiales caídos por la ladera, la cual está cubierta
principalmente por plantas representativas de la laurisilva.
Una vez dentro de la cavidad descubrimos un tubo muy homogéneo de notables
dimensiones y cómodo recorrido, con anchuras máximas de 8 metros y alturas que alcanzan los
2 m de media con una máxima de 3,8 m por la existencia de una chimenea a los 33,7 m de la
boca.
La pendiente en la cavidad oscila entre los +9 y los –10 grados, pero estas variaciones
son más fruto de la acumulación de materiales en el suelo que de la propia génesis del tubo.
La cueva está bastante erosionada, sólo en los últimos 9 m podemos observar
fragmentos de techo intacto, ya que la mayor parte de él se ha caído, encontrándose disperso
por el suelo donde forma pequeñas oquedades a lo largo del recorrido debido a los derrubios y
grandes bloques apilados, en algunos casos de más de 1,5 m de diámetro (destaca sobre todo
un gran trozo de techo a los 15 m de recorrido en el que se puede observar bandas estratificadas
de lavas rojizas y negras).
La humedad en esta cavidad es muy elevada, presentándose la mayoría de las veces, en
forma de un continuo goteo a lo largo de toda la cavidad.
También hemos observado en el tramo final del tubo la presencia de abundantes restos
óseos de aves, restos de madera y carbones.
Asimismo, hemos encontrado abundantes indicios de pasta de papel y tela muy
estropeada. Según los lugareños, en esta cavidad y durante la guerra civil algunas personas se
escondieron en ella. Igualmente, nos comentaron que hace algunos años en una exploración de
la cavidad se encontraron cajas con libros "antiguos y prohibidos", probablemente se tratase de
pertenencias de aquéllos que se refugiaron en el interior de la cavidad.
Los muestreos llevados a cabo en esta cavidad han arrojado unos resultados bastante
pobres con una fauna escasa y representada por especies troglófilas como es el caso de
Blaniulus guttulatus y Psyllipsocus ramburii Selys-Lomgchamps, 1872.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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Otras cavidades en el municipio de Puntallana
Durante las labores de exploración para la realización de este trabajo tuvimos
conocimiento de la existencia de otras cavidades en la zona gracias a la información dada por
vecinos del municipio conocedores de su existencia.
Entre estas destacan algunos tubos volcánicos en las proximidades del pago de Santa
Lucía, que no poseían longitud suficiente como para ser topografiados según nuestros baremos
(levantamos el plano de cavidades con desarrollo superior a los 30 m o puntualmente de longitud
inferior con algún tipo de interés que lo justifique). Otras bocas permanecen inexploradas al
encontrarse en los cortes practicados para el trazado de la Carretera General del Norte. El
descenso hasta ellas es arriesgado y las expectativas de continuidad de la mayoría son bastante
dudosas. Tal es el caso de las bocas presentes en la margen norte del Barranco del Agua y en la
salida del último de los tres túneles que separan El Granel de La Galga.
Otra zona donde, según personas del lugar, existe otro tubo volcánico es la barranquera
que desemboca en la cala de Puerto Trigo, en la costa de Martín Luis. Tras una exploración
detallada de aquellas laderas observamos la presencia de lavas cordadas y de algunos pequeños
tubos impracticables, pero ninguna entrada amplia. Ello puede deberse a que la boca del tubo
halla quedado sepultada por el escombro vertido durante las obras en la carretera costera de
Martín Luis, como sospechaba la persona que nos indicó la localización de la cueva.
Otro tipo de cavidad que nos fue comunicada es la que denominamos “pinos
lavificados”: oquedades que dejan en la lava los troncos de pinos arrastrados por la colada.
Tratándose de árboles de buen porte, un magma fluido no alcanza a quemarlos totalmente antes
de sepultarlos en su seno. Una vez inmerso en la colada ardiente, el pino no se consume debido
a la ausencia de oxígeno y actúa como encofrado del magma hasta que éste se solidifica por
completo. Con el paso del tiempo la materia orgánica del árbol se descompone y deja una
oquedad con su forma en la colada.
De esta génesis encontramos uno en un corte de la carretera tras el propio pueblo de
Puntallana. Asimismo, nos fue dada a conocer la existencia de un conjunto de ellos en un
barranco próximo a Lomo Carro, en la costa del Granel. En este emplazamiento encontramos
unas 8 oquedades muy próximas entre sí y algunas otras distantes unos cientos de metros
barranco arriba. Varias de las cavidades son penetrables algunos metros, existiendo incluso una
sala de unos 2 m de diámetro y 0’4 m de altura en una de ellas. Probablemente la sala se formó
por el grueso del ramaje del árbol al caer; el mismo origen pueden compartir las covachas de
mayor tamaño que existen al comienzo de los “tubos”, formadas por la raigambre del árbol y
posteriormente agrandadas por la erosión. En la base del estrato de lava que contiene los “pinos
lavificados” se pueden observar las capas de picón y el almagre originados durante la erupción.
Si bien no se ha realizado topografía de las cavidades (pues ninguna de ellas reúne longitud
suficiente como para merecer un plano propio) es sin duda un hallazgo interesante e incluimos
algunas fotografías en el cuerpo del artículo. No descartamos, sin embargo, un futuro
levantamiento global con una descripción más detallada que pudiera incluirse en un estudio de
este tipo de cavidades. Puesto que desconocemos que el lugar tenga un nombre popular, hemos
decidido llamar al yacimiento “Los Caños de Arnulio”, en honor a la persona que,
denominándolos “Caños de Fuego” (nombre usualmente empleado por los campesinos palmeros
para referirse a los tubos volcánicos), nos dio a conocer su emplazamiento.
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AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar nuestra gratitud a D. Francisco Javier Bethencourt Piñero por
habernos indicado la localización de la Furna de la Asomada Alta, a D. Francisco Javier Paz
Piñero y D. Edelmo Ortega Hernández por llevarnos a la Furna de El Pilón, a Dña. Conny
Spelbrink del Grupo de Espeleología Junonia por cedernos la topografía de la Cueva de la Iglesia
y a todos nuestros compañeros del G.E.C. Benisahare-La Palma, por la ayuda prestada en el
levantamiento de los planos topográficos. Asimismo, al G.I.E.T. de la Universidad de La Laguna
por cedernos la topografía de la Cueva de Ciro.
A los compañeros del club de vela Almirante Díaz Pimienta por la aportación de material
en la exploración de la cueva del Infierno, y a Dña. Ana Fernández Lorenzo por su constante
ayuda en la elaboración de los textos en inglés.
Igualmente, queremos mostrar nuestro agradecimiento al Excmo. Cabildo Insular de La
Palma, por la subvención concedida al G.E.C. Benisahare para la ejecución del Catálogo de
Cavidades, del cual este artículo es un avance
BIBLIOGRAFÍA
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO DE LA FAUNA CAVERNÍCOLA DEL
BEJENADO (LA PALMA, ISLAS CANARIAS)
R. GARCÍA1, T. DOMINGO2 Y A. SÁNCHEZ3
1
C/ San Miguel, 9. 38700- S/C de la Palma. S/C de Tenerife (islas Canarias).
Ctra. Padrón, 47. 38750. El Paso. S/C. de Tenerife (Islas Canarias).
3
Museo Nacional de Ciencias Naturales. J.Gutiérrez Abascal, 2. 28006 Madrid.
2
ABSTRACT
An inventory of the invertebrate fauna of three lava tubes placed in El Bejenado (El
Paso, La Palma): Cueva de los Laberintos, Cueva del Arenal y Cueva de los Sorprendidos, has
been conducted during one year by means of a systematic and continued trapping. A total of
530 specimens have been collected, belonging to 18 species from 14 orders and 6 classes.
Three new species for science have been found in the present study, as well as one new record
and some species recently discovered in other caves on La Palma.
Key words: subterranean fauna, lava tubes, La Palma, Canary Islands.
RESUMEN
Se estudia, durante un año y mediante un trampeo sistemático y continuado, la
distribución de la fauna invertebrada en tres cavidades de El Bejenado (El Paso, La Palma):
Cueva de los Laberintos, Cueva del Arenal y Cueva de los Sorprendidos. En ellas se han
colectado un total de 530 ejemplares pertenecientes a 18 especies repartidas en 14 órdenes y 6
clases. El presente estudio aporta tres nuevas especies para la ciencia, una nueva cita para La
Palma y se amplía la distribución de varias especies recientemente descubiertas en otras
cavidades de la Isla.
Palabras clave: fauna subterránea, tubos volcánicos, La Palma, islas Canarias.
INTRODUCCIÓN
Se está llevando a cabo un estudio de catalogación y distribución de la fauna
invertebrada del Parque Nacional Caldera de Taburiente. Este artículo trata de la fauna
existente en los tubos volcánicos localizados en El Bejenado. Por lo tanto, hemos realizado un
trabajo que pretende aportar datos de interés sobre la zoocenosis del medio subterráneo de La
Palma a partir de tres cavidades localizadas en la misma zona y formadas por la misma
erupción. En la elaboración de este trabajo hemos seguido la línea ya establecida en anteriores
estudios (García et al.,1995; García & González, 1996, 1997; García, 1996, 1997 y García &
Govantes, 1996).
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
Las tres cavidades elegidas se localizan en el piso mesocanario seco, presentando en
superficie una comunidad vegetal formada principalmente por pino canario (Pinus canariensis
Chr. Sm. ex DC.) y amagantes (Cistus symphytifolius Lam.)
LOCALIZACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LAS CAVIDADES
La zona elegida para nuestro estudio se localiza en el término municipal de El Paso, en
las laderas del Pico del Bejenado que limita al norte con la Caldera de Taburiente y al sur con el
Valle de Aridane. Esta estructura volcánica tiene forma de semicono y se originó a partir de un
estratovolcán que debido a la erosión ha perdido su parte norte.
Según Navarro (1976), el edificio de El Bejenado se eleva directamente sobre el complejo
basal; el contacto entre ambos se corresponde con una caótica brecha volcánica constituida por
cantos angulosos dispersos en una matriz limo-arcillosa que se corresponde con los residuos
originados tras el desplazamiento de Aridane. El edificio está formado fundamentalmente por
lavas basálticas y algunos niveles de piroclastos subordinados. Las lavas de tipo aa forman sobre
el terreno bandas densas y bandas escoriáceas y son debidas a la solidificación de un magma
viscoso. Las lavas pahoehoe son muy porosas y han formado tubos volcánicos que corresponden
a la solidificación de un magma poco viscoso. La antigüedad de las rocas de el Bejenado ha sido
calculada por Ancochea et al. (1994), obteniendo unas edades radiométricas para esta zona
comprendidas entre 700 y 750 ka.
La Cueva de los Laberintos (fig. 1), como se puede observar en la topografía es un tubo
con una única boca de entrada que se abre al barranco de Los Cardos a unos 980 m s.n.m. Esta
cavidad con más de 580 metros de recorrido presenta varios pasos de gran dificultad y forma
una intrincada red de tubos que se conectan entre sí en dos niveles distintos y que le da un
aspecto laberíntico (Fernández et al., 1997). Casi todo su recorrido está formado por un suelo
compacto presentando algunas zonas con derrubios soldados por los minerales que percolan
con el agua. A lo largo de este tramo en estudio (los primeros 100 m fueron muestreados por
nosotros, el resto de la cavidad y con una periodicidad estacional por el GIET) hemos
observado restos óseos de cabra, perro, conejo y murciélago indeterminado. Sus coordenadas
UTM son 28RBS215751.
La Cueva del Arenal (fig. 2) es un tubo de amplias dimensiones y casi un centenar de
metros de desarrollo descendente y prácticamente lineal. Presenta una sola boca de entrada que
se abre al barranco de Los Cardos a unos 1.220 m s.n.m. Todo el suelo de la cavidad está
formado por materiales sedimentarios probablemente arrastrados por el propio barranco. Es
frecuente observar un continuo goteo desde el techo de la cavidad, proveniente de la
infiltración de agua de lluvia. Al final del recorrido se produce el cierre de manera natural por
colmatación de sedimentos. Los restos óseos observados pertenecen a cabra, perro, conejo y
murciélago. Sus coordenadas UTM son 28RBS211761
La Cueva de los Sorprendidos (fig. 3), es una cavidad con una longitud aproximada de
211 m donde se desarrollan nueve ramificaciones, algunas de ellas de muy difícil recorrido por
sus escasas dimensiones y con cuatro pasos de gran dificultad. Presenta una sola boca de
entrada que se abre a unos 1.270 m s.n.m. Su suelo es compacto con derrubios, muchos de
ellos soldados entre sí por los continuos depósitos de sales que se infiltran con el agua, esta
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
última hace que la cavidad sea bastante húmeda. El cierre de la cavidad se produce de manera
natural por obstrucción lávica. Asimismo, en esta cavidad hemos observado abundantes restos
óseos del extinto lagarto gigante Gallotia goliath (Mertens, 1942) que vivió en La Palma, e
igualmente de conejo y perro. Sus coordenadas UTM son 28RBS206762.
METODOLOGÍA
En cada cavidad se estableció una sola estación, eligiéndose aquella zona que
presentaba condiciones óptimas para la existencia de fauna hipogea, como es una total
oscuridad, elevada humedad y un sustrato terroso-arenoso o de derrubios. Cada estación
contaba con tres trampas de caída colocadas en el suelo y separadas entre sí unos cuatro
metros. Las trampas estaban cebadas con queso y tenían un líquido conservante constituido por
anticongelante de automóvil (etilenglicol).
El periodo de muestreo abarcó un ciclo anual, durante el cual las trampas estuvieron
funcionando ininterrumpidamente desde septiembre de 1999 hasta octubre de 2000,
estableciéndose un sistema de visitas mensuales en el que se recogía el material capturado y así
poder hacer un análisis tanto cualitativo como cuantitativo de las especies. En cada estación se
hacía también un muestreo a vista alrededor de las trampas, capturándose de esta manera
algunos ejemplares de las siguientes especies: Lithobius n. sp., Dolichoiulus n. sp.,
Palmorchestia hypogaea, Psyllipsocus ramburii, Loboptera teneguia, Megaselia sp. Sciaridae
indet. y Aptilotus martini.
Fig. 1. Topografía de la Cueva de los Laberintos.
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Fig. 3. Topografía de la Cueva de los Sorprendidos.
Fig. 2. Topografía de la Cueva del Arenal.
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
RESULTADOS
Se colectaron un total de 530 ejemplares que corresponden a 18 especies, englobadas en
14 órdenes y 6 clases. Destacan desde el punto de vista cualitativo, el orden Diptera con 4 especies
(22 % del total de especies), Coleoptera con 2 especies (11 % ) Pseudoescorpionida con 2 especies
(11 %) y Chilopoda con 2 especies (11 %), estando todas ellas presentes durante todo el año.
Desde el punto de vista cuantitativo sobresalen los órdenes Diptera con 182 ejemplares (34 %),
Psocoptera con 102 ejemplares (19 %), Coleoptera con 86 ejemplares (16 %) y Collembola con
78 ejemplares (15 %).
La fauna capturada en las cavidades estudiadas, y basándonos en criterios morfológicos ya
establecidos en anteriores trabajos (Martín & Oromí, 1990 y García et al., 1997), está representada
por 11 especies de troglobios seguidos de los trogloxenos con 5 especies y los troglófilos con 4.
En las tablas I, II y III se presentan por separado los datos cuantitativos de las especies
capturadas en las diferentes cavidades muestreadas en el Bejenado.
Tabla I. Lista de especies colectadas en la Cueva de los Laberintos durante el año de muestreo. Se indica el número de
ejemplares capturados en cada mes.
MESES
TAXONES
CL. ARACHNIDA
O. ARANEAE. Dysdera ratonensis
O. PSEUDOESCORPIONIDA. Chthonius machadoi canariensis
CLASE MALACOSTRACA
O. AMPHIPODA. Palmorchestia hypogaea
CL. COLLEMBOLA
O. COLLEMBOLA. Gen. sp. indet.
CL. INSECTA
O. BLATTARIA. Loboptera teneguia
O. PSOCOPTERA. Psyllipsocus ramburii
O. COLEOPTERA. Licinopsis angustula
O. COLEOPTERA. Medon feloi
O. DIPTERA. Megaselia sp.
O. DIPTERA. Aptilotus martini
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
Tot.
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
2
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0
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1
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1
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0
1
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0
0
0
3
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0
0
1
0
0
0
0
20
0
0
0
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1
3
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0
0
0
3
3
4
0
0
5
2
2
0
0
0
0
5
10
2
0
0
4
0
1
1
0
0
0
2
8
2
0
0
0
4
0
11
0
3
15
2
0
2
0
2
5
0
14
1
0
0
0
1
0
1
0
0
0
2
5
2
1
3
3
0
7
3
0
0
0
22
53
30
1
8
27
3
5
5
16
2
4
5
22
3
3
4 5 5 3
13 35 12 35
2
2
7 2
17 10
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
Tabla II. Lista de especies colectadas en la Cueva del Arenal durante el año de muestreo. Se indica el número de
ejemplares capturados en cada mes.
MESES
TAXONES
CLASE MALACOSTRACA
O. ISOPODA. Porcellionides pruinosus.
O. AMPHIPODA. Palmorchestia hypogaea
CL. DIPLOPODA
O. IULIDA. Dolichoiulus n. sp.
CL. CHILOPODA
O. LITHOBIOMORPHA. Lithobius n. sp.
CL. COLLEMBOLA
O. COLLEMBOLA. Gen. sp. indet.
CL. INSECTA
O. PSOCOPTERA. Psyllipsocus ramburii
O. COLEOPTERA. Licinopsis angustula
O. DIPTERA. Megaselia sp.
O. DIPTERA. Aptilotus martini
O. DIPTERA. Calliphora vicina
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
Tot.
1
0
1
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
1
0
1
0
1
3
4
0
0
0
1
0
0
0
0
0
5
3
1
10
0
0
0
0
0
1
0
0
0
1
0
1
3
0
0
0
0
0
1
0
0
10
0
0
0
11
0
1
0
0
0
0
4
0
8
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
0
12
0
0
1
2
0
2
1
2
0
0
1
0
2
0
0
0
1
0
0
0
0
2
2
2
2
0
0
2
0
0
0
7
14
4
22
3
2
2
3
13
1
1
1
1
0
0
4
17
3
5
3
4
3
13
4
8
6
12
4
5
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Tabla III.- . Lista de especies colectadas en la cueva de los Sorprendidos durante el año de muestreo. Se indica el
número de ejemplares capturados en cada mes.
MESES
TAXONES
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
Tot.
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
2
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
1
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
5
0
0
0
5
1
CL. ARACHNIDA
O. ARANEAE. Dysdera ratonensis
O. PSEUDOESCORPIONIDA. Paraliochthonius n. sp.
CL. CHILOPODA
O. LITHOBIOMORPHA. Lithobius pilicornis
O. LITHOBIOMORPHA. Lithobius n. sp.
CL. COLLEMBOLA
O. COLLEMBOLA. Gen. sp. indet.
CL. INSECTA
O. BLATTARIA. Loboptera teneguia
O. DERMAPTERA. Anataelia troglobia
O. PSOCOPTERA. Psyllipsocus ramburii
O. COLEOPTERA. Licinopsis angustula
O. COLEOPTERA. Medon feloi
O. DIPTERA. Megaselia sp.
O. DIPTERA. Aptilotus martini
O. DIPTERA. Sciaridae indet.
1
0
0
2
0
5
6
0
1
0
30
1
46
1
0
0
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0
1
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1
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0
1
0
0
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0
2
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3
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0
2
0
2
0
1
0
0
0
27
0
2
0
4
1
0
1
2
0
0
0
6
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0
4
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0
2
0
8
3
0
6
9
0
1
0
13
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0
1
0
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1
0
2
0
0
2
0
0
2
0
2
0
4
4
2
2
14
1
8
20
0
4
0
0
5
0
1
6
0
22
2
42
40
1
38
71
4
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
4
4
3
4
4
9
4
32
5
10
5 7
22 36
5
34
5 5
10 11
9
86
5
17
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
Seguidamente se desarrolla un breve comentario de todas las especies colectadas, entre las
que se incluyen las capturas novedosas realizadas en el proyecto LIFE "Conservación de fauna
invertebrada en cuevas volcánicas de Canarias", dirigido por P. Oromí (2000-01). Los datos de
estas últimas especies (indicadas en el texto con asterisco) no se han tenido en cuenta en los
porcentajes estadísticos de los resultados ni en las tablas del muestreo anual.
CLASE ARACHNIDA
ORD. ARANEAE
1. Dysdera ratonensis Wunderlich, 1991.
Es el troglobio de mayor tamaño que podemos observar en el subsuelo de la isla. De
hábitos zoófagos se encuentra ampliamente distribuida por toda La Palma, donde se puede
capturar en cualquier época del año y en diferentes grados de desarrollo. Todos los ejemplares
capturados por nosotros eran inmaduros.
2. Pholcidae indet*.
Se capturó un solo ejemplar en trampas de caída el 19-XI-2000, (GIET leg., col. DZUL).
ORD. PSEUDOESCORPIONIDA
3. Paraliochthonius n. sp.
Nueva especie para la ciencia de la que se han capturado dos ejemplares machos que
están en fase de estudio. Fueron capturados en trampas de caída cebadas con queso, en las que
se podía observar tanto en el queso como en los alrededores de la trampa numerosos colémbolos
y psocópteros (Psyllipsocus ramburii) de los que probablemente se alimente. Por su morfología
podemos considerarlo un troglobio.
4. Chthonius machadoi canariensis Beier, 1965.
Especie de pequeño tamaño, muy poco frecuente pero ampliamente extendida por el
subsuelo insular. De hábitos zoófagos. Por su comportamiento y distribución podemos
considerarlo un troglófilo.
CLASE MALACOSTRACA
ORD. ISOPODA
5. Porcellionides pruinosus (Brand, 1833).
Especie de amplia valencia ecológica, podríamos considerarlo un trogloxeno facultativo
con un marcado carácter antropófilo lo que le permite colonizar cualquier biotopo, epigeo o
cavernícola.
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
ORD. AMPHIPODA
6. Palmorchestia hypogaea Stock & Martín, 1988.
Género endémico de La Palma; ampliamente distribuido por toda la isla y presente en sus
cavidades durante todo el año. Por su comportamiento, morfología y distribución podemos
considerarlo un troglobio de régimen saprófago.
CLASE DIPLOPODA
ORD. JULIDA
7. Dolichoiulus n. sp.
Nueva especie para la ciencia de la que se han colectado ocho ejemplares, todos hembras,
que están en estudio. Fueron capturados con trampas de caída cebadas con queso, y a vista.
Siempre se observaron en el tramo final de la única cavidad donde hasta ahora se han
encontrado. Por su morfología y comportamiento podemos considerarlo un troglobio.
CLASE CHILOPODA
ORD. LITHOBIOMORPHA
8. Lithobius pilicornis Newport, 1844.
Depredador de gran movilidad que presenta una amplia distribución insular, donde es fácil
de observar bajo piedras y troncos en zonas boscosas y húmedas. Por su comportamiento y
distribución podemos considerarlo como un trogloxeno accidental.
9. Lithobius n. sp.
Nueva especie para la ciencia que está en fase de estudio, de la que se han capturado un
total de seis ejemplares en diferentes cavidades de la isla (C. de La Furna, 1 ex.; C. del Arenal, 3
exx.; C. El Rincón 1 ex. y C. Sorprendidos 1 ex.). Fueron capturados en trampas de caída
cebadas con queso. Se trata de un troglobio zoófago que se distribuye ampliamente por el
subsuelo de La Palma.
CLASE COLLEMBOLA
ORD. COLLEMBOLA
10. Gen. sp. indet.
Se trata de un troglófilo de hábitos saprófagos, que observamos desarrollando sus
poblaciones sobre diferentes tipos de hongos y en el queso utilizado como cebo. Sus poblaciones
fueron a más, sobre el cebo, conforme avanzaba el periodo de muestreo.
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
CLASE INSECTA
ORD. BLATTARIA
11. Loboptera teneguia Izquierdo & Martín, 1999.
Especie recientemente descrita que parece presentar una distribución restringida a la mitad
sur de la isla. De hábitos omnívoros la podemos observar durante todo el año en diferentes
estadios de desarrollo. Suele aparecer en las cavidades de la Neopalma, aunque también es posible
encontrarla bajo grandes piedras en los meses invernales. Por su morfología y comportamiento la
podemos considerar como un troglobio ambimorfo.
ORD. DERMAPTERA
12. Anataelia troglobia Martín & Oromí, 1988.
Troglobio muy raro de observar. De hábitos omnívoros es la primera vez que se captura
por encima de los 800 m s.n.m., nada extraño cuando se combinan las variables de altitud y
humedad, lo que favorece su presencia (García & Lobo, 2000).
ORD. PSOCOPTERA
13. Psyllipsocus ramburii Selys-Longchamps, 1872.
Especie cosmopolita y polimorfa, con un desarrollo de ojos, pigmentación y alas
relacionado con el hábitat en el que vive. Son frecuentes en cuevas y grutas aunque también se
encuentran en viviendas humanas. Es la primera vez que se encuentra en cuevas canarias. Hasta
ahora sólo se conocía en la isla de Tenerife (A. Baz com. pers., 2000). Por su morfología y
comportamiento podemos considerarla como un troglófilo.
ORD. COLEOPTERA
14. Licinopsis angustula Machado, 1987.
Es el invertebrado zoófago más abundante del medio subterráneo de La Palma. Por su
morfología, comportamiento y distribución podemos considerarlo un troglobio ambimorfo.
15. Medon feloi Assing, 1999.
Especie zoófaga de la que sólo se conocía hasta el momento un ejemplar macho de la
Cueva A del Salto de Tigalate (Mazo, La Palma). Estas dos nuevas capturas amplían su
distribución al suroeste de la isla. Por su morfología, comportamiento y distribución podemos
considerarla un troglobio.
16. Corticarina delicatula* (Woll., 1871).
1 ex. capturado el 25-III-2000, (GIET leg., col. DZUL). Podemos considerarla como un
trogloxeno accidental.
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Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
17. Laparocerus zarazagai* García & Oromí, 1996.
Se encontraron 3 exx. el 25-III-2000, (GIET leg., col. DZUL). Es la primera vez que esta
especie se captura en el interior de una cueva y además, que se localiza en áreas de pinar. Hasta
ahora sólo se había capturado con trampas subterráneas para endogeos, tamizando mantillo de
gran espesor en zonas de mucha umbría o en trampas de M.S.S. siempre situadas en dominio de la
laurisilva.
ORD. DIPTERA
18. Calliphora vicina Robineau-Desvoidy, 1830.
Especie necrófaga de amplia distribución mundial. Se suele encontrar con relativa
frecuencia en el interior de las cavidades buscando cadáveres y humedad. Podemos considerarla
como un trogloxeno facultativo.
19. Megaselia sp.
Díptero perteneciente a la familia Phoridae. Se trata de una mosca ampliamente distribuida
por todas las cavidades de La Palma. Sus larvas detritófagas se encuentran en materia animal o
vegetal en descomposición. Se trata de un trogloxeno facultativo.
20. Sciaridae indet.
Pequeña mosca que suele vivir en suelos ricos en materia orgánica. Sólo se capturó en la
cueva de Los Sorprendidos. Por su morfología parece ser un trogloxeno.
21. Aptilotus martini Wheeler & Marshall, 1989.
Al igual que las dos especies anteriores, este pequeño díptero troglobio fue observado
frecuentemente alrededor de las trampas y sobre los trozos de queso utilizado como cebo.
ORD. SIPHONAPTERA
22. Leptopsylla segnis* (Schönherr, 1816)
1 ex. en trampa de caída, 10-XII-2000 (GIET leg., col. DZUL).
23. Nosopsyllus barbarus* (Jordan & Rothschild, 1912)
1 ex. En trampa de caída, 10-XII-2000 (GIET leg., col. DZUL). Esta especie no se
conocía anteriormente en La Palma.
ORD. HYMENOPTERA
24. Formicidae indet*.
1 ex. 25-III-2000 y 5 exx. 10-XII-2000 en trampas de caída (GIET leg., col. DZUL).
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pp: 29-39
Contribución al Conocimiento de la Fauna Cavernícola del Bejenado (La Palma, islas Canarias).
AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a los Drs. Arturo Baz
(Psocoptera), Jean-Claude Beaucournu (Siphonaptera), Henrik Enghoff (Diplopoda), Marcos
Báez (Diptera), Marzio Zapparoli (Chilopoda) y Volker Mahnert (Pseudoescopionida) por la
identificación de parte del material estudiado. Asimismo, queremos agradecer al Dr. Pedro
Oromí por la lectura crítica del manuscrito. También agradecemos a todos los miembros del
Grupo de Espeleología Benisahare La Palma su colaboración en las topografías utilizadas, y al
GIET de la Universidad de La Laguna por la cesión de sus datos faunísticos. Igualmente a D.
Ángel Rebolé por acompañarnos en algunas de las visitas a las cavidades. Este trabajo forma
parte del proyecto "Convenio Parques Nacionales – CSIC: Inventario de la Fauna Invertebrada
del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente".
BIBLIOGRAFÍA
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Fauna cavernícola en tres cavidades del oeste de La Palma (islas Canarias)
FAUNA CAVERNÍCOLA EN TRES CAVIDADES DEL OESTE DE LA PALMA (ISLAS
CANARIAS)
R. García1 y A.J. González2
1
2
C/ San Miguel, 9. 38700- S/C de la Palma. S/C de Tenerife (islas Canarias).
C/ Santa Catalina, 14. 38700 S/C de La Palma. S/C de Tenerife (islas Canarias).
ABSTRACT
An inventory of the invertebrate fauna of three lava tubes placed in the Norwest from
La Palma: Cueva de los Palmeros de Aguatavar (Tijarafe), Cueva de la Mamona y Cueva de
las Cáscaras (Puntagorda), has been conducted during one year by means of a systematic and
continued trapping. A total of 597 specimens have been collected, belonging to 16 species
from 11 orders and 4 classes.
Key words: subterranean fauna, lava tubes, La Palma, Canary Islands.
RESUMEN
Se ha llevado a cabo un muestreo sistemático y continuado de la fauna invertebrada de
tres cavidades en el noroeste de La Palma: Cueva de los Palmeros de Aguatavar (Tijarafe),
Cueva de la Mamona y Cueva de las Cáscaras (Puntagorda). En ellas se ha capturado un total
de 597 ejemplares pertenecientes a 16 especies repartidas en 11 órdenes y 4 clases.
Palabras clave: fauna subterránea, tubos volcánicos, La Palma, islas Canarias.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es fruto de la continua investigación que están realizando los autores
de este artículo desde el año 1994 reflejada en varios trabajos (García et al., 1995; García &
González, 1996, 1997; García, 1996, 1997 y García & Govantes, 1996) con el fin de ampliar y
completar el mapa de distribución de las especies cavernícolas de la isla de La Palma.
Las tres cavidades elegidas se localizan en el noroeste de La Palma, a sotavento del
alisio, en el piso mesocanario seco y discurren bajo una superficie formada por suelos bien
desarrollados, erosionados y pedregosos, presentando en superficie una comunidad vegetal
formada principalmente por pino canario (Pinus canariensis Chr. Sm. ex DC.), amagantes
(Cistus symphytifolius Lam.), almendros (Amygdalus communis L.), tuneras (Opuntia ficusbarbarica A. Berger) y cultivos abandonados. Todas ellas se encuentran próximas a los
campos de conos en delta que según Bravo (1990) constituyeron las últimas manifestaciones
volcánicas del escudo basáltico antiguo, antes que la actividad magmática pasase a actuar en el
cono sur de la Isla.
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Fauna cavernícola en tres cavidades del oeste de La Palma (islas Canarias)
LOCALIZACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LAS CAVIDADES
Las cavidades elegidas para nuestro estudio se localizan en los contiguos términos
municipales de Tijarafe y Puntagorda, al noroeste de La Palma:
La Cueva de los Palmeros de Aguatavar (Tijarafe), es un tubo con una única boca que
se abre en el margen izquierdo del Barranco situado al norte del Lomo de Las Breveras a unos
800 m a.s.n.m. Esta cavidad prácticamente lineal y con unos 308 m de recorrido tiene varios
pasos estrechos que dificultan su exploración. El suelo que presenta es compacto con algunas
zonas de derrubios sueltos, siendo su estado de conservación en general bastante bueno. Sus
coordenadas UTM son 28RBS104821.
La Cueva de la Mamona (Puntagorda), se trata de un tubo lineal sin ramificaciones, con
una longitud de 140 m que presenta una sola boca de entrada que se abre en la margen derecha
del Bco. de Herreros a unos 600 m a.s.n.m., siendo el desarrollo de la cavidad paralelo a dicho
barranco. En su interior podemos observar zonas con un suelo terroso-arenoso pero siempre
predominando la roca compacto. Sus coordenadas UTM son 28RBS087867.
La Cueva de las Cáscaras (Puntagorda), es una pequeña cavidad de tan sólo 44,4 m que
se encuentra muy próxima a la anterior, cauce abajo, en la intersección del Bco. de Herreros
con el Bco. de Las Ánimas a unos 500 m a.s.n.m. Presenta dos bocas de entrada, una de ellas
de muy pequeñas dimensiones lo que hace muy difícil su acceso por ella. Su sustrato
básicamente es compacto con derrubios sueltos aunque presenta dos pequeñas zonas con suelo
terroso-arenoso. Sus coordenadas UTM son 28RBS085869.
Estas tres cavidades son las que Fernández (2000) cataloga con las claves LP/TJ-1,
LP/PG-1 y LP/PG-3, respectivamente.
METODOLOGÍA
Se establecieron nueve estaciones de muestreo: cuatro en la Cueva de los Palmeros; tres
en la Cueva de la Mamona y dos en la Cueva de las Cáscaras.
En cada cavidad se eligieron aquellas zonas que presentaban las condiciones óptimas
para la existencia de entomofauna, como es una total oscuridad, elevada humedad y un sustrato
terroso-arenoso o de derrubios con presencia de materia orgánica. Cada estación contaba con
una trampa de caída colocada en el suelo y siempre que las condiciones de la cueva lo
permitiesen estaban separadas entre sí unos 40 metros. Las trampas estaban cebadas con queso
y tenían un líquido conservante constituido por anticongelante de automóvil (etilenglicol).
El muestreo se inició en diciembre de 1999 y finalizó en noviembre de 2000; las
trampas se colocaban cada tres meses (a principios de cada estación anual) y se recogían 20
días después para poder hacer un análisis tanto cualitativo como cuantitativo de las especies
colectadas. En cada estación se hacía también un muestreo a vista alrededor de las trampas,
capturándose de esta manera algunos ejemplares de las siguientes especies: Psyllipsocus
ramburii, Loboptera fortunata, Megaselia sp., Sciaridae indet., Calliphora vicina y
microlepidópteros indeterminados.
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Fig. 1. Topografía de la Cueva de los Palmeros de Aguatavar.
Fig. 2. Topografía de la Cueva de la Mamona.
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Fig. 3. Topografía de la Cueva de las Cáscaras.
RESULTADOS
Se colectaron un total de 597 ejemplares que corresponden a 16 especies, englobadas en
11 órdenes y 4 clases. Destacan desde el punto de vista cualitativo, el orden Diptera y Coleoptera
ambos con 3 especies (18,8 % del total de especies) e Isopoda con 2 especies (12,5 %),
presentando todas ellas una distribución irregular a lo largo del año. Desde el punto de vista
cuantitativo sobresalen los órdenes Diptera con 234 ejemplares (39,3 %), Psocoptera con 117
ejemplares (19,6 %), Isopoda con 63 ejemplares (10,5 %) y Lepidoptera con 62 ejemplares (10,4
%).
En las tablas I, II y III se presentan por separado los datos cuantitativos de las especies
capturadas en las diferentes cavidades muestreadas.
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Tabla I. Lista de las especies colectadas en la Cueva de los Palmeros de Aguatavar durante el año de estudio. Se indica
el número de ejemplares capturados en cada período de muestreo. Tg= troglobio; Tf= troglófilo y Tx= trogloxeno.
TAXONES
Primavera
Verano
Otoño
Invierno
Tot. Biotipo
O. PSEUDOESCORPIONIDA. Chthonius machadoi canariensis
1
0
0
0
1
Tf
2
1
3
1
7
Tg
CL. ARACHNIDA
CLASE MALACOSTRACA
O. AMPHIPODA. Palmorchestia hypogaea
Cl. COLLEMBOLA
O. COLLEMBOLA. Gen. sp. indet.
CL. INSECTA
O. BLATTARIA. Loboptera fortunata
O. PSOCOPTERA. Psyllipsocus ramburii
O. COLEOPTERA. Licinopsis angustula
O. COLEOPTERA. Cryptophagus distinguendus
O. DIPTERA. Megaselia sp.
O. DIPTERA. Sciaridae indet.
O. DIPTERA. Calliphora vicina
O. LEPIDOPTERA. Familia indet.
2
0
1
0
3
Tf
1
12
5
3
16
11
7
3
1
0
0
0
2
1
5
11
19
25
17
0
15
3
0
1
1
7
0
0
3
0
1
0
22
44
22
3
36
15
13
15
Tg
Tf
Tg
Tf
Tf
Tx
Tx
Tx
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
11
63
6
21
8
84
5
13
181
Tabla II. Lista de las especies colectadas en la Cueva de la Mamona el año de estudio. Se indica el número de
ejemplares capturados en cada período de muestreo. Tg= troglobio; Tf= troglófilo y Tx= trogloxeno.
TAXONES
CLASE MALACOSTRACA
O. AMPHIPODA. Palmorchestia hypogaea
O. ISOPODA. Trichoniscus bassoti
CL. COLLEMBOLA
O. COLLEMBOLA. Gen. sp. indet.
CL. INSECTA
O. ZYGENTOMA. Lepisma sp.
O. BLATTARIA. Loboptera fortunata
O. PSOCOPTERA. Psyllipsocus ramburii
O. COLEOPTERA. Licinopsis angustula
O. DIPTERA. Megaselia sp.
O. LEPIDOPTERA. Familia indet.
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
Primavera
Verano
Otoño
Invierno
Tot. Biotipo
0
0
0
1
0
0
1
0
1
1
Tg
Tg
0
0
0
1
1
Tf
0
0
0
0
77
2
0
0
0
0
0
0
1
3
39
1
71
13
0
0
26
0
0
0
1
3
65
1
148
15
Tx
Tg
Tf
Tg
Tf
Tx
2
79
1
1
6
128
3
28
236
Tabla III.- . Lista de las especies colectadas en la cueva de las Cáscaras durante el año de estudio. Se indica el número
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de ejemplares capturados en cada período de muestreo. Tg= troglobio; Tf= troglófilo y Tx= trogloxeno.
TAXONES
Primavera
Verano
Otoño
Invierno
Tot. Biotipo
O. PSEUDOESCORPIONIDA. Chthonius machadoi canariensis
0
0
0
2
2
Tf
5
1
54
2
62
Tx
CL. ARACHNIDA
CLASE MALACOSTRACA
O. ISOPODA. Porcellionides pruinosus
CL. COLLEMBOLA
O. COLLEMBOLA. Gen. sp. indet.
CL. INSECTA
O. ZYGENTOMA. Lepisma sp.
O. BLATTARIA. Loboptera fortunata
O. PSOCOPTERA. Psyllipsocus ramburii
O. COLEOPTERA. Licinopsis angustula
O. COLEOPTERA. Trechus flacircumdatus
O. COLEOPTERA. Cryptophagus distinguendus
O. DIPTERA. Megaselia sp.
O. DIPTERA. Calliphora vicina
O. LEPIDOPTERA. Familia indet.
O. HIMENOPTERA. Iridomyrmex humilis
1
0
0
2
3
Tf
1
1
3
1
1
2
8
0
15
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
16
3
0
0
0
6
2
5
29
0
0
14
0
0
0
0
5
0
0
1
17
20
1
1
2
15
7
20
29
Tx
Tg
Tf
Tg
Tx
Tf
Tf
Tx
Tx
Tx
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
10
38
2
2
7
115
5
25
180
En la fauna capturada en las cavidades estudiadas, y basándonos en criterios morfológicos
ya establecidos en anteriores trabajos (Martín & Oromí, 1990 y García et al., 1997), sobresalen los
trogloxenos con siete especies, entre los que destacan los necrófagos Calliphora vicina que
desarrollaron su ciclo completo sobre varios conejos que aparecieron muertos en las cavidades y
orugas de microlepidópteros que se alimentaban de la piel de conejo. Asimismo, podemos
observar en las tablas que durante el otoño en todas las cavidades aumentaron las capturas de
trogloxenos tanto cuantitativa como cualitativamente, como fue el caso del isópodo Porcellionides
pruinosus de amplia valencia ecológica y de la hormiga Linepithema humile; esto pudo deberse a
las fuertes lluvias caídas en esa estación.
Los troglobios están representados por cuatro especies, entre las que podemos destacar por
su abundancia a la cucaracha Loboptera fortunata, que se distribuye siempre por debajo de los
1.000 m s.n.m. en toda la zona que va desde el noreste hasta el noroeste de la isla, normalmente
bajo grandes cúmulos de hojarasca en los bosques de laurisilva y fayal-brezal y raramente en
algunas cavidades (García et al., 2001), y al escarabajo Licinopsis angustula que junto con
Palmorchestia hypogaea constituyen los troglobios de más amplia distribución insular.
Las cinco especies de troglófilos presentan todas una amplia distribución insular excepto
el escarabajo Cryptophagus distinguendus conocido de otras cuatro cavidades de La Palma (C. del
Rincón, C. de los Palmeros, C. de la Montaña del Pino y Sima Martín). Las restantes especies son
relativamente frecuentes en las cavidades palmeras y en el subsuelo insular, donde suelen ser
capturados con trampas subterráneas de PVC (García et al., 1997).
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Fauna cavernícola en tres cavidades del oeste de La Palma (islas Canarias)
Estos resultados son relativamente desalentadores, pues si los comparamos con el de otras
cavidades de la isla con unas condiciones naturales aparentemente similares, en ellas siempre fue
el grupo de los troglobios el mejor representado.
AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a los Drs. Marcos Báez
(Diptera) y Volker Mahnert (Pseudoescopionida) por la determinación de parte del material
estudiado. También, agradecemos a todos los miembros del grupo de Espeleología Benisahare
La Palma, su colaboración en la elaboración de las topografías utilizadas.
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ISSN: 1577-1792
Fernández, 2001
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Corrección del error cartográfico cometido en la localización y orientación del Tubo Volcánico de Todoque, Monumento
Natural (La Palma, islas Canarias).
CORRECCIÓN DEL ERROR CARTOGRÁFICO COMETIDO EN LA
LOCALIZACIÓN Y ORIENTACIÓN DEL TUBO VOLCÁNICO DE TODOQUE,
MONUMENTO NATURAL (LA PALMA, ISLAS CANARIAS).
OCTAVIO FERNÁNDEZ LORENZO1
1
Email: [email protected]
Grupo de Espeleología de Canarias Benisahare. Apartado de correos nº 591. 38 700, S/C de La Palma.
ABSTRACT
Some features to correct the mistake made about positioning and directioning of Todoque
lava tube are shown herein.
Key words: Lava tubes, survey, cartography, Todoque tubes, Los Llanos de Aridane, La
Palma, Canary islands.
RESUMEN
Se aportan datos que permiten corregir el error detectado en la localización y orientación
del Tubo Volcánico de Todoque.
Palabras clave: Tubos volcánicos, topografía, cartografía, Tubos de Todoque, Los Llanos de
Aridane, La Palma, islas Canarias.
INTRODUCCIÓN
Poco después de que en 1998 terminásemos el avance parcial del Catálogo de
Cavidades de La Palma correspondiente a los términos municipales de Los Llanos de Aridane y
Tazacorte (Dumpiérrez et al., 1998) tuvimos conocimiento de la existencia de varias cuevas más
en la colada del volcán San Juan, próximas a la Cueva de Todoque (LP/LLA-1) (Fernández,
2000). Lamentablemente, la presencia de dichas cavidades se nos comunicó demasiado tarde
para poder incluirlas en el citado Avance del Catálogo.
La mayor de las nuevas cuevas – que coloquialmente conocemos como “Cueva del
Vidrio” LP/LLA-14, a falta de un nombre popular – posee dos grandes jameos terminales,
similares al jameo principal de la Cueva de Todoque. Observando su localización a simple vista,
LP/LLA-14 parecía estar alineada con LP/LLA-1; esto aumentó nuestro interés por ella, dado
que podría formar parte del canal lávico en cuyo seno se gestó el Tubo de Todoque. La posterior
comparación con ortoimágenes parecía corroborar nuestras suposiciones (Fig. 1).
Procediendo con un método similar al que ya hemos utilizado para otras cuevas
(Sistema de Tigalate (LP/M-1;LP/M-2;LP/M-17), Cueva Honda de Miranda (LP/BA-3)
(Dumpiérrez et al., 2000)) y con el que hemos averiguado datos importantes sobre las cavidades,
solicitamos al Excmo. Cabildo Insular los planos detallados de la zona; esto nos ha permitido
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Natural (La Palma, islas Canarias).
ubicar las cavidades con cierta precisión y así poder evaluar sus orientaciones.
Una vez se dispuso del material gráfico adecuado, observamos con sorpresa que la
localización de la Cueva de Todoque dada en los planos a escala 1/5000 se alejaba bastante del
lugar en que esperábamos encontrarla.
Sus dimensiones y orientación parecían ser igualmente erróneas, por lo que decidimos
indagar más es este asunto.
Fig. 1.- Ortoimagen (1996) en la que se aprecia el Jameo principal de Todoque I (LP/LLA-1) y se
señalan las bocas de Todoque II (LP/LLA-4) y la Cueva del Vidrio (LP/LLA-14).
ANTECEDENTES
Al estar declarada como Monumento Natural (Ley 12/1994 de 19 de diciembre, de
Espacios Naturales de Canarias, B.O.C. nº 157 de 24 de diciembre de 1994), la Cueva de
Todoque se encuentra señalada en varios planos topográficos. Entre estos documentos está el
propio anexo cartográfico de la citada ley de declaración de protección del Tubo de Todoque
(Fig. 2) (B.O.C. nº 60 de Lunes 15 de mayo de 2000, pág. 6179) Otro de estos documentos es la
cartografía 1/5000 de la isla, restituida por Grafcan a partir de un vuelo en octubre de 1996 (Hoja
LP18C). En planos a nivel más general sólo se indica el perímetro del Área de Sensibilidad
Ecológica (Mapa Topográfico Nacional E: 1/25000, Hoja 1085-III/IV).
En ambos planos, la localización y orientación de la cavidad parece ser la misma, de
modo que es probable que alguno de ellos tomase al otro como fuente de datos.
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Fig. 2.- Anexo cartográfico en el que se precisa el área protegida del Tubo
Volcánico de Todoque, y la amparada por el A.S.E. (B.O.C. nº 60, lunes 15
de mayo de 2000, pág. 6179).
La única topografía subterránea de la cavidad de la que tenemos constancia es la
realizada por miembros del G.I.E.T. de la Universidad de La Laguna en 1986, y posteriormente
publicada en 1996 (Medina et al., 1996). Dicho plano (Fig. 3) se levantó con posterioridad al
movimiento de tierras (Anónimo, 1986) que separó la cueva en los tramos “Todoque I” y
"Todoque II”, cuya posición relativa ya determinamos hace unos años (Fernández, 1999). De
este modo, la topografía de 1986 no refleja el tramo de “Todoque II”, como tampoco refleja
varios ramales secundarios que existen en los últimos metros del extremo este de la cueva.
Por lo que hemos comentado, la topografía con la que contamos tiene menos longitud
que la que posee el tubo realmente, con lo que cabría esperar que el área señalada en los planos
de superficie fuese mayor que la representada en el levantamiento subterráneo.
Fig. 3.- Topografía del tramo “Todoque I”, G.I.E.T., 1986.
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Corrección del error cartográfico cometido en la localización y orientación del Tubo Volcánico de Todoque, Monumento
Natural (La Palma, islas Canarias).
Con estos antecedentes decidimos realizar una serie de comprobaciones que
esclareciesen el posible error comentado: podía ser tanto un fallo en la cartografía existente como
en nuestras suposiciones.
MATERIAL Y MÉTODO
De modo similar al utilizado para la localización relativa de “Todoque I” y "Todoque
II”, el material y método empleado fue el habitual en topografía subterránea, pero llevado al
exterior.
Se usaron cintas semirrígidas de fibra de vidrio, así como eclímetros y brújulas
calibrados con precisión de un grado sexagesimal.
El procedimiento consistió en establecer una poligonal exterior sobre el malpaís
partiendo de referencias conocidas en la cartografía de superficie. Posteriormente tendimos una
poligonal por el interior de la cavidad (sin referencias de contorno) enlazada con la exterior para
conocer su longitud aproximada y, fundamentalmente, su orientación. La precisión del método se
engloba en un grado 5 U.I.S.
De esta manera obtuvimos los parámetros de un tramo recto de carretera al este del
Tubo de Todoque, con extremos reconocibles en los planos 1/5000. Partiendo de este tramo que
sirvió de referencia, recorrimos la colada en dirección a la cueva obteniendo los datos de la
poligonal por el camino; durante este tramo del estudio, procuramos colocar vértices de la
poligonal sobre puntos reconocibles en los planos, de modo que ayudasen a evaluar la precisión
del levantamiento.
Así determinamos la posición del jameo principal de “Todoque I”; su forma se dibujó
mediante una poligonal cerrada en torno suyo, con el objeto de poder compararla con la
ortoimagen del vuelo de 1996.
La poligonal por el interior de la cavidad se trazó sin marcas de pintura; usamos tan sólo
pequeños identificadores que se retiraban una vez comprobada la medición por duplicado. Sobre
Fig. 4.- Ortoimagen (1996) solapada con las poligonales que se han utilizado para
determinar la posición y orientación del Tubo de Todoque I (LP/LLA-1).
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esta poligonal únicamente se tomaron referencias de la posición de las bocas, para poder
igualmente compararlas con la ortoimagen.
Todos estos datos se introdujeron en el programa para topografía de cavidades
“TopoWin”, lo que facilita los cálculos en gran medida. La precisión dada por el programa
supone un error máximo de ± 8 m, aunque estimamos que la precisión real puede ser bastante
mayor, en función de nuestras observaciones (la poligonal cerrada en torno al Jameo principal de
“Todoque I” tuvo un error de 0,6 m).
Posteriormente, las poligonales dibujadas se compararon tanto con las ortoimágenes
(Fig. 4) como con los planos de la superficie (Fig. 5), usándose los ejemplares de la cartografía
Grafcan cedidos por el Excmo. Cabildo Insular de La Palma (hoja LP18C; ortofotos LP18C1;
LP18C2).
RESULTADOS
Tras comparar las poligonales realizadas con la planimetría y las ortoimágenes de la
superficie de la colada hemos observado que, ciertamente, existe un error importante tanto en la
localización como en la orientación de la Cueva de Todoque.
En la figura 4 puede verse la superposición de las poligonales con la ortoimagen del
lugar. La localización del jameo y su forma corresponden con la ubicación que suponíamos en un
principio (Fig. 1): se encuentra 130 m más al sur de lo que figura en la cartografía oficial. Como
dato ilustrativo, la cueva está alejada una media de 100 m en la realidad respecto de lo que figura
en los planos.
En la figura 5 se muestra la cavidad situada en la colada según nuestro estudio.
Igualmente puede apreciarse el lugar donde se había ubicado hasta ahora, el mismo reflejado en
el anexo publicado en el B.O.C. nº 60 de 15/5/2000 (Fig. 2). En dicho documento se describe con
relativa precisión (indicación de coordenadas UTM) el perímetro del A.S.E., pero no se da
coordenada alguna para la ubicación del tubo en sí (sólo indica su superficie). La posición del
tubo se confía al anexo que aquí hemos reproducido.
Podemos considerar, habida cuenta de los factores de error expuestos, que las
coordenadas UTM datum REGCAN95 para el centro del jameo principal de "Todoque I" son:
X= 217296 m Y= 3167227 m Z=505 m.
CONCLUSIONES Y COMENTARIOS
Como resultado de este estudio, además de otras observaciones sobradamente
difundidas (Govantes, 1993; 1996; 1997A; 1997B; 1998; 1999; 2000A; 2000B; en prensa), se
puede decir que muchas acciones que pretendían aportar información y protección para la Cueva
de Todoque se han llevado a cabo de un modo algo descuidado. Tanto es así que, como hemos
podido ver, la localización real del tubo está casi en el límite del área de sensibilidad ecológica.
Es decir, que zonas del malpaís cuya alteración difícilmente puede afectar a la cavidad se
encuentran amparadas por el A.S.E., mientras que zonas más próximas al tubo (y por tanto más
sensibles ante impactos ambientales) se encuentran fuera de dicha calificación. Este comentario
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no excluye que se haya de dar protección a esas zonas de la colada. Pero sí parece claro que el
objeto principal de dicha calificación era la de mejorar la conservación del monumento natural
(es decir, la porción subterránea de tubo), lo cual está menos logrado.
En lo que respecta a la topografía del interior, a todas luces es incompleta: aún si
ignoramos detalles del plano como el hecho de que carezca de corte longitudinal y la escasez de
secciones transversales, una exploración detenida de la cueva revela la existencia de multitud de
niveles superiores que no aparecen en el citado levantamiento. En el extremo este de la cavidad
existen también varios ramales (de complicado acceso) que tampoco se reflejan en el plano.
A la vista de lo expuesto, parece recomendable una revisión concienzuda de todos estos
aspectos, particularmente de la topografía interior y quizá de la localización de la cavidad. Con el
estudio aquí desarrollado hemos pretendido esclarecer los errores de ubicación que nos parecían
palpables. Dada la gran calidad del material gráfico con el que se ha contado, la localización que
hemos dado nos parece bastante precisa (a nivel espeleológico). Una comprobación más fiable
requeriría del uso de teodolitos (a ser posible de mira láser).
Otro aspecto interesante, que debería reflejarse en una revisión de la topografía, es el
grosor de la colada sobre la cavidad. Esto resulta relativamente sencillo de realizar a nivel
espeleológico con una precisión aceptable, logrando ilustrar adecuadamente dicho aspecto.
Pero de nuevo se concluye que la precisión no es lo realmente necesario, del mismo
modo que resulta deficiente un amparo legal sin la pertinente protección real. Desde el G.E.C.
Benisahare seguimos abogando por una defensa eficaz del Tubo de Todoque, que pasa
necesariamente por un uso racional y una planificación que evite las visitas incontroladas e
impactantes que actualmente sufre (Govantes, 1999). Creemos sinceramente que el uso parcial
del tubo de Todoque reducirá el impacto que pesa sobre él y ayudará a su conservación, máxime
teniendo en cuenta que existen zonas que pueden preservarse como reservas integrales (por
ejemplo, el tramo Todoque II).
En nuestras últimas visitas para la consecución de este estudio hemos observado, de
nuevo, basura en el interior de la cavidad. Jamás hemos visto a alguien llamado A.S.E.
impidiendo que algún desaprensivo arroje basura por un jameo, ¿y ustedes?
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer la colaboración prestada a los compañeros del G.E.C. Benisahare
Patricia Ayut, Manuel Muñoz y Ana Ferraz durante el trabajo con las poligonales de conexión,
así como a Francisco Govantes y Rafael García por la diversa información aportada y el interés
demostrado.
Igualmente, vaya nuestro agradecimiento al G.I.E.T. por haber cedido la topografía de la
Cueva de Todoque para el Catálogo de Cavidades de La Palma. De modo especial quiero
mencionar el constante apoyo que presta el Excmo. Cabildo Insular de La Palma a nuestros
estudios, así como la cesión de gran parte del material gráfico en el que se apoya este análisis.
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Fig. 5.- Comparación de nuestros datos sobre la cartografía de superficie (Grafcan) en la
que se da otra ubicación para el Tubo de Todoque.
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Canarias
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN EDUCATIVA EN
ESPELEOLOGÍA INSULAR. UNA APUESTA DE LA CONSEJERÍA DE
EDUCACIÓN DEL GOBIERNO DE CANARIAS.
F. GOVANTES *
* Director del PIIE Espeleología Insular. Centro de Profesores de Los Llanos de Aridane. E-mail: [email protected]
ABSTRACT
A project of research on Speleology for secondary education is analysed for knowing
the utility and possibilities of this new subject in the school curriculum of the Canary Islands.
Key words: Vulcanospeleology, subject, Canary Islands.
RESUMEN
Un proyecto de investigación en espeleología para enseñanza secundaria es analizado con
el fin de conocer la utilidad y posibilidades de esta nueva asignatura en el currículo escolar de
Canarias.
Palabras clave: Espeleología volcánica, asignatura, islas Canarias.
ANTECEDENTES
A finales del siglo pasado (en concreto hace una media docena de años), un grupo de
profesores de la isla de La Palma a los que unía su pasión por la Espeleología y la docencia,
desarrolló un proyecto de análisis y aplicación de la espeleología volcánica como recurso
didáctico para las distintas áreas de secundaria y sus ejes transversales. Aquel trabajo se polarizó
en dos planteamientos diferenciados: por un lado el diseño de actividades de aula y campo con
utilidad para cada área del currículo de secundaria por separado y en conjunto (enfoque
interdisciplinar); y por otro el diseño e impartición de una asignatura optativa de Espeleología
donde se sistematizaran los conocimientos necesarios para convertir a esta asignatura en un
auténtico recurso multidisciplinar para la comprensión de determinados aspectos de las más
variadas disciplinas
Geología.- Conocimiento directo de la dinámica terrestre, volcanismo, hidrología,
mineralogía, petrología, etc.
Física y Química.- Procesos geoquímicos, como precipitaciones, cristalizaciones, etc. y
geofísicos como la dinámica de fluidos.
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Canarias
Biología.- La interesantísima biocenosis subterránea permite el estudio de amplios
aspectos del mundo de los seres vivos y su ecología (evolución y adaptación, relaciones intra e
interespecíficas, pirámides tróficas, etc.).
Dibujo Técnico y Matemáticas.- Sistemas de medidas, conversión de unidades,
manejo de los útiles de dibujo necesarios para la topografía subterránea, etc.
Geografía e Historia.- Estudio de los restos arqueológicos y usos actuales de las
cavidades.
Educación Física y deportiva.- La Espeleología es un deporte federado. El desarrollo
de la flexibilidad, resistencia aeróbica, movilidad articular, etc. son aspectos enormemente
relacionados con su práctica.
Fotografía (a modo de ejemplo de otras optativas).- Desarrollo de las técnicas
especiales de fotografía de exposición, etc.
ASPECTOS INTERDISCIPLINARES
Es evidente que al margen de los aspectos directamente relacionados con las materias
específicas del currículo de Secundaria, existen otros de marcado carácter transversal que
pueden ser abordados en este tipo de actividad de manera idónea. De esta forma, hemos podido
comprobar como conceptos del tipo educación ambiental, respeto por la biodiversidad, por los
demás y las normas de convivencia, etc. son fácilmente asumibles por los alumnos en este tipo
de actuaciones. Es especialmente destacable el fortalecimiento de las relaciones personales
entre los miembros del grupo y el mejor clima fraguado en el aula con posterioridad a las
actividades desarrolladas al amparo de la nueva asignatura.
NECESIDAD DEL PIIE
La impartición de la asignatura optativa de espeleología durante estos años en los I.E.S.
Luis Cobiella Cuevas de Santa Cruz de La Palma y José Mª Pérez Pulido de Los Llanos de
Aridane, en el nivel de 4º de la ESO nos hizo apreciar una serie de necesidades tanto en torno a
la propia asignatura como en relación al resto de las áreas:
1º Es necesario dar a conocer la Espeleología a los alumnos de 3º ESO con la claridad
suficiente para que supieran “donde se iban a meter”, caso de elegirla como optativa para el
próximo curso.
2º ¿Está la asignatura respondiendo a las expectativas creadas? ¿Cumple con los
objetivos para los que ha sido propuesta y diseñada?
3º La asignatura optativa está siendo impartida exclusivamente por profesores del
Departamento de Biología y Geología. Es imprescindible que el profesorado de otros
departamentos conozca este recurso no sólo por la utilidad para sus propias áreas, sino también
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para su comprensión de cara a las frecuentes actividades extraescolares que la espeleología
impone.
Para ello nos planteamos proponer este PIIE, como manera de analizar y en su caso
mantener y aún potenciar la espeleología dentro del sistema educativo palmero.
Preparando el material antes de entrar en la cueva de La Mamona
1ª FASE: Análisis de la bondad de la iniciativa
Se realizó durante los primeros días de febrero de 2001 una acampada de espeleología
en el Centro de Naturaleza “La Rosa”, en Puntagorda, dada la existencia de tubos volcánicos
en las proximidades del mismo y por reunir dicho centro todas las características necesarias
para una actividad de este tipo. A dicha actividad asistían alumnos de 4º ESO que cursaban la
asignatura en ese momento, alumnos del bachillerato que la habían cursado el año pasado, y un
grupo de alumnos y profesores que se acercaban por primera vez al mundo subterráneo. La
idea era realizar una visita a una cueva y luego hacer un análisis de los distintos grupos por
separado y en un coloquio final conjunto sobre las expectativas de la actividad, su utilidad para
el proceso de enseñanza- aprendizaje, etc.
El resultado del análisis tanto de la visita a la cueva como de la espeleología en sí vino
a demostrar que los alumnos valoran más la asignatura una vez cursada que durante la
impartición de la misma. Los alumnos del Bachillerato de Ciencias de la Naturaleza
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confirmaban su mejor comprensión de determinados aspectos tras haber cursado la optativa el
curso anterior. Por otra parte, la mayor parte de los alumnos de espeleología de 4º de la ESO
afirmaban que la asignatura estaba respondiendo a sus expectativas aunque había un pequeño
sector que o bien se sentía decepcionado o, por el contrario, les desbordaba el nivel de
exigencia, tanto teórica como práctica. Finalmente, los alumnos que se asomaban por primera
vez a una cueva coincidían en que era algo completamente distinto a lo que esperaban. La
mayoría se sentían fascinados y afirmaban abrirse a todo un mundo de posibilidades, tanto
científicas como deportivas, y un pequeño grupo concluía en que para muestra bien vale un
botón y que aquel era su primer y último deambular bajo la roca.
Resulta notable la valoración del profesorado neófito en estas lides, el cual coincidía
con el grupo mayoritario de alumnos en las mismas condiciones sobre las enormes
posibilidades de esta actividad.
Alumna de Espeleología
identificando restos fósiles
del extinto lagarto gigante de
La Palma
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Canarias
Colocando trampas para la captura de invertebrados cavernícolas. Cueva de La
Mamona. Puntagorda. La Palma. febrero de 2001
Entrando en una gatera...
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Canarias
Y saliendo...
Próximas actividades. Continuidad del Proyecto
Se pretende desarrollar una dinámica de divulgación de la espeleología didáctica con
dos iniciativas:
-
Impartir charlas seguidas de visitas a cavidades del entorno con utilidad didáctica
para profesorado tanto de Primaria como de Secundaria. La charla será impartida
por el profesorado de Espeleología pero se pretende que la visita sea guiada, bajo la
supervisión del mismo profesorado, por alumnos de bachillerato que cursaron en
años anteriores la asignatura de Espeleología. Tal actividad resultará un
complemento idóneo a la formación de aquellos alumnos que cursen la asignatura
de Medio Natural Canario en 2º del Bachillerato de Ciencias de la Naturaleza y la
Salud.
-
Elaborar unos paneles divulgativos que sirvan para dar a conocer esta actividad de
manera itinerante por distintos centros.
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a mi compañero el profesor Rafael García Becerra, pionero en la
impartición de la asignatura de Espeleología en Canarias, sus continuos consejos e intercambio
de pareceres en aras del perfeccionamiento de la asignatura.
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Proyecto de investigación e innovación educativa en Espeleología Insular. Una apuesta de la Consejería de Educación del Gobierno de
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ISSN: 1577-1792
Oromí et al., 2001
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pp: 62-70
La Cueva de Jinama (El Hierro): Descripción y Biocenosis
LA CUEVA DE JINAMA (EL HIERRO): DESCRIPCIÓN Y BIOCENOSIS
P. OROMÍ1, N. ZURITA1, E. MUÑOZ1, R. RODRÍGUEZ BETHENCOURT2, S. DE LA CRUZ1 & J.M.
PLASENCIA DELGADO 2
1
2
GIET. Depto. Biología Animal. Universidad de La Laguna. Tenerife
Club de Espeleología Tajinaste. Santa Cruz de Tenerife
ABSTRACT
The survey and a short description of Cueva de Jinama is presented, a lava tube placed
close to the upper edge of El Golfo, on El Hierro island. The results of a study carried out in
2000 are provided, including environmental and faunistic data obtained during two visits to the
cave. A total of 14 species of arthropods were found, six of which showing adaptations to
hypogean life.
RESUMEN
Se aporta la topografía y una somera descripción de la Cueva de Jinama, tubo volcánico
situado en el borde superior de El Golfo, isla de El Hierro. Se presentan los resultados de un
estudio llevado a cabo en 2000, con aporte de datos ambientales y faunísticos obtenidos en dos
visitas. Se encontró un total de 14 especies de artrópodos, seis de las cuales muestran
adaptaciones a la vida hipogea.
INTRODUCCIÓN
Durante los años 1999 a 2001 se ha llevado a cabo un estudio de la fauna invertebrada
de cuevas en Tenerife, La Palma y El Hierro, como parte del proyecto LIFE Naturaleza
"Conservación de quirópteros e invertebrados en cavidades volcánicas". Este proyecto aborda
un estudio conjunto de las cuevas situadas en Lugares de Interés Comunitario (LIC’s) de estas
tres islas, con el objeto de valorar la presencia de murciélagos, la riqueza de su fauna
cavernícola y el estado de conservación general de cada cueva. A partir de los resultados
obtenidos se hace una propuesta de medidas concretas destinadas a mejorar la conservación de
las cuevas que lo precisen. El análisis del medio cavernícola y su fauna invertebrada en este
proyecto nos fue encargado al G.I.E.T. de la Universidad de La Laguna. En las cuevas de El
Hierro el trabajo de campo se ha realizado principalmente durante el año 2000, llevándose a
cabo dos campañas biospeleológicas en enero y en septiembre, y otra para el levantamiento
topográfico en abril de 2000.
En El Hierro los Espacios Naturales Protegidos y los LIC’s ocupan gran parte del
territorio; dada la abundancia de cavidades en la isla, estudiar todas las existentes en los LIC’s
hubiera sido una tarea imposible en el tiempo disponible. En el proyecto LIFE se seleccionaron
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aquéllas que a priori se conocían por su notable desarrollo interno, o por sus altas
probabilidades de albergar murciélagos y/o fauna invertebrada cavernícola. Además se
añadieron algunas nuevas de interés que conocimos gracias a la información aportada por
Silvia Fajardo (C.E.P.L.A.M. de La Laguna) y Manuel Santana (Valverde, El Hierro).
Bastantes de estas cavidades habían sido estudiadas en la isla anteriormente desde el punto de
vista espeleológico (Montoriol & De Mier, 1977 y 1980; Martín et al., 1985; Socorro, 1985;
G.I.E.T., 1988; Hernández et al., 1992), y de una mayoría de ellas se habían publicado listas
faunísticas de estudios realizados (Español & Ribes, 1983; Martín & Izquierdo, 1987; Martín et
al., 1987; Izquierdo et al., 1989; Martín 1992; Hoch & Asche, 1993). El conjunto de cuevas
estudiadas en el proyecto se muestra en la tabla I.
Tabla I.- Cuevas de El Hierro incluidas en el proyecto LIFE Naturaleza .
Cueva
Juaclo de las Moleras
Cueva del Diablo
Sima de las Palomas
Morada del Lomo Blanco
Cueva de Longueras
Cueva de Fileba
Cueva de Jinama
Cueva de Los Pozos
Cueva del Mocán
Cueva de la Curva
Cueva Roja
Cueva del Lajial
Cueva de los Pocitos
Cueva de Don Justo
Desarrollo
(m)
178
50
- 90
206
150
40
167
390
214
141
300
±400
±900
6.315
Estudios biológicos
Topografía
anteriores
(autor: publicación)
GIET
GIET: Izquierdo et al., 1989
inexistente
GIET
GIET: Hdez. et al., 1992
GIET
GIET: Martín et al., 1985
inexistente
inexistente
C.E. Tajinaste: actual
GIET
GIET: Hdez. et al., 1992
GIET
GIET: Hdez. et al., 1992
GIET; Hoch&Asche
GIET: Hdez. et al., 1992
GIET; Hoch&Asche
GIET: Hdez. et al., 1992
GIET; Hoch&Asche
inexistente
inexistente
GIET; Hoch&Asche
Montoriol et al., 1980
La Cueva de Jinama era uno de los pocos tubos volcánicos de El Hierro del que no se
habían hecho ni topografía ni estudios biológicos. Para poder realizar mejor el estudio completo
de la cueva consideramos conveniente levantar el plano, encargándose de esta tarea algunos de
nosotros (R. Rodríguez y colaboradores), miembros del Club de Espeleología Tajinaste de
Tenerife. En una visita realizada en abril de 2000 se tomaron los datos espeleológicos para luego
levantar la topografía sobre el plano, que presentamos en este artículo.
Para conocer el conjunto de la fauna subterránea de una isla deben aprovecharse las
cavidades dispersas por el territorio, tanto para ver qué zonas son aptas para albergar esta
fauna, como para saber cuál es el área de distribución de cada especie hipogea. Aunque no
había referencias de presencia de fauna adaptada en la Cueva de Jinama, su localización en una
zona sin estudios biospeleológicos previos le confería un interés particular.
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DESCRIPCIÓN DE LA CUEVA
Localización y acceso
La cueva está en los alrededores del Rincón de Izique en el NE de El Golfo, a 1.169 m
s.n.m. un poco por debajo del borde que lo separa de la meseta de Nisdafe. El mejor acceso es
partiendo desde el Mirador de Jinama por el camino que discurre junto al borde de El Golfo,
hasta alcanzar la zona de Izique.
Geomorfología
La cueva es de pequeño desarrollo y en general su sección de reducidas dimensiones. La
entrada tiene unos 2 m de diámetro de sección semicircular, limitada a la derecha por un viejo
muro de piedra. Dispone de un tubo inicial algo más amplio por el que puede avanzarse de pie; a
unos 10m de la entrada hay una corta ramificación ciega, y a unos 26 m el tubo se bifurca en dos
ramales principales (A y B). El ramal A es de mayores dimensiones y unos 70 m de longitud; el
accidente más notable es la presencia, unos 10 m hacia el interior, de una terraza transversal
formada por bloqueo del flujo de lava y posterior vaciado hacia adentro, quedando la sección
dividida en un paso superior y otro inferior. El ramal B es de longitud ligeramente menor (57 m)
y dimensiones internas más estrechas, resultando algo incómodo progresar por él; a unos 14 m de
su inicio tiene una pequeña ramificación ciega muy estrecha de unos 5 m de largo.
Ambos ramales son de sección circular u ovalada. Tienen casi en todo su recorrido
pequeñas terrazas laterales muy planas, el substrato suele ser compacto (tanto de tipo aa como
pahoehoe), y los estafilitos abundan por el techo y paredes.
La posición topográfica de la Cueva de Jinama resulta a primera vista anómala, pues
comienza en la pared escarpada de El Golfo y desciende desde la boca hacia adentro, como
profundizando en el subsuelo. Pero en realidad el tubo discurre aproximadamente paralelo a la
superficie de los terrenos bajo los cuales se encuentra, exteriores a El Golfo.
Aspectos geológicos
Los terrenos donde se desarrolla la Cueva de Jinama se originaron durante el segundo
ciclo volcánico de El Hierro, en el Plioceno (Varios autores, 1980). Erupciones posteriores a la
originaria han depositado más lavas encima, de forma que este tubo volcánico discurre
actualmente a considerable profundidad en todo su recorrido a excepción de la propia entrada.
A juzgar por su ubicación entre El Golfo y Nisdafe y por su buzamiento, parece claro que el
gran deslizamiento de El Golfo y la erosión subsiguiente seccionaron el tubo, y la Cueva de
Jinama ha quedado “colgada”: el volcán originario y las lavas de la zona inicial estaban en
terrenos más elevados que el nivel actual del relieve, y desaparecieron con el deslizamiento.
Esto nos sugiere que su antigüedad debe ser de al menos 15.000 años, edad estimada para el
mencionado evento geológico (Canals et al., 2000). El grado de erosión no muy avanzado de la
cueva, en efecto, indica una edad relativamente joven.
Siguiendo la clasificación de las diferentes tipologías vulcanoespeleogénicas de
Montoriol-Pous (1973), se trata de una cavidad singenética reogenética subterránea: su
formación se produjo durante el periodo de consolidación de los materiales, por lo que la
oquedad y la roca encajante se formaron simultáneamente. Es la génesis más extendida entre
los tubos volcánicos canarios.
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Datos ambientales
Se midió la temperatura y la humedad relativa por medio de un termohigrómetro
digital. Para ello se disponía el aparato a 1m del suelo y se anotaban los registros una vez
estabilizado. Los datos se muestran en la Tabla II. En los distintos sectores de la cueva se
encuentran los siguientes tipos de sustrato:
- tubo inicial: coladas lisas alternadas con partes algo rugosas, con pequeños bloques
desprendidos.
- tubo A: colada rugosa y piedras pequeñas de la propia rotura de la lava
- tubo B: colada lisa surcada por grietas, sin piedras sueltas.
Tabla II.- Valores de temperatura y humedad relativa.
1-II-2000
17-IX-2000
19-IV-2001
lugar
zona media tubo A
zona media tubo A
entrada
fondo tubo A
temperatura °C
10,7
12,2
13,4
9,2
humedad relativa
100%
89%
68%
95%
La cueva en general es muy húmeda y en determinadas secciones hay sedimento
fangoso o incluso pequeños charcos. Se detectó variación estacional de la humedad y la
temperatura. En los meses de verano baja la humedad y sube la temperatura, aunque las
superficies internas de la cueva permanecen mojadas. Es una de las cuevas de El Hierro en que
este aspecto sufre menos variación anual.
No hay raíces en el interior de la cueva, debido a la considerable profundidad a que se
encuentra respecto a la superficie del terreno. Esta misma circunstancia dificulta la llegada de
materia orgánica por percolación a través de la potencia de roca suprayacente. El sentido
descendente del tubo a partir de la entrada podría facilitar la penetración de partículas
macroscópicas de materia orgánica hacia el interior; sin embargo no se observan acúmulos de
materia orgánica en ninguna parte.
Topografía
El levantamiento topográfico se realizó por medio de brújula, clinómetro y cinta métrica,
dado que las dimensiones de la cueva no permiten introducir aparatos de precisión más
complejos. El desarrollo total de la cueva es de 168 m, siendo la longitud entre extremos de 87
m, y el desnivel máximo de 12 m. La planta y el alzado están representados en las figs. 1 y 2
respectivamente.
BIOCENOSIS CAVERNÍCOLA
Metodología
Se han utilizado sistemas combinados para la captura de animales como son las trampas
pitfall (vasos y botellas), así como de caza a vista con pinzas, aspiradores, etc. Durante el
estudio faunístico se realizaron dos visitas, una en enero y otra en septiembre de 2001,
dejándose las trampas colocadas una semana cada vez.
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Tabla III.- Resultados faunísticos del estudio. B: pitfall (botellas); V: pitfall (vasos); C: caza a vista. (·) especies
endémicas. (*) especies con adaptaciones al medio hipogeo.
Trampas
TAXONES
Clase ARACHNIDA
Orden Acari
Familia indet.
sp. indet.
Orden Araneae
Familia indet.
n. sp.*
sp. indet.
Clase MALACOSTRACA
Orden Isopoda
Familia Trichoniscidae
Trichoniscus sp.*
Familia indet.
sp. indet.
Clase CHILOPODA
Orden Lithobiomorpha
Familia Lithobiidae
Lithobius crassipes L. Koch, 1862
Clase COLLEMBOLA
Orden Entomobryomorpha
FAMILIA ENTOMOBRYIDAE
Entomobrya sp.
Clase INSECTA
Orden Psocoptera
Familia Psyllipsocidae
Psyllipsocus ramburii Selys-Longchamps, 1872*
Orden Coleoptera
Familia Carabidae
·Licinopsis schurmanni Machado, 1987*
·Trechus minioculatus Machado, 1987*
Familia Staphylinidae
·Medon n. sp.*
Orden Diptera
Familia Phoridae
Megaselia sp.
Familia Calliphoridae
Calliphora vicina Robineau-Desvoidy, 1830
Familia indet.
sp. indet.
Total general
B
C
35
2
2
3
4
2
3
1
1
1
3
4
11
2
3
3
1
13
6
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V
7
40 56
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Datos faunísticos
Esta cueva nunca había sido estudiada anteriormente. La única información existente
sobre sus comunidades animales proviene de nuestros dos muestreos, con resultados en la Tabla
III. En ella se indican por separado los ejemplares de cada especie colectados por uno u otro
método de captura.
Apareció un total de 14 especies distintas de artrópodos, seis de ellas mostrando
adaptaciones a la vida hipogea, aunque una de ellas (Psyllipsocus ramburii) es un insecto
polimorfo de amplia dispersión con poblaciones epigeas aladas y oculadas, y poblaciones
hipogeas (forma troglodyta) despigmentadas, micrópteras y ciegas.
Puede observarse por los resultados de los muestreos que las poblaciones son escasas en
individuos., al menos comparada con la mayoría de cuevas de la isla que tengan condiciones
adecuadas de humedad.
No se observaron deyecciones de ratas en ningún sector de la cueva, ni siquiera en la
entrada.
INTERÉS Y CONSERVACIÓN
Interés biológico
La potencia de rocas suprayacentes a la Cueva de Jinama influye en su comunidad
cavernícola, que tiene poblaciones más escasas que cuevas de conexión más próxima con el
exterior. La pobreza ya se intuye por no llegar las raíces al interior de la cueva, y por el
substrato que es compacto sin sedimentos. Es una típica cueva profunda con fauna escasa en
individuos, pero algunos pertenecientes a especies bien adaptadas. En estos muestreos han
aparecido varios elementos troglobios interesantes: el coleóptero carábido típico del subsuelo
de la zona del Golfo Trechus minioculatus, y el también carábido Licinopsis schurmanni, que
por el contrario se conoce de cuevas y MSS de las zonas ajenas a esta zona de la isla. Al
parecer esta especie puede convivir con L. obliterata franzi tanto en cavidades como en MSS,
pero nunca se ha encontrado en el monteverde húmedo de El Golfo, donde el medio hipogeo
está ocupado por L. picescens: (ver Oromí et al., 1989). Particularmente interesante ha sido el
hallazgo del coleóptero estafilínido Medon sp., una nueva especie con adaptaciones hipogeas
que apareció en alguna otra cueva de la isla. Es muy similar en aspecto a Medon feloi Assing,
que habita cuevas de la isla de La Palma. También se encuentra en la Cueva de Jinama una
araña troglobia desconocida de la que solamente encontramos juveniles, y algunos individuos
del psocóptero Psyllipsocus ramburii de la forma denominada troglodyta, que abunda en
muchas otras cuevas de Canarias y de Europa.
Interés paleontológico
Aparentemente ninguno.
Interés antropológico
Se han observado fragmentos de cerámica, que pudieran pertenecer a piezas aborígenes
o al menos bastante antiguas.
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Estado de conservación
Presenta un buen estado de conservación. La fauna, aunque escasa, parece la apropiada de
un tubo profundo con contacto lejano con la superficie; y no se observan basuras ni desperdicios
de origen externo. Se trata de una cueva particularmente limpia.
La Cueva de Jinama se encuentra en un lugar recóndito donde no llega ninguna pista ni
carretera, quedando limitadas las visitas a pocas personas que saben de su localización. El muro
de piedra en la entrada parece de construcción antigua y realizado para proteger la boca del
viento, y quizá también para poder cerrarla a modo de juaclo. Sin embargo en ninguna de
nuestras visitas observamos restos de ganado, tan sólo sedimentos antiguos y secos de aspecto
polvoriento que no se internan en la cueva.
En el exterior de la boca la vegetación parece en buen estado y no hay basura ni otro
tipo de vertidos.
La cueva por el momento no precisa de ninguna medida especial de protección. Lo más
prudente es no divulgar su existencia y ubicación al gran público.
AGRADECIMIENTOS
Debemos agradecer a Heriberto López, Antonio Pérez, Hermans Contreras y Manuel
Arechavaleta su colaboración en el trabajo de campo; a Javier Arbea (Collembola), Arturo Baz
(Psocoptera), Marzio Zapparoli (Chilopoda) y Carles Ribera (Araneae) la ayuda en la
identificación de ciertos ejemplares; a Javier de Armas y al Cabildo de El Hierro la ayuda
logística prestada durante nuestras visitas; y a Manolo Santana la información y la colaboración
prestadas en El Hierro. Al Club de Espeleología Tajinaste y en especial a sus miembros
colaboradores, la cesión de la topografía aquí publicada. Este trabajo es parte del Proyecto LIFE
Naturaleza "Conservación de quirópteros e invertebrados en cavidades volcánicas" financiado
por la Unión Europea y la Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente del Gobierno de
Canarias.
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Clase: Insecta
Orden: Coleoptera
Familia: Carabidae
Género: Trechus
Especie: T. benahoaritus Machado, 1990
Especie pequeña (3,8 a 3,9 mm).
Endémica del subsuelo de La Palma,
donde sólo ha sido encontrada en el medio
cavernícola capturándose entre los meses
de julio y enero. Su cuerpo despigmentado
y estilizado, su reducción ocular,
comportamiento y distribución insular nos
lleva a considerarlo como un troglobio. Es
una especie de hábitos zoófagos de la que
se conocen muy pocos ejemplares.
Aunque, hasta ahora, sólo se ha encontrado
en tres cavidades, su distribución es muy
amplia ocupando zonas que van desde El
Salto de Tigalate (sureste y 200 m s.n.m.)
hasta la Cueva de los Andenes (norte y
2.300 m s.n.m.), pasando por los 1.500 m
s.n.m. de la Sima del Martín.
Rafael García Becerra. C/ San Miguel 9. 38700 – S/C. de La Palma. S/C. de Tenerife. Islas Canarias.
En la edición de este número han colaborado:
Ayuntamiento
de Puntallana
Patronato de
Turismo del
Excmo. Cabildo
De La Palma
Federación
Canaria de
Espeleología

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