10 cosas que me hubiera gustado saber antes de ser
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10 cosas que me hubiera gustado saber antes de ser
10 cosas que me hubiera gustado saber antes de ser Mamá Hace poco Niño Maravilloso cumplió un año, por eso he estado pensando en cómo era yo antes de que naciera, qué esperaba de la maternidad, cuáles eran mis miedos o dudas. Desde hace 9 meses y un año vivo embarcada en la aventura más fascinante de mi vida: ser mamá y compaginarla con todo lo demás (Tubebebox, Marido Perfecto, amigos, familia…). Este tiempo ha sido maravilloso pero también ha estado lleno de dudas, de miedos, de preguntas por responder, de mucha intuición y de un poco de descontrol. Ha sido un tiempo para conocer a mi Bebé, para conocer en otra etapa Marido Maravilloso y sobre todo de autonocimiento. Por ello, quiero contarte todo aquello que me hubiera gustado que alguien me hubiera dicho mientras estaba embarazada. Con este ebook lo que pretendo es ofrecerte las 10 cosas principales que me hubiera gustado saber antes de ser madre. ¡Espero que lo disfrutes y que te sea útil! Lola 1. Prepárate para el parto Mi madre siempre me cuenta la misma anécdota del día en el que nací: ellos eran primerizos y mi madre se puso de parto mientras mi padre estaba en la oficina, como trabajaba muy cerca de casa cogió el coche y se fue a recoger a mi madre para llevarla al hospital. En ese trayecto algo le sucedió al motor, pero mi padre estaba tan nervioso que decidió ignorar la lucecita roja que le indicaba que el coche tenía algo mal. Total, que aquel día mi padre tuvo una hija y perdió un coche. Esta pequeña historia me sirve para recordarte que muchas cosas pueden pasar de forma diferente a lo que habías planificado, pero mi padre sigue repitiendo que perder aquel coche fue lo mejor que lo pasó. Así que prepárate para ese momento, haz tus clases de preparto, lee sobre ello, mantente, pregunta a tus médicos todas las dudas que tengas y sobre todo está tranquila. Es básico para poder disfrutar de uno de los instantes más especiales de tu vida: cuando te presenten al pequeño o pequeña con el que has compartido cuerpo durante 9 meses. ¡Es una sensación única! Para que esa magia suceda debes dejar el miedo fuera de la sala de partos, no te diré que los momentos de antes fueron los mejores de mi vida, pero tras ello conocí a la personita más maravillosa del mundo. En cuanto a consejos generales sobre el momento parto te diría: 1. Prepara una maleta para el hospital llena de ropa cómoda y … muchas bragas, lo más viejas posibles. Si quieres más información sobre qué incluir en la maleta del hospital puede leer este artículo. 2. 3. Habla con tu ginecólogo sobre el plan de parto, qué quieres que suceda en cada momento y cómo, además hablad de las posibles complicaciones y cómo quieres que proceda en ese momento. Comparte tus miedos con tu Marido Perfecto, podréis trabajar juntos para reducir al máximo tus angustias. 4. Las visitas masivas al hospital no son buena idea, comunícalo antes a tus familiares y amigos: las primeras horas de vida del Bebé deben ser tranquilas para él y para ti. Avisa de que prefieres que te visiten en casa. 5. 6. Tener el congelador lleno para el momento del nacimiento será un punto a tu favor. Durante el puerperio (la manera en la que a partir de ahora llamarás al postparto o cuarentena) habrá días en los que hasta tomarte una ducha parecerá misión imposible, mucho más hacer la compra o cocinar. Todo lo que pueda suceder pasará en cuanto Tu Bebé te sonría. Respecto al momento del parto solo te puedo decir que cada mamá es un mundo, que cada Bebé es un mundo y que cada parto requerirá de ciertos procesos. Confía en tu instinto y en tus médicos, ten siempre cerca a Marido Perfecto (o Pareja/ Madres/Amiga) y vívelo lo más tranquila posible. 2. No escuches todos los consejos ¿Has anunciado tu embarazo? ¿Ya has tenido a Tu Bebé? ¿Has comentado que tu Niño Maravilloso tiene moquitos? Pues bien, ¡bienvenida al club del consejo! ¿Qué a qué me refiero con eso? Te pondré un ejemplo: en una de las primeras semanas de vida de mi Niño Maravilloso le salió un pequeño sarpullido en el cuello que el pediatra me pidió que tratara con una pomada. Pues bien, como se veía un poquito llegué a recibir una media de 10 consejos sobre cómo tratar ese sarpullido, de hecho en el súper al que suelo ir a comprar se montó una mini-mesa de debate con ideas contradictorias sobre ello. Yo estaba bien tranquila porque ya conocía la razón y lo estaba tratando pero no siempre ha sido tan fácil evitar escuchar y aplicar todos los consejos que me han ido dando. A partir del momento que anuncias que estás embarazada todo el mundo va a darte su opinión y consejo sobre lo que deberías estar haciendo, lo que estás haciendo mal y lo que has hecho fatal. No lo tomes como algo malo, seguramente la gente que te aconseja, es decir, tu tía, tu vecina, una amiga que no tiene hijos, un desconocido en la calle… quieren ayudarte, aunque llenar a una nueva madre de ideas sobre cómo actuar, no es lo mejor del mundo. ¿Qué hacer si tienes un problema que no sabes resolver con tu embarazo o con Tu Bebé? ♡ Si tiene la más mínima relación con la salud: acude a tu médico o pediatra. Solo él te podrá dar una solución correcta. Si por alguna razón quieres evitar tomar medicamentos, también podrá decirte si el suplemento o planta medicinal te ayudará o si por el contrario puede incluso empeorarlo. ♡ Si tienes alguna duda sobre cuestiones prácticas durante los primeros meses de vida del Bebé, como por ejemplo sobre el amamantado, posturas para dormir, porteo, etc. consulta con una Salus, tiene la formación y experiencia necesaria para ayudarte. ♡ Si tienes dudas sobre crianza, comportamiento del Bebé, tu actitud delante de la maternidad tienes varias opciones: la primera es Marido Perfecto, ¡es parte de tu equipo!. La segunda es tu madre, no importa que la tengas lejos como yo, una llamada de teléfono podrá calmar algunas dudas. La tercera opción es tu grupo de amigas que están pasando por el mismo problema que tú, no, tu mejor amiga de la facultad que no ha sido madre (ni se lo plantea) no podrá ayudarte, y la que tiene hijos de 10 años, seguramente tiene demasiado lejos tu proceso. Y la cuarta es consultar co una comunidad de madres expertas como la nuestra. Lo bueno de las nuevas tecnologías es que ha puesto más a la mano poder consultar con mamás que han pasado por dudas muy similares a las tuyas. Con esto no quiero decir que todos los consejos que te den sean malos, sino que estará bien que puedas decidir con conocimiento de causa qué consejos vas a aplicar y qué consejos puedes desechar! Tu, respira hondo, sonríe y aprende a hacer oídos sordos y pasar de ellos olímpicamente! Haz lo que a ti te parece lo mejor. 3. Rodéate de otras mamás en tu misma etapa Te voy a contar uno de los secretos mejores guardado de mi momento maternidad: me volví una crazy mum. Bueno, ahora que lo pienso, no es tan extraño, en realidad la falta de sueño hará que en algún momento tu también tengas esa sensación de haber perdido el control. No te preocupes, nada que una siesta no arregle. Y un poco lo que quiero explicarte en ese punto es exactamente eso: a veces algo que estás viviendo sola y que comparas con tu yo antes de ser madre puede hacerte creer que has perdido el control. Compartirlo con otras mamás te hará ver que es más normal de lo que parece. Contar con la confianza de un grupo de amigas-mamás es fundamental para tener apoyo y compartir experiencias. Si sigues anclada a tus amigas sin hijos, te arriesgas a sentirte la eterna incomprendida, así que abre círculo de amistades y… ¡a buscar nuevas amigas! Piensa que muchas de ellas están en la misma situación que tú y que buscan apoyo en otras mamás, un acto de lo más social. Habrán dos tipos de mamás en la misma etapa, las que te lleven unos meses de ventaja y a las que les lleves un poco de ventaja, todas te aportarán experiencias y podréis hablar de los momentos por lo que estáis pasando, la verdad es que es un tipo de amistad muy bonita y profunda ya que compartir las vivencias de la maternidad es una experiencia que une. Ellas te podrán recomendar una guardería ese día qué decidas que es hora de llevar al Bebé, o te darán consejos (reales) sobre cómo han están pasando ellas la misma etapa y sobre todo podrás compartir con ellas tus angustias y miedos, que probablemente sean similares a los suyos. Además la hora del parque se hará mucho más amena con tus mamis-amigas. ¡OJO! Porque esta sección tiene truco: las comparaciones son odiosas. A todas nos ha pasado alguna vez que nuestro Bebé no deja de llorar, o está enfermo o lleva la ropita sucia porque acaba de vomitar y de repente aparece otra mamá con un Bebé tranquilo, perfecto y que además te sonríe. Evita compararte a otras madres o comparar a Tu Bebé con otros Bebés y te ahorrarás más de un complejo. Cuando una mamá te cuente algo que en comparación te haga sentir la peor mamá del mundo, recuerda al Doctor House: todas las mamás mienten cuando hablan de sus Bebés por eso tú siempre di: ¡soy la mejor mamá y mi Bebé es el mejor!, ¡al final sólo estás diciendo la verdad! Ah, y no te olvides que somos mamás 2.0, así que también vale compartir vivencias con ‘amigas virtuales’, como las muchas que en Tubebebox ya nos han contado su experiencia #yasoymamá, así como nuestra comunidad de Facebook que día a día crece y en la que compartimos dudas, consejos, buenos momentos y conocimiento sobre embarazo y crianza del Bebé. 4. Ojo con la ropa del Bebé Este es un punto esencial para mi, hubiera podido ahorrar si alguien me hubiera hecho esta reflexión: cuando los vistes de mayores están para comérselos pero recuerda que lo tienes que vestir tú (o tu Marido Perfecto) y que se mueven mucho mientras los vistes. Con esto quiero decir: evita cremalleras y botones… ¡Bienvenida al país de los elásticos y los corchetes amiga mamá! Los Must para el estilismo del Bebé deben ser: cómodo, bonito y rápido de poner y quitar. Otra cosa importante es la cantidad de ropa que compras para una edad determinada. No compres muchos conjuntitos de una sola talla. Tu Bebé va a crecer más rápido de lo que piensas, reparte entre diferentes etapas. Cosas que debes saber sobre la ropa del Bebé: 1. Parece una obviedad pero calcula bien las estaciones del año y en qué mes va a estar Tu Bebé. Genial que te hayas enamorado de ese conjuntito ideal pero, ¿se lo puedes poner en el próximo mes? Si la respuesta es no, asegúrate que no le vaya a quedar muy grande o muy pequeño cuando se lo puedas poner. Sino tendrás un armario lleno de prendas por estrenar. 2. Di sí a las amigas, hermanas, primas que te quieren dar la ropa de sus Bebés, encontrarás básicos, ropa por estrenar y si son mamás expertas podrás encontrar inspiración en el tipo de ropa que les fue bien. 3. Desde que soy mamá tengo una gran duda: ¿Para qué fabrican los zapatos de Bebé? Hasta que no andan los Bebés no quieren ni deben usar zapatos. ¿ Entonces, para qué se fabrican? ¿Para que los pongamos en casa como si fueran decoración? Pues no, lo hacen para que las mamás primerizas piquemos y para que los niños estén para comérselos. No hace falta que compres varios pares pero si encentras un par que te encanta, tampoco te cortes… 4. Es cierto que para niños hay menos variedad que para niña, pero puedes encontrar cada vez más opciones y colores neutros que te valdrán para ambos géneros. Si quieres saber más sobre ello puedes consultar nuestro artículo. Sobre la lista de la compra más larga jamás contada, es decir la del Bebé, debes saber que nunca vas a tener la sensación de tener todo lo que necesitas. Nunca se termina de comprar ropa, complementos y otra cosas para un Bebé. Yo te puedo contar que muchas no sirven y otras son esenciales. Lo más práctico es que alguien lo haga por ti. Y eso es lo que queremos hacer con Tubebebox. Ayudarte a elegir los mejores productos para Tu Bebé y para ti. Asegurándote, además, la calidad y la pertinencia con la etapa en la que se encuentra Tu Bebé. ¿Quieres saber más? Encontrarás todos nuestros tips en las newsletters de Tu Bebebox. Lo más práctico es que alguien lo haga por ti. Y eso es lo que queremos hacer con Tu Bebebox. Ayudarte a elegir los mejores productos para Tu Bebé y para ti. Asegurándote, además, la calidad y la pertinencia con la etapa en la que se encuentra Tu Bebé. ¿Quieres saber más? Encontrarás todos nuestros tips en las newsletters de Tu Bebebox. 5. El sentimiento de culpa es normal Una de las primeras veces que salimos a pasar una tarde fuera con unos amigos y mi Niño Maravilloso cometí un error fatal: me olvidé la muda extra del Bebé en casa. Y mira que siempre preparo la mochila con un ritual que hace que rara vez se me pueda olvidar algo, pero sucedió. Justo en ese momento, cuando necesitaba cambiar a mi Bebé y no podía por mi descuido me di cuenta que acaba de entrar en un club nada agradable: el club de la culpa. En aquel momento me quedé en shock, ¿cómo podía hacerle eso yo a mi Bebé querido? Casi me pongo a llorar en el cambiador de un bonito bar barcelonés. Por suerte respiré, mi Bebé sonrió y entonces me di cuenta que tampoco era tan grave, como el estropicio era bastante importante y el Bebé no podía seguir así volvimos a casa, mis amigos lo entendieron perfectamente y la crisis se superó en 30 segundos. No te encariñes con tu nueva compañera de viaje. Mantén con la culpa las relaciones más frías y distantes posibles. Que se te olvide, como me sucedió a mi, en casa la ‘mudita’ no es una tragedia ni te convierte en la horrible madrastra de Blancanieves, ¡tú eres más joven y guapa! Piensa que son cosas que pueden pasar y vivirás descuidos y momentos terribles. Ni aún eso te convierte en un monstruo, así que, culpabilidad… ¿qué es eso? Además en algún momento vas a sentir que no estás preparada, que la maternidad te supera, que no sabes cómo calmar los cólicos y que eres una madre nefasta. Para empezar ya te digo yo que NO ERES UNA MALA MADRE. Solo que nunca antes has estado en esa situación. A partir de ahora vas a tener que repetirte un mantra básico: “pedir ayuda en la crianza de mi Bebé no es malo, es necesario”. La sociedad nos empuja a demostrar que somos supermujeres, que podemos desarrollar una más que exitosa carrera profesional, que además somos amas de casa perfectas y que una vez nos llega la maternidad no solo vamos a ser madres sino que vamos a hacer lo anterior mejor. Bueno, desengáñate: el día tiene 24 horas y es probable que dejes de ir al gym, al menos durante un tiempo. Igual tampoco podrás dedicarle tiempo al scrap. Seguramente no te importará porque te has embarcado en el mejor proyecto de tu vida, pero sé realista, tus días y prioridades han cambiado, por ello no te frustres si no llegas a todo. De todas maneras aprende a delegar, hay cosas que solo tú podrás hacer, pero hay muchas otras cosas en las que te pueden ayudar, y recuerda que Una mamá es una reina y Marido Perfecto debe mostrarle su apoyo al cien por cien. Sí, incluso en esos momentos en los que te mostrarás un poco menos equilibrada él estará ahí para que no se te caiga la corona. Pero no solo está él, tienes muchas opciones. Pedir ayuda es fundamental para poder dedicarnos a lo verdaderamente importante. 6. Vas a descubrir el amor incondicional Si el club de la culpa es un mal club en el que estar, el que te voy a contar ahora seguramente es el mejor del mundo. ¡Bienvenida al club del amor incondicional! Y es que a partir de ahora hay una personita (o dos o tres, dependiendo del número de hijos que tengas) que va a ser más importante que tu misma. Sus tiempos van a ser tus tiempos, sus sonrisas tus sonrisas, sus dolores los tuyos y a partir de ahora tu cabeza y tu corazón van a estar centrados en él o en ella. Cuando conociste a Marido Perfecto pensaste que no se podía querer más de lo que lo querías a él, pues resulta que sí, que cuando tienes un Bebé los dos os dais cuenta que el corazón se ensancha unos centímetros para ofrecer todo el amor posible al nuevo miembro de la familia. Para mi el momento en el que me di cuenta de este nuevo gran amor fue durante el primer segundo en el que noté a mi Bebé en mi tripa cuando estaba embarazada, fue un pequeño movimiento, pero la conexión fue inmediata. Igual otro gran momento fue durante uno de los pocos cólicos de Niño Maravilloso, la verdad es que en ese sentido tuve mucha suerte, pero verlo llorar sin remedio y sin que yo pudiera hacer nada, te hace sentir una impotencia jamás antes sentida. Así que mamá, bienvenida al club que más mola del mundo. Disfruta de ese amor que sientes, transmíteselo a tu pequeño, y verás que con el tiempo solo recordarás los momentos buenos. Como decíamos ese amor incondicional también te hará sufrir a veces, en especial cuando no sabes qué le sucede al Bebé y llora. Pero te voy a dar un consejo (yo no voy a ser menos! Jajaja). A ninguna madre del mundo le gusta ver sufrir a su Bebé, pero a veces que lloren es inevitable, es su manera de comunicarte que hay algo que no funciona así. A veces vas a poder calmarlos dándoles de comer, poniéndolos a dormir o llevándolos al médico, pero a veces, no puedes hacer nada más que estar con ellos en ese sufrimiento o en ese momento, ayudarles a desahogarse y tratar de atenderles y ayudarles lo más que puedas, pero sabiendo que habrá veces que solo necesitan llorar. 7 . Postparto Preparar el parto es importante pero preparar el post parto es casi tan importante y muchas veces nos olvidamos. Cuando vuelvas del hospital a casa vas a volver a una rutina en la que ahora tendrás que contar con las necesidades del Bebé, es decir, tendrás que olvidar tu rutina para entrar en una especie de montaña rusa tiempo-espacial en la que además aún tienes las hormonas alteradas. En algún momento sentirás que pierdes el control, no te preocupes, nos ha pasado a todas. Quiero dejarte una lista de 7 cosas que me hubiera gustado que alguien me dijera sobre el posparto: 1. Prepara la vuelta a casa en coche desde el hospital Además de la sillita para el Bebé piensa cómo harás para mover al Bebé, es la primera vez que vas a utilizar el carrito, así que práctica antes como se abre y se cierra varias veces, para tener el truco del que hayas elegido. También planifica cómo vas a mover las cosas que llevaste, junto a los regalos que seguramente te habrán hecho (como por ejemplo las miles de plantas y flores que tendrás y que seguramente dejarás en el hospital), y cuenta que tal vez estás débil para cargar con cosas. El Bebé y tu misma sois la prioridad. 2. Ten la nevera llena y el congelador lleno Durante las dos semanas previas al parto te recomendamos que cocines siempre un par de raciones de más y las pongas en el congelador, así los primeros días de estrés con el Bebé podrás tener rica comida casera. Además no te olvidéis de hacer una buena compra antes de que llegue el Bebé, y no, no solo me refiero a pañales, sino a víveres de primera necesidad, seguramente te pasarás un par de semanas demasiado centrada en el Bebé como para pensar en ello. 3. Pide ayuda Pide ayuda, es decir, cuando veas que no llegas a algo pide que te ayuden. Si puedes te recomiendo que contrates una persona para que haga la limpieza y te gestione el orden de la casa durante las primeras semanas, pero sino podéis seguro que tu madre, otro familiar o tus amigas estarán encantadas de ayudarte. ¡Cuenta siempre con Marido Perfecto! ¡Es parte de tu equipo! 4. Pide a la gente que te traiga tuppers Este punto es importante, pide a quien te venga a ver que cocine aquel día un poquito más y te traiga un tupper, para esa persona no implicará trabajo extra y para ti puede asegurarte un par de horas sin 2 actividades simultáneas. 5. Marido perfecto estará contigo Como decíamos antes, marido perfecto estará contigo, estará allí para recordarte que eres una reina, incluso cuando parezcas una zombie, y no dudes en compartir con él tus dudas y miedos. 6. Dormir Luego desarrollaremos mejor este punto pero dormir es una cuestión básica, duerme cuanto Tu Bebé lo haga. Verás que no es tan fácil como parece, pero inténtalo… 7 . No eres una super mujer ni debes demostrarlo Si vas a tener visitas, típico de esos días, y tu casa está un poco menos ordenada de lo que te gustaría (incluso si parece un campo de batalla) no te preocupes, han venido a darle la bienvenida a Tu Bebé. 8 . El mito de “dormir como un Bebé” Yo voy a ser la abanderada de una causa: la causa de “dormir como un Bebé”, ya me perdonaréis pero quién inventó esa frase, nunca tuvo un Bebé. No sé vosotras pero yo nunca he dormido tan pocas horas como los primeros meses de mi Bebé básicamente porque él dormía poco… así que no sé muy bien a qué se refieren con esa expresión. Como cualquier mamá primeriza dormía muy poco primero porque me pasaba horas mirando que Bebé Maravilloso estuviera bien mientras dormía, cualquier ruidito que oía me hacía presagiar una catástrofe, así que me pasaba el día yendo y viniendo de la cuna. Después están los momentos en lo que el Bebé necesita comer, ya le estéis dando el pecho o biberón, van a necesitar que os despertéis cada 3 horas para que coma. Además de las veces que el Bebé se despertará y llorará por alguna razón. La única manera de vivir la maternidad y no dejarse la salud en el intento: EL HUMOR (y las siestas). Ríete mucho y duerme cada vez que puedas, duerme mucho si no quieres ser una mamá zombi ya que Tu Bebé te lo pondrá difícil. En estos momentos vas a sentir que el mundo te puede pero mantén la calma y no dejes que el estrés se apodere de ti, los Bebés son extremadamente sensibles a los cambios de humor de su mamá así que “Keep calm and be a nice mum”. Como idea general te diré que duermas mientras el Bebé duerme, así en los ratos del día que el Bebé esté descansando tu podrás descansar también. Nada de fregar los platos o darte esa deseada ducha , para esos momentos puedes pedir ayuda a Marido Perfecto o una amiga: podrán cuidar al Bebé (despierto!!) mientras tu disfrutas de unos minutos de calma. Me han contado demasiadas anécdotas de mamás con el champú aún en la cabeza y saliendo de la ducha para poderlos calmar. A mi me dieron consejos de todo tipo, el que os cuento, el que aprovechara cuando el niño dormía para asearme y ordenar la casa, el que lo dejara llorar cuando se despertaba, el que nos turnáramos estrictamente para darle el biberón, y una colección muy larga que descarté cuando encontré mi fórmula. Así que amiga recién llegada a la maternidad: sigue tu instinto. De nuevo, si un día estás muy cansada y necesitas una siesta de esas de ponerse el pijama cuenta con el equipo Bebé, es decir, Marido Perfecto, tu familia, amigos… Lo cierto es que la falta de sueño te irá convirtiendo en otra persona: una menos equilibrada. Recuerda que ésa no eres tú y que un rato de sueño lo arreglará todo. 9. Adáptate a los nuevos tiempos Qué bonitas eran esas jornadas que se acababan con un cocktail en la mano y las risas de las amigas, y qué feliz me hacía pasar tiempo haciendo yoga. ¡Y yo que pensaba que iba muy estresada!… Querida mamá, eso se acabó. Pero no te lo tomes como algo malo, sino como una nueva etapa en tu vida, un cambio que te va a traer muchas cosas buenas. Sé consciente que una vez el Bebé esté en casa NADA va a ser como era antes de su llegada, pero todo es mucho mejor. Adáptate al nuevo ritmo de vida y disfruta del paisaje. Adaptarse al cambio es un proceso que te llevará los 9 meses de embarazo y los primeros días con el Bebé, todas nos prometemos que nada cambiará en nuestra vida, pero es obvio que pasarás menos tiempo con tus amigas sin hijos y empezarás a crear una tribu en el parque. No te preocupes, las buenas amigas estarán ahí siempre e incluso alguna te acompañará en la nueva aventura maternal Te quiero explicar las tres cosas relacionadas a estos nuevos cambios que a mi me hubiera gustado saber antes de que Niño Maravilloso llegara a mi vida. « El primero es no empeñarse en planificar ni decidir las cosas hasta que no llegue el momento. No puedes predecir las necesidades o el carácter de Tu Bebé. No tengas miedo de improvisar. Mantente siempre abierta a un nuevo cambio de planes. Por ejemplo, yo estaba esperando como loca el momento del gateo y mi Niño Maravilloso decidió que no gateaba, bueno o que lo hacía en una curiosa manera. Disfruta de esos pequeños cambios y sorpresas que te irá dando Tu Bebé. « El recién nacido impone su ritmo y manda. Nunca prometas puntualidad si no quieres romper muchas promesas. Fue uno de los puntos que más me costó asumir: soy utrapuntual pero cuando Niño Maravilloso llegó aprendí a que el reloj lo lleva él, y por tanto dejé de quedar a una hora exacta. « Harás cosas muy raras que antes considerabas imposibles: adorar que te bese incluso con la cara llena de moquitos, observar los cambios de color de su pañal (ya me entendéis…), poner su bienestar siempre por encima del tuyo… Y es que amigas, lo maravilloso de la maternidad es que vas a quererlo más que a ti misma. 10. El tiempo es oro Y aquí va la cosa que más me hubiera gustado saber antes de tener a mi Bebé. El tiempo es oro y vuela. No te das cuenta y entre el test de embarazo y el parto parece que hayan pasado un par de semanas. Igual sucede con el primer año del Bebé. Así que no desperdicies ni un segundo. Igual esta velocidad en el tiempo nos lleva a otra interesante conclusión: todo pasa, todo es una etapa. Habrá altos y bajos. Y siento darte una mala noticia, que el primer mes duerma. todo el rato y no llore no quiere decir que Tu Bebé vaya a ser un bendito para siempre. Esto tiene su parte positiva. Que de repente esté rabioso y se ponga a llorar como un loco cada día no quiere decir que vayáis a estar toda la vida así. En esos momentos lo mejor es decirse: P A S A R Á Disfruta de cada minuto con Tu Bebé, incluso de los momentos malos, porque además que pasan podrás aprender para el siguiente, si es que te animas, para conocer mejor a tu hijo o para ayudar a otras mamás en el futuro. DISFRUTA EN MAYÚSUCLAS de la primera patadita que sientes en la panza, del parto, de los días un poco locos en el hospital, de la primera noche en casa (incluso sino duermes nada), de su primer papá, de la cara de Marido Perfecto con el primer papá, de sus primeros pasos, de la primera Navidad, de los llantos, de los besitos, de esas exquisitas papillas trasnochadas que Tu Bebé no ha querido comer, de los domingos en la cama todos juntos. Todo lo que te he contado en este libro son impresiones mías, extraídas de mi experiencia personal, de mis lecturas de otros blogs, libros y revistas, de lo que me han contado y he visto en otras mamás, pero al final tu maternidad va a ser diferente que la mía y que la del resto de mamás, así que si tuviera que quedarme con un solo consejo es este: no te olvides ni un momento de DISFRUTAR cada minuto, ¡el primer año pasa muy rápido! .