SOBERANA ORDEN DE MALTA
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SOBERANA ORDEN DE MALTA
900 años de la H 612 Los 900 años Sdeoberana O rden la Orden dealta Malta de M H 613 La Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta T ratamos de una heroica historia de 900 años de fidelidad a Nuestro Señor, a su Iglesia, y a los necesitados. Es una epopeya de lealtad a la Fe que ha logrado superar las adversidades más variadas: La pérdida de Tierra Santa, de Rodas y de Malta, los ataques de ejércitos superiores y de piratas implacables, y actualmente el golpe de los terremotos, inundaciones, tifones, pestes, guerras civiles y catástrofes; siempre teniendo como objetivo el fortalecimiento de la Fe, y la ayuda a nuestros señores los pobres y enfermos. La historia empieza con la fundación por el Beato Gerardo, en Jerusalén y frente al Santo Sepulcro, del Hospital de San Juan Bautista destinado al auxilio de H 614 los peregrinos y de los habitantes del lugar. Para atenderlos se formó una hermandad religiosa, que fue reconocida por el Papa Pascual II en el año 1113. El sucesor del Beato Gerardo, Raymond de Puy, redactó una Regla basada en la de San Agustín y San Benito. Para proteger a los peregrinos de los ataques de los mahometanos, la nueva orden también tomó el carácter de militar y construyó de este modo, para defender Tierra Santa, los fuertes de San Juan de Acre y el célebre Krac de los Caballeros, admirable obra de arquitectura militar ubicada en Siria, que resistió 13 ataques y sitios. Se creó asimismo lo que modernamente se llamaría una red de hospitales, siendo los principales el de Jerusalén, con capacidad para dos mil enfermos, el de San Juan de Acre y el de la Sagrada Familia en Belén, que hasta hoy subsiste. Abandonadas las instalaciones en Tierra Santa en razón de la caída de Jerusalén en ma- nos de los islámicos, luego de instalarse por algunos años en Chipre, se construye en Rodas una hermosa y digna ciudad. En su puerto nació la Armada de la Orden, para defender a los peregrinos de los piratas y para transportar a los enfermos hacia los hospitales. Eran galeras de tamaño mediano, muy rápidas, seguras y de hermosas líneas. En la batalla naval de Lepanto, donde se unieron todas las naciones de la Cristiandad, participaron siete galeras de la Orden, bajo el mando de Don Juan de Austria, quien era miembro de la Orden. La galera maltesa “Capitana” se ubicó en el centro de la línea de batalla, muriendo en ella 73 caballeros de la Orden. Luego del sitio de Rodas por las fuerzas de Solimán, la Orden se instaló en la isla de Malta, un peñón rocoso situado al sur de Italia, donado a ella por el Emperador Carlos V. Se desarrolló allí la agricultura, la pesca y una incipiente industria, saneándose ciudades y pueblos, dotándoseles de buenas iglesias, escuelas, “santas enfermerías” y muros defensivos, con una muy buena arquitectura de piedra. En el año 1565 se produjo el gran asalto de los turcos contra la isla de Malta. Se presentaron 160 galeras con un ejército de 30.000 jenízaros, diez veces superior al ejército de la Orden. Después de violentísimos combates y de muchas pérdidas de vidas, los turcos fueron rechazados. Al año siguiente se empezó a construir la nueva capital de La Vallette, en una larga península rocosa de 60 metros de altura, fácil de defender. Es un ejemplo de urbanismo, siguiendo el principio de la Orden que hay que cons- truir con dignidad para acoger dignamente a los hijos de Dios. Su autor fue el ingeniero militar Francesco Laparelli. El plan es una ordenada cuadrícula con un eje central que empieza en una portada entre dos fuertes y termina en el gran fuerte de San Elmo, situado en el extremo de la península. En esta calle principal está la plaza mayor, la Catedral de San Juan, de muy simples y armónicas proporciones, con una nave principal de sección cuadrada y una bóveda semicircular de cañón corrido; y el Palacio del Gran Maestre, de severa arquitectura. Los edificios públicos, los albergues de las diferentes Lenguas o países, y los edificios privados, se destacan por su arquitectura sobria de piedra, con portadas hospitalarias y hermosos patios interiores con pórticos y vegetación. La pérdida de la Isla de Malta, debida a una traición de Napoleón, fue una desgracia, pero permitió que la Orden instalara su sede en Roma, cerca del Santo Padre, y se extendiera por todo el mundo para proseguir con su obra hospitalaria, volviendo a su misión original. Se fundaron hospitales en Nápoles y en Inglaterra, se participó con hospitales de campaña y trenes hospitales en el Resorgimiento de Italia, en las guerras de los Balcanes, franco-prusiana, de los Boxers en China, de los Boers en Sudáfrica, en la primera y segunda guerras mundiales, y en la Guerra Civil de España. En la posguerra se fundó en Alemania el Malteser International, que fue la única entidad hospitalaria presente en el golpe de estado soviético en Hungría. El Malteser International es reconocido mundialmente por la rapidez y eficiencia de su acción, realizada con ejemplar espíritu cristiano, y abierta a todas las personas. Recibe apoyo del Estado Alemán y de las Naciones Unidas, y le ha correspondido H 615 La Orden mantiene 20 hospitales, 40 clínicas, 50 dispensarios y 44 residencias de personas mayores. Es una gran familia espiritual cuya fortaleza está en los altos ideales de Tuitio Fidei y Obsequium Pauperum. Se distingue por la variedad de razas de sus miembros y por el respeto mutuo. Además de ser hospitalaria y militar, la Orden es soberana. Como tal tiene derecho de terriactuar en Biafra, Vietnam, Ruanda, Líbano, la India, Pakistán, Angola, Camboya, Haití, Perú, Chile, entre otros países. La Orden de San Juan de Jerusalén es una orden religiosa formada mayormente por laicos, habiendo tres grados de participación: El primer grado es el de los caballeros Profesos o de Justicia, y de los capellanes conventuales Profesos, quienes emiten los votos de pobreza, castidad y obediencia, debiendo ser solteros o viudos. El segundo grado es el de los caballeros o damas de Obediencia, quienes deben llevar una vida de especial devoción, y estar prontos a prestar la debida obediencia a su superior legítimo. El tercer grado es el de los caballeros o damas de honor y devoción, capellanes conventuales “ad honorem”, capellanes magistrales, caballeros y damas de gracia y devoción, de gracia magistral y donados de devoción. A la cabeza de la Orden está H 616 el Gran Maestre, Fra Matthew Festing, de nacionalidad inglesa, elegido de por vida, asistido por el Soberano Consejo. Los caballeros profesos se agrupan en prioratos y subprioratos. Los otros miembros se agrupan en asociaciones nacionales y regionales, de las cuales hay 47 repartidas en los cinco continentes. Actualmente la Orden está compuesta por 12.500 miembros, y tiene un cuerpo de voluntarios formado por 80.000 miembros. torialidad en sus dos sedes en Roma, el Palacio Magistral en la Via Condotti y la Villa Magistral de Santa María en el Aventino. El primero es un noble edificio urbano romano, próximo a la Piazza Spagna, con un armónico patio, una capilla, salas de recepción, una muy buena biblioteca y una enfermería. La segunda es una villa tradicional con una plazuela de acceso y una portada que se abre a una extraordinaria perspectiva formada por vegetación, que remata al fondo con la vista de la luminosa cúpula de la basílica de San Pedro en el Vaticano. La villa cuenta con una hermosa capilla enteramente blanca en su interior y con una luz natural muy fina, obra del arquitecto y grabador Gianbattista Piranesi, quien era miembro de la Orden y está enterrado ahí. La Soberana Orden de Malta mantiene relaciones diplomáticas con 100 naciones, lo que ofrece una inmensa ayuda a su obra hospitalaria. Tiene observadores en los organismos internacionales, y su diplomacia vela por la Pax Christiana en todo el mundo. La obra hospitalaria es discreta y desinteresada, como conviene a la caridad cristiana. Abarca muchos campos, dentro de los cuales podrían mencionarse cuatro ejemplos, que son obras especiales: Uno, es la Asociación Internacional Católica de Bioética, fundada en Toronto, Canadá, que realiza estudios y hace reuniones para ofrecer una visión cristiana de la salud. El segundo es la pastoral penitenciaria, que las Asociaciones de los Estados Unidos de Norte América realizan para ayudar a la rehabilitación de las personas privadas de libertad, y que la Asociación Mexicana realiza en las cárceles de ese país construyendo oratorios que se usan para orar durante el día, y en la noche para hacer adoración al Santísimo Sacramento. El tercero está relacionado con la Fe: Miembros alemanes de la Orden se reunieron con jóvenes para realizar el Catecismo You Cat, destinado especialmente a la juventud. Con un prólogo del Santo Padre Benedicto XVI, buenas y variadas ilustraciones, se publicaron 700 mil ejemplares en 20 idiomas con ocasión de la “Jornada Mundial de los Jóvenes” realizada en Madrid. El cuarto es la obra que realiza la Asociación Cubana desde Estados Unidos: Se preocupa del Seminario Diocesano de La Habana y de la escasez de alimentos en Cuba manteniendo económicamente al Seminario y 40 comedores que funcionan en las parroquias ubicadas en barrios pobres. Los miembros de la Orden al ingresar a ella participan en la ceremonia de la investidura, que es un sacramental donde reciben el hábito de iglesia y la venera. El hábito de los caballeros es negro con una cruz de ocho puntas, que representan las Bienaventuranzas, de color blanco simbolizando la pureza, y con unas líneas rojas en la manga, signo de su disposición al máximo sacrificio. Las damas usan un hábito con una capa negra que también tiene la cruz blanca de ocho puntas y las líneas rojas, junto con un velo en la cabeza. La bandera oficial de la Orden es una cruz blanca de cuatro brazos sobre fondo rojo, que posiblemente es una de las pri- H 617 pecialmente el Cardenal Patronus, Su Emcia. Paolo Card. Sardi, que es el vínculo con el Santo Padre; el Prelado o Capellán mayor, Mons. Angelo Acerbi, quien reside en Roma y publica periódicamente los Cuadernos de Espiritualidad que se distribuyen a todas la asociaciones; y los capellanes de los prioratos, subprioratos y asociaciones. meras banderas que representan una nación. Las obras hospitalarias se hacen bajo el signo de la cruz blanca de ocho puntas de las Bienaventuranzas. Las Ocho Bienaventuranzas (cfr. Mt 5, 1-12; Lc 6, 20 – 23) se erigen frente a las ocho miserias del mundo: la enfermedad, la falta de hogar, la soledad, el hambre, la culpa, la falta de Fe, la apatía, la ausencia de caridad. Siguiendo al Cardenal Newman, un buen miembro de la Orden es quien vela por el bien del prójimo y no le produce daño: tiene espíritu de caridad, es generoso con los bienes que Dios le ha dado, es atento con el tímido, amigable con el que está distante, discreto en la conversación, recto en interpretar las actuaciones de las otras personas, supera lo que es mezquino, piensa bien de lo que parece ofensivo, es animoso con los que están tristes. El gozne de ello son las virtudes teologales y las cardinales. La obra hospitalaria de la Orden está basada en la vida espiritual, por la cual velan es- H 618 Después de la Eucaristía, centro de la vida espiritual de los miembros por la Misa como por la Adoración, son devociones de primera importancia el Santo Rosario (cuya imagen figura en torno al escudo de la Orden), el Oficio Divino y la meditación de las Sagradas Escrituras en forma de “lectio divina”. El patronazgo mariano de la Orden corresponde a la Virgen de Filermo, antiquísimo ícono encontrado en una capilla rural de la isla de Rodas. Se cree que puede haber sido pintada por San Lucas, habiendo sido traída desde Jerusalén. Philermo en griego quiere decir “que ama la soledad”. Luego de la caída de Rodas, esta imagen siguió a los Hospitalarios en su exilio hasta llegar a Malta, donde fue venerada y se la llamó “Odighitira”, que quiere decir Madre conductora. Tiene una belleza singular, propia de los íconos de Oriente. Perdida la isla de Malta, la imagen continuó una larga peregrinación: permaneció un tiempo en Rusia y actualmente está en Cetinje, capital histórica de Montenegro. Una copia fiel se venera en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada a los pies de la ciudad de Asís, en Italia. Copatrona es Nuestra Señora de Damasco, procedente de esa ciudad de Siria, quien pasó a Rodas y luego a Malta, venerándose actualmente en La Vallette. Es una imagen de la escuela de la Virgen de Vladimir, gloria del arte ruso. Se le llama “Elousa”, que quiere decir Misericordiosa, y tiene al Niño Dios cerca de la mejilla de la Virgen. Actualmente se venera una copia de esta imagen en la ciudad de Damasco. La Orden realiza una peregrinación anual al Santuario de Lourdes en Francia, donde participan seis mil miembros de diversas asociaciones, que atienden allí a mil 500 enfermos, lo que constituye un gran momento de encuentro en la fe y en el servicio a los necesitados de caballeros y damas del mundo entero. También se realizan peregrinaciones al Santuario de Guadalupe en Ciudad de México, y a otros santuarios de la Virgen en el mundo, confirmando la vocación mariana de la Orden. El segundo patrono de la Orden es San Juan Bautista, el precursor, el que no ha tenido igual entre los nacidos de mujer. Su brazo derecho se veneró en la isla de Malta, después emigró a Rusia, y actualmente se encuentra en el monasterio ortodoxo de la Natividad en Montenegro, a donde han ido el Gran Maestre y caballeros profesos para venerarlo. La corona de la Orden de San Juan de Jerusalén es el conjunto de sus santos y beatos, que por ahora llegan al número de 21, abarcando personalidades muy diversas y de muy distintos países. El más antiguo y venerado es su fundador, el Beato Gerardo. La beatificación más reciente es la del emperador Carlos de Austria, ejemplo de esposo, padre de familia, militar, jefe de Estado. Fue solo tres años emperador de Austria, hizo un gran esfuerzo para conseguir la paz en la 1ª Guerra Mundial y por humanizar la contienda. Tuvo mucha devoción por Nuestro Señor y por la Virgen María. Gozó de una feliz vida de hogar con su amada señora y sus ocho hijos, y murió joven y pobremente, desterrado en la isla de Madeira. El primer escalón de la Orden es la nobleza de espíritu. Le sigue la nobleza de la virtud. Finalmente está la nobleza de la santidad, objetivo final de todos * La parte histórica de este texto está basada en el libro ˝Histoire de L´Ordre de Malta˝, de Bertrand Gallimard. sus miembros. La Orden es un blanco ejército que marcha –cantando su himno «Ave Crux Alba»– bajo las órdenes del Gran Maestre, inspirado por Nuestra Señora de Filermo y por San Juan Bautista, teniendo como insignia la bandera roja con la cruz blanca. Su meta es la Jerusalén celestial, que dio el nombre a la Orden. Por la Misericordia Divina, ahí se cumplirá cabalmente el Tuitio Fidei y el Auxilium Pauperum, iluminado por la Luz eterna del Dios Uno y Trino y el entorno de los coros celestiales en eternas alabanzas. RAÚL IRARRÁZABAL COVARRUBIAS Presidente Asociación Chilena de Miembros de la Orden de Malta H 619 1054 Tras la caída de San Juan de Acre y la pérdida de Tierra Santa en 1291, la Orden Hospitalaria de San Juan trasladó su sede y su hospital a Limassol, en la isla de Chipre, donde estuvo presente desde 1210 gracias a la concesión de importantes propiedades, privilegios y derechos comerciales. Continuó construyendo nuevos hospitales fieles a su misión hospitalaria y se benefició de la posición estratégica de la isla para constituir una flota naval destinada a proteger a los 1054 1291 El ejército de Godofredo de Bouillon conquista Jerusalén 1048 Mercaderes italianos de Amalfi recuperan un hospital en Jerusalén 1099 Los Hospitalarios, dirigidos por su fundador, el Beato Gerardo, atienden a los enfermos y a los peregrinos en el Hospital San Juan de Jerusalén 1200 1113 Bula Papal de Pascual II: el Hospital se convierte en orden religiosa 1310 Al cabo de 20 años en Chipre, los Hospitalarios de la Orden de San Juan conquistan Rodas y se trasladan a esta isla Rodas 1310 Bajo la dirección del Gran Maestre Fra Foulques de Villaret, en 1307, los Caballeros de la Orden de San Juan desembarcaron con su flota en Rodas, completando la adquisición de la isla en 1310, al trasladar allí su sede. Además de ofrecer puertos naturales para sus flotas, la isla era un lugar estratégico que conectaba a los mundos de oriente y occidente. A partir de ese momento, la defensa del mundo cristiano requirió la organización de una fuerza naval. Así, la Orden construyó una poderosa flota y navegó por el Mediterráneo oriental combatiendo en muchas batallas famosas. La independencia de la Orden de otras naciones, otorgada mediante decreto pontificio, y 1453 Termina la presencia de fuerzas militares en Tierra Santa 1100 1000 El Cisma de Oriente Chipre 1291 gistrales con el fin de gobernar los Prioratos y Encomiendas (que se dice eran más de sesenta en 1374) durante un siglo más, hasta mediados del siglo XV, en que los caballeros debieron volver a la sede conventual de Rodas. 1400 El nacimiento de la Orden de San Juan data de alrededor de 1048. Mercaderes de la antigua república marítima de Amalfi obtuvieron autorización del califa de Egipto para construir una iglesia, un convento y un hospital en Jerusalén para atender a los peregrinos de cualquier fe religiosa o raza. La Orden de San Juan de Jerusalén –la comunidad monástica que administraba el hospital– se independizó bajo la guía de su fundador, el Beato Gerardo. El Papa Pascual II aprobó la fundación del hospital la tarea de defender la fe. Con el transcurso del tiempo, adoptó la cruz blanca de ocho puntas, símbolo de las bienaventuranzas, que sigue siendo su símbolo en la actualidad. 1300 Jerusalén 1048 mediante la Bula Pie Postulatio Voluntatis del 15 de febrero de 1113, y lo puso bajo la protección de la Iglesia, otorgándole derecho a elegir libremente a sus superiores sin interferencia de otra entidad ni de autoridades religiosas. En virtud de la Bula Papal, el hospital se convirtió en una orden religiosa laica. Todos los caballeros eran religiosos, sometidos a los tres votos monásticos de pobreza, castidad y obediencia. La constitución del Reino de Jerusalén obligaba a la Orden a asumir la defensa militar de los enfermos y los peregrinos, así como a proteger sus centros médicos y los caminos principales. Así, la Orden agregó a su misión hospitalaria Caída de Constantinopla y fin del Imperio Bizantino 1492 Descubrimiento de América 1500 Cronología de nueve siglos peregrinos en la ruta marítima hacia Tierra Santa. El número de miembros provenientes de toda Europa siguió aumentando y contribuyó al fortalecimiento de la estructura de la Orden, adquiriendo nuevas posesiones en la costa mediterránea. Entre estas, se encontraban el importante puerto de Famagusta, la ciudad de Nicosia y numerosas Encomiendas. A raíz de las consecuencias de la creciente inestabilidad de Chipre, que redundó en restringir su expansión en la isla, los Hospitalarios procuraron establecer una base más adecuada para la sede de la Orden de San Juan en la isla de Rodas. Sin embargo, en Chipre permanecieron presentes Tenientes Ma- donde posee con status extraterritorial el Palacio Magistral y la Villa Magistral del Aventino. 1523 y abandonaron Rodas con honores militares. Malta 1530 bastiones de defensa y jardines. La arquitectura floreció también como patrocinio artístico. La isla recibió un gran hospital nuevo, uno de los mejor organizados y más eficaces del mundo de entonces. Se fundó también una escuela de anatomía y luego surgió una facultad de medicina. En particular, la Orden contribuyó al desarrollo de la oftalmología y la farmacología. Además de estas actividades, durante siglos la flota de la Orden de Malta participó en las maniobras más importantes llevadas a cabo en el Mediterráneo contra la flota otomana y contra los piratas del norte de África. La batalla de Lepanto 1571 En 1571, la flota de la Orden de Malta participó en la batalla de Lepanto, contribuyen1789 1530 El Emperador Carlos V cede la isla de Malta a los Hospitalarios 1565 La Orden, conducida por el Gran Maestre Jean de la Vallette, derrota al ejército otomano en el Gran Sitio de Malta Doscientos años después, durante su campaña de Egipto, en 1798, Napoleón Bonaparte ocupó Malta debido a su valor estratégico. Por cuanto el código de la Orden le prohibía combatir contra otros cristianos, los caballeros se vieron obligados a abandonar la isla. El Tratado de Amiens, suscrito en 1802, que establecía los derechos soberanos de la Orden sobre la isla de Malta, nunca se aplicó. Roma 1834 Después de haber tenido sedes provisionales en Mesina, Catania y Ferrara, la Orden se estableció finalmente en Roma, en 1834, 1914-1918 Primera Guerra Mundial 1800 Congreso de Viena 1700 1600 1500 1523 Pérdida de Malta 1798 1815 Revolución Francesa Gran Sitio de Rodas por la flota de Solimán: los Hospitalarios se ven obligados a abandonar la isla do al triunfo de la flota cristiana contra la expansión del Imperio Otomano en Europa. 1798 Napoleón Bonaparte ocupa la isla y ordena abandonar Malta En la segunda mitad del siglo XIX, la misión hospitalaria inicial volvió a ser el aspecto principal de la Orden, adquiriendo cada vez mayor importancia durante el siglo pasado, especialmente debido a la contribución de las actividades llevadas a cabo por sus Grandes Prioratos y Asociaciones Nacionales en muchos países del mundo. Durante la Primera y la Segunda Guerra mundiales, se realizaron actividades hospitalarias y de caridad en gran escala bajo la dirección del Gran Maestre Fra Ludovico Chigi Albani della Rovere (1931-1951). Con los Grandes Maestres Fra Angelo de Mojana di Cologna (1962-1988) y Fra Andrew Bertie (1988-2008), los proyectos se expandieron hasta alcanzar las regiones más apartadas del mundo. 1939-1945 Segunda Guerra Mundial 1989 Caída del Muro de Berlín 1834 El gobierno de la Orden de Malta se establece en Roma 1859 Se forma la primera Asociación Nacional de la Orden en Alemania 2000 inicialmente siete grupos de Lenguas: Provenza, Auvernia, Francia, Italia, Aragón (Navarra), Inglaterra (con Escocia e Irlanda) y Alemania, y posteriormente un octavo: Castilla y Portugal. Cada Lengua incluía Prioratos o Grandes Prioratos, Bailiajes y Encomiendas. La Orden era gobernada por su Gran Maestre (Príncipe de Rodas) junto con el Consejo, acuñaba su propia moneda y mantenía relaciones diplomáticas con otros Estados. Sus principales cargos eran concedidos a representantes de distintas Lenguas. La sede de la Orden, el Convento, estaba integrada por miembros religiosos de diversas nacionalidades. Al cabo de siete meses de sitio y feroz combate contra la flota y el ejército del Sultán Solimán el Magnífico, los caballeros se vieron obligados a rendirse en Los siglos XX y XXI 1900 su derecho universalmente reconocido a mantener y desplegar fuerzas armadas y nombrar embajadores han constituido la base de su soberanía internacional. A comienzos del siglo XIV, las instituciones de la Orden y los caballeros que llegaron a Rodas de todas partes de Europa se agruparon en conformidad con los idiomas que hablaban. Hubo La Orden quedó sin territorio propio hasta 1530, en que el Gran Maestre Fra Philippe de Villiers de l’Isle-Adam tomó posesión de la isla de Malta, cedida por el Emperador Carlos V con la aprobación del Papa Clemente VII. Se estableció que la Orden permanecería neutral en las guerras entre naciones cristianas. En 1565, los caballeros, a las órdenes del Gran Maestre Fra Jean de la Vallette, defendieron la isla durante más de tres meses del Gran Asedio de los otomanos. Después de esta victoria, se fundó la ciudad y puerto de La Valletta, inspirándose su nombre en el Gran Maestre, su fundador. Los caballeros transformaron Malta, emprendiendo proyectos de edificación urbana: se construyeron palacios e iglesias así como formidables nuevos 1994 La Orden es admitida en las Naciones Unidas 1997 El Capítulo General de la Orden aprueba la nueva Constitución y el Código. 2008 Fra Matthew Festing es elegido Príncipe y 79º Gran Maestre Un aniversario especial: 1113-2013 En febrero de 2013 y durante todo el año, la Soberana Orden de Malta está celebrando un significativo aniversario. Han transcurrido exactamente 900 años desde la promulgación por el Papa Pascual II del Solemne Privilegio que reconoció oficialmente a la comunidad monástica de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. El documento, identificado con las palabras iniciales de su texto, Pie Postulatio Voluntatis, estableció en 1113 la base legal de la soberanía e independencia de la Orden de San Juan de Jerusalén, conocida actualmente como la Soberana Orden de Malta, y constituyó un elemento fundamental para su desarrollo. Hoy tiene todavía gran importancia institucional. Con su Solemne Privilegio, el Papa reconocía que la Orden tenía derecho absoluto a asegurar la continuación de su obra eligiendo, a su debido tiempo, a un sucesor de su fundador, el Beato Gerardo. Así, para la Orden de Malta, 2013 es un aniversario muy importante, que se celebrará en todo el mundo por su Gobierno, los Grandes Prioratos, los Subprioratos, las Asociaciones nacionales y sus Embajadas. Ilustración pág. izquierda: Solemne Privilegio del Papa Pascual II al Beato Gerardo, fundador y superior del Hospital de Jerusalén. Biblioteca Nacional de Malta. H 625 Santuarios de la Orden Los hospitales, santuarios, U n sol implacable caía sobre las antiguas piedras de la fortaleza, pero el interior de la capilla son las huellas dejadas por permanecía fresco. Mientras mi caballeros de la Orden en vista se acomodaba a las somépocas pasadas. Y todavía bras, se detuvo en una figura en oración, un caballero recogido en hoy son inspiradores, como lo demuestra el interés de los presencia de su Señor y Salvador. Esta escena, en la gran ciudadela millares de personas que hasta hospitalaria de Krak de los Cabaallí peregrinan cada año. lleros, en las montañas de la costa del Levante, se repetía en Asia Menor, en el Egeo y en Europa. Mientras las tradiciones espirituales de la Orden se preserven, parece cierto que persistirá, por mucho que la misión histórica de Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum se adapte para satisfacer las cambiantes necesidades modernas. La historia, la espiritualidad y las obras de la Orden de Malta son inseparables. Si locacastillos y fortificaciones Iglesia San Juan Bautista, siglo XII. Biblos, Líbano. H 626 lizamos uno de los numerosos lugares históricos asociados con la Orden, allí descubriremos casi invariablemente su obra hospitalaria procediendo sin ostentación ni publicidad. Muchos de estos lugares sagrados son poco conocidos fuera de la membresía de la Asociación Nacional. Recorriendo así por ejemplo la pequeña ciudad de Biblos, en la costa libanesa, que en otra época sirviera de puerto para las galeras de la Orden, de forma inevitable se tropieza con algunos restos romanos. Bajo sombra de palmeras, una iglesia de los cruzados, con una historia que impresiona. Cuando en 1116 se inició la construcción de albañilería romana, los Caballeros Hospitalarios contribuyeron con sus conocimientos Krak de los Caballeros, siglo XI. Tartús, Siria. de ingeniería militar, y en 1176 la Iglesia de San Juan Bautista resistió un terremoto con daños puramente parciales. Con toda la gracia de los arcos románicos y el bautisterio, la solidez básica revela la angustia de un período en el cual las iglesias eran consideradas blancos de primera importancia por el enemigo. Saladino expulsó a las fuerzas cristianas en 1187, pero tuvo que lamentar su osada provocación de instalar la caballería en la iglesia, a lo cual se opusieron los caballeros, recobrando la ciudad. Hoy, al cabo de 800 años, la santa Misa se sigue celebrando en esta joya románica con apoyo de la Asociación Libanesa de la Orden. En este contexto, el apoyo puede significar algo más que ayuda económica, como lo muestra la historia reciente del Líbano destrozado por la guerra. Solo han transcurrido dos décadas desde la guerra civil en la cual fueron bombardeadas las iglesias de Beirut. El ejercicio de una discreta presión en los niveles diplomáticos más altos sigue siendo un distintivo de la misión que cumple la Orden, especialmente en lugares con dificultades como este y Tierra Santa. ¿Y quién podría no conmoverse con la entereza moral desplegada ante la fuerza militar y las amenazas terroristas? ¿U olvidar la valentía del médico que resistió firmemente a un jefe de tanque que disparó contra el Hospital de la Sagrada Familia de la Orden en Belén, tan cerca del lugar de nacimiento del Salvador? Parece siempre conveniente evocar un motivo histórico para visitar algunos de los grandes lugares vinculados con la Orden. En Malta, la historia se visualiza claramente mirando desde el punto de vigilancia del Castillo de Sant’Angelo en Birgu. Muchos han visitado la Sacra Infirmeria, testigo impresionante de las habilidades médicas y quirúrgicas tempranas de los Caballeros. No tantos habrán tenido oportunidad de explorar el Castillo de Sant’Angelo, ahora nuevamente bajo la protección de la Orden. Este reducto, desde donde en 1565 los caballeros rechazaron con decisión fuerzas otomanas considerablemente superiores, es un conmovedor recuerdo de la valentía de quienes cayeron en defensa de la cristiandad y están enterrados en el recinto de la Concatedral de San Juan, en La Valletta, anteriormente iglesia conventual de la Orden. Una experiencia dramática, pero inspiradora. Necesariamente los castillos han tenido también un rol distintivo en la historia de lo que fue originalmente una orden hospitalaria que desarrolló un compromiso militar. Entre las obras más impresionantes se encuentran las fortalezas, los hospitales, los palacios y las iglesias que construyeron los H 627 Museos del Kremlin en Moscú y Castillo Real de Varsovia EXPOSICIONES SOBRE EL LEGADO DE LA ORDEN DE MALTA Y Hospital de la Sagrada Familia de Belén, en Palestina. Caballeros durante su permanencia en Rodas, desde 1309 hasta 1522. Son también de gran interés lugares más pequeños, como Bodrum, en la costa egea de Turquía, por ejemplo. Ahí se encuentra un busto de Herodoto, padre de la historia escrita, a la entrada del castillo Hospitalario de San Pedro. Con todo, el lugar ya tenía dos milenios de antigüedad al llegar los Caballeros en 1402 bajo las órdenes del Gran Maestre Philibert de Naillac, porque esta escarpada costa fue la tierra de los héroes de Homero. El objetivo era proporcionar un refugio armado a las galeras de la Orden para defenderse de los saqueos de los otomanos y protección para todos los cristianos de Asia Menor. El castillo protege los puertos interiores y exteriores con torres H 628 construidas por los grupos de las lenguas inglesa, francesa, española, italiana y alemana de la guarnición de la Orden. Todas permanecen hasta ahora, y la Torre Inglesa o del León todavía tiene las armas de Enrique IV. Es indudable la identidad de los caballeros y alguaciles a cargo de las mismas, encontrándose todavía no menos de 249 escudos de armas en los muros. Era tan considerable la inventiva de la ingeniería militar de los Caballeros que a pesar de los ataques turcos de 1453 y 1480 nunca se destrozaron los muros. El castillo solo fue entregado a raíz del tratado negociado con Solimán el Magnífico cuando la caída de Rodas en 1522. El visitante actual puede admirar la restauración. En una de las torres hay una magnífica exhibición de cristal de la época de la ocupación de los Caballeros, que se remonta hasta la Edad de Bronce. Actualmente circulan pavos reales en un tranquilo escenario, del cual sin embargo dependió la seguridad de la presencia cristiana en Tierra Santa durante más de un siglo. Es difícil visitar ahora algunos lugares vinculados con la Orden, sobre todo el santuario de la cabeza del Bautista dentro de la gran mezquita Umayyad, en la antigua ciudad romana de Damasco, y ciertamente el Krak de los Caballeros. Además se encuentran las antiguas encomiendas de la Orden en distintas partes de Europa, hasta Escocia por el norte, cada una de las cuales constituye un lugar de peregrinaje, una fuente de inspiración y un recordatorio de nueve siglos de compromiso. elena Gagarina, Directora de los Museos del Kremlin de Moscú, hija de Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio, héroe de la Unión Soviética, dio la bienvenida al Gran Maestre, quien inauguró la exposición dedicada a la Soberana Orden de Malta, con la presencia de Vladimir Medinsky, Ministro de Cultura de la Federación Rusa, entre los numerosos invitados. Por primera vez en más de 200 años un Gran Maestre ponía sus pies en suelo ruso. La exposición “Tesoros de la Orden de Malta– Nueve Siglos de Fe y Caridad” marcó el 20º aniversario del establecimiento de relaciones oficiales entre la Federación Rusa y la Orden de Malta. Uno de los hechos más significativos que vinculó a la Orden de Malta con Rusia fue el nombramiento del Zar Pablo I como Gran Maestre de la Orden. Si bien carecía de los requisitos legales y estuvo en el cargo solo entre 1799 y 1801, el Zar protegió la continuidad de la Orden en uno de los períodos más dramáticos de su existencia, después de la pérdida de la isla de Malta. Una estrecha cooperación entre la misión diplomática de la Orden de Malta en Moscú y Museos del Kremlin, Moscú: el Gran Maestre Fra Matthew Festing, el Gran Canciller Jean-Pierre Mazery y la señora Yurevna Gagarina examinan reliquias y tesoros. la administración de los Museos del Kremlin proporcionó objetos del Kremlin de Moscú, de los museos Ermitage, Gachina y Pavlovsk de San Petersburgo, del Palazzo Pitti de Italia, el Louvre y el Museo de la Legión de Honor de Francia, y del Museo Nacional de Bellas Artes, la Armería situada en el Palacio del Gran Maestre, el Museo Marítimo, el Museo Arqueológico y la Biblioteca Nacional de Malta. Numerosos objetos provenían por lo tanto de las colecciones de la Orden. Posteriormente, el Gran Maestre Fra Matthew Festing y Bogdan Zdrojewski, Ministro de Cultura de Polonia, inauguraron la exposición “En torno a la Cruz de Malta” en el Castillo Real de Varsovia. Entre los numerosos invitados se encontraba Hanna Gronkiewicz-Waltz, Alcaldesa de Varsovia. En el evento se celebró el 20º aniversario de la reanudación de relaciones diplomáticas entre la Orden de Malta y la República de Polonia. Fra Matthew Festing señaló que la exposición “da testimonio de la importante presencia de la Orden en Polonia desde el siglo XIII”. Un punto abordado fueron las actividades del hospital administrado por la Orden al comienzo de la Segunda Guerra Mundial durante la ocupación nazi y la sublevación de Varsovia. Las obras provenían de las colecciones del Palacio Magistral y la Villa Magistral de Roma, y del Museo de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional y el Palacio del Gran Maestre en La Valletta, Malta, junto con numerosos objetos prestados por instituciones polacas y personas. H 629 Saliendo al encuentro de enfermos, ancianos, discapacitados, servís a Cristo Palabras de Benedicto XVI a los miembros de la Soberana Orden Militar de Malta, con motivo del IX centenario del reconocimiento oficial de Institución hospitalaria mediante la Bula Pie postulatio voluntatis, de 15 de febrero de 1113. En el altar de San Pedro, 9 de febrero de 2013. D esde sus comienzos, vuestra Orden se ha distinguido por la fidelidad a la Iglesia y al Sucesor de Pedro, así como por su irrenunciable perfil espiritual, caracterizado por el elevado ideal religioso. Seguid avanzando por este camino, dando testimonio de manera concreta de la fuerza transformadora de la fe.(…) Por la fe, a través de los siglos, los miembros de vuestra Orden se han prodigado primero en asistir a los enfermos en Jerusalén, y después en socorrer a los peregrinos en Tierra Santa, expuestos a graves peligros, escribiendo así páginas brillantes de caridad cristiana y defensa del cristianismo. En el siglo XIX, H 630 la Orden se abrió a nuevos y más amplios campos de actividad en el ámbito asistencial y de servicio a los enfermos y los pobres, pero sin renunciar nunca a los ideales originarios, especialmente el de la intensa vida espiritual de cada uno de sus miembros. En esta dirección debe continuar vuestro compromiso, con una atención muy especial a la consagración religiosa –la de los profesos–, que constituye el corazón de la Orden. Nunca debéis olvidar vuestras raíces, cuando el Beato Gerardo y sus compañeros se consagraron con los votos para el servicio a los pobres, y el privilegio Pie postulatio voluntatis corroboró su vocación. Los miembros de la institución recién constituida se configuraban así con los rasgos de la vida religiosa: el compromiso de alcanzar la perfección cristiana mediante la profesión de los tres votos, el carisma al que se consagran y la fraternidad entre los miembros. La vocación del profeso debe ser objeto de gran atención también hoy, unida al cuidado de la vida espiritual de todos. Respecto a otras organizaciones comprometidas en el ámbito internacional en la asistencia a los enfermos, en la solidaridad y la promoción humana, vuestra Orden se distingue por la inspiración cristiana que debe orientar constantemente el compromiso social de sus miembros. Conservad y cultivad este rasgo característico, y actuad con renovado ardor apostólico, siempre con una actitud de profunda sintonía con el Magisterio de la Iglesia. Vuestra preciosa obra benéfica, articulada en varios campos, y que se lleva a cabo en diversas partes del mundo, concentrada principalmente en el servicio al enfermo con estructuras hospitalarias y sanitarias, no es simple filantropía, sino la expresión eficaz y el testimonio vivo del amor evangélico. Seguid actuando en la sociedad y en el mundo por las vías maestras indicadas por el evangelio: la fe y la caridad, para reavivar la esperanza. La fe, como el testimonio de adhesión a Cristo y de compromiso con la misión evangélica, que os impulsa a una presencia cada vez más viva en la comunidad eclesial y a una pertenencia más consciente al Pueblo de Dios; la caridad, como expresión de fraternidad en Cristo, mediante las obras de misericordia con los enfermos, los pobres, los necesitados de amor, de consuelo y ayuda, con los afligidos por la soledad, la desorientación y las nuevas formas de pobreza material y espiritual. Estos ideales están bien expresados en vuestro lema: «Tuitio fidei et Obsequium pauperum». Son palabras que sintetizan bien el carisma de vuestra Orden, la cual, como sujeto de derecho internacional, no aspira a ejercer poder e influencia de carácter humano, sino que desea desarrollar con plena libertad su propia misión para el bien integral del hombre, cuerpo y alma, con la atención puesta tanto en cada persona como en la comunidad, y sobre todo en quienes están más necesitados de esperanza y de amor. Que la Santísima Virgen María –la bienaventurada Virgen de Filermo– sustente con su materna protección vuestros propósitos y proyectos; que vuestro celestial protector, san Juan Bautista, así como el Beato Gerardo y los Santos y Beatos de la Orden, os acompañen con su intercesión. Por mi parte, os aseguro mis oraciones (…) H 631