VIG-BAY - CD Atletas Populares de Valladolid

Transcripción

VIG-BAY - CD Atletas Populares de Valladolid
Año 2014
Flash n 57
CRÓNICA VIG-BAY
Baiona es una villa situada al sur de Vigo. Si recorremos por la costa la distancia que las separa,
habremos corrido una media maratón, con esta idea surgió la Vig-Bay.
Baiona ofrece al visitante su gastronomía, sus playas, caminar por sus estrechas calles de piedra,
visitar la Virgen de la Roca y la Fortaleza de Monterreal situada en la península del Monte Boi y que
ofrece unas maravillosas vistas de las islas Cíes y
de las puestas de sol sobre la Ría, y además para
los que nos gusta correr, la Vig-Bay.
En los últimos años, la participación ha crecido
hasta contar este año, en su 15ª edición, con 5600
participantes, convirtiéndose en una de las
carreras más famosas de Galicia y que comienza a
tener un lugar destacado en el calendario de
carreras nacional.
En mi caso, el participar en la carrera (éste es el
segundo año) es una satisfacción doble. Me permite pasar un fin de semana en Galicia y además en
esta edición, juntarnos varios amigos de esos que llaman “del colegio” con la excusa de correr esta
prueba. Somos cuatro y para dos de ellos, ésta será la primera media.
Llegué a Baiona el viernes por la tarde pero hasta el sábado después de comer no nos juntamos todos.
El día está cubierto con ratos de lluvia pero la temperatura es agradable para dar una vuelta.
Caminamos por el paseo que rodea la fortaleza de Monterreal. A pesar de haberlo recorrido muchas
veces desde que de pequeño lo hiciera por primera vez al lado de mis padres, siempre supone una
experiencia fabulosa.
Tras el paseo, a cenar. No falta el pulpo, las navajas y
otros productos de la tierra. Después de cenar algunos
optan por tomar “ un combinado”, dicen que para dormir
mejor.,Yo me voy a dormir que el día, aunque haya sido
de ocio, ha sido intenso.
Por la mañana y gracias a mi cuñado nos libramos del madrugón para coger el autobús que lleva a la
salida en Vigo. Él nos llevará en coche y eso nos permite dormir algo más y desayunar más tranquilos.
El día amanece con algún rayo de sol entre nubes, y la temperatura es ideal para correr. No vamos por
autovía, sino que hacemos el camino inverso a lo que será la carrera. Nos encontramos con policía que
va cortando el acceso a la carrerea, organización y voluntarios que montan los avituallamientos y nos
vamos dando cuenta de que no hay casi tramos llanos, todo es un sube y baja típico de Galicia y a mis
amigos se les pone cara de susto.
Llegamos a la salida en la playa de Samil. Cuando nos
cambiamos se nota algo de fresco y el viento al lado del mar
se deja notar. Cada vez se ve más gente, pero aún así me
encuentro con Alfredo. ¡ Qué alegría encontrarse con alguien
del club entre tanta gente!. Hacemos juntos un suave
calentamiento y listos para empezar.
A pesar del número de participantes, la carrera empieza sin
agobios. La avenida de Samil es amplia y en bajada y no hay
ningún problema para ir cogiendo ritmo. Después del primer
kilómetro ya toca subir casi de forma constante hasta llegar
al puerto de Canido, en el kilómetro seis. La humedad es muy
grande y vamos “sudando la gota gorda”. A
partir de aquí y siempre con el mar a nuestra
derecha, toboganes y más toboganes. En el
kilómetro 10 ya podemos ver Baiona a través
del mar. Llegamos al desvío que nos lleva a
Nigran. Rodeamos el complejo deportivo del
pueblo y luego toca ir al lado de Playa
América. El viento da de cara, que en la salida
nos comentaron que sería flojo, sopla con
bastante fuerza hasta que llegamos a la
subida al monte Lourido.
Es la parte más dura y para mí más bonita de
la carrera. Subimos por un camino
acondicionado, estrecho y con el mar apenas
a dos pasos de nosotros. Dejamos el monte a
nuestra izquierda con un agradable olor a
eucalipto. Ya en la bajada del monte nos
recibe una banda de gaiteros que nos amenizan lo que queda de camino. Desde aquí, cinco kilómetros
llanos hasta meta que se me hacen muy muy largos. Muchísima animación que ya no para hasta meta,
situada en el paseo marítimo de Baiona. “El último kilómetro lo corre el público” , nos dice un habitual
de la carrera. Por segundo año consecutivo, acabo hecho polvo, pero aún así me queda buen sabor de
boca para repetir.
Tras la llegada, tenemos que avanzar hasta casi la entrada de la fortaleza. Nos dan muy buen
avituallamiento líquido y sólido y nos vamos encontrando con amigos y familiares.
Tenemos el mar a 20 metros y muchos corredores
aprovechan para “enfriar las canillas”. Vuelvo a ver a
Alfredo (el rey del 5 min/km) y comentamos la jugada de
una carrera dura, pero muy recomendable por su
recorrido y por su ambiente.
Llega el resto de la panda. Encantados de haber
participado y enganchados ya para correr otra. De camino
a la ducha, todo el pueblo está invadido por corredores y
el ambiente es fenomenal.
En definitiva, la Vig-Bay es una carrera con un recorrido
precioso, buena organización y que además permite pasar
un buen fin de semana en tierras gallegas.
¡Qué más se puede pedir! Os la recomiendo para el próximo año.
MONTAJE: José María Martín Sánchez
E. Macías.
PD: ¿Donde están los Atletas populares en las fotos?.
C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID ---------------
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