El pasado 27 de febrero, tuvo lugar en el Teatro Juan Bernabé de
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El pasado 27 de febrero, tuvo lugar en el Teatro Juan Bernabé de
El pasado 27 de febrero, tuvo lugar en el Teatro Juan Bernabé de Lebrija, la ceremonia de imposición de la medalla de oro de la Ciudad de Lebrija, a la compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, con motivo de su primer centenario de servicio a esta ciudad en el Asilo de San Andrés. El acto dio comienzo a las siete de la tarde y fue presentado por la locutora de “Radio Lebrija” Maria Romero. En primer lugar se proyectó un pequeño vídeo sobre los orígenes del Asilo de San Andrés y sobre las diferentes hermanas que han pasado por esta residencia, con una mención especial a las que ya no están entre nosotros. Tras la proyección del vídeo, la Alcaldesa de Lebrija, María José Fernández, explicó los motivos de porqué el Excmo. Ayuntamiento había acordado en pleno conceder la medalla de oro de la ciudad a la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, destacando las notas de servicio y compromiso social que siempre han identificado a la Compañía. La Alcaldesa recordó algunas anécdotas de su juventud con las hermanas, alguna de las cuales son ahora de las más mayores del centro, como Sor Ángeles Ortiz. Posteriormente, una joven de JMV, Mª del Carmen Bellido, fue la encargada de presentar a las hermanas, recordando los momentos inolvidables de su vida que había pasado junto a las mismas y evocando de forma emotiva y cariñosa las virtudes que siempre han acompañado a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. A continuación, la Alcaldesa impuso la Medalla de Oro de la ciudad de Lebrija a Sor Manuela Castilla, Superiora de la Comunidad actual, en representación de todas las hermanas que han pasado en los últimos cien años por el Asilo de San Andrés. En su intervención, Sor Manuela recordó como desde aquel 23 de febrero de 1913 hasta hoy, las hermanas, siempre han puesto lo mejor de ellas mismas para que nuestros abuelos tuvieran una vida plena, confortable y feliz. “La labor de las hermanas ha ido siempre encaminada a que nuestros mayores tuviesen atendidas no sólo sus necesidades materiales sino también las espirituales, siendo para ello portadoras de la luz del Señor y de la Buena Nueva del Evangelio en el último tramo de la vida de nuestros ancianos. La labor que las hermanas han desempeñado a lo largo de estos cien años en el Asilo de San Andrés ha ido más allá de la atención a los residentes, pues como todos Ustedes saben, durante muchos años, las hermanas formaron a multitud de generaciones de lebrijanos a través del Colegio San José, ubicado dentro del Asilo”, afirmó Sor Manuela. Asimismo, subrayó la ingente labor de formación humana y espiritual, bajo el carisma vicenciano, mariano, eclesial y misionero, que desde el Asilo de San Andrés, han llevado a cabo las hermanas, a través de las catequesis, primero por medio de la asociación de las Hijas de María y luego a través de la asociación Juventudes Marianas Vicencianas, labor que aún hoy se sigue llevando a cabo. “Sólo el Señor conoce los frutos para su Reino, de tanto trabajo en todos estos ámbitos anteriormente citados, realizados con amor, sacrificio y perseverancia por tantas hermanas, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, a las que hoy va dedicado este reconocimiento. Es al Señor a quien encomendamos, todas nuestras hermanas que ya no están entre nosotros y que dejaron parte de sus vidas en el Asilo de San Andrés, para que desde el cielo, Él también coloque la medalla de su Reino en el corazón de todas ellas, por tantas horas de servicio y entrega sin límites y por tanto amor derramado”. Sor Manuela, también quiso hacer una mención especial, a todos los empleados y voluntarios del Asilo de San Andrés, que a lo largo de todos estos años, también han acompañado a las hermanas en su trabajo de cada día, entregando con amor y alegría su tiempo y lo mejor de ellos mismos para servir a nuestros mayores. Por último, Sor Manuela agradeció la imposición de la Medalla de Oro de la ciudad de Lebrija, con las siguientes palabras: “En nombre de toda mi comunidad, y en nombre de todas las hermanas que han pasado por el Asilo de San Andrés, le doy las gracias de todo corazón al Excmo. Ayuntamiento de Lebrija por este público y honorable reconocimiento que simboliza la concesión de la medalla de oro de esta noble ciudad a esta congregación religiosa. Pido al Señor que recompense vuestra generosidad y vuestro cariño que habéis demostrado con la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Que la Santísima Virgen María Milagrosa ayude a esta Compañía a seguir prestando su servicio al pueblo de Lebrija, a través del Asilo de San Andrés, durante muchos años más, y haga despertar en el corazón de las jóvenes de este pueblo nuevas vocaciones a la vida consagrada, y a la vida de servicio al pobre bajo el carisma vicenciano. Pues, en esa vida, les aseguro que no sólo encontrarán una importante labor social que realizar, sino que también, todas ellas, hallarán su propia felicidad.” Tras la intervención de Sor Manuela, dos empleadas del Asilo de San Andrés le hicieron entrega de un bonito ramo de flores, como gesto de cariño y felicitación de todos los empleados del centro, donde las hermanas han realizado su labor durante los últimos cien años, por la medalla recibida y por los cien años de servicio recientemente cumplidos. El acto finalizó con la interpretación del himno de Andalucía y de España por parte de la Banda de música Santa Cecilia de nuestra localidad.