La ballena azul: el gigante de los mares en

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La ballena azul: el gigante de los mares en
La ballena azul: el gigante de los mares en
aguas mexicanas
Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. 23 de febrero de 2016 (Agencia
Informativa Conacyt).- En el Laboratorio de Ecología de Cetáceos y
Quelonios del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del
Instituto Politécnico Nacional (IPN), un grupo de científicos estudia
varios aspectos de la biología y ecología de la ballena azul, además de
obtener información sobre la salud de la población que visita
anualmente el mar de Cortés.
“Es el único lugar en el mundo en donde se estudia una población de
ballena azul, en una zona de crianza se observan comportamientos de
reproducción; esta población es muy saludable, de hecho es la más
saludable del mundo”, mencionó la doctora Diane Gendron, nivel II del
Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y responsable del proyecto de
investigación de la ballena azul en el Cicimar.
Uno de los aportes más significativos de la investigación es el hallazgo
de nueva información sobre la dieta alimenticia de la ballena azul, de la
que se creía solamente se alimentaba de krill, una especie de pequeños
camarones; sin embargo, con base en análisis de las heces de esta
especie, se detectó el ADN de otras presas.
“Tenemos resultados científicos muy interesantes relacionados con su
dieta alimenticia; usando técnicas moleculares analizamos el ADN de las
presas contenidas en las heces de la ballena, esto nos permitió detectar
lo que está comiendo y encontramos que también come mictófidos que
son peces pequeños muy abundantes, que se mueven en la columna de
agua como el krill”, explicó Diane Gendron.
El estudio de la ballena azul ha sido uno de los más prolongados en el
Golfo de California y ha generado una base de datos sobre alrededor de
700 individuos, los cuales están asociados a un banco de muestras
biológicas de los especímenes, como fotografías de identificación de
cada individuo que datan desde la década de 1980 hasta la actualidad.
“Descubrir nuevos conocimientos de su biología es un proceso lento pero
cuando sucede, con apoyo en la fotoidentificación, es un dato único en
el mundo. Además, hemos recolectado tejidos biológicos, piel
descamada que flota en el agua, heces y biopsias de piel y grasa, todas
estas muestras nos han permitido hacer muchos tipos de investigación”,
agregó.
El estudio aborda diversas vertientes de investigación que incluyen
todas las ramas de la biología, como estimaciones de abundancia con
modelos matemáticos hasta el análisis genético para determinar una
serie de datos, como el género, hembra o macho; en hembras el estado
de gestación, el nivel de estrés y la salud general de los especímenes.
El Golfo de California: hábitat crítico
El Golfo de California es un hábitat crítico para la población de ballena
azul del Pacífico Noroeste, distribuida en los mares de Alaska, Canadá,
Estados Unidos y México principalmente.
Los científicos han documentado indicios de que el cetáceo da
nacimiento a sus ballenatos en la zona —como la observación de madres
con crías en etapas de recién nacidos— y se tiene la certeza de que es
un área de crianza.
“En una temporada normal podemos observar de tres a cuatro madres
con sus crías, y al mismo tiempo otras ballenas realizan actividades de
reproducción y alimentación. La probabilidad de ver un nacimiento es
muy baja. Los indicios de que las ballenas dan a luz a sus crías en el
Golfo de California se basan en el tamaño de las crías, desde muy
pequeñas hasta grandes”, explicó Gendron.
Durante el invierno, la ballena azul migra desde las costas de California
y del Pacífico Noroeste hacia las aguas del mar de Cortés para
alimentarse y realizar actividades reproductivas.
Este mamífero marino es de gran interés para la ciencia por sus
implicaciones en los ecosistemas marinos y sus sorprendentes
dimensiones corporales, por lo cual ha sido la especie de rorcual más
buscada y cazada en el Antártico que la llevó casi a la extinción.
A causa de la acelerada caza furtiva de la que fueron objeto hasta la
primera mitad del siglo XX, su población se redujo drásticamente. Una
de las principales motivaciones de su caza fue la cantidad de aceite que
se extraía para diversos usos, como el de combustible para lámparas
públicas con las que se iluminaban distintas ciudades del mundo, hasta
la aparición del queroseno y el petróleo en la industria.
En la actualidad, las ballenas azules están clasificadas como especie en
peligro de extinción en la Lista Roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).
El gigante de los mares
La ballena azul (Balaenoptera musculus) es considerada el animal más
grande del mundo jamás documentado; llega a medir hasta 33 metros
de longitud y pesar hasta 200 toneladas. Son misticetos, comúnmente
conocidos como cetáceos barbados; se alimentan casi exclusivamente
de krill, que filtran a través de las grandes bocanadas de agua que
absorben y posteriormente expulsan al mar, llegando a consumir hasta
cuatro toneladas de alimento al día.
La ballena azul, como su nombre lo indica, posee un colorido azul y gris
azulado con motas. El color azul es muy notorio visto del aire y permite
detectarlas fácilmente durante los censos aéreos. Tiene una cabeza
ancha y plana y un cuerpo largo y estilizado, con aletas anchas y
triangulares.

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