EMPLASTO CONFORTATIVO DE VIGO

Transcripción

EMPLASTO CONFORTATIVO DE VIGO
Epónimos Científicos
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EMPLASTO CONFORTATIVO DE VIGO,
EMPLASTO CONTRA LA TIÑA DE VIGO, POLVOS SOLUTIVOS DE VIGO
Juan de Vigo (Rapallo, 1460 – Roma, 1520)
con ediciones en Valencia (1537), Toledo (1548) y Zaragoza (1581).
Emplasto confortativo de Vigo
El quinto de los nueve libros de cirugía de Juan de Vigo
contiene un “Tratado de la enfermedad venérea”, en el que
se cita un ungüento mercurial para aplicarlo en forma de
fricciones, cuyo principal ingrediente es el óxido rojo de
mercurio que actúa como escarótido contra las úlceras
venéreas. También un emplasto de ranas que llevará su
nombre, al que posteriormente se introducirán una serie de
modificaciones hasta convertirlo en el emplasto mercurial.
Remedio secreto citado en el “Tractat de Medicina” que se
halla en el manuscrito número 9 de la Biblioteca Universitaria de Barcelona, fechado el 19 de febrero de 1780, que
fue estudiado por Juan Esteva y Estilita Espinosa. Aparece
descrito en los términos siguientes:
Juan de Vigo: “Libro de práctica en cirugía”
(Valencia, 1537)
Datos biográficos
Cirujano italiano que durante el sitio que sufrió la plaza de
Saluzzo entre 1485 y 1486, se distinguió por los grandes
servicios sanitarios que prestó. En 1495 se trasladó a Savona donde supo captarse el aprecio del cardenal de la Rovere, que fue más tarde papa con el nombre de Julio II, y
quien le nombró su médico.
Ideó varios emplastos de mercurio y de ranas que pasaron a
las farmacopeas, se hicieron clásicos y duraron hasta el
siglo XIX. Fue también famoso por ser firme partidario de
emplear el aceite hirviendo para tratar las heridas provocadas por armas de fuego, al considerar este hecho como una
especie de envenenamiento. Hubo que esperar hasta la
llegada de otro cirujano, en este caso francés, Ambrosio
Paré, que demostró que el aceite hirviendo únicamente
empeoraba las heridas producidas por los arcabuzados.
Su obra más importante es “Practica in arte chirurgica
copiosa continens novel libros” (Roma, 1514), de la que se
hicieron numerosas ediciones y traducciones. En castellano
se publicó con el título de “Libro o Práctica en cirugía”,
Universidad CEU Cardenal Herrera
“Entra los medians es el serat que Joan de Vigo anomena
de la sua invesio, para restaurar las fracturas de osos, ÿ
confortar lo poro sercoÿdes, la resepta la trobaran a las
concordias”.
En la séptima edición de la “Farmacopea Española”, figura
el “Emplasto de Vigo con mercurio”, que se prepara con
los productos siguientes:
-
Esencia de espliego, 3 gr.
Polvos de azufre, 6 gr.
Polvos de bedelio, 10 gr.
Polvos de gomorresina amoniaco, 10 gr.
Polvos de incienso, 10 gr.
Polvos de mirra, 10 gr.
Cera amarilla, 30 gr.
Colofonia, 30 gr.
Trementina de pino, 30 gr
Estoraque líquido, 90 gr.
Mercurio, 180 gr.
Emplasto de plomo simple, 625 gr.
Se extingue con la trementina, el estoraque y la esencia por
trituración en un mortero de hierro o piedra ligeramente
calentado. Por otra parte, se funde el emplasto con la cera y
la colofonia, se añaden los polvos que se habían mezclado
con anterioridad y se deja la masa que se enfríe, agitándola
sin interrupción. Cuando ésta ha adquirido consistencia
Julio 2010
Epónimos Científicos
blanda, se le agrega la mezcla mercurial, se continúa removiendo todo sin descanso para que se interponga bien, y se
hacen del producto magdaleones, que se envuelven en
papel parafinado. Cada 30 gr. contienen aproximadamente
5 de mercurio. Es astringente y resolutivo.
Emplasto contra la tiña de Vigo
Citado por Ambrosio Parés, su composición y elaboración
es como sigue:
“Se toma eléboro negro y blanco, oropimiente, litarigirio
de oro, cal viva, vitriolo, alumbre, agallas, sebo y cenizas
pasadas por un tamiz, de cada cosa media onza; azogue
apagado en un poco de trementina y enxundia de gallina
tres onzas; cardenillo dos dracmas: pulverícese lo pulverizable, y tómese zumo de borraja, de escabiosa y de fumaria, cinco onzas de cada cosa; otras cinco onzas de vinagre
y una libra de aceyte viejo: hágase cocer hasta que se consuman los xugos, y al último de la cocción se echarán los
polvos, añadiendo media onza de pez líquida y la cera
necesaria para dar consistencia al ungüento”.
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“Toma agua fuerte con la qual se aparta el oro de la plata
li.j.&, azogue li.&, sea todo puesto en un vaso de vidrio
buen cubierto salvo el agujero del alambique, el qual entre
otro vaso y sea todo bien tapado que no salga el azeyte y
después ponlo al fuego primeramente blando, después
sucessivamente aumenta el fuego hasta que la agua del
todo sea distillada en otro vaso. Después rompe el vaso en
que está el azogue quemado dicho por los alquimistas
precipitado y muélele bien sobre una piedra de mármol y
pon el tal polvo en el vaso con otra tanta agua fuerte y sea
hecho del modo primero y después vuelve a romper el otro
vaso y pon el azogue quemado sobre una piedra de mármol
y haz polvo el qual pon en una cazuela al fuego harto rezio
y con un palo menéalo bien por una hora y media y de este
modo házese muy bueno y es señal del perfecto cozimiento
quando tiene color de minio ques zarcô y algo mas claro”.
Como vemos, se trata de una destilación reiterada de mercurio con agua fuerte a fuego en grado creciente, siguiendo
un claro procedimiento alquímico. En realidad, Vigo está
produciendo lo que los alquimistas llamaban “el rojo”, una
variedad del mercurio sublimado obtenida gracias al ácido
clorhídrico que componía el agua fuerte.
En la traducción que hace el médico valenciano Miguel
Juan Pascual de la obra quirúrgica de Juan de Vigo, señala
que gracias a sus polvos solutivos de Vigo, el cirujano de
Julio II “ha ganado muchos dineros y mucha honra”, añadiendo que “este polvo tiene la corona entre las medizinas
que comen la mala carne y por esto digo que es secreto de
los secretos corrosivos”.
Como los demás medicamentos solutivos o resolutivos,
tratan de expulsar del organismo los humores responsables
del tumor contra el que se aplican. El médico valenciano
Juan Calvo explica en su “Antidotario” que usaban los
Polvos solutivos de Juan de Vigo en las úlceras de muslos,
piernas y pies cuanto tengan “alguna carne cancerosa”, en
cuyo caso se deberían aplicar mezclados con “alumbre
quemado” para aprovechar la virtud cicatrizante de éste.
“Alquimista” (Hendrich Heerschop, 1671)
Bibliografía
Polvos solutivos de Vigo
Aparecen mencionados en su “Libro de práctica de cirugía” como de invención propia, si bien fueron ya descritos
por Nicolás Massa en su obra “De morbo napolitano” de
1534. Al parecer se elaboraba a partir de azogue que se
disolvía en agua fuerte, la cual se obtenía por destilación a
partir de caparrosa, alumbre y salitre. De todas formas, el
secreto que siempre rodeó a este remedio, hizo que muchos
los compusieran de forma inadecuada, perdiendo así eficacia. Veamos como describe el autor que debe ser su preparación:
Universidad CEU Cardenal Herrera
BALLANO, A. (1807): Diccionario de medicina y cirugía
o Biblioteca manual médico-quirúrgica, 7, 223. Madrid
CALVO, J. (1657): Primera y segunda parte de la cirugía
universal, y particular del cuerpo humano, que de las
cosas naturales, no naturales y preternaturales... Y del
antidotario en el qual de trata de la facultad de todos los
medicamentos según Galeno. Madrid
ESTEVA DE SAGRERA, J.; ESPINOSA RAMOS, E.
(1977): El “Tractat de Medicina”, Ms 9 de la B.U.B. Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia,
112, 167-186
LÓPEZ PÉREZ, M. (2010): De alchimia in medicina.
Página web Historia de la Alquimia. Consulta: 2 de julio
Julio 2010
Epónimos Científicos
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de 2010. http://aurumpotabile.blogspot.com/2010/02/dealchimia-in-medicina.html
VIGO, J. DE (1537): Libro de práctica en Cirugía. Valencia, fols. 241-242
José María de Jaime Lorén
[email protected]
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Julio, 2010)
Universidad CEU Cardenal Herrera
Julio 2010

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