Trompeta Evangelizadora

Transcripción

Trompeta Evangelizadora
Trompeta
Evangelizadora
NAVIDAD
Mirad cuál amor
Diciembre 2013
Contenido
NAVIDAD
MIRAD CUÁL AMOR
4 De las tinieblas a la luz
La festividad de amor
Lo que mueve al corazón
10
Un diamante rústico no brilla y el bloque
de roca no demuestra la magnitud del arte,
el cual el escultor quiere lograr.
5 ¿Sabías que… ?
Nuevamente es navidad
6 El gran amor de Dios
7 De tal manera amó Dios al mundo (Poesía)
La obra del escultor
11
¡El camino conoces tú! (Poesía)
Enseñanzas bíblicas - fácil de comprender
14
El crecimiento espiritual
¿Cómo puedo crecer espiritualmente?
8 Dios es amor
¿Conoces amor su naturaleza y su origen?
Programa radial
15
Los caminos de Dios no son
nuestros caminos
26
Pepetua y Felicitas
12 Inmenso amor de Dios
24 ¿Es Jesús Dios?
Muchos aceptan al histórico Jesús de
Nazaret pero niegan su divinidad.
2
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
La hazaña heroica de dos mujeres africanas
recientemente convertidas.
Editorial
Estimado lector,
Estamos nuevamente al final del año y nos
aproximamos a la navidad, el tiempo, donde debemos
gozarnos particularmente en el nacimiento de nuestro
salvador. Debemos salir de la rutina cotidiana, dejar
las preocupaciones, los problemas y dirigir nuestra
mirada hacia Jesús nuestro salvador, quien quiere
darnos amor, paz y gozo. Si, ¡Él mismo es amor y te
lo ofrece a ti!
Bendita palabra: ¡Dios es amor!
Bendito es quien lo experimentó
y con fe, testimonio y amor
a este amoroso Dios adora.
Aleluya, que gran verdad,
¡Que cada corazón justifica!
¡Con júbilo y armonía canta,
que Dios es amor!
Página juvenil
16 ¿Por qué es malo el pecado?
17 La caña cascada
18 Experiencias con Dios
Página infantil
19 Pobres hecho ricos
Página para mayores
20 El mensaje del reloj de pared
21 En los brazos del padre
Dios es fiel
Perfil de la iglesia
22 Barrhead, Alberta (CA)
27 Pie de imprenta
28 Recuerda
Si, El hijo de Dios ha dejado la gloria del Padre para
ser pobre, para enriquecernos a nosotros. Y todo esto
lo realizó por amor y por su maravillosa bondad.
¿Cuán grande es el amor de Dios? No la podemos
describir en su totalidad. Un autor de himnos lo
describe así:
¡Oh, excelsa gracia del amor,
que Dios perdona al pecador!
Si presto está a confesar
sus culpas y en Jesús confiar;
no hay otro autor de salvación,
pues Cristo obró la redención.
Querido lector, ¿has experimentado personalmente
este amor de Dios por medio de su Hijo? Si es que sí,
entonces regocíjate por este inexpresable don, vive
para Él, y anuncia a todo el mundo, que tenemos un
maravilloso salvador y redentor. La voluntad de Dios
es, que todas las personas lleguen al conocimiento
divino y hereden la salvación.
¡Ámale, a aquél que te amó primero! ¡Deseo a todos
los lectores una maravillosa y bendecida navidad!
H. D. Nimz
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
3
N AV I D A D
De las tinieblas a la luz
Un conocido mío, capitán de un ejército ruso, un día
se perdió en una zona desconocida. Después que la
noche había irrumpido hacía rato ya, aún se abría
todavía con dificultad un camino en la profunda
nieve. Allí visualizó a lo lejos una luz,
inmediatamente dirigió sus pasos hacia allí.
Alcanzando al fin su meta. Cansado y fatigado estaba
frente a una solitaria granja. Desde la casa resonaba
un agradable canto a sus oídos. Cuando culminó la
canción, ingresó a la casa. Al ver al uniformado, los
habitantes estaban muy asustados. Pero él les dijo
que no necesitaban temer nada y que no debían
dejarse molestar en su actividad.
El encontró aquí un pequeño grupo de hijos de
Dios, que se habían reunidos en este lugar para
celebrar juntos la Navidad, porque era Nochebuena.
Dios había guiado maravillosamente, que el oficial
pudo pasar Nochebuena con estos leales y fieles
hijos de Dios. Dios habló en aquella noche a su alma.
Cuando culminó el sencillo festejo, el oficial supo
que también para él vino la luz a este mundo.
Siguiendo esta luz con verdadera fe, salió de toda
oscuridad del pecado. Sus superiores y camaradas
primeramente se rieron y burlaron de él, pero luego
lo asecharon duramente. Pero esto no lo hizo ser
infiel. La luz había cambiado su vida de una manera
tal, que se despidió del ejército para llevar la luz
también a aquellos, que aún vivían en la oscuridad.
Siendo una bendición para muchos. Él experimentó
la navidad; la verdadera luz iluminó para él. ¡Cómo
iba a querer quedar aun más tiempo en las tinieblas
del pecado y del error!
Querido lector, ¿sabes que la luz, Jesucristo, vino
también por ti a este mundo? ¿Crees en la luz? Creer
en luz significa andar en su luminoso resplandor.
Significa, que aceptas a Jesús como tu guía en tu
vida, de modo que haces un patrón de su vida para tí,
para conducirte entonces como hijo de luz.
W. Berle
La festividad de amor
Navidad, ha llegado la fiesta de amor y quiere
recordarnos de nuevo el amor y la gracia de Dios. El
significado del festejo de la navidad no está en los
regalos, no está en las fiestas, sino en la gran obra de
Dios, que ha dado a su amado hijo al mundo. Dios
sabía, lo fugaz que es nuestra vida. Sabía del pecado
y la esclavitud; por lo que ha dado a su Hijo, para
que todo aquel que en Él cree sea salvo y feliz
eternamente. Él vino para mí y para ti, para que Él
sea nuestro sol, nuestra luz y redentor. Jesús tuvo
4
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
que salir de la gloria del cielo, atravesar nuestro
mundo oscuro, el camino de pobreza y humildad,
desde el pesebre hasta la cruz, para que podamos ser
ricos por Él. ¿Comprendes ahora, querido corazón,
por qué debemos celebrar navidad? Para recordar
especialmente a nuestro salvador y por causa de su
amor entregarle nuestro corazón. Recién entonces
vamos a comprender la maravillosa canción de los
ángeles de Belén: “¡Y en la tierra paz, buena
voluntad para con los hombres!”
Sabías qué…
¿Ninguna pompa ni el brillo externo es necesario, sino
solamente un corazón en silencio para la fiesta?
(Lucas 2,10-20)
bienaventuranza? La verdadera riqueza son los bienes
de cielo, que encuentran todos lo que descubrieron
Belén y Gólgota. (Efesios 1,3)
¿Que el comer y beber no es lo más importante para
navidad, sino la vivencia de Dios, el mirar al Salvador?
(Lucas 2, 29-30)
¿Qué todos los hijos de Dios (no solo para navidad)
hagan regalos para hacerlos ricos? “hagamos el bien a
todos, y mayormente a los de la familia de la fe.”
(Gálatas 6, 9-10)
¿Qué el hijo de Dios se hizo pobre por nosotros, para
que seamos ricos por su pobreza? (2. Corintios 8,9)
¿Qué la verdadera riqueza solo puede ser dada por
Dios? ¿Misericordia, perdón y salvación, por medio de
la gracia una conciencia apacible, paz y
¿Qué significa “Gloria Dei Excelsis”? – “Gloria a Dios
en las alturas”. – Honramos a Dios cuando hacemos su
voluntad. Su voluntad es, que creemos en su Hijo
Jesucristo y por fe obtenemos la vida eterna.
(Lucas 2, 14 y Juan 17, 3 y 8)
Nuevamente es navidad
Estamos nuevamente a la puerta de la navidad. Detrás de ella, nos espera el regalo más
grande que el hombre puede recibir: “¡Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios!” ¡Amor de Dios, su amor paternal nos espera! ¡Amor de
Dios! - No es como un hermoso pensamiento humano, que se esfuma en la dura realidad de
la vida, sino que el amor de Dios se convierte en humano, tangible y comprensible para
toda persona que busca luz en la oscuridad y amor en la frialdad. Este es el gran regalo que
te espera detrás de la puerta de la navidad. ¿No lo necesitas con urgencia? Si eres joven o
adulto, rico o pobre, feliz o triste - no puedes vivir sin fe, y ser guiado y llevado por un
amor eterno. Con mayor razón no se puede morir sin esta fe.
¡Y ahora recibe la Palabra de Dios, recíbela personalmente para ti y en tu lobreguez! Cree,
que detrás de la puerta de la navidad ilumina tu luz, que hace disipar toda la oscuridad.
Sería extraño que algo no se encienda en ti, que en esta esperanza no resplandezca en ti
como los ojos de un niño ante la puerta de la navidad.
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
5
N AV I D A D
El gran amor de Dios
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
(Juan 3,16).
¿Por qué se convirtió Dios en la persona del Señor
Jesucristo y se hizo humano? A ésta pregunta,
nuestro texto nos da la respuesta correcta: “de tal
manera – inmensamente amó Dios al mundo…” La
naturaleza de Dios es amor. Todo el universo, todo
en el cielo y en la tierra indican a este amor. No
existe mayor poder, ni mayor valor que el amor
divino. El es lo mejor y lo más bello que puede
existir. El verdadero amor tiene diversidad de
expresiones. Esto ya lo es así con respecto al amor
humano. Por ejemplo, se dice: alegría es amor, ella
sonríe. Paz es amor, ella descansa. Paciencia es
amor, ella espera. Fe es amor, ella confía; esperanza
es amor, ella aguarda. Así son todos los frutos del
espíritu, que se nos mencionan en la Biblia, nada
más que en diferentes formas del amor.
También la encarnación de Cristo es la diversidad
de expresiones del amor de Dios. Todo lo que es
llamado pecado en nuestra vida, está dirigido
contrariamente al amor divino. Existe una gran
diferencia entre el amor de Dios y el amor humano.
El amor humano, en un cierto grado, es el afecto del
uno hacia el otro. Se demuestra mayormente en
fuertes sentimientos, por lo tanto puede ser muy
variable. Incluso el más bello amor humano, está
siempre en peligro, que algún día se puede
desvanecer. No somos capaces, por nosotros mismos,
de amar sin motivo, sino que siempre es necesario,
que una persona despierte este afecto en nosotros. Y
si algún día, ese amor ya no estuviera más
disponible en la misma proporción amar a esa
persona, entonces nuestros sentimientos de amor
6
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
disminuirán. Pero el amor divino siempre queda
igual. El no es influenciado por nuestro
comportamiento. Dios no nos ama, porque nuestra
naturaleza le atrae a Él y que nosotros podemos
extraer al mismo tiempo de su corazón. El
simplemente nos ama; porque Él mismo es amor.
Simpatía ni compasión determinan la actitud de
Dios hacia nosotros. Tampoco nuestra calidad de
carácter tiene influencia en el amor divino. Es la
decisión de Dios el único motivo, que Dios mismo
es amor y que no puede de otra manera que amar.
Solamente desde éste conocimiento, podemos
comprender, que Dios dio a su Hijo por nosotros. Sí,
Él ama justamente a aquellos que nunca merecieron
su amor.
Su amor incluye a todas las personas: “Porque de
tal manera, amó Dios al mundo…”. Con ello alude a
todas las personas, sin consideración, si una persona
es buena o mala, sabia o sin educación. Y este amor
es valedero para cada uno. Él ama sin considerar a
las personas, sin considerar las diferentes
nacionalidades. Dios ama a cada uno personalmente.
El apóstol Pablo expresa como Dios regala su amor
a cada persona con las siguientes palabras: “Cristo
nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros”
(Efesios 5,2). Después dice: “Cristo amó a la
iglesia” (Efesios 5,25). Con esto se refiere, a todos
los que respondieron con amor al amor divino. Pero
el círculo es más expandido, porque dice: “Porque
de tal manera amó Dios al Mundo”. ¿No es
maravilloso este amor de Dios? Este amor nos fue
revelado recién desde el nacimiento del Señor Jesús.
De tal manera amó
Dios al mundo
En el antiguo testamento el concepto del amor
divino fue mucho más limitado. Cuando Jonás
recibió la orden del Señor para ir a Nínive y predicar
el arrepentimiento, él se negó. Él no quería que Dios
ame a otro pueblo, que ame solamente al elegido
pueblo de Israel. Pero, ¿no había dicho Dios a
Abraham, que en él serian benditas todas las
naciones? Pero Dios no nos habla solamente de su
amor hacia nosotros, sino que también lo demuestra.
Muchas veces, las personas usan mal la palabra
“Amor”. Se puede amar a una persona con palabras,
pero con hechos hacerle una vida terriblemente
difícil. - Sin embrago, el amor de Dios es real y
puro; es hecho y verdad. El amó tanto al mundo, que
Él se dio. Se entregó a sí mismo. Él nos regaló tanto,
hasta que no tuvo nada más que darnos; Él dio todo.
Nosotros, los humanos actuamos a menudo muy
diferente. Dejamos que nos cueste un poco para
demostrar al prójimo nuestro amor. Muchas veces
retenemos aun algo para nosotros. Pero Dios dio
todo lo suyo, lo mejor, su único Hijo amado, “Para
que todos los que en Él creen no se pierdan mas
tengan vida eterna”.
Dios quiere que le regalemos todo el amor de
nuestro corazón. Si, Él quiere todo nuestro ser. Él
anhela nuestro amor, Dios no quiere en primera línea
nuestro tiempo, ni nuestras capacidades, ni nuestras
riquezas. Todo esto no le satisface, Dios no necesita
nuestros dones, nuestros servicios, ni nuestro dinero.
Realmente Él es dueño de todo, pero Él quiere todo
nuestro amor y nuestro corazón. Si hacemos nuestra
parte, si le traemos nuestros pecados en contrición y
arrepentimiento de todo corazón, creyendo en Él,
entonces tendremos vida eterna en todo su
esplendor, y si miramos desde esta perspectiva el
nacimiento del Señor Jesús, podremos celebrar la
navidad de la manera correcta. ¿Ya te has entregado
al Salvador por completo? ¡Dios quiere, en amor por
medio de su Hijo, darte el mejor regalo de navidad!
Tanto amó Dios al mundo,
que a su Hijo único envió,
el más amado, su Hijo,
que nominó Hijo de consuelo.
Lo entregó como pago de rescate
para todo un mundo en perdición,
que por su culpa, pecado y poder
cayó en profunda y total lobreguez.
¡Tanto amó Dios al mundo!
Él vino, y lo llamamos amor;
ahora todos lo pueden alabar
y tenerlo como un redentor.
Vino de la gloria del Padre
a nuestro pobre tiempo cruel
oh si, Él vino – siendo pequeño,
para nuestro amigo y hermano ser.
¡Tanto amó Dios al mundo!
Porque en amor nos escogió,
por lo cual Cristo en humildad
como un pequeño hombre nació.
Él era el verbo, era el poder,
ha logrado al mundo salvar,
Él, que de muerte a vida lleva;
Él triunfó – y victoria tendrá.
¡Tanto amó Dios al mundo!
¡Sin fin e inmensa es su bondad!
Por medio del Hijo amoroso
hace feliz y rico con su caridad.
De esta pobre realidad
nos conduce a su eterna grandiosidad.
Todos juntos podemos
ser una alabanza de su benignidad.
¡Si, Tanto amó Dios al mundo!
Y nosotros, adoramos con encanto.
Nos resplandece en la oscuridad
su sol de gracia con claridad.
Pronto estaremos con Él unidos,
quien siempre quiso lo mejor.
Por lo cual te cantamos a ti
las aleluyas siempre aquí.
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
7
N AV I D A D
Dios es amor
Hoy, la palabra amor es utilizada con mucha frecuencia. Muchos hablan de ello,
pero apenas saben qué es amor y qué origen tiene. Dios es la fuente primitiva del
amor. Su amor es más poderoso de lo que nosotros podríamos imaginar.
Y justamente en la venida de Cristo, Dios reveló este amor de una manera especial.
Toda la Biblia testifica del amor de Dios. Dios hizo
todo para demostrar que Él ama a las personas. Él
pagó el precio más alto para hacer posible la
salvación del hombre. No hay otra verdad en toda la
Biblia que Satanás quisiera quitar de allí, que
justamente este maravilloso hecho, que Dios ama a
las personas. Con agrado quisiera él llevar a las
personas a creer, que Dios es su enemigo y que lo
odia. De esta manera intenta insinuar a más de una
persona, que Dios no lo ama, porque se siente
culpable y condenado a causa de sus pecados. Dios
aborrece y odia el pecado, pero ama al pecador, por
eso está preocupado y quiere salvarlo. El amor
divino no puede ser medido con la norma del amor
humano. Nosotros estamos predispuestos a amar a
otros si son dignos de nuestro amor. En cuanto este
no es el caso, por lo general se acaba el amor
humano. Pero Dios no actúa así. Nosotros jamás
habríamos sido dignos de que Dios nos ame. Pero
Dios siempre nos amó, porque su palabra dice: “Con
amor eterno te he amado” (Jeremías 31,3). Sí, Dios
odia el pecado, porque es el mayor enemigo del
hombre, al que Él ama, Él quiere salvarlo del pecado
y de la eterna perdición.
Amar es la naturaleza de Dios; Él no puede de otra
manera. Él es la fuente del amor. El amor de Dios es
más que amabilidad y generosidad. Bondad,
fidelidad y ser bienintencionado son virtudes loables,
pero no se comparan con el amor de Dios. Dios no
estaba obligado a salvar al ser humano, después de
que éste se apartara, fuera desobediente y se vendiera
al pecado. Pero su gran amor a la humanidad lo llevó
a pagar el alto precio de la salvación. El hombre no
había merecido nada más que castigo; él se convirtió
8
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
en deudor de la eterna condenación. Solamente la
gran misericordia y amor de Dios lo llevó a Él a
entregar a su Hijo unigénito para la reconciliación
por el pecado. Por amor a nosotros, Jesucristo, el
Hijo de Dios, dejó el esplendor del cielo y tomó
sobre sí pobreza, desprecio, deshonra, sufrimiento y
muerte. Pablo escribe en 2. Corintios 8,9: “Porque
ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo,
que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico,
para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos.” Jesús no solo sacrificó mucho por
nosotros, Él hizo todo.
El gran amor de Dios es inescrutable e
inexplicable. “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna” (Juan 3,16). Dios ha dado a su Hijo para
un mundo desagradecido. Cuando Jesús vino al
mundo, no era bienvenido. Las puertas del pueblo de
Israel, que deberían haberle dado la bienvenida,
estaban cerradas. “A los suyos vino, y los suyos no le
recibieron” (Juan 1,11). Dios entregó a su Hijo para
un mundo hostil. Se lo despreció y persiguió. El
pueblo judío lo odió. Se lo persiguió durante su vida
en la tierra, y finalmente sus enemigos lograron
quitarle la vida de una manera cruel. Dios dio a su
Hijo para un mundo pecador. Cristo fue llamado
amigo del pecador. Cuando se le acusó de que se
sentaba a la mesa con los publicanos y pecadores, el
Señor Jesús respondió: “No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” Sí, Él
era en hecho y verdad amigo del pecador, que había
venido para salvarlos de sus pecados.
También hoy el Salvador tiene aún el mismo deseo
de salvar del pecado a la humanidad: “[…] el cual
quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad” (1. Timoteo 2,4). “Todo
aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
(Romanos 10,13).
Es el inmenso amor de Dios, el cuál nos da lo que
es mejor para nosotros. Nos quiere proteger de
aquello que nos podría dañar y nos lleva por ello al
cuidado paternal, para que podamos traer frutos de
justicia en nuestra vida, que sean para su gloria y
honor. El amor de Dios no cambia. Aún cuando el
hombre cae profundamente en pecado, Dios lo ama
de todos modos. “Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros” (Romanos 5,8). Sí, el corazón
paternal de Dios va al encuentro en amor, con todos
aquellos que en algún tiempo se alegraron de la
salvación, pero que nuevamente pecaron y se
olvidaron de cuán bueno fue Dios y cuánto amor y
gracia Él les demostró. En Juan 13,1 leemos: “Como
había amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin.” Él amó a un Judas, quién lo
traicionó, y lo llamó “amigo”. Él amó a un Pedro,
quien lo negó. Fue la mirada de compasión y
misericordia la cual Jesús le dio, que condujo a
Pedro a sentir su infidelidad y culpa en amargo
lamento y arrepentimiento. Y el Señor lo perdonó.
El amor de Dios nunca se acaba. El amor materno
es fuerte e incomprensiblemente grande. Isaías
escribe en el capítulo 49, verso 15: “¿Se olvidará la
mujer de lo que dio a luz, para dejar de
compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide
ella, yo nunca me olvidaré de ti.” Aunque el amor de
una madre termina, aun así el amor de Dios no se
acaba. ¡Quiera Dios iluminar nuestro entendimiento,
para que podamos reconocer y comprender!, ¡“cuál
sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura
del amor de Dios”!
A. G. Ahrendt
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
9
C . W. N A Y L O R – L O Q U E M U E V E A L C O R AZ Ó N
La obra del escultor
La obra del maestro, a los indoctos, a veces les parece incomprensible,
confusa e incluso fallada. Precisamente, si Dios es el maestro y nuestra vida se
forma en sus manos, a veces permanecen sus pensamientos y caminos ocultos. Y
sin embargo – Él es el Maestro. Él sabe su meta y puede lograrla.
Hace algún tiempo pasaba frente a un gran
almacén cuyas puertas estaban abiertas. Desde el
interior se escuchaban golpes de martillos, esto atrajo
mi atención. Miré por la puerta y vi en el fondo de la
sala algunos hombres ocupados en sus trabajos.
Sobre una estrecha base cerca de la puerta había una
piedra grande y sin forma. De pie junto a ella había
un hombre con un cincel en una mano y en la otra
sostenía un pesado martillo. Lo observé mientras se
acercaba a la piedra y comenzaba a trabajarla.
Despertó mi curiosidad, quería saber que lo que haría
con este trabajo, que para mí no tenía sentido. El
hombre continúo con su trabajo. A mí me pareció,
que picaba la gran piedra en pequeños trozos, y me
preguntaba, que haría con estos pedazos. Pero el las
empujó hacia un lado, como si no tuviera ningún uso
más, y mi asombro creció aún más. Después de un
rato fue a su caja de herramientas, tomó en sus
manos un cincel diferente y un martillo más liviano y
continuó con su trabajo. Esto llevó un buen tiempo.
No me podía imaginar, en que se convertiría. De
tiempo en tiempo cambiaba sus herramientas. Pero
seguía sacando pedazos de la gran piedra para mí sin
sentido. Finalmente comenzó aquí y allá a tallar
ranuras más profundas en la piedra.
Por largo tiempo observé atentamente su trabajo.
Finalmente hizo unos movimientos rápidos en un
extremo de la piedra y vi la silueta de una cabeza.
“Un león” exclamé interiormente. Luego la imagen
era clara y realista. Se podía reconocer, pronto
apareció una y luego la otra pata, y cuando por fin
toda la obra adquirió un contorno claro, me di
cuenta: Lo que me pareció absurdo al principio, era
el trabajo de un maestro escultor. Yo había visto solo
la piedra, pero el escultor había visto más; la bella
imagen del rey de los animales. La obra que en un
10
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
principio me parecía no tener sentido, ha demostrado
ser de gran utilidad. Las piezas cortadas solo habían
sido residuos, que ocultaban la maravillosa estatua.
La estatua, sin duda adornará un edificio y será
admirada con asombro. Nadie admira la piedra en su
estado original. No era más que una roca, sin
entusiasmo y sin valor. Pero ahora había algo, cuya
belleza fue apreciada. Este cambio solo se produjo
porque el acero afilado había eliminado las partes
inútiles. Pensativo seguí mí camino. Me quedo claro:
Que eso era un impresionante símbolo de la vida. Sin
importar cuán diferentes son las personas sin tallar;
el gran escultor ve en cada uno la gran habilidad.
Nosotros vemos solo lo exterior, pero Él ve la
imagen ideal en nosotros, con esa quiere decorar su
edificio con esplendor en el cielo. El hombre fue
creado a la imagen de Dios, pero esta imagen fue
ocultada por el pecado y sus consecuencias.
Por este motivo, el escultor divino debe hacer lo
mismo con nosotros, lo que el escultor había hecho
con la piedra. Nos expone al fuerte cincel de las
dificultades, decepciones y tentaciones. Parece que
estas cosas nos llevan a la ruina y retrocedemos.
Algunos piensan que Dios les trata injustamente y
lloran de dolor. Otros gimen y se quejan. Algunos
claman a Dios que quite su mano. Y otros, ¡ay que
son rebeldes! No entienden el significado. Piensan,
algo anda mal. A veces murmuran contra Dios y hay
amargura en sus corazones, pero todo el tiempo el
maestro pone el fuerte cincel de sufrimiento, para
formar su propia imagen en su naturaleza y carácter.
¿No tienes tú también el anhelo de ser semejante a su
imagen? Tu deseo es, que las perfectas líneas de su
justicia, pureza, verdad, humildad, fidelidad y
bondad se vean en ti. También tú quieres ser una
parte del ornamento del templo celestial. Si no
quieres ser solamente un bloque de piedra sin forma
ni belleza, sino una imagen del Creador, debes
permitir que se haga el doloroso trabajo en ti; existe
solamente este camino. El carácter del cristiano solo
puede ser formado por sufrimiento. Si retrocedes,
murmuras o te quejas, quizás la imagen se desfigure
para siempre.
No creas que Dios quiere destruir tu vida. Él quiere
que tú adornes su palacio celestial. Si te encuentras
con el dolor de la preocupación, de pérdida y
tristeza; si te critican o te enojas por falso testimonio
– ya sea en qué forma viene el dolor, quédate quieto
y sopórtalo con paciencia. Así la preciosa imagen de
Dios toma forma en tu vida. ¿Te gustaría aprender
paciencia? Entonces necesitas oportunidad para
practicarla. ¿Quieres poseer mansedumbre? Esta se
gana con soportar. ¿Cómo puedes fortalecer tu fe?
En cuanto superas los obstáculos, los cuales se
presentan. Dios pone en nosotros el buen modo de
ser, que está oculto. Un carácter cristiano sólido se
puede lograr únicamente por medio de un largo y
duradero proceso del cincel. “Amados, no os
sorprendáis del fuego de prueba que os ha
sobrevenido, como si alguna cosa extraña os
aconteciese” (1. Pedro 4,12). […] “de prueba que os
ha sobrevenido” - ¿Ya te ha llamado esto la
atención? El autor no dice: “lo que le prueba o
podría probar”, sino “de prueba que os ha
sobrevenido”. Detrás de esto está la intención, en
probarte. Eso tiene un propósito firme y no es casual.
Las pruebas son necesarias. Si quieres agradar a
Dios, tienes que pasar a través de todo tipo de
desafíos. No puedes recibir paciencia, perseverancia,
coraje u otras virtudes que Dios quiere ver en ti,
salvo caso, que tu pasaras las pruebas. “Muchos
serán limpios, y emblanquecidos y purificados”
(Daniel 12,10). Dios mismo nos purificará y va hacer
que obtengamos nuestra parte de las pruebas.
Después “que hayáis padecido un poco de tiempo”,
dice Pedro, “él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca” (1. Pedro 5,10).
El cincel doloroso debe hacer su trabajo. Incluso
Jesús tuvo que “perfeccionarse por aflicciones”
(Hebreos 2,10). Soportemos con valentía la obra de
Dios en nosotros. Si, alegremente en saber, que nos
tallará las huellas de Jesús. Por lo tanto la belleza y
riqueza se revela en la vida del cristiano, y nos
prepara para poder estar eternamente en su presencia.
¡El camino
conoces tú!
¡El camino conoces tú! –
Confiado lo pongo en tus manos
también mi vida, consejo y meta;
si feliz o en tristeza sea mi fin, si solo se hace tu divina voluntad.
Permanezco en tranquilidad
¡el camino conoces tú!
¡El camino conoces tú!
¡Cómo debería con temor preguntar,
que el mañana para mí traerá!
No quiero desfallecer, ni preocupar. –
Un canto suena en mi corazón,
que jubiloso te lo canto a ti:
¡el camino conoces tú!
¡El camino conoces tú!
Tú lo caminaste antes que yo,
¿no debería seguirte con fidelidad?
Cuando morías en la cruz colgado,
el telón se abrió para mí;
con gozo voy al celeste hogar, ¡el camino conoces tú!
Gertrud Tarutis
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
11
Mensaje Radial
Mensaje de Salvación
Friedrich Krebs, Kitchener (CA)
Inmenso
amor de Dios
Juan 3.16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Navidad es la celebración del amor. Nos recuerda el
inmensurable amor de Dios, que obró el milagro de
la encarnación de Jesús. Basado en este milagro dice
un poeta:
Si quiero percibir este milagro,
mi espíritu en reverencia calla,
lo adora y justifica,
que el amor de Dios es ilimitado.
No solamente hay que conformarse en escuchar de
este amor, porque también se puede ver. El amor de
Dios no es solamente en palabras, sino que se ha
vuelto inmensamente grande por la acción de Dios.
La palabra “amor”, desafortunadamente, es como
una carga entre la humanidad. A menudo solo es un
aspecto externo, es un entablado pretexto, muchas
veces hay detrás pensamientos y desagradables
motivos impuros. Este tipo de “amor” ha llevado a
muchas personas a una profunda tristeza y amarga
decepción. Y es posible, que muchas personas, han
perdido la fe en el amor de Dios por este motivo.
Tal vez tú, querido lector, atravesaste todo tipo de
sufrimientos y decepciones, que te han nublado la
luz del amor de Dios. ¡Podría tu fe volver a
despertar el puro amor de Dios a través de nuestro
mensaje de navidad!
12
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
Nuestro texto bíblico contiene cuatro importantes
manifestaciones sobre el amor de Dios:
El amor de Dios rige para el mundo
Incluye a toda la humanidad. Sobre esto siempre
podemos maravillarnos y luego adorar. Tersteegen
dice: “Yo oro en el poder del amor que se reveló en
Jesús […]” ¿Quién puede medir el gran mar del
amor de Dios en su anchura y profundidad? ¡Dios
ama al mundo que ha caído de Él y se ha
introducido en una gran culpa! ¡El mundo, que le es
hostil y se ha ganado su juicio! A esta clase de gente
pertenecíamos todos, y pertenecen aun hoy todos
aquellos que no se arrepienten y vuelven con fe a
Dios. Nosotros no le hemos dado motivo a Dios de
amarnos – y sin embargo todos estamos incluidos en
su amor. Por lo tanto, este amor es el rayo de
esperanza para cada persona, también para quien
está hundido en la noche y desesperación más
profunda. Justamente para estas personas suena la
campana del amor de Dios en navidad. Si nos
preguntamos donde ha comenzado el milagro del
amor de Dios, no lo podríamos responder: “en el
establo en Belén o en el campo de los pastores.” –
No, el amor de Dios es desde toda la eternidad y
nunca se acabará. Incluso antes que existiera el ser
humano, el amor estaba en el corazón de Dios en toda su extensión. Porque
así como Dios era al principio, así su amor era desde el principio. Ya desde el
origen el hombre era el objetivo de su amor, y por eso Juan pudo decir:
“¡Dios ama al mundo!”
El amor de Dios dio a su propio Hijo
“Él envió a Jesús, el fiel Salvador, él envió a Jesús para hacerme libre.” Dios
puso su amor en la evidencia visual. “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito […]” ¡Amor hay que dar, de lo
contrario se enfría y muere! El amor de Dios ha irrumpido como una
corriente poderosa del mundo invisible. Fluye inexorablemente en el mar de
las naciones y obra de tal manera que la mente humana no puede concebir ni
comprender. Se nos hubiera quedado oculto como ama Dios, si no existiera el
sacrificio del amor. ¡Como somos estimados ante los ojos de Dios, y con qué
calidad ama Dios a su creación, que se nos revela la grandeza del sacrificio
en Jesucristo! ¡El corazón del Padre estaba francamente consumido por este
santo ardor, porque Dios dio a su Hijo no solo en la pobreza del pesebre, sino
también en la muerte de cruz! El precio del amor del Padre hacia el Hijo no
fue demasiado alto, dándonoslo a ti y a mí. Jesús fue el camino de
sufrimiento, porque el amor así lo quiso. Y todo el que mira hacia el pesebre
y hacia la cruz, debería reconocer el inmenso amor de Dios, que se manifestó
en Jesús. ¡Una mejor prueba del amor de Dios no existe, y no debe existir una
duda alguna sobre el!
El amor de Dios salva de la perdición
Ahí está la real razón por la verdadera alegría de la navidad. Navidad
significa “volver a casa”, ¡y volver a casa es alegría! Dios no podía ver la
perdición del mundo y pasar indiferente el sufrimiento de la tierra. Por
entregar a su Hijo ha logrado un camino de salvación: “¡[…] para que todo
aquel que en él cree, no se pierda!” ¡Navidad recuerda a la perdición, así
también a la salvación; a los fríos y terribles extraños, así como los que
vuelven al Padre! Cuán agradecidos debemos estar nosotros de que existe un
camino de regreso al Padre, ¡y este camino es un regalo de amor! Un autor
habla de la experiencia de su rescate: “¡Tu sanas oh amor, todo mi dolor, tu
calmas oh amor, mi profunda aflicción!” Quien ha experimentado esto, no
agradece solo con palabras, sino con toda su vida. Alguien dijo: “¡El regalo
de navidad de Dios para nosotros era una persona, por lo que también
requiere una persona (a nosotros mismos) como un regalo de compensación!”
El amor de Dios nos regala la vida eterna
Para navidad se dan muchos regalos. Pero, ¿que son todos los regalos,
aunque fueran del oro perecedero, en comparación con la vida eterna? “El
que tiene al Hijo, tiene la vida”. Este debe ser tu regalo de navidad. Jesús
dice: “volveos como niños”. Los niños aceptan con gozo y alegría sus
regalos. ¿Quieres aceptar el regalo más valioso del eterno amor del Padre?
Ven, acéptalo, y cantarás con alegría: “¡Te glorificaré eterno amor, te alabaré
mientras viva!”
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
13
E N S E Ñ A N Z AS B Í B L I C A S - F ÁC I L D E C O M P R E N D E R | L E C C I Ó N 3 1
El crecimiento espiritual
¿Qué puedo hacer para crecer?
En las lecciones anteriores hemos hablado del
renacimiento. Acerca de la nueva vida, que un nuevo
converso ha recibido. Hemos considerado algunas de
las características de esta vida. En esta lección,
queremos ver otra característica importante de la
vida espiritual. El crecimiento. Toda vida sana, ya
sea plantas, animales o los seres humanos se
caracterizan por el desarrollo, a través del
crecimiento. Vemos lo que viene de una bellota en la
tierra, surge un delicado brote. Después de unos
años, es un arbolito, y luego de muchos años un
árbol gigante. Si lo observamos con más atención,
vemos que el crecimiento se desarrolló muy
rápidamente en los primeros años, y luego con el
paso del tiempo el desarrollo se vuelve más lento.
La Escritura nos enseña que nuestra vida espiritual
se comporta exactamente igual. El apóstol Juan
escribe en su primera carta de las diferentes etapas
de crecimiento de sus lectores. Por favor lea 1. Juan
2,12-14. Y en Efesios 4,13 Pablo describe el objetivo
de nuestro desarrollo: “Hasta que todos lleguemos a
la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo.” Por lo tanto se trata, de ser
un hombre perfecto, a la medida de la plenitud de
Cristo. Pablo escribe a los romanos más
específicamente: “Porque a los que antes conoció,
también los predestinó a ser transformados según la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos” (Romanos 8,29). El
objetivo, hacia el cual crecemos como hijos de Dios
es Cristo. Por lo tanto, nuestro crecimiento consiste
en llegar a ser más semejantes a Cristo. Al igual que
en la función de crecimiento, percibimos en nosotros
los mayores cambios en los primeros años. Y con los
años, en el cual seremos más semejantes a Cristo, el
grado de cambio es más pequeño. Pero siempre
habrá un cambio. Incluso como personas adultas,
que han vivido para Dios durante muchos años,
vamos a percibir un cambio en nosotros.
14
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
Pero ¿qué puedo hacer yo, para crecer? En la vida
natural, hay algunas cosas que son importantes para
un crecimiento sano y un desarrollo saludable. Por
ejemplo, los alimentos. Alimentos insalubres y
nutrición pobre conduce a problemas en el
crecimiento. El alimento para nuestro ser espiritual
es la palabra de Dios. Por favor, lea 1. Pedro 2,1-2;
Jeremías 15,16; Salmo 119,103; Hebreos 5,12-14.
Para un crecimiento saludable, tenemos que
ocuparnos regularmente con la Palabra de Dios.
Tenemos que reflexionar en ello, “digerirlo”. Esta
reflexión debe hacerse en la forma en que se
compara la vida con las Escrituras, y allí donde hay
diferencias, ajustar nuestra vida a la palabra. Eso que
hemos aprendido, debemos hacerlo voluntariamente.
El crecimiento es el cambio de nuestro ser en la
naturaleza de Cristo. Por lo tanto, debemos dejarnos
cambiar por las Escrituras. Caso contrario, crece el
conocimiento en nuestra cabeza, pero no nuestro ser
espiritual. La oración es otro requisito importante
para un desarrollo espiritual saludable. Tenemos que
encontrarnos con Dios diariamente y vivir en
comunión con Él. Así obtenemos la fortaleza para
vivir y crecer. De este modo, Dios puede comenzar a
cambiarnos. Y otra referencia para el sano
desarrollo, encontramos en la sección del versículo
oportunamente citado que se encuentra en Efesios 4.
Dice así: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles;
a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.” Es la vida en comunión con los
hermanos en una iglesia local. Donde Dios ocupa los
cargos, donde uno sirve al otro y entre hermanos se
incentivan mutuamente. Aquí están las condiciones
para un crecimiento saludable en el Señor.
Robert Witt (DE)
Los caminos de Dios no
son nuestros caminos
En la historia de la humanidad existieron muchos,
importantes y significativos días, pero ninguno fue
tan significativo como el día en que nació el
Salvador del mundo. Aquel acontecimiento fue tan
importante, que mensajeros celestiales fueron
enviados para anunciarlo. ¿Y a quién le aparecieron?
¿A los reyes y príncipes, a los ricos y poderosos? ¡No! Les llevaron el mensaje a los pastores que
cuidaban las ovejas en el campo. ¿Quiénes eran
estos pastores? Ni siquiera sus nombres fueron
mencionados. No se dice nada más de ellos. ¿Por
qué no? - Los caminos de Dios no son nuestros
caminos, y sus pensamientos no son nuestros
pensamientos. ¿Cuál era la información que les fue
traída? Era un mensaje de suma importancia, no solo
para ellos, sino para todo el mundo: “No temáis;
porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será
para todo el pueblo, que os ha nacido hoy, en la
ciudad de David, un salvador, que es Cristo el Señor.
Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto
en pañales, acostado en un pesebre.” Para exaltar la
importancia de este mensaje, repentinamente había
con el ángel que anunciaba, “una multitud de huestes
celestiales que alababan a Dios, y decían: ¡gloria a
Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad
para con los hombres!”
¿Dónde había nacido el Salvador? Roma era en
aquel entonces una ciudad hermosa e importante;
pero cuando el hijo de Dios vino al mundo, nació en
la pequeña e insignificante Belén. No en un palacio,
nació el Rey de los reyes; su casa natal fue un
establo, su cama un simple pesebre. - ¡Cuan
insondables son los caminos de Dios, y cuan
contrarios a los caminos de los hombres! Cuando el
Salvador del mundo, por el cual los justos del
antiguo testamento habían buscado tanto tiempo y
esperaban ansiosamente, finalmente vino - no hubo
lugar para Él en el mesón. El único lugar, que se
encontró para Él, era el pesebre. Pero, gracias a
Dios, que era un lugar donde incluso los más pobres
y más simples podían tener acceso sin obstáculo.
¿Podrían los pobres y simples pastores verle y
adorarle si hubiera nacido en el palacio del rey?
Jesús vino al mundo para “buscar y salvar lo que se
había perdido”. ¿Y no son la mayoría de las
personas en este mundo, pobres? - ¡Qué gloriosos y
maravillosos son los caminos de Dios!
El hijo de Dios se puso a la par con los más pobres
y menospreciados entre la gente. El acceso al
pesebre no le fue impedido a nadie. A la entrada al
portal de Belén no había portero, que solo dejaría
entrar a algunos de preferencia. No, la gente más
pobre y más sencilla podría acercarse a Él. Pero
también los ricos, los reyes y los príncipes podían
tener acceso a Él, si hubieran estado dispuestos a
humillarse. Hoy, este Jesús ya no está más en Belén.
Él Está sentado de nuevo a la diestra de su padre
Dios en el cielo. Aún hoy, cada uno tiene la
posibilidad de venir a Él, quien está dispuesto a
reverenciarse y humillarse, el que no se avergüenza
de Él y de su palabra.
Queramos en este tiempo de navidad, buscar en
reverencia a nuestro Señor y reflexionar sobre los
maravillosos caminos de Dios: “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado su hijo
unigénito para que todo aquel que cree, no se pierda,
más tenga vida eterna.” A todos, los que están
dispuestos a abandonar sus propios planes y caminar
en los caminos de Dios, corresponde este mensaje,
que el ángel en aquella noche trajo a los pastores:
“He aquí, os doy nuevas de gran gozo […] que os ha
nacido hoy un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Jacob Greiner (1888-1963)
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
15
PÁGINA JUVENIL
¿POR QUÉ ES MALO EL PECADO?
En nuestra sociedad el pecado está muy minimizado.
Sí, incluso a veces es demostrado como algo
hermoso, glamoroso o de valor deseado. Pero para
ver el horror del pecado, y reconocer su verdadera
dimensión, debemos verlo desde la perspectiva de la
eternidad. ¿Cómo podemos hacer eso? Vamos a
viajar imaginariamente a un punto en 10 millones de
años. Lo primero que nos llama la atención entonces,
es, que estamos muertos ya unos 10 millones de años.
Viendo desde esta perspectiva, toda nuestra vida es
un pequeño flash en una larga noche. Y ahora vamos
a ver el pecado desde esa perspectiva. ¿Qué vemos?
El pecado contra Dios es la ofensa más grande
La Biblia nos enseña que estaremos en uno de los dos
lugares en la eternidad que habrá para las personas y
los ángeles. Ya sea en el cielo o en el infierno. ¿Qué
influencia tiene el pecado en el que vas a estar en 10
millones años? ¡Una influencia máxima! El pecado
decide casi dónde pasarás la eternidad.
Pablo escribe a los Efesios: “Porque sabéis esto, que
ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es
idólatra, tiene herencia en el Reino de Cristo y de
Dios” (Efesios 5,5). Aquí no se enumeran las tres
cosas que nos excluyen del cielo. Aquí se mencionan
tres pecados como ejemplo. Y la evidencia es, que el
pecado nos excluye del reino de Dios. Y ahora viene
la pregunta: ¿Es posible después de 10 millones de
años en el infierno indultar al pecador
paulatinamente? ¿No es demasiada alta la pena para
una persona “normal” que no ha hecho “nada” malo?
Bueno, él fue desobediente a sus padres. Ok, una vez
robó una barra de chocolate y en algunas situaciones
críticas mintió. ¿Pero por ello 10 millones de años en
el infierno? ¿Está esto en alguna relación? La
relación se hace evidente, cuando comprendemos
aquí, contra quien se ha pecado. Aquí alguien no ha
pecado contra el alcalde de un pequeño pueblo,
contra el Canciller o contra el presidente de los
EE.UU. y se ha merecido una pena de prisión. No
contra un dictador despiadado, inhumano que lo
atormenta a lo más miserable, lo abusa y finalmente
lo destruye. Aquí alguien ha pecado contra el Dios
infinito. Y el castigo por el pecado de un Dios infinito
16
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
es interminable. Por lo tanto, el pecado contra Dios es
la mayor ofensa.
El pecado arde con el fuego infernal
Después de 10 millones de años, sin duda teníamos la
oportunidad de hablar extensivamente con cerca de
100 millones de personas. Y nosotros hemos
determinado la cantidad de penurias y miserias, que
estas personas han experimentado en su corto tiempo
en la tierra. Cuánto sufrimiento la gente ha
experimentado por tiranos, por bandidos o por sus
propios familiares. Pablo escribe a los romanos en el
primer capítulo que la gente no ha honrado a Dios.
Que ellos han adorado a la creación antes que al
Creador. Han violado el primero de los 10
mandamientos. Por lo tanto, los entregó Dios, al
pecado que desarrolla su poder bajo la humanidad. .
Como siguiente enumera allí cosas, como asesinato,
fraude, engaño, envidia, crueldad, etc. Todo los
pecados, todas las cosas que le producen mucho
sufrimiento a la humanidad. Pero el pecado o la
maldad no pueden prevalecer sin limitación en la
tierra. Sólo puede llegar tan lejos como el espacio que
Dios le permita. Pero en el infierno prevalecerá en su
totalidad. Y eso hará al infierno, infierno. Esta es la
verdadera cara del pecado. El pecado aquí en este
tiempo, aunque parezca pequeño y lindo, arde con
fuego infernal.
Con el fin de perdonar los pecados, Dios
tuvo que dar lo más grande
Aquí viene la buena noticia. El pecado puede ser
perdonado. Tus pecados pueden ser perdonados. Dios
puede otra vez hacerte puro e inocente. Puede mitigar
tu conciencia. A pesar de que te has merecido la
condenación eterna por tus pecados, Dios ha creado
una manera de perdonarte. Y esta posibilidad no fue
barata. Para perdonar los pecados, para pagar
esta deuda eterna, Dios tuvo que dar lo más preciado
que tenía. Dio a su único Hijo, Jesucristo. Cristo dejó
la gloria y la hermosura del cielo y vino a la tierra
contaminada por el pecado. Ha vivido aquí sin
pecado entre los hombres pecadores. Y fue tratado
por ellos como el peor criminal y pecador. Fue
insultado, escupido, golpeado, azotado y finalmente
clavado en la cruz. Pero no sólo fue tratado por los
seres humanos, sino también por Dios como el peor
criminal y pecador. Al Padre y al Hijo les rompió el
corazón, cuando el Padre se alejó del Hijo, cuando
éste colgaba en la cruz del Calvario. Mira, esto le ha
costado a Dios la redención del pecado. ¿Por qué hizo
eso? “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
(Juan 3,16).
Tanto amó Dios al mundo. Dios amó al mundo, a ti y
a mí. Por lo cual, dio lo más preciado que tenía, para
salvarnos de la destrucción por el pecado.
Robert Witt (DE)
PREGUNTA
¿Cómo se entiende Mateo 12,20 y en qué contexto se clasifica este versículo?
RESPUESTA
Al comienzo del capítulo en Mateo 12 se describen
dos acontecimientos que narran un rasgo particular de
Jesús. Jesús se presenta como un verdadero amigo de
las personas y defiende sus actitudes en contra de los
fariseos. En ambos casos, fue la cuestión principal del
acontecimiento del sábado. Jesús fue enemistado por
los fariseos, porque permitió a sus discípulos en el día
de reposo arrancar espigas de trigo y comer los
granos. Según la ley judaica, esto no estaba
permitido. En el segundo acontecimiento, está Jesús
en la sinagoga el día de reposo y sana la mano seca de
un hombre - que también era prohibido en el sábado.
Finalmente, el odio hacia Jesús era tan grande que lo
querían matar por ello. Sin embargo, no era aún el
momento de su muerte, y Jesús se apartó de ellos.
Mateo describe estos dos acontecimientos y deja que
Jesús entre en los primeros 14 versículos del capítulo
y repetidamente hable por sí mismo. Desde el
versículo 15, ya no habla Jesús, sino el mismo
evangelista, parece que interpreta los acontecimientos
y reconoce como en la acción de Jesús se cumple la
profecía de Isaías. Cuando Isaías habla, que el ‘siervo
de Dios’ no contenderá, ni gritará, ve aquí en la
retirada de Jesús cuando se entera de que los fariseos
querían matarlo, el cumplimiento de ello. Pero mucho
más hermoso es la imagen de la caña cascada y del
pábilo humeante. Dice: La caña cascada no quebrará,
y el pábilo que humea no apagará. Aquí identificamos
una característica especial de Jesús: su misericordia.
Sin que Él destaque esto particularmente, Mateo lo
reconoce claramente en las acciones de Jesús.
Jesús intercede por los débiles. Y no deja a sus
discípulos para justificarse ante los fariseos (quién
sabe, si ellos tal vez hubieran crecido en este tiempo),
sino que los defiende y hace callar a los fariseos. Allí
Jesús cita al profeta Oseas y aclara a los fariseos que
no entendieron realmente la ley y los profetas. Pero
Jesús no sólo defiende a los débiles, sino que también
ayuda a los necesitados. Allí hay un hombre con una
mano seca. ¿Quién podría haber ayudado a este pobre
hombre en aquel tiempo? Jesús lo puede. No mostró
obstáculos, para tener misericordia en la presencia de
los fariseos, que buscaban una acusación en contra de
Él. Mucho más aún: Jesús presenta a los fariseos, de
esperar en sus propias acciones (v. 11-12). Además,
Él no se deja disuadir por sus trampas de seguir
haciendo señales y maravillas. Mateo expresa tan
elocuentemente: “[...] él sanaba a todos” - todos, los
que le seguían y dieron crédito a sus palabras y
hechos. Eso, lo que a los fariseos de aquella época le
faltaba tanto, Jesús lo vivió: la misericordia.
De Dios el Padre, dice en el Salmo 103,8:
“Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la
ira, y grande en misericordia.” Cuántas veces hizo
visible esa paciencia, bondad, gracia y misericordia al
pueblo de Israel. Y con qué frecuencia tuvo
compasión de ellos, ya que le habían abandonado una
y otra vez, han pecado contra Él, etc. Estas
propiedades de Dios hacen sin reservas también a
Jesús. Lucas nos muestra a Jesús, como el pastor que
busca la oveja perdida y la lleva de vuelta al redil.
Esta oveja perdida puede, en sentido figurado, ser
esta caña cascada y el pábilo humeante. Jesús no
quebrará, Jesús no apagará - no, él se esfuerza en
restaurar la determinación original nuevamente. De la
que Él no se deja disuadir por nada - hasta que Él
lleve la equidad (la valedera justicia delante de Él) a
la victoria. También nosotros hoy la podemos
experimentar.
Niko Ernst (DE)
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
17
Experiencias con Dios
“¡Bendice alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios!”
(Salmos 103,2)
Desde hace algún tiempo tuve en mente escribir un testimonio sobre mi vida, para
alentar a todos los verdaderos hijos de Dios que están padeciendo algún sufrimiento
corporal, que Dios ayuda hoy y está presente.
El primero de abril de 1988 en Cáucaso, norte de Rusia, tuve un accidente yendo al
trabajo. Yo tenía 32 años de edad, una esposa y dos hijos que estaban en la flor de la
vida, llenos de energía y teniendo muchos planes. Pero Dios me ha mostrado y
enseñado en esa mañana que siempre debemos decir en la vida: si Dios quiere y vivo
voy a hacer esto o aquello. Esa mañana, mi colega y yo viajábamos en moto con sidecar,
cuando de frente venía un tractor con su conductor ebrio. Vino directamente sobre
nosotros, si bien lo pudimos esquivar, la rueda del tractor arrolló mis piernas. En un
momento estuve inconsciente, después quise levantarme, pero mis piernas no
respondían. Fui trasladado en un automóvil al hospital.
Si una persona me hubiera dicho con antelación que lo que debía padecer en estas horas,
yo hubiera dicho, esto no lo voy a soportar: tres horas y media de cirugía, 3 vértebras
rotas, con 2 platinos de metal y 3 tornillos para afirmarlos, casi un año parapléjico, sin
silla de rueda, porque no había, 5 meses sin sueño, solamente 4 posiciones para estar
acostado, día y noche con dolores y hasta hoy calambres en las piernas.
Ahora puedo caminar, conducir auto, andar en bicicleta. En estos años he aprendido
poner mi confianza más en Dios que en los hombres. Gracias sea a Dios y a mi esposa
que estuvo fielmente a mi lado, estando postrado en el hospital, que no faltó un solo día
y desde hace muchos años me es de gran ayuda. Dios es mi Padre y cada día me da
tantas fuerzas, que me hice amigo con los dolores y calambres de mis piernas. Todo esto
lo veo como un amor especial de mi Padre hacia mí, porque Él lo permitió por amor,
para que yo no me pierda.
Dios es fiel y mantiene su palabra. Él está siempre presente para el que sufre, da fuerzas
para soportar. Él ha añadido a mi vida, para que pueda vivir y ver mis 5 nietos. Queridos
hermanos, pongan la confianza en Dios. ¡Él es el mismo hoy!
Frank Rösch, Pfhorzheim
18
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
PÁGINA INFANTIL
Pobres hechos ricos
“¿Por qué ha nacido el niño Jesús en un lugar tan
pobre?” Esta pregunta estaba en una larga hoja de
preguntas que estábamos debatiendo con los niños. Una
de las niñas más pequeñas dijo acertadamente:
“sencillamente, porque de esta manera las personas
podían venir al niño Jesús con facilidad. Los sencillos
pastores no se atreverían a entrar en un palacio.” Otra
opinó: “Dios lo quiso así.” Ambas tenían razón. La
Biblia dice al respecto: “se hizo pobre, siendo rico, para
que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”
(2. Corintios 8,9). El significado de esto lo podemos ver
en los pastores. Después de ver al niño Jesús, regresaron
ricos. Ninguno de ellos llevaba mejores vestidos,
ningunos tenía más dinero, ninguno una oveja más que
antes, pero se habían vuelto interiormente ricos en amor,
alegría y confianza. Pero no podían quedarse con esto
solo para ellos. Se dice de ellos: contaban a otros del
niño Jesús y alababan a Dios. Ellos no tenían regalos de
navidad como tú y yo, sin embargo estaban llenos de
alegría. La verdadera alegría de navidad no viene de los
regalos: el que ama al niño Jesús como los pastores,
estará igualmente agradecido, que querrá contar a
muchos de Jesús. ¿No quisiéramos aprender nosotros de
los pastores, y contar a otros del Salvador del mundo?
¡Cántale ahora una alabanza!
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
19
Página para mayores
El mensaje del reloj de pared
El reloj de pared estaba parado en una esquina del
taller del viejo zapatero Daniel, seguramente era el
mueble más valioso que él poseía. El reloj antiguo en
una gran caja de madera tenía un solemne tic-tac. El
sonaba cinco segundos antes de cada hora;
seguidamente, paulatinamente fuerte las campanadas,
como para contarlas.
Una noche, Daniel estaba sentado hasta tarde entrada
la noche en su trabajo. Mientras él perforaba, cosía y
martillaba, pensaba en la muerte de su padre.
Algunos pensamientos empezaron a agitarse en él,
pensamientos sobre muerte y eternidad. Recuerdos
de largos sueños fueron despertados, y con ellos el
pensamiento de su propia muerte - ¿Dónde llegará
entonces él? De repente el viejo reloj de pared tomó
el interrogatorio en su lento y solemne tic-tac y
repitiendo la monotonía, la corta frase: “Para siempre
- ¿dónde?" Sin pausa,sin interrupción, ticteaba la
seria pregunta. Todos los otros ruidos habían
desaparecido.
En la soledad de la noche, el tic-tac parecía ser
insoportablemente ruidoso. Le molestó a Daniel,
comenzó a martillar más fuerte. Pero el tic-tac se
hizo más fuerte, y la pregunta resonaba más
insistente: “Para siempre - ¿dónde?” El recuerdo de
las últimas palabras de su padre lo conmovieron
poderosamente: “Adiós, Daniel, pero no para
siempre.” Y nuevamente el viejo reloj seguía lenta y
solemnemente su sonido: “para siempre - ¿dónde?”
Finalmente Daniel se levantó, dejó su trabajo, y
detuvo el péndulo. Al momento quedó todo en
silencio. Daniel regresó a su trabajo, pero el silencio
hablaba más impenetrante que el lento tic-tac:
“Daniel, tu eres un cobarde.” “¡si, lo soy!”, dijo en
voz alta tirando el trabajo. “Detener el reloj no puede
parar el tiempo. Es inútil. Pondré nuevamente el reloj
en movimiento.” Daniel puso de nuevo el reloj en
marcha, pero el trabajo dejó de lado. Con manos
20
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
unidas se sentó, pensaba en Dios, en sus demandas,
su bondad y justicia. Recordaba cómo había dejado
pasar los años de su vida, sin buscar el perdón de sus
pecados por medio del sufrimiento de Jesús, sin tener
la certeza adónde conducía su camino. Ahora estaba
viejo y en presencia de Dios, pero no como un hijo
amado, un hijo redimido, sino como un culpable.
Todos sus pecados estaban en su visión interior,
sobre todo el gran pecado, el haberse olvidado de
Dios y llevado una vida sin Él. En medio de todo
pensamiento, siempre el lento y solemne tic-tac:
“Para siempre - ¿dónde?”
Entonces Daniel cayó de rodillas y exclamó: ¡Oh
Señor, sé propicio de mí, pecador! Por mucho tiempo
luchó en ferviente oración - parecía en vano. En su
desesperación, dejó de orar y puso su rostro entre las
manos: “Para siempre - ¿dónde?”, Sonaba de nuevo
el reloj en este solitario silencio. ¿A dónde habría de
huir, perseguido de estas terribles palabras?
Nuevamente se puso de rodillas suplicando: “¡Oh
Señor, un corazón contrito y humillado tu no
despreciarás. Mírame a mí; aquí estoy, temeroso y
quebrantado, ten misericordia de mí y sálvame!” Allí
penetró la luz en su corazón; llegó a la paz en Cristo,
el crucificado y resucitado Redentor. Desamparado y
quebrantado se había aferrado a Él, el cual murió por
los pecadores, y allí encontró, lo que anteriormente
miles habían encontraron: perdón y paz. Para él
murió el salvador, resucitó para su justificación. El
Espíritu Santo le mostró lo que había sucedido en la
cruz para él, revelándole la gracia de Dios.
Entonces Daniel se arrodilló lleno de gratitud, y de
nuevo llegó en el silencio de la noche el mensaje del
reloj desde la esquina, que ahora oía, con muy
diferente estremecimiento: “Para siempre - ¿dónde?”
Desde su pecho Daniel recibió la feliz respuesta: “¡A
ti Señor, sea la gloria! ¡Contigo para siempre!
¡Porque el que cree en ti, tiene vida eterna!”
En los brazos del padre
Un pequeño niño fue invitado con su padre, por unos
amigos. Habían recorrido un largo camino, poco
antes de la llegada, llegaron a un puente estrecho que
pasaba sobre un embravecido río y al pequeño le
infundía un gran temor. No se atrevía a pisar el
puente. Temblando se aferró a la mano de su padre,
y todas las palabras tranquilizadoras no le pudieron
convencer al pequeño de la seguridad del puente.
Finalmente llegó otro caminante y pasó con
tranquilidad frente a ellos por el puente. El padre
señaló al hombre y dijo a su hijo, que de otra manera
no podían hacer la hermosa visita. Con esto le
convenció, aunque temblando de miedo y nervuios
pasaron el puente. Pero la hermosa tarde fue perdida
para el niño. Una y otra vez decía a su padre: “Oh,
papá, ¿Cómo podemos atravesar nuevamente el
puente? A la ida estaba al menos claro, ¡pero esta
noche será muy oscura! Padre, tengo mucho miedo.”
Las muchas aventuras del día cansaron al niño.
Cuando el padre buscó a su hijo por la noche, para
regresar a su casa, le encontró durmiendo en un sofá.
Lo tomó suavemente en sus brazos, y sin que el
chico se despertara, lo llevó por el temido puente a
la casa. El niño siguió durmiendo plácidamente en
su cama. No se había dado cuenta de nada durante el
camino. Recién cuando despertó a la mañana
siguiente, se dio cuenta que estaba en su casa, y
preguntó: “Pero padre, ¿Cómo pasé yo en la noche
oscura por el puente?” El padre lo miró
amorosamente y dijo: “¡En mis brazos!”
También a nosotros, si somos hijos del Padre
celestial y a menudo tenemos este insignificante
temor, por esto, por aquello, que está delante nuestro
y se parece a un estrecho puente balanceándose;
pero en mayor manera, si le preguntáramos: “¿Cómo
he pasado?” – “¡En mis brazos!”
Dios es fiel
Ser hijo de Dios, y nuestra vida cristiana, es un
constante levantar y caer en la confianza. Dios es
fiel – incluso cuando somos infieles. Es importante
que experimentemos su fidelidad en nuestra vida. El
poder de la fidelidad de Dios busca el campo de
acción en nuestra vida. Quien confía en Dios – no
solo generalizado – sino de corazón, con amor y
devoción, experimenta en si la fidelidad de Dios.
¡Confianza es siempre un riesgo! Así como los hijos
confían el cuidado y la protección incondicional de
los padres, así debemos saber: ¡La fidelidad de Dios
es firme! ¡Él conoce mi camino! ¡Él se preocupa por
mí! ¡Estoy en sus manos! Quien confía en Dios,
cuenta con el mayor poder, ¡con el poder de Dios!
Sólo puedes ser hijo de Dios, si confías en Él.
Confianza es más que obediencia, ya que por miedo
podemos ser obedientes. Pero confiar sólo se puede
por amor. Y esta fe ve Dios en nuestros ojos y en
nuestros corazones – y nuestra mirada con confianza
no puede resistir. Así experimentamos nosotros que
Él permanece fiel. Períodos de pruebas pueden
estremecer nuestra confianza. Cuando vienen
angustias, cuando nuestros planes se desvanecen,
cuando la adversidad nos golpea amargamente,
cuando sufrimos angustia o persecución cubren
nuestras vidas – entonces la desconfianza intenta
envenenar nuestro corazón: ¿Se ha olvidado Dios de
mí? ¿Por qué Él no se preocupa por mí? ¿Por qué no
calma mi necesidad? - ¿No es realmente demasiado
lo que se pide, emplear confianza agradecida en
dolor y desdicha? ¿Debo seguir depositando mi
confianza en Dios? ¡Si, hazlo! “No perdáis, pues,
vuestra confianza, que tiene grande galardón”
(Hebreos 10,35). Quien no tiene confianza, rompe el
vínculo más fuerte que lo une con la ayuda de Dios.
Quien arroja la fe, rompe la vara que necesitará
mañana; rellena el pozo de agua del cual debe sacar
nuevamente agua. Quien no confía, desprecia la luz
que le faltará para la siguiente noche. ¡Confía en
Dios! Creo firmemente: Cuanto más confío en Dios,
tanto más el puede y quiere concederme.
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
21
PERFIL DE LA IGLESIA
Barrhead, Alberta CA
En los últimos años ya hemos publicado varios
perfiles de las iglesias, para dar a nuestros estimados
lectores una pequeña visión, como Dios a veces
edifica su iglesia por medio de un pequeño comienzo.
Así también les encargó el Salvador a los discípulos
y apóstoles hace 2000 años en la gran comisión: “Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura” (Marcos 16,15). A todas las personas, a
todas las naciones hay que anunciar el evangelio de
salvación. Y en las bodas del cordero se demostrará
como lo expresa el himno:
Ellos vienen del este y oeste,
ellos vienen del norte y sur,
se sientan a la mesa de la sala celestial
escuchando al salvador.
Observan su rostro divino,
bebiendo allí la salvación,
cantando jubilosos en toda eternidad.
Vienen de tormentosa inundación,
vienen de caminos espinosos,
vienen de montes, vienen de valles
al lugar, donde el alma descanso halla;
llevando el manto de bodas,
encuentran al desposado,
el cual con su sangre los compró,
en la cruenta cruz en Gólgota.
Por medio de la emigración de Europa en los años
veinte y treinta, se asentaron muchas familias
alemanas en Canadá, y algunos se establecieron en la
zona de Manola, Barrhead y Highridge, en la
provincia de Alberta. En sus nuevos hogares también
tenían el deseo de servir a Dios. Comenzando
algunas familias con reuniones de hogar.
En 1942 la familia Wagner se mudaron de
22
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
Silvergrove, Saskatchewan a Manola. Compraron
aquí una granja, y el hermano Wagner estaba
dispuesto a servir a los hermanos aquí con la palabra
de Dios. Aquí ya había un pastor para el redil, y se
vio la necesidad de edificar un local para las
reuniones en Manola. Así se construyó un templo y
en 1943 fue inaugurado como casa de Dios, donde
comparecieron los pastores y hermanos de iglesias
vecinas. En aquél tiempo solamente había caminos
de tierra, y cuando llovía, algunas familias
necesitaban 1 a 1,30 horas con sus carruajes para
llegar a los cultos. De esta manera debían levantarse
los domingos muy temprano, tratar a los animales, se
ensillaba los caballos y se viajaba hasta la iglesia. En
Manola se realizó por muchos años la conferencia
anual, generalmente en la segunda semana de julio.
Para estas conferencias especiales venían pastores de
la iglesia de Dios de otros lugares de Canadá y
también de USA, para servir con la palabra de Dios.
Así también los hermanos han tenido la oportunidad
de invitar al hermano Salomon Weissburger de Brasil
y más tarde también a su hijo. Dios bendijo su
palabra, y al pasar los años muchas personas
Familia Lorreine y John Reimer
Asamblea de visitantes
buscaron a Dios en este lugar, recibiendo perdón de
sus pecados y entregando sus vidas al servicio a
Dios. Los cultos de bautismo se llevaban a cabo en el
río Pembina, en las cercanías de Manola. Esto pasó a
ser una tradición, la cual se realiza hasta hoy.
Después de algunos años, algunos vendieron sus
campos y se mudaban a la pequeña ciudad de
Barrhead, otros fueron a Edmonton. Como la
mayoría de los hermanos poseían autos y los caminos
fueron mejorados, en los días lluviosos ya no era
dificultoso viajar. Llegó el tiempo, cuando se vendió
el templo en Manola y se hizo realidad el plan de
construir un nuevo y mejor templo en Barrhead. En
1974 se compró un amplio terreno, y el 1º de abril la
firma Kemp y Jeske de Edmonton se hicieron cargo
de la construcción. Algunos hermanos podían ayudar
en el trabajo de la construcción a pesar de sus
trabajos en el campo, y los sábados se recibía ayuda
de los hermanos de la iglesia de Edmonton. En
noviembre de 1974 se inauguró el nuevo templo. El
hermano Friedrich Krebs fue invitado para este
servicio. También se construyó una casa pastoral al
lado del templo, y los hermanos Reinhard Roesler,
los cuales servían en ese tiempo la iglesia,
colaborando arduamente en la construcción, eran los
primeros que se mudaron con su familia allí.
El Señor, nuestro Dios, bendijo y conservó la
iglesia de Manola y Barrhead en todos estos años. 17
diferentes pastores han servido en este lugar a la
iglesia. Para muchos de ellos fue este el primer lugar,
al ingresar en el trabajo espiritual. Por la gracia de
Dios han sido fieles, predicando con ánimo la verdad
de la palabra. A algunos de estos hermanos Dios ya
los llamó a su presencia, otros están jubilados y otros
están al servicio en otros lugares. Los siguientes
hermanos han servido en estos años a la iglesia: hno.
Wagner, hno. Liske, hno. Reimchen, hno. D. Mantei,
hno. F. Henschel, hno. E. Siebert, hno. K. Krause,
hno. F. Henschel, hno. R. Roesler, hno. G. Tonn,
hno. D. Kauenhowen, hno. H. Ilgert, hno. H. Klinger,
hno. G. Thiessen, hno. H. D. Nimz, hno. F. Friesen,
hno. J. Reimer.
Podemos coincidir con las palabras de Samuel, las
cuales expresó hace muchos años: “Hasta aquí nos ha
ayudado el Señor” (1. Samuel 7,12). Tomados de su
mano nos apoyamos en sus promesas, que el Señor
nos guiará y conservará en los siguientes años. ¡Que
el Señor nos regale la voluntad en ser obedientes y
estar gozosos en su servicio!
John Reimer
Grupo de Jóvenes
Niños
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
23
¿Es Jesús Dios?
Una de las preguntas más impulsivas en el ámbito del pensamiento religioso, y tal
vez la que está mayormente en el foco de conflicto es: ¿Es Jesús Dios? Pero
también es una pregunta fundamental de la humanidad.
Si Jesús no es Dios, entonces su religión es una
creación humana, que carece de la natural y divina
guía de Dios. Los defensores de los principios
teológicos liberales, tendrían una completa victoria.
Pero si Jesucristo es Dios, entonces la enseñanza de
estos modernos es falsa. Los representantes de la
llamada concepción moderna de la religión, no le
quitan a Cristo toda su naturaleza divina, pero su
interpretación, justamente sobre este punto, es
incompatible con la palabra de Dios. La forma en que
tratan esta pregunta crucial del cristianismo es liviana
y superficial. En un respiro dicen: el hombre es divino,
todos los humanos son celestiales, que tú y yo también
lo somos.
Con alegría reconocemos, que para cada persona es
un glorioso privilegio poder tomar parte de la
naturaleza divina, y por ende poseer sus cualidades. Es
cierto que somos hijos de Dios. Pero no en la forma en
la que Jesús es hijo de Dios. En referencia a la persona
redimida, la santa palabra dice: “Ahora somos hijos de
Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero
sabemos que cuando Él se manifieste, seremos
semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es.”
Pero de Cristo dice: “de tal manera amó Dios al
mundo que dio a su hijo unigénito.” Si Jesús es divinal
solamente en la forma en que somos tú y yo, entonces
no sería hijo de Dios.
Las sagradas escrituras no nos enseñan la divinidad
del Señor Jesús como lo hacen estos negadores de la
verdad divina. Las grandes maravillas y milagros que
hizo Jesús en la tierra, son, en vista de ellos, fantasías
ante los ojos de sus engañados discípulos, que más
tarde traicionaron a un pueblo ignorante y
24
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
desprevenido; ya que todo lo sobrenatural es para ellos
solo superstición. Luego de robarle todas sus
maravillosas obras y palabras, de hecho les queda
solamente un Cristo humano. Si en realidad Él no hizo
las obras que solo Dios puede hacer, entonces
realmente no es necesario creer que Jesús es Dios.
Cuando le dan crédito a alguna de sus obras, dicen:
¡Fíjense lo que personas pueden lograr! Todo, lo que
la mente humana puede inventar y concebir, como el
teléfono entre otras cosas, les da ocasión para decir:
dale al hombre suficiente tiempo, y hará todas las
cosas que hizo Cristo. Todo esto solo para poner a
nuestro Señor tan bajo como la humanidad, para
quitarlo de su divinidad, para desterrar lo sobrenatural
de la religión y privarlo de toda vitalidad.
Un buen hombre, un gran maestro, esto representa
Jesús para estos nueve veces sabios. ¡Pero Jesús es
Dios! ¡Es el Jesús de la Biblia! Para evidenciar que
Jesús es Dios, nos servirán los siguientes pasajes
bíblicos: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el
Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo; el cual, siendo el
resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las
alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto
heredó más excelente nombre que ellos”
(Hebreos 1,1-4). No era solamente superior y mejor a
los ángeles, sino que mucho mejor y más superior, que
Dios dijo: “Adórenle todos los ángeles de Dios”
(Verso 6). Y en uno de los diez mandamientos dijo
Dios: “Adorarás al Señor tu Dios, y a Él solamente
servirás.” Aquel, a quien todos los ángeles deben
adorar, es Dios, y hacen silencio ante las oraciones que
exparimenta por medio de las personas.
En Filipenses 2,6-11 leemos: “El cual, siendo en
forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse, sino que se despojó a si mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte
de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de
los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la
tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios padre.”
En colosenses 2,9 dice la palabra de Dios: “Porque
en él habita corporalmente toda la plenitud de la
deidad.” Y en Juan 1,1-14 dice: “En el principio era el
verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Y todas las cosas por
él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho
fue hecho […] Y aquel verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros.”
Estas palabras de las sagradas escrituras son prueba
suficiente de que Cristo es Dios. Sabemos que la
Biblia durante miles de años ha sido probada como la
infalible palabra de Dios, por lo tanto las declaraciones
de las personas que están en contradicción con su
palabra, son inválidas. Aparte de muchas otras
diferencias en la concepción sobre las enseñanzas
bíblicas y la denominada ciencia moderna religiosa,
existe con respecto a la deidad de cristo una diferencia
abismal entre esas enseñanzas y la palabra pura de
Dios. ¡El Cristo de la Biblia es Dios! Concebido de
forma sobrenatural por Dios, nació de una virgen. ¡El,
el Eterno, se encarnó, fue a la cruz, resucitando al
tercer día para vivir para siempre!
El Cristo de esas falsas doctrinas es solo un hombre,
aunque sea el más grande de los nacidos; vino al
mundo como todos los humanos, fue un profeta y
maestro enviado de Dios, era un hombre bueno. Pero
enseñan, que no se puede esperar que una persona
racional crea en la resurrección corporal de Cristo.
Ciertamente, este moderno Cristo no pudo ofrecer
una expiación valedera por nuestros pecados. Esto no
los lleva a pensar seriamente; desde su punto de vista
no necesitan una ofrenda expiatoria por los pecados.
La humanidad no necesita un Salvador. Según su
doctrina no existe el pecado original. Creen que el
hombre es bueno por naturaleza, y que podría, durante
un proceso, ir desarrollándose y mejorando
gradualmente. Probablemente sería capaz de crear a
través de buenas obras una vida moral para su propia
salvación. Especialmente, porque Jesús había dejado
un buen ejemplo de lo que las personas pueden hacer,
y como vivir. ¡Por lo tanto, Cristo es para ellos el gran
ejemplo de una buena persona! Pero Cristo dice de sí
mismo que es Dios, el unigénito Hijo de su Padre, y si
esto no fuera cierto, entonces el es un impostor, ¡quien
podría recomendar a las personas a un estafador como
modelo de ejemplo a seguir! Ellos no necesitan
expiación por la sangre, pero la palabra de Dios dice:
“sin derramamiento de sangre, no hay perdón” Este
Cristo falsificado nunca podría llevar el evangelio de
salvación a la humanidad, pero estos modernos
tampoco lo predican. Ellos predican el evangelio de
los servicios sociales a las personas, hacer el bien es
para ellos más importante, que ser buenos.
Tal evangelio no puede resolver el problema del
pecado. No conducirá a la humanidad a Dios. Has que
las personas dejen de creer en el pecado y en la
realidad del mismo, quítales la creencia en la divinidad
de Dios y en su fuerza redentora; arrastra abajo a
Cristo y ponlo como humano, o pon a las personas a la
altura de Cristo, y le quitas cualquier inclinación de
entregarse a Dios y consagrarse a sus servicios. ¿Cuál
sería el intento de ganar un mundo perdido, si ni
siquiera está extraviado?
¿Es Jesús Dios? O es Dios, o no lo es. Es la Biblia
verdad, realmente lo es, entonces Cristo es Dios. Para
los verdaderos creyentes que se apropian de toda la
palabra de Dios, existe solamente una respuesta para
todas esas preguntas. No puedo leer en las escrituras
donde nos informan sobre la vida de nuestro Señor y
decir: todo esto eran solo obras de un hombre entre la
humanidad. Si pensamos en nuestro Señor como lo
hizo el centurión romano, cuando Jesús estaba en la
cruz, entonces nos impulsa ese convincente poder en el
alma a la expresión de aquel hombre:
“¡Verdaderamente este era Hijo de Dios!” a pesar de
esa filosofía sutil, pero sofisticada enseñanza de la
teología moderna liberal y alejada de Dios.
E. Martin (1892-1961)
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
25
Perpetua y Felicitas
Dos madres jóvenes, eligieron morir
como mártires antes que negar a Jesús.
“Cualquiera, pues, que me confiese delante de los
hombres, yo también le confesaré delante de mi
Padre que está en los cielos. Y cualquiera que me
niegue delante de los hombres, yo también le negaré
delante de mi Padre que está en los cielos.”
(Mateos 10,32-33)
Era por el año 200 d.C. en África del norte, en la
ciudad Cartago. El emperador romano Séptimo
Severo se dio el trabajo de erradicar traidores de la
patria, entre ellos también se contaban a los
cristianos que no querían adorar al emperador, ni
traer ofrendas aromáticas a los dioses romanos. En
realidad los romanos no querían que alguien fuera un
mártir. Desde su punto de vista era muy sencillo,
como ciudadanos obedientes, realizar un gesto
patriótico, dando a los dioses un poco de ofrenda
como muestra de honra. Pero habían traído a esos
peligrosos objetores a la cárcel de Cartago. Eran
cinco personas, entre ellos se encontraba Perpetua,
ella tenía 22 años, estaba casada y poco antes de ser
arrestada había dado a luz un hijo varón. Ella era
también joven en la fe. Como cristiana supo que no
debía dedicar más ofrendas a los dioses, ya que con
ello estaría negando a Cristo, su Señor y Salvador.
Dado que ella venía de una prominente y adinerada
familia, se le había permitido al padre visitarla ya
tres veces en la prisión. El debía lograr que ella
cambiara de opinión. El padre le suplicaba: “¡Piensa
en tu madre, en tu hermano, en tu tía; por favor
Perpetua, piensa en mí, tu viejo padre; pero sobre
todo piensa en tu pequeño hijo!”
¡Que lucha debía haber en el corazón de esa joven
madre cristiana! En aquel tiempo era inaudito que la
hija de una familia muy respetada se opusiera al
26
Trompeta Evangelizadora │ 12/2013
pedido de un padre, poniéndole en vergüenza ante la
opinión pública y la sociedad. Pero para Perpetua
negar al Hijo de Dios era más terrible que la muerte.
Seguir a Cristo y serle fiel era un mandamiento
superior, costara lo que costara. El Salvador no solo
la había redimido y pagado un alto precio, ella
también se había dedicado por completo a Él.
Muchas veces Dios se le había revelado y ella se
regocijó en su presencia. Perpetua no era solamente
una hija del estrato más alto, estaba bien escolarizada
con fluidez en el griego y latín. Se la consideraba
como una de las primeras cristianas que escribió un
diario sobre su detención y arresto. Sobre su final y
muerte como mártir escribieron otros cristianos. De
las cinco personas había otra mujer conocida con el
nombre de Felicitas. ¿Pero quién era Felicitas? Ella
era una esclava, amiga de Perpetua. Felicitas también
había traído un niño al mundo poco tiempo antes de
ser encarcelada. Cuando esta joven esclava se
convirtió, entre Perpetua y Felicitas hubo una
conexión tan grande como si fueran hermanas. La
diferencia entre rica y pobre, libre y esclava había
desaparecido y las dos mujeres permanecieron
firmes en su fe.
El día en la arena
Ya que estas dos mujeres y también los demás
cristianos habían permanecido firmes, llegó el día en
que fueron llevados de la prisión a la arena. Testigos
oculares afirmaron que: “¡Estaban felices como si
estuvieran de camino al cielo!” Ante la salvaje
multitud en la arena, estos cristianos fueron puestos
para diversión de las fieras. Un toro furioso echó a
tierra a las mujeres, pero Perpetua pudo pararse y
P I E D E I MP RE NT A
Año 119
La TROMPETA EVANGELIZADORA es
una escritura cristiana que se presenta clara
y decididamente para la plena salvación en
Cristo, la unidad de los hijos de Dios, y
revelar todas las verdades de la Santa
Palabra. Publicado en intereses de la Iglesia
de Dios.
Editor responsable:
Hans-Dietrich Nimz (CA)
Colaboradores:
Sieghard Schulz (CA), Ron Taron (CA),
Dieter Jeske (DE), Hermann Vogt (DE)
ayudó a ponerse de pie a Felicitas. Los mártires se
animaban mutuamente. Cuando los toros ya habían
matado a los demás y no atacaron más a las mujeres,
aparecieron soldados para terminar con el asunto. Se dice
que el soldado que debía matar a Perpetua temblaba tanto
que Perpetua tomó su mano y acerco la espada a su
cuello, para demostrar que estaba dispuesta a dar su vida
por aquel que la salvó, al cual ella amaba.
Estas dos jóvenes mujeres fueron heroínas de la fe, y
ejemplo para otros cristianos en todo el mundo. Dos
siglos más tarde, Agustín hizo hincapié sobre el
significado del nombre de estas dos mártires: si unimos a
“Perpetua Felicitas” entonces traducido quiere decir
“felicidad eterna”, “gozo eterno”, y es esto exactamente
lo que estas dos fieles seguidoras del Señor han
alcanzado. ¿Y hoy en día, o en los últimos 50 o 100
años? Solo Dios sabe que tan grande es la multitud en
todo el mundo de sus discípulos, consiervos, hermanos y
hermanas que perdieron la vida por causa de Cristo.
Querido lector, tómate un poco más de tiempo y lee
Apocalipsis 6, los versos 9 al 11. ¡Que el Señor bendiga a
su pueblo y a su iglesia!
Los editores se reservan el derecho de
resumir o no publicar los artículos
recibidos.
Preguntas o sugerencias pueden ser
enviadas a:
[email protected]
A journal of vital Christianity, published
in the interest of the German Church of
God by: Christian Unity Press, PO Box
527, York, NE 68467-0527, U.S.A.
Tel.: (402) 362-5133 Fax: (402) 362-5178
Email: [email protected]
www.evangeliumsposaune.org
www.christianunitypress.com
EVANGELIUMS POSAUNE is a trademark owned by Christian Unity Press in the
United States and foreign countries.
Printed in U.S.A.
EVANGELIUMS POSAUNE (USPS 180440) is published monthly by Christian
Unity Press, P O Box 527, York, NE
68467-0527, U.S.A. Periodicals and other
postage paid at York, NE, and at additional
mailing offices. POSTMASTER: Send
address changes to Christian Unity Press,
PO Box 527, York, NE 68467-0527, U.S.A.
Contactos y dirección en
Alemania y Europa:
Gemeinde Gottes Herford,
32051 Herford, Zimmerstrafle 3
Tel.: 05221/762977
E-Mail: [email protected]
Kontoverbindung für die Evangeliums
Posaune:
Volksbank Bad Oeynhausen-Herford eG
BLZ 494 900 70 Kto.Nr. 477 634 02
Traducido y editado al idioma castellano
por miembros de la Misión de la Iglesia de
Dios en Argentina.
IGLESIA DE DIOS
Bme. Mitre 466
3360 Oberá - Misiones - Argentina.
E-mail: [email protected]
www.trompetaev.com
La Trompeta Evangelizadora es distribuida
gratuitamente. Los costos se sustentan por
donaciones.
12/2013 │ Trompeta Evangelizadora
27
Recuerda
¡Recuerda al Señor, cuando se
acerca el final del agitado año!
Ten en cuenta, te guió hasta aquí
como lo hizo con los tuyos sin fin.
¡Te sacia la sed desde el manantial
Dejando su palabra como maná celestial!
Recuerda, que un año es un paso,
un hito en el camino de tu procesión;
eleva la gratitud con un “Eben-ezer”
alabando a Dios por su gran bondad.
Ten en cuenta – tu vida está en sus manos –
Tu camino y meta, también tu final lo sabe Él
Año 119

Documentos relacionados