humedades de filtración en los diferentes tipos de cubiertas planas

Transcripción

humedades de filtración en los diferentes tipos de cubiertas planas
ÍNDICE
1.-INTRODUCCIÓN,LA CUBIERTA PLANA -------------------------------4
2.-EXIGENCIAS A CUMPLIR POR LAS CUBIERTAS----------------------5
3.-ELEMENTOS QUE COMPONEN UNA CUBIERTA PLANA---------------6
4.-TIPOS DE CUBIERTAS PLANAS--------------------------------------10
-CUBIERTA PLANA “CATALANA”
-CUBIERTA CALIENTE TRANSITABLE
-CUBIERTA INVERTIDA CON PROTECCIÓN DE GRAVA
-CUBIERTA INVERTIDA CON PROTECCIÓN DE LOSA AISLANTE
-CUBIERTA AUTOPROTEGIDA NO TRANSITABLE
-CUBIERTA INVERTIDA CON ACABADO FLOTANTE
-CUBIERTA AJARDINADA
-CUBIERTA DECK O CUBIERTA INDUSTRIAL
-CUBIERTA INUNDADA
-CUBIERTA APARCAMIENTO
5.-HUMEDADES DE FILTRACIÓN, CAUSAS QUE LAS PROVOCAN----20
6.-PUNTOS DE RIESGO-------------------------------------------------23
-ENTREGAS A PARAMENTOS VERTICALES
-FILTRACIÓN A TRAVÉS DE SUMIDEROS
-FILTRACIÓN A TRAVÉS DE JUNTAS DE DILATACIÓN
-FILTRACIÓN A TRAVÉS DE JUNTAS DE CUBIERTA
-FILTRACIÓN A TRAVÉS DE ANCLAJES
-FILTRACIÓN A TRAVÉS DE MARCOS DE PUERTAS
-SHUNTS, CHIMENEAS Y PATINEJOS
-BAJANTES
7.-METODOLOGÍA, INSPECCIÓN Y DIAGNÓSIS------------------------------30
-RECOPILACION DE DATOS
-COMPORTAMIENTO DE LOS COMPONENTES
-INSPECCION
-PRUEBAS DE ESTANQUEIDAD Y CATAS
-LABORATORIO
-OFICINA DIAGNOSTICO
8.-CUBIERTA: LOCALIZACIÓN DE LESIONES Y SU REPARACIÓN----37
-ESTUDIO DE LA CUBIERTA A REPARAR
-SELECCIÓN DE LA REIMPERMEABILIZACION
-POSIBILIDAD DE INCLUIR AISLAMIENTO TÉRMICO
-TIPOS DE TERMINACIÓN O PROTECCIÓN
-FORMACIÓN DE FILTRACIONES SEGÚN EL TIPO DE CUBIERTA Y
CRITERIOS DE REPARACIÓN O RE-IMPERMEABILIZACIÓN
-OTRAS LÁMINAS IMPERMEABILIZANTES
9.-MANTENIMIENTO-----------------------------------------------------------52
-PREVENTIVO
-CORRECTIVO
-NORMATIVA QUE LO OBLIGA
10.-DOSSIER FOTOGRÁFICO-------------------------------------------------54
11.-BIBLIOGRAFÍA---------------------------------------------------- 120
1.-INTRODUCCIÓN, LA CUBIERTA PLANA.
Este tipo de cubiertas, de relativamente nueva tradición en Cataluña, fueron
introducidas, salvo excepciones, en el siglo XVIII y XIX, con el afán de ampliar los
espacios transitables de la casa y disponer de lugares al aire libre desde los que
poder tender o simplemente observar las ciudades desde arriba.
Desde las primeras casas de “escaleta” del centro histórico barcelonés, donde la
sobre posición de dos forjados conseguía la formación de una cámara ventilada que
secaba el agua capaz de traspasar tres capas de losetas cerámicas, con tableros de
escasos metros cuadrados y pendientes angostas, las azoteas han pasado a ser
superficies que pueden ser totalmente horizontales y que funcionan por obturación,
gracias a las propiedades estancas del principal elemento que las conforma: la
lámina impermeabilizante.
Es precisamente la colocación de este elemento y su mantenimiento lo que
determina, en mayor grado, su durabilidad y los posibles problemas en forma de
humedades que la cubierta sufrirá durante su vida útil.
Además, la diversidad de exigencias de la cubierta (resistencia mecánica,
impermeabilización, aislamientos térmico, acústico y de protección contra el fuego,
durabilidad, movilidad, habitabilidad, etc.) hace que sus componentes sean también
muy variados. El fallo de alguno, o la incompatibilidad entre ellos, también da lugar
a lesiones, que pueden degradar los elementos impermeabilizantes y que por tanto
pueden ser origen de humedades de filtración.
A continuación describiremos las características de los diferentes tipos de cubiertas
planas que podemos hallar, veremos como se producen las humedades de filtración
y como se debe actuar para la resolución de los problemas y procesos patológicos
que afectan a dicho sistema.
2.- EXIGENCIAS A CUMPLIR POR LAS CUBIERTAS
Según la normativa básica CTE-HS 1, las exigencias a cumplir por las cubiertas son:
a) Estanqueidad frente al agua exterior en función de las condiciones de uso
previstas en proyecto.
b) Un valor máximo del coeficiente de transmisión térmica K, de acuerdo con el
CTE-DB-HS Salubridad.
c) Un cierto aislamiento acústico según el CTE-DB-HR Protección contra el
ruido.
d) Una resistencia al fuego acorde con la CTE-DB-SI Seguridad en caso de
incendio.
e) Una estabilidad y resistencia mecánica frente a las acciones del CTE-DB-SE
de Seguridad Estructural.
f)
Durabilidad, durante un plazo mínimo de diez años en condiciones normales
de mantenimiento y de uso.
g) Seguridad. A este respecto, las cubiertas transitables han de disponer de
protección perimetral. Y las no transitables, de elementos de seguridad para
las faenas de mantenimiento y reparación.
h) Y todo ello, compatible con la inevitable movilidad que las acciones externas,
las variaciones térmicas y los fenómenos reológicos a los que las cubiertas
están sometidas.
3.-ELEMENTOS QUE COMPONEN UNA CUBIERTA PLANA
En la siguiente clasificación describiremos a grandes rasgos que elementos hay que
considerar en el detalle constructivo de una cubierta plana:
ELEMENTO ESTRUCTURAL O SOPORTE RESISTENTE:
Es el elemento encargado de soportar todo el sistema. De aquí el nombre de
soporte resistente. En ocasiones, su falta de rigidez da lugar a deformaciones y
movimientos que se acusan en los restantes componentes, siendo origen de las
lesiones más graves.
SOPORTE DE LA CUBIERTA:
Es el componente que recibe y da forma a la cobertura. Apoya sobre e soporte
resistente y sirve de base a los restantes elementos. De aquí que se conozca
también con los nombres de soporte, base y de formación de cubierta.
En las cubiertas planas de base horizontal suele estar formado por hormigones
celulares o de áridos ligeros.
Normalmente no existe en las cubiertas calientes inclinadas, puesto que es el
propio forjado de cubierta el que conforma la misma, mientras que en las frías se
resuelve con tabiquillos y algunas de las variantes siguientes: Tableros cerámicos
con capa de mortero, placas de cubierta, y con correas más placas.
AISLAMIENTO TERMICO:
Tiene la misión de aislar térmicamente, verificando las exigencias del CTE-DB-HS
Salubridad. A este respecto, limita el valor máximo del coeficiente de transmisión
térmica en función de la zona geográfica de ubicación del edificio; se regulan así las
variaciones de temperatura y las pérdidas térmicas.
IMPERMEABILIZACIÓN:
Es el componente de la cobertura encargado de aportar impermeabilidad. Puede
estar resuelta con elementos discontinuos (placas metálicas, láminas plásticas o
asfálticas) o continuos (pinturas, poliuretano proyectado).
Las láminas sintéticas suelen disponerse adheridas en sus uniones, mediante
soldadura por calor o con disolventes. Para su unión con otros materiales se
acostumbra a utilizar adhesivos u otros sistemas como la fijación mecánica de
materiales puente.
Las impermeabilizaciones asfálticas, pueden disponerse adheridas, semiadheridas,
sueltas o clavadas:
a) La membrana adherida se une totalmente al soporte mediante imprimación
en frío (emulsión o pintura) o con betún en caliente. Está indicada para
pendiente superiores al 5%, y cuando no hay posibilidad de garantizar su
estabilidad frente a succiones del viento.
b) Las membranas semi-adheridas se unen al soporte en una superficie
comprendida entre el 15 y el 50 %. Se realiza por puntos o bandas,
mediante imprimación en frío, betún en caliente o por reblandecimiento.
También se emplean láminas perforadas cuyos orificios se rellenan con
betún en caliente. Son adecuadas para facilitar la difusión del vapor de agua
y determinadas deformaciones en membranas que necesitan de una cierta
adherencia. En la práctica son poco utilizadas.
c) Como indica su nombre, la membrana suelta, flotante, o no adherida se
dispone separada del soporte excepto en su perímetro y en la unión con los
puntos
singulares.
Tienen
interés
en
la
independencia
frente
a
deformaciones y lesiones de aquél, lo que se mejora interponiendo entre
ambos una capa separadora. Por esta razón son las más convenientes,
siempre que la pendiente esté comprendida entre el 1 y el 5 % y la
protección sea pesada.
d) Las membranas clavadas se fijan al soporte mediante anclajes mecánicos.
CAPA DE PROTECCIÓN O ACABADO:
La constituyen uno o más elementos encargados de proteger la membrana frente a
la circulación, los rayos ultravioletas y los agentes meteorológicos, así como de su
acabado. Dicha protección puede ser ligera o pesada, y en este último caso suelta o
fija.
a) Como autoprotección ligera se disponen gránulos minerales o láminas
metálicas durante el proceso de fabricación. Este tipo de protección exige
disposición adherida entre membrana y soporte.
b) La
protección
pesada
suelta
lo
constituyen
elementos
que
actúan
independientemente de la membrana como es el caso de la grava en las
cubiertas no transitables, la tierra en las ajardinadas o baldosas sobre
soportes en las transitables.
c) La protección pesada fija se obtiene con embaldosado en las terrazas
transitables u hormigón en las cubiertas parking.
CAPA DE BARRERA DE VAPOR:
Se encarga de cortar la difusión del vapor de agua desde el recinto de mayor al de
menor presión; en general desde el más caliente al más frio, y con ello la
posibilidad de condensación y la disminución de la capacidad de aislamiento térmico
una lámina denominada barrera de, o para vapor.
BARRERA ANTI RAÍCES:
Es un filtro geotextil encargado de evitar el punzonamiento de las raíces, haciendo
(además) el papel de filtro. Se sitúa bajo la tierra en las terrazas ajardinadas.
CAPA DE DIFUSIÓN:
Se encarga de evacuar el vapor de agua difundido entre diversas capas, y con ello
de airear y descomprimir, por ejemplo entre el aislamiento térmico y la membrana
impermeable de las cubiertas tradicionales; o en las cubiertas invertidas
transitables con protección pesada, entre ésta y el aislamiento. Por su pequeña
capacidad de ventilación no se considera a efectos de clasificar la cubierta como
fría. Los vapores o gases salen al exterior a través de chimeneas a razón de una
por paño de cubierta, reduciéndose así la posibilidad de despegue por sobrepresión.
CAPAS SEPARADORAS:
Entre los componentes citados anteriormente se disponen otros que, por este
motivo, se denominan separadores. Sus tipos son variables con las misiones a a
verificar. Así el mercado ofrece capas separadoras para:
a) Evitar la incompatibilidad. Como tales se utilizan fieltros geotextiles o de
fibra de vidrio, films de plástico y capas de mortero de e≥2cm.
b) Garantizar la separación entre soporte y membrana. Tal es el caso de las
películas de plástico y los filtros bituminosos o de fibra de vidrio.
c) También se utiliza la fibra de vidrio, dispuesta sobre la membrana o sobre el
aislamiento térmico en las cubiertas invertidas, para mejorar la protección
contra incendios.
d) Para proteger la membrana frente al punzonamiento de las protecciones
pesadas se disponen filtros no tejidos.
e) Y para cortar el paso de los finos en las protecciones de grava o tierra, filtros
sintéticos filtrantes.
RED DE EVACUACIÓN:
Como indica su nombre, conduce hasta las bajantes las aguas de lluvia y nieve que
recibe la cubierta. Consta de sumideros, limahoyas, canalones de sección
rectangular y circular, cazoletas y bajantes.
JUNTAS:
Podemos hallar las propias juntas estructurales del edificio, las juntas de cubierta,
que permitirán la libre dilatación y contracción de los elementos de cubierta y las
juntas de la capa de protección, pudiendo obviar estas últimas si la protección tiene
las propiedades elásticas convenientes.
ELEMENTOS AJENOS A LA CUBIERTA:
Por otra parte los elementos ajenos a la cubierta pero que transcurren por ella y
que también pueden ser fuente de problemas y origen de humedades por filtración
son:
-Chimeneas
-Conductos de ventilación
-Antenas
-Tendederos
-Paso de instalaciones
-Mobiliario, objetos almacenados, etc.
-Construcciones adosadas, cobertizos, etc.
4.-TIPOS DE CUBIERTA PLANA
A continuación pasamos a clasificar los diferentes tipos de azotea a construir en
función de los materiales empleados, el orden de colocación, sistema de drenaje,
acabado final, funcionalidad de la cubierta, etc. Esta es una de las muchas
clasificaciones posibles que existen y define los tipos de cubierta de una manera
genérica. En una sección constructiva real es posible que para un sistema
homónimo hallemos soluciones distintas, distintos acabados, materiales o distinto
orden, en algunos casos, de colocación.
CUBIERTA PLANA “CATALANA”:
Capa de barrera de vapor
No es necesaria
Aislamiento térmico
Manta aislante acostada entre tabiquillos
Soporte
Doble tablero de rasilla o tablero de rasillones
Con capa de compresión (en libre dilatación
Sobre tabiquillos)
Pendiente
De 1 al 3% Recomendable 2%
Capa separadora
Capa de rasanteo con mortero de cemento
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas
Capa separadora
Fieltro geotextil o fieltro antiadherente de
Polietileno
Capa de protección
Dos capas contrapeadas de plaquetas cerámicas,
tomadas con mortero de cemento
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de la capa de protección
En el perímetro y en cuadrícula de 5 metros. Se
puede evitar si se deja junta entre plaquetas y si
se modifica con un elastificante tanto el mortero
de agarre como el de junta
CUBIERTA CALIENTE TRANSITABLE:
Capa de barrera de vapor
Sólo si las condiciones higrotérmicas del espacio
a cubrir así lo exigen
Soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para
pendiente
Pendiente
Del 1 al 3%. Recomendable 2%
Capa separadora
Capa de rasanteo con mortero de cemento
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas
Capa separadora
Fieltro geotextil cuando la lámina impermeable
sea de PVC
Aislamiento térmico
Placas
líquidas
de
poliestireno
extruido,
machihembradas en los cantos y ranuras por la
cara inferior
Capa separadora
Fieltro geotextil
polietileno
Capa de protección
Una capa de plaquetas cerámicas, tomadas con
mortero de cemento
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m de láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
En el perímetro y en cuadrícula de 5 metros. Se
puede evitar si se deja junta entre plaquetas y si
se modifica con un elastificante tanto el mortero
de agarre como el de junta
o
fieltro
antiadherente
de
CUBIERTA INVERTIDA CON PROTECCIÓN DE GRAVA:
Capa de soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para
pendiente
Pendiente
Del 1 al 5%
Capa separadora
Capa de regularización con mortero de cemento
y capa difusora de vapor conectada a chimeneas
de aireación
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas
Capa separadora
Fieltro geotextil cuando la lámina impermeable
sea de PVC
Aislamiento térmico
Placas
rígidas
de
poliestireno
extruido,
machihembradas en los cantos y ranuras por la
cara inferior
Capa separadora
Fieltro geotextil filtrante
Capa de protección
Canto rodado de diámetro 16/32 mm con un
espesor mínimo de 50 mm
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m de láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
No se necesitan
CUBIERTA INVERTIDA CON PROTECCIÓN DE LOSA AISLANTE
Capa separadora
Capa de barrera de vapor sólo cuando las
condiciones higrotérmicas del espacio a cubrir
así lo exigen
Capa de soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para
pendiente
Pendiente
Del 1 al 5%
Capa separadora
Capa de regularización con mortero de cemento
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas
Capa separadora
Fieltro geotextil cuando la lámina impermeable
sea de PVC
Aislamiento térmico
Placas
rígidas
de
poliestireno
extruido,
machihembradas en los cantos, ranuradas por la
cara inferior y terminadas con 15mm de mortero
modificado como protección contra el viento y
U.V.
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m de láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
Se producen solas entre cada losa aislante y en
el perímetro
CUBIERTA AUTOPROTEGIDA NO TRANSITABLE
Capa de soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para
pendiente
Pendiente
Mayor del 3%
Capa separadora
Capa de regularización con mortero de cemento
y capa difusora de vapor conectada a chimeneas
de aireación. En el caso de no poder situar
chimeneas de aireación, se deberá sustituir la
capa difusora de vapor por una barrera de vapor
Aislamiento térmico
Placas rígidas de material aislante ancladas
mecánicamente o adheridas
Capa separadora
Fieltro geotextil cuando la lámina sea de PVC
Impermeabilización
Láminas sintéticas fijadas mecánicamente y
láminas de betún polimérico con gránulos
minerales o acabado metálico sobre imprimación
bituminosa adherente
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m con láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
Forma parte de la impermeabilización
CUBIERTA INVERTIDA CON ACABADO FLOTANTE
Capa de soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para pendiente
Pendiente
Del 1 al 5%. Recomendable el 2%
Capa separadora
Capa de regularización con mortero de cemento
y capa difusora de vapor conectada a chimeneas
de aireación
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas
Capa separadora
Fieltro geotextil cuando la lámina impermeable
sea de PVC
Aislamiento térmico
Placas
rígidas
de
poliestireno
extruido,
machihembradas en los cantos y ranuras por la
cara inferior
Capa separadora
Fieltro geotextil filtrante
Capa de protección: apoyos
Plots regulables provistos de crucetas
Capa de protección: pavimentos
Baldosas
pétreas,
hormigón o terrazo
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m con láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
Se producen espontáneamente
baldosas y con el perímetro
baldosas
armadas
entre
de
las
CUBIERTA AJARDINADA:
Capa de soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para
pendiente
Pendiente
Del 0 al 3%
Capa separadora
Capa de regularización con mortero de cemento.
Capa difusora de vapor conectada a chimeneas
de aireación, bajo el aislamiento térmico, es
necesario
Aislamiento térmico
Bajo la impermeabilización,
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas, protegidas
contra raíces
Capa separadora
Lámina de polietileno rígido con cubiletes
Capa separadora
Fieltro geotextil filtrante
Capa de protección: sub-base
Caoa de arena de 3cm
Capa de protección: sustrto
Manto de tierra vegetal. Altura entre 10cm y
90cm, según las especies vegetales: césped,
arbustos o árboles
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m con láminas bituminosas
Desagües
Deben quedar protegidos con una arqueta
drenante que permita la inspección de la
cazoleta y de su morrión
CUBIERTA DECK O CUBIERTA INDUSTRIAL:
Capa de soporte
Chapa grecada de acero galvanizado con un
espesor mínimo de 0,7 mm
Pendiente
Del 1 al 3 %
Capa separadora
Se supone ventilado el espacio subyacente. En
todo caso la chapa grecada puede funcionar
como barrera de vapor
Aislamiento térmico
Placas rígidas aislantes con una resistencia a la
compresión mayor de 2 Kp/cm2, ancladas
mecánicamente
Capa separadora
Fieltro geotextil si la lámina es de PVC
Impermeabilización
Láminas sintéticas (EPDM, PVC, etc.), fijadas
mecánicamente
en
los
solapes.
Láminas
bituminosas
autoprotegidas
fijadas
mecánicamente o adheridas sobre aislamiento
con una imprimación previa
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m con láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
Forma parte de la impermeabilización
CUBIERTA INUNDADA:
Capa separadora
Capa de barro de vapor
Aislamiento térmico
Placas rígidas de poliestrieno extruido
Capa de soporte
Hormigón o mortero de áridos ligeros para
pendiente
Pendiente
Del 0 al 2 %
Capa separadora
Capa de regularización con mortero de cemento
Impermeabilización
Láminas bituminosas, autoprotegidas en los
bordes vistos, o bien, láminas sintéticas o
películas impermeables
Protección
Lámina permanente de agua con altura mínima
de 10cm
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m con láminas bituminosas
CUBIERTA APARCAMIENTO:
Capa de soporte
Hormigón o mortero de pendiente
Pendiente
Del 0 al 3%
Capa separadora
Capa antipunzonante especial, mediante lámina
geotextil de gramaje medio
Impermeabilización
Láminas bituminosas o sintéticas
Capa separadora
Capa antipunzonante especial, mediante chapas
de cartón con asfalto y cargas minerales
Capa de protección: pavimento
Aglomerado asfáltico
mínimo de 5cm
Juntas estructurales
Las estructurales del edificio
Juntas de cubierta
Cada 15m con láminas bituminosas
Juntas de la capa de protección
No se necesitan
Desagües
Los desagües deben quedar protegidos con
rejillas de acero o fundición
en
caliente,
espesor
5.-HUMEDADES
PROVOCAN
DE
FILTRACIÓN,
CAUSAS
QUE
LAS
La degradación de los elementos de la cubierta es producida principalmente por
varios tipos de causas que de manera genérica son:
•
Mecánicas: asentamientos, grietas, roturas.
•
Térmicas: dilataciones, empujes, deslizamientos.
•
Atmosféricas: lluvias, granizo, nieve, viento.
•
Agua/hielo: aumento de volumen en capas.
•
Soleamiento. Efecto de los rayos UV.
•
Químicas. Ataque de organismos vivos, productos químicos
•
Paso del tiempo. Envejecimiento de los materiales
Por otra parte, la penetración de agua se produce por una de las causas siguientes,
siempre y cuando existan fisuras, poros y/o brechas ocasionadas por algunas de las
causas descritas anteriormente:
•
Por gravedad: si el orificio lo permite.
•
Por presión hidrostática: en aquellos puntos en los que el agua permanece
detenida o estancada.
•
Por el efecto negativo que ejerce la presión del viento: que puede empujar
el agua contra la pendiente y facilitar su penetración en ciertos casos.
•
Por la energía cinética: o de impacto del agua en su discurrir por la cubierta.
•
Por capilaridad: si el material de techar es poroso.
El deterioro de la protección deja a la impermeabilización expuesta a los rayos
ultravioletas, al ozono y a la acción solar directa que altera la estructura
fisicoquímica del material que no esté tratado. El envejecimiento del material por lo
general es acompañado por un aumento de rigidez, fragilidad, pérdida de
resistencia y tendencia a la contracción en los materiales bituminosos asfálticos
(foto 1). Por otro lado, pueden presentarse filtraciones de agua por la resolución
incorrecta de los puntos singulares.
foto 1
La causa principal de penetración de agua suele ser la rotura o despegue del borde
de la membrana impermeable, lo que produce la filtración por uno de esos puntos.
El agua alcanza la estructura horizontal y corre por ella hasta encontrar una vía de
entrada que provoca la gotera con una manifestación en tres etapas: mancha,
rezumado y goteo.
Si el drenaje es insuficiente, o está obstruido, una gran acumulación de agua puede
rebasar el borde superior de la membrana.
Pero si no existe membrana impermeable, y la estanqueidad se basa
exclusivamente en baldosas u otro material, la filtración suele generarse en una
acumulación de agua por falta de pendiente, una junta constructiva entre baldosas
o la rotura de la capa de loseta debido, entre otras causas a la rigidez del sistema
(fotos 2 y 3).
foto 3
foto 4
Excepto en aquellos casos en los que es evidente la filtración por los bordes, dada
la localización precisa de la lesión, puede producirse un distanciamiento notable
entre el punto concreto de la filtración desde el exterior y el de la aparición del
síntoma. Entonces se debe seguir un proceso de eliminación a base de dividir la
cubierta en “cuarteles” –coincidentes en algunos de sus lados con limatesas o con
las juntas de dilatación existentes- de unos 30m² de superficie como mínimo, o
según la distribución de los sumideros. Se irá probando uno a uno de la siguiente
manera: se levantan paredes provisionales en su perímetro, se taponan los posibles
desagües y se llena de agua. El agua se dejará durante algunas horas, hasta
comprobar la aparición o no de filtración en esa zona. Si no hay filtración, se repite
la operación en la siguiente. Una vez localizada la zona afectada por la perforación,
se repone la membrana impermeable haciéndola alcanzar una limatesa o junta de
dilatación para evitar que, a pesar de soldar la nueva tela, haya filtraciones entre
ellas. Las operaciones de prueba de estanqueidad se definen con más detalle en el
apartado de metodología, inspección y diagnosis.
En el caso de que dichas roturas se hayan producido por punzonamiento al acceder
a la cubierta para su mantenimiento, entonces, además de reponer la membrana,
conviene establecer unos pasos de mantenimiento mediante algún tipo de
pavimento que no perjudique a la membrana que se encuentra debajo. Para ello,
podrían utilizarse las baldosas de mortero aligerado sobre “colchón “de espuma de
poliéster que se apoyan directamente sobre la membrana y sirven de protección
ante el sol y otras inclemencias.
Si la superficie de la cubierta es reducida suele ser conveniente, incluso, cubrirla
toda mediante este tipo de baldosas, sobre todo si se prevé un acceso frecuente
para mantenimiento. En este sentido debemos señalar que la gravilla como
elemento protector de la membrana impermeable puede ser peligrosa por su
facilidad de provocar punzonamientos.
Si el problema está en el solape vertical, filtrándose el agua entre membrana y
soporte, debemos revisar dos aspectos:
•
El propio drenaje: que puede ser obstruido y permitir una excesiva
acumulación de agua en la cubierta que rebase el nivel del solape de la
membrana. Entonces habrá que proceder a una limpieza del sistema de
sumideros y bajantes asegurando su mantenimiento periódico, así como el
buen estado de las “alcachofas” o rejillas en las bocas de los sumideros pera
impedir que entre suciedad en ellos.
•
La propia ejecución del solape: en el que, probablemente, se han cometido
dos errores: falta de protección superior confiando la estanqueidad a la
adherencia entre los dos materiales –la cual acaba desapareciendo por
acción de los rayos ultravioletas-, y falta de independencia con respecto al
peto o paramento vertical correspondiente.
La actuación debe encaminarse a anular ambas causas: si la dimensión de la
cubierta es pequeña y no requiere independencia, se protege la unión con algún
tipo de babero empotrado en el peto; si, en cambio, la dimensión es importante,
hay que ejecutar un bateaguas para independizar la membrana del peto.
Si el problema radica en la ausencia de membrana bajo el pavimento, la reparación
exige colocarla. Se puede levantar el pavimento y reponerlo luego, o bien
aprovecharlo como base para la nueva impermeabilización y agregar otro nuevo. En
este caso, reparar con poliéster reforzado con fibra de vidrio puede resultar un
sistema excesivamente rígido, que obliga a estudiar bien las juntas de dilatación y
la independencia de los bordes, sin embargo, ofrece una lámina muy dura contra
punzonamiento.
6.-PUNTOS DE RIESGO
Existen unas zonas en las cubiertas en general que suelen ser los “puntos negros” o
zonas más conflictivas.
Estos son:
•
Entregas a paramentos verticales.
•
Chimeneas, shunts, patinejos.
•
Paso de otras instalaciones.
•
Juntas de dilatación.
•
Juntas de embaldosados.
•
Anclajes (tendederos de ropa, antenas de TV o telefonía, fijaciones de
cables, rótulos, barandillas metálicas).
•
Bastidores de puertas.
•
Limahoyas y limatesas
Atendiendo a estas zonas conflictivas, lo recomendable en primera instancia es
comprobar si las humedades coinciden con alguna de ellas o están en su
proximidad. Hay que tener en cuenta que rara vez la humedad aparece en un punto
más alto que el lugar de la impermeabilización en el que exista el fallo; por el
contrario, casi siempre aparece en un lugar más bajo y precisamente situado según
el recorrido del agua a lo largo de la pendiente hacia el desagüe más próximo. Las
terrazas cuyo forjado es reticular, de hormigón compacto, pueden ser una
excepción a esta norma general, ya que la humedad sólo la atraviesa en las
discontinuidades (juntas de hormigonado, grietas, aberturas para desagües, etc.).
Considerando estos puntos conflictivos tan frecuentes en las cubiertas que nos
ocupan, pasaremos a describir las medidas de reparación pertinentes.
Puntos débiles en cubiertas planas
ENTREGAS A PARAMENTOS VERTICALES
Los defectos más usuales, causa frecuentes de filtraciones, pueden ser la ausencia
de rozas perimetrales; defectos de adherencia de la impermeabilización; una roza
mal preparada; la ausencia de medias cañas y la falta de junta en el embaldosado
perimetral.
Al no existir la roza, el agua que resbala por la pared o barandilla la empapa
superficialmente, pasa por detrás de la impermeabilización y llega al interior del
edificio. La actuación correcta consiste en retirar el mimbel, cortar la
impermeabilización y formar la roza, tratar con imprimación la zona y finalmente
reponer la impermeabilización y el mimbel.
Con respeto al segundo defecto señalado, un ejemplo de esta falta de adherencia
se puede dar en las impermeabilizaciones asfálticas, cuando no se ha dado una
imprimación al contorno o se ha hecho de una forma defectuosa, por ejemplo al
pintar cuando la zona todavía está húmeda, al utilizar una pintura de emulsión
acuosa y al soldar la impermeabilización antes de su secado total. La reparación
implica cortar la impermeabilización del contorno, aplicar una buena imprimación y
reponer la impermeabilización cuando aquella esté completamente seca.
Tipos de encuentros entre un faldón y un elemento vertical
En lo correspondiente a las rozas, se debe tener en cuenta que éstas, una vez
abiertas, quedan irregulares, por lo que es necesario pulirlas con un poco de
mortero de cemento. De esa manera la unión de la impermeabilización con la obra
es correcta y se elimina la posibilidad de que los resaltes perforen la lámina.
Otra consideración de importancia es que las láminas impermeabilizantes deben
adaptarse perfectamente a los contornos. Teniendo en cuenta que cuanto más
gruesa es la lámina más difícil se hace doblarla en ángulo recto, si las aristas no
están romadas quedará un hueco entre ellas y la impermeabilización. Este hueco
facilita la rotura de la impermeabilización, no sólo por los movimientos de dilatación
y contracción que pueda sufrir el pavimento final, sino incluso durante los trabajos
de colocación del mismo.
Tipos de encuentros entre un faldón y un elemento vertical
Debido a estos cambios dimensionales a que son propensos los pavimentos, si no
se prevén juntas en los contornos, a pesar de que la impermeabilización se halle
bien adherida y existan las medias cañas preceptivas, con el tiempo la
impermeabilización se corta por efecto de la presión que el pavimento ejerce contra
los contornos. Si coexisten estas juntas hay que comprobar el estado de la
impermeabilización y proceder a su reparación, si está defectuosa. Llegado el
momento de reponer el pavimento, se formarán dichas juntas.
FILTRACIÓN A TRAVÉS DE SUMIDEROS
Por tratarse de elementos de recogida de aguas, cualquier defecto de construcción
se manifiesta rápidamente con humedades.
Detalle constructivo desagüe de pluviales
Los defectos más corrientes son:
a) Rotura en la entrega de la impermeabilización.
b) Rotura de la embocadura.
c) Despegue de la impermeabilización.
FILTRACIÓN A TRAVÉS DE JUNTAS DE DILATACIÓN
Son también corrientes y de fácil detección, ya que el agua penetra directamente
en el edificio a través de ellas, bien por inexistencia de juntas o por rotura de la
impermeabilización.
El problema se magnifica si, por un defecto de proyecto, la junta coincide con una
limahoya.
Detalle de junta de dilatación del edificio
FILTRACIÓN A TRAVÉS DE JUNTAS DE CUBIERTA
La inexistencia o rotura del sellado propicia la entrada de agua. Lo mismo ocurre si,
por insuficiencia de la separación entre juntas, se provoca la formación de otra.
También se producen filtraciones por juntas estrechas en las que falta el sellado al
haber sido expulsado en las dilataciones previas.
Detalle de junta de cubierta
La profundidad p del sellado debe estar comprendida entre la anchura a de la junta
y su mitad a/2.
Detalle de junta de protección
FILTRACIÓN A TRAVÉS DE ANCLAJES
Los anclajes de antenas de televisión, tendederos, barandillas, etc. Suelen ser
origen de humedades. A menudo se anclan rompiendo la membrana impermeable.
Otras veces, aunque se coloquen con anterioridad a la impermeabilización, dilatan
por oxidación o por vibraciones debidas al viento.
FILTRACIÓN A TRAVÉS DE MARCOS DE PUERTAS
Las retracciones alrededor de los marcos de las puertas en las salidas a las
terrazas, la corrosión de la carpintería metálica y la pudrición en las de madera
propician la entrada de agua. Como en el caso anterior, también son de fácil
detección.
SHUNTS, CHIMENEAS Y PATINEJOS
Estas zonas suelen ser conflictivas ya que generalmente están construidas con
material de obra muy delgado. La formación de rozas es muy difícil y en ocasiones
ni siquiera se preparan y, si a esto le sumamos los defectos o la ausencia de
imprimación, la posibilidad de filtraciones aumenta considerablemente. Las
soluciones son las indicadas para el caso de las entregas a paramentos verticales,
pero si verdaderamente no se pueden hacer rozas, se sustituirán por una mejor
imprimación y por una mayor altura en las entregas de la impermeabilización. No
siempre la humedad que aparece junto a shunts y chimeneas proviene de defectos
en la impermeabilización. Ocurre también que el agua, con lluvias intensas, puede
entrar por su coronación, cuando esta no existe o es defectuosa. Antes de proceder
a levantar mimbeles o embaldosados es conveniente comprobar si el origen de la
filtración es el indicado.
BAJANTES
Recogen el agua de toda la cubierta y cualquier defecto en ellos se pone de
manifiesto de inmediato. Las soluciones de continuidad más frecuentes suelen ser:
•
Cortes en la impermeabilización: como la embocadura del bajante y el
forjado no son una única pieza, sino que se hallan unidos por un material de
agarre, puede suceder que los resaltes de éste o un defecto de la
embocadura hayan dañado la impermeabilización. La posibilidad crece si la
embocadura fue cortada para adaptarla al nivel preciso tras colocar la chapa
de
compresión
sobre
el
hormigón
de
pendiente.
Los
resaltes
o
irregularidades que puedan existir en esta zona deberán pulirse y a
continuación se reparará la impermeabilización.
•
Entrega de la impermeabilización sin adhesión a la embocadura: si el
bajante se obtura y se llena de agua, ésta penetra en la cubierta por debajo
de la impermeabilización y produce filtraciones. Este problema suele
aparecer
cuando
se
emplean
embudos
prefabricados
con
la
lámina
impermeabilizante, ya que rara vez se ajustan al diámetro exacto del
bajante y, por otra parte, suelen dejarse sin adhesión. La reparación
consiste en adaptar correctamente la entrega y fijarla de forma adecuada.
•
Perforación de la embocadura: cuando se aplica una lámina asfáltica y los
desagües son de plástico, puede suceder que el operario funda parcialmente
el plástico al soldar la lámina. En este caso debe sustituirse la pieza
deteriorada y hacer con cuidado una entrega a la impermeabilización.
•
Empalmes defectuosos de la boca de los bajantes: con frecuencia se suele
aplicar la impermeabilización estando colocada la embocadura, no así la
totalidad de la instalación de desagües. Al intentar no deteriorar la unión
impermeabilización-boca de desagüe, puede ocurrir que lo que quede
defectuoso sea la unión de la embocadura con el resto de la instalación. Es
conveniente revisar estas uniones ya que, a menudo, ciertas humedades
que se atribuyen a la impermeabilización son en realidad defectos de la
instalación de evacuación de aguas.
7.-METODOLOGIA, INSPECCIÓN Y DIAGNÓSIS
Resulta de vital importancia para la elaboración de un proyecto de intervención en
una cubierta plana, estudiar los problemas del elemento en particular, tomando en
consideración todos los aspectos que afectan al elemento. Para ello debemos usar
las herramientas que tenemos al alcance, conocer como está construido e intentar
determinar la mejor solución posible para el problema planteado.
RECOPILACION DE DATOS
Antes de comenzar la inspección conviene recabar el mayor número de datos
posible sobre el edificio y en concreto sobre la cubierta. De forma general estos
datos se resumirían en:
Fecha de construcción del edificio, que nos facilita una primera aproximación a la
tipología y los materiales empleados, considerando que estos suelen usarse de
forma recurrente en periodos concretos. Además de las fechas de inspección e
intervención.
Planos existentes, manuales de uso y mantenimiento, documentación relativa a
reparaciones, instalaciones realizadas en cubierta, etc.
Situación del edificio en su entorno, exposición al sol, viento, lluvia, etc. y la
población en que se sitúa. Este aspecto nos informa sobre la adecuación del tipo de
cubierta a la localización concreta del edificio.
Plano de cubierta que refleje los puntos esencialmente críticos de la cubierta
(encuentros con escalera y patios, petos y albardillas, pendientes, rebosaderos,
imbornales y canalones) y funcionamiento de la cubierta (esto es tipología,
componentes, pavimentos, juntas, impermeabilizante, aislante, soportes y
materiales) para un conocimiento individualizado del conjunto y de las partes.
COMPORTAMIENTO DE LOS COMPONENTES
Tanto a nivel individual como de conjunto es necesario analizar cómo responden los
componentes a las distintas solicitaciones, esto es, viento, agua, soleamiento, etc.
Según el tipo de cubierta, dispondremos de diferentes prioridades a la hora de
realizar la inspección, pues cada uno tiene sus puntos débiles.
INSPECCION
La recopilación de datos sobre daños, más que un método matemático y/o científico
es un método empírico. Trabajando sobre la cubierta nos acercaremos al conflicto:
VISITA
La recomendación de algunos autores para comenzar la inspección de una cubierta
es comenzar en la azotea, y no directamente observando el daño interior, para no
verse condicionados a la hora de emitir un veredicto sobre la lesión.
A continuación, y a modo orientativo, se detallan los elementos que deben ser
observados en cualquier inspección:
El perímetro del edificio, levantamientos, desprendimientos, fisuras, etc. y las
directrices que estos daños siguen. Puntualmente conviene fijarse en la coronación
del edificio, en si este ha sufrido algún daño o si, por el contrario, carece de ella,
puesto que este tipo de daños puede provocar humedades en los muros.
Analizar visualmente la tipología de cubierta utilizada, considerando las
anteriormente expuestas, y los muros perimetrales, existencia de grietas, ausencias
de recubrimientos o coronación, etc.
En caso de que la cubierta fuese ventilada asegurarse de que no hay grietas o
roturas, en especial en los encuentros, que puedan llevar a la penetración de agua
a la cámara de aire, con la consiguiente aparición de humedades al interior.
Si nos encontramos ante una fachada ventilada debemos comprobar que dicha
ventilación existe, es decir, que la cámara de aire no esta obstruida, o que penetre
en ella el agua.
El siguiente punto a revisar sería el acabado de la cubierta (cubrición pesada, ligera
o vegetal) comprobando que no existen cuarteados, fisuras, manchas, plantas
parásitas, etc., así como posibles roturas de encuentros de diferentes pendientes,
de juntas. Por otro lado hay que verificar el estado de canalones y cornisas y demás
elementos que se puedan desprender o deteriorar en general, pues esto puede
afectar al sistema de estanqueidad.
Asegurar la existencia de juntas y su adecuada ejecución, además del estado en el
que se encuentren, por si fuese necesaria su reparación o sellado.
Comprobar que la utilización es la adecuada al uso para el que fue proyectado, que
no se hayan acumulado sobre ella objetos que puedan producir sobrecargas
excesivas y, en caso de que se haya acumulado, que no dañen la
impermeabilización. En referencia también a este tipo de situaciones evitar la
colocación de antenas, mástiles o nuevos equipos de instalaciones que puedan
atravesarla.
Particularmente en las cubiertas no transitables se hace necesario comprobar que el
mantenimiento se ha ido realizando por las zonas de circulación previstas y, en el
caso de las cubiertas ajardinadas, prestar especial atención a las labores de
jardinería, para evitar penetraciones en el impermeabilizante.
En cubiertas sin protección pesada comprobar la fijación del impermeabilizante al
soporte.
Se detallaran antiguas reparaciones o adherencias que por su ineficacia puedan
darnos la referencia de lo que no hay que hacer.
Las pendientes de los faldones y la incidencia de superficie de agua por las
bajantes. Poner atención a las acumulaciones de agua o manchas que pudieran
reflejarlas. Los estancamientos de la cubierta pueden referirse a distintos motivos,
tales como la mala ejecución de pendientes, deformaciones de estructuras o
soportes de cubierta dañados. Este tipo de daños suele ir asociado al crecimiento
de vegetación parásita y en consecuencia a un enraizamiento que deteriore la
cubierta.
Comprobar la limpieza de la cubierta en rebosaderos, desagües y canalones, y la
existencia de rejillas retenedoras.
La colocación de cultivos o plantas en una cubierta no preparada para ello puede
verse afectada tanto por el crecimiento de las plantas como por el sobrepeso que
provocan estas, o incluso por obstaculizar el recorrido normal del agua.
Por último, comprobar que no existen acumulaciones sólidas, vegetación,
sedimentos, o cualquier tipo de elemento depositado por acción natural que pueda
obstaculizar el recorrido deseado del agua hasta su desagüe.
Si hubiese que realizar catas por insuficiencia de datos en la inspección ocular, se
analizara la composición del sistema de cerramiento, así como los materiales de
que están compuestos cada una de las capas.
DATOS
Tras realizar la inspección visual de la cubierta debemos haber reunido los
siguientes datos:
1. Localización del problema sobre la cubierta. Es necesario un plano, croquis o
documento de situación exacta del problema y determinación de las componentes
afectadas visualmente, fotografías y cualquier dato más si la complejidad lo
requiriese.
2. Expresión del daño, aspecto externo, descripción de lo que vemos a simple
vista (humedad, grieta, desprendimiento, etc.), tamaño forma, dirección de
crecimiento, etc.
3. Tiempo de existencia del daño y progresión del mismo para tomar la decisión de
imponer medidas o no.
4. Riesgo, en estrecha relación con el tiempo, puede ser de tres niveles, esto es,
los que afectan a la seguridad o estabilidad, a la funcionalidad o confort, o al
aspecto y/o acabados. Tomar la decisión del tipo de riesgo es objetivo del
diagnostico pero al se inseparable del tiempo, se debe incluir entre los datos.
5. Otros, accesibilidad al daño, tipo de materiales afectados, incidencia en otros
elementos no pertenecientes a la cubierta, etc., y, en general, cualquier dato que
pudiera aportar mayor conocimiento de la situación.
PRUEBAS DE ESTANQUEIDAD Y CATAS
Como ya hemos avanzado, este tipo de pruebas y toma de muestras se realiza al
no tener suficientes datos en el examen visual. Esto nos lleva a tener que hacer
pruebas de estanqueidad que nos adviertan de las lesiones ocultas.
PRUEBA DE INUNDACION
Requiere de una previa preparación que consiste en tapar los desagües y
rebosaderos previamente a la inundación, lo que puede hacer de dos maneras. Una
vez hecho y, con objeto de comprobar que no existen fugas, se inunda la azotea
hasta un nivel de 5 cm. aproximadamente, no sobrepasando nunca el nivel de
entrega del impermeabilizante. El agua se mantiene durante 24 horas.
Durante el llenado conviene estar al tanto por si se suceden fugas importes de
agua.
A la hora de vaciar la cubierta hay que hacerlo de manera controlada y de forma
progresiva para no dañar los puntos débiles de la instalación de evacuación
(codos), pues de otra manera, la descarga de agua seria excesiva.
En caso de que la cubierta fuera excesivamente grande se procede a dividirla a
base de muretes de ladrillos en cuarteles, que se impermeabilizan, lo que asegura
una mayor eficiencia a la hora de localizar las fisuras puesto que disminuir la
superficie.
Sistema de taponamiento por sellado
Existen dos maneras de taponar las salidas de agua:
1. SELLADO, la más sencilla y rápida pero, a la vez la de mayor riesgo en caso de
lluvias, pues el aumento de volumen en ese caso podría llevar a superar el nivel del
impermeabilizante y provocar grandes problemas de humedades. Para el vaciado
de este sistema se procede a agujerear con pequeños agujeros para evitar la
puesta en carga de las bajantes de golpe. (La foto anterior es de este tipo de
taponamiento)
2. TUBO INTERIOR, Se coloca un tubo de diámetro inferior al de la bajante en su
interior que llegue justo por debajo del nivel del impermeabilizante y se sellan
ambos. Esto asegura que en caso de lluvia no se sobrepase dicho nivel y desagüe
por las tuberías, evitando los problemas antes mencionados. La retirada de este
sistema debe hacerse de forma progresiva, por la misma razón que en el caso
anterior, esto es, no poner las bajantes en carga de golpe. Por tanto el sellado se
ira retirando poco a poco.
Sistema de taponamiento por tubo interior
CHORREADO DE AGUA O RIEGO CONTÍNUO
El objetivo es simular la acción de la lluvia. Para ello se procede al riego de toda la
cubierta con un sistema de aspersión o manguera comunes durante 48 horas,
según el Capitulo 5, artículo 5.2 de la NBE-QB-90. Su fin es comprobar que los
sistemas de evacuación de agua funcionan correctamente y que, en caso de lluvia,
no se sobrepasara el nivel del impermeabilizante.
UTILIZACIÓN DE HUMEDÍMETRO
Como su nombre indica, se trata de medir el contenido de humedad de los
materiales y, en caso de existir un recorrido de agua, poder localizarlo para
alcanzar el origen del problema.
CATAS
En caso de que todo lo anterior no rebele el origen del problema, se procede a la
toma de muestras con objeto de conocer la naturaleza de los materiales, estado,
uniones, resoluciones constructivas de los puntos críticos y las componentes de la
cubierta.
Lo normal es realizar un primer corte que atraviese la impermeabilización, para
comprobar si bajo ella se almacena agua o si, por el contrario, el funcionamiento
del impermeabilizante es adecuado. Esta muestra es la que se llevara a laboratorio
para su análisis.
A continuación, se hace una nueva penetración concéntrica a la anterior. Se debe
procurar que tenga mayor dimensión que esta, para poder extraer primero lo que
queda entre ambas y facilitar, a su vez, la extracción del primero, evitando golpes
en el impermeabilizante.
Para conocer el estado del impermeabilizante y su posterior reposición se realiza
una tercera penetración pero, en esta ocasión procurando asegurándonos que no
atraviesa el impermeabilizante. Una vez observado se procede a la reposición,
mediante la colocación de una lamina impermeabilizante de aproximadamente el
mismo tamaño del último agujero para asegurarnos que el solape es completo y no
se van a producir filtraciones.
Formación de catas en cubierta plana
LABORATORIO
Tras realizar las calicatas, estas se trasladadas a laboratorio para realizar sobre
ellas distintas pruebas, las cuales se encuentran establecidas en las normas UNE.
El principal protagonista de estas pruebas es el impermeabilizante, siendo de vital
importancia comprobar que conserve sus propiedades.
El otro elemento que compite en importancia es el aislante, de él depende en gran
medida el confort interior del edificio.
Si existiesen lesiones concretas sobre el resto de elementos se pueden realizar
pruebas de laboratorio aunque, como se ha dicho antes, el impermeabilizante es el
elemento que precisa mayor atención. Un ejemplo de esto sería la prueba de
vitrificación de los pavimentos.
OFICINA- DIAGNOSTICO
Tras realizar el análisis completo de la azotea se procede a valorar el riesgo,
existiendo tres posible niveles de afección: seguridad y estabilidad, funcionalidad y
acabados.
Una vez sepamos el tipo de riesgo debemos decidir que tipo de actuación tomar,
pudiendo dividirse estas en tres niveles: Indispensable, Conveniente y Deseable.
Siempre, y en todo caso, habrá que llegar a una solución, bien sea la sustitución, la
re-impermeabilización o reparación puntual.
Aunque ante situaciones similares no siempre hay que tomar las mismas
decisiones, se pueden deducir ciertas pautas a seguir en casos concretos. Por
ejemplo, en el caso de que la lesión afectara a la estructura, estamos en un caso
que afecta a la seguridad y, si a la vista de lo observado, lo consideramos una
actuación indispensable, casi con seguridad debería optarse por la sustitución. Esto,
que a priori parece lógico, no es tan fácil de decidir en otros casos.
8.-CUBIERTA
REPARACIÓN
:
LOCALIZACIÓN
DE
LESIONES
Y
SU
ESTUDIO DE LA CUBIERTA A REPARAR
Ya que el uso de láminas sintéticas es relativamente más reciente si se compara
con el empleo de láminas bituminosas, es lógico que en buena parte de los trabajos
de re-impermeabilización que se acometen aparezcan sistemas bituminosos, en
general de materiales antiguos que han agotado su vida útil, bien sea porque
cuando se hizo la cubierta no existían en el mercado otros de mejores prestaciones,
o porque la ejecución fuese defectuosa, el diseño inadecuado o el uso indebido y el
mantenimiento nulo.
Por eso las observaciones que aquí se hacen sobre re-impermeabilización se
refieren a soluciones para cubiertas antiguas en las que el sistema de
impermeabilización existente sea de tipo bituminoso y no sintético, ya que, en
principio, son materiales incompatibles entre sí, salvo que se especifique lo
contrario. Las soluciones de nueva impermeabilización están especificadas también
para productos asfálticos. Aún hoy la utilización de productos sintéticos queda
relegada a la instalación por parte de empresas especializadas y autorizadas por los
distintos fabricantes. De todos modos, hemos querido incluir este tipo de láminas
en el trabajo y más adelante realizaremos una introducción a las láminas sintéticas
y a otro tipo de láminas.
Resulta difícil establecer un criterio para determinar la durabilidad de una
membrana impermeable, si bien, más tarde o más temprano, es necesario
acometer la renovación parcial o total de la cubierta.
Como ya se ha comentado, son múltiples y diversas las causas que pueden
provocar la crisis del sistema, entendiendo la impermeabilización como parte de un
todo, la cubierta, que funciona como un conjunto, integrado por el soporte
resistente, el aislamiento térmico, la propia impermeabilización y la protección final,
si la hubiera.
Como ya se ha comentado anteriormente y como podremos ver en el dossier
fotográfico adjunto, por lo general, los puntos singulares de la cubierta, tales como
juntas de dilatación, desagües y encuentros con paramentos verticales, son los que
suelen presentar más problemas, produciéndose desperfectos que afectan a la
funcionalidad del sistema.
La disgregación del material de relleno de la junta de dilatación, debido al
envejecimiento del producto, es un fallo muy frecuente.
El efecto producido por la humedad en un paramento que ha sido enfoscado y
tratado posteriormente con una pintura asfáltica, al penetrar el agua en el muro
acumulándose en el zócalo perimetral, provoca desprendimiento del refuerzo de
aluminio, si no ha sido correctamente anclado en el paramento vertical, llevándose
con él el enfoscado.
Igualmente, los movimientos producidos en el aislamiento, debido a dilataciones de
origen térmico, pueden llegar a provocar el arrastre de la capa de cobertura situada
sobre él.
Las cubiertas que tienen como protección un solado de piezas cerámicas para hacer
que sean transitables, en zonas de clima continental extremado, sometido a fuertes
cambios de temperatura. pueden sufrir alteraciones que provocan incluso la rotura
de las baldosas, siendo otro punto débil en el sistema de impermeabilización.
SELECCIÓN DE LA REIMPERMEABILIZACION
La elección desde el punto de vista funcional, dependerá del uso que se quiera dar
a la cubierta.
En general, se contemplan dos criterios a la hora de seleccionar la nueva
impermeabilización.
El primero, consiste en independizar lo «antiguo» de lo «nuevo», mediante la
colocación de una capa separadora, que puede ser un geotextil o cualquier otro
elemento que garantice la separación real entre la superficie a tratar y la nueva
membrana que vamos a colocar.
El segundo, consiste en extender sobre la superficie de la cubierta una capa
reguladora de mortero de cemento armado con un mallazo, o simplemente una
capa de oxiasfalto extendido en caliente, para que nos sirva de soporte base de la
nueva impermeabilización, siempre y cuando sea compatible con la
impermeabilización existente.
En cualquiera de los dos casos, hay inexcusablemente que sanear previamente la
cubierta, arrancando aluminio, si lo hubiera, arrancando baldosines rotos o piezas
que entorpecieran las labores posteriores, cortando las bolsas y rellenando grietas,
de manera que, la superficie vieja quedase preparada para recibir la «capa de
unión» con el nuevo sistema.
Siempre que sea posible la retirada de la vieja protección pesada, de las antiguas
láminas y capas intermedias, esta se llevará a cabo, eliminando carga innecesaria,
llegando hasta la antigua formación de pendientes, si está en buen estado y dichas
pendientes son las correctas
POSIBILIDAD DE INCLUIR AISLAMIENTO TÉRMICO
Lo más práctico, a la hora de considerar el aislamiento térmico en la reimpermeabilización de cubiertas, puede ser, recurrir al sistema de cubierta
invertida, si se va a destinar la cubierta a uso peatonal (con baldosas), o no
transitable (acabado en grava).
Las ventajas más importantes de la cubierta invertida son:
La protección de la membrana contra los choques térmicos, haciendo que su
temperatura no sobrepase los 40°C.
Se puede prescindir de la barrera de vapor. Hay menos agresiones por
punzonamiento.
Inconvenientes, pueden serlo, la formación de una capa de agua entre aislamiento
y membrana impermeable, que facilite el crecimiento de microorganismos que
perjudican a la estanquidad del sistema. Esto sin contar con la pérdida de calor que
supone el enfriamiento que esta fina capa de agua aporta al techo, o el precio del
material, poliestireno extrusionado. Otro inconveniente añadido, es la necesidad de
utilizar un lastre encima del aislamiento, sea grava o pavimento, para que no se
vuele el aislamiento, con lo que supone de sobrecarga para la cubierta.
En caso de haber elegido una cubierta invertida, puede ser recomendable actuar
como sigue:
La impermeabilización mínima aconsejable en sistema flotante, sería, una lámina
de betún elastómero SBS tipo LBM-40, fuertemente armada con poliester.
Encima, se colocarán los paneles de poliestireno extrusionado, y sobre ellos, una
lámina antipunzonante o geotextil, para proteger el aislamiento de la grava.
Se puede hacer transitable, colocando un solado sobre el aislamiento. En ese caso
hay que considerar la correcta adaptación del aislamiento térmico al soporte para
que no forme vacios que faciliten el fuelle al transitar. En cualquier caso, la
pendiente será superior al 1%.
TIPOS DE TERMINACIÓN O PROTECCIÓN
Casi siempre, vienen determinados por el uso a que se destina la cubierta. No
obstante, una buena protección de la membrana, como es el caso de la cubierta
invertida, no nos puede llevar a menospreciar la calidad del sistema
impermeabilizante. Como mínimo, se debe utilizar un sistema monocapa formado
por una lámina de betún elastómero SBS tipo LBM-40, con pendiente del 1 al 5%, y
en posición flotante totalmente independizada del soporte y de la protección. El uso
como cubierta transitable, implica la protección a base de losetas, baldosas,
pavimento flotante o solado en general, mientras que si fuese no transitable, la
protección sería con grava.
En el caso de cubiertas autoprotegidas con gránulos minerales, a base de láminas
de betún elastómero SBS y armadas con poliester, según las descritas
anteriormente, son soluciones de gran durabilidad, con experiencia contrastada
superior a 10 años, sin embargo, no hay que olvidarse de detalles que ayudan a la
conservación de la membrana, ya que requieren unas condiciones de uso correctas.
Disponer de sendas de paso o pasillos técnicos para acceso a instalaciones en
cubiertas, climatización, ascensores, etc., facilita el que los operarios de
mantenimiento no maltraten la lámina autoprotegida transitando sobre ella.
Contar con escaleras de acceso y barandillas, así como distintas alturas en las
salidas de los casetones a la cubierta, son medidas que contribuyen a la
conservación de la impermeabilización.
La protección de la impermeabilización, en cualquier caso, nos proporciona una
mayor durabilidad de la membrana, lo cual redundará favorablemente en la
cubierta en su conjunto, mejorando las prestaciones de servicio para la
funcionalidad del edificio y las condiciones de confort para el usuario.
FORMACIÓN DE FILTRACIONES SEGÚN EL TIPO DE CUBIERTA Y CRITERIOS
DE REPARACIÓN O RE-IMPERMEABILIZACIÓN
CUBIERTA SIN CÁMARA DE AIRE
Una vez que se produce la filtración a través de la membrana impermeable y se
encuentra con un mortero aligerado (poroso), tenderá a embeberlo y, a menos que
exista una grieta (bastante frecuentes en estos casos), no llegará a su base sin
haber empapado una porción nada despreciable.
En la base se encontrará, posiblemente, con una barrera de vapor que le impedirá
el paso. Entonces se irá desplazando horizontalmente por encima de dicha barrera,
ampliando la humectación del mortero aligerado, hasta encontrar algún tipo de
interrupción en la misma, ya sea en un solape de láminas o en un borde. Por allí
pasará a la estructura donde seguirá el camino más directo para atravesarla que
será, por lo general, una junta constructiva u otra grieta.
Es así como puede aparecer en el interior del local en un punto alejado de su
origen. Sólo en el caso de que no haya barrera de vapor, la gotera puede coincidir
con la vertical de filtración.
CUBIERTA CON CÁMARA DE AIRE
El agua, una vez que ha traspasado la membrana impermeable, se encuentra con
un faldón de rasilla enrasado con mortero de cemento que tardará en atravesar, a
no ser que se encuentre con una grieta, lo que aquí ya no es tan frecuente.
Al pasar el faldón penetrará en la cámara donde, normalmente, se encontrará con
una plancha de aislante. Si por debajo de ella hay una barrera de vapor, no la
podrá atravesar hasta no encontrar algún punto débil o encuentro con tabique
palomero, y entonces iniciará un recorrido horizontal hasta el mismo. Nuevamente
surge el problema de la falta de coincidencia en vertical de la gotera con el punto
de filtración.
Si no existe la barrera de vapor puede haber menor distancia entre ambos, pero,
en cualquier caso, debe preverse un recorrido horizontal del agua por encima de la
superficie del faldón hasta que lo pueda atravesar.
CUBIERTA PLANA NO TRANSITABLE
La filtración de agua de lluvia es consecuencia de irregularidades en la capa
impermeable, los desagües o la junta de dilatación. Las causas pueden ser varias,
pero por regla general se debe a una falta de mantenimiento o envejecimiento de
los materiales que constituyen la cubierta.
Describimos a continuación el proceso de actuación recomendado para este tipo de
cubierta:
•
Retirar la protección pesada: grava de rio y dejar al descubierto la lámina
impermeabilizante existente.
•
Colocar un cartón asfáltico. Como elemento o capa separadora, sobre la
lámina existente solapada entre sí de 5 a 10 cm.
•
Impermeabilizar con doble lámina cruzada flotante: unidas entre si con
adhesivo asfáltico en frío. La primera lámina ha de ser de oxiasfalto
catalítico de 4 kg/m², armada con filtro de fibra de vidrio de 60 g/m² y
norma UNE 104 204, solapada entre sí de 3 a 5 cm, cumpliendo la norma
QB 90 UNE 104 238, tipo LO 40FV. La segunda lámina debe ser a base de
betún polimérico tipo APP de 4 kg/m², armada con filtro de poliéster de 140
g/cm² y UNE 104 204, solapada entre sí de 3 a 5 cm.
•
Extender
un
geotéxtil
de
hilo
continuo:
de
polipropileno
soldado
térmicamente (140 g/m²), solapado entre sí de 10 a 15 cm.
•
Formar la protección pesada: extendiendo la grava existente.
Antes de re-impermibilizar es conveniente demoler los rodapiés de lámina autoprotegida para poder lavar la nueva lámina o láminas. Posteriormente se debe
originar un nuevo rodapié de lámina auto-protegida de grano mineral, de 0,33 m de
desarrollo como mínimo, y elevado en el peto de la cubierta de 15 a 20 cm, unido
con adhesivo asfáltico en frío y anclado mecánicamente con perfil metálico y sellado
de poliuretano mono-componente.
Es aconsejable la inspección de las calderetas de desagüe para efectuar una
revisión minuciosa de su estado. En el caso de detectar cualquier anomalía es
rentable la sustitución de la caldereta por otra nueva a partir de materiales más
modernos y perdurables al paso del tiempo, como pueden ser la “Goma Dutral” o
PVC de exteriores.
CUBIERTA PLANA TRANSITABLE
Por lo general, no es sencillo localizar el origen de una filtración de agua de lluvia.
Esto se debe tanto a la existencia de capas que protegen la impermeabilización por
encima, como a las que se encuentran por debajo de ella (chapa de mortero,
hormigón de pendiente, aislamiento, forjado, enyesado). Son varias capas
entonces, las que pueden cambiar el curso del agua que las atraviese.
Es conveniente realizar un plano con la localización de los puntos de humedad en la
parte inferior de la terraza, y luego comprobar su situación por encima de ella.
En este tipo de cubiertas planas se tiende a mantener lo existente, evitando de esta
manera trabajos costosos y molestos para los usuarios del edificio, siempre y
cuando exista en cubierta la suficiente altura en peto y casetón de salida. Además
debemos asegurarnos que la estructura está preparada para soportar la nueva
carga.
El proceso de trabajo en estos casos sería el siguiente:
•
Limpiar la superficie de cubierta, mediante barrido
•
Reparar huecos, zonas con falso anclaje, roturas, etc. Se empleará un
mortero adecuado.
•
Extender imprimación asfáltica adecuada o cartón asfáltico.
•
Impermeabilizar con doble lámina flotante y adheridas entre sí con adhesivo
asfáltico en frío a razón de 0,40 kg/m².
•
Extender
un
geotéxtil
de
hilo
continuo
de
polipropileno
soldado
térmicamente (140 g/m²), solapado entre sí de 10 a 15 cm.
•
Nuevo solado de cubierta con piezas cerámicas asentadas mediante mortero
de cemento Pórtland continúo.
Cuando no exista altura, habrá que demoler la cubierta existente para realizar, acto
seguido, una nueva compuesta de forjado, pendientes, lámina actual, separador,
reimpermeabilización, geotéxtil de 140 g/m², mortero asiento y solado. Antes de
reimpermeabilizar se recomienda demoler los rodapiés existentes para poder elevar
y adherir la lámina y anclar las nuevas piezas cerámicas sobre ella.
Si por su dimensión la cubierta exige que haya junta de dilatación, hay que demoler
y limpiar en profundidad la existente, para posteriormente realizar una nueva.
Como señaláramos anteriormente, es necesario inspeccionar las calderetas de
desagüe para conocer el estado en que se encuentran. Si se detectan anomalías, el
proceso de sustitución de las mismas tendrá las siguientes fases de trabajo:
•
Retirar la protección pesada y limpiar cuidadosamente. Extraer la caldereta
existente de su ubicación, repasando el taladro de paso, y seguidamente
introducir la nueva, adhiriéndola con asfalto en caliente.
•
Realizar la estanquidad de la caldereta mediante la colocación de un trozo
de lámina oxiasfáltica fundida sobre la placa de la caldereta. De esta manera
queda preparado el desagüe para recibir la nueva impermeabiliación.
La sustitución de la caldereta de desagüe no implica el olvido de la misma. En
muchos casos las filtraciones de la cubierta son consecuencia de la falta de
mantenimiento o de una inspección ocular periódica. Por lo que se aconseja visitar
la cubierta del edificio con regularidad.
Puede ocurrir asimismo que la filtración de agua se produzca debido a
características del material. La húmeda de la atmósfera se comunica a los
materiales más o menos porosos que componen la cubierta del edificio, tratando de
establecer constantemente un equilibrio higrotérmico. Así, en días húmedos y
durante lluvias y nevadas, la húmeda de la atmósfera penetra en los poros de las
piedras, ladrillos y morteros, hasta que los satura de agua. Contrariamente, en días
secos y de sol, la atmósfera absorbe la humedad contenida en los muros y ésta se
evapora.
Cuando se trata de grietas formadas en fábricas de ladrillos, se deben contemplar
dos actuaciones normalmente simultáneas: la sustitución de los elementos unitarios
rotos y el relleno con argamasa. Para ello, se eliminan y se sanean las piezas
afectadas y las necesarias de su entorno para facilitar el trabajo, asegurando el
enjarje en toda la lesión y, por tanto, la integridad recuperada en la unidad
constructiva. Los nuevos ladrillos tienen que ser iguales a los existentes, lo que a
veces dificulta la operación, sobre todo en caso de ladrillo visto y en fábricas
antiguas. No ofrece ninguna garantía la costumbre de realizar un mortero con polvo
de ladrillo viejo y cemento y aplicarlo sobre los restos del antiguo, ya que así no se
recupera la integridad del cerramiento (solo se está tapando la grieta) por lo que
probablemente volverá a salir.
Repavimentación de una cubierta transitable
Al colocar los nuevos ladrillos hay que recibirlos en toda su superficie con un
mortero igual al del resto de la fábrica (de cal o de cemento, según el caso). Es
conveniente que tenga cierta plasticidad para que se acomode bien a las juntas y,
en algunos casos, cierto componente expansivo que asegure el relleno. Para ello se
puede recurrir a la posterior inyección dentro de las juntas y retacado superficial.
CUBIERTA PLANA AJARDINADA
La filtración de agua de lluvia es consecuencia del deterioro por envejecimiento o
rigidez de la lámina impermeabilizante, por rotura de su armadura. La actuación,
compleja, no ofrece más opciones que la de demoler la cubierta hasta llegar a la
aislamiento hidrófuga.
Detalle constructivo cubierta ajardinada
A continuación se expone el proceso de rehabilitación necesario en estos casos:
•
Demoler la cubierta hasta llegar a la impermeabilización existente, limpiando
la superficie de restos y elementos punzantes.
•
Inspeccionar el estado de la lámina y del sistema de colocación, es decir,
observar si está adherida o flotante con el soporte. Si está adherida se
mantiene la impermeabilización como soporte para recibir la nueva lámina;
en el caso de lámina flotante hay que levantar la impermeabilización vieja y
dejar las pendientes al descubierto. Si es necesario, repasar la superficie
para un buen asiento de la nueva lámina.
•
Re-impermeabilizar la cubierta: an ambos casos (adherida o flotante), se
instalará una doble lámina, adherida entre sí y al soporte. La primera ha de
ser de oxiasfalto catalítico de 4 kg/m², armada con fieltro de fibra de vidrio
de 60 kg/cm² UNE 104 204, solapada entre sí de 3 a 5 cm y adherida al
soporte con adhesivo asfáltico en frío (0,40 kg/m²). Debe cumplir la norma
QB-90, apartado UNE 104 238, tipo LO 40FV, sistema PA 1. La segunda
lámina, autoprotegida con grano mineral a base de betún polimérico APP de
5 kg/m² y punto de reblandecimiento de 150 ºC (UNE 104 281/1.3), con
tratamiento anti-raíces (UNE 53.420), ha de estar armada con fieltro de
poliéster de 180 g/m² UNE 104 204, solapada entre sí de 3 a 5 cm, y
adherida a la anterior con adhesivo asfáltico en frío a razón de 0,20 kg/m².
Debe cumplir la norma QB-90, apartado UNE 104 242/2, tipo LBM 50G FP,
sistema GA 1.
•
Proceder al drenaje de la cubierta a base de una membrana de nódulos de
poliestireno. Esta membrana debe estar cubierta por ambas caras con
geotéxtil de polipropileno de 85 g/m², por la cara superior, y por la cara
inferior de 136 g/m², solapada entre sí 5 cm, abotonando los nódulos, con
coeficiente de transmisividad de 2,81 seg/m (ASTM D4716) y resistencia a
compresión de 517 Kn/m² /ASTM D1621).
•
Extender una capa de arena de río, lavada y exenta de arcillas, con espesor
de 10-15 cm. Posteriormente extender un geotéxtil de polipropileno de 70
g/m², solapado entre sí de 10 a 15 cm.
•
Extender la capa de manto vegetal apropiado a la vegetación que se va
implantar, con un espesor mínimo de 20 a 25 cm.
En el caso de la primera lámina, la elevación de las láminas en el peto de cubierta
debe ser de 5 a 10 cm y, con respecto a la segunda, debe sobrepasar el nivel del
manto vegetal en 10 cm como mínimo.
Si por las dimensiones de la cubierta se precisa junta de dilatación, una vez
descubierta la lámina vieja o pendientes se procederá a ejecutar una nueva junta.
CUBIERTA AUTOPROTEGIDA
Si fue impermeabilizada con sistemas resistentes a la intemperie, por ejemplo con
láminas asfálticas acabadas con pizarra granular, la reparación suele ser mucho
más simple, ya que los defectos o deterioros generalmente son apreciables a simple
vista.
Los que siguen son algunos defectos frecuentes:
•
Formación de bolsas de aire: ante un fallo en la adherencia de la
impermeabilización sobre el soporte, o de las distintas capas de la
impermeabilización entre sí, queda una bolsa de aire que, por efecto de los
cambios de temperatura, variará su tamaño según el aire se dilate o
contraiga. Cuando la tensión del aire interior es muy grande, puede llegar a
estallar y perforar la impermeabilización, originando una vía de entrada de
agua. También se puede producir esta perforación si se pisa la bolsa, sobre
todo si la impermeabilización está rígida a causa de las bajas temperaturas o
porque los materiales están algo envejecidos. Se recomienda eliminar la
impermeabilización de la zona afectada y reponerla por una pieza nueva.
Deberá asegurarse la perfecta unión entre las piezas nuevas y las ya
existentes, así como su adherencia total a la base.
•
Fisuras en la impermeabilización: es estos sistemas la impermeabilización se
encuentra completamente adherida a la base. Tal adherencia implica que
cualquier fisura en la base o movimiento no previsto se transmita a la
impermeabilización. Si la grieta es considerable, para su reparación deberá
seguirse un tratamiento similar al señalado para las juntas de dilatación. En
cambio, si se trata de una simple fisura, bastará con una reparación sencilla,
utilizando una lámina afín a la existente que tenga una mayor resistencia al
desgarre. Por ejemplo, en una impermeabilización con PVC se utilizará una
tira de lámina de PVC armada; y, si se trata de una impermeabilización
asfáltica, se empleará una lámina autoprotegida fabricada con betún
modificado con elastómeros y con armadura de fieltro de poliéster.
•
Grieta en los solapes: una impermeabilización autoprotegida no suele tener
tanta duración como cuando la impermeabilización lleva una protección
pesada. Las actuales láminas fabricadas con betún y elastómeros y los PVC
resistentes a la intemperie han favorecido la permanencia de este tipo de
trabajos; hoy pueden conseguirse cubiertas con estos materiales y su
duración
es
similar
a
la
de
las
terrazas
embaldosadas.
Pero
en
impermeabilizaciones antiguas suelen aparecer cortes que se inician, por lo
general, en la zona de los solapes. Si las fisuras son pocas y pequeñas,
bastará con hacer un parcheado que sobrepase por lo menos 10 cm a cada
lado de la fisura, pero, si se trata de grietas importantes, será preferible
rehacer la impermeabilización en las zonas más afectadas.
•
Corrimiento
de
la
impermeabilización:
cuando
la
cubierta
tiene
una
pendiente considerable (superior al 15%), la impermeabilización debe ir,
además de soldada o pegada, clavada en los solapes. Si no se clava o
incluso se pega o suelda mal a la base, puede deslizarse lentamente hacia
las partes bajas de la cubierta, despegándose en los solapes y quedando
arrugada en las canales laterales. Si este defecto es poco acusado
simplemente se eliminan las zonas defectuosas y se reparan –cuidando su
perfecta adherencia- pero, si la cubierta está realmente afectada, la única
solución consistirá en rehacerla, para lo que se elimina totalmente la
impermeabilización existente.
CUBIERTA APARCAMIENTO
Las dificultades de aparcamiento hacen que proliferen las soluciones de rodadura en
las cubiertas de los edificios.
El tratamiento propuesto, consiste en un sistema totalmente adherido y de alta
resistencia al punzonamiento, que puede admitir directamente el vertido de una
capa de unos 8 ó 10 cm. de aglomerado asfáltico en caliente, generalmente sellado
con un slurry de terminación, o bien un sistema bicapa, sobre el cual se extiende
un geotextil y una capa de mortero con mallazo como protección, antes de aplicar
la capa de rodadura de terminación. Esta se extenderá con los medios y las
precauciones necesarias para no dañar la impermeabilización.
El sistema incluye, sobre el soporte, una mano de imprimación, una lámina base de
oxiasfalto tipo LO-40, armada con fieltro de fibra de vidrio, sobre la cual,
totalmente adherida con soplete, se extiende una lámina de betún elastómero SBS
tipo LBM-50/GP, fuertemente armado con fieltro de poliester no tejido, de 200
gr/m2, resistente al punzonamiento.
El aprovechamiento de la cubierta, nos lleva a veces, a instalar en el último forjado,
piscinas o pistas de tenis, además de los casos de jardín y aparcamiento
anteriormente citados.
Ni que decir tiene que antes de acometer estos trabajos habrá que asegurarse la
estabilidad del edificio.
Soluciones constructivas en reparaciones de cubiertas planas
LÁMINAS IMPERMEABILIZANTES NO ASFÁLTICAS
LAMINAS SINTÉTICAS.
En edificación, las láminas sintéticas más utilizadas para impermeabilización son las
láminas de policloruro de vinilo (PVC).
El sistema de impermeabilización corresponde en general, al esquema básico,
independientemente del tipo de láminas que se utilicen, es decir, incluye soporte
resistente,
barrera
de
vapor,
formación
de
pendientes,
membrana
impermeabilizante, aislamiento térmico, capas separadoras y protección.
Puesta en obra de la membrana impermeabilizante: Condiciones de puesta en obra
de tipo ambiental, temperatura, viento, lluvia o humedad etc., son factores que se
deben controlar para una buena puesta en obra del material, ya que en caso
contrario las prestaciones de la lámina podrían verse afectadas comprometiendo la
funcionalidad de la cubierta en servicio. Por ejemplo, la unión con adhesivos no
puede realizarse si no es a una temperatura ambiente superior a los 5° C.
Suele asociarse el peso en kg/m2 a las láminas asfálticas mientras que se habla de
espesores en las sintéticas. En el caso de las láminas de PVC el espesor mínimo
varía en función del uso de la cubierta pero debe ser como mínimo de 1,2 mm y es
recomendable que vaya armada con mallas de fibra de vidrio o poliéster para
aumentar la resistencia a la rotura, a la perforación o al desgarro.
Los elementos de unión que se utilizan son de dos tipos: aire caliente o adhesivos
en frío. En la soldadura en frío se emplean adhesivos o disolventes de diversos
tipos, precisándose asegurar las uniones mediante perfiles metálicos en los puntos
singulares, remates, bordes, etc. Estos perfiles y las fijaciones mecánicas con que
se colocan deberán ser inoxidables y dimensionados de forma que cumplan su
función. Cuando se utiliza el aire caliente como elemento de unión se precisa
energía eléctrica en obra, ya que se utilizan soldadores de mano eléctricos
normalmente provistos de un dispositivo medidor de la temperatura de salida del
aire caliente, entre 400°C y 600°C aproximadamente. El operario se ayuda con un
pequeño rodillo de mano para presionar sobre la zona de solapo, unos 4 cm de
ancho, a medida que va dando calor con el soldador. Es evidente que para realizar
muchos metros lineales de soldadura se emplean aparatos automáticos que facilitan
la tarea de la soldadura, si bien suponen un coste elevado y necesitan una mano de
obra especializada.
Por otra parte, los sistemas de impermeabilización a base de láminas sintéticas son
siempre monocapa y se colocan, o en posición flotante con respecto al soporte (es
decir, no adheridos), o fijados mecánicamente por puntos (semiadheridos).
Es preciso que no estén en contacto con materiales bituminosos, salvo si fueran
específicamente compatibles.
Una vez instalados, la lámina y los demás componentes de la cubierta van a estar
sometidos a una serie de solicitaciones y esfuerzos de distinta naturaleza:
mecánicos, climáticos, térmicos, químicos y biológicos además de los de tipo
estructural propios del edificio. La membrana impermeabilizante y el resto de los
materiales deberán ser capaces de no verse afectados por las acciones de los
esfuerzos que intervengan en la cubierta.
En cualquier caso se deben comprobar las uniones realizadas mediante un control
físico utilizando un punzón metálico que se hace pasar a lo largo del canto de la
unión o, para mayor precisión, con la ayuda de aparatos como el chispómetro
(prueba de poros), el vacuómetro (prueba del vacío) o utilizando un compresor
provisto de manómetro para detectar las pérdidas al insuflar aire comprimido en los
solapos realizados con la máquina automática de unión por aire caliente, que
permite dejar un canal de prueba entre los dos cordones de soldadura.
Sistemas clavados:En la fijación mecánica sólo se deben utilizar láminas con
armadura y las fijaciones incluirán placas o arandelas de 40 mm de anchura mínima
y de bordes no cortantes.
El número de fijaciones vendrá indicado en función de la resistencia del soporte
base y la necesidad de asegurar la membrana a la cubierta ante los posibles
esfuerzos a que pueda verse sometida.
Encuentro con paramentos verticales: La entrega en vertical de la lámina
impermeabilizante ha de ser como mínimo de 15 cm sobre la cota de piso
terminado, protegiendo los bordes para evitar que el agua entre por la pared,
debiendo a su vez ser resistente a la intemperie en el caso de quedar vista o, en su
defecto, estar cubierta con un aplacado o revestimiento adecuado como protección.
Se suele utilizar un perfil metálico como fijación.
LAMINAS CONTÍNUAS
LÍQUIDO.
FORMADAS
POR
PRODUCTOS
APLICADOS
EN
En el mercado disponemos de una muy extensa gama de productos líquidos para la
impermeabilización de elementos por obturación. En gran parte se trata de
dispersiónes o emulsiones tixotrópicas de polímeros acrílicos-estirenos, o de resinas
elastoméricas, que pueden aplicarse con un velo de fibra de vidrio o telas
sintéticas, o pueden contener incluso fibras diluidas en la propia mezcla.
Este tipo de productos son de fácil aplicación pero deben someterse a un estricto
control de ejecución que garantice su correcta aplicación en cuanto a, preparación
del soporte, grado de humedad del mismo, utilización de todos los recursos que los
sistemas ofrecen, como imprimaciones, consolidantes, refuerzos, acabados, etc, así
como respetar tiempos de secado, aspectos ambientales como temperatura y tener
especial cuidado en los ya mencionados puntos críticos.
Al tratarse, prácticamente siempre, de sistemas sobrepuestos exteriormente, hay
que considerar, además, que no permiten transitar por cubierta y que deben tener
una inspección periódica con refuerzo de aquellos puntos que lo precisen.
A continuación exponemos una breve explicación de cómo aplicar uno de estos
productos detallado por el fabricante.
APLICACIÓN DE UN SISTEMA DE PINTURA IMPERMEABILIZANTE
Eliminar la suciedad y el polvo existente en la terraza por medio de un lavado con
agua limpia a presión. Posteriormente proceder a un intenso barrido.
Eliminar todos los microorganismos con una disolución de agua y lejía.
Comprobar que el suelo se encuentre duro y consistente, sondeando con un objeto
contundente.
Reparar las zonas poco consistentes o disgregadas con mortero reparador. Para
encolar piezas de cerámica mal adheridas, o nuevas colocaciones, utilizar mortero
cola.
En soportes absorbentes y/o lisos (por ej. la rasilla cerámica), se recomienda
aplicar una capa de la imprimación.
Comprobar el buen funcionamiento de los desagües.
Homogeneizar con un batidor eléctrico todo el contenido del bidón.
En puntos de difícil acceso o en los puntos singulares (desagües, ángulos, etc.),
aplicar el producto mediante una brocha, extendiendo bien el producto para evitar
excesos de espesor.
Extender una primera capa del producto usando un rodillo de lana y remontando, al
menos, 25 cm por todas las paredes o muretes de la terraza.
Colocar, si se considera necesario, una tela o velo de armar durante la aplicación de
la primera capa.
Dejar secar al menos durante 24 horas y aplicar una segunda capa cruzada sobre la
primera.
APLICACIÓN DE LÁMINAS CONTÍNUAS DE POLIURETANO PROYECTADO
Se trata de un sistema relativamente
nuevo,
ejecutado
por
empresas
especializadas y que tiene la gran ventaja
de cubrir con una sola lámina la totalidad
de superficie
a impermeabilizar sin
discontinuidades.
Los espesores de aplicación pueden variar
de 1,2 a 3mm y se proyecta mediante
compresión
sobre
las
superficies
a
impermeabilizar, previamente limpias y
tratadas si fuera conveniente.
Las principales características de este
producto son su elevada adherencia,
flexibilidad y durabilidad.
El inconveniente principal del sistema es
su
puesta
en
obra,
que
requiere
aplicadores especializados, por lo que no
suele
ser
rentable
para
pequeñas
superficies.
9.-MANTENIMIENTO
La salud de la cubierta viene condicionada por el cuidado que se tenga de ella. Pero
no hay que olvidar que no existe ningún material ni elemento que la componga que
tenga una duración ilimitada, ya que el uso y la disposición que tienen en el
exterior del edificio los hacen vulnerables al paso del tiempo.
La intervención de mantenimiento ha de recoger todas las medidas necesarias para
que la durabilidad de los materiales persista y el buen funcionamiento de todos los
componentes siga proporcionando la estanqueidad de la cubierta. Según sean las
necesidades de la cubierta, este mantenimiento será preventivo o correctivo.
PREVENTIVO
La finalidad de estas intervenciones es evitar que una disfunción llegue a
convertirse en una lesión. Es fundamental que se realicen revisiones periódicas
para comprobar el buen funcionamiento de los elementos que componen la
cubierta, siendo primordial la limpieza y barrido evitando la acumulación de
semillas, depósitos de agentes agresivos, o atascos por acumulación de suciedad en
los bajantes. Esta sencilla labor de mantenimiento permitirá detectar la necesidad
de pequeñas intervenciones preventivas como:
•
Reparaciones
de
pequeñas
erosiones
en
la
protección
del
sistema,
substituyendo piezas rotas del pavimento o aportando material granular en
láminas autoprotegidas erosionadas.
•
Rejuntado de las piezas de pavimento corrigiendo el vaciado de las juntas.
•
Nivelado de piezas en pavimentos flotantes y revisión de las piezas de
soporte.
•
Rastrillado del canto rodado de protección para mantener uniforme el grosor
de protección del aislamiento.
•
Comprobación de las fijaciones mecánicas de láminas y aislamientos.
•
Resellado de juntas de dilatación o de estanqueidad con productos elásticos
que absorban los movimientos y sean compatibles con los materiales
existentes.
•
Reparación de desconchados en revocos y rejuntado de piezas coronación en
barandillas de obra o acroteras, evitando el empapado de muros.
CORRECTIVO
El mantenimiento correctivo engloba las actuaciones de pequeña envergadura, que
se han de realizar para solucionar una lesión, manteniendo la cubierta existente,
sin necesidad de sustitución de la totalidad del sistema estanco y/o aislante.
Estas actuaciones pondrán solución a las lesiones usuales que encontramos en
cubiertas planas producidas por tres agentes principalmente:
•
Acciones de los movimientos
•
Las acciones biológicas o químicas
•
La acción del agua en sus diversos estados
Cualquiera de éstos agentes degradantes, puede ocasionar lesiones tanto en el
sistema constructivo, como en el sistema aislante o en el de impermeabilización,
dando lugar a fisuras, grietas, erosiones en mimbeles, deterioro de la superficie de
la terraza, envejecimiento prematuro de la membrana impermeable y del aislante.
NORMATIVA QUE LO OBLIGA
El mantenimiento de la cubierta esta obligado por la norma NBE-QB-90 “Cubiertas
con Materiales Bituminosos”, en su capitulo 6 referente a la “Utilización y
Mantenimiento de las Cubiertas”. Asimismo, este mantenimiento es aconsejado en
el apartado “criterios de mantenimiento” de la “Norma Tecnológica Españolas”:
NTE-QAA “Azoteas Ajardinadas”, NTE-QAT “Azoteas Transitables”, NTE-QAN
“Azoteas no transitables”,
Por otro lado "El Código Técnico de la edificación sobre Higiene, Salud y Protección
del Medio Ambiente" CTE-HS-1 , en su apartado 6, Mantenimiento y Conservación,
nos dice la periodicidad con que deben hacerse el control.
En las obras de re-impermeabilización, si contemplamos la posible inclusión de un
aislante térmico, deberemos calcular gruesos en los puntos críticos y comprobar si
debiéramos prever trabajos complementarios para levantar, por ejemplo el nivel de
las carpinterías.
En este caso una colocación deficiente de las planchas de poliestireno extruido, sin
adaptar su forma a las pendientes de cubierta, ha provocado esta lesión en gran
parte de las juntas. Al andar sobre el pavimento este se mueve porque existe un
espacio sin rellenar entre aislamiento térmico y pendientes de mortero.
Al colocar una impermeabilización con lámina autoprotegida en una cubierta
transitable, la convertimos en no transitable. Por lo tanto debemos tener en cuenta
el posible cambio de uso de, por ejemplo, estos cuartos trasteros.
Por otra parte, al no prolongar la impermeabilización hacia el interior de los
trasteros estamos creando un posible punto débil en la unión de la superficie
original con la superficie re-impermeabilizada.
Las discontinuidades de una lámina auto-protegida por efecto de acciones
mecánicas exteriores son fácilmente detectables y por lo tanto deberían ser
también de rápida solución.
Cuando la discontinuidad se produce en la capa de protección, la exposición directa
al medio, provoca un deterioro en la capa impermeabilizante, quedando bien
patente en esta imagen.
La discontinuidad en la lámina auto-protegida también se puede producir por la
colocación en obra. Unos pocos centímetros separan estas dos láminas que hubiera
sido conveniente unir.
En este tipo de re-impermeabilización, prima la vertiente económica. Es
probablemente por ello que resulta prácticamente imposible hallar un encuentro
con paramento vertical que esté solucionado cuidadosamente.
Esta re-impermeabilización de una cubierta con filtraciones fue realizada de manera
deficiente, la lámina plástica con que se decidió acometer este trabajo esta
colocada sin respetar la geometría de la cubierta, formando bolsas que retienen el
agua y la suciedad, los encuentros y soldaduras no están bien realizadas y no se
colocó ningún tipo de protección que ejerciera de lastre y evitara el movimiento de
la lámina por posible succión del viento.
Esta
cubierta, sólo utilizada por el servicio de mantenimiento del edificio,
presentaba un estado de deterioro muy avanzado en su capa de cobertura de doble
rasilla. Se encontraban multitud de piezas partidas y sin adherencia al soporte.
Ante este problema, se optó por la colocación de una impermeabilización exterior a
base de pinturas al caucho.
Se conoció que había pasado realmente al realizar una prueba destructiva “in situ”.
Al tratarse de una cubierta de grandes dimensiones ejecutadas sin las juntas de
cubierta correspondientes, se decidió, otorgar a la capa de acabado condiciones
elásticas para que, por si sola puediese soportar los movimientos térmicos. La
primera capa de rasillas fue tomada con mortero asfáltico y la segunda con un
mortero de cal de dosificación bajísima, dando a las piezas una separación de más
de 3 mm. Como se aprecia en la última imagen el mortero de la última capa es
demasiado pobre, ofreciendo nula adherencia con la baldosa y poca resistencia a
acciones mecánicas.
Cabe comentar la inconveniencia de la reparación efectuada en una cubierta donde
no existía filtración alguna.
En esta imagen, a parte de poder comprobar como las reparaciones defectuosas se
pueden llegar a acumular una detrás de otra, llegando a un punto donde no caben
más superposiciones, se evidencia la poca sintonía entre los productos asfálticos y
la mayoría de las comercialmente denominadas pinturas anti-goteras.
Para la aplicación de impermeabilizantes líquidos,
es imprescindible conocer el soporte en el que
posible, tratarlo convenientemente.
Además
aplicación, temperaturas de puesta en
obra,
aplicación que cada fabricante especifica.
como emulsiones o disoluciones,
vamos a aplicarlas, para, si es
hay que respetar tiempos de
espesores y otras normas de
En la imagen podemos comprobar como la lámina de pintura se esta despegando
del soporte, seguramente debido a un problema de aplicación incorrecta del
producto.
En esta actuación de re-impermeabilización, podemos distinguir una discontinuidad
en la aplicación del producto. Seguramente se haya aplicado en las zonas donde se
han manifestado las filtraciones.
Es bastante común que los propietarios de los edificios, antes de acometer unas
obras con garantías de calidad y durabilidad, acometan pequeñas reparaciones, a
menudo defectuosas, para intentar solucionar momentáneamente los problemas de
filtraciones.
En estas imágenes podemos ver unas reparaciones puntuales realizadas con pintura
de caucho y unas pruebas de estanqueidad que no cumplen los criterios definidos
anteriormente para este tipo de comprobaciones.
En ocasiones, elementos constructivos ajenos al propio sistema de cubierta pueden
incidir negativamente en el comportamiento de esta. En esta ocasión, la rotura en
un pilar de hormigón armado que sustenta una pérgola de remate en esta cubierta,
ha provocado la rotura de parte de la protección de la lámina impermeabilizante,
ofreciendo facilidades a la entrada de agua por detrás de la lámina y al rápido
deterioro de la misma.
La rotura de la protección de los muretes de cubierta es un punto de entrada de
agua directa al elemento constructivo y puede llegar a manifestarse como humedad
de filtración en las plantas inferiores.
La protección de los petos perimetrales y otros elementos constructivos de cubierta
deben considerarse como parte de la misma. Conservándolos correctamente
también contribuimos a conservar el elemento cubierta en buenas condiciones.
La falta de protección de los paramentos verticales de cubierta, como sucede en
esta caja de escalera, provoca la filtración del agua de lluvia a través del elemento
constructivo provocando desprendimientos del revestimiento. En la imagen se
diferencia con bastante claridad el nivel del acabado exterior de cubierta.
Es necesario mantener en buenas condiciones los revocos y revestimientos de los
paramentos verticales de cubierta debido a la incidencia directa de las inclemencias
meteorológicas en ellos.
Detalle del estado del revoco exterior del paramento.
No revestir el exterior de los petos de cubierta ha sido práctica habitual durante
mucho tiempo. Además de comprometer la durabilidad del propio elemento y del
revestimiento interior, esta situación puede llegar a provocar humedades por
debajo del nivel de cubierta como se muestra en el gráfico adjunto.
Por otra parte, es también conveniente para estos elementos su coronación con un
remate con goterón como protección.
En este caso, el mal estado de elementos situados en cubierta puede provocar, de
manera directa, la lesión en la cubierta plana. Cuando se reparen los daños en el
muro, se tendrá que comprobar el estado de la zona afectada por el derrumbe,
interviniendo en ella si fuera necesario.
Los elementos que atraviesan la impermeabilización, como este conducto de
evacuación de humos, son uno de los principales puntos débiles de un sistema de
impermeabilización. En este caso, el poco remonte de la impermeabilización en el
elemento, la falta de protección de la unión entre los materiales y la proximidad al
punto de desagüe de la cubierta, provocan humedades por filtración sobre el falso
techo de cocina inferior.
A veces la manera caprichosa de pasar instalaciones provoca situaciones difíciles de
solucionar. En este caso la disposición de los tubos provoca grandes dificultades
para el remonte de una lámina impermeabilizante. Si los tubos salieran en un
tramo recto y contaran con una separación entre ellos suficiente se podría optar por
un remonte de la lámina de cubierta.
La solución adoptada consiste en una impermeabilización exterior con pintura de
caucho sin velo ni armadura. Quizá la utilización de un material de este tipo, pero
autoarmado con fibras hubiera mejorado el resultado. También la protección de
este tramo de impermeabilización con un cajón de obra sellado perimetralmente
con un material elástico.
De todas formas se trata de un punto débil en esta impermeabilización que
requerirá de un seguimiento en las inspecciones de mantenimiento.
La presencia de instalaciones en cubierta puede presentar otro tipo de problemas.
En este caso la aportación de agua se produce por un escape en las instalaciones
comunitarias de cubierta. Al tratarse de
una causa accidental, la principal
diferencia respecto a una aportación de agua de lluvia consiste en que, hasta que la
fuga no se repare, el aporte puede ser continuo. De esta forma el desgaste de la
cubierta es mayor. En este caso, además, se agrava la situación debido al
contenido de sustancias químicas del agua proveniente de la torre de refrigeración,
deberemos informarnos de que sustancias se trata y si son perjudiciales para los
materiales de cubierta.
Unos trabajos de mejora de las instalaciones en esta azotea provocaron la
eliminación de una banqueta de acero de una instalación en cubierta, cortando las
patas de la misma a nivel de suelo y dejando al descubierto el canto del perfil
metálico que la formaba.
Los anclajes de acero deben ser retirados y las zonas de impermeabilización
afectadas, si las hubiera, deben repararse.
La necesidad de colocación de un espacio para tender ha forzado esta solución
empotrada en medio de los paramentos de cubierta.
Se deben valorar todas las posibilidades y hacer uso de todos los recursos para
evitar este tipo de soluciones.
La principal vía de localización de una filtración de agua al interior del edificio es,
precisamente, la propia visualización de la humedad. En viviendas deshabitadas, un
problema de solución rápida y económica se puede agravar provocando lesiones
mucho más graves, incluso hasta el punto de poder provocar el colapso del
edificio. En esta vivienda, largamente deshabitada, las viguetas de madera estaban
degradadas y en varios puntos, el falso techo de cañizo se había desprendido.
En estas imágenes podemos comprobar como la entrada de agua a través de la
cubierta ha degradado la estructura de viguetas de hormigón armado hasta el
punto de forzar su total sustitución.
Un mantenimiento más cuidadoso hubiera evitado tener que realizar una actuación
tan costosa, agresiva y molesta.
En esta cubierta el agua se queda estancada hasta su evaporación. No consigue
evacuar
aún estando el sumidero limpio. Esta situación puede provocar la
aceleración del deterioro de los materiales de cobertura, baldosas de gres y
mortero de agarre,
e incluso del material impermeabilizante.
La presión
hidrostática avisará de la primera discontinuidad que aparezca en la lámina
impermeabilizante.
Obviamente se trata de un problema de ejecución de la cubierta, durante la misma
no se tomaron los niveles correctamente, provocando una acumulación de hasta
2cm de profundidad en su punto más bajo.
En esta cata realizada en una cubierta recientemente rehabilitada con filtraciones
podemos ver el sistema de colocación empleado. Se colocó una lámina de oxiasfalto
directamente sobre una solera de loseta rallada, sin la utilización de chapa de
mortero para poder asentar la tela correctamente y evitar el roce con los cantos
vivos de las piezas cerámicas, no se aplicó imprimación alguna, ni geotextil de
protección por encima de la lámina.
Durante la colocación de la nueva impermeabilización, descubriremos aquellas
zonas que podamos impermeabilizar con garantías durante la jornada de trabajo.
En cubiertas de superficie importante es conveniente realizar cortes en la
impermeabilización vieja e impermeabilizar hasta ese punto con el fin de no dejar
espacios sin proteger en previsión de posibles lluvias durante las noches o periodos
de inactividad.
El acopio de materiales de cualquier tipo en cubierta debe hacerse de manera
ordenada y lógica. Los elementos que reciben la carga del material tienen que estar
diseñados para poder soportarla. Si no es así, en algún caso, una intervención de
mejora puede ser causa directa de otras lesiones.
Podemos ver distintos ejemplos de cómo colocar
elementos en cubierta de manera inapropiada.
En el primer caso, el cobertizo añadido vierte sus
aguas directamente contra el paramento del
edificio y sobre la junta del zócalo donde remonta
la lámina.
La colocación, por otra parte, de elementos de
instalaciones debe alejarse, en la medida de lo
posible de las zonas de sumideros, intentado
colocar estas en zonas altas de la cubierta.
La utilización inapropiada de la cubierta puede ser fuente de problemas. En estos
casos, la práctica conversión de las cubiertas en cubiertas ajardinadas provoca
solicitaciones para las que el soporte estructural y la cubierta como tal no han sido
diseñados.
Si la falta de mantenimiento acorta la vida útil de las cubiertas, la utilización de
estas como almacén o como vertedero incontrolado acelera las condiciones
favorables para su degradación ayudando a la retención de humedad, la creación
de organismos, etc.
Resulta extraño ver una cubierta donde el mantenimiento de la protección de la
impermeabilización se mantenga tan al día. Las piezas más oscuras son las
originales de la cubierta y se localizan, por la distinta tonalidad de piezas, hasta
tres fases de reparación diferenciadas.
11.- BIBLIOGRAFÍA
-Manual de diagnostico e intervención en cubiertas planas, Lara Trujillo
(Col·legi d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona)
-Humedades en la edificación, control de calidad en la impermeabilización, Luís
Aguado Alonso (Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos técnicos de Madrid)
-Curso de Tipología, patología y terapéutica de las humedades, Geronimo Lozano
Apolo, Carlos Santolaria Morros y Alfonso Lozamo Martinez-Luengas
(Consultores técnicos de construcción CB)
-Elementos de la edificación. Capítulo 4: cubiertas planes e impermeabilizaciones
(JJ Ortega y López de Prado, R. Fernández Marín)
-Tecnología de la Arquitectura y de la Construcción- Humedades en la edificación
Francisco Ortega Andrade (EDITAN, S.A.)
-Roofs, Arian Mostaedi (Broto i Comerma)
-Enciclopedia Broto de patología de la construcción- 5 Elementos Constructivos II
Broto y Comerma (Broto i Comerma)
-La cubierta plana, un paseo por su historia, Ramón Graus (UPC)
-“Norma Básica de la Edificación” NBE-QB-90
-“Norma Tecnológica Española, azoteas” NTE-A
-Revista constructiva- Envolventes 05
-Revista Tectónica- Cubiertas Planas.
-Guía Weber. (Weber Cemarksa)
-Guía de productos (Sika)
-INTERNET:
www.sika.es
www.danosa.es
10.-DOSSIER FOTOGRÁFICO
INTRODUCCIÓN
A continuación exponemos un dossier fotográfico con casos y situaciones reales.
Para cualquier técnico acostumbrado a la rehabilitación de cubiertas, este dossier
no tendrá ningún valor especial, sino como reconocimiento de lesiones que ha
podido ver y analizar en obra innumerables veces. Para alguien no avezado a la
inspección de cubiertas creemos que puede ser orientativo y muy gráfico.
Estas imágenes están extraídas del fondo fotográfico de un despacho de arquitectos
técnicos dedicado íntegramente a la rehabilitación de edificios en Barcelona y
alrededores. Aunque las lesiones y deficiencias son muy diversas observaremos que
el sistema de cubierta plana hallado en los diferentes edificios es repetitivo. Se
trata de azoteas impermeabilizadas casi siempre con lámina asfáltica y con
protección de baldosa cerámica de distintas formas y calidades. Este tipo de
cubiertas es, sin duda, el predominante en esta zona. En algunas cubiertas
podemos hallar impermeabilización asfáltica autoprotegida o impermeabilización
con poliéster o clorocauchos, pero en la mayoría de casos se trata de cubiertas reimpermeabilizadas donde aún se adivina el relieve de la espiga del “terrat”
tradicional. En otras ocasiones se conservan las cubiertas a la catalana con su
cámara ventilada, aunque pocos casos quedan ya en que estas cubiertas no
funcionen por obturación, es decir, no dispongan de lámina impermeabilizante.
Creemos interesante destacar la diversidad de usos que en una misma zona y en
un mismo tipo de cubierta podemos encontrar. Dependiendo dicho uso, a menudo,
de si se trata de una zona de uso privativo o comunitario, de su situación respecto
al entorno, de las particularidades del edificio, de la facilidad de convertirse en
una zona lúdica o no, e incluso del carácter individual de los habitantes del edificio.
Así pues, algunos de los usos más comunes y que en general guardan estrecha
relación con el estado de conservación y mantenimiento de los distintos tipos de
cubierta son:
-Zona de tendido de ropa.
-Centralización de instalaciones (cubiertas transitables o no transitables).
-Zonas ajardinadas.
-Zonas de uso privativo, donde se pueden encontrar incluso prolongaciones o
ampliaciones del espacio interior, a menudo sin demasiado criterio, obviando la
función principal de la azotea.
-Zonas de recreo comunitarias,
instalaciones deportivas.
con
instalaciones
como
piscinas
u
otras
-Zonas de almacenamiento con trasteros habilitados para tal uso.
-Zonas de almacenamiento sin ningún tipo de habilitación especial.
-Simple evacuación del agua de lluvia (cubiertas transitables o no transitables).
-Zonas habilitadas para el tránsito de vehículos.
Sobre la selección fotográfica, cabe decir que todas las imágenes expuestas fueron
tomadas en fase de inspección o bien en fase de obra. Queremos resaltar con ello
la importancia de estas dos fases dentro de la reparación, rehabilitación o mejora
del elemento.
Es muy importante ser minuciosos en el estudio de la cubierta para intentar
conocer como está construida, como se comportan los elementos que la conforman,
dependiendo de parámetros como su tamaño, geometría, materiales que los
conforman, situación respecto al entorno y al medio, etc.
Por otra parte, el control de la ejecución de las obras de rehabilitación, reparación o
mejora es también básico para poder ofrecer una garantía de durabilidad de dicha
intervención. Control de los materiales a utilizar y control de su puesta en obra,
para evitar situaciones desagradables como algunas de las que se describen a
continuación.
Las distintas imágenes están ordenadas de la siguiente forma. Primero se describen
algunas lesiones producidas por envejecimiento, causas físicas y químicas. A
continuación siguen imágenes de los puntos débiles de estas cubiertas, descritas
ampliamente durante este trabajo. Posteriormente se muestran algunas reimpermeabilizaciones poco cuidadosas. Seguidamente, como elementos de obra
ajenos a la impermeabilización pueden influir en las filtraciones. Paso de
instalaciones y anclajes. Finalmente algunas imágenes describen una utilización
descuidada y falta de mantenimiento de las cubiertas. En algunos casos sólo se
describe la lesión que se muestra y en otros se explica la situación que ha
provocado el problema y en ocasiones, la posible solución.
En esta cubierta de unos cuartos trasteros, la inspección exterior no revela
deficiencias graves, tan solo el vaciado de material en las juntas y alguna pieza
presenta rotura. Sin embargo, en el interior las filtraciones son evidentes en toda la
superficie del techo.
La ejecución de este elemento, que ronda los 40 años, se puede considerar buena.
Se trata simplemente del fin de la vida útil de dicha cubierta como tal. El elemento
impermeabilizante que tan buen resultado ha dado ha perdido al fin sus
propiedades.
En esta azotea no transitable, podemos comprobar la proliferación de
microorganismos. La aparición de estos podría representar un ataque de tipo
químico al soporte.
Es indispensable ante cualquier actuación que no prevea la total sustitución de la
cubierta, la correcta limpieza del soporte mediante productos químicos específicos
para tal fin.
Una causa de origen físico de degradación de la protección de la impermeabilización
y que, por tanto podría ser origen de otras lesiones, es la rotura de piezas por
acción del hielo. Cuando el agua se introduce en los poros de la pieza cerámica y se
congela, el aumento de volumen que experimenta el líquido consigue exfoliar la
pieza.
En esta imagen vemos la combinación del efecto de congelación de la capa de
plaquetas, que ha provocado innumerables roturas, y la existencia de organismos
que colaboran a la degradación del elemento.
Cabe comentar que la incapacidad de la cubierta, en este caso, de evacuar de
manera efectiva el agua de lluvia y en ocasiones, del rocío matinal, facilita la
aparición de estas lesiones, creando un medio húmedo ideal para el desarrollo de
estos organismos y para la aparición de exfoliaciones por congelación.
En esta imagen podemos ver como los organismos han aflorado en otro punto débil
como es la junta de dilatación del sistema de cubierta.
La existencia de estos organismos en cubierta denota falta de cuidado del
elemento. Su presencia ayuda a la degradación de los materiales de la junta y
cobertura y por tanto acorta la vida de la cubierta. Si hubiera existido un
mantenimiento básico se habría mantenido la junta limpia reponiendo
periódicamente el material de sellado.
Un rejuntado de piezas cerámicas con un mortero excesivamente pobre puede
provocar una rápida pérdida del material de la junta a pocas semanas de su
colocación.
En otras ocasiones la erosión del material de la junta se produce en un tiempo
mucho mayor. Formaría parte del mantenimiento de la cubierta el relleno de las
juntas con un material adecuado para tal fin.
La colocación de un pavimento de gres como acabado de cubierta, sin dotarlo de
juntas elásticas perimetrales ni de una separación mínima entre piezas, ha
provocado esta lesión.
Aquí se repite la misma causa para esta lesión, el mortero de la junta es de gran
resistencia y la junta perimetral no es adecuada.
Se observa una junta de dilatación de
la cubierta con el material de relleno
elástico
totalmente
agotado
y
expulsado de la junta. Además, se ha
producido un abombamiento de las
piezas de cobertura, muchas de ellas
han saltado.
Este pavimento se colocó en su día
sin una adecuada junta perimetral. Al
no poder dilatar libremente en sus
laterales, lo ha hecho por la junta
central, pero de forma desmesurada.
Esta lesión favorece la desprotección
del elemento impermeabilizante y
puede ser fuente de nuevas lesiones.
En la imagen inferior el empuje ha
logrado expulsar el material de
relleno pero no ha provocado lesión
en el pavimento.
En esta cata realizada en una cubierta recién impermeabilizada, se puede ver la
existencia de junta de dilatación perimetral. La colocación de un grueso de
poliestireno asegura la flexibilidad del sistema, evitando de este modo, que el
material
de
obra
pueda
entrar
en
el
espacio
de
la
junta.
El concepto de libre dilatación debe aplicarse también a elementos como los zócalos
o bateaguas que debido a su rigidez y a su carácter longitudinal sufren lesiones de
importancia principalmente en esquinas. La intercalación de juntas elásticas, la
imposición de juntas entre piezas rellenas con morteros deformables pudieran ser
solución a estos problemas. Es importante, además, que el material de agarre de
la pieza no resulte excesivamente rígido.
Cabe destacar la importancia de reparar estos daños a la mayor brevedad posible,
pues acortan la vida de la cubierta, deteriorándola en uno de sus principales puntos
críticos.
En esta cubierta el mimbel perimetral ha sido colocado aplacado directamente en
el paramento revocado, sin regata ni empotramiento alguno en el paramento. Se
ha confiado el correcto funcionamiento del elemento a la adherencia entre el
mortero del revoco y la pasta de agarre de la pieza cerámica. Los movimientos
térmicos, probablemente, han marcado una peligrosa junta en la unión asegurando
la entrada directa del agua de lluvia. En este caso el guardaguas no actúa como tal.
Las juntas de dilatación de cubierta y uniones con paramentos son punto de
lesiones y posteriores filtraciones.
En ocasiones, si el resto de la
impermeabilización se considera en buen estado, es posible ejecutar la reparación
puntual de estos puntos, como se ve en la imagen superior.
Aquí observamos la rotura de la capa de baldosas en un balcón debida
probablemente a la corrosión en el anclaje de la barandilla y a la rigidez del
revestimiento de acabado (las piezas están colocadas a hueso). Los efectos
provocados en el techo de la planta inferior son notorios.
La tradición constructiva, hasta bien entrados los años ochenta, obviaba la
necesidad de la colocación de lámina impermeabilizante en balcones, otorgando la
propiedad de impermeabilizante a la capa cerámica de acabado, o lo que es más
grave, a sus juntas.
Siempre que se vayan a reponer pavimentos en estas zonas es necesario colocar
una lámina impermeabilizante que evite estos problemas en un futuro.
Un problema habitual en balcones es como solucionar el final de la
impermeabilización en los terminales de losa de balcón. La colocación de una pieza
perimetral con goterón que tiene que volar del canto de losa, provoca que las
impermeabilizaciones en estos elementos se suelan quedar a varios centímetros del
final. Al hacerlo así mejoramos considerablemente el agarre de dichas piezas al
soporte, pero no damos una protección completa a la losa.
Una posible solución sería la aplicación de una capa de mortero impermeable en
esa zona, donde la lámina asfáltica pueda remontar y finalizar el sellado con un
impregnante o pintura asfáltica.
Al acometer la impermeabilización en balcones donde los paramentos verticales
están formados por obra vista, a menudo, surge un problema de carácter estético.
Remontar 15cm la impermeabilización supone llegar hasta el tercer ladrillo
rompiendo el despiece original del paramento. Por esta razón, a menudo nos
encontramos con impermeabilizaciones que remontan 5 cm (1 ladrillo) y luego son
cubiertas con un zócalo, intentando, en cierto modo, respetar el despiece original
del elemento, en otras ocasiones (imagen inferior) la lámina ni siquiera remonta
por encima del pavimento a colocar.
Otro punto conflictivo es la unión de una cubierta plana con otro sistema como, en
este caso, una cubierta inclinada. Se aprecia que en una reparación anterior
efectuada con pintura de caucho se había querido dar solape a ambos sistemas.
Será difícil evitar problemas de filtración si no damos continuidad a nuestra lámina
impermeabilizante, retirando la coronación de la cubierta de pizarra, montando la
tela por encima y volviendo a colocar las piezas extraídas anteriormente.
+
Otra unión comprometida entre diferentes cubiertas, si nuestra lámina
impermeabilizante no remonta por debajo de la primera línea de tejas no podremos
asegurar la estanqueidad de la unión.
Las zonas de complicada geometría dentro de la propia cubierta son también
puntos críticos y de especial control. Este tipo de elementos obligan a recortes y
solapes que suelen quedar sometidos al buen hacer del operario.
En este punto en concreto se añade el problema que provocará la segura
discontinuidad del aislante térmico pudiendo provocar un posible puente térmico.
Si observamos la formación de estos encuentros con paramentos laterales,
advertiremos que la principal diferencia radica en la regata de empotramiento
realizada en la imagen superior e inexistente en la inferior. El primer encuentro
utiliza la geometría como principal argumento, el encuentro inferior, supedita su
estanqueidad al buen comportamiento de las uniones entre materiales , laminaladrillo, revoco- ladrillo, y a la impermeabilidad del revoco a colocar.
La falta de un elemento suficientemente resistente en la unión del pavimento con
los paramentos verticales provoca esta lesión. El mortero de recubrimiento, sin
apenas cuerpo, se desvincula del remonte de la lámina impermeabilizante,
marcando con una fisura el punto máximo de remonte.
Este tipo de cobertura precisa de un mimbel o guardaguas como continuidad del
propio pavimento y como protección de una zona tan delicada como el encuentro
vertical de paramento y lámina.
El remonte de la tela impermeabilizante de esta cubierta recién ejecutada no llega a
los 3cm en algunos puntos.
Debemos asegurarnos del correcto remonte del elemento impermeable a unos
15cm desde el acabado de cubierta y de su correcto empotramiento en el
paramento
La aparición de unas importantes humedades por filtración en el falso techo del
ático de la imagen superior izquierda, se produjeron tras las primeras lluvias de
importancia que recibía la azotea del edificio recién renovada. La apertura de una
cata en la zona más afectada, descubrió la deficiencia. Se halló una zona de
aproximadamente un metro lineal de encuentro entre pared y pavimento, donde no
se había doblado la lámina y no se habían realizado las correspondientes medias
cañas. En la imagen de la cata se aprecia el corte producido en la tela en ese
punto.
Este error de ejecución creó desconfianza en la totalidad del sistema y se tuvieron
que realizar hasta 20 catas de comprobación en mimbeles y zonas de especial
peligro como sumideros (foto superior derecha).
Una filtración en esta cubierta recién ejecutada provocó la apertura de catas en las
zonas afectadas. En la parte derecha de la imagen podemos ver la falta de unión de
un solape.
La intercalación de juntas para dilatación de la cubierta o de la capa de protección
forman parte de los puntos críticos del sistema. Siempre que sea posible
colocaremos estos elementos en las zonas altas de cubierta, para que reciban un
paso menor de agua que el resto de la azotea.
En este caso, parece ser que será dicha junta la que conducirá las aguas hasta la
bajante. Si esto es así, se deberá ejercer un atento mantenimiento de este punto
reparando y renovando periódicamente su material de sellado.
En estos dos casos observamos como el paso del agua hacia la tubería bajante
queda estrangulado por los elementos de obra. Ya que los bajantes se calculan en
función de la superficie de cubierta a la que deben dar servicio, la ejecución de la
cubierta no debe minorar estos cálculos reduciendo la sección de paso.
En estos casos la situación es agravada por la situación de los sumideros, ya que
las esquinas son zona de acumulación de residuos como hojas, arenilla u otros
elementos. La falta de limpieza en cubiertas, debido en parte al poco uso que se
hace de ellas, puede provocar tapones en los sumideros. El sistema falla,
produciéndose filtraciones, cuando el nivel de agua de lluvia supera el punto más
bajo del remonte de la impermeabilización, o bien por presión hidrostática si existe
alguna discontinuidad en la lámina.
Una deficiente ejecución del encuentro entre la lámina impermeabilizante y la
conducción de desagüe, ha provocado la filtración directa del agua de lluvia. Cabe
decir que la deficiencia no era fácilmente detectable desde el exterior, por lo que se
tuvo que desmontar el falso techo de la planta inferior. En el encuentro directo
entre lámina asfáltica y conducción de PVC existía un solape sin unir.
Podemos ver dos casos diferenciados donde la suciedad en los sumideros ha
provocado problemas en cubierta.
En el primer caso, parte
lluviosos.
de la cubierta quedaba encharcada durante los días
En el segundo caso, la falta de limpieza del sumidero, debido en parte, al
desconocimiento de cómo realizar dicha limpieza en un sistema de cubierta
invertida como este, sirvió para detectar problemas de continuidad en la lámina
impermeabilizante.
En esta cubierta, en teoría, ya preparada para la colocación de la lámina
impermeabilizante, el punto bajo del tubo de desagüe se sitúa más de un
centímetro por encima de la chapa de mortero. En este caso se decidió bajar la cota
del desagüe que había sido instalado recientemente.
La presencia de elementos como lucernarios y claraboyas provoca la formación de
juntas entre materiales distintos que, de no estar muy bien resueltos, pueden
provocar la aparición de filtraciones de agua. En esta ocasión se ha intervenido
exteriormente en el intento de reparar la lesión o minimizar las consecuencias.
Se observa una mancha por filtración en planta ático proveniente de la junta entre
el solado de terraza de planta sobre-ático y la carpintería de aluminio que cierra el
hueco de acceso a dicha vivienda.
Las uniones entre balconeras y la impermeabilización son uno de los puntos débiles
y más cuando se realiza la salida a un mismo nivel. La lámina impermeabilizante no
puede levantarse en estos puntos y la efectividad del sistema queda supeditada al
sellado entre aluminio y baldosa y a la correcta evacuación del agua por geometría.
En este caso, la pendiente aplicada no fue suficiente y el sumidero no evacuaba con
rapidez, en momentos de fuerte lluvia, debido a la gran cantidad de m2 a los que
tenía que dar servicio.
En este caso, el acceso a cubierta general del edificio, desde la caja de escalera,
presenta una puerta de acero esmaltada que se ha corroído por la acción del agua
de lluvia. Se observa el reguero que el agua provoca en su entrada al interior de la
caja de escalera.
El acceso a esta cubierta no se realiza al mismo nivel, existe un pequeño escalón.
Alzar este paso unos pocos centímetros y montar la lámina impermeabilizante por
encima del alza, hubiese evitado esta lesión. Cabe decir que ni siquiera se aprecia
material de sellado alguno en la unión carpintería-cubierta.
En este acceso se producen filtraciones de agua de lluvia a través de la carpintería,
que debido a un avanzado estado de deterioro no ofrece la estanqueidad deseada.
El bajante de un cubierto irregular de aluminio se ha instalado junto al mismo
vertiendo toda el agua pluvial que el cubierto recoge directamente hacia la junta
entre aluminio y solado. Cuando los materiales elásticos de sellado han perdido su
efectividad se ha producido la filtración.
La reparación más adecuada para este problema, lejos de ser la de pintar el
cerramiento de aluminio con pinturas anti-goteras, pasaría por alejar el tubo de
dicho encuentro, disponiendo su boca de salida allí donde las vertientes de cubierta
alejen el agua y crear un poyete donde apoyar el cerramiento, o en su defecto
sellar con un buen producto la juntura.
Esta puerta de acceso a un terrado, a pesar de los esfuerzos, carece de protección
contra el agua de lluvia proyectada directa o indirectamente sobre ella.

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