El Torrente sanguineo. Silvio de Ferrari Lercari

El Torrente sanguineo. Silvio de Ferrari Lercari
Johanna Hamann (Lima, 1954) es profesora de la Facultad de Arte de la Universidad Católica, en la
que estudió escultura entre 1971 y 1976. En la Sala de Exposiciones de la Municipalidad de Miraflores presenta estos inciertos días de verano su sexta individual. El tema del cuerpo ha señalado
desde el inicio la creatividad de la arista que la ha sabido fortalecer con libertad de materiales.
El cuerpo como libertad, como opresión en su transición y ejecución. El análisis que ella practica es
una aplicación que no se limita a lo exterior. Por el contrario, la percepción minuciosa se centralizará en la actual muestra al cuerpo interior. Convengamos que las piezas en exhibición han ido trabajándose después de un largo proceso en los últimos tres años, período en que vivió la desaparición
del padre, con quien guardó un afecto y una amistad estrecha pero además ella sufrió los embates
de una enfermedad cuyos síntomas aún la acompañan en su convalescencia.
Las piezas suspendidas en el aire siguen un itinerario que tiene como eje el cuerpo y discurren en
el desorden del estallido inicial al orden final compuesto por la articulación genética. Cuerpo, frágil
refugio, el título de la muestra, son esculturas-instalación en hierro soldado, técnicamente calados
en la plancha y alambre. Sus fuentes han sido los textos de anatomía antiguos con los que solía
estudiar y consultar con su padre. Entre otros, Johanna ha estudiado minuciosamente los grabados
de la Enciclopedia de Diderot editada en 1762. “Tuve la sensación de ir llenando mi taller de entes ingrávidos”, a los que les fue dando contenido y forma. De ese modo, la exposición puede ser
explicada en el inicio con las esculturas suspendidas que contienen los sistemas regulares como
las venas y el aparato circulatorio, en un segundo momento hay una transición libre efectuada en
la composición con piezas o “retazos” para ingresar luego al “caos” y culminar con un retorno del
orden, el cerebro, células ampliadas. Un orden celular propio de la genética.
La nueva propuesta es diferente a la anterior, pero mantiene el tema central de su producción hasta
nuestros días. El cuerpo ha perdido su carácter como forma autónoma abriéndose a un despliegue
de soportes vitales, mostrándonos fragmentos de nuestros sistemas orgánicos. Johanna Hamann
advierte que “lo fragmentado se reune en el cuerpo como refugio de la vida, lo que se vive como
momentos, como inspiración … el instante: estar vivo”. Ese cuerpo está presentado escultóricamente en el estallido de su materialidad, sustraído, vulnerable, ingrávido, vital, pero frágil en sus
impulsos vitales.
Johanna Hamann. Artista Plástica
www.johannahamann.com
[email protected]
En esta muestra que plantea la fragilidad de nuestra existencia, sin remarcar en exceso un pensamiento sobre su destino, Hamann aborda nuestra existencia real que como seres vivos “depende
de nuestro cuerpo. Y el cuerpo como frágil refugio de la vida no dura para siempre”.
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Silvio de Ferrari Lercari
Expreso – Sábado 1 de febrero de 2003
Johanna Hamann. Artista Plástica
www.johannahamann.com
[email protected]