el monumento de tui al obispo salvado - Diocese de Tui-Vigo

Transcripción

el monumento de tui al obispo salvado - Diocese de Tui-Vigo
EL MONUMENTO DE
TUI AL
OBISPO SALVADO
(4 agosto, 2013)
Mons. Antonio Hernández Matías
Prelado de Honor de Su Santidad/ Canónigo emérito
Tenía yo 17 años cuando ingresé en el Seminario de Tui, en el mes de octubre de 1945.
Era entonces vicerrector D. Pascual Sánchez García, nacido en la provincia de Soria,
cuya familia vivía en El Rosal, y él fue quien me recibió (era mediodía) y me presentó
en el comedor. Mis estudios anteriores, hasta 3º de Bachillerato, me permitieron
incorporarme a 3º de Latín y Humanidades, concluido y aprobado en el mes de junio de
1946. Fue entonces cuando D. Pascual me preguntó si estaría dispuesto a pasar una
parte del verano en Tui, colaborando con la Comisión local, constituida entonces para
dedicar un monumento al obispo Salvado. De ella formaba parte D. Pascual, que me
propuso la tarea a que voy a referirme.
Tui. Plaza de la Inmaculada (1945).
Según mi memoria, la iniciativa del monumento en Tui era promovida (o, al menos,
apoyada con gran interés) por el Ministerio de Asuntos Exteriores, de Madrid. Estas y
otras acciones del centenario de 1945 las promovieron el franciscano Juan Rodríguez de
Legísima y el marista Manuel Rodríguez Rodríguez, presidente y secretario de la
Comisión Permanente del Consejo Superior de Misiones. El hermano ‘biológico’ de
Manuel, “el hermano Antonio”, también marista, daba clases de inglés, matemáticas e
historia civil en el Seminario. Otro hermano, Santiago, “maestro de Malvas”, escribió el
libro “El Padre Salvado. Un gallego civilizador de Australia”; obra patrocinado por el
Consejo Superior de Misiones (Madrid, 1944).
La Comisión promotora del Monumento estaba presidida por el alcalde, y de ella
formaba parte (como delegado del obispo) D. Pascual Sánchez García. Esta Comisión
determinó enviar cartas de petición de colaboración a toda España, dándole rango
“nacional” al homenaje al P. Salvado, con motivo del centenario de su llegada a
Australia. Las cartas que yo escribía las firmaba D. Rosendo Troncoso Bugarín,
parapléjico, atendido de manera altruista por una señorita, que luego se casó con él,
“para atenderle mejor”. Esto a mí me sorprendió mucho y admiré sobremanera.
Colocación de la estatua del P. Salvado. Tui, Plaza de la Inmaculada (septiembre de
1949).
Escribí a máquina no sé muy bien cuántas (acaso unas 200) con el mayor pulcritud
posible, sin erratas No había entonces fotocopiadoras, sino “papel carbón” para copias;
pero la Comisión prefirió que escribiera una a una. Se enviaron estas cartas a los
ayuntamientos y autoridades (civiles y militares) de todas las provincias, a las firmas
comerciales y a las personas adineradas, cuyas direcciones me facilitaban.
Ciertamente, me ocupó gran parte del verano, y, por el trabajo me obsequiaron pagando
la factura de un sastre de Tui a quien yo había encargado una sotana.
No recuerdo haber asistido a la inauguración del Monumento. Probablemente tuvo lugar
cuando yo me encontraba estudiando en Salamanca o en Roma. D. Pascual Sánchez
García, marchó de Tui a Lérida, cuyo obispo le ofreció una canonjía en aquella Catedral
Luego me carteé alguna vez con él y hube de agradecerle la gentileza de un “donativo”
que me envió generosamente. Me consta que D. Pascual falleció en Barcelona el día 19
de diciembre de 1969.
Particular de la colocación del
monumento al P. Salvado
(septiembre de 1949).
Recientemente, a través del
párroco de El Rosal, una sobrina
de D. Pascual envió varias cajas
de libros para la biblioteca del
Seminario de Vigo. Libros de
Teología, de Moral, de Historia
eclesiástica, y algunos
relacionados con el Derecho
Mercantil, pertenecientes a un
hermano de D, Pascual, abogado
en Madrid.
Tuve ocasión de visitar (en
Roma) la abadía benedictina de
San Pablo Extramuros donde
estuvo enterrado el P. Salvado,
antes de trasladar sus restos a
Australia. En la biblioteca del
Seminario se conserva una copia
de la Oración fúnebre
pronunciada en sus Exequias,
celebradas en “Sant’Andrea della
Valle”.
Dos sacerdotes de nuestra diócesis, D. Jesús Casás Otero y D. Juan Luis Martínez Diz,
estuvieron el año pasado en Australia. Y, con motivo de la JMJ de Madrid, pasó por Tui
un grupo de jóvenes de la diócesis de Perth, acompañados de su obispo, que celebraron
una Misa en la Catedral, presidida por D. Luis Quinteiro.
Según el Boletín Eclesiástico del Obispado de Tuy [15 de octubre de 1867 (4)], el P.
Salvado (entonces obispo de Puerto Victoria) asistió en el Seminario a la ceremonia de
la inauguración del curso 1867-1868, por hallarse en Tui para visitar a su familia. Así lo
afirma el cronista de la velada literaria celebrada en dicho acto.
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Sobre la música del P. Salvado
ENTREVISTA A LA PIANISTA
ANDREA GONZÁLEZ
( Entrevista con D. Avelino Bouzón, el 1 de octubre de 2013)
Análisis de las tres composiciones para piano del P. Salvado
La pianista Andrea González Pérez se presentó a principios de julio último en el
Archivo de la catedral de Tui para indagar qué piezas musicales se podrían interpretar
en el IKFEM. Después de explicarme su currículo, conversamos sobre el obispo
Salvado y sus tres composiciones para piano, cuyos originales se conservan en el
Archivo. Como manifestase mucho interés en estudiarlas, le facilité las copias de las
piezas con la condición de que me las devolviese y de que me concediese una entrevista
para el boletín de la parroquia de San Bartolomé de Rebordanes. Aceptó gustosamente.
El viernes 20 de septiembre, previa llamada telefónica, vino a devolverme las copias y a
realizar la entrevista. Comenzamos el reportaje.
Andrea en el piano de cola
Andrea, unas palabras de presentación.
- Nací en O Anxo (Pazos de Reis-Tui) el 8 de octubre de 1987; son mis padres José
Antonio y Ramona. Aunque con mis padres y mi hermano Alberto hemos tenido
algunas ausencias, como luego indicaré, sin embargo siempre conservamos el domicilio
familiar en el lugar de mi nacimiento.
¿Cómo fueron tus estudios y la iniciación en la música?
- Mis primeros estudios de preescolar los hice en el colegio de la Milagrosa (frente a la
catedral); a los 6 años inicié la Primaria en el Colegio nº 2 de Tui, y a los 7 fui con mi
madre al Conservatorio de música para matricularme; ya tenía decidido estudiar piano,
porque mi prima Sonia -la hija de Aquilino y Carmiña- cursaba piano y me gustaba ir a
su casa solariega de la rúa San Telmo a escuchar las piezas que ensayaba. Pero en el
Conservatorio me propusieron otros instrumentos por ser demasiado joven. A pesar de
eso, con 8 años empecé oficialmente los deseados estudios de piano. En Tui hice los 4
cursos de Grado Elemental en tres años; en ese tiempo recibí las clases del profesor
Carlos Enrique Pérez, con el que haría en Pontevedra los seis años de Grado Medio.
Contaba diez años cuando mi familia se trasladó a Marín, donde estudié el último curso
de Primaria y los cuatro de la ESO en el colegio de La Inmaculada Concepción de la
aquella villa; a la vez, me matriculé en el Conservatorio de Pontevedra. En 2003 regresé
con mis padres a Tui y me matriculé en primero de Bachillerato en el IES San Paio.
Además, durante el curso 2003-2004 continué asistiendo a las clases de sexto curso de
música (Grado Medio) en la ciudad del Teucro, a donde me llevaba mi padre tres días a
la semana en el Volkswagen Passat.
José Antonio y Ramona, padres de Andrea
Explica los saltos a Barcelona, a Castellón y a Milán en tus estudios de piano.
- En el último curso de Grado Medio, con 16 años, empecé a viajar a Barcelona en los
días libres para recibir clases particulares de piano de la magnífica pedagoga María
Jesús Crespo, concertista, a quien conocí en unas “master classes”, es decir, clases de
perfeccionamiento en el Conservatorio de Pontevedra. Durante dos años continué
viajando a Barcelona, y al mismo tiempo realizaba los cursos de Bachillerato y la
Selectividad. Justo, los exámenes de Selectividad me coincidieron con los de Acceso al
Grado Superior en el conservatorio ESMUC (Escuela Superior de Música de Cataluña),
que consistían en varias pruebas teóricas y prácticas, muy exigentes. Aprobada la
Selectividad, estudié el primer año de Grado Superior en el Conservatorio de Vigo (año
2005) y en verano hice un curso en Granada, donde conocí al pianista Leonel Morales,
catedrático del Conservatorio Superior de Música “Salvador Seguí” de Castellón.
Trasladé allí la matrícula e hice los cuatro cursos de Grado Superior. En 2010 asistí a
unas clases de perfeccionamiento de piano que impartía el maestro Vincenzo Balzani,
profesor del “Conservatorio Giuseppe Verdi” de Milán, en el que estoy incorporada
desde entonces. Actualmente hago un Master de alto perfeccionamiento (en italiano,
“Biennio specialistico in pianoforte”). Este último año hice el curso AMA (“Attività
Musicale e Autoemprenditorialità”), que podría llamarse en español “gestión de
espectáculo musical y emprendimiento” en la “Accademia d’Arte e Mestieri del Teatro
alla Scala” ( Milán).
¿Has participado en certámenes? ¿Qué premios has conseguido? ¿Recuerdas el
primero?
- En el transcurso de mis estudios de la carrera musical me he presentado a diversos
concursos nacionales e internacionales de piano. El primer premio lo recibí a los 13
años. Fue en el III Concurso Regional de Piano “Real Club Náutico de Vigo” para
Jóvenes Intérpretes (9 de diciembre de 2000); con la misma edad, el 7 de julio de 2001
conseguí el primer premio en el III Concurso Juvenil de Piano “Cidade do Fundâo”,
concedido por la “Academia de Música e Dança do Fundâo” (Portugal); también logré
el primer premio en la especialidad de Piano en el “I Concurso Musical organizado polo
A.M.P.A. do Conservatorio de Pontevedra” (30 de mayo de 2003); fui galardonada en el
VII Certamen Nacional de Piano Veguellina de Órbigo (León, 2005), en el “XII
Concurso de Piano Mestre Josep Serrano” (Valencia, 2006), y últimamente conseguí el
premio de la “Fondazione Wagneriana di Milano” (2012). Además, en el curso 2012-13
he sido becaria de la “Fundación Segundo Gil Dávila” y espero disfrutar de esa ayuda
este nuevo curso para continuar los estudios.
En el salón de tu casa he visto los diplomas de esos premios y otros que no
mencionas, ¿cuáles son tus objetivos para este nuevo curso?
- Primeramente acabar mi Máster, después preparar varios proyectos, como la 2ª edición
del Festival IKFEM que se celebrará en la eurociudad Tui-Valença (evento que
promovemos a través de la asociación “Xuventudes Musicáis de Tui” de la cual soy
presidenta) y diversos programas de conciertos que se convocan en Cuba, Italia,
Portugal, Santiago, etc.
Andrea con sus diplomas
¿Cómo se te ocurrió venir al Archivo de la catedral?
- A principios de julio en una entrevista sobre el Festival IKFEM para “Faro de Vigo”,
que me hizo la corresponsal en Tui Eva González, le indiqué que pensaba colocar un
piano, durante el festival, en la plaza de la Inmaculada, delante de la escultura del P.
Salvado a fin de que pudieran tocarlo los transeúntes. (Por cierto, la idea ha tenido una
magnífica acogida). Ante esta iniciativa, la corresponsal me habló de la música del
obispo Salvado y me facilitó el teléfono del director del Archivo, D. Avelino Bouzón, el
realizador de esta entrevista.
Hay que decir que el 20 de septiembre se realizó esta entrevista en dos etapas. La
primera en el Archivo, donde escribí la presentación y lo expresado hasta aquí por la
interviuvada. La segunda etapa tuvo lugar en su casa de Pazos de Reis. Allí, después
de saludar a sus padres, tomé diversas fotografías mientras Andrea interpretaba una
de las piezas del obispo Salvado. Le pregunté qué valoración podría hacer de las tres
composiciones. Como la pianista y profesora es muy exigente consigo misma, me
pidió un tiempo para estudiar las obras y no hacer un juicio superficial, si bien me
habló de algunos coincidencias con los maestros románticos Franz Liszt, Schubert,
del “bel canto de Bellini”, etc. Ante mi insistencia de un análisis más concreto y
preciso de cada obra, me señaló que necesitaba situarlas en la época de composición.
Le indiqué que entre 1850 y 1890. Como ya pasaban de la 11 de la noche, me
prometió estudiarlas y darme su informe al día siguiente (sábado 21 de septiembre).
Para concluir esta etapa domiciliaria de la entrevista, a modo de despedida, sus
padres le pidieron que interpretase una bonita pieza al piano. Andrea nos obsequió
con “La Marcha Turca”, a la que siguieron aplausos, saludos y deseos de un
merecido descanso.
Interpretación de Marcha Turca
ANÁLISIS DE LAS OBRAS EL OBISPO SALVADO
En el Archivo de la catedral de Tui se conservan tres composiciones
autógrafas para piano del P. Salvado, cuyos títulos originales cito a
continuación. La primera pieza se titula: “Fantasía, variaciones y final para
Piano forte. Compuestas y dedicadas a la Excelentísima Señora Condesa
Lebzeltern, por Rosendo Salvado”. A continuación se ofrece el comentario
de la profesora Andrea.
“El P. Salvado escribe en el
primer acorde: “tremolo”.
Este concepto musical, que
significa sucesión rápida de
muchas notas iguales (como si
se tratase de un temblor), ha
sido utilizado frecuentemente
por otros compositores para
representar en el piano el
sonido de la orquesta. Por
tanto, es como si un gran
“tutti” orquestal abriese la
composición del P. Salvado. En
mi opinión, el obispo Salvado
compone esta “Introducción” a
modo de obertura operística;
su carácter improvisado
provoca el contraste del
“tutti” orquestal con un
expresivo tema “liederístico”
central (alemán, “lied” =
canción) que nace de las
profundidades de una virtuosa progresión”.
“A continuación, se presenta el tema muy variado: hasta cinco veces usa los
recursos técnicos-compositivos típicos del periodo romántico (arpegios,
octavas, cromatismos expresivos). El tema consiste en una melodía
“anacrúsica” con ritmo de danza (anacrusa: nota o grupo de notas sin acento
que preceden al primer tiempo fuerte de una frase, colocado antes de la
barra del compás), acompañada por un sencillo colchón armónico en la mano
izquierda. Se intuye la influencia de la “maniera clásica” en cuanto a
estructura cuadrada y secuencia armónica”.
La pianista interpreta una pieza del P. Salvado
“Un “adagio affettuoso” en la
tonalidad de sol bemol menor
precede el Final. La tonalidad
menor contrasta con la de si
bemol mayor, en la cual está
escrita la “Fantasía y las
Variaciones”, y el color triste
de la tonalidad menor es
corroborado por las
indicaciones del P. Salvado:
“sentimentale”. El Final
comienza con un ritmo de
marcha en la mano izquierda,
que introduce el último
movimiento de esta
estrepitosa obra. Con la idea
de melodía acompañada, la
mano derecha del pianista
canta un tema que irá cogiendo
cada vez más vuelo hasta
desembocar en un asunto que
nos resulta familiar, pues es el tema “cantabile” que ya había usado en la
Introducción. Los acordes finales en la tonalidad de la bemol mayor culminan
la obra con acentos apoteósicos”.
La segunda obra lleva por título “Pequeño entretenimiento con aire de
Marcha para piano forte. Compuesto y dedicado a la virtuosa señorita
Paquita Patrelli, por Rosendo Salvado”.
La avezada pianista hace el siguiente análisis:
“Como bien nos indica el título, el P. Salvado compone esta obra a ritmo de
marcha; esto es, con un acompañamiento “ostinato” de carácter marcial. El
compositor, de nuevo, utiliza el “tremolo” (esta vez indicado figurativamente
con la nota re, dominante de la tonalidad de sol mayor, en la que se presenta
la obra) y una escala ascendente con octavas en “stacatto”, que nos deja en
suspensión para seguidamente introducir la marcha. La “música
programática”, es decir, la música descriptiva que pretende evocar imágenes
extra-musicales en el oído del público, se pone de moda en el periodo
romántico del siglo XIX. Beethoven fue de los primeros compositores en
describir el sonido de los pájaros, el rumor de un riachuelo o una tormenta
en su Sinfonía nº. 6, “La Pastoral”. En la obra del P. Salvado, con un poco de
imaginación, escuchamos el redoble del tambor en los diseños de octavas
partidas, que aparecen en progresión ascendente. Es interesante observar
cómo el compositor da una personalidad distinta a cada aparición de este
motivo recurrente: la primera vez “graciosamente”, al que responde con otro
motivo en “legato”; la segunda vez “elegante”, y responde “dolce”; la tercera
vez “con scioltezza“; la cuarta vez “battuto”, y responde “preciso”. Así, a
ritmo de marcha, continúa el resto de la obra hasta su final”.
Nos adentramos ahora en la tercera obra: “Gran Walz Fantástico, o sea un
cuarto de Ora en la Tertulia. Compuesto y dedicado a la Señora Marquesa
Santasilia, por Rosendo Salvado”.
Andrea nos amaestra con su erudito
comentario.
“El Gran Vals es una obra
brillante que contiene los
aspectos compositivos de una
época en la que el piano era el
instrumento más de moda para
expresar sentimientos y, a la vez,
lucir las dotes virtuosas del
intérprete. El P. Salvado escribe
una Introducción al Vals en
compás binario; un tema marcial y
majestuoso, el cual ya aparecía
en el “Pequeño Entretenimiento
con Aire de Marcha. Escrito a
octavas en las dos manos,
contrasta con “fermatas” llenas
de arpegios y cromatismos, que nos conducen, casi de modo improvisado, a la
danza del vals (obviamente en ritmo ternario). “Brillante” es la palabra
usada por el P. Salvado para definir el vals”.
“Me llama especialmente la atención, que el compositor cuide al detalle
todas sus indicaciones, no solo en esta obra sino también en las comentadas
anteriormente. Las anotaciones del pedal, de las dinámicas y del “tempo” son
indicadas en toda su obra. Esto me hace pensar que ha querido dejar un
legado escrito para que sus composiciones fuesen interpretadas por otros
pianistas y, por tanto, no han sido escritas con la única finalidad de un uso
personal. Esta obra es realmente difícil de interpretar, precisa de un
estudio detallado y de unas dotes técnicas muy sólidas por parte del
pianista”.
Para concluir la entrevista y resumir el análisis de las piezas del ilustre tudense, la
profesora Andrea hace una reflexión con denso contenido histórico, laudatorio e
icónico.
Andre lee una partitura del obispo Salvado
“Tengamos en cuenta que la cuna del arte y de la música en el siglo XIX estaba en los
países de Centroeuropa. Entonces, las diferentes expresiones artísticas, como la música,
la literatura, la pintura o la fotografía, convivían con un único propósito: comunicar un
sentimiento. Siguiendo los pasos de la corriente Centroeuropea, la obra musical del P.
Salvado trasciende a su belleza; más allá de los límites estéticos, apoya el sentimiento e
integra el patrimonio emocional, junto a las experiencias personales de su singular
aventura de culturizar a los aborígenes australianos. Me gustaría concluir con una frase
de un personaje prototipo de aquella época que dice así: La música constituye una
revelación más alta que ninguna filosofía (Luis
van Beethoven)”.
Por mi parte, deseo manifestar un vivo y
cordial agradecimiento a la distinguida
pianista, Andrea González Pérez, pues lo que
en principio iba a ser una corta entrevista la
hemos convertido en una extensa
conversación con trasfondo académico y
artístico. En efecto, ha sido más un diálogo
que una entrevista: las preguntas y las
respuestas surgieron con un razonamiento
natural y espontáneo, exento de cualquier
artificio, y eso es lo que hemos intentado
reflejar en este amplio reportaje.
Andrea en el Archivo
UN MUSEO EN TUI DEDICADO AL P. SALVADO
(29 julio, 2013)
M.Iltre.Sr.D. Avelino Bouzón Gallego
Canónigo Archivero de la Catedral de Tuy
INTRODUCCIÓN
El padre Salvado, hijo ilustre de Tui, falleció en el convento benedictino de San Pablo
Extramuros de Roma el 29 de diciembre de 1900. Para perpetuar su memoria en el
centenario de su muerte se celebró una interesante exposición en el patio del Palacio de
Justicia tudense y se publicaron varias monografías y artículos. En 1945 se había
conmemorado el centenario de su partida para evangelizar los aborígenes australianos.
En aquella ocasión se elaboró un amplio programa de actos y se erigió el sugestivo
monumento de la plaza de la Inmaculada, delante de los Juzgados, en el punto céntrico
del hermoso paseo de la Corredera, obra del escultor ponteareano Alfonso Quinteiro
Alonso.
En el centenario de su fallecimiento, rastreando los abundantes escritos del obispo
Rosendo (sobre todo los epistolares), diseminados en los más diversos archivos y en
manos de particulares, se agigantó su dimensión cosmopolita; pues su dedicación audaz
a culturizar a los indígenas australianos lo convierte en una figura extraordinaria de la
historia de la misionología y del indigenismo.
Cercano el bicentenario de su nacimiento, es el momento de publicitar la dimensión
universal y poliédrica de este personaje que lo mismo manejaba los aperos de labranza,
que cortaba el pelo o peinaba a los “salvajes”, o bien daba un concierto para financiar la
construcción del poblado de Nueva Nursia. El Grupo Filatélico y Numismático de Tui
ha sido madrugador en la celebración del nuevo centenario al haber logrado el sello
conmemorativo, concedido por la Comisión Filatélica del Estado. Con mi colaboración
en esta revista deseo manifestar al presidente del Grupo Filatélico de Tui y a todos sus
componentes la más expresiva felicitación por difundir la personalidad del padre
Salvado y de su gran epopeya, a la vez que agradezco la oportunidad que me ofrecen de
publicar este artículo.
NACIMIENTO E INFANCIA
Lucas José Rosendo Salvado y Rotea nació en el barrio tudense de “Riomolinos” el 1 de
marzo de 1814. Según consta en la partida bautismal, fue cristianizado al día siguiente
del nacimiento, fiesta de San Rosendo, fundador del monasterio de Celanova (Ourense).
A continuación copio literalmente el asentamiento bautismal: “En el día dos del mes de
marzo, año mil ochocientos catorce, yo, D. Juan Francisco Piñeiro, cura-párroco de esta
santa Iglesia catedral de la ciudad de Túy, en ella solemnemente bauticé a un niño que
nació en el día antecedente, a quien le puse por nombre Lucas Josef Rosendo, hijo
legítimo de D. Pedro Salvado y de María Francisca Rotea. Abuelos paternos, Domingo
Salvado y Tecla Pérez, éstos, con el padre del bautizado, son naturales de San Miguel de
Tabagón, mixta de San Bartolomé das Eiras. Maternos, Francisco Antonio Rotea y Ana
María Núñez, difuntos, ésta vecina de Túy, pero natural de San Justo y Pastor de
Entienza, y aquél, con la madre del bautizado, son vecinos y naturales de la referida
Túy. Fueron sus padrinos, y les advertí sus obligaciones, D. Lucas Portela y Doña
Josefa Figueiroa, vecinos también de Túy, y para que conste lo firmo como cura. Tuy,
fecha ut supra. Juan Francisco Piñerro”. Hay una rúbrica y una nota que dice: ”Obispo
de Puerto Victoria en la Australia”. Y para que así conste, expido, firmo y sello el
presente en Túy, a quince de noviembre de mil novecientos cuarenta y tres” (1).
Gloria Adelino Domínguez. Habitación
donde nació el P. Salvado.
El matrimonio formado por Pedro
Bernardo Salvado y María Francisca
Rotea Núñez tuvieron siete hijos: María
Victoria, bautizada el 24 de abril de 1799
y casada con D. Manuel Troncoso; María
Ramona Juliana del Carmen, bautizada el
9 de enero de 1801, casada con D. José
Agustín Comesaña, falleció el 30 de
Septiembre de 1872; Pedro Pablo Francisco, bautizado el 25 de enero de 1803, fue
presbítero-capellán de la Santa Iglesia Catedral y falleció en la casa de Riomolinos el 13
de junio de 1859; Domingo Agustín del Carmen, bautizado el 20 de diciembre de 1804,
sacerdote; Tomás Victorio, bautizado el 7 de marzo de 1807, falleció infante; Miguel de
los Santos, bautizado el 6 de julio de 1811, monje benedictino que estuvo con su
hermano en Australia entre 1869 y1879, falleció en A Guarda el 17 de abril de 1894
siendo capellán de las monjas benedictinas de aquella villa; Lucas José Rosendo, el
fundador de Nueva Nursia y obispo de Puerto Victoria en Australia, como se indicó más
arriba falleció en Roma a la edad de 86 años; Roque María, bautizado el 18 de agosto de
1816, debió fallecer infante (2).
Rosendo Salvado, después de realizar sus primeros estudios en el convento de San
Francisco, el actual Seminario Menor de Tui, el 24 de julio de 1828 ingresó en el
monasterio de San Martín Pinario (Santiago de Compostela), donde ya estaba su
hermano Santos. El 26 de julio del año siguiente tomó el hábito benedictino, pero fue
despojado del mismo en 1835 con la desamortización de Mendizábal, regresando a su
casa de Riomolinos. Sin embargo el 11 de noviembre de 1838 sale del puerto de Vigo
rumbo a Nápoles para incorporarse al monasterio benedictino de la Santísima Trinidad
de Cava dei Tirreni. El 23 de febrero de 1839 recibe la ordenación sacerdotal y el día de
su nacimiento y onomástico celebra la primera santa misa.
VOCACIÓN MISIONERA
En Cava acogieron también a otros monjes del clausurado monasterio de San Martín
Pinario, como al catalán José Benito Serra. Este y el tudense soñaban con ser
misioneros. Según el historiador benedictino García Colombás, la iniciativa partió
probablemente de Serra, pero la resolución fue tomada por Rosendo Salvado (3). Los
dos monjes españoles consiguieron el permiso de la Congregación de Propaganda Fide,
ahora Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Habían dudado mucho en
dar ese paso, pero el 26 de diciembre de 1844, reunidos ambos monjes en la celda del
padre Salvado y postrados ante un devoto cuadro de Nuestra Señora del Socorro que él
había llevado como recuerdo de Tui, encomendaron su proyecto a la Virgen.
Aceptados por la Congregación de Propaganda, y recibidos en audiencia por el papa
Gregorio XVI el 5 de junio de 1845, los dos monjes españoles juntamente con dos
italianos partieron para la gran aventura desde el puerto de Civitavecchia. El 21 de julio
llegaron a Londres y ocho días después salieron para el monasterio benedictino de
Downside, a unos 200 kms. al oeste de la capital, en donde se pusieron a estudiar inglés
con todo empeño. El 17 de septiembre de 1854 zarpaba del puerto de Gravesand la
fragata “Isabella” con la expedición misionera que el futuro obispo Brady capitaneaba
rumbo a Australia, y que comprendía treinta y ocho personas en total, de las que sólo
eran españoles el padre Serra y el padre Salvado. Al cabo de 113 días de penoso viaje,
el 7 de enero de 1846, al anochecer, arribaron a Freemantle antepuerto de Perth.
Brady formó varios grupos de misioneros y a cada uno le asignó un campo de acción.
Pronto se vio que el monje irlandés quería a sus hombres más bien para atender a los
colonos blancos que para predicar la fe a los nativos de los bosques. Pero Serra y
Salvado insistieron tanto que finalmente les dejó adentrarse en la selva, con unos pocos
compañeros, para evangelizar a los aborígenes (4).
LA CASA NATAL
El 4 de diciembre de 1999, un señor de Perth envió un correo electrónico al Archivo de
la catedral, diciendo que pensaba tomarse unas vacaciones en España y deseaba visitar
Tui, porque le habían hablado de un famoso obispo católico que misionara Australia
occidental, “el cual –son sus palabras- creció en Tui y su casa es una atracción turística.
También me dijeron que hay una estatua de este obispo en el centro de la ciudad”.
Desde el Archivo se le envió un “e-mail” con una breve semblanza del padre Salvado y
la foto del monumento, indicándole que agradeceríamos mucho que por su parte, si le
fuese posible, indagase sobre la existencia de escritos personales del mencionado obispo
en la abadía de Nueva Nursia y nos informase. Pocos días después escribió diciendo:
“Encontré alguna información para Ud. en un libro que conseguí en una librería, en él
leí lo siguiente: La casa de tres pisos, aún se mantiene en pie en memoria de su
honorable hijo. Hay muchas pequeñas habitaciones, una galería y ventanas que dan a un
espléndido panorama de campos ondulados, viñedos y huertas, extendiéndose por la
ventilada ribera del río Miño. Muchos dormitorios. Una guardería, separada de las
habitaciones más amplias en el segundo piso, reservadas para los parientes. La planta
baja tenía la cocina y también algunas habitaciones donde vivían los criados. Había
también un amplio comedor y un salón donde la familia se sentaba por las noches para
hablar y oír música. No se sabe la antigüedad de la casa. Se supone que los chicos
habrían jugado y cabalgado por las verdes laderas que bajan al río”.
Gloria Adelino Domínguez. Balcón trasero de la casa del obispo Salvado.
Vistas al río Tripes, Miño y Valença.
Esta descripción de la casa natal del obispo Rosendo Salvado la tomó de uno de sus
diarios el biógrafo inglés George Russo, cuya obra publicó el Consello da Cultura
Galega con motivo de la exposición del centenario de la muerte bajo el título “O señor
abade do Ermo. A vida e a época do bispo Salvado”. Después de describir la casa, el
autor añade: “Simplemente o feito de estar alí empapándose da beleza da paisaxe supón
entender mellor o profundo sentido da tradición que poseía o padre Salvado e o seu
aprecio tan intenso da música e a poesía” (5).
Efectivamente, la música formaba parte del patrimonio familiar heredado por el padre
Rosendo, marcando toda su vida. Así floreció su afición a la música vocal e
instrumental, pues su padre ejercía de salmista en la catedral, e incluso durante algún
tiempo actuó también de sochantre provisional. Es grato imaginar a la familia Salvado
reunida en torno a un piano, y también otros instrumentos, cantando canciones de la
tierra o fragmentos de operas italianas y de zarzuelas españolas. Es lo que solían hacer
muchas familias acomodadas para pasar agradablemente las largas veladas de invierno,
afirma el padre Ros, estudioso de la faceta musical del obispo Salvado (6).
CONCLUSIÓN
El fundador de Nueva Nursia, es conocido popularmente como padre Salvado o
erróneamente “fray” Rosendo, imponiéndose el tercer nombre de pila que corresponde
al santo festejado el día de su nacimiento. En la actualidad, al inicio de la calle que
conduce desde la Avenida de Portugal al barrio de la Sarabia un rótulo reza así: “calle
del Obispo Salvado”. La fachada de la casa número 7 tiene una placa de mármol blanco,
primorosamente tallada por el marmolista vigués J. Baliño, que muestra la siguiente
inscripción en relieve: “El día 1º de marzo de 1814, nació en esta casa el que fue obispo
de Puerto Victoria y últimamente de Aduani, y abad de nueva Nursia en la Australia
Occidental, el Ilmo. y Rvdmo. Padre Fray Rosendo Salvado y Rotea. “Los hijos de
Tuy” le dedican este recuerdo a su gloriosa memoria. Tui 7 de abril de 1902”.
A menos de un año de que se cumpla el bicentenario del nacimiento del obispo Salvado,
algunos organizadores de la conmemoración han pensado en conseguir su casa natal
(ahora que está a la venta) para dedicarla a un museo que perpetúe la memoria del
personaje, como hacen otras ciudades y países con los edificios relacionados con sus
hijos próceres.
(1) Cfr. Libro XVII de Bautizados de la parroquia del Sagrario de la Catedral de Tui, folio 329 vuelto. En
la portada de dicho libro depositado en el Archivo Histórico Diocesano dice: “Libro de Bautizados de la
Parroquia de la Sta. Iglesia Catedral de la ciudad de Tuy que principia en 10 de octubre de 1800”.
(2) Cfr. ERNESTO IGLESIAS ALMEIDA, Xenealoxía do bispo Salvado, en “O Bispo dos sen alma. Frei
Rosendo Salvado (1814-1900), unha misión en Australia. Exposición no centenario da súa morte.
Setembro – outubro de 2001. Pazo de Xustiza. Tui” , 61.
(3) Cfr. GARCÍA MARÍA COLOMBÁS, Recordando al padre Salvado, en “Tui. Museo y Archivo
Histórico Diocesano” 9 (2001) 31.
(4) Cfr. Ibid., 33.
(5) GEORGE RUSSO, O señor abade do Ermo. A vida e a época do bispo Salvado, Santiago de
Compostela 2001, 1.
(6) Cfr. ELADIO ROS, La música en Nueva Nursia, Madrid 1993, 20.
La familia tudense del Obispo Salvado
PILAR COMESAÑA, SU PARENTESCO CON EL
OBISPO SALVADO
(Entrevista con D. Avelino Bouzón el 17 septiembre, 2013)
María del Pilar Comesaña Ordóñez (Pilar), nació en Tui el 20 de diciembre de 1932, en
la calle de Abajo (rúa Cuenca), frente a la casa solariega del matrimonio Daniel Alonso
Bernárdez y Angelita Troncoso Bugarín, los padres de Daniel, Ángel y Angelita. El
parentesco de Angelita con el obispo Salvado se explicó en el boletín número 5 (julio
último). Pilar reside en Curuxeiras (Rebordáns) en la casa paterna de Julián Solla
Rocha, con quien se casó el 6 de marzo de 1954. Enviudó el 22 de diciembre de 2008.
Del matrimonio viven los dos hijos, Manuel Ángel y María Begoña; esta, casada con
Santiago Villar Prieto, habita en la casa paterna y atiende ejemplarmente a su madre.
Julián y Pilar. Bodas de oro.
Curuxeiras, 6 de marzo de
2004.
Hablemos de los ancestros. Pilar
emparienta con el P. Salvado en
quinta generación, igual que
Angelita, pero mientras esta
entroncaba con Rosa Benita
Comesaña Salvado, sobrina del
“bispo das barbas”, ella desciende
del hermano de Rosa Benita,
Ignacio Severo que casó con
María Rosa Pino, padres de
Carlos Ignacio Victoriano
Ceferino José, quien juró y tomó
posesión del cargo de Procurador
de Tui en septiembre de 1910.
Carlos Ignacio se casó con Pilar
Bugarín Menayo, de este
matrimonio nació el 13 de enero
de 1898 Carlos Manuel
Comesaña Bugarín, casado el 26
de diciembre de 1928 con Leonisa Carmen Ordóñez Rodríguez, los padres de Pilar.
El abuelo paterno de Pilar, Carlos Ignacio Comesaña Pino, firma varios testimonios a
favor de su primo político Rosendo G. Troncoso, administrador de “La Integridad”, que
ingresó en la cárcel de Tui el 7 de marzo de 1895 para cumplir una condena de cuatro
meses y un día por “injuria a la autoridad” del alcalde en el periódico antes mencionado.
En un escrito de apoyo al preso, Carlos se despide de este modo: “O teu primo que
muito [sic] che quere. 3-10-95 [1895], a las 6t [de la tarde]”. El 5 de julio de 1895, con
22 años, Carlos estudiaba para procurador en la universidad de Santiago, pues a la firma
con que termina su testimonio de apoyo añade “De la facultad de Derecho”.
Le pregunto a Pilar, ¿cómo te enteraste que eras familiar del P. Salvado? Respuesta:
“Por mis tíos Federico y Guadalupe, y también por mi padre que entroncaba con él por
el apellido Comesaña”. Añade la hija Begoña: “Guadalupe, hermana de mi abuelo, era
‘Señorita de compañía’. Hoy no suena bien pero antes se llamaba así la ‘institutriz’,
mujer que tenía a su cargo la esmerada educación o formación de los niños”.
También interrogo a la entrevistada sobre los comentarios que escuchó en su infancia,
en la casa paterna, sobre el P. Salvado. Ante mi insistencia obtengo esta vaga respuesta:
“Me decían que había un pariente lejano que fuera a las Indias y había traído el
eucalipto del atrio de la capilla ‘do Anxo’”.
A mi pregunta sobre si alguna vez alguien acudió a pedirles información por ser
familiares del P. Salvado. Se anticipa Begoña para comentarme que, hace unos cuatro
años, de la Televisión de Galicia (TVG) se presentaron en la “Droguería Solla”, que ella
regentaba en la calle Augusto González Besada, y le preguntaron si tenía un antepasado
famoso. Les dijo que sí: “el P. Salvado”. Lo que significó que la descartaran para el
programa “A miña famosa
familia”. Continúa la hija de
Pilar: “Entonces me
preguntaron si conocía algún
familiar mío que no lo
supiese”. Begoña los remitió a
Carlos Comesaña, su primo,
que había regresado de
Alemana y vivía “no Anxo
junto al eucalipto del P.
Salvado, cuyas hojas caen en
su finca”, afirma Begoña, y
prosigue: “Los de la TVG
llevaron a Carlos a la catedral y
a otros lugares relacionados
con el P. Salvado, como la
estatua de la plaza de la
Inmaculada, etc., para darle
pistas, pero Carlos no pescaba
ni una”.
Reclamaron a una persona
mayor de la familia que
pudiera saber más. Entonces la
historiadora Merchi Vázquez
Bartomeu, colaboradora de la
productora del programa, que
era la que iniciara los contactos
con Begoña, llevó a los de la
TVG a Curuxeira nº. 8, para
que le hicieran la entrevista a
Pilar, quien además de
informales del obispo Salvado, les habló de sus padres, de sus tíos y de las tías
misioneras Pilar y Ana, esta misionera en el Congo Belga.
Sor Ana Comesaña Bugarín, tía de Pilar. Misionera en el Congo.
Las dos religiosas pertenecían a la congregación de las “Franciscanas Misioneras de
María”; en Tui tenían el convento en el edificio actual del “Museo Histórico Diocesano”
y era conocido como “convento de Las Monjas Blancas”, o simplemente “Blanquitas”.
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LA QUINTA GENERACIÓN DE LOS PARIENTES
DEL P. SALVADO
2 julio, 2013
Seguimos tras las huellas del P. Salvado, esta vez guiados por Ángela Alonso Troncoso
(Angelita), de 86 años, soltera, que el 22 de mayo, a las 21,30 horas, me recibió en su
domicilio de la calle Ordóñez.
Entrevistada en su casa con la vecina Sita
Angelita tiene vínculos de sangre con Lucas José Rosendo Salvado Rotea, el obispo que
se dedicó a los aborígenes australianos conocidos entonces como “salvajes”. Pertenece a
la quinta generación por línea materna, pues su abuela Hermógenes Nicolasa era hija de
Juan José Bugarín Calvar, “de oficio ebanista”, y Rosa Benita Petra de los Dolores
Comesaña. Los padres de Rosa Benita fueron José Agustín Comesaña Estévez y María
Ramona Juliana del Carmen Salvado Rotea, hermana del obispo Salvado.
Hermógenes, nació el 19 de abril de 1862, siendo la mayor de nueve hermanos:
Candelaria, nacida el 2 de febrero de 1864; Rosendo Ángel que vio la luz al año
siguiente, 28 de febrero de 1865; Sara Dorotea, el 30 de marzo de 1867; Marcelino José,
el 26 de abril de 1869; Herminia, el 27 de diciembre de 1870; Victoriano nació el 14 de
febrero de 1873 y se licenció “en medicina y cirugía”, ejerciendo como “Director del
Laboratorio municipal de Tuy”, esto es, médico del municipio; José Manuel Alejandro
vino al mundo el 26 de febrero de 1875, y Elena Dolores el 8 de noviembre de 1876.
Angelita me dijo que su abuela Hermógenes era muy trabajadora. Se casó el 18 de
septiembre de 1893 con Florencio Rosendo Troncoso Pérez, quien trabajó como
administrador en el periódico “La Integridad”; en repetidas ocasiones me contó Daniel,
el hermano de Angelita, que su abuelo salvó de ir a la cárcel al presbítero Manuel Lago
González por una publicación considerada intolerable por la autoridad municipal.
Florencio Rosendo falleció con solo 41 años el 22 de marzo de 1902. Me dice Angelita
que Hermógenes se encontraba rezando el rosario con sus hijos, cuando oyó un fuerte
ruido, fue a la habitación de su marido y lo encontró muerto. Quizá ya estaba muy
enfermo, advierte la interlocutora. Añade que su abuela tenía un negocio de comestibles
con un gran almacén y vendía mucho; recuerda que abastecía a los frailes franciscanos
(portugueses y españoles) y a los colegios portugueses. La mercancía llegaba a la
estación de ferrocarril de Tui y después la transportaban en carros hasta el almacén;
“entonces no había coches”, advierte Angelita.
Le pregunté si en su infancia oía comentarios sobre el obispo Salvado, me contesta que
algo hablaban los mayores pero “los pequeños no nos interesábamos por él”.
La foto que ilustra este artículo se halla en la casa de Angelita; muestra a los cuatro
hijos de Hermógenes. Ella está sentada a la derecha y le siguen sus cuatro hijos
que presento a continuación de derecha a izquierda:
- Ramona Troncoso Bugarín, la mayor, religiosa de las Hijas de la Caridad. Según
Angelita, ocurrió la siguiente historia que parece tomada de una telenovela. Estaba todo
dispuesto para que Ramana se casase con un chico que era militar, y pocos días antes
de la boda, le dijo a su madre que no se casaba, pues estaba enamorada de Dios y a Él
quería entregar su vida. “Estás loca, hija”, repuso su madre.
Después se presentó el novio, y Ramona le manifestó la resolución que había
comunicado a su madre. Él le preguntó: “¿No me dejarás por otro hombre?”. – “Solo
quiero amar a Dios”, respondió ella.
Pasaron algunos años, eran tiempos de la guerra civil, y Ramona -ya Hija de la Caridadse hallaba en Burgos; la superiora le encargó que visitara y socorriera a los enfermos del
hospital próximo a la casa donde vivían, algunos heridos de la guerra. Allí encontró al
que había sido su novio y lo atendió. Posteriormente, con muchos años, hallándose en
Santiago de Compostela volvió a coincidir con su exnovio que vivía allí casado y con su
familia. Dice Angelita que algunas veces le visitaba con su mujer y sus hijos, y que
cuando murió Ramona numerosos militares asistieron a su entierro.
- El segundo hijo es Rosendo Francisco. Advierte Angelita que recibía frecuentes visitas
de sus primos Rosendo y Servando Bugarín para preparar obras de teatro, etc. (de él
hablamos en el número anterior de este boletín). Don Servando Bugarín Domínguez fue
maestro de capilla y organista de la catedral, y párroco de San Bartolomé de Rebordanes
entre los años 1927 y 1950.
- María, casada con su primo Evaristo Bugarín. Este fue jefe superior de policía y
estuvo en Lisboa atendiendo a los españoles y colaborando con la embajada española.
- Ángela [Angelita], madre de la entrevistada, se casó con Daniel Alonso Bernárdez. De
ellos trataré en otro número.
CASA NATAL DEL OBISPO ROSENDO SALVADO
(26 mayo, 2013)
El viernes, 3 de mayo de 2013, a las 10,14 horas, entrevisté en la Sala Capitular de la
catedral de Tui a Evaristo Rodríguez González (Tito), a quien acompañaba Juan José
Cortegoso Durán (Cheché). Tito es hijo de Evaristo Rodríguez Fonseca y de Josefina.
Su madre murió hace dos años con 101 primaveras; su padre nació en el barrio tudense
del Arrabal y tenía una fábrica de chocolates en la calle Coruña, donde se halla el
histórico crucero de la Puerta del Olmo, EL segundo edificio después del peto de
ánimas. “Hacía pitillos de chocolate”, apunta Cheché. Informa Tito que la fábrica “Evaristo Rodríguez Fonseca” (“o do Caseiro”)- hacía chocolates para el ejército y
funcionó hasta 1960. Añade: “Ya existía en 902, dirigida por mi abuelo que tuvo 13
hijos”.
Inés, Gloria y Carlos, marido de Inés. (Calle Ordóñez, 32)
A mis preguntas sobre la casa donde nació el P. Salvado, me contesta que Teresa
Rodríguez Fonseca, su tía paterna, casada con Rosendo [Francisco] Troncoso Bugarín el
27 de enero de 1950, compró la casa. Tito no me aclara si el vendedor o vendedores
eran familiares del obispo Rosendo y si tenían parentesco con sus tías Teresita, Carmiña
y Mercedes. Lo que SÍ sabe es que hace unos seis años la casa pasó a los 12 sobrinos de
la compradora, y que al tomar posesión de la misma, repartieron los objetos que
encontraron en los cajones de los muebles. Tito donó al Archivo de la catedral el libro
de Román Ríos, O.S.B., “Las Misiones Australianas de los Benedictinos Españoles”
(Barbastro 1930) y varias fotografías interesantes. Añade el entrevistado que había en la
casa muchas imágenes de santos, correspondiéndole una a cada sobrino.
El lunes, 20 de mayo, a las 16,30, tuve la oportunidad de conocer por dentro el edificio
de la calle “Obispo Salvado”, número 7. Había concertado la visita con Gloria Adelino
Domínguez, de 75 años de edad, nacida en el barrio de Paredes (Rebordáns) y casada
con José Rodríguez García (Pepe). Gloria, muy complaciente, me dice que fue
bautizada en la iglesia San Bartolomé, y allí recibió la Primera Comunión y la
Confirmación, siendo apadrinada en la crismación por Margarita Rosell.
Gloria me abrió la casa del P. Salvado. Estaba haciendo fotos de la fachada, cuando se
acercó María Dolores Silva González (Loli) con su madre Dolores González Rodríguez,
las saludé e invité a posar juntamente con Gloria. Primeramente se negaron pero luego
accedieron, pues vivieron en dicha casa con su padre Pablo Silva Cerqueira, desde 1982
hasta 2003. Loli es auxiliar de clínica y trabaja en la residencia geriátrica de “Paz y
Bien”. Según Loli, en la habitación que ocuparon sus padres había nacido el obispo
Salvado.
Gloria, Dolores y su hija Lili. (Calle
Obispo Salvado, 7)
Desde los 11 años hasta que se casó en
1964, Gloria estuvo sirviendo a D.
Rosendo y Da. Teresita. D. Rosendo
[Francisco] había nacido el 19 de abril
de 1897 y falleció el 28 de octubre de
1971. Después continuó asistiendo a
Teresita.
Cuenta Gloria que Hermógenes Bugarín
Comesaña, sobrina del P. Salvado
Rosendo, se casó con [Florencio]
Rosendo Troncoso Pérez . La
entrevistada dice que el hijo, D.
Rosendo Francisco, era perito agrícola y
a consecuencia de un reumatismo del
nervio ciático quedó tetrapléjico,
estando 40 años encamado.
Primeramente vivía en Ordóñez n. 32,
con su madre que después le hizo una
casa en Martínez Padín, número 42, para que pudiera mantener sus intensas relaciones
sociales y actividades culturales.
Cuenta Gloria que un día que bajaba Da. Teresita hacia su casa, al pasar por delante de
la tienda de comestibles que regentaba Da. Hermóngenes (donde ahora vive Gloria,
Ordóñez 32), esta le dijo:
- “Teresa, voy a vender la casa del P. Salvado, ¿por qué no me la compras?”
- “Se lo diré a mi madre, a ver si ella la quiere”, respondió Teresita.
La madre se la compró por unas 14.000 ptas.; muy barata, apostilla Gloria. Por la casa
pasaron muchos inquilinos, en la que hicieron algunas reformas, aunque más bien
pocas, dice la interviuvada.
(Continuará la entrevista con Angelita, Ángela Alonso Troncoso).

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