SAN FRANCISCO DE ASIS SAN FRANCISCO DE ASIS La vida de

Transcripción

SAN FRANCISCO DE ASIS SAN FRANCISCO DE ASIS La vida de
SAN FRANCISCO DE ASIS
La vida de los Santos es admirable porque fueron personas
como nosotros con la diferencia que ellos supieron
corresponder a las gracias que Dios les dio. Su amor por
Nuestro Señor Jesucristo y por la Santísima Virgen lo
manifestaron trabajando día con día por su salvación y por
la redención de los pecadores.
La vida de los Santos debe ser un ejemplo para nosotros que
nos aliente a querer ser mejores para alcanzar la felicidad
eterna, corregir nuestros errores e imitar sus virtudes.
Hay vidas de Santos que no podemos ignorar por la gran
enseñanza que nos dan; San Francisco de Asís es una de
ellas, por la perfección que alcanzó al vivir en todo de
acuerdo al Evangelio.
Este admirable Santo nació en 1181 o 1182 en Asís, Italia, hijo
de Pedro Bernardone Moriconi y de su esposa la Sra. Pica.
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Su padre era un rico comerciante en telas y no estuvo
presente cuando nació su hijo a quien bautizaron con el
nombre de Giovanni, cuando Don Pedro Bernardone lo
conoció le empezó a llamar Francesco que significa el
francés, nombre que utilizó hasta su muerte y que se hizo
muy popular, ya que cuando las personas a su alrededor
observaron las virtudes de Francesco, muchos niños fueron
bautizados así.
Su educación fue la propia de los niños ricos de su tiempo, ya
que su familia por su gran caudal era considerada como
principal, eran notables de la sociedad. Aprendió a leer y a
escribir y además del italiano aprendió latín y francés.
No llegó a ser considerado como sabio ni como teólogo, sin
embargo, manifestó durante su vida dones intelectuales de
orden superior.
Era un inspirado, un creador, un excelente poeta, escribía
canciones bellísimas, todos sus escritos son notables.
Su carácter era alegre, risueño, fue el alma de las fiestas a
las que era muy afecto y además muy solicitado porque
contaba con cariño y el aprecio de mucha gente.
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Se vestía de juglar para divertir a los demás y entonaba
alegres canciones en francés. Era muy aficionado a las
historias de caballería.
Como todos los jóvenes de su tiempo quería una posición y
ser armado caballero, se alistó en el ejército de Gualterio de
Brienne, un noble, lo que alegró mucho a su padre y más
gusto le dio al saber que lucharía en la guerra de Perusa.
La despedida de Francesco fue por todo lo alto, pero a los
pocos días de camino, una fiebre lo atacó y le impidió
proseguir.
Tuvo un sueño que sería la llamada de Dios.
- "¿A dónde quieres ir?" le dijo una voz.
- A Apulia para ser armado caballero.
"Y dime continuó la voz. "¿Quién puede servirte mejor, el
amo o el criado?"
-El amo, replica Francisco sorprendido.
- "En ese caso ¿por qué dejas al amo por el esclavo? ¿al
príncipe por el vasallo?
Comprende Francisco de quién es la voz y pregunta:
-"Señor: ¿qué quieres de mí?"
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Y la voz le dijo: “Vuelve a tu país, allí se te dirá lo que
debes hacer, pues lo que has visto debe ser entendido de
manera diferente".
Era humillante abandonar la lucha, era desertar y ser
considerado como un cobarde, pero él ya había entendido que
la pena que pasaría era un signo de Dios. La ira que
embargó a su padre por esta decisión fue tan grande que
encerró a Francisco y lo encadenó pues estaba lleno de
vergüenza, de esta prisión fue librado por su madre la
señora Pica.
A su regreso Francisco es otro, ha olvidado sus ansias de
gloria, sentía que su vida sería una vida vacía si no la
dedicaba a un ideal y él sabía cual quería.
Narran sus biógrafos que, al igual que mucha gente,
Francisco tenía horror por la lepra, un día se encontró a un
leproso y en lugar de huir lo besó y a partir de ese momento,
los pobres, los mendigos, fueron sus predilectos.
El señor Bernardone, muy molesto porque su hijo regalaba
dinero y telas a los pobres tenía tantos disgustos con él que
llegó a acusarlo con el Obispo. Delante de todo el pueblo
Francisco dijo que ya el único padre que tendría de allí en
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adelante sería su Padre Celestial y quitándose hasta la ropa
que traía puesta abandonó todo.
Se vistió con el sayal de lana burda que le fue proporcionado
para cubrirse y se ató una cuerda a la cintura y desde ese
momento esa fue su indumentaria.
Salió del pueblo y se refugió en una capilla semi abandonada
llamada San Damián. Rezaba continuamente ante un
crucifijo bizantino.
Un día Francisco le suplicó: "Poderoso y magnífico Dios, te
pido me esclarezcas y disipes las tinieblas de mi alma. Dame
una fe recta, una esperanza firme y otórgame, Señor, un
perfecto conocimiento de Ti, para obrar en todas las cosas
según tu luz y de acuerdo con tu santa voluntad".
En lo más profundo de su ser escuchó la respuesta: "Ve y
repara mi iglesia que está a punto de derrumbarse".
En su humildad, él pensó que Nuestro Señor se refería a la
pobre y rústica capilla de San Damián, no podía sospechar
que la referencia era la Iglesia Católica que estaba pasando
un momento difícil porque estaba disminuida, dividida,
turbada por cismas, herejías y apostasías. El mismo Papa
creía que iba a acabarse.
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La vida que llevaba Francisco, la alegría con que él vivía
desprovisto de todo y en gran humildad le hizo tener pronto
seguidores. El propio sacerdote de San Damián, y sus amigos
más cercanos, ricos y poderosos como Bernardo, Pedro
Catani, Egidio, Felipe Longo, Juan de Constanzo, caballeros
y nobles siguieron al "loco de Asís" como se le conocía, en su
divina locura. Fueron 12, como los primeros apóstoles. Se
asentaron en una pequeña tierra, cercana a Asís y la
denominaron la Porciúncula.
Allí nació la Orden
Franciscana el 16 de abril de 1209.
Vivían pobremente, se alimentaban de mendrugos de pan
que la gente les daba, pero como no querían ser una carga
para el pueblo alternaban su predicación con la ayuda para
sembrar y recolectar, acarreaban leña y la cambiaban por
comida, consumían lo indispensable y compartían con los
mendigos su alimento.
Inspirado por Dios, Francisco decide trasladarse a Roma
para solicitar al Papa su aprobación para una forma de vida
para él y los suyos.
Era entonces el Sumo Pontífice Inocencio III. Se asombró al
ver la perfección de la Regla, aunque la consideró muy
severa y así se lo hizo saber a Francisco a lo que él respondió
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con toda humildad que solamente querían vivir según el
Evangelio.
Mientras el Consistorio discutía si era conveniente la
aprobación de esta nueva Orden, el Papa tuvo un sueño que
consideró profético: Veía la Basílica de Letrán vacilar sobre
sus cimientos, él quería detenerla, pero ni siquiera podía
unir sus manos para rezar, en eso aparece en la plaza un
hombre humildísimo que se dirige a la Iglesia sin mirar para
ningún lado, ya la construcción está a punto de caer, pero él
apoyándose en ella la detiene.
El Papa queda maravillado pues reconoce el rostro del
hermanito de Asís, el mismo que pretendía la autorización
para adoptar la forma de vida de los Apóstoles de Cristo:
Trabajar y predicar en la más completa pobreza.
Al día siguiente el Papa otorgó el permiso con sus
bendiciones.
Llenos de alegría, cantando por el camino regresaron todos a
vivir en Santa Pobreza.
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El Amor a la Pobreza.
Ver el hábito de San Francisco en Asís, nos conmueve
verdaderamente, raído con un sinnúmero de remiendos nos
da una ligera idea de cuán pobre quiso ser por amor a Dios.
Cuando oímos hablar de este gran Santo, que negándose todo,
lo alcanzó todo, nos viene a la memoria la pobreza y la
humildad.
Dicen los Franciscanos: La humildad es para todos, la
pobreza para algunos, sólo para aquellos que quieren seguir
al pie de la letra y con exactitud el Evangelio.
San Francisco es universalmente conocido como el Poverello
de Asís, es decir, el pobrecito de Asís.
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El Pesebre de Greccio
Navidad de 1223.
Había un hombre Juan Vellita que tenía
gran estima por Francisco y por su orden,
les regaló un lugar rocoso plantado de
árboles frente a la ciudad de Greccio. Se
aproximaba la navidad y Francisco lo mandó llamar y le
pidió que lo ayudara a preparar dignamente tan hermosa
celebración, le suplicó que en una gruta que había, le pusiera
paja y le llevara un asno y un buey como cuando ocurrió en
Belén.
Se instaló un altar en el pesebre y se puso un niño Dios de
madera, el pueblo asistió alegremente llevando antorchas
encendidas.
El Sr. Vellita narra con cuánto amor predicó Francisco, con
cuanta ternura habló de la humildad de quien siendo Rey de
Reyes y Dios mismo había querido hacerse hombre y había
escogido el lugar más pobre para nacer y enseñarnos a
vivir.
Todos observaban al niño de madera, pero parecía un niño
de carne dormido, cuando lo tomó Francisco entre sus brazos
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el Niño despertó, sonrió al pobrecito de Asís y le acarició las
mejillas y la barba.
Este fue el origen del nacimiento que ponemos cada navidad
en nuestros hogares.
Ahora es una hermosa capilla considerada como lugar de
peregrinación.
Muchos milagros realizó el Santo que hoy estamos
recordando.
Se comunicaba con las aves y los peces a quienes les
predicaba el amor de Dios, en él se repitió la multiplicación
de los panes, la domesticación del Lobo de Gubbio, pero lo
más milagroso de todo era la cantidad de conversiones que él
realizaba por la dulzura de su carácter y la fuerza de su
predicación.
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La Cruzada.
En el tiempo en el que se hacían guerras
santas para rescatar los santos lugares.
La cruzada de San Francisco sin armas ni
ejércitos consistió en enviar a sus frailes
a predicar el amor a Dios, se hizo lo
mismo en España, ocupada entonces por
los Moros; y en Túnez y Marruecos varios franciscanos
fueron martirizados.
A pesar del odio del Sultán Malek - al Khamel y las enormes
dificultades que tenían los cristianos, la predicación del Santo
conmovió al Sultán y permitió que diera a conocer la
religión católica y no solo eso dio a San Francisco, sino
también a los franciscanos la custodia de los Santos Lugares,
y así se conservan hasta nuestros días.
Tercera Orden.
obligaciones
familiares
Pensó San Francisco que hay
personas que anhelan la
santidad y que no pudiendo
entrar en un convento por
quieren dedicar su vida a
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perfeccionarse y a hacer el bien, así como la oración. Para
ellos fundó la Tercera Orden, y actualmente mucha gente
que vive en el mundo realizando su trabajo y atendiendo su
familia practican la caridad y la piedad bajo la Regla
Franciscana.
Sentimiento de Fraternidad Universal.
Universal
Ahora, cuando escuchamos esto pensamos de inmediato en la
“New Age” quien llama así, para confundirnos, su corriente,
en realidad para San Francisco era todo lo creado, lo
procedente de las manos del Creador, sentía que todas las
criaturas eran hijas del mismo Padre y deben amarse y en
cada una de ellas ver la grandeza de Dios, es sentirse
rodeados por la bondad del Señor que nos prodiga tanta
belleza. Dios es el origen de todo.
La “New Age” dice que la naturaleza es Dios, lo cual es
totalmente falso.
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San Francisco habla del hermano sol, la hermana agua, el
hermano fuego, las aves y los peces lo escuchan con atención
predicar y lo obedecen porque sus palabras son de Dios, son
de amor.
El Ocaso.
Transcurría el año 1225, San Francisco estaba enfermo, un
día la luz, la hermana luz fue demasiado para sus ojos y
perdió la vista y cuando ya no podía admirar la naturaleza
que amaba tanto habló con Jesucristo: “Señor ven en mi
ayuda para que pacientemente pueda sobrellevar mi
enfermedad".
En el fondo de su corazón oyó la respuesta: Dí, hijo mío, si no
serás más dichoso si a cambio de las penas que sufres se te
diese un tesoro de tal valor que toda la tierra en
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comparación no signifique nada".
Francisco contestó
afirmativamente y el Señor le dijo:
"Canta mientras estás débil y enfermo pues es el Reino de los
Cielos el que estás a punto de conquistar".
Después de este diálogo se le vio recogerse, como sumergido
en contemplación espiritual y en seguida los hermanos que lo
acompañaban escucharon la primera estrofa de lo que hoy
conocemos como el Cántico al Hermano Sol, hermosísimo
poema muy apreciado por los conocedores de la Literatura
Universal, cualquiera que sea el credo que profesen.
La última estrofa la escribió un año después cuando el
médico le anunció la proximidad de su muerte.
Todo era alegría para Francisco porque procede de Dios y
todo conduce a Dios que es alegría y amor.
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Los Estigmas.
Hay una colina rocosa cerca de
Asís, en donde un joven noble
permitió a los Franciscanos
construir una cabaña con ramas y
barro se llama Monte Alvernia,
allí se refugiaba Francisco para
orar y pedir perdón por sus pecados.
Dos cosas pedía a Jesucristo: Sentir los dolores que El había
padecido por nosotros en la Cruz y en lo que fuera posible el
amor que Jesús había sentido por los hombres para querer
redimirlos con su propia muerte.
Mientras estaba arrodillado vio descender un serafín con
seis alas radiantes. Llevaba en sí la imagen de Jesús
crucificado. La visión se borró lentamente, pero dejó las
marcas milagrosas del sufrimiento de Cristo, comienzan a
verse en las manos, en los pies y en el costado las huellas de
los clavos y la lanza de Nuestro Señor, los estigmas de la
crucifixión.
Ya muy delicado fue trasladado a la Porciúncula, el mismo
lugar donde se fundó la Orden y convertida en algo así como
la Casa Central.
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Llegó la hermana de San Francisco, Jacoba y estaba asistido
por Santa Clara. Quiso que se le leyera un Evangelio
tomado al azar que fue La Resurrección de Lázaro, todos los
hermanos, a petición suya, interpretaron el Cántico al Sol y
durante su ejecución no cesó San Francisco de decir el último
verso "Sea también alabado, Señor mío por nuestra
hermana, la muerte corporal".
Hacia el anochecer del día 3 de octubre pidió que derramaran
cenizas sobre su cuerpo y se puso a cantar el Salmo 142 "Oh
saca mi alma de la cárcel para que pueda alabar tu nombre.
Me rodearán los justos si benignamente me fueses propicio".
Magnífico fin de quien siempre estuvo alegre.
Murió cantando quien vivió cantando.
Murió alabando al Señor quien hizo de su vida una
alabanza continua.
Había dejado numerosos escritos conmovedores que aún se
conservan y se leen con reverencia en la Iglesia y en el
mundo y si nos preguntamos por qué llegó a tal grado de
perfección solamente encontramos una respuesta: su
inmenso amor a Dios y el conocimiento profundo del
Evangelio que lo hizo seguir las huellas luminosas de Jesús.
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ACTIVIDAD
Después de haber leído contesta el siguiente cuestionario:
1. ¿Cuál es el nombre de San Francisco?
2. ¿En qué año nació?
3. ¿Cómo deseaba San Francisco conquistar una posición en el
mundo?
4. ¿Qué ocurrió cuando se alistó en el ejército de Gualterio?
5. ¿Dónde y cuándo nació la Orden Franciscana?
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6. ¿Dónde y cuándo se originó el primer nacimiento que a la
fecha se pone en Navidad?.
7. ¿Cuál fue el sueño del Papa Inocencio III acerca de San
Francisco?
8. Narra alguno de los milagros de San Francisco.
9. ¿Cómo se apellidaba Santa Clara?
10. ¿Qué orden fundó Santa Clara?
11. ¿Quiénes pueden entrar a la Tercera Orden?
12. ¿Qué decía San Francisco acerca de la pobreza y de la
humildad?
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13. ¿A qué llama ahora la New Age, Fraternidad Universal?
14. ¿Cuál era el sentimiento de fraternidad universal de San
Francisco?
15. ¿En qué año murió San Francisco?
16. ¿Qué le sucedió a San Francisco en el Monte Alvernia?
17. ¿Cuándo fue canonizado San Francisco y por qué?
18. ¿Qué gran enseñanza dejó San Francisco a la
humanidad?
19. ¿Qué Papa aprobó la Orden Franciscana?
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20. ¿Qué son los estigmas?
21. ¿Cómo era el carácter de San Francisco de Asís?
22. ¿Cómo se llama el poema referente a la creación como
obra de la grandeza de Dios?
23. ¿En qué consistió la cruzada de San Francisco?
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