Villareal, capacidad de carga

Transcripción

Villareal, capacidad de carga
CAPACIDAD DE CARGA DEL HÁBITAT, PARA EL VENADO COLA BLANCA (Odocoileus
virginianus), EN LA REGIÓN MIXTECA POBLANA, MÉXICO
*Villarreal Espino Barros. O. A.; Cortes Mena. I.; Guevara Viera. G. V.; Reséndiz Martínez. R.; Castillo Correo.
J. C.; Campos. Armendia. L. E.; Rodríguez-Castillo J. C.; Hernández Hernández. J. E. Barrera Hernández
Tobías.
*Esc. de Medicina Veterinaria
[email protected].
y
Zootecnia;
Benemérita
Universidad
Autónoma
de
Puebla.
Resumen
Se evaluó la capacidad de carga del hábitat para el venado cola blanca en dos Unidades de Manejo
Ambiental (UMAS), de la región Mixteca Poblana, México. Se tomanron muestras de la fitomasa en transectos
en dos épocas del año, lluvias y estiaje, utilizando la metodología de Balance Forrajero, aplicando como método
estadístico el análisis de varianza simple. Se obtuvieron diferencias para la fitomasa aprovechable en las dos
UMAS a favor de la época húmeda, debido a la mayor precipitación pluvial y temperatura, que favorecen en ese
período del año el crecimiento vegetal y permite mayores productividades primarias. En el caso de la primera
UMA, el balance por épocas y anual indicó un superávit forrajero para la etapa húmeda en relación con las
necesidades del binomio bovino-venado, totalizando 294,97 toneladas de MS como forraje; mientras que para el
período seco aunque el balance fue positivo, el valor fue bajo (19,59 toneladas MS), y remarcó el desbalance de
la productividad primaria ya señalado a favor del período húmedo. El comportamiento del balance forrajero en la
segunda UMA presentó un patrón estacional y anual similar, pero con productividad forrajera mayor en la época
de estiaje, que propició un balance mas estable en ese periodo y en el total anual (1.741,37 ton/MS/año); lo que
es fundamental en el plan de manejo, en términos de necesidad de suplementación y carga de ganado bovino. En
ambos, casos el hábitat tienen potencial productivo para permitir mayores densidades de bovinos-venados como
UA en el período de lluvias y el seco, que están en valores potenciales anuales para cada UMA de 9,41 ha/UA y
7,28 ha/UA respectivamente.
Introducción
La Mixteca Poblana es una región semiárida, marginada y pobre del sur del Estado mexicano de Puebla,
México; donde se distribuye el venado cola blanca de la subespecie “mexicanus” en 547.550 ha. (Villarreal y
Guevara, 2002). Por ello, se han establecido UMAS (Unidades de Manejo Ambiental) para conservar, manejar y
aprovechar en forma sostenible esa especie y su hábitat, Todo hábitat natural posee una determinada “capacidad
de carga”, está se halla en función de la características cualitativas y cuantitativas de los componentes vegetales,
las fuentes de agua, el suelo y el espacio, así como el manejo combinado que se haga de los mismos (González,
2001, Cantú, 2002). La Capacidad de Carga es: el número de animales que pueden ser mantenidos sobre una
determinada área, bajo un uso adecuado y un tiempo definido. (Cantú, 2002); o sea, la carga animal máxima
posible sin deteriorar la vegetación y recursos naturales. La productividad forrajera se calcula como fitomasa,
estimada como materia seca (MS) por unidad de superficie. La capacidad de carga en México, se basa en los
indicadores de Coeficientes de Agostadero de la COTECOCA (Comisión Técnico Consultiva para la
Determinación Regional de los Coeficientes de Agostadero); estos indicadores de productividad de MS, se
presentan en sitios extensos y no han sido actualizados. La base de la sustentabilidad y crecimiento poblacional
del venado cola blanca (Odocoileus virginianus), está constituida por los componentes del hábitat, la
productividad primaria del agostadero y la relación con otras especies (Villarreal, 2006). Para estimar la
capacidad de carga, se recomienda que la densidad de venados en una superficie definida, sea el equivalente a la
cantidad de UA (Unidades Animales) que es posible sostener en el sitio en particular, o sea una relación entre
UA y venado de 1:1 (Villarreal, 2006).
Por lo tanto, aplicar metodologías prácticas para estimar el comportamiento de la fitomasa vegetal y su
expresión como forraje consumible, y su efecto en la capacidad de carga potencial para el manejo combinado del
binomio bovino-venado, es fundamental para el manejo de la especie y su hábitat. La comunidad estudiada fue
Santa Cruz Nuevo, con una superficie de 5.309,44 ha, divididas en dos UMAS, una Ejidal y otra de Bienes
Comunales (BC). En donde de acuerdo a la clasificación de COTECOCA (1978; 2001) y Rzedowski (1981),
existen diferentes tipos de vegetación que representan en forma general los de la región Mixteca Poblana.
Material y métodos
Los muestreos de la fitomasa por época del año, se realizó en 28 transectos de 500 metros de largo por
seis de ancho (3.000 m2), nueve en la UMA Ejidal y 19 en la UMA de BC. Para determinar la capacidad de
carga, se midió 1 m2 en el terreno para cada muestra, tomando seis muestras por transecto, donde se cosechó la
fitomasa vegetal dentro del mismo, simulando la herbivoria del venado hasta 1,5 metros de altura: las muestras
se pesaron al corte, luego se deshidrataron en estufa de herbario a 70 °C por cuatro días y pesarlas hasta valor
constante para determinar los porcentajes de humedad (H) y de materia seca (MS) de la fitomasa aprovechable.
Para calcular el potencial forrajero de cada UMA, se aplicó el método de Balance Forrajero (Guevara, 1999), que
considera el área de cada UMA, con las productividades de fitomasa calculadas como rendimiento por época y
año, determinando el forraje producido en un 25 % de utilización de la fitomasa por UA, del forraje utilizado en
el área. Para balancear este último término contra las necesidades de la masa de UA; que se calcularon a razón
de las necesidades anuales de un animal de 450 Kg. de peso vivo equivalente 13,5 kg., mas un extra de oferta
forrajera del 30 %, considerando además la presencia del venado que totalizan 17.55 Kg. de MS/UA/día. Se
consideró el período de lluvia de 180 días y el estiaje de 185. La estimación de las UA para este balance, se
realizó como promedio ponderado de los coeficientes de agostadero de la COTECOCA (2001), que suponen
valores de 13.4 ha/UA en selva baja caducifolia y 14.97 ha/UA para los matorrales xerófilos. Para la
determinación de la capacidad de carga (CC) real de las UMAS se consideró la formula de Cantú (2002) donde
CC se obtiene del siguiente modo: CC = (Consumo de MS en la época * UA) / (Productividad primaria * % de
utilización). Para el análisis estadístico, se aplicó un análisis de varianza simple, para ello se utilizó el paquete
Systat 7.0 para microcomputadoras.
Resultados y discusión
En cada transecto se definió la vegetación del sitio, obteniendo los siguientes tipos vegetativos: selva
baja caducifolia; y varios tipos de matorrales xerófilos. Se obtuvieron diferencias para la fitomasa aprovechable
en las dos UMAS, a favor de la época húmeda (P<0.05) sobre la seca, consecuencia de la mayor ocurrencia de
precipitaciones y temperaturas, que favorecen en ese período anual el crecimiento vegetativo, permitiendo se
alcancen mayores productividades primarias (Morley, 1987; Paretas, 1990; Winograd, 1995; Villarreal, 2006).
Debemos señalar, que no se encontraron diferencias significativas para los valores de fitomasa entre tipos
vegetativos, entre años y entre UMAS (Tabla N° 1). Estos valores encontrados para ambas épocas son adecuados
a los encontrados para ambientes similares dentro de los ecosistemas de la Mixteca (Villarreal, 2000; Villarreal y
Marín, 2005), y están en concordancia con el clima, la agro-productividad del suelo, la topografía agreste y la
actividad antropogénica transformadora del medio (Villarreal, 1999; Ramírez 2004); que llegan a presentar
diferencias forrajeras entre épocas, acentuadas por stress climáticos debido ala escasez de las lluvias, e influyen
en la alimentación y el hábitat de los rumiantes como el venado cola blanca, fenómeno citado por varios autores
para este y otros ecosistemas con problemáticas análogas (Halls, 1984; Alcalá y Enríquez, 1999; Ramírez, 2004;
Villarreal y Marín, 2005; Villarreal 2006). Precisamente para valorar las posibilidades de la expresión de la
productividad primaria, afectada por las épocas del año en cada UMA, se realizaron balances alimentarios que
permiten definir necesidades de forrajes por época para los sistemas ganaderos diversificados de bovinosvenados y establecer las potencialidades de abastecer con forrajes las poblaciones de venados y bovinos en esas
áreas.
Tabla N° 1.- FITOMASA APROVECHABLE (G MS/M2) EN DOS UMAS DE LA MIXTECA
POBLANA POR ÉPOCA DEL AÑO
UMA
Época del año
Rendimiento de la Fitomasa (g MS/m2 )
E. S.
Significancia
Ejidal
Húmeda
217,50
21,28
Seca
100,70
14,64
*
UMA BC
Húmeda
Seca
*Se encontraron diferencias significativas a P<0.05
209,89
140,21
25,27
15,32
*
En el caso de la UMA Ejidal, el balance por épocas y anual (Tabla N° 2) indica un superávit forrajero
para la etapa lluviosa del año en relación con las necesidades potenciales del binomio bovino-venado,
totalizando 294,97 toneladas de MS como forrajes para la masa animal; mientras que para el período seco
aunque el balance fue positivo para las 65,56 UA, el valor es bajo (19,59 toneladas MS), y remarcó el desbalance
de la productividad primaria a favor del período húmedo, cuestión esta que se informa en la literatura referente a
estos ecosistemas y su relación con la sostenibilidad de la densidad animal y la necesidad de suplementar y/o
ejecutar otras acciones de mejora del hábitat (Villarreal, 1998; Alcalá y Enríquez, 1999; Ramírez,
2004;Villarreal y Marín, 2004; Villarreal, 2006). En el mismo sentido el balance anual, fue positivo en razón de
la productividad primaria determinada y a pesar de la estacionalidad forrajera, la baja densidad animal pudo
influir en esta condición, de lo cual se deriva en la capacidad de permitir los probables incrementos esperados en
las poblaciones de venado y ganado bovino, por efectos de un plan de manejo racional, lo cual está comprobado
en la práctica por los muestreos a campo y la utilización del balance forrajero como herramienta eficaz en la
planeación de las necesidades alimenticias de la masa animal (Guevara, 1999; Pérez-Infante; 2004). El
comportamiento del balance forrajero en la UMA de BC presentó un patrón estacional y anual similar, pero con
productividad forrajera mayor en la época de estiaje, que propició un balance mas estable en ese periodo y en el
total anual (Tabla N° 2); lo que es fundamental en el plan de manejo, en términos de necesidad de
suplementación y carga de ganado bovino (Villarreal, 2000).
Tabla N° 2. BALANCES FORRAJEROS PARA LAS UMAS EJIDAL Y DE BC
Índices
UMA Ejidal
UMA BC
Húmeda
Seca
Año
Húmeda
Seca
Año
Área (ha)
929,76
929,76 929,76
4066,09
4066,09
4066,09
Rendimiento (t MS/ha)
2,17
1,00
3,17
2,10
1,40
3,50
% de Utilización
25
25
25
25
25
25
Forraje disponible (t MS/ha)
0,54
0,25
0,79
0,53
0,35
0,88
Forraje utilizado (t MS)
502,07
232,44 734,51
2155,02
1423,13
3578,15
UA (Bovinos-Venados)
65,56
65,56
65,56
286,74
286,74
286,74
Necesidades forrajes (t MS)
207,10
212,85 419,95
905,81
930,97
1836,78
Balance forrajero (t MS)
294,97
19,59
314,56
1249,21
492,16
1741,37
En relación a la necesidad de determinar la capacidad real de carga de ambos sitios, según la
productividad del hábitat donde se desarrolla el manejo de bovinos-venados. Se utilizaron los coeficientes de
producción forrajera determinados a campo en ambas UMAS, las necesidades diarias de MS por UA, las
densidades poblacionales reales y los coeficientes de la COTECOCA (2001), en cada escenario y usadas en los
balances forrajeros (Tabla N° 3).
Tabla N° 3. CAPACIDAD DE CARGA POTENCIAL AJUSTADA AL BALANCE FORRAJERO
ANUAL POR ÉPOCA PARA CADA UMA (ha/UA)
Tipo de UMAS
Húmeda
Seca
Año
UMA Ejidal
5,85
12,98
9,41
UMA de Bienes Comunales
5,96
9,27
7,28
Los resultados indican que en ambos casos el hábitat tienen potencial productivo para permitir mayores
densidades de bovinos-venados como UA en el período de lluvias y el seco, que están en valores potenciales
anuales para cada UMA de 9,41 ha/UA y 7,28 ha/UA respectivamente; los cuales se asemejan a valores anuales
recomendados por Villarreal (1988; 2006) para el noreste de México. De tal manera, que difieren de los valores
que propone la COTECOCA (2001), para la selva baja caducifolia y matorrales xerófilos, lo cual constituye un
aporte novedoso de índole práctica y metodológica, si tenemos en cuenta que los coeficientes de la COTECOCA
(2001) son reinformados desde 1978, sin considerar que los ecosistemas evolucionan con el tiempo, y que en
esta zona de la Mixteca no existían precedentes anteriores de cálculos de estos índices con fauna silvestre.
La capacidad de carga potencial determinada por el uso de los balances forrajeros, indican que es posible
un mayor aprovechamiento de la tierra y su productividad primaria para incrementar con el manejo racional la
población de venados en las UMAS estudiadas. Es importante destacar que en relación a las densidades
poblacionales reales en cada UMA (45,45 ha/Individuo y 37,45 ha/Individuo respectivamente), las capacidades
de carga potenciales pueden cuadruplicarse y quintuplicarse, lo que indica las posibilidades de ambas UMAS,
para que mediante un manejo racional se logren incrementos sostenidos anuales de las poblaciones de venados,
lo que a futuro podrá significar incrementos importantes en la tasa de cosecha.. Es recomendable, desarrollar en
otras UMAS esta metódica de investigación, para mejorar y/o proponer el plan de manejo de cada sitio.
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