Leyendas poesía
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Leyendas poesía
“EULALIA, LA BIEN HABLADA” Las leyendas son la poesía de la historia por J.M. Martí Bonet, canónigo Febrero de 2013 El pasado día 12 de febrero celebramos en la catedral de Barcelona una gran fiesta, o, si queréis ser más precisos, una gran solemnidad: la de santa Eulalia, patrona principal de la ciudad de Barcelona y copatrona junto con la Santa Cruz de la Sede de la Ciudad Condal. Los días 16 y 17 los miembros del Esb art Ciutat Comtal escenificaron en la misma catedral una pieza que pasará a la historia: Vida y martirio. Eulalia de Barcelona no es un simple mito. Argumentos Nos sabe mal que haya quien repite que la vida de nuestra Santa es un simple mito, cuando es cierto que existen argumentos que avalan su historicidad y la belleza de su vida con su martirio. Estos argumentos son: 1/ de carácter arqueológico, 2/ culto muy primitivo, 3/ documentación anterior a la invasión sarracena, 4/ su pasionario, 5/ su liturgia y 6/ el estallido y propagación de la devoción eulaliana barcelonesa en todo el mediterráneo, llegando a Córcega, Sicilia, Cerdeña, Italia, Francia y aun Grecia, así como a la misma Rusia. Hace pocas semanas, un grupo de obispos, sacerdotes y seglares ortodoxos visitaron y veneraron las reliquias de la Santa en la cripta de la catedral, y afirmaron que ellos también celebraban el día de santa Eulàlia en su calendario. En épocas más recientes su culto también se extendió por toda la geografía de América latina. Ya antes de los sarracenos... Ciertamente –cómo hemos dicho– existen testimonios históricos sobre su existencia ya durante el bajo Imperio, o sea en la época de la iglesia visigoda, momento en que un obispo de Barcelona llamado Quirico le dedicó a nuestra Santa un himno muy bonito, precisamente desde donde estaba su “martyrium” según se puede deducir por las últimas excavaciones que se hicieron en el siglo pasado, como se puede leer en una publicación del arqueólogo Magí Travesset, que fue editado por la escuela de monitores y voluntarios de la catedral de Barcelona (año 2005), extracto de la publicación científica de las actas de la intervención arqueológica. Las leyendas son un lenguaje que también nos narra realidades En la cripta, bajo el altar mayor de la catedral de Barcelona y en el interior de su majestuoso sarcófago tallado en alabastro y policromado por el artista pisano Lupo di Francesco (siglo XIV), son veneradas las reliquias de santa 2 Eulalia. Se le atribuye un culto muy antiguo y constante hasta nuestros días, rodeado de tradiciones, leyendas, costumbres y una devoción muy palpable y efectiva con manifestaciones populares en todos los estamentos de la ciudad de Barcelona, en su diócesis y más allá de sus límites. Nos place recordar que las leyendas son la poesía de la historia, y que nuestro pueblo enriquece y ennoblece con ellas los hechos históricos. ¿Qué seria –nos preguntamos– de la historia sin los vivísimos colores de las leyendas y tradiciones? Lo que se relata con ellas –cuando no son ni destripadas ni explícitamente engañosas– coincide en el amplio y fecundo concepto de la historia. Son como un nuevo lenguaje de otro nivel, pero que intenta explicar realidades más sublimes. Cuando, por ejemplo, oímos que “una madre se come a b esos a su hijo”, lo que en realidad se quiere decir es que esta buena madre quiere muchísimo a su hijo. O cuando escuchamos que el apóstol san Bartolomé sufrió el martirio de ser desollado y que aún así continuó predicando sin piel el evangelio, en realidad se quiere decir que “se dejó la piel” en la predicación. Es un lenguaje diferente, pero muy entendedor para aquellos que son sensibles a la belleza de las metáforas y de su poesía narrativa. ¿Qué sería de la historia sin leyendas? ¿Qué sería del evangelio, por ejemplo, si lo desnudáramos de las anáforas, comparaciones, metáforas y parábolas? Los buenos historiadores observan que cuando un santo o una santa es muy querido o querida por su pueblo, se enriquece su memoria hagiográfica con muchas tradiciones y leyendas. Y no podemos decir que así se haga ningún daño a la historia; todo lo contrario, la hace más asequible. Pero siempre, en el supuesto de que se pregunte, hay que indicar que se trata de una leyenda. Riquezas de las leyendas. Así estimamos nuestra santa Eulalia Aun así, se constata que las actuales generaciones son poco sensibles al lenguaje de las tradiciones y le yendas. ¡Es una lástima! Por suerte, esto no sucede entre la gran muchedumbre de quienes visitan la cripta de santa Eulalia, especialmente el día de la santa y en las espléndidas representaciones del Esbart Ciutat Comtal. Queremos a Eulalia i la queremos ver así: una chica de trece años y con trece martirios, o sea que era una cristiana muy joven y sufrió mucho (trece martirios) por su terquedad confesando con valentía su fe. Era una “niña”, pero se dice que entre los romanos no se podía declarar ante un tribunal si no se tenían trece años. Ella se presentó ante Decio, el pretor. ¡Era guapa! ¡Mu y guapa! Si no os lo creéis, podéis ver su rostro en el Misal de santa Eulàlia; es una obra maestra del arte gótico internacional del artista Destorrents (siglo XV). Pudimos contemplar este misal directamente en una 3 exposición programada en colaboración entre el Capítulo de la catedral de Barcelona y el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Era y es muy guapa y muy nuestra, como lo son también sus tradiciones y leyendas: Eulalia “la bien hablada”, “Eu-lalos”. 4