Rescate - Proyecto hidroeléctrico El Quimbo

Transcripción

Rescate - Proyecto hidroeléctrico El Quimbo
El tráfico de animales y plantas
silvestres es una de las mayores
amenazas a la diversidad
biológica, y las epífitas son un
grupo susceptible a esta actividad.
Es importante que todos
tengamos parte en la
conservación de estas especies
para evitar que desaparezcan.
Rescate
Cattleya trianae
La Flor Nacional de Colombia,
es una de las especies epífitas
rescatadas y trasladadas dentro
del marco de las acciones de
mitigación del impacto
ambiental del Proyecto
Hidroeléctrico El Quimbo.
y Traslado
de Epífitas
en el Vaso del embalse
¿Qué son las
Epífitas?
¿Por qué son
Importantes?
Rescate
Y traslado
Entre las principales funciones de las epífitas
está la gran variedad de nichos y recursos
aprovechables que ofrecen para diversos
grupos de animales como aves, pequeños
mamíferos, algunos anfibios e insectos.
Las bromelias y orquídeas se extraen
manualmente de sus árboles hospederos,
luego de que estos han sido talados, con
cuidado de no dañar sus sistema radicular.
Las epífitas son un grupo de plantas que
abandonaron el hábito terrestre y se
adaptaron a vivir sobre los árboles, para
obtener así los recursos que necesitan para
desarrollarse.
Bromelia
Orquídea
El término epífita deriva del griego epi, que
significa “arriba” y phyton “planta”. Dentro
de este grupo se encuentran las bromelias,
orquídeas, musgos y líquenes.
Además, las epífitas con forma de rose-ta,
como las bromelias, captan y retienen
grandes cantidades de agua y nutrientes,
que tanto ellas mismas como otros animales
y plantas pueden aprovechar. Es por esto
que son parte importante del ciclo del agua
en los bosques donde habitan.
Factores como la tala indiscriminada de
árboles, el tráfico ilegal y el uso sin
control de herbicidas en cultivos aledaños
a los bosques, han alterado las poblaciones
de bromelias y orquídeas.
Liquen
Musgo
Reubicarlas a una zona donde no sufran de
acciones irresponsables, es una ma-nera de
evitar que estas poblaciones desaparezcan.
El material epífito removido se deposita en
cajas plásticas con trozos de corteza, para
mantener las condiciones apropiadas de
humedad durante el traslado.
Luego se llevan a nuevos árboles que no van
hacer intervenidos y se sujetan a ellos con
malla elástica biodegradable para que
tengan la oportunidad de generar su propio
sistema de raíces para sostenerse.
Por último, pero no menos importante, se
lleva a cabo un proceso de seguimiento y
monitoreo por 3 años para garantizar la
supervivencia de las epífitas, para que
puedan establecerse en el nuevo hábitat y
dejar descendencia.

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