Protagonismo y Liderazgo

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Protagonismo y Liderazgo
Aprendiendo a generar entornos de Líderes Responsables
© 2006-2009 Hugo J. Landolfi
Relatos y más relatos
• Realidad
• Relato de la
realidad
¿Dónde vivimos?
www.HugoLandolfi.com
“El maestro y el líder de
otros es aquél que ha
decidido hacer real lo real,
primero para sí, luego
enseñarle a otros.”
“Vivimos en el mundo que
somos capaces de
concebir”.
“La clave es optimizar
nuestra concepción del
mundo. Que nuestro mapa
sea cada vez más idéntico a
la realidad.
Es una expansión de la
conciencia a través de una
práctica integral”.
¿Qué Persigue?
¿Cuál es su paradigma?
¿Cuál es su ppio guía?
¿Cuál es su actitud?
¿Cómo es su moralidad?
¿Cómo es su libertad?
¿Cómo es su responsabilidad?
Víctima
Tener razón
Dueño de la verdad
Deber ser
Reactivo
Evita el mal para sí
Cree que no elige
Culpabilidad: Culpa a todos y a sí mismo
Protagonista
Efectividad y resultados
Verdad compartida
Querer ser
Responde
Se aferra al bien
Se da cuenta que elige
Responsabilidad: Se ve como parte de un problema solucionable
¿Cómo es su dinámica mental?
¿Cómo es su estrategia de vida?
Pensamiento reactivo
Defensa y ataque
Pensamiento efectivo
Aprende y consigue resultados
¿Cómo es la realidad?
Comparativas
Defectuosa
La realidad es menor a mis exigencias
Escasa: no puedo saciarme.
La realidad es menor a mis necesidades
Nelson Mandela
“Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro
miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso,
talentoso, extraordinario?
Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Tu pequeñez no le sirve al mundo. Has nacido para manifestar la
gloria divina que existe en tu interior. Esa gloria no está solamente en
algunos de nosotros; está en todos y cada uno.
Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconscientemente le
damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de
nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros."
¿Por qué tememos a nuestra luz?
• Porque no asumimos la responsabilidad
de lo que somos como seres humanos.
• Porque lo que somos "en potencia" está
llamado a ser fructificado, y tenemos
pánico de dar frutos.
• Porque nos victimizamos en cuanto seres
humanos, y por ende vivimos en un temor
inoperante e infructífero. Vivimos vidas de
"silenciosa deseperación".
¿Qué árbol somos?
¿Un árbol seco o un árbol
frondoso y pleno de frutos?
Somos víctimas, ante todo
frente a nuestra
responsabilidad como seres
humanos.
No asumimos la
responsabilidad de lo que
significa ser un ser humano.
Perfección en acto y en potencia
• Perfección en acto: es una perfección ya
poseída actualmente por un sujeto o
persona.
• Perfección en potencia: es una perfección
no actualmente poseída pero con capacidad
para poseerla.
• Ejemplos: El escultor que esculpe una estatua, es escultor
en acto. Quien quiere aprender pero aún no aprendió, es
escultor en potencia.
Ser humano en acto y en potencia
• Existe una gradualidad en el nivel de
perfeccionamiento del ser humano. Lo que
nos define es el camino, no el lugar donde
estamos ahora.
• Ser humano en acto: Con parte de sus
potencias humanas actualizadas.
• Ser humano en potencia: Con gran parte
de sus potencialidades humana no
actualizadas.
Dicho de la Sabiduría oriental
• "Si no cambiamos la dirección de
nuestros pasos, terminaremos llegando
allí adonde nos dirigimos".
Lo que define a un ser humano
• "A un ser humano lo define, no su lugar
y situación actual, sino aquél lugar y
situación adonde quiere estar y hacia
donde permanentemente se dirige
cotidianamente".
Hugo Landolfi
Quien hace esto, independientemente de su situación actual,
es un ser humano excelente.
¿Para qué es la vida?
• Si el ser humano es un ser en camino de un
desarrollo perfectivo autogestionado…
• Donde él mismo posee en sus propias manos la
responsabilidad de avanzar en el camino de su
propia perfección…
• La vida es para perfeccionarse, por lo cual el
liderazgo es una tarea esencial en su vida.
La vida es para…
1) Recorrer a conciencia y en forma
autogestionada nuestro propio camino
perfectivo. Aquí lidero mi propia vida.
2) Ponerme al servicio de ayudar a otros a
autogestionar su propia vida para que puedan
perfeccionarse. Aquí lidero a otros amándolos.
• Por ende, como ya dijimos, para liderar a otros
primeramente debo liderarme a mí mismo. Sino seremos
"ciegos que conducen a otros ciegos".
Ser perfecto es…
Hablaremos de seres humanos en camino de
perfección: el ser humano excelente.
1) Desarrollar nuestras potencialidades dormidas
para que den abundante fruto en el mundo.
2) Desarrollar y poner en acto y en obras aquello
que ya somos, nuestra esencia, pero lo somos
en potencia.
3) Este camino no es solo de conocimiento, sino
también de acción. Hay una tarea que realizar.
¿Qué es un ser humano perfecto?
• ¿Puede ser perfecto un ser que es finito y limitado; un
ser que es contingente y deficiente?
• ¿Cuál es el modelo de perfección humana? ¿Este
modelo, es relativo o es absoluto?
• ¿Es pertinente hablar de perfección en el ser humano?
• ¿Somos solo un animal habilidoso o somos algo más?
• ¿Tenemos un alma espiritual o no?
• Y, por ende, si tenemos un alma espiritual, ¿la misma
procede de un Ser Absoluto o procede de la materia?
• Finalmente: ¿Hay un Ser Absoluto que gobierna el
Universo, o estamos solos en este mundo?
Las respuestas a estas preguntas son claves.
¿Quién es el líder de sí mismo, el que luego podrá liderar a
otros?
El líder de sí mismo es quien, dejando de lado la actitud de víctima,
se hace responsable de su propia vida, protagonizándola, y
transformándose en dueño y artífice de su propio destino de
grandeza y de luz.
Este es el primer y esencial paso del liderazgo genuino: elegir tener
nuestra propia vida en nuestras propias manos para poder
gestionarla, para poder comenzar a ser líderes de nosotros mismos,
el cual es el paso primero y primordial del liderazgo genuino.
Solamente después de haber hecho esto, y continuar haciéndolo el
resto de nuestra vida, recorriendo nuestro propio camino de
excelencia y perfección humana, podremos ponernos al servicio para
ayudar a otras personas a hacer lo mismo, liderándolos.
El líder de sí mismo
El liderazgo genuino
Frutos
Frutos
Frutos
Autogestionando
responsablemente
nuestro camino
de vida
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Lidera pia
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s
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vida
o
Camin
Ayudando a otros
a hacer lo mismo
mano
u
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mien
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c
rfec
de pe
Un fruto especial…
• De entre todos sus frutos, el líder genuino
tiene un fruto muy especial: La
generación de nuevos líderes.
• El líder genuino, además de ser un ser
humano en camino de perfección, se pone
al servicio de ayudar a otros seres
humanos a recorrer su propio camino de
perfección.
Humanidad y liderazgo
Hacia una integridad operativa humanizada
Dinámica operativa V-P
• Víctima
• Protagonista
1)Acción
2)Reacción
1)Acción (realidad)
2)Elección (faz moral)
3)Decisión (acto moral)
4)Resultado
Dinámica operativa V-P
• Víctima
• Protagonista
Dato-Estímulo
Dato-Estímulo
Reacción
Elección libre
Decisión-Acción
Resultado
Dinámica operativa de la Víctima
Dato-Estímulo
Reacción
Comportamiento poco
humano, casi
animalizado
> Lo que sucede en la realidad.
> Generalmente fuera de mi control.
> Las cosas simplemente “pasan”.
> Yo reacciono automáticamente
frente a lo que pasa.
> Se presupone que no hay elección
libre.
> Se presupone que no hay una faz
moral.
> Para que algo cambien, tiene que
cambiar lo “que pasa”.
“La acción debe ser una creación y no una reacción”.
Mao Zedong
Dato-Estímulo
¿Tenemos poder para
cambiar el estímulo? ¿Está
eso dentro de nuestras
posibilidades?
Reacción
Tiene que cambiar el
estímulo, dado que yo
no tengo poder.
Si mi reacción
depende del
estímulo…
¿Qué tiene que pasar
para que mi reacción
cambie?
Dinámica operativa del Protagonista
De la reacción a la creación
Dato-Estímulo
Elección libre
> Lo que sucede en la realidad.
> Generalmente fuera de mi control.
> Las cosas “pasan”, pero puedo
elegir qué hacer frente a ellas para
minimizar su influencia o para
cambiar lo que pasa a futuro.
Decisión-Acción
> Mi elección me llevan a una acción,
es decir, a un acto o una obra concreta.
Resultado
> Mi acción frente a lo que “sucede” en
función de lo que “he elegido” me lleva
a un resultado de mi acción.
Comportamiento
típicamente humano
La “Humanidad” del liderazgo
¾ La elección libre humana, frente a lo que
Elección libre
sucede, es lo que lo hace “esencialmente humano”.
¾ Dicha elección posee una faz moral, pues
necesariamente toda elección se inscribe en una
línea con respecto a la bondad o maldad humanas.
Decisión-Acción
¾ La elección humana se manifiesta en un acto o
Aquí muestra el ser
humano todo su
esplendor
en una obra en el mundo.
¾ De aquí la tremenda importancia del liderazgo
en el mundo de hoy.
¾ La acción del líder que responde-elige-actúa
frente a lo que sucede, es lo que logra cambiar al
mundo y a las personas que viven en él para
hacerlos mejores.
Cuando ponemos esto en práctica, nos comenzamos a ser
seres humanos genuinos. Nos recibimos de seres humanos.
Lo genuinamente humano en el liderazgo
Dato-Estímulo
Fuera de la gestión humana.
Las circunstancias, que
condicionan pero no determinan.
Elección libre
Dentro de la gestión humana.
Decisión-Acción
Resultado
Fuera de la gestión humana, pero
con la influencia de sus acciones.
Resultados asegurados
Hacia un liderazgo centrado en la paz de conciencia
No podemos asegurar un resultado externo
Dato-Estímulo
Elección libre
Decisión-Acción
Resultado
Más allá de lo que yo haga,
hay un conjunto de factores
fuera de mi gestión que
inciden en el resultado.
Nuestras elecciones y decisiones
no pueden asegurar un resultado
externo, pero sí uno interno.
El resultado externo no puede
asegurarse.
Sí puede asegurarse un resultado
interno.
Resultado externo: Es aquél logro o expectativa de resultado que es externo
a la persona que lo realiza. Por ejemplo, el resultado de un partido llevado a
cabo por un equipo deportivo, la mejora que puedo producir al intentar ayudar
a otra persona, los resultados comerciales de un negocio, el resultado en un
examen, etc., etc.
Resultados internos: Es algo que, independientemente del resultado externo,
se presenta dentro de la persona como acto perfectivo. Se manifiesta a
través de sensaciones positivas como paz, bienestar y felicidad; o negativas
como frustración, pesimismo y tristeza. Usualmente se presentan en forma
combinada. El resultado interno, como dijimos, no depende del logro o no del
resultado interno, sino de otra cosa completamente distinta: de nuestra
integridad para honrar nuestros valores y principios.
El resultado interno depende de si en nuestras acciones y obras se
manifestaron los valores y principios más elevados del ser humano, los valores
y principios que gobiernan mi vida. Cuando lo hago, independientemente del
resultado, puedo estar orgulloso y en paz conmigo mismo. Puedo perder, y
aún ganar.
Resultados externos y resultados internos
Garantizando el triunfo interior
Triunfo exterior
Triunfo interior
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Siempre contingente.
No asegurable.
Cíclico.
Inconstante.
Altamente dependiente de
factores incontrolables.
Aún en el éxito, llegará el fracaso.
El tema de la muerte como
fracaso frente a todo éxito.
Fuente de frustración si no lo
logro.
Fuente de inseguridad si lo logro.
Caso de los bienes materiales.
Fuente de felicidad efímera.
Vidas de silenciosa
desesperación.
•
•
•
•
•
Siempre absoluto.
Asegurable.
No cíclico.
Constante.
No dependiente de factores
incontrolables.
Aún en el fracaso más rotundo,
hay un éxito.
El tema de la muerte como
acabamiento de una vida de
integridad.
Fuente de satisfacciones, de paz
interior y de felicidad profunda.
Vidas de esperanza genuina.
Vidas con sentido y plenitud.
La gran Paradoja
Si nos centramos solo en el triunfo exterior, en
lograr objetivos más que en desarrollar
nuestro ser, minimizamos nuestras chances de
lograr el triunfo, tanto exterior como interior.
Paradójicamente, quien puede desapegarse en
la justa medida del triunfo exterior,
centrándose a su vez en su propio
perfeccionamiento interior, puede lograr
notables cotas de efectividad en el logro, tanto
del triunfo exterior como del interior.
Dicho de otra manera
Si solamente pienso en lograr y tener algo
externo, me vuelvo muy ineficiente en
alcanzarlo.
Si, además de pensar en el logro, tengo como
prioridad mi propio perfeccionamiento como
ser humano, me vuelvo más eficiente, tanto en
alcanzar los logros externos como los
internos.
Si en todas nuestras acciones
actuamos guiados por nuestros
principios y valores más profundos,
SIEMPRE alcanzaremos el triunfo
interior.
Lo curioso de esto es que cuando
actuamos de dicha manera somos
mucho más eficientes para alcanzar
logros externos.
“Lo que traerá paz al mundo es la
transformación interna
que conducirá a la acción externa.”
Krishnamurti
“Dentro de 20 años te sentirás más
desilusionado por aquellas cosas que
no hiciste que por aquellas que hiciste.
Así que, suelta las amarras. Navega
fuera de la bahía segura. Atrapa los
alisios en tus velas.
Explora. Sueña. Descubre.”
Mark Twain
Generando protagonismo
Aprendiendo a generar entornos de protagonistas
Protagonismo y responsabilidad
en entornos relacionales
• Uno de los grandes problemas de los entornos
relacionales (familia, trabajo, docencia, amistad, pareja,
etc.) donde prepondera el “modelo de la víctima” es que
existe una gran inercia para permanecer en dicho
modelo.
• La propuesta de cambio en conjunto de todo el entorno
hacia el “modelo del protagonista” suele ser compleja y
estar sujeta a constantes fracasos. El grado de
resistencia al cambio que ofrece el entorno es muy
grande.
• Es tarea esencial del “líder” el facilitar la migración
paulatina en estos entornos de un modelo hacia otro.
Primera clave para favorecer el cambio
• La víctima no existe: Si quien se victimiza, en realidad,
elige victimizarse, en realidad no hay tal cosa como una
“víctima” sino un protagonista cuya estrategia es simular
su inocencia y no responsabilidad.
• La víctima es un protagonista con una estrategia
deshonesta y manipuladora.
• En los entornos relacionales se debe hacer una
apelación pública a la opción moral esgrimida por el
protagonista que elige victimizarse para manipular a su
entorno.
Segunda clave para favorecer el cambio
• Somos padres y madres de todos nuestros actos y
acciones: si la víctima no existe, entonces todo lo que
hacemos es nuestra responsabilidad (no
necesariamente culpabilidad).
• Si todo lo que hacemos es nuestra responsabilidad,
entonces debemos responder por todos nuestros
actos.
• Se debe proponer y estimular un cambio en la opción
moral de la víctima hacia una opción moral más humana
y perfecta: la del protagonista responsable.
• La ejemplaridad moral del líder en este caso es esencial.
Tercera clave para favorecer el cambio
• La víctima responde: se debe demostrar que la
víctima, al victimizarse, responde. Su respuesta es la
falta de respuesta.
• En los entornos relacionales se debe demostrar la
falacia que consiste en creer que la víctima no
responde. Responde no respondiendo.
• Si su respuesta es la falta de respuesta, su estrategia es
la irresponsabilidad.
• El líder debe poner de manifiesto este hecho en los
entornos relacionales.
Resumiendo
1) La víctima no existe: Es un protagonista que elige
victimizarse.
2) Somos los padres o madres de nuestros actos:
Nuestros actos no son huérfanos.
3) Nuestros actos son nuestros: Somos responsables
por los mismos.
4) La víctima responde: Su modo de responder es la
falta de respuesta, la irresponsabilidad.
Consecuencias
1)
Si la víctima es un protagonista que elige victimizarse, hay
una preeminencia de una opción moral incorrecta.
2) Quien se niega a reconocer sus actos dejándolos huérfanos,
renuncia a ser auténticamente humano, pues renuncia a uno
de los caracteres distintivos más importantes del ser
humano.
3) La irresponsabilidad nos hermana con los animales.
4) Responder no respondiendo es pero que equivocarse, aquello
que teme la víctima para no ser castigado.
¿Cómo aprender a ejercer el
liderazgo para generar entornos
basados en la responsabilidad?
"Nadie es una isla completo en sí mismo; cada
hombre es un pedazo del continente,
una parte de la tierra; si el mar se lleva una
porción de tierra, toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio, o la casa de uno de
tus amigos, o la tuya propia;
la muerte de cualquier hombre me disminuye,
porque estoy ligado a la humanidad;
y por consiguiente, nunca preguntes por quién
doblan las campanas; están doblando por ti."
John Donne
Algunas claves
1)
2)
3)
4)
El líder ejemplar: Primer y principalmente, debemos nosotros
como líderes ejercitar permanentemente una actitud de
responsabilidad protagonista.
El líder maestro: Con tolerancia, amor y comprensión, debe
ponerse al servicio de sus liderados para ayudarlos a dar pasos
paulatinos hacia el protagonismo.
El líder rector: Para ello debe cambiar las reglas de juego del
entorno relacional y explicitar el cambio claramente. No debe
haber ambigüedad en ello. Debe eliminar la búsqueda de
culpables para pasar a promover la responsabilidad.
Este último paso usualmente genera cierto desorden e
incertidumbre inicial. Lo que el líder debe proponer es su clara
intención de hacer que todo el grupo relacional avance hacia el
protagonismo responsable.
Un modelo discursivo
•
A partir de ahora —deberán declamar los líderes a los miembros de sus
organizaciones—, todos comenzaremos a aprender a operar desde la
responsabilidad plena sobre nuestras propias decisiones, elecciones y acciones,
sean que estas se manifiesten en el campo laboral, familiar o relacional.
Titubearemos —deberán seguir diciendo—, y nos seguiremos equivocando en
nuestro actuar, como corresponde a todo ser humano, pero no regresaremos nunca
jamás y por ningún motivo al modelo anterior, al de las víctimas. No nos
permitiremos nunca más el no reconocer nuestros errores. Podremos ser
protagonistas cojos, limitados, en camino de perfeccionarse, pero nunca más
seremos víctimas profesionales.
•
Reconocer un error —seguirán arengando—, no implicará valorar la equivocación
por la equivocación mismo, sino que se exaltará la actitud de reconocer el error
pues es el único camino de corregir el error. El error displicente o intencionado será
severamente castigado, como lo ha sido hasta ahora; pero el error no intencionado
en procura de una acción buena ha de ser reconocido como tal, con todo el valor
implícito que ello tiene.
Evaluar la intención
• ¿Cómo saber qué penalizar y qué no
penalizar?
• El líder debe evaluar la intención de la persona
que ha producido un error o un resultado
indeseado.
Hacia una interoperatividad amorosa
•
El protagonismo personal y organizacional requiere, para desarrollarse y crecer
sanamente, que se manifieste entre los miembros de la organización una
plasmación amorosa humanamente entendida, donde el otro, sea el compañero de
trabajo o de equipo deportivo, ya no será el enemigo al cual tengo que derrotar para
que yo pueda vencer, sino que será mi compañero de ruta; un genuino coequiper.
•
¿Por qué existe el amor? Porque no somos perfectos. Esto el líder debe saberlo
más que nadie. El amor, entendido como celebración de la existencia del otro, es el
suelo fértil donde, no solo yo, sino todos en interrelación podemos dar nuestros
mejores frutos.

Protagonismo y Liderazgo

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