Enrique III el doliente

Transcripción

Enrique III el doliente
Curso: “Lectura en el aula”
Enero y Febrero, 2007
Ponente: José Quintanal Díaz.
Coordinadora: Cristina Merino Ortega
Etapa
Curso
Autor
Temporalización
Infantil
4 años
Lorena Contreras Farelo
5 Sesiones de 1 hora cada una.
El gabán de don Enrique III el doliente
ÁREA: Tratamiento Globalizado de las distintas áreas.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA: “Leyendas de España”. Ed. S.M.
1.-JUSTIFICACIÓN.
La literatura infantil es una fuente de conocimientos muy interesante para nuestros
alumnos. En la Educación Infantil, debido al tratamiento globalizador de los contenidos se
convierte en un medio muy importante a partir del cuál podemos realizar todo tipo de
actividades. Cualquier manifestación literaria puede ser tratada como un centro de interés o
eje globalizador que va a motivar al niño y va a hacer que desarrolle, además de otras muchas
capacidades, la imaginación, la creatividad, el gusto por la lectura… siendo además una buena
base para la introducción en la lecto escritura.
A la hora de realizar esta Unidad Didáctica he tenido muchas dudas sobre qué tipo de
texto elegir. Quería que fuera del folklore popular de nuestra provincia pero también quería
que fuera una narración breve que contuviera una serie de personajes y una trama sencilla
para poderlo tratar en el aula como si fuera un “cuento”. Por eso me decidí por una leyenda
toledana. Además, Toledo es una ciudad que adoro. Adoro sus leyendas, historias, su arte, su
encanto…. Una vez que decidí que iba a realizar mi Unidad Didáctica sobre una leyenda, me
costó mucho decidir cuál. Y bueno, no es una de las más conocidas, pero aquí está. (Anexo 1)
2.- OBJETIVOS.
- Ampliar vocabulario relacionado con el texto.
- Utilizar distintas técnicas plásticas para reproducir diversas partes, personajes,
escenarios o vestuarios de la leyenda.
- Interesarse por las producciones propias y ajenas
- Aplicar la coordinación viso manual.
- Reconocer la letra “e”.
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Enero y Febrero, 2007
Ponente: José Quintanal Díaz.
Coordinadora: Cristina Merino Ortega
- Asociar grafía y cantidad del número 4.
- Crear entre todos, el código de normas de comportamiento de la clase apoyándonos
en pictogramas.
- Reconocer la importancia de pedir perdón.
- Mostrar Interés y curiosidad por los textos de tradición oral.
- Interesarse por el lenguaje escrito como medio para comunicar información.
3.- CONTENIDOS.
Conceptos
- Vocabulario básico de la Unidad: Rey, riquezas, trovador, palacio…
- Grafo motricidad: La letra e y el número 4
- Normas básicas de relación y convivencia: Pedir perdón
- Pictogramas.
- Técnicas: pegar, recortar, dibujar, colorear, modelar…
Procedimientos
- Utilización de las posibilidades expresivas del propio cuerpo.
- Hábitos de atención.
- Cumplimiento de las normas básicas de convivencia.
- Lectura e interpretación de imágenes.
- Realización de títeres con material de deshecho.
- Utilización de la técnica de Rodari “¿Qué pasaría si… ?“Para desarrollar la
creatividad.
Actitudes
- Atención y escucha.
- Disfrute con las dramatizaciones.
- Interés y esfuerzo por mejorar y enriquecer su lenguaje y vocabulario.
- Aceptación de las normas de comportamiento establecidas por el grupo.
4.- ACTIVIDADES.
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Ponente: José Quintanal Díaz.
Coordinadora: Cristina Merino Ortega

ANTES.
- Asamblea: Hablamos de los Reyes: Sus características físicas y psíquicas mediante
distintas preguntas como por ejemplo: ¿Cómo crees tú que es un rey? ¿Es bueno? ¿Castiga a
la gente? ¿Es alto? ¿Tiene mucho dinero? ¿Es rico? ¿Qué ropa lleva un rey? ¿Y una chica,
puede ser reina? ¿Dónde vive el rey? ¿Qué come? ...
- Cada niño dibujará en un folio su propio rey y lo recortará.
- Entre todos, haremos un castillo en papel continuo y después pegaremos a todos los
reyes que han realizado los alumnos.
- Hablaremos también sobre las normas de convivencia. En especial sobre la
importancia del perdón.
- Realizaremos entre todos el código de comportamiento de la clase apoyándonos en
pictogramas.

DURANTE.
- El profesor contará la leyenda a sus alumnos teniendo en cuenta la modulación de su
voz, utilizando palabras sencillas, mirando a los niños y haciéndoles sentir “dentro” de la
leyenda.
- Copiaremos en la pizarra, algunas de las palabras más importantes de la historia,
como por ejemplo REY Y DINERO para entre todos, decidir cuál va a ser el pictograma que
utilizaremos para reconocer esa palabra.
- Realizaremos fichas con los pictogramas decididos para después hacer frases y
lecturas utilizando estas y otras fichas anteriormente realizadas con nuestros alumnos.
(ANEXO 2).
- Explicaremos a nuestros alumnos que significan palabras cómo TROBADOR, NOBLE o
LAUD.

DESPUÉS.
- Realizarán fichas relacionadas con la Leyenda:
Fichas de lógico matemática en las que tendrán que contar cuantos
elementos hay en un conjunto o dibujar en un conjunto tantos elementos como nos piden,
seguir una serie o realizar la grafía de un número.(ANEXO 3).
Fichas de lecto escritura: Copiar en mayúscula palabras
significativas del texto (las que hemos realizado en los pictogramas), reconocer las vocales en
una serie de palabras o “sopa de letras”, escribir la letra “e” (o la que estemos trabajando en
el momento de la lectura de la leyenda). (ANEXO 4).
- Con material de deshecho construirán un títere de alguno de los personajes de la
Leyenda: El rey, el trovador, el noble…
- Haremos uno o varios móviles con los dibujos de paisajes y personajes de la leyenda
que nuestros alumnos pinten en cartulinas.
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- Dramatizaremos la leyenda o una parte de la misma creando e improvisando disfraces
y escenarios.
- Utilizaremos la técnica de Rodari: ¿Qué pasaría si…? Haciendo preguntas para
inventar entre todos otra versión de la leyenda. Por ejemplo: ¿Que pasaría si el rey no les
hubiera perdonado?
5.-CRITERIOS DE EVALUACIÓN.
- Realiza grafos correctamente.
- Participa en las dramatizaciones.
- Utiliza el vocabulario aprendido.
- Respeta las normas de clase.
- Reconoce los pictogramas elaborados entre todos.
- Muestra atención y gusto por los textos de tradición oral.
- Participa en las actividades propuestas.
6.- ANEXOS.
Anexo 1: Leyenda. El gabán de don Enrique III el Doliente. Extraído de:
Menéndez, E y Álvarez, JM (2002): Leyendas de España. Madrid: Ediciones S.M.
Anexo 2: Ejemplo de fichas con pictogramas.
Anexo 3: Ejemplo de actividades de lógico – matemática.
Anexo 4: Ejemplo de actividades de lecto – escritura.
7.- VALORACIÓN.
Las actividades propuestas se llevarán a cabo todos los días después del recreo
durante una semana.
Esta Unidad Didáctica puede llevarse a cabo a partir de una salida a Toledo o antes de
la realización de la misma pero tampoco es imprescindible puesto que la leyenda es, ya de por
sí, muy motivadora para los niños.
Estas son sólo algunas de las muchas actividades que podríamos realizar a partir del texto.
Los ejemplos de los anexos 2, 3 y 4 son sólo eso, ejemplos. Podríamos ampliar o reducir
dependiendo del horario, la madurez de nuestros alumnos, etc. También podríamos realizar
otro tipo de actividades a partir de esta leyenda como juegos musicales o de psicomotricidad.
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Ponente: José Quintanal Díaz.
Coordinadora: Cristina Merino Ortega
ANEXO 1: EL GABÁN DE DON ENRIQUE III EL DOLIENTE.
Enrique,
que fue rey de Castilla a los once años, aún era menor de edad cuando le sucedió lo que se
cuenta aquí.
Después de muchos días de caza, por tierras de Ciudad Real y Toledo, regresó a su palacio.
Era ya hora de comer y el joven rey se sentó a la mesa a esperar a que le sirviesen. Pero dos horas
después nadie le había traído nada.
- Anda, ve a la cocina y dime qué ocurre- le ordenó a su paje.
Volvió el paje acompañado del mayordomo de palacio, y este le dijo al rey:
- Señor, no hay nada para cocinar: las despensas de palacio están vacías.
El joven rey se quitó el gabán que llevaba y le dijo al mayordomo:
- Véndelo y cómprame comida.
Y así se hizo. Pero, al sentarse a la mesa, Enrique se dio cuenta de que solo había tres sirvientes: el paje,
el mayordomo y un cocinero.
- ¿Qué ha pasado con el resto de la servidumbre? – preguntó.
- Mi señor, los criados se han marchado, pues no quedaba ni un maravedí para pagarles – respondió el
mayordomo.
- Si yo, siendo rey, soy así de pobre, ¿cómo serán mis vasallos?
- No sé si debo responderos a eso, mi señor. ¡Sois tan joven…!
- ¡Habla! Quiero saberlo – gritó Enrique, enfadado.
El mayordomo se armó de valor y dijo:
- Los nobles que gobiernan en vuestro nombre se reparten los dineros del reino y os dejan a vos en la
miseria. Ahora mismo están celebrando un gran banquete, al que todos los notables han sido invitados…, menos
vos.
El joven Enrique se quedó boquiabierto, pero cuando se repuso, dijo:
- Voy a ir a ese banquete.
Se disfrazó de trovador y fue a la fiesta, que se celebraba en el salón de un gran palacio. Allí todo era
derroche y alegría: las mesas estaban llenas de platos de oro con las viandas más exquisitas y vasos de más fino
cristal para los mejores vinos.
Enrique, haciéndose pasar por trovador, cantó una canción, acompañándose de un laúd. Como tenía una
hermosa voz, muchos nobles se acercaron a escucharle.
El arzobispo lo hizo llamar a su lado y le dijo:
- Tocas muy bien. ¿Te apetece sentarte junto a nosotros y tomar algo?
- Si, monseñor –respondió Enrique- , hoy apenas he comido.
- ¿Es que no tienes familia?
- Soy huérfano. Mis padres me dejaron… muchas tierras…, pero mis tutores se gastan todas mis rentas y
ni siquiera me dan para alimentarme.
Los nobles del salón, sin sospechar que el trovador estaba refiriéndose a ellos, se pusieron a criticar el
comportamiento de los tutores.
- ¡Qué desvergüenza! –Exclamaba-¡Dejar sin comer a un muchacho tan amable e inocente!
Cada uno de los presentes propuso un castigo para los estafadores:
- ¡Deberían ser encerrados para siempre!- dijo uno.
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- ¡Mejor sería cargarlos de cadenas y enviarlos a remar a las galeras!-dijo otro.
- ¡No, no, merecen la muerte! ¡Habría que condenarlos a muerte!-dijo la mayoría.
Enrique agradeció sus consejos y prometió seguirlos si se le presentaba la ocasión.
Después del banquete, como habían bebido mucho vino, los invitados se fueron de la lengua y contaron
cómo habían robado el oro de las arcas reales.
Enrique estuvo a punto de quitarse el disfraz y decir quién era, pero…
“Espera, Enrique, espera a que seas mayor de edad”, se dijo.
La fiesta acabó y el rey volvió a su castillo, donde sobrevivió como pudo, vendiendo muebles, ropas y
joyas hasta que fue mayor de edad.
Ese día llegó y el rey anunció que celebraría un gran banquete, al que invitó a los nobles que le habían
robado durante años.
- Traed vuestras mejores galas, pues será un banquete muy lujoso- les dijo, aunque no tenía dinero.
A los nobles les extrañó, ya que sabían mejor que nadie que el joven monarca estaba arruinado, pero
fueron de todas maneras, pues tenían curiosidad por saber cómo se las apañaba.
Enrique los recibió vestido con su armadura de caballero. Les hizo entrar a una sala en la que no había
más que una mesa y unos bancos de madera para sentarse.
Sobre cada plato había un pedazo de pan duro y, al lado, un vaso de madera lleno de agua.
- ¡Sentaos y comed! – ordenó el rey.
Los nobles se asustaron mucho. Pero como, durante la cena, el rey parecía de buen humor y gastó muchas
bromas, se tranquilizaron y comieron todos los mendrugos de pan que les sirvieron.
Después del banquete de pan duro, el rey se levantó y abrió una puerta que había al fondo del salón.
- Pasad- dijo.
Cuando entraron, vieron que las paredes de la habitación eran negras y, sobre una mesa, también
cubierta por un paño negro, vieron unas calaveras. Los nobles entendieron que iban a morir.
-¿Os acordáis del trovador que hace unos años asistió vuestro banquete? Era yo, Enrique III, vuestro
rey. ¿Recordáis el castigo que queríais para sus tutores? ¡Pues ahora lo vais a recibir!
Hizo una señal y, de detrás de unas cortinas, salieron varios soldados armados seguidos de un verdugo y
un sacerdote.
- Antes de morir- dijo el rey- , firmad la confesión de vuestros crímenes.
Uno por uno, los nobles se le echaron a los pies, llorando y pidiendo perdón.
-¡Déjanos vivir!- le suplicaban.
El joven Enrique era un hombre bueno y no quiso comenzar su reinado derramando sangre.
- Os perdono la vida-dijo-, pero con la condición de que el oro sea devuelto a las arcas del reino.
Así lo hicieron los nobles y el rey empleó el tesoro en mejorar la vida de sus súbditos.
El reinado de Enrique, aunque corto, fue próspero y pacífico.
(Ciudad Real o Toledo)
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ANEXO 2. EJEMPLO DE FICHAS CON PICTOGRAMAS.
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ANEXO 3: EJEMPLOS DE ACTIVIDADES DE LÓGICO MATEMÁTICA.
1.- Colorea las monedas del rey siguiendo la serie:
2.- Cuenta y escribe cuántos hay:
3.- Escribe el número 4:
4 4 4 4 4 4 444
4 4 4 4 4 4 444
4.- Dibuja tantos como…
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ANEXO 4: EJEMPLOS DE ACTIVIDADES DE LECTO-ESCRITURA.
1.- Rodea las letras “e” que hay dentro del saco de monedas:
2.- Copia las siguientes palabras y colorea :
castillo
pan

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