Palacio Salvo - Centro de Fotografía de Montevideo

Transcripción

Palacio Salvo - Centro de Fotografía de Montevideo
La muestra
Palacio Salvo:
El Palacio Salvo constituye un símbolo y emblema de la ciudad de Montevideo. Producto de un Uruguay pujante, comenzó a construirse en el año
1923 y se inauguró en octubre de 1928.
la silueta que nos identifica
En el marco de la Muestra artesanal,
gastronómica y cultural Arte5
La muestra se puede visitar
del 8 al 27 de enero de 2015
Plaza Muñoz (Trouville)
Sus hacedores eran inmigrantes italianos nacidos en la región de la Liguria. Llegados a nuestras costas en la década de 1860, pasaron de ser vendedores ambulantes a tener su propia tienda y finalmente a convertirse
en muy importantes empresarios en la rama textil.
A partir de esas condiciones, los hermanos Ángel, Lorenzo y José Salvo se
plantearon, en 1919, levantar el primer rascacielos de Uruguay, un gran
hotel frente a la Plaza Independencia, en cierto sentido como agradecimiento a la ciudad que los había recibido cuando eran muy pobres.
En el predio elegido estaba instalado desde principios de siglo XX el café y
confitería La Giralda –donde se había estrenado en 1917 el célebre tango
“La Cumparsita”, compuesto por Gerardo Matos Rodríguez–, que fue demolido para levantar el nuevo edificio.
Se llamó a un concurso internacional de proyectos, al que se presentaron
diecisiete arquitectos de distintas partes del mundo. Entre ellos se encontraba Mario Palanti –nacido en Milán–, quien contaba entre sus obras realizadas la del Palacio Barolo, edificio de gran similitud con el Salvo, ubicado
en la Avenida de Mayo, en Buenos Aires. Considerando ese antecedente,
Palanti finalmente fue el elegido, meses después de haber sido declarado
desierto el concurso.
Su estética ecléctica e historicista lo llevó a mezclar varios estilos arquitectónicos. Lejos de la pureza en las líneas y el acento en la función que
defendía la “arquitectura moderna”, liderada entre otros por Le Corbusier,
su ornamentación sobrecargada y formas caprichosas lo tornaron un edificio único, que sin embargo contó con una técnica de construcción vanguardista: el hormigón armado.
En una superficie de casi 1.800 metros cuadrados, cuenta con dos sótanos, planta baja, diez pisos que conforman la base, con más de cuarenta
apartamentos por nivel, y quince pisos en los que se despliega la torre,
coronada originalmente por un faro, que funcionó por poco tiempo.
La silueta del Palacio Salvo, vista desde los lugares más disímiles, resultó
definitivamente incorporada al perfil de la ciudad. Antes de ser inaugurado, los poetas Alfredo Mario Ferreiro y Juvenal Ortiz Saralegui publicaban
versos en su honor, la empresa Philips utilizaba su imagen en afiches publicitarios, mostrando la torre especialmente iluminada para el recibimiento
de los campeones olímpicos de Ámsterdam. Su figura particular, plena de
superficies curvas, balcones y vericuetos, se convirtió paulatinamente en
objeto de innumerables fotografías y miradas. Se volvió cine y materia de
expresión de diversas artes. También es escenario y motor de historias y
leyendas, muchas de ellas recogidas y documentadas en el libro Historias
del Palacio Salvo*.
Plaza Independencia y Palacio Salvo en construcción. Años 1926 - 1927 (aprox.). (Foto: 3940FMH.CMDF.IMM.UY - Autor: S.d./IM).
De todo ello trata esta muestra: de la tradición, vigencia y actualidad del
edificio. Como patrimonio cultural, histórico y arquitectónico, como ícono
de la ciudad, como testigo y principal protagonista de antiguas y recientes leyendas. Disparador incansable de nuevos sentidos.
Daniel Elissalde
* GARCÍA, Mariela; ELISSALDE, Daniel, Historias del Palacio Salvo, Montevideo, 2013

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