Trabajo de PIN: Una semana en París - Francés

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Trabajo de PIN: Una semana en París - Francés
Trabajo de PIN: Una semana en París
2012
Un día en París
4º día: 6 de Julio del 2012.
Nos hemos levantado con muchas ganas de disfrutar el día, hemos mirado por la
ventana de nuestra habitación y hace un día precioso, para disfrutarlo en la calle.
Después de habernos arreglado hemos bajado a una cafetería que hay en la misma calle
y hemos desayunado café au lait avec pain et confiture(baguettes abiertas por la mitad
untadas en mermelada y mantequilla).
Mientras desayunamos hemos estado mirando el plano de París y terminar de organizar
el día, el plato fuerte será el Museo D’ Orsay .
Tomamos el metro y nos bajamos en la estación de Solferino
La página oficial del museo en castellano es:
http://www.musee-orsay.fr/es/
En ella vamos a obtener mucha de la información para este trabajo.
La entrada nos ha costado 9€ y tuvimos que hacer media hora de cola.
La página anterior tiene mucha información toda la que necesitamos:
Un plano interactivo para ver las obras:
http://www.musee-orsay.fr/es/herramientas/plan-salle.html
Un video de 2 minutos y pico sobre el museo y muchas cosas más .
Vamos por partes:
Historia del museo: Un museo en una estación
La historia del museo, de su edificio, es poco banal. Situado en el corazón de París, lo
largo del Sena, frente al jardín de las Tuileries, el museo se ha instalado en la antigua
estación de Orsay, un edificio construido para la Exposición universal de 1900. Así, de
cierto modo el edificio es la primera “obra” de las colecciones del museo de Orsay, que
presenta el arte de las últimas décadas, transcurridas entre 1848 y 1914.
"La estación es magnífica y parece un Palacio de Bellas Artes..." escribía el pintor
Edouard Détaille en 1900. Ochenta y seis años después, su profecía se hizo realidad.
La transformación de la estación en museo fue la obra de los arquitectos del grupo
ACT-Architecture, Sres. Bardon, Colboc y Philippon. Su proyecto, seleccionado entre
seis proposiciones en 1979, debía respetar la arquitectura de Victor Laloux a la vez que
reinterpretarla en función de su nueva vocación. Éste permitía hacer resaltar la gran
nave, utilizándola como eje principal del recorrido y transformar la marquesina en
entrada principal.
Tres niveles delinean el recorrido del museo: en la planta baja, las salas están
distribuidas a ambos lados del patio central. En el nivel intermedio, las terrazas dominan
el patio e introducen a las salas de exposición. El piso superior está acondicionado
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encima del vestíbulo que bordea el muelle y que se prolonga en la parte más alta del
hotel que da a la calle de Bellechasse.
Los distintos espacios son accesibles a partir de estos tres niveles principales de
exposición de obras –el pabellón anterior, los pasajes con cristales del gran tímpano
oeste de la estación, el restaurante del museo (acondicionado en el antiguo comedor del
hotel), el café de Hauteurs, la librería y el auditorio.
Para no hacernos muy extensos remitimos a las páginas siguientes para un mayor
conocimiento de lo que vimos.
Para la historia de las colecciones:
http://www.musee-orsay.fr/es/colecciones/historia-de-las-colecciones/inicio.html
Para un recorrido virtual por las obras:
http://www.musee-orsay.fr/es/colecciones/descubrimiento.html
Para ver las obras una a una:
http://www.musee-orsay.fr/es/colecciones/obras-comentadas/pintura.html
El recorrido fue muy bonito, es un museo muy humano que no llega a cansar, lo
hicimos en dos horas y media sin correr.
La obras que más me gustaron, algunas ya las conocía son (solo mencionaré unas
cuantas, pero me encantaron muchas más):
Gustave Courbet: El taller del pintor
Alegoría real que determina una fase de siete años de mi vida artística y moral
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Este cuadro-manifiesto, fue rechazado por el jurado del Salón, siendo la estrella de la
exposición particular que Courbet organiza en margen de la Exposición Universal de
1855. "Es el mundo que viene a hacerse pintor a mi casa", precisa Courbet "en la
derecha, todos los accionistas, es decir los amigos, los trabajadores, los aficionados del
mundo del arte. En la izquierda, el otro mundo de la vida trivial, el pueblo, la miseria, la
pobreza, la riqueza, los explotados, los explotadores, la gente que vive de la muerte".
En la parte derecha, reconocemos en particular el perfil barbudo de Alfred Bruyas, y
detrás de él, de frente, el filósofo Proudhon. El crítico Champfleury está sentado encima
de un taburete, mientras que Baudelaire está ensimismado por la lectura. La pareja del
primer plano viene para personificar a los aficionados de arte y, cerca de la ventana, dos
amantes representan al amor libre.
Respecto a la "vida trivial", encontramos a un párroco, un comerciante, un cazador, que
podría tener los rasgos de Napoleón III°, o también un obrero inactivo y una mendiga
que simbolizan la pobreza. Observamos también la guitarra, la daga y el sombrero que,
con el modelo masculino, estigmatizan el arte académico. La identificación de estas
figuras sigue siendo sin embargo incierta.
En el centro, como un mediador, el artista, en persona, está acompañado por figuras
benevolentes: una mujer-musa, desnuda como la Verdad, un niño y un gato.
Se emitieron las más diversas especulaciones, en cuanto al sentido real del cuadro. Con
El Taller del pintor, Courbet replantea las jerarquías de los géneros, proporcionando a
su manifiesto personal el rango y el formato de la más prestigiosa pintura de
Edgar Degas: La Clase de danza
Degas acudía con asiduidad a la Ópera de París, como espectador, pero también entre
bastidores, a la sala de la danza, donde lo introdujo un amigo músico de orquesta. En
dicha época todavía se trataba del edificio de la calle Le Peletier, y no de la Ópera
diseñada por Garnier, que pronto la sustituirá. A partir de comienzos de los años 1870 y
hasta su muerte, las bailarinas ejerciendo durante los ensayos o en reposo, se convierten
en el tema de predilección de Degas, incansablemente recuperado con numerosas
variaciones en las poses y los gestos.
Más que el escenario y las luces de candilejas, es el trabajo previo que le interesa: en
entrenamiento. Aquí, la sesión se acaba: los alumnos están agotados, se estiran, se
contorsionan para rascarse la espalda, arreglan su peinado o su ropa, un pendiente, un
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lazo, poco atentas al inflexible profesor, retrato de Jules Perrot, antiguo maestro de
ballet.
Degas ha observado con atención los gestos más espontáneos, naturales y anodinos,
momentos de pausa, cuando la concentración se afloja y el cuerpo se relaja, tras el
esfuerzo de un aprendizaje extenuante y de un rigor implacable.
Paul Gauguin: Mujeres de Tahití
En 1891, Gauguin acude a Tahití, isla que imagina paradisíaca y primitiva. El artista
desea "vivir aquí de éxtasis, de calma y de arte". Sus dificultades económicas, sus
preocupaciones estéticas y esta muy baudeleriana "invitación al viaje" lo empujan hacia
la lejanía para escapar a "esta lucha europea por el dinero", para ser "por fin libre".
Esta composición es típica de las obras pintadas a comienzos de su primera estancia en
el Pacífico, cuadros que muestran a menudo a Tahitianas ocupadas en sencillas tareas
cotidianas. Aquí, las pesadas siluetas hieráticas tienen cada una su propio espacio lo que
permiten encadenar arabescos, en una armonía perfectamente orquestada. Los rostros
dibujan una máscara o un perfil bastante indiferenciados, pero con algo de melancolía.
Gauguin maneja su línea con una perfecta seguridad, la hace elegante o decorativa.
Mediante la elección de poses un poco rígidas, ritma la composición según una
misteriosa y armoniosa geometría, realizando de este modo lo que parece ser más una
escena costumbrista que un verdadero doble. Una leve animación se crea a su vez
mediante el discreto bodegón, casi monocromo del primer plano, y por las olas que se
rompen en la laguna del fondo, solamente sugeridas por algunos realces de blanco.
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Edouard Manet: Olympia
Con Olympia, Manet reinventa el tema tradicional del desnudo femenino a través del
juego de una pintura franca y sin compromiso. Tanto el tema como el lenguaje pictórico
explican el escándalo que provocó la obra en el Salón de 1865. Aun cuando multiplica
las referencias formales e iconográficas: La Venus de Urbino del Tiziano, La maja
desnuda de Goya y el tema de la odalisca con la esclava negra tratado sobre todo por
Ingres, Manet traduce ante todo pictóricamente la frialdad y el prosaísmo de un tema
muy contemporáneo. La Venus se convierte en una prostituta que mira con desafío al
espectador. Fue considerable la violencia de las reacciones suscitadas por este
cuestionamiento del desnudo idealizado, fundamento de la tradición académica. Los
críticos vilipendiaron "esta odalisca de vientre amarillo" cuya modernidad, sin embargo,
fue defendida por algunos contemporáneos con Zola a la cabeza.
Jean-François Millet: El Ángelus
Un hombre y una mujer rezan el ángelus, oración que recuerda el saludo del ángel a
María durante la Anunciación. Han interrumpido su cosecha de patatas y todas las
herramientas de este trabajo, la horquilla, los sacos y la carretilla, están representados.
En 1865, Millet cuenta: "El Ángelus es un cuadro que he realizado, pensando en como,
trabajando antaño en el campo, a mi abuela no se le escapaba, cuando oía tocar la
campana, de hacer que nos detuviéramos en nuestra labor para rezar el ángelus para
estos pobres muertos ". Se trata pues de un recuerdo de infancia que originó el cuadro y
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no la voluntad de exaltar un cualquier sentimiento religioso. Por otro lado, Millet no es
practicante. En una escena simple, quiere fijar los ritmos inmutables de los campesinos.
Aquí el interés del pintor enfoca el tiempo de la pausa, del descanso.
Aislada en el primer plano, en medio de una inmensa y desierta llanura, la pareja de
campesinos adopta unos aires monumentales, pese a las dimensiones reducidas del
lienzo. Sus rostros se han dejado en la sombra, mientras que la luz subraya los gestos y
las posturas. El lienzo expresa de este modo un profundo sentimiento de recogimiento y
Millet supera la anécdota para ir hacia el arquetipo.
Es sin duda lo que explica el extraordinario destino del Ángelus: objeto de una increíble
pasión patriótica durante su intento de compra por el Louvre en 1889, venerado por
Salvador Dalí, lacerado por un desequilibrado en 1932 y convertido a lo largo del siglo
XX en icono mundialmente famoso.
Claude Monet : Amapolas
De regreso de Inglaterra, en 1871, Monet se instala en Argenteuil, donde residirá hasta
1878. Estos años corresponden a un periodo de plenitud. Apoyado por su marchante,
Paul Durand-Ruel, Monet también encuentra, en la región donde vive, los paisajes
luminosos que le permiten explorar las posibilidades de la pintura al aire libre.
Presenta las Amapolas al público durante la primera exposición del grupo impresionista
en los antiguos talleres del fotógrafo Nadar, en 1874. El lienzo, que se ha convertido
hoy en uno de los más famosos, evoca la atmósfera vibrante de un paseo por los campos
durante un día de verano.
Monet diluye los contornos y a partir de la evocación de las amapolas construye una
rítmica coloreada, mediante manchas cuyo formato desmesurado, en el primer plano,
muestra la prevalencia acordada a la impresión visual, franqueando así un primer paso
hacia la abstracción.
En este paisaje, ambas parejas, madre y niño del primer plano y del segundo, tan solo
son un pretexto para implementar una oblicua que estructura el cuadro. Dos zonas
distintas desde el punto de vista de la gama de colores se definen de este modo: una
dominada por el rojo, la otra por un verde azulado. La mujer joven con sombrilla y el
niño del primer plano son, sin duda, Camille, la mujer del artista, y su hijo Jean.
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Auguste Renoir : El baile del molino de la Galette
Ésta es sin duda la obra más importante de Renoir a mediados de la década de 1870, fue
presentada en la exposición del grupo impresionista de 1877. Aunque el pintor decidió
representar a algunos de sus amigos, se esforzó ante todo por reflejar la atmósfera
vehemente y alegre de este establecimiento popular de la Butte Montmartre. El estudio
de la multitud en movimiento bajo una luz a la vez natural y artificial se trata mediante
pinceladas vibrantes y coloreadas. El sentimiento de que las formas se diluyen fue una
de las causas de las reacciones negativas de los críticos de la época.
Por su tema anclado en la vida parisiense contemporánea, su estilo innovador y también
su formato imponente, signo de la ambición del enfoque de Renoir, este cuadro
constituye una de las obras maestras de principios del impresionismo.
Vincent van Gogh : Retrato del artista
Como Rembrandt y Goya, Vincent van Gogh se tomó por modelo, con frecuencia a él
mismo; se cuentan más de 43 autorretratos, pintados o dibujados, durante cerca de diez
años de trabajo. Igual que estos maestros del pasado, se observa sin complacencia,
delante del espejo. Pintarse uno mismo no es un acto anodino: se trata de una
interrogante
que,
a
menudo,
desencadena
los
vértigos
identitarios.
Sus rasgos son duros y demacrados, su mirada de ojeras verdes parece intransigente y
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ansiosa. La tonalidad dominante, verde ajenjo y turquesa claro, encuentra una oposición
en su color complementario, el anaranjado fuego de la barba y del cabello.
Con la inmovilidad del modelo, contrastan las curvas ondulantes del cabello y de la
barba, que encuentran un eco amplificado en los arabescos alucinatorios del fondo.
Vincent van Gogh: La habitación de Van Gogh en Arles
Sobre el tema de su dormitorio, Van Gogh realiza tres cuadros casi idénticos. El
primero, conservado en el museo Van Gogh de Ámsterdam, fue ejecutado en octubre de
1888 y se deterioró en una inundación ocurrida durante la hospitalización del pintor en
Arles. Cerca de un año después, éste emprende la realización de dos copias: una, de
mismas dimensiones, se conserva hoy en el Art Institute de Chicago; la otra, la del
museo de Orsay, realizada para su familia en Holanda, es de tamaño más reducido.
En una carta dirigida a su hermano Théo, Vincent explica lo que le incita a pintar una
obra semejante: quiere expresar la tranquilidad y resaltar la sencillez de su dormitorio
mediante el simbolismo de los colores. Para ello, describe: "los muros lila pálido, el
suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las
almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo
anaranjada, la palangana azul, la ventana verde", afirmando: "Había querido expresar un
reposo
absoluto
mediante
todos
estos
tonos
diversos".
Una vez terminada la visita nos fuimos a la tienda del museo y compramos esta lámina
de Monet.
Ensayo de figura en plein air. Mujer con sombrilla vuelta hacia la izquierda.
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Para que os hagáis una idea de lo que hemos visto, en Youtube hay muchos videos, os
dejo aquí los enlaces de algunos que están bien, vosotros podéis buscar otros:
http://www.youtube.com/watch?v=uFrQqWtR3SA
http://www.youtube.com/watch?v=714jBmRrKHw&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=iCBuAKWGkYc
http://www.youtube.com/watch?v=Z0C6sZqCznA&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=LIcAzCTFiu0&feature=related
Paseo por el barrio de ST-GERMAIN-DES-PRÉS.
Son las 1:30 y nos disponemos a pasear un poco por este barrio donde está el museo y
de camino en este paseo buscaremos un sitio agradable en el que comer y disfrutar del
buen tiempo.
Este es el plano de la zona:
Saint-Germain-des-Prés es un barrio situado en el VI Distrito de París, alrededor de la
iglesia de la antigua abadía de Saint-Germain-des-Prés. Sus habitantes se denominan
"germanopratinos". A partir del final de la Segunda Guerra mundial, el barrio de SaintGermain-des-Prés se convirtió en uno de los lugares más destacados de la vida
intelectual y cultural parisina. Filósofos, escritores, actores y músicos se mezclaban en
las brasseries y en los locales nocturnos (allí se inventó el bebop) donde el pensamiento
existencialista cohabitaba con el jazz americano. Música por antonomasia del SaintGermain-des-Prés de la posguerra, el jazz reinaba en las llamadas "cuevas" (caves) cuya
imagen y ambiente caracterizaron el Saint-Germain-des-Prés de aquella época. La más
reputada fue sin lugar a duda Le Tabou, situado en el nº33 de la calle Dauphine, donde
tocaban los hermanos Vian, y que frecuentaron un buen número de jazzmen
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norteamericanos como Charlie Parker y Miles Davis. Una vez pasada la efervescencia
de la posguerra, Saint-Germain-des-Prés fue también el lugar de encuentro favorito de
los artífices y actores de la Nouvelle Vague, a finales de los años 50 y principios de los
60.Hoy en día, el barrio ha perdido en buena medida el prestigio intelectual del que
gozaba en su época dorada, la de Jean-Paul Sartre y de Simone de Beauvoir, de la actriz
y cantante emblemática Juliette Gréco, de los realizadores Jean-Luc Godard y François
Truffaut, de los poetas como Jacques Prévert o de artistas como Giacometti. Sin
embargo, todavía se puede encontrar a muchos artistas en las terrazas de cafés como Les
Deux Magots o el Café de Flore. La Brasserie Lipp sigue siendo un lugar de reunión
para periodistas, actores y actrices en boga, y políticos (François Mitterrand fue fiel
cliente hasta su elección a la Presidencia de la República Francesa en 1981).
Los edificios del siglo XVII han sido preservados, pero el cambio ya es patente. Las
tiendas de moda, cada vez más lujosas, están sustituyendo poco a poco a las pequeñas
tiendas y a las librerías, y Saint-Germain-des-Prés está entre los barrios residenciales
más caros de París.
Paseamos por el barrio, por el boulevard, hasta llegar a la abadía que le da el nombre, la
más antigua de París y decidimos comer en la La Brasserie Lipp:
Tomamos la especialidad de la casa, de primero unos mejillones al vapor, después un
lenguado meunier (la perfección de lo simple) y de postre sus famosas milhojas, se
podría hacer un club de fans de este milhojas, es distinto, estupendo, sorprendente y al
mismo tiempo te da la impresión, acertada, de estar degustando una receta casera de
alguna abuela antepasada.
Después de descansar decidimos pasar la tarde noche en Montmartre.
Algunas dela fotos que tomamos del barrio son como éstas:
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También puedes ver algunos videos en youtube para que veas cómo es la zona:
http://www.youtube.com/watch?v=ePNvDTgzGGo
http://www.youtube.com/watch?v=AePsn_S_ucY
http://www.youtube.com/watch?v=tcjHcv5p54w&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=DSrWkrvooTA&feature=related
MONTMARTRE Y EL SAGRADO CORAZÓN
Cuando estuvimos descansados tomamos el metro hasta la estación de Anvers, en el
barrio de Montmartre, allí cogimos el funicular hasta la base de la escalinata de la
basílica del Sagrado Corazón.
Este plano nos ayudó:
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Paseamos y en entramos a ver la basílica, después nos quedamos un buen rato
contemplando las vistas que se ven desde allí.
Bueno, ahora toca pasear por el barrio, os cuento un poco cómo es:
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Montmartre es una colina de 130 metros de altura situada en la orilla derecha del río
Sena, en el XVIII Distrito de París, principalmente conocida por la cúpula blanca de la
Basílica del Sacré Cœur, ubicada en su cumbre.
El barrio fue cuna de los impresionistas, de la bohemia parisina del siglo XIX. A
mediados del siglo XIX, artistas como Johan Jongkind y Camille Pissarro comenzaron a
habitar Montmartre. Hacia finales del siglo, Montmartre y su contrapartida en la orilla
izquierda, Montparnasse se convirtieron en los principales centros artísticos de París.
Cerca del viejo molino junto a la cumbre se abrió un restaurante al aire libre, el Moulin
de la Galette, donde se celebraban bailes. Pablo Picasso, Amedeo Modigliani y otros
artistas pobres vivieron y trabajaron en una comuna, un edificio llamado el BateauLavoir, entre los años 1904 y 1909.
Paseamos por el barrio hasta llegar al centro neurálgico en el que pintores y artistas
siguen exponiendo sus obras, ahora con un fin turístico, la Place du Tertre, en ella nos
quedamos buen rato y entramos también en las tiendas de artesanía:
Nos dio la noche y decidimos tomar algo en una de sus terrazas y contemplar París de
noche:
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Nos tomamos unos patés y unos quesos con un vino francés.
Volvimos a contemplar París de noche y paseamos escaleras abajo hasta el metro más
próximo, sin prisas, bajamos hasta los boulevares principales y nos dijeron que por allí
quedaba cerca Le Moulin Rouge, nos acercamos para ver el ambiente y disfrutar de la
movida, nos sentamos en una terraza pata tomar una copa de champán y cogimos el
metro en la estación de Blanche, hasta el hotel, tocaba descansar hasta el nuevo día
Aquí tenéis más información sobre el barrio.
http://www.youtube.com/watch?v=jqiPWt__iL0&feature=player_embedded
http://www.youtube.com/watch?v=YLs5OIKeO-c&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=_X5QBHueJ7c&feature=fvwrel
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