Criterios de fiabilidad del juguete seguro Los criterios materiales

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Criterios de fiabilidad del juguete seguro Los criterios materiales
Criterios de fiabilidad del juguete seguro
Los criterios materiales nos permiten valorar la calidad del juguete en función de su
composición material y de la adecuación de su diseño respecto al tipo de juego que
propone y la edad del niño y la niña a quien se dirige.
Algunos aspectos fundamentales que debemos valorar en un juego o juguete son los
siguientes:
Los materiales con los que se ha construido y el resultado final del producto deben
cumplir una estricta normativa que garantiza la seguridad de este material en manos
del niño o la niña a quien va dirigido el juguete. Para ello los juguetes pasan por
diferentes pruebas físicas, químicas y mecánicas . El sello CE impreso en el embalaje
externo presupone la calidad del juego o juguete y da a entender que ha sido sometido
a pruebas que así lo acreditan.
La solidez y durabilidad del producto es otro importante aspecto a tener en cuenta.
Los niños sufren cuando se les rompen los juguetes, ya que depositan en ellos mucho
afecto debido a los buenos momentos que les hacen pasar. Por este motivo, debemos
evitar aquéllos que puedan romperse fácilmente en sus manos al no estar bien
construidos o necesitar un cuidado extremo en su uso. No obstante, cabe precisar que
algunos juegos o juguetes dirigidos a niños mayores tienen un aspecto frágil,
estimulando al niño o la niña a tratarlos con delicadeza y cuidado, un importante valor
que conviene transmitir (cacharritos de porcelana, juegos de construcción de
maquetas, coches teledirigidos…)
La belleza y estética es un importante elemento a considerar. Los juguetes son objetos
muy cercanos a nuestros niños, por lo que deben responder a sus gustos y a un
adecuado concepto de belleza. Los niños merecen tener en sus manos objetos bonitos,
bien acabados, que despierten en ellos interés por las cosas bien hechas, agradables y
delicadas.
Estos aspectos deben considerarse teniendo en cuenta dos importantes variables:
La adecuación a la edad del niño: es uno de los criterios más importantes; la forma y
ergonomía del juego debe responder a la capacidad de manipulación del niño o la niña
a quien se lo ofrecemos, debe adaptarse al tamaño de su mano (un encajable con
piezas gigantes que no pueda coger con las manos no podrá cumplir su función), debe
tener unas dimensiones que se ajusten a su altura (una cocinita a cuyos estantes más
altos no se llega reduce sus posibilidades de juego) y, si así lo requiere el uso del
juguete, un peso que sea soportable por el niño (un correpasillos tan pesado que
necesite a un adulto que lo empuje no cumplirá su función en las manos del niño que lo
deba arrastrar).
La adecuación al tipo de juego que propone: tanto el diseño como el material
empleado para la fabricación del juguete deben favorecer el desarrollo del juego para
el que ha sido concebido. Así, debemos exigir que un juego para jugar en la bañera esté
construido con materiales que puedan mojarse; si está pensado para encajar, debe
tener un diseño y un tipo de material que facilite el encaje, además de una precisión en
el corte que permita armar una construcción estable y consistente; si el juguete está
diseñado para ser manipulado por un bebé, debe tener en cuenta la necesidad de ser
lavable, etc. El material y el diseño de los juguetes deben estar en función del juego que
proponen y adecuarse al uso que les dará durante el juego el niño al que se dirigen.

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