Defensa personal policial - Shotokai Karate

Transcripción

Defensa personal policial - Shotokai Karate
Elementos de defensa personal policial 1
Dr. Eloy Izquierdo Rodríguez. 5º dan de karate estilo Shotokai. Entrenador Nacional de
Karate por la F.E.K. Acreditado por la Dirección General de la Policía como Instructor de
Defensa Personal para centros de Seguridad Privada.
Introducción
Bajo la denominación “Defensa personal” se engloba todo un conjunto de técnicas de
las diferentes artes de lucha destinadas a neutralizar una agresión o amenaza en una distancia
en que es posible el contacto físico entre el agresor y el agredido.
Generalmente, en los métodos revisados el agresor puede realizar su ataque o
amenaza sin armas o con armas de diversos tipos. Además se plantean situaciones de dos o
más agresores armados o no, contra una sola persona, a las que se intenta dar una solución
desde el método.
No puede hablarse de la existencia de una única
técnica o forma de “defensa personal”, existen muchas
“defensas personales” y casi podría decirse que una por
instructor o poco menos. La razón fundamental de esta
variedad es que cada forma de lucha, cada deporte de
combate o si se quiere cada arte marcial, ha desarrollado
un sistema basado en su táctica y técnica e incorporando
un cierto número de otras formas de lucha para resolver
las mismas situaciones.
Aunque el interés por el conocimiento de técnicas
que permitiesen defenderse de posibles agresiones no es
nuevo, sí es cierto que en las últimas décadas se ha desarrollado una creciente preocupación
entre el gran público por su propia seguridad que ha llevado al florecimiento de gimnasios y
centros especializados, coincidiendo también con la popularidad de las formas de combate
orientales (judo, karatedo, jujitsu, aikido, taekwondo, etc.) a través de sus variantes
deportivas. No es difícil para un pequeño empresario del sector orientar su oferta hacia la
vertiente educativa para los niños, hacia la faceta deportiva para los
jóvenes con espíritu competitivo, hacia la actividad física saludable
para personas sedentarias necesitadas de ejercicio y hacia la defensa
personal para personas con inquietud por su seguridad personal.
La orientación del deporte de combate hacia la defensa
personal se traduce en la aplicación a diversas situaciones
supuestamente reales (que en la mayoría de los casos no lo son) de
las técnicas propias del sistema de lucha y su ensayo en unas
condiciones que hagan posible la práctica continuada sin ningún
tipo de riesgo, transmitiendo al cliente el convencimiento de su
capacidad para resolver casi cualquier situación. Afortunadamente
resulta difícil para el ciudadano medio verse en situaciones
1
Módulo del curso “Diploma especialización profesional universitario en ciencias policiales” Universitat de
València. ADEIT. Título propio.
1
comprometidas y si éstas se presentan, la prudencia y el instinto de conservación invitan a
evitarlas incluso con una discreta retirada en el último momento, ya que la “defensa personal”
de poco les va a servir si no tienen una profunda experiencia en la lucha cuerpo a cuerpo,
adquirida aunque sea a través de la práctica de un deporte de combate.
Estamos convencidos de que la utilidad práctica de cualquier sistema de defensa
personal requiere un adiestramiento profundo y una condición física adecuada, además de
una práctica habitual que mantenga las capacidades adquiridas, tanto técnicas como físicas.
Cualquier persona que por razones profesionales esté expuesta a situaciones de riesgo debe
ser plenamente consciente de sus propias posibilidades y valorar en un instante esas
posibilidades frente a la situación que se presente, sin olvidar que es tan grande el número de
imprevistos que puede presentarse en una situación aparentemente controlada, que cualquier
precaución puede quedar rápidamente desbordada sin posibilidad de reacción.
1. Bases de un programa de defensa personal para profesionales
El gran número de situaciones diferentes que puede darse y la variedad de las posibles
respuestas hace que resulte prácticamente imposible un adiestramiento basado en la práctica
exhaustiva de todas las situaciones hasta adquirir el nivel de maestría suficiente en cada una
de ellas que permitiese resolver con suficientes garantías de éxito cualquier situación de
peligro. Por esta razón evitaremos este planteamiento y no se darán aquí soluciones a
situaciones concretas de una forma analítica, es decir, estudiando situación por situación. En
primer lugar porque por mucho que nos extendiésemos siempre podría pedirnos
explicaciones un lector que tras haber estudiado
concienzudamente nuestro temario se había tenido
que enfrentar a una situación que no le había sido
mostrada. Y en segundo lugar porque, partiendo de
la base de que el potencial agresor siempre actuará
en la forma que mejor domine (y existen verdaderos
especialistas en las técnicas más sorprendentes),
resulta más que probable que en esa situación nos
pueda sorprender y superar.
Además, en el caso de un enfoque hacia
profesionales que por razones de su trabajo puedan verse implicados en situaciones
comprometidas, habría que tener en cuenta una serie de posibilidades en cuanto a los propios
medios de defensa (tonfa, defensa, etc.) con lo que, unido a los posibles elementos de que
dispondría el potencial agresor multiplicaría las distintas situaciones que podrían darse, con
lo que su estudio es a todas luces inviable, al menos para el profesional medio. Ello sin tener
en cuenta los múltiples planteamientos tácticos que suponen las variaciones en el número de
agresores o de compañeros que apoyen en una determinada situación.
En cualquier caso, existe gran número de manuales, vídeos y métodos publicados en los
que están recogidas muchas técnicas y respuestas y aunque muchos de ellos son de una
calidad dudosa, otros pueden resultar de gran utilidad para el estudioso.
No es actual el interés por la defensa personal en nuestro país, tanto en el ámbito
particular como en el profesional. Sin haber realizado una búsqueda exhaustiva, encontramos
ya a principios del siglo pasado manuales referentes a formas de defensa personal basados en
2
el boxeo o la esgrima de bastón 2 (adminículo éste de uso habitual en la época), y en el ámbito
militar unos textos de 1934, de la Escuela Central de Gimnasia de Toledo perteneciente al
Ejército de Tierra 3 y que recopila con seriedad y desde luego con un enfoque claramente
dirigido al adiestramiento del personal militar y de Cuerpos de Seguridad los fundamentos y
técnicas de entrenamiento de diferentes formas de combate cuerpo a cuerpo tales como el
boxeo inglés, el boxeo francés (savate), el jiu-jitsu y las luchas grecorromana y libre,
dedicando también un capítulo a la esgrima de palo y bastón y su utilidad para el militar y
especial atención a luchas poco conocidas como la que denomina “lucha parisina” propia de
los bajos fondos de París, advirtiendo de su peligro y formas de actuación de sus practicantes.
De este último texto recogemos, a título de curiosidad, la cita siguiente sobre la
conveniencia de la práctica de combate sin armas para el soldado
“Huelga el indicar, que pese a todos los adelantos modernos, las batallas de verdad, siempre
terminan con el cuerpo a cuerpo, es decir, la lucha entre los hombres a cuchillo o como se pueda,
por lo que una de las partes de la educación del soldado debe ser el fomento del espíritu de
acometividad, dándole confianza en sus propias fuerzas, y la seguridad de vencer aún sin armas,
por los conocimientos adquiridos durante su permanencia en filas.”
y también esta otra que destaca su interés para los oficiales,
“El deporte de combate debe, pues, ocupar un lugar preferente en las unidades armadas, no sólo
como deporte en sí, sino por la gran utilidad que puede prestarnos en caso de guerra o agresión
particular, y si bien es útil para las jerarquías inferiores de la milicia, que son las que han de
soportar el peso de la acción, no lo es menos para los superiores, para los oficiales, pues a mi
entender, el practicar estos deportes científicamente, da un gran prestigio guerrero, y los coloca
en condiciones de poder fácilmente castigar una insolencia, forzar a la obediencia al rebelde y
aun contener una sublevación o indisciplina.”
También, por su curiosidad, recogemos algunas de las ilustraciones de ambos libros.
2
Barba, A. El boxeo y la esgrima de bastón. Col. “Manuales Soler”.Ed. Hispano-Argentina. Barcelona.
(publicado entre 1900 y 1908).
3
Capitán Badenas. Deportes de Combate. Tomo I. Escuela Central de Gimnasia de Toledo. 1934.
3
Esgrima de palo
Boxeo
Savate (boxeo francés)
4
Otro aspecto que hay que tener en cuenta en cuanto a la aplicación de una técnica de
defensa personal es la implicación legal de las acciones y la proporcionalidad de la respuesta
frente a la agresión. En las técnicas que se utilizan como ejemplo se parte de un principio de
garantizar la eficacia de la acción de defensa causando el mínimo daño al agresor y en
cualquier caso manteniendo una proporción adecuada de la respuesta frente al ataque. No
obstante, en el caso de profesionales, es el propio profesional el que debe valorar y controlar,
de acuerdo con las limitaciones de su situación y posición, la contundencia de la respuesta, de
acuerdo con el marco legal en que se desenvuelva y cada situación en particular. Dado que
las implicaciones pueden ser muy distintas, estimamos que la consideración de estos aspectos
no es objeto de este trabajo.
También debería considerarse que al hablar de
“defensa personal” no debe pensarse únicamente en la
respuesta a una acción, a un movimiento previo del atacante
que es el que condiciona nuestra “defensa”, aspecto este que
consideran la mayoría de manuales. En muchas situaciones
puede ser más adecuado el tomar la iniciativa, sobre todo en
situaciones de inferioridad, numérica o de otro tipo, en que el
factor sorpresa puede ser determinante y la actitud de los
agresores suficiente para el inicio de la acción. En este sentido
amplio de la “defensa personal” sería más adecuado hablar de
“combate sin armas” o “lucha cuerpo a cuerpo”, no obstante, con la salvedad hecha, puede
utilizarse sin ninguna objeción la denominación “defensa personal”, teniendo únicamente en
cuenta que no se trata de una única forma, sino que está sujeta a diferentes interpretaciones
dependiendo del origen de las técnicas que se utilicen.
Nuestra propuesta de trabajo para el profesional que pueda eventualmente verse
implicado en situaciones que puedan derivar en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, se basa
en la necesidad previa de la práctica de una forma de lucha, de un deporte de combate bien
sea judo, karate, boxeo, etc., durante un periodo de unos tres o cuatro años hasta alcanzar una
maestría equivalente a la de cinturón negro, ello unido al mantenimiento de una forma física
adecuada. A partir del bagaje técnico que proporciona la práctica de un deporte de combate (y
no debe caerse en el error de practicar simultáneamente diversas formas de combate hasta que
se adquiera una cierta maestría en una de ellas) pueden integrarse aspectos de otras que
ayuden a resolver mejor determinadas situaciones. Téngase en cuenta que en un principio
todas las formas de lucha contemplaban todos los aspectos del combate (distancias diversas,
golpes, derribos de distintos tipos, luxaciones, etc.) pero la especialización determinada por el
deporte fragmentó las técnicas y cada deporte incide más en un aspecto del combate con lo
que las otras técnicas no válidas en la competición caen en desuso. Ello ha motivado la
pérdida de los golpes o atemi en la enseñanza del judo o de las luxaciones y estrangulaciones
en karate.
Partiendo de este aprendizaje previo, aquí destacaremos los elementos tácticos del
combate que hay que controlar y que son comunes a todas las formas de lucha con los
matices propios de cada una de ellas. La integración de nuevos elementos técnicos se hace en
función del bagaje individual previo incorporando aquellas soluciones provenientes de otras
disciplinas.
5
2. Fundamentos tácticos básicos
Quizás esperase el lector que comenzásemos por explicar las bases técnicas,
desplazamientos, defensas, ataques, etc., en lugar de empezar a tratar los conceptos tácticos.
Así sería si estuviésemos planteando un método de defensa personal, pero nada más lejos de
nuestra intención. En nuestro planteamiento, carece de importancia el que los fundamentos
técnicos que se empleen procedan de una forma de combate u otra. Basándonos en nuestra
propia práctica, tendríamos que resolver las situaciones desde el marco técnico que ofrece el
karate, pero de igual modo podrían resolverse desde el judo, desde el aikido, el boxeo o la
lucha canaria.
Figura 2.1. Solución desde el judo a la acción de “empujar”
3
3
Ratti O, Westbrook A. Los secretos del samurai. Alianza Deporte. Alianza. Barcelona. 1994.
6
2.1. PRIMER PLANTEAMIENTO TÁCTICO: “EMPUJAR”
A un mismo problema, definido por la presentación de una situación, el planteamiento
de una solución a una acción básica es distinto según desde el arte de combate de que se trate.
Figura 2.2. Solución desde el aikido a la acción de “empujar” 4
4
Ratti O, Westbrook A. Los secretos del samurai. Alianza Deporte. Alianza. Barcelona. 1994.
7
Por ejemplo, en judo, la respuesta a una acción de empujar (y esto equivale también a
golpear) se resuelve tácticamente con la acción de atraer, de tirar hacia sí, de prolongar la
acción del oponente para desequilibrarle, de acuerdo con el principio “ju” (flexible) del judo
(vía, arte de la flexibilidad) (figura 2.1). Desde la perspectiva del aikido, esta misma acción
de empujar se resuelve tácticamente mediante un giro, precedido o no de una entrada, en
función de la distancia y profundidad del ataque (figura 2.2).
Desde la perspectiva del karate, este planteamiento se resolvería mediante una defensa
(con o sin esquiva) y un contraataque que debe neutralizar al oponente. Este contraataque
podría ser de diferentes tipos, incluyendo algún tipo de barrido, golpe de brazo o golpe de
pierna.
Dentro de este planteamiento se incluirían todas las situaciones en que el oponente
avanza hacia nosotros con intención de lanzar un ataque en la misma dirección y sentido de
su desplazamiento. Este ataque puede ser de puño, de pierna, con cuchillo, con palo, etc. Las
soluciones son muy similares desde el punto de vista táctico, únicamente tenemos que
escoger una de ellas, que lógicamente será la más adecuada, en función del contrario y de
nuestras propias aptitudes y conocimientos.
2.1. SEGUNDO PLANTEAMIENTO
TÁCTICO: “TIRAR”
Ya hemos visto en el
ejemplo
anterior
como
resolvemos la acción de
empujar. Del mismo modo y de
acuerdo con el mismo principio,
en judo, cuando el adversario
tira, la acción se resuelve
empujando (figura 2.3). En
aikido, la acción de tirar se
resuelve entrando (figura 2.4).
Las soluciones planteadas, tanto
desde la perspectiva del judo
como de la del aikido requieren
una acción previa por parte del
atacante o agresor para que el
agredido pueda organizar su
respuesta. Pero también podría
haberse organizado la defensa
desde otro planteamiento: Una
vez se tiene la certeza de que el
agresor está dispuesto a actuar,
se toma la iniciativa con una
acción propia de ataque. En este
caso, el defensor resuelve su
situación convirtiéndose en
atacante.
Figura 2.3. Solución desde el judo a la acción de “tirar” (Dibujo de Ratti, 1994)
8
Figura 2.4. Solución
desde el aikido a la
acción de “tirar”
(Dibujo de Ratti,
1994)
Al convertirse el defensor en atacante su posible acción pasa a ser, bien de empujar,
bien de tirar, utilizando para ello los elementos técnicos de que dispone en función de la
forma de combate que haya estudiado.
Pues bien, dentro de estos dos planteamientos de “empujar” y “tirar”, aparentemente
sencillos se engloba la mayoría de situaciones de ataque que se nos puedan plantear. A
continuación expondremos unos cuantos ejemplos de los habituales en los manuales de
defensa personal o de cualquier arte de combate sin armas para contribuir a fijar estos dos
primeros fundamentos.
9
Ejemplo 1
Acción: Ataque de arriba abajo entrando (con cualquier tipo de arma).
Planteamiento táctico: “Empujar”. La acción del atacante puede asimilarse a la acción de
empujar, es decir, aproximarse y extender un brazo en una acción de ataque.
Solución: Aikido. La acción básica del defensor es entrar y girar. Al mismo tiempo se realiza
una acción de control y derribo.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
El atacante
inicia el ataque
avanzando.
En el momento
del ataque el
defensor entra
al mismo
tiempo que se
sale de la línea
de ataque.
El defensor
sujeta el brazo
armado y pivota
sobre su pie
derecho.
A continuación
levanta el brazo
del oponente y
comienza el
desequilibrio en
una acción
continua con el
giro.
Continúa el
desequilibrio y
empieza la
acción de
control del
oponente y del
arma.
Control,
inmovilización
y desarmado.
Figura 2.5. Ataque de arriba abajo (Fotos de Aikido 5. Demostración por K. Ueshiba)
5
Ueshiba Kissomaru. Aikido. Hozansha Publishing Co. Tokyo. 1978.
10
Ejemplo 2
Acción: Ataque directo a nivel alto con el puño o con un arma.
Planteamiento táctico: “Empujar”. Al igual que en el ejemplo anterior, la acción del atacante
puede asimilarse a la acción de empujar, es decir, aproximarse y extender un brazo en una
acción de ataque.
Solución: Judo, ju-jitsu, karate-do: Ante un ataque de puño a nivel alto, la acción básica del
defensor es acompañar la acción del atacante y desequilibrarle en la misma dirección del
ataque. Nótese que el concepto táctico es diferente al anterior, ya que en este caso no existe
giro. De entre las múltiples posibilidades defensivas hemos escogido dos demostraciones que
utilizan esta solución.
a)
1. El atacante realiza su ataque a nivel alto con
el brazo derecho. El defensor desvía el puño con
su brazo izquierdo y sujeta al atacante por la
muñeca al mismo tiempo que sitúa su mano
derecha entre las piernas del atacante.
2. El defensor tira del brazo del atacante
en las misma dirección del ataque, al
mismo tiempo que con su otro brazo le
levanta
la
pierna
retrasada
desequilibrándole.
Figura 2.6. Ataque directo a la cara (Fotos de Karate-do Kiohan 6)
En la segunda demostración, tras la interceptación del ataque, el defensor realiza un
golpe con la finalidad de ganar un tiempo para situarse en posición para ejecutar la
proyección. Una característica común a la mayoría de métodos o sistemas de defensa
consiste en la ejecución de un golpe inmediata o simultáneamente a la técnica de defensa,
desvío o blocaje para frenar el desplazamiento del atacante, impedirle que pueda encadenar
otro ataque y hacer posible una acción de derribo o control.
En todas las técnicas conviene valorar el posible daño que se puede causar al agresor
6
Funakoshi G. Karate-do Kiohan. Kodansha. Tokyo. 1973. (Demostración por T. Oshima).
11
por las propias responsabilidades que pudieran derivarse de la acción defensiva. Téngase en
cuenta que en la mayoría de métodos se finaliza con una neutralización del atacante en el
suelo, muchas veces con un golpe en un punto vital tras el derribo ya que en los momentos
en que estas técnicas se desarrollaron no se tenía en cuenta el daño que pudiera recibir el
agresor, o lo que es más, se procuraba que este fuese lo mayor posible.
b)
1.
2.
3.
4.
El atacante realiza un ataque a
nivel alto con su puño derecho. El
defensor ejecuta un paso atrás con
su pierna izquierda, defiende con
su mano izquierda al mismo
tiempo que golpea el plexo solar
de su oponente con el puño
derecho.
El defensor avanza hacia el
oponente cruzando por delante de
su pierna derecha al mismo
tiempo que gira y sujeta con
ambas manos su brazo derecho.
El
defensor
realiza
una
proyección sobre su hombro
derribando
al
atacante
y
controlando su caída.
Una vez el atacante en el suelo, el
defensor mantiene el control sobre
el brazo derecho del atacante para
neutralizar cualquier posible
acción.
Figura 2.7. Ataque directo a la cara (Fotos de Karate-do Kiohan 7)
Con el planteamiento táctico expuesto de respuesta a la acción de “empujar” se
pueden resolver un gran número de situaciones, al menos de las que recogen los manuales de
defensa personal. Las soluciones basadas en técnicas de karate o ju-jitsu cuya característica
común será siempre la secuencia: Acción defensiva (blocaje, desvío, esquiva) – golpe (o
golpes), seguida o no de una acción de derribo u otra forma de control, son fáciles de
encuadrar en uno u otro de los ejemplos expuestos según haya acción de entrada seguida de
giro (solución según el modelo de aikido) o la acción consista en absorber y neutralizar el
golpe y realizar un golpe (o más) de contraataque, seguidos o no de una acción de derribo o
control del atacante.
7
Funakoshi Gichin. Karate-do Kiohan. Kodansha. Tokyo. 1973. (Demostración por T. Oshima).
12
Ejemplo 3
Acción: Agarre de cualquier tipo, de frente o de lado o incluso de espaldas.
Planteamiento táctico: “Tirar”. La acción del atacante puede asimilarse a la acción de tirar, es
decir, sujetar para a continuación desequilibrar o proyectar, controlar para a continuación
hacer un ataque o estrangular.
Solución: Aikido. La acción básica del defensor es entrar, desequilibrar y derribar al
contrario, controlándole posteriormente.
a)
1.
2.
3.
4.
El atacante realiza un agarre
de muñeca con su mano
derecha sobre la mano
izquierda. El defensor realiza
un desplazamiento lateral
hacia la izquierda para
rápidamente,
avanzar la pierna derecha en
un desplazamiento profundo
al mismo tiempo que se gira el
cuerpo hacia la izquierda y
se proyecta todo el peso del
cuerpo hacia la pierna
adelantada
derribando
al
contrario.
Una vez el contrario en el
suelo se le puede controlar o
finalizar con un ataque.
Figura 2.8. Agarre de frente (Fotos de Aikido 8)
Sobre estas técnicas pueden darse algunas variantes, por ejemplo, en el caso siguiente,
aunque el concepto táctico básico es el mismo (acción defensiva basada en la entrada cuando
se produce el agarre), existe una acción previa basada en un desplazamiento hacia atrás para
provocar un ligero desequilibrio que permita el entrar con facilidad.
8
Ueshiba Kissomaru. Aikido. Hozansha Publishing Co. Tokyo. 1978.
13
b)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
El atacante sujeta la solapa con
la intención de atraer hacia sí
para golpear con su brazo
izquierdo. La primera acción
del defensor debe ser golpear
al contrario con su mano
derecha en la cara o cuello del
oponente. Esta acción le
permitirá realizar con más
facilidad los movimientos
siguientes.
Simultáneamente con el golpe,
el defensor sujeta con su mano
izquierda la muñeca derecha
del oponente y tras golpear
sujeta también con la otra
mano, dando al mismo tiempo
un paso atrás con su pierna
izquierda.
El defensor tira hacia atrás
para desequilibrar ligeramente
al atacante y
pasa la cabeza por debajo de
su brazo moviéndose hacia la
izquierda.
Derribo hacia atrás.
Control de la mano en el suelo.
Figura 2.9. Agarre de frente (foto de Aikido 9)
Resulta evidente que en todos los agarres la mejor solución es no dejar que lleguen a
consumarse, sobre todo en el caso de agarres por detrás. En el caso de los otros agarres la
posición del defensor es menos peligrosa ya que cuenta con más recursos. Es habitual en la
mayoría de los manuales resolver, con mejor o peor fortuna, un gran número de situaciones
de agresión en las que se produce un agarre por detrás. En un contexto real, estas situaciones
se darían en el caso de una acción de varios atacantes sobre una sola persona con la intención
de golpearle o agredirle de otra forma. En el caso de llegar a la situación de que el agredido
resultase inmovilizado se encontraría en una difícil posición de la que sin duda saldría
malparado. No tendría tiempo ni posibilidad de aplicar ninguna de las técnicas del manual.
9
Ueshiba Kissomaru. Aikido. Hozansha Publishing Co. Tokyo. 1978.
14
Ejemplo 4
Acción: Agarre de cualquier tipo, de frente, de lado o incluso de espaldas.
Planteamiento táctico: “Tirar”.
Solución: Judo, ju-jitsu. La acción básica del defensor es empujar al contrario, es decir,
llevarle en la misma dirección y sentido en que el realiza la fuerza (v. fig. 2.3).
La solución que presentamos, típica de cualquier manual de defensa personal refleja
este principio de no oposición y realizar la acción defensiva en la misma dirección y sentido
de la acción de agresión, en este caso desequilibrando al agresor hacia atrás.
Figura 2.10. Abrazo de frente (figura de Manual completo de defensa personal 10 )
1.
2.
3.
4.
5.
6.
El ataque se produce de frente, en un intento de abrazo con la finalidad de girar y derribar.
Antes de que el agresor pueda enlazar sus manos, el defensor se suelta levantando los brazos.
Penetrar empujando y desequilibrar hacia atrás.
El ataque sobre la cara limita las posibles respuestas del agresor.
Derribar hacia atrás.
La caída puede controlarse o forzar el golpe de cabeza en el suelo.
Obsérvese que la diferencia entre “empujar” de esta solución y “entrar” de la solución de
aikido es muy sutil y su significado es prácticamente el mismo: no oponerse a la acción sino
resolver la situación haciendo que la acción del oponente se vuelva contra él.
Para una mejor comprensión del conjunto puede ser conveniente recoger en este punto el
10
Rahn, E. Manual completo de defensa personal. Ed. de Vecchi. Barcelona. 1995.
15
principio básico de cada una de las dos disciplinas:
Judo: Tira cuando te empujen, empuja cuando te tiren.
Aikido: Gira cuando te empujen, entra cuando te tiren.
16
3. Fundamentos tácticos: La distancia
Hasta aquí hemos visto la aplicación de dos principios básicos de dos formas de lucha
sin armas, con su aplicación se pueden resolver multitud de situaciones. Pero con estos dos
únicos planteamientos tácticos no es suficiente. En todas las artes y formas de combate existe
un elemento de la táctica cuyo dominio es fundamental: La distancia. En un sentido amplio
podría aplicarse a cualquier deporte en que exista confrontación entre dos oponentes (por
ejemplo en el fútbol, cuando un delantero se encuentra frente a un único defensor, ambos
deben dominar perfectamente la distancia que les separa para conseguir su objetivo: impedir
la progresión del delantero o desbordar al defensa).
El concepto de distancia en combate puede resultar simple a primera vista, pero desde
un planteamiento táctico resulta bastante complejo ya que hay que considerar distintos
factores. En primer lugar la distancia que nos separe de un potencial agresor debe ser
suficiente para permitir una respuesta en el caso de un posible ataque. Esta distancia variará
en función de las posibilidades del defensor, es decir, de la técnica que domine. Por ejemplo,
una persona que no domine las técnicas de golpeo, bien sean de puño o de pierna necesita de
una distancia más corta para organizar una acción defensiva.
En el caso de que el agresor lleve un arma (cuchillo, palo, etc.) la distancia de
seguridad aumenta, en función del radio de actuación del arma, no obstante, en estos casos
también una distancia más corta puede resultar más segura; por ejemplo, un agresor armado
de un palo, bate, etc., no goza de muchas ventajas en una distancia corta en que puede ser
golpeado o agarrado por el defensor. También debe tenerse en cuenta si el defensor dispone
de algún tipo de elemento defensivo o de protección (defensa o tonfa, casco, escudo, etc.)
Como punto de partida consideraremos tres distancias básicas, comunes a todas las
artes marciales:
3.1. DISTANCIA CORTA
En la distancia cualquiera de los oponentes tiene
al otro al alcance de una acción simple, sin
desplazamiento, por ejemplo coger o golpear. Dentro de
esta distancia corta tendrían cabida todos los recursos
técnicos de golpes en corto (gancho, codo, rodilla, etc.),
barridos, proyecciones, presas, luxaciones, agarres, etc.
Figura 3.1. Distancia corta (foto de Aikido 11 )
En esta distancia es muy difícil la reacción ante una acción del oponente, por lo que,
salvo para tomar la iniciativa nunca debe permanecerse en esta distancia, sobre todo cuando
existen varios posibles contrarios. En una situación de posible agresión, debiera estimarse
como agresión el que el atacante potencial se intente acercar a una distancia corta y por lo
tanto debe realizarse una acción defensiva o de toma de la iniciativa. En el caso de dejar que
el contrario llegue a esta distancia la situación escapa al control del atacado y las
consecuencias son imprevisibles, da ahí que todas las formas de combate sin armas proponen
una acción inmediata, bien de ataque, bien de defensa, en cuanto el oponente consigue llegar
11
Ueshiba Kissomaru. Aikido. Hozansha Publishing Co. Tokyo. 1978.
18
a esta distancia.
Es fundamental el tener un control de esta distancia y un dominio técnico que permita
una respuesta inmediata en la distancia corta. El dominio técnico puede estar basado en
cualquiera de las modalidades de lucha sin armas pero es imprescindible y debe incluir
aspectos técnicos como el desequilibrio, el golpe en distancia corta, la luxación, etc.
Figura 3.2. Dominio de la distancia corta
(dibujo de Los secreto del samurai 12 )
3.2. DISTANCIA MEDIA
La distancia media es la distancia básica de combate en todas las modalidades. Puede
variar ligeramente en función de los condicionantes
deportivos, por ejemplo, la distancia en boxeo es
ligeramente menor que en karate al no estar
permitido el empleo de las piernas, pero en general
es la distancia mínima en que el oponente necesita
avanzar para poder llegar con su técnica con
opciones de éxito. En principio, la necesidad de
efectuar este desplazamiento permite al defensor
organizar su respuesta. Podría decirse que es una
distancia de igualdad de posibilidades entre el
ataque y la defensa. Simplemente con el
desplazamiento y un único ataque el defensor
dispone de suficientes recursos para responder
eficazmente por lo que las oportunidades del
atacante sean mayores debe realizar algún tipo de
acciones de distracción, finta, etc., que permitan
adquirir algún tipo de ventaja, o bien disponer de
una técnica muy depurada que permita el ataque
desde esta distancia.
Figura 3.3. Distancia media. El atacante avanza medio
paso deslizando su pie derecho. El defensor avanza
para situarse en distancia corta. (Foto de Karate 13 ).
12
13
Ratti O, Westbrook A. Los secretos del samurai. Alianza Deporte. Alianza. Barcelona. 1994.
Nishiyama H, Brown RC. Karate. C. Tuttle. Tokyo. 1960.
19
El desplazamiento que se requiere en la distancia media es el equivalente a
aproximadamente medio paso, que puede realizarse deslizando. También es la distancia en
que es posible llegar al oponente con una patada
realizada con la pierna retrasada, sin avanzar.
El defensor puede utilizar también el
desplazamiento deslizando para mantener la distancia
tras el ataque del contrario o para realizar una defensa y
un contraataque. El desplazamiento deslizando es
básico en todas las artes de combate orientales: karate,
aikido, judo, ju-jitsu, kendo, etc.)
Figura 3.4. Desplazamiento de medio paso deslizando. A) Hacia
delante. B) Hacia atrás.
3.3. DISTANCIA LARGA
La distancia larga es una distancia de observación, de preparación de las acciones
posteriores, de estudio del contrario y de combate psicológico, pero no hay posibilidad de
combate hasta que se pase a la distancia media.
El desplazamiento necesario para llegar al cuerpo del oponente desde la distancia
larga es el equivalente a un paso completo.
La distancia larga es también la distancia de entrenamiento de las técnicas defensivas
ya que permite la ejecución de la técnica por parte del defensor.
Figura 3.5. Distancia larga de entrenamiento de técnicas defensivas (foto de The heart of Karate-do 14 )
14
Egami Shigeru. The heart of Karate-do. Kodansha. Tokyo. 1980.
20
4. Fundamentos tácticos: El tiempo
En estrecha relación con la distancia está el tiempo, el momento en que tienen lugar
las acciones. El control del tiempo tiene una importancia incluso mayor que el control de la
distancia aunque deben dominarse ambos ya que van íntimamente unidos.
El tiempo de respuesta a un ataque determina tres posibles situaciones, como veremos
a continuación, y la respuesta debe ajustarse al tiempo para el que está establecida, en caso
contrario no cumplirá con su función y se pasará rápidamente a una situación de desventaja;
por ejemplo, si ante un ataque pensamos en responder con una defensa o blocaje y un
contraataque, un retraso en este último puede suponer que el contrario encadene una segunda
técnica de ataque que en este caso no podamos defender. Es posible que la distancia y la
técnica fuesen las adecuadas, incluso adecuado el momento de la defensa, pero el fallo en el
momento del contraataque supone el paso a una situación de debilidad.
Las situaciones que ante un ataque derivan de la influencia del tiempo, comunes a
todas las formas de lucha, son las siguientes:
1. Defensa y contraataque.
2. Técnica simultánea.
3. Anticipación.
En estos tres apartados puede englobarse la totalidad de las posibles respuestas y en el
entrenamiento deben reproducirse situaciones que permitan dominar las tres formas. Sería
recomendable que al estudiar un método de defensa y sobre todo si se va a instruir a otras
personas, se intentara clasificar las soluciones a las situaciones que se planteen de acuerdo
con los apartados mencionados, con la finalidad de estructurar el entrenamiento de una forma
en que la práctica de una situación sirva para aprender mejor otra similar.
4.1. DEFENSA Y CONTRAATAQUE
Dentro del apartado de defensa y contraataque se sitúan todas aquellas situaciones en
que la acción o conjunto de acciones defensivas se inician en la parte final de la acción de
ataque, una vez el atacante ha completado o está a punto de completar su desplazamiento
ofensivo.
La respuesta puede organizarse de las siguientes formas:
•
Blocaje, contraataque y neutralización, generalmente con desplazamiento hacia atrás.
En la figura 4.1. se presenta un ejemplo de una situación estructurada
temporalmente según las características descritas:
-
-
El atacante avanza para realizar un ataque de cuchillo de arriba abajo, el
defensor bloquea su ataque con una parada con el brazo izquierdo a nivel
alto (fig. 1-3).
El defensor realiza un golpe de contraataque con el codo sobre las costillas
flotantes del agresor (fig. 4).
A continuación desliza su brazo izquierdo hacia arriba para realizar una
presa sobre el brazo armado del atacante y le derriba (fig. 5-8).
21
Figura 4.1. Blocaje, contraataque y neutralización (Foto de Scientific Karate-do 15 )
- Con el oponente en el suelo, el defensor lo neutraliza con un golpe de codo (fig. 10).
15
Hisataka MK. Scientific Karate-do. C.E. Tuttle. Tokyo. 1995.
22
•
Esquiva, contraataque y neutralización, con desplazamiento lateral, atrás o
adelante, llevando el cuerpo fuera de la línea de ataque, generalmente con el refuerzo
o apoyo de una técnica de defensa o blocaje. En la figura 4.2. se presenta un ejemplo
de este tipo, como respuesta a un ataque por sorpresa desde atrás.
Figura 4.2. Esquiva, contraataque y neutralización (Foto de Bruce Lee’s fighting method 16 )
16
Lee B, Uyehara M. Bruce Lee’s fighting method. Vol 1. Ohara Publications Inc. Burbank. 1976.
23
4.2. TÉCNICA SIMULTÁNEA
Dentro del apartado de técnica simultánea se ubican todas aquellas situaciones en que
la ejecución de la acción defensiva tiene lugar simultáneamente con el ataque, con un
desplazamiento entrando hacia el agresor y realizando simultáneamente una acción de blocaje
y una acción de neutralización, generalmente mediante un golpe. El desplazamiento de
entrada hacia el agresor puede ser directo, en la línea del ataque o de esquiva, por fuera de la
línea del ataque.
Figura 4.3. Técnica simultánea de defensa y contraataque. El movimiento defensivo puede continuar con una
acción de proyección del atacante (Foto de Karate 17 )
4.3. ANTICIPACIÓN
La anticipación tiene lugar cuando el defensor se convierte en atacante justo en el
momento de inicio de la acción de ataque por parte del agresor, anticipándose con su acción
de ataque a la acción del agresor. La búsqueda de la anticipación constituye el fin último del
combate cuerpo a cuerpo, bien se trate de métodos con armas o métodos sin armas, de
competición deportiva o de defensa personal.
La posibilidad de neutralizar al agresor antes de que pueda iniciar su acción ofensiva
supone una muestra de superioridad y control sobre el atacante y le neutraliza de forma
inmediata. Su dominio supone bastantes años de práctica.
En las artes de combate orientales existe un principio táctico que se expresa con
mucha claridad en la frase “moverse con el oponente” lo que entra además en estrecha
relación con los fundamentos filosóficos de las artes de combate en el sentido de “moverse en
armonía con el oponente” en una búsqueda de entrar en armonía con el universo. Este
principio puede aplicarse no sólo a la esquiva sino también a la anticipación, al movimiento
en armonía con el oponente anticipándose a cualquier acción suya. Este aspecto, llevado a su
máxima expresión implica la ausencia de lucha, de confrontación, porque el contrario percibe
la imposibilidad de realizar un ataque eficaz si la anticipación es lo suficientemente oportuna.
Este es el objetivo último de la práctica de muchas artes marciales orientales: la búsqueda de
la “no confrontación”.
17
Nishiyama H, Brown RC. Karate. C. Tuttle. Tokyo. 1960.
24
5. Fundamentos técnicos
Ya hemos visto los fundamentos tácticos de un programa de defensa personal, estos
fundamentos pueden ser estudiados desde un aspecto teórico, incluso previamente a tener
otros conocimientos de un método de defensa o combate sin armas.
Es posible que haya alguna faceta no contemplada, por lo que desde la propia práctica
de una forma de combate debe hacerse una investigación de los posibles planteamientos que
pudieran presentarse según la situación particular. Evidentemente no son iguales la
situaciones a resolver por un competidor de judo o karate que por un profesional de la
Policía, pero es muy probable que los aspectos tácticos de las situaciones en que ambos
puedan verse tengan más semejanzas que diferencias, lo que puede cambiar ligeramente es la
técnica con la que se soluciona el problema ya que el deportista está sujeto a un reglamento
de competición que le sitúa en un marco con unas limitaciones y unas posibilidades y el
profesional está sujeto a otras normas, que además son cambiantes en función de las
situaciones, que limitan y condicionan su actuación.
Una vez conocidos los aspectos tácticos fundamentales expuestos anteriormente se
presenta la necesidad de dotarse de los medios técnicos adecuados para solucionar cada
planteamiento táctico. Esta elección es ante todo personal. Deben influir en ella las
características de cada individuo, tanto las físicas, envergadura, peso, desarrollo muscular,
etc., como psicológicas. Todas las formas de combate sin armas son perfectamente válidas,
tanto si se trata de judo, como de aikido o karate, aportan el suficiente bagaje técnico para
resolver cualquier situación. Únicamente puede ser necesaria una adaptación a las situaciones
reales en cuanto a condiciones ambientales, limitaciones por la vestimenta, recursos típicos
de los posibles agresores, etc., que a veces requieren el completar las técnicas habituales de
cada forma de combate con otras menos practicadas por no estar contempladas en los
reglamentos deportivos, pero sin duda cada forma de combate dispone de los recursos
técnicos suficientes para resolver todas las situaciones.
Debe tenerse en cuenta que el desarrollo de muchas formas de combate sin armas
tiene lugar en épocas pasadas en que la propia vida dependía de la habilidad en el combate,
tanto con armas como cuerpo a cuerpo sin armas y que la lucha sin armas era una preparación
para los métodos con armas. El refinamiento y eficacia de todas las formas de lucha
conocidas fue sin duda mucho mayor en épocas pretéritas que en la actualidad.
La exposición que haremos a continuación de los fundamentos técnicos es meramente
descriptiva en cuanto a sus aspectos generales. La forma de ejecución debe estudiarse a partir
de la práctica de un método de combate. Recordaremos aquí la importancia que para el
profesional tiene el adquirir un nivel técnico suficiente y que pensamos que debe ser, al
menos, el de Cinturón Negro o equivalente en cualquier arte de combate, ello unido a una
condición física adecuada. Además es necesario mejorar (o al menos mantener) el nivel
técnico y la condición física a través de una práctica continuada y no asumir más riesgos que
los estrictamente necesarios. Téngase en cuenta que durante la práctica deportiva un error se
traduce únicamente en un punto en contra, en una situación real es la propia vida la que está
en juego.
25
5.1.
DESPLAZAMIENTOS BÁSICOS
Los desplazamientos básicos pueden clasificarse en dos tipos:
a) Desplazamientos de ataque
El objetivo de un desplazamiento de ataque es disminuir la distancia que nos
separa del oponente o bien obligarle a cambiar de posición para colocarnos en
un ángulo más favorable.
b) Desplazamientos de defensa
El objetivo de un desplazamiento defensivo es contribuir a la neutralización de
la acción de ataque, bien aumentando la distancia con el oponente, bien
cambiando de dirección apartándose de la trayectoria del ataque. A veces el
desplazamiento por sí solo puede neutralizar por completo el ataque.
5.1.1. Desplazamientos en línea
Los desplazamientos en línea tanto de ataque como de defensa, son muy semejantes
en todas las formas de combate, puede variar ligeramente la posición de los pies y la amplitud
del paso, pero guardan una gran semejanza.
1. Desplazamiento deslizando. En el
desplazamiento deslizando los pies se
mueven simultáneamente para reducir o
aumentar la distancia con el oponente. Es
un desplazamiento muy rápido y que
puede sorprender al contrario. Es básico
en cualquier arte de combate.
En ataque: Este desplazamiento permite pasar
desde la distancia media a la distancia corta y debe ir
unido a una acción de ataque.
Figura 5.1. Desplazamiento deslizando
En defensa: Neutraliza el avance del contrario manteniendo la distancia,
normalmente va acompañado de una acción defensiva o únicamente de
mantenimiento de la guardia. Tras un desplazamiento defensivo de este tipo se dan las
siguientes posibilidades básicas:
a) Se realiza un contraataque
26
b) Se realiza un paso atrás
c) Se realiza un desplazamiento lateral o esquiva
2. Desplazamiento de medio paso. Su amplitud es menor que la del desplazamiento
de paso completo pero tiene la ventaja de que no varía la guardia con lo cual no se
produce el punto débil que supone un cambio de guardia y facilita tanto un ataque
como una defensa rápidos desde una posición favorable.
En ataque: Este desplazamiento consiste en acercar el pie retrasado al de
delante y deslizar éste rápidamente al frente. Al mismo tiempo se debe realizar
una acción ofensiva. Es habitual que
este desplazamiento siga a un ataque
realizado utilizando el desplazamiento
anterior en una acción combinada.
En defensa: El desplazamiento se
realiza acercando el pie adelantado al
atrasado
el
cual
se
desliza
rápidamente hacia atrás, realizando
simultáneamente
una
técnica
defensiva o manteniendo la guardia.
En una acción defensiva este
desplazamiento es de gran utilidad
porque no provoca ninguna apertura
en la guardia y la amplitud del
desplazamiento es bastante grande.
Figura 5.2. Desplazamiento de medio paso
3. Desplazamiento de paso completo
El desplazamiento de paso completo permite pasar de la distancia larga a la distancia
corta. Independientemente de la modalidad de combate, y de que la acción sea ofensiva o
defensiva, es importante que el centro de
gravedad no se eleve durante el
desplazamiento, contrariamente a lo que
sucede durante la marcha o la carrera, por
lo que es una técnica que deberá ser
estudiada con atención.
En ataque: Consiste en avanzar el
pie retrasado rebasando al adelantado
realizando un paso completo. A este
desplazamiento normalmente le precede
uno de los desplazamientos descritos
anteriormente, por lo que suele utilizarse
como segunda técnica.
27
Figura 5.3. Desplazamiento de paso completo
Al ser un desplazamiento largo resulta un tanto lento y se corre el peligro de ser
barrido por el contrario o bien sorprendido por una acción a la contra por lo que su utilidad
básica se reduce prácticamente al entrenamiento. En la mayoría de los manuales se utiliza
para exponer las técnicas, a pesar de que luego en la realidad es difícil que se utilice, al
menos por una persona con conocimientos elementales de combate. Debe tenerse en cuenta
que las técnicas entrenadas de esta forma resultan poco eficaces en la práctica si no se realiza
un adiestramiento en situaciones más próximas a la realidad.
En defensa: El pie adelantado se acerca al atrasado y lo rebasa realizando un paso
atrás completo. Es una técnica peligrosa para el ejecutante por el cambio de guardia que
implica y lo forzado de la posición, ya que la inercia del movimiento hacia atrás impide una
acción de contraataque rápida y eficaz. Sería prudente la práctica del desplazamiento hacia
atrás seguido inmediatamente de un desplazamiento lateral para apartarse de la línea de
ataque del oponente. Al igual que en el desplazamiento de ataque, es un desplazamiento
típico de entrenamiento, pero en la práctica poco eficaz, por lo que las técnicas defensivas
deben entrenarse con desplazamientos y situaciones más reales. El sentido de su utilización
está en los primeros niveles del aprendizaje.
5.1.2. Desplazamientos de esquiva
Los desplazamientos de esquiva pueden ser de varios tipos, pero todos tienen en
común la necesidad de un ajuste perfecto de la acción de esquiva con la acción de ataque, con
la finalidad de evitar que el atacante pueda cambiar la trayectoria de su ataque, lo que sucede
si la acción defensiva mediante la esquiva se precipita, adelantándose al momento del ataque
en que ya no es posible la detención del mismo o el cambio de trayectoria.
A continuación exponemos algunos desplazamientos básicos de esquiva:
28
Figura 5.4. Formas básicas de esquiva.
5.2. ACCIONES TÉCNICAS BÁSICAS
A continuación expondremos una clasificación de las acciones técnicas
fundamentales, pero sin entrar en detalles ya que, como planteamos al principio, cada
disciplina tiene las suyas propias y desde todas ellas se pueden conseguir resultados
similares.
5.2.1. Defensivas
Objetivos:
1º. Evitar la agresión
2º. Neutralizar al atacante
•
Golpe, barrido, proyección
•
Control (golpe, inmovilización, luxación, estrangulación, etc.)
Las acciones defensivas son normalmente acciones complejas formadas por varias
técnicas destinadas a cumplir con los dos objetivos de la defensa, evitar el ataque mediante
una acción de parada o blocaje o esquiva y la neutralización del oponente para evitar que
pueda continuar con otra acción de ataque.
29
En los manuales es habitual describir las defensas como técnicas aisladas, por ejemplo
una defensa desviando un ataque alto, pero nos parece más adecuado hablar de “técnica
defensiva” o “acción defensiva” al conjunto de técnicas destinadas a evitar el ataque y
neutralizar al oponente, ya que van estrechamente relacionadas y se deben ejecutar de una
forma continua y
fluida. No obstante,
al
principio
del
aprendizaje sí es
adecuado estudiarlas
por separado, pero
posteriormente deben
integrarse defensa,
contraataque
y
neutralización como
una única acción.
Las acciones
técnicas
que
se
utilicen
en
el
conjunto de la acción
defensiva
deben
regularse en cuanto a
la contundencia de
las mismas.
Figura 5.5. La acción defensiva es un conjunto de técnicas destinadas a neutralizar
al agresor (Foto de Karate do Kiohan 18 )
El experto debe estar preparado tanto para realizar acciones de gran contundencia
como para controlar la agresión sin causar ningún tipo de daño. La situación, el peligro
potencial del agresor, etc., determinarán la contundencia de las acciones.
5.2.2. Ofensivas
Las acciones ofensivas son el conjunto de técnicas que se utilizan para tomar la
iniciativa en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Habitualmente se componen de un
desplazamiento hacia el oponente y de una o más técnicas (dos o tres como máximo). El
objetivo es neutralizar al agresor potencial antes de que pueda realizar una acción de ataque.
En ocasiones, una vez establecida la intención del agresor de realizar un ataque puede
resultar adecuado la toma de la iniciativa por parte del defensor, para evitar verse en una
posible situación de inferioridad si se deja la iniciativa al oponente. Tener en cuenta este
18
Funakoshi G. Karate-do Kiohan. Kodansha. Tokyo. 1973.
30
planteamiento adquiere un especial interés en el caso de un enfrentamiento en condiciones de
inferioridad numérica a varios agresores.
No debe confundirse la acción ofensiva con la acción de anticipación. La acción
ofensiva no requiere del inicio de un ataque por parte del agresor para realizarla como sucede
con la anticipación, se toma la iniciativa una vez establecida la intención del atacante.
Las técnicas ofensivas son características de cada forma de combate, pero
básicamente podrían clasificarse en técnicas de puño o mano directas o circulares, en ataques
de pierna y en barridos, proyecciones, luxaciones y estrangulaciones. No entraremos en su
descripción ya que deben ser suficientemente conocidas por el practicante de cualquier
método de lucha y están suficientemente descritas en los manuales de cada método.
El bagaje técnico del profesional debe estar constituido por un número reducido de
técnicas de cada tipo, seleccionadas de entre las que compongan el conjunto del método
escogido y teniendo en cuenta las propias características para escoger aquéllas que se ajusten
mejor a las condiciones individuales. El profesional debe procurar servirse de las técnicas que
domine a través de un entrenamiento constante para resolver el mayor número posible de
situaciones. El conocimiento de muchas técnicas puede ir en detrimento de la eficacia.
***
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