Educación Bilingüe: una evaluación necesaria para avanzar
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Educación Bilingüe: una evaluación necesaria para avanzar
Educación Bilingüe: una evaluación necesaria para avanzar Desde hace muchos años se ha dado énfasis en la educación bilingüe, en castellano y las lenguas nativas propias de las 36 culturas que habitan en nuestro territorio. El proceso ha sido largo, no sin ciertos tropiezos que han dejado lecciones importantes y que van a dar lugar a un proceso de educación intra e intercultural plurilingüe. En Bolivia conviven 36 culturas con diferentes expresiones, como el idioma, la danza, los ritos y las costumbres y tradiciones. La historia educativa boliviana empezó mucho antes de la llegada de los españoles. Anteriormente se había desarrollado una educación indígena sostenida por pedagogos andinos aymaras conocidos como yaticha qamani. Posteriormente, en tiempos de la colonia, los españoles decidieron crear una educación para los hijos de algunos caciques bajo la idealización del niño indígena, la separación de su familia y el adoctrinamiento religioso. Luego, a principios de 1900, se empezaron a crear escuelas públicas en regiones rurales con recursos humanos y materiales de origen católico y extranjero. Este proceso fue seguido por el funcionamiento de escuelas clandestinas y comunitarias que dieron lugar a la creación de la Escuela Ayllu de Warisata (en agosto de 1931). El proceso revolucionario de 1952 le dio una nueva tónica al proceso educativo y dio lugar al Código de la Educación Boliviana (1955). En 1994 se aprobó la Reforma Educativa con la intención de enseñar a los niños en su idioma nativo con la Educación Intercultural Bilingüe, que fue un peldaño que ahora nos permite avanzar, asegura Adán Pari Rodríguez, Oficial de Educación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), quien siguió muy de cerca este proceso. Hasta la Reforma de 1994, la enseñanza se realizaba en castellano, dejando de lado el saber de la lengua indígena. Pero se presentaba un problema de comunicación porque los docentes hablaban en un idioma distinto que el de sus educandos y esa fue una de las principales razones de la enseñanza bilingüe, que ya ha cumplido más de diez años de vigencia. Tanto el aymara como el quechua son lenguas que no gozan de tradición escrita, por lo que impartir su enseñanza en el aula es un reto. Esta Reforma tiene su complemento con las modificaciones a la Constitución Política del Estado realizadas en 2004, por las que se reconoce la multiplicidad y se incorpora el tema de la enseñanza bilingüe. Esto permitía reconocer el derecho a la educación de los niños en su lengua materna, pero todavía persistía el problema de cómo educar a los niños de las 36 culturas que existen en Bolivia. Pari comenta que después de diez años de vigencia de la Educación Bilingüe, no se ha logrado avanzar con el proyecto más que en tres pueblos indígenas y en algunos casos se volvió al uso del castellano porque la sociedad no estaba preparada para el manejo de las lenguas nativas. Pero además se trataba de una propuesta que venía de afuera, pese a que se habían recogido algunos aportes de las organizaciones sociales como la Central Obrera Boliviana, las Confederaciones de Maestros, la Asamblea de Pueblos Guaraníes y otros. Experiencias en educación bilingüe Fueron formados unos 11 mil docentes para la Educación Bilingüe y se lograron obtener algunos resultados positivos que fueron expresados por los propios docentes, quienes notaron que sus alumnos empezaron a “volar” en la escritura. Además, se lograron conformar los Consejos Educativos, que posteriormente fueron considerados como un avance para generar una nueva propuesta. www.educabolivia.bo Pari recuerda algunas experiencias interesantes que emergieron, como el caso de Suriquiña, una población distante a unos 30 kilómetros de la ciudad de La Paz. En estas unidades educativas se enseñaba en aymara, pero además se escribía en este idioma nativo. Se empezaron a producir textos íntegros y los niños para el segundo año ya podían escribir en su propio idioma. Warisata fue una experiencia revolucionaria en el campo de la educación indígena que estuvo vigente por un breve lapso de tiempo pero que dejo una huella imborrable y dio inicio a un proceso que todavía persiste (Foto: Carlos Salazar Mostajo). Los avances se notaron también en la Amazonía o en Cochabamba, donde los docentes manifestaban un entusiasmo inusitado porque la enseñanza bilingüe daba sus resultados. En el caso de la población cochabambina de Tolata, los padres se oponían a que se les enseñe a sus hijos en su idioma nativo. Sin embargo, al final acordaron una enseñanza simultánea, es decir en castellano y quechua como segunda lengua. Pari considera que esta nueva forma de enseñar empezó a dar sus frutos porque el niño aprende mejor y, en algunos casos se ha visto que los padres de familia se han involucrado en el proceso, como ha ocurrido en Tiraque, Cochabamba. La experiencia fue más allá porque los niños salían de clases para ir a trabajar en las faenas del campo y al volver al aula, los niños escribían en su idioma nativo los distintos instrumentos de trabajo que emplean. El idioma como expresión de la cultura El esfuerzo de algunos profesores permitió estructurar la literatura propia de las comunidades en las lenguas nativas e incluso para el 2001 se empezó a comparar la estructura que tenía la poesía quechua, por ejemplo. Entonces emergió algo interesante para los educadores: se dieron cuenta que existían grandes diferencias entre la enseñanza occidental y la nativa. Resulta que antes se trasladaba de forma mecánica los nombres de algunos objetos al idioma nativo, sin darse cuenta las particularidades de la región. Por ejemplo, la taxonomía de plantas. En la ciencia occidental, se clasifican por su duración, por el tipo de hojas y otros. En cambio, en el mundo quechua, la clasificación se realiza a partir del uso que se le puede dar y de su función. En fin, se trata de un verdadero universo de conocimientos nuevos que ahora pueden ser abordados de forma distinta. Piedras en el camino Entre los problemas que se enfrentaron, se puede citar los siguientes, que fueron enfrentados para poder continuar con el proceso. Resulta que la escuela tradicional imparte conocimientos ajenos a las características culturales, con los maestros como únicos responsables y no se ve más allá del aula o el Colegio. La Reforma Educativa implicaba un reto porque se tenía que trabajar con lenguas maternas donde no existía tradición escrita. No se tenía el respaldo de la sociedad y, en algunos casos, los padres de familia se opusieron a la enseñanza en su propia lengua. Los niños recibían instrucciones para realizar trabajos, pero como los padres de familia no sabían leer en su idioma nativo, no podían apoyarlos. Los docentes formados no podían leer y menos escribir en la lengua materna. Los docentes formados en la enseñanza bilingüe fueron designados a núcleos escolares donde existía una mayoría de profesores que no estaban empapados del cambio, que desoían de las reformas corriendo el riesgo de caer en la antigua formación. Una mirada al futuro Después de emprender el proceso de la educación bilingüe, es imperativo establecer algunas bases para dar un nuevo giro, donde se tome en cuenta las características www.educabolivia.bo regionales. Pari indica que existen las condiciones para dar el salto, porque actualmente existe un contexto político que valora lo indígena. Recuerda que hasta no hace mucho ingresaba a un Ministerio o al Palacio de Gobierno y sufría discriminación, la que todavía puede sentirse pero sin la fuerza de hace 15 años atrás. “En la Universidad perdí amigos por utilizar las abarcas e incluso perdí alguna enamorada porque nadie se quería relacionar con un indio”, recuerda Pari, quien considera que la Educación Bilingüe le sirvió para seguir avanzando. Ahora se habla de una Educación Intra-Intercultural Plurilingüe, pero que tiene como característica central la recuperación de las tradiciones y los valores, en suma, de la cultura indígena. Así en 2006 se establecieron algunas premisas durante la realización del Congreso Educativo, en el que participaron organizaciones indígenas que llevaron las propuestas de sus comunidades, las que todavía tienen algunas observaciones. La intención es potenciar los conocimientos y saberes propios para que sean universalizados y, en esa medida, promover un intercambio con los conocimientos internacionales. Se dejaría a un lado el bilingüismo para dar paso a lo plurilingüe, debido a que antes sólo se enseñaba una sola lengua y ahora la idea es que los niños aprendan en su lengua pero que pudieran aprender otras. Los Consejos Educativos realizaron encuestas con docentes, estudiantes y padres de familia para concluir y coincidir en esta propuesta, que está siendo coordinada con el Ministerio de Educación. Incluso se ha conformado un grupo de investigadores de la Universidad San Simón de Cochabamba que está trabajando con líderes indígenas para ahondar en esta propuesta. Bibliografía -Amodio Massimo Zúñiga Madeleine, 1998. La Educación Intercultural Bilingüe. Experiencias y Propuestas, La Paz -Ministerio de Educación de Guatemala, 1998. Vivamos la multiculturalidad e interculturalidad -Confederación Nacional de Maestros de educación rural de Bolivia, 1993 Plan Global de Reestructuración del Sistema de Educación Rural de Bolivia. La Paz. -Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, 1996 Propuesta: Hacia una educación Intercultural Bilingüe La Paz. -Chiodi, Franceso (compilador) 1990 La educación indígena en América Latina. Tomo II Quito Santiago -Miranda M. Juan 1997 Los Quechuas Todavía Vivimos en Comunidad -Ministerio de educación de Guatemala 2002 Contexto sociocultural de Guatemala y realidad educativa. -Hurtado de Mendoza, William 2001 Pragmática de la cultura y la lengua quechua. Lima-Cuzco. Universidad Nal. Agraria la Molina-Centro Bartolomé de las Casas.-Lopez, H. Luis Enrique y Küper, Wolgang 2002 La educación Intercultural Bilingüe en América Latina: balance y perspectivas. Lima, GTZ www.educabolivia.bo