Integracin de propsitos individuales e institucionales
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Integracin de propsitos individuales e institucionales
VISION COMPARTIDA DEL SERVICIO Integración de propósitos individuales e institucionales En esta parte nos proponemos comprender y asumir que la construcción de una visión compartida del servicio en la Administración Distrital, tiene como base la armonización entre propósitos individuales e institucionales, lo cual requiere el reconocimiento de unos y otros, con énfasis en nuestras relaciones con la ciudadanía. Para lograr este propósito, haremos el siguiente recorrido: empezaremos por reconocer los fines esenciales del Estado y otros aspectos básicos de la Constitución Nacional; luego reflexionaremos sobre nuestros valores en relación con la ciudadanía y, finalmente, reconoceremos nuestros propósitos vitales individuales y haremos un esfuerzo colectivo para armonizarlos con los institucionales como preparación para iniciar la construcción de una visión compartida del servicio en la Administración Distrital. Para empezar, permítanos plantearle una pregunta: ¿Cuál considera usted que es la razón de ser del Distrito Capital? Lo invitamos a darse un tiempo para responder antes de continuar. Propósitos institucionales El reconocimiento de los propósitos del Distrito Capital lo haremos desde el mandato constitucional y el significado de Colombia Estado Social de Derecho. No olvidemos que la alcaldía es una entidad cuya función es la de dirigir la política pública de los habitantes del Distrito Capital. Así, entonces, lo invitamos a mirar algunos aspectos de ese mandato constitucional. El mandato constitucional Comencemos por recordar que en el artículo 2º de nuestra Constitución se señalan los fines sociales del Estado. No está de más recordarlos, ya que en ellos se recoge el marco de acción general del Estado. ¿Qué es la Constitución? Al parecer todo lo que se relaciona con el Estado y la sociedad está recogido en la Constitución Nacional. ¿Pero qué es la Constitución? Recordemos que es la ley de leyes, que rige el destino de los ciudadanos de un país. Nuestra Constitución En el año de 1991, en el escenario de la Asamblea Nacional Constituyente, se proclamó la nueva Constitución Política, en reemplazo de la carta de 1886. Fue el producto de un ejercicio democrático, en el que participaron representantes de diversos grupos de la población. Después de seis meses de discusión sobre los diversos aspectos de la realidad nacional, se aprobaron los siguientes temas: Los principios fundamentales, los derechos, garantías y deberes, los habitantes y el territorio, la participación democrática y los partidos políticos, la forma como se organiza el Estado, los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, las elecciones y la organización electoral, los organismos de control, la organización territorial, el régimen económico y la hacienda pública, la reforma de la Constitución y disposiciones transitorias. Estos son lineamientos básicos sobre los valores que nos unen, los derechos que se deben garantizar, los deberes que debemos cumplir y la forma como se organiza el Estado en diversas instituciones para cumplir con el mandato que le encomendamos. ¿Qué ganamos los colombianos con esta nueva Constitución? Veámoslo en palabras del constitucionalista Manuel José Cepeda: La Constitución de 1886 giró en torno a la separación entre las tres ramas del poder público: ejecutiva, legislativa y judicial. La nueva Constitución gira en torno al ciudadano. Esta es la espina dorsal. (s.n.). Y, en razón de ello, hay tres aspectos en los que la Constitución de 1991 difiere sustancialmente de la Constitución de 1886: Primero, hay un marco nuevo y amplio de derechos y garantías; segundo, instrumentos vigorosos de participación política del ciudadano común a través de las consultas, los referendos y la revocatoria del mandato de sus representantes. Tercero, la nueva carta armoniza la acción entre los poderes en beneficio de la comunidad. Manuel José Cepeda, en Constitución Política de Colombia, p. 14. Observe lo que nos dice este analista: la Constitución de 1991 gira en torno del ciudadano. Lo invitamos a que reflexione sobre las consecuencias de esto en la relación del Estado con la ciudadanía. Colombia, Estado social de derecho El vivir democrático es una obra de arte... tiene que ver con el deseo de una convivencia en la fraternidad. Humberto Maturana Volviendo a la Constitución, en su artículo 1 nos dice: Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. (resaltado nuestro) ¿Qué significa eso de Estado social de derecho? Según un pronunciamiento de la Corte Constitucional, esta definición se introdujo para poner a Colombia a la altura de otras democracias del mundo y se entiende así: Desde lo social, el Estado se propone garantizar estándares mínimos de salario, alimentación, salud, habitación, educación, asegurados para todos los ciudadanos bajo la idea de derecho y no simplemente de caridad. (Resaltado nuestro) Desde lo jurídico, es la referencia al estado constitucional democrático y es la respuesta jurídico-política de la actividad intervencionista del Estado, la cual se materializa en la fundación de nuevos valoresderechos consagrados por la segunda y tercera generación de derechos humanos, es decir: es la creación de mecanismos de democracia participativa, de control político y jurídico en el ejercicio del poder y, sobre todo, a través de la consagración de un catálogo de principios y de derechos fundamentales que inspiran toda la interpretación y el funcionamiento de la organización política”. Constitución Política de Colombia. Legis Editores, Bogotá. Envío No. 37. Mayo 2003. Resumiendo, podemos decir que, para los colombianos, el Estado social de derecho se propone garantizar a todos los ciudadanos estándares mínimos de calidad de vida y que desde lo jurídico-político establece nuevos derechos y pone a disposición de los ciudadanos mecanismos más vigorosos de participación. Importante: vamos entendiendo que: La carta del 91 gira en torno al ciudadano. El ciudadano tiene en sus manos nuevas posibilidades de participación en los asuntos públicos del país y de hacer valer sus derechos. Nuestros derechos ciudadanos ¿Cuáles son esos derechos ciudadanos que debemos honrar y respetar en nuestra relación con la ciudadanía? La Constitución de 1991 reconoce los derechos fundamentales (artículos 11 a 41), los derechos sociales, económicos y culturales (artículos 42 a 77), los derechos colectivos y del ambiente (artículos 78 a 82) y define la protección y aplicación de los mismos (artículos 83 a 94). Lo invitamos a que revise estos artículos en la Constitución Política. Administración Distrital, servicio y ciudadanía Ya sabe que como ciudadanos tenemos unos derechos consagrados en la Constitución. Sin embargo, la otra cara de los derechos, son nuestros Deberes. Entre ellos quisiéramos destacar los siguientes: Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; obrar conforme al principio de solidaridad social y defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica. Estos deberes – vale la pena recordarlo- no son sólo legales sino que se fundamentan en los principios éticos mencionados en otra parte de este módulo, los cuales son necesarios para una sana convivencia. La ciudadanía, entonces, podemos entenderla como una categoría que hace del individuo un sujeto de deberes y derechos; alude, además, a los límites dentro de los cuales una persona puede orientarse como individuo en relación con sus conciudadanos y las instituciones. Conviene también tener en cuenta que, como ciudadanos, estamos obligados a respetar lo público, entendido como “lo que nos interesa a todos, lo que es de todos, lo que nos convoca en nuestra calidad de ciudadanos”, según plantea Humberto Maturana, en La noción de lo público. En este contexto, los ciudadanos somos cada día más conscientes de nuestros derechos, motivo por el cual exigimos su cumplimiento. Entre esos derechos debe incluirse la prestación de un buen servicio por parte de las entidades públicas, ya que una de las finalidades del Estado es servir a la comunidad. Para hacer valer nuestros derechos contamos con mecanismos democráticos de participación en el control de la gestión pública (veedurías, rendición de cuentas, etc.) y con recursos legales como las tutelas. Ahora bien: los servidores de la Administración Distrital tenemos una doble condición: somos ciudadanos y a la vez representantes del Estado. Como ciudadanos, contamos con los derechos mencionados y estamos obligados a cumplir con unos deberes éticos y legales. Por otra parte, como servidores públicos estamos obligados a darle cumplimiento a los fines del Estado, resguardar, proteger y hacer viables los derechos de los demás ciudadanos, y cumplir con la función social del Estado prestando un buen servicio a nuestros conciudadanos. Teniendo en cuenta las anteriores ideas, lo invitamos a retomar la respuesta a la pregunta inicial: ¿Cuál considera usted que es la razón de ser del Distrito Capital? ¿Su respuesta sigue siendo la misma? Nuestra relación con la ciudadanía Al final, lo que salva todo es la realidad de los vínculos personales. Thomas Merton. El cumplimiento de nuestra responsabilidad social como servidores del Distrito, exige una actitud permanente de dar lo mejor de nosotros mismos en nuestras relaciones internas y con la ciudadanía. Esta exigencia tiene que ver con la solidaridad, la transparencia, la eficacia, la oportunidad y la efectividad. Solidaridad Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga. Homero. La solidaridad nos mueve a la ayuda mutua, nos ayuda a compartir ideas, sueños, emociones, esfuerzos. Ser solidario es ponerse en el lugar de otro para apoyarlo. La persona solidaria es consciente del profundo vínculo humano que comparte con los otros y asume como propias las necesidades de los demás. Soy solidario cuando aporto a la construcción y mejoramiento de lo público y me convierto en protagonista del dar y recibir con espíritu de servicio. Transparencia La transparencia nos permite vernos íntegramente entre ciudadanos, sin tapujos, sin mentiras, sin dobleces, porque cada uno de nosotros se muestra como es, abiertamente, sencillamente, sin miedos y sin imposiciones. Oportunidad Somos oportunos cuando prestamos un servicio en el momento exacto en que nuestro beneficiario lo necesita, no antes ni después. La oportunidad la define el ciudadano y para responder adecuadamente a este requerimiento necesitamos estar alerta y ser pacientes, con plena disponibilidad. Efectividad La efectividad es equilibrio entre eficiencia y eficacia. La eficiencia nos permite optimizar el uso de recursos, el mejor aprovechamiento de lo que disponemos. La eficacia es logro, resultado; nos permite el cumplimiento de metas, la superación de obstáculos. ¿Qué puedo hacer para mejorar mi solidaridad, transparencia, oportunidad, y efectividad en mis relaciones con la ciudadanía, incluyendo a mis compañeros de trabajo? Propósitos individuales Para reconocer nuestros propósitos individuales, el sentido de nuestra vida, necesitamos reconocer quiénes somos. Aquí vamos a reconocernos a partir de nuestra condición de seres humanos, de ciudadanos y de servidores de la ciudadanía. Soy humano pero con los otros En su pensamiento, tanto el santo ascético como el sabio independiente son pobres modelos humanos porque ambos son individuos incompletos. Los seres humanos completos participan en la plenitud de la vida de la sociedad y expresan todo lo que concierne a su naturaleza. Bertrand Russell Nuestra humanidad se forma en la relación temprana que tenemos con los demás, con nuestros padres, familiares y allegados, como lo muestra el texto de Fernando Savater, “Nadie llega a convertirse en humano si está solo”. Soy servidor de la ciudadanía El servidor público del distrito es una persona vinculada laboralmente al Distrito Capital que presta un servicio ético y de calidad a la ciudadanía, contribuye al cumplimiento de la responsabilidad social de la alcaldía y del Estado, y garantiza desde su puesto de trabajo, mediante una relación de servicio con sus compañeros, la fluidez de los procesos que el Distrito Capital requiere para el logro de sus objetivos. ¿Qué compromisos implica esta condición de servidor de la ciudadanía? ¿Cuáles son los propósitos de mi vida? Puede ser fácil aceptar que somos humanos, que somos ciudadanos y que somos servidores de la ciudadanía; incluso puede ser relativamente fácil hacerse un concepto aceptable de lo que somos desde estas tres condiciones. Lo que es un verdadero reto es asumirlo como lo que realmente somos para que esta convicción oriente todos los actos de nuestra vida. Lo invitamos a tomarse un rato para usted, en su rincón favorito, en el que pueda reflexionar sobre ¿cuáles son los propósitos de mi vida? Y, de acuerdo con ellos, ¿de qué manera puedo contribuir al logro de los propósitos institucionales? Para ayudarse en esta reflexión puede leer “Todo tiene que ver con todo” y “Nada cambia si no cambio yo”. Realización de propósitos institucionales Lentamente asciende el caracol al Fujjiyama. Basho Ahora que hemos reconocido los propósitos institucionales y nuestros propósitos personales, es el momento para reunirnos con nuestros compañeros y dar respuesta a esta inquietud: ¿Qué podemos hacer para que los propósitos institucionales se hagan realidad? Para ello tengamos en cuenta la diferencia entre ¿Pertenecer o participar? Gestión Integral del Servicio Compartir visión de servicio en la Alcaldía Mayor de Bogotá no es simplemente identificarse con ideas. Esta visión se materializa y es compartida de verdad, cuando cada uno de sus Servidores Públicos experimenta una fuerza en su corazón que los induce a nuevos modos de pensar y actuar, una fuerza que se encarna en la realidad, y la observan y perciben los ciudadanos, usuarios, proveedores, compañeros de trabajo en el momento de dar o recibir un servicio. Una fuerza que hace que la alcaldía y su misión no sean de ellos o de los otros, sino de cada quién y de todos. Una fuerza que da el coraje para hacer lo que sea necesario para alcanzar la visión, y cambiar la relación con los demás. Es la fuerza que se requiere para transformaciones profundas tanto personales como institucionales. Por eso vale la pena preguntarse: ¿Cómo sueño el servicio en la Alcaldía Mayor de Bogotá, siendo yo servidor público que trabaja en cualquiera de sus dependencias?. Para ello cree y recree este imaginario, primero individualmente; luego compártalo con sus compañeros de trabajo. Crear una visión compartida de servicio en el Distrito Capital demanda: • Una gestión integral del servicio y • Una cultura institucional del servicio. Porque para que el servicio sea de calidad y cumpla con los requerimientos de su beneficiario, no sólo se necesita de un quehacer efectivo, eficiente, productivo, cordial, amable, adecuado, sino que el servicio se constituya en una forma de vida para quienes lo ofrecen; que responda, además, a principios y valores éticos, y permita sentir la Administración Distrital como reflejo de las personas que la conforman. Gestión integral de servicio Toda la naturaleza es un anhelo de servir. Sirve la nube, sirve el viento, el surco. Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú. Gabriela Mistral Para iniciar, lo invitamos a contemplar su entorno, en cualquier momento, y a reflexionar, solo o con su equipo de trabajo, sobre lo que es el servicio. Para complementar su reflexión citamos lo que en algunas entidades públicas y en la Alcaldía Mayor de Bogotá se ha pensado acerca del servicio. Por ejemplo: Servicio es volcar la institución hacia las necesidades y expectativas del beneficiario tanto interno como externo. Servicio es cualquier hacer para otros. El servicio es una actitud de vida. Servicio es dar para facilitar el cumplimiento de un proceso y permitir la satisfacción de una necesidad, demanda o solicitud de alguien de tal manera que tanto el que da como el que recibe puedan sentirse agradados. Según el Manual de Servicio al Ciudadano (a) del Distrito, servicio es: “Una filosofía de vida que impulsa, como personas o entidades, a ayudar a los demás; es aquella vocación interna que nos compromete con el otro a satisfacer sus necesidades, sus requerimientos , sus expectativas e inquietudes.” Y entonces, ¿qué podría ser la gestión integral del servicio? Una forma de ver el servicio con perspectiva integral es el modelo del Triángulo del servicio propuesto por Karl Albrecht, estudioso del tema. En el contexto de este modelo es indispensable pensar la organización íntimamente vinculada a sus beneficiarios. En este modelo servicio se define como una relación entre la estrategia del servicio, los sistemas y las personas, la cual gira en torno al beneficiario en una interacción creativa. Para el caso distrital, es la alcaldía relacionada estrechamente con los ciudadanos y beneficiarios de sus servicios en una especie de relación triangular como se ve en la figura “El triángulo del servicio”. En la relación el beneficiario o ciudadano cuando se acerque a la alcaldía debe encontrar gente preparada y dispuesta al servicio, sistemas amables y una Administración Distrital que no solo pregona sino que efectivamente ofrece servicio. Veamos cada uno de los elementos: Beneficiario Beneficiario es aquel que plantea una demanda, expresa una necesidad o hace una solicitud y quien está esperando del proceso de servicio la satisfacción de su requerimiento. Para la Alcaldía Mayor de Bogotá, este beneficiario puede ser un ciudadano, un compañero trabajo, un directivo, un alcalde menor, un edil, un concejal, un proveedor, un contratista, una entidad o dependencia de las que conforman la administración de la ciudad, o cualquier otro que les demande la satisfacción de una necesidad o haga una solicitud. Cuando tengamos a ese otro en frente, con el ánimo de ofrecerle un servicio de calidad, puede que sintamos como Nicolás Guillén en su poema “No sé por qué piensas tú”. Las Personas Otro componente del triángulo, y quizá el más importante, son las personas; son ellas las que hacen vivo este modelo, así como son las personas las que hacen vivas y dinámicas a las organizaciones. Cuando realizamos el trabajo que nos agrada, todo lo demás parece volver a su lugar. Se agudiza el sentido de nuestro valor personal, y apreciamos entonces el valor personal de los demás. Es a través de la dignidad del trabajo que realizamos como alcanzamos la autoestima en la vida. Adaptación de Nancy Anderson en Textos de mujeres sobre trabajo y prosperidad, Colección Un Tesoro de sabiduría femenina. En el Distrito Capital, son los servidores públicos, desde quienes están a la cabeza hasta quienes cumplen con las labores operativas, los que con su manera de ser, de sentir, de pensar, de hacer, de aprender, de relacionarse, hacen que un ciudadano llegue a decir me gusta o no me gusta esta alcaldía. En cualquier organización, más si es una entidad pública, dar un buen servicio requiere de servidores públicos éticos, competentes, concientes del por qué y para qué de su trabajo, de cómo se relacionan con sus semejantes y de la responsabilidad que les compete por haber recibido la confianza de la sociedad y por tener en sus manos, y en su ser, una parte de aquello que es de todos. La Estrategia Bueno es dar cuando se es solicitado, pero mejor es dar sin ser solicitado. Extracto de El profeta de Khalil Gibran. Otro de los vértices del triángulo es la estrategia del servicio. Es una premisa clara, concreta y concisa que dice cómo prestar el servicio. Es un principio organizacional que permite a la gente organizar sus esfuerzos para trabajar en el presente y, desde él, construir el futuro. Es, sencillamente, la forma en que la institución desea ofrecer el servicio. Para la Alcaldía Mayor de Bogotá, un ejemplo de estrategia de servicio podría ser: Queremos dar a los ciudadanos, a nuestros compañeros de trabajo y a todo aquel que lo requiera, un servicio confiable, amable, digno, efectivo, y oportuno, que ayude a formar ciudadanía; con procedimientos claros, trámites ágiles e información oportuna y confiable; con servidores públicos honestos, justos, amorosos, responsables, respetuosos, solidarios, productivos, idóneos, efectivos, que trabajen en equipo, tengan Vocación de servicio y valoren el tiempo. Con el fin de reforzar este tema, le proponemos que intente otra formulación de estrategia de servicio tomando como base el Manual de Servicio al Ciudadano (a) de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Los Sistemas El último factor del triángulo del servicio, pero no menos importante, son los sistemas institucionales del servicio. Están constituidos por políticas, estructura, procesos, procedimientos, métodos y procesos de comunicación, actividades e infraestructura (tecnología e instalaciones), todo dispuesto para satisfacer las necesidades de los beneficiarios del servicio. Cuando una organización busca el rendimiento adecuado de los sistemas institucionales, normalmente tiende a : • Ser una organización alrededor de procesos fundamentales, no de tareas. • Aplanar la Jerarquía. • Usar equipos de trabajo para administrar todo. • Hacer que los beneficiarios determinen el desempeño. • Estimular el desempeño del equipo. • Maximizar los contactos con sus beneficiarios y proveedores. • Informar y capacitar permanente a todos los empleados. La burocracia 1 Continuemos con el ejercicio de reflexión: imagínese a un ciudadano que se acerca al Supercade para preguntar acerca del trámite para pagar el impuesto de su carro ¿Cómo cree que se desarrollaría la situación para que usted (ciudadano) se fuera de allí diciendo: he recibido y me han dado un servicio de calidad?. Puede apoyarse en los elementos y conceptos dados anteriormente. Le recomendamos colocar sus respuestas a este ejercicio en el FORO que será abierto para este tema. Otra forma de comprender el concepto de gestión integral del servicio, resulta de observar la cotidianidad, en casa, en la oficina, esperando para tomar el Transmilenio, respondiendo el teléfono, pagando un recibo, atendiendo la queja de un ciudadano, entregando el informe que otra área requiere para continuar con su trabajo, haciendo un contrato, en fin en cualquier momento en que la relación dar-recibir se haga presente. Allí hay una gran cantidad de elementos que nos ayudan a reconocer dicho concepto en vivo y en directo y a proponer la siguiente definición: La gestión integral del servicio es un quehacer orientado a la satisfacción de necesidades y demandas propias y ajenas, dar y recibir con todo lo que se es, se tiene y se hace, en búsqueda del bien común. Es decir, poniendo a favor de esta acción, pensamiento, sentimiento, actitud, experiencia, saber y recursos. Los invitamos a discutir este concepto con su equipo de trabajo. Cultura institucional de servicio La hormiga y la paloma Una hormiga sedienta, que bajó a una fuente con la intención de beber, se estaba ahogando. Pero una paloma, posada en un árbol cercano, cortó una hoja y se la tiró, la hormiga se subió a ella y se salvó. Más un pajarero, que andaba apostado y con los lazos preparados, quería capturar a la paloma. La hormiga salió y le mordió un pie. El pajarero, al sacudirse, movió los lazos y entonces la paloma escapó y se puso a salvo. Incluso los más insignificantes son capaces de proporcionar servicios a sus benefactores. grandes Esopo en Fábulas. Antes de continuar, indaguemos un poco sobre lo que es cultura. La pregunta es importante porque aunque es un término que a diario usamos, son muchos los significados que le damos y los contextos en que lo utilizamos. Algunas veces tendemos a darle una acepción elitista y excluyente, al creer que los grandes maestros del arte, en sus distintas expresiones, son los únicos llamados a hacer cultura. Otras, nos inclinamos a darle un sentido tan amplio que abarca todo y no dice nada; o se vuelve una muletilla de nuestro lenguaje con la que hablamos de algo ajeno que no nos pertenece, que no nos vincula ni dice nada de nosotros. En nuestro caso podemos asumir que la cultura institucional del servicio tiene todo que ver con el ser humano, en una relación particular con los demás y el entorno: la de dar y recibir en un contexto específico: el de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Entonces, la cultura institucional de servicio es: valores éticos y estéticos creados colectivamente por la Administración Distrital; costumbres, conocimientos, símbolos y expresiones. Procesos de compresión, representación, interpretación y valoración del entorno y de las personas -servidores públicos, ciudadanos, beneficiarios-. Lenguaje, mitos, leyendas, y tradiciones, aplicados y vivos en la relación de servicio. ¿Quiénes y cómo serían los primeros llamados a demostrar, con sus actitudes, todos los días y a toda hora, la existencia de esta cultura? Es bueno que pensemos en esta cuestión. Los servidores públicos de la Alcaldía Mayor de Bogotá como protagonistas del servicio Servir.... es ponerse al servicio de vivir en el sentido pleno de la palabra, no es existir o subsistir ... sino darse... Gabriel Marcel. Paradójicamente, se tiende a considerar que trabajar o tener contacto con “el público” o “lo público” es todo, menos trabajar o tener contacto humano directo con personas. Una de las razones para que la administración pública, o “lo oficial”, se caracterice -a veces, dicen unos, casi siempre, dicen otros- por ser rígida, jerárquica, fría, paquidérmica, ineficiente, distante con sus usuarios, fea, poco ética, puede ser el que se pierda de vista el fundamento humano de cualquier organización. ¿Qué hacer para que las entidades públicas sean diferentes? ¿Qué hacer para que sean confiables, cálidas, efectivas, den buena impresión, satisfagan y gusten a sus beneficiarios? Muchos opinan que usar tecnología de punta, disponer de sillas cómodas, tener una buena ubicación, que no hayan colas, que respondan a lo que se pregunta, que sean oportunos, que orienten, que no roben y muchas otras cosas más. Es cierto, con cualquiera o con todos estos factores se pueden propiciar procesos de mejoramiento y desarrollo de la administración pública, pero, aún así, no es suficiente. ¿Cuál de ellos no tiene a un a ser humano detrás, que lo ponga en movimiento, que disponga y decida sobre él?. Por eso, tal vez lo que se requiera para transformar a las entidades públicas sea de personas éticas, competentes, concientes de su responsabilidad como servidores públicos y con el ánimo de comprender a quien tienen en frente demandando un servicio. ¿Cómo puede un servidor público ser gestor y protagonista del con calidad? servicio • Siendo líder • Teniendo una visión integral del proceso en el que participa • Analizando y canalizando solicitudes, quejas y sugerencias • Identificando y conociendo las necesidades y expectativas de ciudadanos, compañeros de trabajo y demás usuarios • Trabajando en equipo. Veámoslo con algún detenimiento. Siendo líder El liderato lúcido es servicio, no egoísmo. Jhon Heider. Liderazgo entendido no como la jefatura en un cargo o la gerencia, sino como ascendencia y decisión sobre la propia vida. En este sentido, el servidor público se hace más líder de sí mismo cuanto más sirve, cuanto más trabaja por los demás. Porque entre otras cosas, servir es preguntarse cómo puedo ayudar, qué puedo dar, cuál puede ser mi aporte, antes que “en qué me puedo beneficiar“. De este modo lo que se obtiene del proceso de servicio es la satisfacción de quien sirve y de quien es servido. El tallador de madera Ir a ¿Cómo puede un servidor público ser gestor y protagonista del servicio con calidad? Teniendo una visión integral del proceso en el que participa El que realiza el trabajo con sentido, es aquel que logra sintonizarse con todo. Se las arregla en cualquier circunstancia y nunca encuentra disculpas para no haber notado algo o porque las cosas no funcionen. Adaptación del capítulo X. La Conspiración de Acuario de Marilyn Ferguson Es importante que el servidor público comprenda que cuando un beneficiario se acerca a la alcaldía es porque tiene una necesidad, requiere un resultado, una solución y quiere sentirse satisfecho. El ciudadano no piensa en términos de oficinas o de pasos en el proceso, o de tareas; ni siquiera piensa en función de la persona que lo atiende: él lo ve como una experiencia total; para él el servicio fue bueno o malo, se lo prestaron o no y eso es lo que cuenta. Por ello es importante que la persona que presta un servicio lo vea como una totalidad y busque la mejor forma de hacerlo. Los servidores de la alcaldía no deben concentrar la atención en el cumplimiento de “tareas” sino en el valor que agregan al servicio y la perspectiva de proceso que de por sí tiene el servicio. En los momentos Ir a ¿Cómo puede un servidor público ser gestor y protagonista del servicio con calidad? Analizando y canalizando solicitudes, quejas y sugerencias Cuando el servidor público comparte con mente y corazón la visión de servicio que debe prestar la alcaldía, está dispuesto a innovar, a romper rutinas, a reconocer defectos de la organización o de los procesos a su cargo, a aprender del error, a incomodarse. Así, todos los problemas parecerán triviales comparados con la magnitud de lo que logre crear. Como dice Robert Frizt: “En presencia de la grandeza, la mezquindad desaparece”. Y nosotros agregamos: en ausencia de un gran sueño, la mezquindad prevalece. Las grandes organizaciones se caracterizan por tener visiones que van más allá de un texto bonito y bien redactado, por acompañarse de la permanente voluntad de examinar lo existente a la luz de una visión y por estar dispuestas a aprender de sus errores y a realizar ajustes. Para la Administración Distrital son los ciudadanos, el compañero de trabajo, y demás beneficiarios de su servicio, los llamados a señalar qué mejorar; y los servidores públicos son, por su parte, los llamados a definir cómo hacerlo. Para lograrlo, conviene que estén dispuestos a escuchar quejas, reclamos, sugerencias, propuestas, a canalizar sus inquietudes, en fin, a agregarle valor a su trabajo, porque no basta con prestar un buen servicio: el beneficiario debe darse cuenta de que lo está recibiendo. El sonido de la selva y la sabiduría de la montaña Ir a ¿Cómo puede un servidor público ser gestor y protagonista del servicio con calidad? Identificando y conociendo las necesidades y expectativas de ciudadanos, compañeros de trabajo y demás usuarios Es importante que si alguien llega a alguna dependencia de la alcaldía para realizar una solicitud, una demanda o para satisfacer una necesidad, encuentre allí un servidor público dispuesto a comprenderlo con empatía; a considerarlo y a reconocerlo como una persona importante en la situación; en otras palabras, un servidor público dispuesto a tratarlo fundamentalmente como a un ser humano. Si le ponemos corazón a la relación de servicio, podríamos afirmar entonces, no que el cliente siempre tiene la razón sino que el cliente tiene corazón. Lo público, lo oficial, tiende a conducirse con exceso de formalismos. A dejarse dominar por el espíritu burocrático, a refugiarse tras los reglamentos y a adherirse rígidamente a las leyes. Para trascender esta tendencia, bueno es tener presente que estamos tratando con personas, que también existen leyes más profundas: las del corazón humano y que el criterio que las rige es, ante todo, el de garantizar el bien común y por tanto la satisfacción de sus necesidades fundamentales. La burocracia 3 Para complementar este punto puede revisar los protocolos planteados en el Manual de Servicio al Ciudadano, mantener y fortalecer lo que está haciendo bien, mejorar y cambiar aquello que podría optimizar. Ir a ¿Cómo puede un servidor público ser gestor y protagonista del servicio con calidad? Trabajando en equipo Uno más uno, igual tres. La estrategia del puercoespín Es un reto para cualquier organización que en los momentos de verdad, cuando hay contacto con los ciudadanos y beneficiarios en general, sientan que realmente se les prestó un buen servicio. Este reto será cada vez más fácil de alcanzar, menos etéreo y más real, si cada uno de los servidores públicos de la alcaldía se dispone a trabajar en equipo, en pos del bien común y de la responsabilidad social que les compete. El trabajo en equipo genera un efecto de sinergia positivo, una dinámica de combinación por cuyo efecto el todo es más que la suma de las partes. Ello implica que cada persona se disponga, desde adentro, a comunicarse, a reconocer, a aceptar y crear desde la diferencia, y a sentir que en la dificultad hay un gran potencial de transformación. En otras palabras: implica que los servidores públicos se ocupen de su propio desarrollo para poder establecer más y mejores relaciones con los demás . Ir a ¿Cómo puede un servidor público ser gestor y protagonista del servicio con calidad? Ahora lo convidamos a analizar esta afirmación: “Cuando a una persona no se le ofrece un buen servicio, se le está negando como ciudadano”. En el análisis, le sugerimos tomar como referencia un servicio cualquiera de los tantos que ofrece la Alcaldía Mayor de Bogotá, y aplicar los conceptos y propuestas hechas en el módulo. Así mismo, los del Manual de Servicio al Ciudadano. Si lo desea, comente con sus compañeros de trabajo. Aunque aquí terminamos el módulo, el proceso para construir una visión compartida del servicio apenas empieza y continúa. Recuerde: además de ser un servidor público, usted es un ciudadano y en ocasiones está al otro lado de la ventanilla. Ciertamente, para llegar lejos debemos empezar cerca. Krishnamurti.