(Cualquier parecido con su realidad es mera coincidencia)

Transcripción

(Cualquier parecido con su realidad es mera coincidencia)
Cuéntame
un
cuento
verdadero
Mazatl
(Cualquier parecido con su realidad es mera coincidencia)
Abelardo
Erase una vez un reino llamado Atenciones, era pequeño y estaba dentro del
país llamado México. Tenía un castillo construido de hojas de aguacate y en él
vivía la reina de las Cacatúas llamada Alondra y el rey Alejandro acompañados
de su hijo el príncipe Abelardo, el cual alcanzaba sus diez y seis primaveras.
Una fresca mañana se levantó alegre y silbando, estaba enamorado de la
princesa Andrea hija del rey Fernando, del reino vecino. Inmediatamente fue a
comunicarle a su padre en estos términos:
-¡Sábete oh padre! Que estoy enamorado y deseo casarme con la princesa
Andrea hija del rey Fernando.
Al rey de entrada no le gustó la idea, su hijo era muy joven para casarse y tener
las responsabilidades de un reino y de una reina, así que se quedó pensando
que responderle al príncipe, mientras el príncipe inquiría:
-Espero vuestra respuesta padre
Después de unos minutos de reflexión le preguntó:
-Hijo ¿Cuánto es tu salario real?
-Veras padre, ganó dos denarios al día.
-Hijo. ¿Vos pensáis que con dos denarios vas a construir un nuevo castillo y
mantener a la princesa?
-No lo sé padre quizá con tu ayuda, porque en eso no he pensado aún.
-Mira hijo te voy a enumerar las cosas que usan las princesas
Tinte para sus rizos, shampoo, enjuague y crema para peinarlos una crema
para su bellos rostro que usan en el día y otra para la noche, crema para todo
el cuerpo, maquillaje, sombras, rímel, delineador de ojos y de labios, lápiz
labial, base de esmalte para las uñas, ropa interior, y no olvides los elegantes
vestidos con los que la ves cada día, además tienes que pagar quien le
arregle el pelo, las uñas y llevarla de vez en cuando a que le den un masaje
corporal, porque has de saber hijo mío que estas cosas son para que la
princesa permanezca siempre bella, también deberéis construirle un nuevo
castillo y pagarle al servicio que la va a auxiliar. Tratarla con cariño y respeto.
Alimentarla sanamente. Nunca golpearla y…
El rey aún no terminaba cuando el príncipe lo interrumpió:
-Padre, ¿Vos me estáis diciendo estas cosas porque no queréis que me casé o
porque? Si tú me apoyáis yo haré todo lo necesario por mi princesa.
-Mira hijo, es que no es nada más que yo te ayude, si no que en realidad
Lo volvió a interrumpir el príncipe:
-¡Lo que pasa es que vos no queréis a la princesa! –Gritó
-Mira hijo si quiero que vos te caséis, más las arcas del reino no están llenas
ahora para preparar tu boda.
-Por ahí debisteis haber empezado padre.
-Creo hijo que vos debéis esperar a que ganéis lo suficiente, y por lo menos
tener ahorrado lo necesario para construir vuestro castillo que yo estaré
encantado de ayudaros en vuestra futura boda.
El Príncipe se quedó unos minutos en silencio pensando, ante la presencia del
rey, luego le dijo:
-Padre, podéis darme una lista de todas las cosas que se requieren en un
palacio y las que requiere una reina, me quiero organizar para el futuro.
-Si hijo mañana mismo la tendréis en vuestras manos.
Enseguida el príncipe salió de la sala donde estaba el rey y se fue a la
biblioteca, quería pensar en las cosas que el rey le había dicho y por supuesto
que se sentía muy hombrecito y no iba a ir a contárselo a la reina, si ella le
contestaba lo mismo
sería el colmo de su vergüenza. El rey en cambio sentíase preocupado, tan
solo pensar que su hijo se casase tan joven era para él un golpe al corazón,
quería demasiado a su hijo y en realidad nada le costaba ayudarlo a contraer
nupcias. Reconocía en su hijo muchas habilidades, pero definitivamente muy
pequeño e inmaduro para hacerse cargo de una responsabilidad tan grande.
Por la noche se lo comentó a la reina quién estuvo de acuerdo en el proceder
del rey. Habían pasado ya quince días desde la charla entre el rey y su hijo el
príncipe, durante estos días el príncipe le dio una vuelta y otra a su deseo de
casarse, dándose cuenta finalmente que su padre tenía razón. No iba a traer a
la princesa a salto de mata. Ni quería verla sufrir. Decidido fue con la princesa y
le dijo:
-Sábete amada mía, que yo deseo casarme con vos, pero debemos esperar
hasta que yo sea suficientemente maduro y experto para trataros como vos lo
merecéis.
La princesa no tuvo empacho en esperar al príncipe, era más que inteligente.
El rey en cuanto supo que su hijo había seguido su consejo, se alegro de tener
un hijo obediente y que además en el futuro sería un excelente rey.
Abogados
Erase una vez El rey Juan Abogado, vestido con su traje de casimir inglés, y
su corbata, diseñada especial para él, tenía un bordado con dibujos de
monitos, espero que sepan: ¿Que es un monito? estaba sentado en su trono
en la sala real de audiencias, esperando que comenzaran a llegar los súbditos
con sus solicitudes, entretanto pensaba, porque este rey piensa los demás no
tengo ni la más mínima remota idea: -Hoy es un día esplendido, espero que en
mi reino no haya tantas solicitudes –En ese instante el pregonero anunció:
-Su majestad, acaba de llegar una comisión de ratones encabezados por el
diplomático Miguelito, vienen del reino de Juan Gadafi, el de los califas.
-¿Cuándo has visto que yo atienda ratones? ¿Piensas que hablo el idioma de
los ratones?
-Pero señor
-¡Yo no recibo legiones de ratones! sin embargo, sabes que debemos darle
servicio a todos los súbditos.
-Pero su majestad son de con su amigo el rey Gadafi.
-¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! Creo que hoy no me bañe bien y amanecí un
poco sordo, mándalos con la reina, de cualquier forma yo no les entiendo bien,
todavía estoy en clase aprendiendo su idioma. Mejor no, capaz que la reina se
asusta, diles que me fui de gira por el reino, y sí son tan amables le llamen por
teléfono.
El pregonero salió y gritó:
-¡El Reeey diceeee queeee salió de gira por el reino, si ustedes gustan aquí
está el teléfono para que le llamen a la reina, con gusto los atenderáaaa¡ -Les
mostró el papiro para que anotaran el numero. Era un reino muy moderno, ya
había celulares.
El rey lo alcanzó a escuchar y se encolerizó, sin embargo pensó en voz alta y
no estaba loco, los que lo escucharon, no lo sé y el que me lee menos.
-¡Voy a tener que hablar muy seriamente con ese pregonero!
El diplomático, se sintió humillado, aún con eso anotó el número, era
inteligente, quiere decir que razonaba, dicho de otra manera, era un ratón
pensante, salió del recinto y de inmediato le llamó a la reina:
-Su majestad, buenos días, ¿Cómo se encuentra la reina, más hermosa de
este país?
-Ya sabes como Miguelito, te vienes en coche, le das la vuelta al castillo,
espero que puedas porque las zapatas están muy bien hechas y entras por la
puerta de atrás.
-¡Jajaja!
-A tus ordenes Miguelito
-Ya sabe su majestad, me envía el rey Gadafi, hay un plantón de rebeldes
fuera del castillo y no sabemos que hacer.
-¡Me extraña! usted tan bueno para sacar inocentes a los culpables y
culpables a los inocentes. Platíqueme ¿Cuál es verdaderamente el problema?
-No quieren negociar
-¡Qué Horror! ¡En estos tiempos y con esas gaitas! En fin pasa con el
pregonero por una pócima mágica, está en la cava de los vinos, algunas veces
soy olvidadiza.
-Gracias su majestad -Al contrario, fue un placer atenderte.
La reina continuó leyendo el cuento La abuela desaparecida, al mismo tiempo,
esperaba otras solicitudes y ¿Qué estaba tomando la reina entretanto leía?
¿El pregonero entregaría la pócima? ¿Qué ingredientes contenía la pócima?
Usted es hombre de muuuncho conocimiento le solicito me responda cuanto
antes.
Amantes
Los amantes descansaban sobre la cálida hierba, después de haber bebido el
cáliz del amor, la pasión y la entrega total. Aún insatisfechos él de nombre
Sudoki le propuso a ella recordando el poema de Walt Whitman con estas
apasionadas y tiernas palabras:
-Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás el origen de todos los
poemas, poseerás lo bueno de la tierra y del sol… aún quedan millones de
solesLa hermosa amante de corazón claro, lo abrazó y lo besó tiernamente,
iniciando así nuevamente la danza del amor, donde juntos beberían el
interminable cáliz de la entrega que los llevaría hacía la eternidad.
Ma in Mochihua.
Ana
Hay en un país llamado México, una ciudad nombrada Aguascalientes, que se
yergue esplendorosa como ninguna otra y ahí vive una campesina mágica
llamada Ana. Un día mientras ella dormía su estomago le hablaba de esta
forma:
-Estoy cansado, me siento enfermo, tal y como dijo Zaratustra, me siento
como la negra tribulación del cuerpo, solo me das pan, tortillas, arroz, frijoles y
café ¿No crees que deberías darme verduritas y frutitas?
Asustada, Ana despertó y acariciándose el abdomen respondió:
-Pobrecito de ti, tienes toda la razón te he dado solo esos alimentos, pero que
quieres es lo único que la gente me da, a mi me encantan las frutas y verduras
y por el momento no puedo darte otra cosa.
Ana desconocía que era mágica y buscaba la solución en libros, cuadernos,
con amigos y amigas. Ya no quería comer los mismos alimentos, algunas
amistades a las que preguntaba respondían:
-Yo solo sé cocinar eso.
Otra le dijo: -Yo como eso desde niña y nunca me he enfermado.
Una más respondió: -Yo no tengo dinero para comprar frutas y verduras.
Ana al no saber cómo resolver su problema, decidió no comer durante ocho
días, estaba cansada de escuchar a su estomago y pensó que era la mejor
solución. Durante el día solo consumía agua y durante las noches su estomago
rugía y la despertaba diciendo:
-¿Pero que te pasa, ahora piensas dejarme morir de hambre? Tin, Tin, Tin.
¡Despierta!
Ana enseguida lo regañaba con estas palabras:
-¡Ya estuvo bueno! ¡En vez de quejarte y exigirme porque no me dices como
resolverlo!
El estomago al escucharla sonrió y guardó silencio, esperando que se durmiera
para darle una respuesta, ese día ya era la octava noche de su ayuno y Ana
volvió a dormir hambrienta y débil. Mientras dormía el estomago salió del
cuerpo y fue a reclamarle al cerebro diciendo:
-Hasta cuando piensas estar dormido y de flojo, que no miras que está niña
me está matando, ya ponle su poder donde ella lo vea.
El cerebro parecía un niño berrinchudo y dormilón y de mal talante contestó:
-¡No me molestes, déjame dormir!
El estomago indignado tomó una caja musical, la puso al oído de Ana para que
el cerebro se despertara y este refunfuñando se levantó y gritó:
-¡Está bien! ¡Le daré a Ana el conocimiento de sus poderes!
El cerebro como si fuera un duende mágico, sacó su varita mágica y cubrió a
Ana con estrellas doradas, cuando terminó dijo:
-Con tan solo pensar, desear y mencionar harás tus sueños realidad.
El cerebro le había despertado a Ana sus tres poderes y como él era un
flojonazo de primera se volvió a dormir. El estomago regresó a su lugar. A la
mañana siguiente Ana despertó y pensó:
-Deseo comer frutas y verduras
Luego lo dijo en voz alta, acarició su estomago y al instante apareció una mesa
frente a ella servida con exquisitos manjares de verduras recién preparadas,
estupefacta se sentó a almorzar y de vez en cuando soliloquiaba diciendo:
-Deseo que todos los humanos de este planeta coman como yo
Al momento y sin que Ana se percatara, los alimentos que ella comió
aparecieron iguales en los platos de todos los humanos. Con los días Ana
aprendió a usar sus poderes y cada día hacía aparecer exquisitos manjares
para ella y la humanidad
Arbolito
Sentada sobre la silla de madera labrada y traída desde la ciudad de Chiapas,
México. Se encontraba la bella Monique, observando con detenimiento la copa
de cristal cortado que humeante con sus fumarolas decía a gritos:
-El valiente guerrero, amado de tu corazón se encuentra en Aguascalientes,
tirado en una cama con los ojos vendados y no puede ver más allá de su nariz.
Monique se angustió y exclamó en sus adentros:
-¡Oh! Corazón de mi alma, mi amado y valiente guerrero a tus brazos
correría, mas debo consultarlo con mi anciano y valiente guerrero.
Inmediatamente Monique corrió hasta el jardín de sus sagrados ancestros los
ancianos árboles y con lágrimas en los ojos alcanzó a llegar hasta su preferido
y lo abrazó, luego lloró hasta que sus ojos no tuvieron más lagrimas. El árbol
que había abrazado conmovido le preguntó:
-¿Porqué lloras mi valiente guerrera, mi pequeña Monique?
Ella entre sollozos le contó lo que la copa humeante le había dicho y el anciano
que vivía dentro del árbol salió ante los ojos estupefactos de Monique y se
presentó diciendo:
-Yo Soy el anciano que vive en este árbol, soy el guerrero de la sabiduría, el
que dirige los corazones de los amantes del universo, he escuchado tus
sollozos y la explicación que le has dado a este árbol que está conectado a mí,
mediante sus raíces, todo lo que a él le cuentan yo lo escucho y todo lo que a
él le piden lo concedo, ahora dime ¿Qué le pides a este humilde anciano de la
sabiduría?
-Te pido con todo respeto, la salud del amado de mi corazón, que si yo estoy
lejos el venga a mi perfectamente sano y en perfecta armonía
-Pequeña mía, las palabras de la copa humeante han sido mentira, recuerda
que: Malos guerreros y pandilleros son solo aves de mal agüero, tú
valiente guerrero se encuentra sano y vendrá a ti en paz, armonía y perfecta
salud. Te otorgaré otro deseo, dime: ¿Qué más deseas?
-Vivir en paz y armonía con él y para siempre, cuando él lo desee
-Siddhartha, mi niña Siddhartha
Luego el anciano de barba blanca levantó su mano derecha y continuó en
señal de bendición:
-Que tu valiente guerrera te acompañe para siempre mi niña.
En cuanto el anciano pronunció sus últimas palabras la copa de cristal
humeante aún sobre la mesa se rompió en mil añicos, quedando únicamente
en el viento las palabras escritas con su sonido que rezaban tintineantes y
constantemente: Felicidad, felicidad, felicidad. Felicidad y salud para toda
la eternidad.
Armada
Una tarde se encontraba Juan Neuronas, en compañía del Sr. Presidente de la
republica Lic. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, eran compadres y estaban
asando carne en la huerta de nogales, propiedad de Juan Neuronas, el resto
de los invitados ya se había retirado y al punto El Sr. Presidente le decía:
-Estoy preocupado compadre, fíjate que no se que hacer, estoy harto de que
el procurador de justicia me diga que en nuestro país se roban a las mujeres y
a los niños, incluso que hay capos de la mafia que se llevan a trabajar a las
indígenas, las violan sin ningún miramiento. Algunas las mantienen con ellos,
pero les cortan la lengua y las amenazan para que no busquen a su familia. A
otras las ponen a trabajar para ellos.
-Es un asunto delicado Gelipe –Respondió Juan Neuronas, que llamaba de
cariño Gelipe al Sr. Presidente. Dio un mordisco a un chile relleno con queso,
un sorbo a un vaso que contenía agua de Jamaica, luego le sugirió: -Si yo fuera
tú, le pediría al Capitán General de la Armada que contratara a los mejores
Hackers del mundo para que rastreen a través de Internet a los capos de la
mafia que se llevan a las mujeres y niños, te aseguro que los encuentras
porque los encuentras.
-Tienes razón, es mejor intentarlo que no hacer nada.
-Eso si, a los Hackers ofréceles el precio por sus servicios que ellos elijan, así
tú no tiras dinero de más. Al que te pida poco, págale poco al que te pida
mucho págale mucho. Después de que hayan terminado el trabajo nómbralos
guardianes de la paz por este país.
El Sr. Presidente miró alrededor de la huerta, en ese instante cayó una nuez a
sus pies, suspiró y cambio de tema. Después de comer se pusieron a jugar
ajedrez. Al día siguiente llamó al general de las fuerzas armadas, le dio
instrucciones precisas, él contrató a los mejores hackers del mundo y en
cuestión de siete días, los capos traficantes de niños, mujeres, órganos, dinero,
drogas, autos, armas, sopa y zapatos fueron encontrados. Muchas mujeres,
niños y hombres fueron liberados y devueltos a sus casas, los elementos con
los que traficaban, como las armas las drogas, el dinero, los autos, etc. Fueron
entregados a la milicia. Prefirieron entregarlas a cambio de su libertad, firmaron
un acuerdo en el que aseguraron nunca más ejercer tan vergonzoso oficio.
Desde entonces todos se organizaron para hacer de México un país prospero.
Aventuras
Las cosas fantásticas que pasan en la vida, sólo le pasan a Venado una
chaman Zacatecana, que viaja por todo el mundo compartiendo las
enseñanzas de la naturaleza. Como alumna de la vida siempre esta
aprendiendo y estudiando. Ella pertenece a una escuela especial donde cada
año hacen una ceremonia para festejar el día del amor. Esta ceremonia se
lleva a cabo en diferentes partes del mundo. Este año ella se preparaba con
todo rigor, hizo ayuno de harinas por una semana, que para desintoxicarse,
ayudó a la promoción del magnánimo evento, con bomba y platillo lo anunció
en radio y televisión. Cada día que pasaba se acercaba la fecha tan esperada,
de pronto ella recibió una cantidad considerable de dinero y pensó:
-MM. De aquí guardaré un poco para la ceremonia
Pasaron dos o tres días y ocupó el dinero en otras cosas pensando:
-Primero comer que ser cristiano, total el próximo Seli recibiré otra cantidad
más o menos igual y con eso será suficiente, para asistir a la ceremonia
Efectivamente, un amigo de ella había quedado de llevarle algún dinero para
que le hiciera un trabajo para una exposición, y Venado decía en sus adentros:
-Confiar, hay que confiar, paciencia, paciencia
Pero ¡Oh! Sorpresa, pasó Seli, Gamma, Kali, Alpha, y su amigo no llegó.
Venado seguía confiando pensando:
-Para que me preocupo, el Limi tengo citados tres pacientes, con eso será
suficiente
Llegó el día Limi, y sus pacientes tranquilamente, ni siquiera se tomaron la
molestia de avisarle que no se presentarían a su cita. Pero Venado seguía
pensando: -Confiad, confiad, Dios es bueno y misericordioso, mm, mañana es
Silio, revisaré mi agenda
Al abrir su agenda y ver el día Silio, leyó los nombres de tres personas citadas
a las 5:00 P.M. esbozó una sonrisa y exclamó:
-No hay problema, Dios proveerá trayendo estos pacientes
Se acicaló y se preparó para recibirlos olvidando la frase que reza:
-Cuando quieras hacer reír a Dios, simplemente haz planes
Casi al final de Silio se percató de que sus pacientes no llegarían, tampoco
tuvieron la decencia de avisar. Luego Venado se preguntó a si misma:
-¿Cómo lo solucionaré? deseo asistir a la ceremonia del amor, ¡Ah! Ya se
llamaré a mi amiga Mala, algunas veces me a apoyado
Enseguida llamo a la Sra. Mala y ella simplemente esta vez no pudo apoyarla.
Entonces Venado decidió llamar a su amiga Rúala, pero tampoco pudo
apoyarla. Respiró profundamente y exclamó:
-Paciencia Venado, es la madre de la inteligencia
De repente recordó que en la entrada de su casa, tenía una imagen de la
madre tierra, pegada sobre un lienzo de ixtle. Cada persona que entraba en su
casa exclamaba:
-¡Que hermosura!
Algunos visitantes le inquirían a venderla, pero ella simplemente decía que no.
Pero un día, un interesado muy insistente le inquirió que se la vendiera, y
Venado lo recordó, observó la imagen diciéndole:
-Ni modo, te vas, ¿Para cuando son los bienes?, para cuando las
necesidades llegan
En ese momento tomó el teléfono, le llamó al interesado que respondió
amablemente:
-Señora, discúlpeme, no me lo va a creer, pero hoy no traigo dinero
Se despidió amablemente encargándole que se la guardara para dentro de un
mes. Esto si rompió en añicos la indestructible paciencia de Venado, estalló en
cólera y como nunca montó un berrinche, zapateó el piso, renegó y finalmente
gritó su impotencia diciendo:
-¿Porqué para mi es tan difícil ingresar al mundo del conocimiento?
Prontamente, como niña pequeña se puso a llorar, pensando:
-¡No, esto no puede ser! ¡Es una incoherencia, si hasta lo promoví en el radio
y la televisión!
Después de unos segundos de llorar, sus últimas lágrimas, fruto de su
frustración corrieron por sus mejillas, fue en este infinito instante que la
inteligencia se hizo presente y reflexionando se dijo a si misma:
-¡Oh! Mí querido maestro eres un apego, pues bien ahora veras y recobrando
instantáneamente su fuerza y poder exclamó en voz alta, como para que el
mundo entero la escuchara:
-Yo Venado, bendigo mis apegos, con todo mi poder y el poder del fuego, del
viento, de la tierra, del agua, para que se disuelvan instantáneamente, para mi
bien y el de la humanidad, ahora y por siempre y por toda la eternidad. Ma in
Mochihua
Venado después de haber rezado las tan bienquerientes incoherencias
anteriores, sintió una paz indescriptible. Entonces recordó al maestro del
ceremonial y le lanzó un poderoso hechizo mágico que reza:
-Yo Venado, te bendigo a ti Águila del sur, con todo mi poder y el poder del
fuego, del viento, de la tierra, y del agua, para que se manifiesten en ti en todo
su esplendor: La belleza, riqueza, poder, fama, conocimiento, y renunciación
ilimitados, aquí y ahora y para todos los tiempos sin fin. Ma in Mochihua
Al terminar de pronunciar estas palabras, aparecieron destellos de luces de
colores ante los ojos de Venado, quien al instante les sopló con todo el aire de
sus pulmones. Los destellos guiados por el viento formaron un arcoíris que
llegó hasta donde se encontraba el gran guerrero implacable. Entonces Venado
sonrió ampliamente y suspiró.
Azul
En la ciudad de Aguascalientes vivía Ruth, en una pequeña casa donde tenía
un elegante trastero de madera labrada y dentro de él guardaba la hermosa
vajilla de porcelana traída de Inglaterra, a su lado acomodaba con cuidado un
plato cuadrado de color azul, diariamente cuando la vajilla salía para
desayunar, comer o cenar, las tazas lo escuchaban llorar y le decían:
-¿Hoy por qué lloras?
-Por lo mismo, soy hermoso y nunca me utilizan ¡Snif! ¡Snif! ¡Snif!
Las tazas que eran toda amabilidad lo consolaban diciendo:
-Por favor no llores ya llegará el día en que nuestra dueña te use.
-Eso me dices todos los días y no veo llegar ese gran día ¡Snif! ¡Snif! ¡Snif!
El plato cuando veía salir las tazas, se acomodaba de un modo o de otro para
llamar la atención, Ruth lo reacomodaba y lo dejaba solitario en el trastero. De
pronto un día ella tomó el plato, lo acarició, suspiró y le dijo:
-¡Que hermoso eres! Te he cuidado con tanto esmero, no quiero que te toque
ni siquiera el pétalo de una rosa, sabes, eres el único que quedó de aquella
fiesta tan bonita…
Ruth continuó describiendo la fiesta. El plato mientras era acariciado, sentía
cosquillas y reía. Ruth ese día al recordar su fiesta de cumpleaños, decidió
servirse en él una ensalada de exquisitas verduras. La vajilla de porcelana
extasiada, escuchaba y veía todo lo que estaba viviendo el plato azul. Él estaba
tan feliz de ser usado y de escuchar su historia que con su alegría despertó a
las hadas azules que vivían en el jardín, ellas desde ese día, cada mañana
sirven ensalada, pastel, gelatina, y fruta en los platos azules de todo el mundo.
Barrenderos
Erase una vez el reino de la medicina, tenía la farmacia Guadalajara atiborrada
de productos para la salud, era mágica, el rey Juan Medico se percataba de
que estuviera surtida:
Una fresca mañana de primavera, ya conocemos los colores de la primavera y
sabemos que son mis favoritos, no sé que tenga que ver eso, sin embargo
usted por supuesto que sí. Recibió al Rey Muladare y después del consabido
protocolo le dijo:
-Su majestad, le vengo a solicitar el cambio de este medicamento, en la
farmacia no me lo quieren cambiar
-¿Que habías pedido?
-Un ajin y me dieron un ajo
-Estarás salado tú, no el ajo.
-No señor.
-¿Tú directamente lo fuiste a comprar?
-No mandé a mi hija
-He ahí el grandísimo problema ¿Cuál dijiste que era el problema? No me
vengas a contar las muelas, ya las tengo bien contadas, me las contó el
dentista.
Usted lector, que sabe leer y tiene tiempo para rascarse las pezuñas, perdón,
las uñas a no me equivoque. Empezare de vuelta, usted mi querido lector que
tiene tiempo respóndame ¿Cuál fue el problema?
Bordo
En un rancho llamado el Andariego, situado al norte del país Mexicano vivía
Litche, una joven soñadora de veinticinco años de edad, era estudiante de
ciencias de la salud. En aquel tiempo México tenía problemas difíciles de
solucionar, si cada persona no ponía un granito de amor de su parte, entre sus
problemas estaba un muy mal gobierno por parte de algunos los partidos, ya
que no estaba unificado como un solo partido, de pronto una fresca mañana del
mes de abril del año 2011 salió a revisar los linderos, al paso le salió un conejo,
por otro lado miró una serpiente enroscada bajo un nopal, un zorrillo corrió a
esconderse, finalmente se sentó en la orilla de un bordo (Contenedor de agua,
o abrevadero) se quito los zapatos y se puso a jugar con el agua, de repente
con los ojos abiertos comenzó a ver en el espejo del agua un país nuevo
gobernado por un solo presidente y un solo partido ayudado por treinta y un
ministros estos representantes de cada estado, también eran acompañados
por el ministro de cada etnia. Logro ver un país libre de contaminación, en
control de sus desechos tóxicos, los carros viejos chatarra formaditos se iban
de regreso al país de donde habían llegado. También vio un enorme círculo
donde estaban sentados los dignatarios de ese nuevo gobierno en compañía
de los ancianos representantes de cada etnia, juntos comían y bebían, luego
fumaron la pipa de la paz.
-¡Ay! ¡Que horror! –gritó, en un instante había visto las caras de los más
grandes capos de las mafias Horcados
Asustada salió corriendo, descalza volvió a la casa, pero no le contó su secreto
a ninguna persona. ¿Por qué sería? Si lo sabes tú házmelo saber.
Cabeceras
Había una vez una comarca pintoresca, sus casas construidas a la antigua,
eran de un material térmico, llamado adobe, en época de calor hacía que las
casas fueran frescas y en tiempo de invierno calientitas, las calles estaban
empedradas a la antigua, el aire era limpio y fresco no había smog, su nombre
era Rio Frio. Las mujeres eran hacendosas y todas las tardes se sentaban a
bordar lindas prendas con puntadas de listón, algunas hacían colchas, otras
servilletas para las tortillas, alguna bordaba bolsas o manteles y entre ellas
estaba la bella anciana Julia era millonaria y le gustaba hacerse sus propias
prendas, decía que no había mayor placer que disfrutar de las artesanías que
hacía con sus manos, cada tarde se reunía con algunas compañeras y les
contaba diferentes historias, en una de esas tardes de labor listoniana contó la
siguiente:
-Hoy les voy hablar acerca de la importancia de usar cabecera de madera en
sus camas, pues mi abuelo que murió hace muchísimos años decía que no
había sueño tranquilo sin cabecera, como lo recuerdo, era muy niña cuando
dijo:
-¿Sabías hija mía que las cabeceras de madera son mágicas?
-No abuelo, platícame.
Enseguida Julia, tomó un banco en el que el abuelo se sentaba cada mañana a
ordeñar las vacas y lo puso cerca de donde estaba él. Y el abuelo Pepe
continuó:
-Veras hija, cuando tu duermes con una cabecera de madera, salen unas
diminutas hadas que se sientan en su quicio y te observan dormir, y mientras
duermes, de tu sueños salen diferentes colores y con ellos ellas pintan las
estrellas, algunas veces hasta hacen cadenas para pasarse un color y otro
para llevarlo hasta ellas que todos los días iluminan las noches. Estos colores,
son las vitaminas de las estrellas. Un día mientras dormía, una pequeña araña
que colgaba del techo me cayó sobre la cara y asustado desperté, muy
sorprendido vi a mi alrededor una enorme hilera de hadas que llegaba hasta el
cielo, unas vestían vestidos de colores muy brillantes y sus alas de color oro,
cuando ellas se vieron descubiertas por mi, corrieron a esconderse por doquier,
pero la reina que las dirigía vio que era demasiado tarde y que yo ya las había
visto entonces les ordenó:
-Niñas, será mejor que salgan de sus escondites este humano ya nos vio, lo
mejor será que le expliquemos lo que hacemos así él se lo contará al mundo
Dirigiéndose enseguida al abuelo el hada continuó: -Veras Pepe -¿Cómo sabes
que me llamo Pepe? –Por eso soy un hada, no precisamente tu hada madrina,
pero soy un hada que puede leer tus pensamientos con los cuales pinto las
estrellas, por cierto tus pensamientos son los mas lindos que he encontrado en
los últimos tiempos ya que muchos niños ya no creen en las hadas y mucho
menos los adultos y tu siempre has cuidado de tener pensamientos positivos,
los cuales emanan colores maravillosos nunca antes vistos por nosotras
mismas.
Así platicaban la reina de las hadas y el abuelo Pepe, cuando de pronto se
escucho un estruendoso ruido en el techo de la casa, las estrellas ya no se
podían ver por la ventana, la casa y las hadas que lo rodeaban quedaron en
absoluto silencio y abrazados por una profunda oscuridad. Enseguida se
escuchó el batir de las alas de un enorme pájaro, era una enorme lechuza que
enseguida comenzó a carcajearse y con un fuerte graznido empezó a decir:
-¡Hadas insulsas! ¡Ja, Ja ja! Algún día las tenía que atrapar, no todo el tiempo
los niños y los adultos iban a creer en ustedes, este era el último adulto que
creía en ustedes, a partir de hoy a este mundo lo sumiré en la más profunda
oscuridad, me comeré el corazón de los niños y de todos aquellos que dejaron
de creer en ustedes
Las hadas y el abuelo Pepe guardaban silencio y el abuelo en su interior
rezaba:
-Yo soy la luz y en mi no hay tinieblas
Lo repetía una y otra vez con toda la fuerza de su mente y su corazón, las
hadas veían este pensamiento salir de la cabeza del abuelo, en forma de
estrellas de colores y diamantes brillantes y se iluminaba tenuemente la
habitación, entretanto afuera a la orden de la enorme lechuza, sus hijos
corrieron al Golfo De México y destruyeron la tubería de un pozo petrolero, el
petróleo comenzó a salir y a inundar el océano, los animales del mar
comenzaron a morir intoxicados, morían delfines, focas, peces, patos, tortugas
y toda clase de animales del mar que sin darse cuenta se acercaban a la
mancha petrolera, su muerte era horrenda y ver el panorama, peor. Los
humanos corrían por doquier tratando de contener la mancha, hacían un
invento y otro y otro más y no podían detenerla, algunos en su intento
perdieron la vida. Los hijos de la lechuza llamaron a otras lechuzas amigas de
ellos y cada noche volaban y mientras los niños dormían les sacaban el
corazón con tal saña que parecían monstruos insaciables. Los niños al
amanecer se levantaban de mal humor, les gritaban a sus padres y les faltaba
al respeto, algunos se transformaron en terribles asesinos que mataban a sus
compañeros escolares, para que por las noches las lechuzas se comieran su
corazón, así por mucho tiempo estos niños las alimentaron. El abuelo Pepe y
las hadas vivían dentro de la casa y se alimentaban únicamente de los
pensamientos que generaba la frase:
-Yo soy la luz y en mi no hay tinieblas
Las estrellas con los días titilaban tenuemente, estaban débiles. De pronto en
el mar un pequeño delfín que era muy valiente iba en busca de aventuras y
poco a poco se acercó a la mancha petrolera y comenzó a ver a su alrededor
animales muertos cubiertos de la oleaginosa sustancia negra y espesa
enseguida comenzó a toser:
-Cof, cof, ¡Que porquería! ¿Qué es esto? ¿Por qué estos animales están
muertos?
Rápidamente nadó hasta las profundidades del mar y veía venir hacía él la
enorme mancha que parecía un monstruo extendiéndose sobre el mar,
retrocedió instintivamente y exclamó:
-¡Esto es peligroso!
Luego entró en pánico y pensó:
-¡Nos vamos a morir todos!
Luego razonó:
-Tal vez estoy a tiempo de hacer algo por mí y por los habitantes del mar.
Comenzó a nadar mientras recordaba que su madre le había dicho que había
un reino mágico en el fondo del mar donde vivían unas mágicas sirenas que
con su canto transformaban lo negro en luz y decidido se fue buscarlas. Nadó
kilómetros, se encontró diversos animales a los cuales les avisaba del peligro,
pero le contestaban:
-Estas loco, tenemos años viviendo aquí y nunca nos ha pasado nada
¿Porqué crees que hoy será la excepción?
De entre todos los que lo escuchaba una enorme tortuga vieja le respondió:
-Yo si te creo, pues yo leí eso en las estrellas que se reflejan en el mar. Si tu
me invitas yo te diré donde se encuentra el reino de las sirenas mágicas.
Juntos la tortuga y el delfín nadaron kilómetros hasta llegar ala profundidad del
mar, en su camino el delfín se quedaba boquiabierto al ver especies de
animales de colores que nunca antes había visto y exclamaba:
-¡Que maravilla! Vivo en un mundo verdaderamente mágico.
Por las noches, las estrellas del mar los acompañaban iluminando a su vez su
camino, en una de esas noches de aventura la tortuga le dijo:
-¡Óyeme Tenamaste! Si sigues admirando así a los animales nunca vamos a
llegar al reino de las sirenas, aún nos faltan muchos kilómetros para llegar.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-He ahí el secreto.
-¿Cuál es el tuyo?
-He ahí mi segundo secreto.
-¿Entonces como te digo?
-Solo llámame Jadelina, por mi color.
Así después de ver varios animales y de platicar con la tortuga ambos
continuaron nadando hasta llegar al castillo de las sirenas mágicas. Era
imponente e iluminado por enormes estrellas de mar. En la puerta se leía:
-Bienvenido al mundo mágico de las sirenas.
Todas eran traviesas y juguetonas, jugaban hasta con las burbujas que hacían
los animales al respirar. De repente el castillo empezó a desmoronarse con los
temblores de la tierra que estaba causando la mancha petrolífera y en ese
instante una enorme roca cayó sobre Tenamaste dejándolo tirado y
desmayado, rápidamente Jadelina se acercó a verlo y trataba de quitar la roca
que le había caído encima, después de unos minutos de esfuerzo comprendió
que sus fuerzas eran mínimas como para quitar semejante objeto, entonces
miró el castillo de las sirenas partirse en dos pedazos y exclamó:
-¡Que horror! ¿Qué pasa con las sirenas? ¿Donde están?
Entonces escuchó las risas de las sirenas, se acercó y se dio cuenta que aún
no se percataban de lo sucedido, seguían jugando, luego silbó y la pequeña de
oído más fino la escuchó, paró de jugar y se acercó a Jadelina luego miró a su
alrededor viendo el desastre en el castillo. Abrió los ojos grandotes y dijo:
-¿Qué sucede? ¡Tú has tirado nuestro castillo!
-¡Oh! ¡No! Yo no fui, escúchame hay un desastre en todo el mar, un pozo de
petróleo se abrió y los humanos no han podido arreglarlo, muchos animales y
algunos humanos han muerto y mira –Jadelina señaló con su pata delantera al
pequeño Tenamaste, que aún respiraba, de inmediato la sirena cantó y las
otras sirenas dejaron de jugar y se acercaron a su pequeña hermana, luego
vieron al pequeño delfín con la roca encima y a una señal de la más pequeña
comenzaron a cantar, Jadelina se tapó los oídos, la roca se levantó de encima
de Tenamaste y dijo:
-Perdoncito, yo solo quería darle un sustito.
Corriendo se acomodó donde estaba y a su vez las rocas del castillo y las
paredes también, luego todas callaron. En ese momento la pequeña tomó la
palabra y les explicó el problema del petróleo, inmediatamente sabiendo la
historia de la mancha, a un silbido de la pequeña se acomodaron como si
fueran un cuartel de soldados. Los caballos de mar las miraron admirados,
sabían que cuando se formaban era que había problemas en la tierra. Mientras
tanto, sobre la tierra se llevaba a cabo una reunión mundial donde los
dirigentes del mundo analizarían con todas las asociaciones que cuidaban al
ambiente, el problema del petróleo que a lo largo de la historia de la humanidad
había traído smog, guerra y muerte. La reunión duró ocho largos días al
terminó de los cuales llegaron al acuerdo de no utilizar más el petróleo, había
millones de maneras alternas para moverse como si usaran petróleo.
En el fondo del mar las sirenas nadaron hasta donde estaba la mancha del
petróleo, a su alrededor veían los animales muertos y los humanos. Esta vez
como nunca antes, comenzaron a cantar con toda la fuerza de su corazón, su
voz era fina y atrajo a los demás delfines, luego a los caballos de mar, las
estrellas de mar y a todos los peces de colores, el pequeño Tenamaste, iba
montado sobre Jadelina, con el sonido de la voz de las sirenas y la vibración
que hacía, la mancha de petróleo comenzó a desintegrarse, luego se
transformó en hermosas luces de colores con los rayos del sol.
En la casa del abuelo Pepe, a él se le había abierto el corazón y el cerebro con
la pronunciación constante de las palabras mágicas:
-Yo soy la luz y en mi no hay tinieblas
Yacía sobre el piso rodeado de las hadas de las estrellas, ellas se frotaban las
manos generando millones de estrellitas de luz, de pronto el techo de la casa
se levantó como si fuera una hoja de papel, la lechuza que estaba sobre ella
del susto cayó muerta al instante. Sus hijos al sentirla muerta también cayeron
llevándose entre sus garras a todas sus invitadas. La casa se ilumino tanto que
parecía que el sol dormía en ella, rápidamente las hadas tomaron las gotas de
luz y las llevaron a las estrellas que rápidamente se restablecieron y
empezaron a titilar y brillar como nunca antes.
En el fondo del mar las sirenas seguían cantando, la voz salía con fuerza
desde el corazón, el mar tembló, la tierra también, el cielo se estremeció y así
el equilibrio volvió. Hasta entonces se percibió la calma y la luz en el cielo, la
tierra y el mar. Después de diez días de canto, las sirenas guardaron silencio y
alegres volvieron a su castillo donde siguieron jugando como si nunca hubiera
sucedido cosa alguna. El pequeño Tenamaste, restablecido con el canto de las
sirenas decidió ir en busca de una compañera a la que pretendía contarle toda
su historia. Las hadas de las cabeceras de madera de cada casa continuaron
su labor, el abuelo Pepe despertó y se levantó de donde yacía, miró que su
casa tenía un techo nuevo, las hadas se lo habían obsequiado.
-MM. Esta historia dijo el abuelo, sucedió en el año 2010 de la era antigua,
me la contó para que comprendiera, que las hadas forman parte del equilibrio
del universo y que tuviera cuidado de dormir siempre en una cama de madera
con cabecera de madera. Él deseaba
que
el equilibrio de la tierra
permaneciera por siempre.
Las compañeras de la Sra. Julia estaban estupefactas con la historia, en sus
mentes algunas de ellas hacían análisis de sus recamaras, como revisando
que todas tuvieran cabecera de madera, al mismo tiempo seguían bordando
con sus listones de colores y admirando a la Sra. Julia que les compartía bellas
historias cada día. Esa noche mientras dormían, todas vieron al delfín
Tenamaste contando su aventura a su compañera.
Dedicado con amor y respeto a todos los animales y humanos que murieron en
el desastre del British Petroleum.
Caldemonio
Erase una vez un reino Fabuloso llamado México, tenía que ser si no yo no
fuera mexicana, en él como en todo cuento había un castillo construido de
Sodalita, este era habitado por un rey llamado Caldemonio y sus doce
concejales, un día en que acababan de desayunar dos de los concejales se
quedaron charlando de la siguiente manera:
-Sábete mi querido Véctor –comenzó a decir el pequeño Juan y continúo:
Esta es la forma en que se las gastan los gobernadores de este país, primero
el rey les manda los recursos federales, siempre a tiempo y ellos los guardan
en una cuenta bancaria que les redituara bastantes dividendos, estos
dividendos son para ellos y hasta que el dinero ya ajustó cierto plazo entonces
lo reparten a los programas, entretanto a la gente le dicen que los recursos no
los ha enviado aún el rey.
El pequeño Véctor escuchaba con atención mientras el pequeño Juan siguió
con su relato, en ese instante le pregunto el pequeño Juan:
-Por cierto pequeño Véctor ¿Ya sabes como se las gastan en las elecciones
para elegir a un nuevo rey?
-No –Respondió Véctor y el pequeño Juan continuó:
Pues veras, a la mayoría de súbditos los acarrean, pero les pagan por votar
cien monedas de oro, y a quien acarrea a otros le pagan cien monedas de oro
por cada uno que lleve a votar. Un día no muy lejano mi pequeño Véctor yo
estaba trabajando para una empresa especial de conteo de votos y vi a una
señora sentada en una esquina y le pregunte:
-Disculpe, ¿Usted que hace aquí?
-Sábete pequeño Juan que el partido del Perderé me pagará los estudios de
mi hija, es que ella tiene cáncer en el cerebro y necesita un encefalograma y
como no tengo dinero, me comprometí a traer a veinte personas, figúrate
pequeño Juan crees que no lo voy hacer por mi niña. –Yo sentí pena por la
linda señora y asco por los integrantes del partido del PERDERË.
Véctor seguía en silencio y ponía atención a todo lo que el pequeño Juan le
estaba contando, entonces el pequeño Juan continuó:
-También vi a los del partido del PRIMERO YO hacer lo mismo, incluso su
líder me preguntó –¿No sabes cuanto están pagando los otros partidos?
De inmediato yo el pequeño Juan guardé silencio, pero los partidos que vi que
acarrearon gente fueron, el PERDERE, el PRIMERO YO, el VENTE NOS
VEMOS EN EL BOSQUE, bueno para no hacerlo más largo el único que no
hizo eso fue el partido del BOLILLO. Ya sabes como este es un reino muy
moderno ya tenemos celulares y los partidos les pedían a los votantes que le
sacaran una fotografía a la boleta para constatar que efectivamente habían
votado por ellos y enseguida les pagaban, los camiones los dejaban a dos o
tres cuadras del lugar de las votaciones.
A estas alturas Véctor estaba indignado de todo lo que el pequeño Juan le
había dicho y el pequeño Juan se lo dijo con la intención de: Te lo digo Juan
para que lo sepas Pedro, no pudiendo más permanecer en la sala real con el
pequeño Juan, el pequeño Véctor se levantó indignado y mascullando entre
dientes:
-¡Patanes! ¡Barbajanes! ¡Así quieren tener un país prospero! ¡Gusanos de
pacotilla! ¡Bola de rateros!¡En vano estudian sus libros y cuadernos! -Luego el
pequeño Véctor se quedó pensando en todo lo que había escuchado y en la
intención con la que el pequeño Juan se lo había contado, sabía que el
pequeño Juan no daba paso sin huarache, decidido pensó en informarle al rey,
pero como era muy inteligente mejor hizo millones de volantes y discretamente
los fue dejando en lugares especiales para que fueran leídos por los súbditos
del reino.
Cuenta la historia que en el año 2012 fueron las primeras elecciones limpias de
este reino y que de manera increíble ganó el partido del bolillo. ¿Quién sería el
culpable?
Caléndula.
Hace muchos años en la sierra nevada de santa Martha en Colombia. Vivía la
familia Tayrona. Solo tenían una pequeña hija llamada caléndula. Sus papás la
enviaban todos los días a la escuela. Caléndula todos los días iba feliz a
estudiar. Le gustaba mucho aprender cosas nuevas y tener amigas y amigos.
Como eran muy pobres; sus papás con mucho amor le explicaron que ya no
iría a la escuela. Caléndula lloraba todos los días. Recordaba a su maestro y a
sus amigas, pero sobre todo lo que mas extrañaba eran todas las cosas que
aprendía. Entonces comenzó a ayudar a sus papás a acarrear agua del rio
Ariguani que bajaba de las montañas. Algunas veces se sentaba en la orilla y
jugaba con sus pies dentro. La consideraba su amiga y le platicaba que
añoraba su escuela. De pronto un día una gota de agua formo una mariposa y
le dijo: -No llores caléndula te diré como atrapar a la diosa fortuna y ella te dará
todo lo que tú desees; escucha con cuidado. Conseguirás un espejo de seis
lados, y por el lado del brillo escribirás lo siguiente: hola diosa fortuna estarás
atrapada en este espejo hasta que me concedas todos mis deseos. Por tu
apoyo gracias atentamente caléndula.
La mariposa se paro en sus manos y tomando la forma de agua volvió al rio.
Caléndula estaba emocionada, a nadie conto su secreto; y de inmediato lo
puso en practica. La diosa fortuna al instante apareció. Fortuna y caléndula
platicaron largamente. Ella pidió todo lo que necesitaba y también la paz, la
riqueza, la salud, la sabiduría y la armonía para su país. Rápidamente la
guerra, la pobreza, la enfermedad, y la ignorancia desaparecieron de todo el
país de Colombia. La diosa fortuna invito a vivir con ellas a sus amigas paz,
riqueza, salud, armonía y también
el árbol del conocimiento. Todos juntos
vivieron felices en Colombia para todos los tiempos sin fin.
Cáncer
Al pie del cerro de las estrellas, ubicado en la majestuosa ciudad de
Guadalupe, Zacatecas, México. Vivían dos afamados médicos científicos, uno
de nombre Trokelin y el segundo Zipalo, en su casa tenían un pequeño
laboratorio, donde diariamente durante sus tiempos libres, hacían diversas
investigaciones acerca del cáncer. Esta era una enfermedad que en diferentes
formas, mataba a millones de seres humanos y animales. Una radiante
mañana de primavera, Trokelin y Zipalo llegaron al punto álgido de sus
investigaciones, concluyendo que el cáncer era indestructible y se había
transformado en una enfermedad eterna. Entonces los renombrados médicos
dialogaban entre ellos y Trokelin decía:
-¡No puede ser posible que el cáncer sea eterno, eso es como decir que la
pobreza y la violencia son eternas!
-Yo también estoy de acuerdo contigo, es como decir que el amor no existe,
cuando este es el que mueve al mundo, además si así fuera el ser humano no
existiría- Respondió Zipalo.
-Lo mejor será que busquemos la sabiduría en esta investigación, yo
propongo que visitemos a nuestro amigo Trechó, aunque viva en las montañas.
Incluso nos servirá para saludarlo y descansar la mente.
-Sí, será lo mejor, no es lo mismo estar en el ruedo que ver los toros desde la
barrera -Respondió Zipalo. En ese mismo momento, se dispusieron a preparar
sus maletas y agregaron algunos regalos para el sabio Trechó, enseguida se
subieron a su camioneta blanca de estaquitas y partieron rumbo a las
montañas de Chiapas, donde vivía el amigo Trechó. Tardaron ocho días en
llegar al pie de la montaña, donde dejaron su camioneta para seguir a pie.
Luego se colgaron las maletas sobre sus espaldas y llegaron caminando doce
horas después. Él estaba cocinando una deliciosa sopa de almejas del rio, en
cuanto vio a Trokelin y Zipalo, se acercó a saludarlos diciendo: -¡Hola,
bienvenidos, pasen, siéntense, disfrutemos de mi sopa de almejas!. Ellos
obedecieron y se sentaron mientras Trechó les compartía su sopa. En cuanto
Trokelin la degustó exclamó:
-¡Guau! ¡Qué delicia! Oye Trechó, ¿Qué ingredientes pusiste a tu sopa?
-M.M. amigo Trokelin, luego hablamos de mi receta, mejor cuéntame el
motivo de tu visita.
-Verás amigo, hicimos una investigación acerca del cáncer y encontramos
que el cáncer es eterno, pero no podemos aceptar semejante conclusión.
Después de escuchar el motivo de la visita, Trechó guardó unos minutos de
silencio, para analizar el asunto y respondió:
-Tienes toda la razón Trokelin, es mentira que el cáncer sea eterno, cuando
vuelvan a casa, encontrarán una formula sobre la mesa de centro de su sala,
entretanto disfrutemos de su estancia en mi casa.
Trokelin y Zipalo se quedaron con el sabio Trechó veinte días mas. Cuando se
marcharon le dejaron los obsequios que le habían llevado y se despidieron
prometiendo volver al siguiente año. Mientras recorrían el camino de regreso,
Trechó comenzó a decir unas palabras mágicas en voz alta, estaba parado de
frente al norte, donde estaba su árbol guerrero, su amigo el roble, se escuchó
su voz en los puntos cardinales de todo el planeta diciendo:
-Abra cadaverina, con patas de venado que el cáncer de todo el planeta
quede eliminado, con todo el poder del fuego, del viento, de la tierra y del agua,
que sea arrasado, para el bien de toda la humanidad y por secula, seculorum.
Ma in Mochihua -Su hechizo fue tan fuerte, que al instante los enfermos de
cáncer quedaron curados. Cuando Trokelin y Zipalo llegaron a casa,
encontraron una tarjeta azul con letras doradas que decía: “Problema resuelto
amigos,
revisen
nuevamente
su
investigación”.
Trokelin
y
Zipalo,
inmediatamente se pusieron a revisar su investigación, descubriendo a los
ocho días como eliminar el cáncer de todo el planeta para siempre.
Caracol
Sucedió hace mucho tiempo, cuando llovía de día y de noche en todas las
ciudades del mundo. Esa mañana, el cielo estaba nublado, llovía en
pequeñísimas gotas apenas perceptibles, parecían brisa. Entonces caminaba
descalza a la orilla de la playa, las olas rugían en todo su esplendor y el
ambiente se sentía cálido, se podía tocar con las manos la humedad y el calor
como para hacer el amor con el ser amado. De pronto mire a mis pies un lindo
caracol, con sus colores blanco y negro exageradamente definidos, lo tomé
entre mis manos y el pequeño que vivía adentro ya no estaba ahí,
automáticamente lo acerqué a mi oído y escuché el murmullo suave que decía:
-Hola hermosa, ¿Sabes lo que Dios piensa mientras llueve y el humano se
queja?
Seguí escuchando en silencio y continuó una voz diferente:
-Escucho las oraciones, el ruido interno de los humanos, entretanto disfruto lo
que estoy haciendo al llover, me da risa, los humanos piensan que estoy sordo,
no saben que al llover les estoy salvando la vida, que es la única forma que he
encontrado para alinear el planeta, sin tanto dolor y sufrimiento, aún no han
comprendido que la vida en cualquiera de sus manifestaciones es lo más
valioso sobre todas las cosas. Por medio de la vida manifiesto mi amor eterno a
toda clase de especies, y me preguntas ¿Qué es el amor? El amor es el único
tiempo que hace la eternidad.
La voz guardó silencio, yo no sabía que el creador del universo escuchaba las
oraciones y el gemido de la humanidad, hasta que escuché al caracol, bueno la
voz del caracol, entonces lo abracé, lo besé y regresé a casa. Por primera vez
había sentido el abrazo del universo, fue el abrazo del amor que hace la
eternidad, así lo sentí.
Carlitos
En la mágica ciudad de Guadalupe, Zacatecas. México. Vivía la pequeña
Diana, de seis años de edad y cerca de su casa vivían sus amigos Carlitos,
Mayra, Paty, Britania, Michel y Luisito. Una bellísima mañana de primavera, ella
y sus amigos estaban sentados alrededor de la mesa, en la casa de Diana,
pero estaban aburridos pensando que jugar, de pronto Carlitos preguntó:
-¿Quieren ver como se pelean dos cabellos?
Asombrados contestaron:
-Sí- y continuó:
-¿Quiénes son las más enojonas?
Luisito respondió:
-Diana y Mayra.
Luego Carlitos le ordenó a Luisito:
-Trae un plato.
Luisito inmediatamente fue a la alacena y trajo el plato, enseguida Carlitos lo
tomó y lo puso en el centro de la mesa y dirigiéndose a Diana le dijo:
-Por favor llénalo de agua.
Diana obedeció y rápido llenó un vaso con agua y lo vació dentro del plato.
Carlitos continuó:
-Cierren los ojos, voy a tomar un cabello de su cabeza.
Diana y sus amigos al instante cerraron los ojos. Carlitos se acercó a Diana y
literalmente le arrancó un cabello de su hermosa y negra cabellera, igual le hizo
a Mayra, cuando lo hizo, se escucho primero la voz de Diana: -¡Ay, me jalaste
muy fuerte! -Abrió los ojos, enseguida se escuchó la voz de Mayra: -¡Ay, me
dolió! -También abrió los ojos y las dos se frotaban la cabeza con su mano
derecha, en el lugar de donde les arrancó el cabello. Carlitos sin hacer caso de
sus gritos, colocó los cabellos dentro del plato y les dijo:
-¡Ssh, Miren!, guarden silencio, los cabellos se van a pelear
Todos se acercaron rodeando el plato, para observar de cerca. En unos
segundos ya estaban muy concentrados, observando el movimiento del agua
con los cabellos que sólo se tocaron, luego Carlitos exclamó:
-¡Creo que les falta agua!
Diana, tomó la jarra de cristal con la poca agua que le había quedado, después
de haber llenado el vaso, lo agregó al plato. Nuevamente, todos se
acomodaron alrededor del plato y Carlitos señaló:
-¡Miren. Miren, ahí van!
Todos pusieron mayor atención, cuando de repente Carlitos otra vez habló
diciendo:
-Perdón, perdoncito
Rápidamente, dejó caer su mano sobre el agua y se escuchó:
-¡Plash!
Inmediatamente, el agua se transformó en pequeñas gotitas, que saltaron
sobre la cara, el pelo y la ropa de Diana y sus amigos. Instantáneamente, se
quedaron estupefactos, ninguno sabia que decir, después de unos segundos
Carlitos comenzó a carcajearse estruendosamente: -¡Ja. Ja. Ja! -Lo siguieron
Mayra, Paty, Diana, Britania, Michel y Luisito. Les ocasionó tanta risa la
ocurrencia de Carlitos, que hasta se agarraban el estómago, Paty, que tenia
siete años, dejó de reírse y se dirigió a Carlitos diciendo como si lo regañara: ¡Cuando crecerás! -y seguía sonriendo. Diana y sus amigos ya crecieron, pero
desde ese día, cada uno en su casa, recuerda a Carlitos y su ocurrencia, que
todavía los hace sonreír y exclamar: -¡Ese Carlitos, era tremendo!
Castillos
La hermosa primavera, adornaba las calles de la ciudad de Zacatecas, México.
Con su floresta por doquier, la Alameda con sus margaritas, su árbol de cristal
y su fuente de colores, donde los palomos románticos platicaban, saludaban a
todos los transeúntes, las campanas del templo de Fátima sonreían al llamar a
todos los ciudadanos a su reunión matinal, el jardín de la fuente de los delfines,
esperaba a todas las quinceañeras que se tomarían fotografías en sus
pequeños puentes, por donde corría el agua fresca, haciéndole caminos al
arcoíris con sus diminutas gotas de agua, que formaban la brisa del ambiente
mañanero, un día especial para la señora Hadlí, acababan de informarle por
teléfono que su pequeña hija Ramsetton no tendría clases, la pequeña era muy
inteligente y curiosa, de acuerdo a sus seis años de edad, era morena de ojos
profundamente negros, su cabellera hasta la cintura y de cuerpo robusto. Antes
de que la niña se levantara de la cama se lo fue a informar diciendo:
-Buenos Días bonita, el día de hoy suspendieron las clases. No irás a la
escuela.
-Pero mamá, yo quiero ir.
-Hoy tus maestros fueron a una escuela para adultos, les van a enseñar
nuevos cuentos que te contarán.
A la pequeña Ramsetton, le encantaba ir a la escuela, tanto que cuando no
tenía clases se ponía a llorar, sabiendo que una vez más Ramsetton lloraría su
mamá le dijo:
-Mira hija hoy haremos un viaje especial, te llevaré a un jardín, donde hay
una hermosa fuente de agua de colores, esta fuente es mágica, con sus gotitas
de agua forma el arcoíris y también delfines, prepárate, llevaremos algunas
cosas para comer.
Ramsetton inmediatamente saltó de la cama, abrazó a su mamá, le dio un beso
y le dijo:
-Mamá, te quiero mucho.
Por primera vez Ramsetton no hacía un berrinche al faltar a su escuela. La
señora Hadlí, la dejó sola para que se vistiera, Ramsetton emocionada corrió a
vestirse, entretanto su madre ponía algunas manzanas en la canasta de paseo,
agregó queso, pan, agua pura, jícama, hojas de lechuga previamente lavadas,
mantequilla de cacahuate, la favorita de Ramsetton, platos, cucharas, vasos,
servilletas, sal, aguacate y algunos dulces. También colocó dentro de la
canasta el libro que estaba leyendo en ese momento. Luego repasó el
contenido de la canasta y pensó en su interior:
-Creo que esta completo, pasaremos un día fabuloso
Caminó hacia su habitación, para vestirse adecuadamente para la ocasión,
enseguida se puso su pantalón de mezclilla azul que realzaba su derrier, su
camisa favorita de color azul rey, sus lentes para el sol, su sombrero campirano
y sus mocasines color café oscuro y al terminar gritó.
-¡Bonita, ya estas lista!
-¡Sí mamá, ya voy!
Juntas salieron rumbo al jardín, tomaron el camión que tardaría una hora en
llegar, en cuanto se sentaron la pequeña Ramsetton le preguntó a su mamá al
oído:
-Oye mamá ¿Es verdad que existe el castillo de la Sabiduría?
-Sí hija, existe
-¿Es bonito? –¡Sí muy bonito! -Exclamó la señora Hadlí y Ramsetton
continuó con su lluvia de preguntas: -¡Oye mamá! ¿Dónde está el castillo de la
sabiduría?
-Esa es una historia muy larga
-Mamá, cuéntamela.
-¡Es muy larga hija! Si quieres que te la cuente, esperarás a que estemos en
el parque y ahí te la contaré.
-¡Está bien mamá lo que tu digas!
Ramsetton ya quería llegar al parque y preguntó:
-¿Mamá falta mucho?
-No hija, solo un poco.
El ruido del camión, no dejaba que la señora Hadlí escuchara a su hija, y se
sentía impaciente, así que le hizo una seña a Ramsetton para que guardara
silencio y le dijo:
-Sh…..
Ramsetton le respondió con otra pregunta y a punto de gritar:
-¡Mamá! ¿Por qué quieres que guarde silencio?
Hadlí comprendió que su hija estaba muy inquieta, la tomó en sus brazos, la
sentó en sus rodillas y le dijo:
-Mira por la ventanilla los edificios que vamos pasando, y cuéntalos porque
ya casi llegamos.
-Mamá, ¡Que aburrido! ¿Cómo voy a contar los edificios?
En ese instante el camión frenó y el chofer gritó:
-Faltan treinta minutos para llegar, pueden bajar a tomar un refresco mientras
checo.
- ¿Mamá que es checar?
-Es cuando, revisan a los choferes que hagan bien su trabajo.
-¡Oye mamá! ¿Falta Mucho?
-Mira ve el reloj, cuando esta manecilla larga este en el nueve, llegaremos.
Desde este momento la pequeña le revisaba el reloj de pulsera que llevaba
puesto Hadlí y la interminable lluvia de preguntas continuaba:
-Mamá ¿Cómo se llama la manecilla larga del reloj?
-Minutero.
-¿Porqué?
-Marca los minutos y esta pequeña las horas, la delgadita los segundos.
-¿Qué es un segundo?
Hadlí estaba a punto de perder la paciencia, cuando se subió una niña de la
misma edad de Ramsetton y dirigiéndose a Ramsetton le dijo:
-¡Hola! ¿A donde vas?
-Al parque – Respondió Ramsetton
-¿Te sientas conmigo? –dijo la pequeña desconocida
-¿Me das permiso mamá?
-Sí anda, pero agárrate bien.
Las dos niñas se sentaron en el asiento contiguo al de Hadlí quien se dirigió a
la madre de la pequeña y le dijo: -Así son los niños, muy sociables, lastima que
nosotros ya perdimos esa gracia.
Enseguida el chofer llegó y preguntó en voz alta:
-¿Falta alguna persona? Porque ya nos vamos.
Los pocos pasajeros que llevaba el camión, movieron la cabeza en señal de
que estaban completos. Encendió el camión y continuaron su viaje por treinta
minutos más. Ramsetton iba distraída platicando con su nueva amiga, le contó
que había un hermoso castillo de la sabiduría y que su mamá le contaría toda
la historia cuando llegaran al parque, concentrada en estos menesteres de
pronto el camión frenó y el chofer señaló:
-¡Aquí es el parque, pueden bajar!
Hadlí y Ramsetton bajaron del camión, y Ramsetton corrió hacia la fuente de
los delfines luego le gritó a su mamá:
-Ya cuéntame donde esta el castillo de la sabiduría.
La señora Hadlí le tocó el corazón a Ramsetton con la mano derecha y le dijo:
-Mira, aquí está el castillo de la sabiduría, tiene muchas habitaciones que son
de cristal.
-Oye mamá y ¿Cómo le hago para entrar en él, si yo estoy grandota y el
corazón chiquito?
-Ven, vamos al pasto, recostémonos y ahí te lo explicare.
Ramsetton y la señora Hadlí,
se sentaron bajo un frondoso árbol, sobre el
pasto que el árbol cobijaba con su sombra. Luego se acostaron y comenzaron
a ver las nubes caminar en el azul del cielo y la señora Hadlí comenzó a cantar
una canción que dice:
-Cuando al castillo de la sabiduría, quieras ingresar, solo debes cantar, las
puertas de cristal para ti se abrirán. Las hadas del universo con su sonrisa te
recibirán y muchas cosas bellas te mostraran, estas son las puertas del castillo
de cristal donde la sabiduría, reina por siempre jamás.
Hadas, duendes, nomos, ondinas, y salamandras custodian el castillo de
cristal, que en tu corazón por siempre existirá.
Hadas, duendes, nomos, ondinas, y salamandras, en este camino te
acompañaran y todos tus sueños harán realidad.
El castillo del conocimiento siempre morado será, a su alrededor otros castillos
verás, como si fuera un laberinto en él te perderás, más a tu regreso, vasos
llenos encontrarás.
Hadas, duendes, nomos, ondinas, y salamandras custodian el castillo de
cristal, que en tu corazón por siempre existirá.
La señora Hadlí terminó de cantar y Ramsetton estaba profundamente
dormida, entretanto entraba al bosque, donde se encontraba el castillo del
conocimiento, asustada corría de un lado para otro, veía enormes animales que
la querían alcanzar. Por fin llegó al castillo de cristal y al tocar, una hermosa
hada vestida de morado la recibió sonriente y le dijo:
-Hola mi niña, bienvenida al castillo de la sabiduría.
Ramsetton sonrió al mismo tiempo que entraba, comenzó a ver libros de cristal
por doquier y el hada le preguntó:
-¿Qué libros te gusta leer?
-Me gustan los cuentos para niños –respondió.
-Elige uno.
Ramsetton tomó uno que tenia las pastas moradas, era su color favorito, con
las letras formadas de estrellas doradas que decía:
El cuento de nunca acabar.
Con cuidado levantó la pasta y leyó:
-Cuando termines de leer este cuento, tus más caros anhelos se
manifestarán con prontitud en tu realidad.
La imaginación de Ramsetton era prodigiosa y conforme leía imaginaba
castillos de cristal de muchos colores, monedas de oro por todo lugar, juegos y
niños felices jugando alegres con ella, de pronto llegó un duende travieso y le
dijo al mismo tiempo que le arrebataba el libro:
Pollos, Pollitos y lombrices en sus narices, con mil matices los soberbios se
quedaran sin zapatos y calcetines, mayoría de pobres, minoría de ricos, los
pobres serán ricos y los ricos se volverán añicos, como que me llamo Rico
Federico.
El pequeño duende corrió con el libro y Ramsetton solo se quedó
observándolo, en ese instante como por arte de magia despertó aún en el
jardín de los delfines, pero veinticinco años después. Las personas que había
conocido en su niñez ya no estaban, su madre tampoco y el jardín ahora era
enorme y más bello que cuando había entrado en él, podía ver hadas por
doquier, conviviendo con los humanos. El hada vestida de morado estaba a su
lado y enseguida la llevó a un castillo color de lila, donde sería su morada para
siempre.
Centeno
En la fantástica ciudad de Guadalupe, Zacatecas, México. Vivía un niño de tres
años de edad, su nombre era Emanuel, su mamá, la señora Rosita lo quería
mucho y se esforzaba por cuidarlo, dándole los alimentos que a su ver eran los
mejores. Deseaba que Emanuel, fuera el niño más inteligente de su clase. En
su desayuno siempre le ponía una rebanada de pan de centeno, pero Emanuel
la tiraba bajo la mesa en cuanto su mamá se descuidaba. Una soleada mañana
de primavera, entró a la casa de Emanuel por la ventana de la cocina, un
pequeño duendecito llamado Torché, Rey de la comunidad del pan de centeno,
estaba cansado del viaje y buscaba donde descansar. En cuanto llegó,
encontró la rebanada de pan de centeno tirada bajo la mesa y se acostó a
dormir sobre ella. Cuando Emanuel volvió de su escuela se asomó bajo la
mesa, para ver que su mamá, no hubiera encontrado la rebanada de pan, que
ahora quería para hacerla pedacitos y tirarla a la basura, como lo hacia
diariamente. Asombrado vio a Torché dormido sobre el pan, estaba vestido de
color naranja con verde, traía una corona de oro con diamantes, que había
puesto a su lado, su piel era de color negro. Traviesamente, Emanuel jaló el
pan y Torché cayó al piso, del susto se levantó rápidamente y gritó:
-¡Ey! ¿Qué te pasa? ¿Te haz vuelto loco niño? ¿No viste que estaba
durmiendo? Además me haz quitado mi colchón. A ti no te gusta el pan de
centeno y los niños que no comen pan de centeno, no son mis amigos. Dame
mi colchón, estoy cansado y quiero dormir.
Entonces Emanuel respondió:
-¡No! Es mío
-¡Pero nunca te ha gustado el pan de centeno! ¿para qué lo quieres?
Enseguida el Rey del pan de centeno saltó sobre la mano de Emanuel que
sostenía el pan, asustado Emanuel soltó el pan y Torché refunfuñando le dijo: ¡Muchachito este, insolente! si supieras que por niños berrinchudos como tú, no
hay pan de centeno en la mesa de millones de niños en el mundo.
Renegando Torché se volvió a acostar sobre la rebanada de pan de centeno.
Emanuel todavía asombrado se acercó a ver de cerquita al duendecito Rey del
pan de centeno. Torché abrió un ojo y le dijo:
-¿Qué me miras? ¿Nunca habías visto un Rey o qué? vete a tus quehaceres
y déjame dormir.
Torché, ante la mirada de Emanuel se quedó profundamente dormido. Unos
minutos después, Emanuel levantó el pan con mucho cuidado y lo llevó a su
cama, para que el Rey Torché durmiera bien. Lo cuidó toda la noche y a la
mañana siguiente, su mamá le sirvió el desayuno, con su acostumbrada
rebanada de pan de centeno. Esta vez Emanuel se la comió, aunque hacía
gestos por su amargo sabor, cada vez que le daba una mordida, recordaba al
Rey del pan de centeno, que estaba dormido sobre su cama. Cuando mordía el
pan, le hacía cosquillas al Rey del pan de centeno y con su risa el pequeño
duendecito Rey del pan de centeno hacía aparecer pan, fruta y miel en la mesa
de cada niño en el mundo. Desde ese día Torché Rey del pan de centeno y
Emanuel fueron amigos para siempre.
Circo
En el circo de los hermanos Atayde, trabajaba Juan del Bosque, era un
excelente domador de tigres, todos los días trabajaba con cuatro. Una alegre
mañana en que los estaba alimentando, llegó su sobrino Daniel apodado el
piojo, en compañía de sus tres amigos: El ratón, Manos de seda, y el palillo.
Andaban entre los quince y diecisiete años de edad, al verlos preguntó:
-Ese milagro muchachos, ¿Qué los trae por aquí?
-Buenos días tío, venimos a consultarte un asunto muy delicado.
-¿Ahora en que andan metidos?
-Pero no le digas a nuestros papás.
-Ya suéltenla, saben que yo soy pico de cera.
-Ya tenemos un tiempo, que nos dedicamos a robar carros. –De un salto se
levantó Juan del tambor donde se había sentado, carraspeó y respondió: -Y
luego –Se los llevamos a los capos de la mafia, por un Sentra nos pagan siete
mil pesos y por un Audi veinticinco mil pesos. – Haciendo de tripas corazón y
como pensando Juan dijo-¡Ah! ¿Y cuál es el problema? –Ya no queremos
hacer eso –Ya no lo hagan –Es que los capos nos amenazaron con secuestrar
a nuestra familia y matarla –Dijo el ratón –Bonito asunto en el que se metieron
y pretenden que yo los ayude ¡Ah! ¡Muchachito ni que fuera tan fácil! En fin ya
ni para que preguntar, como se metieron en eso, lo mejor es que pongamos
manos a la obra. Déjenme pensar, vengan mañana. Los aún niños se fueron
dejando pensativo a su tío, quién todo el día estuvo meditando como resolver el
asunto. Durante la noche después de la función tomó un papel y un bolígrafo y
escribió un plan detallado:
Paso uno, buscar la casa de cada capo.
Segundo paso, contactar a la cocinera y pedirle que le ponga una pastilla para
dormir en el primer alimento que tome.
Tercer paso: Después de dormido, que el jardinero abra la puerta
Cuarto paso: Entro yo con mis tigres entrenados, los suelto y que los hagan
tiritas, que no quede ni siquiera una gota de sangre.
Quinto paso: Limpiar el lugar, en caso necesario hornearlos y tirar los restos en
el cerro de la silla.
Sexto paso: Pagarle una muy buena lana a la cocinera y al jardinero, porque se
van a quedar sin trabajo.
A la mañana siguiente, todavía no salía el sol cuando llegaron los jóvenes,
tocaron en el carromato de su tío, los recibió todavía con su pijama color rojo
carmesí y de inmediato en silencio los pasó. Pensando en que las paredes
oyen, les dijo que leyeran el plan y que además trabajarían con mucho cuidado.
Bien organizados en tan solo tres días se liberaron de los más grandes capos
de la mafia. Felices volvieron a la escuela, de vez en cuando volvían a visitar
su tío, este les platicaba las aventuras que vivía en cada viaje con sus
compañeros del circo. Juan del Bosque, algunas veces a solas recordaba ese
aprieto en el que se había metido su sobrino y sus amigos, entonces se decía
como una oración: Mafioso, Malandrín, no importa que seas un querubín, con
mis tigres te convertiré en aserrín.
Comparaciones
Un bellísimo día soleado le regalaron a la anciana Zulema una pequeña y
hermosísima lince rojo a quien llamó maya, por esos mismos días llegó a la
ciudad donde ella vivía un famosísimo gurú de nombre Rotech. La anciana
diligente acudió a conocerlo y le preguntó:
-Disculpe maestro ¿Qué significado tiene en mi vida que me hallan regalado
un lince rojo?El sabio gurú le contestó:
-Mira mujer, en encuentro con la naturaleza es lo que tú llevas dentro, el
significado en tu vida sólo tú lo conoces.
La anciana se despidió amablemente del gurú y desde ese día observaba al
animal con detenimiento, al mismo tiempo que se comparaba con él diciendo:
-Maya, tú tienes mirada de lince y ojos gigantes, yo uso anteojos y tengo los
ojos medianos. Tú comes carne y yo no, tú eres carroñera y yo no, tú cazas de
noche y duermes de día. Yo duermo de noche y trabajo de día. Tú caminas en
cuatro patas y yo aunque estoy anciana, camino en dos, tú necesitas amor y
cuidados y yo no tantos. Tú necesitas protección y yo también. Tú eres
territorial y ¿Qué crees? Yo también soy territorial. Somos independientes y al
mismo tiempo disque dependemos de Dios. Tú eres tú y yo soy yo, pero ese
gurú definitivamente está loco. A mí nunca me han gustado los felinos, ni
siquiera me gusta pelear y tú eres muy agresiva, tienes colmillos y garras y yo
sólo dientes y uñitas. Pero ¿Que crees, Maya? Yo estoy más loca que el gurú
por hacerle caso. Aún con la locura del gurú, la tuya y la mía, volverás al
Semidesierto de donde saliste, sabrá dios porque artes mágicas, como que me
llamo Zulema.
Así comparaba sus acciones, su carácter y su físico la anciana Zulema,
llegando poco a poco a la conclusión de que sólo eran iguales en el sentido de
que fueron creadas por el mismo que hizo el universo, cuando la observaba
detenidamente se decía así misma:
-Este enorme felino me ve con cara de chuleta, al paso que voy un día voy
amanecer hecha fajitas o tiras. Mm….
Decidida la anciana Zulema, una fresca mañana de verano, tomó a Maya con
cuidado y la vendió a un mercader exótico por doscientos mil pesos. Luego
elevó una plegaria al universo en voz bajita diciendo:
-Mi querida, Maya, de que me muera yo y se muera mi abuelita, pues mejor
mi abuelita. Que el universo te abrace con amor y te llevé por los caminos de la
libertad y transición adecuados para ti, para todos los tiempos sin fin. Ma in
mochihua.
Luego continuó su camino.
Concierto
En la ciudad de Aguascalientes, Aguascalientes, para el que no lo sabe hay
una casa llamada Jesús Terán donde puedes hacer diferentes cosas como
aprender a escribir cuentos o tomar un delicioso café en su cafetería la Casa
Vieja y también tienes la oportunidad de disfrutar de obras de teatro, conciertos
de piano, guitarra o de cámara. Una deliciosa tarde del mes de marzo, se llevó
a cabo un concierto de cámara para ocho cuerdas y una señorita llamada
Magda tocaba el violín como los verdaderos ángeles, las paredes sonreían al
sentirse acariciadas por las notas. Los asistentes sintieron su corazón reír y mi
amigo Juan Secreto esto les contó a sus nietos antes de mandarlos a dormir:
-¡Lastima que no pudieron ir! Hubieran visto lo que yo, pero como el hubiera
no existe mejor se los describo. El viento vibraba con los acordes de la música
mientras unas haditas que estaba dormidas en las macetas se despertaron,
corriendo querían llegar hasta la sala, para recuperar su poder perdido y
aprender las notas musicales del concierto, de pronto una de ellas que era la
reina dio un salto y su violín se quedó atorado en una rama, lo jaló y su cuerda
se trozó:
-¡Oh no! ¿Qué voy hacer? –Gritó aterrorizada
-No te preocupes, en este momento voy a la tienda de Musiquin y te traigo un
juego. –Dijo el Rey y enseguida corrió a la tienda que estaba en otra maceta, y
encontró un letrero que rezaba: Cerrado por falta de música -Tocó muy fuerte y
le gritó, él seguía dormido y hasta roncando. Pegó el oído a la puerta para
escuchar y oyó –Grrrrrrr, fiufiui, grrrrr, fiufiufiu -Enseguida se regresó a su casa
y tomó un martillo, con él abrió la puerta, Musiquin seguía dormido y él pensó:
-Yo soy el rey, pero eso no me da derecho a robarme un juego de cuerdas y
si no vamos al concierto tampoco recuperaremos nuestros poderes mágicos
perdidos por la falta de música. –Encontró sobre el mostrador una campana
tibetana, la tocó y el roncador igual, entonces vio una maraca la hizo sonar y
bailó, pero Musiquin ya parecía el bello durmiente, no despertaba. Luego vio un
tambor y se puso a tocarlo cerca de su oído con él finalmente despertó: -¿Qué
sucede? ¡Oh su majestad! -La música ha vuelto, corre recuperaremos nuestra
magia, a la reina se le han roto las cuerdas del violín necesito un juego –De un
salto se incorporó sacó las cuerdas del cajón y corrió a donde se encontraba la
reina, entre los dos las colocaron y al cabo de unos minutos toda la aldea
formadita se encaminó a lo que quedaba del concierto, sin que la gente los
viera se fueron acomodando a un lado de cada concertista y cuando el
concierto se encontraba en su punto álgido, a las haditas les salieron alas y
volaron para posarse sobre los instrumentos de cada uno, entre ellos estaba un
violonchelo, un bajo , una viola y cinco violines. Sobre ellos bailaban al mismo
tiempo que aprendían las notas de cada canción. Cuando el concierto terminó
las hadas y sus duendes volvieron a las macetas.
-¿Abuelo y tu viste las hadas y a los duendes? –Preguntó Adolfo
-Si, de lo contrario no les contaría semejante cuento
-Y como era Magda-Dijo Ana
-Muy bella, parecía un hada tocando el violín
-¿Nos vas a llevar la próxima vez que haya uno? –Preguntó Andrés.
-Claro, y como hoy ya son las nueve lo mejor es que se vayan a dormir.
Los tres nietos le dieron un beso a Don Juan Secreto y se fueron a dormir. Tu
que eres un desobediente y aún no te duermes y me estas leyendo me puedes
decir ¿Como se llamaba la reina que parecía un rayo de sol?
Coraje
En que parte del mundo no hay un Juan, en todo los lugares del universo
puedes encontrar alguno, pero como Juan de la Sierra no hay otro igual. Es el
Chaman más famoso de México. Bueno para desembrujar y hacer magia que
sana el alma. Esta mañana estaba barriendo el patio de su casa, cuando llegó
una camioneta blanca ultimo modelo, se bajo un hombre muy acicalado y
bragado, era ni más ni menos que el Capo más grande de la mafia, el del
Cartel del Golfo, acompañado de sus guaruras. Tocó la puerta y al punto Juan
abrió y el Capo después de saludar le dijo:
-Don Juan he venido de muy lejos, dicen que usted es el mejor chaman de
México.
-Así es, pase, enseguida lo atiendo.
Lo llevó a una salita que tenía para esos menesteres, fue a lavarse las manos y
volvió, entonces el capo continuó:
-Mire Don Juan, últimamente las cosas me han salido muy mal, me han
matado mucha gente, a otra me la han apresado y yo he hecho todo lo que me
han dicho otros brujos, pero no veo la mía.
-¿A quién le rezas?
-Pues le hice un altar a la Santa muerte, y otro a Malverde, también me
encomiendo a dios, todos los días le rezo al justo juez.
-Así que te dedicas a las drogas.
-Si, señor
-Pues déjame decirte con el respeto que me mereces ¡Eres un incoherente!
¡Te informaron mal! ¡Yo no atiendo tipos como tú, ni por todo el dinero del
mundo! ¡Háyase visto semejante insensato! ¡Pedirle a dios para que te ayude a
envenenar gente! ¡Pensaras que dios es tonto! Eso de que le reces a la Santa
muerte está bien, para que te lleve pronto en compañía de tus secuaces. En
cuanto a Malverde, ese sin pena y ni gloria. – Juan estaba indignado. El capo
de la mafia se enfureció, se levantó de la silla, sacó su pistola y lo amagó,
quería obligarlo a que le diera servicio. Él no se asustó, pronunció unas
palabras mágicas, e instantáneamente llegaron los militares, vestidos de
civiles, los tenía escondidos en el corral, desarmaron al capo y a sus secuaces.
Todo sucedió en cuestión de minutos. Después de llevárselos, Juan se quedó
pensando: -He de estar pobre, pero no estoy loco, ¡Sarta de inútiles! Lo que
tiene uno que ver en estos tiempos, hasta capos de la mafia en mi casa,
cuando entenderán, ¡bola de bribones! ¡Como México no hay dos! ¡Ya parece
que los voy ayudar a envenenar y matar gente! Con esa visita, se sentía como
enyerbado, hacía apenas unos días también habían ido otros tres capos y
parecía que ni el sol lo calentaba. Tomó su escoba y siguió barriendo, al mismo
tiempo se dijo: -Cuando termine de barrer voy a tomarme un te de Cenizo, para
que se me pase este revoltijo que traigo en el estomago -En ese momento llegó
su esposa, su hija y su nieta, venían del mercado. Le vieron la cara gris de la
indignación y sin decir nada, se dispusieron a preparar la comida, Doña
Domitila que ya lo conocía le preparó el té y antes de que terminara de barrer
se lo llevó. Juan soltó la escoba, para tomar el té en el jarro que le había
regalado su nieta el día del cumpleaños, dio un sorbo, miró los dibujos, caminó
al corral y observó las ubres de las vacas cargadas de leche. Ellas rumiaban
con tranquilidad. Como si en el mundo no sucediera nada.
Cornalina
Había una vez un precioso castillo, rodeado de bien cuidados jardines de rosas
blancas y rojas. Ahí vivían los reyes que se habían casado hacía un año, al
cabo del cual nació su primogénita a la que llamaron Cornalina, tan pequeña y
linda era que el hechicero del reino en cuanto la conoció supo que sería la
princesa amada y sabia del universo. Los habitantes del reino la seguirían más
que a él, llenó de ira y de envidia inmediatamente lanzó un hechizo que rompió
el corazón de la princesa -No habrá poder humano que lo restaure -Puntualizó
el hechicero cuando dejó una estela de humo gris al salir del castillo. Pasaron
cerca de cuarenta años y la princesa no aceptaba ni siquiera la mención del
matrimonio, estaba triste y su tristeza inundaba el reino de tal forma que se
veían cachivaches por aquí y cachivaches por allá, la tristeza podía olerse y
sentirse por todo lugar. Entonces el rey preocupado convocó a todos los
príncipes del reino para que ella considerara alguno por lo menos para amistar
con él. Comenzaron a llegar regalos de todo tipo y de todos los confines de los
reinos del universo. Príncipes que al ver a la princesa quedaban prendados de
su belleza, su exquisitez y su sabiduría, pero la tristeza inundaba
profundamente su corazón roto y podía verse en la profundidad de sus ojos, y
con ellos veía a
todos los príncipes como vasos vacios, algunos los veía
muertos. Los concejales del reino le hacían comentarios positivos de ellos, pero
ella solamente guardaba silencio, como si no los escuchara. Llegó el día en el
que había largas filas de príncipes esperando conocer a la princesa, entre ellos
había señores muy letrados, pero ninguno podía lograr siquiera una leve
sonrisa de sus sensuales labios. Algunos le contaban chistes y hasta le hacían
piruetas, pero ella permanecía igual, con el corazón roto, de pronto llegó un
príncipe que más que educado era un barbaján y en un descuido de los
guardias del castillo, se robó a la princesa para llevarla al de él, donde la
encerró hasta que no aceptara casarse. Durante tres días la privó de alimentos,
al cuarto día la insultaba sin cesar, al quinto día le dio un jugo con un brebaje
que durmió a la bella princesa. Después de algunas horas la princesa dormía
plácidamente con el brebaje, entretanto el malvado príncipe la llevó a dormir a
su cama. Al sexto día la princesa despertó nuevamente presa. En la búsqueda
de la libertad recordó unas palabras mágicas que alguna vez leyó en un libro
de sabiduría, las cuales rezó de la siguiente manera:
-Aquel que permanece firme, será auxiliado eternamente.
Las pronunció una y otra vez hasta caer dormida dentro de la celda, donde el
malvado príncipe la tenía. Durante la noche la estrella polar que la había
escuchado liberó a una de sus pequeñas hadas para que fuera en su auxilio, la
brillante hada inmediatamente entró al siguiente día en el sueño del príncipe
Leobardo, indicándole donde estaba la princesa, para que fuera en su rescate.
Este príncipe era distinguido porque en él brillaba la alegría y la felicidad, con
tan solo su risa las flores reían, era arrojado y valiente. Cuando se levantó por
la mañana recordó el sueño que había tenido y a la princesa que nunca había
visto, decidido montó su caballo y se fue en su búsqueda, adentrándose en el
bosque, por el camino iba cantando una hermosa canción que decía entre sus
versos:
-Con la alegría del corazón, sanaré el roto corazón de la princesa Cornalina
¡Oh amada princesa mía! ¿Quién puede sobrevivir sin verte? Loco corazón de
mi alma, sana el roto corazón de la princesa. ¡Oh, amada princesa mía,
sonreirás llena de alegría!
El malvado príncipe, tenía en su castillo atrapada a una pequeña hada de los
arboles del bosque y obligada a decirle todo lo que en el bosque sucediera. La
pequeña hada con sus diminutos oídos escuchaba la canción del príncipe
Leobardo e inmediatamente se lo informó. Los árboles en cambio, al escuchar
la voz del príncipe sonreían alegres y limpiaban el camino por donde pasaba.
De algunos arboles salían diminutos ancianitos y le hacían reverencias, de
pronto de uno de los magníficos arboles salió un enorme gigante que detuvo su
paso, al mismo tiempo que gritaba:
-Tú no serás quien liberte a esa princesa, porque yo te comeré en trocitos, yo
soy el que ha ocasionado su tristeza y quiero que inunde el mundo entero. Yo
seré quien gobierne su reino y el padre de sus hijos.
El príncipe abrió los ojos grandotote y dio un salto hacia atrás, el gigante eructó
en la cara del príncipe y un humo verde salió. El príncipe estuvo a punto de
vomitar, pero recordó la fuerza de su voz y de sus canciones y ante los ojos
azorados del gigante comenzó a cantar y bailar. El gigante pensaba en su
interior:
-Este príncipe está loco, mataré al hada de los árboles, me ha mentido.
A zancadas llegó a su castillo y se transformó en el malvado príncipe, corrió
hasta donde estaba el hada y de inmediato arrojó al piso el frasco donde la
tenía. La pequeña quedó desmayada, entretanto el príncipe Leobardo había
seguido al gigante y vio desde lejos el castillo donde entró. Algunos animales lo
acompañaban, recordaban a la pequeña hada del bosque con la que jugaban y
que extrañaban. Esperaban con ansias que algún día alguien la rescatara, al
oír el canto del príncipe Leobardo, los arboles y los ancianos les habían pedido
que lo acompañaran y lo ayudaran en su difícil tarea. Sigilosamente y en
silencio el príncipe llegó al castillo y por una ventana que encontró entreabierta
se metió. Caminó por algunos pasillos, las ratas al ver aquel bello personaje,
chirriaban, luego llegó a la habitación donde estaba la bella hada desmayada y
en cuanto la vio la levantó con cuidado y le sopló levemente sobre su dorado
cabello. Enseguida buscó agua que encontró en una fuente en el jardín trasero
del castillo, le puso unas gotitas sobre el rostro y la pequeña hada despertó e
inmediatamente asustada voló por el aire para ver quien la había remojado, al
ver al príncipe que anteriormente había escuchado cantar, sonrió. Después de
unos segundos, recordó la situación en la que estaba y se acercó al oído del
príncipe para decirle donde estaba la princesa Cornalina. El príncipe después
de escucharla, corrió por diferentes pasillos con la guía del hada del bosque,
así llegó a donde estaba la princesa y de inmediato la pequeña hada lanzó
unas palabras mágicas, al mismo tiempo que hacía unas señas extrañas con
sus manos para abrir el candado. En ese instante llegó el malvado gigante y en
cuanto los vio, llenó de ira tomó un enorme garrote para destruirlos, luego lanzó
unas palabras mágicas y la celda de la princesa se volvió a cerrar. En cuestión
de segundos lanzó otro hechizo mágico contra el príncipe, pero este que tenía
como mejor escudo su voz, las detuvo usando la primera nota musical del
solfeo. Luego el gigante lanzó otras y el príncipe pronunció la segunda nota
musical y así hasta que formó las notas musicales de la canción Libertad que
dice:
Cuando la libertad se acaba, los sueños se hacen añicos, pero llegan las hadas
que los inspiran y te vuelven a ensoñar. Los sueños de las hadas son de
libertad, de abundancia y prosperidad.
Cuando un hada te encuentres en el camino, volverás a soñar. Las hadas son
de verdad, de sueños y realidad.
Solo basta recordar un hada para que a tus pies vaya a parar, solo basta
imaginar un hada para que tus sueños se hagan realidad.
En las estrellas, en el mar, en los arboles, en el viento y en todo lugar, con tan
solo un bello pensamiento, un beso te darán.
Cuando un hada te encuentres en el camino, volverás a soñar. Las hadas son
de verdad, de sueños y realidad.
Cuando el príncipe terminó la canción, las paredes del castillo comenzaron a
cantar y con el sonido el gigante al suelo fue a dar. Estando tirado en el piso y
extrañamente dormido, el príncipe Leobardo lo amarró, luego liberó a la
princesa y en su lugar dejó al horrible gigante de la tristeza. Las paredes, los
muebles los animales y el hada cantaban sin cesar, intempestivamente la
princesa comenzó a cantar y sus tristes ojos comenzaron a brillar, luego
pasaron por el bosque donde los árboles sonreían al verlos pasar. El príncipe
Leobardo y la princesa Cornalina durante el trayecto se hicieron amigos, al
llegar al reino de la princesa los cachivaches desaparecieron con el canto del
príncipe Leobardo, los habitantes comenzaron a sonreír, por primera vez veían
a su amada princesa feliz, entretanto, el corazón roto de la princesa se
restauraba para abrirse al amor del príncipe que ya sentía amarla. Después de
haber recorrido el camino hasta la entrada del castillo, los guardias le avisaron
al rey y a la reina que su hija había llegado, inmediatamente salieron a recibirla
y a conocer al feliz rescatador. Al paso de un año, la princesa Cornalina se
casó con el príncipe Leobardo, en una majestuosa fiesta donde fueron
invitados todos los habitantes del reino y así fueron felices para siempre.
Chismoso
Érase una vez el Rey Juan Chismosin, reconocido en todos los reinos como el
rey justo, una mañana antes de que el sol sonriera, paseaba tranquilamente
por los hermosos jardines de su reino, después de unos minutos se sentó a
descansar en la orilla de la fuente cuando lo abordó el pregonero Javier a la
Torre del Noticiero de T.V. Azteca:
-Buenos días su majestad
-¿Quien te ha dejado entrar tan temprano?
-Estoy impresionado señor.
-Esa no fue la respuesta a mi pregunta, en fin dime: ¿Qué te tiene tan
impresionado?
-Fui al reino de los califas, ¡Buuu! ¡Buuu! ¡Fue espantoso! Matan niños,
mujeres y hombres, a los niños los entrenan para la guerra, en vez de ir a la
escuela ¡Buuuu! ¡Buuuu!
-¡Eres un chillón! ¡Yo en ningún momento autorice ese viaje!
-¡Buuu! ¡Buuu! Me enviaron los concejales.
-Así que si ellos te dicen arrójate a un pozo, tu muy obediente lo haces.
-Ellos dicen que las notas rojas como las del chismoso Alarma son un arte.
Nunca hubiera dicho eso, el rey se paró como empujado por un resorte y
exclamó:
-¡Arte! ¡Arte! ¡Arte! ¡Así que a las cosas descabelladas les llaman arte! ¡Esas
son porquerías! Escucha muy bien lo que te voy a decir Javier, reúne a todos
los pregoneros de las notas rojas tanto de la radio, la televisión y los periódicos,
hazles únicamente esta pregunta: -¿Quién es el mas sabio de este salón usted
o yo?
El que no responda Albert Einstein le quitas el puesto de pregonero, cuando
termines pasas con el psicólogo real para que te atienda. -Si su majestad.
Javier se acomodó el nudo de la corbata de seda, se secó las lágrimas con la
punta y rápidamente se fue a organizar la reunión. Entretanto El rey se
preguntaba y meditaba: -¿Estaría yo dormido cuando contraté a los chismosos
de la nota roja? ¿Cuántas flores hay en mi jardín? ¿Qué estarían buscando los
pregoneros en el reino de los califas? ¿Quién es el loco usted o yo? ¿Donde
piensa usted que aprendí a cazar ratones? Si usted no contesta estas
preguntas, enviaré a mi pregonero a prohibir las notas rojas en mi reino para
siempre. ¿Se deben cuidar las mentes de semejantes noticias no lo cree
usted? Esperare su respuesta en [email protected]. -El rey se encaminó
a desayunar.
Directores
Érase una vez el reino de los duendes, ya sabemos que son infinitamente
mágicos, el Rey Juan Vaca la pinta, que ya sabemos como se ataviaba, dije
ataviaba, no atareaba, estos eran extremadamente estudiosos, parecían niños
Nerd, de donde sacaron ese concepto, yo no lo sé, sin embargo espero que
usted sí, una fresca mañana de primavera, porque sépase usted, que mi
estación preferida es precisamente la Primavera, y no es la del tren. Ya no le
explico, usted ya se lo sabe porque es un sabelotodo como mi amigo el Rey
Juan Vaca la Pinta, quién se encontraba esperando la llegada de sus alumnos:
-Las ocho –Miró el reloj
-Las nueve –Vio la hora en su reloj
-Las diez-Notó que era tarde y con esa fresca llegó El burro, caminando
pacientemente, se detuvo antes de entrar, rebuznó. Para que usted lo sepa los
burros rebuznan, es peculiar en ellos. Con su mochila y su lonchera, tortera, o
sandwichera como usted la nombre, entró, se sentó, porque los burros sí se
saben sentar. Sacó el sándwich de la lonchera y le dio una mordida, era un
sándwich especial para él.
-¡Óyeme! ¿Que horas son estas de llegar?
-¡Horas! Son las mismas de ayer a estas horas. -¡Gracioso!
-¿De llegar? A duras penas
-¿Cuales penas? Las de todos los días
-¿Porque llegaste solo tu?
-No sé
-¿Dónde están tus compañeros?
-Sabe, ¿Quién sabe? -Sal de la clase.
-¿Cuál clase? Todavía no empezamos.
-Te reportaré con el director.
-Me vale
-¿Cómo que te vale? -A mí sí ¿A usted? -El maestro nunca se había sentido
tan ofendido y salió que parecía echar chispas. Me puede decir ¿Por qué se
hicieron la pinta, la santa María y la niña, los alumnos?
Gatos
Una cálida noche, tres fornidos jóvenes, caminan por las orillas del pueblo
llamado Kamalu, San Quintín B.C. Han terminado sus labores diarias. Los tres
se dedican a la electricidad industrial, el primero se llama Odal, el segundo
Román y el tercero Acaecer. Odal es de corazón humilde y respetuoso, Román
muy inteligente y casi siempre guarda silencio, Acaecer de duro corazón. Odal
y Román saben que a Acaecer no le gustan los animales y tiene una especial
aversión a los gatos. Esta noche entretanto caminan, van dialogando acerca de
sus sueños. De pronto Acaecer alcanza a ver la silueta de un gato, en medio
de la obscuridad y en plena calle, entonces su corazón se inflama de odio y les
dice a sus dos amigos, en voz baja:
-Guarden silencio, allá está un gato.
Odal y Román se quedan parados y en silencio, mientras Acaecer se acerca a
donde está el supuesto gato. Sigilosamente al tenerlo según él de cerca, lanza
una patada con todas sus fuerzas. Al instante se oyen los gritos de Acaecer,
sus amigos al escucharlo se acercan a ver que le pasa y Odal toma la palabra:
-¿Qué te sucede, amigo?
Acaecer, está tocándose el pie derecho, con el que da las patadas, es su
favorito y gritando responde:
-¡Ay! ¡Ay! Mi piecito, no le di a un gato, es un sinfín (caja de la dirección de un
vehículo)
Sus amigos al verlo llorar y retorcerse del dolor, deciden llevarlo al Hospital
más cercano, Odal que tiene el corazón tierno le dice:
-¡No te preocupes amigo! Estarás bien.
En su interior Odal piensa:
-¡Como eres bruto amigo! Esto te pasa por ser tan cruel con los animales,
para colmo tenemos que buscar quien nos lleve, y estamos muy lejos de casa y
del facultativo. Para cerrar con broche de oro no podrás trabajar en sabe
cuántos reverenciales días. ¡Ay amigo, si supieras realmente cuanto te
estimamos!
Sin otro remedio inmediato, Odal y Román cargan a su amigo y caminan un
largo trecho hasta encontrar un auto que los lleve.
Han pasado tres meses desde lo sucedido a Acaecer, sus amigos han ido a
visitarlo, todos los días después de su trabajo. Este día llega primero Román y
lo encuentra descansando en la hamaca y al llegar saluda diciendo:
-Hola amigo, buenas tardes ¿Cómo te sientes?
-Pues, después de la cirugía y el descanso, mucho mejor. Ahora pienso:
¡Pero que ocurrencia la mía!, ¿Cómo pude ser tan agresivo con los animales?
Así platicaban, cuando en este momento llega Odal y después de saludar a sus
dos amigos, en tono de burla se dirige a Acaecer:
-Qué tal, ¿Aprendiste la lección?
-¡Ni me recuerdes amigo! Como dice mi abuelo, está buena, pero no vuelvo.
Geisha
Hace millones de años hubo un hermoso país llamado México, en el centro
había una maravillosa ciudad, construida de cantera rosada, adornaba
señorialmente, su nombre era Zacatecas, en el centro de la ciudad en una
bellísima mansión,
vivía una escritora mágica su nombre era Valeria, era
mágica porque cada historia que escribía se hacía realidad y todos sus cuentos
comenzaban de esta forma:
Antes de comenzar a leer este cuento piénsalo bien, tu vida puede cambiar y si
eres un mafioso después de leerlo morirás, para siempre.
En aquellos ayeres reinaba en todo el país la corrupción, había mafias de unas
y otras, algunas se dedicaban a vender drogas, órganos de niños, otras
vendían mujeres etc. Estas mafias venían de otros países, eran organizaciones
enormes, y si alguien rechazaba ingresar en ellas, les cobraban una cuota que
era el castigo mínimo, a familias enteras las mataban sin miramiento, en caso
de no aceptar sus condiciones. Los grandes hombres que dirigían estas mafias,
se decían muy letrados, pero su triste verdad era que definitivamente habían
perdido la facultad de usar el cerebro para pensar, habían perdido la noción de
la importancia de la vida, y el concepto verdadero de las palabras Valor y
Honestidad, le daban más importancia a su ambición de poder. Una fresca y
hermosa mañana de primavera, la joven escritora de cuentos estaba
desayunando en compañía de su padre, bajo la higuera, donde colgaba a una
cacatúa llamada Geisha. Todas las mañanas la feliz cacatúa le saludaba a la
escritora con un chiflido, luego gritaba diciendo: -Fiu, Fiu, no te duermas
Valeria, escribe más cuentos, porque necesitamos muchos hombres valientes,
pero no brutos. Fiu, Fiu, ¿Cuando te piensas casar?
Valeria respondía: -Algún día mí querida Geisha, cuando encuentre un hombre
que sepa usar el cerebro.
De pronto una de esas frescas mañanas de primavera, Geisha amaneció
cantando:
-Fiu, Fiu, mafiosos brutos, buscan el poder del dinero, perdiendo el cerebro y
al país entero. Fiu, Fiu, a todos les sacare el corazón y lo pondré en un agujero.
Valeria en cuanto la escuchó cantar esa canción nueva, se asustó y le
preguntó:
-¿Porqué estas cantando eso mi querida Geisha, no ves que los mafiosos
nos pueden matar? ¡Tienen orejas en todo lugar!
Efectivamente, la mafia tenía integrantes que fungían como investigadores y
vigilantes, los había por doquier, el presidente de ese momento no podía ni
siquiera ser libre para gobernar, era el único que tenía un cerebro inteligente,
conocía muy bien el significado de las palabras Valor y Honestidad. Pero a
Geisha esas cosas no le importaban y seguía repitiendo al mismo tiempo que
bailaba:
-Fiu, Fiu, mafiosos brutos, buscan el poder del dinero, perdiendo el cerebro y
al país entero. Fiu, Fiu a todos les sacare el corazón y lo pondré en un agujero.
Intempestivamente con el canto y baile de Geisha llegó una parvada enorme de
cacatúas, venían del universo de la imaginación de Geisha, donde vivían y se
dedicaban a proteger a los débiles. Todos los mafiosos en ese momento se
encontraban ocupados en sus diversas tareas y al caer el velo del crepúsculo,
tranquilamente se fueron a dormir. Durante la noche las cacatúas mediante el
sueño les sacaron el corazón a los mafiosos que dirigían las más grandes
organizaciones. Al siguiente día en todos los diarios de la nación aparecieron
las esquelas nombrando a cada mafioso caído. Los mafiosos que eran sus
ayudantes se asustaron y con el miedo su cerebro comenzó a funcionar y
reconocer las palabras: Valor y Honestidad.
Al tercer día Geisha amaneció cantando:
-Fiu, Fiu, Mafiosos enteleridos en el hoyo serán sumergidos.
Valeria al escuchar a Geisha le preguntó:
-Mi Niña ¿Por qué cantas cosas tan horribles?
-Fiu, Fiu, porque yo soy la guardiana de la vida –Respondió y continúo: -Si
los humanos no cuidan este universo y la vida, nosotros lo haremos.
Los mafiosos aunque estaban organizados, no sabían lo que sucedía y al
cuarto día apareció muerto el 10% de todas las organizaciones en todo el
mundo.
Valeria como escritora era muy sensible, pero hizo caso omiso de las
canciones de su querida Geisha, al poco tiempo y después de escucharle
diferentes canciones, el país quedó limpió de todas las mafias y sus habitantes
recordaron el concepto real del Valor y la Honestidad. En medio de estas
virtudes sus habitantes subsistieron felices por trillones de años.
Valeria continuó siendo la escritora mágica y mejor pagada del momento y para
siempre. Geisha vivió trillones de años y con su chiflido inspiró a Valeria sus
mejores cuentos que rezaban al terminar:
Fiu, Fiu en el mundo de la imaginación vivirás feliz y encantado para siempre.
Gerundio
Érase una vez el reino de la ciencia y su rey Juan Científico, el más afamado
del mundo debido a sus grandes descubrimientos, tenía doce concejales, una
fresca mañana de primavera habían terminado de desayunar cuando llegó
Gerundio el más joven de los doce:
-Su majestad quiero ir a la luna a buscar agua, para que en el reino no haya
escases en el futuro.
-Siéntate aquí a mi lado y contéstame esta pregunta:
-¿En que parte del mundo vivimos?
-En su reino majestad.
-Nop, no te pregunte en que reino, te pregunté ¿En que parte del mundo
vivimos?
Se quedó unos minutos analizando la pregunta y respondió:
-En México su majestad
-Nop, ¿Tampoco te pregunte en que país?
-¿Me puede decir dónde? tal vez no tengo idea
-Si, efectivamente no tienes ni siquiera una remota idea de lo que me has
pedido, para tu conocimiento vivimos en el centro del universo, hacia cualquier
lado que tu le midas veras que no hay error. Por lo tanto creo que aún eres
muy joven para ser mi consejero, de cualquier forma tendrás que aprender,
ahora iras a los lugares más inhóspitos de mi reino a revisar que todos tengan
agua para beber y bañarse, o por lo menos que tengan agua para que cubran
todas sus necesidades.
-Pero señor
-No me pongas pero, encima de ser todavía un inexperto consejero ¿Vas a
desperdiciar la oportunidad de recorrer mi reino y conocer todas sus
necesidades?
-Disculpe, me iré inmediatamente.
-¡Ni siquiera sabes quién es la luna y ya me la quieres ir a esculcar!
Gerundio salió de la presencia del rey y este se quedó soliloquiando:
-¡A para consejeros que me vine a conseguir! afortunadamente yo soy el rey
y usted el lector, eso me da derecho a preguntarle ¿De que está construido mi
castillo?
Gobernadores
En el universo que es tan prodigo, existen magos, hechiceros, brujos,
sacerdotes y chamanes. Algunos manejan la magia negra como los masones,
otros el vudú que es uno de los mas peligrosos incluso para el practicante, de
todos los mas poderosos son los chamanes. Una fresca mañana de primavera
se encontraban dos compadres ya muy ancianos platicando, uno de nombre
Luis y el otro Joaquín, ambos eran talabarteros y mientras trabajaban una piel
de vacuno con la que estaban haciendo una bolsa, al punto Joaquín contaba:
-Si compadre, dicen que la brujería existe, yo creo en dios pero estoy
consciente de que hay brujos muy poderosos. Una mañana de verano mi
abuelo Juan Antonio me platicó que su amigo Juan Axon trabajaba de
camarero en el hotel Hilton de México y cada año ahí se reunían los ex
gobernadores de México, pero únicamente los del partido Perderé, y los del
Rip, a los del bolillo no los invitaban porque eran sus más acérrimos enemigos,
en esa reunión platicaban sus más aberrantes fechorías, la ultima se llevó a
cabo en agosto del año 2011, usted sabe, en ese año pasaron muchas cosas
en el país, total que ese día su amigo Juan Axon andaba limpiando una sala
contigua a la de la reunión, entonces escuchó decir al ex gobernador Richard
Monreal de Zacatecas:
-Pues yo soy el capo más mafioso del país, ya tengo controlado el estado de
Zacatecas y ya negocié con el nuevo gobernador Miky Choncho Rey, esa zona
ya la tengo controlada. Tampoco quito el dedo del renglón, tarde o temprano
lograré que mi hermano sea gobernador.
-Yo soy el pedófilo más fino del país –Dijo el ex gobernador de puebla
-A mi no me preocupa nada, con que yo siga recibiendo mi mesada mensual
que es de cien mil pesos, me vale un cuerno que se caiga el país –Dijo el ex
gobernador de Chiapas. Más vale ser vampiro chupasangre que indio pata
rajada.
Juan Axon al escuchar esto, se indigno, se puso lívido y asqueado de escuchar
tanta barbaridad, le habló a mi abuelo Juan Antonio y antes de que la reunión
terminara, llegó con unos cuchillos que le había pedido, los puso en una
charola. Juntos se fueron al cuarto de lavado y Juan Axon le puso unos
líquidos, luego pronunció unas palabras mágicas. Nadie sabe como sucedió,
pero rápidamente Juan Axon y mi abuelo se fueron a espiar por una rendija y
vieron salir cuchillos de las paredes que al instante degollaron a los ex
gobernadores. Ahí no les valió brujería negra masona, ni tampoco vudú. Los
periódicos dijeron que fue un ajuste de cuentas por parte de la mafia. La dueña
del hotel se asustó, era muy joven y mandó tirar el hotel no quería convivir con
malas vibras.
-¡Ay compadre, que feas cosas cuentas! Mejor cambiemos de tema, o
vayamos con El Amigo a comernos un vuelve a la vida. ¡Hiciste que me dieran
escalofríos!
Los dos dejaron sus herramientas y se encaminaron al restaurant de
camarones, Luis quería olvidar lo que acababa de escuchar, mientras
caminaban se sacudían la ropa de las virutas de la piel de vacuno.
Grageas
José, siempre vestido con su pantalón de pechera y su camisa de
cuadros azules; trabajaba en su tienda de abarrotes. Hacía ya mucho
tiempo que su único hijo había muerto. La política del país en aquellos
ayeres era violenta. Desde ese día él tomó la responsabilidad de
hacerse cargo de sus siete nietos y su nuera.
Todos los días cuando llegaba la hora de irse a trabajar sus siete
nietos se le colgaban del pantalón y le hacían tremendos berrinches.
Un día que se encontraba solo en su tienda, empezó a analizar
cómo hacer para que su nietos no lloraran, ni berrincharan. Entonces
comenzó a recorrer con su mirada, cada una de las mercancías que
tenía en sus anaqueles. Observó frascos llenos de arroz, azúcar, canela,
coco rayado, nueces, pistaches, pasas y por fin sus ojos pararon en el
frasco de la gragea. Había encontrado la solución a su problema. Ahora
estaba ansioso por ponerla en practica y ver su resultado, hasta se le
hicieron largas las horas para volver a casa. Cuando llegó la hora de
cerrar, se llevó el frasco de grageas. A la mañana siguiente se disponía
a salir, e igual que todos los días sus nietos comenzaron a llorar y él
ni tardo, ni perezoso, les dijo:
-No lloren mis amores, les tengo un regalo; extiendan sus manos.
Enseguida le puso a cada uno, una gragea de color diferente en su
manita y les ordenó:
-Cómansela, es un dulcecito.
Los niños al ponérsela en la boca, corroboraron que era un delicioso
dulcecito y el mayor de los nietos; tal como esperaba José pidió más
diciendo:
-¡Abuelito, danos más!
-Sí, como no- Contestó José.
Luego, tomó una cuchara, la lleno de gragea y hábilmente la dejó caer
al suelo. Las grageas se regaron por todo el piso adornándolo con sus
bonitos colores. Los niños en su dulce inocencia empezaron a recoger
gragea, por gragea y se la comían. José vio a los niños tan entretenidos
y simplemente se fue a trabajar. A partir de ese día llevó cosas
diferentes para sus nietos. Ellos lo veían salir a trabajar y esperaban su
retorno henchidos de felicidad y ansiosos de verlo salir a trabajar.
Guerrera
Había una vez, hace muchísimos años una bellísima princesa su nombre era
Sofistica, el rey y la reina que eran sus padres la educaron en los mejores y
más famosos colegios de su tiempo, pero en su corazón solo existía la idea de
ser una formidable y famosa guerrera, como si viviera en los tiempos del rey
Arturo. Una hermosa y fresca mañana de primavera, mientras sus padres
dormían escapó sigilosamente del castillo, quería hacer sus sueños realidad.
En su interior pensaba:
-Seré la mejor guerrera de todo el universo, sí, definitivamente seré la más
famosa guerrera de este mundo y de todos los que no conozca.
Pensando de esta forma se adentró lentamente en el bosque, que separaba su
castillo de otros reinos. La reina y el rey cuando despertaron, la buscaron por
todos lados sin encontrarla. Al paso de los días ofrecieron diversas
recompensas para encontrar a su amada hija, pero tampoco hubo resultados.
Después de veinte años, el rey y la reina para consolarse, decidieron partir de
viaje alrededor del mundo, dejando la orden a sus diferentes trabajadores, de
atender a cualquier joven que se presentara en el castillo.
Sofistica después de haber salido del castillo, llegó a la casa de unos
campesinos para cambiarse de ropa, poniéndose únicamente un atuendo de
pordiosera, se cortó sus hermosos rizos color negro, y se fue en búsqueda de
aventuras.
El segundo día se encontró al salir de la casa de los campesinos, un niño de
tan solo siete años de edad el cual le dijo: -Oye, ¿Me das un peso para
comprar un pan?
Sofistica, ni siquiera sabía que en el mundo existía la pobreza y al escuchar al
niño lo interrogó:
-¿Cómo te llamas?
-¿Me llamo Valentín?
-¿Quiénes son tus padres?
-María y Alberto.
-¿Y porque tu estas pidiendo pan en la calle? -Preguntó Sofistica y continuó
sin esperar otra respuesta -¿Qué te parece si me llevas a tu casa para
saludarlos?
El pequeño Valentín un tanto asustado, recordó en su interior los aprietos en
los que se encontraban sus padres y de pronto corrió a toda la velocidad que
daban sus piernas. Sofistica corrió tras él para seguirlo hasta su casa. El
pequeño Valentín se detuvo cuando estaba muy cansado y se escondió en un
mercado donde vendían animales, tras unas rejas de alimento. De vez en
cuando se asomaba para verificar que Sofistica no lo había seguido, pero ella
también era muy inteligente y al ver donde se había escondido, ella
se
escondió cerca para espiarlo.
Después de unos minutos y de que su corazón latiera rápidamente, Valentín
salió de su escondite y volvió a su casa. Sofistica lo siguió de lejos y lo vio
entrar en una mansión enorme y bella, se extrañó de que el niño pidiera ayuda
viviendo en una casa como esa,
sigilosamente se puso a escudriñar por
rendijas y ventanas, descubriendo que en su interior se encontraban amarrados
los padres del pequeño Valentín y alrededor de quinientos niños más. También
vio algunos hombres que cuidaban de que los niños no escaparan e
inmediatamente exclamó:
-¡Oh! ¿Cómo es posible que estas cosas pasen?
De repente pisó un pedazo de tronco de árbol, que no había visto y cayó al
piso, los hombres que cuidaban de los niños, escucharon el ruido y
rápidamente salieron a buscar al merodeador, encontrando solamente el
sonido del viento, que movía las hojas de los arboles de un lado hacía otro,
como notas musicales de un concierto de terror. Sofistica veía y contaba a los
malvados hombres y planeaba desde su escondite cómo liberar a tantos niños
y a los padres del pequeño Valentín. Luego pensó en su interior:
-Necesito ser una verdadera guerrera, este atuendo de pordiosera no me
sirve para eso, necesito además otras guerreras, esos hombres son muchos y
yo sola no podré con ellos, parecen un batallón de infantería.
En cuanto los hombres volvieron al interior de la casa, vio que llegaron
vehículos con otros niños y hombres vestidos de payasos, los bajaban a gritos,
y con malos modos los hacían entrar en la casa. Enseguida, sigilosamente se
fue a buscar quién quisiera ser una guerrera como ella, visitó muchas ciudades,
encontró letreros de niños perdidos por doquier y buscó a sus hermanas y sus
madres, luego las reunió y les platicó todo lo que había visto, las madres
inmediatamente querían ir a rescatar a sus hijos, pero Sofistica les dijo:
-Para rescatarlos debemos primero prepararnos, cambiar nuestros atuendos
y tomar clases de diversas formas de defensa, haremos una estrategia especial
para ayudarlos, nos encontramos ante una enorme banda de vándalos
poderosos y corruptos que trabajan
enlazados entre distintos reinos y a
escondidas de sus reyes.
Al escuchar lo que estaba sucediendo, algunas mujeres exclamaban y otras
soltaban el llanto, pero Sofistica continuó: -No es tiempo de lágrimas y
murmullos,
si
no
de
acciones
precisas,
mañana
comenzaremos
el
entrenamiento, están invitadas, habrá grandes riesgos, incluso podríamos
perder la vida.
Entonces, tomó la palabra una de las madres que había perdido a su hija hacía
muchos años, era muy valiente y dijo:
-Yo estoy contigo, pase lo que pase yo me arriesgaré, me llamó Sarandí -Aun
era joven y bella.
Después de esta respuesta, otras mujeres se presentaron y se unieron al
grupo.
Al día siguiente comenzaron su entrenamiento, pero no era un entrenamiento
físico, sino un entrenamiento mental, había que enseñarlas a tener corazón de
león, lo primero que hicieron fue sentarse sobre el pasto de la casa que les
ofreció una de las mismas integrantes del grupo. En total eran cuarenta y tres
guerreras y con la mente empezaron a imaginar que tenían un enorme y fuerte
corazón de león y en su interior un cáliz y una serpiente custodiándolo,
después se recostaron con la cabeza al sur y pusieron su mano derecha sobre
el corazón y la izquierda sobre la derecha, cerraron sus ojos. Algunas al
recordar a sus hijos lloraban, otras cantaban, otras suspiraban, pero su mente
seguía puesta en el corazón de león, así practicaron por noventa días, al cabo
de los cuales, su propio corazón sanó del dolor y sufrimiento que sentían al no
tener a sus hijos con ellas.
El segundo paso fue, ponerlas a contar chistes de unos y otros, con los cuales
reían alegres como si sus hijos jamás se hubieran marchado. El tercer día
Sofistica las puso a correr, para que su cuerpo tuviera una condición física
flexible, esta practica se hizo diariamente. Estaban bien organizadas, algunas
preparaban exquisitos alimentos para todo el grupo, otras lavaban la ropa, las
siete más jóvenes incluyendo a Sofistica, practicaban diversas artes marciales
y estrategias de guerra.
La más anciana de todo el grupo, estudiaba un libro llamado el arte de la
guerra, que explicaba como hacer la guerra sin violencia. Practicaba diversos
planes de apariencia, después de varios días de investigación, sabía que se
enfrentaban a una organización que robaba niños en todo el mundo, descubrió
que también robaban jovencitas y las vendían. A las jóvenes que querían
escapar, los malvados les cortaban la lengua o las amenazaban con amarrar a
su familia y cortarles los pies y las manos. Esta anciana era muy sabía, su
nombre era Citlali.
Las cuarenta y tres guerreras se entrenaron durante seis meses, arduamente,
algunas veces en las prácticas salían heridas. Diseñaron sus trajes de
guerreras, lo más ligero posible y fuertes, de tal forma que ni balas, flechas, o
espadas pudieran siquiera tocar su piel. El color de sus trajes era dorado como
el sol, y al ser iluminados por él, la luz mataba a quien las viera.
A los seis meses y un día, cuando ya estaba todo listo, durante la noche
partieron para la casa donde Sofistica había encontrado a los niños encerrados
y amarrados.
Al amanecer se encontraban cerca de la casa y ataviadas regiamente como
bellas e inocentes princesas, pero bajo sus trajes se colocaron el especial de
guerreras, seis de ellas se quedaron escondidas tras arboles y arbustos, y
fingiendo que habían perdido el camino rumbo
al castillo, donde
supuestamente habría una elegante fiesta. Sofistica caminó hasta la puerta de
la casa y llamó:
-Toc, Toc –Se escuchó, luego dibujo con sus labios la sonrisa que había
entrenado varias veces, enseguida uno de los guardianes de los niños abrió y
dijo: -A tus órdenes, a que debo el honor de semejante visita.
-Estamos perdidas, somos siete.
El malvado hombre pensaba en su interior: Que banquetazo me voy a dar, ve
nada más que bombón me ha mandado la buena fortuna, sí, ya decía yo que
algún día me tocaría un chocolatín de estos.
-Pasa a descansar mi hermosa princesa, invita a tus seis hermanas, en unos
momentos, después de que te tomes una deliciosa taza de chocolate, enviaré a
uno de mis lacayos, para que las acompañe hasta su destino.
Sofistica, haciendo uso de sus malos modales chifló como si fuera un vulgar
barbaján. Inmediatamente, las supuestas seis hermanas se acercaron
elegantemente vestidas. El malvado hombre las condujo al elegante comedor,
que Sofistica ya conocía, y ordenó que les preparan delicioso chocolate.
Sofistica de repente fingió desmayarse cayendo artísticamente en los brazos
del malvado barbaján, que inmediatamente con sus fuertes brazos la levantó y
la llevó a su habitación, donde la dejó sobre su cama. Sus hermanas los
siguieron y él enseguida fue a buscar a sus temibles amigos. Las seis
hermanas fingían angustia y trataban de despertar a Sofistica, unos minutos
después, Leonorilda acomodó la mano derecha de Sofistica sobre el corazón y
sobre ella la mano izquierda luego dijo:
-Buscaré un médico –Enseguida salió, perdiéndose en el interior de la casa
donde comenzó a poner trampas por doquier, para atrapar a los malvados roba
niños y jóvenes.
Rápidamente llegaron los diez amigos del primer malvado hombre que se
presentó hasta este momento ante las cinco hermanas y
presentó a sus
amigos diciendo como el burro y el majadero que siempre se cuentan primero: Yo me llamo Tanteo, él es Palmoteo, Promiscuo, Malvadisco, Zotehuelo,
Casquibello –Los iba señalando a cada uno con la mano izquierda, entretanto
ellos saludaban con una reverencia sencilla. Repentinamente uno de los Díez
amigos habló:
-Yo soy Casquiflojo –Extendiendo la mano, se adelantó a saludar a las
princesas, dibujando al mismo tiempo una maléfica sonrisa en sus marcados y
sensuales labios, su especialidad era tocar a niños y niñas haciéndolas
coquetas, y coquetos para seducir a quién se les acercara o a quién ellos se
acercaran.
-Yo soy, Rapidezco –Quién Inmediatamente, se lanzó sobre Leonor y la
abrazó fuertemente, le pareció la más bella de las seis que hasta el momento
había visto. Este hombre se distinguía por su rapidez en la seducción de las
más bellas mujeres y niñas.
Leonor reaccionó, como si estuviera acostumbrada a ese tipo de saludos,
correspondiendo cordialmente y de manera muy natural.
Rapidezco después de soltarla, saludó a las otras cuatro hermanas,
efusivamente.
En ese instante, se escuchó una carcajada al mismo tiempo que entraba un
mítico personaje: -Ja, Ja, Ja. Yo soy Burlón -Todo desaliñado, saludó a la
concurrencia, con una reverencia que llegó hasta sus pies, mostrando uno
como pata de gallo. Su arte consistía en convertir a los niños y niñas en
burlones de las emociones de los demás.
Tambaleándose y borracho hasta las trancas llegó Copateador diciendo con
voz aguardentosa:
-Mi Nombre es Copateador y seré tu amigo para siempre –Este era el hombre
encargado de darles alcohol y diferentes drogas a los niños, y jóvenes. Algunos
para dormirlos y a otros para hacerlos adictos.
En ese momento llegó Hambrientín, diciendo:
-Yo Soy Hambrientín, el que se come todo festín.
Enseguida extendió la mano saludando a la princesa Leovalentía,
era el
encargado de desaparecer los alimentos de todas las mesas de los humanos.
Le gustaba verlos llorar, renegar y sufrir. Hasta ese momento, Tanteo se
percató de que una de las princesas no estaba y preguntó:
-Pero, ¿Dónde esta la otra bella niña que venía con ustedes?
Leostunda respondió:
-¡Oh! Como verás nuestra hermana no ha despertado, y fue a buscar un
médico.
Todos los concurrentes miraron a la bella Sofistica, que fingía el desmayo,
permaneciendo lánguida e inmóvil.
-Tienes razón lo había olvidado –Respondió Tanteo, el hombre encargado de
engañar a las damiselas para atraparlas y llevarlas a la casa, para servicio de
todos, quien en su interior pensaba:
-Que bella es, pero lastima que sea tan enfermiza, a esta la mataremos y nos
la comeremos.
Desde la casa donde vivían las cuarenta y tres guerreras, estaba la anciana
Citlali, observando los hechos mediante un ojo de águila que tenía sumergido
en agua dentro de una copa de cristal cortado. Apenas jugaba el agua con su
dedo índice derecho y las imágenes cambiaban, cuando usaba este método
para aparentar, solo movía el agua en el sentido de las manecillas del reloj y
podía hacer aparecer imágenes diversas en las mentes de las personas que
ella imaginaba frente a ella. Fue así que comenzó a imaginar frente a ella a
cada uno de los malvados hombres que tenían a los niños y a los padres de
Valentín. Los imaginaba con horripilantes imágenes en sus mentes, hasta con
cara de diversos monstruos. Asustados los malévolos hombres fueron cayendo
uno a uno de rodillas, implorando perdón a las princesas por sus acciones,
pero las princesas salieron de la casa a donde les diera el sol, ellos rogando las
siguieron, dejando sobre la cama a la bella Sofistica, tocando con su mano el
corazón, que conectaba con la anciana Citlali.
Afuera de la casa las princesas se quitaron sus elegantes vestidos, dejando
únicamente sus trajes de guerreras, en cuanto el sol las iluminó, el resplandor
de sus trajes parecía un rayo laser salido del sol, y tocando a los malvados
hombres, cayeron muertos al instante, inmediatamente ante los ojos de las
guerreras se desintegraban.
La anciana Citlali entretanto seguía jugando con el agua de su amada copa de
cristal, formaba puertas, laberintos, caminos de luz y colores, por donde las
guerreras enseguida pasaban, encontrando en diminutas habitaciones a los
niños que uno a uno iban liberando. El pequeño Valentín le indicó a Leonorilda
donde se encontraban sus padres y de inmediato también fueron liberados.
Conforme la anciana Citlali hacía más caminos y puertas en el agua, más niños
eran encontrados. Desde el corazón de la princesa Sofistica fueron llamadas
las otras treinta y cuatro guerreras, al igual que ellas, también llegaron
refuerzos que custodiaban a los niños, pero las guerreras eran más poderosas
y con su corazón de león vencían a cada custodio. Lentamente fueron
encontrando toda la línea de la enorme organización que robaba niños, niñas,
jóvenes y señoritas por todo el mundo. A los ocho días de lucha, la voz de la
liberación de niños, jóvenes, niñas, y señoritas se corrió por todo el mundo,
acudían sus madres a su encuentro y felices los abrazaban. A los treinta días la
noticia de la Valiente guerrera Sofistica llegó hasta los confines de la tierra, los
niños contaban maravillas de ella, algunos acudían a verla sobre la cama
donde ya no fingía su desmayo, si no que ahora hacía uso de la fuerza de su
enorme corazón de león y con su mano derecha sobre su corazón, su izquierda
sobre su derecha, parecía plácidamente dormida. La noticia por fin llegó a
oídos de sus afligidos padres, que de inmediato acudieron a ver si realmente
esa guerrera tan renombrada era su hija. Al entrar a la bella mansión, ya dos
de las guerreras la custodiaban y por doquier había luces de colores, los niños
que iban siendo liberados, agradecidos se acercaban a verla y le daban un
beso en la mejilla. Los adultos también quería acercarse, pero las guerreras
custodias, solo permitían a los niños. Cuando los padres de la princesa
llegaron, la anciana Citlali los vio desde su copa y ordenó que se les permitiera
acercarse sin tocarla, en cuanto la vieron, reconocieron a su bella hija pérdida,
desde hacía más de veinte años, de la emoción cayeron desmayados y las
guerreras los llevaron a otra habitación de la mansión, poniendo igual a cada
uno, su mano derecha sobre su corazón y la izquierda sobre la derecha. A los
pocos minutos los tres corazones se encontraron formando un corazón de león
enorme, que se proyectó en el cielo, con chispas de luz dorada. Las guerreras
se inclinaron ante el prodigio de la fuerza del corazón de león, la anciana Citlali
desde la casa donde estaba también se inclinó y una pequeña lágrima rodó por
su mejilla, pero su corazón sonreía de felicidad al ver que todos los niños,
niñas, jóvenes y señoritas, que estaban presos, fueron liberados, retornando
cada uno a su hogar de origen. La mansión fue custodiada por las guerreras,
hasta la entrada del año dos mil catorce.
Al final de ese año la princesa Sofistica y sus padres, se levantaron de la cama
como si solo hubieran dormido unas cuantas horas, habían terminado de liberar
a todos los niños del mundo. Enseguida retornaron a su castillo, donde al año
siguiente la princesa Sofistica contrajo matrimonio con un valiente guerrero,
príncipe de una isla lejana. Los niños y niñas del mundo entero nunca más
fueron robados, las cuarenta y dos guerreras restantes también volvieron a sus
casas, dejando como mensaje las siguientes palabras en una placa de oro,
pegada en la mansión del pequeño Valentín.
Si el corazón de un niño, se encuentra alguna vez en peligro, siempre habrá
una guerrera con corazón de león, lista para defenderlo. Citlali
La anciana Citlali, después de despedirse de las cuarenta y dos guerreras,
volvió a su castillo, ubicado en el jardín de las higueras, en un rincón del
universo. A las cuarenta y tres guerreras las llamaron custodias del sol y la vida
para toda la eternidad.
Heráldica
Hace algún tiempo, en un reino llamado Teúl, vivía el príncipe Manolo, rodeado
de toda clase de lujos, algunos traídos de países lejanos. Sin embargo era muy
despilfarrado y a los pocos años quedó en la más absoluta pobreza, los que se
decían sus amigos lo abandonaron y viéndose solo en su castillo, sin muebles,
ni lujos, se paseaba de un lado para otro pensando cómo recuperar su riqueza
perdida, soliloquiaba en voz alta sus ideas:
-M.M.M. Ya sé, buscaré la princesa más rica del mundo, me casaré con ella,
me portaré bien y seré feliz.
Un hada que se paseaba por el castillo, llamada Heráldica lo escuchó y pensó:
-Veremos si dices la verdad.
Salió sigilosa del castillo y se transformó en una princesa elegantemente
vestida y con su varita mágica hizo aparecer a su lado todo un sequito de
servicio para un castillo, unos minutos después de darle ordenes al servicio
tocó la puerta del castillo. El príncipe inmediatamente fue a abrir y al ver a
semejante personaje, la recorrió con sus ojos negros de arriba abajo mientras
la princesa saludaba:
-Hola, buenos días, soy la princesa Heráldica, mi servicio y yo hemos perdido
el camino de regreso al castillo, no tenemos donde pasar la noche.
El príncipe prendado de su belleza respondió:
-No hay problema, pueden quedarse si gustan.
La princesa de inmediato ordenó a su sequito que descargara sus
pertenencias, enseguida el príncipe mostró el castillo a la princesa y después
de haberlo recorrido ella comentó:
-Que manera tan original de vivir, no tienes muebles, ni servicio.
Apenado el príncipe contestó:
-¡Oh! Una malvada bruja me hechizó y me dejó en la pobreza -¿En serio?
El príncipe sin pensar respondió: -Sí, ahora estoy pensando cómo hacerme rico
sin preocupaciones.
La princesa pensó que no era una respuesta digna de un caballero, pero
reconoció su sinceridad y guardó silencio, en ese instante su servicio pasó
cerca de ellos con un cofre lleno de monedas de oro, que dejaron ver
sutilmente. El príncipe veía extrañado que bajaban y bajaban diversas cosas y
pensó:
-Traen tantas cosas como si se fueran a quedar a vivir, ¡Ah, mujeres! ¡Así son
de impropias!
-¿Podemos usar tu cocina? Ya tengo hambre –Preguntó la princesa.
-Por supuesto –Contestó el príncipe saliendo de sus malsanas meditaciones.
-Mi servicio cocinará – afirmó la princesa y continuó: -Me gustaría descansar
en tu jardín mientras preparan los alimentos.
Juntos salieron al jardín y la princesa admiraba su belleza y sus tan bien
cuidadas rosas cuando exclamó:
-¡Tienes un jardín hermoso! Me gustaría comer aquí.
El príncipe estuvo de acuerdo en comer en el jardín y le explicó a la princesa
que él lo cuidaba con sus propias manos, era su pasatiempo favorito, luego se
sentaron cerca de la fuente y la princesa sacó de su bolsa un pequeño libro de
pastas azules que rezaba con letras de plata: ¿Que puede más el amor o el
dinero?
El príncipe leyó de soslayo la portada y la princesa le preguntó:
-¿Qué puede más, el amor o el dinero?
El príncipe para no meterse en honduras respondió:
-Nunca me he hecho esa pregunta, déjame pensarlo y te responderé.
En ese momento llegó el servicio de la princesa y colocó una mesa de madera
labrada con exquisitos manjares recién cocinados consistentes en: sopa de
verduras, sopa de arroz, tarta de atún y ensalada fresca de lechuga aderezada
con ranch y semillas de ajonjolí. De postre había gelatina de rompope con
aderezo de ciruela pasa. Ambos se sentaron para degustar semejantes
platillos, de repente la mesa crujió y al pasto fue a dar con todos los manjares.
El príncipe diligente comenzó a recoger los trastos rotos, mientras el servicio
acudía a limpiar. Cuando terminaron colocaron un mantel de fino lino sobre el
pasto
y solo degustaron pan de centeno con mantequilla de cacahuate y
mermelada de fresa, acompañado con té de boldo fresco, pequeña plantita que
el príncipe cultivaba en su jardín. Al terminar, la princesa volvió a preguntar:
-Dime ¿Qué puede más, el amor o el dinero?
El príncipe observaba con detenimiento los rasgos de su rostro, recordando
que había dicho que se casaría con una princesa rica, más nunca pensó en el
amor, ni en los defectos que quizá tendría la dichosa, se rascó la cabeza, miró
alrededor del jardín, el cuál le pareció más bello que nunca y entonces
contestó:
-Dame oportunidad de pensarlo un poco más.
Enseguida se levantó y ayudó a la princesa, juntos recorrían el jardín en
silencio, él pensaba en la pregunta y ella admiraba el jardín al mismo tiempo
que sonreía en su interior al verlo de vez en cuando de reojo. Él miraba de vez
en cuando el cielo como preguntando en silencio a las nubes. Así entre
comidas, atenciones y paseos, pasó una semana al término de la cual el
príncipe no tenía la respuesta. Esa mañana observó que el servicio de la
princesa recogía todos sus avíos y diligente fue a preguntarle:
-¿Se van, tan pronto? -Si, agradezco tu hospitalidad, en mi castillo tengo
muchas cosas que hacer y mi sequito ya encontró el camino de regreso, por
cierto ¿Ya tienes la respuesta a mi pregunta? -Creo que no, lo pensaré un poco
más y cuando la tenga te buscaré.
En ese momento al príncipe lo único que le preocupaba era que ya no tendría
las mismas atenciones y que se volvería a quedar solo. El sequito de la
princesa terminó de empacar después de dos horas al cabo de las cuales
partieron rumbo al castillo después de despedirse del príncipe. Él al verse sólo
meditaba en la pregunta paseando por el jardín y por las habitaciones del
castillo, en un instante recordó el consejo de su madre: Valen más amigos que
dinero, don dinero es un labriego que deja a todos sin amor y pordioseros.
Lo analizó y dijo en voz alta:
-Amigos no tengo, creo que nunca los tuve, el dinero y las riquezas se me
escurrieron de las manos. Ahora solo soy un jardinero y mi castillo es la casa
donde habito…M.M.M ¿Qué puede más el amor o el dinero?
Recordó las atenciones de la princesa y masculló:
-Bonita pregunta, ¡MM.! ¿Qué puede más el amor o el dinero?
En esta disyuntiva duró algunas semanas más, al cabo de las cuales estaba a
punto de volverse loco, sin dormir y sin comer. Se le vino a la memoria:
-¿Que pesa más, un kilo de manzanas o un kilo de oro?
Era una pregunta que su padre le hacía de niño.
Las mariposas que vivían en su jardín se reían de él cuando le preguntaba a
las rosas sobre el amor y el dinero, habían pasado ocho semanas cuando el
príncipe cayó gravemente enfermo a causa de la desnutrición y el descuido de
su persona por encontrarse pensando únicamente en la pregunta que no lo
dejaba ni de día ni de noche. El hada Heráldica transformada en un colibrí,
entraba por la ventana y lo veía sucumbir lentamente ante su pregunta. Una
fresca mañana en que el príncipe se encontraba casi muerto el hada exclamó:
-¡Ve nada más a donde te ha llevado la ambición! ¡Tener la respuesta en tus
manos y no encontrarla! ¡Pobre de ti, no mereces la riqueza!
En medio de su delirio el príncipe comenzó a decir en voz apenas perceptible:
-El amor, el amor, esa princesa era el amor, los consejos de mi madre decían
que el amor pesa más que el dinero.
El hada que estaba parada en el dintel de la ventana al escucharlo sonrió y
rápidamente se convirtió en una anciana y comenzó a cuidar al príncipe, lo
alimentaba con leche de almendras, pan de centeno, miel de abeja y de vez en
cuando un té de rosas del jardín del castillo. Lentamente el príncipe recuperó
su salud y con los días volvió a cuidar su precioso jardín. A la anciana no le
preguntaba nada, le estaba agradecido.
Pasado algún tiempo, la anciana que lo atendía con amor se transformó ante
sus ojos en una bella damisela y le dijo:
-Soy el hada Heráldica, el hada de la riqueza y solo la daré a quién
reconozca que el amor puede más que el dinero.
Maravillado, el príncipe reconoció en ella a la princesa que le había hecho la
pregunta y contestó:
-No quiero tu dinero, te quiero a ti que me has cuidado y enseñado.
Él hada sonrió y se quedó con él para siempre.
Hunab ku
Un Sabio anciano de barba blanca, había pasado toda su vida viviendo en una
cueva meditando en la vida y en como resolver los problemas de la misma. Él
no entendía el porque de su existir, analizaba la pobreza, la riqueza y todo lo
que veía a su alrededor. Sufría por todo y por todos, su nombre era Hunab ki.
De pronto, una fresca y recién llovida mañana de verano, con las gotitas de
agua escurriendo aun de las hojas de los árboles, se quedó parado en el quicio
de la entrada de la cueva, observando el panorama. Luego se dijo así mismo:
-Esto no es justo, tengo toda la vida meditando, buscando la verdad y dentro
de ella la solución a mis problemas, por más que analizo de un modo y de otro
me pregunto: ¿En qué me equivoqué? He trabajado toda mi vida como esclavo
aquí en mi cueva, meditando toda mi existencia, tengo un lince rojo por
compañero, un hermano en la cárcel, una disque asesor de negocios que no
sirve para nada, vivo en la cueva del vecino, soy vegetariano, auxilio en lo que
puedo a la gente del Semidesierto en la medida de mis posibilidades, que
porque hay que ser servicial, escribo tontería y media, como estas letras,
camino según yo a la velocidad del universo. Luego me observo y digo como la
princesa del cuento del rey enamorado:
Si pusiera en una bolsa lo que soy, solamente líquidos de unos y otros que
conforman mi cuerpo, ¿Qué queda? Únicamente queda lo que llaman alma y
entonces me pregunto: ¿Para qué sirve el alma? ¿Es un vehículo de qué o qué
o para qué? Para colmo de mis males ni siquiera creo en la existencia del amor
en el ser humano.
Así meditaba Hunab ki, cuando exclamó:
-¡Esto no puede seguir así, debo consultar con Hunab Ku, no importa que
viva lejos, iré a verlo hasta su tierra!
Enseguida tomó las poquitas pertenencias que tenía. Eran sólo su almohada,
su cobija y la ropa que traía puesta. Caminó con sus huaraches de cuatro
correas, por caminitos y veredas hasta que se sintió cansado. Fue ahí, donde
decidió descansar bajo el roble más frondoso que se hubiera visto jamás, ahí
tenía su casa un hermoso conejo blanco. Hunab ki, después de acomodarse,
se quedó dormido plácidamente. Después de un par de horas de descanso,
escuchó que alguien le hablaba y al abrir sus ojos estaba frente a él nada más
ni nada menos que el jovial anciano Hunab Ku, quien le dijo:
-¿Pues, que onda agarras Hunab ki? ¿Qué haces por estos rumbos?
Hunab ki, se levantó de un salto y se abalanzó sobre Hunab ku, abrazándolo
con fuerza y con amor y le respondió efusivamente:
-¡Hola Hunab ku, que gusto verte, precisamente iba a buscarte, necesito
hablar contigo acerca de algunos asuntos, que para mí son importantes!
Hunab ku, que era toda paciencia y amor se sentó sobre una piedra, bajo la
sombra del mismo roble y después de escuchar los lloriqueos de Hunab ki le
respondió:
-Mira Hunab ki, un Hunab ku, jamás se da por vencido y siempre es un
guerrero implacable e impecable. Cambia tu meditación y repite cada día
Hunab ku mil veces, para que veas que sorpresas te tiene deparadas el
universo
Hunab ki, no sabía que iba a suceder con este consejo que le dio Hunab ku y le
respondió:
-Hunab ku, con tan solo verte, la paz y el amor han vuelto a mi ser,
obedeceré al pie de la letra tu sugerencia.
Enseguida los dos sabios se dispusieron a comer los deliciosos alimentos
naturales que llevaba Hunab ku, mientras el conejo blanco, curiosamente los
husmeaba.
Jaritzin
México siempre ha sido, es y será un país mágico, donde si tú quieres tus
sueños se hacen realidad. Su territorio es extenso, rico en minerales, y diverso
en costumbres. Un día antes de que saliera el sol, en el poblado llamado El
Plateado, Zacatecas, México. Don Antonio y su hijo Cuco, montados en
caballos, recorrían las laderas de la sierra fría, los dos eran Carpinteros de
profesión y los mejores de la región, iban a cortar árboles, ya no tenían madera
en la carpintería, de pronto encontraron un llano, desmontaron sus caballos, se
dispusieron a almorzar los tacos de frijoles y el atole de maíz que maría les
había puesto, hicieron una fogata y alrededor de ella Don Antonio continuó su
platica:
-Como te decía hijo, una vez hubo una joven, bella y sabía como ninguna
otra, su nombre era Jaritzin, vivía en la sierra sur de este país, tenía dos tías
que eran muy ricas, nunca se casaron, ni tuvieron hijos y antes de morir la
nombraron heredera universal. A causa de esto le empezaron a llover
pretendientes, pero ella deseaba casarse con el hombre más inteligente y sabio
del país, cuando venían a verla, les hacía preguntas diferentes y ninguno
conocía la respuesta, aburrida de tanto asedio se fue a vivir al rancho que le
regalaron sus tías, por allá en la sierra del sur. A los pocos días de haber
llegado revisaba los linderos, cuando se encontró un águila con su patita
quebrada, ella la levantó, la curó y se la llevó al rancho. Perfectamente sana la
puso en el nopal cardon que tenía en la entrada del rancho -Cuco escuchaba
sin emitir ni siquiera un sonido, le gustaba las historias que su padre le
contaba. –En menos de un mes, tenía un león, un cocodrilo, un oso grizzli, una
serpiente, un cóndor, y un tigre. A todos los cuidó con esmero, ellos se hicieron
sus amigos y se quedaron a vivir con ella. La noticia de que era sabía, rica,
soltera y vivía con esos animales se corrió por todo el mundo. El primero que la
quiso conocer fue el presidente de los Estados Unidos el Sr. Barack Obama,
llegó en secreto y le dijo después de saludarla:
-He sabido que tu eres la mujer más sabía del mundo.
-Así es ¿En que te puedo servir?
-Yo estoy acostumbrado a tener en mi país lo mejor del mundo y he venido a
ofrecerte que seas mi amante.
-¿A que te dedicas?
-Soy el mejor carnicero del mundo.
-¿Cómo sabes que eres el mejor carnicero del mundo?
-Porque soy destazador de mujeres, hombres y niños. –Jaritzin sintió
escalofrió –Por supuesto que no te hará falta nada, estarás rodeada de todos
los lujos habidos y por haber –Con gusto aceptaré tu propuesta si me dices
¿Cuál de estos animales soy yo? –Obama observó a los animales que la
rodeaban y respondió: -El águila –En ese instante Jaritzin chasqueo los dedos
de la mano derecha y el león se lanzó sobre él, se lo echó al cocodrilo, que en
un tris, tras, se lo engulló. A los tres días llegó el primer ministro del reino unido
David Cameron, dijo ser el mejor tablajero del mundo y al hacerle la misma
pregunta respondió: -La serpiente -Con un chasquido diferente, el tigre se
abalanzó sobre él y se lo echo al cocodrilo, quién lo desapareció en un
santiamén. A la semana siguiente la visitó el Ministro más importante de
Europa, el eligió al cocodrilo, pero le pasó igual, el tigre al instante lo puso en el
terrario del cocodrilo y este hizo cuentas de él. Pasó otra semana y vino a verla
el Capo más grande del Cartel del golfo, llegó en su camioneta nueva
y
cuando ella le preguntó: -¿Cuál de estos animales crees que soy yo? El
respondió: El Oso grizzli –Le sucedió lo mismo, instantáneamente el cocodrilo
lo destazo. Mientras estos acontecimientos daban lugar, la fama de Jaritzin
crecía y crecía, llegando a oídos de Juan Cerebro, él vivía en la sierra del
norte, era amante de la sabiduría y de las aventuras, intrigado por lo que oyó
decir, decidió ir a buscar a Jaritzin, se decía así mismo -Yo soy inteligente y
sabio como ella -Llenó su mochila con todas las cosas necesarias para el viaje,
durante su viaje iba escuchando cada vez más hazañas de Jaritzin y esto hizo
que se enamorara perdidamente de ella. En el rancho llamado la Herradura,
seguían llegan capos de la mafia, unos eran traficantes de mujeres y niños,
otros de órganos, entre ellos Benedicto XVI, todos iban desapareciendo de
igual manera. A los treinta días llegó Juan Cerebro, llevándole un tarro de
mermelada y un paquete de pan. Ella lo vio vestido con sus huaraches de tres
agujeros, su traje de manta, su mochila y un morral, al verlo pensó -¡Tan
guapo! ¡Gallardo! ¡Lastima que se lo tenga que comer mi amigo el diente! -Al
hacerle la pregunta él a su vez respondió con otra pregunta: -¿Dime primero en
que condiciones encontraste estos animales? –Al águila la encontré rota de
una pata, al oso grizzli pequeño y perdido, a la serpiente apachurrada de la
cola y sin veneno, al tigre indigestado con un venado, al cocodrilo herido por
unos cazadores, al león desmayado de hambre, al cóndor herido de un ala.
Entonces Juan Cerebro Contestó: -Tú eres el venado, porque solo un venado
puede ser amable y sabio como tú. -Sorprendida ante semejante respuesta
Jaritzin sonrió lo invitó a quedarse en el rancho y al poco tiempo contrajeron
matrimonio.
Don Antonio y Cuco ya habían terminado el almuerzo, ambos juntaron los
enceres y Cuco le dijo -¡Ay papá! Hay que escucharte para saber que por tan
buena imaginación somos los mejores carpinteros de nuestra tierra. Entre un
relato y otro llegaron al anochecer de vuelta al Plateado, cargados de madera
para trabajar.
José
Rayaba el sol cuando Don José fue a visitar a Don Juan. Ambos ya eran
señores de prudencia. Cuando José llegó, Don Juan estaba haciendo quesos.
Dejo de hacerlos para atender a su buen amigo, salieron a sentarse en una
piedra de cantera que estaba acomodada, bajo el álamo, en el patio de la casa.
Y Don José inició:
-Hombre Juan, no sé que hacer con mi hijo mayor, figúrese usted que ahora
se le ha ocurrido la idea de lanzarse para presidente del pueblo. Yo le digo que
esta loco, además de que es un cargo muy difícil de llevar.
-Déjese de loco José, ya sabe, todos entran soñando que van a cambiar el
pueblo y que van a ser mucho por el país, al ultimo cada presidente que ha
salido termina amargado por lo que hizo o dejo de hacer. El pueblo piensa que
el presidente debe resolver todo, ni que fuera pulpo. ¡No y ni siendo pulpo! Eso
sin contar que tiene que tratar con todos los locos y ladrones de cuello blanco,
los narcotraficantes y los ladrones de cuello blanco que son algunos politiquillos
que se la dan de muy, muy, para nada, parece que ni fueron a la escuela, ya ve
anuncian en todos los medios de comunicación: DI NO A LAS DROGAS y que
hacen, son los primeros que se atascan. No creas José, a veces me pongo a
pensar en el presidente Felipe Calderón y me digo: Por mucho dinero que le
paguen ya ha de estar arrepentido, sentado en ese puesto y encontrarse con
que no era lo que el pensaba o soñaba, ¡Imagínate!¡ Tener que tratar con esa
bola de rateros y locos! ¡No dirás que no están locos! El otro día vi un reportaje
que decía que la cocaína vuelve al hombre, ¿Cómo dijeron? ¡Ya me acorde!
¡Esquizofrénico!, de chiripa no se vuelve loco el pobre hombre por tener que
tratar con esa bola de barbajanes. Yo no quisiera estar en sus zapatos. Sí, sí,
Hay que tener mucho hígado José, para meterse entre las patas de los
caballos.
-Pues es lo que yo le digo a mi hijo, pero no se como convencerlo, que tal y
hasta me lo matan esos desgraciados.
-Mira, yo te recomiendo que no te opongas, ya sabes como son los hijos,
entre más se opone uno más se amachan, como que ni supieran leer. Mejor
déjale unos librillos por ahí a su alcance, como descuidados para que los lea,
aquí tengo algunos. No, si eso de ser presidente no es cualquier enchílame
otra. Espérame aquí.
En ese momento Don Juan se levantó y se dirigió a la bodega de los telebrejos
y sacó unos libros todos empolvados, los sacudió y se los dio, luego le dijo:
-También acuérdate, así mismo éramos nosotros de jóvenes, que disque muy
bragaos, te acuerdas, hasta a la cárcel fuimos a parar. Estos libros son
sagrados José, te los encargo de regreso, aquí está la historia de mi bisabuelo,
que lo mataron por andar en la política, a ver si con esto tu hijo se convence.
En caso de que no se convenza regresas y veremos que hacemos.
Don José tomó los libros y Don Juan continuó: -Espérate, antes de que te
vayas, ven para darte un queso para que se lo lleves a Juanita.
Los dos se despidieron, Don Juan continuó haciendo sus quesos, quería
terminarlos antes de que llegara la hora de almorzar. Mientras los hacía
comenzó a recordar los años de juventud y bragueta, que a él y su amigo los
llevaron a la prisión, años no muy felices para ellos. En su rostro estaban
marcadas sus arrugas, símbolo de su experiencia, por las cuales rodaron dos
lágrimas, las secó rápidamente con su paliacate, para que no cayeran en los
quesos.
Jueces
Érase una vez, el rey Juan Dictador, ya ni les digo como se viste, ni como se
baña porque ya saben para que es el jabón, el shampoo y el estropajo, lo que
yo me pregunto es si tendrá agua, o se bañara como Cleopatra con leche. En
fin dejémonos de cosas, también pueden dejar los monos, se vale. Un caluroso
medio día estaba cansado, el rey, no el día. Había recibido mil quinientos
súbditos, como le hizo no tengo idea, sin embargo espero que usted sí, se
levantó de su trono para tomar aire, quiero decir inhalar y exhalar, de pronto
llegó el pregonero: -Su majestad, acaba de llegar el juez supremo de justicia de
la nación.
-¿Escuché bien? En mi reino no tenemos juez supremo de justicia de la
nación, aquí solo tenemos juez supremo, se entiende que es de todo el reino.
-Su majestad tal vez leí mal -Yo creo que sí, de cualquier forma hazlo pasar.
El juez entró ya saben muy bien vestido, la cabeza peinadita mejor que la de
los cabezas de chorlito, saludó y le solicitó al rey: -Su majestad, me llegó este
oficio y por más que lo leo, parece que viene en otro idioma.
-Lo tomó el rey, con las manos por su puesto y respondió, después de leerlo:
- Yo lo veo en el mismo idioma del reino, mire.
- El juez otra vez lo tomó y dijo: -Su majestad léalo en voz alta –El juez
tomaba el oficio al revés, por eso no podía leerlo, al verlo el rey le hizo una
invitación: -Usted hoy está muy cansado, ¡Imagínese! ¡Tantos oficios que tiene
que leer cada día! Pasemos a la sala real de la escritura ahí lo descifraré con
calma. Ya en la sala que sobra decir como estaba decorada, el rey le dio una
hoja de papel reciclado, un lápiz y le ordenó:
-¡Escriba lo que le voy a dictar! Debo leer los escritos al derecho, punto y
coma. Se fijó en lo que dictó y continuó: -Tal vez no me di a entender o hable
muy bajito, escriba: ¡Debooo leeeer loooos escritooos aaal derechooo, puntooo
y comaaa! -Otra vez miró que el juez escribió lo mismo.
-Creo que me quede afónico, atendí demasiados súbditos el día de hoy.
Aquí lo voy a dejar para que llene cien páginas con la misma frase, entretanto
voy a bañarme. –Pero su majestad –Sin embargo pensándolo bien, llene
doscientas hojas, tal vez… su mano aprenda a ser más rápida. El rey se bañó,
comió, atendió otros súbditos por la tarde, se fue a dormir y a la mañana
siguiente fue a ver al juez-Sr. Juez, que pena me da su caso, no he leído su
oficio, solo le quiero hacer una pregunta: -¿Que fue lo que le dicté?
Así son los gobernantes y sus jueces jamás resuelven asunto alguno.
Lavanda
En el fantástico jardín del Edén vivía el Rey Nardo, era alto, corpulento,
atractivo y tenia dos terribles defectos, era impaciente y violento; además
era el Rey de todos los nardos del universo. Llegado a la mayoría de
edad comenzó a sentirse muy solo y se lo contó a su madre la reina
Robledita quien al escuchar a su hijo le respondió:
-Mira hijo, mi mejor recomendación es que vayas a los campos del
jazmín y le pidas consejo a tu abuela Crisopas, madre de nuestra
sabiduría.
Nardo a la mañana siguiente montado en su caballo salió a los
campos del jazmín a ver a su abuela. Cuando llegó le contó lo que
sentía y la abuela que era todo aroma de mujer y sabiduría le contestó:
-Ve a los campos de lavanda ahí te sentirás bien.
Nardo nuevamente montó su caballo y a todo galope llegó a los campos
de lavanda. Al bajar de su caballo vio de lejos una mujer de piel
morada. Extrañado pensó:
-Ni en sueños me casaría con una mujer morada.
Enseguida se acercó la mujer con un sutil aroma a lavanda, con el que
Nardo al inhalarlo quedo totalmente relajado y sonriente entonces le dijo:
-Buenas tardes, soy el Rey Nardo.
-Si ya me di cuenta. -Contestó ella.
Al sentirla tan cerca, quedó prendado de su belleza con tal fuerza y
pasión; que en un arranque de locura la tomó con sus brazos en un
rápido movimiento y cargándola contra su voluntad la subió al caballo y
se la llevó al jardín del Edén. Al llegar, Nardo la bajo con brusquedad y
le dijo perdiendo toda educación y cordura:
-Me has vuelto loco, estoy enardecido, cásate conmigo.
-No puedo mis jardines de lavanda morirían. -Respondió ofendida: Devuélveme a mi palacio.
Más enojado que nunca en su vida, Nardo la tomó en sus brazos y
subiéndola al caballo la llevó de regreso a los campos de lavanda. Al
llegar, ella lo regaño diciendo:
-Eres un loco, una reina sólo se conquista con amor y educación.
Gravemente ofendida comenzó a cantar el Padre Nuestro en Náhuatl:
-Totatzine ilhuicac timeztica
Ma moyectenehua in motocatzin
Ma huallauh yn motlatocayo
Ma chihualo in tlalticpac yn yuh
Ticmonequiltia
Yn iuh chihualo yn ilhuicatl itic
Auh in axcan, ma xitechmomaquili in
Totlaxcal yn momoztlaye totech
Monequi
Ma xitechmopopolhuili yn totlatlacol
Yn iuh tiquinmopopolhuilia yn
Techtlatlacalhuia
Auh macamo xitechmotlalcahuli
Ynic amo ypan tihuetzizque in tecmitiani
Tlatlacolli
Ma zan huel xitechmomaquixtili ihuicpa in ixquich in amoqualli
Ma in mochihua.
Mientras la reina estaba cantando, Nardo la escuchaba con mucha
atención.
Fascinado por el canto, poco a poco y sin darse cuenta se
fue transformando en una bella flor de lavanda; convirtiéndose así en
parte del jardín que floreció para todos los tiempos sin fin.
Legisladores
En todos los países del mundo existen hombres inteligentes, otros no tanto,
algunos sabios y otros tarados como lo vamos a ver en el siguiente cuento que
nos comparte Juan Alondra Lic. En ciencias sociales, lo dejó escrito en su
diario. Encontrado por su nieto Juan Guerra. Unos días después de su muerte.
Sentado cómodamente en su sillón reclinable leía en voz alta:
Una fresca mañana del mes de abril del año 2011 recibí una llamada, mediante
esta me contrataron para que fuera a impartir una conferencia a los
legisladores de todo el país Mexicano, estarían lógico, de todos los estados de
país. Al llegar a la cámara comencé con el protocolo normal, saludos y
aplausos luego dije:
-Bien señores, hoy trataremos dos temas muy importantes, Las Ciencias
Sociales, y El Desahucio. Hablaremos de piojos, cucarachas, liendres, ácaros y
turicatas, perdón olvidé que ustedes no conocen este vocabulario puesto que
reprobaron al Sr. Chente Quesadilla, de cualquier forma Hoy, Hoy, Hoy
haremos un desahucio, ¿Si me doy a entender verdad?
Todos los legisladores movieron la cabeza en señal de sí y aplaudieron, cosa
que no tenía ni porque ser.
-Por favor les voy a pedir que no me interrumpan hasta que termine. –
Cuchichearon entre ellos.
-¿Saben ustedes lo que quiere decir un país libre y soberano? Esto quiere decir
país independiente, que no depende de otros países, que se rige por un solo
soberano y un solo partido. Basta analizar al gobierno de los Estados Unidos
que solo cuenta con el partido Demócrata y el Burócrata para saber que un
país gobernado por más de un partido es un verdadero desastre, no
mencionemos los otros países. En resumidas cuentas ustedes de manera
cordial dejaran al partido del bolillo que gobierne en santa paz, les guste o no.
-¡Epale! ¡Epale! Pare su carrito licenciado, como cree usted que le vamos a
dejar semejante hueso –Gritó el Dr. Gerber del partido del Perderé
-No es por el hueso Dr. Es por la carne, y ahorita que me acuerdo ¿Qué anda
haciendo usted por acá? Que yo recuerde usted es Mata Sanos debería de
andar curando gente por allá en la sierra tarahumara, no crea que se me ha
olvidado, usted hablando de democracia, de no violencia y de la mamá de los
pollos. Pero que hace, maltrata a su esposa públicamente, la humilla, le ha sido
infiel y para muestra un botón igual que usted está el resto de legisladores, así
que con el respeto que me merece salga de la sala. Vaya a ver si ya puso la
gallina y de ahí se va por favor a la sierra tarahumara, para que le enseñen
Ciencias sociales, Políticas y Economía, en estos puestos eso es lo que se
necesita. Para eso se inventaron esas carreras, la de doctor que no se le olvide
es para Matar Sanos, más vale que los tarahumaras se cuiden de usted
cuando ande entre ellos. Por ultimo no se le olvide llevarse su pulguero.
Avergonzado el Doctor Gerber salió de la sala y yo continúe:
-Miren señores y señoras, legisladores y legisladoras para que no se ofendan
y terminemos rápido, les voy a hacer llegar un cuestionario que contiene una
sola pregunta: ¿Con que animal te identificas tú? Recuerden que cada animal
es único y cuenta con diferentes armas para defenderse. Encontrarán los
siguientes:
Pulga, piojo, chinche, cucaracha, liendre, acaro, turicatas, sanguijuela, lagartijo,
cangrejo. Por ultimo abajo dice: Observaciones, para que ahí me recuerden el
día del padre si se sienten ofendidos. Tienen treinta minutos para responder.
Cada uno tomó su cuestionario y se puso a meditar sobre las armas con que se
defendía el animal, pero en general todos les parecían asquerosos y
horrendos. El mejorcito era el cangrejo por eso la mayoría de los legisladores lo
eligió. Los del partido del Bolillo fueron más inteligentes en observaciones
pusieron: Yo soy un águila y vuelo muy alto.
Pasó la media hora y me entregaron los cuestionarios, para revisarlos les di
diez minutos de descanso, en los cuales se sirvieron un café y degustaron
galletas. Al cabo de ese tiempo hice sonar la campanita que llevaba para ese
propósito y al escucharla todos volvieron a su lugar y proseguí: -Señores, no
encuentro las palabras adecuadas para explicarles ¿Qué es un desahucio?
porque es verdad que los desahuciados son aquellos que tienen alguna
enfermedad incurable, ¿Pero que creen? Todos los que se identificaron con el
cangrejo también están desahuciados, o sea corridos, despedidos, sin chamba,
desempleados y reprobados. Cualquier niño sabe que un cangrejo camina para
atrás y en este país señores, solo caminamos como dijo el ranchero: Pa
delante, por favor pónganse de pie, excepto los legisladores del partido del
Bolillo, virote, pan francés o tortilla como le llamen ustedes, y salgan de la sala,
recuerden llevarse a toda su manada de cangrejos, caballos, pulgas, burros
manaderos o como quieran llamarles.
-Ustedes señores del bolillo, me hacen el favor de derrumbar este edificio, no
hay que dejar ni siquiera huella de gobiernos, de poco seso. No vale la pena ni
siquiera recordarlos, no olviden cambiar los nombres a las calles, cuestión de
tramites, cuestión de tramites ¡Pobrecitos cangrejos que culpa tienen de haber
perdido el sentido de la orientación!
Indignados y refunfuñando salieron todos los legisladores, al día siguiente
comenzaron a buscar trabajo, algunos encontraron de caballerangos, otros de
hormiguita, quiere decir de barrenderos de la nación, muy uniformados por
cierto. En uno de los noticieros de la mañana Javier a la Torre dijo: Extraño
incidente ha pasado, la cámara de diputados hasta el día de ayer fue
abandonada por los legisladores, la historia completa encuéntrela usted en
todos los periódicos de la nación.
-M.M.M…Ese día fue memorable, y como lo disfrute.
Juan Guerra al terminar de leerlo, lo cerró y lo puso sobre la mesa de noche,
luego en voz alta se dijo: ¡Vaya! ¡Vaya! donde vine a encontrar cangrejos,
mejor me iré a la cocina a preparar un coctel de camarones o quizá un pulpo en
su tinta. ¿Tendré cangrejos?
Lentulo
Coralina, la mamá gallina ha tenido siete pollitos, entre todos el pequeño se
llama Lentulo, es muy friolento y camina lento. Esta fría mañana Coralina corre
con sus pollos, para enseñarles a comer, en un descuido Lentulo se queda
atrás. Por más que pía, Coralina va muy adelante y no lo alcanza a escuchar.
De pronto se siente muy solito y tiene mucho frío, ya no puede caminar, sus
huesitos se han helado y de repente, cae desmayado. Joel el dueño del
gallinero lo encuentra casi muerto, tirado entre las piedritas. Lo levanta con
mucho cuidado y ve que aún respira, le da calor y Lentulo parece no despertar.
Enseguida Joel, le toca una campanita y le dice:
-¡Lentulo, amigo, en esta vida no todo es frio, despierta pequeñín!
Luego lo coloca en una cajita de cartón y le pone un foco chiquito, para darle
calor, Joel se queda junto a él toda la noche y durante el día pronuncia unas
palabras de aliento. Ha pasado una noche y un día, y Joel está revisando a
Lentulo, que en este momento abre un ojito. Joel emocionado grita:
-¡Estas vivo, al parecer te recuperarás!
Lo toma entre sus manos y le acaricia sus plumas negras, entonces le vuelve a
tocar la campanita y ve que mueve sus patitas y lo baja al piso. Lentulo,
comienza a caminar lentamente y con mucho esfuerzo dice:
-¡Pío, pío!- Estira sus alitas y continúa: -¡Pío, pío, ya no tengo frío!
Joel lo deja caminar unos momentos, para que practique, después de unos
minutos, lo levanta con cariño entre sus manos y se lo lleva a Coralina.
Mientras ella lo recibe, protegiéndolo bajo sus alas, Joel exclama en voz alta
para si mismo:
-Definitivamente el amor mueve al mundo.
Leyenda
Hubo una vez, en la historia del mundo, una biblioteca enorme y maravillosa,
era mágica. Estaba ubicada en la ciudad de Zacatecas, México. En ella podías
encontrar toda clase de libros y aclarar cualquier duda que tuvieras. Cuando
los niños iban a leer en sus libros, ella se sentía feliz, reía y con su risa hacía
aparecer nuevos libros, de cuentos mágicos para niños inteligentes. De pronto
un día los niños dejaron de asistir, porque en un país lejano había aparecido un
nuevo sistema para leer, se llamaba computadora, este sistema era practico y
rápido, con la única diferencia de que al leer en ella, los ojos de quién la usaba
se enfermaban, aún así, los niños poco a poco se olvidaron de la maravillosa
biblioteca. Lentamente, el moho y el polvo fueron invadiendo sus instalaciones
y sus libros, estaba triste y parecía embrujada. Los empleados fueron
despedidos y finalmente quedó abandonada. Habían pasado diez años, cuando
la familia Nahuatli se mudó cerca de la biblioteca, era una familia pequeña, sólo
tenían un pequeño hijo de seis años de nombre Leyenda, a su corta edad ya
era un valiente guerrero, le gustaban las aventuras, era inquieto, curioso e
inteligente. Una fresca mañana en que la Señora Nahuatli estaba concentrada
tejiendo un suéter para Leyenda, él salió tranquilamente de su casa y se fue a
esconder al viejo edificio de la biblioteca. Empezó a recorrer los pasillos y con
sus ojos los estantes que estaban llenos de libros, con letras de diferentes
colores, luego exclamó:
-¡Guau!, muchos libros, como los de mi abuelo Nyx. ¡M.M. Como me acuerdo
de las leyendas y cuentos que me leía! ¡Un mundo Fantástico!
De pronto, sus ojos pararon, en un libro de pastas verdes con letras doradas
que rezaba:
-To - tat -zi –ne- lo leyó deletreando lentamente. Lo tomó entre sus manos y
comenzó a leer en voz alta: Padre nuestro que estuviste en el cielo, santificado
fue tu nombre. Vino a nosotros tu reino. Se hizo tu voluntad en el cielo, en la
tierra y en todo lugar. Nos diste el pan nuestro de cada día y perdonaste
nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos
ofendieron. No nos dejaste caer en la tentación y nos libraste del mal, para
nuestro bien, el de la humanidad y para toda la eternidad. Ma in mochihua.
Se tardó una hora en leer, apenas sabía deletrear. Cuando terminó de leer,
había humo por toda la biblioteca, el siguió caminando y dejó el libro en la
mesa donde pensaba sentarse a leer. Enseguida miró de lejos un libro de
pastas moradas, con letras naranjas, que también llamó su atención, se acercó
lo tomó y leyó:
-Nues-tra His-to-ria.
Se lo llevó a la mesa y comenzó a leerlo, sin percatarse que al ir leyendo, la
biblioteca, comenzaba a reír, sentía cosquillas y felicidad. Entonces comenzó a
producir libros nuevos, de muchos colores, con muchos cuentos mágicos, para
niños inteligentes, ella pensaba que los niños que acudían a las bibliotecas
eran niños inteligentes, que se convertían en sabios. Con el tiempo se supo
que los niños volvieron a la biblioteca y se hicieron amigos de Leyenda, leían
cuentos con él y de vez en cuando sólo usaban la computadora para hacer su
tarea.
Luciano
En la escuela primaria Isabel Bonilla Iturbide, de Aguascalientes, México. El
maestro Luciano de sexto año, se encontraba listo para comenzar su clase, los
niños ya estaba en sus bancas, algunos todavía platicando, de pronto el
maestro miró todo el salón, como saboreando el rico ambiente escolar, estaba
pintado de blanco, morado y azul, un calendario por aquí, unas flores por allá,
se sentía realmente orgulloso de ser maestro, todavía a la antigüita les
enseñaba a los niños clases de civismo y está mañana iba hablarles de un
tema especial, entonces gritó: -¡Guarden silencio niños! Hoy les hablaré del
guerrero. -A los niños les pareció un tema interesante y de inmediato
obedecieron. El maestro comenzó su perorata con voz fuerte: -Un valiente
guerrero, no es aquel que empuña las armas, un valiente guerrero es un niño o
niña como ustedes, que guarda la compostura, que cumple con sus
obligaciones escolares y ayuda a mamá y papá en casa. Un valiente guerrero
no es aquel que se va a la guerra en busca de gloria, porque su gloria es ser un
hombre y mujer de bien, honesto y trabajador. No es aquel que fuma o se
droga, es aquel que se respeta así mismo, que trabaja en su provecho y en el
de los demás, tampoco es aquel que roba, sino aquel que usa su inteligencia,
su tiempo y sus derechos para invertirlos en sus sueños, los que alcanzará
algún día con ayuda del universo. No es aquel que usa la violencia en contra
de los demás si no aquel que vive en paz con todos los que lo rodean, Por eso
Benito Juárez dijo: El respeto al derecho ajeno es la paz.
Eso es ser Un
Valiente Guerrero -Puntualizó emocionado y extendió el rota folio mostrando
las imágenes de Mujeres, niños y hombres indígenas, luego señalándolos les
dijo: -Ellos son valientes guerreros y guerreras, llenos de sabiduría… -Los
niños estaban estupefactos viendo las imágenes, en ese momento llegó el
director y los niños lo saludaron a coro, parándose al mismo tiempo. Los niños
se sentaron a la orden del director y dirigiéndose al maestro, el director le
recordó que ya era hora de la reunión de padres de familia. Juntos salieron del
salón, mientras los niños continuaban viendo las imágenes de los indígenas,
algunas era tan impresionantes que se pusieron a dibujarlas en sus cuadernos.
Mateo
En el mundo hay aventureros, quién cuenta sus aventuras, otros las escriben,
algunos más las dan a conocer a todo el universo, este es el caso de Mateo, un
escritor que viaja por el mundo buscando historias. Esta mañana se bañó
temprano, se desayuno en el mercado, único lugar donde podía desayunar en
el pueblo de Cd. Valles San Luis Potosí, México. Salió con un mondadientes
entre los dientes, su libro y bolígrafo en la mano en busca de algo interesante.
Llegó al jardín y vio sentada ahí a doña Juanita, a su lado tenía una cubeta
llena de maíz, su hija la mandaba al molino para que hiciera ejercicio, ya
contaba con ochenta años en su haber, era buena para fumar sus cigarros
Fiesta, los peores del mundo. Tenía los dedos amarillos por el tabaco, en ese
preciso momento formaba círculos con el humo, y el viento los desdibujaba.
Mateo se sentó a su lado como distraído, luego le preguntó: -Disculpe señora,
que lugar me recomienda de este pueblo para visitar, algo interesante. Interesante –Se quedó pensando para responder –En este pueblo lo más
interesante es lo que yo cuento, de ahí en más no hay nada. -Mateo sonrió,
disimuladamente abrió su libreta y bolígrafo –Cuénteme lo que usted dice que
es interesante –Doña juanita carraspeo –Te contaré una historia que me contó
mi abuelita, se llamaba Juanita 1ª, yo so soy Juanita 3era. -¡Ah! Mire usted. -En
aquellos ayeres era el año 2011, contó mi abuelita que un día El presidente de
la nación, en aquel tiempo era Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, convocó a
una reunión a todos los capos de la mafia de todo el mundo, llegó el del Cartel
del Golfo, Cartel de Juárez, Tijuana, la Federación, Benedicto XVI, Los
Masones, también los lideres de otras religiones y sectas, más otros capos de
la mafia, eran alrededor de doscientos, ¡Imagínate! ¡Los capos de todo el
mundo! ¡Por supuesto que el presidente no iba a estar presente! Era un
hombre muy inteligente y ya se había puesto de acuerdo con mi abuelita. –Ya
casi se le acaba el cigarro a Doña Juanita, e interrumpió su relato para formar
los últimos círculos, tosió un poco y aplastó el cigarro bajo su pie derecho. –
Para ese evento acomodaron unos salones especiales, en un centro de
convenciones muy grande que hay allá en la ciudad de Aguascalientes, ya
sabes, todos elegantes, con servicio de meseros y toda la cosa –Mateo estaba
muy atento- Cuando ya todos estaba reunidos llegó mi abuelita, era maestra
retirada igual que yo, a lo largo de su vida le dio clase a cerca de setecientos
niños, cuando se retiro, algunos ya estaban grandes. Enseguida en una pared
con una tiza negra escribió con letras mayúsculas: DI NO A LAS DROGRAS,
debajo de este en otra línea puso: ENTREGUEN LA DROGA, en una más:
DONEN LAS ARMAS A LOS MILITARES, bajo está: LIBEREN A LOS
SECUESTRADOS, y más abajo: ¡MANADA DE BURROS! ¡ANIMALES! Con su
voz ronca gritó: -¡CON EL RESPETO QUE ME MERECEN! ¡QUE DICE AHÍ! Todos los capos de la mafia se miraban unos a otros sin articular palabra y mi
abuelita continuó- ¡NO SABEN LEER! ¡NO SABEN LEER!¡MEQUETREFES!, En menos de lo que canta un gallo, entraron todos los que habían sido sus
alumnos y agarraron a los capos a puros sombrillazos, los obligaron a entregar
la droga, las armas, la gente que tenían secuestrada, y aunque ya era muy
viejita, los castigó enviándolos de vuelta a estudiar la primaria. ¡Figúrate tan
viejones y no sabían leer! –Mateo estaba divertido escuchando a Doña Juanita
y ella extasiada contando su historia favorita. Entonces la interrumpió – ¿Y que
pasó con el Sr. Presidente? –Pues él estaba feliz, de vacaciones en Puerto
Vallarta y más cuando supo que por fin la mafia quedó exterminada. Por eso
ahora vivimos en este país prospero, al que llaman de los sueños,
afortunadamente los capos desaparecieron para siempre. Ya ves, me puedo
fumar otro cigarrito tranquilamente, mi hija que me espere con la masa. –Sacó
otro cigarro, y Mateo le acercó el encendedor, él ya no encendió el de él, había
anotado en su libreta DI NO A LAS DROGAS. –Observa el pueblo, solo
tranquilidad se respira aquí, puedes ir por la Avenida Hidalgo y no pasa nada,
se podría decir que es el pueblo de la nada y del todo -¿Si gusta le ayudo a
llevar el nixtamal al molino? –Si porque mi hija hoy quiere hacer bocoles y más
vale que no llegue muy tarde –Mateo se quedó dos días más invitado por Doña
Juanita, quién le compartió otras anécdotas. Escribió la historia tal y como se la
contó, le agregó algunas imágenes, la editó en un Ebook y recorrió el mundo
entero en tan solo tres días. Cuando volvió a verla, le llevó dinero, regalos, y el
Ebook. La encontró un poco más anciana, sentada en una banca, bajo el peral
de su patio, fumando e igual de lucida.
Médicos
Érase una vez el reino de la fantasía, ya sabe usted donde se encuentra, ni
para que explicárselo, mucho menos decirlo, su rey o sea el suyo Juan
Milanesa soñaba y soñaba dormido bajo un manzano, llegó un hada y le habló:
-Su majestad despierte.
El continuó dormido.
-¡Despiertaaaaa! -Gritó
-Igual
-Hizo aparecer un arpa y le tocó una melodía.
-El rey en las mismas condiciones.
-Sacó un pandero, lo tocó una hora –Lo mismo el rey dormido
Por todo el reino se corrió la voz, entretanto el hada continuaba ahora tocando
el tambor, así saco todos los instrumentos habidos y por haber, total mi querido
lector para que se la hago tan larga usted ya sabe que la tiene corta, la vista
digo yo, no piense usted mal, yo sería incapaz de faltarle al respeto, sin
embargo usted me puede decir ¿Cómo se llama el rey dormido? ¿Cuál es el
instrumental mágico? ¿Cómo se llama el hada? ¿Cuánto cobró por hacer la
carretera larga o corta?
Mensajera
A Rogelio en la escuela de bachilleres le encargaron llevar una historia fuera de
lo común, pensando en que su abuelo Juan del desierto era muy sabio, acudió
a visitarlo en el pueblo de Zoquite. Viajó seis horas en camión para llegar. Era
un fin de semana esplendoroso y llegó rayando el sol. Encontró al abuelo
regando sus manzanos, después de saludarlo le dijo:
-Abuelo cuéntame una de esas historias que tú sabes.
-Te la cuento con la condición de que me ayudes a regar.
-Claro abuelo, pero que sea muy interesante.
-Bien, acompáñame, sentémonos a un lado del fogón, mientras tú abuela nos
prepara el desayuno, que hoy va a estar como para chuparse los dedos.
Juntos salieron de la huerta y se fueron a la cocina, se sentaron en bancos de
madera, los que usaba el abuelo para la ordeña de las vacas. La abuela en
cuanto llegaron les sirvió dos tarros con canela recién hecha, puso dos platos
con galletas de animales a su alcance y continuó cocinando. El abuelo
comenzó:
-Como me acuerdo hijo, aquel año del 2011, eran tiempos difíciles para el
país, había guerrillas entre los diferentes carteles de las drogas. El presidente
de la republica que en aquel entonces era el Lic. Felipe de Jesús Calderón
Hinojosa vino a verme, alguien le dijo que yo era el mejor chaman de México y
seguramente que me mando investigar antes, tu sabes, esa gente no da paso
sin huarache. Pero vino disfrazado de ranchero, con pantalones de mezclilla y
sombrero de campesino, llegó como un hombre sencillo acompañado de
algunos de sus achichincles. Esos hombres nunca andan solos y en esos
tiempos menos, total que lo invite a pasar y después de presentarse, lo invité a
sentarse precisamente ahí donde estas tú. Con palabras sencillas enseguida
me dijo:
-Mire don Juan, yo soy hombre de palabra de flecha, directa al grano como
luego dicen, y he venido a verlo porque ya no sé que hacer con tantos carteles
de la droga, el cartel del golfo, el de Tijuana, el de Juárez, la federación, tanto
los legisladores como yo queremos legalizarla, pero no podemos ya que
cuando no nos amenaza un grupo nos amenaza otro y tenemos también la
intromisión de Colombia, África, Estados Unidos entre otros países que dicen
que quieren erradicar el narcotráfico y en cambio lo alimentan por abajo del
agua. El hecho es que me matan al pueblo y se llevan a mujeres y niños entre
las patas, antiguamente respetaban mujeres y niños, hoy no, los usan como
carne de cañón. –Ese día el presidente se veía realmente preocupado, y yo me
quede pensando, mientras el presidente guardó silencio unos minutos. Era un
enorme problema, me rasqué la cabeza cuando de pronto llegó una paloma
mensajera que en sus patitas traía un mensaje, enseguida lo tomé y en voz alta
se lo leí al presidente:
-Sr. Presidente a usted se le ha olvidado la hermandad de los masones, que
son los que por abajo del agua alimentan al narcotráfico, desde que perdieron
la silla, ahora dan patadas de ahogado, ¡Pobres imbéciles! Tan mal que se han
portado piensan que aún la recuperarán, pero eso ni en sus sueños guajiros.
De eso nos encargaremos nosotros señor que estamos a su disposición y del
país. Atte. Familia de Juanes.
-A mi como chaman ya no me quedó nada por hacer, el presidente al
escuchar el mensaje, se sintió esperanzado, un nuevo brillo se le vio en los
ojos, se levantó enseguida y discretamente me dejó un cheque de una cantidad
muy respetuosa sobre la mesa, nos despedimos con un fuerte abrazo, el del
guerrero. Ese año fue glorioso, los carteles de la droga dejaron de usar niños y
mujeres, entregaron todas las drogas a la milicia, hicieron tratos con ellos y
nunca más se ha vuelto a ver que un niño, o un joven, ni siquiera un adulto use
las drogas, tampoco armas. Si que fue un año magnifico, nunca lo olvidaré.
El abuelo suspiró, Rogelio no perdió detalle de la narración. En ese momento la
abuela sirvió un exquisito plato de caldo de gallina, tortillas recién hechas y los
tres se dispusieron a desayunar. Cuando terminaron, ambos fueron a regar los
manzanos. Ese fin de semana fue especial para Rogelio, hicieron varias cosas
juntos entre ellas ordeñar las vacas y las chivas. El abuelo aún guardaba el
papelito que había llevado la paloma mensajera, se lo mostró antes de volver a
la ciudad, el anotó con lujo de detalles toda la historia, de la clase fue la mejor,
la cuál hoy en día se corre de boca en boca.
Metiches
Érase una vez el
rey Juan Cuentas, era muy sabio, vivía en un castillo
construido de ladrillo, un día decidió recorrer todas las habitaciones del mismo
para verificar que todo estuviera en orden, con calma empezó por la torre y
encontró que ya tenía una esquina derrumbada por las fuertes tormentas del
año anterior, inmediatamente envió al pregonero a buscar al mejor albañil del
reino. Obediente por las calles gritó:
-¡El rey solicita al mejor albañil del reinooo! ¡Favor de presentarse mañana en
cuanto salga el sool!
Inmediatamente las esposas de los albañiles anotaron el requerimiento en una
tarjeta, cuando llegaron sus esposos les informaron de la solicitud del rey. A la
mañana siguiente antes de que saliera el sol estaban todos formaditos
esperando afuera del castillo. En cuanto el sol salió los guardias abrieron la
puerta y los hicieron pasar a una enorme sala donde a todos juntos les
explicaron cual era el problema que debían reparar. Después de informados
los pasaron uno a uno ante la presencia del rey el primero que entró fue
Laureano.
-Bien ¿Cuanto pretendes cobrar por tu trabajo?
-Dos mil quinientas monedas de oro.
-De acuerdo estás contratado.
Enseguida llegó Raúl
-Tu ¿Cuánto quieres ganar?
-Cinco mil monedas de oro
-Pasa con el consejero ya tienes trabajo.
El turno le llegó a Juan Itzul
-¿Cuánto te voy a pagar por tu trabajo?
-Diez mil monedas de oro.
-Ve con el consejero y que te anoten, mañana te presentas a trabajar en
cuanto el sol salga.
-¡Guardia! No contrataré más gente el día de hoy, con ellos es suficiente para
reparar el castillo.
Al otro día comenzaron la reconstrucción del castillo, pero como nunca falta un
metiche, llegó al atardecer el rey Liendre su vecino y le Preguntó:
-¿Cuánto le vas a pagar a estos trabajadores? –Diez y siete mil quinientas
monedas de oro?
-¡Eso es muchísimo!
-Te puedo pagar el doble si tú haces el trabajo igual o mejor que ellos.
-De acuerdo.
-Señores vayan a tomar un refresco a la cocina mientras mi amigo les ayuda
un poco.
Los albañiles obedecieron, el rey Liendre se quitó su capa y comenzó a hacer
mezcla, la cual le quedó aguada, luego dio un resbalón y quedó totalmente
bañado en ella.
-Cof, Cof, Cof –Tosió el rey Liendre –Es ridículo yo soy un rey y no puedo
hacer ese trabajo, para eso tienes tus albañiles –Tienes razón amigo, por eso
yo no le pongo precio a su trabajo -¡Ja! Me voy a mi castillo debo tomar un
baño –Que el cielo no te espante en el camino.
Los albañiles volvieron a su trabajo, el que hicieron con todo esmero, lo que
pasó después ustedes ya lo saben, lo que no lo inventan, mientras tanto a mi
me dicen ¿Como estaba vestido el Rey?
Millonarios
Yo soy Juan Valiente, tengo sesenta años de edad, soy el mejor chaman de
este universo, hace algunos días que quería compartirles un cuento, pero mis
nietos no habían venido, por una cosa y por otra estaban ocupados, lo bueno
es que hoy ya están aquí –Les platicaba a las gallinas mientras les daba su
maíz, en ese instante entraron los cinco muchachos al corral cada uno llevaba
su banco en la mano, y su abuela los acompañaba con un tazón de palomitas.
Se acomodaron bajo la sombra del guayabo mientras las gallinas comían cerca
de ellos. Don Juan comenzó:
-Como recuerdo aquel día del mes de abril del año 2011, en que vino el
helicóptero de Carlos Slim por mí, me llamaba con urgencia. Al llegar entre a
una casa de lo más lujoso, en la sala de juegos tenía un billar y muchos otros
juegos, nos sentamos en unos bancos en la barra y de inmediato me ofrecieron
vino, pero como yo no tomó me dieron un agua loca (Agua mineral con limón y
sal) estaba acompañado por Carlos Salinas Pliego, Germán Larrea, Bill Gates,
y Amancio Ortega
-¡Abuelo! ¡Te sentaste a jugar con los hombres más ricos del mundo! –
exclamó Valentino de diez años de edad
-¡Guarden silencio niños, porque si me interrumpen ya no les cuento!
-Esta bien abuelo
-Carlos Slim estaba elegantemente vestido igual que sus invitados, después
de servirme el agua dijo:
-Verás Juan, yo soy un hombre millonario he recorrido el mundo, disfrutado
de las mujeres más hermosas que te puedas imaginar.
-No le dé tantas vueltas Don Carlos dígame para que me mandó llamar.
-Mis amigos aquí presentes y yo estamos aburridos y queremos disfrutar de
alguna nueva aventura por ahí, y como sé que tú todo lo sabes y lo que no lo
inventas, queremos que uses tu magia, para crear una nueva.
-¿Está seguro de lo que me esta pidiendo Don Carlos?
-Muy seguro Juan.
-Pero se va a dejar guiar.
-Mis amigos y yo haremos todo lo que tú digas –Muy bien –Don Juan
encontró la oportunidad de su vida, sabía que en las empresas donde ellos
invertían trabajaban miles de gentes y estas ganaban un salario mísero, así
que decidido les preguntó ¿Y me pagaran lo que yo les pida? –Nosotros nunca
te hemos fallado Juan, cuando termine el juego te pagaremos lo que pidas –De
acuerdo ¡Cierren sus ojos! –Los cinco obedecieron y no los abrieron para nada.
Él continuó -Tu Carlos imagina que eres una madre soltera con dos hijos y
trabajas en la empresa de galletas Don Antonio, en el área de producción,
ganando un salario de seiscientos pesos, a ver como te las arreglas para
comer -Le puso la mano sobre la cabeza pronunció unas palabras mágicas y al
instante apareció en la empresa tal y como lo había imaginado. A Carlos
Salinas Pliego le dijo al mismo tiempo que le ponía la mano sobre el corazón –
Imagina que eres un niño hambriento, viviendo en la calle – Con otras palabras
rápidamente apareció bajo un puente, vestido con harapos. - Bill Gates tu
imagina que eres un anciano –También le puso las manos sobre el corazón y
cantando una canción llegó como un anciano decrepito al asilo para ancianos
(Casa especializada en cuidar ancianitos) A Germán Larrea le puso las manos
sobre los ojos –Ahora tu imagina que estas ciego y estás buscando trabajo –
Tocó un tambor y lo transformó en ciego buscando trabajo.
Cuando ya todos estaban transformados cada uno comenzó a tener su propia
experiencia, que era parecida a la de la película de Mendigo a Millonario de
Eddy Murphy. Don Juan por su lado hizo todos los tramites para que los
trabajadores recibieran un salario de dos mil quinientos pesos por semana, al
paso de seis meses todos terminaron siendo socios. Por otro lado y en terribles
aprietos los cinco empresarios buscaban la hora en que terminara su
experiencia. ¡Imagínate! Carlos no sabía como ser madre soltera y alimentar a
dos criaturas con tan solo seiscientos pesos de aquel tiempo, los otros cuatro
estaban en las mismas condiciones. Desafortunadamente a mi siempre me han
gustado los cuentos con final feliz, pero para mi desgracia esta vez mi magia
tenía un error y no los pude regresar a su estado natural, que casi era el
vegetal, bueno niños vamos al circo Hermanos Fuentes Gasca, el que no
adivine en el camino cuál fue la falla de mi magia paga la entrada.
Todos se encaminaron al circo pero lo que no contó Don Juan fue que al día
siguiente en el noticiero de T. V. Azteca Javier a la Torre anunció: Extraño
desenlace de las empresas de los hombres más ricos del mundo ¿Sabe usted
quien pago la entrada al circooo? Esperaremos sus respuestas en
[email protected]
Naú
Las estrellas escriben las historias de los hombres desde antes de nacer, es
por eso que la osa mayor cuenta esta historia a su pequeña hija menor:
-¡Oh, mi niña! Antes de que duermas, escucha la historia de Naú, El príncipe
de la creación.
En un reino llamado Salaí, vive la reina Bul y el rey Tikal, es un reino donde la
armonía se respira casi por doquier, gracias a la justicia con la que gobiernan
sus reyes. Una dulce mañana de primavera, la reina ha dado a luz al pequeño
Naú, tan bello como el mismísimo sol.
Han pasado algunos días desde su nacimiento y la reina ya se atreve a dejarlo
solo por minutos.
En otra parte del reino hay una bruja llamada Parisa, enamorada del rey, ha
hecho un sin fin de pócimas para hacerlo caer en sus redes. Tan mala bruja es
que no ha logrado jactarse de sus placeres y dentro del castillo de los justos
reyes tiene un aprendiz de bruja que trata con malos modos, es quién le
informa todo lo que sucede. Esta mañana le ha informado que el pequeño Naú
se encuentra dormido y solo, mientras la reina pasea con el rey por el pueblo.
La siniestra bruja vuela con rapidez, montada en su escoba y entra
rápidamente por la ventana a la habitación donde se encuentra Naú, le da unas
gotas de extraña mezcla. Sin ser vista regresa a su casa.
Desde ese día Naú por la mañana es camello, por la tarde león y por la noche
niño. La reina al volver y ver lo que le pasa a su hijo, es embargada por la
pena, de acuerdo con el rey, en el día lo mantiene en un corral y por la noche lo
llevan al castillo. El rey ha convocado a todas las hadas de los reinos vecinos,
quienes
llegan
ataviadas
una
a
una
con
finos
trajes de
seda
y
desafortunadamente ninguna tiene, pócimas o palabras mágicas para revertir el
hechizo.
Después de algunos años, el rey ha envejecido al lado de la reina
compartiendo su pena, por las noches de luna llena juntos observan las
estrellas y aún se preguntan:
-Qué hacemos para sanar a nuestro hijo ?
El universo que no duerme, ni las estrellas que lo iluminan, han visto el
sufrimiento del rey Tikal y de la reina Bul. Una de esas noches en que la luna
llena sonríe sin igual, ha bajado una pequeña estrella a ayudar, su nombre es
Nocturna. Ante los ojos estupefactos de los reyes se ha transformado en la
reina de las estrellas, es bella como ninguna otra, ataviada con su traje de
organza, adornado con diminutas estrellas de color plata, unos segundos
después se dirige al rey:
-No llores ni sufras por lo que le pasa a tu hijo, te explicaré lo que significa: su
forma de camello es para enseñarle al mundo la etapa del aprendizaje, la de
león muestra el tiempo de liberación, su forma de niño muestra el tiempo de
creación.
-No entiendo eso –Responde el rey y Nocturna prosigue:
-Sí, la bruja Parisa tuvo muy mala intención, pero como es tan mala bruja en
vez de hacer un hechizo en contra de tu hijo en realidad lo ha favorecido y
pronto quedará únicamente en forma de niño que conviene al reino. Creará con
su vida cosas inimaginables. Por Parisa no te preocupes, su propia injusticia se
la comerá.
En ese momento la reina de las estrellas vuelve al cielo sin decir más. Mientras
que la bruja Parisa en su casa era envenenada por su aprendiz.
Ha pasado algún tiempo desde esa noche y Naú permanece en la forma de
niño por siempre.
La pequeña hija de la osa menor se ha quedado dormida escuchando el cuento
y titila sin parar en el firmamento.
País
En la ciudad de México distrito federal, sentado en una silla acojinada y
finamente labrada en madera de Achiote se encontraba el Sr. Presidente de la
republica Lic. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en su penúltimo año de
gobierno, sobre la mesa de la sala de juntas, tenía papeles apilados, que
parecía tener tres años sin trabajar. En ese instante en que los revisaba entro
el secretario y le dijo:
-Sr. Me han llegado noticias de diferentes partes del país, indicándome que
hay corrupción por todos lados, desde el más inferior policía hasta el más alto
jerarca de gobierno, que son los gobernadores del país, esta es la razón por la
que los recursos no rinden.
El Sr. Presidente impasible lo escuchó, mientras pensaba: -Para que haya
corrupción se necesita un corrupto y un corruptor –y respondió:
-Déjalo así, veré que hago.
Desde ese momento dejó lo que estaba haciendo y se puso analizar su estadía
como gobernante, las quejas del pueblo, la violencia, la inseguridad y
finalmente llegó a la conclusión de que ningún Gobernante puede gobernar un
país sin apoyo del pueblo y se dijo:
-Pues sí muy bonito, ahora como lo resolveré.
Como gobernante tenía un sin fin de trabajadores al alcance de sus manos,
entre ellos tenía quién le hiciera hasta los discursos que dirigía al pueblo,
pensando en todo esto, decidido tomó una hoja de papel en blanco y comenzó
a escribir un discurso que tuviera corazón y se decía: Las cosas no pueden
existir sin corazón, seguramente por eso mi gobierno está por los suelos. Este
orador que me ha hecho los anteriores discursos no da el ancho, aunque venga
de Harvard. Entonces pidió por teléfono que no se le molestara e inició:
Mexicanos y Mexicanas les habla su presidente Felipe de Jesús Calderón
Hinojosa, quién gobierna en conjunto con ustedes este país en vías de
prosperidad, pero un presidente no puede existir sin su pueblo, es como un
bebé que no puede subsistir sin los mimos y cuidados que a su edad
convienen, así es este país, no puede existir sin la conciencia de ustedes, sin
sus cuidados. ¡Queremos erradicar la corrupción! ¡Entonces no formemos parte
de ella! ¡Queremos erradicar la violencia! ¡Entreguemos las armas que
tenemos en casa! después de eso contra ella tolerancia. ¿Y que me dicen de la
inseguridad? Alguna vez han pensado ¿Porque tenemos tanta inseguridad? es
muy simple, por el exceso de pobreza y para erradicarla compartamos nuestros
alimentos con aquellos que no tienen trabajo. Un gobierno como el mío es
también de ustedes, pero los recursos con los que contamos son insuficientes
para mantener un país, los invito a ser parte de la solución y no parte del
problema. Ustedes que son el pueblo no pueden mantenerse como las
sanguijuelas ¿ Las han visto como se pegan a un cuerpo en cuanto este entra
al agua y empiezan a devorarlo? Pues un pueblo con su gobierno si no tiene
cuidado se transforma en eso, en sanguijuelas, pero ustedes no son eso, yo
creo que yo gobierno un pueblo inteligente, trabajador y soñador, porque ya es
hora de que despierte el pueblo de México y se dé cuenta de que vive en el
verdadero país de los sueños, con infinitos recursos para crear y disfrutar de
una vida sana y feliz. Es tiempo señores y señoras, jóvenes y señoritas de que
vivamos en armonía unos con otros. No debemos esperar a que tengamos
desastres enormes en nuestro país para darnos la mano como hermanos, aún
estamos a tiempo de ser cada día mejores, y de transformar este país en el
mejor de todo el universo, los invito pues a poner su corazón en cada cosa que
hagan por muy pequeña que esta sea. Dejemos hoy de comernos unos a otros
y de matarnos unos a otros, y nunca seamos sanguijuelas para un gobierno o
su gobernante. ¡Volvamos a vivir para existir!
Hasta ahí dejó de escribir el Sr. Presidente, lo leyó y sentía henchido el
corazón, ordenó enseguida que lo enviaran por todos los medios de
comunicación y de inmediato el personal de publicidad obedeció. El discurso en
el que el presidente había puesto el corazón al día siguiente estaba en todos
los medios de comunicación, a la semana le había dado la vuelta al mundo. Al
presidente le llovieron felicitaciones, los oficiales de la milicia le informaron que
mucha gente estaba entregando sus armas voluntariamente. Quince días
después emocionado el Sr. Presidente tomaba una taza de chocolate caliente,
pensando en su nación, se recostó en el sofá reclinable de piel de cabra, que
tenía en la sala de descanso y se quedó plácidamente dormido.
.
Pinacatón
En un día hermoso y soleado iba Vaqueroso caminando por las tierras
de su padre, observaba la belleza de la naturaleza en todo su esplendor
y de pronto suspiró exclamando:
-¡Qué hermosa es la primavera!
Bajó su mirada y vio a una hormiga roja y aterciopelada, cargando un
diminuto
trozo
de
madera
que
llevaba
a
su
pequeña
casa.
Intempestivamente le salió al paso un pinacate, que para el tamaño de
la hormiga era un Pinacatón (tamaño gigante). Él al verla tan pequeña
quiso hacer alarde de su grandeza y asustó a la pequeña hormiguita,
quién de inmediato hizo uso automático de su instinto de sobrevivencia;
soltando el trozo de madera salió corriendo despavorida. Pinacatón se
quedó orgulloso y colmado de placer exclamo:
-¡Jajaja, nadie tiene poder sobre mi; soy el más poderoso del universo¡
Vaqueroso indignado, le dio una patada a Pinacatón que rodó por la
tierra. Enseguida tomó el pequeñísimo trocito de madera y alcanzó a la
hormiguita, se lo puso sobre su lomo y ella con sus patitas lo agarró
fuertemente volviendo feliz a su casa.
En medio de la parcela Vaqueroso se quedó mirando a la hormiga
correr, luego levantó su mirada al cielo y en voz alta dijo:
-Siempre habrá alguien más grande ó más pequeño que tú
Y esbozó una sonrisa.
Piperita
Hace muchos años, llegó a la mágica ciudad de Zacatecas, México. Un
renombrado médico, dedicado a promover la medicina llamada alternativa, su
nombre era Celso. El taller que se había organizado, tendría una duración de
ocho largos días, impartiendo una clase de ocho horas diarias. El primer día de
clase, llegaron los más renombrados médicos de la ciudad, querían
actualizarse en todas las materias que Celso impartiera. Entre ellos llegó la
acomedida Martha, muy famosa por cierto y además un alma cándida, buena e
inteligente. Habían pasado cuatro horas de clase, en las que los estudiantes
estaban muy atentos, pero en ese instante, llegó la hora de ir a comer y
salieron todos juntos. Les dieron dos horas para comer. Al volver, los
estudiantes estaban muy sentaditos esperando al expositor. Cuando iba
retomar su clase, Celso de pronto observó que los estudiantes tenían sueño, y
no se explicaba el ¿Por qué? Martha al igual que el doctor Celso, también vio
que los estudiantes tenían sueño, entonces recordó que traía en su bolso una
pequeña botellita con menta Piperita, ni tarda ni perezosa fue y se sirvió un
vaso con agua y le agregó una gotita, la probó y según ella estaba deliciosa.
Sus compañeras aunque medias dormidas, vieron todo lo que había hecho y
una de ellas preguntó:
-¿Para que es eso?
Martha diligente contestó:
-Para que se me quite el sueño, ¿Gustas un poco?
-Por supuesto, yo también me estoy durmiendo.
Finalmente, Martha terminó compartiendo su menta Piperita, con todas sus
compañeras. El curioso expositor, tampoco se quería quedar atrás y también
pidió para él. Después de unos minutos en que todos estaban degustando la
menta Piperita, al fondo se escuchó un murmullo y enseguida una carcajada. A
los diez minutos todos los asistentes de la clase también reían, incluyendo el
expositor. Algunos hasta las lágrimas les rodaban por las mejillas a causa de la
inexplicable risa. Duraron cuarenta minutos riendo, el expositor molesto y al
mismo tiempo con risa, no podía controlar a los alumnos. Unos minutos
después, se vio en la imperiosa necesidad de suspender la clase. Al siguiente
día muy de mañana, los alumnos se presentaron nuevamente a clase, pero al
recordar la risa volvían a sonreír. En cuanto llegó la buena alma de Martha, el
expositor le dijo:
-Tú mueves mucho la energía de los alumnos, estas expulsada de la clase.
Enseguida la dejó sola y ella en sus adentros pensó:
-Malagradecido, todavía que te hago reír y me expulsas, ¡Patán, barbaján! Al
cabo, ni quería tomar tu clase.
Al día siguiente Martha se fue a un país lejano, pensando en encontrar un
mejor expositor.
Pregunta
En el jardín de niños Piénsaselo dos veces, estaba el salón de la maestra
Anita, en su escritorio tenía dos macetitas, un lunes por la mañana en una de
ellas nació un crisantemo, estiro sus hojitas y miro alrededor, encontró a su
lado otra maceta y le preguntó:
-¿Cómo te llamas?
-Girasol
-¿Porque te pusieron ese nombre?
-Porque yo saludo al sol todos los días. –Levantó su hoja verde para decirle
hola al sol, por la ventana.
En ese instante entró Anita y las dos flores guardaron silencio.
Presidentes
Existen en el mundo una gran diversidad de juegos, los más usados y
conocidos en todo el mundo son los juegos de cartas. Estos son juegos de
manos y son de villanos cuando va de por medio el dinero. Algunas veces se
juegan con premio sorpresa y este es el caso que cuenta nuestro amigo Juan
Cuerdas, que no estaba loco como otros que yo conozco, al contrario más
cuerdo que cualquiera. Un día de tantos de la primavera, se encontraba
disfrutando de un exquisito café, en la cafetería La Casa Vieja que se
encuentra dentro de la casa Jesús Terán de la ciudad de Aguascalientes,
Aguascalientes. Acompañado de su amigo Juan Carlos, de pronto Juan
Cuerdas soltó una carcajada al escuchar un chiste que le contó Juan Carlos, y
enseguida le respondió:
-Que chistes cuentas, hasta me duele el estomago de la risa, mejor te voy a
contar la historia que mi tata me platicó antes de colgar los huaraches.
-Bien, te escucho, prometo no interrumpirte –Sabía que Juan Cuerdas
siempre contaba buenas historias.
-En aquel tiempo yo tenía escasos treinta años de edad, todavía en la edad
de la travesura, no como ahora que ya estamos más para allá que para acá. Y
mi tata comenzó así:
-Un día cuando yo trabajaba en el rancho El Recodo, allá en México, se
reunieron El ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de
Gortari y El Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León, para jugar. Al llegar cada uno
me entregó el regalo sorpresa que llevaba para después del juego y yo que soy
más inteligente que maldito se los cambié por uno mucho mejor, ya estaba
cansado del gobierno regido por los masones. Habían hecho muchas
barbaridades con el país que mejor ni entramos en detalles. Yo era el mesero,
mientras los atendía ellos jugaban Póker. Entonces el Lic. Miguelito tomó la
palabra:
-Charly todavía no entiendo como le hiciste para cambiar la moneda, en los
medios de comunicación nunca se manejó que los legisladores estuvieran
manejando ese asunto.
-Que poca imaginación tienes, les pague a todos por debajo del agua,
incluyendo a los medios y con eso paré el partido para el sexenio de mi
compadre Ernesto. ¡Como si no supieras de qué manera se manejan las cosas!
–Bueno, bueno –Carraspeo –Es que no entendí como no se te ocurrió terminar
con el capitalismo, así hubieras parado el partido para siempre. He pensado
que quizá te faltaron testículos – ¡Que paso! ¡Que paso! ¡Tan pronto nos
llevamos así! lo que pasa es que si hubiera terminado con el capitalismo me
hubiera ido de la presidencia con una mano atrás y otra adelante –Tienes razón
hay que cuidar nuestros bolsillos, ya sabes es mejor tener al resto del país en
el hambre. –Sí, ustedes y yo sabemos que son unos ignorantes, nosotros
salimos de la universidad y ellos ni a la primaria van.
-Mejor hablemos de otra cosa señores, por ejemplo de cuando matamos a
Luis Donaldo Colosio, o de cuando yo cambie el Horario, esa si que fue una
buena hazaña, imagínense ahora los niños que van a la escuela están
estresados, los que van a trabajar también, hasta el estomago y el cerebro se
afectan. Yo si soy el mejor de ustedes, asesino hombres mujeres y niños
silenciosamente. Que se ahorra luz no es más que una patraña bien tejida por
mi. ¡Con decirles que los pendejos médicos todavía están investigando el
porque se enferman de estrés los mexicanos! –Dijo Ernesto Zedillo
-Pero que me dicen del nuevo presidente –Dijo Carlos salinas
-Nombre ni lo digas lo tenemos todo azorrillado, ni siquiera sabe de donde
salen los mafiosos. Lo bueno es que lo tenemos bien agarrado del cuello, si no
hace lo que nosotros le decimos ¡Adiós family! –Puntualizó Ernesto Zedillo.
-¡Jajaja!–Soltaron la carcajada los tres.
-¡Cuerdas! sírvenos otra ronda de Tequila, hay que seguir haciendo el efecto
tequila –Gritó Ernesto y miro su reloj Rolex – ¡No mejor ya no, vámonos que es
muy tarde! ¡Tráenos los regalos! Por ser ya de noche cada uno lo abriremos en
nuestra casa.
Se levantaron de las sillas, elegantemente tapizadas, se pusieron sus sacos de
casimir inglés, tomaron cada uno su regalo y se fueron a sus respectivas
casas. Acompañados de sus guardaespaldas. Al llegar cada uno dejó el regalo
sobre la coqueta que estaba en la entrada de la casa, señal de su poco interés
al vivir en plena abundancia, a costa del erario publico de los mexicanos. Por la
mañana el vendedor del periódico gritaba:
-¡El Universal! ¡El universal! ¡Trágica muerte de los tres ex presidentes de
México! ¡Al parecer se murieron de risaaaa!
Mi tata si era más inteligente que maldito –Puntualizo Juan Cuerdas –el café ya
se lo habían terminado y el pastelillo también, pidió la cuenta y juntos se fueron
a su clase de creación literaria.
Primavera
Al llegar la primavera, reverdecen los campos, entra el verano y los frutos están
listos para comerse, lo visita el otoño y el viento se lleva las hojas de los
arboles, viene el invierno y mata todas sus plagas. Cuando llega la primavera la
tierra esta lista para retoñar. (A esto llamamos un cuento circular)
Procuradores
Érase una vez el rey Juan Socarrón, era un rey feliz, se la pasaba jugando
fútbol y por eso no atendía el reino, sobra decir que era borracho, fiestero,
fandanguero, mujeriego y demás, parecía el demonio del hades. Una tarde
fresca, porque acababa de llover sépalo usted allá por los primeros días de
julio, el mes no la persona, mientras jugaba el árbitro gritó:
-¡Juan Socarrooon, yo no soy la pelota de fútbooool, tampoco tu cubanaaa,
estas despedidoooooooooo!
-¿Quién gritó?
Salchichas
Una tarde calurosa del mes de Abril del año 2011, en el Parque Nacional de la
ciudad de México, D.F. Se encontraba el señor presidente de la republica Lic.
Felipe de Jesús
Calderón Hinojosa, sentado en una banca, bajo una
Jacaranda, estaba disfrutando una nieve de chocolate. La anciana Eugenia que
pasaba por ahí lo reconoció, se acercó a él y le dijo:
-Sr. Presidente me puedo sentar a su lado unos minutos
-Si, porque no
En cuanto estuvo sentada a su lado le preguntó:
-Sr. Presidente ¿Qué cree usted que tengan en el cerebro los capos de la
mafia? Agua no lo creo, azúcar tampoco, cerebro menos, mire me mataron a
mi hijo, tenía doce años de edad cuando lo enlistaron en sus filas, me lo
acribillaron. -Dos lagrimas asomaron a los ojos de la anciana, enseguida le
mostró una fotografía, y el la miró con detenimiento. De repente se escuchó
¡Boom! El parque se cimbró, la anciana se asustó y el presidente ni siquiera se
inmuto. Habían explotado tres salchichas, que los guardaespaldas del capo del
cartel de Juárez habían colocado en la casa, con la ayuda de los militares. Ella
después del susto continuó:
-Ha de ser difícil ser presidente de este país, tener dinero, y vivir amenazado
por tanto capo de la mafia.
-¡Señora! –Exclamó el presidente, consternado –Si supiera señora que
prefiero medio país de muertos, que gobernar un país lleno de mafiosos.
¿Dónde vive? –Aquí a unas cuantas cuadras – ¿Gusta que la acompañe? En el
camino le invito una nieve. -Ambos se levantaron y juntos recorrieron una parte
del parque entretanto la anciana le mencionó -En lo que yo lo pueda ayudar
señor presidente estaré siempre a sus ordenes mientras que me quede un halo
de vida. –El presidente le agradeció su buena voluntad, la dejó en la puerta de
su casa y ella lo despidió con un beso, él se regresó pensando en lo que le
había dicho a la anciana.
Saludar
En el maravilloso pueblo llamado Guadalupe, Zacatecas, México; todos los
habitantes se saludan diciendo “Buenos días”. Una fresca mañana, Carmen, de
seis años de edad, le pregunta a su mamá la señora Mónica:
-¿Oye mamá, porque en las mañanas debemos decir: “Buenos días”?
Inmediatamente la señora Mónica le explica:
-Cuando saludas o dices cosas bonitas, el viento que sale de tu boca se
transforma en lucecitas de colores, iguales a los del arcoíris. Luego el viento
más grande, que esta afuera y que es su hermano mayor, se las lleva y con
ellas pinta el universoEnseguida Carmen emocionada le responde:
-¡Qué bonito mamá, yo quiero decir siempre cosas bonitas y decir “Buenos
días” a todosHa llegado la hora de salir a la escuela, y la señora Mónica, toma de la mano a
su hija, entretanto continúa explicando la importancia de usar las palabras
correctas que hacen magia, como: “Por favor” y” Gracias”.
Sastres
Hubo una vez una hermosa mansión en la ciudad de Aguascalientes, México.
Donde vivía el príncipe Solitario, era un hombre misterioso, siempre bien
vestido, ninguna persona sabía de donde venía su riqueza, y tampoco sabían
quien era su sastre, nunca hacía fiestas, ni socializaba con alguna persona del
reino. Las mucamas que lo atendían guardaban total hermetismo al respecto.
Una fresca mañana de primavera el ama de llaves Luciana escuchaba ruidos
extraños en la sala del sastre, rápidamente fue a asomarse para ver quien
hacia semejantes ruidos, subió tres pisos de cien escalones cada uno, cuando
llegó al tercero estaba muy cansada y en el ultimo escalón se sentó a
descansar olvidando a lo que iba, unos minutos más tarde se quedó
profundamente dormida. Dentro de la sala de sastres el rey de los duendes
llamado Casimiro, confeccionaba el más hermoso y elegante traje digno del
príncipe Solitario, estaba haciendo los patrones en el papel estraza, cuando de
pronto el librero que estaba a sus espaldas de manera inesperada e
inexplicable cayó sobre él, Casimiro gritó a sus ayudantes con una voz casi
imperceptible, la cual sus ayudantes no escucharon, había olvidado que los
había enviado a la bodega de su propio reino donde tenia las telas y telares
que hacía trabajar con tan solo su varita mágica y algunas palabras mágicas.
Los pequeños duendes, sus súbditos estaban divertidos probando su magia en
la bodega de los telares que rezaba afuera Bodegón Mágico del sastre
Casimiro. En su interior había casimires ingleses, italianos franceses, hindúes,
algunos traídos de lujares lejanos y mágicos. Todos enrollados con esmero y
envueltos en empaques que rezaban el país de procedencia. A sus pies había
tazones de arroz, para que los ratones comieran y no rompieran los casimires,
era también un ritual de prosperidad que usaba el Rey Casimiro, creía que
alimentar a los ratones le traería más prosperidad. De pronto ante los ojos
estupefactos de los duendes, los rollos de finas telas comenzaron a moverse
solos de un lado para otro, Polaris que era el más viejo de los cuatro duendes
que estaban en la bodega exclamó:
-¡Santos telares! ¡Qué desamarres hemos hecho!
Había terminado de exclamar cuando el rollo de casimir ingles le cayó encima,
dejándolo desmayado. Los otros tres duendes corrían tratando de esconderse,
entre telas y telares al mismo tiempo pronunciaban algunas palabras mágicas.
El rollo de casimir italiano como por arte de magia y pareciendo una persona
comenzó a hablar gritando:
-¡Que te haz creído muchachito! Los casimires somos únicamente para ser
usados por personajes importantes y tú me quieres hacer traje para ese
príncipe Solitario.
El pequeño duende llamado Agujita, sintió como si la tela le hablara a él y
debajo del dedal del sastre Casimiro se fue a esconder. El tercer duende
llamado Hilasin, corrió y detrás de la Taza del café que usaba Casimiro se
escondió. El cuarto duende se llamaba Serpentino, era muy valiente, sagaz,
prudente e inteligente y desde su escondite que era el tarro de arroz para los
ratones, veía con sorpresa todo lo que a su alrededor sucedía, a su lado estaba
el ratón Telarin, también observaba desde su tazón que consideraba su casa.
Las telas comenzaban a saltar y a golpearse contra la pared queriendo escapar
del bodegón, los golpes eran estruendosos, las cosas caían por doquier, las
telas verdaderamente se habían vuelto locas y los telares le seguían el juego.
Serpentino desde su corazón lanzaba palabras mágicas para detener a los
telares y telas, por más hechizos que lanzaba, seguían enfurecidos. El ratón
Telarin de pronto le hizo una seña con su dedo a Serpentino, para que
guardara silencio. Luego tomó ante los ojos asombrados del pequeño duende,
unos granos de arroz y pronunció sobre ellos estas palabras mágicas:
-Por el poder de todos los elementos de la tierra, que estas telas y telares se
transformen en elegantes trajes para los humanos de la tierra, que siempre
estén vestidos como finos caballeros sin un peso y sin dinero, tilín, tolón, como
Casimiro que de un rayo murió.
Cuando terminó de pronunciar su hechizo mágico, se sentó a llorar la muerte
de su gran amigo Casimiro, viendo como las telas y telares volvían a su lugar.
En la mansión del Príncipe Solitario, efectivamente, el gran sastre Casimiro
había muerto unos instantes antes, recordando a los pequeños ratones que
alimentaba con su arroz y entre ellos a su gran amigo Telarin. Telarin sabía que
algún día su amigo Casimiro moriría, dejándole el encargo de hacer los trajes
para el príncipe Solitario y para el resto de la humanidad.
Lloró la muerte de su amigo solo un día, no podía llorarla más porque la misión
que le había dejado Casimiro era muy grande para él y debía buscar la forma
de organizar no solo a los cuatro duendes, sino a toda la comarca de duendes
del reino de Casimiro.
Inmediatamente los convocó a una reunión en la que les hizo saber el sueño
de Casimiro:
Vestir a los humanos desde el más pobre hasta el más rico con sus finos trajes
de casimir, usando solamente sus deseos de vestirse.
Toda la comarca de los duendes sentía un poco de tristeza por el Rey
Casimiro, al que habían despedido con una suntuosa ceremonia. Unidos en
semejante tristeza aceptaron al ratón Telarin como su nuevo dueño y rey de la
comarca.
Al cabo de unos días toda la comarca trabajaba incansablemente haciendo
finos trajes para los humanos y para el príncipe Solitario, que unos días
después compartiría con la humanidad, su secreto de la riqueza y prosperidad
en la que vivía. La mucama despertó a los dos días sin recordar porque había
subido al tercer piso de la enorme mansión e inmediatamente comenzó a bajar
los trescientos escalones que había subido, sin siquiera asomarse a la sala de
sastres.
Secreto
En el bosque de la sierra de Chiapas, pastaba un pequeño venado de nombre
Sada, su piel suave y brillante resaltaba con los rayos del sol. Esa mañana de
primavera, luego de comer y saciar su hambre, sintió sed y decidió acercarse al
río, faltaban unos metros cuando vio a lo lejos un cuadernillo tirado en el pasto.
Se acercó y con su húmeda nariz lo olfateó y como su mamá lo había
enseñado a leer, comenzó a deletrear lentamente las bien escritas letras de
color de oro sobre la pasta morada que rezaban:” El Secreto de la felicidad”. Lo
leyó varias veces, para practicar su lectura. Su olor le parecía agradable y lo
olía al mismo tiempo que leía una y otra vez, también levantaba la mirada hacia
el sol como preguntando:
-¿De veras este es el secreto de la felicidad?
Enseguida se pregunto así mismo:
¿Soy feliz, o abro este cuadernillo? Lo mejor será que lo abra
Después de algunos esfuerzos, con su patita izquierda detuvo la pasta y la
primera página decía:
-¿Quiere ser un niño feliz? entonces repita 108 veces:
Hare Krishna
Hare Krishna
Krishna Krishna
Hare hare
Hare rama
Hare rama
Rama rama
hare hare
Lentamente cambio de página y la de enseguida decía lo mismo, una pagina
más y decía igual entonces pensó:
-¡Que extraño libro!
En ese momento se olvidó de tomar agua y con su hocico levantó el libro y
corrió velozmente hasta la cueva donde dormía. Revisó lentamente y con
calma página por página, hasta que por fin se decidió y dijo en voz alta:
-Si este es el secreto de la felicidad, lo repetiré una y otra vez, para ver que
sucede
Obediente siguió las instrucciones al pie de la letra. Después de haberlo
repetido las 108 veces diez y seis veces al día, sentía cosquillas en el
estomago, hasta que rodó de risa por el suelo. Instantáneamente después de
unos minutos se transformó en el Príncipe Feliz. Su ropa ahora era sencilla y
elegante. Curiosamente comenzó a ver hacia fuera de la cueva, ahora veía los
árboles chiquitos, pero le parecían hermosísimos y entonces dijo:
-Aquí viviré, entre mis árboles para ver que pasa
Paso el tiempo y cada día aprendía cosas nuevas. Los árboles le contaban sus
secretos, y los animales que eran sus amigos lo visitaban frecuentemente.
Finalmente los humanos se hicieron sus amigos y él les enseñó los secretos de
la naturaleza para todos los tiempos sin fin. Ma in mochihua.
Séptimo
Hace trillones de años, hubo una magnifica reunión, a la cuál fueron
convocados los más sabios Dioses del universo, para deliberar donde
esconderían el séptimo sello que daba poder a la humanidad para crear
armonía. Estos Dioses eran ególatras y rateros, aborrecían compartir el don de
la vida, la eternidad, y la armonía. Eran aproximadamente doce, cuando
estaban todos reunidos el más sabio de todos propuso:
-Escondámoslo en el ombligo del Dios del fuego, en Quetzalcóatl, ahí nunca
será encontrado.
Al principio, los otros sabios Dioses no estaban de acuerdo y propusieron miles
de opciones que iban anotando en un pizarrón de granito, luego entre todos
eligieron la mejor opción, que era la primera. Inmediatamente le encargaron la
misión al valiente, Dios Antropodo.
Una
hermosísima
mañana
de
primavera,
Quetzalcóatl
descansaba
tranquilamente bajo una frondosa higuera, había buscado el sello perdido en
diferentes partes del mundo, sin encontrarlo. Estaba profundamente dormido,
cuando llego Antropodo y le sopló en el ombligo, escondiendo inmediatamente
el séptimo sello. Pasaron siglos y siglos antes de que el Dios del fuego
Quetzalcóatl pudiera despertar. Cuándo lo hizo, era el año dos mil nueve de
nuestra era, ese día Quetzalcóatl estaba escuchando los consejos de un
riquísimo joven que soliloquiaba para si mismo. Sorpresivamente en ese
instante apareció en medio de humo y estrellas de colores, un ángel de
apariencia oscura y le señaló con su dedo índice el estómago al Dios del fuego,
al señor Quetzalcóatl, quién inmediatamente del susto cayó desmayado. A los
pocos días, Quetzalcóatl despertó, se tocó el estómago, recordando lo que
había pasado. Los más afamados médicos de su tiempo, en medio de su
ignorancia y en la mejor intención de ayudar le habían cortado quince
centímetros de su intestino. Algunos días después fuera de su ensoñación,
Quetzalcóatl meditaba sobre su sofá reclinable de color café, se volvió a tocar
la herida que habían dejado los médicos, pero rápidamente, apareció ante sus
ojos el séptimo sello que tanto había buscado para liberar a la humanidad. Feliz
como nunca antes y olvidando que los Dioses eran ególatras, convocó a la
humanidad a un ceremonial especial donde compartió el sello, liberándola para
siempre. Los malvados Dioses, nunca pudieron hacer nada en contra de la
humanidad, que gracias al sello recuperó su poder de crear armonía para toda
la eternidad. Ma in Mochihua
Ser
Había una vez un reino llamado Abundancia duradera y en el un hermoso
castillo, estaba situado en una colina alejada del resto del reino. Ahí vivía una
bella princesa llamada Cilgina. Había animales mágicos, de unos y de otros
entre ellos perros, gatos, gallinas, chivos y demás. Una hermosa y fresca
mañana de primavera, en el que ya era el tiempo del nacimiento de los pollitos,
Cilgina fue al granero, le gustaba ver a las gallinas:
-¡Que sorpresa! Exclamó – ¡Mira nada más que hermosa estas, has tenido
once pollitos! ahora eres una orgullosa mamá y deberás cuidarlos muy bien.
Enseguida tomó uno a uno con sus manos, y los iba acariciando al mismo
tiempo que les decía palabras cariñosas. Algunos eran blancos otros eran de
plumaje negro y había uno parecido a la señora Pecas, era más pequeño que
los demás y muy curioso por cierto, ya que quería conocer el mundo nuevo a
donde había llegado. La princesa Cilgina lo llamó Caritoso, cuando terminó de
acariciarlos a todos, corrió por entre los jardines del castillo hasta llegar con el
rey Muruel su padre y de inmediato le contó que la gallina Pecas había tenido
once pollitos, emocionado el rey, ordenó a uno de sus lacayos que de
inmediato la pusiera en una casita especial para su cuidado. El rey y la
princesa estaban muy felices de tener una nueva familia de polluelos y los
cuidaban con esmero.
Habían pasado ya dos meses desde aquel maravilloso nacimiento de los once
pollitos y el lacayo vio que ya estaban grandecitos y listos para devolverlos al
granero. Con prontitud se lo hizo saber al rey quien de inmediato ordenó que
los llevaran de regreso. A la mañana siguiente el pequeño Caritoso estaba todo
picoteado, le sangraban sus alitas y su apenas perceptible colita. La princesa
llegó en cuanto había salido el risueño sol y en cuanto vio a Caritoso lo tomó
entre sus manos y exclamó:
-¡Válgame, por todos los animales del universo! ¿Qué te ha pasado? ¡Mira
nada más en que estado te encuentras!
Inmediatamente corrió a curarlo, con él llegó hasta donde estaba el rey y le
dijo: -Padre, mira nada más, los otros pollos del granero no quieren a Caritoso,
ve como lo han dejado.
El rey dejo de hacer lo que hacía y puso atención en lo que la princesa le
decía, observó a Caritoso y exclamó:
-¡Mi pequeño! ¿Que te ha pasado?
-¡Pío, pío, el gallo me quiere comer! -
Decía Caritoso con su piar desde el fondo del corazón.
El rey le dijo a la princesa mientras acariciaba las heridas de Caritoso con su
mirada:
-Hija, llévalo a tu habitación hasta que sus heridas sanen.
La princesa que lo mimaba tanto se lo llevó a su dormitorio y entre las sabanas
de polar le hizo un nido y lo dejó descansando hasta el anochecer en el que
ella volviera para descansar.
Ya había llegado la noche cuando la princesa entró en su dormitorio
sigilosamente, para no despertar al pequeño Caritoso, lo observó con cuidado,
parecía desvalido, con las plumitas ajetreadas, ella sintió ternura y exclamó:
-¡Mañana estarás mejor!
Con sigilo, la princesa se acostó a su lado y se quedó plácidamente dormida.
Al amanecer, los rayos del sol calentaban la mañana cuando la princesa
despertó y recordó al pequeño Caritoso, lo buscó entre las sabanas de polar y
Caritoso no salió por ningún lugar. Asustada exclamaba:
-¡Oh, por todos los animales del universo! ¿Dónde estás Caritoso? ¡Que
descuidada he sido, olvidé cerrar la ventana por la noche! ¿Te habrá comido
Ojiverde? ¡No, que horror, comido por una gata! ¡Que muerte tan horrible!
Lo buscó por doquier y no lo encontró, luego corrió hasta donde el rey
desayunaba complacido por la hermosa mañana. Al llegar mencionó entre
sollozos: -¡Oh, padre! ¡Que descuidada he sido! Dejé la ventana de mi
habitación abierta toda la noche y la gata se ha comido a Caritoso.
El rey inmediatamente dejó de desayunar, llamó a sus lacayos y entre todos
comenzaron a buscar a Caritoso. Después de unas horas de búsqueda
quedaron convencidos de que Ojiverde se lo había cenado. La princesa Cilgina
no cabía de pena y dolor, al pensar en la muerte de su pequeño amiguito.
Finalmente todos convencidos de la muerte del pequeño Caritoso volvieron a
sus actividades normales entretanto el rey le decía a la princesa:
-Esta vez mataré a esa gata, porque no volverá a comerse otro pollo.
La princesa quería a todos los animales y al escuchar a su padre respondió:
-No padre, la gata no tiene la culpa, yo soy la culpable por dejar la ventana
abierta.
El rey que era todo amor con su hija la miró a los ojos y le dijo:
-Es verdad hija de mi alma, pero a ti no puedo matarte por la muerte de un
pollo, entonces yo sería un rey injusto, haz tu lo que juzgues conveniente con la
gata.
La princesa se secó sus lágrimas con su pañuelo y respondió al rey:
-Si padre, le impondré un castigo ejemplar, para que aunque yo deje la
ventana abierta o los pollos a su alcance, los sepa respetar. Entretanto iré a
darle de comer a las otras gallinas ya es tarde y han de estar hambrientas.
Con el permiso del rey, la princesa corrió al granero, empezó a saludar a las
gallinas y cuando llegó con la gallina Pecas, el corazón se le partía de dolor,
ponía los granos de maíz en el comedero con sus finas manos, los polluelos
que ya eran todos adolecentes se acercaron a comer y al ultimo llegó
trastabillando el pequeño Caritoso, en ese instante la princesa lo miró con sus
grandes ojos negros y exclamó:
-¡Caritoso! ¡Amiguito de mi alma, mira como estas! ¿Pero, como llegaste
hasta aquí? ¿Por donde entraste? ¡Estas vivo!
Efectivamente era increíble que Caritoso estuviera vivo, lo más impresionante
es que no había lugar por donde él pudiera entrar al granero e inexplicable que
estuviera en compañía de sus diez hermanitos. La princesa lo tomó con sus
manos y acariciándolo exclamó en voz alta:
-Tienes razón, no podías estar mejor cuidado, que bajo las alas de tu
protectora madre.
-Pío, pío, pío –Respondió el pequeño Caritoso.
Al paso de los días de esa fecunda primavera, nacieron miles de pollitos en
todo el reino de la Abundancia Duradera. Mientras tanto la gata Ojiverde movía
la cola al observar desde la ventana de la habitación de la princesa, las gallinas
que cuidaban de sus pollos que para nada se le antojaban, le daba asco el olor
a pollo.
Soledad
Hace millones de años, en un país lejano llamado México, Había una hermosa
y mágica ciudad de nombre Zacatecas, estaba construida de cantera color de
rosa. Una hermosa y fresca mañana de primavera, los médicos afamados que
vivían en el centro de la ciudad, descubrieron mediante largos estudios, que los
niños estaban muriendo alrededor de todo el mundo, a causa de la soledad.
Esta era producida por los maltratos que sus padres les daban, sus malos
cuidados y el largo tiempo que los dejaban solos. Los médicos, angustiados
convocaron a todos los sabios chamanes del universo. Un día antes del evento,
prepararon una sala enorme y colocaron tres mil sillas, habían enviado tres mil
invitaciones. A la mañana siguiente, los organizadores se bañaron, se ataviaron
con su mejor traje, se desayunaron y se fueron temprano a la sala, para
verificar que todo estuviera en perfecto orden. Cuando llegó la hora de
comenzar la reunión, sólo habían llegado dos sabios, a los cuales los recibieron
muy amablemente. El nombre de ella era Princesa Siempre Fuerte, y de él,
Valente Guerrero. Esperaron treinta minutos más y ya no llegó ningún otro
sabio. De pronto en la oficina de organización, el médico más ocupado en el
asunto, de nombre Hipólito, despotricaba de la siguiente forma, frente a su
compañero Claudio:
-¡Mira nada mas, todavía que tenemos la amabilidad de invitarlos y los muy
ingratos no llegan! ¿Qué vamos a hacer con tanto café, galletas, té y fruta?
En ese instante se acercaba Valente Guerrero y al escuchar respondió:
-¿Para que quieres tantos sabios? Cuéntanos ¿Cuál es tu problema? y lo
resolveremos, en cuanto a los alimentos, envíalos a las escuelas de la ciudad.
El médico, más angustiado que nunca, le contó su preocupación, Valente
Guerrero lo escuchó con atención y respondió: -Danos dos días, y tu domicilio y
nosotros iremos a visitarte.
Hipólito extrañado por la seguridad y la franqueza del sabio, se la anotó en un
papel. Valente Guerrero y su esposa Princesa Siempre Fuerte, salieron
después de despedirse amablemente de los médicos. Caminaban rumbo a su
casa, en las montañas cercanas a la ciudad de Zacatecas y en el trayecto,
Princesa Siempre Fuerte le dijo a su esposo:
-Oye Valente, ¿Que te parece si hacemos unos volantes, con mensajes para
los papás de los niños?
A Valente no le gustó la idea, pero quería mucho a Princesa Siempre Fuerte y
le respondió:
-Intentémoslo, que tal y resulta.
Diligentemente en cuanto llegaron a su casa, Princesa Siempre Fuerte, se puso
a redactar el volante, pensando en que si no ayudaban a los niños, la raza
humana quedaría exterminada. Con tinta china, redactó el volante que decía:
-¿Sabías que en nuestro país, los niños no se mueren de hambre, como en
áfrica? Se mueren de soledad, y según las estadísticas, México es el país de
mayor mortalidad, por esta causa. El día de hoy dales el mejor regalo, un
abrazo y toda tu paciencia. Cuando hagan berrinches dialoga con ellos y
recuerda, evita a toda costa maltratarlos, son el motor que mueve al mundo.
Sus berrinches son su única forma de llamar tu atención. Recibe un abrazo con
amor de Valente Guerrero y Princesa Siempre Fuerte.
P.D. Cuando termines de leerlo, pásalo más delante.
En ese tiempo, ya existía el correo electrónico y la Sra. Princesa se lo agregó.
En cuanto lo terminó se lo mostró a su esposo, a él le gustó lo que decía y
enseguida le ayudó a imprimir seiscientos volantes. A la mañana siguiente en
cuanto el sol salió, los dos sabios, amantes de los niños,
y del universo,
partieron hacia la ciudad a repartirlos. Cuando terminaron, observaron que los
papás de los niños, se quedaban serios, algunos soltaron una lágrima, otros
leían el volante y lo guardaban y otros lo pasaban más delante. Al siguiente,
día la voz se había corrido por toda la ciudad, a los ocho días había recorrido
todo el país mexicano, a los quince días la noticia llegó hasta Japón y a los
treinta días había recorrido el mundo entero. Los médicos, jamás volvieron a
ver a los sabios que habían resuelto el problema. Los papás, aprendieron a
cuidar a sus niños y desde ese día los niños de todo el mundo sonreían, fueron
nombrados, Niños patrimonio cultural de la sociedad, para toda la eternidad.
Sostenme
Érase una vez el reino del amor, con un castillo hermosamente construido de
gotitas de amor, no había otro igual en ninguna parte del mundo, ahí vivía el
rey Juan Sostenme, de pronto una mañana que estaba desayunando fruta y
miel miró que las ventanas del castillo se estaban derritiendo, asustado llamó al
anciano Juan Remedios, miembro del consejo secreto del reino:
-Juan, estoy alarmado, mira el castillo se está cayendo, ve inmediatamente y
busca como repararlo.
-Pero señor, eso es imposible, usted sabe que lo construimos con una receta
secreta, la cual desechamos para que no fuera descubierta.
-Yo soy tu rey, me debes respeto y debes obedecer mis órdenes, ¡Cómo lo
resuelvas no es mi problema! Busca la receta hasta en lo mas recóndito del
reino, alguien más sabio que tu y que yo la debe tener por ahí guardada.
A la mañana siguiente Juan Remedios a sugerencia del segundo concejal se
trasladó hasta la cueva de Naica, donde solo encontró unos enormes cristales
de cuarzo y a los ingenieros reparando la entrada. Ellos le dijeron:
-Vaya a la mina del Edén, ahí vive Juan Roque, tal vez él tenga la receta.
Esperanzado se fue a la mina del Edén, donde le contaron la leyenda de Juan
Roque el minero. Descansó tres días, al tercero mientras desayunaba un
minero le preguntó:
-¿Que busca usted tan lejos del reino?
-La pócima de las gotitas de amor, con la que fue construido el castillo.
-Mire Juan yo la tengo, esta en mi poder desde hace cuatrocientos cincuenta
años.
Los ojos se le iluminaron al mismo tiempo que tomaba el papiro con sus
manos, lo leyó y de inmediato se trasladó al castillo. El rey la leyó y le dijo:
-Efectivamente, esta es la receta, ponga manos a la obra en compañía de los
otros concejales.
En el laboratorio la escribió en el pizarrón:
Siete horas de gotas de amor.
Una flor de mimulo.
Tres flores de sclerantus.
Cinco flores de limón.
Siete flores de durazno. –Revisaron la receta, buscaron los ingredientes, pero
el frasquito de gotitas de amor estaba vació.
-¡Oh no! –No tenemos gotas de amor –Exclamó Juan Remedios
-Hay que avisarle al rey –Dijo Juan Pinché
-¡Esto es el colmo, todo queremos que resuelva el rey! ¡Debemos pensar por
nosotros mismos y arreglarlo!
Un hada que había escuchado, salió de en medio de los frascos, era el hada de
los remedios del amor:
-¡Plash! ¡Plash! –Aplaudió y gritó: -Pongan atención, ¡A duras penas, puedo
creer que hayan olvidado cuales son las gotas de amor!, si ustedes continúan
con semejantes lentitudes nos vamos a quedar sin castillo. Las gotas de amor
son siete horas de sol en el tiempo 13.60
-¡Oh! ¡Lo había olvidado! –Exclamó Juan Remedios – ¡Eres maravillosa!
-¡Maravillosa! ¡Maravillosa! ¡Maravillosa! Es lo único que sabes decir
¡Siempre te tengo que andar sacando de aprietos!
-Bueno eso es lo que hacen las hadas, ayudar a los humanos.
-¿Y porque crees eso?
-Lo dicen los cuentos
-Muy leido y escribeido has de estar ¡Es por sus burradaaas! ¡Burradas!
Burradas!
-No somos tan burros –Tienes razón los burros se ofenden, ya casi me daban
ganas de hacer que te salieran orejas como a pinocho, pero como ellos no
tienen la culpa mejor me voy.
-Gracias.
-¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Muy gracioso! –Levantó el vuelo dejando una
estela de colores.
En un mes, juntos reconstruyeron el reino, ¿Sabe usted cuantas monedas de
oro pagó el rey a los concejales? Mejor se lo digo porque ya se que no piensa,
pero yo sí: El diez por ciento de monedas y billetes que movían los bancos
diariamente en todos los reinos del mundo.
Té
Hubo una vez en la ciudad de Zacatecas, México. Una gran reunión, con el
motivo de compartir un ceremonial de abundancia, con toda la humanidad.
Acudieron los más sabios Chamanes de universo, había hombres y mujeres.
Cuando el ceremonial se terminó, sólo unos cuantos se sentaron en círculo a
disfrutar el itacate que habían llevado para degustar. De pronto la más bella del
grupo de nombre Acualxochitl preguntó:
-¿Porqué, sólo había café en la mesa, de servicio?
La más inteligente de los asistentes de nombre Mazacoatli respondió:
-También había té, ¡Pero no había agua caliente y limpia, toda estaba sucia,
llenaron las dos cafeteras de café de olla!
De repente los sabios que habían organizado el evento a coro contestaron,
para justificar su acción:
-Toda el agua estaba limpia, nosotros la pusimos.
Para no hacer un conflicto mayor, Mazacoatli pensó en sus adentros ¿Cómo le
harías para preparar un té, en una taza con café? ¿Sabría delicioso? ¿Sabría a
rayos y centellas? mejor me callo, capaz que se inicia una guerra campal.
Los sabios también estaban esperando continuar la conversación. Luego la
más fina de los Chamanes, de nombre Citlali dijo:
-El agua sólo tenía café.
Mazacoatli guardó silencio por un segundo y respondió:
-Ya olvídalo, lo bueno es que me entendieron, o me di a comprender.
Los sabios guardaron silencio, para seguir degustando sus alimentos, pero
cada uno en su interior, analizaba lo del agua sucia. Cada uno sacó, su
conclusión y la guardó en su corazón, para compartirla en el próximo
ceremonial, del siguiente año. Mazacoatli que era la más inteligente continuó
pensando:
-M.M. Entre sabios te encuentres, jamás habrá conflicto, ni guerra, pues el
arte de la guerra, es no llegar a la violencia
Telaraña
Patanegra, la Reina de las arañas, está sentada descansando en su telaraña,
ve a su alrededor y piensa:
-Alimento no me falta, pero estoy aburridaComienza a idear que hacer y camina por toda la telaraña para revisar que está
perfecta, al confirmar que así es, regresa y se sienta.
Para entretenerse
comienza a atrapar moscas, mosquitos y zancudos. En un sólo día a atrapado
tantos, que su telaraña del peso, se cae de la esquina donde la tenía. Junto
con los mosquitos, moscas y zancudos, Patanegra se ha quedado enredada y
rueda por el suelo. Con mucho esfuerzo, después de un rato, logra liberarse de
su telaraña y se sacude con sus manitas diciendo:
-Hay señoras sin quehacer, que buscan con que padecerEnseguida comienza a subir lentamente por la pared blanca y en ese instante
llega Laurita, la dueña de la casa. Al entrar lo primero que ve, es a Patanegra
escalando y del impacto da un grito:
-¡Hay!Inmediatamente piensa en matarla, entonces la observa y se dice:
-Es un ser vivo, que no me ha hecho nada, lo mejor es respetarlaLuego toma la escoba y con cuidado la lleva al jardín. Patanegra corre con
miedo a esconderse, mientras Laurita la mira correr entre las plantas.
Tríos
Érase una vez el rey Juan Deleite, vivía dentro de una guitarra, le daba miedo
salir a conocer el mundo, una tarde Juan Omar organizó un trío, espero que
usted sepa que es un trío, practicaron y practicaron hasta que los dedos se les
cansaron, así duraron veinte años, hasta que se transformaron en un trío
mágico. Lo llamaron Metsonalli, en otras palabras quiere decir luz de luna. Su
hada Juana Viridiana cantaba como realmente cantan las hadas y Juana Sara
tocaba la guitarra igual que Juan Omar, desafortunadamente, ninguna persona
los contrataba, sin embargo ellos no perdían la esperanza y un buen día la
directora de la casa Jesús Terán los contrató. Ocho días antes del recital
practicaron como nunca en sus vidas y Juan Deleite salió a ver que pasaba, se
colgaba de una cuerda y de otra parecía un changuito, el hada que vivía en la
guitarra de Juana Sara, también salió y exclamó:
-¡Guau! ¿Qué ven mis ojos? ¡Un duende pequeñísimo y usa corona!
De inmediato voló y en el oído le dijo:
-¡Hola Valiente Guerrero!
-¡Ay! ¡Me asustaste! ¿Te quieres columpiar conmigo?
-Sí
Mientras las guitarras eran tocadas por tan buenos guitarristas, ellos se
columpiaban felices, desde ese día al trío lo contrataron continuamente y ellos
jugaban, perdón, perdón, perdón, ¿Cómo se llama el cuento?
Veterinarios
Érase una vez el rey Juan Escritor, su reino era mágico como ningún otro, se la
pasaba escribiendo todo lo que veía con su imaginación, una fresca mañana de
la eterna primavera, había desayunado un enorme jugo de naranja y se
paseaba en la sala de escritura, imaginando los personajes de su siguiente
obra. Veía los elegantes y bellos cuadros empotrados en la pared de pronto
exclamó:
-¡Ya me cansé de usar los peros, he puesto muchísimos en mis cuentos,
ahora usaré el sin embargo! ¡Eso es, una nueva palabra mágica para cazar
ratones! ¡Sí. ¡Sí! Mm. esto me emociona veamos.
Se sentó frente a su Laptop (computadora Portátil) para el que lo desconoce.
La encendió y en ese momento entró su ama de llaves:
-Su majestad ha llegado Juan Veterinario.
-Hazlo pasar.
-Buenos días su majestad, vengo a que me autorice hacer injertos de
lagartos con puercos.
-Sin embargo pasemos a la sala de explicaciones:
El rey al llegar a la sala escribió en el pizarrón:
Las palabras Pero, Sin embargo y Aunque son borradores cerebrales. Ejemplo:
Yo maté cien lagartijas, pero salve 3, 000,000 ¿Cuántas lagartijas asesiné?
-100
-Nop
-Lo dejo unos minutos en la sala para que encuentre la respuesta, pasaron
treinta minutos, dos horas, un día, una noche, el rey no volvió a la sala y el
veterinario no salía, entretanto el rey escribió un cuento, una anécdota, la mejor
poesía de su vida , la leyenda del durazno. A la mañana siguiente recordó a
Juan Veterinario.
-¡Perdón, Perdón! ¡Cuánto lamento haberme olvidado de ti! sin embargo hoy
es un nuevo día y supongo que ya tienes la respuesta.
-Ya usé la computadora, la calculadora, el lápiz y el cuaderno, pero no
encuentro la respuesta.
-Sin embargo fuiste a la universidad real
-Si su majestad -Bien irás a su biblioteca publica y buscarás el libro de
Gimnasia Cerebral, en caso de que no comprendas el termino, buscas en una
pagina del diccionario Larousse la palabra Gimnasia y en otra pagina Cerebro,
no se te vaya a ocurrir buscar las dos palabras en la misma pagina.
-Pero su majestad
-Sin embargo, hoy amanecí un poco sordo, he trabajado demasiado.
-Pero su majestad
-Sin embargo cuando termines de hacer eso, vas y revisas el reino, recoges
todos los perritos callejeros los bañas, los alimentas y les buscas un dueño. En
algunos reinos del mundo hay cada loco, que no quisiera que eso pasara en mi
reino. Además en este reino no comemos tacos de perro y menos en Gorditas
Doña Julia.
-Pero su majestad
-Sin embargo, cuando termines vas y lavas todo los coches del reino,
incluyendo sus caballos.
Juan Veterinario iba anotando todo lo que el rey ordenaba y se dio cuenta que
cada vez que decía pero las órdenes del rey iban en aumento y decidió
quedarse callado.
-Ve y haz todo lo que te digo al pie de la letra.
En silencio salió y él se quedó pensando:
-¿Cuántos locos habrá en el mundo? Y ¿Cuál será el nombre de mi siguiente
cuento? ¿Lo sabe usted? Por favor hágamelo saber creo que se me ha borrado
la memoria.
Violines
La música de los violines se escuchaba rítmica y melodiosa, las paredes de La
casa Jesús Terán sonreían al sentirse acariciadas por tan bella música, en una
silla, la pequeña Magda de siete años de edad se preguntaba:
-¿Como haré para aprender a tocar el violín como ellos? –Era la primera vez
que asistía a un concierto de cámara. –En cuanto el concierto terminó le
preguntó a su mamá – ¡Oye mamá! ¿Cómo se le hace para aprender a tocar el
violín?
-Muy fácil hija, solo tienes que comprar un violín, inscribirte en la escuela de
música, asistir todos los días y tener mucha paciencia.
Al cabo de un tiempo Magda fue inscrita en la escuela de música, algunas
veces se le rompían las uñas por tocar el violín, las ocasiones que no podía
sacar alguna nota, le daban ganas de aventarlo por allá y no volver a saber
nada de él, pero se acordaba de la palabra paciencia que su mamá le había
explicado muy bien y seguía estudiando. Con los años se transformó en la
mejor violinista de su país.
Volcanes
Ahí estaba la bellísima princesa Dhalí sobre el lujoso sofá de piel de vacuno,
vestida con su pijama de seda color morado, lista para irse a la cama en
cualquier momento, entretanto leía una historia de amor, la más hermosa que
jamás haya leído mortal alguno, entró la mucama y colocó unas gotas del
delicioso aroma de incienso, sobre el difusor eléctrico maravillosamente
adornado por las manos de los artesanos mexicanos, en unos minutos el
aroma fue impregnado el ambiente, y Dhalí se quedó plácidamente dormida, de
pronto el libro cayó de sus manos, sobre la alfombra adornada con flores.
Instantáneamente ella entró en el mundo mágico de los sueños donde todo se
hace realidad, de repente comenzó a correr sobre la colina, bellamente
adornada por las flores de la primavera, en segundos ya estaba en su castillo
frente a su tocador de madera finamente labrado por los mismos artesanos
mexicanos de su reino, tomó su cepillo y comenzó a cepillar su larga y negra
cabellera, de repente vio con detenimiento su delicado rostro, sus ojos de color
café enmarcados por el maquillaje que se había puesto al amanecer, tocó sus
labios con la punta de su lengua, observó con detenimiento sus rosadas
mejillas y sus pestañas largas y negras las cuales había resaltado con el rímel
por la mañana, luego exclamó:
-¡Pero que me pasa! ¿Cómo es que me he enamorado de ese hombre?
¡Necesito urgentemente encontrarle todos los defectos del universo! ¡Sacarlo
inmediatamente de mi corazón, de mi mente, de mi vida! Veamos que es lo que
no me gusta de él:
Sí, sí es un prepotente de primera, ni siquiera sabe escuchar a las personas,
es impaciente, pedante, además se cree el dueño del mundo, solo usa dos
palabras para hablar: ¡Hola, gracias!
¡De nada! ¡Te amo! ¡Buen día! ¡Que
noche! ¡Lo olvide! ¡Feliz noche! ¡Precioso Día! ¡Buenas tardes! ¡Buenas
noches! ¡Que flojera!
El otro día en la reunión le alcance a ver por entre la camisa, la medalla que
reza: úsese y tírese, siempre usa solo dos palabras, es lo único que le he
escuchado hablar, es extraño, espera que los demás hablen y solo se limita a
usar sus dos palabras, sí, es enigmático ¿Conocerá las apotemas? …. En boca
cerrada no entra mosca, el pez cae por su propia boca, prever es prevalecer,
los grandes habladores son como vasos vacios que hacen más ruido que los
que están llenos, por las entradas y los mutis los conoceréis etc.
Definitivamente ninguna persona merece nuestras lágrimas y quién se las
merece no nos hará llorar, yo he llorado mucho por mí, por haberme
enamorado de un perfecto patán, sí, ¡Por mi bien! debo encontrarle todos los
defectos del mundo, cuando lo presentaron dijeron: - El diplomático por la paz.
Seguro es igual al resto de los diplomáticos ¡Mata para sobrevivir! Claro la
diferencia, con educación, no debo pensar ni siquiera un segundo en
acercarme a él, ¿Que se me acerqué? ¡Espero que ni siquiera lo piense! y
como siempre, finamente vestido con sus trajes de marca renombrada, que
sirven igual que los de cualquier marca, sus rimbombantes palabras, tan
rebuscadas, tan labiosas y entrenadas, aún así, sus tan bien estudiados y
acartonados movimientos, simplemente perdió su naturalidad, encerrado en su
pequeña capsula de inhumanidad, todo digno y acentuado para un barbaján
como los de su clase. De divino no tiene ni siquiera un cabello, de espiritual
mucho menos, eso sí, muy estudiado, mucha universidad, ¡Patrañas! Una
hermosa princesa como yo no es para un patán como ese! Esas terribles
palabras de úsese y tírese definitivamente no me funcionan. ¡El merengue no
se hizo para los burros!
En ese instante la imagen del barbaján, apareció nítidamente en el adornado
espejo del tocador, estaba exactamente como la princesa lo recordaba, podía
ver claramente la medalla que en letras de oro resaltaba las duras palabra:
úsese y tírese que tanto le dolían Finamente vestido con su traje de marca
reconocida, pero en cuanto lo vio, todo lo que pensaba de él se esfumó, lo
amaba profundamente, apenas lo veía y quería que la tierra se la tragara,
sentía una maraña de emociones, un cumulo de sentimientos encontrados, que
la hacían pensar que los humanos somos cien por ciento emocionales y
exclamaba en su interior:
-¡Trágame tierra! ¡Hazme diminuta! ¡Transfórmame en hormiga! ¡No, no
mejor transfórmame en asquelito! ¡Que no me vea! ¡Que no me vea! Ya sé,
¡Mejor desaparécelo del planeta por favor¡
Luego continuaba con toda la emoción de que era capaz:
-¡Mejor no¡ ¡Porque lo amo con todas mis fuerzas! está hermoso, además es
culto, tiene todo lo que una princesa como yo pudiera desear: La sabiduría
¡Pero no! Nunca podría vivir con un hombre de úsese y tírese, ¡Jamás! es más
ni siquiera pensarlo, tan solo imaginarlo ¡Que flojera! Diría él, además ni que
fuera una servilleta desechable, yo merezco más que eso, mm… ¡Diplomáticos!
¡Pamplinas! ¡Que siga su camino!
¿Qué me atrae de un príncipe? Sí la sabiduría, pero un hombre así, no es un
sabio, espero estar equivocada y que este príncipe no sea azul, porque esos
ya pasaron de moda, resultan verdaderos barbajanes y ya no estamos para
sueños guajiros, un verdadero príncipe es controlado de sí mismo, no fuma
porque él es más fuerte y poderoso que un simple cigarro de diez centímetros.
Una botella de vino de un litro no lo convence, ni le gana, es trabajador y
complaciente, moderadamente…interesante, enigmático, educado y….
La princesa no había terminado de dibujar al que quería que fuera su príncipe
amado, cuando una araña de pata delgada y pizpireta cayó del techó sobre su
delicado rostro, en cuanto la sintió inmediatamente de un salto se levantó del
mullido sofá y gritó:
-¡Ay! ¡Una araña!
Rápidamente se sacudió el rostro con la mano derecha y la pequeña arañita
sobre la alfombra fue a caer desmayada, la mucama al escuchar el grito entró
corriendo, para ver que sucedía, la princesa le indicó con su dedo índice de la
mano izquierda la pequeña araña, inmediatamente la mucama corrió por el
recogedor de basura y la escoba, enseguida la mató y le sonrió a la princesa,
ella levantó su libro, lo puso sobre el tocador, se sentó sobre el banco del
tocador y observó el espejo, luego en voz alta mencionó:
-Que sueño tan extraño he tenido, pero… -Será que los defectos que le
quiero ver al príncipe, los tendré yo, no lo sé, entretanto analizaré esta
pregunta:
-¿Cómo le hago para invitar al Dios del universo a tomarse un café conmigo?
La pregunta formaba parte de la historia de amor que estaba leyendo,
pensando, caminó hacía su mullida cama ataviada de algodón, y entre
esponjosos cojines se acostó a descansar, había caído el velo del crepúsculo,
en ese instante comenzó a escuchar el sonido de guitarras e instrumentos
musicales que tocaban frente al castillo, inmediatamente hizo sonar la
campanita con la que llamaba a su mucama, al verla le ordenó:
-Por favor asómate a ver quién es el modesto y humilde caballero que trajo
esa música.
La mucama obedeció y al volver le dijo:
-Señorita, es el Príncipe que usted ya conoce, el de la Paz.
-Gracias, ve a descansar.
La mucama salió de la elegante recamara de la princesa, entretanto ella se
metió entre las cobijas, se tapó los oídos y expresó:
-¡Diplomáticos! ¡Patanes!
MMM. ¡Príncipes! Mejor sola que mal
acompañada.
Con todo y algodones en los oídos, la hermosa princesa escuchaba la música
como si estuviera lejos y lentamente se quedó plácidamente dormida.
Zánganos
Érase una vez el rey Juan Maistro, muy letrado e instruido, obvio verdad, eso
ya lo saben ustedes, porque son muy buenos para la inventiva y sobre todo
para dar clases, el punto es que un día mientras recorría el establo de su reino,
porque ya saben que los establos no pueden estar dentro de un castillo, eso
sería una inclemencia, tanto para los animales como para los habitantes del
mismo, de pronto lo abordó su hijo mayor, sabemos que no era carro más sin
embargo le dijo:
-Padre tengo un problema con tus nietos
El rey se sentó en una piedra que estaba al lado de la entrada del establo y le
respondió:
-Se te han olvidado las buenas maneras hijo.
-¡Perdón padre! Lo que pasa es que me siento tan desconcertado, mis hijos
no quieren ir a la escuela.
Sorprendido el Rey Contestó:
-¿Ese es todo tu problema? Jajaja, pensé que era un asunto más
complicado.
-Esto es muy serio padre.
-Mándame a mis nietos, diles que están invitados a comer una nieve.
Al día siguiente llegaron los tres pequeños y mientras se deleitaban el abuelo
les preguntó:
-Me van a platicar ¿Porque no quieren ir a la escuela?
-La maestra es muy regañona –Dijo Bryan –Bueno también hay que
investigar que es lo que hacen ustedes.
-¡Nada! ¡Nadititita de nada! -¡Oh! ¡Así que tengo unos nietos perfectos!
¡Imagínate! ¡Nunca hacen nada! Eso quiere decir que se volvieron malos
magos, porque solo los malos magos no hacen magia en la escuela.
-¡Yo si soy un buen mago! –Replicó Rulin
Al que hoy diga una mentira, lo mandaré a limpiar el establo.
-Bueno abuelito, lo que pasa es que la maestra es muy gritona -Mencionó
Juan Diego.
-¿Y ustedes que tal se portan en la clase?
-Bien abuelito, de verdad.
- ¿Guardan silencio o gritan?
- Algunas veces no la obedecemos y gritamos mucho o jugamos.
-Eso quiere decir que son muy malos magos, ¿Cómo le haremos, para que
sean buenos magos? ¡Ya sé! haremos un trato, ustedes asistirán a la escuela y
yo iré disfrazado de Zángano, para ver que sucede ahí.
-¿Qué es un Zángano?
-Un Zángano es un investigador privado y también es el esposo de la reina
de las abejas.
-¡Oh! ¡De acuerdo! –Gritaron a coro -Luego los veré aquí la próxima semana.
Por ahora, vayan a descansar porque la luna ya esta esperando que se
duerman, para enviar hadas a darles un beso. Además mañana deben irse
temprano.
A la mañana siguiente ellos se fueron a eso de las nueve de la mañana o las
diez, el rey no miró el reloj por eso no supo exactamente a que hora. El llegó
con la fresca de las once y al entrar al salón, saludó y de repente exclamó:
-¡Guacala! ¡Cuantos niños greñudos! ¿Desde cuando no se han bañado?
Esto huele a… ¿Cómo les diré?: ¡Huele a carne rostizada! ¡Que horror!
Jóvenes salgan al recreo, mientras hablo con su maestra.
-¡Señoooriiitaaa! Con el respeto que me merece ¿Cómo es posible que tenga
usted este salón en estas condiciones? ¡Miré nada más que pintura!
¡Espantoso color! Y esos fetiches, a mi se me hace que usted no piensa
¡Vease hasta liendres en el pelo! ¡Que barbaridad, tan bárbara! Sin embargo
para todo hay solución, le enviaré una pintura adecuada para este recinto
sagrado, porque sepa usted que una escuela es de más respeto que una
iglesia, usted se bañará todos los días, durante un mes permitirá que un
alumno dé la clase mientras el resto hace su relajo y usted se incluye en el
mismo, así sabrán ellos lo que es ser maestro en medio del desorden, ya no se
desgastará tanto su garganta. Cuando todo termine volverá a ser su maestra,
colocará siempre una velita encendida sobre su escritorio y una esencia
aromática, verá como los niños cambian y usted también.
-Pero su majestad el reino no me da para ese gasto –Sin embargo el reino le
paga lo suficiente y una pequeña aportación que haga usted, no le vendrá mal
a sus nervios ó ¿Prefiere seguir en guerra con los niños y continuar enferma de
los nervios?
-Pero su majestad
-Sin embargo yo soy el Rey y usted obedece porque de lo contrario hoy comerá
como rey y mañana como Buey. ¡Me di a entender!- Gritó
Salió ofuscado y mascullando entre dientes: Estas muchachitas son tercas
como las mulas, si así están ellas ¿Cómo estarán ellos? En todo caso ellos
serían una sarta de bueyes, perdón manada, ¡Será mejor que no recorra el
resto de la escuela definitivamente! : ¡Tan malo el pinto como el colorado! Yo
por eso no voy a los gallos, y a los toros menos, yo si pienso no como el
enjambre de Zánganos, por cierto ni como preguntar ¿De qué material está
construido el castillo? Ya sé que no saben, mucho menos ¿Qué ropa vestía el
rey? Ya sé que no dan una, ó ¿Cómo son las hadas de este reino que por las
noches dan besitos? Sin embargo saben: ¿Con quién estoy hablando?
Zapatín
Veinte duendecillos vivían felices dentro de la Renovadora de Calzado El Rayo,
en la mágica ciudad de Zacatecas, México. Ellos no recordaban como llegaron
ahí, pero jugaban y saltaban todas las noches con los Zapatos y la basura.
Francisco su dueño, todos los días trataba de terminar el trabajo y de limpiar el
lugar, pero nada, siempre estaba sucio y maloliente. Algunas veces le faltaba
dinero la caja donde lo guardaba. Una magnifica mañana de primavera, llegó
un ermitaño con unas botas de piel de venado color café, para que Francisco
las reparara, ágilmente francisco le llenó la nota de recibido y le dijo que
volviera a la semana siguiente. Francisco, dejó las botas sobre el mostrador
para recordar repararlas. Pasó una hora y llegó el momento de cerrar la
Renovadora. Con toda la calma que lo caracterizaba la cerró con llave y se fue
a su casa a dormir, pensando en voz alta:
-Mañana será otro día.
En cuanto Francisco partió, salió de una de las botas del ermitaño un pequeño
duendecillo, vestido de color verde con dorado y su corona dorada. Su nombre
era Zapatín y empezó a curiosear hablando en voz alta:
-¿Dónde estoy, que lugar mágico es este? ¡Guau, cuantos zapatos! ¡Cuánto
trabajo! M.M. Me voy a divertir trabajando.
En ese instante escuchó unas risillas y corrió a esconderse dentro de la bota,
por un agujerito espiaba y descubrió que era una comunidad completa de
duendes, pero estaban encantados. Lo supo porque jugaban con la basura y
los Zapatos, además estaban todos desaliñados y desgreñados. Los vigiló toda
la noche y en silencio. A la mañana siguiente, Francisco llegó a la renovadora y
se la pasó sentado en su banco trabajando todo el día, las botas ni le
preocupaban, faltaban siete días para que el ermitaño volviera. Cuando llegó la
noche cerró la renovadora y volvió a su casa a descansar, había reparado cien
pares de zapatos. Zapatín, sólo estaba esperando que Francisco se marchara
y salió de su escondite gritando: -Abracadabra, patas de venado que todos
estos zapatos queden resguardados.
Instantáneamente los zapatos desaparecieron y los duendes encantados
aparecieron más desgreñados que nunca. El anciano de la comunidad se
llamaba Huarachín y pregunto gritando:
-¿Quién ha hecho esto?
Zapatín rápidamente salió de su escondite y gritó:
-Abracadabra, patas de venado, por todos los Dioses del universo, estos
duendes queden desencantados.
Al momento, todos los duendes sintieron como que acaban de despertar, sus
ropas ahora estaban perfectamente limpias y se veían elegantemente vestidos
y ataviados con su corona, unos la tenían de plata y otros de oro. Entonces
Huarachín exclamó:
-Por todos los Dioses de los venados, ¿Dónde estamos?
Zapatín se acercó y le dijo:
-Su majestad, estabais encantados, pero os he liberado y estamos dentro de
la Renovadora de Calzado el Rayo, al parecer aquí habéis vivido muchos años.
Es tiempo que volváis a casa.
-¡Oh! Tenéis razón, ya recuerdo como llegamos a este lugar. Permitidme
unos segundos.
Enseguida con una seña reunió a toda su comunidad y se sentaron en círculo a
dialogar, tomando la palabra el Rey Huarachín exhortó a sus compañeros
diciendo:
-Debéis agradecer a este duende su hazaña, pues es un verdadero héroe, el
no sabía que vosotros sois los duendes más poderosos del universo, cada uno
debéis hacer un aportación, para este valiente pequeñín.
La comunidad de duendecillos estuvo de acuerdo y se dispusieron a obedecer
a su Rey que ordenó diciendo: -Comencemos, a la una, a las dos y a las tres.
A coro los veinte duendecillos recitaron: Piedras, piedritas y piedrotas de
cuarzo, diamante y gemas hermosas, se llenen las bolsas de Zapatín y sus
Diosas.
Al momento apareció la Renovadora de Calzado El Rayo, en perfecto orden,
los zapatos reparados en su totalidad, el local perfectamente limpio y su caja
llena de monedas de oro y plata. Zapatín metió su mano en su bolsa derecha
del pantalón y sacó un enorme diamante entonces exclamó:
-¡Recórcholis! Por todos los Dioses de los venados, que estos duendes no
me hayan encantado
Al pronunciar esas palabras los veinte duendecillos desaparecieron. Zapatín no
sabía como usar su diamante y pensando se metió en la bota del ermitaño,
quería estar sólo para investigar el poder del diamante. Cuando el sol salió,
llegó Francisco a su Renovadora y al abrir exclamó:
-¡Bendito Dios, por fin escucharon mis rezos y mis oraciones que para este
fin parecían diminutas canciones!
Desde ese día Francisco, tenía trabajo, dinero, amigos y sobre todo su
renovadora permanecía en orden, cuidaba cada detalle y atendía a sus clientes
con la misma paciencia de siempre. Su caja del dinero, se transformó en
mágica, siempre tenia monedas de oro y plata.

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