No eres tú, es el otoño

No eres tú, es el otoño
Ha llegado el otoño, y con él días más cortos y temperaturas más bajas, que pueden
afectar a nuestro organismo, causando astenia otoñal. Y es que no todas las personas se
habitúan fácilmente a los cambios ambientales que se producen con el cambio de
estación.
Menos conocida que la astenia primaveral, la astenia otoñal se caracteriza por
cansancio, debilidad generalizada, somnolencia, bajo estado de ánimo, dificultad de
concentración y apatía, pudiendo aparecer también irritabilidad, falta de apetito,
disminución de la libido e incluso un descenso de las defensas del organismo, que lo hace
más sensible a procesos infecciosos. Generalmente es leve y de corta duración, pero
puede verse agravada por factores como el estrés laboral o el descuido de una
alimentación correcta.
Es aconsejable respetar las
horas de sueño, mantener una
alimentación
sana
y
equilibrada,
practicar
ejercicio físico moderado y
llevar una vida ordenada,
pero si estas medidas no son
suficientes para hacer frente
a la astenia, puede recurrirse
a suplementos a base de
vitaminas y aminoácidos, que
pueden ser útiles para paliar
los síntomas.