Confidencialidad, albedrío y empatía.
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Confidencialidad, albedrío y empatía.
Confidencialidad, albedrío y empatía. Dr. Enrique Domville Domville En el artículo anterior mencionamos los elementos positivos en la comunicación para el éxito en la relación médico-paciente, la cual redunda en lo que se denomina adherencia terapéutica para el continuo del tratamiento a seguir. Sabemos que el dar malas noticias es una tarea estresante del médico responsable. En algunas estadísticas, sobre todo en oncología, se menciona que la parte más difícil es hablar del tratamiento, ser honestos y especificar si es un tratamiento curativo o paliativo por lo que cada uno de los profesionales deberán evaluar su estilo para dar malas noticias, en este sentido deberán ser honestos, pero sin quitar esperanza. En este capítulo es importante la empatía, la cual tiene un lugar predominante, ya que las noticias influyen en el estado anímico del paciente y de los familiares. Se debe recordar que la confidencialidad del paciente que se encuentra en uso adecuado de sus facultades mentales deberá ser él quien otorgue el consentimiento para informar a familiares o bien quedarse con el privilegio exclusivamente de compartir información con el médico; podríamos mencionar enfermedades que por características de las mismas en la Ley General de Salud se consideran confidenciales, como es el caso de los pacientes infectados con VIH (SIDA), los cuales deben de definir quién podrá ser informado y quién no, estas consideraciones hacen que el paciente tenga la necesidad de evaluar con quién compartir las malas noticias, estos aspectos de comunicación no forman parte de los planes de estudio en las Universidades, sin embargo es esencial en la relación del profesional con sus pacientes. Esta habilidad se adquiere en los hospitales y en la práctica diaria de los equipos de salud. Mencionaremos algunos consejos de cómo dar malas noticias, estas ideas están relacionadas a puntos esenciales para que tanto el paciente como el profesional continúen con una actitud de respeto y de confidencialidad; por parte del médico a hablar verazmente sin caer en la promesa de tratamientos milagrosos o mágicos, debemos de planificar el cómo dar una mala noticia a los pacientes y seleccionarlos de acuerdo al tipo de enfermedad, mencionábamos los pacientes relacionados con enfermedades de transmisión sexual o bien relacionados con la utilización de productos adictivos en la salud, esta planificación incluye a aquellos con enfermedades terminales o enfermedades cuyo nombre da una sensación de angustia y miedo desde el mencionar la palabra cáncer. Evitar dar malas noticias Procurar dar malas noticias En salas de espera, pasillos o estando de pie. En un espacio íntimo, un despacho preferiblemente, estando sentados. Utilizando palabras de alto contenido emocional (cáncer, por ejemplo). Utilizando palabras neutras (tumor, por ejemplo"). Utilizando un lenguaje técnico. Utilizando un lenguaje inteligible. Telefónicamente. Culpabilizando ("si hubieras venido antes"). Pidiendo que se acuda al centro para hablar de un asunto muy importante. Utilizando seguridades prematuras ("tranquilo, todo irá bien"). Conteniendo las emociones que se generen. Contagiándonos emocionalmente: el paciente suele estar sumamente ansioso y con alta emocionalidad. Informando sobre la atención que se puede otorga ("Lo importante es que ahora podemos empezar un tratamiento…"). Mintiendo deliberadamente: ("Después de la Mostrándonos empáticos, entendiendo las quimioterapia se pondrá bien muy pronto"). emociones y acompañando en el proceso. Expresando un exceso de objetividad e información. Explorando cómo va evolucionando el proceso del paciente ("¿Qué piensa de la quimioterapia?"). Facilitando información por etapas, respetando el ritmo del paciente. El estado anímico del paciente que fue descrito anteriormente nos obliga a utilizar los conocimientos y el humanismo característico del paciente, esta tabla fue publicada en la revista The Oncologist (www.TheOncologist.com) y evaluada por la Sociedad Americana de Oncología, dando como resultado una aceptación importante en todo el núcleo médico de esta especialidad. Concluimos que la relación médico-paciente basada en el respeto, la confidencialidad, la empatía, el humanismo y la asertividad son reglas de oro para mejorar el estado emocional y la aceptación de la patología por parte del paciente y del médico para asegurar un tratamiento. Comisión Estatal de Bioética de Oaxaca. Emilio Carranza, 1221 Col. Reforma 5026588 Email: [email protected]