MSc. Carlos Manuel Palau Rodríguez 3

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MSc. Carlos Manuel Palau Rodríguez 3
Pedagogía y Sociedad. Cuba. Año 15, no 34, julio 2012, ISSN 1608-3784
LA SISTEMATIZACIÓN EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
MSc. Carlos Manuel Palau Rodríguez. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias
Pedagógicas Capitán “Silverio Blanco Núñez” de Sancti Spíritus. Cuba. Email:
[email protected]
Dr.C Carmen Vidal Rojo. Profesora Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas
Capitán
“Silverio
Blanco
Núñez”
de
Sancti
Spíritus.
Cuba.
Email:
[email protected]
Resumen
En el presente trabajo se hace un análisis histórico de la relación que ha existido
entre la sistematización y el proceso de enseñanza aprendizaje en diferentes
contextos y épocas. Se presentan puntos de vistas de diferentes autores acerca de
la sistematización, evidenciando su conceptualización como: principio didáctico,
proceso lógico - didáctico que expresa el carácter sistemático de la enseñanza,
rasgo inherente a la actividad mental, técnica para el desarrollo del pensamiento
lógico de los estudiantes, y como un tipo de clase de consolidación. Este último
punto de vista se argumenta al considerarla como un tipo de clase que supera los
niveles de fijación y memorización para ascender hasta la generalización.
Palabras clave: sistematización; clase de consolidación; dirección; proceso de
enseñanza aprendizaje; educación
THE SYSTEMATIC TEACHING IN THE TEACHING LEARNING PROCESS
Abstract
This work deals with a historical analysis about the correlation between
systematization and the teaching learning process in different epochs and places. It
is described the theoretical positions of different authors about systematization and
its conception as a didactic principle and logical didactic process, that expresses the
systematic character of the teaching process. It is also expressed its qualities for the
development of the students´ logical thinking; a specific type of class, application
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one. This last point of view is stated when it is conceived in the didactic branch as a
type of application class, that not only takes into account fixation and memorization, it
also conceives generalization
Key words: systematization; application class; addressing; teaching learning
process; education
Recepción: 7-3-2012
Evaluación: 9-4-2012
Recepción de la versión definitiva: 11-5-2012
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia la educación ha desempañado un importante papel en el
desarrollo social y, particularmente, en la formación del hombre, ya que constituye la
vía fundamental para la transmisión de la cultura de generación en generación, lo
que, sin dudas, garantiza su preparación para incorporarse a la vida social.
En este sentido Beatriz Macedo plantea: “el objetivo primordial de la Educación es
formar a los alumnos - futuros ciudadanos y ciudadanas - para que sepan
desenvolverse en ese mundo impregnado por los avances científicos, para que sean
capaces de adoptar actitudes responsables, tener decisiones fundamentales y
resolver problemas cotidianos” (Macedo, B., 2006:3)
A pesar de que
lo planteado anteriormente constituye prioridad en el sistema
educacional cubano, todavía la práctica educativa no logra satisfacer las exigencias
del Estado y las expectativas de la familia, dado en lo fundamental, por insuficiencias
que aún se presentan en la dirección del proceso de enseñanza - aprendizaje.
En estudios realizados por el autor de este trabajo, durante el desarrollo de la tesis de
maestría y como parte de un proyecto de investigación
del
Centro
Estudios
Pedagógicos y Evaluación de la Calidad (CEPEC), de la Universidad de Ciencias
Pedagógicas “Capitán Silverio Blanco Núñez” de la provincia de Sancti Spíritus, se
diagnosticaron irregularidades en la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje,
que hasta el momento no han tenido solución. Entre ellas se destacan:
•
Predominio de un enfoque instructivo en el proceso de enseñanza aprendizaje.
•
Los programas directores aún no han logrado toda la concreción, ni su
instrumentación deseada al nivel del grado.
•
Los ejes transversales no siempre garantizan la formación de valores, porque
no tienen su expresión de manera sistemática en la clase.
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•
Ha
existido
una
débil
relación
intermaterias
y
un
pobre
enfoque
multidisciplinario.
•
La clase de sistematización, generalmente, no rebasa la consolidación o el
repaso reproductivo de los contenidos, ni logra que los estudiantes accedan a
nuevos aprendizajes.
Atender a estos problemas es una tarea de máxima prioridad para el Ministerio de
Educación, cuya solución pudiera estar, entre otras cuestiones, en lograr
transformaciones en la dirección del proceso del enseñanza - aprendizaje. Para ello
es necesario que la clase propicie una participación activa de los estudiantes, de
modo que se logre: la relación de los contenidos de la enseñanza con el mundo que
los rodea, y el tránsito de lo externo a lo interno siguiendo los presupuestos del
enfoque histórico – cultural. En este sentido el objetivo del trabajo consiste en
presentar los resultados del análisis histórico realizado sobre la relación que ha
existido entre la sistematización y el proceso de enseñanza aprendizaje en
diferentes contextos y épocas
DESARROLLO
Algunos autores que han profundizado en el estudio de la categoría sistematización
dentro del campo de la Didáctica y la Psicología Educativa, le atribuyen a esta,
diferentes funciones. En ocasiones se considera un principio didáctico que expresa
el carácter sistemático de la enseñanza, en otros casos se aborda como rasgo
inherente a la actividad mental, técnica para el desarrollo del pensamiento lógico de
los estudiantes o como un tipo de clase de consolidación.
J. A. Comenio (1592- 1670) en su Didáctica Magna, se refirió a la sistematización y
al respecto escribió: “Y Todo por sus indisolubles grados, de modo que lo de hoy
sirve para afianzar lo de ayer y abrir el camino a lo de mañana”. (Labarrere, G y
Valdivia, G., 2001:62).
Es decir, para este
connotado pedagogo la relación entre lo conocido por el
estudiante y lo nuevo por conocer, así como el establecimiento de la relación lógica
entre los diferentes sistemas de conocimiento, constituye una condición necesaria
para la dirección del proceso de enseñanza - aprendizaje.
En Cuba, la labor de los educadores de finales del siglo XVIII y los del XIX, fue
trascendental, y con sus
profundos
aportes a la Pedagogía, lograron introducir cambios
en la forma de concebir la dirección del proceso de enseñanza -
aprendizaje, de modo que, sobreponiéndose a los esquemas dogmáticos y
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escolásticos que predominaban en este período, abogaban por el rol activo de los
alumnos en dicho proceso.
Entre ellos se destacó José Agustín Caballero (1762-1835) quien es considerado el
iniciador de la reforma filosófica y pedagógica en Cuba. Propuso la introducción de
la experiencia física en la enseñanza y combatió desde su cátedra del seminario de
San Carlos el estéril escolasticismo, que no conducía a otra cosa que no fuera la
memorización y repetición de lo aprendido.
En tal sentido, fundamenta que en la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje se debe partir de lo particular a lo general, siguiendo un proceso natural
que toma en cuenta las actitudes espontáneas de los educandos y donde la
intervención del maestro debe limitarse a prestar ayuda al escolar.
En esta misma línea de pensamiento, Félix Varela Morales (1788-1853), tiene el
mérito de introducir y aplicar el método explicativo ilustrativo en la dirección del
proceso de enseñanza - aprendizaje, en contraposición de la enseñanza
memorística y escolástica propia de la época.
En un análisis más profundo del pensamiento pedagógico de Varela, se aprecian los
rasgos inherentes a la sistematización como principio y proceso lógico – didáctico, al
revelar nuevas formas de organizar la dirección del aprendizaje e introducir
novedosos métodos que ponen al alumno en función de: analizar, de vincular la
teoría con la práctica, de utilizar la experimentación como criterio de confrontación
de la teoría; lo que, sin lugar a dudas, hace más duradero y aplicable los contenidos
asimilados.
José Martí Pérez (1853 -1895) hace importantes aportes a la educación. Él no
asimiló las concepciones anticientíficas del positivismo, es por ello que acepta la
existencia de la realidad objetiva y el principio de la cognoscibilidad del mundo;
además reconoce la posibilidad del sujeto para conocer el objeto en su interacción
con la realidad objetiva.
Al hacer un análisis crítico del sistema educativo cubano en el siglo XIX, Martí
enfatiza en la necesidad de vincular la teoría con la práctica, de preparar al alumno
para enriquecer sus conocimientos a través de la solución de problemas de la propia
práctica, como vía fundamental para interpretarla y poderla transformar
Para Luz y Caballero, Varela y Martí, la sistematización era centro y prioridad en la
dirección del aprendizaje. En este sentido planteaban que el proceso de enseñanza
aprendizaje debía organizarse de modo que los estudiantes fueran capaces de:
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ordenar, jerarquizar, relacionar e interpretar los hechos y fenómenos de la realidad
objetiva, como vía esencial para enriquecer sus conocimientos y aplicarlos a la
solución de nuevos problemas.
En sus postulados se aprecia, la necesidad de un cambio radical en la función del
maestro y en los métodos a utilizar en la dirección del proceso de enseñanza
aprendizaje. Coinciden en que el sujeto tiene que tener una participación más activa
y es por ello que se refieren a la experimentación, a la observación al
cuestionamiento, al análisis, y la reflexión del mundo cognoscible.
Klimberg (1972), considera la sistematización como un principio didáctico, formula el
principio de
la planificación y la sistematización de la enseñanza. Destaca con
singular relevancia el papel de la enseñanza sistemática y considera que esta
implica la conducción del proceso de enseñanza - aprendizaje por etapas
fundamentadas desde el punto de vista lógico y didáctico. A la vez considera que
esta implica la articulación de todos los eslabones del proceso dentro de los cuales
incluye la repetición, la ejercitación, la aplicación y la sistematización.
El propio autor planteó: “En la sistematización como operación lógico-didáctica,
se expresa el carácter sistemático de la enseñanza. Las fases de sistematización
(que se deben planificar), ayudan a fomentar los conocimientos ordenados, claros,
duraderos
y recíprocamente vinculados: aquí
se trata, fundamentalmente, del
ordenamiento de hechos y conceptos aislados que formen relaciones más amplias
con una importancia ideológica y científica. Ejercitar a los alumnos en la
sistematización es una tarea más de la enseñanza” (Klimberg, L.; 1972:251)
Una mirada a la sistematización desde el punto de vista psicológico, permite
considerarla dentro de las etapas de la asimilación de los conocimientos. Al respecto
se consideran cuatro etapas en este proceso, a saber: etapa de las asociaciones
locales, de las asociaciones sistémicas particulares (limitadas al conocimiento
particular sobre algún objeto o fenómeno aislado), etapa de formación de las
asociaciones intrasistémicas o dentro del objeto (para lo cual resulta imprescindible
que dentro del proceso de enseñanza aprendizaje se produzca la sistematización
de los conocimientos estudiados, el establecimiento de un grupo de relaciones que
surten como base de etapas espaciales, temporales, de sucesión, cuantitativas,
causa/efecto), y la etapa de las asociaciones intersistémicas o entre los objetos que
rebasa los límites de una asignatura para implicar sistemas diferentes de
conocimientos, habilidades y hábitos formando generalizaciones variadas de estos
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sistemas. “Las asociaciones intersistémicas al generalizar la experiencia de diversos
tipos de actividad, forman el método de trabajo mental y físico”. (Samarín, A;
1962:242)
Esta perspectiva permite penetrar en el fenómeno de la sistematización como rasgo
inherente a la actividad mental que se manifiesta en un primer momento de su
desarrollo dentro de un sistema específico (intrasistémico) para luego comprometer
las relaciones entre sistemas diversos (intersistémico).
En América Latina, a partir de los años 90, la sistematización ha sido retomada,
como proceso permanente y acumulativo de creación de conocimientos a partir de
las experiencias de intervención en una realidad social, como vía para la promoción
y la educación popular.
Oscar Jara, Coordinador General de Alforja, en sus análisis sobre los criterios de
diferentes autores acerca de la sistematización, plantea que esta es un proceso que
se caracteriza por: la reconstrucción ordenada de la experiencia, ser productora de
nuevos conocimientos, conceptualizar la práctica para buscar coherencia entre lo
que se pretende y se hace, ser un proceso participativo de creación de
conocimientos teórico - práctico para la construcción de la capacidad protagónica del
pueblo, por estar presente la reflexión como base de la sistematización.
Al respecto el referido autor define la sistematización como:
“Un proceso permanente, acumulativo, de creación de conocimientos a partir de
nuestra experiencia de intervención en una realidad social, como un primer nivel de
teorización sobre la práctica. En este sentido, la sistematización representa una
articulación entre la teoría y la práctica (…)” (Jara, O., 2003: 6)
En correspondencia con lo planteado por este autor, la sistematización en la
dirección del proceso de enseñanza aprendizaje, tiene un alcance mayor, ya que no
solo tiene en cuenta la experiencia acumulada por el estudiante en la práctica, sino
que además toma en consideración los conocimientos teóricos asimilados por este,
durante el desarrollo de una o varias asignaturas de su currículo de estudio.
La sistematización de los contenidos en el proceso de enseñanza aprendizaje, se va
alcanzando en la medida en que el estudiante se enfrente a tareas de aprendizaje
que le exijan: reflexionar sobre la experiencia acumulada, de modo que logre
interpretar y dar fundamentos teóricos a los conocimientos empíricos que hasta ese
momento posee sobre un hecho o fenómeno determinado; relacionar lo conocido
con lo nuevo por conocer; ordenar, analizar, integrar y jerarquizar los sistemas de
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conocimientos prácticos y teóricos que posee. Además contribuye al desarrollo del
pensamiento lógico de los alumnos mediante la generalización de conceptos,
hechos, leyes, fenómenos y las habilidades adquiridas con anterioridad.
Al respecto Mestre planteó: “(…) el contenido a la vez que se asimila se enriquece;
esto significa que el eslabón se caracteriza, tanto por la profundidad, como por su
asimilación,
integrados
en un
proceso capaz de
desarrollar capacidades
cognoscitiva, lo cual se logra si el enriquecimiento del objeto se produce a medida
que el estudiante se enfrenta a problemas, cada vez más ricos y complejos, que
permitan no solo asimilar un esquema generalizado para la acción, sino el construir
sus propios esquemas generalizados”. (Mestre, U., 2010:3)
Esta forma de organizar la dirección del proceso de enseñanza - aprendizaje,
contribuye no solo a una mejor asimilación, sino a enriquecer los conocimientos y a
desarrollar habilidades y capacidades que les permitan enriquecer su práctica y a
una mejor interpretación de los hechos y fenómenos de la realidad objetiva.
Hay otros autores que tomando como criterio de clasificación a las funciones
didácticas, identifican a la sistematización como un tipo de clase o como un tipo de
clase de consolidación.
Para Bernal, A. R (1980), atendiendo a cómo se dirige el proceso de enseñanza
aprendizaje y a los procesos del pensamiento que se ponen en función, clasifica a la
sistematización como una forma fundamental de consolidación.
Al respecto plantea: “(…) aprender a sistematizar la información es aprender a
estudiar, aprender a conocer, es realmente aprender, saber y tener la posibilidad de
recordar y usar lo aprendido” (Bernal, A. R., 1980:70)
Esta forma de asumir la sistematización está en consonancia con los postulados de
la didáctica desarrolladora, es decir, considerarla necesaria para desarrollar
capacidades, para realizar aprendizajes a lo largo de la vida, a partir del dominio de
las habilidades, estrategias y motivaciones para aprender a aprender.
A decir de Zilbertein: “El proceso de enseñanza - aprendizaje deberá estructurarse
de modo que el alumno se apropie de procedimientos para “aprender a aprender”,
pero con conocimiento de la esencia y de las relaciones que se establecen entre los
objetos, fenómenos y procesos”. (Zilbertein, J., 2002: 10)
Pujol y otros (1981), también consideran la sistematización como un tipo de clase de
consolidación, fundamentan su relación con otros tipos de clases, refieren que se
deben realizar después de haber desarrollado 2 ó 3 clases de nuevo contenido y
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que consiste en la realización por los alumnos de ejercicios de lectura, de
memorización que tienen tratamiento sistémico y, por tanto, conducen a la fijación.
Es cierto que la sistematización conduce a la fijación; pero reducirla a ejercicios de
repetición y memorización, limita las posibilidades de contribuir al desarrollo de
procesos lógicos del pensamiento, tales como: el análisis, la síntesis, la abstracción
y generalización; además de que no favorece el ascenso gradual de lo reproductivo
a lo creativo a partir del nivel de desarrollo real y potencial de los estudiantes.
En la sistematización, se comparan el saber y el poder adquiridos, con el fin de
poder llevarlo a una estructura o a un sistema. Para ello se investigan propiedades
comunes y diferencias, se hacen visibles las relaciones entre los diferentes
componentes del saber y se organizan los conocimientos en un sistema lógico que
apoya la memorización y aplicación de lo aprendido.
Guillermina Labarrere y Gladys Valdivia (2001), al hacer un análisis crítico sobre los
sistemas de clasificación de los distintos tipos de clases, expresan que la tipología
más acertada y divulgada es la que tiene como criterio de clasificación a las
funciones didácticas planteadas por Esipov y Klimberg. Atendiendo a este mismo
criterio consideran a la sistematización como un tipo de clase de consolidación.
También Rodríguez, M y Addines, F (2010) reconocen la existencia de clase de
consolidación, dentro de la cual se distinguen como variantes el repaso y la
sistematización. Para estos autores la segunda tiene como objetivo el ordenamiento
de los cocimientos en contextos más amplios y se realiza como resultado del estudio
de temas, de manera que se pueda orientar a los alumnos y se ordenen los hechos
individuales en un sistema donde se profundicen los conceptos fundamentales, se
subrayen las ideas principales, se capten con mayor claridad o se pongan de
manifiesto nexos y diferencias; todo esto debe conducir a la preparación psicológica
y pedagógica de los alumnos para la asimilación de nuevos conocimientos.
El autor de este trabajo comparte lo planteado por Bernal (1980), Pujol (1981),
Labarrere y Valdivia (2001), Rodríguez y Addines (2010), de que la sistematización
es un tipo de clase de consolidación que se puede desarrollar en la dirección del
proceso de enseñanza aprendizaje. Además agrega que para dar respuesta a las
exigencias actuales de la sociedad cubana y a la necesidad de perfeccionar el
aprendizaje de los escolares, es necesario que en su concepción se planifiquen
tareas docentes integradoras que tengan como finalidad:
•
Establecer relaciones de similitud u oposición.
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•
Ordenar, clasificar y jerarquizar conceptos.
•
Integrar los contenidos desarrollados durante una unidad o subunidad de
cualquiera de los programas de un grado o nivel, para resolver problemas que
exijan niveles de integración y generalización en su solución.
•
Confrontar, modificar y enriquecer el conocimiento práctico y teórico que
poseen los alumnos.
•
Evidenciar la articulación entre la teoría y la práctica.
•
Favorecer el trabajo en grupos.
•
Garantizar el tránsito de lo interpsicológico a lo intrapsicológico, como
premisa para formular y exponer conclusiones.
CONCLUSIONES
La sistematización es una categoría inherente al proceso de enseñanza aprendizaje,
que ha sido utilizada de diferentes maneras desde el siglo XVI hasta nuestros días.
En su devenir histórico se ha constituido en una herramienta que contribuye a la
estructuración lógico – didáctica del proceso de enseñanza – aprendizaje, como
principio didáctico, que favorece el carácter sistémico y sistemático de dicho
proceso.
Muchos autores, al analizar las funciones didácticas, coinciden en que la
sistematización es un tipo de clase de consolidación, que garantiza superar los
niveles de fijación y memorización, para ascender hasta las generalizaciones
teóricas, a la vez que permite enriquecer los conocimientos teóricos y prácticos que
poseen los alumnos.
BIBLIOGRAFÍA
Addines, F. (2004) “Didáctica. ¿Qué es Didáctica?”. En Didáctica Teoría y Práctica.
La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
Bernal A, R (1980). “La consolidación de la enseñanza y la educación”. En
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http://www.Bharatbhasha.com/education.php/17624.
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Habana: Libros para la Educación.
Rodríguez del Castillo, M. y Addines, F (2010). La sistematización como resultado
científico de la investigación educativa. ¿Sistematizar la sistematización? Material en
soporte digital.
Zilberstein, Toruncha, J. (2002) Reflexiones acerca de la necesidad de establecer
principios para el proceso de enseñanza aprendizaje. Retrospectiva desde la
Didáctica cubana. La Habana.
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