AIM Youth - Freedom from Hunger

Transcripción

AIM Youth - Freedom from Hunger
AIM Youth
Advancing Integrated Microfinance for Youth
Ahorrando Juntos:
Enfoque en grupos para promover el
ahorro entre jóvenes
Autoras: Rossana M. Ramírez y Laura Fleischer-Proaño
DICIEMBRE 2013
“Me gusta poder ahorrar dinero y juntarme con
un grupo todas las semanas”.
Esta es la respuesta de Nianama Traore, de 17 años, cuando se
le preguntó sobre su experiencia con un proyecto de ahorro
grupal. Nianama vive en un pueblo pobre de una zona rural del
suroeste de Malí y está comprometida en matrimonio. Antes de
unirse a un grupo de ahorro para jóvenes no podía ahorrar; ahora
hasta puede comprar zapatos y está pensando en abrir un negocio
propio en el futuro.
Introducción
Este documento examina el potencial de los jóvenes de escasos recursos
para capitalizar la fortaleza de los grupos y desarrollar conductas positivas
de ahorro y el hábito del ahorro a largo plazo. Debido a que los
jóvenes atraviesan por una etapa en la vida en la que son especialmente
susceptibles a la presión de grupo, es posible lograr un impacto positivo en
sus conductas financieras a través de una estructura grupal que incorpore
elementos de educación financiera y las dinámicas de la presión social
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
y del capital social. Cuando los jóvenes empiezan a ahorrar a
edad temprana, aumentan su potencial de desarrollar un hábito
de ahorro que pueden seguir practicando en su vida adulta,
fortaleciendo sus capacidades financieras a medida que empiezan
a afrontar mayores responsabilidades sociales y económicas. La importancia de este modelo se hizo evidente cuando Freedom
from Hunger se sometió a prueba y a explorar tres diferentes
modelos grupales de servicios financieros integrados con
educación financiera como parte de su iniciativa Microfinanzas
Integradas para Jóvenes (AIM Youth), diseñada en asociación con
TheMasterCard Foundation. La organización evaluó el potencial
que pueden ofrecer los grupos para actuar como una plataforma
a partir de la cual sea posible cultivar el hábito del ahorro entre
los jóvenes, ofreciendo un mecanismo de ahorro regular y
promoviendo la capacidad de manejar adecuadamente el dinero
a través de la educación financiera. En el curso de tres años
de implementación, monitoreo y evaluación se ha hallado que
la promoción de las conductas de ahorro tiene resultados más
sólidos y llega a más jóvenes cuando éstos ahorran en grupo y
reciben educación financiera, en comparación a los resultados
observados cuando los jóvenes ahorran de manera individual. La
revisión de otros modelos grupales similares ofrecidos por una
gama de instituciones en diferentes lugares del mundo revela
evidencia sobre la efectividad de los grupos, especialmente en el
caso de los jóvenes. Se define como programa grupal de ahorro aquel en el que
los jóvenes se reúnen y acuerdan ahorrar periódicamente y de
forma voluntaria, siguiendo un conjunto de normas definidas por
ellos mismos. Se hace énfasis en los grupos de jóvenes porque
a menudo se encuentran en un punto de la vida en el que es
posible que ya se reúnan periódicamente en grupos (por ejemplo,
en los pueblos o en la escuela) y porque probablemente no tienen
las restricciones de tiempo y responsabilidades de los adultos. Los
grupos pueden formarse a través de una organización comunitaria
siguiendo un modelo de ahorro grupal o banca comunal, o bien
pueden surgir de una institución financiera formal que conecte a
los jóvenes con una cuenta de ahorro. Para los jóvenes que viven
en zonas rurales y remotas, un programa de ahorro grupal quizás
sea el único mecanismo de ahorro al que pueden tener acceso.
2
Los Grupos de Ahorro para
Jóvenes: Un ejemplo clásico de un
programa de ahorro grupal
Los Grupos de Ahorro para Jóvenes se
están implementando en varios países en
África, bajo la dirección de organizaciones
internacionales de desarrollo como
Freedom from Hunger, Plan International,
CARE y Catholic Relief Services. En Malí,
Freedom from Hunger y sus contrapartes
de implementación, CAEB (Conseils
et Appui pour l’Éducation à la Base) y
Le Tonus, han implementado Grupos
de Ahorro para Jóvenes siguiendo la
metodología de Ahorro Comunitario. Bajo
este modelo, un grupo de 10 a 15 jóvenes
(hombres, mujeres o mixto) se reúne
semanalmente para ahorrar y otorgar
préstamos. Con el apoyo inicial de un
facilitador capacitado, los socios eligen un
Comité de Dirección encargado de dirigir
las reuniones y velar por el cumplimiento
de las reglas del grupo. El grupo decide el
monto que todos los miembros ahorrarán
en cada reunión, el cual se deposita en una
caja. A medida que se acumula el dinero,
los socios acuerdan usar el fondo para
hacer préstamos. Asimismo, el grupo fija
una meta social para la que trabajarán
en conjunto, como por ejemplo un
proyecto de saneamiento o la promoción
de estrategias para la prevención de
la malaria. Los miembros continúan
reuniéndose de manera periódica por
espacio aproximado de un año, al cabo
del cual se distribuye el fondo grupal. Este
método funciona particularmente bien
en las zonas rurales de Malí adonde aún
no han llegado proveedores formales de
servicios financieros y no existen por tanto
opciones confiables de ahorro.
3
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
Después de presentar una breve revisión de los
antecedentes sobre el ahorro y su conexión con los
jóvenes, el presente documento examina los obstáculos
que enfrentan los jóvenes al momento de ahorrar para
luego analizar en profundidad cómo es posible abordar
dichos obstáculos a través de un programa de ahorro
grupal. Finalmente, concluye explorando las limitaciones
y oportunidades que deben tenerse en cuenta al
trabajar con ahorros grupales para jóvenes.
Enfoque en los jóvenes y el ahorro
La Organización de las Naciones Unidas considera
jóvenes a las personas entre 15 y 24 años de edad.1
Para fines del presente documento, esta definición se
ha ampliado y cubre a personas entre 13 y 24 años de
edad.
El interés por los jóvenes que ha mostrado el campo del
desarrollo responde a la convergencia de “la expansión
de la juventud” (un fenómeno demográfico en el que la
proporción de jóvenes dentro de la población alcanza
un máximo) y los altos niveles de desempleo que
abruman a este segmento, lo que exacerba los niveles de
pobreza.2 Se trata de un tema de especial preocupación
en el caso de varios países en desarrollo donde hay
una mayor proporción de jóvenes y mayores niveles de
pobreza, y donde la pobreza puede ser más fácilmente
heredada de generación en generación. Por ejemplo, en
África subsahariana, los jóvenes representan la mayor
parte de la población.3 A nivel mundial, se trata de la
única región en la que el crecimiento de la población
joven seguirá siendo sustancial. La creciente población
de jóvenes deberá enfrentar oportunidades económicas
limitadas: tomando en cuenta que la tasa de desempleo
entre ellos es de 11,6% en África subsahariana, los
jóvenes tienen el doble de probabilidades que los
adultos de hundirse en el desempleo.4
Los jóvenes pueden ahorrar
A pesar de lo anterior, una interrogante que surge
con frecuencia es si los jóvenes pueden acumular
ahorros si viven en pobreza, están desempleados y
no tienen fuentes de ingreso, o si promover el ahorro
entre los jóvenes puede hacer que dejen de asistir a la
escuela para dedicarse a actividades generadoras de
ingresos. Gracias a distintos estudios realizados en varias
partes del mundo sabemos que los jóvenes sí tienen
acceso al dinero, aunque en pequeños montos, y que
participan en varias formas de ahorro no formal y de
corto plazo.5
Los jóvenes, en especial los adolescentes, acceden al
dinero a través de sus padres, quienes los apoyan con
los gastos de la escuela, transporte y comidas.6 Más
importante aún, la realidad es que muchos jóvenes
de escasos recursos ya participan en algún tipo de
actividad generadora de ingresos, aunque a menudo en
pequeña escala, como labores agrícolas o venta de frutas
y vegetales en el mercado en el caso de los jóvenes
que viven en zonas rurales, o en labores de cocina,
construcción o trabajo doméstico en el caso de quienes
viven en zonas urbanas. Los jóvenes indican participar
en estas actividades precisamente para garantizar
que tendrán dinero para cubrir sus gastos y ayudar
a satisfacer las necesidades del hogar. Los estudios
también demuestran que los jóvenes ahorran usando
métodos informales (escondiendo el dinero en una
caja o enterrándolo en un hueco) y que en ocasiones
se lo entregan a los padres, aunque aseguran que
ninguno de estos métodos es seguro.7 Estos hallazgos y
muchos programas de ahorro para jóvenes que se han
implementado en el mundo han destruido el mito de
que los jóvenes pobres no pueden ahorrar, un hallazgo
coherente con la evidencia disponible sobre la capacidad
de ahorrar entre los adultos de escasos recursos.8
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
Los jóvenes que ahorran en el presente ahorrarán en el
futuro
Aunque las investigaciones en este campo son pocas y se
concentran principalmente en los países desarrollados, existen
algunos estudios que apuntan al potencial de ahorrar durante
la infancia para seguir ahorrando más adelante en la vida y
alcanzar el bienestar financiero en la adultez. De acuerdo con un
estudio longitudinal que Friedline llevó a cabo en Estados Unidos,
“es probable que los niños continúen ahorrando en el futuro
(independientemente de los recursos financieros de sus padres)
si se les dan cuentas de ahorro cuando son pequeños. Esto
quiere decir que cuando los niños tienen cuentas de ahorro
en una edad temprana, seguirán teniendo cuentas de ahorro
más adelante, desarrollando quizás relaciones con instituciones
financieras formales y teniendo acceso continuo a servicios
financieros básicos.9” Además, un estudio longitudinal realizado
en Inglaterra a lo largo de 18 años encontró que ahorrar durante
la adolescencia guarda relación con el hábito del ahorro en la
adultez. 10 Los autores de este estudio aseguran que los hallazgos
son importantes para los diseñadores de políticas, educadores y
padres, pues “implican que estimular a los adolescentes para que
ahorren puede moldear de cierta forma su conducta en etapas
posteriores de la vida.”
Aunque estos estudios se centran en adolescentes que
viven en países ricos con altos estándares de vida y acceso
a instituciones financieras formales, ambos utilizan datos de
encuestas longitudinales representativos a nivel nacional, lo
que implica que los participantes tienen diversas procedencias
socioeconómicas. Además, aunque los autores del estudio
británico señalan que los jóvenes “cuyos padres abren ahorros a su
nombre y poseen un patrimonio mayor tienen mayor probabilidad
de tener mayores montos de ahorro en la adultez”, también
hallaron que existen otros factores psicológicos individuales, tales
como las actitudes respecto al manejo del dinero, que resultan
determinantes en esta ecuación.11 Estos estudios sugieren que
ahorrar a una edad temprana puede ayudar a generar un hábito
de ahorro que se prolonga hasta la adultez. La importancia
de inculcar este hábito entre los jóvenes, en especial entre los
adolescentes en situación de pobreza, radica en que se encuentran
4
5
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
en un punto en la vida en el que por lo general no tienen tantas
responsabilidades como los adultos (como tener hijos, administrar
un hogar, pagar gastos médicos), de manera que existe una
oportunidad para ayudarles a formar un patrimonio y romper con
el círculo vicioso de la pobreza intergeneracional.
Obstáculos para ahorrar
Aunque hay un consenso cada vez mayor sobre la importancia
de aumentar la capacidad de ahorro de los jóvenes que viven en
situación de pobreza, los jóvenes deben enfrentar muchos retos
para acumular el dinero suficiente para satisfacer sus necesidades
más básicas o sentar las bases para acumular activos en el futuro,
tales como: montos de ahorro pequeños e irregulares, falta de
acceso a lugares seguros dónde ahorrar, requisitos engorrosos
para abrir cuentas de ahorro, predisposición sicológica y conductas
financieras no óptimas. 12
Montos de ahorro pequeños e irregulares
Cuando los jóvenes de escasos recursos ahorran, por lo general
lo hacen de manera irregular e informal, en línea con sus fuentes
de ingreso. Durante un estudio de mercado realizado en Malí, los
jóvenes de escasos recursos reportaron que podían ahorrar entre
25 CFA y 500 CFA (US$0.05 y $1.10) por semana.13 Al tener
montos tan limitados, sería difícil para ellos depositar su dinero
en una cuenta formal de ahorro ya que los depósitos mínimos
y cargos de las cuentas consumirían estos montos exiguos. Por
ejemplo, para abrir una cuenta de ahorro en Nyèsigiso, una
cooperativa de crédito en Malí, es necesario depositar como
mínimo de 9.000 CFA (US$18) para cubrir el monto mínimo de
apertura y las cuotas de la institución. En línea con las conclusiones de Rutherford al estudiar los
comportamientos de los adultos de escasos recursos en The Poor
and Their Money, los jóvenes en situación de pobreza pueden
ahorrar y de hecho lo hacen, pero sus montos pueden ser
menores y más irregulares que los de los adultos.14 En informes
de visitas de supervisión a los Grupos de Ahorro para Jóvenes
de Malí se señala que los jóvenes ahorran cantidades pequeñas
en el orden de 50 CFA,15 mientras que en los grupos de adultos
el ahorro individual empieza a partir de 100 CFA. Por ello, el
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
reto de desarrollar productos financieros adecuados y educación
financiera pertinente que responda a la capacidad de ahorro de
los jóvenes es aún mayor.
Falta de acceso a lugares seguros dónde ahorrar
Los jóvenes que viven en zonas rurales, donde los niveles de
pobreza suelen ser mayores, tienen un acceso limitado a servicios
financieros formales ya que las sucursales se encuentran en
los centros urbanos más poblados. Debido a la inexistencia de
lugares seguros dónde ahorrar, los jóvenes esconden su dinero o
se lo entregan a sus padres. Aunque saben que estos métodos
de ahorro no son adecuados, no cuentan con otras opciones
confiables.16
Requisitos para abrir las cuentas de ahorro
Los jóvenes también deben enfrentar retos a nivel macro e
institucional. Como parte de los requisitos de la política “Conozca
a su cliente” que busca prevenir el fraude y el lavado de dinero, las
instituciones financieras exigen un documento de identificación y
otros requisitos arduos tales como un comprobante de domicilio,
que muchos jóvenes no poseen.17 En Malí, por ejemplo, el costo
de obtener un documento formal de identificación es 3.200 CFA
(US$6,40). En el caso de un joven que puede ahorrar sólo 100
CFA (US$0,25) a la semana, serían necesarios más de seis meses
para juntar este monto. Los jóvenes que viven en zonas rurales
donde el acceso a las instituciones financieras es limitado o nulo
tienen aún más obstáculos para acceder a los servicios financieros
debido al costo en tiempo y dinero que implica desplazarse hasta
una sucursal.18 Igualmente, los menores de edad (menores de
18 años en muchos países como Burkina Faso, Ecuador, Ghana,
Malawi, Malí, Senegal y Uganda), no cuentan con capacidad legal
para abrir una cuenta de ahorro por sí mismos y necesitan tener la
aprobación de sus padres o tutores, factor que se suma a la carga
y complejidad del acceso a servicios formales de ahorro.19
Predisposición sicológica y conductas financieras no
óptimas
Los jóvenes no siempre sienten la necesidad de guardar su
dinero. En “Accelerating Financial Capability,” Pathak, Zimmerman
6
Microfinanzas Integradas para
Jóvenes (AIM Youth)
Para implementar la iniciativa AIM Youth,
Freedom from Hunger decidió trabajar
en Ecuador y Malí debido a las altas de
pobreza que se presentan en ambos países,
especialmente en las zonas rurales (Cuadro
1). Como parte de su misión de encontrar
soluciones de autoayuda a la pobreza y
hambre crónicas, Freedom from Hunger
concentra gran parte de su trabajo en las
zonas rurales donde los niveles de pobreza
son más elevados (según el Informe
Sobre el Desarrollo Mundial, tres de cada
cuatro personas en situación de pobreza
viven en zonas rurales).21 En el caso de la
iniciativa AIM Youth, la identificación de
varias instituciones financieras y ONG
en Ecuador y Malí que habían expresado
su fuerte deseo de ofrecer servicios a los
jóvenes y la existencia de oficinas locales
de Freedom from Hunger hicieron que
ambos países fueran una opción lógica. Cuadro 1. Niveles de pobreza (población total)
Rural
Urbana
Ecuador
47%
25%
Malí
75.9%
30.1%
Fuente: Banco Mundial, Indicadores del desarrollo
mundial (Línea de pobreza nacional)
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
7
y Holmes sintetizan la teoría de la economía conductual con el fin de explicar las predisposiciones psicológicas
que impiden a la gente tomar “decisiones racionales de ahorro.20” Entre tales predisposiciones o sesgos figuran
la tendencia a tomar decisiones financieras con base en lo que hacen los demás, como por ejemplo ahorrar
bajo el colchón (sesgo de disponibilidad); la tendencia a seguir haciendo lo que resulta cómodo y familiar, como
no apartar dinero periódicamente (tendencia a la inercia); y la tendencia a preferir recompensas menores e
inmediatas, como comprar algo en este momento, a recompensas más grandes en el largo plazo, como ahorrar
para el futuro (descuento hiperbólico). Si bien estas predisposiciones son válidas para la mayoría de las personas,
pueden resultar especialmente ciertas en el caso de los jóvenes que carecen de experiencia y exposición a servicios
financieros. Durante visitas de supervisión a las actividades de AIM Youth en Ecuador, los jóvenes indican no sentir
urgencia de abrir una cuenta de ahorro aún cuando señalan que pueden cumplir con los requisitos para hacerlo. A
consecuencia de las predisposiciones psicológicas, muchos jóvenes siguen conductas financieras no óptimas. Los programas de ahorro grupal para jóvenes de Freedom from Hunger
El marco de referencia de los programas grupales se basa principalmente en la experiencia que tiene Freedom from
Hunger en implementar y evaluar tres modelos diferentes de servicios integrados. En el Cuadro 2 se describen
dichos modelos, indicando el lugar donde se implementaron.
Cuadro 2 – Modelos de AIM Youth
Tipo de
institución
Cooperativas
País
(ubicación)
Ecuador
(principal
mente rural)
Cooperativas
Malí
(zonas urbanas)
Servicio
financiero
Método de integración de la
educación financiera
Cuentas de
ahorro individual
Las sesiones de educación financiera
se imparten primero en grupos,
principalmente a través de las
escuelas. Los participantes reciben
información y se les invita a abrir una
cuenta de ahorro individual. Los jóvenes
ahorran de manera individual.
Sin cuotas de apertura
o manejo. Monto de
depósito mínimo que los
jóvenes pueden pagar.
Primero se forma el grupo. Los jóvenes
acuerdan ahorrar y abrir una cuenta de
ahorro grupal, por lo general en un plazo
de 8 semanas. Se imparte la educación
financiera apenas se ha formado el grupo.
El enfoque grupal permite
que los jóvenes cumplan
más fácilmente con los
requisitos de apertura
(monto mínimo e
identificación).
Primero se forma el grupo. Los jóvenes
definen las reglas del grupo y empiezan
a ahorrar en un plazo de un mes, por
lo general en una alcancía. Se imparte
la educación financiera apenas se ha
formado el grupo.
Basado en una
metodología de ahorro
grupal en donde los
jóvenes ahorran y se
hacen préstamos entre sí.
(servicio
financiero formal)
Cuentas de
ahorro grupal
(servicio
financiero formal)
Organizaciones no
gubernamentales
Malí
(zonas rurales)
Grupos de Ahorro
para Jóvenes
(servicio
financiero no
formal)
Características
principales
Aunque todos los participantes reciben la educación financiera en grupo, únicamente los dos modelos que se
sometieron a prueba en Malí fueron estructurados de manera que el ahorro fuera grupal. Los Grupos de Ahorro
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
8
para Jóvenes y las cuentas de ahorro grupal se basan en la misma metodología según la cual los jóvenes se reúnen
de manera periódica (casi siempre semanalmente), acuerdan un monto para ahorrar cada semana por un lapso
de tiempo (casi siempre de 9 a 12 meses) y se distribuyen los fondos combinados al final de dicho período. Las
principales diferencias entre los dos métodos consisten en que:
1. Los jóvenes con una cuenta de ahorro grupal depositan el
dinero en una cuenta formal de ahorro en la cooperativa
de crédito y los fondos no están disponibles para préstamos
internos.
2. Los jóvenes con una cuenta de ahorro grupal deben ahorrar
suficiente para contar con el monto mínimo de apertura, así
como tener el documento de identificación.
A lo largo de los tres años de implementación quedó claro que
el formato de ahorro grupal conllevaba a conductas de ahorro
más fuertes. En el Cuadro 3 se muestra las cifras de cobertura
y ahorro de cada modelo. En Malí, debido a que los grupos se
conformaron con el propósito específico de ahorrar, todos los
participantes contaban con ahorros (formales o no formales) y la
mayoría (más de 70%) recibió educación financiera. En contraste,
aunque más de 11.000 jóvenes en Ecuador participaron en las
sesiones de educación financiera, una cantidad menor accedió a
los servicios que estaban a su disposición. Cuadro 3. Cifras de cobertura de AIM Youth a junio 30 de 2013
INDICADORES
Número total de jóvenes
Número de jóvenes con ahorros
Número de jóvenes que recibieron
educación financiera
Malí
Grupos de
ahorro y
educación
financiera
Zonas
rurales
Malí
Cuentas
de ahorro
grupal y
educación
financiera
Zonas
urbanas
Ecuador
Cuentas
de ahorro
individual
y/o
educación
financiera
Zonas
rurales y
urbanas
24.070
2.540
11.139
24.070
2.540
4.820
19.391
2.337
11.139
Cuentas de ahorro grupal
Freedom from Hunger y Nyèsigiso, una
federación de cooperativas de crédito
en Malí, desarrollaron una cuenta de
ahorro grupal siguiendo el modelo
usado en la metodología de Grupos de
Ahorro para Jóvenes. Dado que el grupo
efectivamente sólo tiene una cuenta de
ahorro, Nyèsigiso sólo exige el documento
de identificación de los tres socios del
comité de dirección. En un país donde
tener un documento de identificación es la
excepción a la regla debido al prolongado
proceso burocrático y al costo, esta
estructura facilita que se cumpla con
dicho requisito. Además, dado que la
cuenta de ahorro exige un monto mínimo
de apertura de US$18, la estructura
grupal permite a los jóvenes cumplir con
este requisito puesto que contribuyen
colectivamente hasta alcanzar ese monto,
lo cual es especialmente cierto cuando se
toma en cuenta que los jóvenes de Malí
reportan ahorrar de manera individual sólo
entre US$0,05 y US$1,10 cada semana. El
monto total de las cuotas se distribuye
entre los 15 socios de manera que el
monto individual se reduce a cerca de
$1,20. Además, los socios tienen un plazo
de ocho semanas para ahorrar el monto
mínimo, lo que reduce la cuota de ahorro
semanal a US$0,15, cifra que se encuentra
dentro de la capacidad de ahorro que los
jóvenes dicen tener.
9
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
Ahorro en la Escuela
Otro modelo grupal que se está
implementando en varios países es el
Ahorro en la Escuela, donde se usa a las
escuelas como punto de entrada para
llegar a los jóvenes (y niños) y facilitarles
el acceso al ahorro. En este modelo,
los grupos corresponden a los cursos
existentes. En Ecuador, Freedom from
Hunger se ha asociado con cooperativas
financieras para llegar a los jóvenes a
través de este importante punto de
acceso. El personal de campo de las
cooperativas visita las escuelas para
facilitar un conjunto de sesiones dinámicas
y atractivas de educación financiera y
entregar información sobre la cuenta
de ahorro individual que la cooperativa
ofrece. Algunas cooperativas tienen la
capacidad de captar depósitos en las
escuelas a través de teléfonos inteligentes e
impresoras portátiles. Aunque las cuentas
son individuales, el método de entrega
es grupal y los jóvenes se comprometen
frente a los demás a alcanzar sus metas
de ahorro. No obstante, para que el
ahorro en la escuela sea viable, las
instituciones deben encontrarse en un
entorno regulatorio que permita realizar
transacciones electrónicas o por fuera
de la sucursal, a través de los agentes de
campo. Para ser efectivo, Ahorro en la
Escuela también requiere de altos niveles
de aprobación del ministerio de educación
y de coordinación local y compromiso
de los maestros y administradores de las
instituciones educativas.
Child and Youth Finance International,
una ONG con sede en Ámsterdam, está
construyendo un movimiento alrededor
de su propia definición del concepto de
SchoolBank. 28 Bajo este programa, la
ONG estimula a las escuelas a convertirse
en intermediarios, de manera que
los profesores puedan recolectar los
documentos necesarios para abrir cuentas
y captar los ahorros para depositarlos
posteriormente en la institución financiera.
Los datos de los estudios de impacto que se realizaron en Ecuador
y Malí muestran resultados similares. Las encuestas con jóvenes
ecuatorianos indican que únicamente 27 por ciento dijo haber
abierto una cuenta de ahorro, aunque 76 por ciento dijo tener
ahorros a través de mecanismos formales y no formales. Sin
embargo, cuando se les preguntó por la frecuencia de los ahorros,
65 por ciento de los participantes de Malí indicó ahorrar dinero
semanalmente la mayor parte de las semanas, mientras que solo
9 por ciento de los participantes de Ecuador señaló ahorrar de
manera semanal o diaria.22
Los resultados de monitoreo y evaluación no sorprenden: en
una estructura grupal, los jóvenes se comprometen a ahorrar de
manera semanal. En el caso de las cuentas individuales, aunque el
personal de las cooperativas anima al ahorro de manera regular a
través de visitas a las escuelas y casas de los jóvenes, tales visitas no
se efectúan todas las semanas y el programa de ahorro no cuenta
con mecanismos que permitan que los jóvenes ahorren de manera
regular.
Nuestra teoría es que las estructuras grupales, el capital social, la
presión social y la integración de la educación financiera en las
reuniones de los grupos (todos los cuales son elementos integrales
de los métodos grupales en Malí) son factores clave que explican la
diferencia en los resultados entre Malí y Ecuador porque atienden
varios de los obstáculos que deben enfrentar los jóvenes al ahorrar. En el resto de este documento se describirá con mayor detalle
cómo cada uno de estos mecanismos ayuda a superar las barreras
y a estimular a los jóvenes a ahorrar.
Estructura grupal
Los estudios sugieren que los grupos de amigos pueden tener
varias facetas y que pueden acarrear cambios tanto positivos como
negativos.23 Lo que hace que los programas de ahorro grupal
tengan potencial para lograr las conductas de ahorro deseadas es la
estructura del grupo, donde la participación es voluntaria y se sigue
un formato específico alrededor de una meta específica (el ahorro)
sobre la cual se han puesto de acuerdo todos los participantes. Un
estudio realizado por Hansen observó que los jóvenes que
participaban en actividades voluntarias estructuradas (tales como
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
organizaciones comunitarias y clubes vocacionales)
informaron tener más experiencias relacionadas con
ponerse metas y realizar esfuerzos en estos ámbitos
que cuando departían con sus amigos o asistían a las
clases académicas obligatorias.24 Según Larson, estos
comportamientos son el resultado de un entorno donde
los jóvenes “dirigen y regulan sus acciones en pos de
una meta.25” En esencia, una estructura grupal centrada
en el ahorro motiva a los jóvenes a alcanzar su meta de
ahorro, superando algunas de las barreras psicológicas,
tales como la falta de automotivación para ahorrar.
Los programas grupales, bien sean del tipo de Grupos
de Ahorro o cuentas de ahorro grupal para jóvenes, son
también un lugar seguro donde los jóvenes de escasos
recursos pueden ahorrar. En un grupo de ahorro, la caja
donde se guarda el dinero o alcancía está a cargo de una
persona mientras que otra guarda la llave, ofreciendo
así un mecanismo de protección de los fondos. Y
a que
el dinero se cuenta frente a todos los miembros, todos
saben cuánto dinero hay en todo momento. Además,
debido a que es más difícil acceder a los ahorros que
se han depositado en una cuenta colectiva en una
institución formal o en un Grupo de Ahorro para
Jóvenes no formal, resulta más fácil para ellos resistir la
tentación de usar los ahorros en gastos innecesarios. El
grupo representa también un espacio seguro donde los
jóvenes pueden congregarse y crear lazos.
La estructura grupal también puede aligerar el peso
de los requisitos para abrir una cuenta puesto que los
jóvenes pueden ahorrar en conjunto para juntar el
saldo mínimo de apertura. Similarmente, si es requisito
contar con una identificación para abrir una cuenta, no
es necesario que todos los socios la obtengan y dos
miembros del grupo pueden abrir la cuenta a nombre
de los demás. 10
La estructura de un enfoque de grupo puede tener
influencia especial en los jóvenes porque puede llevar
a adoptar la costumbre del ahorro por el resto de la
vida. La costumbre de ahorrar puede surgir al desarrollar
un ciclo sostenido: El ciclo de un hábito, un concepto
elaborado por Charles Duhigg y citado por Pathak en
“Creating Creatures of Habit” resulta de establecer
“señales, rutinas y recompensas”. 26 Pathak explica que
el ciclo del hábito se crea cuando la gente se involucra
en algún tipo de rutina dentro de la cual recibe una
señal para adoptar un comportamiento específico y
recibe una recompensa por dicho comportamiento. La
recompensa refuerza el comportamiento la próxima vez
que la persona reciba la señal.
En un enfoque clásico de Grupos de Ahorro, los jóvenes
se reúnen para ahorrar de manera semanal durante un
período de un año. El enfoque de Grupos de Ahorro
para Jóvenes crea un ciclo continuo que condiciona el
desarrollo de un hábito de ahorro. Los socios entran en
una rutina (reuniones semanales que siguen la misma
agenda), reciben una señal (son llamados uno por uno
para ahorrar frente al grupo) y reciben un premio
(acceso a préstamos internos y una suma global al final
del ciclo).
En este momento se está observando evidencia
temprana de cómo se forma este hábito. Aunque el
estudio de impacto con los Grupos de Ahorro para
Jóvenes aún se está llevando a cabo, los hallazgos
preliminares de Freedom from Hunger revelan
resultados positivos ya que los ahorros de los
participantes de los Grupos de Ahorro para Jóvenes son
mayores que los de los jóvenes no participantes de los
grupos de control.27
11
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
Cuando los jóvenes empiezan a ahorrar
a edad temprana, aumentan su potencial
de desarrollar un hábito de ahorro que
pueden seguir practicando en su vida
adulta, fortaleciendo sus capacidades
financieras a medida que empiezan a
afrontar mayores responsabilidades
sociales y económicas.
Educación financiera
Además de ahorrar y otorgar préstamos en grupo,
la educación financiera puede ayudar a abordar los
obstáculos que los jóvenes enfrentan al ahorrar bajo un
esquema de ahorro grupal. Los grupos son un conducto
prometedor para construir la capacidad financiera de
los jóvenes de escasos recursos cuando al acceso y uso
de los servicios financieros (formales y no formales)
se incorpora la educación financiera. La combinación
de estos dos elementos es determinante porque la
educación desarrolla el conocimiento financiero y
genera habilidades y cambios de actitud, mientras que
el servicio de ahorro ofrece la oportunidad de aplicar
inmediatamente los nuevos aprendizajes, teniendo como
resultado el cambio de conducta deseado. Debido a
que la capacidad financiera de los jóvenes se construye
en el marco social de un grupo, los servicios integrados
pueden ayudar a lograr la inclusión financiera total de
los jóvenes, un objetivo importante tomando en cuenta
el limitado acceso a los servicios financieros que ellos
tienen.29
La inclusión financiera se define como “un estado en el
que toda la gente que puede usar un conjunto completo
de servicios financieros de calidad tiene acceso a
ellos, a un precio razonable, de manera accesible y
respetando la dignidad de los clientes.30” De esta
manera, la educación financiera dota a los jóvenes con el
conocimiento para acceder y usar efectivamente dichos
servicios financieros. Por ejemplo, las sesiones de
educación financiera de Freedom from Hunger orientan
y dotan a los jóvenes de las herramientas necesarias
para:
ƒƒ Ponerse una meta de ahorro y elaborar un plan
para alcanzarla
ƒƒ Tener criterios para tomar decisiones de ahorro y
préstamo
ƒƒ Identificar lugares seguros para ahorrar
ƒƒ Tomar decisiones adecuadas sobre el manejo del
dinero, diferenciando entre necesidades y deseos
ƒƒ Hacer planes para épocas difíciles
Los jóvenes con acceso a cuentas formales de ahorro
también aprenden a cumplir con los requisitos de
apertura de cuentas, a llenar las fichas de depósito y
retiro y a acceder al banco.
La educación financiera puede incorporarse fácilmente a
los programas grupales ya que puede impartirse durante
las reuniones periódicas del grupo. Las sesiones pueden
ser impartidas por el mismo personal que facilita el
acceso al servicio de ahorro (por ejemplo, el personal
de las instituciones financieras en el caso de las cuentas
de ahorro, o bien el personal de la ONG que facilita
la formación de los Grupos de Ahorro para Jóvenes)
Para garantizar el interés de los jóvenes, la educación
financiera necesita seguir los siguientes principios básicos
del aprendizaje entre jóvenes:
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
ƒƒ Ser práctica y relevante para sus necesidades financieras reales
ƒƒ Ser dinámica, participativa y entretenida para despertar su
interés pero sin dejar de lado los objetivos de aprendizaje
ƒƒ Crear un ambiente de respeto y seguridad donde los
participantes sientan que sus ideas son valoradas
ƒƒ Incluir a la familia, especialmente en el caso de los menores de
edad que necesitan el apoyo y en ocasiones la aprobación de
sus padres para participar en ciertas actividades de ahorro
ƒƒ Seguir el principio de “no hacer daño” que promueve y
protege la seguridad, dignidad y derechos humanos de los
jóvenes
La educación financiera busca dotar a los participantes con los
conocimientos y habilidades clave para tomar decisiones acertadas
respecto a su dinero, incluyendo las relacionadas con usar un
conjunto de servicios financieros, tales como el ahorro y el
crédito. La educación también puede ayudar a los jóvenes a fijarse
metas de ahorro y tener un plan para alcanzarlas, de manera
que puedan ser proactivos en la satisfacción de sus necesidades
y no tengan que pasar apuros cuando se les presentan urgencias
financieras.
Aunque existe cierto debate sobre la eficacia de la educación
financiera entre la población adulta, una cantidad de estudios
recientes ha analizado el impacto de la educación financiera
dirigida a los jóvenes cuando se combina con mecanismos
de ahorro. Los hallazgos recientes de una prueba controlada
aleatoria destacan los resultados prometedores de los programas
de ahorro grupal que tienen un componente de educación
financiera. IPA se asoció con Church of Uganda, FINCA-Uganda
y Straight Talk Foundation para evaluar dos intervenciones: un
programa de educación financiera y una cuenta de ahorro grupal
para jóvenes.31 Las sesiones de educación financiera fueron
una adaptación del plan de estudios del Programa Mundial de
Educación Financiera elaborado originalmente por Freedom from
Hunger y Microfinance Opportunities.32
Los hallazgos preliminares de esta evaluación señalan que los
dos grupos que recibieron la educación financiera, uno de
ellos con una cuenta grupal y el otro sin ella, mejoraron sus
12
13
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
conocimientos financieros. Los grupos que sólo tenían las cuentas
de ahorro y no recibieron educación financiera no mostraron
mejoras significativas, lo que indica la importancia de incorporar
la educación financiera para desarrollar las capacidades de los
jóvenes. Según IPA, “los tres grupos aumentaron ligeramente
el ahorro auto-reportado, aunque tales aumentos fueron
estadísticamente significativos sólo en los dos grupos que
recibieron la educación financiera.”33 Karlan concluye que “el
acceso conjunto a ahorro y educación financiera mejora las
conductas de ahorro.34”
Capital social
El capital social tiene una función determinante en la promoción
de conductas positivas de ahorro dentro de un contexto
grupal. Los socios construyen capital social en sus grupos a medida
que participan en reuniones semanales y se conducen de acuerdo
a las reglas del grupo, incrementando así su credibilidad ante los
demás miembros.35 El mayor capital social ha sido mencionado
como un posible impacto de la participación en modelos de
banca comunal. Estudios a nivel mundial indican que el capital
social ha mejorado las tasas de pago, ha aumentado los ahorros36
y ha empoderado a las mujeres.37 Si bien el capital social puede
acarrear resultados sociales y financieros positivos, también es un
recurso importante para el éxito de los grupos. Resumiendo, y
en palabras de Dunford, “el capital social ayuda a generar grupos
exitosos y los grupos exitosos ayudan a generar capital social.38”
Woolcock y Narayan definen el capital social como “las reglas y
redes que permiten a la gente actuar de manera colectiva,” para lo
que es necesario recurrir a los lazos sociales que existen dentro y
fuera de sus comunidades.39 Los métodos de ahorro grupal para
jóvenes pueden generar lazos sociales internos al hacer que ellos
definan y sigan de común acuerdo un conjunto de normas cuyo
cumplimiento es vigilado por el grupo entero. La meta social fijada
de común acuerdo y sobre la cual el grupo trabaja colectivamente
ayuda a fortalecer aún más la cohesión interna. A su vez, los lazos
sociales internos conllevan a otros efectos positivos. Por ejemplo,
estudios realizados en Sudáfrica por el Population Council hallaron
que las adolescentes con más conexiones sociales eran menos
vulnerables a los comportamientos sexuales riesgosos.40
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
Los lazos sociales externos se generan a través de
la asociación entre los jóvenes participantes y la
organización que les ofrece el ahorro grupal y les apoya
a definir y alcanzar sus metas de ahorro. Los jóvenes que
se hacen económicamente más productivos al invertir
sus ahorros en actividades generadoras de ingresos
pueden mejorar su posición social en la comunidad,
reforzando aún más sus lazos sociales externos. Estos
lazos internos y externos permiten que el grupo y la
institución trabajen en conjunto con miras a un objetivo
común, nutriendo por ende el capital social de los socios,
el cual puede a su vez aprovecharse para que se apoyen
mutuamente para aumentar sus ahorros y alcanzar sus
metas individuales de ahorro. El Population Council realizó un piloto de un programa
grupal en Kenia y Uganda donde grupos de entre 20 y
25 chicas se reunían de manera semanal. Aunque cada
niña abría una cuenta de ahorro individual, la intención
de reunirse en grupo era recibir apoyo mutuo para
ahorrar y participar en la educación financiera y de
salud. En la evaluación del piloto realizado en Uganda
se comparó a las niñas que participaron en el grupo
y tenían una cuenta de ahorro con las niñas que sólo
tenían la cuenta de ahorro pero no sabían que podían
formar parte de un grupo.41 Si bien no se encontró
una diferencia significativa en los saldos de ahorro de
las niñas que estaban en grupos y tenían una cuenta
de ahorro y los de aquellas que sólo tenían una cuenta
de ahorro, la evaluación encontró que las niñas que
participaban en los grupos y tenían una cuenta tenían
también un capital social mayor y redes sociales más
sólidas, y que era menos probable que fueran acosadas
o explotadas sexualmente.42
Presión social
Mientras que la estructura grupal y la educación
financiera se ocupan de varios de los obstáculos al
ahorro entre los jóvenes, los grupos de amigos pueden
14
ser capitalizados para promover las conductas deseadas
al atender algunas barreras psicológicas. Pathak, Holmes
y Zimmerman señalan que las dinámicas entre grupos
de amigos pueden ayudar a los jóvenes a superar
la tendencia a la inercia y a preferir la satisfacción
inmediata sobre las recompensas de más largo plazo
(es decir, descuento hiperbólico) a través del efecto de
la “presión social que ejercen los demás miembros de
la misma comunidad.” Los métodos de ahorro para
jóvenes incorporan un mecanismo de compromiso
que se vale de la presión social por la cual los jóvenes
se sientan obligados a ahorrar. Y
a que los participantes
se comprometen con los demás miembros a seguir
las reglas del grupo, incluyendo el ahorro semanal,
se produce un efecto de influencia recíproca para
mantenerse firmes en sus metas de ahorro. En una prueba controlada aleatoria realizada en Chile
se halló que “los grupos de autoayuda conformados
por pares son mucho más efectivos para aumentar
el monto de ahorro que un incremento importante
de la tasa de interés.43” En el estudio, los participantes
asistían a reuniones semanales en las que comunicaban
voluntariamente sus avances hacia la meta de ahorro,
enseñándole al grupo la ficha del depósito que habían
realizado. Aunque los autores no se detienen a analizar
los factores psicológicos subyacentes, la investigación
implica que la dinámica del grupo generó un mecanismo
de compromiso que llevó a los participantes a ahorrar
más de lo que hubieran ahorrado de no participar en el
grupo. Es ampliamente conocido que la susceptibilidad a la
presión de grupo aumenta en la adolescencia.44 Aunque
la presión social entre los jóvenes tiene a menudo
connotaciones negativas (como en el caso de la
participación en pandillas o comportamientos riesgosos),
las relaciones sociales sólidas y positivas, especialmente
si se apoyan y orientan adecuadamente, pueden ser muy
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
15
importantes para desarrollar en ellos aquellas conductas positivas relacionadas con buenos resultados académicos
y bienestar.45 Por ejemplo, dado que los Grupos de Ahorro para Jóvenes deciden colectivamente sobre los montos
a ahorrar, y que los jóvenes pueden retirarse en cualquier momento, no es probable que la presión grupal tenga
impactos negativos. Si los jóvenes no pueden juntar su cuota de ahorro en una semana dada se les impone una
multa acordada colectivamente. Los jóvenes de Malí que participan en los Grupos de Ahorro dicen que sus padres
les apoyan y estimulan para que participen en los grupos, y que a menudo les ayudan a juntar su cuota de ahorro
semanal. T
omando en cuenta que en los programas de ahorro grupal para adolescentes la presión de grupo se
combina con el apoyo de los padres, su función puede ser mayor y más duradera en esta población que en otras. La evidencia que se ha presentado hasta ahora y que se resume en el Cuadro 4 indica que los programas grupales
abordan varios de los obstáculos que los jóvenes enfrentan para acceder y acumular ahorros.
Cuadro 4. Cómo hacen frente los programas de ahorro grupal a los obstáculos al ahorro entre los jóvenes
Obstáculo
Oportunidad del ahorro grupal
Montos de ahorro pequeños e
irregulares
La estructura grupal con reuniones periódicas centradas en el ahorro motiva a los jóvenes a
ahorrar con regularidad y a acumular mayores montos a lo largo del tiempo, creando un ciclo del
hábito de ahorro.
Limitaciones en el acceso físico a
lugares seguros
En los contextos rurales, los Grupos de Ahorro para Jóvenes ofrecen un mecanismo financiero
seguro al que de otra manera no se podría acceder. En las escuelas, los maestros o el personal de la institución financiera pueden recibir los
depósitos, eliminando así la restricción al acceso físico.
Requisitos para abrir las cuentas
de ahorro
La estructura grupal hace necesario que solo unos cuantos jóvenes cuenten con el requisito de
identificación para abrir una cuenta de ahorro formal. Los jóvenes pueden juntar colectivamente los saldos de ahorro y cuotas de la cuenta, lo que les
sería difícil juntar de manera individual.
Predisposiciones psicológicas
Inercia
Sesgo de disponibilidad
Descuento hiperbólico
Comportamientos financieros no
óptimos
El capital social y la presión social influyen sobre los jóvenes para que ahorren cada semana y
alcancen sus metas de ahorro.
Las reuniones periódicas del grupo sirven como un mecanismo recordatorio y de compromiso
para que los jóvenes ahorren.
Los jóvenes reciben recompensas inmediatas cuando ven crecer sus ahorros y tienen acceso a los
préstamos.
La educación financiera dota de los conocimientos y habilidades necesarios para tomar
decisiones acertadas sobre manejo del dinero y definir metas de ahorro.
El mecanismo grupal inmoviliza los fondos por un lapso de tiempo, desanimando a los miembros
a gastar sus ahorros en cosas innecesarias.
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
Limitaciones y oportunidades
Existen algunos interrogantes válidos sobre los métodos de ahorro
grupal que aún no tienen respuesta, así como algunas limitaciones
claras que necesitan mayor estudio. Aún así, dados los avances en
tecnología y en el campo de servicios financieros para los jóvenes,
también están emergiendo oportunidades importantes.
Los jóvenes cambian mucho de lugar. ¿Qué sucede cuando un
joven decide abandonar el grupo?
En los países de África occidental donde la migración es muy
común entre los jóvenes, en especial los hombres, esta es una
posibilidad muy real. En los Grupos de Ahorro de Malí, los
hermanos se reemplazan entre sí en los grupos, aunque esto
ha sucedido en un contexto de pueblo pequeño, donde todos
se conocen muy bien y a menudo se ayudan mutuamente si
es necesario. Dado que los Grupos de Ahorro aún están bajo
evaluación, no existe certeza sobre el tiempo en que puede
seguir funcionando un grupo si se dan múltiples partidas. Como
señaló Pathak46 , existe la posibilidad de romper el ciclo del hábito
cuando se elimina la señal o la recompensa, o sea que existe
incertidumbre sobre la continuidad de los ahorros de los jóvenes
participantes en los Grupos de Ahorro si estos últimos dejan de
existir. No obstante, la evidencia de los Grupos de Ahorro para
adultos en Malí indica que 95 por ciento de los grupos siguen
reuniéndose, ahorrando y haciéndose préstamos después de seis
años.47 Podemos esperar una tendencia similar en los Grupos
de Ahorro para Jóvenes, si bien es posible que sean menos los
grupos que sobrevivan si muchos miembros emigran. Por otra
parte, los Grupos de Ahorro han demostrado ser bastante fluidos
y evolucionar con el tiempo, por lo que los miembros de un grupo
se unen a otro grupo cuando cambian de residencia o cuando se
abre un grupo que se reúne más cerca de su hogar.48 Es probable
que veamos a jóvenes replicando los grupos a medida que
emigran y pasan a nuevas etapas de sus vidas. En el caso de las cuentas formales de ahorro grupal, el proceso
a seguir cuando un miembro se retira puede ser establecido
claramente por la institución financiera y los mismos miembros
16
17
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
del grupo. No obstante, cuando los miembros se
retiran, la dinámica y cohesión del grupo pueden
desestabilizarse. Asimismo, los jóvenes participantes que
viven en zonas urbanas y aún no han empezado una
familia pueden moverse más, estar menos conectados
a un grupo de jóvenes específico y tener distintas
necesidades financieras, lo que puede llevar a una falta
de cohesión social y posiblemente a menos conductas
positivas de ahorro. puede no ser inmediatamente accesible en caso de
emergencia, y para retirarlo sería necesario ponerse de
acuerdo con el Comité de Dirección y desplazarse hacia
la institución financiera. Además, es posible que solo los
dos o tres jóvenes que administran la cuenta a nombre
del grupo obtengan las habilidades necesarias para
interactuar con una institución financiera, limitando así la
oportunidad de generar esta capacidad entre todos los
jóvenes del grupo.
¿Puede el ahorro grupal para jóvenes de escasos
recursos satisfacer todas sus necesidades
financieras?
¿Están los grupos a prueba de riesgos?
Como lo confirmó Portfolios of the Poor, los pobres
usan una variedad de instrumentos financieros (como
lo hacen quienes tienen más recursos económicos) de
manera que es poco probable que sólo una institución
o programa financiero satisfaga todas las necesidades de
los jóvenes de escasos recursos.49 Los grupos de ahorro
ofrecen una opción de crédito y ahorro de manera
conveniente, flexible, confiable y estructurada. Aunque
los Grupos de Ahorro no formales para jóvenes pueden
satisfacer varias de las necesidades financieras de
quienes viven en zonas rurales, éstos no se benefician
de tener una relación con una institución financiera
formal a través de la cual puedan acceder en el futuro
a otros productos y servicios financieros. Sin embargo,
las cuentas de ahorro grupal pueden satisfacer estas
necesidades en el caso de los jóvenes que viven o
se desplazan a una zona urbana. T
ambién existe una
oportunidad para que los Grupos de Ahorro para
Jóvenes se vinculen con instituciones financieras
formales, especialmente tomando el cuenta el creciente
acceso a la banca sin sucursales y el dinero móvil. Una necesidad financiera que pueden tener los jóvenes
de escasos recursos consiste en la posibilidad de acceder
a sus ahorros en caso de emergencia. Una posible
desventaja del ahorro grupal en una cuenta formal es
que el ahorro individual de los miembros individuales
Si bien un grupo adecuadamente estructurado y
supervisado puede tener varios mecanismos de control
y equilibrio para proteger los ahorros de los jóvenes, es
necesario considerar muchos otros riesgos. Cuando el ahorro se capta en las escuelas, el personal
de la institución financiera o los maestros corren riesgos
al transportar el efectivo desde la escuela hasta la
institución financiera. El personal de las cooperativas
ecuatorianas que participan en la iniciativa AIM Youth
está asegurado en tal caso, aunque el riesgo de robo o
pérdida sigue existiendo. Los jóvenes también enfrentan
un riesgo al llevar el dinero a la escuela, a la reunión
del grupo o a la institución financiera ya que no están
asegurados.
Asimismo, existe el riesgo de fraude por parte de
intermediarios inescrupulosos que puedan recolectar
el ahorro en campo, si bien dicho riesgo puede
minimizarse a través de los mecanismos de control
que la tecnología proporciona. Por ejemplo el uso de
teléfonos inteligentes en Ecuador proporciona seguridad
tanto para el joven (a quien se le entrega un recibo
al momento del depósito usando una mini-impresora
portátil) como para la institución (que registra el
depósito en su sistema al momento del depósito a
través del teléfono inteligente). En un contexto de
cuenta de ahorro grupal, incluso si todos los jóvenes se
conocen y se necesitan varios firmantes para acceder a
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
la cuenta, dos de los cuentahabientes podrían cometer
fraude al retirar los fondos sin la aprobación de todo
el grupo. Los grupos supervisados por el personal de
campo pueden evitar este riesgo si el personal lleva
un sistema de registro de los fondos de la cuenta. Sin
embargo, el mantenimiento de este enfoque puede ser
costoso a largo plazo.
Si bien la presión de grupo adecuadamente canalizada
puede conducir a la promoción de conductas positivas,
es posible que también lleve a conductas negativas
y riesgosas. Por ejemplo, existe el riesgo de que los
jóvenes, en especial las adolescentes, participen en
conductas sexuales riesgosas si se sienten presionados
a cumplir con su cuota de ahorro.50 Es necesario
implementar herramientas adecuadas de evaluación para
supervisar estos riesgos, así como medidas adecuadas
de protección para prevenirlos. Formar la capacidad
del personal de campo es importante para transferir
nuevos conocimientos de manera eficaz, apoyar al
grupo a construir capital social y garantizar que los
jóvenes participantes estén protegidos de los efectos
potencialmente nocivos de la presión social. ¿Los enfoques grupales funcionan mejor para
ciertos jóvenes en comparación a otros?
Los métodos grupales pueden funcionar mejor cuando
los jóvenes están más conectados socialmente y sus
necesidades financieras son similares, lo cual suele ser
el caso para jóvenes de menos edad o jóvenes que ya
se han casado y empezado sus familias. Por ejemplo,
los métodos grupales funcionan bien en pueblos y
escuelas porque los jóvenes están bastante conectados
socialmente a través de las actividades del pueblo y la
escuela y pasan por una situación financiera similar, lo
que implica necesidades financieras comparables. Los
grupos de género mixto que estimulan la participación
de las mujeres en el Comité de Dirección pueden
empoderar a las jóvenes para que ocupen cargos de
liderazgo. Este es el caso de los Grupos de Ahorro para
18
Jóvenes de Plan Internacional. A pesar de ello, los grupos
mixtos también requieren de sistemas adecuados de
monitoreo para garantizar que los chicos no tomen en
control por encima de las chicas. Además, los servicios financieros formales como las
cuentas de ahorro grupal pueden no satisfacer las
necesidades de hombres y mujeres por igual, en especial
en contextos urbanos. Mientras que en los Grupos
de Ahorro no formales para jóvenes de las zonas
rurales de Malí hay más mujeres que hombres, hay un
porcentaje significativamente mayor de hombres (83%)
que poseen cuentas de ahorro en Nyèsigiso, una de las
redes de cooperativas de crédito en dicho país. Según
conversaciones con el personal de las cooperativas
de crédito, esto puede responder a la estrategia de
cobertura, ya que para ellos es más fácil encontrar y
estimular a los jóvenes a unirse a una cuenta de ahorro
grupal visitando los centros de capacitación vocacional
(por ejemplo carpintería, donde por lo general hay más
hombres que mujeres. En los grupos mixtos existe también el riesgo que
los grupos sean dominados por los hombres jóvenes,
marginando a las participantes. Los datos de los
Grupos de Ahorro para Jóvenes de género mixto y
una evaluación interna de las actividades de AIM Youth
en Ecuador y Malí no sugieren ninguna consecuencia
negativa de que ambos géneros participen en los
grupos. Esto puede responder en parte a que los
Grupos de Ahorro para Jóvenes son apoyados por una
adulta en Malí y a que los servicios se presten a través
de las escuelas en Ecuador. A pesar de ello, es necesario
realizar investigación más sistemática sobre los efectos
de los grupos mixtos en las mujeres participantes.
¿Qué función puede desempeñar la tecnología?
Debido a las necesidades cambiantes de los jóvenes
es importante tomar en cuenta cómo construir su
capacidad financiera de manera que puedan usar un
19
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
conjunto amplio de servicios financieros, incluyendo
las instituciones financieras formales, para satisfacer
sus necesidades a medida que pasan a otras etapas
de su vida. Los servicios adecuados de banca móvil
pueden ayudar a atender las necesidades cambiantes
de los jóvenes y ayudarles a permanecer conectados
a un servicio financiero incluso cuando cambian de
lugar de residencia. Sin embargo, como se señaló
anteriormente, es fundamental crear la capacidad
financiera de todos los jóvenes del grupo y no sólo
de los jóvenes que administran la cuenta a nombre de
todo el grupo. El establecimiento de asociaciones entre
operadores móviles, prestadores de servicios financieros
y organizaciones que trabajan con los jóvenes puede
ayudar a ofrecer servicios financieros adecuados a los
jóvenes de escasos recursos. Si bien la banca móvil es un campo emergente, un
reciente estudio de mercado realizado en Benín y
Burkina Faso indica que 44,6 por ciento de los 139
jóvenes entrevistados poseía un teléfono celular y
que un 35,2 por ciento adicional tenía acceso a uno.51
Dado el rápido ritmo de los avances tecnológicos,
estos porcentajes pueden crecer marcadamente en los
años venideros, creando una importante oportunidad
para que las instituciones financieras aprovechen la
tecnología y aumenten el acceso de los jóvenes a
los servicios financieros. Otro aspecto prometedor
de la tecnología son los mensajes de texto que han
demostrado tener un efecto similar a la presión de
grupo.52 En el caso de los jóvenes que emigran, recibir
mensajes de texto que refuercen las metas de ahorro,
junto con el acceso a la banca móvil tiene el potencial
de transformar completamente los servicios financieros
para jóvenes. Explorar formas creativas de conectar los
grupos de jóvenes (tanto menores como mayores de
edad) a los servicios de banca móvil puede ayudar a
superar los obstáculos de edad como se vio en el caso
de la cuenta de ahorro grupal de Nyèsigiso.
Conclusiones
Nuestra hipótesis inicial era que los métodos de
ahorro grupal pueden catalizar conductas positivas
de ahorro que perduren hasta la adultez. Aunque es
necesario realizar un estudio más longitudinal sobre
los servicios de ahorro para jóvenes dado que estos
programas son relativamente nuevos y es limitada a
evidencia sobre su sostenibilidad e impacto a largo
plazo, los hallazgos de Freedom from Hunger y la
evidencia de otras organizaciones señalan que los
grupos de ahorro constituyen un mecanismo bastante
prometedor para construir la capacidad financiera
de los jóvenes, especialmente de aquellos que son
vulnerables económicamente y tienen acceso a recursos
limitados. Los programas grupales se edifican sobre las
dinámicas positivas derivadas de la estructura grupal,
el capital social y la presión social para aumentar los
ahorros. Cuando se añade educación financiera a esta
ecuación, los jóvenes están mejor equipados para crear
un hábito de ahorro que dure toda la vida, además de
tomar decisiones inteligentes sobre el manejo del dinero
para su futuro.
Las conductas positivas de ahorro representan un
recurso importante en el proceso hacia alcanzar mayor
resistencia económica y seguridad alimentaria por parte
de los jóvenes pobres a medida que pasan de una etapa
de la vida a otra. Cuando estos ahorros se promueven
en un entorno grupal los participantes obtienen mayores
beneficios derivados de dicha estructura, tales como el
apoyo mutuo para alcanzar las metas financieras. Los
enfoques grupales pueden ser especialmente cruciales
para llegar a poblaciones marginadas y conectarlas a
servicios financieros a los que de otra forma no podrían
acceder. Además, los grupos representan una plataforma ideal
para prestar servicios adicionales y complementarios. En
un blog sobre la evidencia del impacto de las
microfinanzas Dunford afirma que: “No basta con formar
Ahorrando Juntos: Enfoque en grupos para promover el ahorro entre jóvenes
grupos de ahorro o préstamo que arrojen grandes
resultados si sus miembros no pueden relacionarse
con agentes externos que puedan ofrecerles no solo
servicios bancarios sino también oportunidades de
mercado y productos de salud, educación, agricultura
y otros. De ser así, los miembros del grupo estarían
emprendiendo una acción colectiva para seguir siendo
pobres… los integrantes de estos grupos tienen que
ser empoderados por este capital social de manera
que puedan trascender sus grupos y comunidades y
enfrentar la realidad mucho más amplia con sus propios
medios, no los de sus grupos.53”
La clave para liberar el potencial de los jóvenes que
viven en situación de pobreza radica en construir su
capacidad para participar en un amplio conjunto de
servicios financieros, incluyendo instituciones financieras
formales y otros servicios de desarrollo que pueden
utilizar para satisfacer sus múltiples necesidades a
medida que pasan a otras etapas de sus vidas. La
prestación de servicios adicionales, como educación en
temas de salud o creación de empresas, así como el
apoyo prestado por una variedad de actores como la
familia, escuelas, ONG, instituciones gubernamentales
y financieras, son componentes determinantes para
equipar a los jóvenes con las herramientas que necesitan
20
para mejorar su bienestar. Dado el interés que tiene el
campo del desarrollo en los jóvenes, en particular en
los países con altos niveles de pobreza y desempleo, los
programas grupales representan una plataforma sólida
para construir una estrategia integral y positiva para el
desarrollo de los jóvenes. Agradecimientos
Esta publicación ha sido posible gracias a la asociación
con The MasterCard Foundation. Las autoras quisieran agradecer a todas las personas
que revisaron este documento por sus valiosos
comentarios. Estamos muy agradecidas por los lúcidos
comentarios de Ruth Dueck-Mbeba y Prabhat Labh
de The MasterCard Foundation. T
enemos en especial
una gran deuda con Chris Dunford por sus múltiples
revisiones. Asimismo, quisiéramos agradecer a Megan
Gash y Kathleen Stack de Freedom from Hunger. Un
agradecimiento especial a nuestros revisores externos,
Payal Pathak (International Youth Foundation), Karen
Austrian (Population Council), Bella Lam y Joanna
Melymuk (Plan International), y Wendy-Ann Rowe (CRS).
Los revisores y sus organizaciones no respaldan
necesariamente todo el contenido de este informe.
Notas finales
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32. Este programa se desarrolló inicialmente con financiación de CitiFoundation.
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