ganó 45, obtuvo 22 segundos puestos. Siguió practicando este
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ganó 45, obtuvo 22 segundos puestos. Siguió practicando este
Maestro de la Neurología Prof. Dr. Hermida Manuel Eduardo Nació en Leandro N. Alem (provincia de Buenos Aires) el 19 de noviembre de 1922. Hijo de Don Manuel Eduardo Hermida y Doña Rufina Pinilla. Destacado deportista desde pequeño, a los 9 años comenzó a competir en natación alcanzando numerosos éxitos y records en su categoría. Con 15 años intervino en 71 carreras, de las cuales ganó 45, obtuvo 22 segundos puestos. Siguió practicando este deporte a lo largo de toda su vida. También se destacó en waterpolo y basquetbol, actividades que desarrolló junto a su hermano Telmo. Su padre, reconocido deportista de la época, fue quien los inició e inculco el amor por el deporte. Realizó sus estudios primarios en la escuela n° 65 Bartolomé Mitre y sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de La Plata, siendo uno de sus mejores egresados por mejor promedio en 1941. Ingresa en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP donde recibe el título de Doctor en Medicina, egresado nuevamente entre los mejores promedios. Comienza la especialización en neurología en el Hospital Rawson de la ciudad de Buenos Aires continuándola en la ciudad de La Plata obteniendo el título de Especialista en Clínica Neurológica y Psiquiátrica e Higiene Mental. Fundó junto a otros colegas el Servicio de Neurología del Hospital Interzonal General de Agudos General San Martín de La Plata. Fue nombrado Jefe de Sala y Jefe de Servicio del mismo hospital, cargo en el cual se desempeñó a lo largo de varios años. Se recibió de la carrera docente en la Facultad de Humanidades de la UNLP ejerciendo como profesor destacado en la Cátedra de Neurología en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP. A lo largo de su vida profesional fue autor de múltiples trabajos sobre su especialidad publicados en revistas nacionales y extranjeras, además de participar como disertante en numerosos congresos y reuniones científicas. Fue declarado Miembro Honorario de la Sociedad de Neurología de La Plata y Médico Consultor del HIGA General San Martin de La Plata. Se le realizaron múltiples homenajes como “Maestro de la Neurología” y a su extensa y distinguida trayectoria, asimismo se realizaron congresos de neurología en su honor. Considerado por sus colegas como referente indiscutido de su especialidad, fue también admirado por sus pacientes quienes sentían la seguridad del conocimiento pero también la contención humana. Si bien su pasión fue la neurología de la cual se lo considera un Maestro que dejó muchos discípulos, fue también un ávido lector que abrevó en diferentes disciplinas como la filosofía, historia, antropología, sociología, entre otras. Siendo las charlas con sus hijos y nietos amenas, aleccionadoras e inolvidables. Consideraba que el médico debía tener no sólo el conocimiento científico para el desarrollo de su actividad sino también conocimiento humanístico para entender al hombre como un todo, un ser complejo inmerso en una sociedad en la que influyen diversos factores culturales, religiosos, filosóficos, sociales, etc. Dentro de sus aficiones además de la lectura, se destacaban el buen cine, la música clásica y la pesca que compartió con amigos y colegas, recorriendo diversos puntos del país. Fue un entusiasta del deporte y seguidor de toda la vida de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Casado durante 62 años con Alicia Alvarez Irigoiti (Docente) tuvo 4 hijos: Manuel, Alicia, Claudia y Adriana , 8 nietos y una bisnieta. Amigo de sus amigos, excelente marido, padre y abuelo, dando el consejo justo, desinteresado y lleno de sabiduría, quien supo transmitir los valores que acompañarán a lo largo de la vida a sus descendientes. Fue un hombre que supo acercar las diferencias de edad agiornándose a los tiempos actuales pudiendo lograr entre sus hijos, nietos y en quienes lo conocieron una gran admiración siendo una guía y referente irremplazable. Hombre sensible, de bajo perfil y de una inigualable ética. Todo lo logró con pasión, esfuerzo y dedicación, por eso dejó huellas imborrables en quienes lo conocieron. Como dice la canción… no es lo mismo transcurrir que HONRAR LA VIDA.