el gran momento a fondo

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el gran momento a fondo
AGUSTÍN SÁNCHEZ-GIL SÁNCHEZ-GIL
VETERINARIO Colegiado nº. 590
C/ Monjas, 9
13200 MANZANARES (C. REAL)
Tlfno.: 926 62 09 12
E-mail: [email protected]
EL GRAN MOMENTO A FONDO
Claves para reconocer los acontecimientos
del parto en perras y gatas
Muchas son las preguntas que se hacen
los dueños de perras y gatas cuando éstas se
quedan preñadas, y todas giran en torno a la
llegada del gran momento: el parto. En este
artículo os recogemos las principales claves
para sobrellevar ese momento crucial, y para
que podáis saber si se presenta algún problema
que requiera la presencia del veterinario.
Lo primero que tenemos que saber, o que
al menos nos gustaría saber es cuándo se
producirá el parto. Si supiésemos el momento
exacto de la concepción no sería problema,
simplemente se cuentan 63 días en el caso de la
perra y 69 en el de la gata. Pero como siempre,
no todo es tan sencillo, pues muchas cosas
pueden variar, empezando porque no se suele
producir un único acoplamiento y porque ni
siquiera podemos estar seguros de cuándo se
han producido, si no se ha realizado en nuestra
presencia.
Por otro lado, los espermatozoides
sobreviven varios días, con lo que aún podemos
estar menos seguros del momento exacto para
poder calcularlo. Y hay que tener en cuenta que
las camadas numerosas suelen acortar la
duración de la gestación. Además, en los perros
también hay diferencias en la gestación según
la raza y tamaño del animal.
Sin embargo, sí que podemos observar algunos
signos en nuestro animal que nos pueden
ayudar a intuir el momento del parto.
 Una semana antes la temperatura
corporal, que debemos medir en el
recto, se sitúa en 37-38º C,
descendiendo a menos de 36º entre 24 y
8 horas antes. Sin embargo, dado que la
hipotermia es algo frecuente, este
descenso de la temperatura corporal
sólo es un indicio y no debe
considerarse totalmente fiable, sino
aproximado.



Aparecerá secreción láctea en las
mamas, pero en las perras esto es algo
que puede suceder una o dos semanas
antes o en el mismo momento del parto.
Es habitual que uno o dos días antes las
perras rechacen el alimento.
Lo más revelador es que la hembra
cambia de comportamiento y empieza a
buscar sitios apartados y oscuros,
además de mostrarse más inquieta. Así
sabremos que el alumbramiento se
acerca.
El lugar donde al final se producirá el
desenlace lo elige siempre la madre y será algo
aislado y tranquilo, para proteger a sus crías.
Esta es la razón por la que normalmente se
suele producir por la noche, pues es cuando la
casa está más en calma. Podemos intentar
facilitarle un lugar, acondicionándolo en un
sitio tranquilo y apartado, mullido con algún
material absorbente, aunque tampoco se puede
garantizar que al final elija lo que hemos
previsto. En cualquier caso si queremos
trasladar a la madre es aconsejable hacerlo
cuando ya haya dado a luz.
Así habríamos llegado al instante crucial:
el parto propiamente dicho. Un parto que los
propios cachorros se encargan de provocar
cuando se vuelven demasiado grandes, ellos y
sus necesidades alimenticias. De forma que
provocan un desarreglo hormonal en la madre y
en consecuencia parto, en el que podemos
diferenciar 3 fases:
1.- Relajación y dilatación del cuello
perra es que sea de 4 horas, puede durar de 2 a
12 horas y hasta 36 en las primerizas. Es
fácilmente apreciable porque la hembra deja de
comer y se muestra nerviosa. Los labios de la
vulva se vuelven blancos y colgantes y se
observa un líquido viscoso, pegajoso de color
blanco-amarillento. En la gata esta fase suele
durar 24 horas en las que muestra inquietud,
vocalización e inician la preparación del nido.
2.- Nacimiento de las crías: Lo más
llamativo de esta fase son las fuertes
contracciones intrauterinas, que duran entre 50
y 60 segundos, con una frecuencia de 3 a 6
minutos.
En la perra esta fase puede complicarse
si se la molesta. La duración de todo este
proceso es muy variable en cada perra y en
cada cachorro de una misma camada. También
el intervalo entre el nacimiento de un cachorro
y otro varía, aunque lo normal es que se
expulsen en intervalos de contracciones
inferiores a 30 minutos. Si transcurren más de 6
horas desde la expulsión del primer cachorro se
debe avisar a un veterinario, pues es posible
que se presenten complicaciones, también se
deben considerar anormales intervalos de más
de 4 horas. Por último, lo mejor es permitir que
la madre limpie a cada uno de los cachorros
según van naciendo.
En la gata esta fase suele ser más corta,
aunque a veces se divide en dos tandas de
gatitos, con un descanso de 12 a 24 horas. El
primer cachorro suele tardar entre 30 y 60
minutos en nacer, y el intervalo en los
nacimientos es de 5 a 60 minutos. La madre
cortará el cordón umbilical, se comerá la
placenta y limpiará a los gatitos sin necesitar
asistencia.
3.- Expulsión de las placentas: La gata,
como hemos visto, expulsa a la vez a los gatitos
y la placenta, comiéndosela después. Sin
embargo, en el parto de la perra puede suceder
que los perros unidos a la placenta por el
cordón umbilical y ésta en el interior de la
uterino: Su duración es variable; aunque lo
madre, siendo expulsada por separado antes,
durante o después de nacimientos posteriores.
El final del parto está marcado por la
relajación de la madre y el amamantamiento de
los cachorros. Pero si queremos saber de
antemano el número de cachorros que deben
nacer para estar seguros de cuándo termina el
parto deberemos consultar con un especialista,
que determinará cuál es el mejor método para
averiguarlo: la palpación abdominal, la
realización de una ecografía o de una
radiografía. Estos dos últimas pruebas también
nos pueden ayudar a determinar si es probable
que se presente algún problema durante el
nacimiento.
Una vez que los cachorros han nacido
debemos comprobar que respiran por sí
mismos, pero si nacen en estado de muerte
aparente tendremos que desobstruir, lo más
rápido posible, las vías respiratorias y
practicarle la respiración artificial. Una buena
acción previa es sostener al recién nacido por
las extremidades inferiores para que la sangre
acuda al cerebro y el CO2 excite el centro
respiratorio. Una vez comprobado que respiran,
si la madre no corta el cordón umbilical
deberemos hacerlo también nosotros. La forma
más aconsejable de hacerlo es por tracción
opuesta de las dos manos: colocaremos los
dedos índice y pulgar de cada mano a unos 5
centímetros del cuerpo del cachorro, se ata un
hilo grueso al cordón umbilical cerca del
ombligo y se exprime para vaciarlo de sangre.
Después será la madre la que se encargue de
lamerlo.
Todos los cachorros deben mamar en las
primeras 6 horas de vida para que el calostro
previo a la leche le aporte las defensas que
necesitará en sus primeros días de vida. En este
período hay que vigilar a la madre, porque
algunas hembras pueden llegar a devorar a sus
cachorros. Una agresividad que puede estar
asociada a un trastorno psíquico o a una
cantidad insuficiente de leche que provoque
dolor en la succión.
Lo más importante para los cachorros,
una vez superado el momento del parto, será el
proporcionarles calor, nutrición y cuidado
materno, así que si la madre los repudia
tendremos que dárselos nosotros, pero ya
tendremos una preciosa nueva camada en
nuestra casa.

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