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VIAJES
Situada en un privilegiado enclave del mundo, con el Mont Blanc de telón de fondo y acariciada por las aguas
del Ródano transformado en lago, Ginebra se despierta cada mañana mirándose en su espejo de agua.
Una ciudad apacible, muy a la medida del ser humano donde disfrutar del impresionante paisaje que
la circunda paseando por sus quais, sus puentes y sus bulevares. Un lugar donde no sólo rigen sus relojes, que se asoman desafiantes en cada esquina o rincón, sino también la gran cantidad de flores y
árboles que le otorgan una atmósfera bucólica y romántica.
VIAJES
Artículo extraído de la revista Casar-se a Catalunya, núm. 18
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Ginebra
La ciudad encantada por el Ródano
transformado en lago
Texto y fotos: Geles Ribelles
> Atardecer en el lago Lemán.
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VIAJES
Llamada en su origen céltico” la boca de las
aguas” fue la cuna de la reforma protestante. Calvino empezó aquí la Reforma para
oponerse al poder papal y creó una república teocrática que hizo frente a los ataques
de los duques de Saboya convirtiéndola en
una ciudad libre y moderna. Patria también,
del filósofo Jean Jaques Rousseau, uno de
los padres de la revolución francesa, estuvo
anexionada a Francia durante dieciséis años
hasta que en 1815, se unió a la Confederación
Helvética.Hoy la segunda ciudad más grande
de Suiza y uno de los veintiséis cantones que
la forman, con una población de cuatrocientos mil habitantes de los cuales alrededor de
ciento ochenta mil viven en la capital.
El lago Lemán la bifurca en dos orillas que
dan lugar a la ciudad antigua y la ciudad
nueva. Si se cruza el puente del Mont Blanc
desde la ribera derecha, llamado así por las
vistas que se tienen de este pico de los Alpes
(4807 m.), se llega a la ciudad antigua. Allí se
encuentra la plaza de Molard, antiguo puerto
de Ginebra como lo atestigua su torre, convertida en el sitio ideal para reposar, comer
o tomarse un café en la terraza del Café du
Centre, tras un recorrido por las dos calles
principales: la exclusiva Rue du Rhone con
sus tiendas de alta costura, y la Rue de la
Confederation o de la Cruz de Oro, más comercial y bulliciosa. Esta plaza da la bienvenida al viajero con sus adoquines iluminados
por la noche en todas las lenguas de la ONU.
Ginebra es una ciudad cosmopolita y sus
gentes tienen un carácter abierto por la presencia de ciento diecinueve nacionalidades
que trabajan en las numerosas organizaciones internacionales que tienen allí su sede.
La elegante calle de la Corraterie desemboca en el antiguo botánico, llamado parque
des Bastions, donde los ginebrinos acuden a
jugar al ajedrez o a pasear por sus frondosas
alamedas con fuentes a los pies de la ciudad
antigua. Frente a él se encuentran el Teatro
Lírico y el museo privado Rath. Por la empinada promenade de la Traille se penetra
en la ciudad vieja. Allí hay que perderse por
sus laberínticas y sinuosas calles para descubrir los tesoros que guarda de otros tiempos.
Casonas nobles y edificios medievales y renacentistas como el Ayuntamiento, la catedral
de Saint Pierre, la casa de Calvino, la primera universidad, y la casa Tavel, el palacio más
antiguo de la ciudad del s.XII, que alberga el
Museo de la Vieja Ginebra.
Rastafari
> En los días claros es visible el pico
del Mont Blanc, de 4.807 m. de altitud.
> Alameda del parque de Bastions, a
los pies de la ciudad antigua.
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Artículo extraído de la revista Casar-se a Catalunya, núm. 18
Llamada la ciudad de los parques, Ginebra está llena de plazoletas donde no faltan árboles con mercadillos y acogedores
cafés con terrazas y flores como la Bourg de
Fourg, la más antigua de la ciudad, rodeada de tiendas de antigüedades y del Palacio
de Justicia. Desde ella, se puede ver el Jet
de Eau, el surtidor de agua, el símbolo de
la ciudad visible desde muchos sitios por
su altitud de 140 metros, parece recordar
con su chorro el fluir del agua proveniente
de Los Alpes.
Les Eau Vives, o los Manantiales, es otro
de los barrios con más encanto. Sus casas antiguas de piedra y madera conviven
con edificios modernos de cristal y acero
como la casa de Clarté o de Cristal, la
única obra arquitectónica en Ginebra del
arquitecto suizo Le Corbusier. Pero este
barrio, además de su particular arquitectura, cuenta con recoletos cafés y asequibles
restaurantes donde disfrutar de una cena
acompañada de música en vivo. El parque
de la Grange y el de Les Eaux Vives trasladan a la quietud del lago que enamoró al
escritor inglés Lord Byron, a Liszt, a la emperatriz Sissi, a Richard Burton y a Borges,
entre otros.
Byron vivió en Colony donde se alzan las
mansiones con las mejores vistas del lago
desde su ribera izquierda. Es en este exclusivo barrio donde el Museo Bodmer, el más
moderno de Ginebra, obra del arquitecto
argentino Mario Botta, contiene al abrigo
de las aguas, una maravillosa biblioteca
de libros antiguos e incunables y algunos
únicos como la Biblia de Guttemberg. Cada
barrio de Ginebra tiene su ambiente y su
interés; así cruzando de nuevo el Ródano
hacia la ciudad moderna llegamos al distrito de Les Grotes. Situado detrás de la
estación de trenes, es un barrio muy popular de gente joven con modernos cafés
y restaurantes como el Saveurs, Evidence y
Coleurs Café. La casa de los Pitufos es un
conjunto de apartamentos que sorprende por sus formas y su color. Junto a éste
aparece el barrio de Paquis con tiendas y
restaurantes de todas las nacionalidades de
ambiente cosmopolita y colorista.
|
> El Jet de Eau del lago alcanza los 140
metros y es visible prácticamente desde
cualquier punto de la ciudad.
La emblemática plaza de Bourg de
Four, centro neurálgico de la ciudad vieja.
>
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El lago Lemán, el más grande de CentroEuropa, forma parte de la vida de los ginebrinos. Según la estación, los ginebrinos
se decantan por la práctica de toda suerte
de deportes marinos o de otras actividades.
Sin embargo, un lugar al que se puede ir
durante todo el año son los célebres Baños
de Paquis para tomar una sauna y darse un
chapuzón en el lago (en verano) y disfrutar
más tarde de una deliciosa fondué al champagne mientras se contempla el atardecer
desde su agradable terraza. Bien en el lago
o en el Ródano se pueden hacer cruceros,
vela, alquilar barcos a motor, bucear, remar,
esquí acuático o hacer rafting en las corrientes del río Arve. Uno de los acontecimientos
más espectaculares y bellos es la regata de
Bol d’ Or que se celebra en junio. Es entonces, cuando el lago se viste de colores con
las velas de los innumerables veleros en la
competición de vela más importante de Europa.
Vista del lago desde el Quai Gustave
Ador, donde los ginebrinos van a pasear y
contemplar la impresionante vista.
>
El encanto del lago
Pero sus aguas guardan secretos y atractivos
para ser descubiertos por los viajeros que
se aventuren a navegar por él deslizándose
en barcos de vapor. Se cree que el origen
de su nombre proviene de la palabra celta
Lem que significa grandes aguas. Para conocer sus recónditos lugares hay que navegar
por su silueta semejante a un enorme delfín cuya boca hace de frontera natural con
Francia. Hay cruceros de un día o de unas
horas, en barcos que surcan sus ciento sesenta y siete kilómetros de los cuales cincuenta y cuatro comparte con Francia. Una
de las mejores excursiones es sin duda arribar en barco a Lausana. Un recorrido por un
paisaje espectacular donde las aguas y las
montañas con nieve se tocan, entre siluetas
de villas señoriales y mansiones. Al llegar a
Lausana el Lemán se despliega en toda su
amplitud, tal vez para avisar de la belleza
que encierra esta ciudad.
Situada en una colina, Lausana luce sobre
el lago con sus hoteles de lujo, sus jardines
y sus calles de cuestas empinadas que conducen a su corazón medieval . En la plaza
Laud se encuentra el Ayuntamiento con sus
bellos arcos renacentistas. Lausana presume de tener el edifico gótico más antiguo
de Suiza, su catedral del año 1173. Cuenta
con una prestigiosa universidad y allí está la
sede del Comité Olímpico Internacional, el
interesante Museo Olímpico, y el singular
Museo de Arte Bruto. Su excelente cocina
y los magníficos hoteles, que recuerdan su
esplendor como destino de los turistas de
lujo de los años veinte, hacen que esta ciudad quede impresa en la retina de quien la
contempla. Pero si se quiere tener una vista
de pájaro sobre ella hay que sobrevolarla en
avioneta para obtener una panorámica maravillosa.
> El edificio de las Fuerzas Motrices
convertido hoy en teatro sobre el Rodano
VIAJES
Artículo extraído de la revista Casar-se a Catalunya, núm. 18
Rumbo este, siguiendo el curso del Lemán entre
acantilados de viñedos en escalón, aparece Vevey,
otro de los preciosos parajes, con casas y magníficos hoteles que desbordan su elegancia señorial
sobre el lago a las faldas del Monte Pelerin. Desde Vevey se pueden realizar excursiones hacia las
montañas para ver el impresionante glaciar de les
Diableretes, donde se encuentra también el famoso restaurante del arquitecto argentino Mario
Botta. A escasas millas aparece la joya o la reina
del lago Montreaux, residencia de personajes célebres. Charles Chaplin, el escritor Vladimir Navokov, el poeta Rilke o el músico Fredy Mercury
Montego Bay
La plaza du Molard con su torre del siglo XVI
y sus cafés, centro de reunión de los ginebrinos.
>
> El Castillo de Chillón y los Dents du Midi (3.757m.)
Fotografía: Oficina de Turismo de Suiza.
>
Patio interior del Ayuntamiento de Ginebra.
|
se vieron cautivados por la magia y la belleza
misteriosa de este lugar.
En verano, sus bulevares se inundan de música
porque celebra su importante festival de jazz con
músicos de todo el mundo desde 1967. Durante éste es posible asistir a conciertos gratuitos de
ritmos africanos, brasileños y de música soul que
tienen lugar en el Montreux Jazz Café y en el Hotel Montreux Palace.
Es una villa residencial con mansiones, edificios
y castillos como el Castillo de Chillón, construido por los duques de Saboya, cuya serena silueta
sobrecoge al proyectarse en las aguas.
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Los alrededores de Ginebra:
Carouge, las montañas de le Saleve y los pueblos de viñedos
Otra interesante opción es desplazarse en
tranvía o si se prefiere en bicicleta al pueblo de Carouge. Una villa de sabor mediterráneo renovada en el siglo XVIII por el rey
del Piamonte y la Cerdeña Víctor Amadeo
III. Carouge se encuentra a tan sólo veinte
minutos de Ginebra. La plaza del mercado
con su fuente y restaurantes como el Café
de Marche o el Café des Amís son lugares
donde se puede comer por un precio razonable. Este lugar de ambiente bohemio,
rodeado de montañas, es hoy morada de
artesanos, diseñadores y artistas que tienen
sus talleres en los bajos de las casas. Las
tiendas más modernas, los objetos más vanguardistas y mas chic se dispersan por los
alrededores de la Rue Saint Victor.
Le Saleve es otra de las excursiones que
ofrece la ciudad para conocer las montañas
y practicar esquí, senderismo, alpinismo y
parapente. Los ginebrinos aman la naturaleza y la disfrutan porque la tienen muy cerca
y aunque la ciudad cuenta con numerosos
jardines y parterres, nada más salir de ella o
bien te encuentras con las montañas o pueblos como Satigny o Dardagny con viñedos
donde se cultivan vinos de excelente calidad. Existen numerosas bodegas para catar
estos caldos como la Domaine des Bossons
o la Domaine du Vieux –Clocher en Satigny donde llevarse un buen sabor de boca de
este cantón de Los Alpes.
El tren turístico a su paso por
la elegante calle de la Corraterie.
>
> El Café des Amís de Carouge, un lugar acogedor para comer o tomar algo.
> En el exclusivo barrio de Colony se encuentra el Museo Bodmer,
el más moderno de Ginebra obra del arquitecto Mario Botta.
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Artículo extraído de la revista Casar-se a Catalunya, núm. 18
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Información práctica
Agenda
Dónde tomar una copa y bailar
Suiza no pertenece a la Unión Europea aunque se puede entrar en el país con el D.N.I..
La moneda oficial es el franco suizo que se
divide en cien céntimos.
Existen cuatro lenguas oficiales el francés, el
alemán, el italiano y el retorromano.
Los transportes públicos funcionan muy
bien. Es aconsejable sacarse un bono que sirve para desplazarse en tranvía, autobús y en
los barcos amarillos del lago.
Se pueden alquilar bicicletas por un día gratis dejando un depósito de 50 francos suizos.
Alambar es un local de ambiente joven y
desenfadado con una decoración retro-futurista donde tomar una copa con buena
música.
Rue de la Rotisserie 10 Ginebra.
Cómo ir
La compañía Suisse Air tiene vuelos directos
desde Madrid, Barcelona y Málaga, hasta Ginebra, desde 79 Euros ida y vuelta. Información y reservas en el Tel : 901 116 712 o en la
web www.suisse.com/spain
Más información en la página web:
www.misuiza.com ó en el teléfono gratuito
00 800. 100.200.30
Dónde alojarse
Hotel Beau Rivage a orillas del lago con directas vistas al Mont Blanc es un clásico en
Ginebra.
Tel: 41.22.716.66.66
www.beau-rivage.ch
El Hotel Le Mirador de Vevey con impresionantes vistas del Monte Pelerin tiene un maravilloso spa cuya piscina con cúpula se abre
al cielo. Un oasis de relax para gozar de baños aromáticos y otras terapias de agua.
Tel: 41.21.925.11.11
www.mirador.ch
Dónde comer
Para los amantes del buen marisco o pescado
el Café du Centre es un buen lugar para comer o cenar a cualquier hora del día hasta la
media noche.
Place du Molard 5 Ginebra.
Tel: 41.22.311.85.86
Senso es el restaurante de moda de la jet set
ginebrina con una cocina nutrida de ricas especialidades italianas. Además tiene un bar
donde tomar una copa con música de fondo.
Pasaje du Rhone 56 bis
Tel: 41.22. 310.39.90
> El pueblo de Carouge.
Qué comprar
Los chocolates suizos gozan de una merecida fama no sólo por su calidad sino
también porque fueron los suizos los inventores del chocolate.
Chocolatería du Rhone con deliciosas especialidades de moca, trufas y chocolates
variados. Rue de la Confederation 3. Ginebra.
Papelería Brachard. Plumas, bolígrafos o
cajas de colores de prestigiosas marcas autóctonas como Caran d´ Ache o Montblanc.
Rue de La Corraterie 10 Ginebra.
Puros Davidoff. Esta prestigiosa firma suiza tiene su base en la comercial calle de La
Cruz de Oro.
Relojes para todos los gustos. Los mejores
maestros relojeros del mundo se encuentran en Suiza. Desde los simpáticos relojes
de cuco hasta las prestigiosas marcas de
Omega, Patek Philippe, Chopard, Piaget,
Rólex, Breitling y Swatch cuentan con tiendas y algunas incluso con museos donde
muestran sus colecciones antiguas.
Patek Philippe Museum.
Rue des Vieux Grenadiers 7 Ginebra
Tel : 41.22.807.09.20
Los zapatos de la firma suiza Bally así
como lencería o ropa de cama en auténtica
batista suiza son, entre otros, artículos de
excelente calidad para adquirir.
> Los baños de Paquis.
> El casco antiguo de Ginebra.
> La chocolatería Rohr, una de las mejores.
> Los últimos relojes suizos en los escaparates.
g
> Ginebra al caer la noche.
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