Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones

Transcripción

Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones
 Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Introducción Este estudio bíblico contiene una serie de cuatro lecciones basadas en versículos del Evangelio según Juan y otros libros de la Biblia. Cada lección tiene preguntas y respuestas sugeridas. LEA
Empiece por leer una palabra de aliento de Franklin Graham y el Evangelio de Juan.
ESTUDIE
Luego cuidadosamente lea las lecciones y responda las preguntas siguientes:
MEMORICE
Aprenda de memoria los dos versículos de cada lección, comenzando con Juan 3:16.
(Estos versículos se encuentran al final de cada lección.) Para hacer más fácil la
memorización, imprímalos y llévelos con usted.
MEDITE
Piense profundamente mientras estudia y memoriza las escrituras. Pídale a Dios que le
ayude a entender Su Palabra y a encontrar modos específicos y prácticos de los que usted
pueda aplicarlos a su vida.
-­‐ 1 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Una palabra de aliento de Franklin Graham Amigos, Quizá usted acaba de conocer a Cristo como su Salvador, o está volviendo a Él después de un tiempo de dudas en su fe, o está enfrentando una situación difícil. Cualquiera sea el caso, este puede ser el comienzo de una nueva relación con Jesús, una relación duradera. Jesús dijo, "“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Dios quiere que usted disfrute de una vida plena y gratificante, y ha hecho todo lo necesario para que esto sea una realidad. Permítame señalar algunos aspectos fundamentales de esta vida: En primer lugar, la Biblia es el alimento para la vida espiritual, la cual necesita ser alimentada al igual que su cuerpo. A través de Su Palabra, Dios le habla y le revela el propósito que Él tiene para esta nueva vida suya. Le recomiendo que lea el Evangelio según Juan que hemos incluido en este libro, antes que cualquier otro libro de la Biblia. Después, siga leyendo la Biblia todos los días, tratando de leer al menos un capítulo por día. En el sitio web encontrará también un estudio bíblico y algunos versículos de las Sagradas Escrituras para memorizar. Comience ya mismo, porque al estudiar y memorizar la Biblia, esta le ayudará a crecer. En segundo lugar, la oración es su vínculo vital con Dios. Fórmese el sano hábito de comenzar cada día con unos minutos de oración. Conversar con Dios puede parecer un tanto extraño al principio, y hasta quizá le cueste saber qué decir. Pero a medida que continúe, sus oraciones cobrarán más significado. De modo que comience el día con oración, y descubra la manera de ir orando durante el día, a medida que surjan las necesidades. Llévele todas sus cargas y problemas a Dios, porque a Él le interesa todo lo que usted hace. “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes” (1 Pedro 5:7). En tercer lugar, un Cristiano debe ser testigo de Cristo. Usted debe ser un embajador de Él dondequiera que vaya. Esto no significa que usted debe ir por todas partes confrontando a cada uno que encuentra. Sin embargo, sí quiere decir que usted comienza a vivir una vida que es diferente; luego, ore cada día para que Dios le -­‐ 2 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones permita compartir a Cristo con otros, ¡y esté atento cuando Dios presente las oportunidades! Al estudiar y memorizar fielmente las Escrituras, usted estará cada vez mejor preparado para hacerlo. En cuarto lugar, usted no puede ser un Cristiano eficaz por sí solo. Si aún no es miembro de una iglesia, relaciónese con una en la cual se proclame fielmente la Palabra de Dios. Haga el intento de desarrollar relaciones amistosas con otros Cristianos en su iglesia, ya que la comunión espiritual es muy importante en el crecimiento. El ministerio de su pastor proporcionará una orientación fuerte mientras comienza una nueva vida con el Señor. El paso de fe que usted acaba de dar no significa que todos sus problemas estén automáticamente resueltos. ¡Es más, quizá descubra algunos nuevos! Usted descubrirá que el diablo, que es enemigo de Dios y también suyo, tratará de arruinar la obra que Dios está haciendo en usted. Tratará de hacerle dudar seriamente de su fe en Cristo. Existe solamente una manera de derrotar a Satanás, y es por medio de la Palabra de Dios. Siga el ejemplo de Jesús cuando fue tentado en el desierto: cada vez que el diablo lo tentaba, hacía memoria de la Palabra de Dios citando las Sagradas Escrituras (ver Mateo 4:4, 7, 10). Los siguientes estudios bíblicos y versículos tienen promesas y palabras de confianza que son fundamentales para vivir como un creyente en Cristo. Léalas y reléalas con frecuencia. Memorice las promesas, y cada vez que sea tentado o tentada, invóquelas. Aprenda a encontrar en la Biblia el ancla firme para su fe. Que Dios le bendiga ricamente en este paso de fe. Franklin Graham -­‐ 3 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 1 -­‐ Cómo Conocer a Cristo Ya sea que usted acabe de entregarle su vida a Cristo o que esté renovando su entrega a Él, repasemos algunas verdades básicas con respecto a Jesucristo y a la salvación que Él ofrece. NUESTRA NECESIDAD DE SALVACIÓN Aunque usted conozca a muchas personas que moralmente parezcan “mejores” que otras, seguramente no conoce a ninguna que jamás cometa un error (Romanos 3:23). La consecuencia del pecado y la imperfección humana es la separación eterna de Dios, quien es santo y perfecto. Y dado que Dios es la fuente misma de la vida, la separación eterna de Él significa muerte eterna: “Porque la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). PROMESA 1: LA PROMESA DE SALVACIÓN La Biblia habla de algo llamado “salvación”, que significa ser librado de las consecuencias del pecado (muerte eterna) y experimentar la paz con Dios teniendo la certeza de vivir para siempre con Él. Juan 3:16, el versículo quizás más conocido de toda la Biblia, explica claramente la manera en que usted puede obtener la salvación y la vida eterna: "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna." — Juan 3:16 Analicemos este versículo, frase por frase, para entender mejor la sencilla verdad que proclama: "Porque tanto amó Dios al mundo..." En el mundo está incluido usted y toda otra persona que habita sobre la faz de la tierra. Dios en verdad le ama a usted, y en la parte siguiente del versículo muestra la magnitud de ese amor por usted: "... que dio a su Hijo unigénito..." Dios le ama tanto que dio a su Hijo (Romanos 5:8). Cuando Jesucristo, el Hijo de Dios, murió en la cruz, pagó la pena que usted merecía por sus pecados. Él llevó sobre sí todos los pecados de usted, y murió una vez y para siempre. Al morir dijo, "Todo se ha cumplido" (John 19:30), lo que significa que Él había hecho -­‐ 4 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones definitivamente todo lo que hacía falta para que usted obtuviera la salvación. Como “Hijo de Dios,” Jesús es igual a Dios mismo. Es parte de lo que los teólogos denominan la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sin embargo, y esto es lo sorprendente, aunque Jesús era igual a Dios Padre (Juan 1:1-­‐3; 10:30), por Su propia voluntad estuvo dispuesto a hacerse humano y morir por nosotros (Filipenses 2:5-­‐8). "... para que todo el que cree en Él no se pierda..." Si usted cree que Jesucristo es el Hijo de Dios y lo acepta como su Salvador, no tendrá que pagar el castigo eterno por sus pecados, porque Jesús pagó por usted esa pena cuando murió en la cruz. "... sino que tenga vida eterna." En lugar de muerte y separación eterna de Dios, usted tendrá vida eterna. La vida eterna es algo que todos aquellos que creen, reciben en el momento que creen en Jesús. En el instante en que usted confía en Cristo: -­‐ sus pecados son perdonados (Colosenses 1:14) -­‐ usted pasa a ser un hijo de Dios (Juan 1:12) -­‐ usted tiene vida eterna (Juan 3:16) ENTREGANDO SU VIDA A JESUCRISTO ¿Ha confiado usted personalmente en Jesucristo como su Señor y su Salvador? Si es así, entonces, en base a la autoridad de la Palabra de Dios usted tiene vida eterna. Si no es así, ¡usted puede confiar en Él en este instante! La Biblia dice que “todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:13). Usted puede recibir a Jesús en su vida en este mismo momento, elevando una oración como ésta: Querido Señor Jesús, Yo sé que soy un pecador y que necesito tu perdón. Creo de todo corazón que moriste por mis pecados. Quiero apartarme de mis pecados. Te invito a entrar en mi corazón y en mi vida. Quiero confiar en ti y seguirte como mi Señor y Salvador. En el nombre de Jesús, amén. Memorice Juan 3:16, Apréndalo de memoria, y si en algún momento le asalta la duda sobre su salvación, ¡use este versículo como un ancla para su fe! PROMESA 2: LA PROMESA DE VICTORIA SOBRE LA TENTACIÓN Si Satanás no logra hacerle dudar de su salvación, se concentrará en algún aspecto de debilidad espiritual en su vida. ¡No se sorprenda cuando esto suceda! Por el -­‐ 5 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones contrario, aprenda a no mirar su propia debilidad y a poner su confianza en Jesús, quien puede ayudarle. Dios promete que usted no será tentado más que usted puede aguantar (1 Corintios 10:13). Usted podrá pensar que es la única persona que es tentada, pero todos los creyentes atraviesan pruebas similares. La tentación no es un pecado. Aun Cristo fue tentado (Hebreos 4:15). El pecado viene únicamente cuando usted cede a la tentación. Para vencer la tentación, lleve inmediatamente el problema a Dios, antes que pueda echar raíces. Sea positivo en sus oraciones. No se concentre en aquello que le está tentando, sino piense en las cosas de Dios (Filipenses 4:8). Pídale a Dios que ponga esa clase de experiencias y pensamientos en su vida. Medite en 1 Corintios 10:13 y sosténgase de esas promesas en cualquier momento que sea tentado. PROMISA 3: LA PROMESA DEL PERDÓN Usted descubrirá que aprender a vivir la vida cristiana es como aprender a caminar. Habrá muchos altibajos, especialmente al principio (Salmos 37:23-­‐24). Cuando usted estaba aprendiendo a caminar, a menudo caía. ¿Pero se quedaba allí tendido? No, usted tomaba la mano que le extendían su padre o su madre y se levantaba de nuevo. Seguramente esto sucedió a menudo, hasta que finalmente aprendió a caminar. Usted puede aprender a caminar con Dios de la misma manera: cuando caiga, busque a Dios en oración y acepte su mano misericordiosa, siempre dispuesta a levantarle: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." —1 Juan 1:9 Cuando usted haga algo que desagrada al Señor, arregle las cosas con Dios tan pronto como el Espíritu Santo lo traiga a su conciencia. Al hacer esto una y otra vez llegará a conocer —¡personalmente!— la misericordia y el perdón de Dios, a la vez que el gozo de andar en constante comunión con Él. Memorice el texto de 1 Juan 1:9 y póngalo en práctica diariamente. Crea lo que Dios dice en su Palabra: que Él le limpiará y perdonará. PROMESA 4: LA PROMESA DE SU PRESENCIA Porque usted es un ser humano, será normal que tenga dudas, que en algunos momentos se sienta frustrado, y que a veces se sienta débil y solo. Pero usted nunca está solo o sola. Cristo está en usted (Colosenses 1:27), y quiere ayudarle a ser la -­‐ 6 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones clase de persona que Él quiere que usted sea (Filipenses 1:6). Él suplirá cada una de las cosas que usted necesite, y le cuidará diariamente (Hebreos 13:5). Jesús sabía de las debilidades de sus seguidores y de la necesidad que tenían de una mayor fortaleza espiritual. Quería que supiesen que, aunque Él no estaría personalmente junto a ellos, el Espíritu Santo (que ya vimos es una parte de la Trinidad) ocuparía su lugar y estaría allí para suplir cada una de sus necesidades (Juan 14:16). El Espíritu Santo puede ser su Consejero, o como dicen algunas versiones de la Biblia, su “Consolador.” También puede ser su maestro. Al leer la Biblia y pedirle a Dios que le ayude a entenderla, el Espíritu Santo que vive dentro de usted le “guiará a toda la verdad” (Juan 16:13). También será su guía (Romanos 8:14), enriquecerá su vida espiritual (Juan 6:63; Romanos 8:11), y le dará el poder necesario para vivir como un cristiano (Gálatas 5) y para testificar activamente a otros acerca de su fe (Hechos 1:8). Las promesas de salvación, de victoria sobre la tentación, de perdón, y de la presencia permanente de Dios en su vida son suyas en este mismo día. Practique la presencia de Dios, crea en sus promesas, y camine dependiendo totalmente de su Espíritu Santo que vive en usted. Conteste las preguntas en la siguiente página. -­‐ 7 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 1 -­‐ Su Respuesta Responda las siguientes preguntas, busque los versículos en el Evangelio de Juan. ¿Qué vino a hacer Jesús en este mundo? Juan 1:29 ¿Cómo quitó Jesús los pecados del mundo? Juan 19:16-­‐18 Dios amó al mundo y dio a Su Hijo para que muriera en la cruz. Juan 3:16 nos dice cómo podemos beneficiarnos personalmente con lo que Dios hizo. Ponga su nombre en cada uno de los siguientes espacios en blanco: “Porque tanto amó Dios a ____________ que dio a su Hijo unigénito (Jesús), para que si ___________ cree en Él no se pierda (pague la pena del pecado), sino que ___________ tenga vida eterna." La vida física un día se acaba, pero la vida que Dios quiere darnos a cada uno de nosotros es eterna, es decir, nunca se termina. ¿Qué es lo que debe hacer usted para tener vida eterna? Juan 3:16 ¿Cuál es la nueva relación de la que usted ahora disfruta por creer en Jesucristo? Juan 1:12 ¿Qué sucede con aquellos que no creen en Cristo? Juan 3:18; John 3:36 La vida eterna no se obtiene por ser una persona religiosa, por seguir una serie de normas, ni haciendo buenas obras, sino creyendo en una persona: Jesucristo. ¿Qué dice Jesús en Juan 11:25-­‐26? ¿Qué sucede en el momento en que usted cree en Cristo? Juan 5:24 -­‐ 8 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Ahora, repase sus respuestas y explique brevemente por qué usted sabe que sus pecados fueron perdonados y que tiene vida eterna. UNA PALABRA FINAL Ahora que usted ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador personal, pídale a Dios que le dé la seguridad de la salvación. Así como un niño necesita cada día el alimento físico para crecer, un hijo de Dios necesita diariamente alimento espiritual. 1. Memorice los dos versículos correspondientes a la Lección 1: La promesa de salvación: " "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna."— Juan 3:16 La promesa del perdón: " Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad." — 1 Juan 1:9 2. Pase a la siguiente Lección, "Cómo crecer en Cristo." -­‐ 9 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 2 -­‐ Cómo Crecer en Cristo Dios quiere tener un encuentro personal con usted − solo con usted − todos los días. Eso quizá le sorprenda, pero piénselo un momento: Cuando usted acepta a Jesucristo como Señor y Salvador, pasa a ser un integrante de la familia de Dios, un hijo de Dios. Usted puede llamar “Padre” a Dios. Cualquier buen padre o madre tiene deseos de pasar tiempo con sus hijos; a veces con todos ellos juntos, pero a veces con cada uno en forma particular. Así es como una persona llega a conocer profundamente a otra: al pasar tiempo a solas con ella. La mejor manera de conocer a su Padre celestial es pasando tiempo a solas con Él. Usted puede hacer esto leyendo Su Palabra y hablando con Él en oración. ESCUCHANDO A DIOS: LEYENDO SU PALABRA "¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra… En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti." — Salmos 119:9, 11 Si usted está familiarizándose con la Biblia, es probable que usted encuentre el evangelio de Juan el más interesante, ya que resume de una manera hermosa el plan divino de salvación. Después de que haya terminado de leer Juan, puede que quiera leer el libro de Hechos para ver cómo los primeros Cristianos compartían su fe con quienes les rodean. Compartir su fe es una de las cosas más importantes que usted puede hacer para Dios. Si no ha leído mucho de la Biblia, puede preferir usar una versión moderna. Pregúntele a su pastor o alguien en su librería Cristiana local que le recomienden uno. -­‐ 10 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones •
Mientras lee la Biblia, medite en lo que ella dice. Meditar quiere decir pensar seriamente en las cosas espirituales. Significa pensar detenida, serena y profundamente en Dios: cuán misericordioso es, cuántas cosas hermosas hizo por usted, lo que va a hacer por usted, y lo que quiere que usted haga para Él. Al leer la Biblia y meditar, usted podrá encontrarse con: -­‐ una promesa especial para usted -­‐ una orientación para las decisiones del día -­‐ un mandato que debe seguir -­‐ un pecado o una necesidad espiritual en su vida que de pronto se hace muy evidente -­‐ un versículo que le habla en forma especial y que querrá memorizar No lea demasiado rápido ni trate de avanzar mucho de una sola vez. Tómese tiempo para analizar todo lo que Dios tiene para usted en la lectura de ese día. No es necesario apresurarse en su tiempo a solas con Dios, especialmente si usted pasa tiempo con Él todos los días. HABLANDO CON DIOS: LA ORACIÓN "Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido." — 1 Juan 5:14-­‐15 Después de un tiempo de leer y meditar, hable con Dios en oración. Háblele como hablaría con un padre o madre terrenal que le ama y que usted sabe que desea lo mejor para usted, y que quiere ayudarle de todas las maneras posibles. Usted puede orar a Dios en cualquier momento del día — manejando al trabajo, preparando la comida, lavando ropa, estudiando en en colegio. Pero también tiene que encontrar un tiempo durante su día cuando usted pueda prestar al Señor toda su atención, sin distracciones. Quizá lo mejor en su caso sea por la mañana, antes de comenzar sus actividades y cuando su mente está despejada. O quizá sea mejor a la noche, cuando el día termina y usted se prepara para un buen descanso y hace planes para el día siguiente. Aun mejor, trate de pasar tiempo solamente con Dios en la mañana y en la noche (Salmos 55:17)! Cualquiera sea el momento del día, sea constante y disciplinado en su encuentro con -­‐ 11 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Dios. Jesús se levantaba temprano para orar y se iba a un lugar tranquilo (Lucas 5:16). UNA GUÍA PARA LA ORACIÓN Quizá usted no sepa exactamente de qué hablar con Dios. Estas sugerencias podrían ayudarle: •
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Puede alabarlo por lo que Él es: ¡El creador y sustentador del universo que, aun así, se interesa por cada uno de nosotros! Puede agradecerle por todo lo que ha hecho, lo que hace y lo que ha prometido hacer por usted. Puede reconocer delante de Él aquellas cosas que usted hizo, dijo o pensó, y de las cuales se arrepiente. Dios nos dice que quiere y puede perdonarnos nuestros pecados (1 Juan 1:9). Ore por su familia. Ore por otros: Amigos o vecinos que tienen necesidades tanto físicas como espirituales. Ore por usted mismo. Pídale a Dios que le guíe en todo el acontecer del nuevo día. Pídale que le ayude a resolver algún problema que usted tenga. Pídale que prepare oportunidades en las que usted pueda servirlo. Haga una lista de lo que necesita pedirle a Dios, para no olvidar nada y para registrar las respuestas de Él. (En algunos casos Él podrá decir “sí”, en otros “no”, y en otros “espera”). Lleve su lista en una pequeña libreta o en tarjetas de una medida que pueda fácilmente poner en su bolsillo o cartera. Recuerde que puede orar al Señor en cualquier momento, en cualquier lugar (en la escuela, el trabajo, en casa) y sobre cualquier asunto que usted necesite o para agradecerle por algo que haya recibido. Del mismo modo que haría un padre o madre que le ama, Dios se interesa en todo lo que a usted le sucede. ¡Dios está esperando deseoso que llegue el momento de su encuentro a solas con usted! Conteste las preguntas en la siguiente página. -­‐ 12 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 2 -­‐ Su Respuesta Dios nos habla por medio de la Biblia y nosotros podemos hablar con Él a través de la oración. Al cultivar este diálogo, nos vamos conociendo mejor. El propósito de esta lección es hacer más provechosa para usted la lectura de la Biblia y la oración. 1. Busque los siguientes versículos en el Evangelio según Juan y haga un breve resumen de lo que Jesús dijo de sí mismo: •
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Juan 6:35 Juan 8:12 Juan 10:9 Juan 11:25-­‐26 2. ¿Qué le promete Jesús si usted guarda Sus mandamientos? Juan 14:21 3. ¿Qué otra ayuda se promete en Juan 14:26? 4. ¿Qué le pide Jesús que haga, en Juan 13:34-­‐35 y por qué? 5. Lea Juan 21:1-­‐6. Explique lo que ocurrió en los versículos 3 y 6. ¿Qué lección importante se puede aprender de estos versículos? ¿Qué verdad similar se enseña en Juan 15:5? 6. Como creyente, ¿cuál es ahora su privilegio? Juan 16:24 7. Al crecer en Cristo, su fe y confianza aumentarán y usted orará con mayor seguridad en la respuesta. ¿Qué le promete Juan 15:16? -­‐ 13 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones UNA PALABRA FINAL Dios el Espíritu Santo es su maestro, y Él emplea la Biblia para enseñarle. Al leer, estudiar, aprender de memoria pasajes bíblicos y orar, Jesucristo se hará cada vez más real en su vida, y usted se sentirá realizado. 1. Memorice los dos versículos correspondientes a la lección 2 • Confianza en la oración: "Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. " — 1 Juan 5:14-­‐15 • Victoria a través de la Palabra de Dios: " ¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra…. En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. " — Salmos 119:9,11 2. Pase ahora a la siguiente lección, Cómo obedecer a Cristo." -­‐ 14 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 3 -­‐ Cómo obedecer a Cristo A medida que usted crece como un nuevo Cristiano, usted encontrará que la verdadera felicidad y plenitud viene cuando entrega por completo el control de su vida a Jesucristo. Esto significa dejándole que Él tenga mayor autoridad sobre su vida, como Rey y Señor. Ser Cristiano no es tan solo adorar a Dios por una hora el domingo. Un verdadero seguidor de Jesucristo se ha comprometido a una vida de obediencia a Él, 24/7, para el resto de su vida. ¡Y es una vida plena y una aventura emocionante (Juan 10:10)! Cuando Jesucristo es el Señor de su vida – viviendo un estilo de vida de obediencia y dependencia de Cristo -­‐ trae consigo cambios en la forma de vivir. VIVIR SIN RESERVAS En primer lugar, vivir con Jesucristo como tu Señor es una forma de vivir sin reservas. ¡Estamos llamados a servir a Dios con todo nuestro corazón! Seguidores incondicionales son lo que Dios está buscando (2 Crónicas 16:9). Entregue su corazón todos los días a Dios, estando listo y dispuesto a ser como Él y servir al Rey de su vida (Efesios 6:7). UNA RELACIÓN DE AMOR En segundo lugar, vivir con Jesucristo como su Señor es una relación de amor. Su amor por Dios se expresa a través de la obediencia (Mateo 22:37-­‐40). El amor es más que un sentimiento, es algo que hacemos. Cuando usted ama a su Rey, usted obedece sus mandamientos (Juan 14:21). La obediencia se refiere a todos los aspectos de nuestras vidas: las relaciones con familiares y amigos, nuestros puestos de trabajo, planes de carrera y ambiciones del futuro, todo debe ser entregado a los planes de Dios. Tenemos que preocuparnos más de lo que Dios piensa de nosotros que de lo que piensa la gente. Nuestras cuentas bancarias, bienes, tiempo y todo lo que decimos que es nuestro, deben estar bajo el control de Dios. Incluso nuestra vida social y el tiempo libre debe ser dado a Cristo. Esté dispuesto a obedecer a Cristo incluso cuando no hay un costo personal (Lucas 14:33). A través de la obediencia a Cristo, llegamos a conocerlo, y nos volvemos más como -­‐ 15 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Él. Jesús se hace real para nosotros. ¡CORRA PARA OBTENER EL PREMIO! En tercer lugar, viviendo con Jesucristo como su Señor significa vivir una vida enfocada en glorificar a Dios. Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas. El cumplimiento de estos planes implica nuestro esfuerzo activo, disciplinado. El apóstol Pablo describe la vida Cristiana como una competencia Olímpica. De la misma manera que un atleta olímpico se dedica a sí mismo a un riguroso entrenamiento, así mismo es el desafío de trabajar en nuestra relación con Cristo, creciendo en nuestra comprensión de la Palabra de Dios, desarrollando nuestro carácter para ser más semejantes a Cristo, y vivir con el ejemplo de Cristo (1 Corintios 9:24). Lo que hacemos con las 24 horas que se nos da cada día determina la efectividad de nuestra vida cristiana y de nuestro servicio a Cristo. Dios nos llama a ser creyentes productivos, teniendo "fruto" para Dios. Al igual que una rama que se saca vida de la vid, nosotros sacamos nuestro sustento de la unión con Cristo, y reconocemos nuestra dependencia de Él (Juan 15:5). Así es como vivimos nuestras vidas de una manera que agrada a Dios (1 Corintios 10:31). SEA TRANSFORMADO Finalmente, vivir con Jesucristo como Señor de nuestra vida es una vida de transformación. No podemos vivir vidas perfectas. Cuando fallamos, podemos llevar esos fracasos a Jesucristo. Él promete perdonarnos y limpiarnos (1 Juan 1:9). Todos los días tenemos que dejar de lado la manera anterior de vivir y recordar que somos nuevas criaturas (Efesios 4:24). Dando la espalda a nuestros pecados y recibiendo la vida nueva que Cristo nos dio, cada vez nos volvemos más semejantes a Él (Romanos 12:2). La vida Cristiana a menudo va en contra de la corriente del mundo que nos rodea. Así que necesitamos un compromiso de todo corazón, un verdadero amor a Jesucristo, una vida disciplinada y dispuesta a reconocer nuestros errores y dejar atrás nuestras formas viejas de vida con el fin de vivir victoriosamente en Cristo. Al entregarse a Jesucristo en cada área de nuestras vidas, podemos vivir la vida al máximo como era Su intención. Conteste las preguntas en la siguiente página. -­‐ 16 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 3 -­‐ Su Respuesta Vivir la vida en abundancia, ¿es realmente posible? ¿Está Jesús llamándonos a seguirle en la obediencia sólo para hacernos buenos, personas morales, o está realmente tratando de mostrarnos el verdadero camino a la alegría? ¿Estás listo para confiar en la dirección del Buen Pastor y hacer a Jesús el Señor de tu vida? Tal vez las siguientes preguntas le ayudarán a entender más acerca de la verdadera alegría de entregar su vida al control de Dios. 1. Estudie 1 Corintios 6:19–20 y responda estas tres preguntas importantes con respecto al señorío de Cristo sobre su vida: Ahora que usted es un Cristiano o una Cristiana, ¿en qué se ha convertido su cuerpo? ¿Por qué ahora usted le pertenece a Cristo? ¿Cuál debe ser ahora su propósito en la vida? 2. Haga un breve resumen de lo que usted cree que Jesús quiso enseñar con la parábola de los edificadores sabios y necios, en Lucas 6:46–49: ¿Qué debemos hacer si es que llamamos a Jesús nuestro Señor? ¿Qué verdad espiritual representa la casa edificada sobre la roca? -­‐ 17 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones ¿Qué verdad espiritual representa la casa que no tenía cimientos? 3. ¿Qué dice el apóstol Santiago acerca de obedecer a la Biblia? Santiago 1:22-­‐25 4. La obediencia a Jesucristo como su Señor es la prueba concluyente de su consagración a Él. ¿Qué dice el apóstol Juan acerca de la obediencia? Encuentre una cosa en cada versículo en 1 Juan 2:3-­‐6. 5. ¿Cuál es otra manera segura de saber que usted pertenece a Cristo? 1 Juan 3:14 6. Mientras usted crece en Cristo, habrá ocasiones en que usted le fallará. Nadie vivió una vida perfecta, excepto Cristo. Esté dispuesto o dispuesta a reconocer que ha fallado y confiese su pecado. Haga un breve resumen de lo que enseña 1 Juan 1:8–
10 con respecto a la confesión y el perdón. 7. ¿Por qué cosa puede darle gracias a Dios en este instante, con respecto a su necesidad de ser perdonado por Él? 1 Juan 2:1-­‐2 UNA PALABRA FINAL 1. Memorice los versículos de la Lección 3: -­‐ 18 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Aplicando la Palabra de Dios: " Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. " — Josué 1:8 La confirmación de mi amor por Dios: " ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él." — Juan 14:21 2. Por favor, continúe ahora con su última lección. Esta podría ser la lección más importante de todas. Es acerca de como compartir su fe. -­‐ 19 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 4 -­‐ Cómo testificar de Cristo Un testigo en una sala de tribunal dice lo que él o ella sabe sobre una situación dada. El testigo Cristiano dice a otros lo que él o ella sabe sobre Jesucristo y lo que significa confiarle con su vida. Al comienzo de Su ministerio, Jesús llamó a dos pescadores, Simón Pedro y su hermano Andrés, y les dijo: “Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19). A través de los siglos, el mismo llamado se repite a todos los que ponen su fe en Jesucristo. En estos días, Él lleva Su salvación a los perdidos a través de testigos fieles como usted. El apóstol Pablo dijo que Dios “nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación” y que, en consecuencia, “somos embajadores en nombre de Cristo” (2 Corintios 5:19-­‐20, RV60) SU VIDA COMO UN EJEMPLO Como un testigo de Cristo, su propia vida es un factor clave en su testimonio. Dado que usted es una nueva creación, debe dar evidencias de su nueva fe a través de su conducta. Jesús dijo: “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo” (Mateo 5:16). Quiere decir que sus hábitos y su estilo de vida deben exaltar a Jesús y ser una inspiración para que otros lo busquen a Él. Esto no significa que usted deba ser perfecto antes que pueda testificar. Con toda seguridad, tropezará muchas veces mientras aprende a caminar. Pero como aprendió en la lección anterior, Dios está dispuesto a perdonar sus pecados y a encaminarle nuevamente. EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO Pero el vivir siendo un buen ejemplo no le hará de por sí un testigo eficaz. Usted necesita también un poder que está más allá de su alcance. Esa es la obra del Espíritu Santo que vive dentro de todos los que creen en Cristo (Hechos 1:8). Cuando su vida está limpia y usted camina bajo el control del Espíritu Santo, Él puede testificar a través de usted. -­‐ 20 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Por ejemplo, leemos en el Libro de los Hechos acerca de un hombre llamado Felipe y otros que fueron elegidos para desempeñar un servicio en la iglesia, porque los vieron “llenos del Espíritu Santo y de sabiduría” (Hechos 6:3). Felipe estaba desarrollando un ministerio muy importante en Samaria (Hechos 8:4–13) cuando un ángel lo llamó para ir a Gaza (Hechos 8:26), donde un funcionario etíope que volvía de Jerusalén iba leyendo el capítulo 53 de Isaías. Aplicando la sabiduría que Dios le dio y con el poder del Espíritu Santo, Felipe, “comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús” (Hechos 8:35). EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS El tercer ingrediente sin el cual no puede haber un testimonio eficaz es la Palabra de Dios – La Biblia. En el testimonio de Felipe vimos cómo Dios en su soberanía puso las Sagradas Escrituras apropiadas en las manos del etíope. Cuando la semilla, que es la Palabra de Dios, es plantada en un corazón preparado, el fruto es un nuevo creyente en Cristo (1 Pedro 1:23). Es emocionante compartir su fe recién descubierta en Jesucristo con otros. En principio, usted siempre puede hablar del cambio que Cristo hizo en su propia vida. Hay muchísimo poder en un testimonio personal sencillo y honesto. También es útil tener en mente un orden o plan práctico para presentar las verdades del evangelio. EL MENSAJE DEL EVANGELIO
Este es el mensaje de Evangelio resumido en cuatro verdades básicas: Primera Verdad: El plan de Dios – vida y paz Dios nos creó en Su propia imagen (Génesis 1:27). Tenemos la capacidad de relacionarnos con Él y la libertad de elegir si lo queremos amar y obedecer. Cuando Dios terminó de crear el mundo, Él declaró que todo en él – incluyendo las personas – era algo "muy bueno" (Génesis 1:31). Segunda Verdad: El problema – Nuestra separación de Dios Cuando Dios creó el primer hombre y mujer, Adán y Eva, -­‐ Él hizo un hermoso jardín y les dio una regla: ellos podían comer del fruto de todos los árboles excepto de uno. Comer de este árbol significaba una muerte espiritual y separación eterna de Dios (Génesis 2:16-­‐17). Lamentablemente, Adán y Eva desobedecieron (o "pecaron") y fueron separados de Dios (Génesis 3:22-­‐24). Todos los seres humanos desde ese entonces también han pecado (Romanos 5:12). Sin Jesucristo, todos experimentamos esta separación de Dios. Tercera Verdad: Dios ha provisto un puente – la cruz Dios no nos ha dejado sin esperanza. Dios envió a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz y resucitar de los muertos. Cuando Jesús hizo por nosotros, pagó el castigo de -­‐ 21 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones nuestro pecado, y preparó un puente entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5-­‐6). Es la fe en Jesucristo y no el esfuerzo humano lo que nos lleva a Dios. No hay nada que podamos hacer para ganar nuestra salvación. Es sólo por la gracia de Dios que podemos ser salvos (Efesios 2:8-­‐9). Cuarta Verdad: Nuestra respuesta -­‐ recibir a Cristo Dios ha provisto el camino de regreso a Él, pero debemos recibirlo. Debemos admitir que somos pecadores y estar dispuestos a arrepentirnos. Arrepentirse significa cambiar su manera de pensar y cambiar la ruta de su vida. Esto significa alejarse del pecado y regresar a Jesucristo (Hechos 3:19). Por fe tenemos que confiar en que Jesús pagó por nuestros pecados y por fe lo recibimos como Señor en nuestras vidas. Cuando lo hagamos, nos convertimos en hijos de Dios (Juan 1:12) y recibimos la promesa de vida eterna (Juan 3:16). COMPARTIENDO SU FE Cuando usted está explicando el evangelio, puede ayudarle dibujando en un papel para la persona con la que está compartiendo: -­‐ 22 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones PASO 1: PRESENTE LA REALIDAD. Comience por escribir en su papel los títulos de las cuatro “verdades” resumidas en la página anterior: El plan de Dios, Nuestro problema, El remedio de Dios, y Nuestra respuesta. Entonces dibuje el gráfico de Dios a un lado del abismo y nosotros del otro. Mientras dibuja, comparta los versículos bíblicos que explican cómo se produjo la separación. Avance a la segunda ilustración, señale la manera en que la cruz hace un puente sobre el abismo que nos separa de Dios, y muestre cómo podemos cruzar el puente a través de la fe en Cristo. PASO 2: INVITE A LA PERSONA A DAR UNA RESPUESTA. Si la persona está respondiendo positivamente y usted siente que el Espíritu Santo le guía a hacerlo, continúe con el segundo paso y extienda una invitación diciendo: “Si esta ilustración es verdad —y por mi parte yo creo de todo corazón que lo es— entonces toda la humanidad se encuentra o bien de un lado del abismo o del otro." Pregunte entonces: “¿De qué lado está usted? ¿Aquí... o aquí?” Si la persona está insegura, o si entiende claramente que está del lado equivocado, hágale saber que puede estar segura de su condición si: 1. Reconoce su necesidad — que es una pecador 2. Está dispuesta a apartarse del pecado 3. Cree que Jesucristo murió en la cruz por ella y que resucitó de los muertos. 4. Ora, invitando a Jesucristo a entrar y asumir el control de su vida a través del Espíritu Santo. PASO 3: ORE CON LA PERSONA QUE RESPONDE. Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo (Romanos 10:13). Recuerde que Jesús es la puerta a la vida eterna. A través de la oración, podemos atravesar esa puerta y recibirlo a Él como Señor y Salvador. Guíe a la persona en una oración sencilla, algo así: Querido Señor Jesús, Yo sé que soy un pecador (una pecadora) y te pido perdón. Creo que moriste por mis pecados y resucitaste de los muertos. Ahora me aparto de mis pecados y te invito a entrar en mi corazón y en mi vida. Quiero seguirte y confiar en Ti como mi Señor y Salvador. En Tu nombre, Amén. PASO 4: CONFIRMAR AL NUEVO CREYENTE EN SU DECISIÓN -­‐ 23 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Si la persona repite sinceramente esa oración, ahora es un creyente en Cristo, ¡y ha sido salvada de la muerte eterna! Será necesario que comparta algunos versículos más de la Biblia, para confirmar en esta persona su nueva condición delante de Dios. SEGUIMIENTO Cuando usted guía a una persona a conocer la fe salvadora en Cristo, recuerde que ese nuevo creyente es un bebé espiritual (1 Pedro 2:2). Para crecer, un bebé necesita ser cuidado y alimentado. Esto significa animar a la persona a comenzar inmediatamente momentos regulares de estudio bíblico y oración. Usted puede hacer esto, utilizando este estudio en línea. Conteste las preguntas en la siguiente página. -­‐ 24 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Lección 4: Su respuesta El testigo en un tribunal dice lo que sabe acerca de una situación dada. El testigo cristiano cuenta a otros lo que sabe acerca de Jesucristo y lo que significa confiar personalmente en Él. 1. ¿Cuál es la Buena Nueva (evangelio) que debemos compartir? 1 Corintios 15:1-­‐4 2. ¿Qué poder especial tiene el evangelio? Romanos 1:16 3. ¿Qué tres cosas debe tener un testigo eficaz de Cristo? Mateo 5:16 Hechos 1:8 1 Pedro 1:22-­‐23 4. Repase el mensaje anterior sobre testificar y describa brevemente la ilustración del “Puente a la Vida”. 5. ¿Qué debe hacer una persona cuando está convencida de su pecado y de su necesidad de un Salvador? Hechos 3:19 -­‐ 25 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Juan 10:9 Juan 1:12 6. Cuando una persona cree en Jesucristo, ¿qué puede decir ya con seguridad? Juan 3:16 UNA PALABRA FINAL 1. Memorice estos versículos de la Lección 4. "Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." — Hechos 1:8 "'Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres.'" — Mateo 4:19 2. Por favor, continúe en la próxima paina para aprender mas acerca de como memorizar las Escrituras. -­‐ 26 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Cómo memorizar las Escrituras Los dos versículos de memoria que se incluyen con cada lección son una parte muy importante de su finalización de este estudio “Vivir en Cristo.” A medida que imprime y memorice cada verso, manténgalos en un lugar conveniente para su revisión frecuente. ¿Duda de su capacidad de memorizar estos versículos de la Biblia? Tal vez estos consejos le ayudarán: DÍGALO EN VOZ ALTA Diga el versículo en voz alta para que pueda escuchar su pronunciación, así como lo veo y creo que. ¿Alguna vez se encuentra pensando en una canción que ha escuchado recientemente? ¿O algo que alguien le ha dicho? ¡El oído se acuerda! Use del oído como "chip de memoria" para ayudarle a memorizar las Escrituras. DÍGALO DE LA MISMA MANERA CADA VEZ Cada una de las tarjetas de memoria incluye el nombre del tema, tal como "Aplicación de la Palabra de Dios," junto con el versículo y la referencia. Cada vez que dice el verso, hágalo en este orden: 1. El tema 2. La referencia de la Escritura 3. El versículo 4. Repita la referencia Recitando estos cuatro elementos de la misma manera cada vez le ayudará a recordar la escritura. DÍGALO UNA FRASE A LA VEZ Si encuentra que el versículo es demasiado grande para “una sola mordida," memorice una frase a la vez, añadiendo cada frase con el orden, hasta que tenga todo el versículo. Incluso si usted comienza con sólo tres o cuatro palabras, diga la referencia antes y después de la frase. REPÍTALO UNA Y OTRA VEZ El verdadero secreto de la memorización de las Escrituras es el repasar, repasar, repasar. Cita los versículos a menudo, pidiendo a Dios por la comprensión y trate de aplicar a cada versículo a su vida. -­‐ 27 -­‐ Vivir en Cristo – estudio de la Biblia en cuatro lecciones Completando el Curso Felicitaciones por completar este estudio ahora que ha comenzado su nueva vida en Cristo. Por favor acuérdese de orar y tomar tiempo de leer la Biblia diariamente. Y le animamos a encontrar una iglesia si no tiene una todavía. Nunca se olvide por qué es que debemos ir a una iglesia. No vamos para ser entretenidos o solamente por motivos sociales. Vamos porque Dios quiere que nosotros crezcamos espiritualmente, y uno de los modos que esto pasa es a través de nuestra asociación con otros creyentes. Usted los necesita, y ellos le necesitan a usted. Usted tiene que oír la Palabra de Dios, y usted también necesita oportunidades para servir a Cristo. Sin el contacto con otros creyentes, nuestras vidas espirituales se vuelven estéril. La Biblia dice, "No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros" (Hebreos 10:25). Pídale a Dios que lo dirija a la iglesia que Él tiene para usted, y también para que le ayude no sólo a adaptarse a ella, pero crecer en su fe por ese ministerio. Derechos del Autor (Copyright) ©1999 Sociedad Bíblica Internacional. Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL. Todos los Derechos Reservados Otros versículos bíblicos han sido tomados de la Versión Reina-­‐Valera, revisión de 1960, ©1960 Sociedades Bíblicas Unidas. Todos los Derechos Reservados Copyright ©1979 Living Bibles International. La Biblia al Día Todos los Derechos Reservados ©1992, 1995, (revisiones 2001, 2011) Asociación Evangelística Billy Graham Impreso en los EE.UU. de Norteamérica. -­‐ 28 -­‐ 

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