Alimentos funcionales: probióticos

Transcripción

Alimentos funcionales: probióticos
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Alimentos funcionales:
probióticos
B. Ferrer Lorente* y J. Dalmau Serra
*Centro Atención Primaria de Alaquás. Valencia
Sección Nutrición. Hospital Infantil «La Fe». Valencia
Los alimentos funcionales son productos nutritivos y no nutritivos que, no sólo alimentan,
sino que modulando o actuando sobre determinadas funciones del organismo, producen
un efecto beneficioso más allá del puramente
nutricional. Los probióticos son alimentos funcionales, ya que al adicionarlos a determinados alimentos y por diferentes mecanismos
son eficaces en la prevención y el tratamiento
de algunas enfermedades como la diarrea por
rotavirus, Clostridium difficile o la inducida
por el uso de los antibióticos y la colitis alérgica. Además, existen muchos datos que sugieren su posible utilidad en otros procesos
como la enfermedad inflamatoria intestinal, la
enterocolitis necrotizante, las vaginitis, la hipercolesterolemia o el riesgo de carcinogénesis. Actualmente no está establecido qué tipo
de probiótico, qué dosis y forma de administración es más adecuado para cada proceso.
Es necesario disponer con prontitud de consensos que regulen su uso y de una normativa
que regule su fabricación.
Palabras clave: Alimentos funcionales, probióticos, niños
Summary
The functional foods are nutritious and not
nutritious products which not only feed but
also modulate certain functions of the body,
producing positive effects more than the nutritional one. The probiotics are functional foods,
that when adding them to certain aliments and
by various mechanisms act efficiently in the
prevention and treatment of illnesses such as
diarrhea per rotavirus or per Clostridium difficile, the antibiotic-induced diarrhea or allergic
colitis. Moreover, there exist a lot of data suggesting the probiotic utilization in other processes such the intestine inflammation illness, the
necrotizing enterocolitis, the vaginitis, the hipercholesterolemia or carcinogenesis´risk.
Nowadays it has not been established yet
what sort of probiotic is more adequate for
each process as well as its dose and the way to
administrate it. It is necessary to arrange a
quick consensus in order to regulate its use and
settle a rule which controls its manufacturing.
Key words: Functional foods, probiotics,
children
(Acta Pediatr Esp 2001; 59: 150-155)
Introducción
En los países industrializados ha cambiando
el concepto de nutrición, pasando del papel
de la dieta de aportar los nutrientes necesarios a la idea de que la dieta puede contener
alimentos que, además de nutrir, promuevan
específicamente la salud. Así surge el concepto del «alimento funcional» (AF), amplio
abanico de productos nutritivos y no nutritivos que no sólo alimentan, sino que modulando o actuando sobre determinadas funciones y elementos del organismo, tienen un
efecto beneficioso en la salud del individuo.
El interés por los AF está estimulado además por el gran movimiento económico que
suponen1; así han surgido gran cantidad de
productos etiquetados como bio o farmaalimentos sobre los que no existe una normativa que garantice su composición y utilidad. Para intentar aclarar conceptos y evitar
fraudes, la comunidad europea ha publicado
un consenso sobre los AF2.
Nutrición
infantil
Alimentos funcionales
Un AF se define como aquel que «está demostrado suficientemente que actúa beneficiosamente sobre una o más funciones del
cuerpo, más allá de su efecto nutricional,
mejorando la salud y el bienestar y/o reduciendo el riesgo de enfermedad»2.
Puede ser un alimento natural, un alimento
al que se ha añadido, eliminado o modificado un componente por medios biotecnológicos, un alimento en el que se ha modificado
la biodisponibilidad de uno o más de sus
componentes o una combinación de cualquiera de estas posibilidades2, 3.
El mejor ejemplo de AF es la leche humana, que contiene gran número de elementos
bioactivos (enzimas, factores de crecimiento, aminoácidos libres, inmunoglobulinas,
oligosacáridos...) cuyo efecto va mucho más
allá del puramente nutricional. Existen muchos componentes de alimentos de los que
ALIMENTOS FUNCIONALES: PROBIOTICOS
Resumen
150
Tabla 1
50
Posibilidades de modulación: funciones diana y componentes funcionales de los alimentos
Funciones diana
Componente funcional
Crecimiento y desarrollo
Ca, Vit D, Vit C
Factores crecimiento
Vitaminas antioxidantes
Probióticos
Metabolismo
PUFA ω3/ω6
Fibra
Aminoácidos/proteínas específicas
Estrés oxidativo
Vit E
Vit C
Carotenos
Polifenoles
Sistema cardiovascular
MUFA/PUFA
Sustitutos de la grasa
Acido fólico
Fisiología intestinal
Prebióticos
Probióticos
Simbióticos
Funciones psicológicas y de conducta
Proteínas
Tirosina y triptófano
Sustitutos grasa/azúcares
Alcohol
Cafeína
ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 59, N.o 3, 2001
se ha demostrado su efecto beneficioso sobre determinadas funciones del organismo
(tabla 1). La adición de estos componentes a
un alimento, lo transforma en un AF. Por
ejemplo, el yogur con bacterias probióticas,
el ácido fólico en los cereales o los ácidos
grasos ω-3 en las margarinas y productos
lácteos. De todos ellos cabe destacar el grupo de los probióticos, prebióticos y simbióticos, un concepto que no es nuevo4, 5 pero sí
muy actual.
151
Probióticos,
prebióticos y simbióticos
Desde hace ya cien años se conoce que la
adición de gérmenes vivos a los productos
lácteos es una forma de conservarlos. En
1908, Metchnikoff4 propuso que el envejecimiento es consecuencia de la acción de las
sustancias tóxicas producidas por la flora
intestinal y sugirió que la ingestión de lactobacilos que se encontraban en los alimentos
lácticos podía bloquear estas toxinas y prolongar la vida.
La flora intestinal se adquiere durante el
periodo neonatal6 y permanece más o menos
estable el resto de la vida y aunque depende
de diversos factores, como el uso de antibióticos o la dieta, etc.7, 8, no es fácil modificarla de forma definitiva9, 10. La adición de ciertas bacterias permite el mantenimiento de
un determinado tipo de flora, con esta base
nace el concepto de probiótico: microrganis-
mo vivo, componente de un alimento que
cuando se ingiere tiene un efecto beneficioso sobre el individuo mejorando el equilibrio
de su flora intestinal2, 11, 12. Dado que la adición de bacterias vivas tiene algunos problemas tecnológicos y podrían aparecer efectos
secundarios, se ha recurrido a sustancias
que están de manera natural en los alimentos o que pueden añadirse a éstos y que
favorecen la presencia y las acciones de los
gérmenes probióticos, son los prebióticos,
componentes no digeribles de un alimento
que al ingerirse promueven el crecimiento y
establecimiento de gérmenes beneficiosos
de la flora intestinal2, 8, 11. Y los simbióticos
son una mezcla de ambos que mejoran la
supervivencia e implantación de los gérmenes suplementados con la dieta.
Las sustancias mejor estudiadas por su
efecto prebiótico son los oligosacáridos y
glicoconjugados de la leche humana13, 14 y los
fructoligosacáridos encontrados en frutas y
hortalizas. Los oligosacáridos protegen específicamente al neonato frente a patógenos
causantes de diarrea favoreciendo la colonización por Bifidobacterium bifidum15, 16 e
interfieren en la acción patógena de E. coli17,
18
y C jejuni19. Los nucleótidos están siendo
considerados como posibles nutrientes esenciales20, 21. Cabe la posibilidad, y en algún
caso ya es posible, que estas moléculas puedan suplementarse por vía oral13.
La presencia en un mismo alimento de
pro y prebióticos constituye los simbióticos.
De nuevo, la leche humana puede conside-
«Lactobacillus»
• L. acidophilus
• L. casei: GG, rhamosum
• L. bulgaricus
Bifidobacteria
• B. bifidum
• B. longum
• B. breve
• B. infantis
• B. animalis
• B. spp
«Streptococcus thermophilus»
«Saccharomyces boulardii»
rarse un ejemplo ya que contiene células
vivas que al llegar al intestino ejercen acciones como probióticos e industrialmente puede conseguirse con los alimentos lácticos
fermentados22.
Los probióticos más conocidos son los
lactobacilos utilizados para la fermentación
de alimentos23 y las bifidobacterias, gérmenes predominantes en la flora intestinal de
los niños alimentados con lactancia materna
y posiblemente responsables de la menor
incidencia de procesos diarreicos en este
grupo24; pero existen muchos otros gérmenes con actividades potencialmente beneficiosas (tabla 2).
Mecanismo de acción
Los probióticos ejercen acciones diversas
sobre la salud mediante distintos mecanismos de acción25, 26. Actúan acidificando la
luz intestinal, segregando sustancias que inhiben el crecimiento de microrganismos patógenos, consumiendo nutrientes específicos
o uniéndose competitivamente a los receptores intestinales de forma que mantienen la
flora intestinal y evitan la acción de gérmenes patógenos.
Tienen propiedades inmunomoduladoras:
modifican la respuesta a antígenos27, aumentan la secreción de IgA específica frente a
rotavirus28, 29, facilitan la captación de antígenos en la placa de Peyer30, producen enzimas hidrolíticas y disminuyen la inflamación
intestinal31, 32.
Mediante la supresión del crecimiento de
bacterias que convierten los procarcinógenos en carcinógenos, el consumo de enzimas procarcinogénicas o a través de la producción de sustancias inhibidoras de dichas
enzimas, es posible que disminuyan el desarrollo de determinados tumores33, 34.
Los probióticos aumentan la actividad de
las hidrolasas de las sales biliares que se
unen al colesterol y ayudan a su eliminación, por lo que tienen un efecto hipocolesterolémico. Mediante la producción de triglicéridos de cadena corta inhiben la síntesis
de colesterol, lo redistribuyen desde el plas-
Efectividad de los probióticos
Aparato digestivo
Probado
– Diarreas infecciosas (rotavirus)
– Diarrea por Clostridium difficile
– Diarrea asociada a antibióticos
Probable
– Diarrea del viajero
– Sobrecrecimiento bacteriano
– Intolerancia a la lactosa
– Enterocolitis necrotizante
Sistema inmunológico
Prevención/tratamiento de la alergia
alimentaria
Dermatitis atópica
Otros
Carcinogénesis
Hipercolesterolemia
Disminución de los niveles amonio
ma al hígado y, por deconjugación de las
sales biliares, el colesterol no se reabsorbe y
es utilizado para la síntesis de novo de ácidos biliares35.
Los mecanismos de acción citados están
siendo estudiados y reevaluados, ya que en
algunos casos no se disponen de datos científicamente probados in vivo36.
Usos de los probióticos
Los probióticos han sido utilizados en gran
número de patologías (tabla 3)37, en unos
casos la eficacia ha sido demostrada y en
otros, solamente sugerida. Una de las indicaciones más obvias es su utilidad en el tratamiento y prevención de las diarreas. La ingestión de Lactobacillus GG disminuye la
gravedad y duración de la diarrea de origen
vírico25, 36, 38, 39 y es eficaz en el tratamiento de
las recaídas por Clostridium difficile40.
También Saccharomyces boulardii, una levadura, es útil en este proceso41. Tienen un
efecto beneficioso sobre la diarrea del viajero42, pero en general son más efectivos en
las diarreas de origen vírico que en las bacterianas43. Algunos estudios sugieren su utilidad en la prevención de los procesos diarreicos. Saavedra et al demuestran en un
estudio de distribución aleatoria, doble ciego, que al administrar bifidobacterias y S.
thermophilus añadidos en la leche de fórmula a un grupo de niños de entre 5 y 24
meses crónicamente hospitalizados, la incidencia de diarrea disminuye del 31% en el
grupo placebo al 7% en el grupo tratado44; de
igual forma, la administración de Lactobacillus
rhamnosus a un grupo de niños desnutridos
disminuye la incidencia de diarrea, aunque
este efecto no se obtiene si los pacientes
están alimentados con leche materna45. También se han empleado los probióticos en el
tratamiento y prevención de la diarrea indu-
ALIMENTOS FUNCIONALES: PROBIOTICOS
Agentes probióticos
Tabla 3
Tabla 2
51
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cida por antibióticos. Vanderhoof et al administran 1-2⳯1010 unidades formadoras de colonias de Lactobacillus GG diarias en forma
de cápsulas a un grupo de 202 niños tratados con antibiótico oral. Los pacientes tratados con el probiótico muestran frente al
grupo tratado con placebo una disminución
en la frecuencia de las deposiciones y un
aumento de su consistencia46. Estos mismos
resultados los consiguen Arvola et al al administrar Lactobacillus GG a niños que recibían antibiótico para el tratamiento de las
infecciones respiratorias, disminuyendo la
incidencia de diarrea a un tercio47. Pero, en
cualquier caso, no existe un consenso sobre
las indicaciones para el uso de estos probióticos y tampoco se ha establecido qué cepas
de estos gérmenes son más adecuadas ni la
dosis y forma de administración36, 48, 49.
Se ha valorado su utilidad en los procesos
alérgicos sobre la hipótesis de que la flora
bacteriana intestinal es una barrera frente a
la sensibilización alérgica. Majamaa et al
demuestran que la administración oral de
Lactobacillus GG en niños alérgicos a la
proteína de leche de vaca disminuye la inflamación de la pared intestinal y mejora el
eccema atópico32. También se han valorado
los efectos beneficiosos de los probióticos
en otros procesos en los que existe inflamación de la pared intestinal ya que tienen
actividad sobre el sistema inmune mejorando la respuesta humoral y controlando el
balance entre citocinas pro y antinflamatorias37. Por ello, parece que pacientes con
colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o con
intestinos cortos y sobrecrecimiento bacteriano pueden beneficiarse con el uso de
Lactobacillus plantarum y GG, aunque la
mayoría de los estudios están realizados en
el ámbito experimental o con pacientes adultos3, 37. Caplan et al han sugerido que la
suplementación de bifidobacterias en niños
prematuros con un patrón de flora intestinal
alterado puede modular el proceso inflamatorio y disminuir la incidencia de enterocolitis necrotizante50.
Otros efectos de los probióticos como son
la disminución de la colesterolemia51 o del
riesgo de carcinogénesis52 se han valorado
tan sólo en el ámbito experimental y en
pacientes adultos, por lo que son necesarios
más estudios para extraer conclusiones.
En resumen, se ha demostrado la eficacia
del uso de los probióticos en el tratamiento
de los procesos infecciosos gastrointestinales, básicamente en los de origen vírico, así
como en las recaídas causadas por Clostridium difficile y en la diarrea asociada al uso
de antibióticos. El efecto terapéutico o preventivo en otros procesos necesita nuevos
estudios que los demuestren claramente3, 26, 36.
Queda pendiente establecer la especificidad
de cada probiótico, para qué proceso es más
adecuado cada uno, la forma de administración que asegure la viabilidad de estos gérmenes y las dosis y pautas de tratamiento.
Seguridad y riesgos
Todos estos microrganismos no parecen suponer un riesgo para la salud26, 49, 53, pero hay
que tener en cuenta la posibilidad de efectos
secundarios, como la inducción de resistencias a los antibióticos o que ellos mismos se
comporten como agentes patógenos. Ha sido
publicado un caso de fungicemia en una
paciente desnutrida durante un tratamiento
de descontaminación bacteriana con antibioticoterapia oral y Saccharomyces boulardii, que evolucionó favorablemente después
del tratamiento con fluconazol54, sin embargo, décadas de uso de estos microrganismos
en forma de lácteos parecen asegurar su
inocuidad8.
Actualmente no existe una normativa que
regule la fabricación de estos productos, de
forma que muchos de los alimentos etiquetados como bioalimentos no contienen ni el
número ni el tipo de microrganismos que
afirman55, por lo tanto y ante la avalancha de
este tipo de productos, es necesario establecer pronto unos criterios que los regulen y
así evitar posibles fraudes56.
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J. Dalmau Serra
Nutrición Infantil
Hospital Infantil «La Fe»
Avda. Campanar, 21
46009 Valencia

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