1 Los territorios quieren ser actores políticos Julio Ruiz Fernández
Transcripción
1 Los territorios quieren ser actores políticos Julio Ruiz Fernández
Los territorios quieren ser actores políticos Julio Ruiz Fernández1 Las grandes movilizaciones regionalistas en los últimos años en Aysén, Calama, Magallanes, Isla de Pascua, Freirina, Araucanía, entre otros y por nombrar algunos casos, expresa el descontento ante la sordera y miopía del nivel central ante las legítimas reivindicaciones de regiones y territorios desoídas tantos años. A no ser por dichas movilizaciones y conflictos para llamar la atención, las regiones y territorios serían invisibles para las élites políticas y empresariales. Sólo han existido para extraerle recursos e imponerles candidatos para las elecciones. Este descontento, junto a la protesta y grandes movilizaciones estudiantiles, al conflicto mapuche y las movilizaciones ambientalistas, han profundizado la distancia entre una ciudadanía más empoderada y unos actores e institucionalidad política entrampada y debilitada en su credibilidad y legitimidad. Como se ha dicho muchas veces Chile cambió y recién nos estamos dando cuenta. La elite e institucionalidad no representan ni interpretan a los de abajo ni a los lugareños. En reciente estudio Auditoría a la Democracia2, los encuestados manifiestan que la democracia funciona de manera regular y que los partidos políticos, congreso y gobierno están dentro de las instituciones de menor credibilidad ciudadana. 1 Sociólogo, Director Proyecto “Tarapacá, región piloto de descentralización” y Director de Área Gobernanza e Innovación Territorial del “Centro de Investigación en Políticas Públicas de Tarapacá”, CIPTAR. 2 Estudio de opinión pública realizado por un Consorcio integrado por CIEPLAN, Libertad y Desarrollo, ProyectAmerica, PNUD, Centro de Estudios Públicos, Chile 21, Fundación Jaime Guzmán y Instituto Libertad. 1 Por otro lado, en el ámbito de la descentralización y el desarrollo subnacional, la mayoría de los encuestados se identifican no sólo con el país (91%), sino con su lugar de residencia y su región (86%). A la vez, la mayoría conoce a sus autoridades electas (Alcaldes: 9 de cada 10 ciudadanos), pero no así a sus Intendentes y Gobernadores (2 de cada 10), reflejando la distancia de estas autoridades con las comunidades territoriales, designadas por el nivel central en su representación. En esa misma dirección se detecta que las autoridades no electas por voto popular son consideradas de escasa importancia para resolver los temas de su comunidad (Intendente, Gobernador y COREs). Los Consejeros regionales serían los menos importantes de todos. A ello se suma, según las estudios de opinión de Adimark, la mala evaluación de la política de descentralización del Gobierno de Piñera que prometió una “revolución descentralizadora. Cómo se puede observar más adelante, hay una creciente desaprobación en el tiempo, tanto en Santiago como en regiones, de cómo el gobierno está manejando la descentralización del país3. FUENTE: ENCUESTA ADIMARK SEPTIEMBRE 2012. 3 El Centro de Estudios de CORPBIOBIO en su “Primer informe sobre nivel de cumplimientos del programa de Gobierno en materia de descentralización y modernización del Estado”, señaló un resultado fue concluyente: sólo un 7 por ciento de avance registran las 15 medidas comprometidas por el Presidente Sebastián Piñera, a más de dos años de gestión (Octubre 2012). 2 En un reciente estudio realizado en Tarapacá (Ciptar, 2012), la mayoría de los agentes de desarrollo de dicha región perciben que el aporte regional al desarrollo del país es significativamente superior al aporte que el país hace al desarrollo regional y, como se puede apreciar en el cuadro siguiente, esa percepción de desbalance en desmedro de la región se hace mucho más diferenciador en el ámbito del mundo no político, con lo cual se acrecienta la distancia de la sociedad civil con los actores e instituciones políticas. Balance de aportes de Tarapacá y Chile Escala Likert: 0-100 APORTES A) Aporte de la región al desarrollo del país B) Aporte del país al desarrollo de la región C) Diferencia (A-B) ÁMBITOS o TIPOS DE AGENTES TOTAL TALLERES Social Económico Político Simbólico 86,0 80,2 76,6 77,8 79,1 31,6 42,9 53,2 43,8 45,9 54,4 37,3 23,4 34,0 33,2 3 No es de extrañar, entonces, la desigual valoración que se tiene respecto de la contribución que distintos agentes realizan al desarrollo regional, tal como lo indica el siguiente cuadro del estudio efectuado por CIPTAR en el marco de la realización del proyecto “Tarapacá, región piloto de descentralización” Aportes de diferentes agentes al desarrollo de Tarapacá Escala Likert estandarizada: 0-100. AGENTES O INSTITUCIONES ÁMBITOS Social Económico Político Simbólico TOTAL TALLERES 45,6 51,9 60,0 50,6 54,3 20,6 26,5 30,0 31,3 28,0 12,5 16,9 20,2 21,3 18,4 63,2 65,1 73,8 66,3 68,9 Los Municipios 62,5 59,2 75,2 60,5 66,7 Las Universidades 30,1 51,6 40,2 48,3 43,1 Las Empresas 54,4 69,1 56,2 56,0 59,2 Las organizaciones Sociales 51,5 51,2 47,6 50,6 49,6 Los Sindicatos 28,7 29,8 31,4 37,2 31,6 Los Medios de Comunicación 36,8 50,0 40,8 53,5 44,8 El Gobierno Nacional El Congreso Nacional Los Partidos Políticos El Gobierno Regional En la opinión pública nacional existe una clara manifestación a favor no sólo de otorgar mayores recursos para las instituciones regionales y locales (72%) con mayor autonomía financiera (66%) sino que también desean que se conformen verdaderos parlamentos regionales que aborden los problemas de sus respectivas regiones (62%). 4 En el caso de Tarapacá, la demanda por descentralización política, fiscal y administrativa es más fuerte aún, como constató a comienzos de 2012 el Estudio del Programa “Tarapacá, región piloto de descentralización en Chile” (CIPTAR, 2012). En particular, destaca que el 77% considera que los Intendentes deben ser elegidos directamente por los ciudadanos de la región. En síntesis, los anhelos democratizadores y de desarrollo en el ámbito regional se ven obstaculizado “por un haz de desigualdades anudadas por la concentración económica, política y territorial del poder” (Prats, 2009). Nuevas claves para leer el regionalismo chileno del siglo 21. En el fragor de las movilizaciones y protestas territoriales por las sentidas y legítimas reivindicaciones específicas de cada lugar, se han ido construyendo también nuevas visiones, modelos y propuestas que contribuyen a pensar Chile desde las regiones4, a explorar y transitar caminos de descentralización también desde las regiones 5 , forjando nuevos espacios de pensamiento estratégico territorial6 y de desarrollo de redes7. El enfoque territorial del desarrollo que rescata el carácter endógeno del proceso de desarrollo económico y la particularidad de los territorios en la elaboración de políticas (Vergara, 2011), se ha visto fortalecido a partir de las evaluaciones de los organismos internacionales e importantes economistas mundiales acerca de los desiguales resultados de las políticas estandarizadas del Consenso de Washington en América Latina (Williamson, 2004). 4 5 6 7 Von Baer, Heinrich (Editor)“Pensando Chile desde las Regiones”, 2009 Vergara, Patricio; Ruiz, Julio y otros “Descentralización desde la región. La experiencia de Tarapacá – Chile”, 2012. Centro de Investigación en Políticas Públicas de Tarapacá CIPTAR (www.ciptar.cl) TenRed (www.tenred.cl), Red por las regiones (www.redporlasregiones.cl) 5 Incorporar la territorialidad en el análisis conlleva la realización de un proceso de análisis no sólo de la institucionalidad formal de cada territorio (que es común a todos los territorios: “las reglas de la sociedad”) sino también de la institucionalidad informal o relacional (“las reglas de la comunidad”). Un política o estrategia de desarrollo no depende exclusivamente del contenido de las políticas sino de la institucionalidad que enmarca su proceso de diseño, formulación e implementación Aunque Chile es un país unitario y, por tanto, sujeto a un marco institucional común, ese entorno regulatorio nacional adquiere particularidades según las condiciones de cada región o territorio del país, especialmente las referidas a su institucional relacional. Ello se debe a que una fuerte heterogeneidad física, cultural, climática, social y económica genera una institucionalidad informal que influencian y transforman la institucionalidad formal en las diferentes regiones del país (Vergara, 2011). La próxima primera elección popular de consejeros regionales plantea una tremenda oportunidad y desafío a la vez al movimiento regionalista. Oportunidad pues abre un espacio inédito de democracia en el nivel regional, así como de aprendizaje para la comunidad regional y los propios actores políticos regionales de lo qué es un gobierno regional, del papel, funciones y atribuciones del consejo regional, y coloca a dicho ámbito en el escrutinio ciudadano. Pero a la vez, es un tremendo desafío porque esta primera elección se da en el contexto de una elección presidencial y parlamentaria que por la naturaleza de las mismas son de carácter nacional y en donde la dimensión territorial queda subordinada y desdibujada. Situación que pudiera acentuarse además, por efecto de un significativo y/o alto nivel de abstención en dichas elecciones en un contexto de voto voluntario, como el ya vivido en las recientes elecciones municipales. Sin embargo, puede ser un punto de inflexión para el movimiento regionalista y descentralizador si se convergen y concertan diversos esfuerzos por hacer de la 6 elección de conejeros regionales una tarea política ciudadana relevante para el desarrollo regional y territorial. Contribuiría en esa dirección los esfuerzos que diversos centros de estudios regionales que coordina CIPTAR, en el marco de la Fundación Sinergia de la AUR, impulsan en cada región la realización de campañas de educación cívica de lo qué es y hace un gobierno y consejo regional, de desarrollar la realización de Foros de Compromisos Programáticos entre los candidatos/as a consejeros/as, colocando el debate de ideas acerca de la región que se quiere, de los compromisos que se asumen, considerando las evidencias socioeconómicas de cada territorio y las preferencias ciudadanas 8. También será relevante considerar el valor que se le asignará a las elecciones de consejeros regionales en el perfil y estrategias de campañas y diseños programáticos de prencandidatos y candidatos presidenciales. Reflejará, en gran medida, la valoración y compromiso efectivo que dichos candidatos tendrán con el empoderamiento regional. En otras palabras, las próximas elecciones presidenciales y regionales será una ocasión propicia para que los presidenciables convoquen a las regiones a movilizarse y constituirse en actores políticos relevantes, llamándolas a que sus comunidades acudan a votar, voten para que sus consejeros emerjan con prestigio, legitimidad y fuerza política, de modo que les otorguen el poder ciudadano que les permitan, junto al futuro gobierno, conquistar la elección popular del ejecutivo regional para 2016, robustecido además en sus competencias y atribuciones, inaugurando una nueva forma gobernar Chile: gobernar junto y con las regiones, promoviendo la descentralización y el desarrollo territorial desde abajo pero con el apoyo del nivel nacional. En efecto, el modo en que territorios y regiones rompan el dique de contención del centralismo es constituyéndose en sujetos políticos, esto es, en comunidades 8 CIPTAR organizó en Tarapacá Foros Programáticos para las 7 elecciones municipales de las comunas de la región. Ver, http://www.ciptar.cl/default.aspx?pid=32 7 políticas 9 que quieren ser protagonistas de su propia desarrollo, con las autonomías decisorias y atribuciones necesarias para forjar sus propias políticas y contar con sus propias instrumentos y herramientas de desarrollo, pertinentes a su realidad territorial (elaboradas a sus medidas y no de forma estándar como suele hacerlo la política centralista, de arriba abajo). Este es el punto de quiebre determinante para una efectiva política de descentralización y desarrollo territorial. El recuento de una política anclada en el paradigma, “el centro piensa y diseña, las regiones sólo ejecutan”, ha sido el factor estructurante y paradigmático, de aquellas relaciones de poder que ha institucionalizado la subordinación y dependización de territorios y regiones, provocando una hipertrofia en el desarrollo territorial chileno. La reforma de esta estructura y de la institucionalidad que la ampara no es una mera cuestión de modificaciones legales o de construcción de “reglas de juego societales”, aunque ellas ayuden (siendo condiciones de posibilidad o de obstáculos), es en lo principal, un movimiento y movilización de desarrollo de las capacidades regionales y territoriales en y de cada lugar (es un movimiento de adentro hacia fuera, de abajo hacia arriba) que forje las “reglas propias de la comunidad, las reglas relacionales” que moldee y articule las “reglas formales”. En este contexto y línea de pensamiento, el paradigma de la gobernanza constituye la base de nuevas políticas públicas en la que el gobierno es considerado como un actor relevante pero que no posee el monopolio del poder y la influencia. De acuerdo con Aguilar (2006): 9 Con el concepto de “comunidad política” North se refiere a un espacio de toma de decisiones más amplio que el gobierno, capaz de ser el sujeto de la política pública9 (Prats, 2001) 8 “El enfoque propio y distintivo de la gobernanza es el que destaca la insuficiencia del actuar del gobierno para gobernar las sociedades contemporáneas aún en el caso de que contara con la máxima capacidad institucional, fiscal y administrativa y supiera aprovecharla a nivel óptimo. El gobierno es insuficiente para la gobernación de la sociedad” . Como lo pone de manifiesto Ruiz (2012), la gobernanza de claro anclaje territorial, expresa una nueva forma de gobernar que implica, por igual la participación de las instituciones públicas, privadas y del tercer sector, en la resolución que afecta el interés común. Por ello, en definitiva, tanto la evolución del proceso eleccionario regional – en contexto de elecciones presidenciales y parlamentarias- así como la construcción de propuestas y modelos de intervención que garanticen oportunidades y derechos de un desarrollo territorial y regional en Chile, requiere no sólo una nueva mayoría social y política, sino una que esté movilizada y enraizada territorialmente para alcanzar más poder decisión y autonomía para forjar políticas e instrumentos propios para el desarrollo, y sobre cuyas bases se establezcan pactos territoriales por la descentralización y del desarrollo territorial, entre el nivel central, cada gobierno regional futuro y la comunidad regional representada por sus principales líderes del mundo público, privado, simbólico y social, y en la que se establezcan de acuerdo a la política nacional y cada estrategia regional los compromisos y metas a alcanzar en materia de desarrollo económico (incluyendo procesos de diversificación productiva e innovación), social (incluyendo porcentajes de reducción de pobreza y disminuciones intrarregionales de coeficiente de Gini) y cultural (fortaleciendo las identidades locales y territoriales) y de sustentabilidad. Esta tarea colectiva, sin embargo, requiere un liderazgo de nuevo cuño y un liderazgo que es colectivo. Si bien en el pasado, el poder de la toma de decisiones podía descansar en pocas personas o pequeños grupos y el liderazgo se basaba en las relaciones de 9 autoridad jerarquizada entre el líder y sus seguidores, en nuestra nueva economía globalizada e interdependiente, el poder de toma de decisiones está mucho más disperso en grupos de intereses (stakeholders), los que deben trabajar juntos hacia metas comunes. De esta forma, el liderazgo para el desarrollo económico de la región no se basa en la tradicional jerarquía de relaciones, sino que es una relación de colaboración entre los actores institucionales que abarcan los sectores público, privado y comunitario - y que se basa en la confianza mutua y la cooperación (CIPTAR 2013). Se trata, en definitiva, de devolverle a la política su sentido propio. 10 Bibliografía. Adimark, Evaluación de Gobierno, Mayo de 2011 y Septiembre 2012. Aguilar, Luis: “Gobernanza y gestión pública”; Méjico, FCE, 2006. Cieplan, Libertad Desarrollo, Proyectamerica, PNUD, Chile21, Fundación Jaime Guzmán, Instituto Libertad: Auditoría a la Democracia, Estudio de Opinión Pública, Diciembre de 2012. CIPTAR, “Descentralización desde la región. La experiencia de Tarapacá – Chile”, 2012. CIPTAR, “Sistematización y Aprendizajes de una experiencia de apoyo programático en las Elecciones Municipales 2012”, Serie Diálogos Territoriales, 2013. CORPBIOBIO, “Primer informe sobre nivel de cumplimientos del programa de Gobierno en materia de descentralización y modernización del Estado”, Octubre 2012. North, Douglass C. (2007). “Para entender el proceso de cambio económico”, Grupo Editorial Norma/ Economía Universidad de Los Andes, Bogotá, Colombia. Prats, Joan(2008): Ponencia al VI Encuentro Nacional de Estudios Regionales, Sinergi@Regional, Agrupación de Universidades Regionales, Temuco, Chile, 4 y 5 de diciembre de 2008. Ruiz, Julio: “Institucionalización para la “descentralización desde abajo”: fomento productivo y talentos para Tarapacá” en “Descentralización desde la región”, 2012. Vergara, Patricio, Instituciones locales e ideas del desarrollo, 2009. Von Baer, Heinrich (Editor): “Pensando Chile desde las Regiones”, 2009 Williamson, Oliver: “The Economic Institutions of Capitalism”, 1985 11 12