Empleabilidad a través de las Redes Sociales

Transcripción

Economistes nº 422. 2ª Quincena octubre 2011
Empleabilidad a través de las Redes
Sociales
Casi tan vital como disfrutar de un empleo es disponer de empleabilidad, algo así como
una mezcla de aptitudes, actitudes, historial profesional brillante y cualidades personales
para comunicarnos de forma adecuada y trabajar en equipo o negociar, por ejemplo.
Las relaciones laborales ya no son tan duraderas como en el pasado. Los trabajos vitalicios
han pasado a la historia y el tiempo de empleo es, a menudo, corto. Atrás han quedado las
ideas de toda una vida dedicada a una sola empresa.
La empresa ya no es una gran familia, sino el lugar donde una serie de profesionales
actúan, generando bienes y servicios. Las grandes empresas modifican continuamente
puestos de trabajo, organigramas y tareas.
La empleabilidad es un término que hace referencia a las posibilidades que tiene un
profesional de encontrar empleo por cuenta ajena o como profesional autónomo en
función de sus experiencias, habilidades y conocimientos.
¿Dónde? En un mercado laboral en el que existe una oferta y una demanda.
En cualquier caso, cada uno de nosotros debe ser el primer interesado en su empleabilidad
y, para trabajar sobre ella, ha de conocerse, formarse y venderse. Cualquiera de estos tres
factores sin los otros dos, implica una empleabilidad defectuosa.
El beneficio de cuidar nuestra empleabilidad es mantener las opciones en un mercado
laboral muy competitivo. No podemos ni debemos pararnos: el mercado se mueve y, como
mínimo, nos tenemos que mover a su velocidad. Mejor, si vamos algo más rápidos. En
caso contrario, nuestras competencias se quedan obsoletas.
Distinguimos dos tipos de empleabilidad: interna y externa.
La empleabilidad interna se centra en la promoción (hacia arriba o hacia delante) de las
personas más flexibles y con más potencial, desde la perspectiva de la empresa en la que
prestamos servicios.
La empresa ha de cuidar la empleabilidad de su plantilla a través de:
- Formación.
- Fomentando estilos de trabajo participativos, facilitando competencias como autonomía,
creatividad, iniciativa,…
- Satisfaciendo las necesidades cambiantes de su plantilla: estabilidad laboral, promoción,
desarrollo profesional, prestigio,…
- Facilitando las relaciones internas y el trabajo en equipo.
Además de para cubrir vacantes, algunas empresas como HP e IBM utilizan las redes
sociales como una herramienta que permite compartir el conocimiento de sus empleados.
Algunas de las ventajas que se observan son: reducir los costes de formación, albergar el
conocimiento de la compañía, un patrimonio que de otra manera corre el peligro de
desperdigarse o perderse.
Uno de los beneficios más obvios es la localización del experto en un tema dentro de la
empresa. El conocimiento no debe guardarse, está ahí para ser compartido. Una persona
hace un trabajo, lo publica y puede ser consultado por todos sus compañeros.
La entrada de las redes sociales en las empresas se produce en paralelo a la nueva cultura
del cloudcomputing, donde los programas y documentos se albergan en la Red, siempre
actualizados y accesibles.
Es evidente que esta filosofía también se relaciona con la empleabilidad interna de
aquellas personas que comparten sus conocimientos, ayudan a sus compañeros y
© 2011-10-14 Colegio de Economistas de Valencia
mantienen una actitud positiva e inquieta, siempre atentos a las necesidades de su
empresa.
No debemos olvidar la empleabilidad externa, en la que cada profesional debe ser
consciente de cuánto vale en el mercado (no en su actual empresa) los servicios que aporta
y el valor añadido que consigue a través de ellos.
El compromiso sobre la empleabilidad es, pues, común a la empresa y al trabajador. El
buen trabajador no es ya tanto el trabajador fiel como el trabajador flexible que se sabe
responsable de su carrera, conocedor de sus capacidades, con capacidad de riesgo y cada
vez menos dependiente de factores externos y más de su empleabilidad como profesional.
En el modelo laboral actual se acorta la vida útil de los empleados, porque el perfil de los
trabajadores jóvenes es el que impera, y quien tiene más de 45 años se ve con mayores
dificultades para encontrar trabajo. En estos casos, la experiencia es un grado, pero
siempre que esté puesta al día.
Se tienen en cuenta los siguientes conceptos básicos que interactúan en la empleabilidad:
vocación, competencia profesional, idoneidad, imagen saludable, eficiencia y
comunicación fluida.
•?Vocación.- Pregúntese si la tarea que desempeña o su profesión son las adecuadas a su
vocación, porque muchos de los trabajos no tienen que ver con ella. Si no está satisfecho,
procure cambiar.
•?Competencia profesional.- No sólo disponer de la titulación y además tener talento le
garantiza el cumplimiento de las tareas. Demuestre su inquietud con la actualización
constante de sus conocimientos.
•?Idoneidad.- No sólo debe usted reunir las condiciones requeridas; además debe
demostrar en la entrevista que el puesto al que aspira le sienta a usted como un traje.
•?Imagen saludable.- Carecer de ella es una desventaja en un mercado laboral tan
competitivo como el actual.
•?Eficiencia.- Debe ser capaz de solucionar problemas con un mínimo de recursos y en el
menor tiempo posible. Su inquietud profesional y personal puede ser de ayuda para
transmitir este aspecto durante la entrevista laboral.
•?Comunicación fluida.- Se valora positivamente un carácter afable. Los expertos tienen
claro que alguien puede ser un buen profesional, pero que puede tener dificultades de
relación con los compañeros, clientes y jefes.
Si cada trabajador valora cada uno de estos aspectos aplicándolos a su situación,
conocimientos y habilidades, podrá conocer si es apto para un determinado puesto de
trabajo por cuenta ajena o es el momento de emprender una aventura empresarial.
Es fácilmente imaginable que si es una persona con un alto grado de “empleabilidad”
generará un mayor interés en el mercado de trabajo y le resultará más fácil encontrar
trabajo o mejorar su puesto si ya estuviera trabajando.
En este sentido, cada persona debe dirigir su propia carrera, ninguna empresa que no sea la
de su familia le va a proporcionar un trabajo para toda la vida, así que no ponga su futuro
en manos ajenas. Si no asume la responsabilidad de dirigir su propio futuro, alguien lo
hará y casi seguro que tomará otros caminos sin tener en cuenta nuestras necesidades,
expectativas y deseos.
A continuación, se ofrecen algunos consejos para mejorar nuestra “Empleabilidad”:
•?Piense en positivo y sea realista. Los pesimistas no suelen ser bien recibidos.
•?No se sienta como un parado, sino entre dos trabajos. La falta de autoestima es una
emoción que se transmite con demasiada facilidad.
•?Si ha tenido varios empleos en poco tiempo, explique que le han servido como
experiencia.
•?Si es polifacético, escoja aquellas áreas que mejor domina y céntrese en ellas. Nadie
sabe hacerlo todo bien.
•?Utilice sus contactos y relaciones. Nadie buscará trabajo por usted, pero pueden
proporcionarle alguna entrevista laboral.
•?Analice dónde está, y dónde le gustaría estar. Hágase un DAFO-CAME.
•?Si es necesario, acuda a un orientador profesional para que le ayude a conocerse mejor.
Puede descubrir nuevos caminos profesionales.
•?Sea directo y claro, si transmite un lenguaje verbal y no verbal inadecuado, será más
difícil destacar sus cualidades, o aquellas que puedan ser más valoradas en cada perfil
laboral.
•?Muestre interés por las cosas que le rodean. La gente con inquietudes diversas, suele
integrarse con rapidez y las empresas piensan globalmente, no en individuos aislados.
•?Escuche con atención, tenga los ojos abiertos, no mienta y prepárese a probar lo que
dice. Lo natural es lo que “vende” mejor.
Empleabilidad y redes sociales
La era del conocimiento nació de dos tendencias: el paso de la ola industrial a la de
servicios y el auge de las TIC’s.
Ambas convirtieron a la información y a la tecnología en las principales fuentes de
producción en las organizaciones. Sin información suficiente y sin ellas, no puede
competir en el exigente mercado laboral y perderá empleabilidad.
Más que del propio historial profesional, la empleabilidad de una persona depende de su
habilidad para venderse ante los potenciales empleadores y, en este sentido, las redes
sociales pueden ser nuestras aliadas, si las gestionamos de forma adecuada.
Para hacernos más visibles, podemos utilizar varios recursos. Recomiendo que sean de
carácter proactivo, no reactivo. Veamos algunos de ellos:
•?Adaptar nuestro CV a ofertas publicadas en Internet, prensa,… (postura reactiva).
•?Adaptar el CV a empresas en expansión (por ejemplo, Acciona o Telefónica) aunque no
publiquen ofertas (postura proactiva).
•?Llevar el CV en persona a empresas en expansión. Para ello, debemos informarnos a
través de publicaciones especializadas como Expansión, La Gaceta de los Negocios y
Cinco Días. Todas ellas se pueden leer en Internet (postura proactiva).
•?Usar nuestra red de contactos para llegar a aquellas empresas atractivas para cada uno de
nosotros (postura proactiva).
•?Utilizar de forma adecuada las redes sociales profesionales (postura proactiva).
Cuantos más métodos utilicemos, más ampliaremos nuestra empleabilidad. Cuanto más
proactivos seamos, más posibilidades tendremos de encontrar un empleo o de mejorar el
actual.
Las herramientas anteriores no son excluyentes, sino sumativas. Pero debemos distinguir
entre las redes sociales, como Facebook, y las redes sociales profesionales como Linked
in. Ambas nacen en USA, Facebook en 2004 y Linked in en 2003.
Facebook o “libro de caras” es una red en la que cientos de millones de personas buscan
almas gemelas para compartir aficiones, amistad,…
Cuando nos llega un CV, lo primero que solemos hacer es poner en el buscador de
Facebook el nombre completo y el código postal de la persona que opta al trabajo. A
veces, las sorpresas son mayúsculas. En estos momentos en los que sobran candidatos, si
hay contradicciones entre lo que vemos y el CV recibido, el candidato queda descartado
inmediatamente.
Respecto a las redes sociales profesionales, las más utilizadas son Linked in en el
continente americano y la alemana Xing en Europa.
Twiter (“trinar” en inglés) ha sido la última en llegar en 2006. A través de un máximo de
140 caracteres se comparten las cosas más variadas con cientos de millones de personas
(incluyendo empleadores).
En Twiter se valora a quien sigues (personalidad, aficiones) y quien te sigue (capacidad de
liderazgo). También se tienen en cuenta las opiniones y comentarios de los tweets (trinos),
analizando si son propios de cuervos o de ruiseñores.
Siguiendo la tendencia norteamericana actual, dentro de unos meses, empezaremos a
utilizarla para posiciones de niveles medio y alto.
En todas ellas, el acceso es gratuito y el usuario tendrá dos tipos de cuentas a elegir: las
básicas (donde hay limitación de la actividad dentro de la red) y las Premium (hay que
pagar una cuota mensual, para actividades como intercambiar mensajes privados con otros
usuarios o la posibilidad de acceder a todos los perfiles).
Para sacarle provecho a las redes sociales profesionales, conviene seguir las siguientes
normas:
•?En las redes sociales profesionales no es conveniente contaminar su imagen con
aportaciones inadecuadas. Por ejemplo, no cuelgue fotos en situaciones embarazosas y
controle en qué fotos es usted etiquetado.
•?Para ser visibles en ellas es conveniente agregarse a grupos afines y participar en los
debates. Por ejemplo, marketing turístico.
•?Las aportaciones deben añadir el máximo valor, manteniendo las formas.
•?Organice una red de contactos y gestiónelos convenientemente. De nada sirve tener una
agenda completa de personas si no les prestamos atención.
•?Evite dar una imagen de oportunista, usando a los contactos cuando a usted le interesen.
Se trata de intercambiar experiencias, servicios,… No intente recibir sin haber dado antes
algo a cambio.
•?Tenga paciencia. Antes de recoger los frutos, debe abonar la tierra y esperar.
Después de todo lo anterior, termino el artículo haciendo referencia a una norma no escrita
que todos debemos seguir, la del 4 a 1: cuatro publicaciones sobre los demás, para ayudar
o proporcionar información y soluciones, y uno promocional sobre nosotros mismos. Si
sólo nos auto-promocionamos, comenzarán a dejarnos de lado por ególatras.

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