Katia y Marielle labèque - Blog del Auditorio Miguel Delibes

Transcripción

Katia y Marielle labèque - Blog del Auditorio Miguel Delibes
piano
Katia y Marielle
Labèque
PIANOs
Gonzalo
Grau
Raphaël
Séguinier
percusión
batería
Editado por
Junta de Castilla y León
Consejería de Cultura y Turismo
Auditorio Miguel Delibes
Av. Monasterio Ntra. Sra. de Prado, 2
47015 Valladolid
T 983 385 604
[email protected]
www.auditoriomigueldelibes.com
Imprime: Gráficas Angelma
Dep. Legal: Va-174/2012
Valladolid, España 2012
PIANO
Katia Y Marielle
Labèque
pianoS
—
Gonzalo Grau
percusión
—
Raphaël Séguinier
batería
·
Katia y Marielle Labèque son Artistas
en Residencia en el Auditorio Miguel Delibes
Valladolid
—
domingo 26 de febrero de 2012 · 19.00 h
sala de cámara. Auditorio Miguel Delibes
PROGRAMA
Parte I
—
Igor Stravinsky
(1882-1971)
Concierto para dos pianos (1935)
Con moto
Nocturno
Cuatro variaciones
Preludio y fuga
—
George Gershwin
(1898-1937)
Rhapsodie in Blue, para dos pianos
–versión original G. Gershwin–
—
Parte II
—
Leonard BerNstein
(1918-1990)
West Side Story (1957)
–arreglo para 2 pianos y 2 percusionistas de Irwin Kostal–
Prologo · Jet Song · Something’s coming · Blues · Mambo ·
Cha Cha · Maria · America · I feel pretty · One Hand, One heart ·
Tonight · Somewhere · A boy like that · I have a love ·
Cool · The Rumble · Finale - Adagio
“¿Nueva música? Al diablo, no ha habido nueva música desde Stravinsky”.
Duke Ellington, en 1970, citado en Duke Ellington (1977), Jewell.
Igor Stravinsky
Oranienbaum, Rusia, 17-vi-1882; Nueva York, 6-iv-1971
Concierto para dos pianos (1935)
La literatura pianística es generosa en la forma concertante
para dos pianos: Bach, Mozart, Mendelssohn, Brahms, Bartók
–incluyendo percusión como instrumento solista–, Poulenc
e incluso Mahler compusieron conciertos para dos pianos y
orquesta, por citar solamente a algunos de los compositores
más representativos. No es tan habitual, en cambio, la forma
concierto para dos pianos sin orquesta, pese a que el corpus para
dos pianos o piano a cuatro manos sí es abundante, en la forma
de transcripciones y obras originales para estas formaciones. Por
ejemplo, el Padre Antonio Soler escribió seis conciertos para dos
órganos o dos teclados y, ya en el siglo veinte, son numerosas las
composiciones para esta formación a la que, pese a no contar con
el apoyo orquestal, cuesta atribuirle el apelativo de “cámara” por
la dimensión musical que posibilitan los dos instrumentos. Son
bien conocidas las Variaciones sobre un tema de Paganini de Lutoslawsky,
el Concertino de Shostakovich, las transcripciones de las Danzas
sinfónicas op. 45 de Rachmaninov o su Rapsodia rusa y, mirando hacia
España, las versiones para dos pianos de Triana –E. Granados–,
Navarra –F. Marshall– y otras piezas de los cuadernos de Iberia de
Albéniz que recientemente ha transcrito para dos pianos Joan
Albert Amargós, por encargo de las hermanas Labèque.
Igor Stravinsky decidió componer
su Concierto para dos pianos –también
conocido como Concierto para dos
pianos solos o, en su nombre original en
italiano, Concerto per due pianoforti
soli– tras la creación de su Concierto para
piano e instrumentos de viento. El interés
por explorar las capacidades del piano
como instrumento solista y la posible
eventualidad de vivir en una ciudad en
la que no hubiera orquesta residente,
fueron las dos principales motivaciones
del compositor ruso para escribir una de
las obras que, junto a la Sonata para dos
pianos, es considerada una de sus mejores
composiciones del periodo neoclásico.
El Concierto para dos pianos –tal y
como se desprende de la conversación
entre Stravinsky y el director americano
Robert Craft para el libro Diálogos y un diario,
1963– es, según Stravinsky “seguramente
mi favorito entre el conjunto de mi obra
puramente instrumental”. Stravinsky
inició la composición del Concierto para
dos pianos el otoño de 1931, en Voreppe,
inmediatamente después de haber
finalizado su Concierto para violín, y no
lo concluyó hasta el 9 de noviembre de
1935, quince días antes de su estreno. Tras
haber compuesto el primer movimiento
interrumpió la composición puesto que
no podía “escuchar” el segundo piano.
En sus propias palabras: “Toda mi
vida he probado mi música mientras la
componía, tanto para orquesta como para
cualquier otra formación, a cuatro manos
en un solo piano”. La particularidad del
concierto para dos pianos no le permitía
una prueba de este tipo, así que pidió a
Pleyel construir un piano doble, en forma
de caja con dos pequeñas colas en forma
de triángulo. De esta forma “completé el
Concierto en mi estudio Pleyel, testando
auditivamente compás tras compás con
mi hijo Soulima en el otro teclado”. La
partitura original de la obra, editada por
Schott, incluye como prefacio una nota
introductoria firmada por el propio
autor: “Este concierto fue interpretado
por primera vez por mi y por mi hijo,
Sviatoslav Soulima Stravinsky por primera
vez en la Université des Annales en París
en la Sala Gaveau, el 21 de noviembre de
1935”. Con este concierto, Stravinsky y
su hijo Soulima realizaron una larga gira
por Europa y Suramerica gracias quizás
a la baja complejidad del montaje, sin
orquesta, tal y como había vaticinado
Stravinsky.
A diferencia de un concierto para
piano solista al uso, este concierto no
contempla el desdoblamiento de las
partes entre un piano solista y el otro
piano acompañante –haciendo el papel
sustitutivo de la orquesta–. Más bien
estamos ante una obra a medio camino
entre el concierto solista y una sonata
a gran escala. En ocasiones los pianos
dialogan íntimamente, mientras que en
otras, se establece entre ellos un fuerte
contraste. Gran parte del material
que cada piano defiende en su parte
es intercambiable con el del otro, en
contraste con lo que sucedería si se
tratara de una transcripción al uso de un
concierto para piano y orquesta.
Distribuido en cuatro movimientos:
Con moto, Notturno-Adagietto, Quattro
variazioni y Preludio y fuga –Preludio
lento, Fuga a 4 voci–, Stravinsky tuvo
en cuenta la tradición anterior. Prestó
particular atención a las variaciones de
Beethoven y Brahms mas, sin embargo,
llama la atención el desconocimiento del
compositor ruso del concierto para dos
pianos de Bach. Aún así, las resonancias
barrocas –propias del neoclasicismo en
que se enmarca el estilo compositivo de
Stravinsky en esa época– aparecen ya en
el primer movimiento –que remite al
primer movimiento de una sonata al uso–
mientras que el segundo movimiento,
Notturno-Adagietto, fue descrito por el
propio Stravinsky como “no demasiada
música nocturna como música para
después de la cena, de hecho, un digestivo
para los movimientos largos”, mientras
que afirmaba que el primer piano era
como una “bailarina representada por un
clave”.
Las variaciones están basadas en un
tema que no aparece previamente sino
en el último movimiento, Preludio-Fuga.
De hecho, Stravinsky había previsto
inicialmente situar en primer lugar el
preludio y fuga previo a las variaciones,
pero una vez acabada la partitura
decidió invertir el orden. Se trata de
unas variaciones que se diferencian
por el uso de diferentes velocidades y
líneas melódicas en diferentes octavas,
para acabar con una práctica habitual
en Stravinsky: un ostinato en intervalo
de tercera. El último movimiento, por
último, consiste en un preludio lento y
una fuga a cuatro voces que finaliza con
un fuerte fortissimo disonante que no se
resuelve.
George Gershwin
Brooklyn, Nueva York, 25-ix-1898; Beverly Hills, California, 11-vii-1937
Rhapsodie in Blue, para dos pianos
Versión original de G. Gershwin
Resulta llamativa la sentencia de un caballero del jazz como
Duke Ellington, en la que afirma que no existe “nueva música”
después de Stravinsky –véase la cita que aparece al inicio de las
notas–. Esta sentencia, personal si quieren, pero que invita a
la reflexión, es idónea en un programa como el presente, en
el que se pone en evidencia que la línea entre la revolución
rítmica promovida por Stravinsky tras sus ballets El pájaro de fuego,
La consagración de la primavera y Petrouchka y el Jazz, con sus ritmos
sincopados, el swing y la improvisación, resulta muy delgada e
incluso algo confusa.
George Gershwin manifestó en The Composer in the Machine Age
–1930– que “una composición entera escrita en jazz no podría
vivir”. Son muchos los que han calificado su Rhapsodie in Blue como
una obra de jazz. Probablemente inducidos a la confusión por
los ritmos utilizados por Gershwin –que ciertamente imitan
o sugieren el swing y el uso sistemático de un ritmo sincopado
propio del jazz– y por el título algo malicioso con que el
propio Gershwin quiso provocar esta confusión, muchos han
considerado a Gershwin como un sinfonista de jazz. Una forma
algo sui generis de rebajar su categoría. Nada más lejos de la
realidad, Gershwin es ante todo, un gran compositor y, son de
sobra conocidas las sugerencias de Maurice Ravel al compositor
norteamericano al ser requeridas sus enseñanzas en composición:
“yo no tengo nada que enseñarte, sigue con tu estilo artístico”.
De forma habilidosa, Gershwin recreó el género jazzístico
bajo las formas clásicas, utilizando los máximos recursos
disponibles: trinos y glissandi en el clarinete,
trompeta con sordina, ritmos sincopados
y algunas notas propias del blues. El
título, como decimos no es casual. La
rapsodia remite a una forma típica del
romanticismo, en la que la música fluye de
forma libre y continua, enlazando temas
sin relación entre ellos y sin aparente
estructura –al contrario que la sonata–,
mientras que el apelativo in blue sugiere un
doble juego de palabras. Por una parte,
remite al género blues, nacido de los
cantos de trabajo y los negro spirituals
de la comunidad afroamericana, en los
tiempos de su esclavitud, que da forma
al jazz. Por otra parte, in blue sugiere
también un juego sinestésico propio de los
simbolistas –tal y como hacía por ejemplo
Debussy– y la atribución del color azul a la
nostalgia y tristeza propia, por otra parte,
del carácter originario del género blues.
Sentencias como las de Leonard
Bernstein –The Atlantic Monthly, 1955– son
sintomáticas de un momento efervescente
a nivel creativo: “La Rhapsody no es una
composición. Es una sucesión de párrafos
separados pegados entre sí con un poco
de pasta hecha de harina y agua (…) No
creo que haya habido un compositor de
melodías tan inspirado desde Tchaikovski
(…) pero si de compositores hablamos,
entonces es otro asunto.”. Llama la
atención que un compositor y músico de
la talla de Bernstein sea capaz de emitir
comentarios de este tipo, pero cabe
decir que en algo estaba en lo cierto. La
Rhapsody es precisamente una rapsodia
por su condición de unir “párrafos”
melódicos de forma sucesiva y sin relación
alguna entre ellos y, aún más en lo cierto,
la inventiva melódica de Gershwin es digna
de envidia, como es evidente.
La famosa Rhapsody in Blue, más conocida
en su versión para piano y orquesta, fue
originalmente compuesta para dos pianos
y, posteriormente, para piano y Big
Band –formación de vientos–. En esta
formación se estrenó el 12 de febrero de
1924 en el Aeolian Hall de Nueva York,
a cargo de la Jazz Band de Paul Witheman
y el propio autor como solista. Pese a las
susceptibilidades que generaba el hecho de
que pudiera, aparentemente, mezclarse el
Jazz con la música clásica, la obra tuvo un
éxito arrollador en su estreno.
La versión de la Rhapsodie in Blue para
dos pianos, obviamente, no contiene el
temido y esperado glissando del clarinete,
pero éste está sugerido por una escala
sutil que se ve completada con unos
trinos que rápidamente sitúan al oyente
en la atmósfera nocturna, nostálgica,
jazzística... de las calles de una ciudad
norteamericana a principios del siglo xx.
Breve, con respecto a la gran cantidad de
temas que llega a exponer en el tiempo
que dura la misma –unos quince minutos
aproximadamente–, la versión para dos
pianos no desmerece las posteriores
versiones para Big Band u orquesta, sino
que más bien sugiere el ambiente de
los locales en que el Jazz iba haciéndose
hueco paulatinamente en los oídos de los
norteamericanos.
Leonard Bernstein
Lawrence, Massachussetts, 25-iv-1918; Nueva York, 14-x-1990
West Side Story
Comedia musical, arreglo para dos pianos y dos percusionistas de Irwin Kostal
No hay que tener en cuenta la desafortunada sentencia que uno
de los mayores directores de orquesta y compositores del siglo
xx, dejó escapar sobre otro de los compositores más grandes
del siglo pasado. A él se le atribuye también la siguiente: “Me
gustaría oír a alguien de forma casual silbando algo compuesto
por mí, en algún lugar, aunque sólo fuera una vez” –The Joy of
music, 1960– y es probable que por aquel entonces no fuera
consciente del tremendo éxito que su musical West side story había
tenido y tendría en el futuro y de que su música se convertiría
en uno de aquellos hits que uno puede silbar de forma casual y
sin venir a cuento.
La versión para dos pianos y percusión es original del
especialista en Broadway Irwin Kostal, quién también ayudó a
Leonard Bernstein en la orquestación del conocido musical.
En dicha versión Kostal siguió las indicaciones de Bernstein y
en ella la batería de jazz ocupa un lugar preponderante en el
arreglo, sobre todo en aquellos pasajes más brillantes, como el
Prólogo, el Blues, America, Keep Cool o The Rumble. En las
danzas de origen latino –Mambo y Cha Cha– sin embargo, la
variedad en la percusión se magnifica y se aprecian de forma
evidente otros instrumentos que enriquecen la versión, como
el triángulo, las maracas, las cajas o la pandereta. La versión
está bien equilibrada, con momentos intimistas, como Maria
o I Feel Pretty, en que la presencia de los percusionistas es más
testimonial y los dos pianos toman protagonismo.
Pero sea cual sea la forma en que se
presente la música de Leonard Bernstein
para esta historia de amor –inspirada en
el inmortal ejemplo shakespeariano de
Romeo y Julieta– lo cierto es que, más de
cincuenta años después de su composición
la música no ha perdido nada de su magia
original y uno puede seguir vibrando con
los ritmos jazzísticos, latinos y las melodías
imperecederas de una obra también
inmortal, como los grandes clásicos.
El proyecto para el musical que
acabaría llamándose West side story empezó
a gestarse en 1949, cuando Jerome
Robbins propuso a Leonard Bernstein
y Arthur Laurents colaborar en una
adaptación musical contemporánea
de Romeo y Julieta. El proyecto, que
Bernstein inicialmente visualizó como una
ópera, no salió adelante hasta varios años
después, en forma de musical, cuando,
tras algunos retoques en el concepto
original de la historia –introduciendo el
factor latino, ausente en la idea original–
West side story se estrenó finalmente en
Broadway en 1957. Basada en un libro
de Arthur Laurents, con música de
Leonard Bernstein, letra de Stephen
Sondheim y concepción y coreografía
de Jerome Robbins, la obra vivió 732
representaciones antes de pasearse en gira
por Estados Unidos. En 1961 se rodó una
película musical dirigida por Robert Wise
y el mismo Jerome Robbins, con Natalie
Wood como protagonista, que ganó diez
Oscars. En 1984 Leonard Bernstein
dirigió musicalmente por primera vez
la obra, en una grabación con grandes
voces operísticas del momento, como
José Carreras, Kiri Te Kanawa y Tatiana
Troyanos.
© Mercedes Conde Pons
Directora de la Revista Musical Catalana.
Katia Y Marielle
Labèque
pianos
Las hermanas Katia y Marielle Labèque poseen un
agudo contraste musical y forman un dúo con una gran
comunicación, sincronización y energía. Recibieron sus
primeras enseñanzas de la mano de su madre, la pianista
italiana Ada Cecchi –antigua alumna de Marguerite Long–.
La popularidad les llegó por su grabación a dos pianos
de la Rhapsody in Blue de Gershwin –una de los primeras
grabaciones de música clásica en conseguir un Disco de
Oro–. Desde entonces han desarrollado una impresionante
carrera.
Han tocado con las orquestas más prestigiosas del
mundo, como la Filarmónica de Berlín, Bayerischer
Rundfunk, Sinfónicas de Boston y Chicago, Orquesta de
Cleveland, Gewandhaus de Leipzig, Sinfónica de Londres,
Filarmónicas de Londres y Los Ángeles, Filarmonia della
Scala, Orquesta de Filadelfia, Staatskapelle de Dresden y la
Filarmónica de Viena, bajo la dirección de S. Bychkov,
C. Davis, C. Dutoit, J. E. Gardiner, M.
Harth-Bedoya, K. Jarvi, Z. Mehta, S.
Ozawa, A. Pappano, G. Pretre, S. Rattle, E.
P. Salonen, L. Slatkin y M. Tilson Thomas.
Han participado en los festivales
del Musikverein de Viena, Hamburgo,
Munich, Carnegie Hall, Disney Hall,
Royal Festival Hall, La Scala, Berlin
Philharmonie, Blossom, Hollywood Bowl,
Lucerna, Ludwihsburg, Nueva York Mostly
Mozart, BBC Proms de Londres, Ravinia,
Ruhr, Tanglewood y Salzburgo. Obtuvieron
un gran éxito en el Concierto de Clausura
de la Filarmónica de Berlín, junto a la
orquesta y S. Rattle en el Waldbühne,
ante una audiencia récord de 33.000
espectadores.
Interpretan música barroca con grupos
como The English Baroque Soloists con J.
E. Gardiner, Il Giardino Armonico con
G. Antonini, Musica Antiqua Köln con R.
Goebel y, Venice Baroque con A. Maron.
Recientemente han realizado una gira con
la orquesta The Age of Enlightement y S.
Rattle.
Han tenido el privilegio de trabajar
con compositores como Louis Andriessen,
Luciano Berio, Pierre Boulez, Philippe
Boesmans, Osvaldo Golijov, György Ligeti,
Olivier Messiaen. En noviembre 2011
estrenaron el Concierto para 2 pianos de
Richard Dubugnon en Los Ángeles bajo
la dirección de S. Bychkov, seguido de
por conciertos en Paris con la Orquesta
de Paris, y en Leipzig con la Orquesta
Gewandhaus.
Recientemente han sacado un Cd
con una nueva versión de la Rhapsody in Blue
de Gershwin y West Side Story de Bernstein,
en su propio sello discográfico KML
Recordings. –www.kmlrecordings.com–.
Crearon su propia compañía discográfica
para construir un puente que enlace los
diferentes estilos de música y la creación
contemporánea. También iniciaron la
Fundación KML –www.fondazionekml.
com– dirigida a fomentar la investigación
y el desarrollo del repertorio de dúo de
piano, a través de la fusión y reunión con
artistas de todos los campos.
En la actualidad están trabajando en
un nuevo proyecto The minimalist Dream House
inspirado en los conciertos de principios
de 1961 de La Monte Young en el loft
neoyorquino de Yoko Ono. Katia y
Marielle Labèque y un grupo de amigos
del mundo del rock y la música clásica se
juntan para celebrar este revolucionario y
nuevo movimiento y sus diversas áreas de
influencia –www.labeque.com–.
En España, Katia y Marielle Labèque
son muy conocidas y admiradas, actuando
con regularidad durante los últimos 20
años con las mejores orquestas, en los
mejores festivales y ciclos de conciertos.
Son Artistas en Residencia del Auditorio
Miguel Delibes de Valladolid. En enero
2011 ofrecieron el Estreno en España de
la obra Nazareno de Golijov/Grau junto a
la Orquesta Sinfónica de Castilla y León,
y el director Miguel Harth-Bedoya. La
grabación de este concierto hecha por
Deutsche Grammophon salió al mercado
en diciembre de 2011.
gonzalo
grau
PERCUSIÓN
Inicia sus estudios musicales bajo la guía de sus padres
Alberto Grau e Isabel Palacios a los tres años de edad.
Realiza estudios musicales –clásicos y populares– en
el Colegio Emil Friedman. A los trece años de edad
ingresa en la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela
como violoncellista y dos años mas tarde en la Camerata
Renacentista de Caracas como miembro titular. Colabora
como instrumentista con las más importantes agrupaciones
corales de Venezuela y paralelamente a sus estudios
musicales académicos continúa su desarrollo como
ejecutante en diversos estilos populares.
Con el tiempo Gonzalo Grau desarrolla habilidades
como “multi-instrumentista” en instrumentos como el
piano, cello, viola da gamba, cuatro, percusión y canto.
En 1995 recibe una beca en el Berklee College of Music
en la ciudad de Boston,USA, donde tres años más tarde
terminaría sus estudios con el honor
‘Summa Cum Laude’ como pianista de
jazz.
Desde entonces ha sido parte de la
vanguardia de la música latina, tocando
y arreglando para una gran diversidad de
agrupaciones y artistas entre los cuales
podemos resaltar la Maria Schneider
Orchestra, la Spanish Harlem Orquestra,
Timbalaye, Mango Blue, las producciones
La Pasión Según San Marcos y la ópera Ainadamar
de Osvaldo Golijov, Rolando Villazón,
Katia y Marielle Labeque y sus propios
proyectos Plural y La Clave Secreta,
agrupación nominada a los premios
Grammy de la Academia –2008– en la
categoría Mejor álbum tropical latino,
por su producción independiente Frutero
Moderno.
Vive en la ciudad de Boston
donde sigue su actividad como multiinstrumentista, arreglista, compositor
y productor dentro de géneros como
la salsa, timba, latin jazz, flamenco y
clásico-crossover.
Recientemente ha realizado dos
producciones discográficas para el sello
clásico alemán Deutsche Grammophon:
la grabación en estudio de La Pasión Según
San Marcos de Golijov, y México del tenor
de ópera Rolando Villazón. También
ha producido las grabaciones de Mango
Blue, West Side Story con las hermanas
Labeque, y Nazareno con la Orquesta
Sinfónica de Castilla y León.
Como compositor ha sido
comisionado por la Orquesta Sinfónica
de Atlanta para la temporada 2008,
por la Orquesta Sinfónica de Chicago
para la serie MusicNow 2008, y por
la Orquesta Filarmónica de Brooklyn
para el Nuevo Latino Festival 2009.
En 2010 escribe Nazareno, suite para
dos pianos y orquesta inspirada en
La Pasión Según San Marcos de Golijov,
encargada por las pianistas Katia y
Marielle Labeque y estrenada en enero
del 2010 por la Orchestre de Paris. En
el mismo año, la International Bach
Academy le encarga un oratorio para
coro de voces mixtas y orquesta sinfónica
titulado Aqua, estrenado en agosto del
2011 en Berlín, Caracas y Stuttgart,
con la Orquesta Juvenil de Alemania
y la Schola Cantorum de Caracas.
Con dicha obra, Gonzalo recibió el
premio Compositor de Europa 2011
[Europäische Komponistenpreis 2011],
otorgado por el Young Euro Classic
Festival, en Berlín.
Raphaël
Séguinier
batería
Nació en 1979, y empezó a tocar la batería de forma autodidacta
a los quince años, después de estudiar piano durante cuatro
años. Influenciado por la escena indie/noise/postrock –Fugazi,
Mogwai, Sonic Youth…–, toca en diversos grupos, creando y
auto produciendo sus proyectos musicales, así como actuando
en toda Europa.
Su interés se dirige hacia la improvisación y la música
experimental y decide unirse a Collectif Zazen en 2003.
Colabora con músicos de todos los ámbitos como el jazz,
hardcore, música electronica, tradicional, y graba numerosos
discos con ellos.
En 2005, se traslada a París, donde empieza su carrera
profesional como batería de estudio. Al mismo tiempo realiza
giras internacionales con artistas como Nouvelle Vague, Emile
Simon, Chocolate Genius, Cocoon o Saul Williams.
En 2010, Katia Labèque le llama, primero para unirse al
proyecto B for Bang, y posteriormente para grabar junto a ella
y su hermana Marielle, la obra West Side
Story en la versión para pianos, batería y
percusión. También forma parte de su
proyecto The Labeques Minimalist Dream
House.
Actualmente ha formado un nuevo
grupo con David Chalmin –Red Velvet,
Dimension X, B for Bang– y Massimo
Pupillo –ZU, Dimension X, B for Bang–,
y un proyecto de improvisación de batería/
electrónica con el productor francés
Villeneuve.
Próximos programas
Orquesta Sinfónica
de Castilla y León
Valladolid
Extraordinario Jóvenes
Intérpretes
Jueves 8 de marzo de 2012
20.00 h · Sala Sinfónica
—
SALAMANCA
ABONO OSCYL 3
Viernes 9 de marzo de 2012
20.30 h · CAEM Salamanca
Auditorio Miguel
Delibes VALLADOLID
en familia
Sábado 3 de febrero de 2012
12.30 h · Sala Sinfónica
ELENA FRUTOS
OSCYL
Banda de
música de
Arroyo de la
Encomienda
Julio Vicente
Perpiñá
JOSÉ MArÍA
VILLEGAS
Belén
Otxotorena
PIANO
NARRADORA
IGNACIO SOLER
KATIUS, La niña
del arroyo
ALEJANDRO
POSADA
director
PIANO
fagot
Obras de F. Mendelssohn,
S. Rachmaninov y
C. M. von Weber
Valladolid
ABONO OSCYL 12
Jueves 15 y viernes 16 de
marzo de 2012 · 20.00 h
Sala Sinfónica
Lionel Bringuier
director
Nicholas
Angelich
PIANO
Obras de J. Brahms
director
delibes+
Sábado 3 de marzo
de 2012 · 22.00 h
Sala Teatro Experimental
Delafé y
las flores
azules
GRUPO INVITADO
delibes+
Viernes 9 de marzo de 2012
22.00 h. · Sala Teatro
Experimental
Joe Lovano
europa quartet
Danza
Sábado 10 de marzo de 2012
20.00 h. · Sala Sinfónica
Compañía
Nacional de
Danza
Holberg Suite
Scarlatti,
Pas de Deux
Walking Mad
Cámara
Domingo 11 de marzo de 2012
19.00 h. · Sala de Cámara
Ensemble
Vallmont
Obras de
L. van Beethoven y
E. W. Korngold
HOY MUERO VIERNES
Cámara
Domingo 4 de marzo de 2012
19.00 h. · Sala de Cámara
PIANO
Domingo 18 de marzo de 2012
19.00 h. · Sala de Cámara
Yuja Wang
Conjunto
Ynstrumental
Obras de S. Rachmaninov,
Obras de
I. Márta, N. Westlake,
T. Takemitsh,
G. Fitkin y J. Cage
L. van Beethoven,
A. Scriabin, G. Fauré,
C. Debussy, I. Albéniz y
M. Ravel
piano
CÁMARA
–––
Jueves 26 de abril de 2012
Sala sinfónica · 20.00 h · 70 / 60 / 45 / 30 / 20 €
Anne-Sophie MUtter
VIOlÍN
Daniel
Müller-Schott
Lambert
Orkis
violonchelo
PIANO
Ludwig vOn Beethoven
1770–1827
Piotr Illich Chaikovski
1840–1893
—
—
Trío con piano n.º 7 en Si bemol
mayor, op. 97, “Archiduque”
Trío con piano en La menor, op. 50,
“A la memoria de un gran artista”
www.auditoriomigueldelibes.com

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