trabajo impago de las mujeres impide su plena igualdad

Transcripción

trabajo impago de las mujeres impide su plena igualdad
Documento de la CEPAL “¿Qué Estado para qué igualdad?”:
TRABAJO IMPAGO DE LAS MUJERES IMPIDE SU PLENA IGUALDAD
El ejercicio pleno de los derechos de la mujer pasa
por lograr, entre otras cosas, su autonomía económica
– su capacidad de generar y administrar sus propios
ingresos -, y para ello, debe poder acceder al mercado
laboral en igualdad de condiciones que los hombres.
Sin embargo, no puede haber igualdad laboral para las
mujeres mientras no se resuelva la carga de trabajo no
remunerado en el hogar y en el cuidado de niños,
personas mayores, enfermos y discapacitados que
generalmente recae sobre ellas.
nivel de escolaridad de las mujeres, mayor es su tasa de
participación.
América Latina y el Caribe (países seleccionados):
tiempo dedicado al trabajo total, al trabajo domestico
y al trabajo remunerado, según sexo
a) En horas diarias
Argentina, 2005 (Buenos Aires)
Hombres
Estado Plurinacional de Bolivia, 2001
Mujeres
Hombres
14
12
Lograr la igualdad laboral exige una nueva ecuación
entre el Estado, el mercado y la familia para
redistribuir la carga de trabajo total (remunerado y no
remunerado). Esto implica políticas, prácticas,
servicios y normas públicas y privadas que levanten la
carga de los cuidados que pesa sobre las mujeres y les
permitan acceder al mercado laboral, así como
incentivos, programas y cambios culturales para que
los hombres compartan las responsabilidades del
hogar y el cuidado.
10
8
14
11,0
10,7
12
10
9,0
7,7
11,8
10,8
8
6
7,5
6
4
La tasa de participación económica de las mujeres en
áreas urbanas creció de 42% en 1990 a 52% en 2008,
de la mano con un sostenido aumento en el nivel
educacional de las mujeres. Cuanto más elevado es el
6,7
5,1
4
3,3
2
3,3
2
1,7
0
0
Chile, 2008 (Gran Santiago)
Hombres
Costa Rica, 2004
Mujeres
Hombres
Mujeres
16
16
14,3
14
14
13,8
13,1
12
12
10
11,8
10
8
6
6,0
4
4,10
2
2
0
0
Hombres
7,8
7,80
6,50
4
9,0
8
9,00
6
2,7
Cuba, 2000 (La Habana Vieja)
El trabajo doméstico y de cuidado no remunerado de
las mujeres puede interpretarse como una
transferencia o subsidio desde el ámbito doméstico
hacia el Estado o sector privado, que ahorran el pago
de estos servicios. Y a la inversa, parte del salario del
trabajador se transfiere al trabajo no remunerado en el
hogar para financiar los insumos que exigen esas
labores.
Mujeres
16
Guatemala, 2006
Mujeres
Hombres
Mujeres
14
10
9
12,5
12
8
7
10
7,0
6,8
6
5
8
9,8
8,5
7,3
5,6
3,6
4
3
3,4
6
5,2
4
2
1
0
2
1,2
1,3
0
Trabajo doméstico no remunerado
Trabajo remunerado
Tiempo total de trabajo
Fuente: Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe,
véase: www.cepal.org/oig/noticias/paginas/3/38403/TiempoTotalTrabajo.pdf
A pesar de la mayor educación se mantiene una
brecha salarial con los hombres (79% de los ingresos
por el mismo trabajo), aunque esta cifra ha
disminuido en 10 puntos desde 1990.
Una de las particularidades del mercado laboral es la
segmentación: la concentración de mujeres en
ocupaciones consideradas “femeninas”, como
ensalud, educación, servicios (incluyendo doméstico y
financieros) y el comercio. Otra característica es que
la tasa de desempleo continúa siendo más alta entre
mujeres que en hombres.
Aunque el porcentaje de mujeres que no cuenta con
ingresos propios se redujo en 11 puntos entre 1994 y
2008, 31,6% de las mujeres aún no logran su
autonomía económica debido a la falta de ingresos.
En esta situación se encuentra sólo 10,4% de los
hombres.
América Latina (promedio simple de 17 países, zonas
urbanas): población de 15 años y más sin ingresos propios,
por sexo, 1994-2008 a
(En porcentajes con respecto al total de cada sexo)
La entrada al mercado laboral de las mujeres ha
significado también una sobrecarga de horas de
trabajo, ya que el tiempo dedicado a las labores en el
hogar tiende a mantenerse igual.
Las encuestas sobre uso de tiempo realizadas en 12
países de América Latina desde 1998 indican que en
todos los casos, las mujeres dedican más tiempo que
los hombres al trabajo doméstico no remunerado y su
carga de trabajo total es mucho mayor que la de los
hombres.
No existe una red de servicios públicos que se ocupe
de algunas de esas tareas y sólo las mujeres que
cuentan con mayores ingresos pueden contratar
servicios y personas –generalmente otras mujerespara que las realicen, liberando así tiempo y
responsabilidades para el trabajo remunerado.
Lo contrario sucede con las mujeres pobres y de
sectores medios, ya que la falta o debilidad de los
servicios públicos hace que sea prácticamente
imposible conciliar su vida laboral y familiar, lo que
las excluye de las oportunidades de trabajo.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los
respectivos países.
a Se
consideraron los datos de los siguientes países: Argentina, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estado Plurinacional de Bolivia,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Uruguay (1994); Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estado Plurinacional
de Bolivia, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Uruguay (1999); Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estado Plurinacional
de Bolivia, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República
Dominicana y Uruguay (2002); Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, El Salvador, Estado Plurinacional de Bolivia, Guatemala, Honduras,
México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay (2005), y
Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estado Plurinacional de Bolivia,
Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana
y Uruguay (2008).

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