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SEA 09
30/1/07
12:09
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ASTRONOMÍA Y CINE
h t t p ://SEA.AM.UB.ES
Los alienígenas invasores de “Independence Day” (1996) proceden de un planeta a 90.000 millones de años luz de la
Tierra. Un lugar situado ¡más allá del Universo conocido! La saga “Star Wars” (1977-2005) se tradujo como “La guerra de
las galaxias” sin considerar las diferencias entre las distancias intergalácticas (millones de años luz) e interestelares
(pocos años luz). Son ejemplos del (mal) trato que la ciencia y la astronomía, en particular, reciben en la ficción.
Los hábitats extraterrestres presentan lamentables imperfecciones. La gravedad de los planetas (“Misión a Marte”, 2000),
asteroides (“Armageddon”, 1998) o naves donde transcurre la acción resulta sospechosamente igual a la terrestre. Lo que permite que los esforzados héroes campen sin problemas. Tatoonie, el planeta natal de Anakin Skywalker (“La amenaza fantasma”, 2000), orbita un sistema binario, lo que no concuerda con las escenas sobre su superficie, donde los objetos proyectan
una única sombra y no dos como correspondería a la presencia de dos soles. No todo es erróneo. Prot, el alienígena (o alienado, el filme juega con esta indefinición) de “K-Pax” (“K-Pax, un universo aparte”, 2001) afirma venir de un planeta donde la luz
ambiental es similar a la del crepúsculo terrestre. En nuestro mundo, Prot usa gafas oscuras.
Los telescopios, siempre de tipo refractor, acostumbran a ejercer su función en lugares poco idóneos. En “Tomb Raider”
(2001), la heroína Lara Croft observa con su telescopio un improbable alineamiento planetario sentada en el salón de su mansión.
Y en el cine español...
Ni la situación del observatorio, ni la iluminación de la estancia
son las adecuadas.
En “El astronauta”(1970), la SANA (Sociedad
A diferencia de otras profesiones científicas, el protagonismo
Anónima de Naves Aeroespaciales) se propone
parece estar reñido con ser astrónomo. La Dra. Arroway de “Conenviar al primer astronauta español a la Luna en un
tact” (1997) y el Dr. Iakovides de “Un toque de canela” (2003) son,
cohete casero. Pepe pasa un duro entrenamiento,
por el momento, los únicos protagonistas astrónomos. Aunque
que incluye una prueba de resistencia a los “ruidos
ejerzan su oficio con ciertas licencias cinematográficas. Desde el
extraterrestres” y otra a la congelación, rodeado
radiotelescopio de Arecibo, la radioastrónoma Arroway descubre,
de barras de hielo ya que “la temperatura allá
entre millones de señales radio simultáneas, un mensaje extratearriba es de 1.200 grados bajo cero”.
rrestre ¡usando unos auriculares!... Iakovides trabaja en el observatorio de la ciudad de Atenas. La iluminación ambiente de una
ciudad no permite obtener las fotografías astronómicas que muestra ante sus embelesados estudiantes. El Observatorio Nacional
de Atenas existe y cuenta con un telescopio operativo, pero emplazado a 1.000 m de altitud y a 110 km de Atenas. En cualquier caso,
es un filme original que mezcla astronomía con gastronomía.
A fuerza de ver imágenes u oír ciertas descripciones erróneas,
podría tomarse por real lo que no deja de ser una simple metedura
de pata, una incorrecta asimilación o un imperdonable desconocimiento de determinado fenómeno o concepto astronómico. Algo
que una revisión o asesoramiento astronómico competente bien
podría subsanar.
Manuel MORENO LUPIÁÑEZ
Departament de Física i Enginyeria Nuclear
Universitat Politècnica de Catalunya
Cartel español de la película "El astronauta" (1970), una comedia
dirigida por Javier Aguirre con Tony Leblanc como protagonista.
Espacio coordinado por la
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ASTRONOMÍA
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