El jardín emplumado

Transcripción

El jardín emplumado
El jardín
emplumado
Guía para atraer y observar aves
en los jardines urbanos de Quito
Por una ciudad verde y viva
Mauricio Rodas Espinel
Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito
Verónica Arias Cabanillas
Secretaria de Ambiente del Municipio del
Distrito Metropolitano de Quito
Juan Manuel Carrión
Director Ejecutivo de la Fundación Zoológica del Ecuador
EQUIPO TÉCNICO DE LA SECRETARÍA DE AMBIENTE
DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO
Liliana Lugo - Dirección de Políticas y Planeamiento
Ruth Elena Ruiz - Dirección de Patrimonio Natural y acompañamiento
Orfa Rodríguez - Dirección técnica y acompañamiento
Gustavo Mosquera - Dirección técnica y acompañamiento
EQUIPO TÉCNICO DE LA
FUNDACIÓN ZOOLÓGICA DEL ECUADOR
Juan Manuel Carrión - Dirección técnica
María Isabel Aliaga - Dirección administrativa
Max Araujo - Coordinación de proyecto
Fotografías e ilustraciones
Juan Manuel Carrión
Diseño y diagramación
Miguel Dávila P.
Soluciones Gráficas D&G
Impresión
Imprenta Mariscal
Tiranolete Silbador Sureño.
Zoológico de Quito en Guayllabamba.
Quito, Ecuador
© 2016
Fotografía portada: Quinde Herrero en
flores de Huantugsillo. Parque Itchimbía.
La Secretaría
de Ambiente
del Distrito
Metropolitano
de Quito y la
Fundación
Zoológica del
Ecuador firmaron un convenio
de cooperación
interinstitucional
para la ejecución del
proyecto denominado
“Florifauna quiteña”,
con el objetivo de
fortalecer el trabajo que
viene desarrollando el
Zoológico de Quito en
Guayllabamba. Una de
las acciones llevadas adelante en este contexto
ha sido la de motivar
entre la ciudadanía el
interés por el cuidado y
adecuación de nuestros
jardines como espacios
destinados a albergar
y proteger la diversa y
sorprendente avifauna
urbana con la que los
quiteños tenemos el
privilegio de convivir.
Quito no es, como
suele decirse de las
urbes contemporáneas,
una selva de cemento,
gris y vacía de vida,
¡al contrario! Quito
es todavía un espacio
verde y palpitante. Esta
breve guía práctica nos
brinda algunos consejos
útiles para invitarnos a
abrir canales de reconexión con la naturaleza
mediante acciones que
están al alcance de todos
quienes se animen a
acondicionar en el
jardín; en el parque del
vecindario, en la terraza,
en la ventana, ya sea en
nuestros hogares o en
los sitios de trabajo, un
rinconcito, no importa
si grande o pequeño,
para que las aves puedan
sentirse allí a gusto y se
conviertan en vecinos en
cuya voladora presencia,
que trae consigo tanto
la dulzura de sus trinos
como el colorido y belleza de sus plumajes, hallemos la alegría de vivir y
¿por qué no? respuesta a
nuestras más profundas
inquietudes.
Dijo el poeta quiteño
Jorge Carrera Andrade,
que aquí en nuestra
tierra: “Hay tantas
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alas en vuelo / que
alzan América al cielo”.
Entonces aprovechemos
esta condición que hace
del DMQ un territorio
rico en diversidad aviaria
y disfrutemos de este
Patrimonio Natural,
convirtiéndonos en observadores y protectores
de las aves; eso, sin duda,
mejorará nuestra calidad
de vida. En las siguientes
páginas te orientaremos
en ese camino.
▲ Si les brindamos las
condiciones adecuadas, las
aves urbanas se animarán a
residir en nuestros jardines.
El jardín
emplumado
Las flores del jardín brindan
alimento a colibríes y pinchaflores.
El jardín puede ser un santuario de vida
El diseño del jardín
Ante la transformación que el crecimiento urbano produce en los paisajes naturales, tu jardín puede cumplir un rol muy importante para evitar
que con la pérdida de matorrales y espacios arbustivos, poco a poco también
las aves vayan desapareciendo.
No importa el espacio
del que dispongamos;
independientemente del
tamaño y de los recursos
que estemos en capacidad de invertir, el éxito
de un jardín para atraer
aves arranca desde su
planificación. Nuestros
jardines amigables para
con las aves pueden
ocupar tan solo un
par de metros cuadrados en un rincón del
balcón o de la terraza,
o también ocupar un
terreno amplio en
donde podamos incluso
plantar algunos árboles,
en ambos casos es mejor
▲ El rojo intenso del plumaje del Mosquero Bermellón, hace que su presencia no pase desapercibida
en los parques y jardines urbanos.
El jardín es un espacio que irradia paz y que
invita al recogimiento
personal. El jardín es escenario para la reflexión
sobre los valores trascendentales de la existencia
humana; la floración,
la caída de las hojas, el
reverdecer de los nuevos
brotes, la cosecha de
los frutos, la dispersión
de las semillas, en fin
la observación directa
de los ciclos vitales de
las plantas, son eventos
que nos conectan con
nuestra dimensión natural. El jardín, escenario
para estos eventos, es un
espacio propicio para
celebrar la vida, y puede
acondicionarse para
funcionar como refugio
para las aves.
El jardín familiar
puede integrarse a una
amplia red que lo conecte con otros similares
que, en conjunto, provean a la ciudad verdor
y aire puro; verdaderos
oasis en los que las aves
hallen refugio. Las aves
–esta es una más de las
tantas lecciones de vida
que ellas nos pueden
brindar– son exploradoras por naturaleza;
siempre están buscando
oportunidades para
hallar alimento y
refugio mientras vuelan
entre las frondas del
El jardín
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arbolado urbano. Es
increíble lo listas que
son; rápidamente pueden descubrir nuevas
fuentes de alimento
y, si advierten que
estas son confiables y
permanentes, instalarse
a vivir junto a ellas.
Hay muchas maneras de implementar un
jardín amigable para con
las aves, básicamente lo
que ellas requieren para
sentirse cómodas es encontrar agua y alimento
en lugares en los que no
se sientan vulnerables;
es importante planificar
estos espacios para instalarlos fuera del alcance
de nuestras mascotas.
que este se implante de
manera planificada. Ya
hemos dicho que hay
que tener en cuenta que
los espacios a los que
queremos que las aves
lleguen deben estar lejos
del alcance de perros y
gatos, pero también hay
otros detalles a tener en
cuenta; detalles como la
selección de las plantas
que queremos emplear,
de manera que luego no
tengamos que enfrentar
problemas graves como
talar un árbol que creció
muy cerca de la casa o
uno cuyas raíces han
invadido el sistema de
alcantarillado. Hay que
imaginar en el espacio
vacío: ¿cómo se verá
cuando las plantas crezcan?, ¿estas impedirán
el paso de la luz hacia la
casa?, ¿nos quitarán una
vista panorámica que
nos gustaría mantener?,
en fin, cada quien puede
hacerse su propia lista
de requerimientos para
diseñar un jardín acorde
a sus expectativas.
▲ En el Parque del Reservorio de Cumbayá, los Arupos florecidos alegran el paisaje y brindan refugio
para las aves.
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El jardín
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El árbol, sabio y viejo amigo
La proverbial “eterna primavera” que caracteriza a Quito, ofrece las condiciones para que en sus jardines la floración se produzca a lo largo de todo el año.
En viveros como los que se ubican en la parroquia de Nayón, podemos encontrar
una amplia selección de plantas; nativas algunas y otras provenientes de todas las
latitudes del planeta, bien aclimatadas a nuestra geografía, que nos servirán para
pintar de alegría el jardín. El jardín es sinónimo de flores; y éstas brindan a las
aves no solo alimento, tanto por el néctar que producen como por los insectos
que en torno a ellas se suelen congregar, sino también refugio, entre sus ramas y
hojas. No es de extrañar que entre los arbustos floridos del jardín encontremos
esa fantástica obra de arte de la naturaleza que son los nidos de las aves.
Los beneficios y servicios que el arbolado urbano
brinda a la ciudad y a sus habitantes son extremadamente valiosos; sin árboles las ciudades serían
invivibles; ellos purifican el aire, regulan la temperatura, refrescan el ambiente y brindan refugio para la
vida. Si el espacio del jardín lo permite ¡plantemos
árboles!, pensemos que éstos van a crecer con el tiempo, así que planifiquemos ubicarlos con suficiente
distancia entre ellos y con un prudente alejamiento
de la casa, para que no tengamos que talarlos más
tarde. Tilos, molles, capulíes, nísperos, cepillos rojos,
guabos, aguacates y todos los tipos de cítricos, son
opciones adecuadas al momento de escoger árboles
para el jardín.
Plantas recomendadas para atraer aves al jardín
✽Farol Chino
✽Huantugsillo
✽Agapanto
✽Aretes
✽Lluvia de Estrellas
✽Carbonero
✽Gallitos
✽Geranio
✽Sábila
✽Cucarda
✽Achira
✽Bugambilla
Foto: Mariuxi Cevallos S.
La alegría de las flores
Arete de Bruja
Tiranolete Silbador Sureño
Camptostoma obsoletum
▲ Aunque no es fácil encontrarlas en los viveros, las flores nativas son ideales para cultivarlas en
nuestros jardines. La flor de Taxo es emblema natural de Quito.
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Foto: Mariuxi Cevallos S.
Flor de Taxo
▲ Si disponemos de espacio suficiente en el jardín, podemos plantar árboles grandes e incluso crear
un ambiente acuático, que brinda el hábitat ideal para algunas especies de aves.
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El jardín
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Alimentar a las aves
El agua es vida
“Tendrás el agua más pura y la semilla más fresca”
Esto que dice la letra
de una popular canción
ecuatoriana, el albazo
“Avecilla”, resume el
sencillo secreto para
convertir a nuestro jardín
en un espacio amigable
para con las aves. Para
uso de las aves podemos
colocar algunos elementos
sencillos en los que éstas
encuentren agua y alimento. Asegurados estos
requerimientos básicos,
de manera permanente y
lejos del alcance de perros
y gatos, podemos tener la
seguridad de que nuestras
vecinas emplumadas se
convertirán en visitantes
asiduas e incluso inquilinas fijas del jardín.
Un jardín es un
espacio alegre que nos
invita a celebrar la vida.
En todo jardín quiteño
hallaremos gorriones, tórtolas, mirlos y
quindes; si ponemos
empeño en acondicionarlo para atraer a más
aves, podemos aspirar a
recibir al menos entre 10
y 15 especies diferentes.
Hay jardines quiteños en
los que se han registrado
hasta 36 especies de aves.
El jardín
emplumado
Con dos platos plásticos de diferente diámetro, de
aquellos que sirven como base para colocar macetas,
podemos fabricar una fuente para que las aves beban
y se den un chapuzón. El plato más grande servirá de
base y el más pequeño será el que contenga el agua. Los
podemos colocar sobre un soporte –tal como se muestra en las fotografías– o directamente sobre un muro,
la cornisa de una ventana
o en un balcón.
Hay que mantener
la fuente siempre limpia; cambiar el agua
diariamente.
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El jardín
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Semillas,
clásico alimento para aves
El mismo esquema empleado para construir
la fuente de agua, puede servirnos para disponer
semillas: alpiste, granos de maíz partidos (morocho
partido), frutas secas, migajas de pan, arroz.
Se puede, con imaginación y creatividad, proponer diferentes modelos. En el mercado existen
alimentadores especialmente diseñados para
contener semillas.
Nuevamente, la limpieza es fundamental para
asegurar el buen funcionamiento de estas “estaciones para alimentación de las aves”. A nadie le gusta
comer en un lugar sucio.
El jardín
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La fruta gusta a todos
Las frutas son una
apetecible tentación
para muchas especies de
aves. Naranjas, melones,
sandías, papayas, pero
especialmente bananas, son un verdadero
“imán” para atraer aves
a nuestro jardín.
Si colocamos “oritos”
(esos plátanos pequeñitos, deliciosos, baratos y
fáciles de conseguir en
cualquier época del año)
colgados de un gancho,
abierta una ventana en
su cáscara, para que la
pulpa quede expuesta,
y apoyados junto a una
percha en la cual las aves
se puedan posar, atraeremos a “rigchas” y otras
especies de tangaras,
todas ellas aves coloridas
y de armónico canto. !Estas aves viven en Quito!
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El jardín
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El dulce alimento de los quindes
Verdaderas joyas aladas de la naturaleza, los
colibríes o quindes son
la gema principal con
la que nuestras amigas
emplumadas, las aves,
engalanan y alegran
nuestros jardines.
Los colibríes tienen un metabolismo
acelerado que demanda
un elevado suministro
energético. El alimento
de los quindes –el néctar
de las flores– es energía
pura. La mejor forma de
atraer colibríes a nuestro
jardín es sembrando
plantas con flores ricas
en néctar.
En tiendas para
mascotas y almacenes
con productos para
jardinería se consiguen varios modelos
de alimentadores para
colibríes; son botellas
de plástico o de vidrio,
que cuentan con una
base en la cual existen
orificios que simulan
ser una flor roja, por
medio de los cuales las
aves acceden al néctar
que la botella contiene.
Ese contenido es una
dilución de agua azucarada en proporción 4 a 1
(en cuatro medidas de
agua, cuatro tazas por
ejemplo, una de azúcar)
Se recomienda usar
azúcar morena (menos
refinada). No se debe
emplear miel de abeja.
También se puede
añadir un complemento nutricional que le
aporta coloración roja
al contenido de la
botella e incrementa la
curiosidad de los quindes por explorar esta
fuente de alimento.
Quito,
tierra de quindes
Hembra
Estrellita Ventriblanca
Chaetocercus mulsant
Colibrí Gigante
Patagona gigas
En el DMQ se han registrado
55 especies de colibríes;
6 son visitantes frecuentes
en los jardines de la ciudad
y de los valles templados
de sus alrededores.
Esmeralda Coliazul
Chlorostilbon melanorhynchus
Macho
Hembra
Macho
Macho
Macho
Hembra
Hembra
Metalura Tiria
Metallura tyrianthina
Orejivioleta Ventriazul
Colibri coruscans
Colacintillo Colinegro
Lesbia victoriae
▲ El secreto para que los bebederos funcionen correctamente,
es que se mantengan limpios y su contenido se cambie por lo
menos tres veces a la semana.
Los colibríes y las flores han desarrollado evolutivamente una
estrecha dependencia entre si. Tener flores en el jardín es la
mejor manera de atraer a los colibríes o quindes.
El jardín
emplumado
El colibrí Zamarrito Pechinegro
es el ave emblemática del Distrito Metropolitano de Quito.
A esta especie se la encuentra únicamente en los bosques andinos occidentales
del volcán Pichincha. No
Zamarrito Pechinegro
llega a los jardines urbanos.
Eriocnemis nigrivestis
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El jardín
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Observación y cuidado de aves
Colibríes y tórtolas anidan frecuentemente en nuestros jardines y casas. Hay casos sorprendentes,
como el de un Colibrí Gigante, que ubicó su nido en lo más enmarañado de los cables que cuelgan de
un poste en medio de la ciudad.
Cuando las aves nos regalan el privilegio de
su presencia en nuestros jardines, ¡cómo no
aprovecharlo para disfrutar el espectáculo natural
que ésta significa! La observación y el estudio
de las aves no están reservados exclusivamente a
especialistas; por el contrario, constituyen una
actividad entretenida al alcance de todos. Como
dijo el premio Nobel, Konrand Lorenz: “Los seres
vivos cuentan al que sabe escucharlos las historias
más maravillosas; y la naturaleza supera en belleza
a todo lo que puedan imaginar nuestros poetas”.
Las primeras y las últimas horas del día son las
mejores para observar aves; es entonces cuando
más activas están, se dejan ver con facilidad y entonan sus trinos. Para identificar aves hay que prestar
atención a la forma de su cuerpo, su tamaño, color
y diseño del plumaje; coloración y forma de pico y
patas; coloración de los ojos; sus hábitos visibles:
¿Cuál es su hábitat preferido?, ¿Qué come?, ¿cómo
vuela? En fin, todo aquello que veamos debe ser
El jardín
emplumado
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Para formarte como observador
de aves, puedes tomar contacto
con grupos como “Aves Quito”,
quienes organizan exploraciones
didácticas. Búscalos en su página
del Facebook.
La familiaridad y cercanía que el
autor de esta cartilla desarrolló con
un “Quilico” que se rescató en la
Clínica Veterinaria del Zoológico de
Quito y luego se liberó, le permitió
captar este “selfie”.
tomado en cuenta, pues
aporta algún elemento
útil a la hora de ir armando el rompecabezas que
finalmente nos permitirá
identificar certeramente
a la especie observada.
Conforme vayamos
explorando nuestro
jardín o el parque del
vecindario y le vayamos
prestando mayor atención a la vida contenida
en los espacios verdes
de la ciudad, iremos
descubriendo nuevas
presencias emplumadas
y seremos testigos de
momentos especiales
como la anidación por
ejemplo; es increíble
cuántos registros de
anidación interesantes
suceden en los espacios
urbanos, incluso en los
más caóticos y aparentemente desprovistos de
vida. También es probable que tengamos que
enfrentar situaciones
en las cuales debemos
actuar para salvar aves
heridas o agotadas o, lo
más frecuente, polluelos que han caído de
su nido. En la mayoría
de los casos lo mejor
que podemos hacer es
observar antes que intervenir; las aves tienen
una gran capacidad de
resistencia y adaptación
para superar situaciones
adversas. Si el caso supera nuestra capacidad
de brindarles primeros
auxilios, hay que tomar
contacto con especialistas ornitólogos o veterinarios que nos puedan
orientar. Recomendamos tomar contacto con
instituciones como el
Zoológico, grupos locales de observadores de
aves y centros hospitalarios universitarios.
A menudo lo único que
un ave rescatada necesita
para recuperarse es tiempo,
alimento y abrigo. Reposo
de una noche en una caja
de zapatos sobre una camita
de periódicos y cercanía a
un pequeño recipiente con
agua, fue suficiente para
este “Chotacabras” ave
nocturna frecuente en las
quebradas quiteñas.
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El jardín
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Tórtola Orejuda
Chingolo
Adulto
(Gorrión)
Zenaida auriculata
Zonotrichia capensis
•Es el ave más común en todos los
parques y jardines de la ciudad, y
en toda la serranía.
•Su canto, melodioso, es el sonido
natural con el que despertamos los
habitantes de Quito.
• Forman bandadas numerosas
presentes en todos los espacios verdes
de la ciudad; se adaptan muy bien a
los ambientes urbanos.
• En vuelo abren la cola
en abanico, mostrando
las puntas blancas.
•Se alimentan
principalmente
de semillas.
Juvenil
Su presencia en parques
y jardines es muy familiar en
la ciudad.
Es muy común verlos
en los prados, buscando
semillas entre la hierba.
Picogrueso Amarillo Sureño
Mirlo Grande
(Huiracchuro)
Turdus fuscater
Hembra
• El dimorfismo sexual se aprecia en el anillo
ocular amarillo, ausente en las hembras.
• Son aves audaces y pendencieras; pueden
depredar nidos de otras especies, matando a
los polluelos.
Hembra
Macho
Pheucticus chrysogaster
•Su tradicional presencia en
los campos y huertas está
registrada en tradiciones
y canciones populares.
•Se alimentan de semillas
y frutos.
Macho
•Su canto
es muy
melodioso.
• Caminan dando saltos
con ambas piernas juntas.
Con el pico remueven el suelo
en busca de lombrices y larvas
de escarabajos (“cuzos”).
El jardín
emplumado
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Su plumaje presenta tonos
amarillo, blanco y negro.
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El jardín
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Mosquero Bermellón
(Tictirián o Pájaro Brujo)
Pyrocephalus rubinus
Hembra
•Le gusta anidar en árboles de acacia o en
lugares protegidos bajo el alero de las casas.
Picocono Cinereo
Conirostrum cinereum
•Inconfundible por su pico cónico y
puntiagudo.
•A menudo ignorado, por el aspecto poco
llamativo y colorido de su plumaje.
Macho
•Se alimenta de insectos
y del néctar de las flores.
•Se alimentan de insectos;
nos ayudan a mantener
bajo control las poblaciones de mosquitos.
Su nombre científico significa
“Cabeza de fuego color rubí”.
Se lo encuentra en árboles y
arbustos con abundante floración.
Tangara Azuliamarilla
(Riccha)
Pinchaflor Negro
(Congo)
Thraupis bonariensis
Hembra
Diglossa humeralis
•Tiene un pico ganchudo en la parte superior;
una adaptación para perforar el cáliz de las flores.
•Se alimenta de insectos y del néctar de las flores.
•Se alimentan
de frutos.
Más común en
vegetación arbustiva
en las quebradas,
también puede llegar
a jardines cercanos
a las mismas.
•Los “oritos” y
naranjas colocados
en el jardín, son un
imán para atraerlas.
Macho
Hallan refugio y alimento entre la flora
nativa que se conserva en las quebradas.
El jardín
emplumado
•Tienen comportamientos curiosos y
confiados; suelen acercarse a ventanas
y espejos y pelean con su propio reflejo.
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El jardín
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Macho
Piranga Roja
Jilguero Encapuchado
(Rocoto)
Carduelis magellanica
•Forman bandadas numerosas y bulliciosas.
•Exploran hierbas, árboles y arbustos en busca de
semillas e insectos.
•Pico cónico y agudo.
Hembra
Piranga rubra
•Especie migratoria. Se la encuentra
entre noviembre y marzo.
•Los juveniles tienen plumaje similar a
las hembras.
Macho
•Se alimenta
de frutos.
Hembra
Son fieles visitantes
de jardines amigables
para con las aves.
Estas aves son
más abundantes en
campos abiertos y
terrenos agrícolas.
Pinzón Azafranado
(Grano de oro)
Tangara Azuligris
(Azulejo)
Sicalis flaveola
•Inconfundible por el color amarillo uniforme
e intenso de su plumaje.
•Se adaptan muy bien a los espacios urbanos.
•Se alimentan principalmente de semillas.
Juvenil
Thraupis episcopus
•Son más comunes en los valles
templados.
•Son visitantes fieles de jardines
amigables para con las aves.
Les gustan los “oritos”.
Están en donde
encuentren suficientes
árboles para refugiarse.
Sus poblaciones
están creciendo
rápidamente en los
valles templados.
El jardín
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•Sus poblaciones están creciendo
en los últimos años.
Adulto
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El jardín
emplumado
Tangara Matorralera
Golondrina Azuliblanca
Tangara vitriolina
Notiochelidon cyanoleuca
•Generalmente se las ve en vuelo o posadas sobre los
cables eléctricos.
•Pueden formar bandadas compactas y numerosas.
•Pueden cohabitar con la Golondrina Ventricafé, que
es toda oscura.
•Común en los valles templados, especialmente en
hábitats de bosque seco.
•Se mueven en grupos de entre 5 a 7 integrantes.
•La coloración del plumaje es más intensa en los
machos.
Son frugívoras; les
gustan los aguacates
y los cítricos.
Anidan en los
aleros de las casas.
Carpintero Dorsicarmesí
Cernícalo Americano
(Quilico)
Piculus rivolii
Falco sparverius
•Es la única especie de pájaro carpintero frecuente en
Quito y sus alrededores.
•Se lo encuentra en arbolados de quebradas y parques.
•Ocasionalmente visita jardines en la zona periurbana.
Hembra
Macho
El intenso carmesí
de su plumaje dorsal
delata su presencia.
El jardín
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Les gusta posarse
en ramas expuestas
de los altos árboles.
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•Pequeño halcón muy bien
adaptado a los espacios urbanos.
•Son muy territoriales;
cuando detectan un intruso
defienden su espacio emitiendo
un estridente sonido de
advertencia: “kili-kili-kili”.
El jardín
emplumado
Orejivioleta Ventriazul
(Quinde Herrero)
Colibri coruscans
•Es el colibrí más común en Quito y sus alrededores.
•El diseño particular de su plumaje y su canto característico
lo hacen fácil de reconocer.
•Desde una rama alta levantan vuelo y luego caen en picada.
Esmeralda Occidental
(Quinde Bunga)
Chlorostilbon melanorhynchus
Macho
•Son extremadamente pequeños y su
coloración es uniformemente verde.
•Más comunes en los valles templados
(esporádicos en la ciudad).
Hembra
•Anidan en arbustos del jardín.
•Prefieren el néctar de las flores,
aunque también pueden visitar
los alimentadores artificiales.
Son muy territoriales,
defienden su espacio
con mucho ímpetu.
Descansan entre los
matorrales, en donde
se camuflan muy bien.
Colacintillo Colinegro
(Quinde Colilargo)
Lesbia Victoriae
•Cuando realiza vuelos en picada sacude las plumas de la
cola y produce un sonido vibratorio.
•Las hembras presentan una cola más pequeña que la de
los machos.
Inconfundible
por su cola larga.
Colibrí Gigante
Patagona gigas
•Inconfundible por su gran tamaño y colores
apagados.
•Son muy localistas y fieles a los espacios de
anidación.
•Llegan a los
alimentadores
artificiales.
Se han adaptado a
los espacios urbanos.
Anidan en lugares
inverosímiles.
El jardín
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El jardín
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Una comunidad aviaria sorprendente
Para un observador
de aves atento, Quito
guarda muchas sorpresas
inesperadas. Grupos
ciudadanos de observadores –como “Aves
Quito”, que cuenta con
el apoyo de la Secretaría
de Ambiente del Municipio y de la Fundación
Zoológica del Ecuador–
organizan regularmente
salidas de campo en las
que se han registrado
especies, migratorias
en su mayoría, cuya
presencia sorprende en
medio de los convulsionados ambientes
urbanos. En sitios como
el Jardín Botánico en La
Carolina; los parques
Metropolitano Guanguiltagua, Itchimbía,
Metropolitano del Sur,
Rumipamba y Chilibulo; en los parques
del Reservorio y Los
Algarrobos de Cumbayá;
en los alrededores del
Aeropuerto de Tababela
y en el Zoológico de
Quito en Guayllabamba,
han aparecido patos,
gaviotas, chorlitos, falaropos, cucos, reinitas,
atrapamoscas, golondrinas, halcones, águilas y
otras especies, muchas
de ellas muy raras, que
enriquecen la diversidad
emplumada presente en
los espacios verdes de la
capital del Ecuador. Un
jardín ambientado para
convertirse en un espacio amigable para con
las aves, no solo que nos
brindará la posibilidad
de reconectarnos con
los latidos de la vida,
En el Reservorio de Cumbayá, cada año se detecta la presencia del Águila Pescadora, que captura
sus presas en este humedal artificial.
El jardín
emplumado
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aparentemente ausentes
en el trajín citadino,
sino que, además, si nos
animamos a practicar
la observación de aves
como una actividad
regular, que enriquece
nuestra calidad de vida,
podemos hallar en el escenario para inesperados
descubrimientos.
El cuidado y la
observación de las aves
son actividades que nos
aportan una mejor calidad de vida; nos re vinculan con la naturaleza y
nos convierten en actores comprometidos con
un estilo de vida que
tiende a crear mejores
condiciones ambientales
que hagan de nuestra
ciudad, de nuestro país
y del planeta entero, un
mejor lugar para vivir.
Si estás interesado en
formar parte del grupo
de observadores “Aves
Quito”, contáctanos en
nuestra página de Facebook. Si requieres ayuda
en el rescate de aves heridas o desorientadas, o
si precisas asesoría para
hacer de tu jardín un espacio amigable para con
las aves, contáctanos en
el Zoológico de Quito
en Guayllabamba
(www.quitozoo.org)
Igualmente en el Reservorio de Cumbayá, anualmente, entre
octubre y abril, se registra la presencia de una numerosa bandada
de Cercetas Aliazules.
Una reciente presencia aviar en Quito y sus alrededores, cuya
población se está incrementando en los últimos años, es la del
Sinsonte Tropical, ave dueña de un canto singularmente melodioso.
Frecuentemente en los jardines quiteños aparecen ejemplares
de la Gallareta Púrpura, desubicados y desnutridos, que son
rescatados por el Zoológico de Quito en Guayllabamba y
retornados a la vida silvestre.
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El jardín
emplumado
Pinchaflor Pechicanelo
Diglossa sittoides
Tierra de pájaros
Es América entera
inmensurable pajarera.
En el amanecer sonoro
cada árbol es un coro.
Hay tantas alas en vuelo
que alzan América al cielo.
Jorge Carrera Andrade
Poeta quiteño (1903-1978)
www.quitoambiente.gob.ec

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