Reseña de la película en pdf.
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Reseña de la película en pdf.
Cine-Club Municipal 1º Fila: jueves, 3 de diciembre de 2015. Dheepan. País: Francia. Año: 2015. Duración: 115 min. Género: Drama. Estreno en España: 6 noviembre 2015. Calificación: No recomendada a menores de 16 años. Dirección: Jacques Audiard. Guion: Jacques Audiard, Thomas Bidegain, Noé Debré. Música: Nicolas Jaar. Fotografía: Éponine Momenceau. Interpretación: Jesuthasan Antonythasan, Kalieaswari Srinivasan, Claudine Vinasithamby, Vincent Rottiers, Marc Zinga. Premios: 2015: Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película) Datos de interés sobre la película: Violencia, personajes contundentes, un estilo propio con la cámara, gran potencia en su cine. La carrera de Jacques Audiard (París, 1952) se ha basado en estos cimientos hasta convertirse en uno de los grandes realizadores europeos. A España su trabajo no llegó hasta “Lee mis labios” (2001). Su popularidad creció con “De latir mi corazón se ha parado” (2005) y se asentó con una obra maestra, “Un profeta” (2009), Gran Premio del Jurado del año que ganó la competición francesa “La cinta blanca”, de Michael Haneke, y logró llegar a los Oscar. En 2012 rodó “De óxido y huesos”, proyectada en este Cine club. Audiard ha perfeccionado un modelo de thriller ribeteado con pinceladas de cine social. En “Dheepan” (así se llama el protagonista, un guerrero tamal de Sri Lanka derrotado y con su familia exterminada) invierte los términos de su fórmula para retratar la odisea migratoria de tres personajes obligados a formar una familia postiza para huir y buscar fortuna en tierra galas. El mayor mérito consiste en elaborar un film de denuncia (sobre la inoperancia de Europa para gestionar la llegada de inmigrantes) escapando de lo maniqueo y lo didáctico. Audiard habla en todo su cine de personas que están en el límite, que deben defenderse en un medio hostil. Logró expresar inmejorablemente esa temática en “Un profeta”, narrando la historia en la cárcel de un árabe analfabeto que es explotado salvajemente por la mafia corsa. Y vuelve a describir muy bien en “Dheepan” la lucha de los eternos perdedores para encontrar un refugio mínimo, disponer de pan y techo, otorgarse mutuamente calor y protección, aprender a nadar en un mundo que no es el suyo. El suyo sólo les ofrecía hambre, desolación y muerte. Pronto descubren que, en los arrabales de París, hay otra guerra tan distinta como parecida. Cuando milagrosamente empiezan a sentirse como si fueran una familia, las circunstancias y el fatalismo amenazarán a esa supervivencia. Aparecerá la violencia, el acorralamiento y los viejos fantasmas. Y resucitará el antiguo guerrero en alguien que sólo aspiraba a la normalidad, que había desertado del espanto. Este retorna para que asuma su antigua naturaleza, para que vuelva a correr la sangre, para matar o morir. Audiard acierta en la distancia de su cámara y en la de esos personajes entre ellos mismos y los demás: genial la imagen de ese hombre embadurnado de dolor, sangre y pérdida, que es sustituida en un chasqueo de cámara por otra en la que lleva un artilugio luminoso en la cabeza, y mecheros y cachivaches en las manos mientras los intenta vender en las noches de París. Jesuthasan Antonythasan, que fue niño soldado en Sri Lanka, revive como actor su propio pasado.